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Pensamiento de Frontera en Convivencia e Interculturalidad

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Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad


Aportes desde la sistematización de experiencias
Pensamiento de frontera en
convivencia e interculturalidad
Aportes desde la sistematización
de experiencias

EDITORAS ACADÉMICAS
Patricia Lasso Toro
Ana Lucía Rosero Prado

CON LA PARTICIPACIÓN DE

Arquidiócesis de Cali. Vicaría para la reconciliación


Asociación Cultural y Deportiva Fundación Sí es Posible
Cabildo indígena nasa Santiago de Cali
Cabildo indígena yanacona Santiago de Cali
Fundación Carvajal
Fundación Los del Camino
Fundación Paz y Bien
Pontificia Universidad Javeriana Cali
Ruta Pacífica de las Mujeres, seccional Valle
Somos Identidad
Universidad Autónoma de Querétaro, México
Universidad de San Buenaventura Cali
Universidad Externado de Colombia
Universidad Nacional de Colombia
Universidad del Cauca
Universidad Antonio Nariño

2020
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. Aportes desde la sistematización de ex-
periencias

Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. Aportes desde la sistematización de ex-


periencias / Patricia Lasso Toro; Ana Lucía Rosero Prado, editoras.--Cali : Editorial Bonaventuriana, 2020

300 páginas
ISBN: 978-958-5415-56-0

1. Antropología cultural 2. Identidad cultural 3. Movimientos sociales 4. Víctimas de guerra 5. Violencia


de género 6. Conflicto armado 7. Yanacona (Indígenas) 8. Investigación cultural 9. Estudios intercul-
turales - América Latina I. Lasso Toro, Patricia, editora II. Rosero Prado, Ana Lucia, editora III. Tít.

306 (D 23)
P418

Editorial Bonaventuriana, 2020


© Universidad de San Buenaventura

Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad.


Aportes desde la sistematización de experiencias

© Editoras académicas: Patricia Lasso Toro


Ana Lucía Rosero Prado

© Coedición: Arquidiócesis de Cali. Vicaría para la reconciliación; Asociación Cultural y Deportiva Fun-
dación Sí es posible; Cabildo indígena nasa Santiago de Cali; Cabildo indígena yanacona Santiago de Cali;
Fundación Carvajal; Fundación Los del Camino; Fundación Paz y Bien ; Pontificia Universidad Javeriana
Cali; Ruta Pacífica de las Mujeres, seccional Valle; Somos Identidad; Universidad Autónoma de Querétaro,
México; Universidad de San Buenaventura Cali; Universidad Externado de Colombia; Universidad Nacional
de Colombia; Universidad del Cauca; Universidad Antonio Nariño.

© Editorial Bonaventuriana, 2020


Universidad de San Buenaventura
Dirección Editorial Cali
PBX: 57 (1) 520 02 99 - 57 (2) 318 22 00 - 488 22 22
e-mail: editorial.bonaventuriana@usb.edu.co
www.editorialbonaventuriana.usb.edu.co
Colombia, Suramérica

Los autores son responsables del contenido de la presente obra.


Prohibida la reproducción total o parcial de este libro por cualquier medio,
sin permiso escrito de los editores.
© Derechos reservados de la Universidad de San Buenaventura.

Diseño y diagramación: Carlos Cárdenas

ISBN: 978-958-5415-56-0
Tiraje:150 ejemplares
Cumplido el depósito legal (Ley 44 de 1993, Decreto 460 de 1995 y Decreto 358 de 2000).

Impreso en Colombia – Printed in Colombia.


2020
9

Contenido
Prólogo...........................................................................................................................11
Introducción..................................................................................................................17

APARTADO PRIMERO.
PLATAFORMA EPISTÉMICA DE LA OBRA...............................................................25

Capítulo I
Acerca de la sistematización de experiencias en el contexto latinoamericano
Patricia Lasso Toro y Ana Lucia Rosero Prado. Universidad de San Buenaventura Cali............................. 27

Capítulo II
El estudio de los movimientos sociales desde el giro afectivo en
las sociedades contemporáneas.
María Xochitl Raquel González Loyola Pérez. Universidad de Querétaro, México...............................39

APARTADO SEGUNDO
VOCES DE FRONTERA DE PUEBLOS ORIGINARIOS.............................................53

Capítulo III
Mujeres nasa de Cali. Hilando sueños.
Cabildo nasa, Santiago de Cali............................................................................................55

Capítulo IV
Una mochila de muchos hilos.
Sandra Liliana Londoño Calero. Pontificia Universidad Javeriana, Cali............................................67

Capítulo V
Tejiendo identidad. Cabildo indígena yanacona
Cabildo indígena yanacona, Santiago de Cali...........................................................................71

APARTADO TERCERO
VOCES DE FRONTERA EN CLAVE DE GÉNERO...............................................................83

Capítulo VI
Escuela trenzando poderes y saberes. Acompañamiento a
población víctima con perspectiva de género.
Gloria Emilse Rodríguez Meneses e Iliana Colonia. Ruta Pacífica
de las Mujeres, Cali, seccional Valle, Colombia.........................................................................85

Capítulo VII
Reconocer al otro y la otra como experiencia sanadora y herramienta política
de empoderamiento.
Juan David Macuace Torres, Somos Identidad y Jorge Eduardo Moncayo Quevedo. Universidad de San
Buenaventura Cali y Universidad Antonio Nariño..................................................................101
10 Contenido

APARTADO CUARTO
VOCES DE FRONTERA EN CLAVE DE POBLACIÓN
VÍCTIMA DE CONFLICTO ARMADO....................................................................................... 119

Capítulo VIII
Recolectando huellas. Cuadernos de memoria.
Yuly Patricia Perea, Nancy Torres López. Fundación Paz y Bien, Cali............................................121

Capítulo IX
Identificación, memoria e identidad en las víctimas del conflicto armado.
John Alexánder Quintero, Universidad de San Buenaventura, Cali. .............................................143

APARTADO QUINTO
VOCES DE FRONTERA DE LOS JÓVENES......................................................................157

Capítulo X
Acercamiento con jóvenes en situación de vulnerabilidad por conflicto urbano.
Yesid Perlaza y Jorge Gasca por Arquidiócesis de Cali y Eduardo Aguirre,
Universidad Nacional de Colombia.......................................................................................................... 159

Capítulo XI
Fundación Social, Cultural y Deportiva Sí es posible. Diversión e interacción:
una sana educación.
Mayuni Valencia por la Fundación Sí es posible y Adolfo Albán Achinte,
Universidad del Cauca, Colombia........................................................................................................... 197

APARTADO SEXTO
VOCES INTERINSTITUCIONALES EN APUESTAS DE CONSTRUCCIÓN DE PAZ............. 221

Capítulo XII
Proceso de fortalecimiento plan de negocio. Creación y puesta
en marcha de Recicloplás.
Aura Aydeé García Quintero y Olga Lucía López Londoño por Fundación Carvajal Cali, Colombia. .....223

Capítulo XIII
Paz positiva mediante la transformación de vidas. Estudio de caso: negocio
inclusivo de Recicloplás, con recicladores en Cali.
Erli Margarita Marín Aranguren. Universidad Externado de Colombia..........................................257

Capítulo XIV
Incidencia del programa Perdón y Reconciliación en la resocialización de mujeres
sindicadas del establecimiento penitenciario Eron, de Jamundí.
Diana Marcela Díaz Gómez por la Fundación Los del Camino y María Elena Díaz Rico por
Universidad de San Buenaventura Cali................................................................................269

A modo de cierre.........................................................................................................287
Sobre las editoras.........................................................................................................289
Bibliografía...................................................................................................................291
11

PRÓLOGO

La sistematización de experiencias
como práctica descolonizante
Édgar Barrero Cuéllar

En una conversación que sostuve con el maestro Fals Borda un par de años
antes de su muerte, no hubo un solo instante en el que dejará de recalcarme la
importancia tan grande que le atribuía a la producción de conocimientos y saberes
propios a partir de nuestras complejas y dolorosas realidades, lo cual implicaba,
necesariamente, la construcción de mecanismos para la sistematización de toda
esa riqueza cultural presente en cualquier proceso social o comunitario. Sabidu-
rías que normalmente se encuentran invisibilizadas, rechazadas, estigmatizadas
o banalizadas, incluso por la misma academia.

Si el maestro estuviera vivo y hubiera conocido el presente libro, seguramente


se sentiría satisfecho y feliz con lo que nos trató de enseñar en su obra teórica,
metodológica y ética. Este libro que hoy nos regala un nutrido grupo de investi-
gadores e investigadoras, junto a los sentipensamientos de los protagonistas de
cada experiencia sistematizada, constituye un buen ejemplo de ruptura descolo-
nizante en el sentido de atreverse a construir nuevas epistemes y saberes como
resultado de hacer investigación en clave de sistematización de experiencias.
La IAP lo atraviesa de cabo a rabo y le otorga ese oxígeno tan necesario en las
actuales condiciones de precarización intelectual en las que nos encontramos.

Es interesante la forma como los autores del presente libro conceptualizan


y reflexionan sobre el sentido de la sistematización de experiencias, cuidando
de no imponer desde afuera tal o cual visión de eso que llamamos sistematizar
experiencias, sino tejiendo significados de la mano de las organizaciones sociales
12 Prólogo

de base participantes del proyecto. Esto es muy importante si se piensa en la


sistematización como una apuesta ético-política de descolonización que se cons-
truye desde abajo y desde adentro de los procesos colectivos. Supone también,
una transformación radical de las lógicas relacionales entre quienes sistematizan
como una forma de investigación académica o institucional y quienes aportan la
memoria histórica a partir de sus propios territorios y procesos.

La experiencia mexicana en torno al papel de la afectividad en los procesos


colectivos, ha sopesado un poco esa deuda histórica que se tiene en torno a la
exclusión de las emociones y los afectos de los procesos tanto de investigación
como de intervención y sistematización. No es posible desligar lo afectivo, lo
emocional y lo espiritual de cualquier intento de sistematización que involucre
seres humanos, territorios existenciales y diversidad de vínculos e intereses de
todo tipo.

En la psicología social suele hablarse mucho del tejido social. En los pueblos
indígenas no solo se habla de tejido, sino que también se teje cotidianamente, tal
como lo narran las mujeres tejedoras del cabildo nasa de Cali: “En cada hilada
y punto dejamos plasmados nuestros sueños”. De alguna forma, sistematizar es,
básicamente, la reconstrucción de un tejido de vida llevado a cabo en un terri-
torio sagrado para quienes lo habitan o han formado parte de la historia de esa
comunidad. También nos recuerdan las mujeres tejedoras que lo que nosotros
llamamos sistematización es practicado por el pueblo nasa a través de la palabra
por vía de la tradición oral. Esto no es algo menor. Al contrario, es un aspecto
de suma importancia para los pueblos originarios que tejen su memoria histórica
mediante la transmisión oral de sus costumbres más sagradas. Si lo anterior no es
contemplado cuando se sistematiza, estaríamos abocados a cometer gravísimos
errores que pueden llevar, incluso, a faltas éticas.

Sin embargo, no se trata de un simple ejercicio de inclusión de las voces y


saberes históricamente negados o distorsionados. Esto es apenas una parte.
Pero será muy importante que esas voces y saberes no terminen siendo objeto
de interpretaciones o traducciones arbitrarias, pues con ello se perdería el sen-
tido mismo de la sistematización. El pueblo como episteme con sus respectivas
narrativas orales o escritas, debe aparecer en la plenitud de sus cosmovisiones.

Por lo anterior, encuentro muy valiosas las narrativas que nos comparten en el
libro con las voces y los rostros de las mayoras del cabildo yanacona de Cali, en
torno al sentido y los significados que los pueblos indígenas atribuyen al tejido. No
podemos olvidar que cuando se sistematiza, se busca acceder a todo ese registro
simbólico mediante la memoria histórica colectiva, para luego volver sobre la
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 13

experiencia, pero con saberes y conocimientos nuevos surgidos del palabreo y


el diálogo con la academia.

Lo mismo sucede con los valiosos testimonios de las fundadoras de la Ruta


pacífica de las mujeres. Es muy potente el trabajo que nos presentan las autoras
de la sistematización en torno a este movimiento de mujeres que se declaran a sí
mismas como “un movimiento feminista, pacifista, antimilitarista y no violento
que trabaja por la tramitación negociada del conflicto armado en Colombia, por
la visibilización de los efectos de la guerra en la vida de las mujeres y por la exigi-
bilidad de los derechos a la verdad, la justicia, la reparación y la reconstrucción
de la memoria histórica individual y colectiva para la no repetición”.

Dentro de todo ese universo que nos brindan los testimonios y narrativas de
las mujeres que colaboraron con la sistematización, quisiera resaltar la impor-
tancia de los conversatorios para la reconstrucción de la memoria histórica,
como condición indispensable en la sistematización. Creo que allí hay pistas para
quienes se quieran sumar a este tipo de acciones transformadoras en perspectiva
de descolonización, pues de los conversatorios emergen esas voces colectivas
que dan sentido a la memoria de todo un pueblo. De acuerdo con mi propia
experiencia, el acto de conversar se constituye en una herramienta poderosa de
transformación psicosocial, psicohistórica y psicopolítica, siempre y cuando se
mantengan ciertos principios éticos en ese conversar, como la construcción de
relaciones horizontales de escucha, debate, negociación y acuerdo.

Según Humberto Maturana,

(…) la manera para modificar el acto de violencia como conciencia histórica


es a través del escuchar y estar dispuesto a conversar tan largo como sea ne-
cesario, aceptando la legitimidad de lo que el otro quiere decir. El aceptar la
legitimidad no quiere decir estar de acuerdo; quiere decir que si está diciendo algo
debe haber algún fundamento de donde lo dice. Puede que el fundamento a mí
no me parezca adecuado, pero debo respetar al otro para escucharlo. Nosotros
confundimos las palabras respeto y tolerancia, pero son cosas radicalmente
distintas. El respeto implica el reconocimiento de la legitimidad del otro; la tole-
rancia implica una venganza escondida: mira, lo toleraremos mientras tanto.1

De esta forma, quienes han construido el presente documento nos van mos-
trando un bello ejercicio de visibilización y reconocimiento de la otredad con
toda esa riqueza históricamente negada o distorsionada. Dicho reconocimiento

1. Tomado de: https://luissosamx.wordpress.com/2012/10/23/la-conversacion-segun-matura-


na/
14 Prólogo

puede llegar a tener tintes terapéuticos o sanadores para la organización que


decide reconstruir su historia en clave de sistematización. El solo acto de re-
cordar es, en sí mismo, un ejercicio de sanación colectiva en la medida en que
permite reconstruir la memoria histórica, ubicar las fallas para bordearlas y no
permitir que se conviertan en fallas estructurales que terminen derrumbando
el proyecto. Esto se puede ver en esta obra, cuando se presenta la experiencia
en torno a la lucha por las diversidades sociales y sexuales de las comunidades
negras, afrocolombianas, palenqueras y raizales en la ciudad de Cali, Colombia.

Interesante la metodología de los Cuadernos de la memoria utilizados como


mecanismo no solo de reconstrucción histórica de las mujeres víctimas del des-
plazamiento forzado, sino también de ayuda terapéutica para el acompañamiento
psicosocial. Esta estrategia metodológica es muy efectiva a la hora de buscar
información significativa sobre el proceso que estamos indagando, pues permite
una lectura de primera mano de quienes llevan algún tiempo participando en
el proyecto. En los Cuadernos de la memoria reposa información sagrada que
debe ser muy bien tratada por quienes los revisen desde afuera. Por ello mismo,
la intención ético-política de la sistematización debe ser muy clara y transmitida
con transparencia para obtener los permisos de acceso.

No solo con los Cuadernos de la memoria se tiene acceso a registros muy


significativos que llegan, incluso, al límite de lo sagrado. Acceder a eso sagrado
debería ser prioritario en cualquier proceso de sistematización. Y eso sagrado no
se deja ver a primera vista, sino que implica todo un trabajo de contenido que
va más allá de lo formal racional y trasciende a lo cosmogónico, lo espiritual, lo
comunitario y lo religioso, tal como sucede en este caso con la experiencia de los
jóvenes en situación de delincuencia o el interesante proceso de acompañamiento
llevado a cabo por medio de las escuelas barriales de futbol que forma parte de
este libro. Las dos experiencias se complementan creativamente en el sentido de
tener en cuenta que la sola entrevista no permite responder por la profundidad
de ese sentir que se busca captar para construir estrategias de transformación de
problemas como la delincuencia juvenil, sino que es importante buscar estrategias
que involucren el cuerpo físico, el cuerpo emocional, el cuerpo comunitario y
el cuerpo espiritual.

La lectura de este libro me ha permitido reflexionar sobre un asunto que no


había tenido en cuenta. Se trata de la diferenciación que se percibe en este
documento entre la sistematización de experiencias provenientes de organiza-
ciones sociales de base y la sistematización de experiencias de proyectos sociales
de tipo institucional, ya sean estatales o privados. En principio, se podría decir
que la intención de la primera es la transformación psicosocial, psicopolítica y
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 15

comunitaria y la segunda se concentra más en aspectos descriptivos con fines


de mejoramiento de los mismos proyectos sistematizados. Allí hay intenciones
distintas que determinan los horizontes ético-políticos. Esto es un asunto que
bien vale la pena investigar y profundizar.

Tanto la sistematización de la experiencia del plan de negocio para la imple-


mentación de la empresa de reciclaje como la del perdón y la reconciliación en
mujeres detenidas, presentan rutas metodológicas interesantes que pueden ayudar
a ampliar nuestro horizonte organizativo a la hora de proyectar la sistematización.
Por lo general, cometemos el error de no vislumbrar la sistematización cuando
diseñamos o soñamos proyectos comunitarios y populares, lo cual puede generar
fallas estructurales en los procesos que dan lugar a movimientos sociales, pues
no se anticipa ética y política la construcción de nuevos conocimientos con
pretensiones de transformación.

Finalmente, agradezco a mi buena amiga Patricia Lasso por invitarme a leer y


comentar este documento, pues me ha permitido ratificarme en mi compromiso
con la descolonización intelectual, afectiva, ética, política y espiritual. Y ello solo
es posible cuando asumimos el reto de construir nuevas epistemes, metodologías
y praxis a partir del bello ejercicio de la reflexividad. Cuando publicamos libros
a partir del esfuerzo colectivo, ya nos estamos descolonizando. El segundo paso
bien puede ser la socialización y democratización del saber que emerge producto
de la sistematización. El tercero, el compromiso ético-político de poner ese saber
al servicio de la subversión de las condiciones de existencia material, psicológica
y espiritual de nuestros pueblos.
17

Introducción
La Universidad de San Buenaventura Cali (USB Cali), a través de los grupos
de investigación GEUS de la facultad de Psicología y Educación y Desarrollo
Humano (GEDH) de la facultad de Educación, ha venido consolidando líneas de
pensamiento alrededor de campos investigativos relacionados con la construcción
de paz, diversidad cultural y pensamiento crítico latinoamericano, entre otros. La
obra actual formó parte del proyecto de investigación denominado Pensamiento
de Frontera en Convivencia e Interculturalidad, Voces del territorio,2 el cual se
planteó como objetivo general contribuir al campo de conocimientos relacionados
con cultura de paz, convivencia e interculturalidad, a partir del reconocimiento
de la producción de conocimiento social en convivencia generado por organi-
zaciones comunitarias de base de la ciudad de Cali.3

2. Proyecto presentado a convocatoria de investigación institucional, Universidad de San


Buenaventura Colombia, ejecutado 2017 -2018, en el cual participaron las organizaciones
Fundación Paz y Bien, la organización no gubernamental Sí es posible, el colectivo Somos
Identidad, el cabildo nasa Cali, el cabildo yanacona Cali, el movimiento social Ruta Pacífi-
ca de las Mujeres, seccional Valle, Cruz Roja seccional Valle, Fundación Carvajal, Vicaría
para la Paz y Reconciliación de la arquidiócesis de Cali, Secretaría de Paz y Cultura Ciu-
dadana y también la representación de la Fundación Awaná, Fundación Son de mi Gente,
asociación Casa Cultural el Chontaduro y fundación Los del Camino, que participaron
también en esta obra colectiva. En cuanto a las universidades, se contó con la coautoría
de la Universidad Autónoma de Querétaro, México, la Pontificia Universidad Javeriana
de Cali, la Universidad Externado de Colombia, la Universidad Nacional de Colombia y
la Universidad del Cauca y Universidad Antonio Nariño. El registro administrativo del
proyecto fue el centro de costos 34307036.
3. El proyecto de investigación Pensamiento de Frontera contó durante su ejecución con la par-
ticipación de las estudiantes de la Licenciatura en Primera Infancia María Camila Sánchez,
Gabriela García Rodríguez, Lina Teresa Hurtado Ante, Sara Ramírez, la auxiliar de investi-
gación Nathalia Gutiérrez Zorrilla y del programa de Psicología la auxiliar de investigación
María Camila Tovar Mejía, a quienes expresamos nuestra gratitud por su compromiso y
colaboración en el proceso. También participó la estudiante del doctorado en Educación de
la USB Cali, Andrea Falla Rubiano.
18 Introducción

Consultar a las organizaciones de base4 acerca de las formas como colectiva-


mente producen conocimiento en convivencia, es una apuesta contrahegemónica
frente al paradigma colonizador según el cual el saber se produce en el modelo “de
arriba abajo” desconociendo así lo que Mígnolo (2000) nombra “un paradigma
otro”, en referencia a las historias y experiencias marcadas por la colonialidad
no solo en términos físicos, sino también del pensamiento y la cultura. A su vez,
nuestra nación ha vivido por más de cinco décadas en la cultura de la violencia
(Fisas, 1998) y se encuentra en un tránsito lento hacia educarse en cultura de paz
(Unesco, 2009), para lo cual iniciativas como esta aportan las formas colectivas
en las que las organizaciones de base tramitan, tensionan, fortalecen y constru-
yen día a día convivencia. En un sentido amplio, convivencia implica el reto de
vivir juntos, a su vez que un valor ético intrínseco. La relación convivencial en
términos de IIlich (1978) es siempre nueva e implica la acción de las personas
participando de su vida social. Sin embargo, para propiciar tal “novedad” es pre-
ciso comprender que la convivencialidad, como dimensión de lo humano, está
atravesada por factores de orden contextual, inequidad y debilidad democrática
de nuestras instituciones (EPT/Prelac, 2007), y también por la posibilidad de
construir y reconstruir acuerdos en condiciones de diversidad siempre presente.
En nuestro contexto colombiano, la convivencialidad como posibilidad de cons-
trucción de convivencia, se ha alimentado por más de cinco décadas de la cultura
de la violencia, entendida esta como “[…] las formas en que nuestra sociedad
ha internalizado patrones de naturaleza violenta y los considera como formas
legítimas para resolver los conflictos” (Aguilar, sf, p. 3). Tal cultura impregna todas
las esferas de la actividad humana (Fisas, 1998). Sin embargo, si consideramos la
cultura como una construcción colectiva de sentidos y significados, esa cultura
de la violencia tiene el potencial de irse modificando. Iniciativas de educación
para la paz y educación para la convivencia vienen siendo lideradas desde hace
varias décadas (Unesco, 2009) desde distintos escenarios. Tal educación, más
que un ideal se considera una responsabilidad y compromiso ético político (Fisas,

4. Se comprende en este estudio como organizaciones comunitarias de base aquellas que sur-
gen a partir de los intereses y necesidades de sectores considerados como mayorías excluidas
(Carvalho, 2007), los cuales usualmente generan formas organizativas a partir de necesi-
dades o carencias asociadas a falta de protección estatal y situaciones de orden estructural.
Tales organizaciones se establecen como asociaciones de usuarios, residentes de un mismo
barrio, grupo étnico, organizaciones no gubernamentales (ONG), cooperativas y consejos
de participación comunitaria, aunque no necesariamente estas formas organizativas (entre
otras) representan intereses de organizaciones de base. Las caracteriza el hecho de compar-
tir un fuerte componente territorial al orientar sus objetivos de acuerdo con las localidades
en que se encuentran insertadas, su carácter asociativo al lograr vincular personas en torno
a intereses comunes, la participación –y en particular para los intereses de este estudio– ser
organizaciones que trabajan por sus comunidades para el restablecimiento de condiciones
de vida digna, recuperación de saberes ancestrales y construcción de paz territorial.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 19

1998). Según el informe de derechos humanos (2015) elaborado por la perso-


nería municipal, la vida es uno de los derechos más vulnerados en la ciudad de
Santiago de Cali, ciudad que, además, es un territorio de confluencia de gran
número de población víctima del conflicto armado. Ante estas situaciones, diver-
sas organizaciones sociales y de base llevan a cabo propuestas de transformación
social que hacen posible pensar otras posibilidades para sectores especialmente
vulnerables. Tal labor produce lo que Hleap (2009) denomina un conocimiento
social sobre la convivencia, conocimiento que se constituye no como un “recurso
de intervención”, sino como “gestión social del conocimiento en convivencia”;
una convivencia pensada con base en en la diversidad de asuntos estructurales
que se tramitan dentro de ella y que tales organizaciones asumen y enfrentan.

Para desarrollar este proceso, como primera medida se tomó como punto de
partida el trabajo investigativo previo que se ha venido consolidando con algu-
nas organizaciones de base locales (Lasso 2013; 2014; Duque y Lasso, 2016),
González J., 2013, Moreno y Díaz, 2015; Londoño, et al. 2018) y con base en
ese trabajo sostenido, se buscó identificar otras organizaciones sociales de la
ciudad que contasen con iniciativas que podrían considerarse experiencias que
aportan conocimiento en convivencia en clave intercultural. En ese ejercicio
preliminar de búsqueda, fue importantísimo el aporte del gobierno local en la
identificación de actores y en la referencia a las comunidades sobre las cuales se
trabajaba localmente este campo. Posteriormente, se procedió a planear el modo
de trabajar juntos, trazando como hilo conductor del proceso la sistematización
de experiencias en relación con la construcción de conocimiento social en con-
vivencia. La sistematización se convertiría en el eje articulador para propiciar
diálogos y reflexiones acerca de las tensiones, contribuciones e interacciones
surgidas en la construcción de iniciativas de paz territorial a partir de sus ex-
periencias. El ejercicio exigió, a su vez, plantearse estrategias colectivas para la
divulgación y socialización de los resultados, vinculando así los diferentes actores
de los procesos que las comunidades lideran en construcción de convivencia, sin
dejar de lado el hecho de que en gran medida las organizaciones participantes
si bien son productoras cotidianas de saber experto a partir de su trabajo día a
día, muchas de estas formas de producción de conocimiento y sus metodologías
se diluyen en el diario quehacer, pues no son documentadas, sistematizadas o
valoradas crítica y reflexivamente. El ejercicio, además del diálogo, la discusión
y la generación de una red de mutua cooperación, propició un escenario de
visibilización de saberes del territorio, en relación con las distintas iniciativas y
programas que cada organización lidera en lo concerniente a las claves referidas.

Para llevar a cabo el estudio, la metodología Investigación Acción Participa-


ción (IAP) se constituyó en la propuesta más coherente tanto en el sentido del
20 Introducción

diseño como desde el punto de vista paradigmático. Es, por excelencia, la ruta
metodológica que se interesa en reconocer el saber popular, los conocimientos
de las comunidades y sus formas organizativas. En cuanto a los participantes,
se trabajó con diez organizaciones de base de la ciudad de Cali y una enti-
dad estatal. Tales organizaciones agencian procesos de trabajo sostenido con
grandes dificultades y a su vez con importantes avances en varios campos. Se
contó con organizaciones que trabajan con población víctima del conflicto
armado, movimientos con perspectiva de género, organizaciones que protegen
los derechos de comunidad afro y diversidad sexual, cabildos indígenas de la
ciudad, organizaciones culturales y deportivas, una fundación con perspectiva
empresarial, organizaciones de carácter religioso, estudiantes universitarias y el
Estado, representado en tres programas de la alcaldía municipal coordinados por
la Secretaría de Paz y Cultura Ciudadana. Estas organizaciones cuentan como
denominador común –entre otros– con un alto compromiso social reflejado
en sus trayectorias y en la sostenibilidad de los procesos pese a las dificultades
y en virtud del diálogo directo con las comunidades con quienes trabajan, son
portadoras de otras voces que no sería posible conocer si no se generan espacios
que posibiliten estos intercambios.

El ejercicio se llevó a cabo durante un año y medio para lo cual se llevaron a


cabo ocho sesiones de mesas de trabajo que formaron parte de un diplomado
ofertado por la USB Cali, en el marco del proyecto de investigación Pensamiento
de Frontera,5 cuyos contenidos fueron planteados y concertados previamente con

5. Diplomado en convivencia e interculturalidad. Voces del territorio. El diplomado se cons-


tituyó en un espacio de socialización de saberes, análisis y reflexión en el marco del pro-
yecto de investigación Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. Voces del
territorio en el que participaron las facultades de Psicología y Educación de la Universidad
de San Buenaventura Cali, organizaciones de base y entidades estatales orientadas para
tal fin. A su vez que escenario de reflexiones, el diplomado planteó espacios de discusión
y sistematización de experiencias relacionadas con la convivencia, la cultura de paz y la
interculturalidad, en clave de pedagogías propias y conocimiento social en convivencia. Fue
realizado del 12 de agosto al 2 de diciembre de 2017 en la ciudad de Santiago de Cali, con
una intensidad de 120 horas. Con base en el marco que sustenta este proyecto, en el cual
el reconocimiento del sujeto y su lugar activo en la producción de conocimiento es crucial,
se referirán a continuación las personas y organizaciones que participaron en esta forma-
ción. Por el cabildo nasa Cali, Luis Arley Campo Casso, Eunice Torres Labio, Hermania
Labio Chilo, Luis Fernando Daza Quintana, Tatiana Arce Campo, Elvia Yamileth Cuetió
y Yuli Liliana Chasqui Pancho; por el cabildo yanacona Cali, Clementina Alarcón, Nilson
Benavides, Aura Anacona, Carlos Aurelio Imbachí, Luis A. Mopam y Práxedes Anacona;
por la Cruz Roja, seccional Valle, Carlos Andrés Pérez Briceño; por la Fundación Carvajal,
Olga Lucía López Londoño y Aura Aydé García Quintero; por la Fundación Paz y Bien,
María Virginia Moreno Hurtado (también representante de la Asociación Cultural Casa del
Chontaduro), Natalia Rincón Peña, Yuly Patricia Perea Nieves, Ana Briyit Panameño, Glo-
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 21

los actores según sus necesidades, dentro de las cuales la más sentida era el deseo
de visibilizar sus experiencias, dialogar con otras organizaciones de la ciudad y
entablar diálogos interinstitucionales alrededor de temas de ciudad y región,
que tuvieran como base la convivencia y la interculturalidad como categorías
en tensión. La información de los encuentros y los insumos requeridos para la
sistematización de cada organización, se complementaron con posteriores acom-
pañamientos y visitas a las organizaciones, así como entrevistas y cuestionarios.

El camino, tal como lo plantea la IAP, se fue construyendo bajo la premisa


fundante del pensamiento de frontera6 y su valor, y así se fueron evidenciando
aquellas experiencias que cada organización quería sistematizar. El proceso
tomó el tiempo inicial de preparación, convocatoria y concertación con las
comunidades acerca de sus necesidades más sentidas y así la experiencia de
investigación-acción-participación, se evidenció tanto en el ejercicio formativo
de las mesas de trabajo, como en la construcción colectiva de cada sistematiza-
ción y las reflexiones en torno a ellas, sin dejar de lado el trabajo colaborativo
que fue surgiendo durante el proceso, el cual tomó cuerpo en la organización
de distintas actividades académicas,7 en la coparticipación en las actividades de
las distintas organizaciones, en visitas de estudiantes, y entrevistas y encuentros
de aprendizaje que aún continúan como camino para trasegar.

Este libro es, entonces, uno de los resultados de ese proceso y con él se preten-
de visibilizar uno de los modos como las organizaciones decidieron comunicar
su experiencia y en este caso la cooperación organizaciones-academia facilitó

ria Mercedes Díaz Martínez y Nancy Torres López (también representante de Fundación
Son de mi Gente); por la Fundación Sí es Posible, Mayuni Londoño V; por la Ruta Pacífica
de las Mujeres, seccional Valle, Gloria Emilse Rodríguez Flórez e Iliana María Colonia;
por la Secretaría de Paz y Cultura Ciudadana, Andrea Bolaños, Catalina López, Mauricio
Sedano y Héctor Fabio Delgado; por el colectivo Somos Identidad, Juan David Macuace
Torres; por la vicaría para la Paz y Reconciliación de la arquidiócesis de Cali, Yesid Perlaza y
Jorge Gasca Ramírez, y por la Fundación Awaná como apoyo al proceso, Fanny del Socorro
Torres Granda. También formaron parte del diplomado las estudiantes de Licenciatura en
Primera infancia referidas al inicio del documento.
6. Según Mignolo (2000), el pensamiento de frontera es “[…] el pensamiento que afirma el
espacio donde el pensamiento fue negado por el pensamiento de la modernidad” (p. 51).
Desde esta perspectiva, se ha considerado como conocimiento solo el que produce la aca-
demia formalmente establecida, dando así un estatus de segundo orden al conocimiento
producido por las organizaciones de base, pueblos originarios y comunidades campesinas,
entre otros grupos humanos considerados subalternos. Esa no visibilización de sus saberes
cobra otro sentido al compartirlos entre sí y pensar en una apuesta contrahegemónica que
cobra lugar, en este caso, a través de la sistematización de experiencias.
7. Se llevaron a cabo cerca de ocho ponencias del proyecto a nivel nacional e internacional y
tres foros locales, entre otros eventos (Lasso, 2018).
22 Introducción

el proceso. Las sistematizaciones de experiencias que acompañan esta, obra se


caracterizan por contar en sus acervos con una riqueza de saberes pluritópicos
construidos en medio de tensiones, conflictos y procesos de discriminación étnica
y de género, lo cual resalta aún más el esfuerzo por construir paz en nuestro con-
texto. Cada capítulo es el resultado de la sistematización llevada a cabo por las
organizaciones participantes y tiene su propio estilo. Conserva algunos aspectos
base de hilo conductor en lo que respecta a la sistematización de experiencias,
pero sin perder de vista el sello identitario que cada organización le quiso im-
primir. Dado que es un ejercicio que combina sistematización de experiencias
con investigación social, para cada uno de los escritos de las organizaciones se
invitó a un experto en cada campo, con el fin de acompañar el diálogo de cada
experiencia sistematizada. De antemano, agradecemos a estos autores que de
modo muy paciente y gentil sumaron sus voces a esta invitación.

En su estructura total, la obra se compone de seis apartados y catorce capítulos.


Los apartados han sido vertebrados según ejes temáticos amplios relacionados que
se encargan de articular los capítulos entre sí conforme a las sistematizaciones
que se van presentando. De este modo, cada apartado comprende entre dos y tres
capítulos según el eje temático. Así, el primer apartado denominado “Plataforma
epistémica de la obra” está constituido por los capítulos uno y dos. El primero,
es un escrito referente a la sistematización de experiencias en el contexto lati-
noamericano; la sistematización de experiencias se entiende en este caso, como
una estrategia de pensamiento propio que dialoga con la investigación social
(investigación-acción-participación). La sistematización de experiencias, como
se ha referido, se constituye en el hilo conductor de la obra y de la ruta metódica/
metodológica planteada en ella. “El concepto de sistematización de experiencias
ha surgido en América Latina como producto del esfuerzo por construir marcos
propios de interpretación” (Jara, 2018, p. 27). De la mano de la perspectiva de
la sistematización de experiencias en el contexto latinoamericano y a partir del
carácter de las organizaciones sociales que han participado del proceso, acompaña
la plataforma epistémica la autora María Xochitl Raquel González Loyola, de la
Universidad de Querétaro, México, y sitúa el contexto contemporáneo de los
movimientos sociales a partir del giro afectivo. Este capítulo (el segundo), en
consonancia con la obra total, brinda una plataforma epistémica para comprender
algunas realidades contextuales a partir de las cuales los movimientos sociales y
las organizaciones sociales agencian y dinamizan sus proyectos de construcción
de sociedades.

Posteriormente, a partir del segundo apartado inicia la presentación de las


experiencias como tal en diálogo con autores y autoras invitadas. El segundo
apartado denominado “Voces de frontera de pueblos originarios”, recoge los
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 23

capítulos tres, cuatro y cinco en los cuales se comparte la sistematización de


experiencia de las comunidades indígenas que viven en la ciudad de Cali y el
diálogo lo acompaña la autora Sandra Liliana Londoño de la Pontificia Uni-
versidad Javeriana Cali. Siguiendo la línea de esta estructura por apartados, en
los capítulos seis y siete encontramos voces de frontera en clave de género, a
través de la sistematización de experiencias de la Ruta Pacífica de las Mujeres y
el colectivo Somos Identidad, acompañado del autor Jorge Eduardo Moncayo
de la Universidad Antonio Nariño. El apartado siguiente centra su énfasis en
las voces de frontera de la población víctima del conflicto armado colombiano.
En este espacio, los capítulos ocho y nueve fueron elaborados por la fundación
Paz y Bien, acompañada en el diálogo por el autor John Alexánder Quintero, de
la USB Cali. No podía quedarse por fuera la voz de los jóvenes en el marco del
conflicto urbano, voz que en el en el apartado “Voces de frontera de los jóvenes”
recoge los capítulos diez y once elaborados por la arquidiócesis de Cali, acompa-
ñada por el autor Eduardo Aguirre de la Universidad Nacional de Colombia y la
sistematización de experiencia de la Fundación Cultural y Deportiva Sí es Posible,
acompañada del autor Adolfo Albán Achinte de la Universidad del Cauca. De
modo subsiguiente y como apartado de cierre, se encuentra el apartado deno-
minado “Voces interinstitucionales en apuestas de construcción de paz”, en el
cual se recoge la experiencia de la fundación Carvajal, que representa el lugar de
la responsabilidad social empresarial en el ámbito de la convivencia, en diálogo
con la autora Erli Margarita Marín de la Universidad Externado de Colombia y
como organización participante invitada la fundación Los del Camino, quienes
asumen la convivencia y la construcción de la paz a partir de una propuesta de
acompañamiento a mujeres sindicadas, a través del perdón y la perspectiva cris-
tiana, sistematización que elaboraron Diana Marcela Díaz Gómez y la docente
María Elena Díaz de la USB Cali.

Cada propuesta es única y trae consigo una memoria, historias, aprendizajes


y reflexiones que aportan a la construcción de convivencia basada en la diver-
sidad y el pluralismo de nuestro contexto. Si bien se parte de iniciativas locales,
su amplitud para abordar problemáticas complejas que van más allá de lo local,
como la violencia por conflicto armado, las situaciones de violencias de género,
la discriminación, la construcción de paz y la protección a la diversidad cultu-
ral, entre otras, dan cuenta de su alto valor y de la necesidad de escuchar estas
voces para aprender juntos otros caminos que fomenten cambios culturales en
estos campos. Se trata de una apuesta que delinea otros modos de tejer juntos
y asumir como academia una horizontalidad en relación con la producción de
conocimiento, para de esta manera y dejarnos interpelar por las diferencias en
aras de otros modos de convivencia.
24 Introducción

Por lo anterior, invitamos a revisar esta obra con apertura y a la vez poderla
discutir y retroalimentar, dado que no es un conocimiento acabado sino en
constante construcción.

Las editoras.
25

APARTADO PRIMERO

Plataforma epistémica
de la obra
La plataforma epistémica se constituye en el apartado que presenta
la forma particular desde la cual se concibe, en esta obra, lo que se
nombra como sistematización de experiencias en el contexto latinoa-
mericano. Para que surgiera la sistematización de experiencias como
ruta posible en el campo de conocimientos, se conjugan y organizan
epistémicamente una serie de teorías y saberes –organización a la que
Foucault (1996) (como se cita en Gómez, 2010), denomina sistema de
simultaneidad– que instituyen las condiciones de posibilidad que emer-
gen para el posicionamiento de un saber. El capítulo uno precisamente
indaga acerca de las condiciones de posibilidad que hacen posible el
surgimiento y dan sentido a la sistematización de experiencias, seguido
por el capítulo dos, en el cual se analiza una de esas vertientes de la
ruta de la sistematización en el contexto latinoamericano, en especial,
la relacionada con la acción colectiva.

Este primer apartado se plantea como base de ese tejido epistémico


que indaga acerca de las condiciones de producción de lo que significa
la sistematización de experiencias en sí, para luego ir dejando dialogar
en los apartados siguientes a las distintas experiencias que configuran
la obra en su conjunto
27

CAPÍTULO I

Acerca de la sistematización de experiencias


en el contexto latinoamericano
Patricia Lasso T. y Ana Lucia Rosero P.
Universidad de San Buenaventura Cali

En el contexto latinoamericano, el concepto de sistematización de experiencias


se ha constituido en una forma de lectura de nuestras realidades a partir de los
propios referentes. Tal esfuerzo ha devenido del trabajo de colectivos y redes
como la Red Alforja (Red Mesoamericana de Educación Popular), pionera en el
escenario mesoamericano para fomentar la producción de conocimiento crítico a
partir de las experiencias vividas. Como lo refiere Hleap (2013), la sistematización
de experiencias en América Latina no es un método o un enfoque investigativo,
sino que es vista como un “ensamblaje de aprendizajes” (p. 1). En este ensamblaje
de aprendizajes han confluido los procesos que se esquematizan en la Figura 1.

Jara (2018), hace referencia a cada uno de estos procesos y su papel en la


construcción de la sistematización de experiencias en Mesoamérica. Entre estos
procesos se encuentran los aportes del trabajo social reconceptualizado, el lugar
de la educación de adultos y la educación popular, del teatro del oprimido, la
teología de la liberación, la investigación acción participación (IAP), la comuni-
cación popular, las reflexiones propuestas en ciencias sociales acerca de la teoría
de la dependencia y el escenario sociopolítico en el contexto latinoamericano
en las décadas de 1950 a 1970, alimentadas por los movimientos sociales. Todas
estas transformaciones han sido caldo de cultivo para la gesta de planteamientos
28 Acerca de la sistematización de experiencias en el contexto latinoamericano

Figura 1.
Confluencias en la sistematización de experiencias

Fuente: diseño propio a partir de Jara (2018).

que, como la sistematización de experiencias, buscan enunciar un pensamiento


propio latinoamericano situado en lectura crítica de las realidades contextuales.
Estos procesos se nutren entre sí, alimentan la sistematización de experiencias y
han sido un gran aporte. Sin embargo, dado el alcance de este libro y con base
en la plataforma de discusión que acompaña, la discusión se centró sobre todo
en el lugar de los movimientos sociales, las organizaciones de base, el análisis de
contexto que hace cada experiencia en su presentación y los desafíos que implica
el posicionamiento desde paradigmas otros, para hacer lectura de las realidades.

El término sistematización como tal es referido por Cáceres y Ayllón, citadas


en Jara (2018), quienes sitúan la sistematización en el campo del trabajo social
en la década de 1950, cuando la disciplina se encontraba enmarcada en el para-
digma científico clásico o positivista que buscaba validarla como ciencia a través
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 29

de la recuperación, el ordenamiento y la clasificación del saber que producía el


campo de trabajo social. Todo esto bajo modelos externos que luego dentro de la
misma disciplina y de acuerdo con las necesidades contextuales latinoamericanas,
atraviesa lo que se denomina la reconceptualización del trabajo social (Dupont,
1971, citado en Jara, 2018). Tal reconceptualización invitaba, entre otros asuntos
y contrariamente a la perspectiva inicial, a una lectura de los contextos en lugar
de dejarlos por fuera, como lo refería el paradigma inicial, y reflexionar la realidad
a partir de las necesidades contextuales. Los aportes del trabajo social latinoa-
mericano bajo el lente de la recontextualización como otra perspectiva posible
de análisis, se constituyeron en una base para ese ensamblaje de aprendizajes al
que se refiere Hleap (2013) y en este sentido los aportes de autoras como Teresa
Quiroz –entre otras– han sido fundamentales al plantear estrategias como la de
pasar de la práctica social espontánea a la praxis científica, buscando con ello la
manera como tal experiencia podría enriquecer el conocimiento, así como los
conceptos de sistematizar la acción y sistematizar los procesos de aprendizaje,
entre otros (Quiroz en Jara, (2018).
Según Jara (2018), ese ensamblaje y la ruta de la sistematización estuvieron
nutridos por los cambios contextuales que se estaban gestando en Latinoamérica
entre las décadas de 1950 y 1970: revolución cubana, movimientos campesinos,
reforma agraria en Perú y gobierno de Salvador Allende en Chile, entre otros.
Por su parte, la política socioeducativa denominada Educación para adultos
trazada finales del siglo XX (Tiana, 1991), fue una iniciativa que, como lo refie-
ren los investigadores Ramírez y Víctor (2010), se constituyó en un área donde
el hecho educativo es vinculado con los ámbitos socioeconómico y político, al
intentar articular la educación de adultos como una forma de desarrollo, espe-
cialmente en los sectores rurales pero también urbanos. La alfabetización masiva
en ese momento fue una de sus estrategias clave. La primera oleada surge con el
fin de mitigar los efectos de la Segunda Guerra Mundial en el ámbito educativo
(Martínez de Morentín, 2006), hechos que, entre otros, dieron lugar a la creación
de la Unesco en 1945. Aunque la educación de adultos hincaba sus raíces en una
perspectiva capitalista para la expansión del modelo, su implementación produjo,
entre otros asuntos, un componente investigativo generador de varios encuentros
académicos que reflexionaron acerca de las experiencias de educación de adultos
en América Latina (Jara, 2018), encuentros que luego fueron sistematizados y
documentados. La sistematización de estas reflexiones se convirtió –y aún hoy
en día lo es– en un insumo importante para pensar los procesos educativos en
el contexto latinoamericano.
Por otro lado, la educación popular en Latinoamérica derivaba de la obra de
Paolo Freire y confrontaba fuertemente las formas de dominación y exclusión que
30 Acerca de la sistematización de experiencias en el contexto latinoamericano

se reflejaban en lo que el autor denominó pedagogía del oprimido,8 planteando


en su lugar una pedagogía de la liberación.9 Según Brito (2008),

[…] la pedagogía propuesta por Paulo Freire se sitúa como pionera para América
Latina, al heredarnos el camino de la educación popular. Su obra redimensiona
una nueva concepción de la realidad social, por medio de la cual se hace posible
reinterpretar la sociedad y la historia a la luz de los nuevos cambios sociales,
culturales, económicos y políticos de la región (p. 31).

Los aportes de la educación popular –en términos epistémicos– a la sistemati-


zación de experiencias en cuanto a visibilizar desde los propios referentes formas
propias de significación y abordaje de problemáticas sociales a través de la educa-
ción, se convirtieron en un pilar fundante tanto como paradigma propio como en
términos metodológicos, al ser convocadas distintas experiencias de educación
popular que estaban siendo sistematizadas en el contexto mesoamericano. Un
estudio obligado en este campo es el del especialista chileno Diego Palma (1992),
encargado por el Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe
(CEEAL), estudio que denominó La sistematización como estrategia de conocimiento
en la educación popular. El estado de la cuestión en América Latina (referido por
Jara, 2018). En dicho informe plantea tanto lo que tienen en común, así como las
diferencias de las distintas experiencias de sistematización en educación popular
en el contexto latinoamericano. Comparten, por ejemplo, un marco epistemo-
lógico común opuesto a la concepción positivista y resaltan la comprensión de
los aspectos cualitativos de la realidad. De su propia experiencia en educación
popular, Jara (2018) relata que tras haber participado en distintos procesos de
educación popular en Perú –especialmente de alfabetización con metodologías
de la pedagogía freireana– se suscitaron múltiples inquietudes y motivaciones a
raíz de los desafíos políticos y teóricos que surgieron en el contexto latinoame-
ricano. Igualmente su participación en eventos relacionados con la educación
popular en México y Centroamérica, dio lugar a organizar el primer encuentro de

8. Desde la perspectiva de Freire, Latinoamérica vivía oprimida por fuerzas sociales que la do-
minaban, lo cual se reflejaba en los “grupos opresores”. La educación era un instrumento de
la opresión que se manifestaba en el modelo de educación bancaria, en el que los educandos
asumían un papel pasivo y el maestro era el encargado de depositar los conocimientos –
ciertos conocimientos– en sus mentes. Este modelo reproduce la relación de sujeción, no
permite la emergencia de los sujetos ni su postura crítica ante la realidad que se vive.
9. De modo muy sucinto, en la pedagogía de la liberación el lugar del sujeto político es funda-
mental para comprender la realidad en la que se vive. Así, la educación más allá de alfabe-
tizar tendrá sentido en la medida en que logra concientizar la sociedad acerca de sus propias
realidades y generar el compromiso en la praxis para la transformación liberadora. En este
caso, el educador requiere del diálogo para la comprensión del mundo desde una perspecti-
va crítica y comprometida con la transformación de las propias realidades (Ocampo, 2008).
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 31

educación popular en Perú en 1979. Estas discusiones continuaron y se hicieron


extensivas a otros lugares de Centroamérica y Suramérica, las cuales derivaron en
la creación en 1981 de la Red Alforja, en la que participaron siete instituciones
de educación popular de México y Centroamérica (Jara, 2018).

Después de dos años de intensas actividades en varios países, nos dimos cuenta
de que era el momento de compartir de manera más sistemática nuestros apren-
dizajes y reflexionar crítica y teóricamente sobre lo que estábamos llevando a
cabo en nuestras prácticas. Así fue como se nos ocurrió hacer el Primer Taller
Regional de Sistematización y Creatividad, en abril de 1982, en Costa Rica
(p.19).

De este modo, ha continuado la ruta de reflexiones, debates y deliberaciones


críticas acerca de los saberes que se producen en la práctica y sus formas de
pensar colectivamente sobre tales dinámicas. El autor refiere, a su vez, que sin
habérselo propuesto

[…] descubrimos que aunque la diversidad de experiencias fuera muy grande en


lo específico, el ordenamiento y clasificación de sus elementos, su reconstrucción
histórica, el análisis de sus aspectos similares y diferentes, el debate sobre cómo
se conceptualizan las actividades, podía permitir un análisis crítico común,
posibilitando una primera teorización a partir de explicitar los aprendizajes que
obtenemos de la práctica cotidiana. Asimismo, estas interpretaciones críticas
servirían para orientar con un sentido más preciso, las futuras prácticas (p. 20).

Pensamiento de frontera propone, según Jara (2018), articular la investigación


social, en especial la Investigación Acción Participación, con formas propias de la
sistematización de experiencias y alimentarla con otros elementos conceptuales
que dialogarán –como se verá en cada experiencia– con cada sistematización.
Por lo tanto, es un ejercicio de investigación social IAP que toma dentro de sus
rutas metodológicas aportes de la sistematización de experiencias. En atención
a la invitación de Jara (2012), “[…] la investigación y la sistematización deben
retroalimentarse mutuamente, contribuyendo cada una con las características
que les son propias. Cada una constituye una manera particular de aproximarse
al conocimiento de la realidad y cada una es insustituible” (p. 58).

Algunas organizaciones participantes expresaban al inicio del trabajo conjun-


to en este proyecto, como dificultad para participar en el proceso la cuestión
del analfabetismo. Aún en el siglo XXI, predomina esta forma de exclusión y
desvalorización de sus propios saberes en comunidades rurales que se han des-
plazado a la ciudad, por no estar acordes con la perspectiva dominante. Si bien
32 Acerca de la sistematización de experiencias en el contexto latinoamericano

el analfabetismo es preocupante y por supuesto indica condiciones estructurales


que prevalecen en términos de inequidad y oportunidades de igualdad de condi-
ciones en los sistemas educativos sobre todo rurales, no por ello su saber queda
“excluido” del proceso. Por el contrario, se planteó que la tradición oral y las
expresiones simbólicas10 también eran bienvenidas.

¿Cómo concebimos la sistematización de experiencias


en esta propuesta?
Pérez de Maza (2016), plantea que pueden distinguirse tres enfoques posibles
para sistematizar experiencias:
1. Enfoque centrado en un agente externo. En este enfoque propuesto por el
Centro de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo, es el agente
externo o financiador el que a partir de unos criterios preestablecidos ordena,
clasifica y plantea unas tipologías para comparar experiencias entre sí.
2. Enfoque centrado en un proceso de intervención. Este enfoque propuesto
por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales de Chile, pone su acen-
to en “[…] identificar y caracterizar los tipos de procesos y de relaciones que
se generaban a partir de la intervención que se suscitaba entre el profesional
responsable del proyecto y el poblador o miembro de la comunidad” (p.11).
3. Enfoque centrado en un proceso de intervención participativa. Este
enfoque propuesto por el Grupo Alforja, vincula la participación de todos
los actores sociales para la producción de conocimiento, vinculación basada
en la recuperación y comunicación de experiencias vividas (Pérez de Maza,
2016).

Esta propuesta investigativa, en diálogo con las comunidades e instituciones


participantes, asumió la sistematización de experiencias como un proceso activo
de producción de conocimiento a partir de la documentación, organización,
clasificación, análisis y reflexión de las experiencias vividas por los actores lo-
cales, en diálogo con sus realidades. Tales reflexiones tuvieron como fin –como
lo plantea la perspectiva del grupo Alforja– la recuperación y comunicación de
las experiencias vividas con un sentido transformador y de aprendizaje a partir
de esas realidades.

10. Varios colectivos participantes durante las sesiones de encuentro, compartían no solo la
palabra sino también sus expresiones culturales a través de la danza, la música, la poesía, los
rituales y otras formas colectivas de socialización de sus saberes y prácticas.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 33

Como se refirió en la presentación de la obra, en este ejercicio investigativo


participaron diez comunidades de base, la alcaldía municipal a través de la
Secretaría de Paz y Cultura Ciudadana y una fundación que representa una
institución local con vocación más empresarial. Al comenzar los encuentros se
llevó a cabo una reflexión acerca de los conocimientos previos establecidos sobre
la sistematización de experiencias, sobre la base de que algunas organizaciones
tenían experiencia previa en el campo y otras no del mismo modo. Al preguntar
sobre la sistematización de experiencias, se develaron dos tendencias: algunas
organizaciones la asociaban con documentación y clasificación de información,
y otras, con alguna trayectoria en el campo, ampliaban la perspectiva e incluían
el análisis crítico y reflexivo.

Según Jara (2010)

[…] lo esencial de la sistematización de experiencias reside en que se trata de


un proceso de reflexión e interpretación crítica sobre la práctica y a partir de
la práctica, que se hace con base en la reconstrucción y ordenamiento de los
factores objetivos y subjetivos que han intervenido en esa experiencia, para
extraer aprendizajes y compartirlos. Por ello, la simple recuperación histórica,
narración o documentación de una experiencia, aunque sean ejercicios necesarios
para realizarla, no son propiamente una sistematización de experiencias (p.1).

Al reflexionar sobre estos contextos y lo que reflejaba el ejercicio mismo en


términos del activismo y no contar usualmente –sobre todo las organizaciones
de base comunitaria– con espacios para reflexionar acerca de la praxis y la propia
realidad, se coincidía en cómo naturalizar procesos de violencia, inequidades y
desigualdades que al hacerlas explícitas en el colectivo emergían como tensiones.
Al respecto, Guiso (2011) refiere cómo se nos ha impuesto un sistema de pensa-
miento y unas lógicas de poder que instalan una única mirada sobre la realidad
circundante. Ello nos distancia de la reflexión crítica al asumir que lo que se vive
es “normal”. Por lo tanto, en el ejercicio la mirada estuvo fuertemente enfocada
en una reflexión crítica que lograse interpelar no solo las experiencias mismas
y los aprendizajes que podrían devenir de los procesos, sino también reconocer
lógicas, intereses y procesos socioculturales que de fondo sostuvieran, impactaran
y tensionaran las experiencias entre sí en diálogo con sus contextos (Guiso, 2011).

La especificidad de la sistematización de experiencias radica, como su nombre


lo indica, en que no se basa solamente en conceptualizaciones, sino que también
parte de sujetos vinculados a realidades sociales actores de sus prácticas, dinámi-
cas y entramados. Así mismo, como protagonistas de sus realidades son quienes
mejor las conocen de modo sensible y profundo y en esa dirección cuentan con
34 Acerca de la sistematización de experiencias en el contexto latinoamericano

la capacidad de gestionar, proponer y construir conocimiento crítico que asuma


posturas frente a la propia realidad.

Paradigmáticamente, uno de los retos que enfrenta la sistematización de


experiencias es la construcción de nuevas epistemes frente a las formas tradi-
cionales de construcción de conocimiento (Jara, 2012). Hacer lectura de estas
formas otras de leer las realidades implica, a su vez, reconocer otras dinámicas y
lógicas que subyacen a los entramados socioculturales, políticos, éticos, econó-
micos, estéticos y espirituales relacionados con la producción de conocimiento.
Significar, por ejemplo, la selección que cada organización comunitaria hizo
colectivamente de la experiencia por sistematizar, implicó toda una ruta a su
vez diferenciada y compartida de lo que subyacía a tales decisiones. Hubo or-
ganizaciones, por ejemplo, que tomaron la decisión acerca de cuál experiencia
sistematizar a partir de aquello que, como colectivos, ha sido más vulnerado
a causa de patrones histórico-culturales de discriminación étnica y riesgo de
pérdida de su identidad cultural. Otras quisieron visibilizar experiencias de re-
sistencia y construcción colectiva, a pesar del paradigma de la modernidad que
promueve, justamente, lo contrario a través del fomento del individualismo y de
las dinámicas de consumo. Lo anterior significó que no era posible asumir bajo
criterios estandarizados u homogéneos, la selección de las experiencias –en este
caso–, sino que se debía atravesar toda una ruta de escucha acerca del sentido
histórico social que cada experiencia traía consigo. Al respecto, el sociólogo
Gallardo (2006), en Jara (2014), hace referencia a la noción de pueblo políti-
co, que alude a “[…] aquellos sectores sociales, organizaciones y personas que
luchan por cambiar, por cancelar esas asimetrías e inequidades; que luchan por
eliminar las condiciones de explotación, de exclusión, de opresión, de margina-
ción y discriminación” (p.1). Bajo modelos estandarizados y “neutrales”, no sería
posible –y menos aún requerida– esa visibilización del pueblo político, que a su
vez, por medio de ejercicios de concientización de sus realidades –en términos
de Freire– devela a su vez condiciones estructurales que urgen ser transforma-
das. El ejercicio implicó asumir el reto de la incertidumbre, de caminar cada
experiencia y dejar que ella, en el ejercicio reflexivo, develara sus riquezas y a su
vez transitara un conocimiento que se produce en diálogo con lo local-global,
que se construye a partir tanto de lo interdiscplinar como de lo transdiscplinar.
En este conocimiento, la división sujeto objeto se rompe para dar paso a las
intersubjetividades que tensionan y dinamizan ese conocimiento y le otorgan
un carácter situado, no estático, que releva el diálogo de saberes que rompe con
el esquema tradicional de colonialidad de un saber sustentado en el esquema
dominante del pensamiento neoliberal; saber que presenta su propia narrativa
histórica como el conocimiento objetivo, científico y universal y su visión de
la sociedad “moderna”(Lander, 2000). En esa misma dirección, Mejía (2015),
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 35

hace referencia –sobre todo en el campo investigativo del saber pedagógico– a


la importancia de los debates actuales sobre los elementos críticos del enfoque
científico que nos ha fundamentado y cómo tales elementos develan lo que el
autor refiere como cambios de época y civilizatorios. Tales cambios, según el autor,
están relacionados con nuestro paradigma dominante de conocimiento y con la
necesidad de construir conocimiento con base en otras lógicas y racionalidades.
También hace referencia a la influencia de la tecnología, a los nuevos lenguajes,
al lugar de la información, la comunicación y la innovación, así como el sentido
que ocupa en nuestra época la investigación y la crisis civilizatoria que ha llega-
do a su máximo con la depredación de nuestros recursos. Esta civilización está
sustendada en un modelo económico y de “desarrollo sin fin” que deja por fuera
la naturaleza como sujeto, la diversidad cultural, el diálogo y las otras formas del
saber, entre otros aspectos que se abren a la luz de todas estas transformaciones.
Saberes como los que provienen de los colectivos que han formado parte de este
proceso, se consideran “epistemológicamente vivos” (Mejía, 2015); es decir,
“[…] son construidos por los grupos que hacen la intervención y cuentan con
objetivos mediados por sistemas de autoconstitución en la interacción de los
actores con el mundo” (p. 27).

Paradigmáticamente, las perspectivas poscoloniales, epistemologías del sur, los


aportes de los estudios culturales e interculturales latinoamericanos y la mirada
del buen vivir, trazan otras rutas de lectura para comprender la profundidad y
el alcance de estas formas emergentes como la sistematización de experiencias,
que en el ejercicio que llevamos a cabo, continuó develando la persistencia e
incidencia de la colonialidad y su matriz y frente a la cual justamente este tipo
de apuestas buscan posicionarse de modo distinto.

Cómo se llevó a cabo el proceso de las sistematizaciones


Como se ha referido, cada sistematización es única y así mismo cada una
de ellas implicó su propia ruta. Para el trazo de algunos criterios colectivos, se
compartieron algunas guías que acompañaban cada momento de la sistematiza-
ción. Estas guías fueron adaptadas sobre los textos de Pérez (2016) y Jara (s.f) y
abordaron los siguientes momentos del proceso, entendiendo a su vez que todos
los momentos van formando un espiral entre tejido y tejido. Los temas de las
guías, según distintos momentos del proceso, fueron:
Guía 1. Selección de la experiencia. Criterios de selección y pertinencia.
Guía 2. Trayectoria/memoria de la propuesta.
Guía 3. Camino metodológico de cada experiencia: ¿a quién?, ¿para quiénes?,
¿de qué manera la llevan a cabo?
36 Acerca de la sistematización de experiencias en el contexto latinoamericano

Guía 4. Análisis de la experiencia.


Guía 5. Contextos de implementación.
Las guías se tornaron en la ruta sugerida para ir delineando cada experiencia de
sistematización. Así, la guía uno contenía unas preguntas orientadoras para que
cada organización participante presentara en plenaria a las demás organizaciones,
qué experiencia elegían sistematizar, la pertinencia de esta sistematización y las
condiciones mínimas requeridas para la ella, tales como ser una experiencia en
curso, que contara al menos con un año como proceso colectivo y que tuviese
documentación para tener una línea de base. Estos temas no solo se debatían
tanto dentro de las organizaciones participantes en sus dinámicas internas –asam-
bleas, equipos de trabajo, diálogos con sus coordinadores– sino que también el
debate se enriquecía por medio de mesas de trabajo generadas en el ejercicio
del diplomado. La guía dos invitaba a recolectar la memoria de la propuesta y a
comprender en el camino y en la trayectoria –junto con la guía tres– sus benefi-
ciarios, los cambios de ruta y las formas de implementarla, entre otros aspectos.
En lo que concierne a la estrategia analítica de las experiencias, en términos
amplios estuvo orientada por la triangulación de información (Alberich, 2007),
bajo la cual se contrastaron datos entre sí. También se empleó la estrategia de
triangulación entre investigadores. Los datos que se contrastaron provenían de
diversas fuentes de información, como relatos, entrevistas, documentos institu-
cionales. El contraste entre investigadores se llevó a cabo en las mesas de trabajo
y en los foros que generó la investigación misma. También se invitó, como se ha
referido, a académicos expertos en cada campo para el acompañamiento de las
iniciativas. Es decir, hubo análisis y reflexiones de las experiencias tanto dentro
de cada organización, como de las organizaciones entre sí y con pares externos,
mediante los foros y el apoyo de autores a cada una de ellas.
Todo este trabajo se hizo en los dieciocho meses. Cada representante de las
organizaciones lideraba la sistematización dentro de su colectivo. Las mesas
de trabajo se hicieron cada quince o veinte días para contar con espacios de
socialización dentro de las comunidades y luego retornar a las mesas con las
retroalimentaciones. Esto, a su vez, configuraba un círculo hermenéutico en el
que tanto las lecturas propias de cada comunidad como las reflexiones del grupo
alimentaron los procesos.

Potencialidades y dificultades del proceso


Contar con un sistema institucional de registros es una labor necesaria para
poder reflexionar a partir de la praxis. En este ejercicio investigativo, contába-
mos de modo especial con dos organizaciones de base cuya cultura ha sido más
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 37

de tradición oral. Sin embargo, al ser organizaciones establecidas en la ciudad y


provenientes de lo rural, han requerido con mayor fuerza el ingreso a la cultura
escrita y no dejar por fuera su cultura oral les ha exigido un esfuerzo. Esto se cons-
tituyó a su vez en tensión y tema de discusión. Sin embargo, para las comunidades
referidas era claro que querían esta alianza para darse a conocer, posicionarse de
otro modo en la ciudad e irse estableciendo, todo ello en diálogo intercultural
con sus valores y también con los modos de circulación del saber de Occidente.
Sus tiempos para la academia se constituyeron en un desafío al que no estaban
acostumbrados en estos tiempos de celeridad y producción en serie. En la ma-
yoría de los colectivos las decisiones se tomaban en grupo y requerían consultas,
reuniones y reflexiones. Esto se procuró respetar, pero también se acompañaron
y extendieron los tiempos administrativos de los proyectos de investigación para
llevar a término el sueño de ver sus iniciativas registradas en un libro.

Fue claro también, tal como lo han expresado varios autores que trabajan en el
campo de la sistematización de experiencias, que las comunidades en ocasiones
no cuentan con espacios para la reflexión dado el carácter de las actividades
diarias que deben cumplir, sobre todo aquellas que ejecutan proyectos de coope-
ración. Si bien uno de los fines de la sistematización se encuentra ligado a “[…]
recuperar de la experiencia vivida los elementos críticos que permitan dirigir
mejor nuestra acción para hacerla transformadora” (Jara, 2018, p. 21), tal acción
transformadora requiere de estos espacios de reflexividad y lectura de las propias
acciones para alimentar y retroalimentar las experiencias. La academia como
tal, debe comprometerse a incentivar estos escenarios, propiciar diálogos que
develen el valor de estas iniciativas y aprender de ellas. La conformación de redes
y el ejercicio continuo de invitación a foros, debates, talleres, conversatorios e
intercambios interculturales, son algunas formas como estas realidades se hacen
visibles para muchos actores y a su vez se sostiene el circulo hermenéutico con
fines transformadores.

Trabajar de la mano con el agente estatal local responsable de la implemen-


tación de la política pública en asuntos de convivencia, se tornó clave. Son
alianzas que los procesos investigativos no deben dejar de lado. El aliado local
es responsable de “[…] diseñar e implementar políticas, programas y proyectos
que permitan la prevención de la violencia, la resolución pacífica de conflictos,
la promoción y protección de los derechos humanos y el fomento de una cultura
y pedagogía de paz y reconciliación” (alcaldía de Cali, 2018). En ese sentido, no
es posible concebir un proceso en el que quede por fuera la institucionalidad,
representada en este caso por la alcaldía local, actor clave en la escucha,
interlocución e invitación a pensar críticamente en relación con nuestros modos
de acompañar procesos comunitarios a partir de la direccionalidad y no de la
38 Acerca de la sistematización de experiencias en el contexto latinoamericano

coconstrucción. Para concluir, es menester referir que una de las invitaciones


con más sentido en el proceso giró en torno al cuidado de los actores que tra-
bajan en estos campos; al cuidado de las dinámicas interinstitucionales a partir
del conocimiento y reconocimiento de cada organización, y al cuidado mismo
en el propio hacer, revisando en qué medida cada organización ha caído en la
dinámica de la productividad en serie sin detenerse en el ejercicio reflexivo y en
el llamado al trabajo cooperativo.

Con esta mirada base acerca de cómo se concibió en esta propuesta la sistema-
tización de experiencias, daremos paso al acompañamiento de una autora experta
en el campo de los movimientos sociales en las sociedades contemporáneas.
Cabe advertir que en gran medida los colectivos que nos acompañan devienen
de plataformas de lucha y resistencia como movimientos sociales.
39

CAPÍTULO II

El estudio de los movimientos sociales desde el


giro afectivo en las sociedades contemporáneas 11
María Xochitl Raquel González Loyola Pérez12

Resumen
La introducción de la perspectiva del giro afectivo se propone identificar los
procesos afectivos en el estudio de los movimientos sociales. Dicha perspectiva es
una derivación del giro identitario-culturalista, introducido en la sociología por
autores como Alain Touraine, Alberto Melucci o Donatella Della Porta, entre
otros, y encuentra un interesante anclaje en las aportaciones de la psicología
social y en particular la psicología política, para abordar una dimensión demasiado
poco abordada en las ciencias sociales.

11. Trabajo presentado en el III Congreso Ibero Latinoamericano de Psicología Política 2016,
Universidad del Valle, Universidad Javeriana, Cali, Colombia, junio 15-17 de 2016. Mesa
de trabajos libres: Subjetividad política y formaciones identitarias.
El presente trabajo presenta resultados de las investigaciones Resistir ante la violencia y el
miedo: prácticas de resistencia cotidiana antes y después de la movilización (en curso); Identidad
y afectividad en la acción colectiva y los movimientos sociales. La formación de un “nosotros” y
un “alter ego” (como adversario) en el movimiento estudiantil #yo soy 132 (2013-2015); El
punk como acción colectiva (contra) cultural: estudio de una forma de afectividad (2010-2013)
y Construcciones histórico-discursivas sobre las nociones de ciudadanía, sociedad civil y participa-
ción política: un acercamiento racional-afectivo desde la psicología colectiva (2004-2006).
12. Docente investigadora de tiempo completo de la Facultad de Psicología, Universidad Autó-
noma de Querétaro, México.
40 El estudio de los movimientos sociales desde el giro afectivo en las sociedades contemporáneas

La emergencia de formas de movilización y de protestas de la que hemos sido


testigos en los últimos años en México, nos ha obligado a los estudiosos de las
ciencias sociales a reconsiderar las categorías conceptuales bajo las cuales se
han estudiado los movimientos sociales. Uno de estos cambios significativos ha
sido contemplar los procesos afectivos como un factor que se encuentra en el
origen de las movilizaciones. Esto es, debemos reconocer y comprender que el
sentimiento de injusticia, el malestar social, la inconformidad y la indignación
son algunos de los procesos afectivos que estimulan la movilización al generar
empatías entre quienes se encuentran en situaciones de injusticia o exclusión,
lo que gesta o revincula identidades colectivas que se unen en la protesta y en
la necesidad de buscar un cambio social.

El presente trabajo muestra algunas ideas centrales de la discusión conceptual


acerca de este giro afectivo, encontrada en trabajos de Fernández Christlieb
(1999, 2004, 2011), Jasper y Goodwin (1998, 2006), Jasper (2012), Moore (1989),
Javaloy, Rodríguez y Spelt (2001), Lara y Enciso (2012 y 2014) que sirven para
analizar casos particulares como los movimientos contraculturales juveniles,
los colectivos anarkopunks en la ciudad de México, el movimiento estudiantil
#YoSoy132 en la coyuntura electoral del 2012, hasta llegar a la comprensión
de la indignación que despertó la desaparición de 43 estudiantes normalistas en
Ayotzinapa, estado de Guerrero, el 26 de septiembre de 2014.

Preámbulo
En las últimas tres décadas, el estudio de la afectividad y las emociones en los
procesos de movilización y de la acción colectiva ha cobrado mayor relevancia.
Sin embargo, su discusión conceptual y su instrumentación metodológica resultan
aún insuficientes por varias razones.

La primera se refiere a que las ciencias sociales han priorizado el estudio de los
procesos empíricos y racionales de la sociedad, debido a que la producción del
conocimiento científico le ha apostado también a la producción de un sujeto
social racional e instrumental, útil para las sociedades modernas. Por lo tanto,
el estudio de los afectos, los sentimientos y las emociones ha sido un asunto de
poco o casi nulo interés para las ciencias sociales, dado que siguen siendo ligados
a procesos históricos anteriores a la modernidad que se pretenden superados.

La necesidad de la psicología social de consolidarse como una disciplina con


rigurosidad científica, propició el reduccionismo individualista que limita las
emociones a las conductas de los individuos y a sus reacciones fisiológicas visibles
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 41

y medibles, que podían ser registradas y por tanto dirigidas. A su vez, cuando
fueron observadas como fenómeno social en la emergencia de muchedumbres
o multitudes desbocadas (manera como los operadores políticos interpretan las
marchas o las manifestaciones) fueron consideradas factor de riesgo e igualmente
debían ser sometidas a la racionalidad.

En segundo término, derivado de este encasillamiento cientificista y formal de


la psicología social, la discusión conceptual ha quedado limitada a expresiones
meramente empíricas –como procesos individuales producidos en las personas–,
sin considerar que dichos procesos son procesos intersubjetivos que surgen de
la interacción social.

En tercer término, las dificultades se acrecientan cuando se pretende considerar


la emocionalidad y la afectividad como elementos que ayudan a la compren-
sión de los procesos de cambio en las sociedades actuales, al tomarlos como
indicadores de los cambios en la dinámica de la vida social y de las experiencias
intersubjetivas, en las que la formación del sentimiento de injusticia y de agravio
–referido por Barrington Moore (1989)– nos habla de cómo cada grupo social
puede estar significando los acontecimientos sociales que los impactan, lo que
conduce a comprender la lógica de sentido con la que se viven los aconteci-
mientos y la manera en que pretenden resolver los conflictos sociales que les
afectan. Así, los movimientos sociales, nos evidencian otras formas sensibles de
interactuar con la realidad social.

Un cuarto razonamiento nos llevaría a considerar que los procesos afectivos son
una construcción social que emerge dentro de la coyuntura de la formación de
la acción colectiva, los movimientos y el conflicto social y político y, por tanto,
las identidades colectivas deben comprenderse como producto del contexto
histórico y cultural en el que se producen.

Y por último y quinto razonamiento, tendríamos que señalar que el estudio de


la afectividad en la acción colectiva y los procesos de movilización debe hacerse
hermenéuticamente, lo que implica una aproximación estética, esto es, desde una
postura comprensiva de las formas culturales del descontento, de la indignación
y la esperanza, por mostrar algunos afectos. Por un lado, la forma del conflicto
social en el que surgen los movimientos sociales, frente a la racionalidad de
las estructuras y formas de organización del poder económico-político en las
sociedades neoliberales que generan desigualdad, exclusión e injusticia sociales.
Por otro lado, los movimientos sociales, la acción colectiva y los repertorios de
protesta deben ser estudiados a partir de la recuperación de las narrativas y de
los saberes que dan cuenta de las formas que tiene el descontento y el malestar
42 El estudio de los movimientos sociales desde el giro afectivo en las sociedades contemporáneas

social; de las experiencias intersubjetivas al momento la movilización y de su


relación con las formas como se expresa a partir de las imágenes y los sonidos
que inundan los espacios públicos (Fernández Christlieb, 2004a).

Las posturas teóricas


En el desarrollo de las perspectivas teóricas que han surgido en el campo de
estudio de los movimientos sociales a partir de la segunda mitad del siglo pasado
y lo que va del presente, podemos situar un par de posiciones que más o menos
agrupa las posturas prevalecientes y contienden por la preeminencia de sus apor-
taciones conceptuales y metodológicas para dar cuenta de las diversas formas de
la inconformidad, la protesta y la movilización en las sociedades contemporáneas.

Una de estas perspectivas, desarrollada principalmente en EE. UU. con autores


como Olson (1965), Tilly (1978), Tarrow (1994), McAdam, McCarthy y Zald
(1996), entre otros, conocida como la teoría de movilización de recursos y opor-
tunidades políticas (TMROP), enfatiza excedidamente la operación racional de
los actores, la claridad del uso estratégico de sus recursos para la obtención de
beneficios y posiciones dentro del sistema político. En este sentido, su concep-
ción de los individuos es racional y que se movilizan estratégicamente a partir
de una aparente disposición en igualdad de oportunidades y de recursos para
obtener los mismos beneficios o llegar a los mismos fines: participar en el juego
“democrático” de la sucesión del poder para garantizar la distribución equitativa
de las oportunidades y preservar el funcionamiento del sistema político. Las
críticas a esta perspectiva van dirigidas principalmente, por un lado, a la hipe-
rutilización y agrandamiento (y al final, devaluación por desgaste) de la noción
de oportunidad política que plantea que en sociedades como la nuestra existe
un grave desequilibrio en el acceso a dichas oportunidades; es decir, no todos
tienen el reconocimiento de la misma categoría de ciudadanía. Por otro lado,
la intención de participar en la protesta no está motivada por los mismos fines,
por lo que resultaba insuficiente para explicar la acción colectiva en grupos a los
que no les interesa el acceso al poder formal. Por tanto, la integración de ciertos
individuos hacia cierto tipo de acciones colectivas y no a otras está definida por
una posición ética y no por fines utilitarios.

Por su parte, la perspectiva denominada cultural-identitaria acuñada por Alain


Touraine, Alberto Melucci, Donatella Della Porta y Mario Diani entre otros,
desarrollada inicialmente en Europa, pone de relieve la importancia de la cultura,
la superestructura o el mundo de las ideas en el ordenamiento de las condiciones
materiales y estructurales de una sociedad. Es desde ahí que puede explicarse
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 43

no solo el surgimiento y desarrollo de los movimientos sociales, sino también


cómo se construyen los lazos afectivos y hacia dónde se puede producir el cambio
social a partir de lo microsocial hacia los niveles macrosociales. Además de ello,
estos autores centraron mayormente su interés en comprender la construcción
de identidades colectivas para explicar qué incita a los individuos a emprender
la acción, más allá de los cálculos instrumentales insuficientemente defendidos
por los teóricos norteamericanos.

En este sentido, la acción colectiva de algunos movimientos sociales ya no está


dirigida propiamente hacia la toma del poder o hacia el cambio del sistema o de
la estructura sociopolítica y económica a gran escala, sino hacia la base de las
valoraciones morales que sostienen y guían la vida cotidiana y las dinámicas de
interacción dentro de una sociedad; es decir, hacia las formas del pensamiento
social y de la cultura.

Dentro esta perspectiva culturalista se ha avanzado hacia lo que Lara y Enciso


(2013) han denominado el giro afectivo, que reabre la discusión sobre la partici-
pación de los sentimientos, los afectos y las emociones en la configuración de la
vida social en general, y en particular de la vida política y los procesos de cambio
en una sociedad. Melucci (1999), apuntala en tal orden, hacia la orientación y
el sentido de la acción colectiva iniciada por un grupo de individuos (realmente
no importa cuántos ni si se conocen entre sí) y de cómo deviene en movimiento
social al redefinir cognoscitiva, afectiva y relacionalmente el campo social y
político donde se desarrolla el conflicto. La formación de identidades colectivas
en la movilización, además de darle sentido al “estar juntos” en la esperanza del
cambio, sirve para definir los fines de la acción colectiva. Así, la indignación, el
desencanto o la rabia forman parte de las incentivaciones por las que la gente
se involucra y pone la esperanza para hacer otro futuro posible, como derrotero
para redefinir o modificar políticamente el curso de los acontecimientos.

Los procesos afectivos no son solo un proceso psicológico que se produce en los
individuos, sino también entre los individuos. No está dentro de ellos, sino entre
ellos; es en y por la interacción social. Estamos sosteniendo que la formación
de los afectos, emociones y sentimientos es una formación histórico-cultural
presente en todas las actividades sociales y se produce en todo grupo, comuni-
dad o sociedad, lo que gesta el sentido de unidad e identidad. Y si esto es así,
por supuesto que estaríamos hablando de la importancia nodal de los procesos
afectivos y emocionales en la vida política de una sociedad y en sus procesos más
complejos, como la toma de decisiones en la vida institucional o en las formas
que ahora han adquirido los movimientos sociales y sus repertorios culturales de
protesta, al utilizar otros recursos que proponen modificar o evidenciar ciertos
44 El estudio de los movimientos sociales desde el giro afectivo en las sociedades contemporáneas

contenidos culturales como el cuerpo, el arte y el espacio público por su impor-


tancia en la interacción social.

Existe un (aparente) escaso número de autores, trabajos e investigaciones en


las ciencias sociales (aunque bastante significativo y van en aumento) que están
reintroduciendo el problema de las emociones, los afectos y los sentimientos y
su relevancia en la vida social en general, pero, particularmente, vale la pena
reubicar que tales trabajos están aportando al terreno de estudio de los movi-
mientos sociales.

Autores como Heller (1980), Moore (1989), Fernández (1991, 1994, 1999,
2003, 2004, 2011), Melucci, (1999), Jasper (1997, 1998, 2006, 2013), Goodwin,
Jasper y Polletta (2001), Latorre (2005), Lara (2015), Lara y Enciso (2013);
Poma y Gravante (2014) y Fernández (2014), son solo una muestra de que esta
perspectiva, del giro afectivo no es solo “[…] una directriz de moda, sino un
indicador simultáneo de las modificaciones en la vida pública y de la experiencia
subjetiva; a partir de la cual se está transformando la producción de conocimien-
tos” (Lara y Enciso, 2013, p. 101).

Como señala Heller (1980), las emociones simples difícilmente se presentarán


aisladas de la interacción de la vida diaria, por lo tanto solo pueden compren-
derse situadas en la vida social y para ella. Berger y Luckmann (1968), enfatizan
que no hay individuos que nazcan socializados, sino con una predisposición a
la socialización y será la familia, como grupo afectivo primario, la encargada de
socializarnos de manera definitiva en la sociedad y por la cual adquirimos los
contenidos de nuestra cultura nativa. Es más: el proceso de socialización primaria
no se produciría si no es a partir de dichos procesos afectivos.

Por su parte, Goodwin, Jasper y Polletta (2000) conciben las emociones como
una construcción sociocultural, por lo tanto nuestra estructuración como sujetos
incluye ser socializados (o no) desde cierto tipo de sentimientos y emociones
de la misma manera como asimilamos valores y creencias de nuestra cultura
local. La internalización de la realidad es un proceso de subjetivación (Berger y
Luckmann, 1968).

La discusión conceptual
Los trabajos de algunos autores de la TMROP (Snow et al., 1989; Tarrow, 1994;
Gamson, 1996 y Zald et al., 1996), han admitido la importancia de los procesos
afectivos en la visibilización del conflicto y en la decisión de ciertos individuos
para actuar colectivamente. Pese a ello, el reconocimiento de cómo incide la vida
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 45

afectiva en el inicio de la acción colectiva no está lo suficientemente aceptado ni


mucho menos difundido. Autores como Fernández (1991, 1999, 2001 y 2004),
Jasper y Goodwin (1997, 1998 y 1999),13 han hecho importantes aportaciones al
terreno conceptual de la afectividad y la emocionalidad en el campo de estudio
de la AC y de los movimientos sociales.

Abordar la afectividad colectiva en la configuración de los movimientos sociales


a partir de la psicología social, resulta de vital importancia para comprender los
nuevos procesos de participación y protesta de ciertos sectores de la sociedad,
que muestran las áreas en conflicto de la sociedad contemporánea al evidenciar
la violencia y la injusticia social del sistema y la racionalidad instrumental con
la que opera la institucionalidad del neoliberalismo.

Situar a las emociones en el centro de estudio de la AC en los movimientos


sociales debe hacernos considerar dos niveles o dimensiones: 1. las emociones,
los sentimientos, la afectividad están presentes en toda interacción humana y en
todo tipo de acción social, y 2. más específicamente son el componente central
en la formación del sentimiento de injusticia, agravio o exclusión que interviene
en la definición de la acción colectiva de los movimientos sociales (Moore, 1989;
Jasper, 1998; Robles, 2007).

Se trata de rescatar las orientaciones y conceptos psicosociales que reclaman


su lugar en el campo de estudio no por mera moda académica, sino porque las
formas de la protesta ponen en evidencia las tensiones y el conflicto social que
se producen por la acentuación de las disparidades en la vida cotidiana de los
individuos y la voracidad del mercado que exige a los individuos producir para
consumir, aunado todo ello a las restricciones de la dinámica institucional que
pretende que los individuos se comporten como ciudadanos racionales y políti-
camente útiles dentro de los cauces legales, para así legitimar el orden político
de las democracias liberales (González, 2017).

Es ahí que la emergencia de los movimientos sociales permite reconocer


formas de pensamiento social disidentes que desafían y cuestionan éticamente
los contenidos simbólicos de la cultura dominante y confronta el sistema de
creencias o códigos morales imperantes que imponen visiones unidimensionales

13. Ver Goodwin, J. y Jasper, J. (1999): “Caught in a winding, snarling vine: the structural bias
of political process theory». In Sociological Forum 14, n.1: 27-54; JASPER, J. M. (1997):
The art of moral protest. Culture, biography and creativity in social movements, Chicago,
The University of Chicago Press; (1998): «The emotions of protest: affective and reactive
emotions in and around social movements», Sociological Forum, Vol.13, 3: 397-424..
46 El estudio de los movimientos sociales desde el giro afectivo en las sociedades contemporáneas

de la realidad. Las identidades colectivas tienen la función de producir efectos


integradores para mantener la cohesión en la movilización y la protesta.

Según Touraine (2002), el origen, la dirección y el mantenimiento de la acción


colectiva de los movimientos sociales contemporáneos no se basa forzosamente
en la lógica racional-instrumental, sino que operan bajo una lógica orientada
por el sentido subjetivo de interpretación de la realidad, con la que articulan
y sistematizan su orientación de la acción colectiva hacia el cambio social. Tal
sentido subjetivo está integrado y anclado en un sistema particular de valores
que se deriva del contexto histórico, social, cultural o ideológico en el cual se
gesta el descontento. De tal forma, el grupo construye, salvaguarda y maneja su
propio sentido de la acción y su lógica de pensamiento a partir del sostenimiento
de su propia identidad colectiva.

Melucci (1991), también señala un vínculo implícito entre las emociones, el


sentido de la acción y la formación y reforzamiento de la identidad colectiva. La
percepción de estar unidos por una misma manera de comprender los problemas
sociales, así como su origen y la sincronía en la definición de quiénes son los
causantes de los problemas sociales que resienten, se explican bajo un mismo
esquema cognitivo, crea fuertes lazos por la sensación de comprensión, empatía
y solidaridad que se produce en la acción colectiva cuando se da lugar a ideas
tales como:

[…] veo que mis ideas y opiniones sobre el conflicto no son una visión personal
aislada, sino que es una visión compartida con otros sobre lo que nos agravia;
me siento bien con quienes me comprenden porque vemos el mundo de la mis-
ma manera y creemos en las mismas cosas; que las posturas o soluciones que
pensamos son adecuadas para resolver el conflicto y tengo confianza en que
podremos cambiar algo.

En este sentido, las emociones y los afectos nos ayudan a que el mundo a
nuestro alrededor tenga significado y nos permite identificar y reunirnos con los
individuos con formas de pensamiento en común y con los cuales se construyen
ideas y propuestas similares para responder a los acontecimientos y conflictos
que nos afectan. Las emociones son, en todo caso, una forma de pensar y actuar
y no una fuente de irracionalidad (Jasper, 2012). De esta forma de pensar y sentir
la realidad se derivan formas de acción que tienen por común denominador el
hecho de que se expresan en repertorios culturales de protesta y adquieren la
forma del descontento, que es en sí la forma de una emoción. Estar descontento,
inconforme o sentirse agraviado, son afectos colectivos que suelen tomar formas
estridentes de expresarse socialmente, tales como la huelga, las marchas, los
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 47

plantones, los bloqueos y por supuesto, la forma de los nuevos espacios como la
protesta en el ciberespacio y las redes sociales.
Jasper (1998) señala que desde la perspectiva cognitivista, el origen de la
acción colectiva se produce por contradicciones entre situaciones de conflicto
social que no pueden ser asimiladas en el esquema cognitivo-valorativo de los
individuos o grupos. La preexistencia de creencias colectivas aporta referentes
de sentido y significación a partir de los cuales los grupos sociales ordenan las
prácticas sociales, las experiencias cotidianas y la interpretación de la realidad.
En términos generales, la vida social se desarrolla entre una aparente armonía
(al menos no son tan evidentes las contradicciones), que nos permite fluir en
la vida cotidiana.
Estos esquemas no siempre están coordinados entre sí ni poseen una sola ló-
gica de sentido congruente; más bien, sus sentidos y significados se entretejen y
superponen en el transcurso de la vida cotidiana y no muestran inconsistencias
graves hasta que emerge una situación de choque que pone a prueba su cohesión
y evidencia las contradicciones que han subsistido entre ciertos contenidos.
Esta disonancia puede ser resuelta con la asimilación de la contradicción en los
núcleos cognitivos más estables o fuertes que sostienen el esquema cognitivo
y que tienden a la objetivación de las experiencias subjetivas de los colectivos.
Los acontecimientos serán valorados colectivamente con base en las vivencias
compartidas y de la opinión que se han formado a partir de acontecimientos
anteriores similares con experiencias afines. Estas experiencias cotidianas serán
constitutivas de las identidades colectivas que subsisten sin mayores conflictos
entre sí.
Sin embargo, la emergencia de nuevas identidades colectivas no es forzosa-
mente el comienzo de un movimiento social, como sostendrán Touraine (1973) y
Melucci (1991), sino el resultado de un complejo proceso de interacción grupal;
de la reconstrucción, rearticulación o inserción de identidades colectivas previas
y con contenidos simbólicos (nuevos o reconstruidos), que comparten un mismo
sentido de interpretación de ciertos acontecimientos coyunturales de la realidad y
que pueden estar riñendo fuertemente con los esquemas hegemónicos. Luego, lo
que aparece como identidad colectiva en un movimiento social no es más que la
integración de una identidad colectiva a partir de la reelaboración de identidades
colectivas formadas previamente, que se redefinen frente a situaciones nuevas ya
sea porque hay circunstancias que las agravian, se encuentran amenazadas en su
estabilidad o se pone en riesgo la memoria colectiva de los grupos involucrados.

Así, para Touraine (1973), la acción de los movimientos sociales puede ser la
lucha por la sobrevivencia de la posición de un grupo que se encuentra amenazado
48 El estudio de los movimientos sociales desde el giro afectivo en las sociedades contemporáneas

o agraviado por ciertas determinaciones del poder y por la defensa de identidades


colectivas. En todo caso, la autodefinición y defensa de la identidad colectiva es
el elemento cohesionador para iniciar y mantenerse en la acción colectiva y la
movilización. En este sentido, el campo en conflicto está definido por la lucha
de los movimientos sociales contra un adversario que detenta el control de los
factores culturales que producen y reproducen la sociedad misma en todas sus
dimensiones; esto es, de la historicidad en la sociedad que consiste en el sistema
global de significados que definen e imponen “la verdad histórica”14 de la sociedad,
las formas del poder y las reglas morales que ordenan y mantienen las relaciones
sociales. Por lo tanto, la emergencia de los movimientos sociales al luchar por
hacer prevalecer su propia visión, cuestionan la cohesión del modelo cultural
prevaleciente y la versión histórica de una sociedad unificada sin contradicciones.

De acuerdo con Touraine (1987), un rasgo característico de los nuevos movi-


mientos sociales es que erigirse como actores sociales es la lucha para preservar sus
identidades colectivas y actuar sobre sí mismos (producirse a sí mismos) y sobre
su realidad (producir a la sociedad), lo que en sí mismo cuestiona la cohesión
hegemónica del sistema político y su noción de ciudadanía racional.

La propuesta metodológica de abordaje


Incorporar la afectividad colectiva en la comprensión de fenómenos sociales,
no es una extravagancia de psicologista (es decir, de llevar al reduccionismo de
la individualización de los fenómenos sociales) sino de observar y comprender
aquello que nos concierne de los procesos subjetivos en la realidad social. En
todo caso, se trata de reincorporar o restituir la dimensión afectiva como base
configurativa de lo social que había sido desplazada o menospreciada por el
pensamiento racionalista de la ciencia en la comprensión de la realidad.

En términos sociales, se nos creó la mentalidad de que para comprender la


realidad social, hay que apartarse de ella y desprenderse de toda sensación que
interfiera su comprensión objetiva. Sin embargo, lo que esta lógica racional ha
producido es un conocimiento mutilado de la realidad que no nos permite dar
cuenta de los procesos afectivos con los que están hechos los movimientos so-
ciales, que la inconformidad, el enojo y la indignación son los motores afectivos
para movilizarse y protestar.

14. Frase utilizada por el exprocurador Jesús Murillo Karam, con la que pretendió borrar o negar
la implicación de las fuerzas del Estado y cerrar el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa
desaparecidos en Iguala, Guerrero, México, el 26 de septiembre de 2014.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 49

El pensamiento científico decretó que para conocer la realidad social hay que
analizarla, diseccionándola, separando sus componentes. Y para ello se le hace
imprescindible desechar todo elemento que le resulte cercano a lo afectivo, a
los sentimientos, a lo subjetivo. Implicarse o involucrarse emocional y cogniti-
vamente con el objeto de estudio obnubilaría el entendimiento a través de la
razón, pues se busca a toda costa, la construcción de un sujeto político racional,
en todo caso, instrumental, necesario para las “democracias liberales” en que
vivimos y los movimientos sociales resultan la antítesis de la racionalidad.

Este proceso impuso además versiones de la realidad social que privilegian la


instrumentalidad en el análisis de las acciones sociales con la que los diversos
grupos sociales se manifiestan en el espacio público, la definición de su objetivo
común para resolver el conflicto, desestimando con ello el papel y el alcance que
han tenido los procesos afectivos colectivos en la emergencia de la conflictividad
social y en su resolución. Las movilizaciones son “irracionales”, los que protestan
“son violentos”, “no saben dialogar” y no buscan institucionalizarse (González
Loyola Pérez, 2017).

Debido a esta indolencia del método “científico”, las propuestas metodológicas


que surgen dentro de estas posturas teóricas que ubico dentro del giro afectivo, se
están replanteando recuperar nuevos modos (epistémica y metodológicamente)
para dar cuenta de estas realidades psicoafectivas.

Sentir, tal como lo expresa Agnes Heller (1980), no se explica mediante un


método demostrativo, sino mediante un proceso comprehensivo. Los sentimien-
tos, la manera de expresarlos -inclusive lingüísticamente-, son una construcción
sociocultural. No se puede hablar de los sentimientos como formación simple y
pura, como una expresión instintiva residual o considerarlos de menor impor-
tancia por su carácter individual, sino por su producción intersubjetiva (por lo
tanto, relativa al contexto de interpretación).

Por su parte, Pablo Fernández Christlieb, desde la psicología colectiva, sostiene


que para estudiar la sociedad hay que recuperar el sentido originario del estudio
de las formas afectivas de la sociedad a través de la comprensión de su forma
psíquica, como su objeto de estudio –la afectividad colectiva– y de su metodo-
logía –la estética–.

En tal sentido, esta teoría se propone dar cuenta de lo social haciendo compren-
sibles los procesos afectivos que le dan forma a la cultura; la afectividad colectiva
es configurativa de la cultura y a su vez la cultura condiciona la forma de nuestros
afectos y de la sociedad misma que la produce. Sin embargo, el interés por el
50 El estudio de los movimientos sociales desde el giro afectivo en las sociedades contemporáneas

estudio de las emociones, los sentimientos o los afectos dentro de la psicología


social ha sido la historia de una colección de despropósitos desafortunados por
estudiar algo que no puede ser llevado a un lenguaje específico de la ciencia,
pues en su afán de definir las emociones, los sentimientos y los afectos acabó
por referir algo que puede ser todo lo lógico y racional que da la especificidad
del lenguaje sobreespecializado, pero lo que no permite es hacer sentir al que
lee lo que está sintiendo el que escribe, porque éste último se desprendió de sus
propios procesos afectivos y el lenguaje científico le arrebató al investigador la
posibilidad de compartir lo que sienten al que lee, esto es, se rompió la empatía.

Para dar cuenta de lo afectivo en lo social, no forzosamente se debe limitar a


lo que los propios sujetos puedan decir acerca de lo afectivo. Es necesario recu-
perarlo a través de su objetivación, es decir, recuperar cómo se materializa en los
objetos de la cultura. Se puede comprender el pensamiento y la afectividad que
los actores le imprimen en la acción colectiva, si se comprende estéticamente
sus formas complejas, es decir, íntegramente lo que se encuentra plasmado en
sus narrativas, su historia, sus objetos, sus imágenes y sus formas de actuar en
el espacio público.

La comprensión de la acción colectiva en los colectivos


anarcopunk, el movimiento estudiantil #YoSoy132 y las
desapariciones de Ayotzinapa
Por falta de tiempo (que siempre es espacio), voy a mostrar solo algunas
ideas desde las cuales se pueden estudiar o comprender tres formas distintas
de inconformidad presentes en la historia reciente de México: la cultura punk
(como posición contracultural y estética de ciertos sectores juveniles); la emer-
gencia del movimiento estudiantil #YoSoy132 en una universidad privada y en
plena coyuntura electoral en 2012, y el desbordamiento de la sociedad mexicana
entera para demandar la presentación con vida de 43 estudiantes normalistas
desaparecidos en Iguala, Guerrero, en septiembre de 2014. Estas formas son
una muestra de cómo opera el sistema de creencias y moralidad hegemónica al
criminalizar la resistencia y la movilización. Los punks son jóvenes desadaptados;
los estudiantes universitarios fueron infiltrados por la oposición lopezobradorista
y la desaparición de los normalistas fue explicada como obra del crimen organi-
zado, como “verdad histórica” que no permite correcciones ni desmentidas a la
versión oficial del Estado mexicano.
1. El origen y la formación del punk como expresión estética y como movimien-
to contracultural de ciertos grupos juveniles, fue moldeado por lo afectivo
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 51

en toda su extensión. Los sentimientos de injusticia, agravio y exclusión se


encuentran fraguados en la rabia, la furia, el enojo, el malestar y el desen-
canto de los jóvenes al reconocerse como maltratados o damnificados por la
voracidad del mercantilismo utilitarista, pero también porque estos grupos
encontraron que la alegría de actuar y estar juntos, así como la certeza de que
se pueden cambiar las cosas, genera la esperanza de que se puede construir
una sociedad diferente. Estos sentimientos están en el origen de la formación
de la identidad colectiva del punk y su acción colectiva y algunos colectivos
encontraron en el pensamiento libertario o anarquista un fundamento para
redefinirse y cambiar la simple protesta por propuestas en sus prácticas de
resistencia que apuntalan hacia cambios en la vida cotidiana: por un lado
replantearon su relación con la sociedad de consumo y sus prácticas de
consumo y por otro, se cuestionaron de qué manera la gente puede construir
ciertos ámbitos de autonomía. Ser veganos o luchar por la liberación animal
y el respeto a sus derechos como seres vivos, es luchar contra la objetuación
y mercatilización de los animales para no solo el uso, sino también para la
explotación económica de sus vidas (González Loyola Pérez, 2013).
2. Por lo atañe al caso del movimiento estudiantil #YoSoy132 y su acción co-
lectiva que aparece en el contexto del proceso electoral de 2012, un grupo
de estudiantes desafiaron el control mediático del partido hegemónico al
evidenciar que la inconformidad contra el entonces candidato presidencial
(ahora presidente en turno) no podía ser señalada como una infiltración
de jóvenes pagados por la oposición lopezobradorista para protestar en un
evento en la Universidad Iberoamericana (universidad privada y jesuita).
El cuestionamiento de este movimiento va dirigido al mismo sistema
político-electoral mexicano, que constriñe la definición de ciudadanía a
un plano de obediencia ciega e irreflexiva y reduce la participación política
a la emisión del voto. Lo que demostraron estos jóvenes fue evidenciar que
ellos tienen voz propia; que les hacen falta espacios de participación que
no estén cooptados por los partidos ni limitado a las campañas electorales;
que la ciudadanía no es solo el acto de emitir el voto sino de cuestionar
las formas de la política que simulan participación democrática. Identificar
y comprender cómo se generó este proceso de autodefinición identitaria
colectiva en torno al reconocimiento de un sentimiento compartido, el de
injusticia, agravio e indignación, tras el tratamiento que pretendía desvirtuar
la capacidad de protesta de un sector estudiantil que no puede ser acusado
de albergar resentimiento social contra el sistema (estudiantes de clase
media y alta que acuden a esta universidad); pero también de reconocer y
comprender cómo se crearon los lazos afectivos de alegría, solidaridad y de
esperanza dentro del movimiento; lazos que les permitieron desafiar al siste-
52 El estudio de los movimientos sociales desde el giro afectivo en las sociedades contemporáneas

ma político para crear propuestas alternativas de interacción con quienes se


comparte la indignación. Indignación que, como señala Fernández (2014),
es enojo funcional porque permite la defensa contra la manipulación o las
críticas recibidas, que devino en emoción de afecto y solidaridad que salió
a las calles y llegó a las urnas.
3. Por su parte, la emergencia del malestar y la indignación por la desaparición
de 43 estudiantes normalistas en Ayotzinapa, estado de Guerrero a manos de
las fuerzas del Estado, que significó la revivificación de un cúmulo de agravios
históricos e inconformidades del régimen político, que ha encontrado en el
crimen organizado un mecanismo de control político de la inconformidad
y para criminalizar la protesta. Las movilizaciones para demandar la pre-
sencia con vida de los 43 estudiantes normalistas, hicieron resurgir a partir
de la memoria colectiva, el malestar acumulado de los abusos del poder y
los absurdos argumentos de la racionalidad jurídica con la que pretenden
crear una “verdad histórica” que a nadie satisface. La desaparición de estos
estudiantes permitió reenfocar el conflicto histórico de esta zona, la sierra
del estado de Guerrero, donde se han gestado movimientos armados en el
pasado (Lucio Cabañas y Genaro Vázquez) y que ahora se encuentra en el
corazón del conflicto armado del narcotráfico. La sociedad se desbordó a las
calles para pedir justicia y el Estado mexicano tuvo que construir su versión
de la “verdad histórica”: que habían sido quemados en una pira, lo que
escapa a toda proporción de las posibilidades reales de que así hubiera sido.
Aunque el Estado haya declarado tal despropósito histórico como oficial,
las consecuencias de tal inverosimilitud están por reemerger en la presente
coyuntura electoral de 2018.

Cierre del apartado primero


Es posible que se den otras perspectivas a partir de las cuales pueda ser com-
prendida la plataforma de lo que significa la sistematización de experiencias. Sin
embargo, para esta obra, como se ha venido presentando en este apartado, es
crucial la mirada de la sistematización como una apuesta reivindicatoria de las
voces del pensamiento de frontera, en este caso, en gran medida las voces de
actores sociales que, como lo presenta la experiencia internacional invitada, se
encuentran en tensión constante en relación con las versiones de verdad que
circulan. En ese sentido, una vez más es esta una apuesta para escuchar la formas
de significación de su realidad de modo directo de las voces de sus protagonistas.
A continuación, el apartado relacionado con las voces de comunidades indígenas
en la ciudad de Cali, Colombia.
APARTADO SEGUNDO
Voces de
frontera de pueblos
originarios
55

CAPÍTULO III

Mujeres nasa de Cali. Hilando sueños


En cada hilada y punto dejamos plasmados nuestros sueños
(Voz de mujeres tejedoras)

Figura 2.

Fuente: cabildo nasa Santiago de Cali.15

Agradecimientos
En primer lugar, queremos brindar sinceros agradecimientos a las autoridades
espirituales tradicionales, grupo de tejedoras del cabildo nasa de Cali y a su actual
coordinadora María Luz Dary Inchima Ramos.

15. Todas las imágenes y testimonios de este capítulo han sido entregados por el cabildo nasa
Santiago de Cali, con previa autorización para su publicación.
56 Mujeres nasa de Cali. Hilando sueños

De la misma manera, agradecimientos a la Universidad de San Buenaventura


Cali, en especial por el proyecto Convivencia e interculturalidad: Voces del Territo-
rio y a las coordinadoras del proyecto Patricia Lasso y Ana Lucia Rosero, por el
acompañamiento asesoría y apoyo académico.
No llegamos a la ciudad, ya estábamos en ella.
Estos territorios siempre nos pertenecieron.

Presentación
La sistematización cuenta con la previa autorización del cabildo indígena
nasa de Cali, que pretende visibilizar la importancia del tejido de las mujeres
del cabildo. Está dirigida a niños, niñas, jóvenes, adultos y adultos mayores,
dinamizadores de la educación, la salud y la comunidad general, que cumplen
un papel muy importante en la conservación, mantenimiento y circulación de
las prácticas tradicionales.

De esta manera, se plantea como objetivo concientizar a los estudiantes y a


la comunidad en general acerca de la importancia de las mujeres al entender,
valorar su vida y simbología. Es en este punto que los procesos de enseñanza-
aprendizaje se integran a la reflexión sobre el gran valor de las mujeres al aportar
desde las diferentes áreas del conocimiento y fortaleciendo el proceso indígena
nasa en el municipio de Cali.

Del mismo modo, en esta sistematización se comparten los muchos saberes,


experiencias y pensamientos del pueblo nasa, lo cual ha sido posible gracias a
la investigación participativa desarrollada en el marco del proyecto diplomado
Convivencia e Interculturalidad: Voces del Territorio.

El proceso de hilar de las mujeres es una necesidad que fortalece a la misma


mujer como eje central de la familia, la educación del pueblo indígena nasa,
especifica a la mujer en las díadas mujer y producción, mujer y sociedad, mujer
y pensamiento, y mujer y naturaleza (cosmovisión).

Para el buen término de la investigación, se llevaron a cabo diferentes acer-


camientos a las mujeres tejedoras mediante observaciones, conversaciones,
entrevistas, fotografías y videos.

Al finalizar la primera etapa de la investigación, se propone la socialización


de los resultados. De ahí que esta sistematización sea una iniciativa pedagógica
para cumplir con los mandatos del plan de vida del pueblo nasa de Santiago
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 57

de Cali. Esperamos que la sistematización sea un aporte pedagógico en pro del


fortalecimiento de los procesos de enseñanza-aprendizaje de los niños y niñas,
su cultura y sus tradiciones, así como fomentar la identidad cultural a través de
los tejidos y la simbología.

Venimos de la tulpa, regresamos a ella al final de nuestros días.

Somos nasa en Cali


El tejido histórico y cultural del pueblo nasa da cuenta del contexto social,
político organizativo, jurídico y económico en el Valle y la región, para centrarse
en el municipio de Santiago de Cali, espacio donde residen ancestralmente,
invisibilizados y excluidos por una sociedad mayoritaria que los ha desconocido.

Hoy, la fuerza de la organización colectiva y la unidad hacen visible los re-


sultados de las luchas por la identidad y la pervivencia a través de la estructura
del cabildo, espacio en el que mujeres y hombres jóvenes, adolescentes niños y
niñas se repiensan el ser nasa, el desaprender para reaprender y la trascendencia
que posee su cultura y la necesidad de fortalecerla para el futuro de las nuevas
generaciones.

Esta pervivencia del pueblo nasa en el municipio de Santiago de Cali, ha estado


marcada por complejos procesos de movilidad; de un ir y venir relacionado con
los fenómenos de violencia en el territorio, obligados a una desterritorialización
histórica, con marcados efectos en el marco del conflicto armado y sus factores
conexos. A esto se suma la pérdida de la memoria histórica como pueblo nasa y
un imaginario social que confina, minimiza, excluye y discrimina a la población
indígena en espacios territoriales mínimos, como los resguardos, las selvas, las
montañas y las periferias de los contextos de la ciudad o los municipios (cabildo
nasa s. f).

Su población es de 4.766 habitantes indígenas para el 2018, la mayoría mo-


nolingües en español. Las comunidades son activas trabajadoras y sus territorios
de origen son los municipios de Caldono, Páez, Inzá, Morales, Silvia, Jambaló,
Cajibío, Suárez, Buenos Aires, Santander de Quilichao, Caloto, Corinto, Toribío,
Miranda y El Tambo, en el departamento del Cauca, y La Plata en el Huila.

La asamblea es la máxima autoridad y representa a la junta directiva del cabildo


por un periodo de un año (del primero de enero al 31 de diciembre). Vigila el
complimiento de las normas y las leyes. Igualmente, se conserva la minga como
58 Mujeres nasa de Cali. Hilando sueños

una costumbre para la integración de las familias mediante el trabajo, así como
la forma de alimentación (el mote, el sancocho, las arepas, el sango, la sopa de
maíz, la chicha de maíz y el guarapo de caña), a base de productos que ofrece
la madre tierra. La mayor importancia la tienen las creencias acerca de todo
lo que los rodea, así como las señas en el cuerpo, los sueños, los alimentos y la
información que proporcionan los animales, la naturaleza, las plantas, los astros
y la medicina tradicional.

La integralidad y transversalidad está direccionada hacia el fortalecimiento


de la identidad cultural del pueblo nasa del municipio de Cali. Estas actividades
reafirman los principios y valores culturales en las nuevas generaciones. Tejer es
enrollar el pensamiento en espiral, revisarlo, para conocer el entramado y si se
enreda, devolverse para asumir la enseñanza de los mayores. De esta forma se
reafirma el tejer de la vida misma en todas las direcciones de la cultura. La mochila
y el sombrero son el tejido con mayor sentido de pertenencia a la ancestralidad y
no solo un medio de subsistencia. Es consolidar la identidad para la pervivencia
(Yule y Vitonás, 2004). Durante estos once años de construcción se ha ahondado
en implementar una educación propia, con enfoque diferencial, basada en una
población que aún no termina la primaria y el bachillerato. Una población que
no ha hecho formación técnica o iniciado una carrera y si la inició para muchos
no ha sido posible terminar (cabildo nasa, s. f.).

Por qué se toma la decisión de escribir


Como en muchas otras comunidades indígenas, en la comunidad nasa dejar
escritos las vivencias, el pensamiento y las historias no es una costumbre, puesto
que se parte de la oralidad como valor ancestral y de gran valor que se le da
a la palabra. Dejar plasmado en esta sistematización lo que se pretende, se ha
convertido en un reto para todos los participantes del diplomado.

Se procura plasmar en este documento el papel fundamental que mediante


el tejido, desempeña la mujer nasa en la construcción política y organizativa.

El valor y el eco de la palabra convertidos en memoria


En la investigación participan el cabildo y en especial el grupo de mujeres
(2017) conformado por ocho de ellas que permanecen de forma constante, otras
se suman regularmente los sábados desde las 2:00 p. m. Se reúnen en la escuela
integral indígena ubicada en la loma de La Cruz o en la casa del cabildo nasa en
el barrio San Bosco de la ciudad.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 59

La investigación tiene como objeto visibilizar los conocimientos ancestrales


del pueblo nasa mediante la sabiduría del tejido y la simbología que se mantiene
sobres las bases de estos saberes milenarios que hoy construyen los principios
de nuestra resistencia. Ello nos permite seguir hilando el tejido que forma parte
del patrimonio tangible e intangible y se articula en acciones y en una posición
simbólica. Lo anterior teniendo en cuenta que en el análisis del plan de vida que
reside en el municipio de Cali se descubre un vínculo cosmogónico de orden
cultural que da sostenibilidad y simboliza la madre naturaleza.

Quiénes son las mujeres que tejen en la ciudad


María Luz Dary Inchima Ramos, oriunda del municipio de Inzá, Cauca, zona
Tierradentro, salió a sus dieciséis años de su tierra natal a causa de la violencia.
Por aquella época Carlos Pizarro Leongómez se había tomado el pueblo y lo in-
cendio, hecho que causó terror en los inzaeños. A ello se sumó el reclutamiento
forzado de los jóvenes.

Desde pequeña observaba los tejidos en su familia. Hoy, en el grupo de mujeres


tejedoras ha fortalecido y mejorado las técnicas de tejido. Cuenta que gracias
a la gestión del cabildo ha contado con profesionales del SENA, que la han
capacitado para perfeccionar cada puntada. También han capacitado a todas las
mujeres en la creación de empresa y en el manejo de finanzas. Resalta que una
de las falencias es la no continuidad de las capacitaciones por falta de recursos.

Doña Luz Dary no solo ha fortalecido su tejido. Hoy es la gobernadora del


cabildo y mediante este proceso afianza su liderazgo en la comunidad

Las mujeres tejedoras tienen un hombre que en este último mes las viene
acompañando. Su nombre es Darío Acalo y tiene 47 años. “Me gusta estar en
medio de las mujeres apoyándolas en lo que requieran, pero últimamente me
nace estar con ellas los sábados. Quiero hacerme un bolso, aprender más de mi
cultura porque siento que la he perdido”, dice Darío. Gran parte de su vida la
ha vivido en la ciudad. Nació en el municipio de Páez, Cauca y a causa de la
avalancha del río Páez en 1994 su madre decidió salir hacia el Huila. Viajaron a la
capital del país donde vivieron un buen tiempo y finalmente se radicaron en Cali.

Darío creció en casas donde su mama trabajaba como empleada del servicio
doméstico todo el tiempo. Por esto dice Darío que perdió su cultura, porque se
crio lejos de donde yace su ombligo enterrado. Se enteró de la existencia del
cabildo en el 2005, lleva trece años y es activo y participativo en la organización.
60 Mujeres nasa de Cali. Hilando sueños

Es quien ayuda a cocinar a las mujeres, hace el trabajo difícil de subir y bajar ollas
y todo lo que implica fuerza física. Se siente muy bien apoyando a las mujeres.

Darío empezó acompañando a las mujeres de vez en cuando, pero de un mes


para acá lo hace constantemente. Hoy inició con cadeneta de lana de color
zapote para soltar la mano. Se le nota dedicación. Está atento a cada punto que
teje y si se le olvida pregunta a su compañera de lado. En ocasiones detiene su
trabajo para contar un chiste o iniciar una conversación amena para que todas
sus compañeras de tejido se rían. Le llama mucho la atención el chumbe que
están haciendo dos compañeras. No deja su cadeneta de lado. Siempre la lleva
en el costado de su hombro mientras observa cómo hacen el chumbe. Darío dice
que trabaja, pero que sus sábados ya están programados para ir a tejer su bolso
y no descansará hasta que lo tenga terminado.

María Deyanira Camayo, proviene del resguardo de La Gaitana, de La Plata


Huila y a sus 52 años es madre de cuatro hijos y cabeza de hogar. Llegó a la
ciudad como víctima del conflicto armado y con dolor dice que dejó su tierra
hace 40 años. En la ciudad le ha tocado luchar. Todos sus hijos se han criado
en ella y con voz entrecortada dice que levantarlos en la ciudad ha sido muy
duro. “Si tuviera que regresar el tiempo mis hijos no se hubieran criado aquí”,
dice. Como madre les ha inculcado el sentir indígena y con felicidad relata que
a sus nietos les encanta el mote con frijol cacha de montaña y la sopa de maíz,
comida del pueblo nasa.

Empezó a tejer desde los siete años gracias a las enseñanzas de su padre Jacinto
Antonio Camayo. Por primera vez tejió un gorro de lana y unos patines de bebé.
Luego, cuando se pulió en el tejido, hizo un chaleco de lana. En casa, su padre era
el que tejía y a pesar de que su madre también tejía quien le enseño fue su padre.

Para Deyanira el tejido significaba vida. Su padre les decía que si no aprendían
a tejer no tenían vida. Es una enseñanza ancestral. Su niñez estuvo marcada por
el tejido de su padre y este sacaba el tiempo para enseñarle desde manejar la
tierra, hasta los quehaceres de la casa y tejer. Lamenta que sus padres no les haya
enseñado el idioma nasa yuwe, pero agradece que por lo menos le enseñaron a
tejer. Hace cobijas, morrales, bolsos. Se le ha olvidado tejer la cuetandera y la
jigra. Diariamente saca una o dos horas para tejer en su casa en el alto Menga
donde reside. En la calle teje y la gente le dice que parece india, a lo que ella
responde que es india y se enorgullece de ello. Cuando llegó a la ciudad aban-
donó el tejido para luego retomarlo inició acercamientos al cabildo hace cinco
años, y al grupo de mujeres tejedoras hace dos años. Dentro de su rutina, estas
mujeres tienen destinados los sábados para encontrarse en la casa del cabildo a
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 61

tejer. Deyanira es una de las mujeres más comprometidas y comenta que tejer es
una terapia para combatir los problemas cuando se está aburrido.

Agrega que elaborar bolsos no genera ingresos económicos fuertes, pero lo


importante es el acercamiento a su cultura.

El territorio de origen de Alba Doris Camayo Ossa es La Gaitana, resguardo de


La Plata, Huila. Tiene 46 años y vive en alto Menga y a diferencia de su hermana
ella no aprendió en casa. Salió de su territorio cuando tenía diez años y solo hasta
hace unos tres su hermana se dedicó a enseñarle. Retomó lo aprendido hace un
año y lo dedica a hacer chumbes, bolsos, gorros, patines y vestidos. Lleva en el
grupo un año y dice que tejer significa no olvidar su cultura ni lo que significa
la familia, porque cuando se reúnen a tejer o los demás observan cómo se hace,
inician con un pensamiento o un recuerdo y de esta forma lo plasman en el
tejido. Es tal la concentración al tejer que el tiempo pasa y se convierte en una
terapia. “Para tejer se necesita amor”, dicen.

Le gusta tejer bolsos porque le es fácil plasmar en ellos los recuerdos. Cada
bolso es un recuerdo. En todos los tejidos le gusta plasmar árboles, animales,
montañas, las tulpas y la casa. Cree que se debería seguir tejiendo para no perder
lo que se transmite de generación en generación. No sientan vergüenza de su
procedencia, pues ella no se puede perder.

Luz María Nery Hernández tiene 67 años, es madre de tres hijos y abuela de
cinco nietos. Vive en Los Robles y proviene de Piendamó. Teje hace dos años,
pues antes no sabía tejer. Su madre tejía, pero nunca le enseñó. Aprendió a tejer
bolsos y dice que el tejido le quita todos los problemas. Se reúne con el grupo y
recibe las clases que el SENA les da. Le encanta hacer montañas y rombos y está
aprendiendo hacer las tulpas. Es muy difícil, pero ahí va. No teje para generar
ingresos sino para distraerse.

Olga Velasco Mojica tiene 52 años y proviene del resguardo Cerro Tijeras,
de Suárez, Cauca. Madre cabeza de hogar compuesto de tres varones y abuela.
Reside en Pueblo Joven, Siloé, desde los trece años. Se hizo una ruana, le enseñó
su profesora de la escuela y desde esa edad teje. Dice que las manos “le pican”
por la necesidad de estar tejiendo. En la escuela integral indígena les enseña a
niñas y niños y así practican. Cuando niña le enseñó a tejer a un hermano. Le
gusta pensar cómo lo va a hacer, desbaratar lo que no le quedó bien y qué colores.
Está pensando en una idea de negocio.

María Elcy Muñoz tiene 53 años y hace trece que vive en Cali. Su territorio
de origen es Belalcázar en el municipio de Páez, Cauca. Hace dos años apren-
62 Mujeres nasa de Cali. Hilando sueños

dió a tejer en el grupo. En casa tejía la abuela, pero nunca le enseñó. Dice que
tejer ha sido su mejor terapia. A raíz de un quebranto de salud muy fuerte en su
vida pudo comprobar que su mejor medicina fue el tejido. En los episodios de
crisis que su enfermedad presentaba, se refugiaba en el tejido. El equilibrio y la
concentración volvieron a su vida y su estado ansioso y depresivo desapareció.
Hoy agradece enormemente formar parte del grupo de mujeres. No falta a un
solo encuentro. Dice que debe su recuperación física y mental a los cabestros y
bolsos que ha tejido. El día de nuestra conversación estaba muy emocionada y
contaba y seleccionaba los bolsos que enviaría a una amiga fuera del país. Ella
sueña que algún día los tejidos nasa de Cali estarán en el exterior.
Dora Montonegro Nery tiene 47 años. Su territorio de origen es Piendamó,
Cauca. Tiene una niña y un niño y hace dos años teje. Aprendió en el grupo
y le gusta mucho el telar. En los días que el grupo de sistematización de esta
experiencia acompañó el proceso, nos emocionaba mucho ver la habilidad de
Dora en el telar. Lo maneja perfecto, con toda la técnica que se requiere. Dice
que hace un año lo hace, pero es tanta su dedicación que se nota en cada hilada.
Con su sonrisa gigante y el brillo en sus ojos, nos relata que el telar le permite
dibujar fácil y combinar colores. Es rápido.
A nuestra pregunta de por qué teje, responde: “me gusta aprender”. Como el
tejido nasa tiene mucha simbología, permite aprender cada día su significado.
Dora se ve en el futuro tejiendo como un beneficio económico. Alegre, dice que
ya sacaron los bolsos ritualizados y es muy agradable vender un producto con
tanto sentir de tejido. Lo del grupo no es vender por vender.

Los colores de la madre naturaleza


Los colores representan todo lo que nos rodea. Representan la madre naturaleza
y la visión del mundo.

Tabla 1
Los colores de la madre naturaleza

Color En idioma nasa yuwe Significado


Negro Khucx Manto de la tierra, suciedad, maldad
Café cutewa Corteza de los árboles
Gris Tuhme Vestido de la luna
Morado Ka´k txite Luto, flor de papa
Blanco cxihme Vestido del trueno, limpio, purificación
Rojo Beh Vida, violencia, derramamiento de sangre, sequía,
verano
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 63

Amarillo Sxkitx iqueza, oro, buena producción de cosecha,


vestido del Tay
Zapote Lem Jecho, madurez
Rosado wecxan Fiesta, alegría
Azul Cemcem kwehna Sangre de la tierra, tierra alegre, vida armónica,
amanecer y el atardecer en calma, abrigo de uma
agua
Verde Cey Manto de la tierra, crecimiento de los hijos
Cristalino Calx Manto del agua pura

Fuente: cabildo nasa, Cali

Tejemos para que no se nos olvide de dónde somos.

Qué significa ser mujer nasa


Uma fue la primera mujer, el primer ser que empezó a crear la vida. Uma se
encargó de tejer.16

Por sus características, las mujeres nasas son consideradas luchadoras. Desarro-
llan actividades del hogar, trabajan para el sostenimiento de las familias, forman
parte del proceso organizativo y son activas en la comunidad.

Simbología
Los símbolos del pueblo nasa representan culturas tradicionales. Los podemos
ver en el chumbe, en las mochilas y en las jigras que elaboran las manos sabias
de las mujeres y en el sombrero tejido por los hombres. Todos son parte del arte
nasa que significa la vivencia y el pensamiento de nuestros mayores plasmado
como historia sagrada vivenciada diariamente. El arte nasa no es solo decorativo.
Está unido con las funciones vitales de la tradición cultural, como enchumbar
a los niños, que son semillas de vida. Terciar la mochila es cargar la sabiduría
del pueblo nasa.

Imágenes y sus significados


La estrella. Significa el cosmos. Es macho y fecundó a la madre agua. Como
producto de esta unión nacieron los caciques entre ellos el cacique Juan Tama.

16. Encuentro espiritual y político de las mujeres nasa del municipio de Cali, corregimiento de
Pance. Parque de la Salud, mayo 29 de 2011.
64 Mujeres nasa de Cali. Hilando sueños

La tierra. Es mujer y madre de todas las personas de las diferentes especies


que habitan gracias a ella. La tierra se formó de la unión de los primeros seres
creados por Uma y Tay.
Varias equis (xxx). Significan la comunidad y la organización.
Los ríos. Son la sangre de la tierra que brotó de la gran masa que formaron al
unirse todos los seres originarios al querer dar cuerpo a la tierra
Vara de mando. Es el símbolo de autoridad tradicional. Es utilizada por los
propios thê wala17 y por los cabildos. La vara es un medio de comunicación con
los espíritus de la naturaleza.
Las plantas. Son personas espirituales que cobijan a la tierra. Sienten, lloran y
se ponen tristes. Se clasifican en plantas frías, calientes, frescas, bravas, grandes
y pequeñas.
Pareja. Simboliza los complementos del ser nasa. Este símbolo recoge la idea de
que todos los seres de la naturaleza están encaminados a organizarse en pareja,
pues existen hembras y machos.
Curvas. Significan los pies de la montaña, vuelta de los caminos. Aparecen
en las jigras de la cabuya
Rombo. Muestra la localización de los truenos, desde el mayor en la punta
de arriba, los auxiliares en los extremos derecho e izquierdo, el que ayuda con
la honda y el otro con el hacha. Por último está el médico tradicional, que es el
trueno. Se encuentra en la tierra y colabora con el trueno mayor.
Armadilla. Simboliza una mujer tejedora.
La casa. Significa familia.
La mata de maíz. Simboliza la vida cultural de los nasa.
Mujer. Es la generadora de vida para los pueblos originarios.
Hombre. Es fuerza.

Jigra de cabuya-bac ya´ja


Es el primer paso y el primer elemento que la mujer nasa emplea para tejer la
vida. Tejer es uno de los oficios-arte que desempeñan las mujeres día a día para
obtener conocimiento. Saber tejer para el fortalecimiento del útero de la mujer
(duu yaja). Es desde allí que las mujeres empiezan a organizar su cuerpo.

17. Nombre atribuido al médico tradicional nasa.


Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 65

Proceso del tejido


La cabuya se corta cuando la luna tenga quince días; es decir, cuando es sabia.
De allí se raspa y se deja una noche y luego se lava. Se deja una semana en el
sereno para que quede bien blanquita la cabuya, luego se hila y de allí se arma
ya´ja wec para empezar la jigra de cabuya.

Cuidados
Para que los niños no defequen mucho ni anden botando gases, hay que evitar
que se sienten en la jigra. No se debe tejer la madeja hacia abajo ya que se tapa
el camino y los niños se vuelven perezosos y tienen infinidad de problemas en
la vida familiar.
Se recomienda a las mujeres que no han llegado a la menopausia, no remendar
jigras ni mochilas cuando se rompan, porque estarían tapando el camino para
el nacimiento de un bebé. El parto se complica y hasta puede perder el niño.
Los mayores recomiendan cuando la tierra tiembla calmar con la madeja de
la jigra dándole golpecitos y hablando con palabras tiernas como si estuviera
tratando un bebé.

El morral
El morral es el segundo paso del tejido que hace la mujer. El morral sirve para
salir a mercar, llevar cosas a la finca y traer cosas de regreso. En el morral se
puede llevar productos de la finca a la casa para el autoconsumo de la familia.

Proceso del tejido


La cabuya se corta cuando la luna tenga quince días; es decir, cuando la luna
es sabia. De allí se raspa, se deja una noche y luego se lava. Se deja una semana
en el sereno para que quede bien blanquita la cabuya. Luego se hila y de allí se
arma en un telar de palo para empezar el morral y se teje con macanas dándole
vuelta tras vuelta para que el tejido quede bien pulido. Este tejido representa
que va madureciendo el tejido de vida.

La mochila
La mochila es el tercer paso del tejido de las mujeres. Al tejer van sacando pun-
tadas. Hacen tres puntadas con aguja y sacan figuras que representan la armonía,
el equilibrio, la alegría, la tristeza de la familia, la comunidad y la naturaleza.
66 Mujeres nasa de Cali. Hilando sueños

La cuetandera (kwtad ya´ja)


Figura 3.
La cuetandera

Fuente: cabildo nasa, Cali.

La cuetandera es una ya’ja18 sabia y espiritual. Representa las etapas de la


historia nasa donde el tejido de las mujeres ha desarrollado la fineza. Se teje a
mano y con aguja. Es el desarrollo ser uuy (mujer).

El chumbe (taw)
Para el pueblo nasa el chumbe representa las épocas de la creación de la vida: el
hombre, el mundo y especies que se encuentran en la madre naturaleza. Igualmente
representa el arco iris y las mujeres lo utilizan para tapar al niño. Se ciñe a la cintura
por encima del anaco y rodear así el estómago de la mujer para que no coja frío y
ahuyentar las malas energías. El chumbe se hace con el fin de dar fuerza al cuerpo.
Los bebés se enchumban para que adquieran esta capacidad y no crezcan con las
piernas abiertas.
Cuidados
Nunca se debe fuetear con un chumbe a las niñas y los niños porque se vuelven
muy perezosos: las mujeres con los tejidos y los hombres con el trabajo del campo.
Anaco
El anaco representa el tul de los ancestros porque en nasa yuwe se dice atx tul.
De este modo, el cabildo nasa a través de los relatos biográficos y compartir
su simbología, usos y costumbres en relación con el tejido, nos ha presentado
esta primera parte de su proceso de sistematización, el cual se complementa en
el siguiente diálogo.

18. Ya’ja: palabra nasa yuwe para referirse a la mochila.


67

CAPÍTULO IV

Tejiendo ideas para una mochila


de muchos hilos
Sandra Liliana Londoño Calero.
Instituto de Estudios Interculturales. Pontificia Universidad Javeriana Cali

En las líneas a continuación comento –quizás gloso– el texto que las tejedoras
nasa han escrito, en el que narran con generosidad su experiencia como mujeres
trenzadoras de vida en un territorio extenso, del cual Cali también forma parte.
Esta reflexión intenta mostrar los tejidos como textos. No son solamente docu-
mentos que muestran una epistemología distinta, sino que son mucho más por-
que recogen prácticas y emociones que, esencialmente, permiten la pervivencia
cultural. Las mochilas, los tejidos y las tramas son aquí vistas como articuladores
de la vida, de lo propio, de lo ajeno y de lo intercultural.

La sociedad colombiana, diversa y multicultural, puede tender puentes que den


sentido a la diversidad de culturas que forman parte de su acervo. Esta posibilidad
de conocer y articular sus saberes puede ser una de las claves para construir la
convivencia en los territorios interculturales donde se cruza y tensiona la vida
del colombiano cotidianamente. Hemos crecido en el espacio amplio de los
conocimientos que circulan de diferentes maneras en nuestras conversaciones,
nuestras prácticas y en modos de actuar, con mayor o menor consciencia sobre
su origen y significado; coexistimos, compartimos tiempos, espacios, sentidos,
pero nos vemos distintos, nos confrontamos y nos excluimos. Los tejidos son un
modo otro de comunicación que quizás no reconocemos y no entendemos desde
nuestro lugar social. No obstante, está ahí; ha estado antes que nosotros ense-
ñando un camino que un pueblo, otros pueblos entre nosotros, saben recorrer.
68 Tejiendo ideas para una mochila de muchos hilos

La narración que se presenta en este capítulo sobre cómo las mujeres nasa tejen
la vida y la historia de su comunidad, también sirve para entender la historia
de las mujeres en el Huila, en el Valle del Cauca y en el Cauca y en todo lugar
donde el mundo nasa ha hecho presencia. Su manera de tejer y relatar sus siste-
mas de representaciones y sus concepciones cosmológicas son afines con otros
pueblos andinos. Quizás, son ellas también parte de ese llamado pensamiento
textil andino a través del cual se reproducen los códigos socioculturales de una
forma de pensar culturalmente distinta. Una manera de concebir el mundo que
se narra y se expresa, se pone normas y se enuncia en las hebras de un tejido.
Un tejido que es, a la vez, soporte social (Sánchez-Parga, 1995). No en vano, el
pueblo nasa habla de tejidos de sabiduría, tejidos de pensamiento, para expresar
sus proyectos y perspectivas.

Lo clave de los tejidos radica en que aunque podamos hablar de sus represen-
taciones y poner en palabras los significados, no son solo un conocimiento de la
razón. Tal vez de ahí surge la resistencia que manifiestan las tejedoras de escribir
sobre él. Como diría Guerrero (2010), se trata de sabiduría, y una sabiduría tiene
que ver no solo con razones, sino también con sentires, con hacer, con percibir,
con poner el corazón, con “corazonar” tejer desde la vida y desde la afectividad,
en universos de sentido que hacen posible emociones distintas de las que cono-
cemos quienes no vivimos dentro de esta cultura. El capítulo que hemos leído
nos pone en contacto con ese mundo, esas prácticas, esos modos de entender los
ciclos de la vida, la relación con la naturaleza y el modo de convivir en armonía.
El mundo de arriba, de abajo, lo frío y lo caliente, categorías distantes en nuestro
pensamiento pero presentes en cada hilo.

El diálogo de saberes se ha dado quizás tácito, pero se ha tejido con nuestra


propia historia como caleños, como vallecaucanos, como colombianos, como
latinoamericanos. Fisher (2011), señala que los tejidos andinos están vinculados
íntimamente con la identidad individual y colectiva. Añadiría para el caso que
nos ocupa, que traspasan y se extienden a toda la sociedad: las palabras que se
usan, lo que se come, lo que se celebra, lo que se cree. Son rasgos de los modos
de vida nasa que también nos atraviesan y, sin darnos cuenta, portamos a través
de sus símbolos de identidad y cultura. Muchos llevamos sobre el cuerpo la
mochila, el chumbe y el tejido como parte del atuendo cotidiano, incluso si no
sabemos lo que sus figuras y entramados significan.

Esta apropiación de las marcas identitarias de las culturas locales en la vida co-
tidiana, probablemente ha hecho desaparecer lo simbólico. La sociedad ampliada
no entiende –por lo menos explícitamente–, el rombo, el trueno, la pareja, la
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 69

estrella, pero lleva estas marcas en el atavío porque de algún modo se considera
propio, hermoso y funcional. Son objetos que se quieren tener y conservar.

Con esto quiero decir que a la par que ha habido desconocimiento, exclusión
y prejuicios que han distanciado los mundos sociales indígenas de los conven-
cionales, también ha habido fascinación, inquietud, deseo de saber, conocer,
ver aquello que sin la cultura no tiene sentido para el ciudadano fuera de los
territorios indígenas, aun sabiendo en lo profundo que tiene mucho valor y que
es importante para todo un pueblo.

Sin perjuicio de que esta actitud, este portar los símbolos sin el contenido haya
incidido en transformar lo cultural en objeto de folclor, también puede recono-
cerse que ha logrado comunicar fuera del contexto estrictamente comunitario
parte de una sabiduría que a muchos atrae y confronta. La mochila y el tejido,
obran como un puente que comunica a otros, a propios y ajenos, formas de
relacionarse con el mundo, así como posiciones y perspectivas (Torres, 2017).

A pesar de que este saber del pueblo nasa y de sus mujeres no ha sido hecho
esencialmente para ser sistematizado en la escritura, ya se tienen materiales y
documentos que pueden ser usados para la enseñanza en escuelas y universi-
dades interculturales que incluyan este conocimiento. Ya es posible enseñarlo
convencionalmente, ya se ha escrito sobre esto. No obstante, sin el espíritu de
las mujeres y de su comunidad este conocimiento se desvitaliza y pierde buena
parte de su eficacia. Comunicarlo desde luego es importante, pero no suficiente.
Puede ser que no se necesite, justamente, volverlo una enseñanza académica o
un discurso. Las mochilas, las cuetanderas, la jigra y el chumbe, llevan mucho
tiempo escritos y saben ser leídos por quien corresponde.

En línea con lo anterior, Hoces, Brugnoli y Jélves, (2011), estudiosas de los


tejidos andinos prehispánicos, afirman el valor de los tejidos de los pueblos
indígenas como textos que comunican los mensajes valiosos de las culturas que
los han elaborado. No son decoración, no son ilustración. Hay una historia, un
código un sistema, como lo dice Cereceda (2010), al describir la semiología de los
textiles andinos. Las mochilas, los chumbes y otros tejidos, tienen, sin duda, este
valor de documentos y de escritura para el que sabe leerlos o para la comunidad
que puede reconocerlos en el contexto de las prácticas y modos de vida, como
queda descrito en la narración de las mujeres de este capítulo.

Los tejidos descritos a lo largo del texto precedente muestran cómo toda la
vida se entrelaza en lo que se produce. Fisher (2011), señala esto también como
un rasgo distintivo de este tipo de productos. Son multifuncionales, se relacio-
70 Tejiendo ideas para una mochila de muchos hilos

nan con la economía, la vida social, los actos rituales, la producción agrícola,
las jerarquías, los papeles sociales. No son solo para vestir; forman parte de los
objetos útiles de la vida diaria indispensables para lo que necesitan guardar,
recoger y celebrar. Los tejidos, particularmente las mochilas, expresan las in-
dividualidades personales y colectivas, las fases vitales femeninas y en general,
están profundamente ligados a las habilidades de las mujeres. Tienen que ver
con el caminar del tiempo, con su autoestima. Tienen formas de uso, tiempos
y lugares; no se dejan en cualquier parte, no se tejen de cualquier manera. Hay
pequeños trucos que la araña transfiere a las tejedoras y que solo ellas pueden
entender. Los tejidos tienen que ver con su orgullo como mujeres nasa y, por
esta ruta, expresan el modo como se entienden los sexos y su lugar en el mundo.
Los tejidos representan lo propio, lo regional, la identidad local, las estructuras
económicas, sociales y políticas de la comunidad.

A través de sus tejidos, las mujeres nasa transmiten la sabiduría de los mayores
y su propia sabiduría, su relación con todo lo que viven, con todo lo importante
para desenvolverse como nasa. Contactan con las señas que deben leer y comu-
nican un mundo rico de sabiduría para la vida. Advierten y previenen sobre los
vicios y virtudes, cómo evitar la pereza, cómo fomentar el trabajo, las labores que
deben aprender y practicar, la agricultura, la medicina, la justicia, cómo cultivar
y recoger la siembra, cómo reponerse después del parto, cómo reconocer la au-
toridad y cómo pervivir guardando la memoria y haciendo resistencia.

Precisamente, los tejidos son una expresión de la memoria. Tienen la eficacia


de toda producción cultural encaminada a recordar y a no olvidar como con-
dición de posibilidad de vivir en el tiempo, de no desaparecer. El tejido no solo
cuenta historias, sino que también trae los símbolos sin los cuales los sentimientos
sociales de los que habla Durkheim (2008 [1912]) no tendrían plena existencia
y no podrían expresarse con toda su potencia, afectando así muy seguramente
la posibilidad de mantener unida la comunidad, la familia, la pareja y los hijos,
más allá del presente.

Las mujeres que tejen son guardianas de la memoria, conservan estos símbo-
los, los reproducen una y otra vez. Sus tramas sirven para soñar el futuro. Los
mayores ya caminaron estos pasos plasmados en el tejido para que no se olviden
y pueden ir hacia adelante sobre estas huellas. A partir de los tejidos recuerdan
cómo interpretar sus sueños y cuál es la ruta para recorrer en adelante. Estos
símbolos suscitan las emociones necesarias para guardar, estando donde estén,
los saberes necesarios para ser nasa y anticipar el porvenir.
71

CAPÍTULO V

Tejiendo identidad
Cabildo indígena yanacona
Santiago de Cali
Figura 4.
Tejidos y tejedoras19

Fuente: cabildo yanacona, Cali.

Hablar de la cosmovisión de los yanacona es remitirse al tiempo y espacio


que existe en cada mundo. Por esta razón, como acto principal se habla de tres
mundos: el mundo de arriba, este mundo y el mundo de abajo, de acuerdo con la
ubicación donde se encuentran. Así mismo, es su forma de actuar y estas formas
de actuar vienen precedidas del sentir y el pensar. Por ello, los ancestros mayores

19. Todas las imágenes y relatos de este capítulo han sido proporcionados de manera consentida
por el cabildo yanacona Cali.
72 Tejiendo identidad. Cabildo indígena yanacona, Santiago de Cali

transmitían estas formas de vida por intermedio de la simbología, y las utilizaban


para la orientación de las generaciones venideras. El símbolo más importante
e integral es la tawa chacana, porque de él parte todo el conocimiento en las
diferentes áreas del saber, desde lo espiritual hasta lo material, desde lo intangible
hasta lo tangible (Plan Salvaguardo, cabildo mayor yanacona)

Presentación
El grupo de tejidos Tejiendo identidad, derivado del pilar económico del plan
de vida del cabildo indígena yanacona de Santiago de Cali, Se consolida como
grupo para fortalecer la cultura de sus integrantes como un grupo identitario y
humano a partir de su sentir, pensar actuar y de la exteriorización de sus saberes.

Las manifestaciones culturales se reflejan a través de la oralidad, la historia,


la cosmovisión y la simbología. De esta manera y desde el arte ancestral, se
proponen mostrarle a la ciudad de Cali y al mundo que mediante la práctica de
tejer muchos caminos pueden ser orientados al sumak kawsay (buen vivir) de la
persona, la familia, la comunidad y el pueblo.

Milenariamente, la comunidad indígena yanacona viene haciendo la prácti-


ca del tejido, permitiendo así que este saber sea transmitido de generación en
generación. Una de las razones de su origen tiene que ver con el hecho de que
los productos, prendas, accesorios y artículos que fabricaban eran para uso de la
misma comunidad y quedaban por fuera de la comercialización, razón por la cual
cada prenda o artículo se hacía según el momento y situación que se presentaba
en cada persona. Por esas circunstancias, podemos afirmar que cada producto
elaborado era único y tenía su propia historia y simbología.

En razón de lo anterior, el grupo de tejedoras del cabildo yanacona asume


un papel muy importante de lucha contra toda fuerza extraña que vulnere la
comunidad. Esta práctica garantiza a su vez la pervivencia de las generaciones
venideras y la cultura indígena. Las mujeres gestan esta lucha a partir del tejido,
el cual representa la recuperación de los usos, las costumbres, los principios, los
valores y la simbología, sin perder de vista su razón de ser ni su cosmovisión.

Quiénes somos y de dónde venimos


Los indígenas yanacona regresaron a Cali en los años cuarenta del siglo XX.
Se debe aclarar que los pueblos indígenas y muy especialmente los yanaconas,
siempre han existido en estos territorios expandidos desde el mal llamado Imperio
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 73

incaico. Al ser desplazados de estos lugares se trasladaron a las altas montañas


del macizo colombiano y desde allí se repartieron en seis lugares que hoy se co-
nocen como los resguardos (Rioblanco, Guachicono, Pancitara, Caquiona, San
Sebastián y San Juan). El resguardo de San Juan fue recientemente recuperado.

Por todos es bien conocido que los territorios delimitados por los resguardos
no crecen pero sí su población, razón por la cual muchos yanacona se debieron
desplazar nuevamente a otros lugares, entre ellos a la ciudad de Cali con el sue-
ño de mejorar sus calidad de vida, ya que en los terrarios era imposible avanzar
y fortalecer sus economías porque no existen fuentes de trabajo ni centros de
estudio ni de salud, entre otros elementos vitales para sostener a sus familias. A
esto se suma el abandono estatal y la presencia de grupos armados cuya misión
era reclutar a los jóvenes.

Muchos indígenas emigraron de sus resguardos de forma individual, pero una


vez ubicados en la ciudad se rencontraron para seguir tejiendo su identidad
en medio de esta gran selva de cemento. Estos encuentros se hacían cada fin
semana para practicar deportes y enterarse de lo que sucedía en los resguardos.
Luego de varios encuentros decidieron conformar sus propias organizaciones con
el propósito de ayudar a las familias que se quedaron en los resguardos. Estas
organizaciones fueron cambiando para en 1999, conformarse como cabildo,
entidad de derecho público de carácter especial.

En estos momentos, una vez madurada la idea de avanzar hacia el propósito


de unificar un gran pueblo –idea que siempre había rondado la mente acompa-
ñado de las mujeres que tejían de manera individual– alrededor de Acur, Unión
Veredal, se fueron consolidado los grupos y una vez conformado el cabildo este
grupo se empieza a fortalecer y le da un realce muy importante a nivel cultural.

Experiencia sistematizada
Dada la importancia del tejido en la comunidad indígena yanacona para el
trabajo de sistematización orientado por la universidad de San Buenaventura Cali
a través del diplomado Convivencia e interculturalidad. Voces de territorio, el
grupo de trabajo se propuso reconstruir los relatos orales, escritos y fotográficos
del proceso de las tejedoras del cabildo desde su conformacion en 1999, hasta
2017. Con la sistematización del trabajo de las tejedoras del cabildo indígena
yanacona de Santiago de Cali, se busca reconocer y recomponer la identidad
cultural y con ello dejarles a las próximas generaciones las evidencias escritas
sobre unos procesos llevados por mujeres en su gran mayoría. El propósito de
74 Tejiendo identidad. Cabildo indígena yanacona, Santiago de Cali

esta sistematización se centró en recuperar la memoria histórica del proceso


de las tejedoras del cabildo indígena yanacona de Santiago de Cali, mediante
la sistematización de las experiencias vividas entre los años 1999-2017. Como
objetivos específicos, se fijaron los siguientes: recordar un pasado histórico para
ponerlo en el presente como un aprendizaje colectivo y proyectarlo hacia el
futuro; mostrar el camino que han recorrido las tejedoras del cabildo entre los
años 1999 hasta el 2017, y sensibilizar a las nuevas generaciones con respecto a
la importancia de la práctica del tejido.

Ruta metodológica
Para obtener información de primera mano se recurrió a las mingas de pensa-
miento con jóvenes y mayoras, evento comunitario a través del cual fue posible
recordar y retroalimentar la historia del grupo de tejedoras. Igualmente, se dis-
pusieron conversatorios y entrevistas con las protagonistas, así como registros
fotográficos y videos, entre otros, fuentes de recolección de información que
posibilitaron dar cuanta de la existencia cultural de un grupo que siempre ha
aportado, pero no siempre ha sido valorado ni se le ha dado la importancia que
se merece como guardián de un legado ancestral.

Fuentes de información
– Mingas de pensamiento con la comunidad y las tejedoras.
– Entrevistas a las principales gestoras del proceso.
– Recolección de registros escritos y fotográficos, así como videos (estado del
arte).
– Organización y escritura.

Origen de la experiencia
Esta actividad se viene desarrollando desde el año 1999 en el municipio de
Santiago de Cali. Por situaciones diversas, se puede afirmar que el desarrollo de
la actividad es itinerante pues no se posee un espacio físico que sirva de referente
para para tal fin. Por lo tanto, los encuentros para dichas actividades se hacían
en la comuna 20, la comuna 18, la comuna 1, en la casa de las integrantes del
grupo, en escenarios deportivos, en los lugares de trabajo, en los paseos y en el
bus, entre otros, lugares complejos si se tiene en cuenta la concentración que se
debe tener para hacer cada accesorio.

Mucho antes de la conformación del cabildo en año 1999, los yanacona que
habían llegado a la ciudad desplazados de sus territorios por múltiples situaciones,
se reencuentran en Cali y conforman colonias y organizaciones culturales con el
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 75

fin de no olvidar su identidad cultural. En ese sentido, tejer era la mejor forma
de expresar sus sentimientos y pensamientos, ya que en ningún caso eran escu-
chados ni mucho menos bien recibidos por la otra sociedad –la occidental–. De
acuerdo con lo anterior, podemos afirmar que los primeros iniciadores y gestores
de este proceso han sido y siguen siendo las mujeres por una razón muy sencilla:
culturalmente, desde muy niñas las mujeres eran orientadas por sus padres hacia
la labor del tejido y los hombres hacia las labores agrícolas. De esta manera, el
tejido permitió el rencuentro para reconocerse y ayudarse y por esa razón, desde
su misma conformación es producto de un pasado histórico que continúa con
el legado de las mujeres tejedoras.

Esta actividad la llevan impregnada en el diario vivir y en ese proceso las


mayoras que acompañan la conformación del cabildo, le dan vida al tejido con
el propósito de fortalecer la identidad cultural en cada momento y lugar donde
ejercieran sus actividades.

Propósito de la experiencia
La experiencia del tejido yanacona tiene como propósito fortalecer la identidad
cultural, obtener un ingreso económico adicional, plasmar su historia, contar
sus alegrías y sentimientos y dejarles a las nuevas generaciones un conocimiento
milenario

Figura 5.
Tejedoras del proceso

Fuente: cabildo yanacona, Cali.


76 Tejiendo identidad. Cabildo indígena yanacona, Santiago de Cali

Participantes
Participantes son todos los integrantes del cabildo. Sin embargo, en
términos de aprendizaje son las mujeres que encabezan el grupo de las
tejedoras del cabildo indígena yanacona de Santiago de Cali las más
importantes. Igualmente, es significativa para el grupo y para el cabildo
la participación de los niños en los encuentros, dado que de esta manera
además de fortalecer su cultura, aprenden a relacionarse con los mayores
y mayoras.
La participación de los hombres igualmente es interesante en este pro-
ceso. Por ejemplo, podemos observar a un mayor elaborando la guanga
(instrumento de madera para hacer los chumbes, ruanas, etc. etc.). Esta
clase de trabajos fortalecen al grupo de manera integral, porque en ello
se conjugan el saber del mayor con el ímpetu de aprender del niño y el
joven, además de que con una sana alimentación se fortalecen los prin-
cipios y valores.
La participación en las mingas de pensamiento es muy importante porque
las mayoras reconfortan con sus historias de vida y con los conocimientos
ancestrales que transmiten con el tejer. Quedando una expectativa para
continuar la actividad, pues a pesar de haberse trabajado con un grupo
significativo quedan muchos vacíos, por lo cual se hacen necesarios más en-
cuentros en los que sigan participando niños, jóvenes, mujeres y hombres.
En esta actividad, los participantes se sienten muy satisfechos y son
ellos quienes solicitan que se siga profundizando e investigando sobre la
simbología, ya que orienta y recrea situaciones pasadas e impone la obli-
gatoriedad de vivirlas en el presente y futuro.

Significado del tejido


A continuación, se presentan algunas manifestaciones de los partici-
pantes del tejido sobre su significado.20

20. Estas entrevistas fueron hechas en el marco de la sistematización de experiencias por la


auxiliar de investigación María Camila Tovar, en el periodo agosto-diciembre del 2018.
El cabildo yanacona autorizó la publicación de los nombres de las entrevistadas, entre las
cuales cinco pertenecen al grupo de tejedoras: Mireya Gómez Anacona, Práxedes Anacona,
Erfidia Jiménez, Ana Zuley Jiménez y Aura Anacona.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 77

Figura 6.
Tejido en proceso.

Fuente: cabildo yanacona Cali.

Para mí es muy importante nuestro tejido porque en ellos plasmamos nuestros


conocimientos y nuestros pensamientos. En las mochilas que hacemos no so-
lamente guardamos nuestros objetos, sino también, y vuelvo y repito, nuestros
conocimientos y pensamientos, plasmados en la simbología que nuestros an-
cestros nos han dejado. Es un legado muy importante (entrevista con Mireya
Gómez, mujer tejedora).
A mí me gusta el tejido y en el tejido voy a plasmar mi pensamiento, mi vida y
el querer representarme como mujer a través del tejido. Yo lo represento por el
símbolo que le hago. Cuento una historia a través de mi tejido. El tejido es el ir
y venir. Yo estoy yendo a mi territorio y estoy viniendo a la cuidad. Si yo hago
un diseño estoy representando la salud, el pueblo, la medicina tradicional, los
alimentos; bueno, todo lo que tiene que ver con nuestra comunidad indígena. Es
conservarlo y transmitirlo porque yo no puedo quedarme con un conocimiento
(entrevista con Praxedes Anacona, gobernadora del cabildo yanacona).
es… no sé… vivir en paz. Es seguir tejiendo paz. Es seguir tejiendo tranquilidad
y armonía. Los tejidos para mí son unidad. Yo pienso que cada que uno hace un
tejido sigue amarrado a la comunidad, unir comunidad. Eso significa el tejido
para mí (entrevista con Erfidia Jiménez).
Significa la importancia de rescatar y restaurar la cultura tradicional, eso es
lo que más significa para mí para el tejido (entrevista con Aura Anacona).
78 Tejiendo identidad. Cabildo indígena yanacona, Santiago de Cali

Contribución
Frente a la contribución del tejido, es importante destacar que este se presenta
como un espacio en el cual es posible apartarse de la realidad y expresar los sen-
tires, proyectar las actividades de la comunidad y trasmitir los valores y saberes
ancestrales. Es un espacio de trabajo y de sanación. Desde este lugar también es
posible el encuentro con alternativas de organización para el cabildo.

En el espacio del tejido, se puede decir, se representa el saber, el sentir, el devenir


y la proyección de los participantes del cabildo a la actividad.

Figura 7.
Mujeres tejedoras.

Fuente: cabildo yanacona, Santiago de Cali.

Estas son algunas expresiones de las mayoras tejedoras frente al espacio del
tejido.

El tejer para mí es desconectarme de todo. Cuando vengo a tejer aquí o tejo con
mis compañeras, estamos moviendo la boca con las manos. Estamos hablando,
estamos planeando, estamos contando nuestras tristezas y alegrías, estamos
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 79

pensando qué vamos hacer mañana, qué símbolo vamos a tejer o vamos planear
lo que vamos a tejer durante el año. Y es una alegría para uno que una persona
que venga y diga que quiere aprender. Listo, que venga que nosotras le enseña-
mos. Es un puntaje más para que cada una de verdad quiera ese conocimiento.
Que si la mamá aprendió que le transmita al hijo. Entonces, que se quede en la
familia y que salga también (entrevista con Práxedes Anacona).

, a la armonía, a seguir unido a lo que siempre hemos sido: mujeres indígenas, a


la humildad. Eso contribuye y sigue contribuyendo a la humildad, a la honradez,
al pensamiento (entrevista con Erfidia Jiménez).

Pues aquí dentro de la organización del grupo de tejedoras, cuando es de aprender


aprendo y cuando es de enseñar también enseño lo que está a mi alcance y yo
veo que otra persona no lo sabe. Hemos salido también a exposiciones donde
hemos tenido que enseñar, sí, transmitir el conocimiento, porque el día que uno
se muere se va con uno (entrevista con Ana Zuley Jiménez).

Para lo colectivo nos ayuda a unirnos, a estar entre todas las mujeres yanaconas.
Fuera del tejido, es una sanación, porque cuando nos reunimos a trabajar uno
toca temas que han sido difíciles y eso ayuda a sanar el cuerpo, a sanar todo.
Entonces, es como una sanación. Por ejemplo, en una mochila va tejiendo su
pensamiento y si cada una tiene su historia, uno ve las montañitas. Pero tienen
un significado cada una, o lo que está sintiendo ese momento. Eso es en cuestión
de tejidos, como las mochilas. Pero fuera de eso también estamos tejiendo la parte
organizativa, la parte de la organización. Ahí también proyectamos lo que se
va hacer a nivel de la estructura del cabildo (entrevista con Aura Anacona).

Dificultades presentadas
Dentro de las dificultades que presenta el cabildo para el desarrollo de la
actividad, se puede decir que la falta de tiempo es la más sentida, ya que se
tienen varias ocupaciones a la vez. Igualmente, como el tejido es considerado
una oportunidad económica, el espacio o territorio físico para tejer en un tiempo
definido, exponer los tejidos y dejar los materiales es fundamental. Un espacio
físico definido permitiría que las comunidades supieran dónde los pueden en-
contrar. Igualmente, no hay un acompañamiento educativo para la producción
y comercialización de los tejidos.

Frente a las dificultades expresadas, ellas anotan:


80 Tejiendo identidad. Cabildo indígena yanacona, Santiago de Cali

El tiempo, para nosotras es importante porque todas trabajamos y lo hacemos


por raticos. Cuando nos reunimos traemos los tejidos y a tejer como estamos
hoy tejiendo. Siempre nos reunimos y tratamos los temas importantes y ahí en
ese momento estamos tejiendo. Hemos tenido mucho trabajo, muchas cosas
que hacer como antes con la microempresa. En el momento no hemos podido,
no tenemos una idea. Si el cabildo tuviera dinero y comprara una casa donde
haya comercio sí, pero no ahora. Estábamos pensando en eso, pero ha habido
otras cosas que hacer y hemos parado esa idea (entrevista con Mireya Gómez
Yanacona).

Con respecto al tiempo, nosotras como mujeres tenemos que planearlo en


nuestra casa. Es la primera situación que tenemos que resolver para podernos
reunir. Y también el espacio, pues hemos tenido muchas dificultades porque no
tenemos un sitio donde reunirnos y poder decir “es nuestro sitio” y podamos
dejar nuestras cosas, mostrar nuestros productos, lo que nosotros queremos
que la sociedad conozca. Aquí en la escuela nosotros nos reunimos porque nos
han dado permiso. Es una lucha, porque nos encontramos aquí y aquí nadie
nos ven… cómo decir… en cuatro paredes. Si nosotros tuviéramos un espacio
donde la gente pasara y nos mirara…Siempre me decían: “vean, mujeres, no
dejen perder el pellizco porque ese es el conocimiento de la mujeres de antes.
No lo dejen perder, trasmítanlo porque yo ahora no veo las mujeres tejer”. Ya a
nadie le gusta y es verdad, sobre todo a las mujeres. Cuando tenemos reuniones
estamos escuchando, estamos hablando, pero hágale, porque esa es la cosmovisión
de nuestras madres que siempre en el territorio han sido así. En el camino uno
iba cargado, caminando, pero siempre iba tejiendo. Entonces, esa es la vida de
uno. Aquí en la cuidad no lo podemos hacer porque hay que subirse a un carro,
pasar la calle y es complicado (entrevista con Práxedes Anacona).

El tiempo, los materiales, esas cosas. Aquí el tiempo y el espacio no los tenemos.
Muchas veces nos toca porque el profesor está, porque nos toca reunirnos al
aire libre, porque no tenemos dónde. Otra cosa son las dificultades. Aquí en
la comunidad es difícil porque no tenemos dónde guardar nuestros tejidos, no
tenemos un sitio que, digamos, es propio. Nos reunimos ahí, en nuestra sede.
Esa es la dificultad más grande. También el material. A veces nos toca sacar
de nuestro bolsillo para hacer las actividades o poder llegar aquí. Se presenta
una actividad aquí y el Gobierno no nos paga y cuando se consigue algo es para
pagar. Sí, las dificultades son más que todo económicas, de tiempo, de espacio
(entrevista con Erfidia Jiménez).

En cuestión de tejidos se ha logrado más. Por lo menos tenemos unos encuentros


y unas fortalezas, pero también unas debilidades. Cuando hicimos un programa
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 81

con artesanías de Colombia hubo unas fortalezas y también una debilidad.


Por de ahí fue donde se separó el primer grupo que teníamos. Ahora, digamos,
cuando ya se formó para que reiniciáramos, otra vez dijimos: “Vamos es a for-
talecer lo nuestro y no dejarnos que las entidades vengan a dividirnos”. Y nos
hemos soportado y venimos con más firmeza a seguir el proceso. Entonces, esas
falencias que también se nos presentan las vamos solucionando y nos vamos
fortaleciendo al no caer en esas tentaciones de las organizaciones que vienen
(entrevista con Aura Anacona).

Con estas palabras, los cabildos nasa y yanacona de Cali comparten, según cada
cosmovisión, sus sistematizaciones de experiencia del tejido y lo que significa
para cada comunidad tejer en la ciudad en términos de perviviencia cultural. A
continuación, nos comparte el cabildo yanacona Cali unas imágenes del proceso,
para dar paso a las voces de frontera en clave de género.

Figuras 8 y 9.
Exhibición de mochilas.

Fuente: cabildo yanacona, Santiago de Cali.


83

APARTADO TERCERO
Voces de
frontera en clave
de género
Género, como lugar de enunciación y como apuesta reivindicatoria,
abarca en este texto las voces de dos organizaciones: la primera de
ellas de carácter nacional y la segunda local. La propuesta de la Ruta
Pacífica de las Mujeres, como se verá a continuación, a diferencia de
la sistematización de Somos Identidad, requirió un proceso de reco-
lección de información en el que predominó el relato autobiográfico y
las entrevistas que luego fueron trianguladas con autores en el campo.
En la sistematización de Somos Identidad, predominó la discusión
académica sin dejar de lado las reflexiones de la experiencia de los
círculos de formación que la organización lleva a cabo en pro de los
derechos de las diversidades sociales y sexuales de las comunidades
negras, afrocolombianas, palenqueras y raizales.
85

CAPÍTULO VI

Escuela Trenzando Poderes y Saberes.


Acompañamiento a población víctima con
perspectiva de género.
Ruta Pacífica de las Mujeres, Cali, Colombia
Gloria Emilse Rodríguez Meneses e Iliana Colonia21
Escuela Trenzando Saberes y Poderes. Conversatorios

Sin pausa por una paz incluyente para las mujeres.


Ruta Pacífica de las Mujeres, Valle del Cauca.

Presentación
La iniciativa que se presenta a continuación, como todas y muchas más no
incluidas en esta obra, refleja la valentía, el arrojo y el enorme esfuerzo de las
mujeres representadas en el colectivo Ruta Pacífica de las Mujeres, quienes

21. En este capítulo en especial, la colaboración de la auxiliar de investigación María Camila


Tovar, de la Facultad de Psicología de la Universidad de San Buenaventura Cali, fue funda-
mental para acompañar la recolección de la información mediante entrevistas. También lo
fue su apoyo en la sistematización.
86 Escuela Trenzando Poderes y Saberes. Acompañamiento a población víctima con perspectiva de género.

organizativamente se hacen visibles en Colombia desde el año de 1996, a través


de movilizaciones sociales que reclamaban a sus hijos fuera de la guerra y fuera
del conflicto armado colombiano. Ellas tienen muchas historias y experiencias
para compartir y contar. La regional Valle del Cauca ha seleccionado una inicia-
tiva a la que denominan Conversatorios, espacios patrimoniales de su escuela de
formación política Trenzando Saberes y Poderes, a la que semanalmente acuden
cerca de treinta a cuarenta mujeres y algunos hombres, para aprender, construir y
compartir formas distintas de escucharnos, relacionarnos y empoderarnos como
ciudadanas y ciudadanos.

El ejercicio de sistematización ha significado todo un esfuerzo, pues movi-


mientos sociales como la Ruta Pacífica –en especial–, se constituyen a partir del
activismo social y la labor de la escritura no ha formado, en gran medida, parte de
sus ocupaciones. Por lo tanto, esta sistematización tiene el doble valor de hacer,
por un lado, visible su obra y por el otro, promover otra forma de la memoria a
través del ejercicio escrito de sus procesos.

En la sistematización de esta experiencia se encontrará reiteradamente la voz


en primera persona de Gloria Emilse Rodríguez Meneses –entre otras voces–, para
recuperar la palabra de una de las mujeres lideresas del Valle del Cauca, quien
contribuye a sostener con su fuerza y dinamismo la Ruta Pacífica seccional Valle.
A través suyo se han generado la mayoría de los encuentros para este proceso
de escritura y la creación de grupos focales y entrevistas complementarias para
la sistematización.

Su voz representa la de muchas mujeres, quienes pese a las situaciones que por
múltiples razones las han afectado, logran con enormes esfuerzos y respaldos,
encontrar una vía distinta a la de la perpetuación de la guerra y construir paz
colectivamente. A ella y a lo que representa para nuestros procesos como mujeres
y como país, especialmente, la honramos en este capítulo y a través suyo a la
icónica mujer que la llevó por ese camino, la feminista María Teresa Arizabaleta
de García, una de las pioneras del movimiento sufragista en Colombia y, como
la denominó recientemente la prensa local, decana del feminismo en Cali (El
País, 2018).22

22. https://www.elpais.com.co/cali/espero-que-las-mujeres-despierten-maria-t-arizabaleta-de-
cana-del-feminismo-en-cali.html
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 87

Memorias de la ruta o sobre cómo surge


(No parimos hijos e hijas para la guerra).

Gloria Emilse y María Teresa.


El contexto de Dagua y las mujeres
En este apartado y a modo de inicio del texto, Gloria Emilse comparte algunos
antecedentes acerca de cómo se vinculó a la Ruta Pacífica de las Mujeres.

“Mi nombre es Gloria Emilse Rodríguez Meneses y hago parte de la Ruta Pacífica
de las Mujeres por la solución negociada del conflicto armado colombiano. Soy
una mujer campesina y dagüeña. Mi municipio, el municipio de Dagua, es un
corredor estratégico para los diferentes actores armados. Entre los años 1995
y 1996, empezaron a llegar al municipio combatientes armados con diferentes
fines. Primero llegó el ELN, luego las FARC y por último llegaron paramilitares,
concretamente el bloque Calima.

“En 1992 conocí a María Teresa Arizabaleta. Me involucré en un proceso de


trabajo comunitario en el municipio de Dagua y las mujeres de allí estábamos
muy interesadas en organizarnos. Invitamos a María Teresa al Concejo muni-
cipal para que nos explicara cómo conformar el consejo municipal de mujeres
del municipio de Dagua. Fue así como la conocí. Ella no fue como ruta pacífica
en ese entonces porque en el año de 1992 la ruta pacífica aún no había surgido.
Ella fue en representación de la Unión de Ciudadanas de Colombia porque era
la presidenta de la seccional Cali y la coordinadora nacional. La conozco en ese
año en una conferencia que se llamó en ese entonces La Mujer Despierta y tenía
un programa de radio. La escuchábamos en la radio pero nunca la habíamos
visto en persona y por eso la invitamos. Ella fue a Dagua y dio una conferencia
que me pareció medio loca (risas). Me preguntaba: “¿Esta señora de qué quiere
hablar? ¿De liberación femenina?”. Quedé muy impactada con lo que ella dijo
y era que las mujeres teníamos que juntarnos y empoderarnos para empezar a
hablar sobre nuestros derechos. Desde entonces empezamos a organizar a las
mujeres de Dagua en un colectivo que llamamos al principio Asomujeres y se
creó el consejo municipal de mujeres que hasta hoy existe en Dagua.

La movilización de Mutatá o el hito que marcó el inicio de la Ruta


Pacífica de las Mujeres
En este fragmento cobra relevancia la movilización llevada a cabo el 25 de
noviembre de 1996 en la que participaron cerca de 2.000 mujeres de diferentes
88 Escuela Trenzando Poderes y Saberes. Acompañamiento a población víctima con perspectiva de género.

regiones del país. Tal movilización se reconoce como el hito que marcó el inicio
de la Ruta Pacífica de las Mujeres.

“La ruta pacífica se crea con la movilización a Mutatá23 y uno de los objetivos
era visibilizar lo que estaba pasando en el noroeste antioqueño, pero también
cómo las mujeres nos organizábamos para hacerle frente a esa situación del
conflicto que vivía el país en ese momento. La idea era ir hacia Apartadó porque
allá estaba la alcaldesa Gloria Cuartas,24 pero por un corredor humanitario que
se nos dio no fue posible llegar hacia Apartadó y nos quedamos en Mutatá. A
esa movilización logré llevar dieciocho mujeres de mi municipio, Dagua. Fue
muy impactante para ellas mirar cómo al llegar a Mutatá veíamos tantas niñas
embarazadas, niñas muy jóvenes con sus niños en brazos y cuando empezamos a
hablar con ellas, nos dimos cuenta de que eran víctimas de los diferentes actores
armados que llegaban a Apartado y al municipio de Mutatá. Estas niñas habían
sido violadas, habían sido abusadas y de esas violaciones y abusos existen esos
niños. Logramos hacer un acto simbólico muy bonito en el río Mutatá y un acto
muy significativo en la plaza principal de Mutatá.

A raíz de esa movilización me vinculo a la Ruta Pacífica de las Mujeres, precisa-


mente para hablar por muchas mujeres que no querían hablar de lo que estaba
pasando. Por eso ahí decidimos empezar a trabajar en las regionales y en cada
regional se buscó un punto focal para que desde ahí funcionara la Ruta Pacífica
de las Mujeres. Fue, entonces, cuando llegó María Teresa a coordinar la Ruta
Pacífica Valle del Cauca. La Unión de Ciudadanas de Cali fue el punto focal
y ahí llega la ruta. Así continuamos y desde ahí empieza todo el proceso de la
construcción de paz desde las mujeres. Empezamos a hablar de otros temas en
los territorios, a hablar de los derechos humanos, los derechos económicos y
culturales, el empoderamiento de las mujeres y vamos haciendo camino a que
la paz necesariamente tenía que ser de una manera concertada y dialogada, no
con las armas sino a través de la palabra. Las mujeres éramos las principales
protagonistas y a partir de ahí cada 25 de noviembre hacemos una movilización
nacional para visibilizar algunos de esos departamentos donde ha estado más
arraigado el conflicto.

23. Para ampliar información acerca de la movilización ver https://rutapacífica.org.co/wp/movi-


lizacion-a-mutata-1996/
24. Gloria Isabel Cuartas fue alcaldesa de Apartadó entre 1995 y 1997 y reconocida mundial-
mente por la Unesco a raíz de su lucha en favor de la paz y los derechos humanos. De forma-
ción, es trabajadora social y geógrafa. Para ampliar la información ver http://delaurbe.udea.
edu.co/2016/08/30/no-habra-paz-sin-el-derecho-a-transformar-el-espacio-y-el-poder-en-
la-region-gloria-cuartas/
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 89

Desde 1995 hasta hoy (TIT. 2)

“Desde ahí empezó mi militancia, mi activismo en la Ruta Pacífica de las


Mujeres. Su accionar político más fuerte era la movilización. Movilizarnos por
las diferentes zonas del país donde el conflicto armado se había posicionado de
unas comunidades y a esas comunidades les era difícil visibilizar lo que estaba
pasando. Así, el actuar de la ruta pacífica se constituyó en un movimiento fe-
minista, pacifista y antimilitarista. Empezamos a hablar de la desmilitarización
de la vida civil, de la erradicación manual de la coca, de que el cuerpo de las
mujeres no es botín de guerra, de ni un peso ni un paso para la guerra. A hablar
de mucha simbología, de muchas acciones de paz desde los territorios y especí-
ficamente desde las mujeres. Es decir, cómo queremos las mujeres caminarnos
la paz y empezamos desde ahí, desde ese momento hace 21 años, de cómo esta
guerra había que pararla de alguna manera; que no era con más guerra, con más
armas ni con más violencias, sino sentarnos a negociar en una mesa de diálogos,
hablar de qué paz queremos las mujeres.

Figura 10.
Afiche conmemorativo

Fuente: Ruta Pacífica de las Mujeres, Valle.


90 Escuela Trenzando Poderes y Saberes. Acompañamiento a población víctima con perspectiva de género.

La ruta pacífica surge, entonces, tal como lo describe Gloria, como un movi-
miento nacional de las mujeres para posicionar otra voz frente al conflicto armado
colombiano. La ruta si bien se crea a partir del hito que marcó la movilización a
Mutatá, deriva luego en ocho regionales (o rutas), a saber: Antioquia, Bolívar,
Cauca, Chocó, Putumayo, Risaralda, Santander y Valle del Cauca.

“Y Desde ese momento hasta la actualidad sigo en este activismo. Llevo 21


años en la Ruta Pacífica de las Mujeres, Valle del cauca, donde he tenido la
oportunidad de crecer, de hablar de feminismo, de reconocerme como mujer,
como sujeto político, y hablar de otras perspectivas con las mujeres sobre la paz
que queremos, sobre la defensa del territorio y de nuestro cuerpo como primer
territorio de paz. También, de la defensa de nuestros derechos como mujeres,
pactantes y no pactadas, en una nueva arquitectura para la paz. Desde ese
escenario sigo, sigo aquí, en la Ruta Pacífica Valle del Cauca, a través de la
escuela Trenzando Poderes y Saberes y de los conversatorios que hacemos todos
los martes. Siempre llega un tema nuevo, pero en el contexto siempre se da cómo
va caminando la paz, cómo va caminando la solución negociada del conflicto
armado interno en este país, todo desde la mirada de las mujeres, desde nuestros
aprendizajes, desde lo que somos y lo que sabemos, de lo que podemos incidir
en otras mujeres y en otras poblaciones, en las instituciones, en la academia;
cómo podemos incidir para que realmente la voz de las mujeres sea escuchada,
porque también tenemos otro lema: sin la voz de las mujeres la verdad no está
completa. Con ese lema logramos articular una pequeña comisión de la verdad
de la que también hago parte como documentadora por haber escuchado las
voces de tantas mujeres, voces que no habían sido escuchadas, y además escribir
sobre sus vidas, sobre su resiliencia, sobre su forma de reunirse con otras para
salir adelante. Así que yo hago parte de esas tantas mujeres que han vivido la
guerra y han estado en medio del conflicto armado de este país. Pero ante todo,
mujer con incidencia política; un feminismo para apoyar unas acciones políticas
con otras mujeres, con otros actores y en diferentes comunidades.

La ruta pacífica es, entonces,

(…) un movimiento feminista, pacifista, antimilitarista y no violento, que


trabaja por la tramitación negociada del conflicto armado en Colombia, por
la visibilización de los efectos de la guerra en la vida de las mujeres y por la
exigibilidad de los derechos a la verdad, la justicia, la reparación y la recons-
trucción de la memoria histórica individual y colectiva para la no repetición
(Ruta Pacífica de las Mujeres, página institucional).
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 91

Ruta Pacífica de las Mujeres, Valle del cauca


La coordinación de la Ruta Pacífica Valle del Cauca ha estado a cargo de Ma-
ría Teresa Arizabaleta y un equipo base de mujeres voluntarias que acompañan
este proceso. Esta agrupación se ha ido fortaleciendo con la participación de
lideresas comunitarias y también de estudiantes universitarias que se vinculan
para hacer sus pasantías.

En las actividades de la ruta participan mujeres de cerca de veinte municipios


del departamento y también mujeres de veinticinco organizaciones que acom-
pañan permanentemente (tomado de la página institucional de la Ruta Pacífica
de las Mujeres).

Figura 11.
Sede de la Ruta Pacífica de las Mujeres, seccional Valle.

Fuente: ruta pacífica, Valle.

Como líneas de acción y de acuerdo con su página institucional se encuentran,


entre otras, las siguientes:
Líneas de acción
– Incidencia social y política, educación y formación política, fortalecimiento
organizativo, movilización social y política e investigación y comunicaciones,
para lo cual la ruta Valle del Cauca ha consolidado su escuela itinerante
92 Escuela Trenzando Poderes y Saberes. Acompañamiento a población víctima con perspectiva de género.

Trenzando Saberes y Poderes con el fin de hacer presencia permanente a


través de su conversatorio semanal de los días martes, analizar la coyuntura y
los contextos internacional, nacional y municipal y un cine foro mensual y de
posicionamiento en asuntos como la resolución de conflictos, la prevención
de la violencia contra las mujeres y las niñas, la defensa de los derechos y la
construcción de la paz.
– Participación en instancias municipales y departamentales como consejos de
paz, mesas de mujeres, comités territoriales, comité de derechos humanos,
consejos de seguridad, subcomités de prevención y protección, etc.
– Ente consultivo para los medios de comunicación que nos consultan para
el desarrollo de una noticia y generamos opinión informada a través del
programa de televisión Mujeres Rompiendo el Silencio, en el Canal 2.
– Alianza permanente con universidades para pasantías y prácticas investiga-
tivas.
– Movilización a través del plantón Mujeres de Negro.
– Movilización por todo el departamento para acompañar las reivindicaciones,
exponer alertas tempranas por los derechos y su goce efectivo para hombres,
mujeres y niños.

Figura 12
Convocatoria publicada en la sede de la Ruta Pacífica, seccional Valle.
Mayo de 2018.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 93

Escuela Trenzando Poderes y Saberes. La experiencia


de los conversatorios
Figura 13
Conversatorios sede Ruta Pacífica

Imagen proporcionada por estudiantes de Psicología Laura Rosero Gómez, Nayra Cabeza,
Valentina Martínez, Tatiana Escobar. Laura Camila Cárdenas, en el marco del trabajo de curso
Práctica Investigativa II. Psicología Social Comunitaria. Facultad de Psicología, Universidad de San
Buenaventura Cali

La experiencia que se quiere profundizar en este capítulo es acerca del


conversatorio de la escuela de formación política Trenzando saberes y Poderes,
conversatorio que se lleva a cabo todos los martes desde hace más de 17 años,
con entrada libre a partir de las dos de la tarde en la sede de la seccional Valle.
A continuación, con las voces de Gloria Emilse y otras mujeres participantes se
mostrará cómo se creó esta iniciativa y lo que ha significado para las mujeres que
en ella participan en términos de su empoderamiento sociopolítico.

El contexto es el pretexto o el hilo conductor de los conversatorios


“El conversatorio se ha convertido en nuestro mayor accionar político porque
todos los martes, incluso en el mes de diciembre, de dos a cinco de la tarde nos
encontramos en un mismo lugar. Nuestro objetivo es trenzar saberes y poderes
con muchas mujeres de los diferentes territorios, no solamente de Cali, sino
también del Valle del Cauca, del área urbana de Cali y sus corregimientos.
94 Escuela Trenzando Poderes y Saberes. Acompañamiento a población víctima con perspectiva de género.

Cada conversatorio tiene un tema específico, pero el punto de partida es que


el contexto es el pretexto para sentarnos a hablar. Empezamos por el contexto
internacional, qué ha pasado a nivel internacional que nos afecta a las mujeres
en Colombia y a todos los colombianos; qué ha pasado a nivel nacional, qué ha
pasado a nivel regional y qué ha pasado a nivel local. Así mismo, vamos hacia
nuestros territorios. Así, en el marco de ese conversatorio se desarrolla diferentes
momentos que incluyen la comida y el compartir. Alrededor de la comida tejemos
esos saberes. Entonces, lo que queremos es sistematizar eso que hemos venido
haciendo hace más de diecisiete años (mujer participante).

¿Cómo nacen los conversatorios?


María Teresa Arizabaleta de García, coordinadora del Valle del Cauca desde
sus inicios, recoge la iniciativa de muchas mujeres de fundar una escuela propia y
sin pensarlo mucho decidió crear un espacio de encuentro todos los martes para
hablar de lo que estaba pasando con las mujeres en todo el país y especialmente
en los territorios.

La propuesta de reunirse a conversar fue novedosa, cargada de simbolismos y


movilización social, con una pedagogía que recuperara las voces de los territorios.
Ello ha sido lo que en gran medida –según las coordinadoras– ha sostenido el
proceso.

Los conversatorios se planean semanalmente en una reunión del equipo base de


la ruta, para quienes preparar no significa programar o agendar cada detalle, sino
escenificar el contexto de cada semana, como lo refieren las mismas protagonistas:

“En la mañana hacemos una reunión de las personas que puedan ir en la


mañana a preparar lo que vamos a trabajar en la tarde. Pero no es preparar
en el sentido de que el tema va a ser este o aquel, sino a preparar en el sentido
de quiénes vamos a estar dispuestas a recibir a las mujeres y qué temas del
contexto podemos tratar, porque cuando hablamos del contexto la gente llega
hablando de todo; hablan del huracán, de la avalancha, de todo lo que ha
pasado y eso es importante porque a mucha gente le da pereza ver las noticias
o las ve de una manera diferente, entonces nosotras los aterrizamos a lo que
queremos, que es cómo contextualizar a las mujeres en esa parte del territorio
de paz, en el marco de todo lo que se ve. Por ejemplo, en las violencias contra
las mujeres, en los feminicidios, en la cuestión económica, en muchos temas.
Por eso la llamamos escuela. Por ejemplo, si llega una mujer y dice “yo quiero
que hablemos de tantos feminicidios, qué está pasando, qué podemos hacer”.
Entonces, por ahí se va el conversatorio. Otro tema muy importante que se
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 95

trabaja en el conversatorio es la comunicación. Es muy importante porque cada


vez que llega una persona nueva se presenta y cuenta qué la llevó a la ruta. Los
hombres también van al conversatorio, les damos también igual la bienvenida,
la acogida. Nos interesa saber qué le dijeron, cuál es su interés, por qué llegó.
Siempre llegan expresando que les dijeron que aquí podían aprender, que aquí
hablan de temas muy interesantes, que aquí no hay restricciones para venir, que
si somos de tal organización o no. Esto es abierto y la gente llega con mucha
confianza (mujer participante).

¿Cómo se tejen esos saberes en la escuela? ¿Cómo se van trenzando?

Veíamos en el relato anterior el lugar de la confianza como base de la comu-


nicación; confianza en poder sentir la acogida y la posibilidad de expresión de
las diversidades.

“La gente llega , Iniciamos a las 2.30 p. m. La gente llega, se sienta y escucha
y a a la hora de presentarse se preguntan si a esto era que querían venir o esto
es lo que yo quería hacer. Hemos tenido una experiencia muy interesante con
las mujeres de las juntas de acción comunal, las edilesas,25 porque aquí en
Cali hay 160 edilesas de las 21 comunas y los 15 corregimientos del Valle del
Cauca (mujer participante).

¿De qué se habla en los conversatorios

En los conversatorios la estrategia “el contexto es el pretexto”, invita a una


conversación acerca de la vida cotidiana. Principian con el contexto internacional
por medio de preguntas provocadoras como “¿qué han escuchado de noticias
internacionales esta semana?”. Pasan luego por el contexto nacional, el regional
y el local (comunas y barrios). El ejercicio puede iniciar con un rumor, con “algo
que se escuchó”, que se va decantando desde una perspectiva crítica que a su vez
vincule la noticia. Es una comunicación compartida con la plataforma de lucha
de las mujeres. Cada semana esta dinámica cobra vida y sentido a partir de lo que
las participantes lleven al conversatorio. El ejercicio se puede sostener gracias
a ese diálogo en el cual hay puntos de vista distintos. No se busca el consenso
sino formar opinión crítica, informada, que pueda argumentar y debatir acerca
de los temas de la realidad social con enfoque de género.

25. En Colombia, los ediles y las edilesas son las personas que forman parte de las juntas de
acción comunal como representación ciudadana para acompañar, a través de la veeduría,
la gestión de los consejos municipales y las alcaldías.
96 Escuela Trenzando Poderes y Saberes. Acompañamiento a población víctima con perspectiva de género.

De esta manera, cada espacio es, sin duda, una oportunidad para tener en
cuenta la posición del otro. En los conversatorios los temas de importancia son
ligados a asuntos de actualidad. Ejemplo de esto fue el conversatorio con el tema
de la paz. Se divirtieron, aprendieron, compartieron y se retroalimentaron. Fue
una terapia. Estos espacios no son solo para hablar de cuestiones sociales; también
es oportuno para “aliviar dolores del espíritu”.

La escuela logra que cada actividad tenga un objetivo que trascienda la vida
de las participantes. Este busca dejar una lección que se interiorice en cada una
con la ayuda de actividades simbólicas que respondan al tema del conversatorio.
Es en él que las intervenciones de las mujeres acerca de su desarrollo revelan
el conocimiento de su contexto. María Teresa Arizabaleta de García reflexiona
que el poder radica en el conversatorio “para saber dónde estamos paradas”. Sin
duda, la participación política es elemental para el diario vivir.

Ahora bien, la participación se teje en el saber que se visibiliza en este espa-


cio y en él se arraiga el empoderamiento y el conocimiento de muchos temas.
Adentrarse en el feminismo ser miembro activo de esta escuela, brinda a sus
miembros y a la sociedad en general un acercamiento a la realidad actual. Las
participantes reflexionan: “Me gustaría llegar a adulta mayor con la sabiduría
y el empoderamiento que tienen ellas como mujeres, tanto político como en la
perspectiva de género”. En este punto, se debe ser consciente, como lo propone
Botello (2017), de que “(…) el verdadero empoderamiento consiste en brindar
al individuo las capacidades para su realización personal a través de la libertad,
dignidad y oportunidad. Es necesario apoyarse en políticas, instituciones y mo-
dalidades de cooperación internacional para impulsar estos fenómenos” (p. 68).

¿Cómo contribuyen los conversatorios

De acuerdo con las intervenciones de las mujeres que participan en los con-
versatorios y según la relatoría de uno de ellos, se puede destacar que

“(…) el contexto nos sirve para conocer nuestra situación actual en Colombia
y el mundo y, como dijo María Teresa, para saber dónde estamos paradas y
así participar desde nuestro círculo como agentes de paz y cambio, ya que la
participación política es esencial para el entorno en el que vivimos” (relatoría
conversatorio, 20 de febrero de 2018).

Las voces de las participantes en los conversatorios cada vez van tomando mayor
fuerza y contribuyen al crecimiento de la construcción feminista. Se entiende
asimismo, que el movimiento social busca el reconocimiento de las capacidades
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 97

y los derechos de la mujer. De esta manera, ser reconocidas y reconocerse a sí


mismas como sujetos políticos permitirá una mirada más amplia de las prácticas
dadas en el espacio de la escuela para lograr su empoderamiento.

Es relevante mencionar que el sujeto político es una característica presente


en la cotidianidad de cada miembro de la sociedad, sin importar las condiciones
en las que se ve involucrado. Lo que marca la diferencia es la manera como
esto se vive y como se utiliza; es decir, su participación. Se debe tener en cuen-
ta que la significación de sujetos políticos está mediada por una construcción
social representada por el lenguaje, en cuanto se refiere a una realidad social
en la que se distinguen diversas perspectivas basadas en su propia experiencia.
Esta emergencia del sujeto está moderada por los significados socioculturales
construidos por quienes son juez y parte de tales sucesos. La realidad social es
simbólica (Arias, González y Hernández, 2009). Adicionalmente, la política se
convierte en un punto de partida que contribuye en estas prácticas de la Ruta
Pacífica de Mujeres y es necesario verla como un concepto que implica la ne-
cesidad de comprender la subjetividad de cada una, lo que lleva a concluir que
la convivencia humana es inherente al conflicto. Sin embargo, este no siempre
es violento, sino que conlleva diversas naturalezas y por ende, el sujeto político
se construye y se destituye, puesto que “(…) es en la vida en comunidad donde
se elaboran, de forma intersubjetiva, significados acerca del mundo; es decir, el
mundo social es una construcción con base en significados que se crean o pro-
vienen de las relaciones” (Arias, González y Hernández, 2009, p. 642).

Con base en el discurso elaborado por medio de esa construcción social que
es el lenguaje, las mujeres obtienen la posibilidad de instituir una constitución
política, en la cual el problema principal radica en la poca cantidad de reflexiones
frente a la participación en el ámbito de las políticas públicas. Así lo afirman
Arias, González y Hernández (2009):

El sujeto político mujer, por tanto, sería aquella que se constituye a partir del
reconocimiento y toma de conciencia de que las condiciones de desigualdad y
discriminación no son inherentes a la condición humana, que son injustas y
evitables, y que es posible actuar con el propósito de impedir su continuidad:
confronta, entonces, las relaciones de poder entre los géneros (p. 243).

La vivencia subjetiva del feminismo hace un llamado al ser y al estar en el


mundo. Cada una de las participantes hace, desde su historia de vida, una
contribución a este espacio, no solo por su conocimiento respecto a temas de
interés, sino también por su capacidad de transformación, como lo ellas mismas
lo expresan:
98 Escuela Trenzando Poderes y Saberes. Acompañamiento a población víctima con perspectiva de género.

“Cuando llegué aquí a Cali encontré este espacio. Tenía 42 años y durante
muchos años yo estaba buscando espacios como este. Eso fue lo que me hizo
llegar a la ruta. Todas esas inconformidades del sistema, pero también esas
situaciones del patriarcado, del machismo, porque yo soy una mujer que nació
entre muchos hombres. Tengo muchos hermanos, muchos tíos, muchos papás,
unos militares, y yo, desde por ahí escondidita en una puerta, veía que ellos
hablaban de política, que hablaban de una cosa y de la otra. Pero yo en la
calle, en el colegio, hacía otras cosas. Me iba para las manifestaciones, para las
huelgas y en mi casa nadie se enteraba. Entonces hay mujeres que muy a tiempo
encuentran esos caminos, pero hay otras como yo que nos llegó tardecito, pero
nos llegó bien (voz de mujer participante de los conversatorios).26

El feminismo, que ha abordado aspectos lingüísticos, filosóficos e históricos,


expresa que la cultura se crea, se recrea y almacena. Es ahí donde se guardarán
los códigos particulares que ayudan a la significación de lo vivido en lo presente
(Di Liscia, 2007) y contribuyen a la construcción de memorias y de emergencias
de sus identidades. Concluye así, la autora:

(…) rescatar la memoria es incorporar a quienes no fueron reconocidas (ni


siquiera por ellas mismas), pero también señalamos que es una tarea de recon-
quista, puesto que las historias “instituidas” pueden cobrar diferentes significados
e instaurar valor a quienes han estado ignoradas. Las memorias son espacios
de lucha política, en los que cada generación crea y recrea, se reconoce en un
“nosotras”, en la inauguración de genealogías femeninas y feministas. En estos
espacios de lucha, los trabajos de la memoria se tornan en empoderamiento
para las mujeres (p. 162).

Es de relevancia comprender que las mujeres que convergen en el conversatorio


han hecho una reflexión sobre el lugar de la mujer en la sociedad y este espacio
en la escuela les permite seguir cuestionando la sociedad y el contexto en el que
viven. No obstante, no solo es en esto que contribuyen los conversatorios. Ellos
trascienden al valor cultural que las mujeres han obtenido, pues durante años
el patriarcado y el machismo han sido los principales agentes en la historia de la
desigualdad de género. Así, lo expresan:

“Pues yo considero que lo que a mí me aporta la ruta se lo aporta a todas las


mujeres. Otra cosa es cómo llega toda esta información al corazón y cómo llega
a la mente, a la piel, a las vísceras, porque esto tiene que llegar muy adentro
para nosotras poder emprender esa tarea y aportar a la ciudad. Eso ya son dos

26. Entrevista semiestructurada, marzo 7 de 2018.


Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 99

cosas diferentes. Yo asumo que todo ese mensaje les ha llegado a las mujeres de
verdad, a las entrañas. Con tanta información que nos dan no pude ser que no
hagamos nada en nuestro territorio o no le aportemos nada a la ciudad o al país.
Entonces, hay todavía muchísimas mujeres que tienen información muy valiosa
pero a las que no les ha quitado el miedo. Reciben información, pero ellas no
se mueven mucho por miedo a esto, por miedo a lo otro, por miedo al sistema;
que la policía aquí, que el alcaldito allá, que el doctorcito… Entonces todas
esas cosas todavía oprimen. No hay libertad aquí (voz de mujer participante
de los conversatorios).27

Con esta voz surge la idea de que el factor de empoderamiento femenino está
intrínseco no solo en cada una de las experiencias subjetivas de las participantes
sino también en el desarrollo de la ruta y es una contribución para cada una de
ellas. Es importante tener en cuenta que Singer et al. (2002) hacen referencia a
que el proceso de empoderamiento debe permitir a las participantes una experien-
cia que trascienda en un desarrollo positivo de su autoconcepto, en términos de
competencia, madurez emocional, confianza en sí misma, persistencia, empatía
y coraje. Por otro lado, desde la perspectiva de Montero (2003), se define que
el término empoderamiento –o, mejor, fortalecimiento– se entiende como un
proceso mediante el cual los miembros de la comunidad desarrollan, en conjun-
to, capacidades y recursos para situar su situación de vida, en vía de actuar de
manera comprometida, consciente y crítica para lograr una transformación de
su entorno, según sus necesidades y aspiraciones y transformándose a sí mismos.

Desde este enfoque, la ruta asume –como lo expresa el equipo de coordinadoras


Ruta Valle8, que el respeto entre los sujetos –mujeres y hombres– es el límite
que preserva la vida, la integridad y la dignidad del otro y permite construir
actos cotidianos y propuestas creativas que se oponen a la guerra y a todo tipo
de violencia. Adicionalmente, se considera que la ruta hace que los sujetos
se empoderen de las situaciones de su vida misma, como lo afirma Montero
(2003). Aunque otras definiciones del término empoderamiento se distinguen
por señalar la fuente del proceso de cambio y así aparecen nuevas características
importantes para el desarrollo del concepto en la práctica: la participación, el
control, el fortalecimiento de capacidades, la identidad social, la politización y
la concienciación y el compromiso de los participantes. Ahora bien, el empode-
ramiento es un punto de interés para diversos debates. A partir de esto surge un
perspectiva de no solo mirar el concepto como uno más presente en el ámbito
individual o colectivo, sino también en forma dialógica, puesto que busca una
autonomía de las condiciones sociales de cierto grupo, pero se sostiene en que

27. Entrevista semiestructurada, marzo 7 de 2018.


100 Escuela Trenzando Poderes y Saberes. Acompañamiento a población víctima con perspectiva de género.

solo existe empoderamiento si hay trasformación personal (Carvalho 2004, Freire


y Shor 2011; León 2001).

A modo de autoevaluación, ¿qué necesitan para continuar fortaleciéndose? DA


partir del deseo de ampliar los horizontes y el alcance de esta escuela (Tejiendo
Saberes) se recolectan las opiniones de las participantes.

La ruta pacífica debe abrirse un poco más hacia el trabajo en las comunas, en
los territorios, en los corregimientos, porque una cosa es que las mujeres vengan
acá con toda su situación y todas sus dificultades y lo otro es que nosotras nos
podamos ir a un territorio donde puede haber mucha más cobertura y podamos
dejar un mensaje con mucha más cobertura. Eso es lo que es lo queremos (voz
de mujer participante del equipo coordinador ruta Valle del Cauca).

La oportunidad de vivenciar estos grandes espacios puede darse desde la mis-


ma comunidad que siente interés en asistir a ellos. Llevar a esas comunidades la
escuela Tejiendo Saberes, abarca cada uno de los contextos en los que la mujeres
se ve involucradas. Brinda el empoderamiento desde su reconocimiento en la
comunidad.

“Necesitamos fortalecer el seguimiento de las mujeres que en alguna oportunidad


han participado en alguno de nuestros procesos y poder identificar por qué no
han regresado y además integrarlas desde sus territorios.

“Creo que debemos estructurar mejor el conversatorio para que haya como un
patrón de cómo se establece cada momento y que esos insumos también nos sirvan
a nosotras con más fuerza y haya más claridad en lo que sale de cada proceso
(voz de mujer participante del equipo coordinador ruta Valle del Cauca).
101

CAPÍTULO VII

Reconocer al otro y la otra como


experiencia sanadora y herramienta política
de empoderamiento
Juan David Macuace Torres28 y Eduardo Moncayo Quevedo29
Agradecimientos
A Sami y Johana, por ser madres políticas, mujeres soñadoras,
revolucionarias del amor, ejemplos de resistencia y de lucha.
Al equipo de trabajo de Somos Identidad y a los integrantes de
los círculos de formación, por su tiempo y sus ganas de cambiar las cosas.
A las profes Patricia y Ana Lucía, por creer en este trabajo más
de lo que incluso nosotros lo hacíamos. Por ser amorosas y pacientes
en todos los aspectos y sobre todo en su valiosa enseñanza.
A mis ancestros por guiarme siempre.

Juan David Macuace (Macu)

28. Estudiante de historia y geografía de la Universidad del Valle. Activista por los derechos
de las personas con diversidad sexual y de género y militante del movimiento antirracista.
Miembro activo de la fundación Somos Identidad.
29. Doctor en Educación de la Universidad de Brasilia. Magister en Sociología de la Universi-
dad del Valle. Psicólogo de la Universidad Cooperativa de Colombia. Profesor-Investigador
de tiempo completo de la Facultad de Psicología, Universidad Antonio Nariño. Profesor
invitado al Programa de Doctorado en Psicología de la Universidad de San Buenaventura,
Cali. Miembro del grupo de investigación GRIPSI de la UAN. correo: jomoncayo@uan.
edu.co.
102 Reconocer al otro y la otra como experiencia sanadora y herramienta política de empoderamiento

Figura 14.
Integrantes del círculo de formación y del grupo de trabajo.

Fuente: Somos Identidad.

En el marco del diplomado Pensamiento de Frontera en Convivencia e Inter-


culturalidad. Voces del Territorio, dictado entre mediados de 2017 y principios
del 2018 en la Universidad de San Buenaventura Cali, nace la propuesta para
llevar a cabo una sistematización de experiencias de la fundación Somos Iden-
tidad, de Cali, Colombia, organización de base que lucha por las diversidades
sociales y sexuales de las comunidades negras, afrocolombianas, palenqueras y
raizales. Esta sistematización se construye a partir de los tres ejes de trabajo de
la fundación: identidad étnico-racial, género y diversidad sexual. Este trabajo
tiene como objetivo realzar las voces de los jóvenes negros pertenecientes a la
fundación, por medio del análisis de experiencias vividas por ellos en sus procesos
personales y políticos de empoderamiento, usando como estrategia los círculos
de formación que promueve la fundación. Para finalizar, se muestra cómo este
proceso de escritura y de entretejer saberes por medio de las palabras, nos aporta
grandes reflexiones pedagógicas para el reconocimiento de los otros y las otras
a partir del cuestionamiento de la realidad racial, las relaciones de género y las
dinámicas de las diversidades sexuales en las comunidades negras.

Prólogo a la diversidad desde los no lugares


Somos Identidad es una fundación con sede principal en Santiago de Cali en
la Universidad del Valle. Nace en el año 2009 y se consolida en el 2010. Tiene
como objetivo luchar por las diversidades sociales y sexuales de las comunidades
negras, afrocolombianas, palenqueras y raizales. La principal labor de la fundación
es ayudar a la población negra en general, a acceder a la educación superior en
el país, para lo cual se desarrollan asesorías y procesos de acompañamiento para
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 103

reforzar sus capacidades y generar herramientas para que los jóvenes afro ten-
gan las competencias que exige la educación superior y en ese mismo sentido,
ser dignos representantes de sus familias, pero también de sus territorios y sus
comunidades.

En la fundación somos conscientes de las políticas de exclusión histórico-


estructurales, producto del abandono político estatal al que son sometidas las
comunidades marginadas, que en el contexto colombiano son en su mayoría po-
blación negra. Es, precisamente, ese abandono estatal el culpable de instituciones
de salud y educación débiles en los contextos de marginación, pero también, en la
fundación y en otros grupos que trabajan el problema étnico/racial, creemos que
hay un racismo estructural30 que configura imaginarios culturales negativos sobre
nuestra población, que producen y reproducen la estigmatización en nuestros
pueblos. Esto, en conjunto con el abandono estatal y la falta de reconocimiento
de los aportes de la diáspora africana en nuestro país, son los elementos que
generan barreras para el acceso a oportunidades que nos permitirían salir de
nuestras condiciones de pobreza –o empobrecimiento– y extrema pobreza. Esa
es la principal razón que nos llama a Somos Identidad y a otros movimientos
negros a ejercer acciones de resistencia; en este caso, en el ámbito educativo.

30. Por la falta de teorización de las prácticas racistas el racismo suele reducirse a simplemente
hechos generalmente aislados en momentos excepcionales. Por ello, cuando hablamos de
racismo estructural, hacemos alusión a que el racismo es una dinámica social histórica,
política y cultural arraigada en todas las estructuras de la sociedad, por lo que en contextos
latinoamericanos el racismo tiene impactos en distintas formas en la vida de las personas no
blancas. Por ello, un segmento esencial de la lucha contra el racismo parte del entendimien-
to de todas sus formas de reproducción. Frente al reconocimiento de las distintas formas
de racismo y discriminación, Mosquera (2007) comenta: “Es en la construcción social de
la diferencia racial del ser negro donde debemos buscar las razones del racismo estructural,
social y cotidiano y de todas las discriminaciones asociadas. Sin el reconocimiento de todo
esto será imposible transmutar la huella genealógica que la trata negrera y la institución de
la esclavitud nos dejaron” (p. 138). En ese sentido, el racismo estructural es una categoría
de análisis de las formas más simbólicas y naturalizadas del racismo.
104 Reconocer al otro y la otra como experiencia sanadora y herramienta política de empoderamiento

Figura 15.
Johana Caicedo Sinisterra, representante legal y fundadora de Somos Identidad

Fuente: Somos Identidad

Sin embargo, aunque facilitar el acceso a la educación superior para las co-
munidades negras es un acto de resistencia importante, nuestra labor no solo
se limita en poner en los salones de las universidades a personas negras, puesto
que si bien tener la oportunidad de estudiar es fundamental para una inclusión
verdadera en nuestra sociedad, aún se siguen observando y vivenciando acciones
de estigmatización, racismo y exclusión en las aulas de clase de las universidades,
en la academia, en el mundo laboral y en la vida social en general. Por ello, es
importante generar conciencia sobre las opresiones que atraviesan nuestros
cuerpos, nuestra cultura y nuestros territorios negros.

Lo que diferencia a Somos Identidad de otros grupos o movimientos étnico-


raciales radica en que la experiencia de múltiples opresiones sufridas por quie-
nes fundaron el proceso y por quienes forman parte del equipo, alimentaron la
capacidad de empatía y la sensibilidad por las personas que sufren opresiones y
discriminación. Dicho de otro modo, la constante discriminación que recibimos
incluso por nosotros mismos, hizo posible transformar ese miedo para resignificarlo
en lo que el que el sistema nos negó, a saber, la comprensión de las realidades,
vivencias y dolencias de los otros y de nuestros homólogos. En ese sentido, la
fundación Somos Identidad tiene su origen principalmente en las experiencias
de racismo, machismo y lesbofobia vividas por la lideresa Johana Caicedo Si-
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 105

nisterra, mujer negra y lesbiana, quien al no ser aceptada en los movimientos


antirraciales por su orientación sexual decide comenzar con este proceso, el cual
le permitió no solo conocer en primera persona el sistema de exclusión racial,
sino también la violencia de género y el rechazo a las diversidades sexuales y
entender, después de muchas reflexiones emergentes en momentos de tristeza,
estos sistemas como uno solo, puesto que la opresión, como lo plantea Mara
Viveros (2016) es interseccional31 y no puede entenderse fragmentada (aunque
se estudie por separado para facilitar su comprensión), sino que deben tenerse
en cuenta todos los elementos y espectros que configuran un sistema jerárquico
de opresión múltiple que se materializa, en este caso, en los cuerpos de personas
negras y diversas.32 Estas experiencias le hicieron caer en cuenta a Johana de su
lugar dentro de la otredad. El no lugar, el lugar dentro de los que no tienen lugar.

En torno a las reflexiones de su otredad, Johana Caicedo pensó en los círculos


de formación, una herramienta pedagógica de la fundación para brindar espacios
en los que los integrantes desarrollen procesos de empoderamiento político y
personal, en cuanto a las realidades de género y la diversidad sexual racializadas.

En Somos Identidad, los círculos de formación tienen una dinámica simple.


Construidos a partir de la oralidad, la colectividad y lo popular, constituyen un
espacio donde se busca compartir experiencias en torno a un tema referente a los
ejes de trabajo. Se comparten momentos, opiniones y saberes relacionados con
la realidad que como personas negras vivimos, para así por medio de la reflexión
sobre experiencias de vida que en algún momento nos han atravesado y de los
lazos que entretejemos constantemente, diseñar estrategias de fortalecimiento
de nuestras múltiples identidades negras, haciendo alusión a las relaciones pa-
rentales grupales propias de las poblaciones del Pacífico de las cuales migramos.
La dinámica de los círculos de formación consiste en elegir un asunto de interés
que luego se discute en colectividad. Es dirigido por una o más personas y entre
todos los participantes se llega a unas conclusiones construidas con base en las
reflexiones que surjan.

31. La interseccionalidad es una categoría trabajada en las epistemologías crítico-analiticas y


de ellas se toman las teorías de autoras latinoamericanas como Mara Viveros. Los estudios
interseccionales tienen como fin de analizar todos los sistemas de opresión como uno solo.
Usualmente, estos estudios intentan comprender las imbricadas relaciones de género, las di-
versidades sexuales, la etnia/raza y la clase social. Sin embargo, hay muchos más elementos
que configura la matriz colonial de opresión.
32. Ser una persona negra y diversa dentro de los estudios interseccionales, es solo una de
las múltiples identidades subordinadas producto de los sistemas de opresión. Con esto se
pretende aclarar que lo interseccional no llega hasta el estudio de estos cuerpos, ni que la
diversidad sexual o de género y la etnia-raza sean los únicos elementos que componen las
categorías interseccionales.
106 Reconocer al otro y la otra como experiencia sanadora y herramienta política de empoderamiento

Figura 16.
Círculo de formación sobre masculinidades negras. Octubre de 2016.

Fuente: Somos Identidad

Cómo surgen las identidades políticas


La experiencia de círculos de formación nace con una de las fundadoras
principales, Johana Caicedo, mujer negra, migrante, lesbiana y en ese entonces
estudiante del programa de Filosofía de la Universidad del Valle. Su reconoci-
miento como mujer negra y lesbiana trajo consigo una serie de situaciones que
si bien en su momento no fueron positivas, sí se constituyeron en experiencias
que le permitieron pensar la diversidad, el ser mujer y sus lugares en las luchas
políticas de los movimientos afro y feministas dentro de la universidad. Es en el
2008 cuando se le informa su expulsión de una organización afro de la univer-
sidad a la que pertenecía, por razones ligadas a su orientación sexual. Es decir,
por ser lesbiana. Es en ese momento cuando comienza a pensar en un espacio
concebido en un primer momento para mujeres negras lesbianas. Frente a esto,
Johana recuerda que fue el acto de “salir del closet” lo que la impulsó a crear
Somos Identidad para hacer resistencia frente a actos discriminatorios.

Era la representante al concejo académico de la universidad y pertenecía a


Cadhubev. 33 Comencé a tener roces con el grupo luego de asumir mi sexualidad,
porque cuando salí del closet lo hice en un auditorio en un evento estudiantil

33. Cadhubev es el primer grupo afro del que Johana fue miembro en la universidad. Este grupo
se centra en temas políticos concernientes las comunidades negras y en la actualidad aún
existe.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 107

afro en Bogotá y asumí mi postura cuando en el evento se dieron comentarios


homofóbicos y manifesté mi desacuerdo. Es desde ahí cuando empiezan ciertas
rupturas en el grupo a partir de calumnias como que yo dañaba a las otras niñas
del grupo. Todo esto se dio en el 2008. ¿Que hice en ese momento? Empecé
a buscar personas quienes en un primer momento solo eran mujeres negras
lesbianas. Pude reunir un grupo de más o menos diez mujeres que en ese mo-
mento no podían darme mucho apoyo. Sin embargo, creé Somos Identidad en el
2009 y se consolidó en el 2010. En ese momento comencé a cuestionarme si un
grupo de solo mujeres negras y lesbianas era excluyente. Por eso, en un segundo
momento, para el año 2010, Somos Identidad comenzó a pensarse como un
grupo para personas negras diversas. Yo en ese momento solo tenía claro que el
grupo tenía que tener en la mira en la diversidad sexual. Después entra al grupo
Christian (otro de los fundadores) quien no es una persona diversa, pero que
empatizaba con esta realidad y con él entraron otras personas heterosexuales.
En ese momento dije, “¡ay, no! Abramos esto, pero lo único que siempre debe
permanecer en el grupo es que estén la línea de la diversidad sexual o LGBT;
la línea de género, con el fin de entender la lectura de otra mujer negra y la
línea étnico/racial (entrevista a Johana Caicedo, el 18 de enero del 2018).

Es en este momento cuando Somos Identidad comienza a surgir como un


grupo político que no solo se pensaba a los sujetos negros como cuerpos que solo
encarnan una identidad, pues al ser atravesados por otras identidades margina-
das, la realidad se configura distinta, dada la intersección constante entre las
identidades de opresión que se podían vivir. No obstante, este acto de salir del
closet dentro de las comunidades negras supone una serie de rechazos a ciertos
espacios políticos. Para otros grupos afro de la universidad, el tema de género y
en especial el de diversidad sexual, no eran coherentes desde el enfoque racial,
según como ellos lo concebían. Entonces, cómo pensar la diversidad y la etnia
como una sola identidad en un contexto de marginación propiciado en parte
por otros grupos (también subalternizados), fue sin duda uno de los mayores
retos de la fundación en sus comienzos. Consolidar un grupo que a la vista de
muchos otros y de la sociedad misma era casi que una aberración, fue y es una
de las tareas más difíciles. Fueron esos acontecimientos los que permitieron a la
fundación dar sus primeros pasos para no solo encontrar un lugar, sino también
para dar pie a discusiones que aún hoy en día generan controversia, como es la
racialización del género y sus dinámicas materializadas en los cuerpos de quienes
lo viven y en las estructuras de poder de nuestra sociedad en general (Viveros,
2009). Es así como empieza un largo camino para la construcción de las identi-
dades que no tenían lugar hasta que llegaban a Somos Identidad. Pero también
se empezaron a configurar herramientas que les permitían a los integrantes de
108 Reconocer al otro y la otra como experiencia sanadora y herramienta política de empoderamiento

la organización reconocerse a la par que reconocían al otro que se encontraban


en situaciones similares de opresión y exclusión.

Metodología
Por medio del reconocimiento de los saberes aprendidos por los integrantes
de la Fundación Somos Identidad acerca de sus procesos de empoderamiento
político y personal, en cuanto a la identidad étnicorracial, el enfoque de género
y las diversidades sexuales, el presente documento pretende exponer el trabajo
realizado en los círculos de formación de la fundación desde el año 2016.

La sistematización de experiencias es una práctica investigativa propia de la


educación popular, por el centro de Estudios para la Educación Popular (Cepep)
dela siguiente manera:

La sistematización de experiencias es un proceso político, dinámico, creador,


interactivo, sistémico, reflexivo, flexible y participativo, orientado a la construc-
ción de aprendizajes, conocimientos y propuestas transformadoras, por parte de
los actores sociales o protagonistas de una experiencia en particular, mediante
el análisis e interpretación crítica de esa experiencia a través de un proceso de
problematización Cooperativa (Cepep, 2010, p. 13).

Para abordar cada uno de los ejes, se describirán partes esenciales de las dis-
cusiones de algunos integrantes del grupo de trabajo de la fundación. Dentro
de estos espacios, los participantes expresaron sus sentires y experiencias como
también los aportes de la fundación con relación a los procesos de empodera-
miento y construcción de sus identidades políticas.

En ese orden de ideas, Somos Identidad tomará la ruta metodológica de la


sistematización de experiencias para apropiarla y reestructurarla con el fin de
adaptarla a nuestras necesidades como comunidad negra, diversa, urbana y
universitaria. Dicho lo anterior, la sistematización de experiencias se abordará
a partir de tres ejes: género, identidad étnico-rracial y diversidad sexual, los
cuales estarán basados en los ejes de trabajo de la fundación. En los círculos de
formación, los temas suelen tratarse desde una óptica interseccional, ya que lo
esto no hace referencia a la suma de las opresiones, sino al momento en que se
materializan en determinados momentos y experiencias en la vida de los sujetos
y en los cuerpos de los sujetos, resultado de las dinámicas de poder, que generan
jerarquías de poder en donde sitúan los cuerpos marginados en el fondo de esa
jerarquía. Por lo tanto, los estudios interseccionales no buscan conocer quién
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 109

está más oprimido dentro de los oprimidos, sino ser una metodología teórica
para comprender cómo se encarnan las múltiples opresiones en los cuerpos
(Viveros 2016).

Por lo general, los ejes no suelen trabajarse por separado. Sin embargo, por cues-
tiones pedagógicas y metodológicas es necesario que se aborden de esa manera
en esta sistematización. Esto no quiere decir que uno sea más importante que el
otro ni que no exista relación alguna entre un eje y otro; solo los abordaremos
por separado para tener una comprensión más crítica de la estrategia pedagógica
del círculo de formación, como generador de herramientas de empoderamiento.

Eje tejidos y lazos


En este eje se trabajarán los lazos y relaciones que han fortalecido y nutrido los
círculos de formación, entendiendo que el círculo son sus participantes.

Eje de género y diversidades sexuales


En este eje se fundamenta en dos de los ejes de trabajo de la fundación: el eje
de género y el eje de diversidad sexual. Aquí se pretende identificar cómo el
círculo de formación ha generado o aportado herramientas de empoderamiento
político o personal alrededor de dos elementos: el primero es el entendimiento
de las relaciones de género en las cuales se pretende analizar la lectura de ser
mujer negra en nuestro contexto sociorracial, a la vez que se cuestionan las mas-
culinidades negras. Y el segundo es en relación con las dinámicas sociales y los
imaginarios culturales en torno a las diversidades sexuales en las personas negras.

Eje étnico-racial
Este eje se fundamenta en el eje de identidad étnico-racial de la fundación.
Aquí nos interesa identificar los elementos que hacen parte del reconocimiento
de nosotros mismos como sujetos afrocolombianos y racializados en todos los
escenarios de nuestra vida cotidiana, familiar, laboral y universitaria.
110 Reconocer al otro y la otra como experiencia sanadora y herramienta política de empoderamiento

Cómo se tejen y entretejen los lazos en Somos Identidad.


Los círculos de formación como elemento pedagógico
popular y etnoeducativo
Figura 17.
Integrantes del equipo de trabajo.

Fuente: somos identidad

En la medida en que los círculos de formación se rigen por el principio rector


del respeto y reconocimiento hacia el otro, la construcción de lazos se consolida
como el centro de esta pedagogía. Es de esta manera como estos espacios han
permitido que personas ajenas a la cultura citadina, se sientan reconocidas y a su
vez, reconozcan en la relación con el otro los puntos de encuentro y de desen-
cuentro, pues partimos del hecho de que es desde ahí que se construye vínculo
y se construye familia. Sobre esto, Johana nos comparte:

Una de las situaciones que suceden, es que muchos no somos de esta ciudad y
uno se siente muy solo cuando llega acá porque no conoce este espacio urbano o
no se ha relacionado todavía con mucha gente. Entonces, lo que buscábamos más
que una organización que me da el aval, era construir relaciones, lazos. Que no
se crearan jerarquías. O sea, sabemos que de una u otra forma existen jerarquías
que se entablan de manera natural, pero siempre buscamos que no sean jerarquías
impuestas, que es distinto, porque estas jerarquías naturales van más en pro de
buscar reconocer al otro. Por ejemplo, si vos sos el que sabés de geografía y una
persona necesita ayuda en geografía, pues, hombre, te lo dejo a vos porque el
que sabe de eso sos vos. Entonces, ese es tu lugar, porque el que conoce de eso
sos vos y no yo, y lo que se busca es reconocer el lugar o los lugares del otro. Y
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 111

así con las otras cosas de la organización, porque si a vos se te da mejor hablar
o escribir o lo administrativo, hay que reconocer tu lugar (entrevista a Johana
Caicedo el 18 de enero del 2018).

Entendidas las bases ideológicas del grupo, es posible identificar cómo se


moldean los lazos que ahí se construyen y cómo se materializan en distintos
escenarios. Los círculos de formación son el espacio más importante del grupo.
Su dinámica escapa de la lógica de la erudición que suele invadir la formación
pública y busca posibilitar espacios donde se valore y se dé cabida a los saberes
diversos, a los saberes populares y a la etnoeducación. Es así como los partici-
pantes reconocen que los círculos de formación son espacios que no pretenden
una presión académica. Se promueve e incentiva el reconocimiento del otro y
son un lugar de encuentro.

Es de esta forma como la conversación, las experiencias y la oralidad son los


elementos pedagógicos que constituyen los círculos de formación y también
los lazos que en él se gestan. En ese sentido, los círculos de formación son una
pedagogía efectiva, puesto que involucra a todos los que participan en él y son
ellos quienes los refuerzan gracias a los lazos que construyen por el círculo y para
el desarrollo del círculo.

Respecto al eje “lazos de identidad”, los participantes logran reunirse, descubrir


y redescubrir las raíces y la cultura ancestrales. Es el caso de varios de los partici-
pantes que han tenido que distanciarse de sus lugares de nacimiento. Es así como
aquellos provenientes de Buenaventura han identificado en la fundación y en los
círculos de formación una familia, unos pares con los cuales discutir y compartir
costumbres culturales. En el marco de estos espacios se construyen relaciones y
vínculos que permiten construir –y deconstruir– realidades relacionadas con la
marginalidad y la discriminación. Sobre esto, los participantes nos comparten:

En Somos Identidad se promueve una participación equitativa; es decir, cada


quien puede expresar su opinión libremente y no se penaliza su argumento por
ser de un determinado género. En ella se concibe la idea de que todos inde-
pendientemente de su género, tienen voz (respuesta de Ana, integrante de la
fundación y asistente a los círculos de formación, para el grupo focal del 6 de
diciembre de 2017).

En mi vida personal y universitaria, Somos Identidad me ha permitido pensarme


afro y pensarme mujer afro. Me ha permitido empatizar con mi historia, con
mi territorio, con mis hermanas y hermanos afro. Uno de los elementos más
importantes en mi proceso ha sido la posibilidad de poder sentirme libre con mi
112 Reconocer al otro y la otra como experiencia sanadora y herramienta política de empoderamiento

cabello, de buscar estas posibilidades de emancipación por medio del reconoci-


miento de mi cuerpo de mujer negra (respuesta de Cindy, integrante del grupo
de trabajo, para el grupo focal del 27 de octubre de 2017).
No podemos pensarnos el grupo como una vaina laboral, porque somos una
familia. Las relaciones que hemos y seguimos construyendo en Somos Identidad
es lo más similar a una familia, porque tenemos el apoyo y la comprensión de
quienes lo integramos. Es una familia porque además de las risas, el apoyo
académico y las asesorías, es el lugar donde sé que puedo encontrarme con mis
pares del Pacífico. Acá, está la gente del territorio, la gente de mi Guapi, de mi
Buenaventura, de mi Tumaco, de Timbiquí. En fin, está la gente del Pacífico
acompañándose en un lugar nuevo, siendo una familia fuera de sus territorios
(respuesta de Rosa, integrante del grupo de trabajo, para el grupo focal
realizado el 27 de octubre de 2017).
En los relatos anteriores se puede identificar cómo el grupo funciona como
un órgano dependiente de los lazos que en él se producen. Si bien el grupo nace
con unos ideales que definen lineamientos político-administrativo de quienes
lo orientan y participan, se debe admitir que estos ideales solo se consolidan a la
par que sus integrantes se empoderan, le dan un sentido y voz activa a la lucha
que se ha decidido emprender. Esto quiere decir que el proceso de construcción
de empoderamiento contribuye a la transformación de las identidades políticas
de sus integrantes y de la organización misma.

Cómo el género y la diversidad sexual configuran la identidad


Como bien se discutió en la metodología, este eje comprende dos ejes de trabajo:
género y diversidad sexual. De igual manera, el lector identificará que este eje
discute a su vez con el anterior (tejidos y lazos). Dentro de este se discute –en el
plano de la diversidad sexual y de género– la discusión, el reconocimiento hacia
el otro, la inclusión y la no discriminación.
Dentro de este eje, los participantes identifican la diversidad sexual como acción
política en cuanto trascienden la normalización de la homofobia y reconocen el
derecho que tienen de elegir orientaciones sexuales diferentes a la heterosexual.
Sobre esto, unas participantes nos comparten:
Para mí, la diversidad sexual alude al derecho que tiene cada uno de tener una
orientación sexual diferente a la heterosexual y de optar por una identidad de
género que no necesariamente tiene que ser la hegemónica de acuerdo con el
rol que socialmente se le ha asignado (respuesta de Lina, integrante de la fun-
dación y asistente a los círculos de formación, para el grupo focal realizado el
6 de diciembre de 2017).
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 113

La sexualidad y la identidad de género son situaciones propias de la persona.


Está en sus derechos y libertades de identificarse como siente que deba hacerlo.
Pienso que quien rechace la idea es muy intolerante (respuesta de Cheo,
integrante del grupo de trabajo, para el grupo focal realizado el 6 de
diciembre de 2017).
Como se puede observar, dentro de los círculos de formación el reconocimiento
por el otro es el vector de la pedagogía. Es de esta manera como dentro de estos
espacios, una de las cuestiones que se pone en discusión es la importancia de que
la sociedad reconozca la diversidad sexual. No obstante, las reflexiones dentro de
los espacios de formación los llevan a darse cuenta de que para luchar contra la
discriminación es necesario que la sociedad trascienda las representaciones socia-
les que promueven sentimientos negativos hacia lo diverso. Sobre esto discuten:
La importancia de reconocer la diversidad sexual para mí reside en respetar
y valorar todos los grupos sociales y construir relaciones más equitativas en
diferentes sectores de la sociedad, como en el ámbito educativo y el empleo. Es
necesario evitar las representaciones sociales que promueven sentimientos como
el odio, el irrespeto y la negligencia frente a las personas diversas (respuesta de
David, integrante de la fundación y asistente a los círculos de formación,
para el grupo focal realizado el 6 de diciembre de 2017).
Dentro de este eje también se discute sobre los papeles que en la sociedad
desempeñan las mujeres y los hombres. Los círculos de formación permiten su
cuestionamiento, debate y reflexión. Es así como, por medio de juegos y de videos
documentales, se alienta la discusión alrededor de los papeles que socialmente se
nos han impuesto con tanta naturalidad. Es de esta manera que surgen reflexiones
alrededor de la exigencia de relaciones más igualitarias; es decir, el develamiento
de desigualdades por ser diverso, ya sea por ser mujer, negra, homosexual, etc.
Dentro de los círculos de formación, el enfoque interseccional ha sido funda-
mental para develar y ampliar el conocimiento frente a las desigualdades sociales
específicas que enfrentan las mujeres negras. Además de la importancia que
reside en valorarnos como somos, nuestro cabello, rasgos, cuerpos, formas de
hablar y de reconocer el papel decisivo que juega la educación.” (Respuesta de
Lina, integrante de la fundación y asistente a los círculos de formación,
para el grupo focal realizado el 6 de diciembre de 2017).
Los círculos de formación permitieron el cuestionamiento de los roles por me-
dio de las experiencias compartidas con los compañeros, ya que de este modo
podemos compartir saberes y vivencias para así afrontar situaciones de la vida
diaria (respuesta de Valentina, integrante de la fundación y asistente a
los círculos de formación, para el grupo focal realizado el 6 de diciembre
de 2017).
114 Reconocer al otro y la otra como experiencia sanadora y herramienta política de empoderamiento

Pienso que entre las actitudes patriarcales que he deconstruido, es que lo afectivo
y lo comunicativo son un estereotipo que se promueve a partir de representaciones
sociales. No es algo natural que nos identifica a todas. Podemos hacer diferentes
cosas y participar en diversos espacios. Podemos participar, argumentar, porque
nuestra voz merece siempre ser escuchada en nuestras familias, universidades y
relaciones de pareja. Además, estamos en la capacidad, al igual que los hombres,
de liderar. Claro está que hay una estructura que no lo permite bajo las mismas
condiciones (respuesta de Lina, integrante de la fundación y asistente a
los círculos de formación, para el grupo focal realizado el 6 de diciembre
de 2017).
De igual manera y a propósito del reconocimiento de las mujeres negras den-
tro del compartir de conocimiento que se hace en el marco de los círculos de
formación, los participantes logran dar cuenta de los logros que mujeres negras
alcanzan por y para la sociedad. Esto lleva a los participantes al empoderamiento
y a alentar la lucha por la igualdad de derechos.
Reconocer los distintos aportes que han hecho las mujeres negras es importante,
porque es visibilizar nuestros aportes, argumentos y posiciones. Es decir, es dar
cuenta de nuestra voz y derechos. Hemos aportado en diversos sectores como el
académico y el comunitario, al tiempo que resulta importante el análisis de las
diversas desigualdades acumulativas que ponen a las mujeres negras en lugares
asimétricos en términos de educación (en todos los niveles: primario, secundario
y terciario), salud, vivienda y violencia en las relaciones de pareja, entre otros
(respuesta de Lina, integrante de la fundación y asistente a los círculos
de formación, para el grupo focal realizado el 6 de diciembre de 2017).
Las diferentes lecturas racializadas de la diversidad sexual y del género suponen
un conjunto de visiones que conforman el sentido del grupo. Por ello, aunque
estemos hablando de temas específicos que parecieran no tuviesen nada que ver
con nuestras identidades negras o afro, nuestra realidad no puede ser entendida
por separado puesto que no la vivimos fragmentada. El género y la diversidad se-
xual son realidades que nos atraviesan en nuestra cotidianidad, en la universidad,
en el trabajo y los integrantes no pueden referirse a una realidad sin involucrar
las otras identidades que los configuran (Lozano, 2010).

Cómo la etnia/raza configura la identidad


Por último, encontramos el eje que da cuenta de los elementos que recono-
cemos de nosotros mismos como sujetos y sujetas negras, afro y racializadas. La
discusión de este eje, dentro de los círculos de formación, ha permitido que los
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 115

participantes desnaturalicen actitudes racistas, y cómo ese proceso ha contribuido


a su empoderamiento como personas negras. Esto se puede observar en cuestiones
tan sencillas como lo aceptarse y admirar la belleza de las raíces negras.
Cuando empecé a conocer, empecé a ver que cosas como mi cabello tenían un
significado y una historia. Yo empecé un empoderamiento con mi cabello que
antes no lo consideraba. Yo ni me peinaba, solo me hacia una moña y ya así
salía, y siempre pensaba en no hacerme algo distinto porque no sabía si se iba
a ver bien, si me iban a mirar o qué iban a decir. Pero estar en la fundación
me permitió pensarme como mujer negra y pensar en mí misma, en mi comu-
nidad y empecé a usar el cabello natural a medida en que me autorreconocía,
esa fue la liberación para mí, porque al fin pude sentirme bella siendo quien
soy (respuesta de Angie en el grupo focal étnico/racial realizado el 17 de
noviembre de 2017).
Con el fin de identificar y deconstruir nociones estructurales relacionadas
con la etnia/raza, dentro de los círculos de formación se discute y reflexiona
alrededor de nociones esenciales como el racismo. Sobre esta, los participantes
dan cuenta que dentro los espacios del círculo de formación han descubierto
acciones discriminatorias que habían sido naturalizadas y en la medida en que
se descubren estas acciones, logran hacerles frente. Es de esta manera como se
ha identificado una transformación procesual que da cuenta de considerar el
racismo como aquello que viene de fuera, que es estático y difícil de enfrentar
con aquello con y desde lo cual pueden luchar y exigir derechos. Con esto se pasa
de un posicionamiento pasivo a uno activo, logrando así organizar acciones en
pro de contrarrestar la discriminación. Al respecto, los participantes comparten:
Desde que entré a Somos Identidad, la palabra racismo ahora es para mí poder-
me pensar más sobre los derechos de mi población, para poder enfrentar todo
el atraso de nuestra gente por culpa de esa invisibilización histórica (respuesta
de Michael en el grupo focal étnico/racial realizado el 17 de noviembre
de 2017).
Antes de ingresar a Somos Identidad, pude recordar que fui discriminada muchas
veces, pero nunca fui consciente de ello. Estar en el grupo e ha permitido ser más
crítica ante situaciones pasadas y ante las que me suceden ahora. Identificar la
discriminación es algo que se me hace más fácil porque son solo las lecturas de
mi realidad (respuesta de Camila en el grupo focal étnico/racial, realizado
el 17 de noviembre de 2017).

Aquí se puede apreciar cómo los círculos de formación son espacios necesa-
rios para que los jóvenes afro puedan poner en palabras el racismo que viven
de manera cotidiana y construir nuevos sentidos y alternativas de acción. Estas
116 Reconocer al otro y la otra como experiencia sanadora y herramienta política de empoderamiento

experiencias continúas no comunican de manera directa el deseo de un grupo


de querer que las personas negras no estén en ciertos espacios, pero sí lo hacen
de manera simbólica, por lo cual otras personas negras pueden estar en un es-
pacio académico pero desde un lugar otro, y de esta forma se configura su vida
universitaria. Al estar empoderados, los jóvenes tienen la capacidad de recordar
y repensar esos momentos que reflexionamos en los círculos de formación, para
que a partir de esas experiencias, puedan resignificarlas y darles connotaciones
que les permitan deconstruir ciertos imaginarios culturales.

Un ejemplo de lo anterior lo expone Angie, estudiante de medicina, cuando


en un círculo de formación expresa que con argumentos ha defendido ante sus
compañeros el cupo ganado para estudiar medicina en la universidad.

Yo me he sentido discriminada en mi facultad. Yo soy estudiante de medicina y


es curioso cuando mis otros compañeros me preguntan que con qué puntaje de
Icfes entré y cuando les respondo me preguntan que cómo entré con ese punta-
je, y normal, les respondo que entré por condición de excepción para personas
afro. Y, claro, la gente dice “¡ah!”, como queriendo decir “con razón”, o como
queriendo infravalorar mis conocimientos y en ese sentido mi identidad afro. Yo
siempre les respondo que cuál es el problema con que yo haya entrado con esa
condición, si los negros también tenemos las mismas capacidades que las demás
personas. Lo que pasa es que el sistema en el que vivimos genera oportunidades
desiguales y califica nuestra inteligencia por medio de un Icfes que desconoce
las condiciones en nuestros territorios. A mí, igual siempre que me lo preguntan
digo muy orgullosa y con mucha alegría que entré a medicina, la carrera más
competida de la universidad por condición de excepción (respuesta de Angie
en el grupo focal étnico/racial realizado el 17 de noviembre de 2017).

Conclusión. Propuestas transformadoras


A modo de conclusión, se puede decir que la fundación Somos Identidad es
un espacio generador de reflexiones populares y etnoeducativas que nacen de las
experiencias cotidianas de sujetos en condiciones de subordinación y exclusión
históricas. Segregación y exclusiones que encuentran formas de resistencia en
la oralidad colectiva expresada en los círculos de formación por los integrantes
de la fundación.
También es importante resaltar que en Somos Identidad se trata de recoger
todas las voces de las experiencias de opresión que se materializan en estos
cuerpos excluidos. Por ello, no se pueden hacer lecturas separadas de una de
las tantas realidades vividas por estos sujetos, puesto que el espacio está con-
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 117

formado para que puedan salir con toda seguridad esos sentires que despiertan
las vivencias de las múltiples posiciones subordinadas del sujeto para reafirmar
una sola identidad, que es la que en últimas define a quienes participan en la
fundación y en ese sentido supone también la base de lo que es y pretende ser
Somos Identidad para las personas negras.
En lo anterior, encontramos el valor de la palabra y la generación de espa-
cios de escucha para el grupo. El éxito de los círculos de formación se debe al
reconocimiento y al respeto de la diversidad y, además, al hecho de promover
espacios de palabra, escucha, vínculo afectivo y reflexión. En ese orden de ideas,
los círculos de formación se convierten en espacios simbólico-emocionales donde
por medio de la interacción, el debate y el diálogo se producen nuevos sentidos
sobre la vivencia de los cuerpos en la intersección entre raza, género y clase social.
El éxito de la experiencia de círculos de formación ha llevado a considerar la
necesidad de lograr de manera más objetiva e integradora y sobre todo coherente
con sus intenciones comunitarias, un alcance más allá de su contexto universi-
tario. Si bien la Universidad del Valle es su principal campo de acción, hay que
tener presente que nuestra población de interés son las comunidades negras,
afrocolombianas, palenqueras y raizales, desde las cuales se pretende intervenir
con un enfoque interseccional. En ese sentido, las propuestas transformadoras
van enfocadas en buscar cómo mejorar las formas como la fundación genera
impacto en su población de interés fuera del contexto universitario pero con
el fin de incorporar a la población afro a la universidad, puesto que es ese uno
de sus objetivos principales, al igual que el empoderamiento de esos sujetos.
En ese sentido, las propuestas transformadoras buscan mejorar los métodos de
intervención de la fundación en la población negra con el fin de llevarlos a la
universidad, lo que implicaría sacar a Somos Identidad de la universidad como
función de la universidad, para llevarla a las comunidades y relacionarlas con ella.
El proceso de sistematización de nuestra experiencia como grupo nos mostró el
impacto que estamos generando, el cual no es medido en datos estadísticos, en
datos que no dicen nada. Se hace referencia al impacto emocional que genera en
los líderes y lideresas, quienes hacen de este compartir heridas el real momento de
sanación de cada círculo de formación que dirigimos o que simplemente asistimos,
porque cuando nos reunimos a compartir lo que significa para nosotros ese existir
en esos cuerpos sin ser juzgados o minimizados como lo somos constantemente
en este sistema, creamos los lazos de resistencia y de protección.

Algunos desafíos que se tienen por delante con el fin de buscar la transforma-
ción de las metodologías de impacto de Somos Identidad, son:
118 Reconocer al otro y la otra como experiencia sanadora y herramienta política de empoderamiento

– Fortalecer los procesos de acompañamiento de los nuevos integrantes, para


que no solo se limite a una orientación de empoderamiento sino que se
integre a la vida socioacadémica del estudiante y gestionar, por medio de
proyectos, recursos para hacer acompañamientos económicos a quienes no
pertenecen a la ciudad.
– Extender la acción de convocatoria fuera de las redes sociales, porque si bien
estas son una gran herramienta de comunicación, sería también pertinente
ir, por ejemplo, al distrito de Aguablanca y compartir lo que es Somos Iden-
tidad en los territorios donde habitamos los negros y empezar a entretejer
las relaciones en un ámbito más cotidiano, local y popular, para romper con
la idea de la universidad como espacio interlocutor de dichas relaciones y
tejidos.
– Transformar la tipología de organización urbana para agregarle un enfoque
comunitario dentro de los espacios urbanos.
APARTADO CUARTO

Voces de frontera en
clave de población víctima
del conflicto armado
Este apartado, más que una experiencia en realidad visibiliza
una organización y lo que ella representa para las víctimas del
conflicto armado, para la ciudad y por supuesto, para las apuestas de
construcción de paz en Colombia. La Fundación Paz y Bien es una
organización social comunitaria de base, construida y erigida por
personas de su mismo territorio, quienes por más de 30 años han
hecho presencia en la comunidad para la atención de poblaciones
en condición de vulnerabilidad, entre ellas la población en situación
de desplazamiento en la ciudad de Cali. La experiencia que eligen
sistematizar se denomina Cuadernos de la Memoria, y los acompaña
en el diálogo el autor John Alexánder Quintero.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 121

CAPÍTULO VIII

Recolectando huellas. Cuadernos de memoria.


Fundación Paz y Bien, Cali, Colombia34

La capacidad intelectual no depende de los años.


Nunca es tarde para empezar algo grande.

A. Machado

Agradecimientos
En primer lugar, gracias a Dios. Por medio de su voluntad estamos donde
estamos y hemos alcanzado los sueños que nos hemos propuesto.

A la fundación Paz y Bien, dirigida por la hermana Alba Stella Barreto


(q.e.p.d),35 quien nos abrió la posibilidad de acceder a este diplomado en el que
hemos logrado escuchar las diversas voces del territorio, voces que por mucho
tiempo han sido mudas y que gracias a la interculturalidad, están tomando fuerza
y alzando la voz.

34. Como representantes de la Fundación Paz y Bien participaron en la elaboración de este


capítulo Ana Briyit Panameño, Gloria Mercedes Díaz, Nancy Torres López, Natalia Rincón
Peña, Virginia Moreno Hurtado y Yuly Patricia Perea Nieves.
35. Alba Stella Barreto Caro (1940- 2019), mujer de gran tenacidad que con su vivo ejemplo
se constituyó en pionera y creó, de la mano de las mujeres de la comunidad del oriente de
Cali, la Fundación Paz y Bien. Fue fundadora de la fundación Paz y Bien (ONG) en Cali.
122 Recolectando huellas. Cuadernos de memoria. Fundación Paz y Bien, Cali, Colombia

De igual manera, agradecemos sinceramente y con mucho respeto a los adultos


que forman parte del proyecto Jueves de Paz, quienes nos abrieron sus corazones,
pensares y saberes por medio de sus hablantes Cuadernos de los sueños.

La fundación Paz y Bien36

Naturaleza
La fundación Paz y Bien (FPB) es una organización no gubernamental, sin
ánimo de lucro, con sede en el Distrito de Aguablanca, Cali, Colombia, que ha
creado una red de servicios comunitarios y sociales para mejorar las condiciones
de las mujeres y las familias empobrecidas, gracias a un trabajo mancomunado
llevado a cabo desde 1987 con la comunidad de este sector de Cali. Estuvo lide-
rada por casi 30 años por la hermana Alba Stella Barreto, franciscana misionera
seglar, y por un grupo de mujeres laicas comprometidas con el desarrollo de la
comunidad.
La misión de la fundación es lograr una comunidad organizada según valores
cristianos integrada por personas autónomas, libres, agentes de paz y generadoras
de procesos de participación ciudadana, con proyectos de vida dignos, convi-
viendo pacíficamente y conscientes de su responsabilidad en el cuidado de su
entorno físico y social de manera que sean sustentables.

Proyectos desarrollados
La fundación ha realizado su trabajo en las comunas 14, 15 y 21 en el Distrito
de Aguablanca en el oriente de Cali. A partir del 2010, amplió su cobertura a la
comuna 1 del municipio de Palmira y ha llevado a cabo programas en Buenaven-
tura y Cartago, los cuales por falta de recursos no pudieron tener continuidad.
Durante su intervención ha creado un capital social que se materializa en pro-
gramas innovadores desde los cuales la población se empodera y capacita para
tomar las riendas de su crecimiento socioeconómico y el de sus familias, con el
objetivo de superar la pobreza y asumir proyectos de vida dignos, autónomos y
autosostenibles, comprometidos con el desarrollo de su comunidad. Su interven-
ción busca la restauración del tejido social y la reparación del daño causado por
el conflicto armado, de manera que quienes han sufrido su impacto recuperen
su dignidad y autonomía como colombianos sujetos de derechos.

36. Nombre de la representante legal: Elodia Nieves. Dirección: Diagonal 26 I2 N° 80 a 25,


Barrio Marroquín II. Teléfono fijo: 4221352. Ext 101. Teléfono móvil: 3185605343. Correo
electrónico: proyectospazybien@gmail.com
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 123

Tabla 2
Proyectos desarrollados y sus donantes.

Proyecto Donante
Asistencia humanitaria y protección para la población en HelpAge
situación de desplazamiento en Colombia, con un enfoque AECID
diferencial para los adultos mayores.
Réplica Francisco Esperanza (Palmira) (dos casas) Fundación Manuelita S. A.

Prevención de la violencia basada en el género Alcaldía de Santiago


de Cali, Secretaría
de Bienestar Social y
Desarrollo Territorial.
Fortalecimiento del tejido social comunitario en el proceso Alianza Fundación Paz y
de construcción del parque La Arboleda, de la comuna 21, Bien. Fundación Fanalca
barrio Potrero Grande
Fortalecimiento del programa Casas de Restauración Juvenil Secretaría de Paz y Cultura
Francisco Esperanza, de las comunas 15 y 21 e inserción Ciudadana, de la alcaldía de
e implementación del modelo de justicia restaurativa con Santiago de Cali
niñas, niños, adolescentes y jóvenes (NNAJ) y familias en la
comuna 20 de Cali, 2017.
Fuente: Fundación Paz y Bien.

Principales enfoques de trabajo

El proyecto de vida
Se define como una articulación de los aspectos individuales, socioculturales e
históricos del sujeto y su contexto y a partir de estos se construyen los propósitos,
aspiraciones e ideales de lo que quisiera ser y hacer. La anticipación es el proceso
que permite prever las posibles vías de logro (metas y objetivos de vida) y eva-
luar qué tanto son acordes a la realidad misma del sujeto. El proyecto de vida
se puede definir también como un ejercicio prospectivo que confronta al joven
con su situación actual, para llevarlo a una comprensión de cómo sus decisio-
nes y actuaciones pueden marcar la diferencia en cuanto a su futuro. Cuando
el participante llega al programa, el concepto de sí mismo, de los otros, de su
entorno comunitario, del Estado y de la sociedad en general, están marcados por
su historia y su participación en el conflicto juvenil y es perceptible una visión
desalentadora de las oportunidades que podría tener más allá de las fronteras
del distrito de Aguablanca, basado en la lectura de estos elementos de contexto.
Entonces, el proyecto de vida hace que los NNAJ vean el proceso de formación
como algo más que un cúmulo de conocimientos de crecimiento personal, para
asociarlos al camino emprendido para la transformación de sí mismos y de su
124 Recolectando huellas. Cuadernos de memoria. Fundación Paz y Bien, Cali, Colombia

entorno, con metas y objetivos claros determinados por ellos mismos. El plan de
formación para la construcción del proyecto de vida está estructurado en cuatro
módulos de aprendizaje, a saber: autonomía, alteridad, empoderamiento político
y justicia restaurativa, considerado un eje transversal del programa de formación
por ser la corriente en la que se inscribe la restauración de relaciones en el mo-
delo pedagógico. Estos articulan de manera holística el enfoque comunicador,
resignificador y reintegrador del proceso restaurativo.

Justicia restaurativa
La justicia restaurativa es el eje transversal del modelo pedagógico para la
resignificación del proyecto de vida de los niños, niñas y adolescentes que
participan en el programa. Hace uso del pensamiento que propone restaurar
las relaciones de los individuos en la intervención, de manera que se repare el
daño causado con el apoyo de la comunidad. Este módulo se trabaja a partir de
la “caja de herramientas” justicia restaurativa, una forma de construir paz que
constituye la guía metodológica y conceptual para enseñar los principios de esta
forma de justicia. Esta herramienta está dividida en cinco módulos y un total de
22 sesiones de trabajo, que se imparten a lo largo del programa.

La familia
Dentro de los ejes de trabajo (psicológico, familiar y comunitario), con los
niños, niños, adolescentes y jóvenes, el eje familiar se considera fundamental
para romper los ciclos de violencia y hacer el proceso sostenible. En el proceso
restaurativo, la familia es el núcleo en el que se desarrolla la vida del participante
y se identifica gran parte de los antecedentes relacionados con su comportamiento
violento y conflictivo. En él también se construyen los valores, los referentes
de autoridad (positivos y negativos), la autoestima, la afectividad, la forma de
relacionarse con otros y la concepción de la vida en comunidad. Sobre esta base,
el proceso restaurativo estaría incompleto sin la participación de la familia. Sin
embargo, esto no es una tarea fácil, ya que no siempre las familias o el tutor legal
del participante están dispuestos a acompañarlo en el proceso, aduciendo diversas
razones que casi siempre se asocian al pesimismo frente a las posibilidades reales
de cambio del joven o la falta de tiempo para asistir a las actividades propuestas.
En algunos casos, ante la ausencia o renuencia de las familias a participar se
identifica a un tercero que pueda actuar como referente familiar en razón de su
cercanía con la realidad del participante y su interés genuino por su bienestar. Pese
a esto, el programa no escatima esfuerzos humanos y recursos pedagógicos para
acceder al espacio familiar del participante, aunque esto conlleve un proceso de
sensibilización y construcción de confianza que puede extenderse en el tiempo.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 125

La comunidad

En la justicia restaurativa, la comunidad cumple el papel de acompañante y


garante en el proceso de diálogo y posterior acuerdo sobre las medidas de re-
paración acordadas entre la víctima y el ofensor, pero también en el proceso de
reintegración del segundo como miembro de la comunidad. Se define, entonces,
la comunidad como el grupo de personas que cohabitan en el entorno social y
territorial más cercano al ofensor y a la víctima.

En el marco del programa la comunidad es el tejido social por restaurar y


por tanto se la involucra a través de distintas estrategias de participación no
relacionadas únicamente con el acompañamiento a los casos específicos en los
que se aplica la justicia restaurativa. La primera aproximación, al igual que en
el caso de la familia, se centra en la construcción de confianza y se da en espa-
cios cotidianos de la comunidad, donde los tutores entablan un diálogo con los
vecinos para contarles de los objetivos del programa, de las actividades que se
llevan a cabo en las casas y la forma como esto podría ayudarlos a alcanzar una
convivencia pacífica mediante el trabajo con los niños, niñas y adolescentes en
situación de conflicto y la prevención de futuras manifestaciones de violencia.

La comunidad afectada por las acciones delictivas y los conflictos entre pan-
dillas y demás grupos, se muestra, en principio, reacia a participar y poco opti-
mista frente a las posibilidades de cambio de los jóvenes, por lo cual el proceso
de restauración de relaciones es paulatino. Para esto, se trabaja en un proceso
de doble vía en el que se sensibiliza a la comunidad acerca de la importancia
de su cooperación en el proceso de reintegración de los participantes y de su
corresponsabilidad en la construcción de una cultura de paz y no violencia en
el territorio. Pero también se sensibiliza a los participantes en cuanto a la nece-
sidad de mostrar, con hechos, su interés de ser aceptados como miembros de la
comunidad y aportar a su desarrollo.

Contexto local de atención

La ciudad de Santiago de Cali se encuentra enclavada en un valle, con la


Cordillera de los farallones al oeste y el río Cauca en las llanuras del este. Se
extiende hacia el norte y el sur. La ciudad está cerca del puerto de Buenaven-
tura, el principal de Colombia sobre el océano Pacífico. Según estimaciones del
departamento administrativo de planeación municipal al 2016, el municipio
de Santiago de Cali se encuentra en la estructura de información general que
revela la Figura 2.
126 Recolectando huellas. Cuadernos de memoria. Fundación Paz y Bien, Cali, Colombia

Figura 18.
Población de Cali. Estimación año 2016

Fuente: Departamento Administrativo de Planeación Municipal. Libro Cali en cifras (2019).

Según este cuadro poblacional, la población total estimada para el municipio


de Santiago de Cali es de 2 394 925 personas, de las cuales la mayor franja po-
blacional se ubica en la población adulta entre los 25 y 64 años de edad con un
52,2 % del total. El censo también considera la población migrante, que con un
5,6 % del total también se constituye en sujeto de atención para la fundación,
dado que sus integrantes buscan, precisamente, organizaciones que los puedan
acompañar.

La fundación Paz y Bien es una ONG de base, que inicia su presencia en el


distrito de Aguablanca en enero de 1987. Se constituye como persona jurídica
el 30 de julio de 1992. Se origina gracias al llamado de la arquidiócesis de Cali
para hacer presencia en el distrito, con una propuesta inspirada en el carisma
de Clara y Francisco de Asís, que convoca a hacer opción preferencial por la
mujer empobrecida y su familia y con ella promover el desarrollo humano como
estrategia en la superación de la pobreza, en condiciones de equidad y con
procesos de inclusión social dignos, no asistenciales. Con base en la comunidad
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 127

consolidada, su gestión social actual hace la proyección de su modelo y servicio


a los municipios de Palmira y Buenaventura y temporalmente en Cartago, donde
su intervención ha despertado y ha llamado a hacer paz y bien en los sectores
excluidos y marginales, constituyéndose así como Red Social Paz y Bien, corredor
de paz en el departamento del Valle del Cauca.

El programa Jueves de Paz (Fundación Paz y Bien, programa Casas de Restau-


ración Juvenil Francisco Esperanza) tiene como población objeto las personas en
situación de desplazamiento. El programa actualmente no cuenta con ningún tipo
de financiación, pero continúa con sus servicios a la población de las comunas
14, 15, y 21 de la ciudad de Cali. Los encuentros se llevan a cabo semanalmente.
Estos encuentros son abiertos y dirigidos por la FPB para personas en situación
de desplazamiento (PSD) forzado en Aguablanca. Se celebran en la parroquia
local con un promedio de cien asistentes cada semana. Son un mecanismo para
crear solidaridad y cohesión social entre las familias para que puedan ser oídas
y expresarse. En los encuentros se comparte información acerca de procesos
psicosociales en el marco del conflicto armado, cambios jurídicos y oportuni-
dades de desarrollo personal, entre otros temas. Los asistentes se organizan en
diferentes colonias según el origen geográfico, lo cual es un proceso importante
que permite a la PSD recordar sus raíces y sentirse parte de una comunidad. Las
reuniones también permiten la identificación de personas recién desplazadas,
quienes son presentadas a la comunidad por familias de su región y referidas al
centro sociolegal.

La experiencia elegida

Acerca de su origen

Como experiencia elegida para el proceso de sistematización, se decidió trabajar


con una de las actividades que se realizan en el marco del programa Jueves de
Paz, programa que, como se ha referido, fue creado especialmente para PSD. Al
respecto, en Colombia hay un total de 6 073 453 víctimas del conflicto interno
armado (dato registro único de víctimas, corte a 21 de enero de 2014), de los
cuales en la ciudad de Cali hay asentadas 138 060, de las cuales 9.111 son perso-
nas mayores de 60 años (6, 59 %). El desplazamiento forzado es un delito de lesa
humanidad, vinculado al control económico y político de territorios estratégicos
por parte de los grupos al margen de la ley, pero también vinculado a intereses
empresariales que han generado el desalojo y la apropiación de los mejores y
más grandes territorios de la geografía del país (Centro Nacional de Memoria
Histórica. Basta Ya, Colombia). “Allá lo teníamos todo, acá no tenemos nada”
128 Recolectando huellas. Cuadernos de memoria. Fundación Paz y Bien, Cali, Colombia

(Adulta mayor desplazada del Pacífico colombiano, hoy confinada en el Barrio


Potrero Grande, comuna 21 al oriente de Cali).

El programa Jueves de Paz (PJP), fue inspirado y conformado a partir de las


charlas improvisadas e informales con un grupo de treinta mujeres desplazadas
del Pacífico colombiano asentadas en una invasión. Los diálogos fueron promo-
vidos por la hermana Alba Stella Barreto (q.e.p.d), acompañada de las mujeres
de base Rocío Castaño, Francisca Valencia, Nancy Torres, Marina Martínez y
Zamira Guazá, entre otras, formadas como consejeras de familia, interlocuto-
ras y depositarias de los relatos dramáticos y reales y con quienes se inició el
acompañamiento en el proceso de búsqueda de restitución, sobre todo de los
derechos de las PSD.

En vista de que la situación de desplazamiento se acrecentó en el país, se


evidenció la necesidad de dar atención y orientación a esta población que
masivamente llegaba a la fundación Paz y Bien. Y de esta forma se dio origen a
un nuevo programa que brindara un espacio de encuentro para estas familias.

El propósito de esta iniciativa es brindar asistencia humanitaria y protección


integral a la población en situación de desplazamiento que llega al distrito de
Aguablanca, especialmente atención prioritaria a los adultos mayores.

La población actual con la que se lleva a cabo la intervención la constituyen


230 adultos mayores desplazadas y víctimas del conflicto interno armado y por
circunstancias adversas de la vida ubicados en el distrito de Aguablanca. Por la
trayectoria y las experiencias exitosas de anteriores convenios, hoy hemos for-
talecido el modelo de atención humanitaria con un enfoque diferencial para las
personas adultas mayores y sus familias en situación de desplazamiento forzado.
Partimos de la defensa de los derechos humanos, basados en la constitución
política de Colombia, promovemos la igualdad, la no discriminación y los me-
canismos que aseguran la inclusión, con una mejor atención diferencial para la
población de personas mayores que incluyen los servicios y programas ofrecidos
por las autoridades locales, regionales y nacionales que conforman la ruta de
atención, punto de partida de la reparación integral para la población víctima,
además, del conflicto interno armado, víctimas de un sistema social inequitativo,
excluyente y desigual. Los derechos humanos no caducan, no envejecen, no se
quedan rezagados con el desplazamiento forzado. Es tarea y responsabilidad de
los organismos del Estado responder, preservar y velar por la respuesta oportuna
y efectiva para que las personas mayores logren el goce efectivo de sus derechos.
La inoperancia, la corrupción y la falta de políticas sociales de Estado, hacen
insuficiente los programas y servicios para responder a la demanda de la población
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 129

adulta mayor clasificada como vulnerable. Y peor aún, es el panorama para la


población de personas mayores desplazadas en Colombia.

Descripción del contexto psicosocial de la experiencia

Al especificar la población con la que se desarrolla esta sistematización, en-


contramos que el desplazamiento es un dato recurrente y cuasi permanente de
la historia colombiana. Forma parte fundamental de la memoria de las familias
y de las poblaciones y está inscrito en los recuerdos de los habitantes urbanos,
quienes han vivenciado la constitución de barrios en las grandes ciudades y de
poblaciones grandes y pequeñas a lo largo y ancho de las fronteras internas. Podría
decirse que se ha convertido en un eje vertebral en la conformación territorial
del país y, como dice Daniel Pecaut, ha devenido en una representación instala-
da en la larga duración en la que la violencia sería el marco constitutivo de esa
representación colectiva (Pécaut, 1987).

En los últimos años se ha visto el desplazamiento forzado como calamidad hu-


manitaria y es cada vez más una situación de alta preocupación política y social,
en la cual los desplazamientos son percibidos como un resultado no buscado de
las operaciones militares de las fuerzas en disputa. Con base en lo anterior, es
relevante la particularidad del desplazamiento forzado en Colombia en relación
con el que acontece en otros países que sufren en la actualidad idéntico drama
social. Como lo refiere Naranjo (2001), el desplazamiento en Colombia es un
fenómeno extensivo, diluido en el tiempo, recurrente y continuo, que afecta de
forma directa a familias e individuos con desplazamientos de pueblos enteros y
pequeñas colectividades locales. A su vez, en el desplazamiento forzado se enlazan
huidas temporales y retornos azarosos con el abandono definitivo de los lugares
de origen y residencia.

Dadas las diferencias regionales y las dinámicas bélicas de la guerra en Co-


lombia, los desplazamientos no son simultáneos en las regiones y se presentan a
destiempo y muy marcadamente. Mientras en algunos territorios el fenómeno
es agudo, en otros parece no ocurrir nada y de un año a otro puede variar signi-
ficativamente la geografía de los éxodos (Naranjo, 2001).

La región predomina sobre en orden nacional y en esto inciden los itinerarios


escogidos por las víctimas de desplazamiento y orienta sus refugios hacia lugares
habitados por personas y grupos con quienes en el pasado tuvieron relaciones
de apoyo, colaboración y ayuda. Ello quizás con el fin de obtener protección,
seguridad y respaldo para enfrentarse a nuevos desafíos. A su vez, se conoce
que algunos desplazados se emplazan a grandes ciudades en las cuales por su
130 Recolectando huellas. Cuadernos de memoria. Fundación Paz y Bien, Cali, Colombia

número de habitantes es difícil su ubicación y encontrar más oportunidades de


reorientar sus vidas.

La posibilidad de refugio en otros países es una opción escasa y suele presen-


társeles a personalidades que ejercen funciones públicas o gozan reconocimiento
social, los cuales logran apoyo del Gobierno o de los organismos internacionales
de derechos humanos. Pero la gran mayoría de los desplazados deambulan entre
las fronteras internas y contribuyen con su peregrinaje a cambiar los paralelos y
los meridianos demográficos de Colombia.

La relevancia del envejecimiento global para la respuesta ante emergencias


y la reducción de riesgo en desastres (RRD), merece ser considerada. Según la
ONU, en el año 2045 habrá en el mundo más personas adultas mayores (PAM)
de sesenta años que menores de catorce y América Latina es de las regiones de
más rápido envejecimiento. El Gobierno colombiano ha hecho poco por traducir
la política nacional de envejecimiento y vejez en servicios sobre el terreno, a
pesar de una sentencia de la Corte Constitucional que declara que incumple sus
obligaciones con las personas en situación de desplazamiento (PSD). Las PAM
siguen siendo de las más vulnerables y desprotegidas, pues el 66 % vive en la
pobreza, el 23,4 % son analfabetas, están poco organizadas y no tienen voz en
las políticas públicas en defensa de sus derechos. Se resisten a desplazarse hasta
que la situación se torna insostenible, por lo que a veces su desplazamiento no se
relaciona con un hecho específico de la violencia, sino a un cúmulo de eventos
por lo que son excluidos del registro único de población desplazada (RUPD).
Muchas no declaran oficialmente su desplazamiento porque no conocen los pasos
necesarios, temen represalias o porque su salud les impide llegar a la Unidad de
Atención y Orientación.

Cali es el segundo municipio en número de personas desplazadas del Valle


del Cauca y casi todas ellas vienen del sur de la costa del Pacífico, la mayoría
es afrocolombiana. Estas personas son seguidas por grupos indígenas y mestizos.
Cali presenta tasas de bajo registro y alto rechazo en el RUPD, que permite
identificar a la población y observar la evolución de su situación en todas las
fases de atención por medio del sistema de información de población desplazada
(Sipod) (3 de agosto de 2012).

El 10 de junio de 2011 se promulgó la Ley 1448 (Ley de Víctimas), lo cual


aboca a la institucionalidad pública a llevar a cabo un nuevo proceso de aten-
ción, asistencia y reparación integral a las víctimas en Colombia. Por ser una
nueva ley, es necesario iniciar un nuevo proceso de aprendizaje y comprensión
de esta con la población en situación de desplazamiento, en especial con las
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 131

personas mayores que deben enfrentar nuevos trámites y una lógica diferente
a la establecida en leyes anteriores. A través de este proyecto, se desarrollarán
una serie de actividades que incluyen la invitación a funcionarios públicos para
hacer ponencias explicativas sobre la nueva ley y sus alcances. Igualmente, bajo
la orientación de la abogada del proyecto, se apoyará a las PAM para que hagan
la exigencia de sus derechos amparados en esta ley.

Población beneficiaria de la experiencia

La población que atiende el programa Jueves de paz es, en su gran mayoría,


perteneciente a comunidades afrodescendientes que habitan la costa pacífica
colombiana (77,5 %). Estas comunidades vivían según su estilo ancestral, a
orillas de los ríos que nacen en la cordillera Occidental y mueren en el océano
Pacífico. Son comunidades campesinas dedicadas a la pesca, la agricultura, la
caza y la minería artesanal. Estas comunidades han quedado en medio del fuego
cruzado del conflicto armado interno, puesto que sus territorios han sido definidos
como zonas estratégicas para el tráfico de toda clase de sustancias y elementos
ilegales y para el cultivo de coca. Los pueblos afrodescendientes colombianos
han convivido con comunidades indígenas desde los tiempos de la Colonia y han
desarrollado sus vidas en el mismo territorio, pero con cosmovisiones y culturas
diferentes. El conflicto ha lanzado a estas comunidades fuera de sus territorios
y los ha abocado a vivir en las grandes urbes, condenándolos así al desarraigo
y a la indigencia.

Los beneficiarios directos de este proyecto son 230 adultos mayores, de los
cuales al menos el 40 % son mujeres mayores en situación de desplazamiento
forzado, a quienes se les brinda actualmente atención jurídica, médica y apoyo
psicosocial y emocional a través de los Cuadernos de memoria, experiencia que
se va a sistematizar.

Como se mencionó anteriormente, la experiencia que sistematizaremos son los


Cuadernos de memoria, la cual se trabaja en la fundación Paz y Bien, específica-
mente en el programa Jueves de Paz hace varios años. La iniciativa surgió por la
necesidad de contar con un espacio a través del cual las personas en situación de
desplazamiento pudiesen contar sus vivencias en torno al desplazamiento forzado,
pero además plasmar sus sueños y cambios en la ciudad. Se decidió escoger esta
iniciativa, dado que no se había hecho nunca en la fundación. Es importante,
entonces, la sistematización del proceso, especialmente de su metodología y
algunos de sus hallazgos.
132 Recolectando huellas. Cuadernos de memoria. Fundación Paz y Bien, Cali, Colombia

Metodología de la sistematización

La estrategia de investigación contó con tres fases definidas en la Tabla 3.

Tabla 3
Fases de la sistematización

Fases Fase cuerpo de la sistematización

Recolección de la Diseño y ejecución de las entrevistas a la población involucrada


información en la experiencia.

Sistematización
y producción de Sistematización de la experiencia Cuadernos de memoria.
resultados

Presentación de la Se presentará la información recolectada con su respectivo


información análisis para que se evidencie el proceso de sistematización.

Fuente: equipo sistematizador.

El Cuaderno de la memoria. Una mirada de la hermana Alba Stella Barreto37

Desde hace varios años, las víctimas del conflicto armado han tomado impor-
tancia para la fundación Paz y Bien dentro de su enfoque social. Así, su atención
promueve la adaptación al nuevo contexto de ciudad, además de la recuperación

37. Cada experiencia sistematizada tuvo su ruta de selección. Para el caso de los Cuadernos
de memoria, ha sido la fundadora de la ONG Paz y Bien, la hermana Alba Stela Barreto,
quien a partir de su amplia trayectoria en el trabajo con población víctima del conflicto
armado y otras poblaciones vulnerables, eligió visibilizar esta iniciativa por su valor intrín-
seco y como posible modelo para otras organizaciones. La hermana Alba Stela Barreto fue
considerada una autoridad en el campo de la intervención social y el apoyo a poblaciones
vulnerables. Ha recibido múltiples distinciones a nivel nacional, como el Premio Nacional
de Solidaridad Alejandro Ángel Escobar 2012, Premio Mujeres de Éxito, de la Fundación
del mismo nombre, Premio Mujer Orquídea de Servitel, Mención de Honor de la Orden
de la Independencia de Santiago de Cali y doctora honoris causa por la Universidad de San
Buenaventura Cali, entre otros reconocimientos.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 133

emocional y la proyección para la construcción del proyecto de vida mediante la


promoción de procesos restauración consigo mismos y con su entorno.

La ley de víctimas y restitución de tierras (Ley 1448 de 2001) ha propuesto una


ruta integral individual dentro de la que estipula la reparación integral que da
cuenta de las dimensiones individual colectiva, material, moral y simbólica. Se
compone de cinco medidas, a saber: rehabilitación, indemnización, satisfacción,
restitución (de tierras, viviendas, fuentes de ingreso, empleo, acceso a crédito)
y garantías de no repetición.

Si bien la reparación integral no solo se limita a la indemnización monetaria o


la restitución de los bienes, la experiencia de la fundación ha puesto de presente
la desatención emocional de las víctimas para afrontar los cambios, más cuan-
do se debe tener en cuenta que los procesos sociales se dan desde un enfoque
institucional. Según el enfoque del Papsivi, la atención se limita a seis interven-
ciones que pueden dejar efectos emocionales que interfieren en la adaptación y
reconstrucción de un proyecto de vida.

De ahí que la preocupación de la fundación por la rehabilitación, entendida


como la capacidad de escuchar y la interacción entre sobrevivientes a fin de
intercambiar experiencias y conocimientos que retroalimenten el proceso de
adaptación. “Estas personas viven una situación de depresión enorme. Muchas
de ellas me expresan su deseo de no vivir más, y necesitan que las escuche”
(hermana Alba Stella).

La Ley 1448 estipula en su conjunto la importancia de que los sobrevivientes


sean escuchados. No obstante, para la unidad de víctimas, ser escuchadas se
limita a la declaración que se les toma, más allá de las evidencias los sentires,
los apegos, los significados y las relaciones. Con base en ello, el Cuaderno de la
memoria se constituye en la expresión de los sentires a raíz de cada suceso, dando
así la posibilidad de hacer una elaboración del duelo y apropiar el cambio de vida.

El cuaderno se volvió un interlocutor que intermedia entre ellas y yo. Se llama


Cuaderno de la memoria. Ahora, ellas esperan que yo lea todos los cuadernos.
Cuando escriben en su cuaderno están hablando conmigo, me están contando,
están haciendo una catarsis y de esa manera el cuaderno se convierte en un
instrumento terapéutico (hermana Alba Stella).

Como espacio terapéutico, el cuaderno permite entender la experiencia desde


la vivencia y puede ser leído para favorecer el autorreconocimiento y tener la
posibilidad de gestionar y empoderar un cambio.
134 Recolectando huellas. Cuadernos de memoria. Fundación Paz y Bien, Cali, Colombia

Sobre la base de que los sobrevivientes del conflicto que forman parte del
proceso que se desarrolla a través del cuaderno no cuentan en su mayoría
con las habilidades de lectoescritura, la expresión de los acontecimientos y su
interpretación se hacen por medio de dibujos y con ellos narran sus historias.
Esto cobra aun mayor relevancia para la hermana Alba Stella, porque además
permite una visión de los apegos y de la intervención para favorecer un espacio
propicio para ellos.
En palabras de la misma hermana:
Hago la misma pregunta para todas cada quince días. Entrego el cuaderno el
jueves y ellas se lo llevan y a los ocho días me lo traen. Otra vez y me toca leer
doscientos cuadernos y devolvérselos con otra pregunta. Para que sepan que los
leí siempre pongo mi firma, una calcomanía, una carita feliz si hicieron la tarea
y una no tan sonriente cuando no la hicieron (hermana Alba Stella).
Debido a los diferentes temores y la realidad que afrontan los sobrevivientes,
se configura la necesidad de reconocimiento, lo que contribuye a la recuperación
de su dignidad. Tener reconocimientos y apreciaciones positivas contribuye a
ello, a reorientar el sentido de su vida y aclarar el papel que desempeñan en ella
y en su entorno.
El Cuaderno de la memoria y sus momentos
Dada la necesidad de dar un orden y un sentido a los cuadernos, se proponen
tres momentos, como se evidencia en la Tabla 4.

Tabla 4
Momentos de la memoria

Momento Descripción
Da cuenta la reconstrucción de la historia que los convierte en
Primer momento: sobrevivientes del conflicto armado. Este se hace a partir de las
recuperando la preguntas: ¿cuál fue el hecho victimizante?, ¿qué tenía en su espacio?,
historia ¿qué pasó?, ¿cómo pasó?, ¿quién lo hizo?, ¿cuándo llegó a la ciudad?
Todo esto se enmarca en una pregunta base: ¿por qué llego a Cali?
Segundo Este segundo momento está centrado en la relación con el entorno, la
momento: mi vida cual se orienta a partir de: ¿qué dejó?, ¿qué hacía?, ¿qué pasa con los
y los otros que quedaron?, ¿qué aprendizajes le deja este evento?
Este último momento está orientado a la identificación de las
Tercer momento: herramientas con las que cuenta la familia y las exceptivas que se
reconstruyendo mi construyen a partir del cambio.
proyecto de vida ¿Cómo se ve en el 2017? ¿Qué tiene para que esto que anhela se
cumpla?

Fuente: equipo sistematizador.


Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 135

Estos tres momentos permiten una mirada del conflicto desde el duelo, su
elaboración y la reconstrucción del proyecto de vida. Es una herramienta para
que las familias y los sobrevivientes identifiquen los riesgos y temores que per-
manecen y cómo ellos gestan la posibilidad de que sea diferente al promover
una resiliencia y un empoderamiento familiar.

Contenidos del cuaderno de la memoria38


– Nombre
– Cédula de ciudadanía
– Lugar de procedencia
– Vereda
– Municipio
– Departamento
– Fecha de llegada a Cali
– Motivo del desplazamiento
– Fecha del evento de expulsión
– Grupo expulsor
– Celular
– Relaciones: en lo femenino
– Dibuja la casa que dejaste
– Cuál era su trabajo. De qué vivía. Dibuja o escribe
– Sobre qué vas a pedir reparación
– Escribe y dibuja tus sueños para el 2016
– Mi proyecto de vida: dónde quiero vivir; con quiénes
– De qué voy a vivir

38. Con respecto a esta experiencia en especial, es importante precisar que la decisión fue,
precisamente, sistematizar aspectos metodológicos del proceso de los cuadernos y no pro-
piamente su contenido en sí, si se tiene en cuenta que la información es en gran medida
confidencial y referida a asuntos del desplazamiento forzado de cada persona. Si bien es po-
sible hacer un proceso investigativo con esta información con los previos consentimientos,
se consideró la metodología de los cuadernos de la memoria como la experiencia indicada
en este caso para la sistematización.
136 Recolectando huellas. Cuadernos de memoria. Fundación Paz y Bien, Cali, Colombia

– Dibujo mi futuro
– Grafico mi familia
– Aprendizajes
– Proceso de paz
– Año 2017, mi oportunidad
– Cómo me veo para el 2017
– De qué color lo veo
– Cuál es mi proyecto para el 2017 (hago el dibujo)
– Mi proyecto personal y familiar
– Mi sueño familiar
– La verdad. Jurisdicción Especial de Paz
– En tu caso y de acuerdo con la justicia transicional, ¿qué justicia espera que
se haga?
– Mi lugar de procedencia
– Situación de la familia ante la experiencia de violencia y desplazamiento
que han vivido.
– 2018, mi proyecto personal.

Voces de los actores

Entrevista a la hermana Alba Stella Barreto, directora de la fundación


Paz y Bien
¿Qué es la fundación Paz y Bien?

Paz y Bien atiende en el barrio Marroquín, una gran población víctima del
desplazamiento forzado. En su gran mayoría son adultos mayores que van a
las instituciones del Estado –para este caso, la Unidad de Víctimas– y, con
respeto lo digo, son maltratadas en la atención porque algunos funcionarios
no se ponen en el lugar de las personas que ha sufrido una agresión tan grave
como el asesinato de su hijo, la desaparición del marido o quitarle lo que tiene.

Las preguntas se limitan a “en dónde fue”, “en qué fecha”, sin considerar que
estas personas viven una situación de depresión y muchas expresan su deseo de
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 137

no vivir más. Necesitan ser escuchadas y yo no tengo tiempo, ni las funcionarias


Francia y Lucy. En una reunión de jueves de paz acá en Marroquín llegan 100,
120 personas y en Potrero Grande ocurre algo similar. Entonces, se me ocurrió
que si ellas escribían el cuaderno se volvería un interlocutor que intermediaría
entre ellas y yo. Se llama Cuaderno de la memoria y ahora ellas esperan que
yo lea todos los cuadernos. Cuando están escribiendo en su cuaderno están
hablando conmigo, me están contando algo, están haciendo una catarsis y de
esa manera el cuaderno se convierte en un instrumento terapéutico.

Con respecto a las preguntas les hago la misma pregunta cada quince días. Les
entrego el cuaderno el jueves y a los ocho días me lo regresan. Me toca leer todos
los cuadernos (unos doscientos) y devolvérselos con otra pregunta. Para que
sepan que los leí, pongo mi firma, una calcomanía, una carita feliz si hicieron
la tarea y una no tan sonriente cuando no la hicieron.

¿Cuántas personas atiende actualmente?

No sé. La verdad no sé. Acá están viniendo como doscientas con cuaderno.

¿Qué espacios saca usted, hermana, para leer esos cuadernos?

Cuando estoy en la casa. Cuando los leo siento que lo escucho a la persona que
lo escribió. Este trabajo lo tengo seleccionado en dos momentos: el primero, lo
que pasó; el evento. ¿Que tenía? ¿A quién? ¿Por que? ¿Por qué está en Cali?
¿Cuándo llegó? ¿Con quién se vino?

El segundo surge de ahí en adelante. ¿Qué dejó? ¿Qué hacía? ¿Qué le pasó?
¿Qué pasa con los que quedaron? ¿Qué aprendizajes le deja este evento?

A partir del 2017 empecé con los que no habían iniciado: ¿cómo ven el 2017?
¿Cómo se ve en dos años? ¿Cuál es su proyecto? ¿Qué va a hacer? ¿Con quién
lo va a hacer? Entonces, primero elaboran el duelo y después se proyectan.

¿Cuánto lleva este proyecto?

Como dos años.

Entrevista a la consejera de familia, Rocío Castaño


Las consejerías de familia surgen en 1992 y sus miembros son mujeres y hombres
de base de la fundación, quienes preocupados por los altos índices de violencia
familiar, acompañan, dan apoyo y median en los conflictos y en la construcción
138 Recolectando huellas. Cuadernos de memoria. Fundación Paz y Bien, Cali, Colombia

de alternativas para restaurar relaciones y transformar el conflicto de manera


pacífica.

Entre sus funciones las consejerías de familia llevan a cabo el reconocimiento


al adulto mayor, lo cual significa que reconocen al adulto mayor como un sujeto
de derechos, con capacidades y potencialidades y trabajan con la población
desplazada a la que se le brinda apoyo psicosocial, jurídico, espiritual. Posterior-
mente contactan a las instituciones obligadas por la ley para brindar esta atención
humanitaria con enfoque de atención diferencial.

Con base en lo anterior, se entrevistó a Rocío Castaño, quien se encuentra en


la fundación como consejera de familia y hace parte del equipo de mujeres de
base desde los comienzos del programa Jueves de Paz.

¿Cómo inicio en la fundación el programa Jueves de Paz?

Recuerdo que por allá en el año 2000 había una olla comunitaria en el sector
del barrio de Orquídeas. Estaba colaborando con la venta de almuerzos y
asistencia a población en situación de desplazamiento. Ellos llegaban, se les
brindaba el almuerzo y se les daba información. Estaba allí Zamira, Elisabeth
y Rosa consejeras de familia.

En ese entonces salió un proyecto con la unidad de atención a población despla-


zada para la entrega de ayudas humanitarias. Pero no había un sitio donde hacer
el encuentro. Ellos venían acá a la fundación y se dialogaba y se compartía con
ellos. Entonces se vio la necesidad de conseguir un sitio y fue cuando la hermana
habló a la parroquia con el cura de ese entonces para un espacio. Entonces nos
abrieron un espacio para que se hiciera la reunión, para que fuera un sitio de
encuentro. Así, nos empezamos a reunir todos los jueves.

¿De dónde nace el nombre?

El nombre nace a partir del hecho de que ya estábamos organizados. Llegaba


gente de muchas partes: Cauca, Chocó, Nariño, Putumayo, Buenaventura,
Antioquia, y al ver esa cantidad de gente nos nació la idea de darle otro sentido
a la reunión, cómo identificarse. Entonces ellos mismos pensaron buscar un
nombre.

Hubo muchas propuestas, como jueves de encuentro, unidos por la paz, jueves
de atención y cosas así, hasta que un día se le ocurrió a alguno que podía ser
jueves de paz. Estamos trabajando por la paz, queremos hacer algo en paz, que-
remos reclamar en paz. Entonces, un jueves nos estábamos reuniendo aquí con
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 139

la hermanita y dijimos: “pongámosle Jueves de Paz. ¿Les suena? ¿Les parece?”.


“Sí”, dijeron y estipulamos los jueves de paz.

De ahí en adelante empezó la gente a regar la bola por todas partes. Que acá
en la fundación estaba el programa Jueves de Paz que atendía la población en
situación de desplazamiento. Empezó a llegar gente de todas partes que sabían
que el día jueves era la reunión de encuentro y allí estaba toda la población en
situación de desplazamiento. Desde ese día quedamos reconocidos e identifica-
dos como el programa Jueves de Paz. A partir de eso se concentraron todas las
personas en situación de desplazamiento y nacieron las “colonias”. Ellos mismos
comenzaron a organizarse con la hermana y todo el equipo, según los sitios de
donde ellos venían. Empezaron entonces las colonias de Buenaventura, Valle,
Bajo Calima, Antioquia, Putumayo, Nariño y Chocó. Se reunieron unas ocho
o nueve colonias donde empezaron a capacitarse y adquirir conocimientos para
hacer sus diferentes reclamos ante las entidades encargadas de darles ayuda.

Algunos relatos de adultos mayores beneficiarios


Se conversó con algunos de los adultos mayores que participan del programa,
aprovechando las reuniones de los jueves en la parroquia Cristo Señor de la
Vida, del barrio Marroquín II.

En la conversación se abordaron temas como las causas de los desplazamientos,


la vida en la ciudad y el cuaderno de la memoria, preguntas relacionadas con su
historia de vida plasmada en ellos.

¿Cuál fue la causa por la que tuvo que salir de su tierra?

Yo salí porque había muchos enfrentamientos con las Farc y los soldados dentro
de la población. Nosotros salimos afectados porque hicieron estallar un cilindro
donde casi perdemos la vida. Corríamos a buscar refugio para escondernos de
las balas perdidas. Esos fueron momentos muy difíciles y dolorosos para todos
nosotros (relato de adulto mayor del PJP)

¿Cómo ha enfrentado la situación aquí en Cali?

Vivir en la ciudad es muy complicado, sobre todo para conseguir empleo y


alimentos. El transporte nos asusta. Me siento muy cansada, mi espalda me
duele. En cambio, mi pueblo era un lugar muy tranquilo. Otra cosa es que nos
toca pagar los recibos mientras que en el pueblo uno no pagaba eso (relato de
adulto mayor del PJP)
140 Recolectando huellas. Cuadernos de memoria. Fundación Paz y Bien, Cali, Colombia

¿Cómo se siente ahora que está en este proceso de escribir en el cua-


derno sus vivencias?

He aprendido a perdonar a las personas por las cuales tuvimos que salir como
desplazados. Me siento más unida con los otros, nos cuidamos y entre todos
estamos logrando salir adelante (relato de adulto mayor del PJP).

¿Escribe usted en el cuaderno o con alguien de su familia?

, a veces yo escribo pero me canso. Pero mi hija me ayuda y yo le digo lo que


tiene que escribir y esto nos permite estar más unidas. Ya no lloramos cuando
nos acordamos de lo que nos pasó (relato de adulto mayor del PJP).

¿Qué es lo que más trabajo le ha costado escribir?

Al principio no quería escribir lo que pasó con nuestro desplazamiento porque


me acordaba y me ponía a llorar y no lo hacía. Pero las mujeres de la fundación
me animaron y poco a poco lo fui haciendo. Hoy escribo y hablo de ese hecho
y ya no lloro. Lo recuerdo con tristeza, pero lo puedo escribir (relato de adulto
mayor del PJP).

¿Cómo se siente ahora después de la experiencia que realizo de escribir


los hechos y la historia en el cuaderno de la memoria?

Ahora me siento acompañada. Es la primera vez que hago esto y con otras
personas de mi tierra contamos y escribimos lo que nos pasó. También es muy
bueno saber que hay personas dispuestas a ayudar a personas como yo (relato
de adulto mayor del PJP).

Conclusiones
– La experiencia ha mostrado que las personas mayores experimentan miedo,
depresión y pérdida de autoestima como consecuencia del desplazamiento
forzado. El abordaje por medio de estos cuadernos es sanador, liberador y de
transformación, pero requiere el acompañamiento sostenible de profesionales
psicosociales en que el cuaderno sea una herramienta fundamental para la
intervención individual y grupal.
– El empoderamiento y el liderazgo son aspectos que se deben potencializar.
Entre la población hay líderes naturales, quienes, con la orientación perti-
nente, idónea y fundamentada, se pueden organizar con miras a construir
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 141

un grupo que proclame la resignificación de sus proyectos de vida y luche


por la garantía de derechos, la sostenibilidad y la cohesión social.
– Los cuadernos de memoria son una herramienta que, entre varios aportes,
le permitieron a la organización tener una mirada diferencial con enfoque
de género y es un eje transversal de esta, ya que fomenta la inclusión de
este enfoque mediante la promoción de la participación de las mujeres ma-
yores, especialmente aquellas que están al cuidado de nietos por falta de la
generación intermedia por la acción de conflicto o por migración laboral.
Esta participación se privilegia por la política interna de la fundación Paz
y Bien que ha estado trabajando en el distrito de Aguablanca por más de
veinte años, en el desarrollo y empoderamiento de la mujer. Esta política
ha propiciado que las mujeres fortalecidas por la fundación formen parte
de ella y se conviertan en consejeras de familia que orientan el programa
Jueves de Paz. Estas mujeres tienen una especial sensibilidad para escuchar
a las mujeres mayores, situarlas en su papel de matronas de sus familias y
comunidades y apoyarlas en su deseo de exigir sus derechos como población
en situación de desplazamiento, especialmente vulnerable.
143

CAPÍTULO IX

Identificación, memoria e identidad en las


víctimas del conflicto armado
John Alexánder Quintero39

Introducción
El presente texto es una reflexión sobre los obstáculos que ha experimentado la
implementación del acuerdo final conseguido por la Mesa de negociación (2014)
entre el Gobierno nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC), especialmente en lo que concierne con las víctimas.

A manera de síntesis, se presenta un primer apartado en el que se hace men-


ción a las principales limitaciones que surgieron a partir de la no refrendación
por parte de los votantes y a la simultánea polarización política y social que ha
atizado el debate ideológico en los últimos años en el país. Seguidamente, se
sitúan las apuestas pendientes de la justicia transicional y sus tensiones con el
modelo de justicia retributiva.

A propósito de la justicia transicional, la reflexión dispone un segundo momen-


to en el cual aborda la importancia de la memoria como proceso indispensable

39. Estudiante de doctorado en Teoría Crítica en el Instituto de Estudios Críticos de México.


Magíster en Psicoanálisis de la Universidad Kennedy de Argentina. Director del programa
de Maestría en Psicología de la USB Cali. Docente e investigador del grupo GEUS (cate-
goría A1 de Colciencias) en las líneas sobre subjetividad, cultura y construcción de paz e
intersecciones en psicoanálisis, de la Facultad de Psicología de la USB Cali.
144 Identificación, memoria e identidad en las víctimas del conflicto armado

para la recuperación del tejido social y la construcción de garantías de no repeti-


ción de la violencia armada. A la vez, inspirado en datos y experiencias obtenidas
en el marco de un trabajo de investigación acción participativa40 y en diálogo
con el proyecto Pensamiento de frontera, se discute la cuestión de la identidad e
identificación al daño de las personas afectadas por el conflicto.

La reflexión concluye que las prácticas de memoria que se desarrollan en


contextos de desigualdad y vulnerabilidad pueden incurrir, sin pretenderlo, en la
instrumentalización del dolor y el sufrimiento provocado por la guerra, dado que
la situación de las víctimas tiende a configurar una identidad que se asume y se
nombra como una condición permanente, en procura de beneficios. Por tal razón,
se precisa que la construcción de memoria se aloje en un espacio colectivo a fin
de que trascienda, sin olvido, la identificación perenne con los eventos violentos.

Contexto: limitaciones de una negociación sin refrendación y


el camino de la polarización social
La firma del acuerdo para la terminación del conflicto entre el Gobierno
nacional y la guerrilla de las FARC en el año 2016 puso en la esfera de la agen-
da nacional una variedad de temas relacionados con la política social para la
construcción de paz en el país. Esta agenda, además de incluir los elementos
propios de la desmovilización, desarme y reincorporación de combatientes de la
guerrilla, tuvo en cuenta tópicos como su participación política, la cuestión de
las drogas ilícitas, la posibilidad de situar las bases de una reforma rural integral
y, como componente transversal, el reconocimiento de las víctimas con el fin
de ofrecerles alternativas de reparación material y simbólica. Del mismo modo,
como aspecto relevante, la agenda buscó privilegiar el derecho de las víctimas al
acceso a la verdad sobre lo ocurrido, acompañado de la construcción de garan-
tías de no repetición de los hechos atroces y de medidas transitorias de justicia.

Como es de público conocimiento, la consecución del acuerdo final estuvo


sucedida por el llamado que el Gobierno nacional hizo a la sociedad para la re-
frendación de los contenidos concretados en la mesa, convocatoria que tenía el
propósito de rodear de mayor legitimidad la preferencia colectiva por una solución
negociada tras décadas de confrontación militar. Sin embargo, los resultados de

40 El proyecto se denominó Comunidades construyendo paz en el suroccidente y Pacífico


colombiano desarrollado entre 2017 y 2018, auspiciado por el departamento de investiga-
ciones y la Facultad de Psicología, con la dirección académica de Diana Britto y la parti-
cipación como coinvestigadores de Silvia Caicedo y John Quintero, adscritos al grupo de
investigación GEUS en la línea subjetividad, cultura y construcción de paz.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 145

la refrendación indicaron que los votantes, por un margen de un 1 % aproxi-


madamente (redacción de El Tiempo, 2016), no estuvieron de acuerdo con los
términos consignados en la negociación. Desde entonces, las tensiones políticas
agudizaron el camino de la polarización social del país y el debate político se
empezó a caracterizar principalmente por la animadversión al opositor.

Por un lado, hubo sectores de la sociedad que observaron el acuerdo como un


pacto de impunidad y de subvenciones que favorecían fundamentalmente a las
FARC-EP. Esta porción de la población recibió la noticia de la no refrendación
como un triunfo político en la medida que bloqueó –dicen– la posibilidad de
entregarle la dirección del país a quienes representan ideales comunistas bajo
la forma del “castrochavismo”. Por otra parte, hubo sectores de la sociedad que
entendieron el acuerdo como una oportunidad para conseguir una salida pacífica
al conflicto, necesaria para dejar atrás una larga historia bélica e iniciar la escri-
tura de un episodio nuevo en la vida del país donde los protagonistas fueran los
asuntos educativos, sociales y productivos. Esta porción de la población percibió
la no refrendación como un tropiezo político y esencialmente moral, ya que se
lesionó gravemente una posibilidad cercana de cerrar uno de los capítulos de la
violencia que ha distinguido nuestra historia.

La desaprobación de las mayorías condujo a los integrantes de la mesa de


negociación hacia una fase crítica que consistió en escuchar a representantes de
los movimientos opositores organizados con el fin de incorporar en el contenido
de lo acordado elementos que satisficieran sus solicitudes. Es así como el 24 de
noviembre de 2016 se logra firmar un nuevo documento ajustado y definitivo
que acogió, según las voces oficiales, las sugerencias de los reclamantes. No
obstante, pese a las modificaciones incorporadas, la oposición continuó en su
descontento, ya que considera que las variaciones en el texto fueron trabajadas
como asuntos de forma y no de fondo principalmente en los puntos relacionados
con el enfoque de justicia transicional (lo relativo a la privación de la libertad de
los combatientes guerrilleros en espacios carcelarios), la participación política
y el entendimiento del narcotráfico como delito conexo al delito político, entre
otros. Debido a esto, la oposición política y los ciudadanos que se identifican
con su crítica, perciben que su postura no está representada en el acuerdo final
y continúan promoviendo sus desacuerdos.

Esta breve reseña sobre el proceso de paz luego de dos años de su firma, sirve
para subrayar que la agenda de paz fue capturada por discusiones de orden
eminentemente político y jurídico, caracterizadas por divisiones ideológicas
acompañadas de discursos y prácticas descalificadoras hacia el opositor, poniendo
146 Identificación, memoria e identidad en las víctimas del conflicto armado

así en evidencia la degradación de la dinámica política del país. El debate sobre


las ideas por momentos es desplazado a un segundo renglón por cuenta de los
discursos que tienden a poner en duda la credibilidad y la honestidad de unos
y otros.

Desde principios de siglo, las formas empleadas para la resolución del con-
flicto armado en el país marcaron una pauta determinante el ámbito político y
social actual. La creciente indignación y la sensación de indefensión, producto
de los continuos atentados y amenazas a la población civil, a funcionarios del
Estado y a las instituciones oficiales por parte de los distintos grupos armados
ilegales, crearon un clima propicio para los discursos de tono autoritario. La
implementación de la denominada política de seguridad democrática, basada
en el fortalecimiento del pie de fuerza y las acciones combativas, significó una
profunda modificación en la percepción de seguridad de los ciudadanos, dado
que se lograron incursiones militares que debilitaron las estructuras insurgentes
y se desmovilizaron cerca de 30 000 combatientes de los grupos de autodefensa.

No obstante, con el paso de los años las secuelas de este accionar dejaron ver su
rostro. El balance que presenta el Centro Nacional de Memoria Histórica indica
que cerca del 50 % de las acciones contra la vida y la integridad física de la pobla-
ción civil y combatientes en estado de indefensión, fueron responsabilidad de los
grupos de autodefensa y de agentes del Estado (infografía: balance del conflicto
armado, 2018). Como ya es sabido, las investigaciones de las entidades oficiales
han develado el contubernio con el que actuaron algunos grupos paramilitares
y efectivos del ejército nacional. Asimismo, se reveló la complicidad entre altos
funcionarios con las estructuras delincuenciales de las autodefensas, proceso que
se dio a conocer en los medios de comunicación como parapolítica.

Estos hechos sumados a otros, empezaron a configurar un mapa político di-


ferente y claramente polarizado. Los partidos políticos tradicionales (Liberal y
Conservador), tras la renovada constitución de 1991 comenzaron a establecer
cercanías con los movimientos políticos nacientes. Empero, este conjunto de
hechos en torno al conflicto armado dio un impulso especial a este momento.
Con la decisión del entonces presidente Juan Manuel Santos, de establecer una
mesa de negociación con la guerrilla de las FARC, quedaron clarificadas las
tensiones ideológicas. Los liderazgos dejaron de ser asumidos por los partidos
políticos tradicionales y pasaron a ser agenciados por individuos alrededor de los
cuales se configuran los partidos políticos más representativos en la actualidad.
Es así como se habla del uribismo, del santismo, del petrismo y del vargasllerismo,
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 147

principalmente, en torno a los cuales se constituyen organizaciones partidistas


como el Centro Democrático, el partido de la U, Colombia Humana y Cambio
Radical, respectivamente.

Mientras las tensiones suceden tras la firma del acuerdo, millones de personas
y comunidades esperan la implementación definitiva de lo acordado y observan
con impotencia las dilaciones en la implementación del proceso y los nuevos
obstáculos en las agendas de paz con otros grupos alzados en armas. Frente a
este panorama, hay que decir que la tardanza en la implementación del acuerdo
es, en sí misma, un atentado contra las posibilidades reales de construcción de
paz y pone en riesgo aquello que Johan Galtung y Fischer catalogaron como
paz positiva (Galtung, 2013). En el caso particular de Colombia, las demoras y
disensos han funcionado como alimento para el recrudecimiento del conflicto
armado y promover situaciones de revictimización en las personas afectadas.

Un capítulo de la historia reciente que ejemplifica la acentuación del conflicto


en las regiones, es el incremento gradual de asesinatos de líderes sociales. Según
Indepaz entre el primero de enero de 2017 y el 17 de noviembre del mismo año
se cometieron 226 homicidios de personas que ejercían algún tipo de liderazgo
en sus comunidades (Instituto para el desarrollo y la paz, 2018). Al respecto, las
cifras son difusas ya que la personería del pueblo reporta 164 homicidios en el
mismo periodo (Revista Semana, 2019), asunto que refleja las dificultades en la
observación y seguimiento de los casos, en lo que pareciera ser un resurgimiento
de la violencia armada en las regiones. De la misma manera, la lentitud de al-
gunos procesos cruciales para la reparación de las víctimas, como la restitución
de tierras, la puesta en marcha de la comisión de la verdad, la aproximación y
conocimiento de la memoria del conflicto por parte de los sectores sociales no
afectados, entre otros, parece restar esperanza a la población afectada (Cinep,
2018) y restar vitalidad a los desafíos que les implica pensar y rehacer sus vidas.

Transcurridos 24 meses del denominado Acuerdo del Teatro Colón, el reco-


nocimiento de las víctimas, el esclarecimiento de la verdad y las garantías de no
repetición (mesa de conversaciones, 2014), merece toda la atención, dado que
el enfoque de un proceso de paz, tal como se ha aprendido de las experiencias
de El Salvador, Filipinas e Irlanda (Fisas, 2016), no solo consiste en procurar
el silencio de las armas, sino también propender por la consolidación de una
política social consecuente con la paz y, fundamentalmente, por la restauración
de las vidas de los sobrevivientes.
148 Identificación, memoria e identidad en las víctimas del conflicto armado

Qué nos enseñan las víctimas del conflicto en medio de los


disensos y dilaciones de la implementación del acuerdo de paz
Estamos en el olvido…
(Carmen)41

Identificación

Las discrepancias y dilaciones en torno al acuerdo de paz han opacado las voces
de las víctimas del conflicto armado y en algunos casos se han instrumentalizado
en función de los intereses políticos. Entre las posturas más conservadoras, están
aquellas que consideran que una de las formas de dignificar a las víctimas es con-
finando en centros carcelarios a sus victimarios, ya que consideran que la cárcel
es sinónimo de fortaleza institucional y compromiso con una justicia reparadora.

Otras perspectivas juzgan que las medidas transitorias de justicia son un medio
conveniente para la construcción de paz, ya que por medio de ellas se favorece
la contribución de los actores armados al conocimiento de la verdad sobre los
hechos victimizantes a cambio de amnistías o medidas de libertad condicionada.
Arguyen que este tipo de medidas impulsan a las sociedades en conflicto a dar
un salto cualitativo que les abre la posibilidad de superarlo, y aseveran que la
justicia transicional coadyuva de manera más decidida a la restauración de las
vidas de los afectados en cuanto la verdad es solidaria con la reparación del daño
moral que se genera en la afectación.

Pese a que los modelos de justicia retributiva y transicional son complementa-


rios y no aspiran a sustituir al otro, se presentan resistencias en el pensamiento
de los ciudadanos para aceptar las medidas sugeridas por la justicia transicional.
Las medidas transicionales suelen asociarse a impunidad, dado que se desprenden
de la tradición punitiva del ojo por ojo, diente por diente con la que se vincula
habitualmente la impartición de justicia (retributiva). Por ello, la no imposición
de un castigo proporcional al daño ocasionado por el ofensor deja un sinsabor
que tiende a tramitarse en las personas por medio de sentimientos de odio, ven-
ganza, e indignación, pero también y en el mejor de los casos, en experiencias
resilientes que invitan al perdón y la reconciliación

La tradición moderna revela que el confinamiento carcelario satisface la idea


de seguridad sobre la cual se han configurado históricamente las sociedades
disciplinares (Foucault, 2002), ya que se da una identificación colectiva que

41. Seudónimo de una mujer desplazada de su territorio por causa del conflicto armado.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 149

asocia las prácticas de aislamiento de los centros de reclusión con las ideas de
control, dominio y conservación del orden social. Sin embargo, en las últimas
décadas los procesos de reintegración en Colombia controvierten el modelo car-
celario, dado que los resultados evidencian su capacidad de disminuir las cifras
de reincidencia (Romero, 2017) por medio de la implementación de estrategias
de acompañamiento psicosocial, sin recurrir al confinamiento.

Las medidas carcelarias efectivas suelen homologarse con la idea de someti-


miento de los grupos armados ilegales (GAI) al aparato estatal, asunto que en
los procesos de negociación resulta crítico pues que implica para ellos cuestionar
el poder que profesan, aceptar la derrota militar y asumir el fracaso de su lucha.
Una mesa de negociación tiene que vérselas desde un principio con este tipo
de tensiones en las que, por un lado, los GAI buscan preservar el sentido de su
lucha en el ámbito político y, por el otro, los negociadores del gobierno están
llamados a cuidar los intereses nacionales. En la medida en que las expectativas
ciudadanas se basan en la percepción de seguridad por medio del castigo que
representa el aislamiento, en esa misma medidas las sanciones de esta índole se
acoplan adecuadamente a los imaginarios colectivos.

Esta manera de tratamiento del delito en el contexto de una negociación, no


necesariamente es condescendiente con las distintas realidades que vivencias
las víctimas. Por ejemplo, las medidas carcelarias impuestas a los altos mandos
de los bloques de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), obstaculizaron
los procesos que favorecían psicosocialmente la recuperación emocional de las
víctimas, toda vez que los victimarios saldaron su deuda con la justicia esen-
cialmente mediante su confinamiento. Muchos de los crímenes cometidos por
los grupos de autodefensa quedaron al margen de la memoria del país y de los
afectados, pues que se privilegió el recurso carcelario como expresión de justicia.

Tenemos, entonces, que el confinamiento de los agresores activa la percepción


de seguridad en los ciudadanos, pero clausura las posibilidades de construir una
memoria social sobre las acciones violentas. Entretanto, las medidas sugeridas por
la justicia transicional en el contexto de un proceso de paz, pueden contribuir a
una auténtica reincorporación de los excombatientes a la vida civil de un modo
sostenible en el tiempo. Adicionalmente, las medidas transicionales pueden
aportar con la recuperación moral de las víctimas de la guerra en la medida en
que faciliten el acceso al conocimiento de la verdad sobre las motivaciones de
los violentos y los actores armados sobre los cuales recae la responsabilidad de
los hechos que deterioraron la vida de las comunidades.
150 Identificación, memoria e identidad en las víctimas del conflicto armado

El debate actual nos muestra que a las víctimas se les interpreta de un modo
indiscriminado; se les atribuye intenciones e idearios; se las relaciona con el
uribismo, el santismo, el petrismo, etc., y se las identifica, incluso, con posturas
ideológicas según la temperatura del debate político.

Por ello, la intención de este apartado tiene como fin aproximar una respuesta
a la pregunta acerca de lo que nos enseñan las víctimas, asunto que insta a tras-
cender hacia la pregunta por la memoria. Aprender de las víctimas implica mirar
retrospectivamente lo que han vivenciado en medio del calor político del país;
implica observar lo que han significado, cómo se representan y cómo se sienten
representadas. En suma, se trata de revisar qué tipo de memoria reclaman cómo
desean ser reconocidas y cuál es su voz al respecto.

En la búsqueda para elaborar una respuesta a esta cuestión, la fundación Paz y


Bien, liderada por la por la hermana Alba Stella Barreto, franciscana misionera
seglar, abrió las puertas de su experiencia para mostrarnos las acciones hacia donde
las personas afectadas dirigen sus esfuerzos.42 La fundación se proyectó decidida-
mente hacia la comunidad con el objetivo de desvincular a niños y jóvenes entre
los ocho y veinticinco años de edad, de las dinámicas de grupos delincuenciales
por medio de las casas de restauración juvenil Francisco Esperanza, con el apoyo
y acompañamiento de líderes, lideresas, colaboradores y voluntarios

Desde hace varios años, tras los aprendizajes y conocimientos acumulados de las
complejas dinámicas barriales del distrito de Aguablanca, la fundación dio lugar
a un espacio de encuentro espontáneo entre personas provenientes de distintas
regiones del país, cuyas vidas estaban atravesadas por el común denominador
de la violencia armada. Durante los encuentros, las personas desplazadas de sus
territorios entablaban conversaciones mediante las cuales narraban sus historias,
compartían sus costumbres, sus búsquedas y necesidades, motivo por el cual, con
el paso del tiempo, los encuentros se convirtieron en una iniciativa más de apoyo
y acompañamiento a la comunidad llamada Jueves de Paz.

Durante este trabajo de conocimiento y mutua colaboración, se logró una


comprensión particular sobre el modo como las personas afectadas por el des-
plazamiento forzado y otros hechos victimizantes, sobrellevan sus vidas con las
heridas de la guerra. Se pudo conocer de cerca la manera como las personas

42. Es importante marcar que el pensamiento aquí expresado está inspirado en la realidad
particular de la población de la organización Paz y Bien. Por tanto, no es equivalente a las
solicitudes que sobre memoria histórica surgen en otras comunidades afectadas en el país.
Sin embargo, pueden eventualmente reflejar lo que en otras zonas del país están experi-
mentando.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 151

víctimas del conflicto, aún en la urbe, experimentan en la ralentización de los


procesos jurídicos y administrativos e incluso el abandono estatal.

Una de las enseñanzas que en su propia clave nos transmite la comunidad de


Jueves de Paz, está relacionada con la memoria sobre la violencia, sus actores,
sus alcances y su lugar como producto-producción del conflicto armado.

Al escuchar a Carmen, por ejemplo, resuena aquella discusión que con acento
filosófico propone Paul Ricoeur (La memoria, la historia, el olvido, 2004) acerca
del quién y qué se elige como recuerdo en los procesos mnemónicos. En su relato
se entrecruzan constantemente su propia voz con las voces de otros a los que
ella acoge en su intención de contar el dolor vivido. Dicho de otro modo, lo
que Carmen nos enseña es su ser a través de la palabra. Ella es poseedora de una
memoria que desea ser contada, narrada, escuchada por otros y nos muestra con
su entusiasmo que anhela en algún momento ser reconocida en su comunidad
desde el lugar que ella teje en su relato.

La comunidad de Paz y Bien, quizás sin saberlo, nos enseña que el acto violento
deja como impronta en la persona vulnerada un amplio interrogante sobre el ser,
cuestión que se deja ver y escuchar principalmente en las palabras que eligen
para hablar de sí mismos. “Estamos en el olvido”, decía Carmen al compartir su
experiencia, dejando clara la marca de una ausencia que se revela en la carencia
de un discurso que vincule su historia a la acción colectiva, al reconocimiento
social y, por qué no, al reconocimiento político de su historia, que representa
a su vez otras historias, como ella misma se encarga de hacerlo saber. Sus pala-
bras están cautivas en el relato de la necesidad, en la pasividad que demanda
solamente asistencia de un otro: “Me gustaría que el Estado me reconociera mi
casita digna, como para vivir, con mi grupo único de desplazamiento, mi mamá,
una sobrina, mi nieta y yo”.

La violencia con la cual han sido heridas moralmente las personas afectadas
parece empujarlas a decir que no son algo distinto a lo que han sufrido y perdido
materialmente. Por eso, sus reclamos a veces incomodan, porque nos recuerdan
un estado potencial de indefensión, de desamparo (Freud, 1997), amenaza exis-
tencial que quisiéramos mantener siempre distante, pero que se nos presenta
como una posibilidad latente para cualquier ser humano. Aunque el Estado está
llamado a restituir materialmente a las víctimas, la identificación subjetiva que
se erige en la persona afectada por la violencia tiende a estar en relación con
el daño sufrido.
152 Identificación, memoria e identidad en las víctimas del conflicto armado

Ante la pregunta “¿cómo desea que las demás personas la miren y reconozcan?”
se encuentran respuestas como: “Quiero que me reconozcan como desplazada del
conflicto armado, porque a mí me dieron un papel en el que me aprobaron que
yo soy víctima del conflicto armado”. “Yo necesito que me reconozcan un pedazo
de tierra en donde sembrar, en donde parar mi ranchito, los anhelos de uno es
solo vivir y tener su pedacito de rancho porque todo lo uno tenga allí queda”.
En este contexto, el yo soy de las víctimas carga con el estigma de la pérdida y
encarna una cierta situación de desamparo que indica que las coordenadas de
lo que urge restituir trascienden el orden material (Quintero, 2018).

Lo que está en crisis en la reconstrucción del tejido social, en medio de las


dificultades políticas del proceso de paz, es la ontología del sujeto afectado,
el quién soy y las apuestas futuras a las que se catapulta el ser a partir de una
reflexión de esta índole.

Diremos, entonces, respecto de las personas afectadas, que la ausencia de un


reconocimiento ontológico (Honneth, 1997), sociohistórico, más allá del signifi-
cativo y necesario reconocimiento jurídico que brinda el aparato Estatal, deriva,
como en un callejón sin salida, en la identificación con el lugar de víctima, con
todo lo que ese lugar encarna.

Memoria e identidad

En los encuentros de Jueves de Paz en la fundación Paz y Bien, surgió la


iniciativa de establecer una práctica de escritura denominada Cuadernos de
la memoria. La elaboración de los cuadernos está orientada hacia la expresión
gráfica de pensamientos y sentimientos asociados a hechos ocurridos antes, du-
rante y después del hecho victimizante. Esta práctica es un intento por develar
los recuerdos que conservan las personas afectadas y mantenerlos presentes con
la expectativa de obtener algún tipo de reconocimiento por parte del Estado
cuando entren en funcionamiento las medidas diseñadas en la Justicia Especial
para la Paz. Esta práctica, de la mano con los procesos de identificación subjetiva
relacionados con el daño recibido, invita a poner la mirada en la memoria como
eje central para la recuperación del entramado social.

La memoria es una operación que establece sus bases en el funcionamien-


to biológico del ser humano. Sin embargo, sus consecuencias trascienden lo
estrictamente orgánico e impactan la vida de las personas tanto en el ámbito
individual como en el social. Si somos más estrictos, podremos decir que el
andamiaje cultural de las comunidades se sostiene en los procesos de construc-
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 153

ción de memoria, tal como se observa en la transmisión oral y escrita que de


generación en generación sucede con las tradiciones y costumbres que hacen
parte de su historia.

¿Qué tipo de memoria se requiere en este tipo de procesos? A propósito del


marco de justicia transicional en que fue pactado el acuerdo, se destacan cuatro
aspectos cardinales para la superación del conflicto: verdad, justicia, reparación
y garantía de no repetición. Uno de los ejercicios sociales fundamentales para
ello es la consolidación de una memoria sobre la afectación, que históricamente
ha marcado a la población civil e incluso a los mismos combatientes que han
quedado inmersos en el bucle histórico de la repetición de la violencia.

De acuerdo con lo anterior, tal como se mencionó en la antesala, el entendi-


miento de la memoria es intrínseco al ser y su condición social e histórica. De esta
manera la memoria está estrechamente vinculada con la dimensión ontológica
del ser humano y es, en ese sentido, una práctica estrechamente emparentada
con narrativas, símbolos y lenguajes corporales que recogen y re-significan los
acontecimientos que han constituido la historia, las creencias y las prácticas
culturales de las comunidades o personas afectadas. La memoria, entonces,
más allá de ser una actividad biológica tiene su soporte subjetivo y social en el
lenguaje y los símbolos constituidos colectivamente.

Las víctimas del conflicto armado que concurren a la fundación Paz y Bien nos
enseñan que se precisa de una memoria histórica que contribuya a la construcción
de garantías de no repetición de los hechos violentos. También nos trasmiten la
importancia de hacer un ejercicio colectivo mucho más amplio que los visibilice
no solo desde el lugar de la afectación, sino desde su ser; es decir, lo que han sido,
lo que son y lo que buscan ser y hacer con sus vidas apoyándose en los recursos
económicos, humanos y asistenciales que la política social hace circular a partir
de la apuesta por la construcción de paz.

Los traumas que genera la violencia armada tienen provocan rupturas simbóli-
cas y relacionales que enajenan en el dolor y sufrimiento a las personas vulneradas.
Por ello, los Cuadernos de la memoria surgen como una práctica que responde,
a través de las huellas de la grafía, del dibujo, del paisaje, de la imaginación
misma, a la necesidad de no olvido como modo esencial de salvaguardarse de
las consecuencias destructivas de los hechos violentos.
154 Identificación, memoria e identidad en las víctimas del conflicto armado

Figura 19.
Cuadernos de la Memoria

Fuente: Fundación Paz y Bien.

Esta es una actividad interesante de observar en adultos mayores no


alfabetizados, dado que recurren al apoyo de los miembros más jóvenes de
su grupo familiar, quienes hacen las veces de escribientes y ciertamente de
intérpretes de la historia de sus mayores. Sin embargo, hay que mencionar
que en entornos precarizados y vulnerables como el nuestro, este tipo de
prácticas pueden, de manera desprevenida, sucumbir a la instrumentali-
zación del recuerdo cuando las personas afectadas hacen de su condición
de afectados su identidad. Esto significa que las personas se equiparan, sin
advertirlo, a la categoría que condensa y produce todo hecho victimizante;
es decir, a ser víctima, como se mencionó algunos párrafos atrás. Si esto
es así, la memoria solo adquiriría valor como carta de presentación útil
para acreditar el acceso a beneficios de cualquier índole, sobre la base
de un falso proceso identitario que hace de la victimidad una condición
permanente en el tiempo, en oposición a su carácter transitorio.

Esto es importante subrayarlo toda vez que la reparación de los afectados


no es un beneficio al cual se accede a título de favor, sino un derecho
establecido con un sustento más loable que la mera transacción de bienes
materiales o indemnizaciones. Las disposiciones de ley en la normatividad
vigente señalan con claridad a quiénes se les reconocerá como víctimas
del conflicto armado. No obstante, dicho estatuto jurídico no es determi-
nante de los procesos de identidad de los afectados; es decir, una persona
víctima no tiene por qué seguir siéndolo toda su vida.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 155

A modo de conclusión, es importante decir que víctima es una categoría


nominal que refiere una situación de afectación en un contexto de violen-
cia y como tal es utilizada en los marcos normativos y en la descripción de
los programas implementados por entidades estatales y no gubernamen-
tales. En consecuencia, la palabra víctima no es una condición identitaria
ni definitoria de una persona, motivo por el cual, entre otras razones, los
procesos de memoria para la superación del conflicto resultan esenciales
en la medida que reivindican la condición humana en cuanto se blinden
de cualquier intento de instrumentalización política o social.

La construcción de paz en contextos de desigualdad social como el co-


lombiano, tiende a inclinar la balanza hacia lógicas asistencialistas en las
que las personas afectadas asumen su daño como medio de acreditación
para la obtención de beneficios, y se instalan –en ocasiones sin preten-
derlo– en una relación biunívoca con el evento violento, dado que es la
vía que se les revela como una oportunidad para superar su situación de
vulnerabilidad. En este orden de ideas, la política social derivada de un
acuerdo de paz ha de evitar su politización e instrumentalización con fines
partidistas y electorales.

Dignificar a las personas afectadas por el conflicto implica, tal como


nos lo enseña la comunidad Paz y Bien, que el Estado se haga cargo de
las acciones de reparación a las que haya lugar, pero, fundamentalmente,
conlleva propiciar las condiciones sociales y políticas para elaborar un au-
téntico ejercicio de memoria que vincule la historia de vida de las víctimas
a un deseo común (de país) que apunte a la erradicación de la violencia.
Se trata de vencer las barreras jurídicas y de diversa índole que impidan
el conocimiento de la verdad concreta que ha motivado históricamente la
confrontación bélica con el propósito de construir, en clave mnemónica,
garantías de no repetición.
APARTADO QUINTO

Voces de frontera
de los jóvenes
Jóvenes es, en sí misma, una categoría semánticamente muy amplia.
¿A qué jóvenes se refiere este apartado? ¿De cuáles juventudes estamos
hablando? En esta dirección y retomando la noción misma de episteme
como la configuración de condiciones de posibilidad para la emergencia
de saberes, en este apartado la palabra jóvenes, más que un momento
del desarrollo connota unas condiciones sociohistóricas, económicas,
éticas y políticas que vivencian modos particulares de relacionarse en
el mundo. Lorenzo Brito (Brito, 1996, citado en Villa, 2011), hace
referencia más que a la palabra jóvenes, al término juventud como
una condición social que requiere ser analizada según la época. En
este caso y para esta tarea, la arquidiócesis de Cali en sus procesos de
acompañamiento a poblaciones juveniles, ha seleccionado sistematizar
una estrategia que ha ido aprendiendo en el camino para acercarse a
poblaciones juveniles altamente vulnerables de la ciudad. Esta iniciativa
es dialogada con el autor Eduardo Aguirre, de la Universidad Nacional.
A su vez, también acompaña este apartado una organización única en
la ciudad por su forma organizativa y el modo como surge y acompaña
juventudes en su comunidad barrial. Se hace referencia a la Fundación
Sí es Posible, una familia que se colectiviza en pro del bienestar de su
barrio y de la ciudad. Esta maravillosa experiencia es acompañada por
el autor Adolfo Albán Achinte, de la Universidad del Cauca.
159

CAPÍTULO X

Acercamiento con jóvenes en condición de


vulnerabilidad y el contexto delincuencial urbano
Yesid Perlaza Mosquera
Arquidiócesis de Cali

Jorge Gasca Ramírez


Arquidiócesis de Cali

Eduardo Aguirre Dávila


Universidad Nacional de Colombia

Presentación
El capítulo aborda el tema de la intervención psicosocial con jóvenes en condi-
ciones de vulnerabilidad y alto riesgo de vincularse a actividades delincuenciales.

En la primera parte se presenta la sistematización de la experiencia de inter-


vención psicosocial, llevada a cabo por la arquidiócesis de Cali por medio de la
Vicaría para la Reconciliación y la Paz, en diferentes comunas de la ciudad de
Cali. Esta experiencia recoge el empleo de herramientas destinadas a la promo-
ción de la paz, implicando en ella a jóvenes y a la comunidad con el propósito
de promover una sana convivencia basada en el perdón y la reconciliación. Las
herramientas empleadas se orientan a formar en los jóvenes valores y maneras
de actuar, que les permitan reconocerse unos a otros como personas, con dones
sagrados y dotados de una inmensa dignidad, así como desarrollar en ellos la
necesidad de ser actores principales de la paz.
160 Acercamiento con jóvenes en condición de vulnerabilidad y el contexto delincuencial urbano

En la segunda parte se aborda la intervención desde una perspectiva más


conceptual, destacando en ella las características de su empleo en el trabajo con
jóvenes vinculados a actividades delincuenciales.

Este trabajo presenta dos apartados. Inicialmente, se hace una breve caracte-
rización de la delincuencia juvenil partiendo de su definición, la cual enfrenta
importantes retos conceptuales tales como la delimitación del grupo etario al
que se señala de cometer delitos, el tipo de conductas punibles y la responsabi-
lidad de la sociedad y la familia, entre otros. En un segundo apartado se hace el
deslinde del concepto de intervención psicosocial y sus particularidades frente
al fenómeno de la delincuencia juvenil.

Proceso de acercamiento con jóvenes pertenecientes a grupos


delincuenciales o susceptibles de pertenecer a ellos
Por Yesid Perlaza Mosquera43 y Jorge Gasca Ramírez44
El presente trabajo recoge la experiencia de intervención con jóvenes en
condiciones de vulnerabilidad y riesgo de vinculación a actividades delincuen-
ciales, llevada a cabo por la arquidiócesis de Cali a través de la Vicaría para la
Reconciliación y la Paz. La labor se ejecuta bajo los enfoques de derechos hu-
manos y de género y el compromiso es desarrollar estrategias no violentas en la
promoción de la paz, implicando en ello a jóvenes y a la comunidad de las zonas
de influencia de la arquidiócesis, para construir una sana convivencia basada
en el perdón y la reconciliación. De manera concreta, el trabajo de la vicaría
ha estado orientado a proporcionar a todas las personas, sin importar la raza, la
edad, el sexo o la condición económica, social o religiosa, herramientas que les
permitan reconocerse unos a otros como personas, con dones sagrados dotados
de una inmensa dignidad y ser actores principales de la paz. La experiencia se
expone por medio de entrevistas a los actores del proyecto de intervención, en las
cuales se resalta las estrategias utilizadas en el trabajo de campo con los jóvenes
de diferentes comunas de la ciudad de Santiago de Cali. El capítulo está dividido
en cuatro apartados bajo los títulos ¿Quiénes somos?, Aproximación a la violencia
en la ciudad de Cali, Experiencia elegida y Contribuciones.

43. Gestor de vida de la arquidiócesis de Cali. Correspondencia: gestordevida1@arquicali.org


44. Gestor de vida de la arquidiócesis de Cali. Correspondencia jorgegr1205@hotmail.com
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 161

¿Quiénes somos?
Lograr la convivencia pacífica y la no violencia en las zonas de influencia de
la arquidiócesis de Cali es un deber de toda persona y un desafío tanto para el
Estado y las instituciones, como para la Iglesia, cuyo fin es hacer de la paz un
estilo de vida.

Para el papa Francisco, “(…) la no violencia no es un mero comportamiento


táctico, sino más bien un modo de ser de la persona, la actitud de quien está tan
convencido del amor de Dios y de su poder, que no tiene miedo de afrontar el
mal únicamente con las armas del amor y de la verdad”.

El compromiso, entonces, para la Iglesia, es desarrollar estrategias no violen-


tas en la promoción de la paz, implicando en este proceso a todos los actores,
víctimas y victimarios para construir una sana convivencia basada en el perdón
y la reconciliación. En este sentido, el trabajo de la vicaría ha estado orientado
a proporcionar a todas las personas, sin importar raza, edad, sexo, condición
económica, social o religiosa, herramientas que les permitan reconocerse unos
a otros como personas, con dones sagrados dotados de una inmensa dignidad,
y actores principales de la paz.

La vicaría se ha propuesto como misión el velar de manera especial por la vida


y la dignidad de las personas y grupos humanos y promover los derechos huma-
nos en la perspectiva de una sociedad más justa e incluyente, con énfasis en la
reparación a las víctimas de la violencia para lograr el perdón, la reconciliación,
la paz y la convivencia armónica (el buen vivir).

Para el 2020, la vicaría se propone ser la voz profética de la Iglesia en Cali, que
tras el anuncio del Evangelio desarrollará propuestas alternativas para la cons-
trucción de una ciudad-región, encaminadas a la promoción del buen vivir, la
protección y defensa de la vida, la dignidad humana, los derechos humanos, la
reconciliación y la paz. Para lograr la reconciliación y la paz de Cali y de Colombia,
se llevan a cabo acciones de reflexión, formación y compromiso, fundamentadas
en los mandamientos de Dios y la Constitución Política de Colombia.

De manera particular se pretende:


– Generar procesos de formación humana con énfasis en la convivencia
pacífica y el perdón, creando así la capacidad en las personas y grupos hu-
manos para sanar de manera sustancial, afectiva y efectiva las secuelas de
la violencia en cualquiera de sus géneros.
162 Acercamiento con jóvenes en condición de vulnerabilidad y el contexto delincuencial urbano

– Movilizar la cultura de perdón, reconciliación y la paz, fomentando desde el


Evangelio el desarrollo humano y las relaciones de convivencia entre todos
los miembros de las comunidades que interactúan en la ciudad-región.
– Construir espacios de interlocución entre los agentes del conflicto social y
armado, para restaurar la verdad y la justicia como alternativas de confron-
tación y transformación de la realidad existente.
– Involucrar las diversas expresiones de la ciudadanía: etnias, comunidades,
grupos de base, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales,
en el desarrollo de estrategias en red para la superación de la exclusión, la
victimización y la violencia.
– Desarrollar con la población victimizada por la violencia procesos de recons-
trucción del tejido social, que permitan la recuperación de la convivencia, el
ejercicio de los derechos y la dignidad de toda persona.

Aproximación a la violencia en la ciudad de Cali


La Vicaría para la Reconciliación y la Paz de la arquidiócesis de Cali, está ubi-
cada en Santiago de Cali, Colombia, en la zona sur de la ciudad, específicamente
en el barrio Miraflores.

Entre las acciones que se llevan a cabo en la vicaría está la intervención con
jóvenes, principalmente en zonas o barrios vulnerables o marginados de la ciudad,
como son Terrón Colorado, Siloé, Potrero Grande, El Poblado, San Luis, San
Luisito, Petecuy, La Paz, Sol de Oriente y Pízamos, entre otros.

Realidad de la violencia en la ciudad región


Para planear, organizar y desarrollar las estrategias de intervención en los diver-
sos frentes en los que se trabaja, la vicaría ha considerado necesario e importante
hacer el análisis del contexto, para lo cual se revisan permanentemente las cifras
y las estadísticas de los hechos violentos y la criminalidad (delincuencia común
y organizada) y su efecto en la ciudad.

Según el Observatorio de Realidades Sociales de la alcaldía de Cali y la Policía


Metropolitana de Cali, el mes menos violento del año 2017 fue septiembre, con
77 homicidios, 20 menos con relación al año pasado, que fuero 97 asesinatos.

Entre el 2000 y el 2015, la tasa de homicidios de Cali se movió entre 57 y 91


por cada 100 000 habitantes, por encima de Bogotá y Medellín. No obstante, de
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 163

acuerdo con los datos suministrados por la Policía Metropolitana de Cali, en las
22 comunas de la ciudad, 11 registraron reducciones en la cifra de homicidios en
septiembre y dos de ellas –la 4 y la 5– con cero homicidios en el mes de septiembre.

Entre 2001 y 2015 murieron en Cali de forma violenta 26 687 personas.


Según la policía, de los homicidios que se cometen en la capital del Valle el 53
% son bajo la modalidad de sicariato, la mayoría corresponde a vendettas entre
delincuentes. Los días en los que más crímenes se comenten en la ciudad son los
domingos y en el resto las horas en las que hay mayor frecuencia de crímenes es
entre las doce de la noche y las cinco de la mañana, y entre las seis de la tarde
y las 11: 59 p. m. Las venganzas, los enfrentamientos entre pandillas y las riñas
son los principales móviles.

En octubre de 2017, Cali registró 106 homicidios, tres casos más que en el de
2016, y según el informe del Observatorio de Realidades Sociales, de la alcaldía
de Cali, 39 personas tenían entre 18 y 24 años y 26 tenían entre 30 y 44 años.
Así mismo, febrero de ese año fue el mes que presentó un aumento en los asesi-
natos y julio el más violento, con 129 asesinatos, treinta más que en el 2016. La
mayoría de muertes fueron producto de riñas entre vecinos, amigos o parejas
en medio del licor.

Contextualización de las dinámicas delincuenciales en Cali

Durante los años 2012 y 2013, la ciudad de Santiago de Cali vivió la última
confrontación armada entre bandas dedicadas al narcotráfico y al crimen or-
ganizado, como resultado de la lucha por el territorio (plazas de microtráfico,
extorsión, cobros de deudas producto de la actividad del narcotráfico, sicariato,
etc.). Las bandas vinculadas en esta lucha fueron las lideradas por alias Palus-
tre –capturado a finales del mes de agosto de 2013 y extraditado a los Estados
Unidos– y alias Avestruz –en proceso de diálogo y acercamiento con el Gobierno
nacional para un posible sometimiento. Es de resaltar que estos dos personajes
pertenecen a la estructura criminal de la banda Los Rastrojos.

Según informes del Observatorio de Seguridad, de la Alcaldía de Santiago


de Cali, los homicidios presentados en el año 2013 fueron 1.959. En octubre de
2015, la estructura criminal de Los Rastrojos, liderada por alias Avestruz, inicia
acercamiento con la Vicaría para la Reconciliación y la Paz con el objeto de poner
a disposición los jóvenes que agrupa y concertar un proceso de diálogo e inter-
vención psicosocial que propenda a una transformación social de estos jóvenes.
164 Acercamiento con jóvenes en condición de vulnerabilidad y el contexto delincuencial urbano

Como resultado de este proceso, la vicaría adelantó entre 2016 y 2017 el pro-
yecto Barrios en Paz y Desarrollo, en el que participan los jóvenes que pertenecían
a la organización antes mencionada y que habitan en la comuna 6. Producto de
este trabajo, se puede afirmar que la arquidiócesis ha aportado a la disminución
de los asesinatos en la ciudad.

Cali experimentó un reacomodo en la estructura criminal motivado por la ocu-


pación de los espacios abandonados debido a la captura de los líderes y miembros
de las organizaciones antes citadas, así como por la dejación de las actividades
delictivas producto del narcotráfico de los jóvenes y líderes que se han acogido
a procesos de intervención y acompañamiento psicosocial promovido por la
vicaría. Se debe destacar que los crímenes selectivos que se produjeron entre
febrero y abril de 2017, se debieron a la reorganización de la actividad criminal.
Un protagonista de estos hechos fue un miembro capturado de Los Restrojos que
desde la cárcel intentaba apoderarse de las plazas de microtráfico, extorsión y
cobros de deudas asociadas al narcotráfico y al sicariato.

Experiencia elegida
Se escoge el proceso de acercamiento a los jóvenes que pertenecen o se encuen-
tran en una situación de vulnerabilidad, que los pone en riesgo de pertenecer a
algún grupo delincuencial. Se decidió trabajar en este proceso porque es funda-
mental para nuestra labor de reconciliación y paz, puesto que los jóvenes tendrán
así la oportunidad de creer en lo que hacemos como institución y generar vínculos
fraternos que permitan que el resto de profesionales hagan la intervención.

Con el fin de dar cumplimiento a la misión de velar por la vida y la dignidad


de las personas y grupos humanos y teniendo en cuenta la realidad de la ciudad,
la vicaría apunta todo su accionar a promover cambios socioculturales en las
personas. Se pretende propiciar esta transformación con base en, primero el in-
dividuo, incidiendo en la capacidad de la persona de asumir procesos de perdón
y reconciliación, para luego extenderlo a sus relaciones con los demás. De esta
manera se generan entornos seguros y propicios para vivir libre de violencia.

En este sentido, lo que pretende la vicaría con sus líneas de acción y bajo la
perspectiva del perdón y la reconciliación es proporcionarles a las personas de los
diversos territorios un conjunto de herramientas que faciliten la erradicación de
los conflictos y llevar a cabo procesos de acompañamiento espiritual y psicosocial
conducentes al cambio de las relaciones entre las personas y las comunidades,
sin dejar de reconocer el contexto particular de cada persona y comunidad.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 165

El trabajo consiste en desarrollar estrategias no violentas para la promoción de


la paz, que involucren a víctimas, victimarios, comunidad e instituciones, para
construir una sana convivencia basada en el perdón y la reconciliación. Esta
labor se centra en tres grandes ejes: desarrollo de capacidades, reconocimiento
de los derechos humanos y fortalecimiento de la espiritualidad. En este marco,
las líneas fundamentales de acción son la formación, la participación ciudadana
y el acompañamiento psicosocial.

Por otro lado, para la vicaría es importante conocer lo que sucede actualmente
en la ciudad y la incidencia de la violencia en las comunidades. De ahí la im-
portancia de crear redes que permitan llegar a los territorios y trabajar con los
jóvenes en el proceso de acercamiento. Inicialmente se trabaja con el párroco
de la iglesia cercana al sector que se piensa intervenir, luego se buscan los líderes
comunales o demás instituciones presentes en el barrio y si es posible se contacta
a los rectores o profesores de los colegios cercanos. Por último, se propicia un
encuentro inicial con los jóvenes que se piensa intervenir.

Escuchando las voces juveniles


A continuación, se expone la percepción que se tiene del trabajo de acerca-
miento a los jóvenes y la comunidad que hace la vicaría, con el fin de brindar
elementos para la comprensión del proyecto desde la voz de los beneficiarios.

Personal de la Vicaría (PV). Nos encontramos con Luis Fernando Bernal,


habitante del barrio Petecuy segunda etapa, que nos da sus impresiones frente
al proceso de acercamiento, sensibilización y acompañamiento desarrollado por
la Vicaría para la Reconciliación y la Paz de la Arquidiócesis de Cali. Fernando,
queremos que nos hagas un recuento del proceso de acercamiento de los fun-
cionarios de la arquidiócesis y el párroco de la comunidad Bartolomé Apóstol.

Entrevistado (E). Pues fue una experiencia muy buena en el momento que
llegaron con el párroco porque, pues, nos permitieron recapitular nuestras vidas
con procesos de acompañamiento psicosocial y actividades lúdicas deportivas,
que nos ayudan en nuestro proyecto de vida y así salir de donde estábamos
perdiendo el tiempo.

PV. Fernando, cuéntanos cómo fue el proceso de generación de confianza y


cómo se sintieron ustedes en este proceso.

E. Fueron momentos por parte de los muchachos del grupo que pensaban
que no les interesaba eso, que eso no les servía para nada. Pero debido a las
166 Acercamiento con jóvenes en condición de vulnerabilidad y el contexto delincuencial urbano

actividades deportivas y constantes asistencias de los mediadores, poco a poco


se fueron generando los espacios de confianza para poder así iniciar un proceso
y trabajar con el grupo.

PV. Sienten ustedes que el procedimiento o el mecanismo que utilizaron los


funcionarios de la vicaría fue el más correcto o creen que se podía haber hecho de
otra manera y de esta forma se hubiera podido ganar mejor espacio de confianza.

E. Pues yo la verdad sí pienso que fue la mejor manera de poder llegar al grupo,
porque fue de la forma lúdica, de la forma deportiva, de una forma en la que sí
podían poner cuidado.

PV. Para ustedes fue importante la participación del padre Diego Armando
Rivera, párroco de la comunidad San Bartolomé Apóstol y creen que con la
vinculación de los sacerdotes en estos espacios con los jóvenes en alto riesgo de
situaciones de conflicto, se les puede aportar mayores espacios de confianza e
iniciar un proceso serio y duradero para hacer algún tipo de intervención con
ustedes.

E. Sí, la verdad el apoyo que dio el padre Diego fue muy importante porque,
pues de hecho, nos prestó los espacios para poder tener las reuniones. Y sí, sería
de gran ayuda la vinculación de los párrocos en estos programas para que la
misma gente se genera más confianza para poder creer, pues son los sacerdotes,
por así decirlo, la cara de la comunidad, la cara buena de la comunidad.

PV. Luis Fernando, desde tu experiencia ¿cuánto tiempo crees que debe durar
el espacio de acercamiento y acompañamiento?

E. Pues por mi experiencia pienso yo que debe de durar un tiempo no menor


de dos años para que pueda generar algún tipo de impacto en los participantes,
en los procesos con los jóvenes y en la comunidad y darles el espacio de confianza
a los funcionarios de la vicaría. Los espacios de confianza se fueron generan-
do debidamente con la presencia de los mediadores en los lugares de trabajo,
donde se nos ayuda a subir la autoestima. Por medio de talleres con sonidos,
nos hablaban de la vida, de la infancia; nos hacen recordar cosas de la infancia
y así poco a poco fuimos entrando en nuestra forma de vida y nos ayudaron a
ver la vida desde otra perspectiva, permitiendo así que se acercaran para poder
trabajar en los procesos.

PV. Luis Fernando, ¿cómo crees que las entidades que quieran hacer este tipo
de intervención con jóvenes en alto riesgo de vulnerabilidad y que hacen parte
de un conflicto en los barrios pueden acercarse a ustedes?
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 167

E. Pues principalmente deberían generar diálogos con los jóvenes y hacerse


de manera lúdica, con participación deportiva y de una manera simple, sin
estigmatización, para que los jóvenes no se sientan y puedan aceptar las inter-
venciones de esas instituciones.

PV. ¿Podríamos decir que en los jóvenes y en la comunidad hay desconfianza


frente a las intervenciones de las entidades?

E. Sí, ya que vivimos en una ciudad donde se han visto muchas muestras de
corrupción y por ese motivo las personas son escépticas ante las entidades guber-
namentales. La percepción de los jóvenes de estos procesos que hace la Iglesia
debe ser positiva, porque son procesos honestos, encaminados y enfocados en un
proyecto de vida. Con ellos, los jóvenes salen de situaciones hostiles y violentas
y cambian la perspectiva de vivir tranquilo.

PV. ¿Cuál fue la relación que se fue tejiendo entre los funcionarios de la vicaría
y el padre Diego Rivera?

E. Con ustedes fue una relación cordial. Las intervenciones con los funcio-
narios Edward y Yesid Perlaza y el párroco Diego y Juan David, nos permitieron
conocer cosas de la vida de ellos y también nosotros les dimos entrada en nuestra
vida para que conocieran cosas de nuestro pasado y nos ayudaran para nuestro
presente y futuro.

PV. ¿Qué actitudes y conocimientos se transformaron en el proceso de


acompañamiento y cuáles fueron las estrategias que utilizaron los profesionales
principalmente?

E. Las actitudes que cambiaron fueron principalmente las agresivas, como por
ejemplo, hacerle daño a la comunidad, coger lo que no nos pertenecía, el consu-
mo de sustancias frente a los jóvenes y las personas del barrio. Estas conductas
se fueron disminuyendo poco a poco. Las estrategias que se utilizaron fueron
charlas con el psicológico con retrospectiva en lo social, el acompañamiento
del trabajador social y la terapia de exposición, actividades lúdicas y deportivas.

PV. A nivel personal ¿puedes contarnos cómo se vincula la familia y cómo


esto afectó de manera positiva o negativa el proceso?

E. Principalmente, los trabajadores sociales y los psicólogos empezaron a hacer


más visitas para ver la forma de vida de nosotros en la casa y así mismo fueron
vinculando familias y generando buen impacto, porque a los familiares de cada
uno de los muchachos les parecía que era un programa importante en que ellos
168 Acercamiento con jóvenes en condición de vulnerabilidad y el contexto delincuencial urbano

iban a estar ocupados y no estar pensando en actos delictivos ni en consumo


de sustancias. En algunos de los sectores del barrio se presentaron diferentes
tipos de compartir, en los que hubo convivencias con las familias y se hicieron
terapias pedagógicas entre el joven participante y sus familiares, padres, hijos o
esposa y demás.

Fernando, a nivel social ¿cómo crees que los percibían en la comunidad cuando
tenían dominio sobre la esquina donde permanecían y cuál es ahora la percepción
después de la intervención de la vicaría?

E. La percepción que tenían las personas sobre nosotros era que éramos malan-
dros y nos condenaban por el consumo de drogas y por los actos delictivos y no
pasaban por aquí porque se sentían atemorizadas. A raíz del proceso esto cambió,
porque ya no éramos estigmatizados.

PV. ¿Cómo crees que se deben hacer los procesos de acompañamiento y de


acercamiento y los procesos de intervención? ¿Cuánto deben durar?

E. Un poco más que el que ustedes utilizaron (seis meses) para las personas
que acuden al programa. Aunque el proceso de acompañamiento no debería
terminar, es muy importante siempre tener de todas maneras el apoyo del traba-
jador social o del psicólogo con el que uno está hoy y con el que se ha generado
un vínculo fraternal.

PV ¿Crees que ese vínculo se debió a la manera como el profesional interactuó


con ustedes?

E. La experiencia de vida con los funcionarios permitió que se fueran tejiendo


vínculos de fraternidad y eso nos hace ver que sí es posible cambiar nuestras
vidas, pues esta parte personal nos permite generar espacios de confianza y de
esa manera abrir nuestro corazón para que entraran en nuestras vidas para que
vieran cuáles eran nuestros problemas para así generar espacios de intervención.

Cambios que delinean la ruta


Durante la vicaría han surgido cambios producto de las experiencias con los
diferentes grupos y comunidades. Inicialmente, la intervención se llevaba a cabo
con dos gestores de vida vinculados al proyecto No matarás, de Medellín, los
cuales hacían los acercamientos y llevaban todo el proceso. Para Yesid Perlaza,
dejar de ser parte del equipo de trabajo de la vicaría se convirtió en la oportunidad
de hacerse cargo del proceso de intervención y a partir desde su experiencia de
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 169

vida y transformación, comienza a trabajar de manera diferente los acercamientos


permitiendo así que se avanzara de manera significativa en el trabajo.

Voces de los actores


Con el propósito de mostrar con más detalle la experiencia, se presentan tres
entrevistas a personas que han participado en el trabajo emprendido por la vi-
caría. Estas entrevistas se enmarcan en cuatro ejes transversales que permitirán
conocer la experiencia desde perspectivas diferentes. Una primera aproximación
se da a partir de la reseña histórica, lo cual permite conocer cómo nació la Vicaría
para la Reconciliación y la Paz y el proceso de acercamiento al trabajo con los
jóvenes y las comunidades. La segunda perspectiva está vinculada a la recons-
trucción histórica y presenta el componente humano a partir de la experiencia
de vida de uno de los profesionales encargados del trabajo de acercamiento a los
jóvenes. La tercera mirada es desde el trabajo pastoral del padre José Gonzales
y su experiencia en el proceso de acercamiento al momento de ser nombrado
vicario en reconciliación y paz y posteriormente coordinador de la Vicaría para
la Reconciliación y la Paz. Por último, se expone la mirada profesional de un
psicólogo de la vicaría.

Entrevista 1. Aproximación histórica y experiencia de vida

Entrevista a Mayra Leonor Guachetá Flor, trabajadora social egresada de la


Universidad del Valle, con cuatro años y medio de experiencia en la Vicaría para
la Reconciliación y la Paz, de la arquidiócesis de Cali.
Entrevistador (E). Mayra ¿cómo fue su vinculación a la vicaría?
Mayra (M). El primer proyecto al que llegue fue el proyecto Barrios en Paz y
en Desarrollo para la ciudad de Santiago de Cali, 2013-2015. En este proyecto
me desempeñe como trabajadora social y acompañaba en el primer momento a
un equipo conformado por dos gestores de vida y un contador. Los gestores de
vida eran parte del movimiento No matarás, de la ciudad de Medellín.
E: ¿cómo nació el proyecto Barrios en Paz y Desarrollo?
M. El proyecto nació desde la pastoral social con el padre Braulio, en ese
primer momento de las dinámicas de violencia que vivía la ciudad de Cali en el
año 2012. Monseñor Darío quería hacer una intervención a estos agentes del
conflicto y entonces, con el apoyo de los gestores de vida Andrés y Juan y luego
cuando fue aprobado por la conferencia episcopal italiana (CHEI) fue pasado a
la Vicaría para la Reconciliación y la Paz.
170 Acercamiento con jóvenes en condición de vulnerabilidad y el contexto delincuencial urbano

E. Este proyecto inicialmente nació de una iniciativa por las dinámicas de


violencia que se presentaban en algunos sectores. ¿En esos momentos estaba
creada la Vicaría para la Reconciliación y la Paz o solo fue el cambio del proyecto
a otra dependencia de la arquidiócesis de Cali?

M. La vicaría llevaba un año de creada cuando el proyecto Barrios en Paz y


en Desarrollo fue remitido a la vicaría, ya que apuntaba a lo que es la reconci-
liación, el perdón y la paz, porque el objetivo principal del proyecto era instalar
una cultura de paz. Entonces, teniendo en cuenta ese objetivo, monseñor tomó
este proyecto para la vicaría sobre la base de que su objetivo era aportar a este
problema de las violencias que se estaban gestando en los territorios de Cali y
de Yumbo. Este proyecto no era exclusivo de Cali, sino que incluía la comuna 1
del municipio de Yumbo.

E. Bueno, Mayra. Cuando ya el proyecto fue aprobado ¿cuál fue la propuesta


metodológica planteada para su formulación? ¿Cómo lo plantearon? ¿Quién lo
planteó?

M. El proyecto tiene un marco lógico que son los antecedentes de las situaciones
de la violencia de Cali y los planes de desarrollo 2011 y 2012 y los indicadores de
violencia que se estaban viviendo en los barrios y en las comunas intervenidas,
entre ellas las comunas 7, 18, 20 y 1 del municipio de Yumbo. La metodología
estaba más inclinada al trabajo comunitario, es decir, al acercamiento con los
jóvenes. Se iba a desarrollar toda la propuesta o la malla de formación que tenía
como objetivo este proyecto.

E. ¿Cómo se estructura esta malla de formación? ¿Cuáles son los puntos que
abarca? ¿Qué estructura le dan?

M. Cuando llegué, el padre José González, vicario de reconciliación, hacía


mucho énfasis en la formación de ser persona. A partir de ahí, me correspondió
revisar la malla de formación en ser persona. Posteriormente, con el psicólogo
Francisco Bernal y el nuevo trabajador social Edward David, empezamos a ver
qué era eso de ser persona. Entonces, a partir de la construcción de la malla de
ser persona empezamos a ver la autoestima, la autoimagen, el autoconcepto;
o sea, todo lo primario del joven, lo que él era en su interior. Luego pasamos a
valorar la dimensión social en ese ser persona y luego la dimensión comunitaria.

Desde esos tres componentes primordiales para el desarrollo del ser humano
empezamos a trabajar también baketic, una propuesta de los ocho pilares de las
Espere (escuelas de perdón y reconciliación) y a consolidar todo un material
con el cual íbamos a llegar a territorio. Inicialmente, el proyecto tiene uno de
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 171

los componentes más importantes y que contribuyó al acercamiento y al éxito.


Este componente era la sensibilización. Los acercamientos se hacían con Andrés
y Juan, quienes eran los encargados de que el equipo psicosocial llegase con los
jóvenes que estaban en las esquinas y generaban los conflictos en la comunidad.

Hechos el acercamiento y la sensibilización seguía la formación. Aquí los


trabajadores sociales y el psicólogo teníamos la posibilidad de entrar. En ese
momento solo estaba mi persona y Francisco Bernal, el psicólogo, y comenzamos
a trabajar más la cotidianidad del joven. Más que una propuesta que llevara de
pronto a los jóvenes alejarse de su experiencia, éramos más nosotros como pro-
fesionales los que debíamos conocer esa experiencia de vida de los jóvenes para
tener herramientas en el momento de intervenir desde la malla de formación
en ser persona.
E. Entonces, ¿en qué año inicia el proyecto?
M. En el 2012.
E. La primera fase del proyecto fue la de acercarse a estos jóvenes priorizados.
Me hablabas que se priorizaron las comunas 7 y 13…
M. No. Se priorizaron las comunas 7, 18, 20 y la comuna 1 del municipio de
Yumbo.
E. Entonces, principian con esta fase de acercamientos. ¿Está establecida en
la malla de formación o la establecen en la parte diagnóstica del proyecto?
M. Está, digamos, en la metodología que se le envía al cooperante, dentro
de los indicadores más importantes que son el acercamiento, la mediación y
la sensibilización. Ese es el primero. Ya vienen los demás, que son formación,
atención psicosocial y sensibilización para la sociedad en general, porque la pri-
mera sensibilización es a los jóvenes que hacían parte del conflicto. La apuesta
del proyecto Barrios en Paz y en Desarrollo era que todos aquellos jóvenes que
tenían su proyecto de vida en la ilegalidad pasaran a la legalidad y en ese pasar
buscar alianzas con empresas, organizaciones y con el Estado, que apoyaran estos
proyectos de vida y transformación y que ellos tuvieran herramientas que les
permitieran ser autosostenibles en el tiempo.
E. Entonces inician con esa fase. ¿Cómo determinan esa intervención? ¿Cómo
se establece o se prioriza ese acercamiento? ¿Cómo buscan el profesional para
que haga esta actividad? Me decías que se contrató a los jóvenes Andrés y Juan,
quienes hicieron los acercamientos iniciales. ¿Cuál era su metodología y el perfil
que se había planteado para abordar esta fase inicial del proyecto?
172 Acercamiento con jóvenes en condición de vulnerabilidad y el contexto delincuencial urbano

M. Como todo proyecto de formulación de cooperación internacional este no


tenía marco lógico, pero tenía algunas nociones que permitieron posteriormente
construir el marco lógico y entre esos estaba el perfil profesional.

Lo que no se busca es una persona profesional, digamos, en un área como


trabajo social, psicología, educación popular, ni tampoco un técnico. Lo que se
busca son empíricos, personas que desde su quehacer de vida hayan hecho un
proceso de transformación, que hayan pasado de la ilegalidad a la legalidad y que
puedan ser agentes de confianza para estos jóvenes. De lo que se trata es que
encuentren en ellos una empatía y haya un acogimiento desde esas perspectivas
de vida; que no se sientan –como ya se sabe– señalados, discriminados y a veces
un poco victimizados. Porque se dice “¡ay, qué pobrecito el muchacho!”. Es su
proyecto de vida lo que importa.

Entonces los agentes de vida Andrés y Juan hicieron parte del conflicto ur-
bano que afecto a Medellín por mucho tiempo. A partir de un acercamiento
que tuvieron con la Iglesia y con un proyecto de vida distinto que les permitió
consolidarse como No matarás, se convencieron de que si pudieron cambiar y
aprender a vivir en escenarios de no la violencia, también podrían ayudar con los
jóvenes de Barrios en Paz y con el gestor de vida de la vicaría de reconciliación.
Entonces, no es necesaria una persona profesional sino una alguien que haya
tenido una transformación real en su vida y pueda ser un pilar para los jóvenes
que están en un camino o en un proyecto de vida que no es para nosotros, el
legal, pero para ellos sí.

Entonces el gestor de vida debía ser una persona joven que tuviera un lenguaje
más coloquial, no tan tecnificado; una persona que generara confianza, que gene-
rara sinergia, que ayudara a que el joven no estuviera siempre en ese contexto de
hostilidad en el que “¡si se me acerca alguien es que me va a matar, me va hacer
daño, me va a investigar, me va a meter a la cárcel!”, sino que lo reconociera
como un par y a partir de ahí sí intervenir con toda la estrategia de trabajo, para
que ellos se dieran cuenta de que pueden hacer cosas más importantes que las
que estaban haciendo en su vida.

E. Me causa curiosidad saber que Andrés y Juan venían de un proceso de rein-


corporación o de reelaboración de su proyecto de vida en la ciudad de Medellín.
Formaron parte de un conflicto y salieron de él ¿Cómo hacer que dos personas
extrañas a la ciudad de Cali, con unas condiciones políticas, geográficas y diná-
micas de violencia diferentes puedan llegar a la ciudad de Cali y hacer este tipo
de acercamientos? ¿Cómo fue ese proceso para llegar a estos jóvenes en estas
dinámicas de violencia y poder esos espacios de confianza?
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 173

M. Cuando llegué acá, el proyecto llevaba seis meses de ejecución y en ese


tiempo los encargados del trabajo eran Andrés y Juan y yo desde mi observación
compartía toda la información con ellos. Su primer acercamiento a la comunidad
y a la ciudad lo hicieron desde la pastoral social en los comedores, en la entrega
de mercados, en los recorridos que hacían. Estuvieron muy cerca de Patricia
y Rafael. También la pastoral social tenía un trabajo en la comuna 7, que era
Puerto Mallarino. Entonces se nos facilitó entrar, presentarnos, pues decían:
“ellos vienen con nosotros”.

En la comuna 18 comenzaron a buscar jóvenes que hacían parte del conflicto


y que, de alguna manera, eran líderes. Conversamos con ellos y empezamos a
ganarnos la confianza del líder y empezaron a entrar en los grupos. Fue una
experiencia interesante pues el conflicto de Cali es diferente al de Medellín.
Pero las mismas herramientas de vida que se pueden aplicar en cualquier ciudad
después de que el joven quiera hacer una transformación.

Creo que eso fue los que les permitió adentrarse en la realidad de la ciudad
de Cali sin que los jóvenes les pusieran una limitante por el hecho de que su
dialecto fuera diferente al de los paisas. No. Antes de eso el trabajo que hicie-
ron en Yumbo les permitió entrar más fácil porque son como más osados en el
sentido de que tienden a generar más confianza, a generar más identidad, pues
yo hacía parte del conflicto y no tengo problema con decir eso. Entonces los
jóvenes eso lo leen de manera interesante y ellos llegaban como a identificarse
y a decir, “pues, chévere, uno no tener que esconderse, chévere no tener que
estar en ese riesgo”. Uno puede tener diferencias con el otro pero no tiene que
matar al otro. O sea, uno puede, digamos, convivir y se pueden generar otras
sinergias. Eso fue lo que pasó en Yumbo propiamente, porque allí ellos tuvieron
un escenario de favorabilidad y también fueron reconocidos por la alcaldía de
Murgueitio en ese tiempo.

E. Entonces, por lo que te acabo de entender, como estrategia de ingresar a la


comunidad ellos se valieron de todo el trabajo que venía haciendo la pastoral
social en los comedores y en el acercamiento primario con las comunidades y sus
necesidades. O sea, identificaron a los jóvenes y de esa manera aprovecharon para
tener una interlocución directa con los que estaban en su momento inmersos en
la violencia. ¿Cómo determinan si el joven hace parte del conflicto? ¿Cómo llegan
allá a determinar que son actores de violencia y están generando a la ciudad de
Cali uno indicadores de delincuencia en cuestiones de homicidio y criminalidad?

M. Pues digamos que cuando se entró a estos barrios la verificación de la


información partió de unos antecedentes contenidos en el proyecto, de unos
174 Acercamiento con jóvenes en condición de vulnerabilidad y el contexto delincuencial urbano

indicadores de gobierno de la alcaldía que señalaban que en tal barrio hasta tal
fecha hay veinte homicidios. Entonces, a partir de ahí empezamos a decir “este
barrio es importante”. Debíamos llegar allá, conocer la dinámica y acercarnos
a otros líderes, a la junta de acción comunal, al líder comunitario que siempre
hace su labor social. A partir del diálogo con estos líderes se puede determinar
que estos son los que están generando conflicto.

A parte de ellos, como traían un antecedente histórico del conflicto de Medellín


y del conflicto de ciertas esferas más grandes, tenían conocimiento de personas
que han sido históricas en la violencia, por ejemplo, en La Playa. Ellos conocían
el conflicto que ha pasado y que ha trascendido de generación en generación
con Dorancé y otros líderes que han sido negativos para la comunidad. Entonces,
permitían acercarse más a esas realidades y en un primer momento adentrarse
a los jóvenes más expuestos. Pero finalmente, sabemos por esos jóvenes que
hay otras personas que tienen un fuerte instinto y cuando se dio que esto iba
creciendo, dieron los diálogos con el padre José y con otros líderes que tenían
las líneas de violencia en sectores que llevaban mucho tiempo marginados y esa
experiencia ayudó en Yumbo, en los sectores de Panorama y San Jorge. Antes
la alcaldía había dicho que en ese barrio no podíamos entrar, pero le contamos
de la experiencia positiva aquí en Cali en la comuna 13. Entonces la alcaldía
empezó a preguntarnos que cómo estábamos haciendo, por qué es tan impor-
tante. Antes las estrategias del Gobierno eran hacer inteligencia a los jóvenes
y capturarlos, pero no los llevaban a que se sintieran parte de un proceso. Pero
cuando se generaba sinergia, los jóvenes se sentían parte del proceso y empezaron
a sentir esa identificación y esa importancia. “¡Ah! Es que yo puedo hacer otra
cosa para que otras personas me reconozcan, no por la cantidad de violencia que
yo genere sino por el bienestar que le puedo generar a una comunidad”, decían.

E. ¿Las dinámicas delictivas de las pandillas o grupos delincuenciales o jóvenes


que en su momento fueron intervenidos tenían alguna caracterización inicial o
se construyó una caracterización antes de la intervención?

M. Algo beneficioso para la vicaría es que todo proyecto tiene un diagnóstico y


en su primer momento este se hizo desde las herramientas históricas del contexto,
teniendo en cuenta las dimensiones familiares, sociales, económicas, políticas y
de habitabilidad. En ese primer momento fui la persona encargada de hacer el
diagnóstico porque no se tenía ese indicador y empiezo a levantar información.
Frente a eso se revela que los jóvenes en sus relaciones familiares hacen parte de
un conflicto histórico en ese momento el de La Playa. Uno de ellos se llamaba
César, que en ese momento tenía catorce o quince años. Era un legado histórico
de su padre quien lideraba la violencia en La Playa con el tío. Entonces, es todo
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 175

un legado histórico y hay que partir de ese diagnóstico para determinar que si
hay una trascendencia del conflicto.

En otros sectores como Yumbo, se pudo determinar que los jóvenes en ese
momento estaban congregados en lo que era los Astaíza, y también hacían parte
de un legado histórico de Yumbo, que siempre ha tenido violencia. Eran familias
no solo de la comuna 1 sino también de la comuna 13, en Puerto Iza y en otros
sectores de Yumbo y cuando se revisaba el antecedente histórico ellos tenían ya
cinco hijos y de esos hijos unos eran ya mayores y también hacían parte de esas
dinámicas de violencia.

Entonces eso era como todo un proceso histórico y el diagnóstico permitió dar
cuenta de él, porque en un primer momento se revisaron los planes de desarrollo
y revelaron que hay violencia pero no por qué sucede esta violencia o cómo se
genera esa violencia o si esa violencia es se pasa de un actor a otro; o sea, muere
uno y surge otro joven que está en conflicto y es parte o no de esta familia. Pero
cuando empezamos hacer el diagnóstico se vio que sí hay una sinergia familiar
en todo el tema de ser los apoderados del conflicto.

E. Tenemos un diagnóstico después de empezar los acercamientos; o sea, no


hay una caracterización inicial de las dinámicas de violencia que se presentaban
en los sectores de intervención…

M. Estaba solamente la de los planes de Gobierno en las que dicen que sí hay
violencia y cuáles son los barrios más violentos y esto hace parte, digamos, de
los antecedentes del proyecto.

E. Bueno. Cuéntame sobre esa experiencia desde el trabajo personal de Andrés


y Juan de relacionarse con los jóvenes. Qué nos puedes contar de esa experiencia
de ellos, cómo era su forma de relacionarse, cómo era su testimonio inclusive de
vida, si era coherente con la transformación o con el cambio o con esa misma di-
námica que traían de Medellín que desarrollaban desde el proyecto No matarás…

M. Pues desde el momento que los conocí, llevaban viviendo en Cali un poco
más de seis meses. Tenían ya un posicionamiento y eran conocidos como de No
matarás y posteriormente pasaron a ser trabajadores de la Vicaría de Reconci-
liación y Paz. De la experiencia de trabajo con ellos esa empatía que generaban
estos jóvenes era algo positivo y permitía que los jóvenes fueran muy receptivos y
a la vez muy abiertos a la hora de contar y ampliar sobre sus experiencias de vida.

Cuando entro acompañarlos como la primera profesional en Barrios en Paz


fue algo nuevo, puesto que yo llegaba apenas de la universidad de hacer una
176 Acercamiento con jóvenes en condición de vulnerabilidad y el contexto delincuencial urbano

práctica y de tratar con algunas comunidades. Pero es muy diferente trabajar ya


con los actores directamente del conflicto, conocer las dinámicas y darme cuenta
de que para estos jóvenes, más allá de tratarlos con todo ese legado profesional
que yo traía, era acercarse a la realidad de ellos y conocer su lenguaje coloquial,
como el “parce”, “pana”, lo cual me permitía que no se sintieran como revisados
todo el tiempo. Es decir, me permitía que llegara abordándolos con ese lenguaje
como “qué hubo, parcero, cómo vas”. Además, les gustaba su acento paisa y yo
propendía por asumirlo.

Que desde la experiencia de vida con respecto a lo que habían hecho Andrés
y Juan, considero que se notaba que eran personas muy emprendedoras; personas
que realmente sí habían tenido un cambio y una transformación de vida y no se
reflejaba en ellos el consumo de drogas o el manejo de armas. Más bien decían:
“Mirá, yo hice parte del conflicto, me mataron tantas personas, yo maté otras
tantas personas y finalmente esto no nos llevó a nada positivo, ya que en algún
tiempo de mi vida me tocó esconderme, también nos tocó abandonar nuestras
familias”. Y es muy bonito ver que cuando ellos narraban estas historias otros
jóvenes empezaron a darse cuenta de que ante esto estaban arriesgando sus
vidas, porque era algo que también venían haciendo tal vez sin darse cuenta o
tener la conciencia de que estar en el conflicto dejaban a un lado esa parte de
su vida, que era su familia. Ellos contaban: “Mirá, es que yo tuve un hijo que
me quitaron porque me iban a matar. Entonces pues yo tenía que cuidar la vida
de mi hijo”. Eso dio pie para que otros jóvenes empezaran a ver que también
estaban pasando por la misma situación, pero no había un espacio o más bien
una oportunidad para salirse de eso. Son situaciones que pasan inadvertidas a
pesar de que son bastante neurálgicas.

Entonces cuando Andrés y Juan contaban eso, yo los miraba desde mi ámbito
profesional más que personal y sacaba como deducción que sí es posible salir
del conflicto y ser testimonio para otros. Muchos dirán que de pronto en ese
momento su lenguaje popular no es el más fino, pero sí creo que esto nos permite
que los jóvenes se acerquen más, porque si ven al catedrático o al psicólogo van
a creer que los consideramos locos o que el trabajador social va venir averiguar
su vida. Además, cuando se les presentan propuestas de emprendimiento –por
ejemplo, a Juan se le presentó una propuesta para vender empanadas– es algo
decisivo. Anteriormente, no les importaba gastar la plata o el dinero recolectado
en lo que fuera, pero cuando quieren iniciar este nuevo cambio de vida, tienen
un propósito para surgir, y entran a mirar y a proyectarse financieramente; es
decir hacer un balance de sus gastos. Ahí podemos hablar de transparencia
en su accionar, lo cual permitió que los jóvenes se acercaran más y generaran
una empatía que, por ejemplo en Yumbo, fue en un momento exitosa porque
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 177

estas otras iniciativas les permitió alejarse del expendio y del consumo. Pero lo
más difícil dentro de estos procesos es la autosostenibilidad. O sea, mientras la
gente institucional está ahí, todo funciona, los jóvenes trabajan y hacen según
el trabajo que se les pone, pero cuando se los empieza a soltar para que trabajen
solitos, quieren volver a la dinámica anterior. Por lo tanto, hablaríamos de falta
de tiempo para la autosostenibilidad, porque si podemos hablar de un año exitoso
en Yumbo, fue el de mostrar este trabajo, pero infortunadamente, los jóvenes
reincidieron y volvieron a caer en problemas de conflicto y expendio y fueron
procesados por las autoridades. Podríamos decir que las estrategias institucionales
fueron buenas, pero faltaron otros actores institucionales que ayudaran a que
con el tiempo esto fuera sostenible.

E. Para ti el trabajo que hicieron Andrés y Juan, ¿dónde fue exitoso y dónde
se presentaron dificultades?

M. Fue exitoso frente a la empatía, frente a la identificación, frente adentrarse


en comunidades donde anteriormente no existía una presencia institucional,
donde no se había pensado en este tema de jóvenes en pandillas. Para el año
2017 era ya una cuestión muy común y por ejemplo la universidad, Cisalva y
otras fundaciones trabajaban con los jóvenes. Pero en ese momento, año el 2013,
aún había cierta resistencia de la sociedad frente a este problema de los jóvenes
debido a todos esos imaginarios sociales que hay. Por eso, podemos decir que
fue exitoso, porque es como si de la nada llegara una persona –en este caso, de
la arquidiócesis de Cali– que se interesó en ellos y los vio como una prioridad.

Me parece muy exitoso porque permitió que los jóvenes se abrieran a traba-
jar con ellos. Algo desafortunado fue la sinergia que ellos hicieron con otras
instituciones con las que no tuvieron empatía en ese momento, mientras que
hoy ya se tiene con la secretaría de paz, al igual que con la asesoría de paz. Por
la empatía que se ha logrado con la alcaldía de Cali, se puede decir hoy en día:
“Vea, estos son los jóvenes que se pueden apoyar en un emprendimiento”. Y no
solo eso, sino también mostrarles que con ellos se puede hacer una evaluación,
un monitoreo, un seguimiento de lo que funcionó y de lo que no funcionó, qué
temas debemos repasar y modificar.

En ese tiempo estos jóvenes estaban, por decirlo así, en la goma45 de salir y ha-
cer algo diferente, puesto que dejaron eso del consumo, el expendio y el manejo
de sustancias. Pero luego, es algo que pasa; es decir, se enfría y es cuando estos
jóvenes quedan como quien dice… “bueno, ¿y ahora qué?”. Ahora se trabaja

45. “Con la goma” significa con entusiasmo.


178 Acercamiento con jóvenes en condición de vulnerabilidad y el contexto delincuencial urbano

con los jóvenes y se hace un seguimiento a esa experiencia de vida, se los evalúa
permanentemente, mientras que en ese momento no se hacía puesto que éramos
un equipo más pequeño y estábamos cumpliendo los objetivos del proyecto y se
fueron dejando de lado estas estrategias que son importantes en los procesos.

Además, si este tema no era con ellos no era con nadie. Fue desafortunado en
el sentido de que si bien el proceso del gestor de vida era ganar la empatía tam-
bién era abrir la llegada de otros profesionales. Pero si no iban ellos, los jóvenes
no nos atendían. Es decir, si no estaban los gestores los jóvenes no trabajaban
con nosotros ni se movilizaban con nosotros. Ahora ya esto se ha modificado.
Hace aproximadamente dos años que el gestor abre y presenta, pero no se puede
arraigar a esa comunidad. Estamos hablando que el gestor es un agente de paso
para que los profesionales puedan hacer su trabajo o ir con los profesionales a
la par, que es otra estrategia que se está manejando. Supongamos que yo en un
primer momento fuera un actor del conflicto y llevara seis meses viendo a una
persona, por ejemplo Andrés o Juan o a Yesid. Es todo un proceso que se ha ga-
nado pero de pronto, y de la nada llegan tres personas más. Es cuando los jóvenes
se preguntan: “Y estos, ¿a qué, qué vienen?”. Es ahí cuando ya no se genera la
misma sinergia. Reitero que la forma de tratarlos y de hablarles es diferente; es
decir, sienten cierta familiaridad con el trato, pero si se tratan con más seriedad
se genera una brecha en el momento de la intervención.

E. Bueno, Mayra. Muchas gracias por tus palabras que nos ayudan a orientar
esta sistematización de la experiencia de Barrios en Paz y en Desarrollo. Regálanos
una sugerencia desde tu experiencia para futuros acercamientos.

M. Los acercamientos debe hacerlos una persona que tenga esa empatía. Pero
esa persona no debe ir sola, sino que ojalá con todo el equipo de profesionales
psicosociales, porque son experiencias distintas. Es decir, yo puedo tener la ex-
periencia de la universidad, tener un genograma y saber quizás por qué el joven
tiene ese problema y el psicólogo puede hacer un psicoanálisis. Pero cuando uno
aborda estas realidades y empieza a conocer esas historias de vida, es cuando
se puede mediar entre la academia y la realidad para así hacer un trabajo más
exitoso, analizando para que se puede aplicar a cada comunidad.

Finalmente, para cada comunidad se debe hacer un enfoque referencial, puesto


que no todas las comunidades son las mismas, ni todos los jóvenes tienen la misma
situación y no todos reciben el mismo mensaje. Es decir, no todos son igual de
receptivos. Es importante empezar a nutrirse con los profesionales de planta en
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 179

el proyecto que sea, en la arquidiócesis o en la alcaldía, porque finalmente queda


el gestor solo; queda el gestor teniendo un reconocimiento solo. Eso es bueno,
pero cuando ese gestor no pueda estar, entonces sería ambigua la intervención,
porque si no puede estar él no se podría hacer el trabajo.

Entrevista 2. Experiencia del profesional de acercamientos, sensibilización y


gestor de vida

Entrevista a Yesid Perlaza Mosquera, educador en salud encargado del


componente de acercamientos, sensibilización y relacionamiento insti-
tucional de los proyectos sociales de la Vicaría para la Reconciliación y
la Paz. La entrevista es en realidad, una narración desde la experiencia
profesional de Yesid.
Quiero contarles en qué consiste mi trabajo en el equipo de profesionales de la
vicaría y cómo mi experiencia de vida ha sido instrumento fundamental para
acercarme a los jóvenes inmersos en dinámicas de violencia y a los diferentes
grupos al margen de la ley, propagadores de la violencia urbana de nuestra región.

Mi trabajo consiste en hacer el acercamiento y la sensibilización a los jóvenes o


grupos al margen de la ley, que de una u otra manera propician en los territo-
rios dinámicas de violencia e inseguridad. ¿En qué consisten este acercamiento
y esta sensibilización? En generar confianza en estos jóvenes y sensibilizarlos
sobre las consecuencias de la violencia. Previo a este acercamiento, hago una
caracterización de las dinámicas de violencia del territorio: homicidios, condi-
ciones y entornos de inseguridad –fronteras invisibles–, y tráfico y consumo de
sustancias psicoactivas, entre otras.

¿Qué aspectos se deben de tener en cuenta para hacer estos acercamientos y


sensibilizarlos? Para mí es muy fácil acercarme a ellos por mi experiencia de
vida, ya que conozco muy bien sus problemáticas al haberlas vivido y existe una
comunicación fluida y comprensiva de sus actos de violencia. Esto sin querer
justificar sus acciones, ya que para mí ningún acto de violencia tiene justificación.
Y esto me lleva a explicar el porqué de sensibilizar sobre las consecuencias de
la violencia. Muchos de estos jóvenes y organizaciones delictivas justifican su
accionar delictivo y violento por la situación socioeconómica que viven, o por
que en algún momento de su vida fueron víctimas de las acciones violentas de
alguna persona o grupo. Podríamos decir que para ellos la ley del talión es el
principio jurídico de justicia tradicional retributiva. Por ello, durante el proceso
de acercamiento los escucho muy atentamente para comprender el conflicto de
180 Acercamiento con jóvenes en condición de vulnerabilidad y el contexto delincuencial urbano

su territorio; pero en esencia, para conocer e identificar el conflicto que hay en


su vida. La metodología que he asumido es la de escuchar. Para muchos puede
ser muy importante el hablar y el hacer, pero para mí lo más importante en
esta fase es el escuchar.

En su homilía del 25 de junio de 2015, su santidad el papa Francisco expresó


lo siguiente: “Hablar, hacer, escuchar. Estos hablan y hacen, pero les falta la
otra actitud que es básica, que es el fundamento del hablar, del hacer: les falta
escuchar”.

Es en estos momentos cuando el joven y el grupo han hecho una catarsis y


desde ese momento se inicia el proceso de intervención psicosocial. En la fase de
acercamientos, el principal objetivo es generar un ambiente de confianza, porque
es un periodo de gran incertidumbre y complejidad debido a la desconfianza y la
distancia entre las instituciones gubernamentales y no gubernamentales y este
tipo de población. En este proceso fue necesario volver a lo básico: recuperar
la confianza de estos jóvenes hacia la Iglesia particular de Santiago de Cali y
las entidades gubernamentales, permitiendo así que las relaciones y el diálogo
a nivel personal, colectivo y organizacional fuera más fluido, eficiente y eficaz.

Durante la fase de acercamiento y sensibilización se hacen las siguientes ac-


tividades:

–Escuchando primero. Dejándolos hablar, escuchándolos con los oídos, pero


a su vez con los ojos.

–Un dialogo claro. Con honestidad, con la verdad, con un lenguaje sencillo,
fluido y amigable, sin generar falsas expectativas.

–Con mucho respeto. Demostrando un verdadero interés, respetando su dig-


nidad.

–Con lealtad. No revelando información sensible y evitando hacer juicios frente


a situaciones presentadas en los espacios de reunión.

–Con responsabilidad y compromiso. Asumiendo con responsabilidad los


acuerdos y compromisos generados en los espacios de reunión.

Durante esta fase, también se desarrollan diferentes reuniones para conocer los
objetivos del proyecto y explicar el carácter voluntario del proyecto.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 181

Entrevista 3. Experiencia del trabajo pastoral


El padre José González fue nombrado inicialmente como vicario en reconci-
liación y paz y posteriormente coordinador de la Vicaría para la Reconciliación
y la Paz
Entrevistador (E) Muy buenas tardes, estamos con el padre José Gonzales
quien nos va hablar un poco acerca de la experiencia que ha vivido en el acer-
camiento con los jóvenes en el proyecto Barrios en Paz.
José Gonzales (J. G). Bueno yo soy el padre José Gonzales, sacerdote de la
arquidiócesis de Cali y actualmente párroco y vicario para la reconciliación y
la paz en este territorio de la arquidiócesis de Cali. He trabajado siempre en
mediación. Me especialicé en la Universidad Javeriana en derechos humanos,
derecho internacional humanitario y mediación, conciliación y reconciliación.
E. ¿Cómo fue su acercamiento con los jóvenes y la comunidad? ¿Nos puede
nombrar unos territorios a los que hayan asistido?
J. G. Bueno. Eso inicialmente fue cuando me nombraron vicario para la re-
conciliación y la paz. He sido párroco en diversas parroquias de la arquidiócesis
y conozco el distrito, la ladera; conozco el centro, el norte y el sur; conozco bien
la ciudad y la gente. Creo que la gente me conoce y eso ha facilitado un poco,
pero además los recursos que manejo, que son de mediación, de reconciliación,
me han ayudado mucho. Además, he trabajado bastante cuando hay tomas bien
de templos, de espacios públicos, de la alcaldía o de otros espacios. Siempre me
ofrezco y siempre he ido para que las cosas se arreglen a través de la mediación,
de la conversación y de la concertación y eso ha ayudado mucho.
Cuando llegué a la vicaría lo primero que hice fue formar un equipo. Pero
no solamente conformarlo sino también formarlo, darle herramientas y eso nos
ha ido ayudando a acercarnos a las diversas comunas y a los barrios donde hay
muchachos o señores que ya están en el conflicto o están al borde de caer en él,
sobre todo niños y adolescentes, y en eso hemos trabajado.
Nosotros trabajamos con niños en un proyecto llamado Arrancando niños,
niñas y adolescentes de la violencia. Trabajamos con mujeres que tienen sus
esposos en espacios de violencia, pero ellas son fuertes y los quieren ayudar. Son
mujeres que tienen que luchar para sobrevivir. Ese es como todo el contexto.

E. De esas experiencias, ¿cómo ha sido el acercamiento suyo con los jóvenes?


Por ejemplo, ¿por medio de quién o cómo han llegado a estos jóvenes con los
que están trabajando?
182 Acercamiento con jóvenes en condición de vulnerabilidad y el contexto delincuencial urbano

J. G. Tenemos varios equipos entre ellos uno que se llama Barrios en Paz y
Desarrollo, con personas que sensibilizan y hacen los acercamientos, conocen
a los muchachos, miran a los líderes de los grupos, d pandillas y galladas, los
sensibilizan y después vamos entrando para que se pueda hacer un trabajo. Es
un trabajo que apunta primero a ser personas después a ser buenas personas.
Después se les da herramientas para la reconciliación y la convivencia, arreglar los
conflictos y también para conseguir trabajo. Porque uno a veces quiere conseguir
trabajo. Pero no es a la brava que se consigue trabajo, sino con herramientas que
puedan transformar su vida y la de la ciudad.

E. A parte de lo que ya nos ha nombrado, padre, ¿qué otras habilidades han


desarrollado para llegar o hacer el acercamiento con los jóvenes? Digo desde
capacitaciones, desde habilidades o saberes que tengan algunos de los profesio-
nales para hacer los acercamientos.

J. G. A los muchachos, además del acercamiento, se les van dando unas


herramientas y estas tienen unos pasos. La primera herramienta es ser persona.
Segundo, elementos para solucionar conflictos, para tener herramientas e incidir
en el barrio. Podemos mostrar muchas habilidades; por ejemplo, cuando un grupo
o una determinada pandilla tiene invadido una cancha de fútbol o el territorio
de un barrio, pues hay que ir a decirles que esa cancha hay que devolvérsela a
los muchachos, hay que devolvérsela a la comunidad y así vamos dando pasos.
También hay otras habilidades; por ejemplo, los jóvenes aprenden y tienen he-
rramientas de reconciliación. Ellos aprenden y saben que es mejor conversar que
pelear y bajo la premisa de que el amor vence al odio, el sencillo al soberbio, la
paz a la guerra y la conversación a la confrontación.

Se les da herramientas en ser persona, herramientas en resolución de conflictos.


Tenemos un grupo muy grande de psicólogos, de trabajadores sociales y personas
que trabajan en la resocialización de estas personas. Pero tenemos mucho más.
Tenemos recreadores, tenemos personas artistas, personas que tienen muchas
herramientas para que con ellas se pueda hacer un trabajo no solamente en una
línea, sino de manera más compleja.

Por ejemplo, en todo el distrito de Aguablanca, en Terrón Colorado, el oriente


de Cali e incluso desde la ladera hasta Terrón, la gente es muy buena, pero a
veces les hacen falta las herramientas necesarias para salir adelante. Entonces,
se las ayuda en cosas que van desde hacer una hoja de vida y presentarla bien
hasta cómo se presenta una entrevista. A ellos se les dan muchas herramientas,
se les hacen convivencias, no solamente entre los muchachos, sino también entre
los muchachos y sus familiares, mamás, papás, hijos, esposas. Y esto es durante
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 183

un largo tiempo, hasta que se pueda ir soltando a los muchachos. Después te-
nemos acercamientos ya no de este grupo, sino entre grupos que a lo mejor se
enfrentan en una comuna o en diversas comunas y eso nos da herramientas para
irnos empoderando. A final de año, ellos hacen algo que embellezca su barrio,
que distinga su barrio y al final final –25, 26 o 27 de diciembre– se hace un gran
encuentro fraterno entre todos los grupos en los que la arquidiócesis de Cali
tiene su proyecto Barrios en Paz.

E. Padre, en su quehacer como sacerdote ¿cuál es la manera como usted le


llega a los jóvenes?

J. G. Bueno, hay varias maneras. A veces lo hago por medio de una persona
del barrio, a veces lo hago por una junta comunal, muchas veces lo hago a tra-
vés del párroco, pero sobre todo lo hago por medio del equipo de la vicaría de
reconciliación y paz. Como les digo, ellos van entrando, se hacen conocer de la
gente, visitan la institucionalidad, la junta de acción comunal, la parroquia, si
hay iglesia cristiana, los colegios, los centros de formación, la guardería. Todo
eso hace que primero nos conozcan y nos tengan confianza. Porque en algunos
barrios hay mucha desconfianza. Uno no sabe quién llego, pero todo ese acerca-
miento lo vamos haciendo con todo el equipo. A veces, cuando hay convivencias
o charlas yo mismo voy. Además, todo esto está cobijado por la espiritualidad.
A veces, a la gente no le faltan cosas sino que le falta Dios. Y eso también es un
componente de toda esta formación que damos y es uno de los elementos de la
Vicaría para la Reconciliación y la Paz.

E. Bueno, padre. ¿Cuál es su sentir o cuáles son las sensaciones que se generan
en usted al momento de hacer un acercamiento con estos jóvenes?

J. G. Primero, mucha alegría y mucha confianza, porque en Cali la gente es bue-


na. Tiene conflictos, tiene problemas, pero la gente es buena. Segundo, que uno
los vea en la calle y ellos se acerquen generando así confianza. Porque con estos
grupos, con estos muchachos hay que crear confianza. Ellos tienen que confiar
en nosotros y nosotros debemos confiar en ellos. Regularmente, nos acercamos
porque confiamos que en esa persona se puede hacer mucho. Estos son procesos
largos que incluso cuando nos salgamos, después siguen unos acompañamientos
con los profesionales de la vicaría. De hecho, en este trabajo también nos hemos
unido a la alcaldía de Santiago de Cali y a varias instituciones, por ejemplo, la
Secretaría de Paz y Cultura Ciudadana y la Policía. Nos acercamos con varias
entidades para que vean que vamos con toda la comunidad y con todos los entes
gubernamentales y los entes sociales, para que la gente vea que esto va en serio
y que queremos un cambio para las comunidades.
184 Acercamiento con jóvenes en condición de vulnerabilidad y el contexto delincuencial urbano

E. ¿Qué piensa usted o qué pueden pensar las demás personas con este trabajo
de acercamiento con los jóvenes de los barrios?

J. G. Tal vez a toda la sociedad no le llegue este trabajo, pero en las comunidades
donde estamos la gente ve la transformación de los muchachos. Por ejemplo,
que por aquí pueda pasar la mamá, la tía, el hermano, el hijo de una persona,
es muy importante. Recuerden que en nuestros barrios, en muchos de nuestros
barrios del oriente, del occidente, del norte y del sur hay las famosas barreras
invisibles. Que un muchacho pueda pasar, que una mamá pueda pasar, eso ya es
crear un clima de convivencia que a nosotros nos alegra mucho. Que la gente
cree confianza, que la gente pueda tratar con otra persona, que por lo menos
logremos que no la persona no sea agredida, que no la hieran, que no la maten,
eso ya es haber ganado mucho. Yo creo que con Barrios en Paz y Desarrollo y
con la Vicaría para la Reconciliación y la Paz hemos dado pasos hacia una Cali
con una mejor convivencia, una Cali humana que quiere tirar para adelante.

Nos faltan muchas cosas en cuanto a reconciliación, conciliación, lo laboral, y


lo educativo, pero se van dando pasos que de una u otra manera contribuyen al
trabajo en Cali, en esta ciudad que amamos, en esta ciudad donde vivimos y en
esta ciudad que aunque no brinda todas las oportunidades, va abriendo campos.
Muchos de los muchachos que tenemos en esos procesos de reconciliación, de
perdón, de convivencia, se han podido ir vinculando al Dagma46 o al cuidado de
parques o muchas otras cosas y estas cosas de una u otra forma llenan el corazón.
A mí me da alegría ir por los barrios y saber que la gente se te acerca y te digan
“yo estuve en ese programa con ustedes. Eso da mucha alegría.

E. Bueno, padre, muchísimas gracias.

J. G. Muchas gracias a ustedes por esta entrevista y parece que es mucho más
lo que podemos hacer que lo que podemos decir.

Entrevista 4. Experiencia a un profesional de la vicaría

Juan David Bolívar es psicólogo clínico y social. Está encargado del componente
de intervención psicológica de los diferentes proyectos sociales de la Vicaría para
la Reconciliación y la Paz. La entrevista tiene la forma de una narración desde
la experiencia profesional del entrevistado.

46. Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente


Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 185

El día de hoy quiero hacer una reflexión a una pregunta que me hicieron mis
compañeros: ¿cómo ha sido el proceso de acercamiento con los jóvenes en este
proyecto de barrios en paz y desarrollo?

Esta pregunta me recuerda a una que le hicieron a Michael Foucault en 1965,


cuando se desempeñaba como profesor de letras y humanidades y le preguntaron:
¿para usted que es psicología? Evidentemente es algo muy simple. Él toma dos
vías y dos posturas. La primera es lo concreto, la característica científica de la
psicología. Y lo segundo es el tema del que se ocupa la psicología y es en esto
en lo que quiero concentrarme. Hay dos posturas en el asunto del proceso de
acercamiento como experiencia profesional. La primera es lo que ya está escrito,
lo que está ahí en el papel, lo que está en el proyecto y no se remonta a nada más
sino a técnicas y procedimientos e incluso hasta se me hace innecesario hablar
de eso en este momento. La segunda, a la quiero llegar en este momento, es a
la ocupación como quehacer profesional y a los aprendizajes que he logrado
como profesional.

Lo primero es que te confronta bastante con este proceso de acercamiento con


los jóvenes. ¿Por qué te confronta? Porque te vas a encontrar con una serie
de esquemas culturales instaurados en un lenguaje. Lo que hoy tenemos por
esquemas culturales es una especie de códigos, signos, interpretaciones, mani-
festaciones que prácticamente generan todo el problema del lenguaje y se asume
como una construcción de saberes, algo que te confronta, porque los profesio-
nales nos creemos que podemos predecir lo que nos vamos a encontrar en la
comunidad, a tal punto que pretendemos analizar las necesidades y demandas
de esa comunidad a nuestro antojo, cuando la realidad es otra, te encuentras
dinámicas totalmente diferentes.

Segundo, el profesional investigativo suele hacer el análisis de la información y


la recogida de la información. Como tercero, lamentablemente eso en el proceso
de intervención y acercamiento tiene que retirarse por completo porque cuando
tú llegas a una comunidad y más aún, a una comunidad como esta donde
intervienen jóvenes y más con estas dinámicas tan complejas del conflicto y
la violencia urbana, inicialmente llegas como un intruso. El principal signo de
formación y de vínculo que logras generar con ellos, es que te hagan uno de los
suyos. En ese momento pasas a ser parte de ellos. Logran reconocer un papel en
ti y cómo ese papel se relaciona con cada uno de los integrantes. De hecho, miren
lo simbólico de la palabra profe. Con ella se asocian expresiones tales como “ya
sos parte de mí”, “sos parte de mi espacio”. Esto es otro aprendizaje y da pie a lo
que hablé anteriormente con respecto al tema del vínculo. Otra cosa que se cree
es que si formo un vínculo voy va a estropear cualquier proceso de formación
186 Acercamiento con jóvenes en condición de vulnerabilidad y el contexto delincuencial urbano

investigativa. Eso es totalmente erróneo. De hecho, el vínculo siempre va a existir


y nos vamos a identificar cuando hay vínculos con diferentes personas. Más
aún, con las personas de la comunidad, que pasa a ser un vínculo transferencial
y por ende terapéutico y que siempre será instaurado. Esta experiencia algunos
inician por el Rapport47 y eso se da cuando se habla de terapia breve,

Me preguntan qué habilidad debe tener el profesional para hacer el proceso


de acercamiento. Yo diría que dos principales. La primera se relaciona con la
capacidad de escucha y la segunda con el reconocimiento del otro como ser hu-
mano y no como objeto de investigación –alguien que brindar información o al
que se va a cambiar o a quien se va a intervenir–. Cuando al interlocutor se ve
como un ser humano se comprende que no es un objeto, con lo cual lo relacional
se ve bastante complejo, así como el de la formación, donde se aprenden sus
códigos, como ellos hablan, como interpretan una realidad, que en ocasiones es
angustiante. Es ahí cuando logras interpretar cómo es su diario vivir, cómo es
su cotidianidad en la esquina de un parque, en lo que ellos llaman el parche, en
lo simbólico que es salir de noche y narrar sus historias, construir juntos una
colectividad y una identidad de grupo.

Lo tercero es qué se siente. Esto es altamente gratificante y con esto quiero


terminar. Pero quiero terminar en reflexión y es que uno se da como profesio-
nal. Siempre se está dando como profesional en el querer ayudar a otro, en el
servicio, en lo social. Y lo más gratificante es cuando ellos te ven como persona,
cuando te demuestran y te anteponen a esa profesionalidad al interior del grupo.
¡Muchas gracias!

Contribuciones
Con herramientas y metodologías participativas incidimos en las comunidades
para reorientar proyectos de vida, fomentar la resolución de los conflictos me-
diante procesos de diálogo entre víctimas, victimarios y comunidades, fortalecer
de capacidades institucionales en incidencia política y construir alianzas para el
desarrollo con enfoque de género y en derechos humanos.

La labor de la vicaría se lleva a cabo en los siguientes territorios del municipio


de Santiago de Cali (tablas 5 y 6).

47. Es la experiencia que se da en una situación de entrevista o terapia y tiene que ver con la
sintonía psicológica y emocional entre el profesional y el consultante.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 187

Tablas 5 y 6
Comunas de Cali y presencia de la Vicaría.

Tabla 5 Tabla 6
Barrio Comuna Barrio Comuna
Terrón Colorado 1 El Vergel 13
Floralia 6 La Paz 13
Petecuy 6 Quintas del Sol 14
San Luis 6 Llano Verde 15
San Luisito 6 Mojica 15
Alfonso López III 7 Brisas de Mayo 20
Brisas del Cauca 7 Siloé 20
La Playa 7 Potrero Grande 21
Puerto Nuevo 7 Samanes del Cauca 21
El Poblado 13 Villa Mercedes 21
Fuente: arquidiócesis de Cali.

Las acciones desarrolladas en la Vicaría para la Reconciliación y la Paz están


pensadas para todas las personas que quieren y desean construir la paz en su
territorio: niños, niñas, adultos mayores, mujeres y hombres, sin distinción de
raza, condición social, política, económicas o religiosa.

Para la vicaría su quehacer en la construcción de paz es una vocación, un lla-


mado, una voluntad de arriesgarse y de transformación personal y comunitaria
que se plasma a través de las siguientes acciones:
• Proyecto Arrancando NNA de la Violencia
• Proyecto Mujeres Promotoras de la Paz
• Proyecto Jóvenes Promotores de la Paz
• Atención a población carcelaria
• Atención a víctimas del conflicto armado
• Centro de formación para la paz
• Red de aliados
• Gestores y artesanos
• Rosario al sitio
• Mediación paros y tomas en la ciudad
188 Acercamiento con jóvenes en condición de vulnerabilidad y el contexto delincuencial urbano

Delincuencia juvenil e intervención psicosocial)


Por: Eduardo Aguirre Dávila48
El presente trabajo aborda la intervención psicosocial con adolescentes
en condiciones de vulnerabilidad y riesgo de caer en la delincuencia.
Inicialmente, se brinda una caracterización de la delincuencia juvenil
y se presenta un resumen de las cifras relacionadas con este fenómeno
en el país, y de manera particular las registradas para la ciudad de San-
tiago de Cali. En seguida, se exponen los principales factores de riesgo
relacionados con la conducta delictiva de los adolescentes, los cuales se
conciben en términos sistémicos y se organizan en torno a la familia, a las
condiciones socioeconómicas y a la educación. Finalmente, se presenta
una aproximación conceptual a la intervención psicosocial en el contexto
de prevención de la conducta delincuencial de los adolescentes y de los
procesos de resocialización, en la cual se destaca que optar por una inter-
vención psicosocial implica considerar a los adolescentes infractores como
sujetos en contexto, reconociendo con ello sus capacidades para convertir
los derechos en libertades y destacando las características históricas del
entorno y los saberes propios socialmente establecidos.

Delincuencia juvenil
La definición de delincuencia juvenil enfrenta retos importantes, tales como
la delimitación del grupo etario al que se señala de cometer delitos y la defini-
ción del tipo de conductas punibles que se pueda atribuir o la relación de las
actividades criminales con las conductas disruptivas e inadaptativas. Así mismo,
la conducta delictiva juvenil, al ser considerada tanto un fenómeno individual
como social, motiva debates en torno a la contribución de estos dos aspectos
para la comprensión holística de este fenómeno.

En Colombia, con la promulgación de la Ley 1098 de 2006 (Código de la In-


fancia y la Adolescencia), se considera al menor como sujeto de responsabilidad
penal (los adolescentes mayores de catorce y menores de dieciocho años). No
obstante, los menores de dieciocho años no son culpables jurídicamente, por
lo cual la conducta delictiva cometida no será penal y la declaración del juez

48. Profesor del Departamento de Psicología y Director del Grupo de Investigación en Sociali-
zación y Crianza, de la Universidad Nacional de Colombia. Correspondencia: eaguirred@
unal.edu.co
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 189

debe buscar la rehabilitación y la adecuada reinserción del menor en la sociedad


(Rodríguez, 2006).
Hoy en día, los diferentes códigos internacionales que regulan el tratamiento
jurídico de la delincuencia juvenil, coinciden en considerar al menor no como un
delincuente, sino un sujeto en desarrollo, por lo que el tratamiento que reciba su
conducta delictiva debe ser garantista de sus derechos y las acciones correctivas
que se lleven a cabo deben encaminarse a la educación y a la reinserción en la
estructura y dinámica social. En este sentido, se concibe el derecho penal para
menores de edad como un instrumento educativo.
En consonancia con lo antes mencionado, en el caso colombiano los menores
que comentan algún delito serán objeto de medidas de verificación y restable-
cimiento de sus derechos y se los debe vincular a procesos de educación y pro-
tección a cargo del Sistema Nacional de Bienestar Familiar. Por lo tanto, toda
acción estatal o privada que enfrente el fenómeno de la delincuencia juvenil se
debe enmarcar en la prevención y la educación.
La prevención y el tratamiento de la conducta delictiva de adolescentes ha
venido recibiendo una atención importante por parte del Estado y la sociedad,
la cual es cada vez más consciente de la relevancia de trabajar por la protección
y promoción del desarrollo integral de esta población.
Ejemplo de lo antes mencionado lo constituye, por un lado, el conjunto de
normas internacionales y nacionales promulgadas para garantizar el ejercicio de
los derechos a los adolescentes. Así, encontramos disposiciones que regulan el
tratamiento jurídico e institucional que deben recibir los adolescentes infrac-
tores, como la Convención de los Derechos del Niño (1989), la reglas para la
prevención de la delincuencia juvenil de las Naciones Unidas (1990), el Código
de Infancia y Adolescencia (2006) y el Código Penal (2004).
Por otro lado, en los planes de desarrollo municipal se evidencia una progresiva
incorporación de planes, programas, proyectos y acciones de prevención de la
violencia juvenil y de resocialización de los jóvenes en conflicto con la ley penal
(Acosta, 2015; Observatorio del Bienestar de la Niñez, 2015; Observatorio
Social de Cali, 2011).

Algunas cifras relacionadas con la delincuencia juvenil


El fenómeno delincuencial asociado a los adolescentes tiene un gran impacto
en la sociedad, mucho más cuando la conducta delictiva comienza temprano en
la vida de los jóvenes. De manera particular, Quiroz (2013) y Rodríguez (2006),
190 Acercamiento con jóvenes en condición de vulnerabilidad y el contexto delincuencial urbano

señalan que la participación y utilización de menores de edad en actividades


delictivas es cada vez más visible. Las cifras por año, sexo y edad (Figura 1) de
los adolescentes que ingresaron al Sistema de Responsabilidad Penal apoyan esta
hipótesis y aunque las estadísticas muestran una disminución entre los años 2016
(22 623) y 2017 (19 052), el número atendido por el ICBF aún sigue siendo alto
(subdirección de responsabilidad penal del ICBF, 2018).

Figura 20.
Sistema de responsabilidad penal para adolescentes. Cifras nacionales.
Año Año
SISTEMA DE RESPONSABILIDAD PENAL PARA ADOLESCENTES
SISTEMA DE RESPONSABILIDAD PENAL PARA ADOLESCENTES Todo Todo

DELITODELITO MAPA MAPA


SISTEMA DE RESPONSABILIDAD PENAL PARA ADOLESCENTES Año
Todo Distrito Judicial
Distrito Judicial
Hurto Hurto 36,32% 36,32% Todo Todo
DELITOTráfico, fabricación o porte .. MAPA
Tráfico, fabricación o porte .. 26,81% 26,81% Distrito Judicial
Hurto Lesiones personales 36,32% 8,51% Todo
Lesiones personales 8,51%
285 285 TOTALTOTAL
Fabricación, tráfico o porte ..26,81%
Tráfico, fabricación o porte ..
Fabricación, tráfico o porte .. 5,93% 5,93%
Lesiones personales
Violencia Intrafamiliar
Violencia Intrafamiliar
8,51%
4,03% 4,03% 285 8.800
816
8.800
816
TOTAL 251.455
251.455
Fabricación, tráfico o porte .. 5,93% 1.646 1.646
2,60% 2,60%
Hoimicidio
Daño en bien ajeno
Daño en bien ajeno
Violencia Intrafamiliar
Hoimicidio 4,03%
2,18% 2,18% 8.800
1.593
1.448
816
1.593
1.448 251.455
Fuente: Instituto Colombiano de
Fuente: Instituto Colombiano de
Daño en bien ajeno 2,60% 1,96% 1.1631.6461.163 Bienestar Familiar; Calculos
Bienestar Familiar; Calculos
Acto Sexual con menor de 1..
Acto Sexual con menor de 1.. 1,96% 7.412 7.412
1.448 realizados por Dirección de
realizados por Dirección de
Hoimicidio 2,18% 1,92% 1.59315.353
34.185 34.185 15.353 Fuente: Instituto Colombiano de
Violencia conra servidor pú.. 1,92%
Violencia conra servidor pú.. 1.163 519 519 planeación del ICBF, Datos
planeación del ICBF, Datos
1,96% 1,43% 794 7.412 Bienestar Familiar; Calculos
preeliminares con corte a Junio 30
preeliminares con corte a Junio 30
Acto Sexual con menor de 1..
Acceso carnal abusivo con .. 1,43%
Acceso carnal abusivo con .. 794
975 975 realizados por Dirección de
de 2018. de 2018.
1,92% 34.185
11.208 15.353
11.208
13.324 13.324 52
Violencia conra servidor pú..
ExtorsiónExtorsión 0,84% 0,84% 519 52 planeación del ICBF, Datos
794 60.345 60.345 preeliminares con corte a Junio 30
Acceso carnal abusivo con .. 1,43% 0,75% 10.195 10.195
Receptación (Cap. VI Del en.. 0,75%
Receptación (Cap. VI Del en.. 4.133 975 4.133 de 2018.
11.208 13.324 52
Extorsión 0,84% 0,72%
Fabricación, tráfico y porte .. 0,72%
Fabricación, tráfico y porte .. 6.836 50
SEXO SEXO
6.836 60.345 50
Receptación (Cap. VI Del en.. 0,75% 10.195 4.133 133
Uso de documento falso
Uso de documento falso 0,36% 0,36% 8.193 8.193 133 221.713 221.713
Fabricación, tráfico y porte .. 0,72% 2.242 2.242 SEXO
Acceso carnal violento
Acceso carnal violento 0,35% 0,35% 6.836
526 526 50 200K 200K
95 95
Uso de documento falso 0,36% 8.193 133 221.713
Violación de habitación ajena 0,33% 0,33%
Violación de habitación ajena 2.242 280 280
Acceso carnal violento 0,35% 526 200K
Falsedad personal
Falsedad personal 0,33% 0,33% 95
Valor
Valor Valor

Violación de habitación ajena 0,33%


Receptación (Cap. VI - Del a.. 0,26% 0,26%
Receptación (Cap. VI - Del a.. 280 100K 100K
Falsedad personal 0,33%
Falsedad en Documento
Falsedad en Documento 0,25% 0,25%
Receptación (Cap. VI - Del a.. 0,26% 0,23%
Utilización ilegal de uniform.. 0,23%
Utilización ilegal de uniform.. 100K 29.744 29.744
Falsedad en Documento 0,25%
Amenazas Amenazas 0,21% 0,21%
Utilización ilegal de uniform.. 0,23% 0K 0K
Concierto para delinquir
Concierto para delinquir 0,19% 0,19% 29.744 Femenino Masculino
Femenino Masculino
Amenazas 0,21% 0,19%
Falsedad material en docum.. 0,19%
Falsedad material en docum.. 0K
Concierto para delinquir 0,19%
RebeliónRebelión 0,17% 0,17%
AÑO AÑO Femenino Masculino
Falsedad material en docum.. 0,19%
EDAD EDAD
AsonadaAsonada 0,16% 0,16% 30.843 29.737
29.676 29.737
29.676 30.843 100K 100K
0,17% 30K 30K 92.736 92.736
RebeliónActo sexual violento
Acto sexual violento AÑO
0,15% 0,15% 27.309 27.309 EDAD
Asonada 0,16% 0,12% 24.405 24.405
Aborto Aborto 0,12% 29.676 30.843 29.737 100K 76.991 76.991
30K 25.962 25.962 80K 80K 92.736
Acto sexual violento
NO ESPECIFICA DELITO
NO ESPECIFICA DELITO 0,15% 0,11%
0,11% 27.309
Aborto Injuria 0,12% 0,10% 20K 20K 18.40324.405
18.403 19.052 19.052
22.263 22.263
Injuria 0,10% 25.962 80K 76.991
60K
Total

60K
Total Total

0,11% 0,10%
Valor

NO ESPECIFICA DELITO
Valor Valor

Violación a los derechos pat..0,10%


Violación a los derechos pat.. 49.083 49.083
20K 18.403 22.263 19.052
Injuria Lesiones
Lesiones 0,10% 0,10%
0,10% 60K
40K 40K
Violación a los derechos pat.. 0,10%
Tenencia, fabricación y tráfi.. 0,09% 0,09% 10K 10K 49.083
Tenencia, fabricación y tráfi.. 10.631 10.631
9.156 9.156 25.322 25.322
LesionesAcceso carnal o actos sexu.. 0,08%
Acceso carnal o actos sexu.. 0,10% 0,08%
40K 20K
10K 20K
Tenencia, fabricación y tráfi..
Abuso de confianza 0,09%
0,08% 0,08% 10.631
4.018
Abuso de confianza 4.018 9.156 25.322
0K 0K
Acceso carnal o actos sexu.. 0,08% 0,07%
Ilícito aprovechamiento de l.. 0,07%
Ilícito aprovechamiento de l..
2006 2008 2010 2012 2014 2016 0K
2018 20K 0K
2006 2008 2010 2012 2014 2016 2018
Abuso de confianza 0,08% 0,07%
Pornografía con personas .. 0,07%
Pornografía con personas .. 4.018 14 Años 14 Años
15 Años 15 Años16 Años 16 Años17 Años 17 Años
0K AÑO1 AÑO1
Ilícito aprovechamiento de l.. 0,07% 0,07%
Perturbación en servicio de .. 0,07%
Perturbación en servicio de .. 0K
2006 2008 2010 2012 2014 2016 2018
Pornografía con personas .. 0,07% AÑO1 14 Años 15 Años 16 Años 17 Años
Perturbación en servicio de .. 0,07%

Fuente: ICBF, 2018.

En la figura anterior se observa que los hombres tienen una representación


significativamente más alta que las mujeres y que los adolescentes entre los 16
y 17 años representan el 70,37 %. Estos datos deben conducir a las autorida-
des nacionales y a las diferentes organizaciones no gubernamentales a diseñar
estrategias que contribuyan a la reducción y prevención de esta problemática.

En cuanto al comportamiento de las cifras en el municipio de Santiago de


Cali (Figura 2), se observa una disminución de casos atendidos por el sistema
entre 2017 (1.052) y 2018 (477), comportándose de manera similar a las cifras
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 191

nacionales, en las cuales hay una mayor presencia del sexo masculino (15.155)
y de los mayores de 16 años (16 años=5.261 y 17 años=5.967).

Figura 21.
Sistema de responsabilidad penal para adolescentes. Cifras de Cali.
Año Año
SISTEMA DE RESPONSABILIDAD PENAL PARA ADOLESCENTES
SISTEMA DE RESPONSABILIDAD PENAL PARA ADOLESCENTES Año Todo
Todo
SISTEMA DE RESPONSABILIDAD PENAL PARA ADOLESCENTES Todo
DELITO
DELITO MAPA MAPA
DELITO MAPA Distrito Judicial
Distrito Judicial
Hurto Hurto 36,56% 36,56% CALIDistrito Judicial
CALI
Hurto 36,56% CALI
Fabricación, tráfico o porte .. 23,63% 23,63%
Fabricación, tráfico o porte ..
Fabricación, tráfico o porte .. 23,63%
Tráfico, fabricación o porte .. 13,62% 13,62%
Tráfico, fabricación o porte .. TOTAL TOTAL
Tráfico, fabricación o porte ..
Hoimicidio
13,62%
7,37% 7,37%
TOTAL
Hoimicidio
Hoimicidio 7,37%
Fabricación, tráfico y porte .. 4,19% 4,19%
Fabricación, tráfico y porte ..
Fabricación, tráfico y porte .. 4,19%
16.096
16.096
16.096
Lesiones personales
Lesiones personales 3,54% 3,54%
Lesiones personales 3,54%
Violencia Intrafamiliar
Violencia Intrafamiliar 2,27% 2,27% Fuente: Instituto Colombiano de
Fuente: Instituto Colombiano de
Violencia Intrafamiliar 2,27% Fuente: Instituto Colombiano de
Violencia conra servidor pú.. 1,73% 1,73%
Violencia conra servidor pú.. Bienestar Familiar; Calculos
Bienestar Familiar; Calculos
Violencia conra servidor pú.. 1,73% Bienestar Familiar; Calculos
realizados por Dirección de
realizados por Dirección de
Extorsión Extorsión 0,94% 0,94% realizados por Dirección de
planeación del ICBF, Datos
planeación del ICBF, Datos
Extorsión 0,94% planeación del ICBF, Datos
preeliminares con corte a Junio 30
preeliminares con corte a Junio 30
Acceso carnal abusivo con .. 0,78% 0,78%
Acceso carnal abusivo con .. preeliminares con corte a Junio 30
Acceso carnal abusivo con .. 0,78% de 2018. de 2018.
Acto Sexual con menor de 1.. 0,72% 0,72%
Acto Sexual con menor de 1.. de 2018.
Acto Sexual con menor de 1.. 0,72%
Concierto para delinquir
Concierto para delinquir 0,71% 0,71% 16.096 16.096
Concierto para delinquir 0,71% 16.096
SEXO SEXO
Daño en bien ajeno
Daño en bien ajeno
Daño en bien ajeno
0,70% 0,70%
0,70% SEXO
Receptación (Cap. VI Del en.. 0,69% 0,69%
Receptación (Cap. VI Del en.. 15.155 15.155
Receptación (Cap. VI Del en.. 0,69% 15K 15K 15.155
Falsedad en Documento
Falsedad en Documento 0,35% 0,35% 15K
Falsedad en Documento 0,35%
Receptación (Cap. VI - Del a.. 0,26% 0,26%
Receptación (Cap. VI - Del a..
Receptación (Cap. VI - Del a.. 0,26%
Acceso carnal violento
Acceso carnal violento 0,25% 0,25% 10K 10K

Valor

Valor
Acceso carnal violento 0,25% 10K

Valor
Falsedad personal
Falsedad personal 0,19% 0,19%
Falsedad personal 0,19%
Acto sexual violento
Acto sexual violento 0,16% 0,16%
Acto sexual violento 0,16% 5K 5K
Violación a los derechos pat.. 0,14% 0,14%
Violación a los derechos pat.. 5K
Violación a los derechos pat.. 0,14%
Secuestro extorsivo
Secuestro extorsivo 0,13% 0,13% 941 941
Secuestro extorsivo 0,13% 0K 0K 941
Secuestro simple
Secuestro simple 0,13% 0,13% 0K
Secuestro simple 0,13% Femenino Masculino
Femenino Masculino
AsonadaAsonada 0,10% 0,10% Femenino Masculino
Asonada 0,10%
Uso de documento falso
Uso de documento falso 0,09% 0,09%
AÑO AÑO
Uso de documento falso 0,09% AÑO EDAD EDAD
Acto Sexual Abusivo
Acto Sexual Abusivo 0,08% 0,08% EDAD
Acto Sexual Abusivo 0,08% 2.076 2.076
2.076 5.967 5.967
Ilícito aprovechamiento de l.. 0,06% 0,06% 200020002000
Ilícito aprovechamiento de l.. 1.818 1.818 6K 6K 5.967
Ilícito aprovechamiento de l.. 0,06% 1.744 1.744 1.818 6K
Aborto Aborto 0,06% 0,06% 1.744 5.261 5.261
Aborto 0,06% 1.553 1.553 5.261
1.553
Falsedad material en docum.. 0,05% 0,05% 1500
Falsedad material en docum.. 1500
Falsedad material en docum.. 0,05% 1500 1.518 1.518
Receptación Receptación 0,05% 0,05% 1.518 1.160 1.160
0,05% 1.319 1.319 4K 4K
Total

Total

Receptación 1.160
1.052 1.052 4K
1.319
Valor

Valor
Total

Lesiones culposas
Lesiones culposas 0,04% 0,04% 1000 1.171 1.171 1.052
1000 1.089 1.119 1.119
Valor

Lesiones culposas 0,04% 1.089 1.171 3.000 3.000


1000 1.089 1.119 3.000
Acceso carnal o actos sexu.. 0,03% 0,03%
Acceso carnal o actos sexu..
Acceso carnal o actos sexu.. 0,03%
Pornografía con personas .. 0,03% 0,03%
Pornografía con personas ..
Pornografía con personas .. 0,03% 500 500 2K 2K
500 2K 1.377 1.377
Invasión de tierras o edifica.. 0,02% 0,02%
Invasión de tierras o edifica.. 477 477
Invasión de tierras o edifica.. 0,02% 477 1.377
Perturbación en servicio de .. 0,02% 0,02%
Perturbación en servicio de ..
Perturbación en servicio de .. 0,02% 0 0
Aborto sin consentimiento
Aborto sin consentimiento 0,02% 0,02% 0
Aborto sin consentimiento 0,02% 2006 2008 2006 20082010 2012
2010 2014
2012 2016
2014 2018
2016 20180K 0K 0K
Estafa Estafa 0,02% 0,02% 2006 2008 2010 2012 2014 2016 2018 14 Años 14 Años
15 Años 15 Años 16 Años 16 Años17 Años 17 Años
Estafa 0,02% AÑO1 AÑO1 14 Años 15 Años 16 Años 17 Años
Explotación ilícita de yacimi..
Explotación ilícita de yacimi.. 0,02% 0,02% AÑO1
Explotación ilícita de yacimi.. 0,02%
0,02% 0,02%
Fuente: ICBF, 2018.
0,02%
0,02% 0,02%
0,02%
0,01% 0,01%
0,01%
0,01% 0,01%
0,01%
0,01% 0,01%
0,01%
0,01% 0,01%
0,01%
0,01% 0,01%

Factores asociados a la delincuencia juvenil


0,01%
0,01% 0,01%
0,01%
0,01% 0,01%
0,01%
0,01% 0,01%
0,01%

La delincuencia juvenil debe ser comprendida tanto como un fenómeno mul-


0,01% 0,01%
0,01%
0,01% 0,01%
0,01%

ticausal en cuanto está asociada a factores que determinan su configuración,


0,01% 0,01%
0,01%
0,01% 0,01%
0,01%

como multidimensional, debido a que su manifestación depende de factores or-


0,01% 0,01%
0,01%
0,01% 0,01%
0,01%

ganizados en distintos niveles de influencia (Salazar, Torres, Reynaldos, Figueroa


0,01% 0,01%
0,01%
0,01% 0,01%
0,01%

y Valencia, 2009; Valdenegro, 2005).


0,01% 0,01%
0,01%
0,01% 0,01%
0,01%
0,01% 0,01%

Entre los factores que determinan la actividad delincuencial temprana se


0,01%
0,01% 0,01%
0,01%
0,01% 0,01%

encuentra el contexto familia. Este es un factor dinámico que se expresa en


0,01%
0,01% 0,01%
0,01%
0,01% 0,01%

las relaciones intrafamiliares, el tamaño de la familia, el clima familiar, los an-


0,01%
0,01% 0,01%
0,01%
192 Acercamiento con jóvenes en condición de vulnerabilidad y el contexto delincuencial urbano

tecedentes de conducta delictiva o de consumo de drogas y el nivel de ingreso


económico de la familia, entre otras variables.
De manera particular, se ha encontrado que el comportamiento delictivo de los
adolescentes tiene una alta asociación con las prácticas de crianza –entendidas
como las acciones mediante las cuales los padres guían el comportamiento de
sus hijos– dado que estas prácticas inciden en el desarrollo psicosocial futuro
y facilitan la inserción de los adolescentes en la estructura y dinámica social
(Aguirre, 2015).
Diferentes estudios han puesto en evidencia que las prácticas de crianza
relacionadas con el rechazo y la hostilidad (Hoeve et al., 2009), la negligencia
(Dadds, Maujean y Fraser, 2003), la falta de monitoreo y apoyo (Bean, Barber y
Crane, 2006; Keijsers, 2015; Keijsers, Frijns, Branje, y Meeus, 2009; Laird, Pettit,
Bates y Dodge, 2003), o la pobre interacción familiar (Morales, Félix, Rosas,
López y Nieto, 2015), determinan en gran medica conductas disruptivas de los
adolescentes, las cuales terminan jugando un papel importante en la vinculación
a situaciones de carácter delictivo.
Otro factor destacado es el socieconómico. Diferentes estudios (Agnew,
Matthews, Bucher, Welcher y Keyes, 2008; Connolly, Lewis, y Boisvert, 2017;
Jiménez, 2005; Larzelere y Patterson,1990; Rico (2016), Salazar, Torres, Reynal-
dos, Figueroa y Araiza, 2011) señalan que muchos adolescentes en situación de
vulnerabilidad ven en las actividades ilegales y en el llamado “rebusque”, una
salida para enfrentar las precarias condiciones económicas de sus familias y una
opción para la realización personal, bajo la presión de referentes identitarios
marcados por la violencia y el delito.
Algunos condicionantes socioeconómicos importantes de la actividad delictiva
de los adolescentes son: habitar en contextos sociales con necesidades básicas
insatisfechas; pertenecer a grupos familiares que se encuentran en la línea de
pobreza; tener escazas oportunidades de trabajo, y tener la percepción de vivir
en ambientes peligrosos. Estos aspectos de la vida de los adolescentes se consti-
tuyen en factores de riesgo debido a que facilitan que sean cooptados por grupos
delincuenciales y se involucren en diferentes actividades criminales.
Así mismo, se ha evidenciado que en la adolescencia, el abandono temprano
del sistema educativo también se constituye en un factor de alto riesgo, dado que
al estar desescolarizados y disponer de más tiempo libre, los adolescentes se ven
abocados, principalmente por la influencia del medio, a manifestar conductas
de riesgo o de carácter delictivo.
Además, estar fuera del sistema educativo profundiza las condiciones de vul-
nerabilidad social de niños, niñas y adolescentes (NNA) y los priva de apren-
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 193

der valores y comprender la importancia del respeto a la vida para una mejor
convivencia en comunidad. Así mismo, les reduce la posibilidad de evaluar la
gravedad de los comportamientos disruptivos y violentos, lo cual favorece que
vivan al límite y enfrentados a situaciones de alto riesgo.
Birău y Antonescu (2014), Meghir, Palme y Schnabel (2012), Ward y Williams
(2014), señalan que en poblaciones en condiciones de precariedad económica,
el prematuro abandono escolar es un fenómeno socialmente difícil de prevenir
y controlar y trae consigo profundas consecuencias en la calidad de vida y en el
futuro económico de los adolescentes.
Bajo estas circunstancias, este grupo poblacional es susceptible de ser atraído
por las bandas delincuenciales, las cuales ven en su edad la oportunidad para
actividades ilícitas tales como homicidios, microtráfico hurtos menores y prosti-
tución, entre otros delitos, sin que tengan para estos grupos criminales mayores
consecuencias sobre su actividad ilícita.
Si bien se señalaron tres factores determinantes de la conducta delictiva de
los adolescentes (familiares, económicos y educativos), es claro que también se
pueden identificar otros, como la convivencia de pares, las características psi-
cológicas personales o las situaciones de conflicto y violencia, los cuales aportan
a la configuración de la conducta delictiva juvenil.

Intervención psicosocial
El fenómeno de la delincuencia juvenil está asociado, como lo señalan Bueno
y Moya (1998), a zonas afectadas por fuertes desequilibrios sociales, en las que
el sentido de bienestar y agencia de NNA ha sido perturbado por fenómenos
sociales que los conducen a contravenciones y actos delictivos y los alejan de
un adecuado desarrollo psicológico y social.

La prevención y resocialización de los adolescentes que han cometido delitos se


ha constituido en un objetivo importante de la política pública en las sociedades
modernas. Las diferentes acciones encaminadas a la prevención de la conducta
delictiva juvenil, que por lo general se transforman en programas de intervención
social, reconocen la importancia del soporte afectivo, las habilidades socioemo-
cionales y el desarrollo de competencias sociales en la infancia, así como el con-
texto familiar y social, para promover en los niños el manejo constructivo de los
conflictos. Algunos ejemplos de estas iniciativas de prevención temprana son el
Programa de Prevención de Montreal (McCord, Tremblay, Vitaro, y Desmarais-
Gervais, 1994), Becoming a Men-BAM (Youth Guidance, 2016) y el Programa
de oportunidades y desarrollo para evitar riesgos (Poder) (Banco Mindial, s. f).
194 Acercamiento con jóvenes en condición de vulnerabilidad y el contexto delincuencial urbano

Así mismo, las iniciativas de intervención para prevenir las actividades anti-
sociales y delincuenciales o llevar a cabo procesos de resocialización de NNA
infractores, se enmarcan en los enfoques de derechos, psicosocial y de género,
lo cual ha permitido concebir a los menores infractores como sujetos capaces de
ser agentes de su propia transformación.
En este contexto de vulnerabilidad en la que se desarrollan los adolescentes,
es necesario que las acciones orientadas a prevenir la vinculación de los menores
a actividades criminales o al trabajo de resocialización, tomen distancia frente
a la intervención tradicional de corte asistencialista, que superpone lo indivi-
dual y lo colectivo y no reconoce los saberes de los menores y mucho menos su
capacidad de agencia.
Una forma alternativa de intervenir en el fenómeno de la delincuencia juvenil
es acudiendo a la intervención de corte psicosocial, la cual considera al sujeto
en contexto y reconoce su historia y el entorno, así como los saberes propios
establecidos culturalmente. En este sentido, la intervención psicosocial parte del
reconocimiento de las capacidades de la persona para ser agente de transforma-
ción y gestor de cambio del entorno social, y de las condiciones sociales que dan
sentido al actuar y a la identidad de las personas (Aguirre y Rodríguez, 2016).
Con este tipo de intervención se busca desarrollar herramientas que permitan
a los menores infractores reconocerse como sujetos sociales capaces de reorientar
sus acciones, acudiendo a los principios de dignidad, solidaridad, bienestar y
agencia, y de comprender que sus actos se enmarcan en un particular contexto
cultural, histórico, político, económico y social. Además, en la intervención
psicosocial se privilegia el trabajo grupal y colectivo (Colpsic, 2018; Villa, 2012),
en el que compartir experiencias de vida es un recurso para la transformación
de los adolescentes.
Así mismo, la evaluación de los programas de intervención psicosocial desti-
nados al trabajo de prevención y resocialización de adolescentes comprometidos
con la comisión de delitos, ha demostrado que las acciones centradas en los
entornos seguros, en los que la participación activa de los padres, profesores, pares
y miembros de la comunidad tiene efectos positivos para reorientar el proyecto
de vida de los menores infractores (LeBlanc y Robert, 2012).

Líneas de acción de la intervención psicosocial


La intervención psicosocial, que parte del reconocimiento de las capacidades
de los adolescentes vinculados a actividades delincuenciales para ser agente de
transformación de su proyecto de vida y gestor de cambio, se fundamenta en
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 195

cuatro líneas de acción: el restablecimiento del bienestar subjetivo, el desarrollo


de capacidades, la regulación emocional y el reconocimiento del otro.

Restablecimiento del bienestar subjetivo


El bienestar subjetivo es un concepto que hace parte de la definición de calidad
de vida y se refiere a la forma como las personas vivencian sus vidas de manera
positiva. Según Diener, Lucas y Oishi (2002) y Valverde, Fernández y Revuelta
(2013), el bienestar subjetivo incluye la experiencia de emociones agradables,
el bajo nivel de emociones negativas y el alto nivel de satisfacción con la vida,
el cual es producto de estar satisfecho con las oportunidades vitales, los logros
en el transcurso de la vida, el reconocimiento social y la experiencia emocional.
Si bien se reconoce que no hay unanimidad en torno a la definición de bienestar
subjetivo, se sostienen que sí es posible identificar una posición amplia frente al
deslinde conceptual, la cual se estructura alrededor de la satisfacción con la vida
(componente cognitivo) y la felicidad (experiencia afectiva), componentes que
solo se tornan auténticos cuando las personas son capaces de construir sentido
para sus vidas dentro de los márgenes de las posibilidades reales y alcanzables
(Millán, 2011).

Desarrollo de capacidades
La noción de capacidades está vinculada a la propuesta teórica-práctica del
economista Amartya Sen, quien las concibe como habilidades reales de las per-
sonas de hacer y ser. Expresado en otros términos, son las acciones que realizan
los individuos para convertir sus derechos en libertades y hacer actos valiosos.

Las capacidades se relacionan con la noción de agencia; esto es, con la con-
ciencia de las personas de estar en control de sus propias acciones. En palabras
de Sen, de ejercer una libertad positiva que permite al sujeto influir y transformar
su vida y su realidad. Las capacidades como agencia, van desde las acciones
encaminadas a satisfacer las necesidades materiales y subjetivas de las personas,
hasta el actuar propositivamente en la vida social de la comunidad (Sen, 1982).

Regulación emocional
En cuanto a la regulación emocional, generalmente se la concibe como la
habilidad que tienen las personas de controlar sus sentimientos y emociones,
y que les sirve para relacionarse de una mejor manera con los otros y alcanzar
una mejor calidad de vida.
En la regulación emocional se logra controlar la impulsividad, la ira, los com-
portamientos de riesgo, la tolerancia a la frustración y facilita persistir para lograr
metas. Gross (2008), sostiene que la regulación se refiere al intento de influir
en qué emociones tenemos, cuándo las tenemos y cómo las experimentamos y
expresamos. Entonces, la regulación tiene el propósito de manejar el modo como
se sienten las emociones y la forma como nos ayudan al hacer. En otras palabras,
el control de las emociones facilita la adaptación al preparar las respuestas que
damos ante diferentes situaciones que pueden implicar desequilibrios (Cosmides
y Tobby, 2008).
De acuerdo con Gross (2008), la regulación emocional implica cinco procesos
básicos sobre los que se debería actuar si se quiere desarrollar en las personas el
control emocional. El primero hace referencia a la selección de la situación, dado
que esta configura la trayectoria de las emociones y orienta el tipo de acciones
que provocan las emociones que nos gustaría tener o que preferiríamos no tener.
El segundo está relacionado con la modificación de la situación potencialmente
perturbadora y se refiere a los esfuerzos que se hacen para cambiar la situación,
con el fin de transformar el impacto emocional. El tercer proceso tiene que ver
con el despliegue de la atención, el cual da la posibilidad de influir en la respuesta
emocional al redirigir la atención dentro de una situación dada. El cuarto es
el cambio cognitivo que se produce cuando la persona modifica la evaluación
inicial de la situación, de tal forma que altera el significado emocional de esta.
Finalmente, nos encontramos con la modulación de la respuesta, que se refiere
al modo como las personas influyen, de manera relativamente directa, en las
respuestas fisiológicas, experienciales o de comportamiento.

Reconocimiento del otro


El reconocimiento del otro es una condición necesaria para que la intervención
psicosocial alcance sus objetivos de transformar a los adolescentes involucrados
en actividades delincuenciales. Es el horizonte ético de la intervención y sitúa a
las personas frente al reconocimiento de la existencia del otro, lo cual contribuye
a que los individuos crezcan como sujetos de transformación. En otros términos,
reconocer la presencia de otras personas con características distintas a las de
uno, es esencial para el desarrollo de nuestra personalidad y el establecimiento
de vínculos con el mundo social.
Con el reconocimiento del otro se mejora la convivencia y se favorece el
diálogo como mecanismo de resolución de conflictos, al tiempo que permite
configurar y afirmar las identidades en el horizonte de las diferencias, así como
crear las condiciones propicias para el autodescubrimiento y la transformación
de las condiciones de vida.
197

CAPÍTULO XI

Fundación Social, Cultural y


Deportiva Sí es posible.
Diversión e interacción:
una sana educación
Por: Mayuni Londoño Vélez.
Fundadora de la organización social fundación Sí es posible.
Acompaña el diálogo: Adolfo Albán Achinte.
Universidad del Cauca Colombia.

Figura 22.
Collage

Fuente: Fundación Sí es Posible.


198 Fundación Social, Cultural y Deportiva Sí es posible. Diversión e interacción: una sana educación.

Presentación
Durante el proceso de acompañamiento a las organizaciones comunitarias que
participaron en este caminar, una de las sorpresas tuvo que ver con encontrar
múltiples iniciativas que trabajaban de modo discreto, con muy pocos recursos
económicos pero con una gran fuerza humana, liderazgo y gran sentido de otre-
dad. Justamente, una de esas organizaciones ha sido la fundación Sí es posible,
que no dejó de sorprendernos durante todo el ejercicio con sus historias y sobre
todo, la forma como surge una familia entera dedicada a su barrio.

A continuación presentaremos la historia de esa familia, de ese barrio que a su


vez refleja condiciones sociales, culturales e históricas que se asemejan a muchos
de nuestros territorios.

Esta experiencia en particular se construyó, casi en su totalidad, a partir de


entrevistas con Mayuni, la fundadora de la iniciativa, con su abuela y relatos
de algunos jóvenes que participan activamente en la fundación. En ese sentido,
puede aparecer la voz en primera persona –Mayuni– combinada con la tercera
persona –equipo investigador base– a lo largo del texto.

Fundación Sí es posible: una idea que nace del sueño de


sembrar la vida y la esperanza

El desplazamiento forzado y la construcción de nuevos espacios sociales

Desde comienzos del siglo XX, las comunidades rurales se vieron abocadas
a los conflictos políticos generadores de violencia partidista que hicieron del
mundo rural un escenario de disputas por el control territorial, que propicia-
ron el surgimiento de movimientos armados politizados y con aspiraciones de
transformación de una sociedad convulsionada por los estertores de una guerra
fratricida. El campo se convirtió en un espacio expulsor de sus habitantes, en un
territorio de despojo y muerte, en un lugar de desolación y muerte.

Uno de los fenómenos de mayor incidencia en la transformación del paisaje


urbano humano en Colombia han sido los diversos conflictos armados que han
incidido con mayor crueldad en las zonas rurales del país, generando con ello
desplazamientos forzados de personas, familias y comunidades que son obligadas
a abandonar sus pertenencias y buscar refugio en las ciudades.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 199

Esta realidad sobrecogedora aventó sin más a millones de colombianos que se


llevaron consigo sus universos de sentido, su cultura, sus formas de asociarse, sus
conocimientos; que se reterritorializaron en espacios precarios de la ciudad que
fueron apropiados en procesos de ocupación por vías de hecho buscando con
ello garantizar su vida y reinventarla para continuar luchando por condiciones
de dignidad.
La precarización de la existencia por estos eventos fortuitos y dramáticos, no
necesariamente amilana a las personas y aunque los impactos y sus consecuencias
son devastadores, hay una fuerza que se traduce en el deseo inquebrantable de
seguir viviendo. Hay una voluntad de existencia que recurre a la creatividad
para superar las adversidades: es la reexistencia, que no es otra cosa que las
estrategias que personas y comunidades construyen para reinventarse la vida
recurriendo a sus legados culturales ancestrales, a las maneras de juntarse que se
estructuran en el mundo comunal rural y que llegan para instalarse en lo urbano,
potenciando así lo que se trae y reconfigurando las maneras de ser, hacer, sentir,
soñar, actuar y pensar.
Las dificultades en espacios extraños obligan a juntarse, a buscarse, a pres-
tarse apoyo, a compartir lo poco y convertirlo en mucho; a aprender a sortear
la carencia y hacer de ella una posibilidad creativa para superarla; a hacer del
diálogo y la conversación la comunicación efectiva para reinscribir la vida; a
aprender a conocer lo nuevo y no dejarse opacar por lo incierto, lo enigmático,
lo amenazante, y a fortalecer en comunalidad a partir de la mayor riqueza que
se tiene para reexistir: la solidaridad.
Sí. En realidad la idea de la fundación nace de la llegada cruel al Yaraguasal,
un territorio para ser invadido por migrantes de muchas partes de Colombia.
Migraciones desde los departamentos de Cauca, Nariño y Chocó originadas por
el fenómeno de la violencia entre los grupos armados ilegales y legales, producidas
en su mayoría en los años setenta, que se ubicaron en el suroccidente de la ciudad
de Cali. Esta población se asentó en lo que es hoy el distrito de Aguablanca,
territorio conformado en sus comienzos por poblaciones de las regiones men-
cionadas y hoy por nativos. Cuenta con aproximadamente 700 000 habitantes
y se caracteriza por ser un territorio multicultural, polo de desarrollo de eventos
y participación en cultura, organizaciones de base y líderes comunitarios. Igual-
mente, por la presencia en algunos lugares de fenómenos de violencia urbana.
Sí. Esta experiencia de convivencia nace de la decidida fuerza de una abuela49
que buscaba nicho para sus hijos. Ella expresa:

49. Hacemos referencia a la abuela como la madre de Mayuni, quien junto a su esposo ha sido
una lideresa y fundadora del barrio en el que nace la iniciativa Sí es posible.
200 Fundación Social, Cultural y Deportiva Sí es posible. Diversión e interacción: una sana educación.

[…] bajémonos aquí y vamos allí. Pero… ¡y en este monte cuántas culebras
habrá! No. Yo busco un par de palos y le vamos abriendo calle al monte y
salimos allá. Cuando llegamos acá había una revolución tan brava de toda esa
gente echando machete para tumbar pasto. Entonces le dije al señor: “pues,
yo no me quedó atrás”. “Pues yo tampoco”, dijo. ¡Ay, Dios mío, mi niña! Así
fue que empezamos, cuando pues ya la agente iba abriendo campo tumbando
pasto y en esa escuela que hay allá, eso era una inmensa laguna. Esto era un
botadero de escombros de los hospitales. Aquí venían y botaban toda esa maleza
y bueno, entonces, pues la gente como es sin agüeros, le daban con barretones
a esa maleza y todo eso quedaba tapado con tierra y pasto.
Entonces, nosotros en la escuela, atrás en una inmensa laguna donde mataban,
culebras, chuchas, bueno de todo y de todos esos animales, un señor me dijo:
“Hay que atravesar la laguna pa pasar pa allá”. Y yo cogí el niño mío que lo tenía
pequeñito que él siempre se me pegaba pa todas partes y lo cogí y me atravesé
esa laguna y ¡Señor sacramental! No me hundí y salí allá. Dios es grande y
cuida de lo más malo y así fue que empezamos y me vine yo para acá, para estos
lados para la laguna, y así fuimos empezando. Por la noche nos dijo un señor:
“Si quieren yo les cuido los cambuches y ustedes me dan para una panelita, para
un cuartico de café”. Entonces yo le dije: “Bueno, porque yo trabajo, y le doy
para la panelita y le traigo cafecito cuando pueda”. Y así fue que empezamos
esta historia. Pronto estábamos contentos ahí; trajimos pues hacha y calabozo,
y entonces él me hizo un cambuchito, hizo una cama de unas tablas, de dos
tablas para dormir. Pero yo no podía dormir ahí porque yo tenía que cuidar mis
niñas y ya tenía dos grandecitas que las tenía en estudio y yo dije: “Yo no me
quedo, quédese usted cuidando porque el trabajo, yo tengo que trabajar hasta
tarde”. Y ahí fue que le dije al que nos iba a cuadrar que cuidara el lote que yo
le daba cualquier cosita, le traía panelita y café. Sí. El señor muy formal, para
qué. Yo cuando podía le traía papas y arroz y eso era lo que más comíamos,
papas, arroz y huevos cocidos y yo le traía al señor y él vivía muy agradecido y
me cuidaba bien el lotecito.

Territorio conquistado a fuerza física entre barretón y un machete

[…] y por allá me encontré unos lazos podridos. Recogí dos y bajé. Entonces
dijo: “Manos a la obra. Yo me entiendo con abrir la guadua, y parte para usted
la mitad y yo pues bueno”. Entonces él pues, claro, como hombre hizo más que
yo. Yo recogía lo que él iba picando y todo eso. Entonces pues, de ahí hicimos, así
y amarramos unos plásticos en los cambuches, enterramos las cuatro guaduas y
abrimos la guadua y sacamos de mitad y mitad y se tomó los cuatro pedacitos.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 201

Entonces por ahí empezamos y amarramos con los lazos los plásticos y pues
ahí fuimos empezando.

En la Fundación Social Cultural y Deportiva Sí es posible se crea una gran


esperanza con el ánimo de participar activamente en el desarrollo del bienestar
social de la niñez y juventud de la ciudad de Cali, pero en especial de los niños,
niñas, adolescentes y jóvenes de la comuna once.

Estamos seguros de que nuestro nombre es una opción diferente, atractiva


e innovadora para las necesidades que se presentan actualmente en nuestra
comuna, pues entendemos que la única manera de generar espacios de convi-
vencia pacífica es respetando la variedad, la diversidad y la diferencia, en todos
los aspectos. Siendo incluyentes, equitativos y democráticos, podemos hacer de
nuestra cotidianidad un lento pero seguro paso para la armonía de nuestros
territorios (voz de Mayuni).

La solidaridad como posibilidad de reexistir en medio de las dificultades


La solidaridad es una actitud que se construye en el relacionamiento con el
otro y sus contingencias, sus premuras y necesidades, sus ilusiones y deseos. Es
una manifestación de un proceso de colectivización y de socialización tendiente
no solamente a superar adversidades, sino también a fortalecer los lazos de fa-
miliaridad, de amistad y de comunidad. Las comunidades desarrollan múltiples
escenarios para compartir, pues la solidaridad no puede entenderse sin compartir
trabajo, conocimientos, vivencias y experiencias. Tampoco se puede explicar sin
comprender lo que produce y significa el intercambio.

Los espacios de trabajo colectivo como las mingas, o las formas de ayuda mutua
como la mano vuelta o mano Cambiada, permiten alcanzar metas u objetivos
mediante la participación solidaria. La Fundación Social, Cultural y Deportiva Sí
es Posible, tanto desde su origen como en su desarrollo ha estado determinada por
formas solidarias de relacionamiento, de apoyo ante las dificultades, de respaldo
a las iniciativas, de concepción de una vida digna que haga posible alcanzar los
sueños de quienes participan de esta experiencia.

Lo que han llegado a las ciudades buscando oportunidades o los que han tenido
que abandonar sus territorios por la fuerza, encuentran en las prácticas solidarias
las estrategias necesarias para reconfigurar la vida, reestablecer los lazos sociales
y apuntalar nuevas maneras de establecer relaciones en medio de las diferencias.
La solidaridad pasa por el respeto por el otro y su condición, por comprender
las situaciones y leer el contexto, por descifrar lo que nos hace vulnerables e
202 Fundación Social, Cultural y Deportiva Sí es posible. Diversión e interacción: una sana educación.

indefensos, pero también pasa por hacer conciencia de la fuerza de lo colectivo,


del poder del actuar más allá de los intereses personales que individualizan e
impiden el acercamiento, la comunicación y el diálogo. La escucha es una fuente
vital para el desarrollo de lo solidario. Escuchar es mucho más que oír al otro;
es interpretarlo y reconocerlo en sus circunstancias, es también descifrar sus
necesidades y saber de sus apuestas. Se es solidario cuando se está atento a esa
otredad que se revela y se nos muestra en su cotidianidad.

La Fundación Social, Cultural y Deportiva Sí es Posible, es creada por un grupo


de personas preocupadas por la gran problemática social que afecta de forma
desproporcionada a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de la comuna 11,
de Santiago de Cali, que por su misma condición no logran alcanzar muchos de
los beneficios que brinda el Estado.

Su principal propósito es vincular a niños, niñas y jóvenes de bajos recursos


económicos de la comuna 11 mediante el ofrecimiento de actividades artísti-
cas, culturales y deportivas, como alternativa para el uso adecuado del tiempo
libre y la prevención de problemas sociales como la drogadicción, el pandillaje
y la delincuencia juvenil, así como la promoción de la disciplina deportiva y la
búsqueda de la construcción de valores y principios de solidaridad, convivencia
social, respeto y tolerancia.

La fundación se constituye como una entidad o institución de utilidad co-


mún, denominada Fundación Social Cultural y Deportiva Sí es Posible. En
consecuencia, es una persona jurídica de derecho privado, sin ánimo de lucro,
de beneficio común e interés general, de desarrollo social, de acceso a toda la
comunidad, surgida por la exclusiva iniciativa privada mediante la destinación
de un patrimonio a fines de beneficencia y desarrollo de programas sociales.

La fundación está organizada bajo las leyes colombianas y regida por ellas.

El domicilio actual de la fundación es la Calle 35 B Nro 31 -04 B/Conquista-


dores-comuna 11 del municipio de Santiago de Cali.

Una vez constituida, se iniciaron actividades como salidas pedagógicas, re-


creativas y encuentros, con el fin de fomentar en los niños, niñas, adolescentes
y jóvenes la responsabilidad social, la capacidad de comunicación, la disposición
al trabajo en equipo, el liderazgo, la adaptabilidad, la capacidad de planificar y
organizar, la iniciativa, el respeto, la tolerancia, el aprovechamiento del tiempo
libre, el desarrollo y la recuperación del tejido social, por citar algunas de ellas,
involucrando programas sociales, culturales y deportivos.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 203

El reciclaje. La economía para la vida


Reciclar no es un asunto concerniente solo a la comercialización de productos
para su reutilización. Es, además, la posibilidad de pensar el reciclaje como aquella
acción que nos permite escoger del acervo cultural todo aquello que sea capaz
de transformar la vida y acometer nuevas perspectivas para tener espacios de
construcción de dignidad y autonomía. Desde la perspectiva de la Fundación Sí
es Posible, el reciclaje se puede entender como una metáfora que nos muestra
lo que debemos reutilizar de nosotros mismos y del contexto para generar una
economía para la vida, entendiendo la economía como la expresión de la orga-
nización de la existencia individual y colectiva.
Reciclar es, entonces, volver críticamente sobre lo que hemos hecho y lo que
hemos desecho, para encontrar en medio de toda esa multiplicidad de situaciones
aquellas que nos permitan volver a conocernos; es decir, reconocernos. Reciclar
es volver al ciclo vital para reflexionarlo y actuar en torno a lo ya hecho a lo
vivido y de esa manera reorientar el camino creando las estrategias necesarias
para no perder el rumbo. Se recicla, se renueva; es decir, se vuelve a vivir de otra
manera la vida. Se desaprende para aprender de forma diferente, reinventando
la existencia a fuerza de comprender los procesos y con ellos sus logros y las
dificultades encontradas en el andar. Reciclar es volver a los ciclos de manera
consciente, sin ingenuidad. No es volver al pasado, sino analizar críticamente
lo pasado y construir así una dimensión histórica del tiempo y sus aconteceres.
Con el fin de autofinanciar las diferentes actividades se ha implementado en la
fundación el reciclaje. Este consiste en motivar a los niños, niñas, adolescentes y
jóvenes a hacer el proceso de separar los desechos (cartones, chatarra, plásticos,
etc.) que se generan en sus casas y donarlos a la fundación. En la actualidad, la
fundación cuenta con profesores que igualmente donan su trabajo en las dife-
rentes actividades que se desarrollan como instructores de fútbol y profesores
de danza, música, dibujo y pintura.
Como fundación somos conocedores de que ello es una ardua labor, pero tam-
bién una satisfacción inmensa y complacidos de la receptividad, el entusiasmo y la
alegría de los niños, adolescentes y jóvenes de nuestra comuna 11, cuando saben
que son importantes para alguien o hacen parte de algo. Este es el gran incentivo
que tenemos para seguir a pesar de las grandes dificultades que se presentan,
pues en su gran mayoría estos grupos poblacionales en situación de alto riesgo
(violencia familiar, violencia sexual, consumo de sustancias psicoactivas, emba-
razos a temprana edad, etc.), generan en nuestros niños y jóvenes agresividad,
falta de concentración, dificultad para atender y recibir una orden o llamado de
atención, falta de autoestima y falta de generar su proyecto de vida, etc.
204 Fundación Social, Cultural y Deportiva Sí es posible. Diversión e interacción: una sana educación.

Por esto, el objeto de la Fundación Social Cultural y Deportiva Sí es Posible es


el ejercicio de actividades que procuren la prestación de servicios de beneficencia
y desarrollo social con posibilidad de acceso a toda la comunidad.

Misión
Establecer mecanismos de convivencia para conservar la infancia, la adoles-
cencia y la juventud –la población más vulnerable de nuestra comunidad– in-
culcando y fortaleciendo la sana convivencia, los valores humanos y el trabajo
en equipo a través de talleres de lúdica, música, baile y deporte (página web de
la Fundación Sí es Posible).

Figura 23.
Grupo de danzas

Fuente: Fundación Sí es Posible

Figura 24
Siembra de árboles. Recuperación del río Meléndez

Fuente: Fundación Sí es Posible


Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 205

La paz es un asunto de la vida cotidiana


Una apuesta por la paz empieza por transformar las relaciones que se construyen
en la vida cotidiana. Pasa también por transformar las condiciones materiales de
existencia de la gente, existencia que se debate cada día entre la incertidumbre y
la falta de oportunidades, entre las ilusiones y el salario mínimo, que no es otra
cosa que la expresión mínima de la economía frente a la vida. La paz no es el
final de una guerra ni el silenciamiento de fusiles; es la manera como diariamente
podemos tener la alegría de soñar con una realidad distinta en la medida en que
haya justicia social, equidad, autonomía, libertad y oportunidades para todos.

La apuesta cultural, deportiva y social de la fundación es constructora de paz


en la medida en que arrebata a muchos jóvenes el encanto por las drogas y la
delincuencia, acciones que desarrollan porque, de cierta manera, les dan un
sentido a sus vidas. No es posible concebir la paz sin resolver los aspectos básicos
que garanticen una vida con dignidad. Y esos aspectos básicos no se quedan
solamente en el bienestar económico –que es fundamental resolverlos– sino que
avanzan hacia la construcción de subjetividades dinámicas en sus mentalida-
des, capaces de reflexionar en torno a las condiciones de vida y de la sociedad
que les ha correspondido en este presente; capaces, además, de poder trabajar
colectivamente e ir definiendo los caminos posibles y realizables en medio de
las dificultades.

Caminar hacia el logro de una sociedad en paz tiene que ver con el respeto
a la diferencia y la manera de resolver las situaciones que se presentan en ese
relacionamiento enfrentando en la cotidianidad las múltiples discriminaciones
y el racismo estructural, acometiendo decididamente la eliminación de las
desigualdades de todo orden y desarrollando formas educativas disímiles que
permitan la comprensión de nuestras complejidades del diario vivir.

La paz es un asunto social y en esa medida es un asunto cultural que hay que
abordar desde distintos escenarios, como el deporte, la recreación y la cultura.

El deporte, la recreación y la cultura. Formando para


la convivencia social
En esta experiencia de vida y de trabajo, el deporte, la recreación y la cultura se
constituyen en los ejes fundamentales para potenciar los valores y la convivencia,
por cuanto el trabajo colectivo, la manera como se asocian para la realización
de las actividades, el disfrute por compartir, la alegría por juntarse con el otro,
el reconocimiento de las diferencias y la vida en medio de la diversidad, hacen
206 Fundación Social, Cultural y Deportiva Sí es posible. Diversión e interacción: una sana educación.

posible la superación de las dificultades y posibilitan ir construyendo mentalidades


capaces de resolver las problemáticas y no solamente enunciarlas o denunciarlas.
Con el fútbol –uno de los ejes de esta experiencia– se ha podido generar toda
una propuesta de convivencia que supera el paradigma estrictamente competitivo
que este deporte contiene en su naturaleza, para convertirse en una estrategia de
convivencia, autocuidado y encuentro que coadyuva a que los niños y jóvenes
comprendan el valor del trabajo en equipo, la disciplina, el respeto por sí mismos
y por los demás, asumir los triunfos y las derrotas y no engrandecerse con el uno
ni empequeñecerse con el otro.
Con este deporte también se construye confianza entre quien dirige o hace
las veces de entrenador y los jóvenes, que encuentran en su director la persona
capaz de escucharlos, orientarlos, alertarlos y prevenirlos de la oferta tan amplia
y variada que la sociedad ofrece a una juventud que requiere oportunidades y
credibilidad. Con el fútbol se los sustrae de la delincuencia y del consumo de
sustancias psicoactivas un gran número de jóvenes que encuentran en esta
práctica un opción de vida y les permite soñar con otras posibilidades más allá
de aquellas que sus contextos les brindan, como el pandillaje.
En el desarrollo de este eje de trabajo de la fundación, la competencia se
entiende como la capacidad de alcanzar metas y objetivos, como producto del
esfuerzo personal y colectivo que deben llevar a cada uno de los participantes a
encontrar un sentido a la vida, a esforzarse por superar la condición social que no
eligieron pero que les ha tocado vivir y enfrentar. En esa medida, la competencia
no significa ganar a toda costa sino que se convierte en un espacio de supera-
ción de las adversidades y en un ejercicio de preparación para nuevos retos. Los
resultados producto de esta actividad se traducen en alegrías, entendidas como
fruto del trabajo colectivo, del apoyo mutuo, del convencimiento de que juntos la
vida adquiere otras dimensiones para alcanzar los sueños y cumplir las ilusiones.
Competir es aceptar la oportunidad de encontrarse con otros, que agrupados
en equipos también trabajan por lograr lo que se han propuesto y los encuentros
contribuyen a fortalecer los valores y el respeto, a reconocer las diferencias y a
no aceptar las desigualdades. En esa medida, competir no es arrollar y pasar por
encima del otro; es reconocer que en el juego existen reglas que hay que respe-
tar, que un campo de juego es un espacio para la convivencia y no solo para la
competencia, pues el juego está regulado por reglas que deben ser comprendidas
para ser cumplidas. En la competencia se entiende la dimensión de la libertad,
el alcance de las normas y el reconocimiento de una autoridad, en este caso del
entrenador y del árbitro encargado de velar por el cumplimiento de lo establecido
dentro del campo de juego.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 207

Con el fútbol, los jóvenes y niños comprenden que un juego es la posibilidad


de ser felices independientemente de los resultados. Es la felicidad de enfrentar
los retos, de reflexionar en torno a lo que se logra y por qué y en esa medida el
juego se convierte en un escenario para la reflexión de lo que acontece individual
y colectivamente, en procura de corregir los errores y afinar las posibilidades de
ser cada día mejores personas. El deporte en este sentido, adquiere la dimensión
de un espacio pedagógico para la formación integral de las personas que a través
de este juego se socializan, se conocen, se respetan y respetan a los demás y com-
prender que competir es más que un resultado: es la posibilidad de compartir en
medio de la diversidad y las diferencias.

El fútbol: un gran territorio para el reconocimiento de sí, del otro y


para la convivencia
La iniciativa de esta experiencia nace de una participación en un torneo de fút-
bol relámpago que se realizó en las calles de un barrio (en el barrio no hay cancha
de fútbol), organizado por la junta de acción comunal del barrio Conquistadores
de la comuna 11 en el año 2011. Para iniciar, se conformó un equipo de doce
niños que vivían alrededor de lo que es hoy la sede principal de la fundación.

Figura 25.
Equipo de fútbol

Fuente: Fundación Sí es Posible

Paralelamente a este hecho, mi familia y yo nos reunimos para crear la fundación


con tres procesos: lo social, lo cultural y lo deportivo, dado que en mi familia
tenemos personas con vocación y experiencia en estos campos o actividades. Una
vez se instruyeron estos procesos, detectamos que en el momento no contábamos
208 Fundación Social, Cultural y Deportiva Sí es posible. Diversión e interacción: una sana educación.

con la persona de la familia que tuviese la experiencia en el campo deportivo


y propiamente en el campo del fútbol y quien nos podía ayudar su horario de
trabajo le impedía preparar las prácticas de fútbol.
Más adelante, en el 2012 aquellos niños que habían participado en el torneo
relámpago del año 2011, nos dicen que quieren hacer algo, como entrenar
fútbol. Estas palabras se convierten en nosotros en una tarea a corto plazo. Fue
entonces cuando nos acercamos al barrio vecino, el barrio Doce de octubre de
la comuna 12 (sector reconocido como semillero de jugadores profesionales).
En ese lugar, entrenaban los niños de una escuela de fútbol llamada Cedapaz.
Conversamos con el entrenador –conocido por un miembro de mi familia– y le
contamos acerca de la iniciativa y la situación que teníamos en el momento y le
propusimos que nos acompañara en los entrenamientos mientras buscamos un
entrenador para el equipo. Lo anterior dado que él tenía poco tiempo para los
días de entrenamientos con nosotros por su horario en su escuela. Es así como
logramos el acompañamiento del entrenador de la escuela Cedapaz e iniciamos
los entrenamientos en la cancha del barrio. En el mes de marzo, los días lunes,
miércoles y viernes de seis de la tarde a ocho de la noche, con 63 niños. Al
respecto, un niño expresa:
N1.Yo entre a la fundación por medio de mi hermano. Él tenía 18 y yo 17. Me
dijo que ingresara al equipo y pues yo con mucho gusto me integré al grupo.
Me dijeron que había un equipo de fútbol y un entrenador, que entrara y así
comenzamos. Éramos muchos, éramos un grupito. Yo los vi entrenando y pues
quería entrenar también.
Pasados tres meses, este entrenador nos hace el acercamiento con otro entre-
nador quien nos refiere que está buscando un grupo de niños para entrenarlos
en fútbol. Efectivamente, conversamos con este segundo entrenador y nos ex-
plica que está vinculado por contrato a la secretaría del deporte municipal en el
programa de iniciación deportiva y que debe cumplir con una población de 25
niños aproximadamente para el programa. Ante esta oportunidad y propuesta
accedemos e iniciamos las actividades de entrenamiento, pero en la cancha de
un barrio vecino, en este caso el barrio Gran Colombia. Posteriormente, se hizo
el acercamiento con el presidente de la junta de acción comunal de este barrio
para el préstamo de la cancha.
Los entrenamientos se iniciaron en el mes de mayo del 2012 con la participación
de 25 niños. Más adelante, a finales del año (noviembre) teníamos la sorpresa: ¡al
entrenador se le finalizó el contrato! y, por ende, no podía seguir entrenando los
niños. Obvio que podía continuar con el proceso si hubiese alguna remuneración.
Es así como se suspenden los entrenos hasta nueva orden, lo que significó un
retroceso en esta iniciativa con los niños y jóvenes.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 209

Figura 26.
Torneo de fútbol en el sector los conquistadores, comuna 11.
Aprovechamiento del tiempo libre y fortalecimiento de la convivencia social.

Fuente: Fundación Sí es Posible

En el año siguiente (2013) se vincula como entrenador el integrante de nuestra


familia. Finalmente, se conforma la escuela de fútbol con el nombre Escuela de
Fútbol Club Lanceros, como identificación de enfoque deportivo.

Siento que ellos tienen confianza en el profesor en el director. Sienten confianza,


lo respetan mucho. Cuando les da una orden y cuando, por ejemplo, él siente
que no quieren entrenar o que no están, simplemente dice: “ya, paramos” y los
muchachos paran el entreno y se van. Cuando hay un llamado de atención, los
pelados son callados, no son groseros con él y él siente que en ciertos momentos
son más confidentes con él que con sus propios papás. Hace o sirve de puente
con ese papá. Le cuentan y les dice: “Mire, pilas con esto que yo veo que se
están metido mucho en este sector tal; están saliendo o andando mucho con esta
persona, pilas”. Él le pone como el presente. Me dice que en algunos momentos
le cuentan más y él logra hacerle, ese, digamos, ese puente con la familia. En
ocasiones vienen los papitos a contarle, por ejemplo, cuando se están portando
mal o siente que el niño no está captando una orden. Le dicen: “Profe, hable con
él, mire que está muy grosero, profe, hable con él mire que se me está saliendo
mucho a la calle o si no le tengo que suspender el entrenamiento”.

Existe una red como de familia más allá de una relación deportiva. Lo tengo
planteado en uno de los objetivos. Esto me permite plantear una estrategia de
210 Fundación Social, Cultural y Deportiva Sí es posible. Diversión e interacción: una sana educación.

transformación en los jóvenes a partir de esa vinculación afectiva con él, sí, con
el director de fútbol (voz de Mayuni).

La donación del conocimiento. Más allá de un trabajo


El dar ha sido una práctica en toda esta experiencia, que ha posibilitado el
avance de los procesos que hasta el presente han marcado la ruta y el accionar
de la fundación. La donación del conocimiento es un aspecto vital en todo lo
que se ha acometido, por cuanto ha rebasado la relación contractual y laboral
que se puede establecer con él, para convertirse en una praxis solidaria. Esto
significa que no necesariamente el conocimiento ha estado vinculado como
trabajo remunerado sino como aporte fraterno a los procesos.
En esta medida el conocimiento adquiere otra dimensión, pues no funge como
acumulación para la obtención de beneficios económicos, sino que se despliega
en acciones que fortalecen los lazos de convivencia y posibilita la cohesión so-
cial. Esta donación de conocimiento rompe la relación económica y construye
escenarios de intercambio, tal como en muchas comunidades se hace con los
productos de la tierra, con el trueque, pues quien dona también recibe y eso es lo
que en la práctica ocurre, pues el entrenador o el profesor deportivo no solamente
sabe de fútbol, sino que pone su experiencia de vida al servicio de la formación
de una juventud que requiere construir su propio camino, y a su vez recibe las
experiencia de vida de los jóvenes, quienes encuentran en él un orientador de
vida además de un entrenador deportivo.
Se produce, entonces, un trueque existencial en el que múltiples experiencias
confluyen y se retroalimentan en beneficio colectivo, lo que afecta positivamente
lo individual. En esa medida, el conocimiento no despliega ejercicios de poder
como ocurre en algunos escenarios de la vida profesional; por el contrario, en-
tregarlo sin contraprestación significa un acto solidario que respalda el proceso.
Incluso cuando las posibilidades económicas permiten reconocer el trabajo de
los orientadores deportivos, el conocimiento mantiene su generosidad para ser
entregado sin limitaciones y sin mezquindad.
Esta práctica de la donación del conocimiento nos lleva a pensar en otras for-
mas de relacionamiento en los procesos sociales, los cuales no necesariamente
están mediados por el intercambio económico, sino más bien por la necesidad
de contribuir con dinámicas que se fundamentan en la convicción de querer
construir realidades diferentes a una juventud que se debate entre múltiples
circunstancias desfavorables para el desarrollo de sus existencias.

La donación de conocimiento ha permitido, como praxis solidaria, que no decai-


gan las actividades encaminadas a fortalecer la convivencia, como acontece con el
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 211

deporte. De igual forma, permite mostrar cómo el conocimiento es un acto social


que se construye colectivamente, que precisa de las relaciones intersubjetivas
para que circule y encuentre el nicho en donde se pueda desarrollar, como la
experiencia lo ha venido mostrando.
En el año 2013, una vez creada o conformada la escuela de fútbol, se crea una
ficha técnica para cada jugador con el fin de registrar las condiciones técnicas y
tácticas de cada participante o jugador, esta ficha contiene en la primera parte,
datos generales: nombre, apellido, fecha de nacimiento, institución educativa,
grado, estatura, peso, posiciones de juego, pierna. Y en la segunda parte, carac-
terísticas técnicas y la opinión del entrenador.
Al final la firma del padre, de la madre de familia o del acudiente, autorizando
la participación del niño o del joven en la escuela de fútbol.
Estas son algunas opiniones de los jóvenes alrededor de preguntas provocadoras
como las siguientes:
– ¿Cómo llegan los muchachos a la escuela o al deporte o a la fundación?
¿Cómo empiezan a entrenar, si tienen horarios y cómo lo hacen?
– ¿Cómo ha sido la experiencia de la práctica de fútbol en la fundación?
– ¿Cómo son esos sueños?
– ¿Qué elementos les ha dado o inculcado o aportado la fundación?

Yo llego por medio de mis hermanos que me presentaron al profe y así me integré
al grupo. Primero, empezamos a jugar en la cancha de microfútbol de Conquis-
tadores, luego en la cancha de fútbol del 12 de Octubre, luego unos días en el
patio de la escuela de Julio Arboleda del barrio Conquistadores, y por último
nos quedamos en la cancha de Grancolombia. Me gusta venir a entrenar más
que quedarme parado en las esquinas. Acá nos sentimos mejor porque estamos
compartiendo con los que uno ha crecido. Hay personas que dejan de venir. La
fundación me ha inculcado a llegar al fútbol europeo (J2. 17 años).

Un día los vi entrenando y fui. Nos hemos sentido muy bien, pero hay pocos
compañeros que vienen, otras veces no vienen. El trabajo no favorece, pues es
mejor trabajar en grupo que no estar así. En la escuela he pensado que quiero
jugar en el Chelsea (J3. 15 años).

Llegué a la escuela porque uno los ve corriendo o jugando y entonces uno dice:
“yo quiero jugar” y así se va quedando. Me siento bien porque estando por acá
no estoy haciendo cosas malas por allá. Estamos aprendiendo nuevas cosas
212 Fundación Social, Cultural y Deportiva Sí es posible. Diversión e interacción: una sana educación.

todos los días. En la escuela he pensado que puedo jugar en un equipo grande
(J.4. 16 años).

Yo llegué a la escuela por un amigo me dijo y fuimos juntos. Me gusta venir para
hacer algo en la noche y quiero jugar en un equipo profesional (J5. 15 años).

Entré a la escuela porque me dijeron los de la fundación que iban a entrenar.


Entrenamos también en el patio de la escuela del barrio Conquistadores. Me
siento bien compartiendo con los compañeros. Quiero estar jugando en Europa
(J6. 15 años).

El deporte: un espacio social que se abre a los demás


Entender el deporte como un espacio social es atender al hecho de que lo
que este potencia es la capacidad de relacionamiento tanto individual como
colectiva y esa es una apuesta que encuentra en la experiencia de la fundación.
Es la manera de relacionarse con el contexto, de incidir en él, en la búsqueda
de transformaciones sociales que apuntan a construir seres humanos capaces de
superar las adversidades y construir formas de vida resultado de sus decisiones
autónomas y conscientes.

Con el deporte, la fundación se ha abierto al entorno de la ciudad desde el


lugar del barrio, entendido el espacio barrial como el lugar en donde se constru-
yen los sueños y las apuestas; en donde se afincan las relaciones y se configuran
las amistades, las parcerías; en donde las ilusiones se pueden alcanzar o pueden
fracasar según las oportunidades.

En esa medida, el deporte muestra un lugar específico: el barrio, y eso tiene


una connotación, un sello, una imagen, que presentan y representan a quienes
viven en él. Con el deporte, la fundación ha trabajado por la desestigmatización
del lugar a partir del relacionamiento que se va construyendo en los torneos a
los cuales la escuela de fútbol se vincula. Y se debe entender en este proceso
que la escuela de fútbol es una escuela que hace de esta disciplina una estrategia
pedagógica de formación para la vida. En este sentido, el deporte es un pretexto
y no un fin en sí mismo, que brinda la oportunidad de proyectarse al entorno
inmediato y mediato de la ciudad.

Salir a participar es llevarse el barrio en las mochilas donde se guardan con celo
los uniformes. Es salir a mostrar el resultado de un proceso. Salir a participar no
es solamente ir a competir en un torneo, es también ir al encuentro de nuevas
experiencias de humanidad, es abrirse a otros mundos, conocer otros espacios
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 213

y otras gentes, otras costumbres y otras problemáticas, pero también conocer


otros procesos. Es saberse uno entre muchas dinámicas con apuestas parecidas,
con trabajos cercanos a los que la fundación realiza. En ese sentido, es saberse
no exclusivos ni excluyentes en la manera de hacer las cosas.

La participación en los torneos se puede leer como la participación en la vida


social de la ciudad desde un barrio que les pone una impronta a los participantes,
por cuanto en el barrio se determina y se proyecta el estar, el hacer, el pensar, el
vivir, el soñar y el actuar, y todo eso sale al relacionamiento cuando se participa
en un torneo deportivo. Así las cosas, fundación y barrio se entroncan y juntos
se proyectan a la ciudad para decir que desde ese lugar se hace, se trabaja, se
lucha y se emprenden propuestas para vivir. La fundación no puede pensarse
sin el barrio y el barrio ya no fue lo mismo desde el surgimiento de la fundación.
Son dos espacialidades que interactúan y se abren al encuentro con una ciudad
de anónimos, en la cual la fundación quiere mostrarse para decir: “aquí estamos
y sí es posible”.

Como escuela de deporte y su interacción con la comunidad


– Torneo Santiago de Cali. Centro campestre Comfandi, Pance. Medalla
subcampeón futsala, 2013.
– Recreación y deportes comuna 11 Cali. Fútbol juvenil. Trofeo y medalla
subcampeón, 2014.
– Juegos deportivos y recreativos comuna 11. Fútbol masculino. Medalla tercer
puesto, 2014.
– Fútbol nueva generación. Trofeo campeón, 2015.
– Torneo de fútbol Club Pumas. Medalla tercer puesto. Cali, junio 2016.
– Torneo categoría libre, barrio Primavera. Trofeo campeón, 2016.
– Junta de acción comunal, San Carlos, comuna 11. Torneo club Pumas.
Trofeo y medalla, tercer puesto. Junio 2016.

La familia: el gran eje articulador de este proceso


¿Qué es la familia? Un interrogante que plantea el proceso llevado a lo largo
de su tiempo de existencia por la fundación. Si bien nace de una propuesta
familiar consanguínea, esta familia se ha venido convirtiendo en una familia
extensa –como acontece en muchas comunidades rurales– en la que no es solo
214 Fundación Social, Cultural y Deportiva Sí es posible. Diversión e interacción: una sana educación.

el núcleo familiar inmediato lo que la conforma, sino, que aparece la parentela


y se extiende hasta la comunidad.
La familia se hace extensa por la expansión de los afectos y las solidaridades,
pilares de las relaciones intersubjetivas que conforman el entramado existencial
de una familia más allá de los lazos de consanguinidad. Y esa expansión se pro-
duce cuando las necesidades por resolver surgen; cuando las necesidades por
transformar una realidad aparecen como imperativos de la vida. La solidaridad
es un soporte que configura relaciones y es ella la que va determinado las sendas
que se recorren juntos, pues los logros individuales solamente son posible por
la acción y el resguardase que lo colectivo hacen a un individuo. El sentido de
la colectividad y de la comunalidad aflora cuando el sujeto es no solamente en
sí mismo y para sí mismo, sino en relación con los demás que lo constituyen.
Lo familiar se vuelve comunal por la confluencia de los mismos propósitos que
animan el trabajo, el pensamiento y la creatividad de los individuos al relacio-
narse; es decir, son las relaciones las que configuran esos lazos de familiaridad
tal como lo muestra la fundación Sí es posible. Lo familiar es lo afectivo que se
da y se recibe; la calidez compartida, la confianza establecida, el diálogo franco,
la alegría recíproca, la nostalgia acompañada, la palabra oportuna, el silencio
respetado, la ternura ofrendada, el llanto comprendido, la irreverencia exaltada,
la sencillez difundida, la humildad diseminada, la generosidad sin limitaciones
pero con límites, y la escucha fraterna.
Lo familiar es complejo, plural, contradictorio. Está plagado de tensiones,
inconformismos, oportunidades, aciertos y desaciertos, logros y posibilidades.
Es la manera como se tramita esa multiplicidad de situaciones lo que hace de
lo familiar un escenario de realizaciones que se enfrentan a las dificultades. Por
eso, lo familiar en la fundación va más allá de las relaciones de parentesco, para
expandirse a las relaciones sociales de diverso tipo. El hábitat de esta familia ex-
tensa no es la casa sino el barrio que acoge esa gran familia, el barrio que permite
el flujo de acciones que se despliegan en distintos ámbitos de la vida cotidiana
con sus contingencias, ese hábitat posibilita los encuentros y las proyecciones,
hace que unos y otras deambulen por sus calles entretejiendo sus vivencias y
traduciéndolas en actividades culturales, recreativas y deportivas. El barrio es el
gran crisol de la familia extensa que se apoya mutuamente, se increpa, se reprende,
se orienta, se anima en lo personal y en lo colectivo, el sujeto en esta familia no
se disuelve en lo colectivo, hace parte de él con su individualidad relacional que
lo hace sujeto particular pero al fin y al cabo sujeto social y socializante.

La base fundamental de este proyecto social es la familia que se expande en


los sujetos y subjetividades y en los espacios, en donde la convivencialidad es el
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 215

motor de las acciones y la constructora de valores, pensamientos y acciones para


el autocuidado colectivo que garanticen una vida cada vez más en condiciones
de dignidad y autonomía. Lo familiar es una dinámica que junta, cohesiona
permite el interactuar múltiple entre adultos y jóvenes, cuestiona las relaciones
de poder vertical y le apuesta a fraternidad sin que se desconozcan las tensiones
y los conflictos. La conflictividad hace parte del agenciamiento de esta gran
familia extensa y se asume como parte del proceso, la conflictividad permite el
diálogo y la circulación de la palabra que es una característica de la comunali-
dad, por cuanto las contradicciones no se convierten en problemas, sino, en la
oportunidad de reflexionar para solucionar las problemáticas que se generan.

Las acciones reflexionadas hacen parte del diario vivir de esta gran familia
extensa. La experiencia se adquiere cuando lo hecho es pensado y en esa me-
dida hacer conciencia es más que una tarea, es una necesidad vital para poder
discernir lo que se quiere hacer y hasta dónde se quiere llegar. En esta medida,
no se actúa por el solo hecho de realizar actividades, se actúa para intentar trans-
formar las realidades individuales y colectivas mediante estrategias incluyentes
que invitan a la participación e impulsan la toma de decisiones con autonomía.
No es tarea fácil y no siempre se logra, pues este trasegar está plagado de múlti-
ples situaciones no siempre favorables. Saber cómo tramitar lo que no se logra
forma parte también de la conciencia de un proceso y en esa medida el fracaso
no se entiende como una negación de lo realizado, sino como una posibilidad de
pensarse lo acontecido, pues solamente de esa manera se enfrentan y superan
las adversidades.

El actuar familiar apunta a la cohesión, al trabajo en equipo, a la solución


concertada, a los cambios compartidos, a los problemas enfrentados, a la par-
ticipación decidida y al diálogo permanente. Participar es, en esta fundación,
un pilar consistente con las metas trazadas. Sin participación no hay acción y
sin acción reflexionada no hay transformación. La participación se convierte
en compromiso con el cual se moviliza la voluntad del colectivo y el poder de
cambio de una realidad desigual, inequitativa, violenta en muchos casos e injusta,
en la cual construir escenarios de vida es un reto inaplazable, es una prioridad
que exige esfuerzo y dedicación.

Uno de los ejes más importantes para lograr este propósito son las familias,
con las cuales y de su mano se ha logrado configurar este gran tejido social. Pero
paralelamente a esta situación, también encontramos la situación de la familia
en crisis, lo cual desde una afectación negativa logra que los chicos encuentren
en la fundación un lugar de refugio y de reconocimiento. Al respecto, la fun-
dadora expresa:
216 Fundación Social, Cultural y Deportiva Sí es posible. Diversión e interacción: una sana educación.

Cuando yo imprimo la reseña histórica hay una parte ahí donde se nombra la
familia. Cuando a nosotros nos preguntan quiénes son ustedes, entonces sale el
concepto de familia. Digamos que en todo momento está la idea o el concepto
de familia; es como esa esa inquietud […] Para mí, es apoyo, es unión, es donde
se toman decisiones. Pienso yo que es crecimiento, es fortaleza.
Hay algo que a mí me preocupa, que nosotros cuando nos reunimos con el grupo
y hablamos, es ese acompañamiento que tiene que haber con ese chico, con ese
niño. Por ejemplo, nosotros aquí hay veces que tenemos los niños tres y cuatro
horas y nadie viene a preguntar. Primero, la práctica de fútbol era los domingos.
Mi esposo –el entrenador– se va a veces desde las ocho de la mañana y son las
dos, tres de la tarde y hay papitos que no se preocupan por los niños. No sé si
parte de esa confianza en la fundación, pero creo que no está bien con él o porque
definitivamente no hay como ese acompañamiento […] Nosotros decimos que
no los niños están solos, pero sentimos que están muy solos.
El espacio de formación a través del fútbol se configura no solo por la práctica
técnica o por el deseo de diversión resuelto, sino porque este se convierte en
un escenario de encuentro con el otro, un escenario de confianza donde se dan
múltiples asuntos y relaciones tal como lo expresa la fundadora:
Antes de comenzar el entrenamiento los sienta en la cancha y él conversa con
ellos, les pregunta cómo han estado, que cómo les ha ido, qué ha pasado en
el barrio, qué pasa en el barrio; o sea, cómo van y si, por ejemplo, uno de los
compañeros que se ha retirado entonces pregunta qué pasa con ese muchacho
que no ha vuelto.
Les pregunta si está tranquilo el barrio y los chicos le contestan: “no, profe, no,
pero ya dizque van a hacer las paces las bandas de yo no sé con quién” y él se
tranquiliza. También hay algo muy bello que no sé con cuál palabra definirlo y
es, por ejemplo, cuando ellos ven que hay uno de los jóvenes del grupo que se ha
salido, pues que está andando con un grupo de pelados, que están consumiendo
ellos solitos. Como que lo sacan del proceso y le dicen al profe que el pelado se
va y cuando quiere regresar a entrenar otra vez, los mismos pelados le dicen
que no lo vaya a recibir porque, mire, él está metido con tal persona, con tal
bando, está en tal situación.

Reflexión
No corresponde a los jóvenes entendernos, sino a nosotros comprenderlos a
ellos. Al fin y al cabo no podrían ponerse en nuestro lugar y en cambio, nosotros
ya hemos ocupado el de ellos.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 217

Venciendo el miedo
Si algo ha caracterizado el accionar de la Fundación Social, Cultural y Depor-
tiva Sí es posible, es no tener miedo de hacer, de actuar, de soñar, de proponer, en
el convencimiento de que es solamente con el actuar como se puede medir el
impacto de lo realizado. Es decir, no tener temor a lo que parezca como imposible,
insalvable o difícil ha sido una constante por cuanto los retos se afrontan con de-
cisión de poder cumplir unas metas parcial o totalmente. No temer es un acicate
que impulsa a ser recursivos y creativos en esta institución, para dar respuestas
oportunas y efectivas tanto a las dificultades como a las oportunidades que se
presentan. Por eso, lo cultural se erige como un ámbito de suma importancia, pues
es en la cultura que se encuentran las respuestas a las múltiples inquietudes que
rondan la dinámica del proceso. Lo cultural, asumido como un agenciamiento
social, es cambiante, no es algo estático y en esa medida la incertidumbre no se
convierte en una circunstancia paralizante sino en el motor y detonador de la
inventiva para sacar adelante los proyectos y las propuestas. Lo incierto es todo
aquello que puede ser posible de ser realizado; es todo aquello que aún no ha
acontecido, pero que puede darse ya que no es algo garantizado de antemano. No
hay garantías en todo lo que sucede en la fundación, pero sí la disposición para
que todo ocurra y en esa ocurrencia se van dando las cosas, van apareciendo los
recursos y las personas que se involucran con sus capacidades y sus voluntades.
La incertidumbre no es otra cosa que atender las voces de la vida y la manera
como se manifiestan para interpretar cuál podrá ser el camino.

Lo anterior no significa que no exista un derrotero a seguir, sino que el derro-


tero se va construyendo en la medida en que se va transita. Eso permite ciertos
niveles de flexibilidad que posibilitan hacer los ajustes necesarios y los cambios
convenientes a lo que está diseñado. El diseño de las actividades no es una ca-
misa de fuerza que impida replantear lo preestablecido, sino una suerte de ruta
que puede ser modificada según se presentan las circunstancias, en el entendido
de que ellas mismas son cambiantes. No temerle al cambio es una premisa que
construye sentido en esta experiencia comunitaria, pues el cambio forma parte
de la naturaleza de la fundación, de allí su nombre: Sí es posible y lo que en la
historia aparece es justamente que se hace posible todo aquello que se puede
transformar, cambiar, redefinir. Lo posible no es lo estático sino lo dinámico que
moviliza tanto a la acción como a la reflexión.

No temerle a la adversidad es otro aspecto relevante de esta experiencia vital


sociocomunitaria, pues desde la adversidad se dio origen a todo lo propuesto a lo
largo del tiempo. La adversidad está en la conformación de esta fundación, por
eso no se hace extraño convivir con ella, comprenderla para superarla. Lo adverso
218 Fundación Social, Cultural y Deportiva Sí es posible. Diversión e interacción: una sana educación.

no es lo negativo, es circunstancial y puede ser modificado; es contingente y


no está predeterminado. Lo adverso es la resultante de situaciones histórica-
mente producidas, de ahí su provisionalidad, su temporalidad pasajera y finita,
característica que lo definen y hacen posible su transformación. Lo adverso es la
delincuencia, las drogas, el pandillaje, el sinsentido de la vida; es con lo que se
enfrenta a diario la fundación en el barrio, en la calle, en los espacios por donde
transita una juventud expectante que reclama oportunidades para ser y hacer.

Vencer el miedo al infortunio es clave en el accionar por medio de la recreación,


el deporte y la cultura, una triada que se va conjugando en diversos escenarios
de participación y de actuación en los cuales los jóvenes se encuentran para
reconocerse y confrontarse con sus propias realidades, que no son otras que
aquellas en las cuales transcurren sus vidas cotidianas y son acompañadas por el
lema Sí es posible, que más que un nombre es un llamado a construir una sociedad
distinta, con equidad y dignidad.

Figuras 27 y 28.
Entre generaciones

Figura 27 Figura 28

Fuente: Fundación Sí es Posible

La Fundación Social, Cultural Deportiva Sí es Posible ha sido invitada a


participar de actividades ambientales, en las cuales se abren espacios con
el fin de que se interactúen la niñez, la juventud y los adultos mayores.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 219

Figura 29
Actividad ambiental

Fuente: Fundación Sí es Posible

Figura 30

Fuente: Fundación Sí es Posible


220 Fundación Social, Cultural y Deportiva Sí es posible. Diversión e interacción: una sana educación.

Figura 31
Desfile “La fantasía continúa”. Invitados por el Instituto
Departamental de Bellas Artes

Fuente: Fundación Sí es Posible

La fundación fue invitada al Museo de la Caña de Azúcar en la hacienda


Piedechinche, como parte de la misión educativa. A continuación, pre-
sentamos algunas imágenes.
Figura 32

Fuente: Fundación Sí es Posible

Figura 33

Fuente: Fundación Sí es Posible


APARTADO SEXTO

Voces interinstitucionales
en apuestas de construcción
de paz
Como se refirió en la introducción del texto, la relación convivencial
(Ilich, 1978) implica la acción de personas y en este caso de colectivos
que participan de su vida social; una acción que se comporta dinámica
y sujeta a tensiones y cambios constantes. La convivencialidad como
potencialidad en la construcción de convivencia, requiere que tal
participación de la vida sociopolítica de las comunidades no se lleve a
cabo desde un solo actor, sino que sean los distintos protagonistas de
las mismas sociedades quienes puedan, colectivamente, agenciar en
este caso, apuestas hacia la construcción de paz. Las organizaciones
sociales, las organizaciones comunitarias, los movimientos, colecti-
vos y las organizaciones de base, constituyen esa voz inapelable del
pensamiento de frontera. Sin embargo, cuando logran articular sus
procesos de manera conjunta con organizaciones empresariales e ins-
tituciones estatales, estas apuestas pueden aprender unas de otras e ir
realmente tejiendo esa convivencialidad que requiere novedad, acción
y participación y no está exenta de tensiones que la dinamicen. En este
apartado, como apuestas de ese tejido posible de convivencialidad entre
organizaciones de frontera y organizaciones empresariales y estatales,
nos acompañan la Fundación Carvajal, con una exitosa experiencia
de trabajo colectivo con personas cuyo oficio ha sido ser recicladoras,
experiencia analizada por la autora Erli Margarita Marín, de la Univer-
sidad Externado de Colombia. Para cerrar, como experiencia invitada
nos acompañó la Fundación Los del Camino, con un trabajo acerca
de la reconciliación y el perdón a mujeres sindicadas. Esta experiencia
es acompañada por las autoras Diana Marcela Díaz Gómez y María
Elena Díaz Rico, de la Universidad de San Buenaventura Cali. Esta
propuesta tiene una perspectiva religiosa particular que en el marco
de este texto se concibe como un aspecto de nuestra multiculturalidad
y pluralidad, sin pretender presentarlo como un dogma.
223

CAPÍTULO XII

Proceso de fortalecimiento
del plan de negocio. Creación y puesta
en marcha de Recicloplás SAS
Aura Aydeé García Quintero y Olga Lucía López Londoño
(Fundación Carvajal Cali, Colombia)

Introducción
El ejercicio de sistematización de la experiencia social que se recoge en el
presente documento da cuenta del proceso de intervención de la Fundación
Carvajal, en torno a la creación y puesta en marcha de la empresa asociativa
recuperadora y transformadora de plásticos Recicloplás SAS, para la transfor-
mación de plástico liviano.

El contenido del documento responde al desarrollo de cinco apartados. El


primero consta de la presentación a cargo de los representantes de la Fundación
Carvajal y de Recicloplás SAS. El segundo presenta la ruta metodológica de la
sistematización y su alcance a través de las preguntas orientadoras, objetivos,
periodo. El tercer apartado desarrolla los antecedentes de Recicloplás SAS. El
cuarto la describe la experiencia de intervención y el quinto las lecciones apren-
didas identificadas a partir de la vivencia

Para Recicloplás SAS, Carvajal Empaques y la Fundación Carvajal, el ejer-


cicio de escritura se convierte en referencia de gestión del conocimiento al
servicio de todos por medio de la democratización de la información. La planta
224 Proceso de fortalecimiento del plan de negocio. Creación y puesta en marcha de Recicloplás SAS

de transformación de plástico liviano posconsumo, permite recuperar un ma-


terial potencialmente aprovechable, alargar la vida útil del relleno sanitario de
la ciudad e insertar a los recicladores en la cadena de valor de la industria de
transformación de materiales plásticos.

Presentación. Fundación Carvajal


Figura 34
María del Rosario Carvajal Cabal
Presidenta de la fundación Carvajal (octubre de 2015-junio de 2020)

Fuente: Fundación Carvajal.

El ejercicio de sistematización de la experiencia da cuenta del proceso de


fortalecimiento de Recicloplás SAS, como una empresa con compromiso social
y ambiental, al servicio de la ciudad de Cali, dando testimonio de resultados
de alianzas estratégicas con grupos empresariales que se comprometen con la
protección del medioambiente y con el fortalecimiento de grupos de base de
recicladores, beneficiándose así de la responsabilidad social empresarial a través
de programas de sostenibilidad.
Esta intervención aúna esfuerzos de Carvajal Empaques, con Recicloplás
SAS, la asociación de tres grupos de recicladores que han asumido con visión,
las posibilidades de desarrollo.

Recicloplás SAS
Para nosotros, este ejercicio de escritura da cuenta de nuestra experiencia.
Deseamos convertirnos en inspiradores de nuevos procesos que beneficien a
muchos más recicladores de la ciudad y de Colombia en general. Es un proceso
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 225

que lo hemos vivido a pulso, de la mano de la Fundación Carvajal, que con su


acompañamiento ha facilitado que nuestros sueños se vuelvan una realidad.

Gracias a la alianza con la empresa Carvajal Empaques, hemos logrado ini-


ciar el proyecto de montaje de la planta de transformación de plástico liviano
dirigida y operada por recicladores de oficio (Édgar Augusto Riascos Cabezas,
representante legal de Recicloplás SAS).

Figura 35
Recicloplás SAS

Fuente: Fundación Carvajal

Ruta metodológica de la sistematización de la experiencia


Alcance de la sistematización

Este ejercicio de escritura se inscribe dentro del nivel de sistematización des-


criptivo y responde dos preguntas orientadoras. La primera desde la perspectiva
institucional, para dar cuenta de la intervención de la Fundación Carvajal que
permite la ejecución del proyecto Montaje y puesta en marcha de la planta de
transformación de plástico liviano con la organización Recicloplás SAS, en alianza
con Carvajal Empaques. La segunda pregunta se hace desde la perspectiva de
los beneficiarios –socios de Recicloplás SAS– para identificar los aportes de la
intervención en sus cambios a nivel empresarial, personal y familiar.
Preguntas orientadoras de la sistematización
Perspectiva institucional

¿Cuál es la ruta de fortalecimiento socio empresarial implementada por la Fun-


dación Carvajal, para la creación y puesta en marcha del proyecto de la planta
de transformación de plástico liviano por recicladores de oficio?
226 Proceso de fortalecimiento del plan de negocio. Creación y puesta en marcha de Recicloplás SAS

erspectiva de beneficiarios

¿Cuáles son los cambios que se identifican como aporte de la intervención


de la Fundación Carvajal a nivel empresarial, familiar y personal? (2013-2017)

Objetivos de la sistematización

Objetivo general

Describir el proceso de intervención socioempresarial implementado por la


Fundación Carvajal, para la ejecución y puesta en marcha de la planta de trans-
formación de plástico liviano.

Objetivos específicos
– Levantamiento de la línea de vida del proceso de intervención durante los
años 2013-2017
– Definición y tipificación de la experiencia como modelo de ruta de interven-
ción para la implementación de una planta de transformación de plástico
liviano con recicladores de oficio.

Objetivos del proyecto

Objetivo general

Brindar acompañamiento técnico, administrativo y social al proceso de montaje


y operación de la planta transformadora de plástico liviano, que provea materia
prima a la empresa Carvajal Empaques.

Objetivos específicos
– Ejecutar acciones para la consecución de la cantidad de materia prima
requerida.
– Brindar el acompañamiento técnico requerido para el óptimo montaje y
operación de la planta de transformación.
– rindar acompañamiento socioempresarial para lograr una empresa, cum-
pliendo con la normatividad legal aplicable en seguridad social, laboral y
tributaria.
– Brindar acompañamiento socioempresarial para lograr una empresa, cum-
pliendo con la normatividad legal aplicable en seguridad social, laboral y
tributaria.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 227

Antecedentes
En el año 2010, la Fundación Carvajal desarrolla un proceso de acompaña-
miento a la población recicladora gracias a una invitación de la Superintendencia
de Servicios Públicos para cumplir con los mandatos de la sentencia T291, que
ordena volver empresarios de reciclaje a los recicladores que habían salido del
proceso de cierre del botadero a cielo abierto de Navarro. En ese momento, la
ciudad de Cali estaba en el proceso de otorgamiento de la licitación a las em-
presas de servicio público para la licitación de la zona 1, que cobija el norte de
la ciudad alrededor de Chipichape.

Una de las organizaciones de recicladores –Ufprame– se presentó en alianza


con Promoambiental Cali S.A. E.S.P, para esa licitación y la Superintendencia de
Servicios Públicos invita a la Fundación Carvajal a acompañar esa organización
de recicladores y a todas las demás organizaciones que habían salido de Navarro,
para que recorrieran el camino de convertirse en empresarios del reciclaje. La
Fundación Carvajal presenta la propuesta a la Superintendencia le menciona
que teníamos la experiencia de reciclaje porque habíamos tenido una bodega
de reciclaje en El Poblado, donde se recibían los residuos sólidos de la comuni-
dad, se hacía la separación de los materiales y se le otorgaban unos bonos para
cambiar por materiales de construcción. La Fundación Carvajal condiciona
la propuesta de acompañamiento al hecho de empezar a trabajar desde el ser,
que se desarrollaría por etapas. La primera etapa consistía en un proceso de
acompañamiento al reciclador como persona. Segundo, analizar cómo estaban
organizados, y tercero, llegar a la parte empresarial. Efectivamente, así se hizo
el proceso. Luego se hicieron tres fases de acompañamiento apoyadas por la
Superintendencia de Servicios Públicos. En la primera fase se logró trabajar con
ellos como personas, hacer la caracterización socioeconómica, visitar sus familias,
conocer qué pensaba el reciclador, cuál era la diferencia entre el reciclador de la
calle y el de Navarro y todo el proceso social. En la segunda fase se caracteriza-
ron las organizaciones y se encontró que muchas de esas organizaciones fueron
creadas por la amenaza del cierre de Navarro, sin el conocimiento real para ser
constituidas, se hicieron de papel, por tanto, nunca pagaron los tributos que
en ese momento estaban establecidos por la DIAN. Una de las organizaciones
debía $35 000 000 en multas. Se trabajó la cuestión de la asociatividad, y todo
lo referente a la estructura organizativa de una organización basada en recicla-
dores. Durante este periodo, la DIAN dio una amnistía y se pudo hacer todo el
proceso de saneamiento tributario. Se hizo el proceso de manera juiciosa. Había
recicladores que pertenecían a varias organizaciones y decidieron en cuál se iban
a quedar y cada una quedó con la base de datos establecida.
228 Proceso de fortalecimiento del plan de negocio. Creación y puesta en marcha de Recicloplás SAS

En la tercera fase, ya organizados empezaron a pensarse empresarialmente y


formularon un plan de negocio a nivel de cada organización. La Superintenden-
cia quería crear un centro de acopio para todas y alcanzó inclusive a hacer la
viabilidad del negocio. Pero era muy difícil lograr la sostenibilidad económica.
Entonces lo que se hizo fue que cada una hiciera su plan de negocio, el cual fue
dinamizado a través de la vinculación estratégica de la CVC, Carvajal Empaques,
para la financiación del acompañamiento y capital de trabajo a estas empresas.
Todas se enfocaron en la parte ambiental, algunas en la creación de centros de
acopio y otras en prestar los servicios ambientales. Ufprame identificó un ne-
gocio que no necesitara ser manejado por tanta gente, pero que diera servicios
a todos. Montaron una tienda comunitaria que hoy todavía funciona. En ella
todos compran el mercado a principios del mes y al final se los descuentan por
nómina a 107 asociados. Las otras organizaciones definieron su plan de negocio
para prestar servicios ambientales, como limpiar las riveras de los ríos, limpiar
separadores viales, hacer la poda y corte de los árboles y prestar servicios de aseo
y recolección de residuos en los eventos masivos de ciudad.

Figura 36.
Antes y después de Recicloplás SAS.

Fuente: Fundación Carvajal.

Tres empresas se dedicaron a aprender a crear propuestas para prestar el


servicio de reciclaje en los eventos masivos de la ciudad, respondiendo así a los
lineamientos del Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos (PGIRS), que
prestan los servicios en la feria de Cali, el festival Petronio Álvarez y en todos
los conciertos que se presentan en la ciudad. A pesar de que sus planes de ne-
gocio se orientaron a esta actividad de servicio, tenían en su cabeza el sueño de
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 229

montar una planta de transformación y participar en toda la cadena de valor del


producto. En el 2014, la Fundación Carvajal perfila, en conjunto con Carvajal
Empaques, una propuesta orientada al diseño de una estrategia que permitiera
la articulación entre la gestión ambiental y la responsabilidad social empresarial,
para beneficiar algunas de las organizaciones de recicladores que habían partici-
pado en el proceso de fortalecimiento organizacional y empresarial, auspiciado
por la Superintendencia de Servicios Públicos y la CVC y con quienes se habían
definido en sus planes de negocio. Esta propuesta consistía en una línea de
recuperación de materiales potencialmente aprovechables. Se estructura dicha
propuesta orientada al cierre del ciclo del plástico liviano posconsumo, con el
objetivo de activar una cadena de recuperación, acopio y transformación que
permitiera reincorporar estos materiales como materia prima para la industria
de transformación del plástico.

Tipificación y definición de los ciclos de la experiencia)


Con base en lo vivido entre el periodo 2013-2017 en torno a la creación y
puesta en marcha de Recicloplás SAS, se reordena la experiencia como proceso
de acuerdo con la siguiente ruta metodológica, la que servirá de referencia para
la promoción y gestión de nuevas experiencias que busquen cerrar el ciclo del
plástico liviano posconsumo.
Se definen cuatro fases: diseño y gestión de la propuesta estratégica; conforma-
ción de la empresa; investigación y montaje, y puesta en marcha de Recicloplás
SAS. Cada una de ellas integra el accionar del proceso de intervención de la
Fundación Carvajal para el montaje y puesta en marcha de la empresa trans-
formadora de plástico.
A continuación, se inicia el ejercicio descriptivo de la ruta metodológica
aplicada como proceso.

Ruta metodológica. Proceso de intervención montaje y puesta en


marcha de Recicloplas SAS

Fase I. Diseño y gestión de la propuesta


Identificación idea de negocio
Carvajal Empaques, en el marco de su negocio y su responsabilidad social y
ambiental, venía trabajando en el diseño de estrategias que le permitieran el
cierre del ciclo del plástico liviano, con el objetivo de activar una cadena de
recuperación, acopio y transformación para reincorporar estos materiales como
abastecimiento de materia prima en el proceso productivo de envases y contene-
230 Proceso de fortalecimiento del plan de negocio. Creación y puesta en marcha de Recicloplás SAS

dores. Al ser conocedor de la experiencia del trabajo de la Fundación Carvajal,


con población recicladora, identifica la oportunidad de aunar esfuerzos empre-
sariales y sociales para viabilizar algún proyecto, logrando un encadenamiento
con fines sociales y económicos.

Formulación y gestión del proyecto


Se conforma un equipo técnico con profesionales de la Fundación Carvajal
y Carvajal Empaques para la formulación del proyecto50 que defina un modelo
productivo y sostenibles con la utilización de plásticos livianos y que vincule a
las comunidades más vulnerables en el marco de los negocios inclusivos, con
el firme propósito de activar una cadena productiva de recuperación, acopio y
transformación similar a la que hoy existe para materiales como el papel y cartón.

Fase II. Conformación de la empresa

Creación de alianza
En el marco de la estrategia de negocios inclusivos, la Fundación Carvajal
identifica la oportunidad de que la empresa Carvajal Empaques opere como
empresa ancla y vincule como proveedores de materia prima a las organizaciones
de recicladores.
Se hace un proceso de análisis con diferentes organizaciones que venían en
el proceso de acompañamiento a sus planes de negocio, y se identifica cómo
estas, pueden operar como recuperadoras y transformadoras de plástico liviano.
Tres de las organizaciones del antiguo basurero de Navarro, Arena, Redecol y
Ecofuturo, deciden apostarle al proceso e inician una etapa de capacitación y
acompañamiento para legalizar la alianza. Se inicia con la definición de la figura
jurídica que les permita cumplir con el marco legal, aprovechar las condiciones de
mercado y definir un marco operativo y logístico que las haga viables y sostenibles.

Constitución legal
Posterior al proceso de formación, de manera conjunta las organizaciones y el
asesor definen que la mejor figura jurídica era una sociedad anónima simplificada
(SAS), cada organización determina su aporte patrimonial e inicia el proceso
de constitución y legalización de la empresa en cámara de comercio y DIAN,
cumpliendo los requerimientos jurídicos, tributarios y operativos.

La empresa inicialmente fue constituida como Ecoplásticos SAS, pero se encon-


tró homonimia en la cámara de comercio y se renombró como Recicloplás SAS.

50. Ver Anexo 2. Proyecto de acompañamiento de la Fundación Carvajal a Recicloplás


Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 231

Figura 37.
Jornadas de creación y constitución de Recicloplás

Fuente: Fundación Carvajal.

Identificación de fuentes
Una vez constituida la empresa, se da inicio a la etapa de identificación de
fuentes con el propósito de garantizar la cantidad de materia prima requerida para
la operación de la empresa, considerando que el material que se va a transformar
no es recolectado por los recicladores por no tener puntos de compra.
La materia prima requerida es polipropileno y poliestireno grado extrusión,
que se encuentra en vasos, cucharas, platos, bandejas, contenedores plásticos
desechables, pitillos, etc.

Figura 38
Gestión de acopio de materiales en las fuentes identificadas

Fuente: Fundación Carvajal

Se hace acercamiento a las fuentes potenciales visitando centros comercia-


les, cajas de compensación, instituciones educativas y operadores de casino de
grandes empresas.
232 Proceso de fortalecimiento del plan de negocio. Creación y puesta en marcha de Recicloplás SAS

Al entrar a los sitios, se identifica la necesidad caracterizar los materiales en


estos sitios, a fin de determinar la cantidad potencialmente aprovechable para
el proceso de transformación y así organizar la logística de recolección.
Una vez caracterizados los materiales en las fuentes identificadas, se inicia la
organización del proceso de recuperación y acopio y se define la necesidad de
vincular un operador logístico que ejecute el proceso de aprovechamiento en las
fuentes identificadas, separe el material específico requerido para la transforma-
ción y lo lleve hasta la planta de Recicloplás SAS.
Esta materia prima es la que Recicloplás convierte en escamas o pellets para
que las empresas las incorporen en sus procesos de producción de productos que
no estén en contacto con alimentos, mejoradores de materia prima para madera
plástica que se utiliza en la fabricación de estibas, parques infantiles, materas,
bancas y escritorios.

Proceso de sensibilización
Se inician las campañas de sensibilización en las diferentes empresas u organi-
zaciones identificadas y con quienes se establecieron acuerdos de voluntades para
permitir la separación en la fuente del material requerido, ensayando diversos
tipos de apiladores y acopiadores del plástico liviano, especialmente vasos.

Figura 39.
Modelos de apiladores de vasos desechables

Fuente: Fundación Carvajal

Se inicia la producción de lotes para las pruebas con la materia prima entregada
a través del operador logístico contratado. La gestión de fuentes y las campañas
de sensibilización se han rediseñado con diversas estrategias de comunicación y
se hacen de manera permanente durante el proceso.
En el mes de mayo de 2017, se efectúa el lanzamiento de la campaña deno-
minada Cambia el rumbo del plástico, cambia tu mundo, y en ella se utiliza como
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 233

herramienta de comunicación un video que recoge la experiencia y resalta los


procesos, los objetivos y los resultados. En los sitios estratégicos se dispone la
ubicación de puntos ecológicos sido diseñados con madera plástica producida
con materia prima elaborada en la planta de transformación de Recicloplás. Su
utilización es promocionada por los recicladores de oficio de las organizaciones
de base de los recicladores y se entrega una matera elaborada en el material para
resaltar que al plástico se le puede dar otro rumbo diferente al relleno sanitario.
Las campañas de sensibilización se han llevado a cabo en varias instituciones
que hoy hacen la separación, el acopio y la entrega del material a la planta de
transformación.
En relación con la gestión de acopio del material, se ha trabajado hasta la fecha
en la consecución del polipropileno grado extrusión de los empaques livianos y
diseñado la estrategia de incorporación de nuevos productos de polipropileno
grado inyección, que se encuentra en productos como ganchos de ropa y para
el cual se debe encontrar un prototipo de mezcla con el material procesado de
envases livianos para dar cumplimiento a nuevos clientes de la empresa que
requieren este producto. Con este propósito, se han hecho acercamientos a otras
empresas y operadores logísticos.

Fase III. Investigación y desarrollo

Pruebas técnicas

Las pruebas técnicas comienzan con el análisis del material proveniente de las
fuentes caracterizadas en la ciudad de Cali. Se inspecciona el material posconsu-
mo con la finalidad de determinar, en porcentajes, el tipo de materiales presentes
(polipropileno PP y poliestireno PS), procesos de fabricación y detección de los
tipos de contaminantes presentes en el plástico posconsumo.

El análisis de las fuentes arrojó que la materia prima posconsumo genera en-
tre un 15 % y un 20 % de desperdicio; es decir, que entre el 75 % y el 80 % es
materia prima recuperable.

Con los resultados anteriores se procede al ajuste técnico de la prueba de


peletizado,51 en la cual se establecen los requisitos técnicos que debe cumplir
la materia prima reciclada para los procesos de transformación en la planta de
Carvajal Empaques. Se define el uso de aditivos plásticos y límites permisibles

51. Peletizado: proceso de convertir la materia prima plástica recuperada, cuya presentación es
en escama, a pellet-granza o pepa de plástico
234 Proceso de fortalecimiento del plan de negocio. Creación y puesta en marcha de Recicloplás SAS

del índice de fluidez, y se definen los límites superiores e inferiores como criterios
de aceptación y rechazo.

Figura 40.
Orgullo del proceso

Fuente: Fundación Carvajal

Con los resultados anteriores se procede al ajuste técnico de la prueba de


peletizado,52 en la cual se establecen los requisitos técnicos que debe cumplir
la materia prima reciclada para los procesos de transformación en la planta de
Carvajal Empaques. Se define el uso de aditivos plásticos y límites permisibles
del índice de fluidez, y se definen los límites superiores e inferiores como criterios
de aceptación y rechazo.

Diseño de protocolos y prototipos

El diseño de un protocolo para la prueba de peletizado tiene la finalidad de


ofrecer diferentes lotes o prototipos de materia prima para que sean evaluados
en la planta de Carvajal Empaques. De esta manera, se establece la oportunidad
de mezclarse con materia prima virgen para obtener una lámina de plástico de
PP o PS apta para la etapa de termoformado (producción del producto final
ejemplo vasos).

52. Peletizado: proceso de convertir la materia prima plástica recuperada, cuya presentación es
en escama, a pellet-granza o pepa de plástico
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 235

En la Imagen 36 se muestran los seis lotes o prototipos de materia prima plástica


reciclada que se envía a Carvajal
Empaques para la prueba. Dichos lotes una vez ensayados dieron como resul-
tados positivos el peletizado de PP y PS pos consumo.
A continuación, se muestran imágenes de la materia prima inicial y su con-
versión en producto terminado.

Figura 41.
Proceso de transformación

Fuente: Fundación Carvajal

Fase IV. Montaje y puesta en marcha de Reciclopás SAS

Gestión de maquinaria y equipos


Con los resultados de la fase anterior, la empresa Recicloplás SAS, en com-
pañía con la Fundación Carvajal y su acompañamiento técnico empresarial,
principia el proceso de gestión para la adquisición de maquinaria y equipo. Una
de las asociaciones de recicladores (Redecol) se postuló ante el departamento
de prosperidad social (DPS) para concursar en un programa de capitalización
microempresarial, en el que se solicitaron los siguientes equipos:
– Una lavadora de plástico
– Una secadora de plástico
– Un molino para plástico

Redecol recibió respuesta positiva a fínales de año 2015 y adquiere la maqui-


naria requerida (imágenes 37 y 38).
236 Proceso de fortalecimiento del plan de negocio. Creación y puesta en marcha de Recicloplás SAS

Figura 42.
Lavadora y secadora de plástico

Fuente: Fundación Carvajal

Figura 43.
Molino para plástico

Fuente: Fundación Carvajal.

Para finales del 2015, la empresa Recicloplás SAS toma en arriendo una bodega
de 190 m2, energía trifásica, doble altura, servicios de acueducto y alcantarillado
y piso de alto tráfico, ideal para este tipo de industrias (Imagen 39).
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 237

Figura 44.
Bodega de Recicloplás SAS

Fuente: Fundación Carvajal.

Figura 45.
Recibo de la maquinaria

Fuente: Fundación Carvajal

Recicloplás SAS, Carvajal Empaques y la Fundación Carvajal, financiaron las


adecuaciones eléctricas y locativas de la bodega. La instalación de las máquinas
se hizo en el mes de febrero de 2016 y durante los dos meses siguientes se llevó a
cabo el proceso de capacitación y formación en operación de dicha maquinaria.

Durante los meses de mayo y junio se fabrican los primeros lotes de polipro-
pileno, con un total de 1.500 kilos que fueron vendidos a Carvajal Empaques.
238 Proceso de fortalecimiento del plan de negocio. Creación y puesta en marcha de Recicloplás SAS

Para peletizar el material, Recicloplás SAS hace el proceso de maquila con


la empresa Polyser mientras se adquieren los recursos que permitan adquirir la
maquinaria adecuada.

A continuación, en la Figura 6 se muestra la propuesta de cadena para la


operación en momento de poner en marcha la producción

Figura 46.

Esquema de proceso productivo

Fuente: Fundación Carvajal

De julio de 2016 a diciembre de 2017, Recicloplás SAS ha transformado 60


toneladas de plástico liviano, material que ha dejado de llegar a los rellenos sa-
nitarios para convertirse en materia prima para la industria de transformación
del plástico.

Acompañamiento técnico, operativo y empresarial del negocio

La Fundación Carvajal lleva a cabo el acompañamiento técnico y operativo


de la puesta en marcha de la planta de Recicloplás a través de la alianza con
Carvajal Empaques y define el plan operativo anual que orienta las acciones
administrativas y operativas de la planta para lograr los objetivos de producción
planteados para el año.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 239

El proceso de acompañamiento técnico-socioempresarial se desarrolla bajo


los lineamientos generales del programa Apoyo a la Generación de Ingresos, de
la Fundación Carvajal:
La Fundación Carvajal asume el proceso de acompañamiento para la creación
y desarrollo de empresas individuales y asociativas, en función de las necesida-
des en cada fase del ciclo vital, según analogía biológica: nacimiento, niñez,
adolescencia, juventud, adultez y vejez; fundamentado en la propuesta de José
María Veciana (2005), que presenta el modelo del proceso de creación de la
empresa en un esquema que integra las fases de gestación, creación, lanzamiento
y consolidación, constituyéndose así en una orientación práctica para el nuevo
empresario (Fundación Carvajal. Programa Apoyo a la Generación de Ingresos).

Tabla 7
Esquema que integra las fases de: gestación, creación, lanzamiento y consolidación

Fuente: Veciana, 2005.

El proceso de acompañamiento se constituye en un ciclo de la intervención


social integral de la Fundación Carvajal, que integra tres fases estratégicas para
abordar la realidad social de la organización:
Integra momentos de relación con el empresario, la familia y la comunidad, que
le permiten establecer o afianzar vínculos emocionales durante los diferentes
momentos del proceso. Dichos vínculos garantizan un relacionamiento dife-
rencial entre el equipo humano externo (asesores empresariales-sociales) con el
empresario, la familia y la comunidad.
240 Proceso de fortalecimiento del plan de negocio. Creación y puesta en marcha de Recicloplás SAS

Este ciclo integra tres fases:


1. Acercamiento y generación de confianza con el participante.
2. Diagnóstico socioempresarial interno (empresa) y externo (entorno y
sector) y diagnóstico sociolaboral.
3. Acompañamiento y seguimiento a la implementación del plan de acción.
Cada fase cumple un propósito articulador como parte de la intervención con el
empresario, su familia y la comunidad y se desarrolla durante todo el proceso.
Esto quiere decir que el momento de acercamiento y generación de confianza
no solo se circunscribe a la etapa inicial, sino que se desarrolla estratégicamente
de manera transversal (Fundación Carvajal. Programa Apoyo a la generación
de ingresos).

Para el caso de Recicloplás SAS, se orienta la implementación del producto


“fortalecimiento empresarial colectivo”, sobre la base de que la definición de
la figura jurídica de la empresa fue el resultado de la consolidación de los pro-
yectos productivos presentados en el fortalecimiento de las organizaciones de
recicladores.
En el diseño del plan de formación y acompañamiento de las empresas asocia-
tivas, se ha contemplado una estructura general del proceso, que define unas
condiciones previas que apuntan al éxito de este, así como también se contempla
un proceso de formación flexible que permite vincular la organización de base
cuando inicia el proceso con algún tipo de experiencia que implique realizar
modificaciones al plan.
Como condiciones previas, se tiene la identificación de la oportunidad del ne-
gocio, bien sea por parte de los beneficiarios potenciales, la empresa ancla o la
Fundación Carvajal. Una vez identificada la oportunidad, debe realizarse por
parte de los analistas la viabilidad teórica económica, social y ambiental, definir
el contexto en que se va a desarrollar el negocio y el perfil de los beneficiarios.
Con esta información se procede a hacer la socialización de la viabilidad inicial
y la selección de beneficiarios, quien idealmente deben pasar por el módulo
socio laboral y pensamiento estratégico individual, con el propósito que adquie-
ran competencias y habilidades para ejercer de manera adecuada su papel de
propietarios del negocio y empleados de este.
Con el grupo seleccionado y el negocio identificado y viabilizado, se inicia con el
grupo el proceso de emprendimiento colectivo, que con una empresa constituida
legalmente y puesta en marcha cumpliendo con la normatividad legal aplicable
en seguridad social, legal y tributaria.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 241

En el segundo año se lleva a cabo el proceso de formación y asesoría corres-


pondiente al fortalecimiento colectivo. Al terminar este periodo, se tendrá una
empresa que cumple a satisfacción con el producto o servicio al cliente y con los
requisitos de norma aplicables. Así mismo, se espera que los órganos de dirección
y control operan cumpliendo su rol en un alto porcentaje.
Para el segundo año de fortalecimiento y el año de consolidación, se debe aplicar
el diagnóstico empresarial, cuyos resultados serán el soporte para elaborar el
plan de acción de la organización y el plan de acompañamiento en el proceso
de formación y asesoría, con la directriz de cerrar las brechas existentes entre el
estado actual y las condiciones básicas para lograr la autonomía y sostenibilidad
de la organización empresarial (Fundación Carvajal. Compilado de Pautas
de emprendimiento colectivo p. 5).

Durante el año 2017, como estrategia para fortalecer la apropiación de los


cargos administrativos por parte de los representantes de los recicladores para
Recicloplás SAS, frente a su dinámica administrativa y de operación, se consti-
tuyeron tres comités: financiero, administrativo y técnico, con el propósito de
desarrollar competencias en los asociados que permitan a mediano y largo plazo
empoderarse de su funcionamiento. Para esto se cuenta con la articulación de
la estrategia de voluntariado corporativo de Carvajal Empaques en su proceso
de desarrollo de proveedores.

Comité técnico
Es el encargado de garantizar la ubicación y métodos de operación adecua-
dos para mayor productividad y seguridad del personal. Aquí se analizan los
rendimientos de la maquinaria y su capacidad productiva para cumplir con las
demandas de producción.

Figura 47.
Comité técnico con voluntarios de Carvajal Empaques

Fuente: Fundación Carvajal.


242 Proceso de fortalecimiento del plan de negocio. Creación y puesta en marcha de Recicloplás SAS

Comité financiero y comercial


Se analizan los estados financieros, flujo de caja, cumplimiento de
presupuesto y se toman decisiones frente al uso de los recursos ejemplo:
implementación de la sucursal virtual.
Figura 48.
Comité financiero con voluntarios de Carvajal Empaques

Fuente: Fundación Carvajal

Comité administrativo
Acompaña a la junta directiva y los procesos de adopción de procedimientos
y protocolos administrativos, define el programa de seguridad y salud para el
trabajo y adopta el programa 5S y la estrategia de comunicaciones.
Recicloplás SAS cuenta con una junta directiva que se reúne mensualmente
para la toma de decisiones y seguimiento al proceso administrativo, contable
y operativo que el gerente de Recicloplás hace en el mes. Este último proceso
es acompañado por asesores empresariales y sociales de la Fundación Carvajal,
comprometidos con la formación integral del ser y del empresario.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 243

Lecciones aprendidas

Las lecciones aprendidas se construyen con los insumos recogidos en las en-
trevistas semiestructuradas a una muestra de los actores que han participado
en el proceso de creación y puesta en marcha de la empresa recuperadora y
transformadora de plásticos Recicloplás SAS.

El diseño de la entrevista responde a una ruta de análisis de cada elemento


que se quiere indagar. Para cada pregunta se establece su propósito, según el
actor que se va a entrevistar. El contenido de las entrevistas diseñadas para
los beneficiarios permite recoger insumos a fin de recuperar y validar la ruta
metodológica de intervención y los antecedentes de la organización, así como
para las lecciones aprendidas.

Tabla 8
Diseño preguntas orientadoras. Entrevistas semiestructuradas

Preguntas orientadoras del ejercicio de


sistematización de la experiencia
– ¿Cuál es la ruta de fortalecimiento socioempresarial implementada por la Fundación
Carvajal, para la creación y puesta en marcha del proyecto de la planta de transformación
de plástico liviano por recicladores de oficio?
– ¿Cuáles son los cambios que identifican como aportes de la intervención de la Fundación
Carvajal a nivel empresarial, familiar y personal?

Objetivo general
Describir el proceso de intervención socioempresarial implementado por la Fundación
Carvajal para la ejecución y puesta en marcha de la planta de transformación de plástico
liviano.
Antecedentes, proceso metodológico, lecciones aprendidas desde la perspectiva de los
beneficiarios, reciclador de oficio
Preguntas Propósito
1. Describa en sus palabras el proceso de creación de Reconocer la pertinencia del
Recicloplás. contenido temático de la formación,
según la valoración de los
beneficiarios.

2. Según su experiencia señale que es lo que más Identificar la apropiación y puesta


le ha gustado del proceso de creación y puesta en en práctica de las herramientas
marcha de Recicloplás. adquiridas.

3. Según su experiencia, señale qué no le gustó Identificar los aciertos del proceso
del proceso de creación y puesta en marcha de de intervención socioempresarial.
Recicloplás.
244 Proceso de fortalecimiento del plan de negocio. Creación y puesta en marcha de Recicloplás SAS

4. Según su experiencia, señale qué no le gustó y por Identificar los desaciertos


qué del proceso de formación. del proceso de intervención
socioempresarial desarrollado.
5. Como beneficiario de este proceso ¿qué cambios Identificar, desde la perspectiva del
sugiere a la Fundación Carvajal y a Carvajal participante, las posibilidades de
Empaques para lograr mejores resultados en el mejora del proceso de formación
proceso de operación de Recicloplas? Mínimo dos. para el fortalecimiento empresarial.

6. De acuerdo con su experiencia, identifique como Reconocimiento por los


mínimo dos acciones de cambio o transformación en participantes, de los cambios que
los recicladores de oficio de Recicloplás. motiva el proceso de participación,
y formación individual, familiar y
empresarial.

Lecciones aprendidas desde la perspectiva profesional

Preguntas Propósito
7. De acuerdo con su experiencia, identifique como Reconocimiento por parte del aliado
mínimo dos acciones de cambio o transformación financiador, de los cambios que
en los recicladores de oficio de Recicloplás, que le motiva el proceso de participación
atribuya a la participación en el proceso de creación y formación individual, familiar y
y puesta en marcha de la planta. empresarial.

8. Como parte del equipo técnico facilitador de Identificar, desde la perspectiva de


Carvajal Empaques o de la Fundación Carvajal, ¿qué los profesionales, las posibilidades
cambios sugiere al proceso de creación y puesta en de mejora del proceso de formación
marcha de Recicloplás? Mínimo dos. para el fortalecimiento empresarial.

Formato entrevista beneficiario. Entrevista semiestructurada

Entrevista No.

Proyecto: Recicloplás

Beneficiario
Nombres y apellidos
Dirección/barrio: Comuna:
Cargo:
Preguntas
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 245

1. En sus palabras, ¿cuál fue el proceso de creación de Recicloplás?

2. Según su experiencia, señale lo que más le ha gustado del proceso de creación y puesta en
marcha de Recicloplás.

3. Según su experiencia, señale qué no le gustó del proceso de creación y puesta en marcha
de Recicloplás.

4. Como beneficiario de este proceso, ¿qué cambios sugiere a la Fundación Carvajal y a


Carvajal Empaques para lograr mejores resultados en el proceso de creación y puesta en
marcha de Recicloplás, a nivel personal, familiar y empresarial?

5. De acuerdo con su experiencia, identifique como mínimo dos acciones de cambio o


transformación que le atribuye a la participación en el proceso de creación y puesta en
marcha de Recidoplás a nivel personal, familiar y empresarial.

Formato entrevista a profesionales Carvajal Empaques y Fundación Carvajal.

Entrevista semiestructurada
Entrevista No.
Proyecto: Recicloplás
Beneficiario
Nombres y apellidos
Dirección/barrio: Comuna:
Cargo:
Preguntas
246 Proceso de fortalecimiento del plan de negocio. Creación y puesta en marcha de Recicloplás SAS

1. De acuerdo con su experiencia, identifique como mínimo dos acciones de cambio o


transformación en los recicladores de oficio de Recicloplás, que le atribuya a la participación
en el proceso de creación y puesta en marcha de la planta.

2. Como parte del equipo técnico facilitador de Carvajal Empaques o de la Fundación


Carvajal, ¿qué cambios sugiere al proceso de creación y puesta en marcha de Recicloplás?
Mínimo dos

Las lecciones aprendidas se construyen con los insumos recogidos y cruzando la


información aportada por cada entrevistado en torno a las categorías de análisis
definidas (tablas 9, 10 y 11).

Tabla 9
Matriz de categorías de análisis. Mejora de la calidad de vida

MATRIZ DE RESPUESTAS ENTREVISTAS RECICLOPLAST

PREGUNTA CATEGORÍAS DE ANÁLISIS SUBCATEGORÍA EB.01 EB.02 EP.03 EP.04

Lo que más me ha gustado es la formalización de los


recicladores como empleados formales, porque
Cambio en su calidad de vida debido a que ahora cuentan
anteriormente nosotros dependíamos del día a día, de
con un trabajo formal que les permite contar con una Para los recicladores que laboran en la planta de
lo que nos hiciéramos, hoy en día tenemos compañeros
fuente de ingresos estable, además de recibir transformación se identifica como acción de
que tienen un salario fijo, unas prestaciones sociales
capacitación constante en diversos temas lo cual les cambio, la adaptación a la cultura de ser empleado,
Empleos formales que nunca lo habíamos tenido, y la idea es ir abriendo
permite crecer personal y profesionalmente. Ahora, son con el cumplimiento de horarios, aprovechamiento
esa expectativa y esa oportunidad para cada uno de
personas conscientes de la importancia de valores como de las ventajas de tener seguridad social e ingresos
nuestros compañeros, de que tengan esa posibilidad de
la disciplina, el trabajo en equipo y el esfuerzo por lograr definidos
que tienen un sueldo quincenal, de que tienen unas
mejores y mayores resultados cada día.
primas, unas vacaciones, unas cesantías y eso ha sido
algo muy bonito para nosotros.

Mi formación yo se la agradezco mucho en parte a Carvajal


porque yo no sabía ni prender un computador cuando inicie,
Para mi familia ha sido una oportunidad grande. Cabe […] íbamos a talleres de TIC, de manejo de las emociones. […]
anotar que la primera administrativa en Recicloplas fue Gracias a Dios Carvajal Fundación me abrió las puertas, se las
mi hija, y ella de allí sacó dos experiencias muy abrió a todos, unos las aprovechamos otros no, […] de hecho
grandes, aprendió a manejar lo que es el inventario, de mi hija no es recicladora y lo hizo, lo aprovecho y eso nos ha
allí salió a trabajar a otra empresa, está estudiando servido ahora para poder entrar al mundo empresarial y todo
contaduría pública y son como cuando uno ve esas lo que tenemos que ver con el tema de formación. Y eso me
oportunidades laborales, le abre a uno el deseo de impulso a mi como para yo seguir y querer estudiar, para
estudiar, de capacitarse, de avanzar. prepararme, [las asesoras] me impulsaron para que yo entrara
Oportunidades de fomación
a la universidad, […] yo estudio contaduría pública en decimo,
ya gracias a Dios el próximo año me graduó.
Carvajal abrió las puertas para todo el mundo, el que las quiso
aprovechar las aprovecho, él que no no, no es problema de
ellos [quien no aprovecho]. Las personas tienden a buscar los
culpables afuera y no se dan cuenta que los culpables a veces
son ellos que dejan pasar las oportunidades. Tengo entendido
que hay dos o tres que están en el camino de ser profesional,
de los que estábamos en Navarro y que montaron empresa
hay varios.

Yo [...] nunca pensé que en desechables nosotros


pudiéramos vender [...], cinco, seis, siete toneladas de
Cambios y
material, no solamente porque generamos unos
transformaciones Mejora calidad de vida
ingresos, sino porque a pesar que toda la vida hemos
beneficiarios Hacia mi familia, pues yo tengo un poco de hermanos y
sido recicladores somos gestores ambientales, porque
hermanas y ellos felices porque yo era la administradora de Sentirse parte importante de un proyecto. Cuando se
prestamos un servicio ambiental al planeta, a nuestro
una empresa de esas y entonces ya sabe que nosotros en el observa a los recicladores hablar de Recicloplas, lo hacen
entorno, entonces que también lo miremos por ese
gremio de los recicladores no tenemos familia [...] que se haya con orgullo y pertenencia, son conscientes del buen
lado, que es que ha, esta chuspa de plástico no pesa
preparado o haya hecho cosas diferentes, entonces para ellos impacto que generan en la ciudad, al evitar que los
Empoderamiento sino un kilo, si fuera en otro material pesa cinco o seis,
ha sido un orgullo y ahora que estoy terminando mi carrera plásticos lleguen a la basura, y hablan de esto como todos
pero pensemos que le vamos a dar el valor agregado y
más todavía. Ahora mejor dicho cualquier decisión que tienen unos profesionales de la materia. Ellos han logrado
vamos a mejorar nuestro medio ambiente y nuestro
que tomar de la organización que tenemos me consultan, apropiar lo importantes que son, y cómo Recicloplas está
entorno, entonces esto es un trabajo bonito, gracias al
entonces ya uno va adquiriendo más conocimiento, pero creando un cambio positivo en Cali
apoyo de Carvajal que está dispuesto como a ponerle la
también más responsabilidad hacia la familia y hacia afuera.
ficha y a apoyarle en lo que se necesite para cerrar ese
ciclo por el planeta, para cumplir con el compromiso
ambiental y que lo aprovechemos porque son
oportunidades que no se dan muy a menudo.

Para la comunidad de Cali Recicloplas representa una


oportunidad más de sostener este planeta porque el
material liviano, a pesar de que siempre ha sido un
material reciclable, anteriormente no se recuperaba,
porque para nosotros los recicladores su volumen y
poco peso no era rentable el hacer el aprovechamiento
de ese material. Ahora como nosotros mismos como
recicladores lo estamos transformando y dándole ese
valor agregado ya nosotros vemos un vaso desechable,
yo voy a almorzar a un restaurante yo me llevo el vaso
Medio ambiente desechable, porque eso va para mi empresa, ya es algo
mío, y es un impacto grande porque estuvimos
lanzando la campaña en Univalle y estaban unas
personas de EMCALI y nos dijeron, lo que pasa es que
nosotros de los residuos, de las canales sacamos
demasiado desechable, porque , porque eso es lo que
la gente hace, tirarlo en cualquier lado, pero ahora en
Recicloplas los compañeros y yo nos hemos puesto la
camiseta, y donde vemos un vaso, un plato un cuchillo
desechable, decimos esto es para mi empresa, eso
suma para Recicloplas.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 247

Tabla 10
Matriz categoría de análisis. Adquisición conocimientos técnicos
MATRIZ DE RESPUESTAS ENTREVISTAS RECICLOPLAST

PREGUNTA CATEGORÍAS DE ANÁLISIS SUBCATEGORÍA EB.01 EB.02 EP.04 EP.05

Uno de los cambios que ha generado en mi, es que lo


que yo hago en Recicloplas en el tema contable, lo
Bueno, para mi cómo persona, aprendizaje full, yo les dije en Identifico principalmente una acción importante de
aplico a mi economía personal, me ha ayudado a ser
un principio como recicladores que estábamos en el basuro, cambio dentro de la comunidad de recicladores de
más ordenada en temas financieros. En el tema de los
salimos del basuro, nos dedicamos hacer fue otras cosas muy Para los recicladores representantes de las oficio de RECICLOPLAS y es el hecho de ser
compañeros, a pesar de que ha sido difícil ya sabemos
diferentes, hacemos reciclaje pero nos dedicamos hacer cosas organizaciones y pertenecientes a las juntas organizados en la forma de gastar su dinero y de
si entro a las 7 no es a las 7:15 y eso nos hace ser más
diferentes […] pero nunca habíamos hecho una empresa de directivas, se percibe la adquisición de habilidades presupuestar sus gastos, pues cuentan a manera de
organizados, ser más responsables, y eso es uno de los
transformación entonces eso fue un cambio total y es bueno de negociación y la visión de futuro a mediano, largo anécdota que anteriormente no administraban su
requisitos para el triunfo, para avanzar y salir adelante.
porque de todas maneras en las parte donde yo he ido a plazo, diferente a la visión del día a día que los dinero y todo lo que tenían se lo podían gastar en un
También veo la oportunidad de relacionarme con otras
promocionar recicloplast la gente quedaba muy emocionada caracterizaba solo día, a hoy son personas que cuentan con las
personas, que es muy importante no solo entre
porque aquí no hay empresas que compren vasos livianos, no capacidades y habilidades administrativas de sus
Cambios y Herramientas recicladores, sino que ya salimos a negociar con
Adquisición conocimiento compran nada de plásticos livianos. propios recursos.
transformaciones administrativas y finacieras universidades, con personas de otros sectores y vamos
técnico
beneficiarios aprendiendo más y dándonos a conocer más.

Adquirieron la experiencia y habilidad de presentar


Uys todo. Lo que más me ha gustado es todo el proceso
propuestas y licitar ante entidades municipales.
diferente de uno crear empresa, de manejo de maquinaria,
porque [era] algo nuevo para nosotros, entonces eso ha hecho
Adquirieron la capacidad de emprender cualquier
que a uno se le abra más el panorama, la visión a futuro de una
negocio
empresa transformadora de materiales, porque ya ahora
prácticamente nos volvemos en realidad [empresarios], ósea
Mejoraron sus relaciones interpersonales e intra
siempre hemos sido empresarios, pero ahora tenemos esa
familiares
otra línea que es la parte de la transformación.

Tabla 11
Matriz categoría de análisis propuesta de mejora
MATRIZ DE RESPUESTAS ENTREVISTAS RECICLOPLAST

PREGUNTA CATEGORÍAS DE ANÁLISIS SUBCATEGORÍA EB.02 EP.03 EP.04 EP.05

Revisar oportunidades de consecución de materia prima


Para el montaje de otro recicloplast sería como [revisar] el montaje de las maquinas, porque
con las tres asociaciones accionistas. Entiendo que
inicialmente las maquinas que se tenían no eran las adecuadas, como para todo el proceso, bueno el
actualmente, ellos venden materiales a Recicloplas, pero
molino si, pero digamos que el tema de la lavadora, de la secadora, no era la que inicialmente se
a veces pasa que empresas como Cosechas quieren
esperaba, […] por eso toco hacer tanto ensayo, errores y eso siempre nos quito tiempo para nosotros
reciclar sus vasos y ningún operador logístico, se anima
Tecnico poder arrancar inicialmente como se esperaba. Eso es fundamental, porque también no teníamos para
por el poco volumen de residuos, por tanto, en casos
tomar otro punto de referencia de una empresa que hiciera algo similar a lo que hace recicloplast,
puntuales como este, Recicloplas debería tener la
porque recicloplast no más trabaja con vasos livianos, entonces no teníamos como para decir no pues
iniciativa de hablar con las asociaciones para validar en
vamos a ver cómo hicieron los de allá, no, entonces nosotros fuimos como el prototipo, entonces por
sus rutas de recolección, cómo se podría atender a este
eso fue un poquito complejo.
tipo de negocios.

Sugiero como cambio que el direccionamiento o


administración de la empresa en sus inicios o etapa
El inicio de empresas por parte de población vulnerable, de puesta en marcha no arranque con personal
Hacer mayor énfasis en la importancia de la
debe contar con el apoyo de empresas y/o proyectos que propio de las organizaciones, sino que empiecen
sostenibilidad financiera del negocio, más allá de tener a
les permitan capital de trabajo o fondos no reembolsables con un profesional en administración y que una vez
Carvajal Empaques como padrino, es decir, no confiarse
hasta alcanzar el punto de equilibrio y la curva de la empresa alcance su punto de equilibrio se inicie
en que esta empresa es la única fuente de ingresos
aprendizaje de operación, pues por su condiciones de de manera conjunta la administración de la empresa
(único cliente), sino sentir el “afán” por conquistar otros
vulnerabilidad no existe en el mercado financiación por con el personal de las organizaciones, donde el
mercados sin tocar las puertas del sector envases.
Propuestas de cambio parte de entidades bancarias profesional sea su tutor y formador de las
Sugerencias Administrativo y capacidades y habilidades gerenciales del futuro
Financiero administrador.

Las poblaciones vulnerables reciben formación y


acompañamiento para la operación de las empresas y Sugiero que dichos procesos de creación y puesta en
adquieren competencias para conocer del negocio y marcha de empresas no deberían iniciar con capital
entender las cuentas del mismo , pero en la mayoría de las de trabajo tan limitado, pues a lo largo de la
ocasiones se requiere de un apoyo externo para el experiencia obtenida con RECICLOPLAS, pude
gerenciamiento dados los altos requerimientos legales, observar y vivir varios momentos en que se
tributarios y organizacionales que hoy se exigen a las presentaban dificultades económicas
empresas.

Mi sugerencia en estos momentos, es que no nos suelten, porque a pesar de que el apoyo ha sido
grande, nos falta, nos falta mucho, porque venimos de unas tradiciones de muchos años, y estuvimos
muy arraigados y a veces no entendemos que hombre tenemos que cumplir las ocho horas diarias de
trabajo y entonces son las tres de la tarde y mi salida es a las cuatro, pero ya me quiero ir, ya he hecho
Social mucho y en eso necesitamos mucho el apoyo, el fortalecimiento de la Fundación, porque cuando le
hablamos nosotros como compañeros, como gremio reciclador, de pronto no nos escuchan, cuando hay
una persona externa, siempre está ahí, ah si eso nos lo dijeron de carvajal o la doctora Aura Aide de la
Fundación es porque es así, pero si se lo dice Gloria no porque ella es una recicladora igual a mí y me
quiere venir a mandar, entonces necesitamos un poco más ese apoyo.

Lecciones aprendidas desde la perspectiva de los profesionales de Carvajal


Empaques y la Fundación Carvajal
–Un proceso de formación y acompañamiento estructurado para abordar las
diferentes dimensiones del ser humano a mediano y largo plazo, permite evi-
denciar oportunidades reales de transformación del reciclador a un reciclador
de oficio, fundamentado en el desarrollo del ser.
[…] se identifica como acción de cambio la adaptación a la cultura de ser
empleado, con el cumplimiento de horarios, aprovechamiento de las ventajas
de tener seguridad social e ingresos definidos (entrevista 4. Profesional, Cali,
24-2018).
Cambio en su calidad de vida debido a que ahora cuentan con un trabajo formal
que les permite contar con una fuente de ingresos estable, además de recibir
248 Proceso de fortalecimiento del plan de negocio. Creación y puesta en marcha de Recicloplás SAS

capacitación constante en diversos temas, lo cual les permite crecer personal y


profesionalmente. Ahora son personas conscientes de la importancia de valores
como la disciplina, el trabajo en equipo y el esfuerzo por lograr mejores y mayores
resultados cada día. (Entrevista 3. Profesional, Cali 24 2018)
[…] se percibe la adquisición de habilidades de negociación y la visión de futuro
a mediano, largo plazo, diferente a la visión del día a día que los caracterizaba.
(Entrevista 4 Profesional, Cali, 24-2018).
[…] el hecho de ser organizados en la forma de gastar su dinero y de presupuestar
sus gastos, pues cuentan a manera de anécdota que anteriormente no adminis-
traban su dinero y todo lo que tenían se lo podían gastar en un solo día. A hoy
son personas que cuentan con las capacidades y habilidades administrativas de
sus propios recursos (entrevista 5. Profesional, Cali, 24-2018)

–La creación y puesta en marcha de Recicloplás, como empresa, es el resultado


de alianzas estratégicas entre instituciones y un grupo de comunidad compro-
metido con su visión social y empresarial.
Sentirse parte importante de un proyecto. Cuando se observa a los recicladores
hablar de Recicloplás, lo hacen con orgullo y pertenencia. Son conscientes del
buen impacto que generan en la ciudad al evitar que los plásticos lleguen a la
basura y hablan de esto como todos unos profesionales de la materia. Ellos han
logrado apropiar lo importantes que son y cómo Recicloplás está creando un
cambio positivo en Cali (entrevista 3. Profesional, Cali 24-2018).
Hacer mayor énfasis en la importancia de la sostenibilidad financiera del negocio,
más allá de tener a Carvajal Empaques como padrino; es decir, no confiarse
en que esta empresa es la única fuente de ingresos (único cliente), sino sentir
el afán por conquistar otros mercados sin tocar las puertas del sector envases
(entrevista 3. Profesional, Cali 24-2018).

La intervención social integral a mediano y largo plazo, es garante de los pro-


cesos de transformación individual como empresarial.
Adquirieron la experiencia y habilidad de presentar propuestas y licitar ante
entidades municipales […] la capacidad de emprender cualquier negocio […]
mejoraron sus relaciones interpersonales e intrafamiliares (entrevista 5. Pro-
fesional, Cali 24-2018).
Mi sugerencia en estos momentos es que no nos suelten, porque a pesar de que
el apoyo ha sido grande, nos falta, nos falta mucho, porque venimos de unas
tradiciones de muchos años y estuvimos muy arraigados y a veces no entendemos
que tenemos que cumplir las ocho horas diarias de trabajo. Y entonces son las
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 249

tres de la tarde y mi salida es a las cuatro, pero ya me quiero ir. Ya he hecho


mucho y en eso necesitamos mucho el apoyo, el fortalecimiento de la fundación,
porque cuando le hablamos nosotros como compañeros, como gremio reciclador,
de pronto no nos escuchan. Cuando hay una persona externa, siempre está ahí,
ah, sí eso nos lo dijeron de Carvajal o la doctora Aura Aidé de la fundación es
porque es así, pero si se lo dice Gloria no, porque ella es una recicladora igual
a mí y me quiere venir a mandar. Entonces necesitamos un poco más ese apoyo
(entrevista 1 beneficiario, Cali 24-2018).
El que la intervención social integral para la creación y puesta en marcha de una
empresa con población vulnerable y sin experiencia, busque el empoderamiento de
los beneficiarios a través del desarrollo de competencias administrativas, técnicas
y financieras, requiere que para la apropiación de las funciones encomendadas
como empresarios, se cuente con un tiempo amplio y suficiente para desarrollar
estas competencias, según el perfil de los beneficiarios.
El direccionamiento o administración de la empresa en sus inicios o etapa de
puesta en marcha no arranca con personal propio de las organizaciones, sino que
empieza con un profesional en administración y una vez la empresa alcance su
punto de equilibrio, se inicia de manera conjunta la administración de la empresa
con el personal de las organizaciones, en la que el profesional sea su tutor y
formador de las capacidades y habilidades gerenciales del futuro administrador
(entrevista 5. Profesional, Cali 24-2018).

Lecciones aprendidas desde la perspectiva de los beneficiarios.


Reciclador de oficio
El desarrollo de competencias administrativas y gerenciales le permiten al
reciclador vivenciar los beneficios de la formalización laboral.
[…] la formalización de [nosotros] los recicladores como empleados formales
cambió nuestra vida porque anteriormente nosotros dependíamos del día a
día, de lo que nos hiciéramos. Hoy en día tenemos compañeros que tienen un
salario fijo, unas prestaciones sociales que nunca lo habíamos tenido y la idea
es ir abriendo esa expectativa y esa oportunidad para cada uno de nuestros
compañeros, de que tengan esa posibilidad, de que tienen un sueldo quincenal,
de que tienen unas primas, unas vacaciones, unas cesantías y eso ha sido algo
muy bonito para nosotros (entrevista 1. Beneficiario, Cali, 24-2018).
Los procesos de intervención social al vincular a integrantes de una misma
familia, favorecen el cierre de brechas dentro del círculo de la pobreza.
Para mi familia ha sido una oportunidad grande. Cabe anotar que la primera
administrativa en Recicloplás fue mi hija, y ella de allí sacó dos experiencias muy
250 Proceso de fortalecimiento del plan de negocio. Creación y puesta en marcha de Recicloplás SAS

grandes. Aprendió a manejar lo que es el inventario y de allí salió a trabajar a


otra empresa. Está estudiando contaduría pública y son como cuando uno ve
esas oportunidades laborales, le abre a uno el deseo de estudiar, de capacitarse,
de avanzar (entrevista 1. Beneficiario, Cali, 24-2018).
Mi formación yo se la agradezco mucho en parte a Carvajal, porque yo no sabía
ni prender un computador cuando inicié, […] íbamos a talleres de TIC, de
manejo de las emociones. […] Gracias a Dios, Carvajal Fundación me abrió
las puertas, se las abrió a todos, unos las aprovechamos otros no […] De hecho,
mi hija no es recicladora y lo hizo, lo aprovechó y eso nos ha servido ahora para
poder entrar al mundo empresarial y todo lo que tenemos que ver con el tema
de formación. Y eso me impulsó a mí como para seguir y querer estudiar, para
prepararme [Las asesoras] me impulsaron para que yo entrara a la universidad,
[…] Estudio contaduría pública en décimo, ya gracias a Dios el próximo año
me gradúo (entrevista 2. Beneficiario, Cali, 24-2018).
Carvajal abrió las puertas para todo el mundo, el que las quiso aprovechar las
aprovecho, él que no, no. No es problema de ellos [quien no aprovechó]. Las
personas tienden a buscar los culpables afuera y no se dan cuenta de que los
culpables a veces son ellos que dejan pasar las oportunidades. Tengo entendi-
do que hay dos o tres que están en el camino de ser profesionales, de los que
estábamos en Navarro. Los que montaron empresa hay varios (entrevista 2.
Beneficiario, Cali, 24-2018).
Propender por un proceso real de empoderamiento como parte de la interven-
ción social integral, permite al beneficiario ganar capacidades de autorreconoci-
miento y proyección de su vida en dimensiones que no habían sido descubiertas
por él.
Yo [...] nunca pensé que en desechables nosotros pudiéramos vender [...], cinco,
seis, siete toneladas de material, no solamente porque generamos unos ingresos,
sino porque a pesar de que toda la vida hemos sido recicladores somos gestores
ambientales, porque prestamos un servicio ambiental al planeta, a nuestro
entorno. Entonces que también lo miremos por ese lado. Que esta chuspa de
plástico no pesa sino un kilo. Si fuera de otro material pesaría cinco o seis. Pero
pensemos que le vamos a dar el valor agregado y vamos a mejorar nuestro
medio ambiente y nuestro entorno. Entonces, esto es un trabajo bonito gracias
al apoyo de Carvajal que está dispuesto como a ponerle la ficha y a apoyarlo
a uno en lo que se necesite para cerrar ese ciclo por el planeta, para cumplir
con el compromiso ambiental y que lo aprovechemos, porque son oportunidades
que no se dan muy a menudo (entrevista 1. Beneficiario, Cali, 24-2018).
Hacia mi familia, pues yo tengo un poco de hermanos y hermanas y ellos felices
porque yo era la administradora de una empresa de esas y entonces, ya sabe que
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 251

nosotros en el gremio de los recicladores no tenemos familia [...] que se haya


preparado o haya hecho cosas diferentes. Entonces, para ellos ha sido un orgullo
y ahora que estoy terminando mi carrera más todavía. Ahora, mejor dicho, cual-
quier decisión que tienen que tomar de la organización me consultan. Entonces
ya uno va adquiriendo más conocimiento, pero también más responsabilidad
hacia la familia y hacia afuera (entrevista 2. Beneficiario, Cali, 24-2018).

Dignificar la labor del reciclador como gestor ambiental dentro de la cadena


de conservación y preservación de los recursos naturales y la sostenibilidad am-
biental, le permite al reciclador tomar consciencia de su contribución.

Para la comunidad de Cali, Recicloplás representa una oportunidad más de


sostener este planeta, porque el material liviano a pesar de que siempre ha sido
un material reciclable, anteriormente no se recuperaba porque para nosotros los
recicladores su volumen y poco peso no era rentable el hacer el aprovechamiento
de ese material. Ahora, nosotros mismos como recicladores lo estamos trans-
formando y dándole ese valor agregado. Ya nosotros vemos un vaso desechable
o voy a almorzar a un restaurante yo me llevo el vaso desechable, porque eso
va para mi empresa. Ya es algo mío y es un impacto grande, porque estuvimos
lanzando la campaña en Univalle y estaban unas personas de Emcali y nos
dijeron que nosotros de las canales sacamos demasiado desechable, porque eso
es lo que la gente hace, tirarlo en cualquier lado. Pero ahora, en Recicloplás
los compañeros y yo nos hemos puesto la camiseta y donde vemos un vaso, un
plato, un cuchillo desechable, decimos “esto es para mi empresa”. Eso suma
para Recicloplás (entrevista 1. Beneficiario, Cali, 24-2018).

Anexos
Anexo 1
Ruta metodológica proceso de intervención montaje y puesta en marcha
de Recicloplás SAS
252 Proceso de fortalecimiento del plan de negocio. Creación y puesta en marcha de Recicloplás SAS

Anexo 2
Proyecto de acompañamiento de la Fundación Carvajal a Recicloplás

Descripción general y antecedentes


Desde 1976, Navarro funcionó En la ciudad de Cali como un vertedero de
residuos domiciliarios. En esta época, más de mil personas derivaron su sustento
económico rescatando todos los materiales que son ingreso para industrias como
la del plástico, el papel, el vidrio y las siderúrgicas, entre otras. Durante varios
años, se habló del cierre del relleno sanitario debido a que los lixiviados caían por
debajo del relleno y contaminaban el río Cauca, el cual llega hasta la planta de
tratamiento de Puerto Mallarino que surte de agua potable a la ciudad de Cali.
El 25 de junio de 2008 fue clausurado definitivamente el relleno sanitario de
Navarro, día desde el cual las entidades competentes asumieron compromisos
para abordar soluciones que le permitieran a los recicladores mejorar su calidad
de vida y no se violaran el derecho al trabajo, el derecho a la vida, a la seguridad
social y a la subsistencia.
Los fundamentos de la política para la gestión de los residuos sólidos en el país
están contenidos en la Constitución Política de Colombia, la Ley 9 de 1979, la
Ley 99 de 1993, la ley 142 de 1994 y el Decreto 1713 de 2002 en relación con la
gestión integral de los residuos sólidos, y la resolución 1045 del 2003 por la cual
se adopta la metodología para la elaboración de los planes de gestión integral de
residuos sólidos (PGIRS)53 en nuestro país.
Mediante el Decreto 0475 del 2004, el municipio de Cali formula y adopta
el PGIRS como parte de su estrategia de desarrollo para el abordaje de la pro-
blemática sobre el manejo de los residuos sólidos. Este plan se formuló con un
horizonte de quince años.
Durante los últimos cuatro años, la Fundación Carvajal ha acompañado a más
500 recicladores del antiguo basurero en la ejecución de propuestas económi-
cas. Estos recicladores se encuentran asociados en cuatro organizaciones. Las
acciones implementadas se han desarrollado en el marco de la política pública
para el manejo de residuos sólidos y han hecho énfasis en los fundamentos del
desarrollo humano sostenible, contribuyendo así al desarrollo de competencias
empresariales básicas de asociatividad y comportamientos a nivel familiar
Los avances y resultados del proceso con estas organizaciones se hacen tangibles
mediante actitudes positivas en el ejercicio de liderazgo de las juntas directivas

53. Plan de gestión integral de residuos sólidos municipio de Santiago de Cali 2004 – 2019.
Agosto de 2004
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 253

y sus órganos de control, así como por medio del conocimiento y cumpliendo
sus compromisos legales, tributarios y organizacionales Otro aspecto es que
estas organizaciones cuentan con planes de negocio orientados a la prestación
de servicios ambientales, para lo cual han participado en procesos de formación
para prestar estos servicios de manera competitiva.
Tres de estas organizaciones contemplan entre las líneas de acción en su plan
de negocio, las acciones necesarias para el cumplimiento del Decreto 059 (re-
colección y disposición de residuos reciclables) en eventos masivos, unidades
residenciales e instituciones educativas, razón por la cual se considera su vincu-
lación al proyecto Cierra el Ciclo de Empaques Plásticos Livianos Posconsumo,
propuesto por Carvajal Empaques y la Fundación Carvajal.
Carvajal Empaques, en el análisis del abastecimiento de la materia prima uti-
lizada en su proceso, encuentra una oportunidad con la expedición del Decreto
4143 de 2012, por el cual se establece la posibilidad de utilizar material remolido
y reciclado en la producción de envases y equipamientos plásticos destinados a
entrar en contacto con alimentos y bebidas para el consumo humano en terri-
torio nacional.
El proyecto, cuyo objetivo es lograr el reciclaje de envases plásticos livianos de
polipropileno y poliestireno posconsumo (contenedores y utensilios desechables),
nace motivado por la realidad del manejo de estos residuos en Cali, donde se
generan alrededor de 184 toneladas diarias de estos materiales que en su mayo-
ría terminan dispuestos en ríos, campos o rellenos sanitarios. El compromiso es
activar una cadena de recuperación, acopio y transformación similar a la que hoy
existe para otros materiales como el papel y el cartón, mediante la implementación
de modelos sostenibles que vinculen recicladores y permitan reincorporar estos
materiales como abastecimiento de materia prima en el proceso productivo de
envases y equipamientos contenedores de alimentos.
El proceso requiere un acompañamiento socioempresarial que permita concre-
tar fuentes, dar a conocer los servicios de los recicladores, gestionar el acopio del
material requerido como materia prima para iniciar la operación de la empresa
transformadora y acompañar su operación.

Localización del proyecto: municipio de Santiago de Cali.

Población objetivo: tres organizaciones de recicladores que agrupan a los


recicladores del antiguo basurero de Navarro.

Organizaciones: fundación de recicladores Ecofuturo; Asociación de Recicla-


dores de Navarro (Arena); Recuperadores Asociados de Colombia (Redecol).
254 Proceso de fortalecimiento del plan de negocio. Creación y puesta en marcha de Recicloplás SAS

Finalidad: contribuir a la dignificación del oficio y a la mejora de las condicio-


nes de vida de la población de los recicladores del antiguo basurero de Navarro.

Propósito: fortalecer la operatividad del plan de negocio de las organizaciones


de recicladores del antiguo basurero de Navarro, mediante el apoyo y acompa-
ñamiento integral para el montaje y operación de una planta transformadora
de plástico liviano.

Esta propuesta de intervención se ha diseñado con tres componentes cohe-


rentes con el propósito, los cuales describiremos a continuación.

Descripción de componentes

Acompañamiento empresarial
El objetivo de este componente es acompañar la constitución de la empresa,
acompañamiento que llevan a cabo las tres organizaciones de recicladores, así
como fortalecer la gestión empresarial. Para lograr lo propuesto, se prevé el
desarrollo de las siguientes actividades:
1. Constitución de la empresa.
2. Identificación y consecución de fuentes que permitan cuantificar el material
disponible.
3. Acompañamiento al diseño e implementación del esquema operativo de
recuperación del material y operación de la empresa.
En su inicio, a empresa requiere para la operación quince toneladas de materia
prima, de las cuales 6,5 son posindustrial.
Resultados: empresa recuperadora y transformadora constituida y en opera-
ción.
Verificador: documento de constitución que recoja el esquema logístico de
operación.
Acompañamiento social
El objetivo de este componente es proveer las herramientas sociales que per-
mitan la acción articulada de las organizaciones, vinculando a su operación a
personas de sus bases sociales con las competencias requeridas. Para lograr lo
anterior, se desarrollarán las siguientes actividades:
1. Acompañamiento al proceso de selección de personal administrativo, ope-
rarios y recicladores proveedores de la empresa.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 255

2. Visitas domiciliarias a operarios de la empresa.


3. Acompañamiento a la socialización de avances y resultados con las organi-
zaciones que conforman la empresa
Resultados: las juntas directivas de las organizaciones conforman un comité
directivo que hace seguimiento a la evolución de la empresa.
Verificador: documentos de los procesos de selección, documento de informe
de gestión de fuentes y articulación de recicladores como proveedores, registros de
visita a operarios y actas de reunión de las juntas directivas de las organizaciones
que conforman la empresa.

Acompañamiento técnico

El objetivo de este componente es desarrollar y fortalecer capacidades técnicas


propias de la operación de la planta y de la recuperación del material requerido.
Para este fin, se desarrollan las siguientes actividades:
1. Jornadas de formación en aspectos técnicos necesarios para la recuperación
del material requerido.
2. Jornadas de formación en aspectos técnicos y logísticos necesarios para la
operación de la empresa.
3. Compra e instalación de maquinaria y equipos requeridos para el proceso
productivo de la empresa (molienda, lavado, separación por densidades,
centrifugado, secado, pelletizado).

Resultados: recicladores proveedores de la materia prima con las competencias


para hacer la entrega del material adecuado para la empresa de transformación.
Operarios trabajando adecuadamente el modelo logístico definido para la planta.
Planta en funcionamiento.

Verificadores: informes de operación de la planta e informes de cantidad y


calidad de material que ingresa a la planta.
Tabla 12
Plazo de ejecución y cronograma
MES
COMPONENTE MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC ENE FEB

1. Provisto un acompañamiento empresarial


A.1.1. Constitución de la empresa.

A.1.2. Identificación y consecución de fuentes


que permitan cuantificar el material
disponible.
A.1.3. A.1.3. Acompañamiento al diseño e
implementación del esquema operativo de la
empresa.
2. Provisto un acompañamiento social
A.2.1. Acompañamiento al proceso de
selección de personal administrativo,
operarios y recicladores proveedores de la
empresa
A.2.2. Visitas domiciliarias operarios de la
empresa
A.2.3. Acompañamiento a la socialización de
avances y resultados con las organizaciones
que conforman la empresa

3. Provisto un acompañamiento técnico


A.3.1.Jornadas de formación en aspectos
técnicos necesarios para la recuperación del
material requerido
A.3.2. .Jornadas de formación en aspectos
técnicos y logísticos necesarios para la
operación de la empresa.
4. Transversales
Coordinación
Gestión administrativa, logistica y financiera
257

CAPÍTULO XIII

Paz positiva mediante la transformación de vidas.


Estudio de caso: negocio inclusivo de Recicloplás
SAS con recicladores en Cali
Erli Margarita Marín
Profesora titular e investigadora FIGRI-CIPE
Universidad Externado de Colombia

Introducción
Ahora, cuando uno de los objetivos mundiales son paz, justicia e instituciones
sólidas –precisamente, el objetivo de desarrollo sostenible– (ODS-16) y justo en
este momento cuando Colombia se encuentra en una etapa de posacuerdo, es
preciso considerar que el éxito no es simplemente obtener dinero. Es necesario
entrar en un espacio en el que el pensamiento crítico, las ideas y la imaginación
importen, como lo anotara Martha Nussbaum (2010). Estas y otras ideas me
vienen a la mente cuando considero el ejercicio de sistematización de la expe-
riencia social que da cuenta de la intervención de la Fundación Carvajal, para
la puesta en marcha y el fortalecimiento de Recicloplás SAS en Cali, Colombia.
Un ejercicio que muestra el compromiso de empresarios con organizaciones de
base, recicladores y con el medioambiente, en una estrategia de responsabilidad
social y sostenibilidad de Carvajal Empaques.

Si bien la sistematización del proceso de intervención socioempresarial de la


que aquí se hace referencia y que acompaña estas páginas, es un referente de
gestión del conocimiento al servicio de actores involucrados e investigadores
Paz positiva mediante la transformación de vidas. Estudio de caso: negocio inclusivo
258 de Recicloplás SAS con recicladores en Cali

de estos asuntos. Lo que se subraya en este artículo son esas transversalidades


que robustecen la intervención de la Fundación Carvajal y que articuladas con
Carvajal Empaques, logra transformaciones en términos de construcción de paz
positiva. En este proceso hay abordajes en términos de responsabilidad social
(particularmente negocios inclusivos), fortalecimiento de organizaciones de
base y grupos de recicladores; plan de negocios focalizado en la transformación
y medioambiente, en específico de recuperación y reciclaje, y construcción de
paz (si bien aquí se hace énfasis en la positiva, no se desconocen los logros de la
negativa ni los de la paz imperfecta. Más adelante se detallará en sus definicio-
nes.), por mencionar solo algunos.

De manera puntual, la sistematización de tipo descriptivo de esta experiencia


es abordada desde la perspectiva institucional (Fundación Carvajal, que trabaja
en alianza con Carvajal Empaques) y social (Arena, Redcol y Ecofuturo, como
organizaciones socias en Recicloplás SAS). No obstante, también tuve la opor-
tunidad de visitar las instalaciones de la planta de transformación de plástico
liviano, dialogar con el gerente y algunos de los representantes de las organi-
zaciones socias en el trabajo de campo que adelantaron dos estudiantes54 de la
maestría en responsabilidad social y sostenibilidad de la Universidad Externado
de Colombia. Como tutora de su tesis, los acompañé en la visita a la Fundación
Carvajal donde conversamos con los directivos, con el equipo técnico y la coor-
dinadora de proyectos de la unidad de desarrollo empresarial de la organización.

Así las cosas, el problema que identifica este estudio de caso va más allá de
ubicar una oportunidad de aunar esfuerzos empresariales y sociales: ¿qué impactos
y alcances pueden rastrearse en la intervención de la Fundación Carvajal en
alianza con Carvajal Empaques, con la puesta en marcha y el fortalecimiento
de Recicloplás SAS?

En principio, la premisa de trabajo sería señalar que se trata de un caso pro-


ducto de la política de responsabilidad social de Carvajal Empaques en el marco
de su inversión social, que tiene como centro de actividad la ciudad de Cali,
en el departamento del Valle del Cauca. Con base en lo anterior, se decidió
una aproximación analítica más a la deriva, propia de los estudios de caso. Es
decir, sin premisas de trabajo, sin inmediación a priori. Ello, en aras de identifi-
car impactos internos y externos y otros que quizá vayan un poco más allá del
territorio donde opera.

54. Lizeth Viviana Salamanca y Juan Manuel Santoyo, quienes para la escritura de este docu-
mento habían hecho la sustentación del trabajo y esperaban la fecha de grado.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 259

Para adentrarnos en el estudio de caso, primero se precisa una aproximación


teórica a modo de guía para el análisis dividida en tres apartados. El primero,
un apartado que condensará el marco teórico, así: 1. referentes sobre los estu-
dios de caso; 2. referentes sobre los estudios responsabilidad social, incluida la
modalidad de inversión social –señalada en la sistematización adelantada por
Fundación Carvajal y Recicloplas SAS–, y 3. Abordaje de la sostenibilidad tanto
desde el fortalecimiento de organizaciones de base como desde lo ambiental, en
específico lo relacionado con recuperación y reciclaje. Dado que el caso presenta
elementos sustanciales para considerar supuestos estructurales y culturales para
trabajar en función de paz positiva, se resalta esta construcción como aporte
diferenciador que devela el caso y se convierte en referencia para la gestión de
conocimiento con múltiples lecciones. En el segundo apartado de análisis y en
el tercero se hace una síntesis del caso, mezclando la inducción y la deducción
para mostrar el aporte a la construcción de paz positiva en Cali, en el Valle del
Cauca y en Colombia.

Pautas para un acercamiento al caso


La incertidumbre del caso de estudio se centra en los impactos y alcances
externos que derivan de lo trabajado internamente. En la puesta en marcha
de una empresa de recuperación, acopio y transformación de plástico liviano,
como lo es Recicloplás SAS, hay lecciones aprendidas para las asociaciones de
recicladores, para Carvajal Empaques y para la Fundación Carvajal. Unos y otros
le han apostado al proceso. Pero y ¿más allá? Ahí es cuando se intenta identificar
impactos y alcances.

El método de estudio de caso facilita hallazgos importantes dado que que


posibilita recopilar datos cuantitativos y cualitativos de diferentes fuentes y
combinarlos con el análisis inductivo propio del investigador. De hecho, va-
rios autores consideran que este método “(…) ha sido una forma esencial de
investigación en las ciencias sociales y en la dirección de empresas” (Martínez,
2006, p. 167). Ahora bien, debe tenerse en mente que los estudios de caso son
un método apropiado para lo que se considera nuevo y para aquello en lo que
la frontera entre el fenómeno y su contexto no es tan nítida. Pérez y Romero
(2016), retomando a Stake (1992), recuerdan que “(…) el estudio de caso es la
investigación de la particularidad y complejidad de un caso individual, llegando
a entender su desarrollo dentro de unas circunstancias relevantes” (p. 21). Por
ello, este caso se considera intrínseco y único.
Paz positiva mediante la transformación de vidas. Estudio de caso: negocio inclusivo
260 de Recicloplás SAS con recicladores en Cali

Hace más de 30 años, Votaw, citado por Garriga y Melé (2004), indicó que la
responsabilidad social (RS) no siempre significa lo mismo para todos y esa situa-
ción se mantiene. Por ello, es preciso detenerse en dos sentidos: de un lado, para
conocer las perspectivas del desarrollo teórico y, del otro, el concepto mismo.
Puntualmente, las teorías se pueden agrupar en cuatro: teorías instrumentales,
teorías políticas, teorías integrativas y teorías éticas (Garriga y Melé, 2004).
Para ir directo al caso que nos ocupa (Recicloplás SAS), señalamos que en
términos de RS la relación empresa-sociedad está orientada por las teorías éticas.
Es decir, se privilegia un accionar correcto y se busca una buena sociedad. Para
ello, se cuenta con una teoría normativa que comparten los grupos de interés
(stakeholders), con el respeto los derechos humanos universales, con el desarro-
llo sostenible y con el enfoque del bien común, que aparecen en la declaración
de principios para los empresarios de la Caux Round Table.55 De hecho, en esta
cuarta opción también se pueden enmarcar los principios del pacto mundial
(Global Compact).
De otro lado, como se había advertido, el concepto RS es polisémico. De ma-
nera general y por considerarla integral, aquí se retoma la definición del Foro de
Expertos del Ministerio del Trabajo y Asuntos Sociales de España, presentada
por Pérez y Romero (2016):
(…) además del cumplimiento estricto de las obligaciones legales vigentes, estas
integran de manera voluntaria, en su gobierno y gestión, en su estrategia, políticas
y procedimientos, las preocupaciones sociales, laborales, medioambientales y de
respeto a los derechos humanos que surgen de la relación y el diálogo transpa-
rentes con sus grupos de interés, reponsabilizándose así de las consecuencias y
los impactos que se deriven de sus acciones (p. 34).
Había anunciado un énfasis en la modalidad de inversión social que más se
ajusta al caso que aquí se trata. Lo primero es indicar que la inversión social
describe “(…) la práctica de hacer contribuciones voluntarias, financieras y no
financieras, que ayudan a las comunidades locales y a las sociedades más am-
plias, frente a sus necesidades de desarrollo” (Chávez, Yepes, y Shaun, 2012).
El modelo en el que se enmarca el caso es el de negocio inclusivo y tiene la
cualidad de crear valor compartido (Porter y Kramer, 2011). En otras palabras,
esta modalidad identifica las “(…) iniciativas empresariales económicamente

55. La Caux Round Table cree que el empresariado mundial debe jugar un papel más importante
en la mejora de las condiciones económico-sociales. Como declaración de objetivos, este
documento aspira a expresar una norma mundial para “medir” la conducta de las empresas:
se pretende establecer un procedimiento que identifique valores compartidos, reconcilie
valores no compartidos y desarrolle, consecuentemente, una común interpretación de con-
ducta empresarial aceptada y respetada por todos.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 261

rentables, ambiental y socialmente responsables, que en una lógica de mutuo


beneficio incorporan en sus cadenas de valor a comunidades de bajos ingresos
y mejoran su calidad de vida” (Pérez y Romero, 2016, p. 49). De esta manera,
procurar un cierre del ciclo del plástico liviano más allá de completar un ciclo
industrial, significa tener una preocupación ambiental no solo por el territorio
donde opera la empresa, sino por el mundo. Como mencionaron Porter y Kramer
(2011), las empresas son vistas como las causantes de problemas ambientales,
sociales y económicos. Así, abordar el cierre del ciclo del plástico liviano posibilita
una adecuada recuperación y procesamiento de estos materiales, de modo que
se reintegran al ciclo productivo y se desvían de la ruta que los lleva a afectar
caños, lagos y mares. En realidad, la acción está alineada con el core del negocio
y el impacto neto es positivo.

Lo anterior puede parecer muy sencillo, pero envuelve todo un proceso que
involucra los grupos de interés de las organizaciones y el negocio, en el que las
buenas prácticas de sostenibilidad están en el centro. De lo que se trata es que
la organización sea sostenible en el sentido de que satisfaga las necesidades del
presente sin comprometer las necesidades de generaciones futuras. Una fórmula
suele estar ligada al enfoque de las cuatro erres: replantear, reducir, reutilizar y
reciclar. Justo, es la apuesta de la empresa asociativa que recupera y transforma
plásticos livianos que aquí se convierte en nuestro caso.

En ese proceso se descubre uno de los valores fundamentales en la responsa-


bilidad organizacional como en la sostenibilidad misma. Es decir, se considera:
una viabilidad financiera (tanto para la empresa como para las personas de bajos
ingresos), un progreso social (formalización de la economía, mejora de la cali-
dad de vida, empoderamiento de las comunidades involucradas) y un balance
ecológico (ecoeficiencia, mitigación de impactos ambientales y producción en
armonía con el medioambiente) que, para el Consejo Empresarial Colombiano
para el Desarrollo Sostenible (2017, p. 11), son los criterios para la sostenibilidad.

Se apela a la dignidad humana porque, como solía decir Manuel Carvajal:


“No puede haber una empresa sana en un medio social enfermo, porque tarde
o temprano los males de la sociedad repercuten en su desempeño” (Fundación
Carvajal). De modo que el empresario responsable considera la dignidad humana
y busca solución a los problemas sociales, una preocupación también de la Caux
Round Table.56 Quizá por ello, la sostenibilidad relaciona el fortalecimiento de

56 Se tienen como principios: 1. la responsabilidad de las empresas: más allá de los accionis-
tas, hacia todas las personas involucradas en los negocios; 2. el impacto social y económico
de las empresas: hacia la innovación, la justicia y una comunidad mundial; 3. la conducta
de las empresas: más allá de la letra de la ley, hacia un espíritu de confianza; 4. respeto a la
Paz positiva mediante la transformación de vidas. Estudio de caso: negocio inclusivo
262 de Recicloplás SAS con recicladores en Cali

organizaciones de base, como en este caso las de los recicladores. En general, la


literatura hace un llamado a concienciar a las empresas sobre la inclusión social
de población en condición de vulnerabilidad. De hecho, las empresas no pueden
triunfar en sociedades que fracasan, por lo que han de estar interesadas en la
estabilidad y prosperidad de las sociedades donde operan (Consejo Empresarial
Colombiano para el Desarrollo Sostenible, 2017). Los negocios inclusivos son
una forma de construir capital social tanto económico como social y ambiental.

La descripción de la experiencia de la sistematización permite advertir que Car-


vajal Empaques, en el marco de su estrategia de RS, trabajaba en una estrategia
para reincorporar el plástico liviano como materia prima en el proceso produc-
tivo de envases y contenedores. Del mismo modo que señala que, la Fundación
Carvajal57 contaba con una experiencia de trabajo con población recicladora en
Cali, donde más que dar cumplimiento a la sentencia T-291, instó un trabajo por
etapas: desde el Ser hasta la empresarial. De modo que, para cerrar este primer
apartado, se ahondará en la construcción de paz positiva.

Lo que puede pasar inadvertido es que la identidad de la paz ha ido transfor-


mándose a lo largo de la historia. Colombia lleva tantos años en conflicto armado
interno, oficialmente reconocido o no, que la firma del acuerdo de paz con las
Farc58 ha polarizado la sociedad. De hecho, paz y violencia son términos que van
de la mano. Galtung, en uno de sus trabajos seminales, señalaba que la violencia
es la causa de la diferencia entre lo potencial y lo efectivo; entre aquello que
podía haber sido y aquello que realmente es (Galtung, 1969). Quizá esa díada
hace que en ocasiones se invisibilicen las apuestas de los empresarios y el papel
de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) o entidades sin ánimo de lucro
(ESAL) en construcción de paz.

Mucho más cuando se trata de la paz positiva, un concepto introducido por


Galtung (1964). La referencia directa es a “la integración de la sociedad humana”
(Galtung, 1964, p. 2). La paz negativa hace referencia a la ausencia de violencia
directa o cesación de hostilidades. Lo cierto es que “(…) la violencia descansa
en la estructura y se manifiesta como la desigualdad de poder y –consiguiente-
mente– la desigualdad de oportunidades de vida” (Harto de Vera, 2016, p. 131).
No es un secreto que Colombia es uno de los países más desiguales de la región,
según el foro económico de Davos, y la paz positiva coincide con una situación

legalidad; 5. apoyo al comercio multilateral; 6. respeto al medioambiente, y 7. prevención


de operaciones ilícitas (Bajo, González, y Fernández, 2013).
57. En 2010 aceptó la invitación de la Superintendencia de Servicios Públicos para volver em-
presarios del reciclaje a quienes habían salido del proceso de cierre del botadero de Navarro.
58. Con la que fuera la guerrilla más antigua de América Latina.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 263

de justicia social definida como la distribución igualitaria del poder y de los


recursos (Harto de Vera, 2016). De modo que, la paz imperfecta surge como
“(…) una apuesta teórica enmarcada en una apertura metodológica concebida
en términos transculturales y transdisciplinares que permite la ampliación del
campo de estudio a todos aquellos elementos que pueden considerarse relacio-
nados con un concepto amplio de paz” (López, 2011, p. 86).

La claridad en esta terminología permite adentrarse en la sistematización del


caso que nos ocupa, que más allá de un acompañamiento técnico, administrativo
y social al proceso de la plana transformadora de plástico liviano, deja ver una
estrategia de RS que si bien satisface objetivos sociales y ambientales no se aleja
de la posibilidad de lograr lucro, pero donde lo más importante es hacer el bien.
Son negocios inclusivos que abren la puerta a crear condiciones que realmente
transformen contextos y posibiliten una sociedad en la que la cooperación y
la justicia tengan más posibilidades. Construyen caminos para la paz positiva.

Un paso a paso en el análisis de la experiencia


Al comienzo se mencionó el ODS 16 como apuesta del mundo. Un juego
relativamente reciente en cuanto la Agenda 2030 se fijó en 2015. No obstante,
viene desde cuando Ban Ki-moon lanzó la iniciativa Business for Peace en el
2000. Lo cierto es que sigue siendo un asunto nuevo y no hay una clara frontera
entre el fenómeno y el contexto, dos rasgos distintivos cuando se hace referencia
al aporte de las empresas a las cuestiones de paz. Justo por ello, el estudio de
Recicloplás SAS se torna interesante.

Es en 2013 cuando empieza la historia precisa del caso.59 Al año siguiente, en


2014, se perfila la propuesta de reordenación de la experiencia con la creación
y puesta en marcha de la empresa asociativa. En el camino recorrido por la
Fundación Carvajal se adelantó una alianza público-privada (APP).60 Ahora se
trata de una alianza en la que Carvajal Empaques, como empresa ancla, vincula
tres organizaciones de recicladores (Arena, Redcol y Ecofuturo) y a la Fundación
Carvajal, una fundación empresarial que identifica la oportunidad.

Más allá de eso y de la decisión de ser socialmente responsables, las organi-


zaciones aliadas reconocen formas nuevas y mejores de desarrollar productos,
atender mercados y construir empresas productivas que, como lo indicaban

59. Revisar la sistematización del caso, en el que se precisan los antecedentes al caso analizado.
60. Puntualmente son iniciativas de colaboración con las que se pretende aunar voluntades, re-
cursos y capacidades de los actores que las conforman para una visión y esfuerzo comunes.
Paz positiva mediante la transformación de vidas. Estudio de caso: negocio inclusivo
264 de Recicloplás SAS con recicladores en Cali

Porter y Kramer (2011), son formas de generar valor compartido y así liderar
progreso social.

Las tres organizaciones telantiguo botadero de Navarro61 que decidieron apos-


tarle al proceso, pasaron por una etapa de capacitación que no solo dignificó
a sus miembros como recicladores, sino que los robusteció como empresarios.
Concretamente, fueron 280 asociados de Redecol, 145 asociados de Arena y 64
miembros de la fundación Ecofuturo. Nótese que se hace referencia a casi 500
cabezas de familia que vienen del proceso de cierre del botadero de Navarro, lo
que conlleva un impacto social alto si se tiene en cuenta que las familias tienen
más de tres hijos.

Ahora bien, ellos como organización y como asociados, recibieron capacita-


ciones y así estuvieron habilitados para elaborar el plan de negocio para hacer
las escamas o pellets que se convierten en materia prima para otros productos.62
Luego, con la planta en funcionamiento y un proceso de sensibilización con
organizaciones y empresas para contar con los materiales requeridos, lograron
el desarrollo de un proyecto ecológico social y rentable. Para el 2017, ya con-
taban con contactos más allá de la capital de Valle. Se extendían hasta Bogotá
y Medellín.

De esta manera, buscan asegurar no solo un trabajo digno (cumpliendo con


el ODS 863) para los empleados directos e indirectos de Recicloplás SAS, sino
una empresa sostenible (para las organizaciones involucradas). En el programa
se generan beneficios para los diferentes actores involucrados: a Carvajal Em-
paques le da una alternativa sostenible para el cierre de ciclo de los empaques
plásticos; a las organizaciones de recicladores no solo les da una posibilidad de
ser empresarios, sino que se valora su experiencia y su saber para la recolección,
separación y acopio de materiales reciclables. Definitivamente, así se disminuye
el impacto ambiental de los plásticos livianos que hasta ahora eran basura, y se
crea valor compartido.

En la base de todo el proceso está el ser, la familia y el emprendedor. Se desa-


rrollan capacidades en los términos del Banco Mundial que, citados por Balanzó
(2016), consisten en:

61. En el corregimiento de Navarro operó por más de 30 años el botadero de basura a cielo
abierto de Cali, pero el 25 de junio de 2008 fue clausurado por condiciones ambientales y
para salvaguardar la salubridad pública.
62. Se pueden fabricar estibas, parques infantiles, materas, bancas y escritorios, entre otros.
63. Trabajo decente y crecimiento económico.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 265

(…) un proceso de aprendizaje impulsado localmente por líderes, coaliciones y


otros agentes de cambio que provoca cambios en los factores sociopolíticos, rela-
cionados con las políticas y la organización para mejorar la autodeterminación
local, la efectividad y la eficiencia de los esfuerzos para lograr un objetivo (p. 27).

De manera concreta, la Fundación Carvajal hizo un acompañamiento al reci-


clador como persona, y a su familia. Trabajaron los valores64 que le permiten al ser
interactuar o convivir con otros individuos y posibilitan orientar las conductas
para tener una mejor sociedad. En realidad, la formación en valores tiende a ser
una responsabilidad compartida corporativamente entre la familia y el Estado, a
través del sistema educativo, pero en este caso, las dos instituciones estuvieron
ausentes en la vida de los recicladores.

De modo que la Fundación Carvajal asumió la responsabilidad comparti-


da como “agente moral” en los términos de Touriñán (2008). Es decir, para
asegurar que los recicladores del antiguo botadero tengan más oportunidades
para alcanzar el progreso social, se centraron en el individuo y con formación
en valores buscaron la construcción de capacidades humanas y sociales.65 Por
ejemplo, trabajaron las relaciones afectivas, la familia, la relación con los hijos,
la resolución de conflictos, los límites y los acuerdos, entre otros. De igual ma-
nera, puede mencionarse que la introspección sobre la cultura de ser empleado
no solo implica tener acceso a la seguridad social, sino también una verdadera
transformación en el ser que se percibe y es percibido como reciclador de oficio.
Sencillamente, esto lleva a un cambio en la calidad de vida.

El neófito en estos asuntos puede preguntarse por el aporte real a la paz y si el


proyecto se enmarca como negocio inclusivo que está alineado con el core de la
organización. Lo primero que habrá que dejar en claro es que “(…) las medidas
destinadas a individualizar y fortalecer estructuras que tiendan a reforzar y con-
solidar la paz a fin de evitar una reanudación de conflicto” (Prandi y Lozano,
2010, p. 28) son constructoras de paz. Así las cosas, no se puede desconocer
que los negocios inclusivos son una modalidad de inversión social que a la luz
de las varias investigaciones académicas (Romero y Pérez, 2018; Fundación
Paz y Reconciliación, 2017; Fundación Ideas para la Paz, 2014), son vehículos
promisorios para impactar poblaciones y territorios en términos de sostenibilidad
y construcción de paz.

64. Los éticos y morales permiten hacer el bien; los políticos y sociales permiten la convivencia;
los económicos para que se pueda subsistir, y los estéticos: percepción de belleza.
65. Nussbaum (2012) anotaba que las capacidades no son simples habilidades, incluyen las
libertades y las oportunidades creadas.
Paz positiva mediante la transformación de vidas. Estudio de caso: negocio inclusivo
266 de Recicloplás SAS con recicladores en Cali

En realidad, “(…) el estado de paz vendría a coincidir con una situación de jus-
ticia en la que las relaciones intergrupales son de tipo cooperativo y se encuentran
vigentes en su plenitud los derechos humanos” (Harto de Vera, 2016, p. 129). Y
ahí, en la transformación de lo estructural para lograr una paz positiva, las ESAL
desempeñan sus papeles, según lo señala el Banco Mundial (2006) basado en
los trabajos de Thania Paffenholz (2009): protección de ciudadanos, monitoreo,
incidencia política, socialización, construcción de comunidad, intermediación y
facilitación entre ciudadanos y Estado y prestación de servicios. Indudablemente,
el estudio de caso muestra un juego en términos de construcción de comunidad
que facilita la cohesión social.

No se precisa ahondar demasiado para conectar que la incidencia política a


la que se refiere Paffenholz (2009), es el resultado del trabajo mancomunado de
ESAL y el sector privado, cuando son conscientes de que su papel es procurar
sostenibilidad hacen incidencia en las políticas públicas. En el caso que nos ocu-
pa, ya se ha abierto paso a la voluntad política en decisiones de política pública
que involucran a estas organizaciones en materia ambiental,66 para contratación
con entidades públicas,67 entre otras, pero faltan algunas decisiones de política
pública68 que aun requieren mayor concurso de la triada (público, privado y
sector no lucrativo).

En efecto, abrir posibilidades laborales o dar oportunidad a los recicladores del


antiguo basuro de convertirse en empresarios del reciclaje, es una acción que
los dignifica como personas y coadyuva a robustecer el tejido social. Puntual-
mente, es vincular a las poblaciones de bajos ingresos como aliados y socios. De
esta manera, las partes69 cuentan con una base de crecimiento y posibilidades
de desarrollar innovación a mediano y largo plazo. De ahí que la experiencia y
la sistematización misma se constituyen en piezas de conocimiento que pueden
iluminar a otros en el territorio y allende.

Llama la atención que para el proceso de sistematización se recurre nuevamente


a los beneficiarios para establecer la historia y tener las narrativas de cada uno de
los involucrados en términos de lecciones aprendidas. Para ello se establecieron
categorías de análisis que incluyen calidad de vida, adquisición de conocimiento

66. Arena hace recuperación de cuencas de quebradas y del mismo río Cali.
67. La Universidad del Valle contrata con ellos la recolección de material reciclable en la sede
universitaria y tiene puntos de acopio.
68. Entrada en funcionamiento de la ruta selectiva de material reciclable de la que se hace
mención desde hace varios años.
69. Para el caso, la empresa ancla (Carvajal empaques), Fundación Carvajal y, las tres organi-
zaciones de recicladores.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 267

técnico y propuesta de cambio. Ello, simplemente, da cuenta del involucramiento


entre los que hacen parte de Recicloplás SAS.

Una síntesis para puntualizar aportes


En este estudio de caso se pueden identificar las lecciones aportadas por cada
actor involucrado. El ser fue la focalización seleccionada por Carvajal (Fundación
y Empresa) para proveer habilidades y competencias en los recicladores. Con los
resultados se evidencian éxitos en diferentes frentes, lo que enseña de la solidez
que se logra con procesos de intervención social integral. No obstante, es vital
que la apuesta sea a mediano y largo plazo.

Otra lección que puede tomarse está relacionada con los frutos que dan las
alianzas. Al inicio fue una APP que luego derivó en una alianza de organizacio-
nes privadas. Empresa ancla: Carvajal Empaques. La otra: una organización que
asocia a las tres ESAL. Unidas configuraron una sociedad anónima simplificada.

El comportamiento responsable de una empresa (Carvajal Empaques), la mueve


a diseñar una estrategia para el cierre del ciclo de plástico liviano. Luego, mediante
una línea de inversión social, hace una apuesta para transformar las situaciones
de violencia estructural. Hace una apuesta de construcción de paz. A su vez,
las tres ESAL aliadas, trabajan en la creación de mejores condiciones de vida,
incluso en alternativas para la resolución pacífica de conflictos y generación de
confianza. También se convierten en ejemplos de construcción de capital social
al estrechar los vínculos familiares y hacer empresa. De esta manera, se cierran
brechas dentro del círculo de la pobreza y se abren alternativas que no habían
sido vistas: el reciclador contribuye como gestor ambiental.

Es una transformación que si bien es promovida por los principios y valores que
maneja una ESAL (Fundación Carvajal), hace corresponsables a los individuos
y extiende su impacto a familias y comunidades. Hay preocupaciones, sociales,
laborales y ambientales y por eso se trabaja con responsabilidad. Además, se
cuenta con una estrategia de sostenibilidad y se desarrolla con una apuesta de
incidencia política constructiva que posibilita toma de decisiones de política
pública para el beneficio común. Definitivamente, un aporte a la paz, como
lo hace Recicloplás SAS, integra dos dimensiones: una claramente socioeco-
nómica, en cuanto negocio inclusivo (en 2017 logró el punto de equilibrio, de
manera que al lograr mayores negocios puede ampliar los dividendos para sus
socios accionistas), y otra de reconciliación, porque construye puentes entre
individuos, sus familias y, en comunidades (Fundación Paz y Reconciliación,
Paz positiva mediante la transformación de vidas. Estudio de caso: negocio inclusivo
268 de Recicloplás SAS con recicladores en Cali

2017), (Fundación Ideas para la Paz, 2014). Los caleños, en este caso, perciben
de manera más amable a estos gestores, que cumplen una función ambiental y
ese conjunto de oportunidades que conforman las libertades sustanciales de las
que habla Nussbaum posibilitan condiciones de paz.
269

CAPÍTULO XIV

Decidí perdonar en prisión.


Programa Perdón y Reconciliación, de la
Fundación los del Camino. Mujeres sindicadas del
establecimiento penitenciario Eron Jamundí
Diana Marcela Díaz Gómez y María Elena Díaz Rico

Si yo no reconozco mi pasado es posible que tienda a repetirlo. Por eso, es necesario


mirar atrás, no para lamentarse, sino para aprender y empezar a obrar diferente

Fundación Los del Camino, 2017.

Introducción
El presente documento presenta la evaluación de la incidencia del programa
Perdón y Reconciliación (PPR), de la Fundación Los del Camino (FLC), en la
resocialización de mujeres sindicadas del establecimiento penitenciario Eron
270 Decidí perdonar en prisión

Jamundí. Inicialmente participaron 25 mujeres internas en situación de sindi-


cadas a la espera de un juicio. Su edad osciló entre los 19 y los 55 años de edad.
El que perdona la ofensa cultiva el amor; el que insiste en la ofensa divide a los amigos.
Proverbios 17:9

El estudio se centró en las acciones del programa Perdón y Reconciliación,


el cual favoreció la resocialización mediante diversas estrategias que lograron
transferir principios cristianos centrados en el perdón y el amor como elementos
determinantes para resignificar la realidad y modificar pensamientos, sentimien-
tos, comportamientos. Parte de las herramientas del programa consistían en
resaltar el valor de la mujer, afirmar sus cualidades, evitar los prejuicios y tener
manifestaciones de amor, escucha y respeto para cada una.

Durante siete meses, con intervenciones semanales en el establecimiento peni-


tenciario, se aplicó el método de investigación evaluativa. Uribe (1996) expresa
que Suchman (1967) asume como propósitos de la evaluación los expuestos por
Bigman (1961). Manifiesta que la investigación evaluativa es una herramienta
metodológica que permite describir si los objetivos fueron alcanzados y de qué
manera determinar las razones de los éxitos y fracasos, al igual que descubrir los
principios que subyacen un programa, redefinir los medios que se van a utilizar
para alcanzar los objetivos y las metas, a la luz de los descubrimientos de la
investigación.

Nos centramos en profundizar el componente perdón del programa, asunto que


les permitió a las internas una nueva perspectiva de vida, logrando con ello hacer
frente a su realidad, reconocer su historia y tratar de darle un nuevo sentido que
estimule el perdón y la reconciliación consigo misma y con el otro. El propósito
del programa fue generar conciencia que llevara a un cambio de pensamiento
y actitud a partir de la vivencia de principios y valores que buscaban impactar
favorablemente los niveles de convivencia en los establecimientos carcelarios
y preparar a las participantes en su proceso de resocialización al momento de
obtener la libertad.

Se aplicó una encuesta al iniciar y al finalizar el programa, construida con


base en los asuntos principales que la conforman, con el fin de identificar la
perspectiva de las sindicadas en su momento frente a su historia, el perdón, la
empatía, la reconciliación, las emociones que las acompañan y su proyecto de
vida. Al finalizar el programa, por medio de la información recogida y la encuesta
final se concluye que la población objeto, efectivamente, está en capacidad de
transformar sentimientos de odio y resentimiento y a cambio generar actitudes
propositivas y de perdón que favorezcan su entorno familiar y social, dando así
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 271

la esperanza de replantear su realidad, reestructurar su proyecto de vida, reparar


y sanar la concepción de mujer.

Programas de trasformación, perdón y reconciliación


Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente,
así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.
Efesios 4:32

En México nacieron las llamadas escuelas de perdón y reconciliación (Espere),


de la necesidad de que como país, como ciudadanos y como miembros de una
comunidad que se violenta cada vez más, nos uniéramos para construir herra-
mientas que contribuyan a la difusión de una cultura no violenta. Larrañaga
(2016), expresa que las víctimas de violencia de algún modo quedan con traumas
o heridas. Sin embargo, mediante el proceso de perdón y reconciliación esas he-
ridas sanan y ello Herman (2003) propone crear un ambiente seguro, contar las
historias, hacer duelo y reconectarse, lo cual ha sido aplicado por personas que
trabajan en diversas áreas sociales, por líderes comprometidos con su comunidad
y por psicólogos, sacerdotes y pastores evangélicos.

La metodología del programa Espere aborda situaciones de violencia mediante


el reconocimiento de los factores emocionales, discursivos y actitudinales de la
violencia social y estructural. Espere es una estrategia metodológica de corte
psicosocial y político que busca que cada sujeto partícipe y asuma un papel
activo que lo lleve de ser víctima de una ofensa a ser cocreador de su victoria.

Frente a la violencia y a sus causas, las Espere permiten que las personas recep-
toras de alguna forma de violencia consoliden nuevos aprendizajes en el manejo
de emociones y de restauración social, cultural y psíquica luego del caos de la
ofensa, a partir de la base de que la violencia siempre desestructura las tres eses:
1. Seguridad: referida a la autoestima y al autoconcepto del sujeto, lo que le
facilita incluirse en dinámicas sociales.
2. Significado de la vida: principios y valores rectores del accionar cotidiano.
3. Sociabilidad: disposición para establecer relaciones sociales armónicas.

Zambrano y Oviedo (2015) exponen el programa de atención psicológica


integral para reinsertados (Papsir), acompañado por psicólogos que diseñan
propuestas para procesos de reinserción, principalmente en clave del diálogo
víctima-victimario.
272 Decidí perdonar en prisión

Me di cuenta de que cuando me llenaba de resentimiento, aumentaba mi estrés,


no dormía bien y mi atención se dispersaba (interna del PPR de la FLC, 2017).

Se formuló una estructuración del programa en tres etapas. La primera se centra


en un reconocimiento y aceptación que lleve a redimensionar su vida luego de
la ocurrencia de hechos delictivos o dañinos en su contra (o por su parte, como
en el caso del victimario). La segunda se denomina el perdón –principalmente
de perdón y reconciliación– el cual debe brotar del interior de cada uno de los
sujetos comprometidos en estos procesos de reinserción. Por el lado del victimario,
ello no implica olvidar el daño cometido, pero sí buscar la obtención el perdón
por parte de la víctima. Finalmente está la etapa denominada reconciliación, que
recuerda los compromisos a los que llegaron víctima y victimario con el propósito
de comenzar una nueva vida y redimensionar sus vidas.

El programa Perdón y Reconciliación, de la fundación Los del Camino (FLC),


arrancó en el año 2010 y su motivación principal fue ayudar a personas dete-
nidas a reencontrar su verdadera identidad, reconocer su error y reafirmar su
importancia como seres humanos con cualidades y defectos, así como reforzar
en ellos principios y valores que, finalmente, les permitirán desempeñarse en la
sociedad como buenos ciudadanos y mejores seres humanos.

Conforme a las anteriores experiencias revisadas y al interés de la fundación de


dar respuesta a la necesidad nacida hace siete años de sistematizar su experien-
cia para evaluar la efectividad del programa en los diferentes establecimientos
penitenciarios del país donde opera en convenio con el Instituto Nacional Pe-
nitenciario y Carcelario (Inpec), se consideró necesario hacer la evaluación del
programa implementado en el establecimiento penitenciario Eron, de Jamundí,
para identificar de qué manera se alcanza el objetivo de incidir en la resocializa-
ción de las mujeres sindicadas a través del programa Perdón y Reconciliación, así
como las razones de sus éxitos y fracasos y los principios que rigen el programa,
de tal forma que se puedan tomar decisiones en cuanto a los medios y metas
para alcanzar los objetivos.

La falta de perdón es como un veneno que tomamos a diario en pequeñas can-


tidades, pero finalmente nos termina envenenando (anónimo).

Sobre el programa perdón y reconciliación


El programa Perdón y Reconciliación tiene el propósito de cerrar circuitos
emocionales dolorosos derivados de momentos críticos y depresivos, a fin de
romper paradigmas mentales y generar sanidad emocional y espiritual y conse-
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 273

cuentemente, cambios que contribuyan al fortalecimiento del carácter y llevar


al crecimiento individual. Basado en principios bíblicos, se presenta a Dios
como un padre amoroso que perdona y restaura. Parte de las actividades del
programa se han direccionado por temarios de las escuelas Espere. Se trata de
un proceso de diálogo que trabaja el pasado de las personas relacionado con una
ofensa recibida. Posteriormente, se comparte la experiencia con otras personas
y se construyen nuevas interpretaciones que permitan recordar sin dolor y abrir
espacios a la reconciliación.

Para la FLC, perdonar principalmente es una decisión autónoma que libera


de las malas consecuencias de la rabia y el rencor y por tanto genera en sí mis-
mo una paz interior. Al perdonar se decide renunciar al dominio que tiene las
emociones sobre uno mismo, es decidir dejar de actuar conforme a lo que se
siente en el momento y actuar conforme a lo que se ha aprendido, según las
enseñanzas sustentadas en las escrituras bíblicas. Del mismo modo, se trata de
no permitir que otra persona tenga control sobre uno mismo, sino que cada uno
es responsable de lo que piensa, siente, dice y hace, de esta manera, el perdón
es una acción, pues es cada uno quien domina su cuerpo y alma.

El tomar esta decisión implica por ende vivir un proceso personal, se construye
un nuevo sentido de la situación y de la forma como se visualiza al ofensor, dan-
do paso a la empatía, no para justificar, sino para sanar, solo de esta forma será
transformada la manera de vivir, dejando a un lado todo odio y resentimiento que
no permite que se viva en amor, respeto y paz consigo mismo y con los demás.
Toman de referencia el libro de Efesios, capítulo 4, versículo 32, en el que dice
que sean buenos y compasivos los unos con los otros, y perdónense, así como
Dios los perdonó a ustedes por medio de Cristo.

Lo primero que involucra el perdón es el reconocimiento de las emociones


negativas, y en segundo lugar reconocer que el perdón es para sí mismo y no para
el otro, quien perdona se libera de todas esas emociones negativas.

La mejor manera de liberarse de los sentimientos de rabia, odio, rencor, dolor,


ira, etc., es a través del perdón, pues es el único camino en donde se puede lograr
una transformación de esas emociones.
Fundación Los del Camino 2017

Para el programa es importante llevarlas a reconocer que el perdón es la me-


jor vía para darle un nuevo comienzo a su realidad, hacerlo trae sanidad tanto
física, emocional y espiritual, además la decisión de dejar el pasado atrás por
medio de la reconciliación consigo misma invita a renunciar a una maleta pesada
274 Decidí perdonar en prisión

que simbólicamente significa estar llena de rencores, odios, tristezas y dolores


y cambiar una actitud negativa por una actitud de avanzar y creer en sí misma.

Principios que guían el programa:

El programa se divide en cuatro pilares, lo cuales son:

Pilar 1: Perdón.
Su propósito fue reconocer situaciones pasadas de la historia de vida de cada
una, con el fin de superar aquellas experiencias de ofensa y/o agresión que no
han permitido dar lugar al perdón y a la reconciliación, poder transformar rabias,
odios, rencores y deseos de venganza provocados por una ofensa recibida, para
construir nuevos significados a través de la palabra y la escucha, descubrir el
significado y las causas que tiene la violencia en la vida de cada uno.
Aprender a manejar las emociones y las consecuencias de las ofensas y/o agre-
siones, identificar las consecuencias de los sentimientos de rabia, odio, rencor
y dolor a nivel físico y emocional, visualizar el perdón como una actitud, un
proceso y una forma de vida siendo una herramienta necesaria para el desarrollo
del bienestar personal y social, reconocer la importancia de los principios y valo-
res en la relación con el otro, a fin de garantizar la no repetición de las ofensas.
A partir de lo anterior el programa busca que cada una de las mujeres partici-
pantes logren identificar las emociones que las han llevado a tomar decisiones
a la ligera, reconocer que siempre una decisión en base a las emociones puede
traer malas consecuencias y afectarlas; aprender a manejar las emociones, no
dejarse controlar por las emociones; desarrollar la capacidad para perdonar en
forma sincera, como la mejor solución para liberarse del odio y resentimiento;
aprender el significado de empatía y aplicación en sus vidas, comprender la
humanidad del otro sin justificar lo que hizo.

Pilar 2: Reconciliación

Su objetivo fue conocer el papel esencial de la justicia restaurativa dentro del


proceso de reconciliación, visualizar la restauración como el mejor camino para
llegar a la reconciliación, reconociendo la ofensa y restaurando los vínculos y
relaciones humanas, comprender la alianza en el proceso de reconciliación como
la forma de generar una convivencia pacífica y relaciones satisfactorias, mostrar
como una cultura de perdón y reconciliación promueve un camino seguro a la paz.

El perdón nos libra del enojo, del costo del odio y de dañar el espíritu
Hannah More
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 275

A partir de lo anterior el programa busca que cada una de las mujeres partici-
pantes logre reconciliarse con Dios, sus padres e hijos, puedan estar dispuestas
a restaurar alguna relación rota, para lo cual se les acompaña en el proceso de
reinterpretar el pasado, a fin de dotarlo con otro sentido transformador.

Pilar 3: Arrepentimiento y Libertad.

Sus propósitos fueron afirmar la identidad y el valor personal de cada interna,


identificar las heridas que ha dejado en su corazón las ofensas, los maltratos, los
sufrimientos emocionales y las dolencias físicas, identificar cuáles son los ele-
mentos en contra que no permiten mantener su libertad del alma, permanencia
en un acto de fe, la importancia de Dios como eje Principal del proceso.

A partir de lo anterior el programa busca que cada una de las mujeres partici-
pantes comprenda que Dios las sana y transforma, mediante un proceso de parte
y parte, lo que a la vez les permite sobreponerse en medio de las dificultades que
obstaculizan el proceso de perdón y reconciliación.

Pilar 4: Nueva vida

Su objetivo principal fue promover la sana Convivencia y resolución de conflic-


tos, identificar el poder que tiene la buena comunicación, desarrollar y estimular
la importancia del trabajo de equipo, diseñar y desarrollar un proyecto de vida.

A partir de lo anterior el programa busca que cada una de las mujeres parti-
cipantes pueda llegar a tener una comunicación asertiva, logren expresar sus
ideas, posturas, creencias de una manera eficaz con las demás personas, todo
esto para contribuir a una sana convivencia dentro de la cárcel y fuera de ella;
exploten sus talentos, recuerden sus sueños y trabajen por ellos, identificar que
cada una de ellas es valiosa e importante, que su vida tiene un gran sentido y
que debe re direccionarse construyendo un nuevo proyecto de vida; y por último,
que tengan claro que hoy son nuevas mujeres, que el proceso continua y que
en medio de ese proceso deben reflejar y aplicar todo lo aprendido y ser de gran
impacto para las personas que las rodean.

Cada uno es responsable de lo que piensa, siente, dice y hace, de esta manera,
el perdón es una decisión personal.
Fundación Los del Camino, 2017
276 Decidí perdonar en prisión

Tabla 13
Proceso para el alcance de objetivos

Concepción de Orden y secuencia de los Flexibilidad


sujeto por parte temas del programa
del programa
La meta del El programa inicia centrado Durante el proceso se hicieron diferen-
equipo de las vo- en la persona a fin de que ella tes ajustes. El equipo reconoce que la
luntarias era que logre identificar su compor- intervención en el contexto carcelario
las participantes tamiento, su identidad, su está sujeta a eventos inesperados que
se pudieran sentir esencia; es decir, que pueda obligan a modificar la ejecución de
amadas y valora- reconocer su condición y las actividades planteadas. Son cons-
das por Dios y un resignificarlo. Una vez iden- cientes de que el programa a veces se
otro, puesto que la tificado tomará la decisión debe alargar y tomar más semanas de
base del programa voluntaria de hacer cambios las que se espera (20 semanas). Para
no era fomentar y darle una nueva oportu- las gestoras, la fortaleza del programa
castigo, como se nidad a la vida con todas es ir al paso de las participantes sin
piensa popular- sus implicaciones, ajustando imponer y acelerar procesos que puede
mente, para que pautas de comportamiento y convertirse en algo contraproducente.
haya un cambio manera de vivir. El equipo decidió enfatizar lo referente
en las personas y De acuerdo con la estructura a las emociones, ya que considera-
no reincidan en del programa, los primeros ba que algunas mujeres todavía no
lo mismo. El pro- temas abarcan el perdón y tenían control sobre sus emociones.
grama hace todo la reconciliación y posterior- Se decidió tratar los efectos de las
lo contrario: le da mente el proyecto de vida. ofensas, agresiones en la mente, en
un valor a la in- Las líderes expresan que no las emociones y en la voluntad de una
terna, la dignifica puede haber una correcta persona. Para ello se dedica una sesión
resaltando sus cua- convivencia, una comuni- adicional.
lidades, la llama cación asertiva o un claro
por su nombre y Fue necesario fortalecer la empatía,
proyecto de vida, ni generar que las mujeres asuman una perspec-
en todo taller se una resolución de conflictos
saluda a cada una tiva diferente, miren la realidad desde
de manera positiva sin pri- diferentes puntos de vista y se pongan
con un abrazo y un mero sanar heridas. Antes
beso; es decir, se en el lugar del otro. Para ello se rea-
se deben resolver los propios lizaron ejercicios y actividades orien-
reconoce su valor conflictos.
y se afirman sus tadas a mirar con otra perspectiva las
cualidades Se prepara a las internas de acciones de las personas.
forma positiva a la nueva Constantemente se retó a las mujeres
Constantemente vida que tendrán al salir del
oran e interceden y se les afirmó que lo pasado en sus
establecimiento carcelario. vidas no determinaba quiénes eran,
por las mujeres. Si aún no han salido deben pues todos tienen la oportunidad de
empezar a vivir dentro de la cambiar su historia y asumir su respon-
cárcel con nuevas visiones y sabilidad.
proyectos y con mayor seguri-
dad y fortaleza.

Descripción del contexto en el que se desenvuelve la experiencia


El espacio físico de la investigación fue el Establecimiento Penitenciario de
Máxima Seguridad Carcelario de Eron Jamundí, donde se encuentran cerca
de 990 mujeres privadas de la libertad, de las cuales 250 están sindicadas, a la
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 277

espera de un juicio o condena que las puede llevar a la libertad o a la condena.


El espacio físico que se prestó de parte del Inpec Eron Jamundí para desarrollar
las actividades fue un auditorio mediano, el cual contaba con capacidad para 50
personas, éste se encontraba dentro de los pabellones de mujeres, era designado
exclusivamente para talleres educativos.
Su edad osciló entre los 19 años y 55 años, las ciudades de origen de las internas
eran: Cali, Buenaventura, Palmira, Buga, el Cerrito, Tumaco, Dagua, Cauca,
Antioquia y Caicedonia. 68% de ellas son bachilleres, 12 % quedo en el año
décimo y once, 12% es profesional, 4% tecnólogas, y otro 4 % no tiene ningún
estudio. Su estado civil es: 64% solteras, 24% unión libre, 8% casadas, 4% están
separadas y 72% tienen hijos.
Las ocupaciones que tenían antes de ingresar al Inpec fueron: Ama de casa,
comerciante, enfermera, manicurista, farmacéutica, profesora de primera infancia,
psicóloga, independiente y oficios varios. Incriminadas de. robo, venta de drogas,
asesinato, secuestro, extorsión y otros, con una permanencia en el Inpec desde
los 5 meses hasta los 34 meses.

Cómo se hizo
En la investigación participaron por parte de la FLC: Dos líderes del Progra-
ma Perdón y Reconciliación encargadas de la Coordinación y planeación de
actividades programadas en el INPEC, ambas trabajaron en equipo y delegaron
responsabilidades a los demás voluntarios que sirven en el programa. También
participó la psicóloga del PPR, principalmente tuvo el rol de gestora, quien
retroalimentó y ajustó todos los temas del programa perdón y Reconciliación,
responsable de la parte psicosocial.

Pensaba que el no perdonar, me hacía fuerte, pero descubrí que la falta de perdón
me estaba destruyendo.
Interna del PPR de la FLC, 2017

Por parte del INPEC: Participaron en el PPR inicialmente 25 Mujeres en si-


tuación de detención en el Establecimiento Penitenciario, mujeres sindicadas, es
decir, esperan su juicio y/o condena. Se les presentó el proyecto a las 25 mujeres,
y se les indicó que su asistencia era voluntaria, todas aceptaron iniciar el progra-
ma, sin embargo en el transcurso del programa salieron 9 participantes, no por
decisión propia sino por un cambio de taller, pasar a condenadas o la libertad,
es decir, que en todo el proceso se mantuvieron 16 mujeres. Cada participante
dio su consentimiento informado para participar del programa.
La selección de las participantes estuvo a cargo del INPEC, sin embargo cada
mujer decidía voluntariamente participar
278 Decidí perdonar en prisión

Proceso metodológico

Los métodos utilizados para la recolección de la información fueron: a) Revi-


sión documental, en forma específica, el direccionamiento estratégico, informes
de gestión y manuales del PPR de la FLC; b) entrevista semiestructurada a tres
miembros de la fundación, dos líderes del PPR y la psicóloga, centrada en la ca-
racterización del programa, sus objetivos, importancia, propósito, participantes,
voluntarios, dificultades, evaluación y expectativas, c) Aplicación de encuestas
al iniciar y al finalizar el programa, construida con base a los temas principales
que conformaban el programa como perdón, reconciliación, arrepentimiento
y libertad y nueva vida con el fin de identificar la perspectiva que tienen las
sindicadas frente a su historia, el perdón, la empatía, la reconciliación, las emo-
ciones que las acompañan en su momento y su proyecto de vida; la encuesta
constaba de 25 preguntas con 4 opciones de respuesta cada una, en la cual las
dos primeras opciones de respuesta (a y b) eran las respuestas más negativas y
las respuestas (c y d) las más positivas o acertadas. Se efectuó una comparación
de los dos momentos que permitió evidenciar la eficacia y logro de objetivos. d)
observación participante. visita semanal al desarrollo de programas y actividades,
e) diario de campo, registro de hallazgos y reflexiones frente al módulo el perdón.

Durante la ejecución del programa se establece por parte del establecimiento


un tiempo de dos horas y media para ejecutar las actividades programadas.
Durante el tiempo de estadía en la cárcel, la intercesión era un arma poderosa,
el equipo de intersección oraba por el grupo de mujeres mientras la gestora se
encontrara dando el tema, cada voluntaria debía observar a todas y orar a Dios
para que limpiara la atmosfera espiritual. Desde su perspectiva la cárcel es un
lugar que tiene una carga espiritual muy pesada, la cual debe ser contrarrestada
con oración, para que aquellas que están recibiendo el tema, puedan estar atentas
y no se interpongan barreras y bloqueos mentales.

La metodología que se utilizó semana a semana aparece en la Tabla 14.

Tabla 14
Actividades semanales

Actividad Tiempo dedicado


Saludo. Cómo se han sentido en la semana.
10 minutos
Oración para poner el taller en manos de Dios.
Repaso de lo visto la semana anterior. 10 minutos
Actividad lúdica, creativa –cuentos, canciones, juegos– para introducir
20 minutos
el tema central del día.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 279

Trabajo por subgrupos. Compartir reflexiones a partir del tema propues-


15 minutos
to.
Conferencia magistral a cargo de la coordinadora del equipo. 20 minutos
Ejercicios prácticos o actividad simbólica para interiorizar el tema abor-
dado y replantear compromisos voluntarios por medio de expresiones 15 minutos
escritas y públicas.
Cierre con un breve resumen a cargo de la coordinadora del equipo.
Consigna de la tarea para la siguiente sección (preguntas y reflexiones 10 minutos
para responder en su diario).
Dudas e inquietudes; tiempo para hablar personalmente con las internas
10 minutos
que lo requieran

Perdonar no significa olvidar, porque nadie puede olvidar las tragedias de su


vida, justificar los comportamientos violentos y negativos, más bien el perdonar
es un proceso de sanación de sí mismo en el cual se recuerda pero con otros
ojos, sin dolor.
Casarjian, R. (2005)
280 Decidí perdonar en prisión

Elementos constitutivos de la experiencia

Tabla 15
Principios que subyacen al programa

Reconocimiento Sanidad emocional y espiritual Resignificación, reconcilia-


historia de vida ción y empatía
Las pautas de crianza Identificar las emociones más caracterís- Reconocer la importancia de los
marcan significativa- ticas de la persona y las consecuencias de principios y valores en la relación
mente la historia del los sentimientos de rabia, odio, rencor y con el otro, para no repetir las
sujeto. El fin es superar dolor a nivel físico y emocional. ofensas.
aquellas experiencias Reconocer las emociones que las han Una cultura de perdón y recon-
de ofensa y agresión llevado a tomar decisiones apresurada- ciliación promueve un camino
que no han permitido mente. seguro a la paz.
dar lugar al perdón y a
Comprender que una decisión basada en Vivir con resentimiento trae
la reconciliación.
las emociones puede traer malas conse- como consecuencia ataduras,
Descubrir el significa- cuencias. tristezas, pensamientos de ven-
do y los efectos de la ganza, que no permiten vivir
Identificar las heridas que han dejado en
violencia en la vida de en libertad. Por esto se invita
su corazón las ofensas, los maltratos, los
cada uno. constantemente a tener actos
sufrimientos emocionales y las dolencias
Reconocer la historia físicas. de reconciliación consigo mismo
de vida para no caer para soltar el pasado, tomando la
Distinguir el valor del perdón y su inci-
reiterativamente en decisión de perdonar dicho suceso
dencia en la vida de cada persona, como
las mismas acciones y poder sobreponerse en medio de
una decisión, un proceso y una forma de
que les impiden gene- la adversidad.
vida, herramienta necesaria para el desa-
rar cambios. “Quien Sus fundamentos vienen de las
rrollo del bienestar personal y social.
olvida su historia está sagradas escrituras:
condenado a repetirla” Superar obstáculos y situaciones pasadas.
Es más difícil cuando no se perdona. Versículos de la Biblia, lema
(Jorge Santayán)
durante todo el proceso (Efesios
Todo sentimiento negativo que se guarde
4: 32): “Más bien, sean bondado-
se exterioriza a través de una enfermedad
sos y compasivos unos con otros,
física o emocional, que atenta al bienes-
y perdónense mutuamente, así
tar de la persona.
como Dios los perdonó a ustedes
Para avanzar es necesario identificar en Cristo”.
los aspectos por mejorar y reconocer el
(1 Pedro 3: 8): “En fin, vivan en
error y arrepentirse sinceramente. La
armonía los unos con los otros;
persona cambia totalmente de dirección
compartan penas y alegrías,
dando así lugar a una nueva mirada en
practiquen el amor fraternal, sean
su vida, dejando atrás aquellas cosas que
compasivos y humildes.”
las afectaron y causaron daño en su vida
y la de los demás. Asumir la completa Se resalta la compasión como una
responsabilidad de sus actos. herramienta esencial para relacio-
narse y convivir con los demás.
El arrepentimiento genuino trae libertad
interior, pues el peso emocional es grande Dios trae dicha libertad, sanidad,
y la mayoría de las veces es reprimido. restauración, paz y una nueva
Una vez se exponga la deuda se podrá vida a aquellos que deciden poner
trabajar con una nueva perspectiva de delante de él su confianza, inde-
vida. Después de obtener la libertad inte- pendientemente del lugar en el
rior se reconstruye su proyecto de vida. que se encuentren.
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 281

Tabla 16
Aprendizajes significativos

Concepción pre de las internas Concepción pos de las Testimonios y socialización


internas final
No han perdonado, se sienten cautivas, El 94 % respondió que po- Las voluntarias manifiestan el
recuerdan con sentimientos negativos drían perdonar a la persona, impacto que les produce ver a las
lo vivido, reaccionan con rencor, odio, pues todos fallan y es mucho mujeres reconocer la condición
deseos de venganza, frustración y más inteligente liberarse en la que se encuentran. Una
depresión. de esa carga del rencor y el participante reconoce que tiene
Dejaron de lado los sueños de su resentimiento (Gráfica 1). cáncer de colón y le dio gracias
infancia que se ven fracturados en la Una mujer aprendió a al odio y a la sed de venganza
prisión. Expresan frustración y desespe- ponerse en el lugar del otro. que tenía.
ranza por no alcanzar lo que realmente No justifica los actos de las La crianza recibida dentro de un
querían (un negocio propio, continuar personas, pero sí entiende contexto sociocultural influye en
sus estudios). que cada persona merece la manera de ser y comportarse.
Se dejaron influenciar por factores una oportunidad. En la en- Esto hace que no todos veremos
externos que les mostraron una salida cuesta pre dijo: “Mi mamá las situaciones de la misma mane-
fácil para conseguir las cosas; ante per- me abandonó. Yo a ella no ra. Las internas manifiestan que
sonas que le traicionaron, su reacción la puedo perdonar”. Ahora la empatía había sido complejo
es violenta. manifiesta: “Yo en estos de practicar, pero ahora lo reco-
meses, he podido entender nocen como un factor clave para
Sus padres las corregían con golpes e que a mi mamá le toco muy iniciar proceso de reconciliación.
insultos. Comprenden que muchas de duro. Sufrió maltrato, fue
sus actitudes están marcadas por lo Expresan que han podido co-
abusada y en esa situación nocer a Dios de otra manera.
recibido en sus hogares y lo repiten con decidió abandonarme. No
sus hijos y otras situaciones. Tenerlo presente en sus vidas les
apoyo su situación, pero ha ayudado a sobreponerse a la
Identifican que hirieron a otras per- ahora y solo ahora, es que situación en que se encuentran.
sonas con sus palabras, confiesan que puedo entenderla y he Todas manifiestan que gracias al
algunas veces regresaron la ofensa decidido perdonarla”. programa y a Dios han dejado
recibida: “si tú me la haces, la pagas”. El 94 % respondió que la atrás pensamientos negativos, lo
Expresan pensamientos de venganza. venganza no es la actitud cual ha traído una nueva espe-
Frente al tema del perdón sería capaz adecuada para solucionar un ranza.
de perdonar a una persona que le hizo problema: “No voy a negar “Ahora he dejado el orgullo,
daño, según lo hecho. Cerca del 60 % que vienen pensamientos la rabia y he podido arrepen-
manifestó que no podían perdonar: en contra de esas personas tirme de lo que hice. Fui una
“Uno no puede perdonar la traición”. que me hicieron daño, mujer resentida y me equivoqué
“Tampoco podría perdonar el menos- pero ahora para mí lo más muchísimo, pero ahora Dios me
precio”. “Si no puedo perdonar a un importante es empezar a dio una nueva vida. Ya lo hecho
familiar mucho menos un desconoci- cambiar mi actitud para ver hecho está. No puedo cambiar el
do”. “Hace cuatro meses mataron a mi si salgo de este lugar”. “Creo pasado, pero sí quiero cambiar mi
hijo y sé quién lo hizo. Si por mí fuera que si respondo de manera presente y el de los míos”.
esa persona no estuviera viva”. “Perdo- violenta, me perjudico más”.
nar es de débiles”. “Apenas terminara el taller Manifiestan agradecimiento con
de hoy quería rayarle feo el programa por su permanencia
En la encuesta, un 64 % dice que la de siete meses, la paciencia y el
venganza no es una actitud adecuada la cara a una vieja, pero el
tema que usted dio en el amor con el que fueron tratadas.
para solucionar un problema, pero al Se sienten más tranquilas, livia-
pedirles ampliación de su respuesta taller, de no dejarse contro-
lar por las emociones me nas y cerca de Dios. Expresan
manifiestan que en muchas ocasiones que pudieron experimentar el
es necesaria: “El que me la hace la sirvió mucho y la verdad ya
no quiero hacerlo. Lo que amor de Dios por medio de las
paga”. “Apenas tenga la oportunidad, voluntarias, y así como ellas
me desquito”. “Hay que hacer justicia”. quiero es salir de este lugar”
(Gráfica 2). recibieron sanidad en varias áreas
“Hay que hacer algo o si no lo cogen de su vida, quieren compartir su
a uno de bobo”. “Las demás personas vivencia con sus compañeras de
nos llevan a hacer cosas que nos per- con la familia.
judican”.
282 Decidí perdonar en prisión

Figura 49.
Pregunta 5 de la encuesta: si una persona le hace daño
¿sería capaz de perdonarla?

Figura 50.
Pregunta 8 de la encuesta. ¿Cómo considera la venganza?

En este proceso he podido conocer a Dios de otra manera, lo he podido experi-


mentar en mi vida y gracias a él, es que ahora he dejado el orgullo, la rabia y
he podido arrepentirme de lo que hice, fui una mujer resentida y me equivoque
muchísimo pero ahora él me dio una nueva vida.
Interna del PPR de la FLC, 2017
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 283

Tabla 17
Aprendizajes significativos

Problemáticas del Dificultades que retrasan el Éxitos y aprendizajes


contexto proceso
Se evidencian El ingreso a la cárcel. Hay El 100 % declara que quiere construir o mejorar
barreras para gene- impedimentos que surgen de su proyecto de vida. Plantean la expectativa de
rar convivencia, no forma inesperada. Es necesa- empezar a plantearse desde ya acciones para
hay resolución de rio cancelar las actividades lograr ese proyecto, reconocen que necesitan
conflictos, evaden programadas. hacer cambios como “ser más pacientes” y “por
la situación o su El área locativa asignada en nada perder la esperanza”.
común respuesta es la cárcel para realizar las ac- El 88 % manifiesta que perdonar les trae libertad
la venganza. Consi- tividades en ocasiones no es y el hacerlo cierra un ciclo en sus vidas.
deran que responder el lugar apropiado, debido al
de forma ofensiva Las internas manifiestan que le han dado un
ruido y a la gente que circula nuevo sentido a la vida. Esto las ha ayudado a
es la forma adecua- permanentemente generando
da de solucionar reducir sus pensamientos de muerte.
así interrupciones.
sus conflictos. Es La esperanza vuelve a nacer en las internas.
aprendida desde sus La inasistencia de alguna Manifiestan que encontraron en Dios y en ellas
hogares. interna debido al cambio de mismas la motivación de seguir adelante en
taller o de situación legal, medio de las dificultades. Encontraron un nuevo
Baja autoestima enfermedad, visita conyugal,
que se convierte sentido de la vida que las ha ayudado a reducir
audiencia de su proceso. sus pensamientos de muerte. Cuando existe un
en desesperanza de
vida, identifican Situaciones ocurridas en propósito en la vida, hay motivos para vivir. Lo-
maltratos vividos en el establecimiento. Ellas gran identificar su propósito y motivos para vivir.
la cárcel o ellas mis- presentan bloqueos emocio- Caen en cuenta de que todo lo que se siembra
mas han intentado nales, no pueden tener la en la vida se cosechará, desde el más pequeño
lastimar su cuerpo actitud para recibir lo que se pensamiento hasta los actos. Por esta razón, de-
por sentir presión y les brinda ese día. Por esta cidieron iniciar un proceso para desechar todos
depresión. razón se replanteaba la acti- los pensamientos y palabras negativos para su
vidad del día. vida y para las demás, permitiendo así una trans-
Adicciones a sus-
tancias psicoactivas La continuidad de las volun- formación. El amor contrarrestó el odio.
como una forma de tarias en el programa: de seis Manifiestan quitarse un peso de encima después
aliviarse un poco y que iniciaron, terminaron de pedir perdón y perdonar. Varias expresan
desconectarse de la solo tres. que hacerlo es el mejor ejercicio para vencer el
cruda realidad que No todos pueden ser volun- orgullo, pues de esa manera se demuestra que
viven. tarios en este contexto. Para somos seres humanos, fallamos y tenemos la
que el programa tenga éxito oportunidad de reconocerlo. “Esta semana llamé
inicialmente se debe hacer al papá de mis hijos y le pedí perdón”. “Siempre
una capacitación del equipo he sido impulsiva y hay veces no mido mis pala-
voluntario. bras y delante de todas en este taller quiero pedir
perdón”.

Se puede decir que las participantes iniciaron un proceso de re socialización en


la cual se replantearon su manera de vivir, como lo dice Berger, P. L., y Luckmann,
T. (1973), hubo una ruptura en su historia donde decidieron desnaturalizar lo
que habían aprendido durante su socialización primaria, esta estuvo cargada de
significados e interiorizaciones que marcaron por toda su vida su identidad, sin
embargo es posible que las personas tomen la decisión de transformar su realidad
e interiorizar nuevas pautas, ideales y creencias, lo cual es algo que se evidencia
en las internas durante el desarrollo del programa por lo que establecen nuevas
pautas, al igual que rutinas que constituye la esencia de la institucionalización,
284 Decidí perdonar en prisión

todo esto se logró a través de los espacios dirigidos del programa por 7 meses,
pautas que fueron construidos en conjunto, estas fueron reafirmadas cada se-
mana en la interacción del individuo con los otros, en la que se refleja un apoyo
constante de parte de las voluntarias en motivarlas y desafiarlas en tomar la
decisión día a día de transformar su realidad motivando una nueva esperanza y
una condición: no volver a reincidir en el futuro.

Se llega en acuerdo con el autor Casarjian, R. (2005) quien menciona que el


perdón es una decisión, una actitud, un proceso y una forma de vida; la cual traerá
consigo sanidad interior, perdonar entonces significa recordar sin dolor. Frente a
lo anterior Casullo, M. M. (2005) expresa que no todos los autores coinciden en
considerar el perdonar como algo beneficioso. Para algunos, el perdonar hace a
los sujetos más vulnerables a la re victimización en los vínculos interpersonales
cuando ha habido experiencias de abuso y maltrato. Sin embargo Casarjian, R.
(2005) expresa que el hecho de perdonar brinda la oportunidad a si mismo de
vivir sin rencor y dolor, no por el ofensor sino por sí mismo, esta decisión trae paz,
la cual se evidencia en los resultados de la investigación, muchas de las internas
tenían el pensamiento que perdonar era de personas débiles, pero se dieron cuenta
que esta situación las estaba atando y no las dejaba avanzar, cargaban muchos
sentimientos negativos a todos lados que no podían controlar hasta el punto de
experimentar enfermedades por retener todos estos sentimientos en su interior.

Se analiza que durante el programa la estrategia que le dio lugar a que las mu-
jeres pudieran resignificar su pasado, levantarse en medio de las dificultades, fue
a través del perdón, gracias a este hay una liberación de cargas en su interior que
les permitieron tener una nueva visión de su realidad, el perdón ayudó a sanar
rupturas que se habían generado hace mucho tiempo, el hecho de perdonarse a
sí mismas, perdonar al otro y pedir perdón por sus faltas trae un nuevo modelo
de resocialización que mejora la calidad de vida de las internas.

Se evidencia eficacia en su aplicación, en razón a que en términos cuantita-


tivos se obtuvo una variación positiva promedio consolidada del 63% entre los
resultados de las evaluaciones pre y pos.

Se encontró que el marco conceptual empleado por la FLC para el programa


Perdón y Reconciliación es pertinente, en razón a que el perdón, eje central del
programa facilita la resocialización, puesto que permitió re significar el pasado
y darle un nuevo sentido a la realidad, estableció herramientas para reconocer
la humanidad del otro, restaurar relaciones rotas y propiciar empatía. Así mis-
mo, las estrategias empleadas, permitieron generar una actitud que fortalece el
carácter, la toma de decisiones, y en general la capacidad de volverse a levantar
Pensamiento de frontera en convivencia e interculturalidad. 285

sobre la base de una nueva esperanza, de un nuevo futuro que tiene sentido y
por el cual es necesario esforzarse y ser valiente para alcanzar las metas que a sí
mismas, se declararon.

Ya lo hecho, hecho esta, no puedo cambiar el pasado, pero si quiero cambiar


mi presente y el de los míos.
Interna del PPR de la FLC, 2017

Se concluye igualmente, que el método empleado por la FLC es eficaz, en


razón a que aplica conceptos universales que facilitan el involucramiento de
los participantes, con dinámicas lúdicas que animan la participación, las cuales
generan distención y empatía, soportadas en reflexiones de fondo que conllevan
a la toma de conciencia de una nueva realidad desde la perspectiva de vida,
amor y perdón.

Conclusiones

¿Qué hizo que fuera diferente el programa y tuviera resultados?


Tratar con amor y dignidad a las internas, darles un lugar importante y valioso,
respetarlas como cualquier ser humano, escucharlas, entablar confianza, empa-
tía, perseverar a pesar de no ver resultados inmediatos, no señalarlas, darles un
abrazo en cada encuentro, creer en ellas y en sus capacidades y sobre todo, no
imponer nada sobre ellas.

También se considera que un sello distintivo es la capacidad de flexibilidad del


programa junto con las voluntarias puesto que se ajustaron a los cambios estable-
cidos por el INPEC, no se saltó ningún módulo, por el contrario, cada tema se
abordó con calma y de manera completa, además realizaron profundizaciones y
refuerzos en ciertos temas que consideraron importantes a medida que avanzaba
la ejecución. Las voluntarias fueron perseverantes y pacientes pese a las barreras
que llegaron a surgir.

Retos y desafíos
Se considera una oportunidad de mejora para el programa, precisar roles y
competencias del equipo voluntariado frente a los requerimientos, ya que se
identifica que no todos tienen las habilidades para enfrentarse al contexto y
población carcelaria, lo cual, puede poner en riesgo el estado emocional de algún
voluntario y así mismo la inestabilidad en el servicio.
286 Decidí perdonar en prisión

Por otro lado se sugiere ampliar con mayor profundidad en el programa Perdón
y Reconciliación el tema de proyecto de vida, el cual se abordó de manera muy
general, no se profundizó, lo cual deja a las internas con pocas herramientas
para desarrollarse de manera práctica dentro del establecimiento y por fuera.
Es importante dar continuidad y seguimiento a partir de los logros alcanzados.

Dado los resultados obtenidos durante los siete meses de 2018 que demandó
su diseño y validación, dicho método se implementará a partir de enero de 2019,
mediante capacitación y entrenamiento al equipo del voluntariado que participa
en el programa, con alcance a establecimientos penitenciarios no solo de mujeres
sino también de hombres, dado que el enfoque e instrumentos aportados aplican
en forma apropiada para ambas poblaciones.

Hoy son numerosos internos e internas que han pasado por el programa, el
cual cuenta con un posicionamiento en el Inpec, a tal punto que fue reconocido
por tal Institución como válido para la redención de penas de los internos, por lo
que se proyecta intensificar y ampliar su alcance en diferentes establecimientos
penitenciarios del país.

La implementación del método de sistematización aportado por la presente


investigación servirá de modelo para continuar el proceso de sistematización de
su experiencia, de tal forma que les permita cualificar los análisis de las inter-
venciones y consecuentemente reportar resultados al Inpec y otros grupos de
interés en forma más ejecutiva.
287

A modo de cierre
En una de las sesiones del Diplomado Convivencia e Interculturalidad, una de
las participantes, al escuchar la presentación inicial de cada asistente, quienes,
a su vez, presentaban a su organización, refirió: “¡Estamos todas las diversidades
juntas!”. La participante miraba una y otra vez al grupo y todos repetíamos el gesto
de mirarnos, un gesto de reconocimiento y a su vez de asombro. El grupo pregun-
taba: ¿Por qué no nos habíamos conocido antes si trabajamos temas parecidos?

Ante las expresiones anteriores podríamos referir: ¡estamos todas las diversi-
dades juntas!

Sí. De hecho, siempre lo hemos estado. Sin embargo, esta expresión y el asombro
que la amparaba, no solo recoge el pensamiento de nuestra participante, sino que
a su vez deja evidenciar aquello que acontece en nuestras formas de interacción:
la distancia entre la multiculturalidad y la interculturalidad. La multiculturali-
dad, bajo la perspectiva de Walsh (Walsh, 2005, citada en Quilaqueo y Torres,
2013), implica varios asuntos, entre ellos la presencia de diversas culturas en un
territorio, pero no necesariamente su interacción. De hecho, desde la perspectiva
conceptual de la multiculturalidad como paradigma occidental, la tolerancia sería
el referente para evitar los conflictos –léase también las interacciones– entre las
distintas culturas. En efecto, el asombro, implica esa lectura de la presencia de la
multiculturalidad, y además a ello se agregó: ¿por qué no nos habíamos conocido
antes si trabajábamos temas parecidos?

En un primer momento parece una pregunta que podría pasar de largo. Sin
embargo, si nos adentramos en ella podríamos continuar dilucidándola: ¿qué
nos ocupa en esta sociedad occidentalizada para no “habernos conocido”?, ¿qué
significa esa posibilidad de conocer ese otro en su diversidad?, ¿qué nos impedía
288 A modo de cierre

acceder a ese otro, a su otredad? Y de fondo, ¿qué obstáculos enfrenta la inter-


culturalidad como posibilidad?

Cada iniciativa que se abordó en esta obra, dejó de manifiesto en el proceso


varios de estos obstáculos, que a su vez se constituyen en retos para el ejercicio
de la pedagogía de las convivencias y los procesos de aprendizaje intercultural.
Entre esos obstáculos podríamos nombrar los siguientes:

–La persistencia de los estigmas y estereotipos culturalmente asignados. Esto


se traduce en frases como: “No pensaba que la organización equis trabajara esos
temas”. O como nos lo planteaba Somos Identidad en la sistematización de su
experiencia en relación con las vivencias de segregación racial y por diversidad
sexual, social, étnica o interseccional. La invisibilización del otro manifestada
en frases como: “No sabía que en la ciudad había cabildos indígenas”. ¿Cómo se
alimenta esta invisibilización? ¿Cómo persiste?

–Las relaciones sociales excluyentes e inequitativas que se reflejan, en este


caso, en el sistema educativo: “Pensé que no podía participar en el diplomado
porque no sabía leer bien”.

–Las relaciones basadas en el paradigma hegemónico de nuestra cultura occi-


dentalizada que fomenta el individualismo y la competitividad y deja por fuera
la cooperación y las formas solidarias de ayuda mutua.

Ante estos obstáculos –y otros más– que enfrentan los procesos de apren-
dizaje intercultural, las organizaciones respondieron con la disposición de
querer transitar el camino, con apertura y con muestra de las diferencias ante
los distintos puntos de vista. También se respondió con modos de relación que
procurasen establecer dinámicas equitativas en relación con el poder/saber. Es
decir, un ejercicio como estos significó que el saber de las comunidades locales
y su trayectoria puede posicionarse junto al saber académico y dialogar, debatir,
confrontar y complementarse, entre otras posibilidades.

Este ejercicio se ha constituido como un microlaboratorio del cual seguimos


y seguiremos aprendiendo. Nuevamente, a todas las organizaciones y personas
participantes nuestra admiración y agradecimiento.

Las editoras.
289

Acerca de las editoras

Patricia Lasso Toro


Docente de la Universidad de San Buenaventura Cali. Miembro del Grupo
de Investigación GEUS. Magíster en Educación: Desarrollo Humano de la
Universidad de San Buenaventura Cali. Psicóloga de la Pontificia Universidad
Javeriana Cali. Consultora independiente en cuidado a cuidadores, perspectiva
de género e investigación social comunitaria. Madre de tres hijos y creadora de
la iniciativa Rituales Yupaychay.

Correo electrónico: plasso@usbcali.edu.co

Ana Lucía Rosero Prado


Doctora en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud del Centro de Investigacio-
nes y Estudios Avanzados en Niñez, Juventud, Educación y Desarrollo (alianza
Cinde-Universidad de Manizales). Magíster en Educación Especial con énfasis
en dificultades en el aprendizaje. Especialista en Docencia Universitaria, licen-
ciada en Filosofía y Letras y en Educación Preescolar. Miembro de los grupos
de investigación Educación y Desarrollo Humano y Educación y Pedagogía:
Saberes, Imaginarios e Intersubjetividades. Maestra titular de la Universidad de
San Buenaventura Cali, Facultad de Ciencias Humanas y Sociales.

Correo electrónico: alrosero@usbcali.edu.co.


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Capítulo XIV.
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integral para reinsertados: PAPSIR (Bachelor’s thesis).
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E
l libro es de interés para los investigadores que trabajamos y cree-
mos en los procesos interculturales desde la investigación acción
participativa, pues permite visibilizar, valorar y resignificar los
saberes y310 Acerca de la sistematización
conocimientos que poseen de experiencias
los grupos en elminoritarios
contexto latinoamericano
coloniza-
dos y que históricamente han sido víctimas de discriminación por el solo
hecho de ser diferentes.
Los trabajos que se compilan en este libro son pertinentes para los cam-
bios socioculturales y las nuevas configuraciones sociodemográficas que
hoy enfrentan los diferentes países, especialmente de Latinoamérica.
De ahí que escuchar (leer) las voces de las personas que participaron
en este proyecto de investigación es un aporte no solo al ámbito de las
ciencias, sino también a la psicología, la educación y el desarrollo hu-
mano, pues su esencia es compartir las historias de vida de las personas
que componen organizaciones y movimientos sociales. Por ello, el libro
nos invita repensar las formas como los investigadores estamos hacien-
do ciencia y qué tipo de conocimiento anhelamos entregar a la comu-
nidad en general.
Doctora Karla Rosalía Morales Mendoza,
Universidad Católica del Maule, Chile.

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