01-01 - Akkeren - en PDF
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2002 El lugar en donde salió el primer sol para los K’ich’e; Jakawits, su nueva ubicación. En XV Simposio de
Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2001 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y B. Arroyo),
pp.1-12. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
En el oriente sube el lucero de la mañana. Todas las cabezas miran hacia la lejanía. Por fin va a
pasar. Poco a poco el cielo se torna rosa. Los jefes de los K’ich’e bajan de rodillas y empiezan a cantar.
Cantan y lloran mientras los primeros rayos del sol emergen detrás de los contornos de la montaña.
Nace el primer sol. Nace el primer sol para la nueva confederación, que se llama K’ich’e Winaq, “Gente
de la Montaña”.
Todos conocen esta escena copiada libremente del Popol Wuj. El momento en que se alza al
poder la confederación K’ich’e, simbolizado por la primera salida del sol. Es un momento de suma
importancia en la historia de los K’ich’e. Por lo tanto, también tiene que ser de mucha relevancia el sitio
donde se experimentó la primera salida del sol. Saqirib’al o “Lugar de la Salida del Sol” en K’ich’e. Este
sitio es el famoso Jakawits. Sobre Jakawits y su ubicación trata este artículo.
Según etnohistoriadores y arqueólogos como Robert Carmack y su discípulo John Fox, Jakawits
está situado en la montaña de Chujuyup, en unas ruinas que se conoce localmente como Chitinamit
(Figuras 1 y 2). Aunque nunca se han encontrado prueba histórica o etnográfica para aquella idea, ahora
se ha vuelto un hecho lo que empezó como hipótesis. Su razonamiento no fue tan ilógico, porque ahí se
encontraban muchos de los otros sitios mencionados en el Popol Wuj y en otros textos, como Pa Tojil,
Pa Awilix o Amaq’ Tam. Estos lugares sí fueron identificados históricamente o por medio de la etnografía.
Chitinamit era el sitio más grande de la región, de hecho la hipótesis planteaba que debería ser el
Jakawits de las fuentes.
Además de ser el nombre del primer asentamiento, las mismas fuentes cuentan que Jakawits era
el nombre del dios titular de un linaje llamado Ajaaw K’ich’e, o “Señores de los K’ich’e”. De allí venía el
argumento que los fundadores del asentamiento, y al mismo tiempo de la confederación de los K’ich’e,
eran precisamente estos Ajaaw K’ich’e. Según el Popol Wuj su primer jefe fue Majukotaj. Se debe
deducir, entonces, que no fue B’alam K’itze’, el padre ancestral del linaje Kawek’, quien fundó la
confederación de los K’ich’e, como sugiere el mismo documento. Los Kawek’ no se apoderaron del
control de la confederación K’ich’e hasta más tarde. A ellos corresponden se puede de los más
importantes escritores de documentos como el Popol Wuj y el Título de Totonicapán.
Una cosa que se ha de saber al estudiar textos indígenas es que los personajes del dios titular y
del jefe ancestral se intercambian. Así se ve que en el Popol Wuj los dioses titulares de los Kawek’, que
es Tojil, de los Nijaiib’, que es Awilix y de los Ajaaw K’ich’e, que es Jakawits, asumen un papel activo y
actúan como representantes de sus respectivos linajes. Tal vez se recuerdan de la escena del baño de
Tojil, donde tres hermosas doncellas tratan de seducir a los tres dioses. Así, se argumenta que Majukotaj
y Jakawits son nombres intercambiables para la misma persona: el fundador de la confederación de los
K’ich’e y, a la vez, el nombre su primer centro.
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Figura 1 Mapa del Altiplano de Guatemala (tomado de Breton 1993)
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Figura 2 Mapa del área de Chujuyup (tomado de Carmack 1981)
Se conoce Jakawits por referencias en textos como el Popol Wuj, el Título de Totonicapán o el
Título de Yax. Ahora, si se examinan estos textos con más atención, se encuentra que la ortografía del
nombre Jakawits no es inequívoca (aunque en todos los casos se debería escribir Q’aq’awits, se utilizará
Jakawits para referirse al sitio arqueológico y Q’aq’awits para mencionar al personaje mito-histórico). Es
difícil asegurar como fue escrita esta palabra en el Popol Wuj, porque la única versión disponible es la
transcrita por el padre Ximénez, cuya ortografía fue muy descuidada. Allí aparece como hacavitz
(Estrada 1973; ver Figura 3). El Título de Totonicapán y el Título de Yax fueron transcritos por escribanos
indígenas. Ya se ve un cambio; en el primero esta escrito en casi todo los casos como ha3avitz pero
también como 3a3avitz (el /3/ o treçillo fue utilizado para producir el sonido /q’/. Es uno de los símbolos
inventados por el franciscano Francisco de la Parra en el siglo XVI para poder transcribir los fonemas
velares y uvulares de las lenguas del altiplano; Carmack y Mondloch 1983). En el segundo documento, el
Título de Yax, hay en la mayoría de los casos 3a3avitz, y se sabe que este título sigue al Popol Wuj muy
exactamente (Carmack y Mondloch 1989).
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en el Memorial de Sololá, para otro más conocido como Anales de los Kaqchikel (Mengin 1952). Este
planteamiento ganó en probabilidad cuando se examina otro texto Kaqchikel conocido como Las Guerras
Comunes K’ich’e-Kaqchikel. Allí se habla de los primeros cuatro hombres creados, que en el Popol Wuj
son B’alam K’itze’, B’alam Aq’aab’, Majukotaj e Iki B’alam. En aquel documento Kaqchikel Majukotaj del
linaje Ajaaw K’ich’e, el fundador de la confederación K’ich’e, es remplazado por Q’aq’awits, escrito en la
forma como se halla en el Memorial de Sololá (3a3avitz). Así, la nueva idea que el Jakawits de los
documentos K’ich’e era el Q’aq’awits de los documentos Kaqchikel, resultó ser muy fecunda.
Figura 3 Las variaciones ortográficas tanto de la toponimia como del personaje Q’aq’awits en los
documentos
Luego de que Q’aq’awits entra al altiplano de Guatemala, inicia una campaña de conquista hacia
Verapaz. Es allí donde los Kawek’ y los Kejnay se unen al cacique carismático. Como se ha dicho, los
Kawek’ y Kejnay iban a ser más tarde los señores de Q’umarkaj-Utatlán y autores del Popol Wuj.
También ingresan en la nueva alianza varios linajes que posteriormente iban a ser los Kaqchikel, entre
ellos los autores del Memorial de Sololá, los Xajil (van Akkeren 2000: Capítulo 6).
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Si la hipótesis es correcta, o sea que el Q’aq’awits del Memorial de Sololá es el primer caudillo
de los Ajaaw K’ich’e y el fundador de la confederación K’ich’e, es necesario buscar Jakawits donde él
fundó su Saqerib’al o “Lugar de la Salida del Sol”. ¿Entonces, qué dicen las fuentes? El Memorial de
Sololá no llama Jakawits a este lugar sino Pan Tzik Pa Raxon. No se sabe dónde ubicar Pan Tzik Pa
Raxon, pero a menudo es mencionado con otros lugares cuya ubicación sí se conoce, porque hoy en día
todavía tienen el mismo nombre. Por ejemplo, Chi Qojom que está al sur de Chichicastenango, Muqb’al
Sib’ que también está allí sólo que un poco más retirado y Simaja aún más al sur (Carmack et al. 1975;
Fox 1978). Todos se encuentran al sur de Chichicastenango (Figura 4). Lo único es que nunca son
llamados Jakawits o Q’aq’awits.
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A continuación se presentará la cita del Memorial de Sololá sobre la primera salida del sol para
Q’aq’awits y su gente:
(Mengin 1952:16r)
De no saber de qué texto vino la cita, se habría pensado que se trata de Jakawits de los K’ich’e.
Todos los linajes están presentes: Q’aq’awits mismo con su Ajaaw K’ich’e, los varios linajes que iban a
ser los Kaqchikel, los Kawek’, los Kej(nay) y aun los Nijaiib’. Desde luego, los autores del Memorial de
Sololá quisieron dejar en claro que Pan Tzik Pa Raxon era su “Lugar de la Salida del Sol”, y no de los
K’ich’e, los que posteriormente serían los señores de Q’umarkaj-Utatlán y sus enemigos mortales en el
momento que el texto fue escrito. Y así se le puede leer en sus anales:
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Así, según el Memorial de Sololá los K’ich’e no tuvieron su primera salida del sol en Pan Tzik Pa
Raxon. Es muy indicativo cómo los autores distinguen el presunto Jakawits que los Kaqchikel llaman Pan
Tzik Pa Raxon, del Saqerib’al de los K’ich’e que ocurrió, según ellos, en Pa Tojojil. Este lugar es
conocido hoy como Pa Tojil, y está en la Montaña Chujuyub’. Significa dos cosas: primero que los
Kaqchikel no consideran a Q’aq’awits el fundador de la confederación K’ich’e o tratan de esconderlo, y
segundo que los Xajil, tanto como otros linajes que posteriormente iban a formar los Kaqchikel, fueron
integrantes de la confederación de Q’aq’awits.
Hasta ahora se ha consultado los textos de los Kaqchikel, pero también hay pruebas de la nueva
ubicación de Jakawits en los textos K’ich’e. Una prueba que es particularmente reveladora refiere un sitio
del asentamiento de Jakawits. Según el Popol Wuj hubo tres campañas militares contra su primera
población. El Título de Totonicapán también las menciona pero con más información histórica. El Popol
Wuj narra que el asedio de Jakawits terminó de manera muy curiosa: con todos los soldados del
enemigo cayendo dormidos en el suelo. No se explica nada en el Popol Wuj, pero en el Título de
Totonicapán aclaran lo que había ocurrido:
Entonces, el enemigo llega al centro de los K’ich’e, o sea Jakawits, y observa cómo ellos han
invocado grandes nubes cegadoras y soporíficas, razón por lo cual todos los soldados caen hipnotizados
en el suelo. Este lugar legendario precisamente tomaba su nombre de aquel evento, Muqb’al Sib’,
“Oculto en Humo”. Muqb’al Sib’ era uno de los nombres del asentamiento de Q’aq’awits según el
Memorial de Sololá. Todavía existe y se encuentra al sur de Chichicastenango.
Esta es una primera concordancia entre los textos K’ich’e y Kaqchikel. Hay otras. Se ve cómo los
autores del Memorial de Sololá cuentan que sólo ellos y sus aliados posteriores de Iximche’ tuvieron su
primera salida del sol en Pan Tzik Pa Raxon junto con Q’aq’awits. También resaltan que los K’ich’e
tuvieron el mismo auge histórico pero en un otro lugar, en Pa Tojil. Aparentemente, Q’aq’awits no es un
personaje K’ich’e para los Xajil. Cuando escribieron sus anales, los K’ich’e eran personificados por los
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Kawek’. Y así se puede leerlo en el Título de Totonicapán en donde aún los autores K’ich’e hacen
distinciones en cuanto a dónde tuvo cada grupo su ceremonia del primer sol:
Ya se ha visto antes, según el Memorial de Sololá, que los Nijaiib’ tenían su pueblo en la región
de Pan Tzik Pa Raxon antes del momento en que Q’aq’awits fundara su pueblo allí. Esta puede ser la
causa de la confusión que mencionan los autores del Título de Totonicapán en esta cita. Aquí se ve
también como la ortografía de Jakawits no es unívoca (primero escrito como 3a3auitz, transcrito como
q’aq’awits, y luego como ha3auitz, transcrito como jaq’awits). Además se nota que, a diferencia del Popol
Wuj, los autores del Título de Totonicapán admiten que los Kawek’ experimentaron su primer sol en Pa
Tojil, en vez de Jakawits. Este último lugar fue el primer centro de los Ajaaw K’ich’e, a quienes se
identifica como el linaje de Q’aq’awits del Memorial de Sololá.
Todos estos movimientos estratégicos junto con sus eventos asociados son prácticamente
idénticos a lo que se puede leer en el Memorial de Sololá sobre Q’aq’awits. El cerro de Kaqb’atz’ulu se
menciona de manera muy prominente en dicho documento, porque allí se ejecuta una gran ceremonia
que termina con el sacrificio por flechamiento de un prisionero de guerra. Lo cortan en pedazos que tiran
al agua al llegar al lago de Atitlán. Cerca de Sololá, Q’aq’awits baja al lago para convertirse en la
Serpiente de Nube, Mixcoatl. En su nueva apariencia confronta a los Tz’utujileb y conquista la mitad del
lago. Después se dirige a Pan Tzik Pa Raxon (Chichicastenango) para celebrar su primera salida del sol
(Recinos 1980). Este es el momento cuando Q’aq’awits se convierte en el dios Sutz’ Kumatz, “Serpiente
de Nube” o Mixcoatl, es un pasaje descrito de manera algo detallada en el Memorial de Sololá:
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Yo he contemplado la idea de que Sololá toma su nombre precisamente de este evento. La
toponimia debe derivarse de tzolij, “volver”, y ya, “agua”, “agua de remolino”. Vázquez dice que Sololá
era llamada Tzolihya en el siglo XVII (Tomo II [1937]: 75-6). Parece que este evento se puede trazar a un
fenómeno natural que de vez en cuando se observa en el lago abajo de Sololá (Tim Smith, comunicación
personal 2001).
En todo caso, parece que los autores del Memorial de Sololá están mejor informados que los
Nijaiib’. Describen el sacrificio en Kaqb’atz’ulu y luego la ceremonia de la salida del sol en Pan Tzik
Paxon. Según mis investigaciones, las dos ceremonias se hallan apartadas entre sí por muchos años.
Refieren ceremonias puestas en escena al fin de una rueda calendárica, y están por lo menos 52 años
aparte. El Memorial de Sololá menciona después otra ceremonia calendárica precisamente en Chi Qojom
(van Akkeren 2000: Capítulo 8). Los Nijaiib’ parecen haber mezclado todos estos hechos históricos. Sin
embargo, no cabe duda que el protagonista de su historia, Majukotaj, es el mismo personaje que el
Q’aq’awits de los Xajil.
Ya se ha mencionado varios sitios asociados con el primer centro del caudillo Q’aq’awits, como
Pan Tzik Pa Raxon, Muqb’al Sib’, Chi Qojom y Semaja; a tal grado que el toponímico Jakawits abarca al
parecer más bien una región que un sólo sitio. Por ejemplo, Jakawits aparece muchas veces en el Título
de Totonicapán junto con otro toponímico, que es Chipaq. Propongo que este término se refiere al río
Chipaqa al este del camino de Los Encuentros a Chichicastenango (de chipaq, “árbol de jabón” y ya,
“río”). El río esta colocado en la antigua ruta de Iximche’ hacia Chichicastenango (Estrada 1979:61-3). En
unos de sus cerros se encuentra un sitio arqueológico que según John Fox podría ser Chiawar, la capital
Kaqchikel anterior a Iximche’ (Fox 1978:188-191). Entonces, se puede demarcar la región de
Jakawits/Pa Raxon en las montañas al sur de Chichicastenango, desde Muqb’al Sib’ en el poniente,
Semaja en el sur, y Chipaqa en el oriente.
¿Porqué los Kawek’ y Kejnay, o sea los gobernantes posteriores de Q’umarkaj-Utatlán, querían
apropiarse del sitio de Jakawits y de su fundador, para su historia? El personaje de Q’aq’awits parece ser
de suma importancia; de su linaje de sangre noble provenían los jefes, por eso su nombre Ajaaw K’ich’e
o “Señores de los K’iche´’”. Fue un fundador de la talla de Búho Lanzadardos de Tikal, o de Yax K’uk Mo,
patriarca de la dinastía de Copan, o de K’uk’ulkan de Chichen Itza. De todos ellos está escrito que venían
del oeste, primero Teotihuacan y luego Cholula (van Akkeren 2000:157). Se ha planteado que Q’aq’awits
venía de México, pero parece haber recibido su nombre cuando bajó del volcán Santa María, cerca de
Quetzaltenango. Su nombre no es K’ich’e sino Mam, y significa “Cerro de Fuego” o simplemente
“Volcán”.
Cuando los autores del Popol Wuj escribían su interpretación del inicio de la confederación
K’ich’e, creaban su propio primer padre, que ellos le dieron el nombre de B’alam K’itze’. Los traductores
del famoso documento siempre han tenido problemas con la traducción correcta de este nombre. Pero
tampoco es K’ich’e, sino la versión Mam del nombre B’alam K’ich’e. O sea, ellos fabricaron un patriarca
semejante a Q’aq’awits. Curiosamente, cuando hablan de los hijos de este B’alam K’itze’, mencionan a
dos: K’oq’oja y K’oraxonamaq’. K’o no es nada más que un prefijo de reverencia, y significa “valiente”;
q’oja es “Linaje de los Cuatrocientos”, y fue el nombre de una antigua población Mam en
Quetzaltenango. El segundo, K’oraxonamaq’, también tiene el mismo prefijo “Valiente” y luego Raxon
Amaq’. Amaq’ quiere decir “pueblo”, o sea los “Pueblos de Raxon”. A estos últimos ya se les conoce: son
las poblaciones de la comarca de Pa Raxon, o sea, la región al sur de Chichicastenango que se han
identificado como el nuevo Jakawits.
Se termina con una cita interesante de la Crónica de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús
de Guatemala del franciscano fray Francisco Vázquez. Dicho acontecimiento ocurrió después del año
1544, no muy posterior al tiempo en el que los Franciscanos comenzaron su política de reducciones
(Vázquez 1937, Tomo II:87). Obviamente había señores en Sololá con el nombre Q’aq’awits. Deben de
ser los descendientes del primer padre cultural, del que hablan los Xajil en sus escritos. También deben
de ser miembros de los Ajaaw K’ich’e, aunque ya no traían este nombre, pero sí todavía formaban parte
de la comunidad Xajil.
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“Sucedióle en Tzololá con un cacique, o ahau llamado Kakauitz, anciano, que se mostraba muy
aficionado al bautismo y a las cosas de la ley evangélica, y era muy piadoso con los religiosos;
que teniéndole catequizado e instruido en los principales misterios de nuestra fe, y él tan
aficionado a ellos, que no cesaba de preguntar al bienaventurado Padre lo que se le ofrecía,
tocante a la creación, redención y gloria eterna, con capacidad muy sobresaliente a los otros;
llegando al punto de las muchas mujeres que tenía, y diciéndole el Padre lo que le convenía para
salvarse, con modo de engreimiento e irrisión respondió: "Padre, los mozos podrán dejarlas, que
no les han servido tanto, pero yo, que ha tanto tiempo que soy servido y querido de mis mujeres
no puedo, ni mi corazón se puede apartar de ellas". El religioso le dijo que no había medio en el
caso, porque o se había de condenar, e ir al fuego del xibalbay, que es el infierno, en compañía
de caxtoc que es el Demonio, o si quería ir al cielo, había de apartarse y echar de sí las mujeres,
quedando en legítimo matrimonio con una que no fuese su pariente en grado prohibido. "Pues,
Padre, no quiero que caiga en mi cabeza el agua de Dios" (que así llaman al bautismo) dijo
Kakauitz; y se fue enojado.” (Vázquez 1937, Tomo II: 92-3)
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REFERENCIAS
Breton, Alain
1993 Representaciones del espacio político en las Tierras Altas de Guatemala. Cuadernos de
Estudios Guatemaltecos No.2. CEMCA, México y Guatemala.
Carmack, Robert M.
1981 The Quiché Mayas of Utatlán: The Evolution of a Highland Guatemala Kingdom. University of
Oklahoma Press, Norman.
1989 El Título de Yax y otros documentos Quichés de Totonicapán, Guatemala. Edición facsimilar,
traducción y comentario. Universidad Nacional Autónoma de México, México.
Fox, John W.
1978 Quiche Conquest: Centralism and Regionalism in Highland Guatemalan State Development.
University of New Mexico Press, Albuquerque
Mengin, Ernst
1952 Memorial de Tecpan-Atitlan (Sololá). Sumptibus Einar Munksgaard, Copenhagen.
Recinos, Adrián
1980 Memorial de Sololá, Anales de los Cakchiqueles, Título de los Señores de Totonicapán.
Dirección General de Antropología e Historia, Editorial Piedra Santa, Guatemala.
1984 Crónicas Indígenas de Guatemala. Publicación Especial No. 29. Academia de Geografía e
Historia de Guatemala, Guatemala.
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