Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

2014-Ñ-Fresán, La Parte Inventada

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 2

Revista de Cultura Miércoles 25 de febrero de 2015, 16:28hs. Buscar...

Reseñas
Ideas Literatura Arte Escenarios Feria del Libro Premio Novela Multimedia

LITERATURA Reseñas 22/05/14


Lo último en Ñ

La primera persona, en inestable Bill Gates apuesta al arte para


equilibrio concientizar sobre las vacunas

Roald Dahl y Zuckerberg, también a


Novela. En su libro más autobiográfico, Rodrigo Fresán echa mano de sus favor
recuerdos y obsesiones para analizar el nacimiento del proceso creativo.
Nadie enterró al neoliberalismo
POR FERMIN A. RODRIGUEZ
Recomendar 200
Caminata sobre un pasado imposible de
Imágenes
sepultar
Twittear 26
Vivir dominados por un poder oscuro
compartir

tamaño a+ a- Recomendados en Facebook

enviar Sign Up Create an account or Log In to see


what your friends recommend.

imprimir
229 people recommend this.

comentar
46 people recommend this.

http://www.revistaenie.clarin.com/arte/grafiti_CLAIMA201
7 people recommend this.
La primera persona, en inestable equilibrio
31 people recommend this.
Etiquetado como: Rodrigo Fresán

Entre la autobiografía y la ficción, entre el deseo de escribir y de ser


escritor, La parte inventada procura reflejar a “un escritor en el acto de ponerse a pensar
Facebook social plugin
un libro, en lo que piensa cuando se le ocurre un libro, cuando ese libro le ocurre, y qué
ocurre con ese libro”. Se trata de una novela sobre el acto de escribir, sobre cómo se hace
un libro y sobre cómo se hace pieza por pieza, letra por letra, el escritor y su mito: esa Las más leídas
parte inventada que a partir de una obra todo lector proyecta sobre la vida; la sombra del
autor que se desprende de un libro cuando es leído en clave biográfica o autobiográfica, Del día De la semana Del mes
más o menos romántica. Es también una novela sobre la familia, la paternidad y la
Marihuana libre mata a los narcos
descendencia; sobre el origen, la tradición y la herencia; sobre el nacimiento, el vigor y el
agotamiento de una escritura. El escritor maduro de La parte inventada –llamado “El Caminata sobre un pasado imposible de
sepultar
Escritor”– es uno de seres de papel y vinilo de la literatura de Fresán, que viven para la
literatura. Despliegan una actividad mental continua, intensa, cargada de paréntesis, Nadie enterró al neoliberalismo

mayúsculas, cambios de tipografías y muchísimas comillas, aunque el límite entre lo Bruno Latour: Los modernos, según la
propio y lo ajeno, lo vivido y lo inventado, lo leído y lo escrito, la primera y la tercera antropología
persona, se muestra y se borra constantemente. “El Escritor” de La parte inventada vive Mirar este mundo irreconocible
“veinticuatro horas al día, siete días a la semana, doce meses al año” consagrado
Emmanuel Carrère: “Dejar atrás la ficción no ...
solemnemente a la lectura y la escritura, identificado con una cultura intemporal del libro
y un uso profuso de la cita, que lo alejaría del afán de visibilidad a la que aspiran los Contralectura sobre la belleza
escritores más jóvenes, tan amenazantes y hostiles a la cultura del libro impreso, cuya sed
El Quijote, traducido al hindi
de posteridad y reconocimiento “El Escritor” no perdona.
El gran anzuelo del lenguaje religioso
En su fragmentación calculada, La parte inventada reconstruye el acto de creación, una
Zuckerberg no es Oprah Winfrey
especie de puntada creativa que afecta al escritor cuando un libro se le aparece en forma
completa y simultánea, a la manera de una totalidad romántica que va a deshacerse en el
acto de ser traducida al orden sucesivo de las palabras. Las partes inventadas vienen de los
múltiples encuentros entre las piezas de un juguete que se arma y se desarma, una y otra
vez: una novela de Fitzgerald, un par de citas bien puestas que se repiten y proliferan en
todas direcciones (“Sólo la parte inventada de nuestra historia –la parte más irreal– ha
tenido alguna estructura, alguna belleza”), un juguete antiguo, un mapa literario hecho
con nombres de escritores y de libros en lugar de países, un disco de Pink Floyd, un clásico
del cine de ciencia ficción, una novela familiar, una epifanía de la infancia, un par de
certezas cristalizadas y rotundas sobre lo que es la literatura –una experiencia inefable que
se transmite de un genio a otro, junto con la necesidad de interpretar y comentar; un
campo trascendente de valores ideales, afuera del tiempo y de la historia; un juego de
representaciones que forman cierta imagen de autor y que apuntan, tarde o temprano, a
una figura exterior y anterior a los textos.

En cualquier caso, la literatura es para los escritores de Fresán una cuestión de nombres
propios, una fascinación paralizante frente al brillo aurático de los “mayores”, en cuyas
vidas y recuerdos, leídos con reverencia religiosa, se encontraría la “clave al misterio”. Se
trata siempre de los grandes autores de las literaturas mayores, culturas nacionales
elevadas al rango de literatura universal por un gesto estetizante que no admite la menor
distancia crítica, indiferente a los usos desviados o irreverente –políticos– de las
tradiciones menores. A fin de cuenta, no deja de ser un goce muy argentino, el escritor o el
crítico como importador cultural, según una larga tradición modernizadora en la que
alguien, atrapado en la cultura nacional, se desplaza hasta algún centro metropolitano
para fundar en su relación exclusiva y apasionada con la cultura extranjera la rareza y
originalidad de una obra.

Ricardo Piglia, a propósito de Cortázar, hablaba del coleccionista, el consumidor cultural


que se apropia de la realidad a través del mercado, dividiendo el mundo según jerarquías
basadas en el gusto por novedades que vienen tanto del mundo del arte como de la cultura
de masas. En este sentido, “El Escritor” admite ser un “adicto a los escritores”, y de ese
consumo compulsivo de biografías, autobiografías y recopilaciones de cartas y memorias y
diarios de escritor, proviene el capítulo dedicado a la vida de los Fitzgerald, Francis y Zelda
–la parte inventada que justifica la novela. Hay allí un trabajo con la vulnerabilidad, con la
pérdida y el fracaso que se desliza delicadamente de la literatura a la vida, de la figura de
los Fitzgerald al mundo familiar, donde los padres leen a dúo Tender Is the Night mientras
se separan o se vuelven a reunir. Son, en ambos casos, figuras de “mayores”, y en esa
tensión, en ese equilibrio inestable entre la biografía y la autobiografía, entre los
escritores, los padres y los hijos, entre la literatura y la vida, “El Escritor” halló su lugar.

Comentarios (Para comentar, tu cuenta debe estar activa)

Enviar nuevo comentario

Iniciar sesión

Enviar

Ediciones anteriores Edición impresa Rss


Copyright 1996-2013 Clarín.com - All rights reserved - Directora Ernestina Herrera de Noble
Protección de datos personales Normas de confidencialidad y privacidad
Diario Clarín Diario Olé Diario La Razón Biblioteca Digital Publicidad Grupo Clarín

También podría gustarte