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Los 4 Elementos de La Naturaleza

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Los 4 Elementos de la Naturaleza

En tiempos antiguos se tomó considerable nota para la comprensión de los elementos,


puesto que se les consideraba los ladrillos de construcción del Universo, y muchos
creyeron que ellos eran parte también de su estructura básica propia. Los Sabios de esos
tiempos los vieron como un reflejo del universo. Estudiaron las estrellas y la naturaleza, y
utilizaron la información que reunieron como un método para comprender a su Creador y sí
mismos. Todos nosotros ahora vivimos entre naturaleza, aún quienes viven en pueblos y
ciudades, y a la mayoría de nosotros nos tranquiliza caminar por el campo o a lo largo de la
playa. Pocos de nosotros se toman el tiempo para verdaderamente estudiarlos, pero si nos
interesamos en seguir estas creencias antiguas, hallaríamos que la misma naturaleza
contiene la clave de mucho conocimiento interno sobre nuestra propia naturaleza, y la parte
que desempeñamos en el gran Plan Cósmico. Cada día nos calentamos con Fuego,
Nos bañamos con Agua,
Sentimos el Viento en nuestros cabellos,
Caminamos sobre la Tierra.
Muchos se pasmarían al darse cuenta que esos mismos elementos se pueden interpretar
como funcionando dentro de nosotros. Estamos hechos por las mismas leyes, y estos
elementos no sólo se sienten alrededor de nosotros, sino que muy ciertamente se pueden
expresar a sí mismos en muchas formas dentro de nuestra naturaleza. A causa de esto los
elementos son considerados por algunos como muy importantes y, por analogía, se pueden
comparar como sigue:

Fuego= Deseo , Las Llamas de la Pasión


Agua = Emociones , Ahogados por la Emoción
Aire = Pensamiento , La Brisa fresca de la Razón
Tierra = Estabilidad , Sólido como una Piedra

Hay muchos dichos que han resultado de estos, y no es por accidente que oímos cosas
tales como: Las Llamas de la Pasión (FUEGO) Ahogados por la Emoción (AGUA) La Brisa
fresca de la Razón (AIRE) Sólido como una Piedra (TIERRA) Y hay muchas analogías más, si
nos interesamos en pensarlas. Mientras más estudiamos la naturaleza, y la comparamos
con nosotros, más podemos saber y quizás aprender y a entendernos, y lo especial de
nuestra propia individualidad. ¿Alguna vez deseó saber porqué decimos "Dios el Padre," y
llamamos al mundo en que vivimos como "la Madre Tierra"? La naturaleza se puede
considerar como la Novia y el reflejo de la Creación. El Padre es el Creador, la Madre es
quien alimenta a todo lo que se manifiesta en la Tierra - ambos funcionando en polaridad
perfecta. Se nos dice que todo en la naturaleza está hecho con los 4 elementos básicos, y
vale la pena examinar cómo esto puede afectarnos también.

Y hay muchas analogías más, si nos interesamos en pensarlas. Mientras más estudiamos la
naturaleza, y la comparamos con nosotros, más podemos saber y quizás aprender y a
entendernos, y lo especial de nuestra propia individualidad. ¿Alguna vez deseó saber
porqué decimos "Dios el Padre," y llamamos al mundo en que vivimos como "la Madre
Tierra"? La naturaleza se puede considerar como la Novia y el reflejo de la Creación. El
Padre es el Creador, la Madre es quien alimenta a todo lo que se manifiesta en la Tierra -
ambos funcionando en polaridad perfecta. Se nos dice que todo en la naturaleza está hecho
con los 4 elementos básicos, y vale la pena examinar cómo esto puede afectarnos también.

Cuando me dicen que si creo, tiendo a decir que sí, que creo, o sea que creo en Dios. Pero
también como soy muy rara, también creo en otras cosas: Creo en las personas, sólo a
veces; creo en el equilibrio que se representa por el yinyan, posiblemente uno de mis
símbolos favoritos; creo en las cuatro fuerzas de la naturaleza, quizás porque aprendí a
respetarla gracias a cuentos y leyendas indias; creo en la protección de determinados
símbolos, y sobre todo creo que si la gente tiene fé en algo, exista o no, tendrá sus efectos,
positivos o negativos. Es por esto que gente con mucha fé se cura cuando los médicos lo
han dado por imposible o que personas con muchos problemas tienen una increible energía
y fuerza interior.
Hoy por ejemplo hablaremos de los Cuatro Elementos de la naturaleza. Se ha hablado de
ello en la Antigua Grecia, en leyendas y cuentos de la antigüedad (celtas, indios…) y
aparecen en la literatura de cada país de una u otra forma, ya sea en poesía o en prosa.

El hombre quiere aprender de ellos y muchas veces controlarlos. El control de algo que no
depende de tí, que sigue su curso sin necesitarte, suele generar frustración, pero el hombre
es tan cabezota que no le importa dañar alguno de los elementos con tal de formar parte, de
ser el quinto elemento. (Estupenda peli por cierto)

¿Cuáles son los 4 elementos? ¿Por qué siempre están presentes en la literatura y la
mitología? ¿Con qué se asocia cada elemento?

El Fuego: es uno de los más importantes de los cuatro.

Actividades constructivas: purificar las basuras y cuerpos humanos por medio de la


incineración. También se queman las malas yerbas para permitir que se den buenos
cultivos. Se ha utilizado para ofrendas en muchas civilizaciones. El fuego permite soldar
distintos metales y elementos. El fuego muchas veces se asocia con la magia y la unión:
Fuegos de campamento, hogueras de amigos, escenas tórridas frente al fuego…

Actividad destructiva: quemaduras, edificios en llamas, explosiones, quemas de


bosques y en tempestades de rayos y centellas. También en el uso de armas de fuego,
bombas, etc.

El Aire: nos mantiene con vida, si se aprende a respirar de forma pausada se puede usar
como método de relajación y también el aire purifica el ambiente que nos rodea.
Actividad benéfica: brisas cálidas o frescas, impulsa los barcos, permiten los vuelos en
aviones, los juegos con cometas, molinillos…

Actividad destructiva: ventiscas, vendavales, ciclones y huracanes.

El Agua: está relacionado con la energía, con la naturaleza y con sus propiedades de
limpieza.

Aspectos positivos: purifica al cuerpo físico, es un gran agente limpiador y equilibra


las condiciones climáticas. Productor de las cosechas.

Actividad destructiva: inundaciones, sequías, naufragios.

La Tierra: es vital para la producción de los alimentos, para la construcción y


mantenimiento de mejores cuerpos físicos.
Su acción benéfica: los bellos paisajes, en la vida de las aves, las flores, los minerales
y la producción de las cosechas.

Su acción destructiva: terremotos, los volcanes y derrumbes. También la devastación


de la tierra acaba generando cambios en la fauna y la flora.

Por eso es tan importante el equilibrio entre elementos. El Equilibrio que


suele ser reprentado por el símbolo del YINYAN, del que hablaremos
mañana

El Fuego
El Fuego es deseo. Es entusiasta, calentador, y la chispa de la vida. Es apasionado,
emocional, indomable, el más poderoso de las fuerzas de la energía, porque él representa la
fuerza del Espíritu. Es una llama que palpita, o una llama que destruye. . . Brilla en el Sol.
Danza en el Fuego del hogar, atrae el ojo, y el deseo. Da color a la sangre. Es el pulso de
nuestro ser. El Fuego es rojo. Es el calor moderado que mueve con deleite la tierra; el ansia
por vivir, la luz por la que vemos. Dinámico, movible, lleno de chispas, atrevido, vital,
inteligente en su urgencia. El Fuego es activo, se eleva. Es el principio de la vida. Su esencia
es la vida, calienta, compele, excita, propulsa con entusiasmo. Ama la pasión de la juventud.
El Verano es Fuego - el silencioso pero penetrante latido del corazón de la creación. Es vida
en su plenitud. El Mediodía es Fuego, cuando el Sol quema más fuerte. Es estar de pie con
los brazos estirados hacia el dador de vida, de luz y calor que fluyen hacia abajo - un acción
de gracias a la alegría, la felicidad y la maravilla de juventud. El Fuego es el Cetro de nuestro
nacimiento. Es la intrepidez y la irreflexión del joven. Es el salto de deleite salvaje, el bullicio
de la excitación. Es nuestra esperanza, nuestra meta, nuestro deseo, nuestra energía y
urgencia por el futuro. Vive. ¡Es! El Fuego yace derretido en el centro de la tierra, pero tiene
el poder para abrirse paso a través de la corteza. Es nuestro impulso incontenible, nuestro
calor, nuestra fiebre, nuestra pasión por amar u odiar. El Aire abanica sus llamas, pero se
necesita de la Tierra para contenerlo. Solo el Agua puede apagarlo. El Fuego no puede
construir, aunque es la esencia de "ser." No puede absorber, pero por sí mismo, atrae a
otros asu tibieza. Da vida, pero puede destruir la vida que da. Es tenazmente protector, pero
se necesita protección contra él mismo. El Fuego es el Padre de la Esperanza y el deseo del
Espíritu. Es la fuerza viviente. Somos Fuego. Con nuestra chispa de vida, somos divinos.
¡Vivimos!

El Fuego dentro de Nosotros

Si verdaderamente queremos entender los elementos, necesitamos tomarnos el tiempo para


estudiarlos e intentar relacionar su conducta con lo que ocurre dentro de nosotros. Por
ejemplo, hay una gran diferencia entre la llama del hogar en contraposición a un bosque
ardiendo. Uno es tibio e invitador, y el otro puede devastar en su destrucción. ¿Sabes qué
hace que una llama continúe ardiendo? Enciende una vela y observa a la llama oscilar en la
brisa. Se puede apagar fácilmente por un fuerte viento o un vacío completo- pero la llama de
una vela es muy pequeña. De esto, entendemos que el Fuego necesita aire para sostenerse,
pero no un ventarrón aullador. El Aire significa pensamiento y razón, y el Fuego significa
deseo. ¿Qué aprendemos de esto? ¡El entusiasmo en nuestra naturaleza necesita
sostenerse con la constante comunicación y relación, pero razonamiento y lógica en exceso
pueden matar nuestro deseo si no es lo suficientemente fuerte en primer lugar, lo mismo
que un viento fuerte puede apagar una llama frágil! ¿Cuántas veces te has entusiasmado
acerca de algo y después "razonaste" y te convenciste de que no te convenía? ¡Muchas
veces, sin embargo, el encuentro con otros puede avivar las llamas, y entoncesnecesitamos
vigilar que no se nos salga de las manos! Las alteraciones emocionales son quizás las
cosas más peligrosas, puesto que pueden hundir completamente nuestras esperanzas y
deseos, en la misma forma en que el Agua puede apagar al Fuego. Estudia todos los niveles
del Fuego, desde la chispa inicial a las poderosas explosiones en la superficie del Sol, y
mira las diferentes maneras en que puede comportarse, solo o asociado con los otros
elementos. Entonces compáralo con tu propia naturaleza, y ve si puedes relacionarlo dentro
de ti o de otras personas. ¡Debe haber algunos resultados interesantes.

El Agua

El Agua es emoción, sentimientos, sueños y alimento del corazón. Refresca, enfría, es


húmedo, fluido, pesado y misterioso, toma la forma de cualquier cosa que lo contiene. El
Agua es el alimento de la vida, y esencial para la vida, puesto que todas las cosas
emergieron del mar. El Agua apaga la sed de la Tierra hecha estéril por el Fuego y el Aire. El
Agua es serenidad. Es azul, claro y pasivo, pero se cuela por las grietas de nuestras
defensas. Fluye con nuestro humor, y no se puede agarrar, ya que se resbala por las manos.
Es la rápida corriente de una tormenta en ciernes, la pesada espuma a lomos de las mareas
del océano. Puede corroer y ahogar. Empero también es la apacibilidad de las ondas en una
piscina de cristal. Mueve, mengua, fluye, limpia, alivia. Es el brillo del Santo Grial, sostenido
en alto y desbordando con amor, o repentinamente volcado para sofocar con lágrimas. Es el
lamento de la alegría o el sollozo de la angustia. "Camina cuidadosamente con tu corazón,
pues te atreves a caminar sobre el Agua". El Agua es crepúsculo - el Sol, sombreado en el
oeste, y la líquida luna de plata, escalando lentamente para reclamar el cielo oscurecido de
las sombras. Es otoño - el temblor de las hojas a medida que pasa el ánimo del verano.
Corazón del Sol y de todos los Fuegos de la tierra, porque él es el Señor del Elemento
Fuego, y reside bajo la jurisdicción del Arcángel Mikael, su Amo. Cuando se le pide
protección a Mikael, se puede ver a Djinn fluctuando al lado de Él, ávido de cumplir Sus
mandatos, como un magnífico genio de la lámpara. Juntos, estos Grandes Seres poderosos
dirigen y controlan el movimiento del Fuego, y las fuerzas de la energía de vida alrededor de
la tierra. Quien ve a este Rey Omnipotente dice que se les aparece como una explosión de
energía estallando en luz, la forma puntiaguda táctil, dotado con zarcillos de calor al rojo
blanco y chispas de Fuego, una vibrante masa de llama viviente. Sus ojos de diamante
brillan con la oscuridad de las ascuas de carbón, y su capa va del vibrante amarillo al rojo
de la lava fundida cuando hace erupción desde adentro de la profundidad de los iracundos
volcanes de la tierra. Este Rey es imponente en magnitud, y tan incontenible y aterrador
como una tormenta eléctrica pero, aunque parezca feroz, también puede ser tan gentil y
confortante como la trémula luz de una vela en un cuarto oscuro, o el calor moderado de
una lámpara en una noche invernal. Se dice que si nos atrevemos a captar su mirada, Djinn
nos retendrá inmóviles y cautivos, suspendidos en su mirada fija, a medida que quema
hasta llegar a los profundos deseos de nuestros corazones -deseos que laten en el centro
de nuestro ser- y que cuando habla el crujido de las hogueras resuena en su voz. Es por la
fuerza del poder de Djinn que atrae a las diminutas chispas de luz -las Salamandras de su
Reino- bajo su mandato. Luminosos y exigentes, llevan sus linternas dentro de sí mismos,
llameantes y chispeantes, titilando y cayendo en forma de cascada mientras lo rodean,
estallando con energía en su insistencia por entrar en acción.
El Agua es Madurez, la hermana de Sentimiento. Cambia. Ajusta. Es el azul jade de la
depresión, y el tinte sutil, pasivo de la alegría. Es nuestro ser astral. Forma nuestros
pensamientos, pero los pensamientos pueden darle forma. Es empujado e inspirado por los
vientos del aire, absorbido en la plenitud de la Tierra, pero en una tormenta amenaza con
ahogar el Espíritu, la energía, el deseo de la vida. Porque el Agua escupe en la cara del
Fuego. Sólo el Agua puede traer la santidad del amor verdadero, el balance de la armonía.
Es engañoso, sutil y huidizo. Tiene fuerza y poder, ritmo y ciclo, caridad y compasión. Es el
espejo brumoso de los instintos subconscientes de nuestro pasado, y nuestra necesidad
consciente del futuro. El Agua es el murmullo secreto de nuestro corazón, y la reflexión
gentil del Espíritu en manifestación.

El Agua dentro de Nosotros


Las Emociones son tan extrañas e inexplicables como lo es el agua. Ellos surgen dentro de
nosotros, a menudo por su propia cuenta, sin tener en cuenta la razón o el pensamiento y,
sin control, pueden conducirnos al trauma y la confusión. Muchas veces una persona podrá
decir "conozco la lógica del asunto, pero en realidad es un asunto diferente." Cuando
estamos heridos a menudo lloramos. Cuando estamos felices a menudo lloramos, y a
menos que podamos contener nuestras emociones, podemos anegarnos y a otros con
nuestras lágrimas. El Agua necesita ser contenida porque si no corre desenfrenada y
desperdiciada. Observa el movimiento de agua cuando cae en forma de cascada, cristalina y
clara encima de las rocas de una quebrada, luego compárala con la quietud límpida de un
claro herboso junto aun remanso, y cómo se expresan ambas cosas dentro de tu propia
naturaleza. Deja correr el agua de la llave y siente su frescura deslizándose entre tus dedos,
después intenta recogerla con tus manos. Imagina lo que pasaría si e rompieran las paredes
de un dique, o si los ríos se secaran y la temporada de lluvias no llegara nunca. Todo esto
se puede comparar con los sentimientos dentro de nosotros, tranquilos y mansos como la
quietud de un remanso, o tan furioso e incontrolable como las altas y poderosas olas de un
mar tormentoso. El Agua es el gran purificador, limpia y lava el desorden y la mugre, lo
mismo que la emoción más elevada de amor puede limpiar y revitalizar nuestro ser interno.
El Agua no es ligera y luminosa como el Aire, que representa el coqueteo, y no tiene el calor
del Fuego, que es el deseo. Es blanda, límpida, maleable, y se puede contener fácilmente o
derramar por el toque del amor. Los pensamientos pueden agitar las ondas del agua, o
batirlas en una tormenta. Nuestro Espíritu de entusiasmo puede humedecerse severamente
por la emoción incontenida, pero la Tierra y la estabilidad dentro de nosotros se avivan y se
enriquece con el fresco y gentil toque de la lluvia. ¿Que tan emotivo eres tú? ¿Puedes
contener tus sentimientos para que enriquezcan tu naturaleza, y nutrir y reavivar a quienes
están a tu alrededor? ¿O eres demasiado reactivo, rápido en ofenderte, o quizá inmovilizado
por miedos irracionales? ¿Qué significan la alegría y la tristeza para ti? ¿Te atreves a
permitirte amar verdaderamente?

El Aire

El Aire es pensamiento. Es movimiento, contacto, comunicación, y los impulsos de la


mente. Es la flexibilidad de acción - lo rápido, lo alerta, lo chispeante y lo nuevo. Se estira
hacia afuera y hacia arriba, hacia abajo y hacia adentro. Es flotante, flexible, cede ante el
estado de ánimo, y sin embargo es aún fuerte y persistente. El Aire es primavera, la
inocencia y la vibración del principio de una nueva estación, el brote de las hojas desde las
semillas de la mente, y la fe en uno mismo, y la creencia en el propio destino. El Aire toca el
color del Sol, y capta el pensamiento de la vida. Es la respiración del ser vivo. Si pudiéramos
verlo, sería de color Amarillo. El Aire es hijo de la Sabiduría, nuevo en la vida, de ojos
abiertos, expectante y apresurándose precipitadamente a la luz. A veces tormentoso, sopla,
baila, fastidia, busca, pregunta, desarrolla y respira. Se esfuerza en aprender y enterarse.
Puede rugir, aullar y atormentar. Es el suave toque de la inspiración - la fresca brisa
primaveral de la razón, danzando en nuestros cabellos cuando caminamos por el valle del
descubrimiento. Tiene la inocencia de los corderos retozando en la colina, y el estallido
súbito de la luz encima de la oscuridad del horizonte. El Aire es la Espada de nuestra
protección, un valiente retador a la voz de la emoción y del deseo. Crece, y en su
crecimiento da nacimiento una y otra vez, lanzándose, arrastrando, haciendo olas en las
aguas, ondula en los árboles de la tierra y abanicando el fuego del hogar en nuevas llamas.
También puede cabalgar en la tormenta de su propia hechura. Sopla polvo en la cara de la
estabilidad, convierte las ascuas en un furioso infierno y castiga las peñas en el mar, blanco
con el rocío del ventarrón aullante de un amargo viento del este - la razón convertida en un
disturbio. El Aire es una idea, un pensamiento objetivo, una llamarada de inspiración e
ingeniosidad. Es el brillo del genio, o la inquieta agonía de una mente atormentada. Es el
nacimiento de la comunicación, que yace en el Este, donde la fe y el día empiezan. El Aire es
el alba de la conciencia a través de las brumas de la inocencia, y es el heraldo de la
Inteligencia del Espíritu cuando respira sobre la tierra.

El Aire dentro de Nosotros

¿Alguna vez te han perseguido las hojas en otoño, y te has reído cuando saltaron sobre tus
pies? ¿O has ofrecido la cabeza al viento mientras caminabas en los abiertos espacios del
campo? El Aire tiene que ver con nuestro pensamiento y nuestra razón, y para expresarlo
necesitamos comunicarnos, lo mismo que una brisa juguetea con nuestros cabellos,
luminosa, brillante y fácil. Como elemento, es casi totalmente incontenible pues no
podemos verlo. No es sólido como la Tierra, o ardiente como el Fuego, o fluido como el
Agua. Si tratamos de cogerlo, obtenemos un manojo de nada, lo mismo que si tratamos de
coger un pensamiento, que se resbala de nuestro agarre. Los pensamientos y las palabras
no nos pertenecen, así como el Aire no está bajo nuestro control. Probablemente todos
hemos experimentado el sentimiento de “tener la mente en blanco", o haber "quedado sin
palabras." A menudo hablamos de salir a tomar aire fresco para "despejar las telarañas,"
pero ¿cuantos de nosotros nos hemos tomado un momento para estudiar el viento y su
acción, para luego compararlo con nosotros? Asimila el proceso de comunicación al
elemento Aire, y verás cómo el contacto es refrescante y ligero, continuamente en
movimiento y cambiable. El Aire no le debe nada a ninguno de los otros elementos, pues él
es el amo de su propio destino; sin embargo, cuando está atrapado en bolsillos de agua o
de tierra, puede volverse pesado y opresivo por falta de movimiento. El Aire nació para ser
libre, así como nuestras mentes deben permanecer claras y ágiles, sin ser nubladas por la
emoción o el prejuicio. Demasiada estabilidad puede amortiguar la alerta y la originalidad,
pero demasiadas preguntas pueden cegarnos a la simplicidad del sentido común. Compara
el viento en las diferentes estaciones del año, desde la ligereza de una brisa primaveral
hasta los vientos helados de pleno invierno, y mira cómo pueden afectar a los otros
elementos, y a ti y tu naturaleza. ¿Cómo usas tus pensamientos? ¿O tus pensamientos te
usan, dominan tu vida? ¿Por qué no comenzar a llevar un diario de lo que percibes sobre ti
mismo, y comenzar a buscar quien eres verdaderamente?

La Tierra

La Tierra es estabilidad; es todas las cosas que nos traen nutrición, plenitud, y fertilidad. Es
nuestra base y nuestra necesidad básica. La Tierra es el terreno bajo nuestros pies, la
fundación sobre la que construimos nuestra vida. Es el centro de nuestro sentido común,
nuestra sensualidad, y nuestros sentidos. Por ella tocamos, saboreamos, olemos, vemos y
oímos con nuestros ojos y orejas. La Tierra es verde. Danza en las hojas, en los campos, y
en los setos. Colorea las plantas que surgen a la vida desde los fundamentos de la
estabilidad. La Tierra es su fuente raíz, como lo es para nosotros. La Tierra es la media
noche. Una oscuridad eterna, donde no podemos ver, pero somos obligados a percibir. Es
calurosa, bochornosa y silenciosamente protectora. Es la confiabilidad y la vulnerabilidad
de la vejez. El tiempo de conocer y comprender - la parte de nuestra vida donde el
crecimiento empieza y finaliza. Es el disco de la materialidad; circular, significando la
redondez y plenitud de la naturaleza; el ciclo continuo de la vida; el fénix levantándose de
las cenizas, el renacer anual de la tierra. La Tierra es invierno, donde todo aparenta morir,
pero sigue viviendo bajo la superficie, debajo de la sólida corteza y en el moderado calor de
la tierra. La promesa de un nuevo nacimiento por venir con la primavera, cuando la savia
sube por las raíces de todas las cosas vivientes. La Tierra es confiable. Comprende la vida.
Es la solidez del futuro, construido sobre los fundamentos del pasado. Es rica y oscura,
fuerte e inmóvil. Contiene la sal de nuestras lágrimas y construye desde su refresco, pero
puede quedar mustia por el calor de nuestro deseo. Ella nutre la raíz, le da sustento a la
felicidad que requerimos. Siente su textura en tus manos. Siente la energía que penetra por
las plantas de tus pies, cuando corres descalzo por el césped.
La Tierra es estar en casa con uno mismo, integrado, sin obsesiones, fecundo y
preparándose para todas las cosas. La Tierra es la Madre de la Fuerza, de la Justicia y de la
Ley, la base del mundo físico y el habitáculo del Espíritu en manifestación.
La Tierra es más contenible y más segura que el Fuego, porque ella es el sustento de la
vida, así como nuestra propia estabilidad; puede sostener la vida de una idea, de un deseo o
un sueño. Sin este elemento dentro de nuestra naturaleza, no habría fruición de nada,
puesto que sin acción, todo quedaría en los reinos de la imaginación. De todos los
elementos, es el más fidedigno. Muchas personas buscan seguridad o compañía en
animales, pero el tacto de la tierra bajo nuestros pies es la cosa más sólida y fiable que hay.
La llamamos la Madre Tierra, por su hermoso Ser verde y fecundo no es una esfera
inanimada de roca y piedra, sino el sustento de nuestras vidas. Y así como una madre, a
menudo la tomamos por garantizada. La arrasamos, la quemamos y la aramos, pero siempre
permanece. Toma un puñado de tierra después de la lluvia, y toca la humedad en su textura.
La tierra necesita del agua para evitar que se vuelva yerma y seca, y el agua es emoción,
compasión y amor. Requerimos amor y emoción para permanecer estables y evitar que nos
sequemos por dentro. La combinación es buena pero, mezclada con demasiada agua, se
puede convertir en ríos de barro, ocasionando que nuestra estabilidad resbale. Compara las
diferentes texturas de la piedra, la madera, el carbón de leña y la tierra y lasdiferentes fases
desde el polvo al barro, o el fresco campo recién sembrado con otro sin arar y sin sembrar.
Hay mucho que podemos deducir sobre nosotros mismos a partir de todas estas cosas, al
vincular la Tierra con los otros elementos. Los zapatos son una de las cosas más difíciles
del hombre civilizado. Quítatelos alguna vez, y percibe tu fuerza y buen humor regresando
cuando caminas sobre el césped y atraes energía de la tierra. ¡No tienes que creer que esto
sea verdad - sólo ensáyalo! ¿Cuánta tierra hay en ti? ¿Eres confiable, sólido, fidedigno? ¿O
estás acosado con preocupaciones emocionales, o deseos obsesivos? ¿Piensas
demasiado, dejando que esto altere tu seguridad? ¿Sabes verdaderamente cuan fuerte y
capaz eres? Demasiada cantidad de cualquiera de los otros elementos perturbará nuestra
estabilidad; pero demasiado poco de ellos para atemperar la Tierra, ocasionará que nos
volvamos inertes, aburidos e incapaces de adaptarnos al cambio
. INTRODUCCIÓN.

La humanidad desde siempre ha intentado de determinar si existe una esencia en la Naturaleza;


representación de la realidad tangible; y con mayor razón esta inquietud se discute hacia el
interior de los Colegios Iniciáticos desde hace milenios.

Los iniciados, siempre buscando más allá de lo evidente, la causa de los efectos, quieren
identificar “el Alma” de la Naturaleza. Los filósofos de la antigua Grecia, participantes de los
Misterios iniciáticos, intentan descubrir esta esencia, y es así como gran parte de ellos
encuentran distintas causas, pero siempre en torno a distintos elementos bien definidos.

La gran influencia sobre la ciencia (después de Cristo) y en el Medioevo, e incluso después, la


establece Aristóteles, quien plantea que la materia está hecha sobre la base de cuatro
elementos -Fuego, Aire, Agua y Tierra- y cuatro cualidades –eco húmedo, frío y caliente-, las
cuales derivan de los elementos citados.
Pero esta idea no es propia de Aristóteles, sino que se ha venido desarrollando por centurias al
interior de los Templos de los Misterios, y simplemente él se encarga de divulgarla fuera de
estos bastiones de conocimiento y espiritualidad.

Durante el Renacimiento, la ciencia cuestiona o por lo menos comienza a hacerlo, gran parte
del postulado aristotélico referente a la Naturaleza, y es así como se determinan sólo tres
estados de la materia: gaseoso (aire), líquido (agua) y sólido (tierra).

Al mismo tiempo la ciencia tradicional, al poco andar, comienza a adoptar una posición
mecanicista y materialista respecto al papel de estos tres estados de la materia, extendiendo
esta visión a la naturaleza toda. Los científicos se comienzan a escindir de la filosofía y más aún
de la religión, y declaran que el universo completo obedece a Leyes naturales que están por
descubrirse. Y a esto último se aboca la ciencia con gran denuedo.

No obstante, habiendo pasado ya varios siglos, la ciencia tradicional nuevamente está


redescubriendo el cuarto estado: energético, radiante o plasmático, el cual corresponde al
fuego. Una vez más la ciencia avala lo que se sabe desde hace milenios.

Sólido Líquido Gaseoso Plasma

LOS CUATRO ELEMENTOS Y EL SER HUMANO.


Estos cuatro elementos como símbolos de los cuatro estados de la materia estructura la
naturaleza tangible o sensible; y de acuerdo a un axioma o ley hermética: “Como es arriba es
abajo”, los iniciados infieren que ellos también componen nuestro ser tangible. Es un hecho que
nuestro organismo posee elementos sólidos (tierra), principalmente representado en el sistema
óseo (minerales); elementos líquidos (agua), generalmente asociado al sistema circulatorio, no
obstante nuestro organismo está constituido de aproximadamente un 90% de agua; elementos
gaseosos (aire), asociado al sistema respiratorio, dada la relación directa con el aire que se
necesita para vivir. Finalmente tenemos los elementos energéticos (fuego) que pueden
relacionarse con el metabolismo y el sistema nervioso en general, ya que en la transmisión del
impulso nervioso están involucrados procesos electromagnéticos, de la misma forma el sistema
muscular.

LOS CUATRO ELEMENTOS Y LA SALUD.

Dado que los cuatro elementos se relacionan o están representados en nuestro organismo; la
adecuada relación con cada uno de ellos puede conferirnos grandes beneficios para nuestra
salud, vigor y vitalidad.
El elemento tierra guarda relación con los minerales que consumimos. Con este fin es
importante tratar de consumir vegetales frescos y productos lácteos, que proporcionan
vitaminas y minerales.

También es importante tener contacto con la tierra, cualquiera sea su forma o manifestación:
arena, pasto, tierra propiamente tal, rocas o piedras, etc. El planeta tiene un gran imán y estas
facultades magnéticas pueden ser transmitidas a nosotros especialmente a través de nuestros
polos naturales, a saber: las plantas de los pies, las palmas de las manos y la cabeza. Por ello
es una buena práctica caminar en las mañanas a pie desnudo sobre el césped fresco,
procurando no entumecerse, para lo cual una vez terminado esta caminata (que no debe ser
extensa, al menos al comienzo), rápidamente limpiarnos y secarnos los pies, y abrigarlos con
calcetas y calzado adecuados. También es importante considerar en este punto evitar, hasta
donde sea posible, los elementos aislantes para nuestros pies, manos y cabeza y procurar
caminar en lugares naturales tanto como podamos hacerlo.
El elemento agua posee características muy notables y especiales. Es fácilmente magnetizable,
y aprovechándonos de esta característica podemos impregnar positivamente un vaso de agua
fresca cuando realizamos nuestros ejercicios espirituales, especialmente en la mañana al
levantarnos y en la noche al acostarnos a dormir. Por lo que podemos beber de esta agua una
vez finalizados dichos ejercicios, lo que traerá grandes beneficios a nuestra salud y armonía
física y etérica.

Finalmente, también debemos considerar las diversas técnicas que dicen relación con el agua
y la salud: hidroterapias, algunos ejemplos: abluciones, baños genitales, etc.

El elemento aire tiene connotaciones importantísimas para nuestra salud y bienestar. De hecho
también es vital y por ello es muy importante saber respirar en forma adecuada. Si bien es cierto
la respiración es inconsciente (el proceso está supeditado a sistemas automático a través
del sistema nervioso autónomo principalmente), conscientemente se puede alterar, y de hecho
mejorar. Debemos acostumbrarnos a respirar en forma completa, comenzando por llenar de
aire las zonas bajas del pulmón, y luego ir subiendo hasta que finalmente llegue el aire a la zona
clavicular. Lamentablemente por razones de condicionamiento social y por el acelerado y
antinatural sistema de vida actual, especialmente en las grandes urbes, la mayoría de la gente
sólo respira con la parte superior de los pulmones, reduciendo peligrosamente su capacidad
pulmonar.

También es importante considerar lo que dice relación con los iones negativos en el aire. El aire
se ioniza producto de la acción energética del entorno (vientos, sol, aguas, etc), y las partículas
al ionizarse en determinada forma provocan un efecto directo en la salud de las personas que
lo ingieren, un efecto saludable y vitalizador. De ahí la necesidad de poder respirar, aunque no
pueda ser todo el tiempo, aires frescos y limpios, como aquellos de las orillas de mar, o en las
montañas, lugares naturales espaciosos y abiertos, donde los vientos hacen circular
constantemente aire fresco .
Finalmente el elemento fuego está representado por la fuente energética natural más
importante que es el sol, por lo tanto las prácticas de medicina natural se relacionan con el astro
rey son principalmente los baños solares, los cuales deben realizarse a las horas del día en que
sus rayos no impacten con toda su potencia, la mañana especialmente. Estos baños deben
hacerse progresivamente, comenzando con los pies y manos al descubierto, y luego de algunos
días llegar a estar lo más desnudos posible. Nunca sobrepasar los treinta minutos de exposición.
A medida que hacemos estos baños solares, imaginemos que la energía solar ingresa por
nuestras palmas y plantas.

LOS CUATRO ELEMENTOS Y EL ESOTERISMO.

Iniciáticamente se sabe o se postula que las cosas no son obra de la casualidad, sino más bien
de la causalidad. De la misma forma también se afirma que las cosas y seres de la naturaleza,
tienen una contraparte en planos no físicos, encontrándose aquí las inteligencias que animan y
dan forma a estos distintos elementos. Una idea que la ciencia tradicional, desde hace algunas
centurias, no participa, expresando un modelo más bien mecanicista del mundo. No obstante,
hoy en día la ciencia ortodoxa también poco a poco está compenetrando este punto de vista
materialista y mecanicista del mundo con una idea de que existen niveles más sutiles de energía
que interactúan con la materia; algo que el esoterismo ha planteado desde siempre.

De esta forma los cuatro elementos obedecerían a cuatro tipos de inteligencias que controlan,
impulsan o inhiben el desarrollo de sus manifestaciones.

A estas inteligencias se les ha dado en llamar “Elementales naturales”, y son cuatro grupos
a saber:
LOS GNOMOS. Quienes controlan el elementotierra, y en forma general o más bien
folklóricamente, se les presenta como seres pequeños, macizos y rollizos y bastante taciturnos
y tímidos o huraños, que rigen todo proceso en donde se encuentra participando la materia sólida,
especialmente los minerales. Su rey es Gob, que según Manly P. Hall, en su obra “Fuerzas
invisibles”, es un término que deriva de la palabra inglesa goblin (trasgo). Debido a las
características de las fuerzas que gobiernan tienen sus moradas en el interior de la tierra o en
directo contacto con ella y sus minerales. Debido a sus características psicológicas son difíciles
de tratar aunque son metódicos y disciplinados. Su relación con la parte fisiológica del ser humano
es con los órganos excretores y el esqueleto, lo que es totalmente congruente con los procesos
que rigen. Están relacionados con el temperamento bilioso, en el cual predominan las glándulas
digestivas y el hígado en forma especial, el cual es uno de los órganos fundamentales junto al
riñón para la eliminación de las sustancias tóxicas y de desechos de nuestro organismo. Las
personas que poseen este temperamento se caracterizan por ser del tipo serio, concentrado e
irritable, y fácilmente caen en la melancolía, de allí que este temperamento sea llamado
“melancólico".

LAS ONDINAS, dirigen el elemento agua, su rey es Nicksa. Estos seres viven en toda parte en
donde haya agua y gobiernan los líquidos en general, y por ende las fuerzas vitales del ser
humano. Tienen fama de tener una apariencia muy bella, y al parecer este atributo les otorga
poder; generalmente son amistosos y sirven al ser humano en el espíritu de amor y sinceridad.
Poseen aproximadamente el mismo tamaño de los seres humanos, y generalmente se
representan como doncellas vestidas con la espuma del mar o como sirenas; se interesan
especialmente por las plantas y las flores. Como hemos visto dirigen especialmente todo aquellos
procesos que tienen que ver con el aspecto vitalidad y por ende todo lo que provee la vida,
especialmente los procesos de nutrición, y seguramente aunque no se menciona por Hall en los
procesos reproductivos. Se asocia al temperamento llamado linfático o flemático, en donde la
lentitud es una cualidad predominante.

LOS SILFOS, controlan el elemento aire. Vivirían en las cumbres de las montañas en contacto
con la parte más enrarizada de la atmósfera (congruentemente con esta idea recordemos que
Zeus y Júpiter son divinidades aéreas que viven en la cima de un gran monte: el Olimpo). El rey
de estos Silfos es Paralda, y que según algunos esoteristas, vive en la cima de la montaña más
alta de la tierra. Se caracterizan por ser seres muy variables, algunos se asemejan a seres
humanos pero con proporciones distintas, generalmente tienen alas y son alegres, excéntricos,
caprichosos e inconstantes. Espíritus de la naturaleza se asocian a las fuerzas mentales, además
rigen los distintos procesos aéreos en toda la naturaleza y en el ser humano están relacionados
con los procesos propios de los órganos de la respiración; promueven el temperamento nervioso
o cefálico, a quienes otros llaman bilioso, y consiste en el predominio del encéfalo y sus funciones
y los seres humanos influidos por este temperamento se caracterizan por su sensibilidad,
emotividad y susceptibilidad.

Finalmente LAS SALAMANDRAS, espíritus elementales delfuego, y por supuesto rigen todo
proceso en donde se ve involucrado la energía. El rey es Djin, el que se representa como un ser
maravilloso y ardiente que inspira un reverente temor. Las Salamandras moran en donde se
declare el fuego, por supuesto que en forma natural en los volcanes y los estratos ígneos de la
tierra. Encontramos una correspondencia de estas inteligencias en los dioses romanos Vulcano y
Plutón, y en los griegos Hefestos y Hades. Las Salamandras pueden adoptar formas humanas
casi siempre como guerreros y envueltos en llamas. Son prontas a la acción, tempestuosos,
emocionales y muy enérgicos. Debido a sus características en el cuerpo humano dirigen que dicen
relación con la energía y su distribución: órganos circulatorios; el temperamento que determinan
es el sanguíneo, en donde la principal característica es una gran vitalidad y siempre dispuestos a
la acción.

Por supuesto que estos espíritus de la naturaleza tiene su existencia en planos o dimensiones
distintas al físico o material, de tal manera que la apariencia que puedan asumir dependerá de la
percepción del observador y de las estructuras que tenga en su mente, especialmente en su
subconsciente.

Muchas veces estas inteligencias luden el contacto y la comunicación con los seres humanos,
desde el momento que éstos últimos han abusado y explotado irracional y egoístamente los
recursos naturales. Es más, esta es la razón por la cual contactan principalmente a los seres
inocentes, especialmente los niños de corta edad; o bien aquellas personas que tienen la
consciencia del respeto que se le debe a la naturaleza. He aquí la clave para comunicarse con
ellos e incluso llegar a tener su colaboración en los procesos que controlan.

FUEGO
COORDENADA: SUR
DIVINIDAD: El Dios en la forma de deidades del Cielo.
GENERO: YANG masculino
ESTACIÓN: VERANO
PARTE DEL DIA: Medio día
COLOR: Rojo
TÓTEM ANIMAL: León
METAL: Hierro y Cobre
TWADUA: TEJAS
CHACRA: Plexo Solar
ENERGÍA: Calor
RELACIÓN: Pasión
LUNA: Llena
ACCIÓN: Sanguíneos
ATRIBUTO: Expansión
DEFECTO: Ira, Sobrexcitación, Euforia
VIRTUD: Fuerza interior, Fuego divino
REPRESENTA: Luz, Sol, Poder, Alegría.
AGUA
COORDENADA: Occidente-Oeste
DIVINIDAD: Diosa Luna
GENERO: YIN femenino
ESTACIÓN: Otoño
PARTE DEL DIA: Tarde
COLOR: Azul
TÓTEM ANIMAL: Delfín
METAL: Mercurio
TWADUA: Apas
CHACRA: Sexual
ENERGÍA: Humedad
RELACIÓN: Sentimientos, adaptación
LUNA: Menguante
ACCIÓN: Flemáticos, indecisos, caprichosos
ATRIBUTO: Introspección, reflexión
DEFECTO: Nostalgia, testarudez, Tristeza,
VIRTUD: Capacidad de evocar, adaptabilidad, Conexión con los Sueños
REPRESENTA: Amor, Simpatía, intuición.

AIRE
COORDENADA: Oriente
DIVINIDAD: El Señor
GENERO: YANG masculino
ESTACIÓN: Primavera
PARTE DEL DIA: Alba
COLOR: Amarillo
TÓTEM ANIMAL: Águila
METAL: Oro y plata
TWADUA: Vayu
CHACRA: Superiores
ENERGÍA: Viento
RELACIÓN: Pensamiento, Imagen, Mente superior
LUNA: Creciente
ACCIÓN: Biliosos
ATRIBUTO: Crecimiento, inicio
DEFECTO: Distracción, Indecisión, actitud defensiva, inconstancia
VIRTUD: Agilidad, Velocidad, Elevación, tolerancia
SUSTANCIAS: Incienso
REPRESENTA: La vida lógica, mente, comunicación, curación.
TIERRA
COORDENADA: NORTE
DIVINIDAD: Señora, Nutriente, Madre tierra
GENERO: Yin (Femenino)
ESTACIÓN: Invierno
PARTE DEL DIA: Media noche
COLOR: Verde- Marrón
TÓTEM ANIMAL: Toro
METAL: Plomo
TWADUA: Pritvi
CHACRA: Raíz
ENERGÍA: Frías y secas
RELACIÓN: Mundo Material, Estabilidad, Estructuración de las
cosas
LUNA: Luna Nueva
ACCIÓN: Melancólicos
ATRIBUTO: Punto de Origen
DEFECTO: Rigidez, pereza, Falta de estimulo, poca creatividad
VIRTUD: Estabilidad, Fuerza, empuje, animosidad
SUSTANCIAS: Sal o arcilla
REPRESENTA: Orden, La ley.

L FUEGO:

Es la energía que transforma lo solidó en líquido y lo liquido en gaseoso. Se trata de un


elemento de transmutación. Es el Sol, calor y luz, que se identifica en todas las religiones
como Padre Creador del Universo.

Se trata de la llama sagrada de Persia y Roma, Zeus fulminante de Grecia, Zarza


Ardiente de Moisés, Los Dioses Solares de Egipto, de la América Precolombina y de la
India.

Cuando la acción del hombre sobre el mundo se intensifica (exaltación, cólera e ira), este
experimenta accesos de calor, tiene incluso fiebre. El fuego destruye y recrea sin parar, se
trata también de "La Luz de la Vanidad" que revela e impulsa a nuevos horizontes y
Proyectos, suscitando una nueva dimensión en el ansia creativa.

EL AGUA:

Se trata del elemento líquido de mezcla, de argamasa, de comunión y de disolución. Y es que en toda
disolución o descomposición física o moral se suele emplear el término: "Diluir".

El agua va asociada a la feminidad, receptividad, apertura, océano y origen de toda vida. Y aun podemos
añadir más. Recordad el agua bautismal como símbolo de "Purificación".

EL AIRE:

Es el elemento de la ligereza, flexibilidad, movilidad, liberación, vuelo, equilibrio, difusión. Nos libra de trabas,
de opresiones, se trata del fin de las rutinas, nos da el aliento de la aventura.

También es la anarquía de las tempestades, es asimismo la "Gran Renovación" , difundiendo a la vez critica y
elogio-

LA TIERRA:
Tenemos que lo solidó es la materia mas pesada, mas maciza, mas compacta. Es el elemento en que se siembra,
que se llena, que se tiene y se posee y que también absorbe.

Es en suma el territorio de arriendo y de caza, medida de la riqueza y del poder del hombre. Es también la casa
y la madriguera, es el símbolo de protección y refugio contra las amenazas que nos vienen del exterior.

EL ESPÍRITU:

Puesto que son parte de toda creación, los elementos existen en los mundos visible e invisible, aglutinándose
en un quinto "elemento" que conocemos como espíritu, que está en y se compone de todos los elementos. Esta
unidad de los elementos en espíritu nos permite utilizarlos para atraer los poderes de los mundos invisibles
hacia nuestro mundo físico, ¡una definición de magia en su forma más básica!

Los elementos unidos forman el círculo completo de la magia, que simboliza nuestro lugar en la rueda en
continuo movimiento de la eternidad y la totalidad. Aprenda a conocer los elementos y heredará su poder.
Llegarán a ser una parte de usted en todos los niveles de su ser y le concederán sus mayores dones.

El espíritu somos nosotros mismos, los que concentramos los cuatro elementos y los sincronizaremos para que
nos ayuden a realizar un objetivo concediéndonos sus bendiciones mágicas durante el proceso que tome el
cumplir un deseo u objetivo mágico.

l elemento fuego nos trae la fuerza, la valentía, el coraje y la pasión por la vida. Es la energía en
acción que nos motiva a levantarnos cada mañana. El fuego interior nos impulsa a buscar nuevos
caminos, a enfrentar nuevos retos y correr riesgos.

Desde que el hombre primitivo descubrió como encender el fuego, venciendo a la oscuridad y el
frío, la humanidad se ha sentido fascinada por su fuerza y poder. Por ello también, se le ha
atribuido características de divinidad. En la mitología griega, el fuego pertenecía solo a los dioses
hasta que Prometeo robó la llama sagrada y se la entregó a los hombres. Hasta hoy, muchas
religiones del mundo, asocian el fuego con lo divino, como: el cristianismo, el judaísmo y el
hinduismo.

Así, la humanidad comenzó los rituales en su honor, danzar alrededor del fuego invocando
espíritus invencibles, reunirse en círculo alrededor del un fogón en campamentos, o sentarse frente
al hogar en una noche de invierno a disfrutar de su luz y su calor.

Psicomagia del fuego


A nivel simbólico, el fuego representa el cambio, la purificación y el sacrificio, es además un
elemento mágico de gran poder.

Cuando trabajamos con el fuego nos sentimos vigorosos, entusiastas, optimistas y creativos. La
danza activa al elemento fuego, nos conecta con la alegría de vivir y con la fuerza interna. El fuego
puede convertirse en una experiencia avallasadora, arrebatada y desenfrenada. Por ello, hay que
conocer cómo influye este elemento en nosotros para encontrar su equilibrio y que sea positivo
para nosotros.
Con la ayuda del elemento Fuego se pueden crear hechizos y rituales mágicos de fuerza física,
protección, valor, iniciativa, energía, deseo sexual, sensualidad, belleza, pasión, entusiasmo,
capacidad de gozo, alegría, optimismo, alto rendimiento, capacidad de terminar los proyectos que
iniciamos y amor por uno mismo.
Oriente y los cinco elementos
En la gran sabiduría oriental los conceptos del Yin y el Yang expresan una dualidad energética
como los dos polos de un imán, los 5 elementos representan 5 fases distintas de Qi o Chi
(energía). Esta teoría es la piedra angular de muchas prácticas chinas como la medicina, las artes
marciales o el feng shui y el secreto para encontrar el equilibrio circular de energía en los procesos
de la vida. Para su explicación se recurre a cincos elementos simbólicos de la naturaleza: Fuego,
Tierra, Metal, Agua y Madera, cada uno de ellos representa un movimiento, una transformación
distinta de Chi, un proceso y una evolución en la que son necesarios los otros elementos para
funcionar.

Un elemento yang
El fuego es la expresión máxima de Yang, simboliza lo más volátil, lo que asciende lo menos
denso. El órgano principal es el corazón y gobierna la sangre. Es la pasión, el movimiento, la
circulación de energía.

Se relaciona con la energía en ascensión, con la luminosidad, el verano, se asocia también al


corazón, a los colores rojos, a ciertas emociones como el estrés o la impaciencia, a las formas
triangulares, etc.

En los 5 elementos intervienen una gama extremadamente rica de asociaciones. La teoría china
sugiere la necesidad de que los cinco elementos estén en un mutuo equilibrio. Entonces, así como
el fuego por ejemplo sirve para elevar el grado de energía, también en exceso puede ser un gran
destructor, y por ello, requiere del resto de los elementos para armonizarlo y lo que deriva hacia el
ciclo de alimentación.

El ciclo de alimentación o creación


Este ciclo da una idea de cómo un elemento es ayudado por otro para su expresión, que a su vez
sirve de alimento para crear otro distinto y así sucesivamente en un ciclo continuo. Veamos la
secuencia completa:

La madera alimenta al fuego,


El fuego produce tierra,
La tierra genera metal,
El metal produce agua,
El agua alimenta a la madera.
Simbólicamente, la madera sirve de combustión al fuego avivándolo; el fuego al decaer y terminar
su expresión crea tierra (podríamos compararlo con cenizas volcánicas que originan nuevas islas);
la tierra produce el metal (los complejos minerales se extraen de seno de la tierra); el metal en un
proceso de fundición genera agua (sustancia liquida) y por último el elemento agua nutre o hacer
crecer a la madera, sucediéndose este ciclo continuamente.

Concepción occidental
El fuego tiene una cualidad transmutadora muy evidente: es capaz de destruir casi cualquier cosa,
reduciéndola a cenizas. Pero también está presente como un elemento dador de vida y necesario
para nuestra salud, pudiéndose encontrar en el calor del Sol, del que depende el sistema creado
en el planeta Tierra.
Magia pagana
Las formas más famosas de magia implican casi siempre el uso de este elemento, empleado tanto
para destruir como para atraer algo mediante los hechizos adecuados.

Normalmente, se lo utiliza mediante la magia de las velas, aunque también se puede quemar algún
objeto (normalmente un papel escrito) para realizar la manifestación o el destierro de lo que
nosotros queramos.

Además, cuando despertamos a los seres elementales del fuego en nuestro interior estamos
creando un fuego sagrado que nos calienta, reconforta y reanima a continuar la jornada cuanto
estemos exhaustos. El fuego interior se convierte así en una antorcha que nos guía y nos llena de
valor y coraje cuando nos sentimos temerosos y confundidos.

La naturaleza inesperada del fuego nos impulsa a guiarnos por nuestros instintos, actuar sin
pensar y lanzarnos a la aventura sin medir las consecuencias.

Los signos astrológicos de Fuego


En la triplicidad del fuego, en la estructura astrológica, 3 signos simbolizan este elemento. Cada
uno tiene sus propiedades y su carácter definido. El fuego de Aries es diferente que el de Leo, y el
de Leo no se parece al de Sagitario.

Aries, Leo y Sagitario representan temperamento extrovertido: dinamismo, entusiasmo y fuerza de


voluntad. Las personas con un énfasis en el elemento fuego poseen una sana autoconfianza y
tienen, por lo general, un buen sentido del humor. Necesitan su independencia y se proponen
metas altas.

Y sus cualidades negativas son la impaciencia, el egoísmo y una falta de sensibilidad.

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