Las Vías Visuales Del Cerebro
Las Vías Visuales Del Cerebro
Las Vías Visuales Del Cerebro
CEREBRO
Como señalábamos, anteriormente, los axones de las células ganglionares se unen
en el punto ciego para abandonar la retina, formando el Nervio Óptico. En cada
globo ocular, se hallan separadas las fibras de las dos hemirretinas, la nasal y la
temporal, de manera que podemos considerar que, de cada ojo, parte un nervio
óptico subdividido en dos haces de fibras nerviosas, correspondientes a la
hemirretina izquierda y a la hemirretina derecha (véase Figuras 22, 23 y 24).
La retina, con sus tres capas de espesor formadas por diferentes células
(fotorreceptores, bipolares y ganglionares).
El Quiasma óptico, lugar donde se unen el nervio óptico del ojo derecho y del
ojo izquierdo y en el que se escinden las fibras de las hemirretinas nasal y
temporal de un determinado ojo, que hasta aquí iban paralelas.
El Núcleo Geniculado Lateral (NGL), uno de los numerosos núcleos del Tálamo,
que se halla situado en la base del córtex. El Tálamo puede considerarse como
una centralita, una estación de relevo por donde pasan todas las vías
sensoriales (auditivas, táctiles, gustativas, etc., excepto las olfativas) y que se
halla constituido por diversos núcleos.
Por otra parte, podemos diferenciar diferentes tramos en los nervios que constituyen
el cableado del circuito neural visual (una especie de circuito integrado),
básicamente son:
Los Nervios ópticos (uno por cada ojo), que va desde el Punto ciego del globo
ocular hasta el Quiasma óptico.
Los Tractos ópticos (uno en cada hemisferio cerebral), que van desde el
Quiasma óptico hasta los NGL's (izquierdo o derecho).
Las Radiaciones ópticas (dos haces de fibras, uno por cada hemisferio
cerebral), que van desde cada NGL hasta la respectiva área visual del
correspondiente hemisferio cerebral (derecho o izquierdo).
Debemos añadir aquí, que antes de llegar las fibras a los NGL's respectivos, se
bifurcan parte de estas fibras (otro haz), para contactar con, otro núcleo del Talamo
los colículos superiores (izquierdo y derecho), cuya función es la de guiar la atención
visual y dirigir los movimientos oculares.
En el NGL terminan los axones de las células ganglionares de la retina (fin del Tracto
óptico) y en dicho NGL comienzan un segundo grupo de neuronas, que forman las
ya conocidas Radiaciones ópticas (o fibras de proyección óptica), las cuales
conducirán el impulso nervioso hasta:
El área visual primaria o córtex estriado (área 17 de Brodman).
Además de las fibras que hemos mencionado hasta aquí, también es preciso añadir
que desde el Quiasma óptico se escinden algunas fibras colaterales hacia el
Hipotálamo, núcleo cerebral que controla el S.N.V. (Sist. Nervioso Vegetativo o
Autónomo). Estas fibras permiten explicarnos el porqué de ciertas reacciones
emocionales ante estímulos visuales.
http://www.ub.edu/pa1/node/area_visual
Además, existen otros dos tipos de células retinianas que no transmiten señales h
acia el cerebro, sino que conectanlateralmente las células antes descritas. Estas s
on:
1. Capa externa, constituida por los fotorreceptores sensibles a
la luz. Estos pueden ser de dos tipos: conos (unos 6.000.000 aprox.)
y bastones (unos 120.000.000 aprox.). Los axones de
los conos y bastones sinaptan con las dendritas de la:
3. Capa interna, formada por las células ganglionares (1.000.000 aprox.) cuyos a
xones se reunen para formar las fibras del nervio óptico.
4. Las células horizontales, que conectan fotorreceptores con fotorreceptores (co
nos con conos, conos con bastones o bastones con bastones).
5. Las células amacrinas, que conectan algunas células bipolares con ciertas cél
ulas ganglionares.
Existen dos tipos de células receptoras de la luz, descritas por Max Schultze en
1866, que, como veremos, no sólo se diferencian por la forma que les da nombre,
sino por otras muchas características. Se trata de los conos y los bastones. Constan
de las siguientes partes, las cuales, de arriba a abajo, se pueden visualizar en la
Figura 10:
FIGURA 10.- Partes de un fotorreceptor (un bastón en este gráfico).
Segmento externo.
Base del segmento externo.
Segmento interno.
Núcleo.
Axón.
Vesículas sinápticas.
En los conos, al parecer (de acuerdo con la teoría Tricromática) deberían existir tres
tipos de pigmentos diferentes, los cuales reaccionarían a las longitudes de onda
cortas (matices azulados), medias (matices verdes y amarillos) y largas (matices
rojos). Sin embargo, hasta la fecha sólo han sido descubiertos dos de ellos, la
Yodopsina y la Cianopsina, los cuales son también prótidos, cuyo grupo químico es
un caroteno.
Es preciso tener en cuenta que los pigmentos de los bastones suponen el 99% del
pigmento visual de la retina humana. Este predominio viene explicado por dos
razones:
1. Hay veinte veces más bastones que conos (120.000.000 / 6.000.000 = 20).
2. Los segmentos externos de los conos, que contienen los pigmentos visuales,
son mucho más pequeños que los segmentos externos de los bastones (véase
Figura 11).
Ya desde antiguo, los astrónomos sabían por experiencia que para ver una estrella,
que iluminaba débilmente el firmamento, no debían mirar hacia ella fijamente, sino
de reojo. Sabemos hoy, que la razón de que esto fuese más efectivo así, se debe a
que, cuando desviamos la mirada hacia un lado y miramos con la periferia de la
retina, estamos estimulando los bastones; mientras que cuando miramos
directamente, fijamente, a la estrella, estamos estimulando a los conos de la fóvea.
Como veremos, los bastones son más sensibles, en condiciones de escasa
iluminación (visión nocturna o escotópica), que los conos, que poseen mayor
agudeza visual, en condiciones de iluminación adecuada (visión diurna, o fotópica).
Bien, sólo la visión foveal, basada exclusivamente en los conos, nos permite
detectar pequeños detalles. Sabemos que en la fóvea humana existen,
exclusivamente, conos; mientras que en la retina periférica predominan los
bastones, aunque hay algún cono intercalado. Además, conocemos el modo de
interconexión de los fotorreceptores (conos y bastones) con las células bipolares
(véase Figura 14).
FIGURA 14.- Agudeza visual de conos y bastones.
Debido a que muchísimos bastones convergen sobre una misma célula bipolar, no
es posible diferenciar detalles tales como el que dos barras (líneas) estén muy
próximas en el espacio, por lo que las percibimos como si estuviesen borrosamente
fundidas.
Por otra parte, dado que un menor número de conos convergen sobre una misma
célula bipolar, al presentar al sujeto dos barras próximas, se activará cierto número
de conos que hacen sinapsis con, al menos, dos células bipolares, pudiendo por
tanto discriminar la separación espacial.
http://www.ub.edu/pa1/node/33