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Seguridad e Higiene - PROTECCIONES CONTRA INCENDIOS
Seguridad e Higiene - PROTECCIONES CONTRA INCENDIOS
Seguridad e Higiene - PROTECCIONES CONTRA INCENDIOS
UNIDAD 4
Objetivos de la Unidad: que el alumno conozca las técnicas preventivas, los medios de
protección y los equipos de extinción necesarios para proteger de las catástrofes ígneas.
El profesional actúa sobre las dos primeras de tal forma que se reduzca lo más posi-
ble el Riesgo Potencial. En ocasiones este último se traduce en un incendio que justifica
la acción de Extinción, la menos deseada pero para la cual hay que estar perfectamente
equipado y entrenado.
La Investigación de Incendios además de sus implicancias legales es normalmente
la forma en que corroboramos y ampliamos nuestros conocimientos.
Así como existen diferentes modelos para explicar fenómenos físicos, existe un mo-
delo geométrico el "Triángulo del Fuego" propuesto, fundamentalmente, para explicar los
mecanismos de acción sobre el fuego de los distintos elementos extintores.
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El fuego es representado entonces por un triángulo equilátero en el que cada lado
simboliza cada uno de los factores esenciales para que el mismo exista: Combustible,
Comburente (generalmente el oxígeno del aire) y Calor (hasta la temperatura de ignición).
Las investigaciones realizadas durante los últimos años han descubierto que detrás
del frente de llamas existen una serie de especies activas (iones, radicales libres, carbón
libre, etc.) que son las responsables de las reacciones químicas en cadena que se produ-
cen en dicho frente.
Por consiguiente, se propone la nueva representación con un tetraedro, que además
de mantener una simbología similar amplia el modelo sin alterar la concurrencia simultá-
nea de los cuatro (4) factores presentes. El cuarto, factor es la Reacción en Cadena
Al retirar uno o más de los cuatro (4) elementos que componen el tetraedro se pro-
duce la extinción. La eliminación del cuarto factor significa intervenir un proceso químico y
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por consiguiente habrá una extinción química aunque, además, puede estar presente una
extinción física.
Como vemos los combustibles pueden estar en cualquier estado de agregación, só-
lido, líquido o caseoso, pero debemos aclarar que lo que arde con llamas en los combus-
tibles, son los vapores que ellos desprenden en el proceso de la combustión. Cuando una
madera es encendida, son los vapores que ella genera los que realmente entran en llama,
y en este caso particular puede haber una superficie incandescente (brasa) además de
llama.
En los combustibles líquidos, el intenso calor radiante que genera vapores en canti-
dades crecientes, los que alimentan el fuego (llamas), la técnica fundamental ha de ser la
de cubrir el espejo líquido evitando la transferencia de calor y la libre generación de vapor
(ejemplo: usando espuma).
Los gases arden en toda su masa produciendo gran parte de ellos serios riesgos de
explosión. Como los líquidos arden produciendo exclusivamente llamas. La técnica clásica
de extinción es saturarlos de material inerte o evitar su contacto con la fuente de calor.
En todos los casos las técnicas modernas de extinción combinan métodos físicos
con los químicos, siendo los elementos extintores seleccionados en función del tipo de
combustible.
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En este proceso el agente oxidante obtiene electrones tomándolos del combustible.
Algunos ejemplos son:
A pesar de que el oxígeno juega un papel muy importante en la mayoría de los pro-
cesos de combustión, se destaca que ciertos metales como el calcio y aluminio, por ejem-
plo, pueden quemar en una atmósfera de nitrógeno que ordinariamente es inerte. Tam-
bién el óxido nitroso alimenta la combustión del fósforo, del carbón y de muchos otros
elementos.
Llegará un momento que aparecerá una pequeña llama apenas perceptible, que
desaparecerá con la interrupción de la corriente eléctrica. Su existencia depende de una
fuente de calor exterior que se la da el anillo de platino.
Si ahora calentamos el anillo a una mayor temperatura de modo que aparezca una
llama brillante como resultado de una mayor velocidad de reacción, se produce una con-
dición que posibilita que la llama subsista sin aporte de calor exterior provisto por el aro.
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Ello permite suspender la corriente sin que la llama se extinga. Ésta es la temperatura de
ignición.
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Este es el cuarto factor que amplia el modelo del triángulo y lo transforma en un te-
traedro. Es evidente que las reacciones químicas pueden ser descriptas, después de gran
cantidad de investigaciones, con una ecuación general (forma condensada), pero debe
entenderse que esta descripción no indica el mecanismo real de la reacción.
A pesar de que sólo las reacciones más simples han sido completamente entendidas
debido a la cantidad creciente de complicaciones que se presentan cuando aumenta la
complejidad del producto combustionado.
Clases de Fuegos
Las clases de fuego se designarán con las letras A, B, C, D y son las siguientes:
1º) Clase A: Fuegos que se desarrollan sobre los combustibles sólidos. Ejemplos:
madera, tela, lona, papel, plástico termoendurecible, etc.
2º) Clase B: Fuegos sobre líquidos inflamables, grasas, pinturas, ceras, asfalto, acei-
tes, plásticos termofusibles, etc. y gases combustibles: butano, propano, etc.
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Hace relativamente poco tiempo ha surgido una nueva clase: Fuego Clase K. Se
consideran Fuegos Clase "K" aquellos que ocurren en las grandes cocinas / freidoras de
última tecnología como la que habitualmente utilizan restaurantes, hoteles, negocios,
"fast-food" y similares, con presencia habitual de cantidades ponderables de aceites vege-
tales, grasas animales, manteca, margarina, entre otros productos combustibles y, ade-
más, existencia de numerosos puntos bajo tensión eléctrica.
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La extinción de un fuego Clase K se logra utilizando como agente extintor agua con
un polvo químico alcalino disuelto, a una presión adecuada para producir la pulverización
necesaria del compuesto.
Tipos de Fuego
Se clasifican en:
1º) Fuegos de superficie, sin llamas. No son combustiones en el espacio, sino oxida-
ciones en la superficie que tienen lugar a los mismos niveles de temperatura como si se
tratara de llamas abiertas. Este tipo de fuego también recibe el nombre de brasa, superfi-
cie al rojo, incandescencia, rescoldo, etc., su característica fundamental es la ausencia de
llamas. La cinética de reacción es baja y la combustión superficial progresa hacia el nú-
cleo central de la masa que arde. Para su extinción se requieren agentes refrigerantes.
Las llamas a su vez pueden ser clasificadas según como obtengan el aire para la
combustión de la siguiente manera:
a) Llamas premezcladas: son aquellas en las que el combustible fluye con un adicio-
nal de aire (u oxígeno), como las que se obtienen en un soplete oxiacetilénico,
quemadores de gas, estufas, etc.:
c) Llamas de difusión: según implica el término son obtenidas por gases o vapores
que no han sido previamente mezcladas pero se queman en la medida que el aire
que llega hace entrar a la mezcla en rango explosivo. En estos casos el oxígeno
(aire) es un agente externo que difunde hacia la zona de llama. Este es el tipo de
llama más común
AGENTES EXTINTORES:
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— ACCIÓN QUÍMICA O SUPRESORA (tetraedro):
o polvos químicos
o halons
o polvos secos o especiales
1) Enfriamiento superficial
2) Acción sofocante / bloqueadora (avances novedosos)
3) Acción emulsificante
4) Extinción por dilución
5) Reemplazo de capas calientes por frías
6) Aditivos: es el caso de agua con compuestos sensitivos, penetrantes, espesante
y, últimamente, productos alcalinos para la extinción de fuegos.
Podemos concluir que el agua como agente extintor no ha perdido validez y puede
ser considerada como el elemento básico de toda técnica de extinción combinada. Ac-
tualmente tiende a usarse técnicas de extinción basadas en muy alta presión y notable
reducción del diámetro de partículas.
Conductividad eléctrica
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Sustancias sobre las que es peligroso el empleo de agua
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Espumas como agentes extintores
Si bien la principal acción de la espuma en la extinción de incendios es sofocación,
impidiendo la llegada de aire (comburente) a la zona de combustión, también actúa sobre
los otros dos factores que conforman el clásico triángulo del fuego.
Efectivamente, por ser la espuma compuesta de agua (en la forma de burbuja) ejer-
ce el efecto de enfriamiento propio de ella y así como impide la llegada de aire a la com-
bustión. También evita la emisión de vapores combustibles.
Podemos decir, por lo tanto, que la espuma como agente extintor actúa sobre los
tres factores que conforman el triángulo de la combustión.
Son aptas para fuegos Clase B de líquidos combustibles e inflamables, no así para
gases.
Usos
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El CO2 es uno de los agentes extintores clásicos. También se usa en estado gaseo-
so como gas inerte para llenar espacios que contienen líquidos y gases inflamables.
Hace más de 80 años que se utiliza para combatir el fuego y su primera aplicación
práctica consistió en la protección de navíos. A partir de entonces evolucionó constante-
mente abarcando la industria eléctrica y telefónica, luego la aviación y actualmente innu-
merables riesgos industriales.
Es de imaginar el grave peligro que representan tubos de CO2 que no cuentan con
disco de seguridad.
Almacenamiento
Acción extintora
El CO2 se descarga bajo la forma de una nube blanca, no daña ni deteriora los mate-
riales con que entra en contacto. No humedece ni corroe, y fundamentalmente no es con-
ductor de electricidad (propiedad dieléctrica).
A diferencia de otros agentes extintores el CO2 no deja suciedad que deba ser lim-
piada después de su uso. Una vez extinguido el fuego, el CO2 se disipa rápidamente en la
atmósfera.
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Si la parte sólida se forma sobre una superficie ardiente será mucho más eficaz pues
al producirse la transformación al estado gaseoso, lo hará absorbiendo una gran cantidad
de calorías.
Asimismo cuanto menor sea el punto de ignición mayor debe ser el porcentaje de
CO2.
Limitaciones
2) recintos inadecuados para mantener una atmósfera de extinción. Los fuegos su-
perficiales se extinguen con facilidad porque el enfriamiento natural tiene lugar
rápidamente. Por otra parte, si el fuego penetra por debajo de la superficie o bajo
materiales que proporcionan aislamiento térmico que reduzca la velocidad de di-
sipación de calor, se necesita un período de enfriamiento mucho más dilatado y
quizá una concentración mayor para la extinción total. Esta condición se conoce
como combustión profundamente asentada.
Tiene pocas contraindicaciones. Por ejemplo: no tiene efecto para extinguir el fuego
de metales alcalinos (magnesio, sodio, potasio, titanio, zirconio, etc.). Tampoco se puede
utilizar para atacar incendios en compuestos químicos que son capaces de liberar su pro-
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pio oxígeno para mantener la combustión, por ejemplo: plásticos de piroxilina, nitrato de
celulosa y otros (combustión autónoma).
Sabemos que existen combustiones sin y con llamas. Considerando estas últimas,
podemos clasificarlas en tres grupos:
b) Llamas premezcladas: Son aquellas en las que el combustible fluye con un adi-
cional de aire (u oxígeno). Un ejemplo clásico, es la llama de un soplete oxiaceti-
lénico.
Debemos considerar que una acción extintora del tipo bloqueo" o “sofocación”,
esencialmente física, como en el caso del anhídrido carbónico o las diversas espumas,
controlarán seguramente una llama de difusión, pero no podrán en cambio actuar sobre
las premezcladas o autónomas, en la mayoría de los casos.
No obstante esta clase de llamas, es extinguida con determinados agentes: los pol-
vos químicos y los compuestos halogenados (halons) aprobados o de 3ra. Generación.
Así, la usual representación gráfica del triángulo del fuego reemplazada por la ac-
tual, el tetraedro (figura geométrica piramidal con cuatro caras triangulares simultánea-
mente en contacto). Se da así cabida al nuevo concepto. El triángulo no ha perdido vali-
dez; sólo se ha ampliado.
1) Acción física: la clásica, es cuando el efecto extintor. Incide sobre los factores:
combustibles, aire (u oxígeno) y el calor.
Analicemos, aun más, estos Interesantes fenómenos que ocurren detrás del "frente
de llama". Sabemos que cuando un combustible líquido está en llamas, no es el líquido
propiamente dicho el que arde, sino los gases o vapores que de él se desprenden. Luego,
hay una zona Imprecisa, en la cual no hay combustible líquido, ni llamas.
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cuya mayor o menor velocidad, dará la pauta de la magnitud del proceso, con la consi-
guiente liberación de energía. Ver figura "A".
Entonces, todo producto o elemento que interfiera en esa zona, anulando total o
parcialmente el tránsito de dichas especies activas será considerado como un "supresor"
y su forma de actuación será por supuesto, química.
Esta consecuencia trajo aparejada la paulatina comprensión del hasta entonces, ex-
traño mecanismo que lograba una elevada eficacia extintora de agentes, tales como: Sa-
les metálicas (polvos químicos y secos) y compuestos químicos (halons).
Análisis comparativo
En la “guerra” contra el fuego, el arsenal de armas con que contamos, es cada vez
más vasto. El agua que es el agente extintor más antiguo y abundante, luego de una apa-
rente pérdida de prestigio, lo ha recuperado, al conocerse más a fondo su Increíblemente
versátil mecanismo de extinción. Efectivamente, puede comprobarse que, si bien es cier-
to, su acción fundamental la ejerce sobre el factor calor por absorber fácilmente calorías,
en función de la superficie que logra ofrecer al fuego, también Incide sobre los restantes
factores: aire (oxígeno), combustible y la reacción química inclusive.
Los gases inertes, anhídrido carbónico (CO2) y nitrógeno, diluyen el oxígeno am-
biente, reduciéndolo a porcentajes en lo que es muy difícil o directamente imposible que
se mantenga una combustión; además ejercen un muy pequeño efecto refrigerante y cier-
ta acción dinámica de “barrido”. Hoy día son una de las alternativas más firmes para el
reemplazo de los halons, por ejemplo INERGEN, compuesto de nitrógeno y argón.
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Mencionaremos, por último, las espumas: de alta y baja expansión, proteínicas y sin-
téticas, que efectivizan su acción al interponerse entre el combustible y el oxígeno del
ambiente. También actúan como refrigerantes por ser básicamente agua. Espumas, CO2
y agua son agentes extintores físicos.
En cambio, los Polvos Químicos, Halons y Polvos Especiales son agentes extintores
químicos o supresores, teniendo en cuenta su forma de actuar.
Los Polvos Químicos ABC, o sea, aptos para dichas clases de fuego son cada vez
más difundidos, debiendo tener en cuenta que no deben extinguirse Fuegos Clase C su-
periores a 1.000 Volts.
Las sales de fosfato amónico son usadas en las formulaciones de los agentes multi-
propósito, conocidos como polvos triclase (ABC), por su acción extintora sobre fuegos
clase A y B dando además protección, contra riesgos eléctricos, fuegos clase C, con la
salvedad mencionada, de limitar el uso hasta 1.000 volts.
Estos agentes tienen como base un fosfato monoamónico cuyo efecto sobre fuegos
B y C es similar a la de otros polvos, no obstante no presenta características saponifican-
tes de grasas y aceites, por lo que no debe ser usado en fuegos de este tipo de materia-
les.
A diferencia de otros químicos secos posee una considerable acción extintora sobre
los materiales sólidos de fuegos tipo A, dado que el calor lo descompone formando un
manto inerte denso que actúa evitando la entrada de oxígeno, para la propagación del
fuego. Se acepta que el Polvo Químico ABC, es cuatro veces más potente como extintor
que el agua para fuegos Clase A.
Polvos organometálicos
Éstos aprovechan el concepto de que se puede obtener una alta eficacia de extin-
ción cuando se logra una mayor dispersión de las partículas del agente extintor. Algo de
esto habíamos dicho cuando mencionamos la singular actividad del oxalato de potasio.
La idea básica fue preparar bicarbonato de potasio disperso finamente en una matriz
sólida, técnicamente inestable y con características no tóxicas.
Quiere decir que dicha matriz (o recubrimiento) ejercerá dos efectos de especial im-
portancia:
El primer material elegido para las experimentaciones fue el úrea; sucesivos desarro-
llos llevaron a un compuesto del tipo órgano metálico, conocido como Monnex. Sólido,
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blanco, no tóxico formulado para darle excepcional fluidez. Además del mencionado esta-
llido hay una volatilización de pequeñas partículas, químicamente reactivas que forman
una masa gaseosa con notables propiedades inhibidoras o “supresoras”. La relación de
potencia extintora entre el Polvo Químico tipo órgano metálico y otro de base sódica está
en el orden de 16: 1.
Resumiendo:
2) Se acepta una acción extintora secundaria que incluye los siguientes fenóme-
nos:
Por esta razón, los hidrocarburos halogenados fueron prohibidos a nivel mundial. Se
buscó reemplazarlos por compuestos que no se descompusieran.
Se desarrollan los halones como integrantes de una vasta familia de productos co-
nocidos como clorofluorocarbonados (CFC) utilizados, principalmente, como propelentes,
refrigerantes, en la fabricación de espumas plásticas, sistemas de limpieza de equipos
electrónicos, fertilizantes agrícolas, etc.
La gran estabilidad lograda resultó contraproducente porque han sido uno de los
principales responsables del “agujero de Ozono” (DPO: Deterioro Potencial de Ozono).
La EPA (Agencia de Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos) es la en-
tidad que tiende a reglamentar las aprobaciones. Considera dos valores cuyo uso se está
internacionalizando y que convendrá tener en cuenta en lo sucesivo:
Los reemplazantes del Halon 1301 Grupo I - definitivos, al día de hoy, son los si-
guientes:
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- Compuesto Halogenado: FM 200 TM (heptafluoro propano)
o Deterioro Potencial Ozono (DPO) = O
o Potencial Calentamiento Global (PCG) = Escaso
o Tiempo Vida Atmosférico (TVA) = 31/42 años
Los reemplazantes del halon 1211 de manera transitoria (Grupo II) por la EPA, hasta
el día de hoy, son:
o CEA 614
o HALOTRON
o HALOCLEAN
o FREON 13
o FC – 3110
o NFS – III
No cabe duda la importancia que reviste la sustitución a presión de los Halons 1301
– 1211 convencionales de 2ª Generación, dado que si bien sólo representan el 2 % del
total de clorofluorocarbonados (CFC) producidos son responsables del 20 % del daño
causado a la capa de ozono. El efecto DPO del Halon 1301 es 16 veces mayor que el
CFC 11 y en el caso del Halon 1211 es 4 veces mayor. Además, por su larga vida en la
atmósfera actúan incrementando el P.C.G.
Fundamental: Elegir para cada caso la técnica de extinción más adecuada y contar
con los elementos de protección personal necesarios. Algunos de estos fuegos admiten,
únicamente, sistemas que trabajen a distancia.
Recordar que no hay un agente extintor que sirva para la generalidad de los fuegos.
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El control efectivo o la extinción de los incendios de metales dependen:
- Polvo Met L X.
o Este polvo especial es cloruro sódico con aditivos (fosfato cálcico para fluidez y
astianatos metálicos para hidrófuga).
o Se le añade un material termoplástico para aglutinar el cloruro sódico bajo las
condiciones de incendio.
o No es combustible, abrasivo, ni conductor de corriente eléctrica.
o No se descompone y es activo por largo tiempo.
o Apto para fuegos de piezas sólidas.
o El calor del fuego seca y aglomera el polvo.
o Apto para magnesio y sodio (aún combustiones no superficiales, aleaciones de
sodio, potasio, zirconio, uranio y aluminio en polvo.
- Polvo Na X.
- Fundente para fundición.
- Polvo Lith X.
- Líquido TMB.
- Polvo Pyromet.
- Polvo TEC.
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Agentes extintores de incendios de metales combustibles no convencionales:
Cada fuego clase D debe ser considerado como un caso particular y analizado como
tal. Es fundamental aplicar un sano criterio técnico económico de aplicación y la recopila-
ción de experiencias previas es un paso que no debe ser omitido.
Para pequeños fuegos utilizar carros de Polvo Químico MONNEX, lo cual puede ser
una excelente alternativa.
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