Entrevista Andrés Segovia Roseta 09
Entrevista Andrés Segovia Roseta 09
Entrevista Andrés Segovia Roseta 09
Andrés Segovia
: M.ª Antonia I*
—
pueblo, mi estatura creció delante
liar al primer concierto en Granada, hay de ellos, de mis amigos, y me
Permanecencia. Permanecencia. La fór- todo un camino para recorrer a solas, de la admiraban. Nunca, nunca hubo
mula vital de Andrés Segovia acuñada en mano de la propia intuición, para descubrir distancias marcadas por este
una palabra elemental que ha regido su las frases que brotan difícilmente de los otra dimensión del sonido de la guitarra. motivo en mis relaciones infantiles,
vocación por la guitarra. Que no hubiera labios del maestro para no pensar en que, Del modesto traje de pana al frac que hoy o por lo menos yo nunca fui cons-
nacido para la música culta, para el con- tal vez, sin querer, hemos vulnerado su apenas consigue abarcar la impresionante ciente de ello. Que yo siempre
cierto, para la Historia de la Música, sin sensibilidad. Aunque sonría abiertamente, arquitectura del maestro Segovia, que, de quise ser tan sólo un hombre
ella. Permanecencia, tesón de artesano, porque se da cuenta de que a los amigos paisano, rechaza siempre la corbata: «Por- cabal... a más de un artista. Que
tozudez de amante. Intuición. Permane- nos es muy difícil hacer de periodistas: que me ha parecido siempre muy molesta yo no sé por qué diablo, el tenor o
cencia. e inútil». Del tímido aprendizaje primario a el violinista, como son los detento-
A . S.: Y luego, a los diez años, mis la cumbre de sonoridad y belleza. res de la melodía, pues son los
Granada, al fondo
pues yo no estaba acostumbrado a hijo?», él respondía siempre: «No pués, cuando volví a España, des- también sabía un poco de solfeo, y llamaba Encarnación y que tenía
las comidas, que por ahí son más sé», y mi madre, entonces, para pués de la guerra, ya en 1952, que entre los dos lográbamos localizar veintiocho años y que se puso a
razonables, y no esos banquetes librarme de lo que ella creía que era vine para tocar en el Festival de los pasajes y organizar la partitura tocar la guitarra porque se lo
opíparos que dan en cada casa la comida malsana del hotel, apare- Granada. Nos acercamos un amigo Con Granada al fondo; Granada para él en la guitarra. La guitarra la tenía mandó su padre. Yo era la primera
particular. Y cada viaje de vuelta cía de repente con unos caldos que y yo en su coche. «Andrés Segovia, toda, con dieciséis años recién estrena- yo, que fui a comprarla al taller de vez que iba y ella tocaba flamenco.
me costaba una indigestión. Tenía no se cortaban con un cuchillo... Andrés Segovia..., no me suena», dos, Segovia consigue fácilmente el apoyo Benito Ferrer, que me quedaba Luego yo toqué, comencé a tocar
yo un amigo, gran médico, Paco dijo el guardia municipal cuando le entusiasta de sus amigos, que organizan su siempre admirado de don Benito cosas musicales.
Sandoval, que desesperaba a mi De Linares no recuerdo nada, claro. preguntaron por la casa natal del primer concierto. Para Andrés Segovia, Ferrer porque tenía un lobanillo
madre, porque cuando ella pre- Porque allí no he vuelto hasta que músico, que ya había triunfado en vecino del barrio de Ajibetri [sic], en el tremendo aquí... Porque a mí el flamenco me abu-
guntaba: «Paco, ¿qué tiene mi tenía yo unos veintidós años y des- Europa y en América. Albaicín. rre, me aburre en su versión
Leonardo y Andrés
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Cuando yo me casé
con Adelaida, los padres,
como no entendían el
arte, se avergonzaron de
que su hija se casara
con un «tocaor»
de guitarra, ya ves tú.
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1920], y fui a Buenos Aires y des- Y Andrés nació en Buenos Aires. mi gira por América, después de
pués de una larga tournée por la De modo que tengo dos hijos; uno que había dado conciertos por toda
Argentina y en Montevideo volví y de cincuenta y dos años y otro de Europa y que había ido incluso a
me casé. Con Adelaida Portillo, en dos años... A mi hijo mayor le hace Rusia, lo amontonaba todo, pero
1920. En el 21 nació un niño, mucha gracia este pequeño, Carlos sin orden especial. Los recortes de
Andrés, que vive en París, está Andrés, y lo quiere mucho. Vino prensa se iban a parar a una caja
casado y tiene ahora cincuenta y con su mujer y con una niña que de cartón así de grande, donde mi
dos años. Yo la conocí en la casa tienen, entonces de pocos meses, y mujer iba echando todo lo que se
de [Ernesto de] Quesada: era de mi chiquillo se puso tan contento publicaba. Una agencia de recortes
origen cubano, pero de cuando que se abalanzó sobre ella y casi se de prensa, tan meticulosa y pun-
Cuba era todavía española. Sus la quería comer. tual, llegó a enviarme una vez
padres eran españoles; él era mili- hasta la modificación del horario
tar, capitán de ingenieros en Para entonces, 1921, Andrés Sego- de los trenes que pasaban por
activo. Cuando yo me casé con via ya había triunfado en el mundo Segovia.
Adelaida, los padres, como no del arte, pero las críticas, sabes tú,
entendían el arte, pues se avergon- yo nunca las he conservado. No, no, mira..., no puedo no
zaron de que su hija se casara con Cuando ya llevaba varios años siquiera calcular, aproximada-
un «tocaor» de guitarra, ya ves tú. viviendo en Ginebra, después de mente, la cantidad de conciertos
Bach, en Londres
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me reunió en su casa con todos los
Hay un largo tramo de la cinta magnetofó- artistas y personajes importantes
nica que ha guardado silencio con Andrés que había en aquella época en
Segovia, hasta que la frontera de cristal Recuerdos..., ya te he dicho que mi Tiempo después llegamos a Londres París. Toqué varias cosas de Sor y
de sus gafas se hace transparente de vida artística ha sido una línea juntos. Él iba a dar su primer con- cuando toqué la Sonatina de
nuevo y nos autoriza a seguir pregun- constantemente ascendente, sin cierto en Londres después de la Torroba se acercó Ravel y me dijo:
tando: hasta que veo cómo su mano dificultades... Las únicas, muy I Guerra Mundial, como director «Este muchacho tiene ingenio y
derecha lucha por espantar este trozo de pocas, las sufrí precisamente en de orquesta, acompañando a talento». Imagínate... Fue el con-
soledad que se le ha venido encima de Madrid, y a pesar de mis éxitos en Casals en el concierto de Haydn. cierto de París el que decidió mi
pronto, para mezclarse con un ramalazo Retrato fotográfico de Segovia con dedicatoria a Regino Sainz de la Maza, ca. 1921. el Teatro de la Comedia. Y las tuve Y yo tocaba, tres o cuatro días des- carrera internacional... ¿Desa-
de amor que se desborda:
Colección particular de Enrique Roma Sainz de la Maza, Barcelona
con Arbós, que ¿tú lo conocías? pués, mi primer concierto en el liento? No, no, nunca. Yo me di
tenían más remedio que hacer las vuelto. Y luego los Estados Unidos No, claro, que eras pequeñita; Wigmore Hall... Y me dijo Arbós – cuenta enseguida de dónde estaba
Estaba en un colegio cerca de
A . S.: paces. en el año 1928, que fue por [Fritz] claro; pero habrás visto retratos... que íbamos de camino juntos–, me el problema, el problema era el
Ginebra, con su hermano Andrés. Kreisler, que había publicado una Pues cuando le preguntaban: dijo: «Andrés, te voy a dar un con- escaso repertorio para la guitarra.
Siempre estuvieron juntos los her- Catorce años duró nuestro matri- nota sobre mí, diciendo que yo era «Oiga, maestro, ¿y este muchacho sejo, ya que vas a hacer carrera. Y entonces hablé con Torroba, que
manos, hasta nuestro divorcio, monio, sabes, y en aquella época la uno de los artistas más extraordi- que toca cosas clásicas en la guita- No toques Bach aquí. Los ingleses, fue el primero que me escuchó en
sabes. Y como estaban en colegios ruta de mi vida artística transcu- narios de la época, y me rra?...», decía: «Pues, sí, tiene yo los conozco bien, no aceptarán esto, le dije: «¿Por qué no compo-
franceses, pues hablaban en fran- rrió por toda Europa, con Rusia, [a recomendó a [F. C.] Coppicus, que talento, pero mira que haber ele- Bach en la guitarra, limítate a nes una cosa para guitarra?, yo te
cés, aunque en casa lo hacían en la] que fui dos veces y luego otra era el mejor empresario; y Casals gido ese instrumento, mira que tocar música española...», y yo dije: ayudo, te digo cómo es la técnica y
español. Pero cuando se peleaban vez durante mi segundo matrimo- también se ocupó de mí. empeñarse en tocar Bach en un «Mira, no, Enrique, no; si yo voy a tú componlo como si fuera un vio-
yo les obligaba a hacerlo en espa- nio, y nunca más, aunque creo instrumento de peteneras, ¡vamos, ser un especialista de música lín de seis cuerdas, como si fuera
ñol, y como no tenían palabras que me han estado anunciando En Estados Unidos el primer con- vamos!». Y entonces yo me enfadé, española, tan pobre como es el para el piano de una sola mano, y
suficientes, ni denuestos, pues no varias veces, no sé, pero no he cierto fue en Nueva York y la y siempre que coincidíamos en una repertorio para la guitarra, yo no después yo lo adapto» Así hizo la
Cataclismos exteriores
seguida surgió un repertorio
enorme que no estaba hecho por
Lo que yo he sentido es
guitarristas, que es lo interesante, no haber continuado mis
porque siempre he dicho yo que Paquita Madriguera, tú ya sabes.
Sor tiene una gran importancia en estudios y haber hecho Conocí a Paquita en el primer con-
la historia de la guitarra, pero no
en la Historia de la Música, ¿ver-
una carrera universitaria, cierto mío en Barcelona en la Sala
Granados. Entonces era ella casi
dad?, y Giuliani todavía menos. porque mi cultura es una célebre, mientras que yo todavía
Por eso supe lo que había que empezaba. Era una gran pianista,
hacer... cultura de tumultuosas con una finura de temperamento,
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durante quince días y tú no sabes
Mis cambios afectivos no han tras- lo que sucedió. Yo nunca he tenido
tornado mi interioridad. Lo he callosidades, sabes, y, cuando quise
sentido siempre por mis hijos, por- Yo no he sido infeliz volver a tocar, la piel de los dedos
que los privaba de mi apoyo y de más que a trechos se me había ablandado, sabes, y no
mi guía en esa época. Como ahora te imaginas el dolor espantoso que
por lo único que siento morir es y por acontecimientos tuve. Hasta que la piel se volvió a
porque, naturalmente, el chico endurecer. Y desde entonces juré
tiene dos años y medio y hubiera exteriores a mí. Por que, aunque me estuviera murien-
necesitado mi compañía, mi guía, ejemplo, la guerra... do no dejaría nunca de tocar. Y, en
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mi consejo, mi dirección, sabes, efecto, así lo he hecho. Cuando me
mucho tiempo, hasta que hubiera operan de la vista nunca dejo de
Andrés Segovia con una guitarra Hermann Hauser II de 1958. Fundación Andrés Segovia, Linares
Beatriz
quería enormemente, sabes, la hija acomodaticio, conforme con mi
de mi segunda mujer. Como quería suerte y generoso con mis amigos.
a su madre con pasión. Y cuando
nosotros nos separamos ella quedó Segovia no se ha sentido nunca «presa» de No, no he sido infeliz, más que en
al lado de su madre, pero adorán- la voracidad de los empresarios, pero ocasiones en que los acontecimien-
dola, y yo venía, cada vez que tampoco niega su fortuna en el terreno tos de la vida me han golpeado
acababan mis conciertos en Amé- financiero. Quizá sea de los pocos artistas, Mira, por ejemplo, los recuerdos de
rica del Norte, y venía donde mi universales, que no tiene el más mínimo Beatriz, mi hija muerta a los vein-
El artista
ciones. Si a un dedo, por cualquier
todas las dificultades. circunstancia se le escapa una voz,
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trajo Gaspar Cassadó como regalo dado para mí... He perdido
de su «cello» a mi guitarra, los he muchos recuerdos, muchas cosas
tocado por todas partes Y luego personales, pero te aseguro que no
Con Alexandre Tansman
en la finca Los Olivos en hice esos cuatro discos. Pero
Si hay una sala me ha importado demasiado.
La Herradura (Granada),
ca. 1970. Fundación
además he grabado más de tres- demasiada llena, si hay Sobre todo cuando pienso en per-
Andrés Segovia, Linares cientas obras a lo largo de toda mi sonas que durante la guerra
carrera. Así que hay un repertorio polvo de ruido, si es perdieron tantos miembros de su
que ya asegura para siempre el familia. Y, además, cuando esas
futuro de la guitarra. Porque todo
demasiado caliente, si cosas ocurrieron yo era joven y no
son obras, si no geniales, por lo hay humedad, todo eso me importaba recomenzar otra vez.
menos con una irreprochable y Y que siempre he tenido una filo-
auténtica dignidad. afecta tremendamente sofía... A mí no me han
trastornado demasiado las pérdi-
En Nueva York estreno ahora el
a la guitarra. Y, además, das, soy un buen perdedor...
concierto que ha hecho para mí el ahora que había resuelto
maestro Moreno Torroba. Espero Yo conocí a Emilita..., mejor dicho,
que sea un éxito y, sobre todo, que el problema de las conocí a su familia, antes de que
sea un preludio de la acogida en ella dejara de estar simplemente
España.
cuerdas, con las cuerdas en la mente de Dios. Conocí a su
nylon –que las hizo
Epílogo
familia, pues, hace unos cuarenta
o cuarenta y cinco años. Porque su
Dupont, primeramente madre ha sido siempre muy aficio-
En la vida de Andrés Segovia, en sus nada a la guitarra. Cuando nació
Memorias si él quiere terminarlas alguna
para mí, en Nueva York–, esta niña, su padre, enseguida que
vez, hay un brillante, esplendoroso, pro- la calidad no es la pudo sostener una guitarra, la
vocador, epílogo. Casi tan largo y puso a estudiar. Cuando yo vine
apasionado como todo el «libro». Hay un misma porque lo mezclan aquí después de la guerra, me
protagonista de excepción que muchos encontré con ella y su familia. Era,
dicen que es Carlos Andrés, su pequeño de
con alguna otra cosa.
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como decimos en Andalucía, «una
ojos azules y genio endiabladamente vivo. mosita muy mona». Y empecé a
aconsejarla que dejara las tonte- lo que yo gano y lo que yo puedo tranquilo, sin otra cosa que hacer
rías de tocar la guitarra con uña ahorrar, hace que mis inversiones que pasear mi edad para que no se
[sic por «sin uñas»] y que se viniera no sean suficientes para que, des- enmoheciera... Pero yo tomo tantos
a Siena con su padre, donde yo pués de que yo desaparezca, aviones, arriesgo tanto mi vida,
daba clases en la Accademia Chi- pueda llevar una vida con la hol- aunque sin miedo... Voy a cumplir
De izquierda a derecha: Joaquín Achúcarro, Luis Galve, Alicia de Larrocha, Lucero Tena, Emilia Corral, Andrés Segovia, Carlos Andrés Segovia,
Victoria de los Ángeles, Alirio Díaz, Víctor Martín, Nicanor Zabaleta y Miguel Zanetti, ca. 1979. Fundación Victoria de los Ángeles, Barcelona giana. Y, en efecto, vinieron, gura de ahora... Entonces con ella, pronto ochenta años y cada día
durante dos o tres cursos, en el después de haber estado tantísi- que veo para mí es un regalo del
1955 o 56, o así. mos años a mi lado –que ojalá que cielo. Si hago dos años más de
duré yo unos cuantos todavía, giras, sabes, creo que podré tener
Y, finalmente, pues, pasó de ser mi sabes– en la guitarra, tendría una algunos meses de tranquilidad, de
discípula a ser... ¿cómo te diría seguridad, hubiera sido para ella descanso. Buscaré otras nuevas
yo?, a ser mi patrona. Y nos casa- un arma cargada para poder cosas que hacer...
mos en el año 62. Once años hará defenderse en la vida y que el chi-
en agosto, el 23 de agosto. He via- quillo pueda finalizar sus estudios Y al final Segovia encuentra su protesta
jado constantemente con ella, cómodamente. Pero no quiere... Ni personal. Entre tantas cosas que le son
menos cuando ya estuvo siquiera se decidió una vez que nos adictas, desde la música hasta el amor. Y
embarazada. Entonces hice que se propusieron tocar juntos para la se queja:
quedara en casa. Y después, Decca. Porque estoy seguro de que
durante la nutrición del niño, por- si trabajara durante dos meses El mundo del arte de hoy es un
que ella lo ha amamantado hasta recuperaría su técnica. mundo que me es completamente
los nueve meses. Y yo creo que ese extraño. Hay mucha gente que por
es el certificado de la salud del Carlos Andrés..., imagínate, ha cobardía se adhiere a los sistemas
chico, sabes... venido al mundo cuando ya es de hoy en todas las manifestacio-
muy tarde para mí. Y ese es mi nes artísticas. Cada vez que veo un
Lo que me apena mucho es que dolor. El único que me quita a hierro retorcido y pienso que a eso
Emilita, habiendo logrado una téc- veces el sueño, el poco sueño que le llaman una estatua, me da
nica muy buena y muy fluida, y tengo siempre. Pensar que en este rabia, sabes. Porque eso no es
espíritu musical, haya abando- chiquillo, que está admirablemente arte, eso no es nada... Pero no lo
nado completamente la guitarra. dotado, que es muy inteligente, creas, todo esto que está suce-
Pero completamente. Es muy posi- que es un muchacho extraordina- diendo en el arte es una cosa a
ble que sea una reacción oscura rio. De gracia..., y también latere que no influye en absoluto
contra la fuerza con que su padre violento, es mi pena. en el transcurso de la vida artística
le obligó a estudiar. Y es realmente auténtica... La única infelicidad
una pena... Porque, además que Además, haciendo la vida que yo mía, sabes, es contemplar el
con la desproporción que hay entre hago. Si yo estuviera en un sitio espantoso caos del mundo.
Del brazo de Robert J. Vidal; detrás de ellos Alexandre Tansman y Alirio Díaz. París, 21 de noviembre de 1983. Fundación Andrés Segovia, Linares
2015-2016 / Revista de la Sociedad Española de la Guitarra, nº 9-10 / RO
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