Nociones Lingüísticas
Nociones Lingüísticas
Nociones Lingüísticas
El lenguaje
Funciones
Se entiende por las funciones del lenguaje a los distintos cometidos con que el
ser humano emplea el lenguaje, es decir, los propósitos comunicativos con los
que utiliza esa herramienta cognitiva y abstracta. Esto ha sido objeto de estudio de
la Lingüística y las Ciencias de la Comunicación durante décadas, y distintos
teóricos les han atribuido clasificaciones y órdenes, destacando los de Karl Bühler
y, sobre todo, los que Roman Jackobson elaboró a partir de ellos.
Las distintas funciones del lenguaje, entonces, hacen énfasis cada una en los
elementos básicos de la comunicación que se han identificado, y que son:
Las funciones del lenguaje son seis, según lo estableció Jackobson, y a través de
ellas puede darse cuenta de los límites y las capacidades del lenguaje humano, así
como los propósitos o los objetivos con los que podemos usarlo en cualquier
ocasión.
Puede servirte: Elementos de la Comunicación.
2. Función referencial
También llamada función informativa, se refiere al uso del lenguaje para indicar
algún aspecto del universo exterior del emisor, es decir, de la realidad misma.
Por ende, se centra en el mensaje a transmitir más que en el resto de los elementos
comunicativos: es la función “objetiva” del lenguaje, que sirve para indicar algo
concreto.
Por ejemplo, cuando describimos cómo lucía ayer un amigo común, cuando
indicamos el resultado de una operación matemática o cuando le decimos la hora a
un transeúnte. Estamos indicando, informando o referenciando la realidad a nuestro
alrededor.
3. Función emotiva
La función emotiva o expresiva del lenguaje tiene que ver con la realidad psíquica
o emocional del emisor, en quien lógicamente se centra. A menudo contiene
formas verbales en primera persona, aunque no necesariamente; en todo caso se
basa en transmitir al receptor algún elemento de ánimo o de subjetividad del emisor.
Por ejemplo, cuando nos quejamos tras recibir un golpe, o cuando nos lamentamos
con un amigo tras haber sido abandonados por la pareja, o cuando le decimos a
alguien cómo nos sentimos o qué sentimos en ese exacto momento, ya sea
directamente o a través de metáforas: “¡Qué hermoso día!” o “Me siento de la
patada”.
4. Función apelativa
Cuando le indicamos a alguien qué calle tomar hacemos uso de la función apelativa.
También llamada conativa, es la que se centra en el receptor, pues busca
producir en él una reacción deseada. Se trata de la función imperativa del
lenguaje, la que empleamos para lograr que otros hagan lo que deseamos, ya sea
que les estemos pidiendo un favor, ordenando algo o amenazando si no lo hacen.
Por ejemplo, cuando le decimos a alguien que nos abra la puerta, cuando le
indicamos a alguien qué calle tomar para llegar a su destino, cuando pedimos que
nos digan la hora o mandamos a callar a alguien.
5. Función metalingüística
Función fática
7. Función poética
LENGUA
Comunicación
Cabe señalar que el proceso comunicativo depende de más factores que sus
elementos constitutivos. El tipo de relación que exista entre el emisor y el receptor,
el interés que haya de ambas partes en los temas a tratar y la voluntad que cada
uno tenga en desempeñar su rol con efectividad. Del mismo modo, la
comunicación puede evolucionar y pasar por diferentes fases cuando los
resultados son satisfactorios: un mensaje que comienza siendo oral puede dar lugar
a uno gestual, sonoro, visual o escrito, y trascender en tiempo y espacio.
1. Emisor
Es quién emite el mensaje hacia uno o varios destinatarios.
2. Codificación
Es el proceso a través del cual el emisor prepara el mensaje para que pueda ser
comprendido por el receptor. La forma en como el emisor elabore el mensaje va a depender
del contenido de lo que quiere comunicar, del canal que elija para divulgarlo, del momento
y el lugar donde va a trasmitir la información, del lenguaje que va a utilizar y de la cultura
que posee quien lo va a recibir.
3. Mensaje
Es el contenido de la comunicación que el emisor transmite con una intención. Para
asegurar la interpretación adecuada del mensaje que se esta emitiendo es necesario que
el emisor conozca a quien se está dirigiendo, sus conocimientos y su cultura.
Aún así, con el fin de que no exista deformación en los mensajes trasmitidos, un mensaje
debe: ser transmitido con claridad para que el receptor comprenda el contenido del
mensaje; el mensaje que brinde el emisor debe ser creíble; para que el emisor este seguro
que el mensaje fue captado, muchas veces es necesario repetir los conceptos hasta que el
receptor dé alguna señal de que fue entendido; también es importante que la información
que estemos transmitiendo sea útil y sirva a quien va dirigida.
El receptor que se supone que debe conocer los signos utilizados por el emisor, ante la
recepción de un mensaje, debe preparar una respuesta. Cuando menor sea el esfuerzo que
el receptor utilice para entender el mensaje mayor es la probabilidad de que el mensaje sea
recibido tal cual fue transmitido.
4. Canal
Es el medio a través del cual el mensaje llega al destinatario, como ser: cartas, teléfono,
radio, diarios, correos electrónicos, revistas, conferencias, etc.
5. Los canales que se utilizan dentro de las organizaciones pueden ser formales e informales.
Los formales son los que pone la empresa a disposición de sus empleados para
comunicarse, son planeados y estructurados; los informales surgen espontáneamente de
acuerdo a las relaciones y al tipo de acercamiento que exista entre los miembros de la
organización. Los canales informales son los que pasan de una persona a otra y se
deforman en cada transmisión. Son aquellos sobre los cuales la empresa no tiene control;
denominados rumores, chismes, etc.
6. Los canales de comunicación, de acuerdo a su dirección, se dividen en:
7. › Canales verticales descendentes: Son los utilizados por jefes cuando deben dirigirse a
uno o varios subordinados para comunicar que es lo que deben o no deben hacer. Los
canales de este tipo más utilizados en las organizaciones son: órdenes, instrucciones,
circulares, etc.
8. > Canales verticales ascendentes: Es el inverso al anterior, es el utilizado por los
empleados cuando deben dirigirse a sus superiores. Muchas veces se descuida este canal
y se le da mas importancia a los canales descendentes, pero este canal es primordial ya
que por un lado el empleado tiene libertad de expresión y por el otro los jefes pueden
obtener información sobre los intereses y labores de sus subordinados. Los canales más
utilizados son: reportes, informes, quejas, sugerencias, etc.
9. › Canales horizontales: Son los utilizados por individuos de un mismo nivel jerárquico, ya
sea en niveles superiores e inferiores se transmiten e intercambian experiencias, ideas,
opiniones, conocimientos, información, etc.
10. Decodificación
Es el proceso en el cual el receptor de la comunicación trata de entender el mensaje
recibido. Para que el mensaje transmitido llegue con éxito además de que el emisor debe
conocer los códigos del destinatario, a su vez el receptor debe interpretar lo que transmite
el emisor no sólo verbalmente sino a través de sus gestos, la tonalidad de su voz, su mirada,
etc. También influyen los factores ambientales o emocionales en que se desarrolla la
comunicación.
Este es el proceso inverso de la codificación.
1. Receptor
Es la persona hacia la cual va dirigido el mensaje, ya sea un individuo o un grupo de
individuos. En el momento en el cual recibe el mensaje, el receptor inicia un proceso mental
por el cual lo decodifica y toma una actitud frente a el, ya sea de reacción o de asimilación.
Para su adecuada recepción, como ya vinimos remarcando en varias oportunidades, el
receptor debe conocer los códigos empleados por el emisor. La asimilación o la reacción
del receptor ante el mensaje recibido van a depender de sus prejuicios, de sus emociones,
de su cultura, etc.
(VER EJEMPLOS )
JERGA
Las jergas suelen nacer para ocultar el significado de las palabras. Este es el caso,
por ejemplo, de la jerga carcelaria, utilizada por los presos para evitar que sus
conservaciones sean captadas por las autoridades. Este motivo lleva a que los
términos usados en la jerga sean temporales: una vez que son adoptados y se
masifica su uso, dejan de ser utilizados.
Hay jergas que surgen por cuestiones geográficas y que, con el tiempo, pueden
pasar a formar parte de un dialecto regional. No hay intención, en este caso, de
ocultar el significado de las palabras, sino que surgen a partir del sentido de
pertenencia y la intención de diferenciarse de otros grupos.
En concreto podemos establecer que las jergas se pueden clasificar en dos grandes
grupos: las sociales y las profesionales.
Las sociales, como su propio nombre indica, son aquellas que se pueden crear por
diferentes personas con dos objetivos diferentes: para diferenciarse del resto o bien
para que evitar que se les entienda por los demás. Así, por nombre, en esta
categoría podríamos establecer aquellas jergas que se utilizan por tribus urbanas o
grupos de adolescentes, por ejemplo.
En este sentido hay que subrayar además que es habitual que suele confundirse en
dicho ámbito lo que es el término de jerga con el de argot. En este caso, no están
perfectamente determinadas las diferencias entre ambos conceptos y se pueden
utilizar de manera indistinta.
Las jergas profesionales, por otra parte, se desarrollan para nombrar con precisión
ciertos procedimientos o instrumentos. Dada la importancia de comprender estos
términos para el desarrollo de una profesión, existen diccionarios sobre estas jergas.
EL HABLA
Otra de las nociones que es pertinente describir, Esla de habla. El habla es la concreción de
cualquier sistema lingüístico, es decir, de cualquier lengua, ya que Esla que permite
reconocer la manera como los individuos, pertenecientes a un mismo conglomerado
social y cultural, hacen adecuaciones, realizan transformaciones ose permiten ciertos usos
que los hacen singulares en su condición de hablantes de una lengua. El habla, además,
tiene que ver con factores sociales, económicos, regionales, situacionales, contextuales,
comunicativos e intencionales, que inciden en las prácticas que realizan los sujetos en su
cotidianidad. En casos más concretos, el habla permite diferenciar subgrupos humanos en
los distintos espacios de una misma cultura. Es a través del habla que los individuos
comparten intereses, motivaciones y un principio de identidad, como en el caso de los
jóvenes, o una identifiacción de orden social, como en el caso de los diversos sectores de la
sociedad, en donde se observa un uso de lengua propio de su visión de mundo y de sus
posibilidades de acceder a las prácticas la-borales y existenciales propias de otros sectores,
o de la influencia que ejercen los medios en menor o mayor medida. Todo ello a partir del
planteamiento de necesidades, prototipos y esquemas de habla y de conducta en cada
grupo, sin importar su preparación académica o su nivel cultural.
EL DIALECTO
Por último, la noción de dialecto puede entenderse desde varias definiciones como:
variante de una lengua mutuamente entendida; sistema lingüístico derivado de otro,
normalmente con una concreta delimitación geográfica; variante minoritaria, autóctona, no
escrita o sin prestigio; y fianalmente, como una estructura lingüística simultánea a otra que
no alcanza la categoría de lengua. En las anteriores definiciones, es posible identificar las
características de orden lingüístico, geográfico, étnico, cultural y de alcances políticos que
pueden darse en el estudio del concepto de dialecto. Adicionalmente, éste puede tratarse
desde un punto de vista histórico y otro regional, ya que son estos dos aspectos los que
permiten articular el desarrollo y posterior aplicación del término a los estudios lingüísticos
culturales. En consecuencia, al determinar un acerca-miento al concepto de dialecto, es
necesario realizar un tipo de recorrido que dé cuenta de la manera como los instintos
encuentros humanos han dado origen a variedades lingüísticas, conocidas por sus
particularidades estructurales y de uso. Tal es el caso de advertir lo acontecido en la
península, previo a la imposición final del latín. En la península se evidenciaban variedades
lingüísticas sus traticas, las cuales en su mayoría eran mezclas de formas lingüísticas,
producto de las anteriores ocupaciones e invasiones. Sin embargo, el latín llega con tal
fuerza y tal capacidad de imposición, que estas variedades sufren una descomposición y
una mengua que solamente va a permitir que se conserven sedimentos de orden
articulatorio, fonético, léxico y pragmático,
definidos bajo una serie de rasgos característicos de cada zona de la península y que
afloran en el habla, permitiendoidentificar las singularidades de cada región.
Por otro lado, el signo lingüístico aparece como parte de una cadena hablada, en la que un
signo sucede a otro, empleando silencios para separar los conjuntos ordenados de signos
que componen, por ejemplo, una palabra. Por eso las lenguas poseen una lógica, una
secuencia, una manera de organizar la información que denominamos sintaxis.
El signo lingüístico fue el tema de estudio de Ferdinand de Saussure y Charles
Sanders Peirce en el siglo XIX, cuyos estudios sentaron las bases para la posterior lingüística
moderna. La obra Curso de lingüística general de Saussure es una referencia obligatoria en
la materia.
Los elementos del signo lingüístico, tal y como lo definió Saussure, son dos:
Significante. Es la parte material del signo, aquella que aporta la forma y que es
reconocible mediante los sentidos. En el caso del lenguaje hablado, se trata de la
imagen mental (la imagen acústica) de los sonidos articulados y transmitidos por
el aire que se necesitan para comunicar el signo.
Tanto el significante como el significado son facetas recíprocas del signo, es decir, que se
necesitan la una a la otra como las dos caras de una hoja de papel. Por ello no es posible
separarlos, ni manejar uno solo. A este tipo de relación se le conoce como dicotomía.
Pierce, por su lado, le atribuía al signo lingüístico tres caras, como un triángulo:
Representamen. Se llama así a lo que se encuentra en lugar del objeto real, es decir,
eso que se halla representando a la cosa: una palabra, un dibujo, son formas
de representamen.
Interpretante. Todo signo requiere de alguien que lo lea o lo escuche y capte los
sentidos en el signo, que necesariamente se dirige a alguien. Esto es el
interpretante: la visión mental que del representamen se hacen los individuos que
se comunican.
Objeto. Es la realidad concreta que se desea representar, es decir, eso en cuyo lugar
se halla el signo lingüístico.
Arbitrariedad. La relación que hay entre significado y significante es, por lo general,
de tipo arbitrario, es decir, convencional, artificial. No hay una relación de
semejanza entre los sonidos que componen una palabra determinada
(digamos: cielo) y el significado concreto que buscan transmitir (la idea del cielo). Es
por esto que los idiomas deben aprenderse.
Linealidad. Como se dijo antes, los significantes del lenguaje verbal forman parte de
una cadena de signos cuyo orden importa para que se puedan entender de manera
correcta. Eso se entiende como un carácter lineal: los sonidos que componen una
palabra aparecen en línea, o sea, uno delante de otro, no todos a la vez, ni de
manera desordenada: cielo no es equivalente a ociel.
Índices. El signo tiene una relación lógica, causal, de proximidad de algún tipo con
su referente real. Por ejemplo: las huellas de un perro en el suelo, remiten a la
presencia del animal.
Íconos. En este caso, el signo se asemeja a lo que representa, es decir, tiene una
relación mimética o de parecido. Por ejemplo: una onomatopeya del sonido de un
animal.
Símbolos. Son los que presentan la relación más compleja entre el objeto y el
referente, ya que es totalmente cultural, arbitraria. Por ejemplo: los emblemas
religiosos, las banderas, los escudos de armas.