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Lluvia Ácida

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Lluvia ácida

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Este aviso fue puesto el 20 de octubre de 2018.

Efectos de La lluvia ácida en un bosque de la República Checa.

La lluvia ácida se forma cuando la humedad del aire se combina con óxidos de
nitrógeno, dióxido de azufre o trióxido de azufre emitidos por fábricas, centrales
eléctricas, calderas de calefacción y vehículos que queman carbón o productos
derivados del petróleo que contengan azufre. En interacción con el agua de la
lluvia, estos gases forman ácido nítrico, ácido sulfuroso y ácido sulfúrico.1
Finalmente, estas sustancias químicas caen a la tierra acompañando a
las precipitaciones, lo que constituye la lluvia ácida. Destruye plantas, cosechas y
jardines, entre otros.
Los contaminantes atmosféricos primarios que dan origen a la lluvia ácida pueden
recorrer grandes distancias, ya que son trasladados por el viento a cientos o miles
de kilómetros antes de precipitar en forma de rocío, lluvia, llovizna, granizo, nieve,
niebla o neblina. Cuando la precipitación se produce puede provocar deterioro en
el medio ambiente.
La lluvia normalmente presenta un pH de aproximadamente 5,65 (ligeramente
ácido), debido a la presencia del CO2 atmosférico, que forma ácido carbónico,
H2CO3. Se considera lluvia ácida si presenta un pH menor que 51 y puede
alcanzar el pH del vinagre (pH 3), valores que se alcanzan cuando en el aire hay
uno o más de los gases citados.

Índice
• 1Formación
• 2Resultado
• 3Soluciones
• 4Referencias
• 5Enlaces externos

Formación[editar]
• Una gran parte del SO2 (dióxido de azufre) emitido a la atmósfera
procede de la emisión natural que se produce por las erupciones
volcánicas, que son fenómenos irregulares. Sin embargo, una de las
fuentes de SO2 es la industria metalúrgica.
• El SO2 puede proceder también de otras fuentes, como por ejemplo del
sulfuro de dimetilo, (CH3)2S, u otros derivados, o como sulfuro de
hidrógeno, H2S. Estos compuestos se oxidan con el dióxido atmosférico
dando SO2. Finalmente el SO2 se oxida a SO3 (interviniendo en la
reacción radicales hidroxilo y oxígeno) y este SO3 puede quedar disuelto
en las gotas de lluvia. Las emisiones de SO2 se generan en procesos de
obtención de energía: el carbón, el petróleo y otros combustibles fósiles
contienen azufre en unas cantidades variables (generalmente más del
1 %), y, debido a la combustión, el azufre se oxida a dióxido de azufre.
S + O2 → SO2
Los procesos industriales en los que se genera SO2, por ejemplo, son los
de la industria metalúrgica. En la fase gaseosa el dióxido de azufre se oxida
por reacción con el radical hidroxilo por una reacción intermolecular.
SO2 + OH· → HOSO2
seguida por
HOSO2· + O2 → H2O· + SO 3
En presencia del agua atmosférica o sobre superficies húmedas, el trióxido
de azufre (SO3) se convierte rápidamente en ácido sulfúrico (H2SO4).
SO3(g) + H2O(l) → H2SO4(l)
Otra fuente de dióxido de azufre son las calderas de
calefacción domésticas que usan combustibles que
contiene azufre (ciertos tipos de carbón o gasóleo).

• El NO se forma por reacción entre el dioxígeno


y el dinitrógeno atmosféricos a alta
temperatura.
O2 + N2 → 2 NO
Una de las fuentes más importantes es a partir de las
reacciones producidas en los motores térmicos de los
automóviles y aviones, donde se alcanzan
temperaturas muy altas. Este NO se oxida con el
dioxígeno atmosférico,
O2 + 2NO → 2 NO2
y este NO2 reacciona con el agua dando ácido
nítrico (HNO3), que se disuelve en el agua.
3 NO2 + H2O → 2 HNO3 + NO

Resultado[editar]
La acidificación de las aguas
de lagos, ríos y mares dificulta el desarrollo de
vida acuática, lo que aumenta en gran medida
la mortalidad de peces. Igualmente, afecta
directamente a la vegetación, por lo que
produce daños importantes en las zonas
forestales, y acaba con
los microorganismos fijadores de nitrógeno.2

Una gárgola que ha sido dañada por la lluvia ácida.

El término "lluvia ácida" abarca


la sedimentación tanto húmeda como seca de
contaminantes ácidos que pueden producir el
deterioro de la superficie de los materiales.
Estos contaminantes que escapan a la
atmósfera al quemar carbón y otros
componentes fósiles reaccionan con el agua y
los oxidantes de la atmósfera y se transforman
químicamente en ácidos sulfúrico y nítrico. Los
compuestos ácidos se precipitan, entonces,
caen a la tierra en forma de lluvia, nieve o
niebla, o pueden unirse a partículas secas y
caer en forma de sedimentación seca.
La lluvia ácida, por su carácter corrosivo,
corroe las construcciones y las
infraestructuras. Puede disolver, por ejemplo,
el carbonato de calcio, CaCO3, y afectar de
esta forma a los monumentos y edificaciones
construidas con mármol o caliza.
Un efecto indirecto muy importante es que
los protones, H+, procedentes de la lluvia
ácida, arrastran ciertos iones del suelo. Por
ejemplo, cationes de hierro, calcio, aluminio,
plomo o zinc. Como consecuencia, se produce
un empobrecimiento en ciertos nutrientes
esenciales y el denominado estrés en las
plantas, que las hace más vulnerables a
las plagas.
Los nitratos y sulfatos, sumados a los
cationes lixiviados de los suelos, contribuyen a
la eutrofización de ríos, lagos, embalses y
regiones costeras, lo que deteriora sus
condiciones ambientales naturales y afecta
negativamente a su aprovechamiento.
Un estudio realizado en 2005 por Vincent
Gauci3 de Open University, sugiere que
cantidades relativamente pequeñas
de sulfato presentes en la lluvia ácida tienen
una fuerte influencia en la reducción de
gas metano producido por metanógenos en
áreas pantanosas, lo cual podría tener un
impacto, aunque sea leve, en el efecto
invernadero.4

Soluciones[editar]
Entre las medidas que se pueden tomar para
reducir las emisiones de los agentes
contaminantes de este problema, contamos
con las siguientes:

• Reducir el nivel máximo de azufre


en los diferentes combustibles.
• Trabajar en conjunto con las fuentes
fijas de la industria para establecer
disminuciones en la emisión de
óxidos de azufre (SOx) y de
nitrógeno (NOx), usando tecnologías
para el control de emisión de estos
óxidos.5
• Impulsar el uso de gas natural en
diversas industrias.
• Introducir el Convertidor
catalítico de tres vías.
• Conversión a gas en vehículos de
empresas mercantiles y del
gobierno.
• Ampliación del sistema
de transporte eléctrico.
• Instalación de equipos de control en
distintos establecimientos.
• Adición de un compuesto
alcalino en lagos y/o ríos para
neutralizar el pH.
• Control de las condiciones de
combustión (temperatura, oxígeno,
etc.).

Referencias[editar]
1. ↑ Saltar a:a b Reboiras, M. D.
(2006). Química: la ciencia básica.
Editorial Paraninfo. ISBN 9788497323475.
Consultado el 20 de febrero de 2018.
2. ↑ Física y Química 4 ESO, pág. 243 en
Google libros.
3. ↑ Dr. Vincent Gauci Archivado el 26 de
noviembre de 2006 en Wayback
Machine. (en inglés), Centre for Earth,
Planetary, Space & Astronomical
Research, Open University, Reino Unido.
4. ↑ Gauci, Vincent; Dise, Nancy; Blake,
Stephen (2005), Long-term suppression
of wetland methane flux following a pulse
of simulated acid rain Archivado el 18 de
octubre de 2011 en Wayback Machine.
(en inglés), en Geophysical research
letters, Department of Earth Sciences,
Open University, Milton Keynes, Reino
Unido, vol. 32, L12804,
doi:10.1029/2005GL022544.
5. ↑ Química, Volumen 2, pág. 657 en
Google libros.

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