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El Positivismo

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Introducción

El positivismo es una corriente de pensamiento filosófico, científico, de explicar


cómo es el conocimiento que llamamos científico y de qué manera debe hacerse la
ciencia para decir que los resultados corresponden a la verdad de lo que se busca.
Desde Aristóteles el conocimiento cierto de las cosas tenía que ver con la
observación; así se sigue en la Edad Antigua y la Media hasta que con Galileo los
hombres de ciencia consideran que la verdad científica debe ser cuantificada y que
todo conocimiento que no pudiera ser así se consideraba metafísica o simple
especulación.

El problema en el conocimiento que llamamos científico ha estado a través de la


ciencia en determinar quiénes son los elementos que intervienen en el mismo.
Sabemos que la gran revolución en la epistemología la hizo Kant al considerar que
en el mismo intervienen el objeto que hay que conocer, pero también el sujeto. Los
empiristas ingleses consideraban el conocimiento proveniente de las sensaciones;
en Kant el conocimiento significa formas puras de la sensibilidad y formas puras del
entendimiento, en donde relaciona racionalismo y empirismo.

Las sensaciones ya no forman parte del conocimiento desde Kant. El tiempo


histórico que le tocó vivir a Augusto Comte fue de conflictos en las clases sociales
por los intereses económicos y la apropiación de los bienes. Comte quiso modificar
la sociedad de su tiempo y comienza por explicar que una sociedad para cambiar
necesita hacerlo a partir del conocimiento. En su análisis de cómo había sido a
través de la historia el conocimiento determina distintas etapas de desarrollo del
mismo, que fue a lo que le dio el nombre de ley de los tres estados o estadios del
conocimiento.

De aquí surge su concepción de cuál era el verdadero conocimiento, al que le llamó


positivo. Al caracterizar Comte cómo debía de ser el conocimiento positivo estipula
que debía de provenir de la observación y de la experimentación. De esta manera
es como Comte surge como padre de la forma de hacer ciencia.
Esa forma de hacer ciencia ha sido discutida desde Comte, pero en la cuantificación
propuesta por Galileo y la observación y experimentación de Comte, se promete el
progreso de la sociedad al permitir esta forma de trabajo científico, desarrollar
ciencia y tecnología, que es lo que ha propiciado la supremacía de un modo de
producción como es el capitalismo. Se vio desde los tiempos de Comte que el
progreso de toda la sociedad no se alcanzaría, pero el modo de hacer ciencia y
tecnología permitió el desarrollo del capitalismo mercantilista hasta llegar en la
actualidad al nuevo capitalismo o globalización.

La razón de trabajar este tema es la importancia que tiene hoy en día el positivismo,
con su desglose de la forma de hacer ciencia: el método científico, y la polémica
surgida en tiempos actuales al considerarse la naturaleza de forma distinta; la nueva
ciencia, en donde el paradigma de esta ciencia tiene como elementos: la
autoorganización, la autopoiesis, estructuras discipativas: cambian lejos del
equilibrio y lo que se conoce es un sistema abierto.

Hoy en día está la polémica abierta: cuantificación o cualificación. En el presente


trabajo desgloso los conceptos básicos que manejó Comte para que quedara
estructurado el positivismo, muestro documentos de posturas distintas: los que
están a favor de la cuantificación; los positivistas, y los que están a favor del nuevo
paradigma, de la ciencia como sistema abierto, como sistema complejo. El
positivismo ha dejado en la ciencia una metodología de trabajo conveniente en su
tiempo, hoy debemos estar abiertos a la construcción de otro mundo, de la
naturaleza vista de otra forma y debemos estar conscientes de la destrucción que
hemos alcanzado con un medio para hacer ciencia, que nos parece fácil, pero en
donde no medimos las consecuencias y sólo pensamos en el ideal que tuvo el
positivismo, en sus inicios, de alcanzar el progreso.

Las propuestas de la nueva ciencia, del nuevo paradigma de la ciencia, de la


mayoría de científicos que trabajan en ella, es cuidar la naturaleza en lugar de
aprovecharnos de ella sin ningún miramiento. Hay que hacer ciencia, pero pensando
que la naturaleza es un sistema vivo que no se sustituye como muchos creen.
Bases Filosóficas del Positivismo

El positivismo es una corriente de pensamiento cuyos inicios se suele atribuir a los


planteamientos de Auguste Comte, y que no admite como válidos otros
conocimientos sino los que proceden de las ciencias empíricas. Tan importante es
la influencia de Comte que algunos autores hacen coincidir el inicio del positivismo
con la publicación de su obra “Curso de filosofía positiva”. No obstante, otros
autores sugieren que algunos de los conceptos positivistas se remontan al filósofo
británico David Hume y al filósofo francés Saint-Simon.

El Paradigma Positivista

Es definido por los siguientes autores de esta manera: Según Ferreres, V y


Gonzales, Á (2006:117), “el positivismo mantiene que todo conocimiento científico
se basa sobre la experiencia de los sentidos sólo puede avanzarse mediante la
observación y el experimento, asociados al método científico.

Entre las principales características del paradigma positivista se encuentran la


orientación nomotética de la investigación, la formulación de hipótesis, su
verificación y la predicción a partir de las mismas, la sobrevaloración del
experimento, el empleo de métodos cuantitativos y de técnicas estadísticas para el
procesamiento de la información, así como niega o trata de eliminar el papel de la
subjetividad del investigador y los elementos de carácter axiológico e ideológicos
presentes en la ciencia, como forma de la conciencia social, pretendiendo erigirse
como la filosofía de las ciencias. Debido a estos últimos elementos planteados y la
situación creada alrededor de los resultados contradictorios de los diferentes
experimentos, este paradigma comenzó a ser minado dentro de las ciencias
sociales.

Principales Autores del Positivismo

El término positivismo fue utilizado como concepto por primera vez para designar el
cientifismo en cuanto método, por el francés Claude-Henri de Rouvroy, conde de
Saint-Simon (1760-1825).
Su secretario, Augusto Comte (1798-1857) en su obra fundamental Curso de
filosofía positiva establece el tratado metodológico positivista. Se considera
entonces a Comte como el creador del positivismo.

El filósofo liberal inglés John Stuart-Mill (1806-1873) dedicó su último libro Lógica a
los principios y métodos necesarios para la construcción futura de las ciencias
sociales, basados en el positivismo de Comte. Aunque Comte y Stuart-Mill
convergieron en los aspectos filosóficos del positivismo, sus visiones sociológicas y
políticas fueron diametralmente opuestas.

Émile Littré (1801-1881) fue un importante e influyente exponente del positivismo


desde 1840. Littré y otros positivistas (llamados como littreístas) rechazaron la idea
de la religión de la humanidad al considerarla como una parálisis al progreso
filosófico y sociopolítico.

Postulados del Positivismo

Para entender el pensamiento COMTIANO, es necesario tener en cuenta el


contexto histórico-cultural de su tiempo y, particularmente, sus aspiraciones socio-
políticas. «Toda la doctrina de Comte y, en especial, su doctrina científica,
únicamente resultan comprensibles como parte de sus proyectos de reforma
universal, que no sólo abarcan la ciencia sino los demás sectores de la vida
humana.

La doctrina de Comte nace también del intento de reconstruir el orden social de su


tiempo. Él piensa que la crisis política y moral que atravesaba la sociedad era una
manifestación exterior del estado de anarquía intelectual.

Precisamente este enorme desarrollo del conocimiento científico, que tuvo lugar en
el siglo XIX, ofreció al positivismo la impresión de que la ciencia podría abrazar de
manera exhaustiva y definitiva todo aspecto de la realidad, tanto natural como
humana, sustituyendo a cualquier otra forma de conocimiento. La doctrina de Comte
concentra toda su fuerza en la ley de los tres estadios del pensamiento, formulada
ya en las obras de juventud. Él mismo consideraba que su descubrimiento más
importante era esta “ley fundamental” del progreso científico, cultural y social, que
describía también la evolución del pensamiento humano individual. En ella se
contiene su crítica a la religión y a la metafísica, y la declaración de su positivismo

1. La ciencia es una poderosa fuerza humana que abre el camino el progreso.

Para los positivistas la ciencia se debe de desarrollar continuamente para permitir


controlar el destino de la especie humana y conducirla a una vida individual y social
fincada en un saber sin prejuicios que permita tener una vida libre e individual.

2.- El ingenio y el trabajo industrial de los hombres del moderno siglo, llevan a la
sociedad humana hacia un nivel de progreso, bienestar y solidaridad nuevas.

Las ciencias naturales aplicadas a la industria permiten controlar el ciclo de


producción de alimentos y así combatir el hambre; en el organismo humano
permiten controlar pestes y enfermedades que se salen de control; en instituciones
sociales ayuda a combatir los problemas sociales. Las ciencias sociales deberían
de crear instituciones que reduzcan la conflictividad social, armonicen intereses
individuales y sociales y que tengan nuevas formas de convivencia y solidaridad
para lograr la paz social y mantener el progreso.

3.- El conocimiento científico critica la especulación filosófica.

El conocimiento científico critica toda la especulación idealista, religiosa o filosófica


que no se pueda comprobar con hechos, ya que el avance del conocimiento se debe
a la exigencia de que una afirmación debe de comprobarse con hechos.

4.- Las ciencias sociales de la naturaleza han descubierto y aplicado con éxito el
método científico.

Por lo que otras ciencias o disciplinas que se quieran convertir en ciencias deben
de seguir su ejemplo. La física y la química son un ejemplo de ciencias por su
exactitud, certeza y utilidad. Las ciencias naturales han marcado el camino a seguir
por el resto de las disciplinas y ciencias, incluidas las ciencias sociales que se
quieran superar en el conocimiento.

5.- Existe solo un método científico que se aplica a la naturaleza, la sociedad y la


mente humana, es el método experimental. El método experimental fue descubierto
por las ciencias sociales. Se ha utilizado con éxito y se han comprobado sus
resultados. El método experimental no se puede modificar, solo se podría modificar
en su aplicación, pero el método en si no, ya que el método experimental es unidad
o único y en cambie el objeto es diversidad.

6.- Consideran a los hechos sociales como hechos naturales.

Consideran al universo social como una segunda naturaleza que se impone a los
individuos. Las leyes sociales funcionan como las leyes naturales imponiéndose
sobre las personas.

7.- Explica los hechos sociales de la misma manera como se explican los naturales,
mediante causas y efectos.

Las ciencias naturales no tratan de explicar las cosas preguntándose el fin con el
que fueron creadas ya que caerían a una respuesta religiosa o especulativa. Es por
eso que las ciencias sociales no deben de preguntándose el fin o el propósito de
una institución o del comportamiento de una persona ya que sería más fácil saber
cómo funciona que saber su fin o propósito que bien pueden no cumplirse nunca.

8.-Miran a los hechos sociales desde afuera, con distancia personal, tratando de
neutralizar sus valores.

Al igual que los científicos de la naturaleza observa a los objetos naturales desde
lejos, ya que, si el científico no cumple con un estado de neutralización, tiende a
deformar lo que ve y basa sus estudios en prejuicios personales que afectan sus
conclusiones. Si no hay neutralidad entonces la investigación está contaminada y
se volvería a caer en una respuesta especulativa que no es válida si no se puede
comprobar con hechos.

9.-Tienen una concepción utilitarista del conocimiento.


Significa que todo este saber debe de ser productivo, debe de permitir que aumente
la eficiencia y el cumplimiento de las funciones de una institución, que reduzca
problemas y que ahorre energía social. Así permitirá controlar el funcionamiento
social y ahorrarle dificultades a la convivencia social.

La ley de los tres estados.

“La idea de una ley fundamental que explique los diversos hechos de la naturaleza,
de la historia y de la cultura, es frecuente a lo largo de los primeros cincuenta o
sesenta años del siglo XIX”. Xirau (2005, p. 360). Augusto Comte encuentra esta
ley en lo que denomina la ley de los tres estados.

El estadio teológico

El hombre primitivo se representó los fenómenos como producidos por la acción


directa y continuada de agentes sobrenaturales, cuya intervención arbitraria
explicaría todas las aparentes anomalías del universo. Este primer intento de
explicación, a partir de causas más bien fantásticas, dio origen a las diversas
mitologías, teogonías y teologías en las cuales, con el paso del tiempo, se fue
afirmando la unicidad de Dios, es decir, la hegemonía de un dios principal. Aunque
Comte usa el término “teológico” para este primer estadio, sería más exacto
reemplazarlo por el término “religioso”, pues el autor del positivismo piensa más en
la conducta religiosa, en la relación del hombre con Dios o con los dioses, que no
en las especulaciones filosóficas sobre Dios.

El estadio metafísico

Sucesivamente, en la explicación de los fenómenos de la Naturaleza van siendo


sustituidas por fuerzas o poderes inherentes a las cosas mismas. Surgen así las
ideas de naturaleza, esencia, potencias activas, fuerzas vitales, causas finales, etc.
que, al principio, se consideraban como instrumentos en manos de la divinidad.
Comenzaba el modo metafísico de pensar en sustitución del teológico y, con él, el
inicio del predominio del pensamiento abstracto. En el estadio metafísico, que no
es en el fondo más que una simple modificación general del primero, se sustituyen
los agentes sobrenaturales por fuerzas abstractas, verdaderas entidades

Estadio Positivo

Finalmente, con el progreso de las ciencias, se supera la explicación metafísica y


adviene el estadio positivo en el que la humanidad alcanza la madurez de
pensamiento. El hombre renuncia a buscar causas últimas y explicaciones de los
fenómenos en algo que esté más allá de la experiencia (voluntades divinas
misteriosas o abstracciones metafísicas). En esta etapa se atiene a los hechos y
trata de formular las leyes que los coordinan, por medio de la observación, de la
experimentación y del razonamiento matemático. Este conocimiento de las leyes
naturales se dirige a la previsión de los acontecimientos futuros y, con ello, al
dominio de la Naturaleza. Reemplazada por la ciencia moderna y exactas Comte
hace severas criticas a las deidades utilizadas en la metafísica y opta por ciencias
exactas o Positivismo cuantitativo e irreflexivo como términos que se explican a si
mismo. en el estadio positivo, el espíritu humano, reconociendo la imposibilidad de
obtener nociones absolutas, renuncia a buscar el origen y el destino del universo y
a conocer las causas íntimas de los fenómenos, para dedicarse únicamente a
descubrir, con el empleo bien combinado del razonamiento y la observación, sus
leyes efectivas, es decir, sus relaciones invariables de sucesión y de semejanza. La
explicación de los hechos, reducida entonces a sus términos reales, no es ahora ya
más que la unión establecida entre los diversos fenómenos particulares y algunos
hechos generales que los progresos de la ciencia tienden cada vez más a disminuir
en número.

Comte afirma que esas tres etapas se excluyen mutuamente: primero, la metafísica
desplazó a la religión y, una vez que la humanidad haya alcanzado el último estadio,
ambas la religión y la metafísica serán sustituidas por la ciencia, si bien la religión
continuará existiendo para satisfacer una exigencia totalmente sentimental.
El autor del positivismo invoca continuamente la ley de los tres estadios como base
de toda su concepción y la aplica a todos los aspectos del desarrollo del individuo y
de toda la humanidad; también a la evolución de la ciencia en general y de cada
ciencia en particular. Las civilizaciones y las culturas el proceso mismo de la historia
se desarrollan asimismo según este mismo ritmo evolutivo. Esta ley es establecida,
en definitiva, como dogma fundamental del positivismo.

Cada etapa está integrada, a su vez, por distintas fases. El estadio teológico pasa
por tres momentos (fetichismo, politeísmo y monoteísmo), a los que dedica largos
análisis, hasta alcanzar su culmen en el cristianismo. En el plano social, le
corresponde el régimen teológico-militar, basado en el absolutismo de la autoridad,
el derecho divino de los reyes y una presencia dominante del militarismo como eje
estructurante de la sociedad. En el cristianismo, el poder espiritual pertenece al
Papa, que representa a Dios en la tierra; y el poder temporal, a los reyes y a los
emperadores, que son elegidos por Dios. Comte sitúa cronológicamente el estadio
teológico en la Antigüedad y en el Medioevo.

Si el estadio teológico es “orgánico”, en el sentido de estable, el metafísico es


revolucionario y cambiante, con ataques a las instituciones del pasado. Este tránsito
se concreta, en el terreno político, con la decadencia de los regímenes absolutos y
una mayor distribución del poder. Frente a la autoridad absoluta se levantan ahora
los derechos del hombre, la soberanía popular, el gobierno anónimo de la ley. Es
decir, se atenúa el carácter centralizado del sistema militarista, mientras que va
creciendo la fuerza de la burguesía y los juristas asumen un papel preponderante.

La historia de la humanidad va encaminándose hacia un nuevo período estable,


esta vez, definitivo, que es el dominio de la mentalidad científica. La manifestación
política de este estadio final de desarrollo de la humanidad será una sociedad
industrial y comercial, gobernada por científicos, que impondrán esquemas
racionales a la convivencia social, garantizando así el orden y el progreso. El
altruismo (ya extendido gracias al cristianismo) se hará universal (planetario, dice
Comte) merced a la ciencia. Quedarán eliminadas las causas de las guerras y la
autoridad asegurará el bienestar material a todos. La Humanidad habría logrado por
fin la madurez, pudiendo ahora entregarse indefinidamente a sus afanes de dominio
y de tecnificación de la naturaleza. Comte pensó que se llegaría a esta etapa
positiva en 1841 y que se alcanzaría un orden semejante al que produjo el
catolicismo en la Edad Media, pero con un fundamento verdaderamente sólido, es
decir, no teológico, sino científico.

Queda bien patente que, desde el punto de vista gnoseológico, esta explicación
COMTIANA es deudora del empirismo y del fenomenismo kantiano, que hunden sus
raíces en la filosofía cartesiana. En efecto, Descartes separó la unidad funcional de
inteligencia y experiencia, por medio de la cual se capta la unidad real del ente
sensible, dejando por un lado los fenómenos a los que había que buscar
inteligibilidad y, por otro, los conceptos que ya no expresaban el ser y la naturaleza
de las cosas. En esta situación, la inteligencia no tenía ya por objeto el ente sensible
(lo real existente) sino el concepto puro; y la sensación tampoco alcanzaba el ente
sensible en cuanto tal, sino la sensación puntual, el dato aislado, despojado de toda
inteligibilidad intrínseca. El ser y la naturaleza de las cosas quedaban reducidos a
fenómenos

Según Comte, el método científico se caracteriza por prescindir de la búsqueda de


causas reales. Las ciencias se limitan a establecer relaciones entre los fenómenos
observables. De ahí el calificativo de su filosofía como positivista, puesto que
prohíbe que la ciencia traspase el ámbito de los datos, de lo positivamente dado en
la experiencia. Para el positivismo, como se vio al inicio, las leyes científicas no son
más que “relaciones invariables” entre fenómenos, y su finalidad principal es facilitar
el dominio humano de la naturaleza, permitiendo la previsión de los hechos futuros.
La realidad puede explicarse sin necesidad de recurrir a ninguna entidad o principio
trascendente.

Para Comte no hay más conocimiento que el conocimiento científico-positivo. Y


como las clasificaciones del saber vigentes en su época tenían un fundamento
teológico o metafísico, él propone otra que responda al estadio positivo, en la que
obviamente no incluirá los saberes que pretendan ir más allá de los hechos y de su
coordinación a través de una ley.

El método es el mismo para todas las ciencias, las diversas disciplinas se


diferencian, según Comte, sólo por la mayor o menor complejidad de su objeto
específico. Es, por tanto, la extensión y la comprensión de los objetos (que Comte
prefiere designar como generalidad o universalidad y como complejidad o
simplicidad, respectivamente) lo que traza la delimitación de las ciencias. Éstas
presentan una complejidad creciente. La ciencia más simple es la Matemática, que
estudia la cantidad, la realidad más sencilla y general. A continuación, está
la Astronomía, que añade a la cantidad el estudio de las masas dotadas de fuerzas
de atracción. Luego, la Física, que trabaja además con cualidades como la luz y el
calor. Siguen la Química y la Biología, que trata de la vida, añadiendo a la materia
bruta la organización. Finalmente, vendría la Física social o Sociología, que estudia
el hecho de la sociedad y las constantes de los comportamientos humanos.

El fundador del positivismo advierte que la última de las ciencias de la lista,


Sociología, es falible e incierta, pues se encuentra todavía en el estadio metafísico.
La Sociología ocupa un puesto fundamental y culminante en la enciclopedia
COMTIANA, al representar el término último del progreso intelectual. Esta ciencia
tiene en cuenta los resultados de todas las demás y se propone como objetivo
elaborar los nuevos principios de la moral y del derecho: el sistema de ideas y de
mecanismos de convivencia, que salven a la humanidad de la anarquía y del
desorden espiritual en la que la habían sumido los revolucionarios del siglo XVIII.

Aplicación práctica.

 En las ciencias exacta como la matemática, física y la matemática la


resolución de cualquier problema siempre se resolverá en la esfera del
positivismo, es decir se observan los hechos, se plantean teorías y se
verifican finalmente mediante la experimentación. De manera tal que sus
resultados no están sujetas a apreciaciones subjetivas ya que esta forma
partes de pospositivismo.
 Por ejemplo, en la medicina fisiológica al observar una patología en un
órgano el tratamiento será siguiendo los postulados del positivismo
generalmente aceptado por la comunidad científica.
 Sin embargo para Augusto Comte en su filosofía positivista al negar la
existencia del alma y del ser de Dios no pareciera dejar lugar a la religión por
lo tanto considero que cada hombre tiene dos formas de existencia, una
consciente antes de la muerte y otra inconsciente después de la muerte es
asi como se abre la posibilidad a que los positivistas se aferren no solo a lo
estricto y científico sino algo del más allá dando inicio al pensamiento
postpositivista y asi se aplican en la actualidad.
CONCLUSIÓN

El positivismo es la concepción del pensamiento científico, como manera de buscar


la verdad, y filosófico como posición epistemológica, que consideran como
elementos del conocimiento: la observación y la experimentación. En la
investigación que del positivismo hemos realizado vemos al fundador del mismo, en
la ciencia moderna; Augusto Comte. De Comte tratamos la manera en que
construyó el modelo; su objetivo fue crear una ciencia alejada de posiciones poco
científicas, poniéndola por base para que la sociedad elevara su nivel de bienestar.
Para lo anterior Comte tuvo que analizar la ciencia de su tiempo y determinar los
elementos que consideraba generaban un conocimiento científico.

En esa actividad establece los criterios para la ciencia, la clasificación de la misma


y como consecuencia, le determina leyes sobre las cuales edificar su pensamiento
sobre este sistema de conocimientos. Determina también lo que no puede, según
este criterio, considerarse ciencia. En su tiempo el método que quedó para hacer
ciencia trajo sus beneficios porque buscaba la certeza y la verificación rigurosa. El
enfoque positivo supone que las ciencias naturales están avanzadas y que la mente
humana puede conocer, y más todavía, que la mente humana conoce los
fenómenos tal como son.

Comte dice que el conocimiento positivo es el cierto, pero insiste en que es relativo
porque conocemos el universo como se nos aparece. El conocimiento positivo es
conocimiento de nuestro mundo, el mundo tal como se nos aparece, no es algo fijo
y determinado y de una vez por todas.
El conocimiento positivo es también relativo porque se ha abandonado ya a la
búsqueda de absolutos. Aun suponiendo que haya causas últimas, nosotros no
podemos conocerlas; lo que conocemos son los fenómenos.
Al pensamiento positivista le interesa, simplemente, la realidad como accesible al
conocimiento humano.
Otro concepto que vale la pena mencionar es el de progreso para Comte; el
progreso para él es en el pensamiento científico, porque éste permitirá el desarrollo
de la sociedad, por los beneficios que tendrá una sociedad con un mejor
conocimiento intelectual. Esta visión de Comte, de que la sociedad debía de ser
organizada por quienes poseen el conocimiento, viene desde Platón, en la sociedad
comtiana los científicos controlarían la educación y formarían la opinión pública.
El positivismo, en su desarrollo, está en la ciencia actual, y por la situación de la
misma, en que el paradigma lo constituye el fundamento de la concepción comtiana,
parece ser que su presencia, será por más tiempo.

Estamos viendo que lo que el hombre conoce por realidad ha cambiado, que es un
sistema abierto y complejo, que existe una interrelación, por lo que con el paradigma
positivista no se podrá caminar por ahí por mucho tiempo. Es necesario que la
comunidad científica se abra a otras posibilidades, aunque es sabido que no hay
conocimiento de lo absoluto. El positivismo como método de investigación nos ha
permitido controlar con facilidad las investigaciones; pero el desarrollo de la ciencia
y sus aplicaciones, la tecnología, ha sido con el objetivo del capitalismo, de la
mercancía por la mercancía, el dinero por el dinero, y tenemos las consecuencias
que todos conocemos: la destrucción de la naturaleza. No es consecuencia
directa del positivismo, es consecuencia de los objetivos de la investigación; hoy
en día hasta la investigación es una mercancía más.

La ciencia está en poder de la política y estamos siendo testigo de situaciones como


la de Corea y la investigación biológica. El problema está en la comercialización de
todo lo existente y en la rapidez con la cual se quieren tener los nichos de mercado.
Ya no hay tiempo para que las investigaciones puedan tener los tiempos que las
mismas necesitan porque el resultado puede tenerlo otro antes que yo y ya pierdo
dinero. La nueva ciencia necesita de tiempo en sus trabajos, aquí hablamos de
matemáticas no lineales, aquí no es causa- efecto de manera lineal, hay que seguir
procedimientos más lentos y más complicados al hablar de que la ciencia es un
sistema.
Referencias

https://books.google.co.ve/books?id=8ueUE1Hg9IcC&pg=PA166&lpg=PA166&dq="aplicaciones+p
racticas+del+positivismo"&source=bl&ots=0WWlkr9srZ&sig
https://es.slideshare.net/jorgecaudillosaucedo/postulados-delpositivismo

www.aiu.edu/spanish/publications/student/spanish/el-positivismo-augusto-comte.htm

https://scholar.google.es/scholar?hl=es&as_sdt=0%2C5&q=principales+autores+del+positivismo&
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