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Intervencion Cognitiva Conductual
Intervencion Cognitiva Conductual
Intervencion Cognitiva Conductual
Recuperado de
internet octubre 1 de 2019 http://recursosbiblio.url.edu.gt/tesiseortiz/2014/05/42/ranero-
maria.pdf
Walter Riso (2013), señala que las investigaciones realizadas teniendo como base la
terapia cognitiva han demostrado que la visión negativa que se tiene de sí mismo es
un factor determinante para que se lleguen a desarrollar trastornos psicológicos, tales
como: somatizaciones, fobias, depresión, estrés, ansiedad, inseguridad, problemas de
pareja, bajo rendimiento académico y laboral, abuso de sustancias, problemas de
imagen corporal, poca inteligencia emocional, etc. Por lo que se da como conclusión
que si la autoestima no se encuentra fortalecida, llega a repercutir en todas las áreas
fundamentales del ser humano.
Menciona que tener una buena autoestima tiene múltiples beneficios, algunos de estos son:
Se incrementan las emociones positivas, la alegría se hará presente al igual que las
ganas de vivir mejor.
Se alcanzan niveles de mayor eficacia en las tareas que se realizan, se desarrollan
sentimientos de competencia y capacidad.
Se desarrollarán mejores relaciones interpersonales, vínculos más saludables.
“Para que tu autoestima funcione bien, debe de haber una aprobación esencial, una
admisión de lo básico, una conformidad del propio yo consigo mismo, cuerpo incluido.
Cuando te enamoras no lo haces a medias o solamente un poco: amas o no amas, te
aceptas o no te aceptas” (Página 59).
3.2.3. Autorreforzamiento:
Riso (2013), lo define como la acción de reforzarse y premiarse a sí mismo, esto
conlleva acciones tales como dedicarse tiempo, expresarse afecto, autoelogiarse,
darse gusto y autorrecompensarse.
Para restaurar el autorreforzamiento:
Es importante darse tiempo para disfrutar, no se debe postergar la satisfacción
personal. Es sano tener tiempo para disfrutar, descansar y divertirse.
Estar en la búsqueda constante del placer, esto significa vivir intensamente y
ejercer el derecho de sentirse bien, disfrutar cada momento agradable.
No racionalizar las emociones agradables, ya que esto impide el normal desarrollo
de los mismos.
Practicar el autoelogio constantemente, toda persona es merecedora de
reforzamiento, el hecho de autorecompensarse a sí mismo renueva el espíritu y hace
que el organizo se anime a seguir viviendo mejor.
Disfrutarse a sí mismo en ese talento natural que cada uno posee, es útil realizar
una lista de los aspectos positivos, tanto físicos como psicológicos, que se poseen y
pegarla en partes visibles, de esta manera la persona siempre tendrá la oportunidad
de reconocer y recordar que es poseedora de una serie de aspectos agradables.
Darse gusto, es la conducta de autocuidado más elemental y necesaria en una
persona.
Luchar contra la represión psicológica y afectiva, ser libre de expresar los propios
sentimientos, sentirse libre de sentir y experimentar.
3.2.4. Autoeficacia:
Riso (2013) denominó autoeficacia a la confianza y convicción de alcanzar los
resultados esperados. Una alta autoeficacia contribuye a que la persona mantenga
metas sólidas, afrontar los problemas de una manera adecuada, a luchar por lo que
cree de una manera segura y persistente. Es la visión afectiva que se tiene de sí
mismo.
Para restaurar la autoeficacia:
Eliminar el no soy capaz del vocabulario, porque cada vez que se repite esta frase
se refuerza y confirma el sentimiento de inseguridad, esta calificación negativa tiende
a inmovilizar a la persona y a no realizar la acción. Este pequeño pensamiento puede
desencadenar una serie de pensamientos autodestructivos.
Evitar ser pesimista, no tener pensamientos negativos hacia el futuro. Detener la
conducta de dar constantemente predicciones negativas ya que estas pueden llegar a
sabotear a la persona constantemente.
Ser realista, es importante ser objetivos con los propios éxitos y fracasos, no
echarse la culpa constantemente de lo que sucede.
Recordar aspectos positivos de si mismo, es importante tomar el tiempo para
recordad cosas buenas que se han realizado para el bien propio y de los demás,
evitar recordar solo las cosas malas.
Revisar las propias metas y si estas van acorde a las capacidades reales de la
persona, en la mayoría de los casos debe de ponérsele más exigencia a las metas. Es
de utilidad al momento de revisar las metas preguntarse ¿Las metas propuestas
muestran confianza o desconfianza? El ser humano tiene derecho a esperar más de
sí mismo y de la vida.
Es fundamental que la persona se anime a actuar para lograr sus objetivos. Es
importante recordarle al paciente “el ser humano aprende a base de ensayo y error”.
Un plan que se le podría proponer al paciente es el siguiente:
A. “Definir un objetivo que exija esfuerzo.
B. Definir expectativas de manera objetiva, clara y precisa.
C. Antes y durante la ejecución del comportamiento, no utilizar verbalizaciones
negativas.