Criptomonedas. Ventajas y Desventajas.
Criptomonedas. Ventajas y Desventajas.
Criptomonedas. Ventajas y Desventajas.
ECONOMÍA DIGITAL.
CRIPTOMONEDAS. VENTAJAS Y
DESVENTAJAS.
(Desgrabación)
Sra. Elías de Perez.- Otra cosa más: en el Senado de la Nación nosotros tenemos
algunas reglas no escritas, que lo que tratan de hacer sencillamente es ser una
norma de buena convivencia. Nosotros no aplaudimos ni abucheamos; tenemos
prohibido hacerlo. Entonces, eso es lo que va a hacer que, cuando ustedes
expongan, no van a escuchar aplausos, no porque no estemos felices de haberlos
escuchado o porque haya sido fantástica la charla, sino sencillamente porque es
una costumbre y un acuerdo que tenemos desde hace muchos años en el Senado.
Así que yo voy a bajar de acá, porque no quiero quedarme de florero, para
poder disfrutar también e ir escuchándolos. Los hacemos que vayan subiendo.
Locutor.- Perfecto. Muchas gracias por la presentación.
Vamos a invitar a la primera expositora, que es la doctora Johanna Caterina
Faliero.
Vamos a presentarla.
La doctora Faliero es doctora en Derecho con tesis doctoral distinguida en
protección de datos personales; especialista en Derecho Informático y abogada en
Derecho Empresarial y Privado de la Facultad de Derecho de la Universidad de
Buenos Aires.
Es consultora internacional, asesora y representante legal especializada para
Argentina, Latinoamérica, Caribe y Unión Europea en Derecho Informático, data
privacy, data protection, data gobernance, compliance, infosecurity, criptomonedas,
blockchain technology, smart contracts –contratación electrónica–, e-commerce y
economía digital, entre otros temas.
Es directora de Faliero Attorneys at Law; directora de posgrados en la
Facultad de Derecho de la UBA y Facultad de Derecho de la Universidad de
Palermo y profesora en varias universidades.
Es investigadora, autora de varios libros, entre ellos, El derecho del
anonimato. Revolucionando el paradigma de protección en tiempos de la
posprivacidad y Criptomonedas. La nueva frontera regulatoria del derecho
informático, de editorial Ad Hoc.
Es disertante nacional e internacional, y vamos a tener el gusto de
escucharla.
Sra. Faliero.- Muchísimas gracias. Muchísimas gracias por la convocatoria. Es un
placer y un honor inmenso estar aquí compartiendo este espacio, este debate y este
ciclo que me parece tan maravilloso para debatir temáticas que, desde lo legal y
desde lo jurídico y técnico, tanto nos preocupan y nos inquietan desde lo intelectual.
La temática de mi exposición versa sobre criptomonedas, específicamente
los desafíos y las respuestas legales que podemos darle a este futuro en el cual
nosotros estamos situados, en el que prima la economía digital.
Dicho esto, para introducirnos, el común denominador de una ficción jurídica
que nos reúne, que obviamente da origen a estas criptomonedas de las cuales
nosotros hablamos, es el dinero. El dinero ha sido un factor que nos ha venido a
conectar en toda nuestra historia económica; ha servido como medio de
intercambio, como una ficción que nos ha permitido el intercambio de productos y
servicios, que nos ha permitido acercarnos; ha permitido, obviamente, la creación de
mercados y ha tenido, obviamente, diversas funciones de carácter social. El dinero
ha sido una invención y una ficción de carácter irreversible en nuestra sociedad y,
obviamente, ha cumplido, como les mencionaba, funciones tanto sociales como
económicas.
La modernidad del escenario digital nos plantea que, con el surgimiento de
las tecnologías de la información y la comunicación y la generación, obviamente, de
Bitcoin, Ethereum, etcétera; mientras que hay otras que son proyectos
absolutamente sin control, son proyectos de tipo particular, mínimos, que establecen
una moneda, pero que no tienen absolutamente ningún control tecnológico.
Imagínense si dijéramos de repente: “transformemos toda nuestra moneda
papel en una moneda papel electrónica y llevémosla hacia donde se supone que el
sistema quiera que vaya”. Lo primero que ocurriría es que el Banco Central diría: yo
estoy tutelando este papel y tengo que tener control de a dónde va y cómo lo van a
procesar.
En estos casos, cuando un efecto tecnológico que es muy desconocido para
todo el mundo, interrumpe el funcionamiento natural de las cosas… es decir, los
especialistas posiblemente se acercan a esa visión, pero los que no son técnicos
ven el lado utilitario de la cosa y no intentan –tampoco es su metier– ahondar en
cuál es el aspecto tecnológico real de esa plataforma. En muchos casos la
regulación debiera ser jurídica –como hablamos recién–, pero al mismo tiempo,
tecnológica. Esto es lo mismo que exigimos al Banco Central de la República
Argentina en cuestión de capacidad de sus equipos, capacitación de su gente,
etcétera. Deberíamos estar exigiendo eso mismo a cada uno de los grupos técnicos
que trabajan sobre cada una de estas plataformas de moneda, de modo que de
ninguna manera ocurra un accidente por falta de control o por falta de previsión.
Vuelvo a traer el ejemplo: si mañana el Banco Central descontrolara su
procesamiento diario en mainframe y ocurriera un error importante, habría
responsabilidades, habría una cadena de mando que estaría concurriendo a
resolver el tema, a remediarlo y a devolver el sistema a su estado natural. En estos
casos que tenemos plataformas descentralizadas y múltiples actores desconocidos,
eso es prácticamente invisible.
Debemos tener algún grado de regulación si, por ejemplo, ocurre que
trasladamos el 50 por ciento de nuestros activos económicos a un tipo de moneda
determinado. Independientemente de que la arquitectura de estos sistemas es
descentralizada, tiene elementos prácticos de seguridad, etcétera; pero los
elementos prácticos de volumen que le estamos exigiendo a los procesadores
transaccionales habituales –bancos locales y tarjetas de crédito–, no están
presentes en estas unidades de proceso.
Aquí vemos una revisión técnica muy rápida de qué tipos de proyecto hay y
qué variantes tiene cada uno, para que vean el lado fuerte y el lado débil de cada
una de estas monedas.
El crecimiento es bastante importante: había alrededor de 1.600, 1.700 en
2018, y hoy hay alrededor de 3.000 o 3.100. Y es muy probable que en un año más
o dos, tengamos un número importante.
Cada proyecto que se inicia seguramente tiene un sponsor, tiene
equipamiento, tiene alguna facilidad para arrancar y, posteriormente, depende de
conseguir una masa crítica y al mismo tiempo de un balance entre la proyección que
tiene sobre la población, el uso y el afianzamiento que tiene en la población, versus
el costo técnico del equipamiento.
Dicho esto, uno de los paradigmas naturales es el costo de la minería en
estas monedas, o sea, lo único que vemos todos es cuánto cuesta minar, cuál es la
firma en kilovatios, cuál es la firma en otras unidades con relación a la minería y si
se compensa la devolución del valor de la moneda con este costo técnico. Detrás de
todo eso está el costo de plataforma, el costo de los participantes y algunos
paradigmas que harían que si pudiéramos ver las unidades de proceso en forma
individual, nos llevaríamos algunas sorpresas en términos de capacidad propia del
equipamiento.
Para que se den una idea, cuando uno hace monitoreo de comunicaciones en
el país, puede montarse sobre una máquina Pentium I o Pentium II; máquinas que
tienen muchísimos años. Lo que se hace es ejecutar una pequeña porción de
trabajo, visualizar qué pasa por la línea y, en algunos casos, visualizar los tiempos
de respuesta en un punto remoto del planeta. Es un equipo pequeño y puede fallar
porque tiene muchísimos años, pero como se basa netamente entre la estadística y
la distribución, uno toma mil de esos equipos en todo el planeta y no importa si falla
uno o dos, el monitoreo es un muestreo y va a seguir funcionando. En el caso de las
monedas, la filosofía es casi la misma, en algunos casos se pueden ver equipos
muy viejos transaccionando monedas electrónicas y siendo nodos reales de redes
de monedas electrónicas.
Entonces, lo que tenemos que tener en cuenta es el conjunto de escenarios
técnicos para regular y cuáles son las infraestructuras mínimas que permitiríamos,
desde el punto de vista técnico, para hacer factible el comercio electrónico en esas
unidades.
¿Cuáles son las ventajas de este sistema y son las que más se venden? El
sistema es netamente descentralizado. Esto es: procesa en diferentes lugares
físicos, con lo cual, depende básicamente de la potencia distribuida de todos esos
lugares físicos y, por lo tanto, no tiene un único punto en donde tiene que tener un
anclaje técnico que cueste muchísimo dinero.
Los protocolos –en teoría– son seguros. Hablamos de encripción, hablamos
de cifrado. En muchos casos son cifrados bastante elaborados con lo cual el cifrado
en sí no es un riesgo. El riesgo técnico del cifrado está en el avance del tiempo.
Hace mucho tiempo el cifrado tenía una dimensión determinada y no era accesible.
Posteriormente, tuvo una dimensión más grande y tampoco fue accesible. Hoy tiene
una dimensión importante y no es accesible, pero tenemos la computación cuántica
a la vuelta de la esquina, que va a multiplicar la capacidad de proceso de los
equipos en cantidades astronómicas en relación a la cantidad de petaflops que hoy
tiene una máquina mainframe natural. Esto va a llevar a que el cifrado sufra,
rápidamente, un encontronazo con la realidad y la capacidad del procesamiento
cuántico, de modo que estas monedas también van a enfrentar algún golpe desde el
punto de vista de la seguridad del cifrado en cuanto cambie la plataforma de
computación.
Esto no lo estamos viendo hoy en día. Los sistemas están avanzando sobre
equipos que tienen, en algunos casos, diez años hacia atrás y nos vamos a
encontrar en un año o dos años con una competencia muy fuerte entre IBM, Google
y alguna empresa china en computación cuántica. Esto va a acelerar muchísimo la
capacidad de procesar todo al mismo tiempo: el minado, el descifrado y el
descifrado agresivo; esto es el hacking de todas esas unidades de proceso.
Como estos sistemas operan 24 por 365 al mismo tiempo, tienen un tema
adicional: al estar distribuidos, en el caso de falla, uno no encuentra físicamente el
“parate”, porque otros agentes del sistema distribuido siguen actuando. Si hoy al
Banco Central nosotros le dijéramos que opera 24 por 365 con una capacidad de
falla o de disponibilidad menor al 95 o 94 por ciento, nos dirían: No, nosotros no lo
hacemos. Tenemos disponibilidad muy elevada, tenemos equipos interconectados,
tenemos centros de recuperación. En estos casos particulares, con estos sistemas,
esto no está disponible y si lo está, es en una escala que no conocemos,
básicamente. De modo que cuando estos sistemas sean el universo económico,
vamos a tener un factor de desconocimiento, que es la capacidad de recuperación
ante desastres y la fragilidad que van a tener frente al hacking activo que está
desarrollándose.
¿Cuáles son las ventajas en espejo de estas cosas? El hecho de que las
operaciones pasen de ser operaciones bajo procesos habituales –que normalmente
son lentos– a operaciones instantáneas. Operaciones que tienen algún
aseguramiento en el momento de realizarse, pero que en términos generales, desde
el punto de vista de sistema, no ofrecen una foto común, desde el punto de vista de
revisión y asociación a procesos conocidos. Intentar someter estos sistemas a
procesos de calidad ha resultado imposible hasta el momento. Uno no puede
verificar quienes son todos los componentes de las redes y, al mismo tiempo,
someterlos a todos a procesos de calidad. Sin embargo, ofrecen un control total
sobre las transacciones, es decir, nosotros ejecutamos una transacción y
controlamos totalmente qué es lo que está pasando. La realidad es que lo que está
por detrás de eso, es un sistema disjunto que procesa en función de la saturación
de volumen de equipamiento que puede realizar esa tarea. Si tomáramos modelos
de estos y los transformáramos en unidades; esto es llevarlos a la menor escala,
posiblemente encontraríamos algunos elementos para regular en términos de
calidad de equipamiento, calidad de procesos, que son a los que toda la industria
vive habitualmente sometida. Todos tienen normas ISO, todos tienen que cumplir
normas de calidad, someterse a procesos preventivos, etcétera.
Este mercado realmente al no tener una regulación estatal o bancaria a la
vista y tener un crecimiento expansivo muy muy fuerte nos va a presentar un
desafío tecnológico muy en breve. En algún momento va a haber que optar entre las
3.000, 4.000 o 5.000 variantes sobre diez, quince, veinte variantes hábiles y que
tengan mucha difusión. Solo piensen en la Torre de Babel. Si hablamos 5.000
idiomas, es muy poco probable que podamos hablar entre nosotros. Si manejamos
5.000 monedas, es muy poco probable que podamos transaccionar en forma
aleatoria entre nosotros. Cada uno tendría una moneda diferente.
Algunas monedas de estas van a tener que tener una cobertura
suficientemente amplia para conseguir fiabilidad y, al mismo tiempo,
transportabilidad entre todos los agentes del mercado.
Esto es un pequeño resumen repetitivo; esto es no hay intermediarios, las
transacciones son muy rápidas, se ejecutan automáticamente sobre un proceso
básico.
Hagamos el paralelo con el procesamiento idéntico en moneda papel.
Intentemos hacer un procesamiento electrónico, simulando el vuelo de un billete de
un lugar a otro, agregándole anonimidad a quien es el portador del billete,
agregándole anonimidad al billete para que no se pueda descubrir la serie y algunos
elementos más.
Lo primero que nos preocuparía es donde está nuestro billete. Es lo primero
que ocurre. Ustedes depositan una cantidad de dinero fisco en algún lado y verifican
condiciones de seguridad física en el lugar, condiciones de seguridad de transporte,
etcétera. En estos casos en particular, podemos comprar una moneda electrónica
que está viajando en algún punto de la red y no tenemos un control fisco equivalente
al del papel. Las regulaciones deberían suplir esa debilidad de control de alguna
manera a fin de no ahogar la libertad que tiene el sistema, que es justo esta de
poder comerciar sin fronteras y de una manera absolutamente rápida.
Desventajas. Una desventaja del papel hoy día es que si por la ventana de un
colectivo yo tiro 100.000 pesos y el colectivo avanza, a la cuadra y media perdí el
control del dinero. Por lo tanto, yo jamás tiro por la ventana 100.000 pesos porque
prestada del Banco Central de Suiza. Es tal cual a una presentación de ellos y lo
interesante es ver cuál es la interacción entre los medios tradicionales de pago –acá
sí estamos haciendo un poco de foco en lo que son los medios de pago– y cuál
sería la interacción entre los medios de pagos tradicionales y los nuevos
instrumentos de pago desarrollados a través de estos activos digitales.
En primer lugar, tenemos lo que es el dinero estatal, lo que son los billetes y
monedas que son del Estado y son emitidos por el Estado. Vinculado a eso tenemos
los depósitos en el Banco Central de los participantes del mercado que pueden
acceder al Banco Central, que son pocos. Por otro lado, tenemos también una
especie de integrante de lo que sería el dinero estatal a los depósitos de los bancos
comerciales. Tenemos un dinero estatal con una emisión privada. Se podría
clasificar de esa manera. Y ahí tenemos los primeros activos digitales en forma de
criptoactivos. Noten que el recuadro verde está mencionando a las que son formas
de dinero actuales y, en naranja, que son estas tres últimas que aparecieron y otras
que van a aparecer, está hablando de formas potenciales de dinero. Y lo que se ve
ahí es que los activos digitales no solo son propiedad del sector privado, que lo
vamos a mencionar abajo, sino que también hay desarrollos potenciales de activos
digitales por parte del Estado, en particular de los bancos centrales, de China, por
ejemplo, y otros actores.
Entonces, hay ahí una serie de clasificaciones que para la presentación no
interesan, pero que se dividen en minorista, mayorista, etcétera.
Abajo tenemos el caso, que es un poco el disparador de todas estas
tecnologías, del Bitcoin. Entonces, ¿dónde lo englobamos nosotros de manera
panorámica? Para nosotros Bitcoin es un tipo de moneda privada, de emisión
privada. Entonces, desde el punto de vista de las funciones económicas plantea
todos los desafíos que mencionaba la doctora en la presentación inicial respecto a
cuál es el nivel de colaboración o competencia en términos de dinero estatal y de
dinero privado. Esto no es nuevo. En los bancos centrales tienen 100 años. Antes
había espacio para monedas privadas, y ahí hay un espacio donde nosotros
observamos cómo juegan las monedas privadas en el ecosistema de pagos y su
vinculación con el dinero estatal.
El último, que está puesto en naranja porque es una forma de dinero
potencial, es el caso de Libra que, como recién comentaba, es un caso
paradigmático, pero para nosotros muy importante porque lo relevante en el caso de
Libra es la cantidad de usuarios potenciales que puede llegar a tener. Si bien son
muy importantes las características de ofertas que tengan los activos para poder
llegar a convertirse en un medio de pago, también es muy importante cuál es la
potencial demanda.
Y, en relación a eso, en la siguiente filmina, justamente, lo que nosotros
analizamos desde el área y desde el banco es cuáles podrían ser las razones
económicas para que la gente decida usar un activo digital, de estos activos nuevos,
en relación a un activo tradicional. ¿Por qué nosotros usaríamos Bitcoin en lugar de
pesos? ¿Por qué usaríamos Libra en lugar de otro tipo de medios de pago? Esa es
una pregunta importante, porque desde la funcionalidad económica, dicho
rápidamente, se pueden generar un montón de monedas, como las 3.000 que
mencionaba en la presentación anterior, pero el punto es si pueden tener o no
demanda. Y eso es muy importante, ir viendo por qué la gente usaría estas
monedas o por qué las aceptaría. La aceptación es un fenómeno muy interesante
porque implica una conexión con la aceptación por parte de los otros. Entonces,
implica un efecto red que hay que mirar, que es difícil de monitorear y es muy
interesante ver cuál es su dinámica. Es muy importante para que un medio de pago
se convierta en un medio de pago que el otro crea que es un medio de pago que yo
también voy a demandar. Así que hay ahí una parte clave.
Después, el anonimato plantea el desafío de ser a la vez un riesgo y también
puede ser una razón de demanda por la privacidad de eso implica. Entonces, hay
una doble vara ahí en términos de lo que es la posición del anonimato en términos
de la demanda, sería una razón más para demandarlo.
Otra de las razones que se pueden ver es si presenta o no un rendimiento,
ese activo. En general las monedas que nosotros conocemos no presentan un
rendimiento, una tasa de interés; pero nada impide en el desarrollo, en las
características de oferta de una moneda, que brinde un interés o algún tipo de
incentivo para que nosotros nos hagamos de ella.
Y, por último, el riesgo –recién lo comentaban–. Muchos de los desarrollos de
estas monedas implican situaciones de irreversibilidad, por ejemplo, en los pagos,
también de hackeos y desde un punto de vista económico más general todas estas
monedas tampoco plantean ningún tipo de seguro de depósito; desde la lógica
económica también implican un desafío.
En este sentido, caracterizadas algunas cuestiones de oferta y caracterizadas
algunas cuestiones de demanda; lo que nosotros tratamos de ver es cuáles pueden
ser las implicancias desde el punto de vista de la estabilidad financiera en particular
y otras cuestiones luego.
Nosotros tomamos una foto hace algunos meses –y hay una publicación que
pueden ver en el blog del banco– en la tratábamos de dimensionar un poco, buscar
algunas aproximaciones con lo que implica esto en el mercado global. Si lo
pensamos no estrictamente como un medio de pago, sino como un activo; lo que se
puede mirar es cuál es su nivel de capitalización –siempre teniendo en cuenta que
los datos son un tema, no hay datos oficiales respecto a esto, nosotros contamos
con datos que salen de Internet y nada más– lo que podemos ver es que en el pico
de enero de 2008, donde Bitcoin llegó a casi veinte mil en diciembre y las otras
monedas también tuvieron precios altos, lo que vemos es un nivel de capitalización
de cerca de 820 mil millones de pesos, eso puede ser más que el PIB de algunos
países emergentes. Sin embargo, no representa ni siquiera el 1 por ciento de lo que
es la capitalización de un mercado global de valores. Está bien, es un poco
tramposo, porque estamos midiendo algunos activos que son particulares –digo– de
esos 823 mil millones más de la mitad es Bitcoin y los estamos comparando con un
montón de activos del mercado global, pero es para dar una aproximación al valor
de este tipo de activos. Cuando vemos esa foto, lo que pensamos es que en línea
con lo que dice G-20 –esto es el año pasado en julio– el mensaje es que los
criptoactivos no implican actualmente –eso es para julio del 2018– riesgo para la
estabilidad financiera global, pero se permanece en alerta.
Dicho eso, se sigue con el monitoreo –y en línea con los organismos
internacionales y lo que está publicado en el IEF, en el informe de estabilidad
financiera, del último semestre del año pasado–, lo que tratamos de aproximar es
cuál es el volumen de estos activos; viéndolos como activos, no como un medio de
pago; esas no son transacciones, sino niveles de volumen negociado diario. Lo que
se ve como una aproximación es que Bitcoin, en particular, y Ethereum también
tienen un volumen negociado grande y ese volumen es mayor que el de las
acciones de empresas reconocidas en lo que es el sistema financiero tradicional
como puede ser Visa o G.P. Morgan. Entonces, viendo esto, y viendo la aparición
de Libra dentro de lo que es el escenario de las monedas criptográficas, lo siguiente
aplica toda la batería de regulaciones para ese tipo de instrumentos. Y la SEC, que
es el regulador de valores, analiza caso por caso cada instrumento en función de un
test muy general que le aplica –desde 1930 o algo así– que en algunos casos suele
llegar a ser muy restrictivo; les hace preguntas básicas en cuanto a qué cosas se
pueden hacer con esos instrumentos independientemente de la forma que tienen,
por ejemplo, ¿permite al tenedor algunos derechos?, ¿permite que pueda percibir
flujo de fondos?, ¿hay una responsabilidad por parte del emisor? Bueno. En la
medida que se cumplan ciertas características en el análisis caso por caso; la SEC,
a ese instrumento le aplica la misma regulación que le aplica a los instrumentos
financieros tradicionales; en algunos casos implica licencia, registros, ya lo vamos a
ver más adelante.
Si bien no hay un consenso en cuanto a lo que son exactamente, una
definición, una caracterización legal, hay un cierto consenso en cuanto a una
clasificación en función de los usos económicos que tienen –que es un poco lo que
presentó Emiliano en cuanto a esa taxonomía básica–. Podemos citar a Banco de
Inglaterra, Banco central de Suiza, de hecho hoy el Banco Central de Singapur
publicó un documento de consulta con esta categorización; esa es la tendencia
hacia un tratamiento como criptoactivo en sus distintas variantes.
Otro de los desafíos es que en el largo plazo la tecnología DLT elimina
intermediarios. ¿Por qué digo en el largo plazo? Porque si bien la tecnología permite
eliminar el intermediario central –léase Banco Central–, agente liquidador
compensador, procesador de pagos; hoy por hoy en la mayoría de las transacciones
se hace uso o se apela a un intermediario: una billetera, un Exchange, una
plataforma de negociación, etcétera.
Esta cuestión del alcance global de la tecnología tiene cuestiones en cuanto
al arbitraje regulatorio. Hay cierta incertidumbre jurisdiccional. ¿Qué jurisdicción o
qué regulación le aplico a cierta transacción? ¿Le aplico la jurisdicción de la parte
que intervienen, de dónde se lleva a cabo la transacción? Hay cuestiones relevantes
en ese sentido.
El anonimato, limita la trazabilidad, es esto un poco comentando o
refrendando lo que dije anteriormente. Este pseudoanonimato limita la trazabilidad.
Se pueden trazar todas las transacciones, pero no necesariamente se pueden
“matchear” o vincular una transacción con una identidad real. Esto, a su vez, de
hecho, existen los criptoactivos que tienen atributos de anonimato enriquecido,
monedero o dash que le ponen una plataforma adicional de anonimato que impide
de manera total, la trazabilidad. El objetivo el limitar totalmente la trazabilidad.
La ausencia de fuentes oficiales de información limita el monitoreo para los
reguladores. Por ejemplo, el Banco Central o una autoridad monetaria, a la hora de
monitorear cuáles son los riesgos o los posibles riesgos que pueden llegar a tener
las entidades reguladas a través de las exposiciones que tienen estos instrumentos,
apelan a fuentes de información que, si bien están en Internet, son públicas no
están sujetas a los controles que sí tiene, por ejemplo, un régimen informativo
validado, por ejemplo, el Banco Central, un regulador de valores y etcétera. Si bien
la información pude llegar a estar disponible, puede llegar a haber ciertos controles,
más que nada espontáneos del mismo mercado que valida, de alguna manera, que
la información es correcta o no.
Surgen nuevos riesgos dada la variedad de usos que puede llegar a tener un
Token y los instrumentos pueden llegar a ser más complejos, por ejemplo, el
criptoactivos e instrumentos derivados, también surgen los Token híbridos. Un
Token hoy se puede emitir con una función inicial de operar como medio de pago.
Pero el día de mañana se puede cambiar el protocolo y las características para que
se pueda usar de otra manera como, por ejemplo, instrumento financiero. En el
mismo sentido puede ofrecer el acceso a una plataforma digital, ese sería en la
versión e-utility, está dada la cuestión técnica de que lo Token un plan más de una
función y eso a su vez le da cierta incertidumbre acerca de a cuál regulación aplica
en cada caso. Estas son cuestiones más asociadas a la tecnología que tienen que
ver con la regulación. En general, la regulación se aplica siguiendo el principio de
neutralidad tecnológica, esto quiere decir que la regulación bancaria se define a un
set de actividades que están reguladas y terminación y procesamiento de pagos,
infraestructuras de mercado y etcétera, pero no se hace mención explícita de la
tecnología que se lleva adelante. Esto es independientemente de la tecnología.
Pero, ¿qué pasa? La tecnología DLT, en este caso tiene algunos aspectos
específicos que limitan un poco este enfoque, las cuestiones asociadas a la
gobernanza, a la rendición de cuentas, esto de quién se hace responsable en caso
de, por ejemplo, de fallas o ciberataques. La cuestión más legal en torno a la
propiedad en estos sistemas es cómo se valida. Hay cuestiones, sobre todo en lo
que es pagos, hay toda una discusión en términos de cuándo un pago es final. Lo
que se llamaba finalidad de los pagos. En estos entornos hay algunas cuestiones
que surgen y, más específicamente, en relación a los contratos inteligentes que
permite la plataforma Ethereum, hay cuestiones que las llamamos como de
programabilidad limitada. Hay un énfasis en que a través de la codificación los
protocolos de las computadoras se pueden llegar a hacer procesos más eficientes,
pero no se tiene en cuenta que pueden existir errores de programación y, aún sin
errores de programación y habiendo buena fe en el desarrollador, no todas las
variantes que puede llegar a tener un contrato y todas las opciones que puede llegar
tomar uno quizás el protocolo no las llega a contemplar en su totalidad. Eso plantea
cuestiones acerca de qué pasa si una parte no cumple con el contrato.
En función de estos desafíos no nos extraña que la respuesta regulatoria o
las iniciativas que han llevado a cabo los reguladores hayan sido heterogéneas. De
hecho ya lo comentaron acá, de hecho el mensaje más relevante es que esta es
una cuestión que todavía está en debate, ya lo comentó Emiliano en foros
internacionales de los cuales el Banco Central participa, pero el núcleo es que las
iniciativas regulatorias han sido heterogéneas. Acá hicimos una listita no exhaustiva,
no es un relevamiento completo de todas las iniciativas, sino de las más relevantes,
de las que se consideran más relevantes a nivel internacional. La primera es la
visión de advertencias, esa es directamente enfocada a inversores minoristas sobre
los riesgos que implica operar con criptoactivos. Hay algunos ejemplos, pero la lista
es mucho más amplia.
En segundo lugar se optó por no modificar la regulación, sino interpretarla y
decir, aparte de distintos reguladores, vamos a dar algunos ejemplos, decir, si vos
operás con criptoactivos, vas a tener que, en la medida en que cumplan con ciertas
características vas a tener que regirte por la ley de mercado de valores. En algunos
casos implica regímenes de registros y licencias. En el caso concreto, habíamos
visto que Estados Unidos había llevado adelante un howey test, que se llama, un
criptoactivo se lo puede asimilar o presenta características que lo hacen asimilable a
un instrumento financiero tradicional, automáticamente le aplica la batería de
regulaciones como si fuera un instrumento tradicional. Esto quiere decir que, por
ejemplo, si querés operar con criptoactivos, tenés que estar licenciado, tenés que
tener una autorización.
Hay otros casos, no son los mayoritarios, pero se ha adoptado en cierta
medida, por ejemplo, en Japón ante casos de fraude, esto va a cuestiones más
micro, se ha optado por inspecciones in situ a los intermediarios que operan en
criptoactivos y ver cómo están operando con arreglo a la regulación vigente.
En términos de adecuaciones de la regulación aplicable, fundamentalmente
se optó por la modificación de la regulación con propósitos antilavado y
antifinanciamiento del terrorismo. Como caso paradigmático, podemos citar, porque
es de la Unión Europea y les baja a todas las jurisdicciones que son miembro de la
Unión Europea que, hasta enero de 2020, tienen que tener registrados a todos los
intermediarios y a opción de cada país, tienen que estar licenciados. Eso es como
establece un estándar mínimo en términos de antilavado. Hay algunos regímenes
específicos, llámese nueva regulación, tenemos algunos casos, Malta o Gibraltar
que son, en general, llevados hacia adelante por jurisdicciones que tienen una
óptica un poco más laxa en términos de regulación o con objetivos para fomentar el
ecosistema de criptoactivos.
Otra respuesta relevante es la prohibición directamente. En algunos casos
China que dijo que hay ciertas actividades que no se pueden hacer, de hecho, la
han declarado ilegales. Otro ejemplo es Colombia que dijo que la comercialización
de derivados en criptoactivos a minoristas no está permitida. Hay otros casos que,
para entidades reguladas, por ejemplo, que si son bancos y están regulados no
pueden operar con criptoactivos. Esa es otra forma que se puede tomar.
Hay otras iniciativas, pero quiero resaltar esto de la moneda digital de Banco
Central -CBDC por la sigla en Inglés-.
Emiliano había comentado, en este esquema cómo juegan los criptoactivos y
la forma de dinero vigente las potenciales nuevas formas de dinero y mencionó, a la
pasada, la moneda digital de Banco Central. Eso sería una iniciativa en respuesta
de estos nuevos criptoactivos.
En general se puede optar por la regulación: o regulo o compito. Ese sería el
curso de acción de los Estados: regulo el espacio o me sumo y peleo -en términos
metafóricos- por la opción. Todas las iniciativas están en estudio. Hubo algún caso
en Uruguay que llevó adelante un proyecto piloto, pero no hay ningún plan de
implementación formal.
Como los criptoactivos tienen alcance global por definición y a raíz del boom
de fines de 2017 y principio de 2018, teníamos el Bitcoin a 20000 dólares, entraron
a la agenda global bajo la presidencia argentina, el año pasado, a raíz de que
surgen nuevos instrumentos que están relacionados y que refieren a criptoactivos y
en función también de los activos micro y macropotenciales que ya mencionamos.
Como caso principal, tenemos al G-20, recordemos la conclusión preliminar
que fue “no hay riesgo sistémico”, pero hay riesgos individuales que justifican,
primero, un monitoreo y, segundo, un seguimiento de cuáles son las implicancias a
nivel individual.
Lo que comentó Emiliano fue en julio. A finales del año pasado sí hubo un
compromiso para la regulación AML y CFT y otras respuestas. En el ínterin tenemos
que surgen, en la medida en que hablamos de un espacio que está en constante
evolución, los anuncios de proyectos que implican que hay criptoactivos que,
potencialmente, pueden alcanzar escala global. Suena medio largo, pero lo
podemos resumir en cybercoin globales, como el caso más enfático que es Libra,
que está anunciado para el año que viene, pero como bien dijeron acá, está
teniendo algunas presiones, sobre todo, por parte del gobierno de Estados Unidos
en cuanto a limitar, en la medida que tienen alcance global puede llegar a ser
efectivo de manera mucho más rápida que en los casos de criptoactivos
tradicionales, dada la base de usuarios que tiene Facebook que son alrededor de
2000 millones de usuarios o algo así.
Eso fue el G-20 con énfasis -y esto también lo comentó Emiliano- en las
economías emergentes en desarrollo. Lo que dice es: los criptoactivos no tienen
impacto idéntico en todas las economías. Esto lo tomó el Banco Central en su último
informe de estabilidad financiera que también lo citamos. El Consejo de Estabilidad
Financiera es un organismo que se introdujo en estos temas con la misma
conclusión preliminar de que no hay riesgo sistémico, pero siempre ese pero está
dado en función de la dinámica, la foto no es amenazante, entre comillas, pero la
dinámica justifica que le prestemos atención.
En ese sentido se optó por un marco de monitoreo. Sigámoslo. Llevemos un
relevamiento; un seguimiento constante de estos desarrollos, por ejemplo,
recientemente o este año se incorporó en el monitoreo a los stridercoin, desarrolla
algunos canales de información. Es decir, el mandato del Consejo de Estabilidad
Financiera es, justamente, con relación a los criptoactivos es qué efecto o qué
conexión puede tener con el sistema financiero tradicional. Y, a partir de ahí,
desarrolla un par de canales de transmisión de riesgos. BCDS, es el Comité de
Basilea de Supervisión Bancaria al cual el Banco Central adhiere y es miembro. Es
un organismo encargado de establecer estándares en términos de regulación
bancaria. En febrero de 2018, con respecto a criptoactivos dijo que debe
establecerse un principio general, porque el Comité de Basilea establece
lineamientos, estándares mínimos que los países tienen que aplicar o que los
bancos internacionalmente activos tienen que aplicar y después cada regulador que
lo modifica o adecúa en función de la realidad doméstica. Se estableció este
principio general: si vos hacés la misma actividad que implica más o menos, esto es
más o menos. Los mismos riesgos, más o menos, la misma actividad; te voy a
aplicar más o menos la misma regulación. Esto, nuevamente es un lineamiento, no
es una indicación explicita. Este año hizo una declaración de expectativas de
supresión, también muy generales, es para todos los bancos que operan en
criptoactivos o tienen planeado operar, tienen que cumplir y tener marcos de gestión
de riesgos suficientes es, nuevamente, muy general. Está llevando adelante, dadas
las limitaciones de información: ¿cómo se conecta esto con los bancos que son el
foco de la regulación del Comité de Basilea? Primero, hagamos un relevamiento de
cuáles son las exposiciones que tiene, eso en cuanto a la cuantificación de esas
exposiciones que puedan llegar a tener los bancos en criptoactivos y, en segundo
lugar: ¿cómo las tratamos desde el punto de vista prudencial?
Y, por último, y ya cerramos, hay otras iniciativas. Está IOSCO. Hay otros
organismos. Pero, intentamos resumir cuál es el estado del arte en materia de
criptoactivos y regulación.
El Grupo de Acción Financiera Internacional hizo algunos cambios en sus
lineamientos, precisamente en la recomendación 15, para incorporar los activos
virtuales; lo que ellos llaman activos virtuales. Vean, una vez más, esta cuestión.
Nosotros hablamos de criptoactivos. GAFI habla de activos virtuales, de
proveedores de servicios de activos virtuales. Vean que esta suerte de diferencia de
criterios incluso entre reguladores a nivel global sucede. Y, últimamente, actualizó
sus guidelines sobre la gestión basada en riesgos para incorporar a los activos
virtuales.
Para finalizar, esto fue un poco un panorama muy general. De hecho,
criptoactivos, una introducción panorámica.
Nuevamente, muchas gracias por la invitación.
tengo. Si tengo diez en el saldo, no puedo enviar veinte. Si tengo diez en el saldo,
¿puedo enviarle diez a una persona y diez a otra en simultáneo e inventarme diez
que no tenía? No. Eso, en un sistema centralizado tipo PayPal es re fácil y re barato
de garantizar, porque llega todo a los mismos servidores, bajo control de ellos. Y si
se les rompe alguno de sus sistemas, vuelven un poco para atrás, auditan y dicen:
“Acá nos mandamos una macana, éste quiso mandar a la vez a dos lugares y los
pudo gastar”. Inventó dinero que no tenía. Ahí, está bueno que PayPal,
MercadoPago, Coelsa, que la base de datos que tiene una autoridad principal por
sobre todo el resto ejerza esa autoridad para que no ocurran esas cosas en lo que
es el principio básico de transferencia de dinero que es: yo no gasto lo de otro y no
gasto lo que no tengo.
El bitcoin eso lo resuelve de otra forma. El bitcoin trata de resolver que ese rol
principal que tiene una red centralizadad de desambiguar, de decir: tenías diez y los
quisiste mandar a la vez. O van para acá o van para allá. Como no hay un dueño de
la red bitcoin y con el estudio de este tipo de sistemas se llegó a sintetizar, a decir:
¿cuál es el rol privilegiado que tiene que tener una red de transferencia de dinero?
Poder desambiguar esto. O sea los dueños de transferencia de dinero ahora hacen
otro montón de cosas. Hacen prevención de lavado de dinero, te retienen
impuestos. Hacen un montón de cosas que no hacen al principio básico de: “yo
tengo dinero y lo quiero mandar”. “Tengo un activo y lo quiero mandar”.
Lo que logró el bitcoin y esa es la invención que tiene, es que una red
descentralizada de minero, como se les llama, yo prefiero llamarlos escribanos,
certifiquen que el que está gastando es el que está gastando, que el que está
gastando tenga lo que está gastando y que el que está gastando no se esté
haciendo el pícaro y mandando para un lado y para el otro en simultáneo a ver si
hace esto de inventar dinero de la nada.
Las dos primeras partes las resuelve bastante fácil. En un montón de nodos
de una red en la que no hace falta pedir permiso para participar, es una red peer-to-
peer… No sólo no hace falta pedir permiso. Uno no se identifica como persona
siquiera. Puede ser una empresa. Uno no se identifica ni siquiera en un lugar
geográfico. Uno puede hacer el trabajo que hace un minero, publicando sus
resultados a través de mails. Sería lentísimo y totalmente impráctico. Ahí sí hay
anonimato. El minero es realmente anónimo. Para quitarle ese anonimato, hay que
tratar de investigar cómo se propagan las transacciones en la red bitcoin.
Pero, volviendo al tema de cómo se cumplen estos tres requisitos que
mencioné, el primero es cómo sé que el que está firmando es el dueño. Firma
digital. Criptografía asimétrica. Esencialmente es como que yo tengo mi propio
candado y cuando alguien me tiene que mandar un mensaje a mí, le doy el candado
abierto. Le digo: poné el mensaje en un cofre. La llave la tengo yo. Mandame el
cofre. En el medio, nadie lo abre. Eso es criptografía asimétrica. Cuando se mandan
bitcoin es un poco eso, también. Es ponerlo en un cofre que la guita está adentro,
me mandas y como yo tengo la clave privada, soy el único que lo abre. Ahí no le
tuve que pedir permiso a nadie. No me tuve que autenticar ni nada, porque la
verificación de una firma digital se puede hacer independientemente. No hay un
registro único de usuarios de bitcoin. Y es por eso. Si puedo generar la cantidad de
firmas, de candados y llaves que quiera, sin pedirle permiso a nadie, no por un tema
de ocultarme ni de mantener un seudonimato. Ahí, quiero meter un poco el tema del
seudonimato. Seudanimato, como persona que tiene bitcoin, es, por ejemplo, yo
vengo acá y digo que me llamo Cosme Fulanito. Ustedes me vieron, ven mi
semblante y para los que estamos acá, soy Cosme Fulanito. Ahora, van a cualquier
lado, a mi lugar de trabajo y preguntan por Cosme y nadie sabe quién es. Eso es el
seudonimato. Ahora, cuando alguien en mi trabajo diga: saben que a Nubis les
gusta decir que se llama Cosme Fulanito, ahí está, ya saben que soy Nubis y todas
las otras cosas que hice. El minero es anónimo. El usuario es seudónimo. Se puede
rastrear. Después, voy a tocar un poco más ese tema. Se puede rastrear, quizás. Se
tienen que dar algunas características. Es tan seudónimo como nosotros acá,
caminando por la calle. Depende qué interacciones hacemos que nos requieren
identificarnos y qué ganas de colaborar hay de cada uno de los que interactuó
conmigo.
Entonces, saber que uno es el dueño es fácil y no hay que ir a un servidor
central. Es directamente esta criptografía asimétrica. Eso le da escala humana al
sistema, también. Quiero hablar, también, de que el bitcoin está bueno porque
resuelve un solo problema y le da escala humana: para todos. Si un sistema de
estas características quisiera abarcar a todo el mundo, colapsa bajo su propio peso.
Eso no quiere decir que el bitcoin vaya a abarcar a todo el mundo, porque tiene
otras deficiencias técnicas, pero, estas características de “gobernancia” hacen que
pueda tener esa escala humana. No es que no se pide permiso por un tema de no
controlar, sino porque a quién le vas a pedir permiso para hacer un billetera de
bitcoin.
A esas claves públicas y privadas de acá en adelante las vamos a llamar
direcciones bitcoin. Es como una dirección de mail, como un alias en Twitter, pero
que no le tuviste que pedir permiso a nadie para tener.
Después, ¿cómo se hace para saber que mi dirección, que es la que recibe y
envía…? ¿Cómo hago para saber el balance de una dirección?
Quizás estoy simplificando algunas cosas técnicas, pero creo que hace a
entender si hay que regular algo ahí o no. El balance de una dirección es, como
imaginarán, todo lo que recibe menos todo lo que envía. Toda esa información se
comparte entre todos los escribanos, para que puedan validar esto. Y para que
puedan hacer su otro trabajo muy importante que es saber que alguien no está
gastando dos veces.
Cuando alguien envía dinero a otro alguien en la red bitcoin, hay una
dirección de origen, que es la que uno firma, y la dirección de destino, que es el
cofre cerradito con el candado del otro. Esas transacciones se comparten en toda la
red, en donde muy fácilmente, sin gran poder de cómputo, los escribanos verifican
la firma digital y los fondos disponibles en esa dirección en base a todas las
transacciones confirmadas anteriormente.
Entonces, lo que se plantea es, cada diez minutos, un universo acotado de
transacciones nuevas a tildarlas como que están bien. ¿Por qué se hace un
universo acotado? Porque a la hora de desambiguar que, repito, es la única… Nos
dimos cuenta que el único privilegio que tiene que tener el dueño de esta red es
desambiguar eso.
Al momento de desambiguar, tengo que tener un universo acotado, porque
no puede… Una vez que certifiqué unas y dije: ninguna de estas está queriendo
gastar dos veces. Después, si aparece otra, se tiene que rechazar. Entonces, cada
vez que uno hace una transacción y la publica, la agarra un escribano. Agarra una
cantidad de transacciones mías y de los demás. Y dice: entre todas estas
transacciones, primero que todo, son los dueños del dinero; segundo, todos tenían
los fondos en sus direcciones y obviamente, en este set concreto de transacciones,
ninguna conflictúa con la otra. Ninguna está queriendo gastar del mismo origen, de
modo que no le alcance el dinero.
anterior yo puedo validar muy rápidamente que, al momento de gastar, todos tenían
lo que gastaron y todos eran dueños de lo que gastaron, y que todos los bloques
que me están llegando tienen ese número mágico tal que los datos anteriores… Se
valida independientemente.
Ahora bien, vieron que la gobernancia ahí es la de quien tiene el permiso de
desambiguar. Si a mí me preguntan dónde hay que regular ahí, digo “difícil”.
Además, ocurre en cualquier parte del mundo. Minar se puede minar el papel –
hiperineficiente–, pero yo puedo hacer un bloque, una transacción bitcoin,
imprimirla, que quede en un QR, mandarla por otro lado, por correo, alguien la
publica en la red y andá a enterarte de dónde salió esa transacción en cuanto a
dónde ocurrió físicamente. Si vos sabés que la dirección es mía, sabés que lo
mandé yo, pero no sabés desde qué país.
¿Más o menos se entendió por qué me parece que el bitcoin es un bicho
distinto? Porque el bitcoin tiene solo eso de gobernancia, después, las otras cosas
de las que hablamos tienen que ver con mover dinero y activos tradicionales.
¿Qué seguridad me ofrece el bitcoin y todo ese trabajo que se hizo? Que
para calcular ese número mágico alguien tiene que ponerse a trabajar de la misma
manera que el que lo calculó. Ahí viene la prueba de trabajo, el consumo de energía
que eso tiene y la dificultad de borrar registros. No se pueden desconocer
transacciones sin rehacer todo el trabajo que se hizo para escribirlas. Y ni siquiera,
porque mientras más trabajo se hace honestamente, más trabajo todavía hay que
hacer para desacreditar lo que ocurrió. Es mucho más que replicarlo. Se trata de
rehacer todo eso más el trabajo nuevo que se tenga que hacer solo para borrar la
historia. Lo cual hace que el bitcoin sea muy seguro en cuanto a inmutabilidad de
datos y también trae a colación temas de la finalidad del pago, el teórico.
¿Y qué pasa si hay una hiper, “hipermegaarchicomputadora” que me puede
borrar o me puede reescribir la historia de hace una semana? Es improbable.
Entonces llega un punto en que sí en la práctica se le da finalidad al bitcoin, que en
este momento es una hora, pero va a ser menos en el futuro. O sea que no está tan
mal la finalidad del pago en bitcoin. En la historia del bitcoin nunca se revirtió o
alguien reescribió la historia de hace más de una hora porque es dificilísimo hacerlo.
Entonces, dicho esto, y con esa seguridad establecida y con esa redundancia,
porque está en todas las partes del mundo, sé que se me puede caer Internet –o un
montón de cosas que hagan que yo no pueda acceder a la red bitcoin–, pero nunca
la red bitcoin.
Viéndolo desde el punto de vista regulatorio, acá voy a leer un poquito porque
quiero tirar más cortito y al pie cosas que vi: el bitcoin como forma de gobernancia
es inspirador porque nos invita a sintetizar y a reemplazar con tecnología los
procesos de gobernancia que se puedan reemplazar, si bien algunos otros no se
van a poder reemplazar. Considerando el punto en que un contrato entre dos
personas puede contemplar algún tipo de fuerza mayor o un arbitraje posterior o que
se vaya a juicio, difícil en este estadio de la tecnología, por lo menos, reemplazar
eso con tecnología, pero, bueno, en cuanto a envío de dinero es una muy, muy
buena red, o sea que se entendió clarísimo el problema.
Después tiene una cosa sinérgica, porque se escucha hablar de blockchain in
bitcoin o blockchain in token y ese tipo de cosas: los mineros reciben sus pagos
también en bitcoin y ahí hay garantías de lo que nunca hace como red. El bitcoin
nunca se metió a decir: “está garantizado valer una cantidad de dólares”. Es
simplemente una promesa que no hace al uso del bitcoin, sí al uso, quizás, de los
usuarios. Ahí quiero meterme en puntitos en donde quizás se puede llegar a regular
u observar.
Tampoco hace previsiones en cuanto a prevención de lavado de dinero o en
cuanto a quién es el originante de los fondos. La idea es darle escala humana, que
cualquiera, en cualquier parte, pueda hacer cualquier tipo transacción. El precio de
un botón se puede representar. Le va a salir caro enviarlo, pero se puede
representar. El que lo recibe lo puede recibir bien. Si recibe pago por un montón de
botones después los puede sacar. Así que, bueno, son cosas que no es que están a
favor o en contra de algún uso, sino que tratan de resumir para qué sirve y para qué
no.
Otro tema también es que, como todos los nodos, comparten toda la historia
para validar los fondos que se gastan. Hace a la trazabilidad de los pseudónimos.
Nosotros en Bitex trabajamos con el Ministerio de Seguridad, por ejemplo, en
ayudar a entender cómo es la trazabilidad y el análisis de blockchain de modo tal
que las personas pseudónimas, como hice yo para hacerme pasar por Cosme
Fulanito… ¿Qué pasa si yo tengo dos visiones de eso y puedo realmente rastrear
operaciones bitcoin? De hecho, eso queda escrito para siempre, entonces, ¿qué
pasa si hoy yo me entero de quién es el dueño de una dirección que ya hace cinco
años estábamos investigando por un delito? Esa trazabilidad del blockchain está
muy madura. Y no hay que inventar nada nuevo, es más, probablemente no haya
que regular nada muy nuevo, simplemente habrá que establecer los protocolos
sobre cómo la Justicia podrá valerse de esa información, utilizarla, etcétera. Pero
nada más habrá que plantearlo para que esté el protocolo escrito. De hecho, esa
información ya se puede usar.
Y ese es uno de los temas que quería tocar, porque hay delitos de lavado de
dinero que ocurren off line y después se trata de lavar los fondos, ahora bien, hay
otros delitos que son principalmente on line, como la producción y distribución de
material de abuso sexual infantil. Acá no tenés una frontera en la que está pasando
algo, pasa todo en el mundo digital y gracias al blockchain analysis, hace menos de
un mes, se desbarató y se capturó a la red más grande de producción y distribución
de esas imágenes. Reitero, gracias al blockchain analysis. Es algo interesante que
debemos tener en cuenta porque tiene que ver con la madurez que tiene esto. Sigue
madurando y dentro de diez años nos va a dar información sobre delitos que
vivimos ahora, entonces, no hay que sacarle el ojo y hay que seguir hablando del
tema.
Después, hay otras redes que están más orientadas a la privacidad y ahí
quizás se planteen asuntos filosóficos: pero el dinero, como red de comunicación de
transferencia de la existencia de algo, ¿es un acto social? ¿Es un acto social el que
estoy haciendo cuando envío dinero? O sea, teniendo un sistema de contabilidad de
triple entrada, si le mando dinero a alguien, ¿es solo entre nosotros dos o es el
sistema de dinero de todos en el que tendríamos que compartir esa información? No
lo sé; son las dos caras del debate.
También hace a la auditabilidad si sé la cantidad de dinero que envió el otro,
porque, por ejemplo, si fuera a usar… Hay algunas monedas que no solo ofuscan a
quien envía o recibe para que no haya pseudónimos, sino que, además, ofuscan los
montos para no saber quién tiene cuánto dinero. Y eso está activo en la red. El
problema técnico de eso es que tiene que estar muy bien auditada la criptografía de
esa parte, en donde se cifran y descifran los montos, para saber que, por algún error
en ese algoritmo, alguien no puede estar enviando dinero que no tenía porque nadie
se daría cuenta. Entonces, es un poco un salto de fe sobre la criptografía.
En el bitcoin la criptografía se usa en dos lugares: uno, para identificar que yo
soy el que estoy gastando. Viene una computadora cuántica y se hace pasar por mí
y me gastó todo el dinero. Ahí sí vos decís: acá hay un problema. Ahora bien, para
el minado, que es averiguar, prueba y error, prueba y error hasta que uno averigua
el número mágico, hay una computadora cuántica que lo hace de taquito, pero lo
único que podría hacer es una selección, es decir, seleccionar cuáles transacciones
confirmar y cuáles no. Tendría que tener un criterio para hacer eso. Entonces es
como que como negocio es un poco inviable. No podría gastar dinero que no le
corresponde nada más que por minar. Y, de hecho, estaría muy incentivado a
hacerlo por la buena: “Bueno, voy a ser mejor minero de bitcoin y me voy a ganar
todas las comisiones y todos los bloques”.
Con esto quiero decir que el sistema de bitcoin es muy complejo. Y solo les
estoy hablando de bitcoin, pero, incluso, dentro del bitcoin cuando se habla de
criptografía, de la parte de protocolo de red, es una conjunción, un tour de force de
tecnología, como dice Bill Gates. Además, en distintas partes se reutilizan
conceptos, pero eso tiene distintos riesgos.
En cuanto a esos riesgos técnicos que pueda haber en este tipo de
criptografía, creo que es un poco difícil que se puedan regular, en cuanto a que esto
ocurre en todo el mundo. Hay equipos de desarrollo distribuidos en todo el mundo,
y, si nosotros regulamos, por ejemplo, la tecnología que usan los mineros de bitcoin,
les comento que, en realidad, ellos están autoincentivados para hacer las cosas
bien, porque si un minero de bitcoin tiene un problema de seguridad informática, le
roban todos los bitcoins a él, o todo su minado queda inválido y pierde dinero ese
solo, en cuanto a seguridad informática de los que son escribanos.
Después, en cuanto a los usuarios de bitcoin, que tienen su billetera bitcoin,
tienen una característica: no le pidieron permiso a nadie, pero son los custodios de
sus llaves. Si pierden la llave, perdieron el dinero. Ahora bien, si alguien que tiene
bitcoin en su propia billetera hace algo mal se perjudica él mismo. Ahí puede llegar a
haber una idea para los que hacen el software de billetera, podemos ver qué
requisitos le ponemos. Además, los que hacen el software de billetera existen en
todo el mundo. Es un poco difícil decir: "Al que haga una billetera bitcoin le voy a
poner el software" para que la llave las tenga otro. Eso es una billetera bitcoin. Una
billetera bitcoin es donde alguien guarda las llaves, después hay otros servicios más
como el de Ripio, más como el nuestro, que hacemos custodia de bitcoin en muchos
casos.
Hay que identificar en dónde se cumple la regla de que por el error de
uno el perjudicado es otro y ahí sí se puede llegar a ver algo, pero en donde el error
de uno solo lo perjudica a uno es un poco difícil. Después, hay otra cosa, ¿por qué
quería hacer la diferencia entre bitcoin y el resto? Muchas cosas que estaban
reguladas o prohibidas antes las agarraron, les pusieron una etiqueta de que tiene
que ver con blockchain, "cripto" o algo para seguir haciéndolo y saltar la regulación,
entonces, ahí no hay que comerse el amague. Por ejemplo, las billeteras digitales
tipo MercadoPago acá están, existen, o sea que el Banco Central pone que la
billetera digital es parte del sistema nacional de pagos, por ahora no muchísimo
más, pero está como reconocido, ¿verdad? Reproduzco el gesto (Risas.) Pero
existe, digamos, se está trabajando, empíricamente está.
Entonces, les cuento una anécdota. Había unos muchachos que decían:
"Nosotros vamos a hacer un token [un token es un sistema de registro de datos que
involucra criptografía avanzada y tener las transacciones distribuidas en servidores
geográficamente en todas partes del mundo, toda esta cosa de la resiliencia del
sistema] y va a ser intercambiable por dólares, va a haber convertibilidad, va a
haber un uno a uno de nuestro token contra el dólar" y juntaron un montón de dinero
de gente, porque ellos decían: "Y además a los que los tengan, nosotros por tener
los depósitos les vamos a pagar un interés, sirve para invertir y para algunas otras
cosas". Bueno, parecía todo bien ahí. Ahora, primero, se dieron cuenta que como
era convertible a dólares la gobernancia de todo este sistema la tenían ellos y
dijeron: "A ver, si la gobernancia es toda nuestra, ¿por qué nos vamos a poner a
hacer el trabajo carísimo de minarlo, de distribuirlo y todo? La gobernancia es
nuestra, en cuanto nos equivocamos, retrocedemos" y se fueron a un sistema
tradicional. Cuestión que ese token que en todos lados se anuncia como que era
una criptomoneda, en realidad estaba en una base de datos administrada
tradicionalmente por ellos como la de cualquier banco, como la de MercadoPago o
PayPal, y está bárbaro que se hayan dado cuenta de eso, porque si la gobernancia
la tiene uno, pierde un poco el sentido meterlo en un blockchain, pero ahí deja de
ser un bitcoin, deja de ser una criptomoneda y ya están hechos el entendimiento, la
política, los convenios y los estudios de riesgos potencial. Eso ya está hecho.
Entonces es… ustedes hacen lo mismo con una tecnología distinta, perfecto,
mitiguen estos riesgos y listo, ¿no? No hay que asustarse porque te digan: "No, pero
lo mío es autos que van a 300 kilómetros por hora en la ruta 'cripto'" y no, te van a
decir que no podés andar con ese auto en la ruta.
Después, otras cosas que ya están reguladas, lástima que no está la gente
de la CNV, pero la verdad es que el Banco Central hizo un muy buen trabajo
explicando eso; los securities, el Howey test este famoso es, entre otras cosas, pero
para resumirlo: si yo le pido plata a alguien y le ofrezco una rentabilidad o un
producto que todavía no tengo, y que lo tenga depende de qué voluntad, habilidad y
buenas prácticas implemente para hacer el negocio… si yo le tomo dinero y para
devolvérselo depende de mí, de cómo yo trabaje y todo eso, es un securities.
Bueno, da para hablarlo más. Para ir redondeando, hay algunas partes de
esta tecnología que estaría bueno que se regulen o que las regulaciones los
acepten, algunas funcionalidades que aceptan, por ejemplo, en lo que es dar fecha
cierta de documentos y esto, estaría bueno que se acepten más fácilmente. Y
después, en cuanto al resto, el mensaje cerrado que les quiero dar es: bitcoin es
una cosa, las otras cripto son otra y mucho del trabajo que ya está hecho no hay
que tirarlo a la basura, porque aplica a los otros negocios, por más que le pongan
una etiqueta cripto. Dejo el resto para las preguntas.
Locutor.- Muchas gracias.
Antes de continuar, queremos comentarles que nos llegó la adhesión a este
evento de la senadora Miriam Boyadjian.
Y bien, vamos a invitar al representante de la compañía Ripio, Alejandro
Rothamel, es abogado, egresado de la Universidad Austral y magister en derecho
de la propiedad intelectual de la universidad Berkeley en California. Desde hace diez
años ha ejercido la práctica del derecho vinculado a temas de tecnologías, ha
asesorado como abogado externo a diversas startup vinculadas al mundo fintech,
ha participado como consultor de los emprendedoras de IncuBA, la incubadora del
gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y es colaborador de la red de
emprendedores Naves del IAE, la escuela de negocios de la Universidad Austral.
Desde 2016 se encuentra vinculado al mundo de los activos digitales habiendo
prestado servicios como abogado externo a empresas como RSK Labs y fundando
la práctica de criptomonedas del estudio Mitrani, Caballero & Ruiz Moreno, participó
como expositor en conferencias y eventos vinculados al ámbito de los activos
digitales, desde diciembre de 2018 se desempeña como director de legales de
financiera en el que advierte sobre los riesgos que pueden tener los activos
digitales, es especial las criptomonedas estables. Entonces, uno podrá estar más o
menos de acuerdo con esas medidas y con las apreciaciones de los reguladores,
pero, en todo caso, evidencian que los activos digitales son una realidad que cada
vez es más relevante para todos los actores sociales, y por eso celebro la
posibilidad de que hoy existan estos espacios de debate.
Aun así, creemos que queda mucho camino por recorrer desde lo regulatorio
a fin de que la industria pueda consolidarse en la Argentina como tal. Aquí una
breve digresión que es advertir sobre la tentación de aplicar normativa extranjera a
lo que es el derecho argentino, porque vemos que se sacan comunicados, el Tesoro
de los Estados Unidos, los bancos centrales del resto del mundo y por tomar un
caso como muestra, por ejemplo, se mencionó mucho el Howey test que es un test
que inventó la Corte Suprema de los Estados Unidos para determinar cuándo hay
un valor negociable o no. Y ese test es mucho más amplio de lo que nuestro
sistema jurídico permitiría usar como para determinar si hay un valor negociable o
no.
En la Argentina tenemos la ley de mercado de capitales, el artículo 1815 del
Código Civil y Comercial y se acabó. Lo que se requiere es que en este contrato,
que es un valor negociable, esté incorporada esta expectativa de inversión, cuando,
en realidad, bajo el Howey test no hace falta que esta promesa de inversión esté
incorporada a ningún instrumento, sino que basta con que el consumidor haya
creído que podía tener alguna especie de retorno. Entonces, estaría bueno
desarmar algunos mitos en este punto, por ejemplo que nuestra industria como tal
funciona sobre una burbuja o que nos movemos en una realidad paralela, tanto de
VTEX como desde Ripio estamos permanentemente en contacto con actores y
productos del mundo financiero tradicional, precisamente a fin de facilitar esta
transición del mundo financiero tradicional a la nueva economía digital. Por ejemplo,
nuestros usuarios pueden comprar activos digitales con el saldo que tienen en sus
cuentas bancarias y mover a sus cuentas bancarias lo realizado por la venta de sus
activos digitales, con lo cual, los bancos y las empresas cripto trabajan codo a codo.
Entonces, en la medida en que esas relaciones existen, necesitamos un
marco normativo claro. Si bien la adquisición, la tenencia y la enajenación de los
activos digitales en general no está prohibida ni es ilegal, fundamentalmente por la
aplicación del principio de reserva del artículo 19 de la Constitución Nacional,
percibimos que hay bancos y actores del sistema financiero a los que el principio de
reserva no les resulta muy satisfactorio y quieren alguna seguridad adicional, ¿no?
En la Argentina tenemos una relación muy buena con los bancos desde hace años y
esto se dio gracias a un proceso de colaboración que se dio orgánicamente y que
surge del reconocimiento de que esta industria está establecida y está para
quedarse, pero en otros países de Latinoamérica tenemos experiencia, también, de
que los bancos directamente –y en algunos casos ilegalmente– no aceptan como
clientes a empresas cripto, quizás basados en prejuicios o proyecciones que no son
del todo fundadas.
A nuestro juicio, los activos digitales hoy no son una amenaza para las
monedas fiduciarias, me parece que también es el sentir compartido con el Banco
Central; digamos, hay un control o una supervisión de qué es lo que pasa en el
mundo cripto, pero al día de hoy nadie lo percibe como una amenaza. La demanda
de los activos digitales se comporta como la de cualquier otro tipo de activos, si son
líquidos y su precio tiende a aumentar, la gente los va a comprar, si se percibe que
le falta liquidez o que su precio baja, la gente no los compra directamente o los
vende.
Los que somos parte de esta industria sabemos que la masificación de su
uso como moneda de cambio reemplazando a las monedas fiduciarias está lejos de
ser una realidad. Entonces, entender esta diferencia es clave para regular
adecuadamente este fenómeno, como también es clave entender que hay que
encontrar la dosis justa de regulación, porque, ¿qué pasa?, tanto una ausencia total
de regulación o una regulación demasiado liviana o una regulación que sea
excesivamente onerosa sobre la industria va a llevar a que se fomente la economía
informal.
Como decía Nubis, estas transacciones a nadie le hace falta un Ripio o un
Vitex para hacer transacciones con bitcoin, de hecho, en la Argentina hay sitios web
que son, básicamente, como una segunda mano de bitcoin en los que uno ve algún
usuario que quiera comprar por equis cantidad a tal monto, uno puede contactar a
ese usuario y hacer una transacción pier to pier real. Con lo cual, si vamos a hacer
una regulación excesiva o una regulación demasiado liviana, estas cosas pueden
llegar a pasar. La idea es encontrar un marco regulatorio inteligente en el que se
fomenten la generación y el desarrollo de empresas transparentes y respetables,
porque si no en esta economía informal, después, no tenemos ni pago de impuestos
ni políticas de conocimiento del cliente ni empleo registrado ni defensa del
consumidor ni prevención de lavado.
Desde Ripio siempre nos pusimos a disposición para encontrar este punto
justo, porque queremos que el ecosistema crezca saludablemente, como lo ha
venido haciendo Ripio, nutriendo de relaciones de colaboración con todos, con los
reguladores, con los bancos, con los actores financieros para que entiendan que no
somos una amenaza sino que somos un nuevo “incumbente” de esta nueva
economía.
Para mencionar un poco la relevancia que tienen las empresas cripto para el
resto de la industria tradicional y de las grandes empresas, por ejemplo, Ripio es la
única empresa cripto elegido por Google para el programa de aceleración de start
up en México; también nos aceleró Visa en Brasil y hoy trabajamos codo a codo con
Visa; KPMG nos seleccionó el año pasado como una de las cien fintech más
innovadoras del mundo. El hecho de resaltar esto, más allá de que obviamente me
gusta porque trabajo para Ripio, tiene el fin de presentar con hechos que las
empresas más innovadoras del mundo y una de las más grandes han reflejado en
obras el interés que tienen en esta nueva tecnológica.
Desde el punto de la escala que tiene Ripio como generador de trabajo en la
Argentina, hoy tenemos un equipo de cien profesionales con oficinas en Buenos
Aires, en La Plata y, también, con empleados en Brasil, en México y en España, y
tenemos planes de expansión en Perú, Uruguay, Paraguay, Chile y Colombia; con lo
cual, es una empresa que está pujante, en crecimiento, que adecuadamente
regulada o regulada inteligentemente puede generar mucha riqueza en nuestro país.
Desde Ripio queremos que más empresas tengan la posibilidad de crecer y
emprender desafíos ambiciosos, pero para eso es necesario que desarrollemos
normas transparentes, que permitan a todos los actores del sector crecer con
libertad y en un marco de seguridad y confianza. La idea es no tener sorpresas sino
ir todos para el mismo lado y con transparencia ver cuáles son las preocupaciones
que tienen los reguladores y de qué manera nosotros, como miembros de una
nueva industria, podemos contribuir a que esas inquietudes se despejen.
Este es el papel que creemos, en definitiva, que tienen que tener las
empresas como Ripio, como Bitex, en los países en donde se desarrollan. Quienes
cosas que tal vez nosotros también olvidamos por breves instantes es el tema del
federalismo. Las criptomonedas con su diseño permiten programar una suerte de
emisión que también atienda al federalismo que requiere nuestra Argentina. Y ese
es uno de los puntos que probablemente con la emisión de impresión uno ve que
naturalmente la moneda tiende al centralismo, más allá de la, obviamente,
distribución geográfica que luego se va haciendo de a poco con el intercambio
humano, lo cierto es que podríamos programar esto con un norte social. Y esto por
lo menos no es muy explorado, es algo tal vez muy incipiente, revolucionario lo que
estoy mencionando, del mismo modo que también tengo perspectivas nuevas de
privacidad y de anonimato que tal vez exceden el marco de esta charla por la
profundidad de la privacidad que trabaja en ellas.
Pero, por lo menos, tomando estos fines sociales que son más inmediatos y
responden a necesidades básicas comunitarias se podría abrazar eso al mismo
tiempo que una redistribución hasta de la riqueza. La criptomanía alberga
muchísimas potencialidades, entre ellas las que señalabas.
¿Querés responder la segunda?
Sr. Rothamel.- Sí, con respecto a la segunda pregunta sobre cómo es posible esta
interacción. Obviamente, los bancos comerciales, yo creo que entendieron… El
Banco Central como entidad reguladora entendió, como decía, que es una industria
que está en crecimiento, es una industria que tiene que acompañar. Los bancos, yo
creo que también están interesados en ver cómo funciona, con lo cual, es un
incentivo adicional para trabajar con empresas como nosotros. Y me parece que,
por otro lado, obviamente, está la parte sindical y esta fantasía de que todos bancos
se van a quedar sin trabajo. Me parece que estamos muy lejos de eso y que quizás
esa apreciación haya sido más bien muy acalorada y que no se condice con la
realidad de las cosas. Fundamentalmente, eso. Gracias.
Locutor.- Quiero comentar que tenemos que entregar el salón. Tenemos tiempo
para dos preguntas más.
No hay más preguntas. Bueno, entonces, vamos a entregar los certificados a
los participantes.
- La señora senadora Elías de Perez realiza manifestaciones
fuera del alcance del micrófono.
Sra. Elías de Perez.-... absoluta claridad de lo que debe hacer y de lo que debe
regular y demás.
Lo que ustedes han hecho hoy es darme la certeza absoluta de que nosotros
tenemos que sentarnos a discutir punto por punto. Y en cada punto y para cada
paso que queramos dar, tenemos que llamar de vuelta e ir haciéndolo con la
seriedad del caso, porque se puede llegar a generar hasta debacles internacionales
o mundiales, como los que vos señalabas hace un rato.
Pero partiendo de que no sabemos o de que no la llamamos del mismo modo
a algo que no tiene un solo nombre y que lo llamamos de distintas maneras y que
cuando lo llamamos de distintas maneras, cada uno lo interpretamos de distintas
formas…
Bueno, pasando por cada una de las cosas que hoy nos han abierto la
cabeza, yo quiero hacerles mi reconocimiento y decirles que esto, que es el primer
paso, que han dado ustedes, va a ser el primero de una serie de pasos. Además,
vamos a estar molestándolos en lo personal a cada uno por cada una de las cosas
que he ido tomando nota, porque son especialistas. Les agradecemos. No pueden
haber sido más didácticos, no pueden haberlo hecho más sencillo algo que es
absolutamente difícil para quienes no estamos en el tema.
Johanna.
- Se hace entrega de los certificados a los expositores.
Locutor.- Johanna Faliero. La primera expositora. (Aplausos.)
Para el ingeniero Faliero. (Aplausos.)
Para la gente del Banco Central, Emiliano Giupponi e Iván Hundewadt.
(Aplausos.)
Para Cristian “Nubis” Bruno. (Aplausos.)
Y, finalmente, para Alejandro Rothamel. (Aplausos.)
Muy bien. Les agradecemos por supuesto a todos los expositores que hemos
tenido hoy.
Los queremos invitar para compartir un refrigerio con nosotros en el hall
contiguo a este salón. Muchas gracias por haber venido.
- Fin de la desgrabación.