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Lección 4 y 5 Consejos Prácticos para Predicar Ii-El Llamado
Lección 4 y 5 Consejos Prácticos para Predicar Ii-El Llamado
Lección 4 y 5 Consejos Prácticos para Predicar Ii-El Llamado
PARTE II
LECCIÓN 4
OBJETIVO
INTRODUCCION
Ser predicador del evangelio es uno de los más grandes privilegios que pueda tener
cualquier persona en este mundo. Equivale a ser elegido por Dios para que lo
represente ante la gente.
CONCLUSIÓN
El líder debe estar preparado para comunicar el mensaje de Cristo de manera efectiva.
Su vida es una carta abierta, y leída por todo el mundo, su predicación será la única
esperanza que algunos podrán tener para alcanzar la salvación.
Su fe será el ejemplo que muchos querrán imitar. Su vida de oración será su fortaleza
espiritual.
DESAFIO SEMANAL
Texto clave
Romanos 11: 29
2 Timoteo 1: 9
Filipenses 3: 14
2 Tesalonicenses 1: 11
Hebreos 3: 1
Efesios 4: 11
Éxodo 18: 21
OBJETIVO
INTRODUCCION
Cuando Dios nos da una visión, debemos unir nuestras fuerzas para engrandecerla y
entender que cada uno de nosotros fuimos escogidos desde antes de la fundación del
mundo.
Dios, para llevar a cabo su propósito en esta tierra, siempre cuenta con el ser humano.
Cuando Él quiso liberar a su pueblo de la opresión que sufría en Egipto, escogió a
Moisés, lo formó y luego lo envió para que fuera a sacarlo de la tierra de esclavitud;
Luego, Dios rodeó a Moisés de personas que creyeron en su llamado y estuvieron
dispuestos a apoyarlo en cada una de las decisiones que debía que tomar.
Cuando el Señor Jesús estuvo en la tierra escogió doce hombres, a quienes llamó
apóstoles. Invirtió la mayor parte de su vida ministerial en ellos, y luego los envió a
que continuaran con la misión redentora que Él había iniciado.
I. QUÉ ES EL LLAMADO
1.
Durante años nos enseñaron acerca de que las congregaciones deben trabajar con
“Ministerios” como Escuela Dominical, Alabanza, etc. Y nos vendieron la idea de
que el ministerio es único que el Maestro de escuela Dominical es solamente
Maestro de Escuela Dominical, o que el grupo de alabanza debe únicamente
dedicarse a cantar dentro del servicio, quitando de esta manera la responsabilidad
de evangelizar y retener las personas.
Si vamos a la Biblia encontramos que los cinco ministerios: Apóstoles, Profetas,
Evangelistas, Pastores y Maestros (Efesios 4:11), son para equipar al cuerpo de
Cristo para la obra de ministerio no dice que ellos tendrían que hacer la obra del
ministerio, sino que su labor es “a fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio para la edificación del cuerpo de Cristo” v. 12.
El fin de la visión del Centro Cristiano de Loja es el de equipar a todos los
creyentes para la obra del ministerio de la reconciliación. Dios está levantando un
ejército en esta ciudad y tú eres parte de este mover del Espíritu Santo en estos
últimos Tiempos.
Aunque Jesús pudo haber vertido su vida en las multitudes, no lo hizo. Prefirió
trabajar hábilmente en la formación de doce personas completamente diferentes unas
de otras, y al igual que el alfarero con el barro, por tres años y medio le dio forma al
carácter de cada uno de ellos. Luego sopló, y les dijo: “Recibid el Espíritu
Santo” (Juan 20: 21-22).
¿Cómo pudo lograr el Señor Jesús que doce personas sin cultura, sin educación,
sin riquezas ni posición social, llegaran a convertirse en los pilares del
cristianismo? La respuesta es sencilla, estas personas atendieron el llamado de
Dios y estuvieron dispuestas a dejarse moldear por Él, para luego ser enviados.
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es,
a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8: 28).
A través de la visión que Dios nos dio, podemos ver que cada persona que hay
dentro de nuestras comunidades es un líder en potencia.
Una vez que logren desarrollar el proceso de formación podrán ver fruto a corto
plazo en sus vidas. Jesús tuvo que dejarles a sus discípulos un modelo de vida
sobre el que ellos deberían proyectarse. Pablo dijo: “Sed imitadores de mí, como
yo soy de Cristo2 (1 Corintios 11: 1).
“Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y
las puertas del hades no prevalecerán contra ella” (Mateo 16: 18).
Para edificar, primero se debe cavar profundamente para colocar las columnas.
Debemos entender que la iglesia a la que el Señor se refiere, es aquella
conformada por personas de todas las culturas, razas y clases sociales, que por el
hecho de haber creído en Él, forman parte de su cuerpo. A ellos, el Señor los llama
“mi iglesia”, porque ya son parte de sí mismo.
Aunque el Señor no tuvo un templo, las multitudes le seguían, porque sabían que
Él tenía la respuesta a sus necesidades. Esto lo movió a conformar el grupo de
apóstoles, para que todas las personas pudieran recibir un pastoreo personalizado.
I. RECONOZCA EL LLAMADO
La sensibilidad del Espíritu Santo es una de las condiciones esenciales para atender al
llamado de Dios. Somos conscientes que no estamos dentro del ministerio por
nuestros dones, talentos o habilidades, sino por la gracia de Dios derramada en
nosotros. “Pues a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del
don de Cristo” (Ef. 4: 7) Cuando somos sensibles al Espíritu, los dones empiezan a
ser revelados a nuestras vidas, “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros
profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los
santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo” (Ef. 4:
11-12). Estos cinco ministerios son la extensión del carácter de Cristo dentro de
nosotros.
En el reconocimiento del llamado intervienen varios aspectos:
1. Es fundamental tener la plena certeza de que Dios nos llamó al ministerio, y buscar
la motivación correcta para perseverar, ya que resulta imposible pretender
desarrollar una labor sobrenatural con una actitud y una motivación natural.
Además, sabemos que a quien Dios llama, lo equipa y lo respalda en todas las
cosas.
1. El simple hecho de saber que de entre los miles de millones de seres que habitan en
el planeta tierra, usted fue seleccionado por Dios para darle continuidad a su obra:
debería emocionarlo al punto del compromiso. “¿A quién enviaré, y quién irá por
nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mi” (Is 6: 8). Dios pudo
haber escogido a otro, pero lo prefirió a usted. Haga sin temor la obra de Dios.
1. “De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere,
queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto” (Jn 12: 24). El apóstol Pablo fue
una persona quebrantada, y no estimaba preciosa su vida con tal de terminar con
éxito su misión. El quebrantamiento delante de Dios es el mecanismo de
protección más poderoso que pueda tener un creyente, ante las diferentes
adversidades de la vida.
“Pero el Espíritu de Jehová vino sobre él, y las cuerdas que estaban en sus brazos
se volvieron como lino quemado con fuego, y las ataduras se cayeron de sus
manos” (Jueces 15: 14). Sansón aparentaba ser una persona similar a
cualquier otra, la diferencia estaba en la unción de Dios que él tenía. Dios nos dio
la unción para que desarrolláramos efectivamente su obra.
1. Las personas que son autoridades espirituales deben entender que su autoridad
sobre otros no es impositiva, sino directiva, tenemos que presentarnos como
ejemplo en todas las cosas y de esta manera los discípulos van aceptando la
autoridad y a la vez ejerciéndola, sin que nadie se sienta herido. (Ro 13: 1,2).
La sujeción beneficia a todos, así que todos debemos tener alguien a quien
sujetarnos, no debe existir nadie que haga como le parece o que quiera hacer la
visión a su manera. Por ejemplo, tratar de abrir un Hogar de Bendición sin la guía
de un líder directo de su grupo de discipulado o un grupo de liderazgo ya que
hemos visto en la práctica que estos Hogares crecen de una forma que no se
pueden reproducir más adelante, o tal vez tratar de ser líder de un Hogar de
bendición sin haber cursado Escuela de Discipulado
1.. - Una de las grandes ventajas que tiene esta visión, es que cualquiera puede
desarrollar todo el potencial que hay dentro de sus vidas y se va a ver reflejado en
la fructificación, sé que no existe mayor gozo que sentirse útil dentro de la obra
del Señor. “Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido
ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer,
hicimos” (Lc 17: 10)
La forma de ir ascendiendo en el liderazgo es dar frutos, Jesús dijo que por sus
frutos los conoceréis, así que no es por tus conocimientos, o por tu forma de ser o
algo parecido, son los frutos los que determinan tu crecimiento.
CONCLUSIÓN
El Señor tiene una misión asignada para tu vida “Y busqué entre ellos hombre que
hiciese vallado y que se pusiesen en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para
que yo no la destruyese; y no lo hallé” (Ez 22: 30)
Sea fiel al llamado que los ojos de Dios están puestos sobre usted.
Dios nos comisiona para una tarea concreta dentro de su obra este llamado está
asociado al propósito de Dios para cada creyente, el cual se cumple dependiendo del
cumplimiento de los requisitos establecidos en las escrituras como los que aparecen
en (Ex 18: 2)
DESAFIO SEMANAL