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Sistema Nervioso Central Resúmen

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SISTEMA NERVIOSO CENTRAL

Si el cuerpo ha de mantener la homeostasis y


su función con efectividad, sus billones de
células deben funcionar en conjunto, de
manera coordinada. Si cada célula se
comportara sin importar lo que las demás
hacen, el resultado sería el caos fisiológico y
la muerte.

Existen dos sistemas de órganos dedicados


a mantener la coordinación interna: el
sistema endocrino, que se comunica
mediante mensajeros químicos (hormonas)
secretados en la sangre, y el sistema
nervioso que emplea medios eléctricos y
químicos para enviar mensajes con gran rapidez, de célula a célula.

El sistema nervioso realiza su tarea de coordinación en tres pasos básicos:

1) mediante los órganos de los sentidos y las terminaciones nerviosas sensitivas


simples, recibe información acerca de los cambios en el cuerpo y el entorno externo
y transmite mensajes codificados al sistema nervioso central (SNC).

2) El SNC procesa esta información, la relaciona con experiencias pasadas y


determina cuál respuesta, si la hay, es apropiada según las circunstancias.

3) El SNC emite órdenes a células musculares y glandulares para que apliquen las
respuestas. El sistema nervioso tiene dos subdivisiones anatómicas principales. El
sistema nervioso central (SNC) consta del encéfalo y la médula espinal, que están
rodeados y protegidos por el cráneo y la columna vertebral.
Propiedades universales

El papel comunicativo del sistema nervioso es representado por las células nerviosas
o neuronas. Éstas tienen tres propiedades fisiológicas fundamentales que les
permiten comunicarse con otras células:

1. Excitabilidad (irritabilidad). Todas las células son excitables; es decir, responden


a los cambios ambientales (estímulos). Las neuronas muestran esta propiedad al
más alto nivel.

2. Conductividad. Las neuronas responden a los estímulos mediante la producción


de señales eléctricas que son conducidas con rapidez a otras células en distintos
lugares.

3. Secreción. Cuando la señal eléctrica alcanza el final de una fibra nerviosa, la


neurona secreta un neurotransmisor químico que cruza la separación y estimula a la
siguiente célula.

Clases funcionales.

Hay tres clases generales de que


corresponden a los tres aspectos principales
de las funciones del sistema nervioso que
ya se presentaron:

1 Las neuronas sensoriales (aferentes)


están especializadas en detectar estímulos
como luz, calor, presión y sustancias
químicas, y transmitir información acerca de
ellas al SNC.

Estas neuronas empiezan en casi todos los


órganos del cuerpo y terminan en el SNC; la palabra aferente indica que conducen
señales hacia el SNC. Algunos receptores como los del dolor y el olor son neuronas.
En otros casos, como en el olfato y la audición, el receptor es una célula separada
que se comunica de manera directa con la neurona sensitiva.
2 Las interneuronas (neuronas de asociación) se encuentran por completo dentro
del SNC. Reciben señales de muchas otras neuronas y realizan la función integrativa
del sistema nervioso: procesan, almacenan y recuperan información y “toman
decisiones” que determinan la manera en que el cuerpo responde a los estímulos.

Casi 90% de las neuronas del cuerpo humano son interneuronas. La palabra
interneurona alude al hecho de que se encuentran entre, e interconectan, las rutas
sensitivas entrantes y las rutas motoras salientes del SNC.

3 Las motoneuronas (eferentes) envían, de manera predominante, señales a células


musculares y glandulares, que son los efectores. Se les denomina motoneuronas
porque la mayor parte de ellas llevan a células músculo y eferentes para indicar que
conducen señales fuera del SNC.

Estructura de una neurona.

Hay diversas variedades de neuronas, pero un buen punto de partida para iniciar el
estudio de su estructura es una motoneurona de la médula espinal.

El centro de control de la neurona es el soma,


también llamado neurosoma, cuerpo celular o
pericarion. Tiene un solo núcleo, con
localización central, y un nucléolo grande. El
citoplasma contiene mitocondrias, lisosomas,
un complejo de Golgi, cuantiosas inclusiones
y un amplio retículo endoplásmico (ER)
rugoso, así como un citoesqueleto.

Este último consta de una densa red de


microtúbulos y neurofibrillas (haces de
filamentos de actina), que compartimentalizan
el ER rugoso en regiones teñidas de oscuro a las que se les denomina cuerpos de
Nissl.
Éstos sólo existen en las neuronas y representan una pista útil para identificarlas en
cortes tisulares con tipos de células mixtos. Las neuronas maduras carecen de
centriolos y, al parecer, ya no realizan mitosis adicionales después de la
adolescencia; sin embargo, se trata de células que tienen un periodo de vida
inusualmente largo, capaces de funcionar durante más de cien años.

El soma suele dar lugar a unas cuantas extensiones que se ramifi can en una amplia
cantidad de dendritas, que reciben ese nombre por su gran parecido a las ramas sin
hojas de un árbol en invierno. Las dendritas son el sitio principal para la recepción de
señales de otras neuronas. Unas neuronas sólo tienen una dendrita y otras tienen
miles. Cuantas más dendritas tiene una neurona, más información puede recibir e
incorporar en su toma de decisiones.

Aunque las dendritas pueden parecer enmarañadas, proporcionan rutas de exquisita


precisión para recibir y procesar información neural. En un lado del soma se
encuentra una protuberancia denominada cresta del axón, de la que se origina el
axón (fi bra nerviosa). El axón es cilíndrico y carece casi por completo de ramifi
caciones en su recorrido, aunque puede dar lugar a unas cuantas, a los que se les
denomina colaterales del axón, y la mayoría de los axones se ramifi ca de manera
extensa en su extremo distal.

Un axón está especializado en la conducción rápida de señales nerviosas a puntos


remotos del soma. Su citoplasma es el axoplasma y su membrana, el axolema. Una
neurona nunca tiene más de un axón, y algunas neuronas de la retina y el encéfalo
carecen de él.

En el extremo distal, un axón suele tener una arborización terminal: un extenso


complejo de ramificaciones finas. Cada ramificación termina en un botón sináptico
(botón terminal), una pequeña protuberancia que forma una unión (sinapsis) con la
siguiente célula y que contiene vesículas sinápticas llenas de neurotransmisores. Sin
embargo, en neuronas autónomas, el axón tiene, a todo lo largo, diversas cuentas a
las que se denomina varicosidades. Cada varicosidad contiene vesículas sinápticas y
secreta neurotransmisores. No todas las neuronas caben en la descripción anterior.
Las neuronas se clasifican, por su estructura, de acuerdo con el número de
extensiones que salen del soma.

Las neuronas multipolares son las que, como la anterior, tienen un axón y varias
dendritas. Es el tipo más común e incluye a la mayor parte de las neuronas del
encéfalo y la médula ósea.

• Las neuronas bipolares son las que tienen un axón y una dendrita. Entre los
ejemplos se incluyen las células olfatorias de la cavidad nasal, ciertas neuronas de la
retina y las motoneuronas del conducto auditivo interno.

• Las neuronas unipolares sólo tienen la extensión que sale del soma. Están
representadas por las neuronas que portan señales sensitivas a la médula espinal.
También se les denomina seudounipolares, porque empiezan como neuronas
bipolares en el embrión, pero sus dos extensiones se fusionan en una a medida que
la neurona madura. A una corta distancia del soma, la extensión se ramifi ca en
forma de “T” en una fi bra periférica y una fibra central. La primera empieza con una
terminación sensitiva que suele estar lejos del soma (p. ej., en la piel). Sus señales
viajan hacia el soma, pero lo pasan por alto y siguen por la fibra central una corta
distancia hacia la médula espinal.

LA MEDULA ESPINAL

La médula espinal sirve para cuatro funciones principales:

1. Conducción. Contiene haces de fi bras nerviosas que conducen información por


la médula y conectan diferentes niveles del tronco entre sí y con el encéfalo. Esto
permite que la información sensitiva alcance el encéfalo, que las órdenes motoras
alcancen a los efectores y que la información recibida en un nivel de la médula afecte
la información de respuesta en otro nivel.

2. Integración neural. Conjuntos de neuronas medulares reciben información de


varias fuentes, la integran y ejecutan una respuesta apropiada. Por ejemplo, la
médula espinal puede integrar la sensación de estiramiento de una vejiga urinaria
llena con la información cerebral relacionada con el momento y el lugar apropiados
para orinar y tomar el control de la vejiga de acuerdo con ello.

3. Locomoción. La caminata requiere contracciones coordinadas repetitivas de


varios grupos musculares en las extremidades. Las motoneuronas del encéfalo
inician la caminata y determinan su velocidad, distancia y dirección, pero las simples
contracciones musculares repetitivas que ponen un pie delante del otro, una y otra
vez, son coordinadas por grupos de neuronas en la médula, denominados
generadores centrales de patrones. Estos circuitos neurales entregan la secuencia
de información a los músculos extensores y fl exores que causan los movimientos
alternos de las extremidades inferiores.

4. Reflejos. Los reflejos son respuestas estereotípicas involuntarias a estímulos


(como retirar una mano de algo que causa dolor) e incluyen el encéfalo, la médula
espinal y los nervios periféricos.

Anatomía de superficie

La médula espinal es un cilindro de


tejido nervioso que surge del tallo
encefálico por el agujero magno
(occipital) del cráneo; pasa por el canal
vertebral hasta el margen inferior de la
primera vértebra lumbar (L1) o un poco
más allá; en los adultos mide, en
promedio 45 cm de largo y 1.8 cm de
grueso (el grosor aproximado del
meñique).

En una etapa temprana del desarrollo fetal, la médula se extiende por toda la
columna vertebral; sin embargo, la última crece más rápido que la médula espinal, de
modo que ésta sólo se extiende hasta la L3 al nacer y a la L1 en un adulto.

Por tanto, sólo ocupa las dos terceras partes del conducto raquídeo: el tercio inferior
se describe en breve. De la médula espinal nacen 31 pares de nervios raquídeos; el
primer par pasa entre el cráneo y la vértebra C1 y el resto lo hace a través de los
agujeros intervertebrales.

La médula espinal se divide en las regiones cervical, torácica, lumbar y sacra. Parece
extraño que tenga una región sacra cuando termina muy arriba del sacro; no
obstante, estas regiones reciben su nombre por el nivel de la columna vertebral de la
que surgen los nervios raquídeos, no por la vértebra que contiene la médula espinal.

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