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El problema de la vivienda de los “con techo”

Alfredo Rodríguez y Ana Sugranyes


 

Alfredo Rodríguez*,
Ana Sugranyes**

El problema de vivienda de los "con techo"***

Abstract

Chilen social housing policy is considered a success. During the last fifteen years the massive housing production
has managed to reduce housing deficit, and many Latin American governments are imitating it financing model.
However, this succesfull policy has ended up by creating new urban and social problems: segregation,
fragmentation, insecurity, overcrowding. Consequently, it is pointed that a proper housing policy must currently
include new criteria, mainly related to the quality of the product, the locating of the built neighborhoods and
beneficiaries residential mobility.

Keywords: public housing, urban policies, Santiago de Chile.

Resumen

La política de vivienda social en Chile es considerada un éxito. En los últimos quince años la producción masiva
de viviendas ha logrado reducir el déficit habitacional, y muchos gobiernos de América Latina están imitando su
modelo de financiamiento. Sin embargo, esta política exitosa ha terminado creando nuevos problemas urbanos y
sociales: segregación, fragmentación, inseguridad, hacinamiento. En consecuencia, se plantea que una política de
vivienda social sensata debe hoy incorporar nuevos criterios, relacionados fundamentalmente con la calidad de
viviendas, la localización de los conjuntos construidos y la movilidad residencial de los beneficiarios.

Palabras clave: vivienda social, políticas urbanas, Santiago de Chile.

Revista eure (vol.XXX, N°91), PP.53-65, Santiago de Chile, diciembre 2004

[53]
El problema de la vivienda de los “con techo”
Alfredo Rodríguez y Ana Sugranyes
 

1. Una hipótesis El gobierno, los académicos y las ONG siguen


mirando el tema habitacional desde la perspectiva
de lo que fue en 1987 el Año Internacional de los
La política de vivienda en Chile es considerada
Sin Techo: los allegados, el déficit acumulado, las
un éxito. Muchos gobiernos de América
"tomas de terreno", el tema de los "sin casa". Para
Latina están imitando el modelo del subsidio
muchos, el problema sigue siendo cómo dar techo, y
habitacional. Durante los últimos quince años se han
para esto señalan que sigue siendo necesario cons-
construido muchas viviendas: casi dos millones de
truir más viviendas sociales nuevas. Sin embargo,
unidades en un país que tiene ahora quince millones
hay indicios de que el problema está cambiando y
de habitantes1. Esta producción masiva ha reducido
que hay nuevos actores poblacionales. Por una par-
el déficit acumulado. Es el producto de un
te, en los últimos diez años las organizaciones de
mecanismo de financiamiento público, del
allegados han tenido poca presencia en la ciudad; en
presupuesto del Estado, que subsidia la demanda y
términos absolutos, el déficit cuantitativo se reduce
así garantiza la oferta: el "subsidio habitacional".
anualmente; y ha ocurrido una sola "toma de terre-
no" de importancia. Por otra parte, aparecen organi-
Desde hace tres años, hemos realizado estudios zaciones de residentes de conjuntos de vivienda so-
en cuatro ciudades de tamaño diferenciado2 para cial que protestan contra las empresas constructoras
entender los impactos de esta política exitosa; uno y contra el MINVU por problemas relacionados con
de éstos fue una encuesta a 1.700 hogares residentes la calidad de las viviendas, de los servicios y
en viviendas sociales. En Santiago se analizaron 489 equipamiento en los conjuntos habitacionales en
conjuntos con un total de 202.026 viviendas socia- donde viven. También la violencia delictiva e
les financiadas por el Ministerio de Vivienda y Ur- intrafamiliar es un problema que aparece, relaciona-
banismo (MINVU) entre 1980 y 20003. Tam- do con las grandes concentraciones de conjuntos de
bién se elaboró un catastro geo-referenciado de estos vivienda social.
conjuntos, con los datos de las memorias anuales del
MINVU, rectificados en terreno y en las Direccio-
Dado que tradicionalmente el problema
nes de Obras municipales correspondientes.
habitacional ha sido concebido desde la perspectiva
*
de cómo reducir el déficit y trasladar a las familias
Director de SUR, Corporación de Estudios Sociales y desde campamentos a viviendas nuevas, se da por
Educación. E-mail: corporacionsur@sitiosur.cl
** supuesto que el stock construido es parte de la solu-
Secretaria General de Habitat International Coalition,
HIC. E-mail: general.secretary@hic-net.org.
ción al problema.
***
El presente artículo se basa en los resultados de estu-
dios sobre la política de vivienda social en Santiago (1980- Nuestra hipótesis es otra: lo que la realidad nos
2000) realizados por SUR, Corporación de Estudios Socia- está mostrando es que una política exitosa de
les y Educación, entre 2001 y 2003. Recibido el 16 de financiamiento de vivienda ha terminado creando
noviembre de 2004, aprobado el 17 de noviembre de 2004.
1
un nuevo problema de vivienda y urbano: un enor-
Los resultados del Censo de Población y Vivienda
me stock de viviendas sociales inadecuadas que re-
(INE, 2002) identifican un parque del orden de 4,5 millo-
nes de viviendas en el país. Según el Banco Central de Chile quiere atención. Nuestra comprobación empírica
(2002), durante los veinte últimos años (de 1980 a 2000) señala que hoy en Santiago el gran problema social
se han construido 1.912.521 viviendas, que representan el habitacional es el de las familias "con techo". Lo gra-
43% del parque total. ve del asunto –que nos recuerda la fábula del traje nuevo
2
Santiago, con sus 34 comunas y 5 millones de habi- del emperador- es que no hay política social,
tantes; el Área Metropolitana o Intercomunal de Concep- habitacional o urbana que atienda las demandas por
ción, con sus 7 comunas y cerca de 1 millón de habitantes; mejores condiciones de vida de un millón de habi-
La Serena y Coquimbo, con 350 mil habitantes y Ovalle tantes de los conjuntos de vivienda social en Santia-
con 85 mil.
3 go.
La encuesta se aplicó en 23 conjuntos representativos
del universo de acuerdo a: (a) antigüedad delstock; (b)
tenencia de la vivienda, en lote individual o en condominio;
(c) localización; y (d) tamaño del conjunto.

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2. Cómo se llegó al problema de los "con similar a la que conocieron los europeos después de la
techo": algo de historia Segunda Guerra Mundial, a razón de la construcción
anual de diez viviendas por cada mil habitantes.
El tema de los "con techo" se viene forjando des-
de finales de los años ‘70. Durante la dictadura mi- Pero después de más de veinte años de lo mismo, el
litar, y bajo los auspicios de los Chicago boys, el objetivo de reducir el déficit ya no es suficiente. El
MINVU creó el sistema enlazado de subsidio-aho- mayor déficit de calidad de vida se da ahora en los
rro-crédito, para asegurar la participación de las em- proyectos de vivienda social que el Estado ha finan-
presas constructoras. La figura es excepcional y no ciado. Es un problema que muchos otros países han co-
tiene parangón en América Latina: combina una lar- nocido, especialmente los europeos, y lo han superado.
ga tradición de intervención estatal en temas sociales En Chile, las posibilidades de formular una política de
con la protección del mercado habitacional. mejoramiento del parque acumulado aún son remotas.

La respuesta empresarial a esta iniciativa estatal Uno de los mayores obstáculos que impide inno-
fue rápida: durante lo más profundo de la crisis eco- var y proponer alternativas es que el modelo de pro-
nómica del inicio de los años ‘80, los empresarios ducción de viviendas sociales en Chile está aprisiona-
compraron grandes paños de terreno en lo que era do en un mercado cautivo con protagonistas plena-
entonces la periferia de Santiago4. Estas reservas de mente satisfechos. Las bases de entendimiento entre
terrenos han sido la garantía de funcionamiento, y el Estado que financia y unas pocas empresas que
ahora son una señal de agotamiento de este sistema producen sin riesgo son perfectas: el MINVU otorga
de producción masiva de viviendas sociales. Con subsidios y asigna las viviendas a quienes han postu-
estas reservas, las empresas han definido la localiza- lado; y las empresas construyen y al final del año, el
ción de la vivienda social. Ahora estos terrenos, con Estado les devuelve el 31% del IVA de los costos de
sus conjuntos de vivienda social, ya no son la perife- construcción. Pero el Estado no sólo protege a las
ria; son parte de la ciudad consolidada. El aumento empresas, sino también al mercado financiero que ha
del valor del suelo urbano, especialmente durante la aceptado financiar los créditos a los postulantes al sub-
década de los 90, contribuyó a poner el sistema en sidio. A los bancos que otorgan el crédito, el MINVU
jaque; ahora el mundo empresarial decidió que estas les financia los seguros sobre los préstamos y asume la
reservas de terrenos ya no soportan inversiones bajas responsabilidad por el remate del bien inmueble en
como las de la vivienda social, que actualmente se caso de insolvencia del deudor.
construyen lejos, fuera del Gran Santiago.
No hay riesgo. Tampoco hay competencia: son
Desde 1985, el Estado chileno ha centrado su política de muy pocas las empresas especializadas en el rubro
financiamiento habitacional en la disminu- capaces de adjudicarse los cupos anuales de cons-
ción del déficit acumulado, y lo ha logrado5. La reduc- trucción de conjuntos de vivienda social por región.
ción del déficit se ha dado con tasas de construcción Tampoco hay innovación: la tecnología de la vivien-
da social en Chile es la misma desde hace veinte
4 años6. En este mercado cautivo, las empresas de la
Desde el momento de su compra, estos terrenos han
sido pensados en función de la rentabilidad que sus dueños 6
podían aprovechar de la política de financiamiento de viviendas La tecnología de la vivienda social no ha evolucionado
de bajo costo. En Santiago, desde las primeras erradicaciones en el tiempo y es la misma en el norte, centro y sur de Chile.
de campamentos hacia finales de los años ‘50, los intereses Por tratarse de un mismo sistema de construcción a través de
inmobiliarios han definido el asentamiento de los pobres en los años y de las regiones, sin contexto de competencia,
la periferia sur, del Zanjón de la Aguada a La Granja, La hubo una tendencia al deterioro en la calidad de la construc-
Pintana, y luego a Puente Alto y San Bernardo. ción hasta 1997. Durante ese año, en Puente Alto –la co-
5
Casi todos los pobres del país tienen techo en propie- muna de Santiago que más ha "recibido" viviendas sociales en
dad, en viviendas de muy bajo estándar y en terrenos urba- los años ‘90-, el caso de las "casas de nylon" puso de
nizados. Quedaron fuera del modelo los pobladores de "cam- manifiesto las limitaciones de las especificaciones técnicas
pamento", o asentamiento irregular, que representan tan sólo usadas en las licitaciones de este tipo de conjuntos. Por las
el 4% de la población total después de los planes radicales lluvias, las casas se inundaron. Los blocks de cemento no
de erradicación de Pinochet. El Programa "Chile Barrio" tenían suficiente hidrófugo. El MINVU ha invertido im-
terminará de radicar o erradicar los habitantes de los campa- portantes subsidios adicionales para reparar estas fallas del
mentos. Tendremos así más pobres "con techo". sistema y ha corregido aspectos básicos de la calidad de la
vivienda.

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construcción de estas viviendas de bajo estándar no visaremos algunas características del stock construido
necesitan mirar los aportes, ideas y ensayos que han y de los residentes en éste.
desarrollado ONG, universidades y colegios gremia-
les. Tampoco el Ministerio ni los empresarios han 3.1. El stock construido de vivienda social
necesitado abrir un debate sobre el costo social y
urbano de esta producción masiva de viviendas so-
ciales, que incluya los costos de localizar servicios y En Santiago, durante los últimos veinte años, el
equipamiento en la periferia (no considerados en los subsidio habitacional ha permitido la construcción
proyectos de vivienda social) versus las ventajas que de más de doscientas mil viviendas sociales de bajo
ofrecen las áreas ya consolidadas de la ciudad7. estándar y con un diseño que nunca ha sido pensa-
do para ofrecer posibilidades de ampliación y mejo-
ramiento. Como hemos dicho, vive mucha gente en
Tampoco hay en estas materias una crítica desde ellas: casi una quinta parte de la población de la
la arquitectura. No se critican los diseños de los con- ciudad. El fenómeno de transición de los poblado-
juntos y menos aún el de las viviendas. No hay in- res "sin techo" a los pobres "con techo" queda ilustra-
novación en ellos, ni propuestas de crecimiento pro- do por los siguientes datos:
gresivo de la vivienda y de su entorno. La idea de
mejoramiento no forma parte de la agenda de la
vivienda social. - La mitad de estas viviendas sociales ha sido
construida en lotes individuales de uno, dos o
hasta tres pisos. Mal que bien, el lote facilita
Y los pobladores siguen esperando y recibiendo procesos de apropiación y ocupación de todos
"la casa que les toca". los espacios disponibles. El tamaño de estos
lotes ha variado con los años: a principios de
Para qué cambiar, entonces, si la producción los ‘80, los militares erradicaron los campa-
masiva y sostenida de centenares de miles de vivien- mentos, trasladando a los pobladores a vivien-
das en todas las regiones del país es evaluada de for- das básicas con lotes entre 100 y 120 metros
ma positiva desde los distintos ámbitos políticos. cuadrados; durante los años ‘90, la presión
Desde la transición democrática en 1990, la gestión por la producción masiva redujo el tamaño de
de los ministros de Vivienda ha sido alabada por los los lotes individuales a menos 60 metros cua-
gobiernos y por la oposición. Ha generado votos drados.
para el gobierno, por lo menos hasta 1997, cuando
surgieron las primeras señales de agotamiento del - La otra mitad de las viviendas son departa-
modelo. Tan sólo en el Parlamento se ha expresado mentos en edificios o blocks de mediana altu-
algún cuestionamiento sobre la distribución de los ra, de tres o cuatros pisos. Es un sistema de
recursos estatales y respecto de la protección a los condominio o propiedad horizontal que sus
bancos versus la desprotección de los beneficiarios. habitantes no logran entender, ya que nadie
se lo ha explicado previamente. La conviven-
3. El producto de la política de cia entre los habitantes en estas viviendas y
financiamiento habitacional edificios hacinados es difícil. Los espacios co-
munes, más bien espacios residuales entre los
edificios, no facilitan el encuentro ni el recreo.
Para captar la dimensión espacial y territorial de
una política habitacional y de su impacto social, re-
A pesar de las restricciones del diseño inicial y de
7 la normativa vigente, las viviendas tienen todo tipo
Este modelo de crecimiento fue establecido en la se-
gunda mitad de la década de los ‘80. Antes, hubo al menos
de ampliaciones informales. La gran mayoría de los
tres estudios –uno de la Escuela de Economía de la Pontificia beneficiarios "con techo" construye algo adicional,
Universidad Católica de Chile, otro de la Municipalidad de casi tan grande como la vivienda original. Los riesgos
Santiago y un tercero de la Secretaría Regional Ministerial de de terremoto, incendio o de multa municipal no
Vivienda- que demostraban los menores costos económicos frenan la necesidad urgente de más espacio. Estas
de construir vivienda social en las áreas centrales de Santiago ampliaciones son nuevas "callampas" que ocupan
que en la periferia. antejardines, pasajes y espacios comunes, o burbujas

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adosadas a las fachadas y apoyadas en palillos en- sociales han desaparecido. Pero el modelo de produc-
clenques. ción y la tipología de las viviendas sociales se mantiene.

Los proyectos convocados por el MINVU y cons- 3.2. Algunas características de los usuarios
truidos en terrenos de las empresas licitadoras pue-
den llegar, en algunos casos, a tener más de dos mil Tamaño del núcleo familiar. En el stock de vi-
viviendas, con densidades superiores de 600 habi- viendas sociales viven en promedio 1,9 núcleos fa-
tantes por hectárea8. Todos los criterios de diseño de miliares por vivienda10. Por cierto que esta concen-
los conjuntos están supeditados al interés de las em- tración de núcleos familiares está relacionada al tema
presas constructoras y dan por resultado una repeti- de los allegados y al déficit habitacional, que no co-
ción monótona de casas, de filas de casas y de espa- rresponde analizar aquí. Importa señalar, sin em-
cios residuales. La distribución de edificios se da como bargo, que es habitual considerar a los allegados como
en un no man s land, como por obra de un tampón la demanda de viviendas nuevas. Consideramos que
de tinta repetido sobre el plano, y los edificios son los allegados en el stock de viviendas sociales exigen
como un "pan de molde" que se corta al llegar a la nuevos estudios, que analicen detenidamente en qué
calle, sin fachada alguna. Ni el MINVU ni el arqui- medida la presencia de más de un núcleo familiar
tecto ni el empresario ni el constructor se han dete- por vivienda es asunto de demanda de más vivien-
nido a pensar el impacto de tales condiciones de das, o más bien, de mejores viviendas que puedan ir
hacinamiento en las personas y en la ciudad, y me- adecuándose a las exigencias y a los recursos de cada
nos aún en su costo social. familia en sus distintas fases de desarrollo. De los
últimos estudios sobre el tema de los allegados11, se
Las reservas de terreno de algunos constructores desprende que muy a menudo la familia allegada
han llevado a la configuración de grandes "manchas dispone de mayores recursos que el núcleo propieta-
urbanas" cubiertas de unidades habitacionales, aisla- rio inicial de la vivienda. Y al obtener el allegado una
das las unas de las otras. En el trazo de estas manchas vivienda nueva a través del subsidio, se llega a dupli-
nunca han participado las instancias de urbanismo car el número de familias con problemas
del MINVU; su función reguladora del uso del suelo habitacionales: en muchos casos, la aplicación del
no ha logrado traducirse en, por lo menos, un plan subsidio habitacional representa tener dos núcleos
maestro de estas áreas9. Y alrededor de las grandes pobres, en vez de un solo grupo familiar. Así se mul-
concentraciones de vivienda social, desordenadamen- tiplican los problemas habitacionales, además de la
te, algunos municipios y privados han construido un ruptura de las redes sociales que implica la separa-
equipamiento social rudimentario, con escuelas, pues- ción de núcleos familiares12, relacionada ésta al tema
tos de salud y servicios privados de transporte públi- de localización de las nuevas viviendas entregadas
co. Hay servicios, pero su calidad es deficiente. cada vez más lejos, en la periferia.

Muchas cosas han cambiado en Chile durante los


10
últimos quince años: el ingreso per capita se ha duplica- Usamos el término "núcleos familiares" porque en
do, las desigualdades son más profundas y las redes una vivienda de menos de 40 metros cuadrados no caben
dos cocinas.
11
8
El Plan Regulador Metropolitano de Santiago estable- Ver en Arriagada et al. (1999).
12
ce que la densidad bruta mínima debiera ser de 150 habi- Como lo demuestra Ducci (2000), la gran oferta de
tantes por hectárea. En la realidad, la densidad promedio viviendas en la periferia ha creado situación de ruptura en
del gran Santiago es de 83 hab./ha. las redes sociales de las familias. Un ejemplo: una familia
9
Las concentraciones homogéneas de viviendas de bajo allegada en Recoleta (comuna cercana al centro de Santiago),
costo, aquí denominadas como "manchones", se han desa- con niños pequeños, obtuvo su vivienda subsidiada en
rrollado especialmente en el sur y poniente del Gran Santia- Puente Alto (al sur del Gran Santiago). La mujer trabaja de
go. La mayor y más antigua se extiende sobre 350 hectáreas doméstica en los "barrios altos" (al nor-oriente de la ciu-
de las comunas de La Florida, La Granja, La Pintana, San dad). Cada vez que un niño se enferma, la mujer lleva el
Ramón y El Bosque; en ella se han construido 82 proyectos niño donde su madre en Recoleta, va a trabajar y recoge el
con 34 mil viviendas sociales, sin contar otras unidades con niño antes de regresar a la casa. Esto representa 4 horas y
valores de 600 UF hasta 800 UF. Otros manchones media de transporte público al día. De poder mejorar la
impactantes son los que se encuentran en las comunas de vivienda de la mamá y así quedarse en Recoleta, la exigencia
San Bernardo y de Puente Alto. de transporte diario se reduciría a una hora y media.

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Focalización. Analizando los niveles actuales (al Dividendos y arriendos. Muy importante re-
momento de la encuesta) de ingresos de la pobla- sulta comparar distintos valores vinculados al man-
ción residente en el stock de viviendas sociales, la tenimiento de las viviendas: la amortización del cré-
distribución corresponde a 15% de indigentes, 30% dito, el arriendo, el monto máximo que las familias
de pobres y 55% de no pobres. Desde una perspec- estarían dispuestas a pagar para otra opción
tiva de eficiencia en la aplicación de recursos estata- habitacional y el autoavalúo de las viviendas. Los
les en materia de política social, esta dispersión de residentes del stock de vivienda social manifiestan
niveles de ingresos en la vivienda social podría ser estar dispuestos a pagar por otra opción el doble de
preocupante, puesto que una parte considerable de lo que actualmente pagan de dividendo. El prome-
los recursos ha ido a familias no pobres, lo que indi- dio del monto a pagar por mes en concepto de amor-
caría una deficiente focalización. Sin embargo, po- tización del crédito de la vivienda es de 1,03 UF, y el
demos pensar que los pobres de hace 20, 15 ó 10 promedio de la intención de un pago máximo se
años atrás ya no lo son necesariamente hoy, y se han sitúa por 2,38 UF.
reducido los porcentajes de población indigente y
pobre. Por otra parte, sería en verdad alarmante que La encuesta ha detectado 11% de las unidades
todos los indigentes y pobres del Gran Santiago vi- declaradas como arrendadas, lo que indica que no
vieran concentrados en el 3% del territorio de la estamos en presencia de un amplio mercado de arren-
ciudad. La concentración de la pobreza en manchas damiento, como lo han intuido estudios de la Cá-
homogéneas de un solo tipo de barrio parecería el mara Chilena de la Construcción14. Sorprenden los
colmo de la segregación socio-territorial. Indepen- montos de los arriendos, que en promedio llegan a
dientemente de las preocupaciones de focalización triplicar el valor del dividendo. Teniendo en cuenta
de recursos por parte del MINVU, la ciudad puede que el 97% de los arriendos se detectó en viviendas
considerarse feliz de esta forma de integración de producidas entre 1980 y 1997, se clarifica la rela-
distintos sectores sociales o mixité que tanto anhelan ción según la cual a mayor satisfacción inicial por el
otras políticas habitacionales, como la francesa, em- acceso a la casa propia en las viviendas del último
peñada ahora en crear barrios residenciales en que período, menor es el mercado de arriendo que se da en
convivan distintos sectores sociales13. estos conjuntos; en las últimas viviendas entrega-
13
Ver Baudouin (2000) e Ingallina (2001). 14
Ver CIEDESS (1995) y PROFIV (2000 y 2002).

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das, la relación entre dividendo y arriendo es de 1 a con recursos propios. A través de los 20 años de
2, mientras que en las construidas en el período 1980- producción analizada, la importancia de los trabajos
85, la relación es de 1 a 7. Estos datos aclaran, por se mantiene en la misma secuencia: empezando
un lado, que las viviendas del inicio de los años ‘80 con trabajos de pintura, instalando rejas y cambiando
se constituyen en un mejor mercado de arriendo. pisos y artefactos. La pintura y las rejas son primor-
Esta ventaja puede explicarse por la localización diales, y aparecen en todas las viviendas, aun en las
menos aislada de estos conjuntos en la trama urba- entregadas recientemente. Las obras para pisos y ar-
na, además de corresponder a conjuntos de vivien- tefactos tienen una concentración hasta seis veces
das unifamiliares (pareadas o continuas). mayor en las viviendas más antiguas que en las más
recientes. Esta diferencia es sintomática de la impor-
Mantenimiento. Los usuarios de la vivienda so- tancia que el residente del stock le da a la apariencia
cial por lo general invierten en el mantenimiento de de su vivienda y a la protección frente a las manifes-
sus casas: el 90% realizó alguna obra y lo ha costeado taciones de violencia en su sector.

Ampliaciones. Los usuarios, en un 40%, invier- distar 3 metros del muro de colindancia; en térmi-
ten en ampliaciones de sus viviendas, con un pro- nos reales, entonces, esto significa que la ampliación
medio de 16,5 metros cuadrados, que corresponde sólo podría me 50 centímetros de ancho. Tam-
prácticamente a la mitad de la superficie promedio bién hay querellas presentadas por vecinos afectados
entregada por vivienda. Hay más ampliaciones en en su integridad y seguridad, donde el tribunal falla
las viviendas en lote individual que en propiedad en contra del residente que realizó la ampliación,
horizontal; respectivamente, 59% con 21 metros exigiendo compensaciones, y notifica a la municipa-
cuadrados y 23% con 14 metros cuadrados. lidad la aplicación de sanciones. ¿Y qué puede hacer
el municipio? ¿Aplicar multas? Lo hace en muchos
Éste es un indicador importante de la capacidad casos, porque ninguna de estas ampliaciones se ajus-
individual para el mejoramiento de las viviendas. ta a la Ordenanza. ¿Exigir la destrucción? No se ha
Son iniciativas que invaden los espacios comunes y conocido antecedentes en este sentido, y por suerte,
no logran expresarse de forma asociada en los espa- porque no es lógico que el municipio tenga que pa-
cios comunes y públicos. Esta expresión individual gar las consecuencias de una política sectorial con
de mejorar lo propio en perjuicio del bien común diseños de productos terminados que no tienen en
obedece ante todo al hecho de que el producto cuenta la dinámica de toda vivienda de cualquier
"vivienda social" no está concebido para que las fa- sector social.
milias puedan adecuarlo a sus necesidades. A pesar
de las restricciones del diseño inicial y de la normati- Las ampliaciones son de iniciativa individual;
va vigente, las necesidades de las familias son más pero también se presentan casos concertados, con
fuertes, y las viviendas crecen. Los riesgos de incen- acuerdos entre los vecinos que realizan construccio-
dio, de sismo o de multa no frenan la necesidad nes prácticamente coordinadas en todos los pisos del
urgente de más espacio. Estas ampliaciones repre- edificio, o en serie en viviendas adosadas. Algunos
sentan un rompecabezas jurídico. En viviendas pa- vecinos organizados buscan formalizar su interven-
readas de lotes individuales, con 3,5 metros de fren- ción, pero no tienen la menor posibilidad de legali-
te, muchas familias instalan una "mediagua" en el zarla. La ley de condominios vigente en Chile exige
patio; viene la Municipalidad y aplica una multa, que los vecinos de un conjunto asuman de su propia
porque la Ordenanza dice que una ventana debe iniciativa la elaboración y aprobación de su regla-

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mento de copropiedad para que éste incluya todas Autoavalúo. La encuesta permitió analizar el va-
las especificaciones de las posibles ampliaciones que lor que el usuario atribuye a su vivienda. El
los diseños de la vivienda y del conjunto nunca con- autoavalúo promedio de las viviendas sociales es de
templaron15. El empeño de estos vecinos es notable: 381,5 UF. Este valor sigue siendo inferior al límite
existen escrituras ante notario donde los vecinos for- máximo de lo que puede ser una vivienda social
malizan su inversión coordinada, por lo menos con (400 UF). Las percepciones de valor emitidas por
el propósito de no molestarse entre ellos y de no los encuestados más pobres son las más elevadas,
poner demanda judicial en contra de uno de ellos. correspondiendo a viviendas de unos 492,31 UF.
Esta sobrevalorización por parte de las familias más
En Santiago, en veinte años, sólo hay una expe- pobres es sintomática de la importancia que adquie-
riencia de ampliaciones con apoyo institucional. Se re para ellas la vivienda como un capital social. Una
trata del sector B del conjunto Los Quillayes en la minoría de los encuestados (13%) sitúa el valor de
comuna de La Florida, donde una ONG, la Muni- su vivienda por debajo de 185 UF; la mitad (51%)
cipalidad, una facultad de arquitectura, una instan- la evalúa de 185 a 381,5 UF y una tercera parte por
cia organizadora de la demanda habitacional, una encima de las 400 UF. Los diferentes autoavalúos se
empresa y altos subsidios estatales –que no fueron deben principalmente a las percepciones sobre la
del MINVU- lograron ampliar quince departamentos16. calidad del entorno urbano y el precio del suelo que
Esta iniciativa es un precedente importante tienen los usuarios.
para el diseño de un programa de mejoramiento de
las condiciones de vida en los condominios de vi- Especialistas y asesores del MINVU17 han suge-
viendas sociales; sin embargo, es aún un precedente rido a menudo que por su uso, y sobre todo por los
caro, difícil de replicar a gran escala. subsidios ocultos que implica la gestión estatal, una
vivienda social duplicaba automáticamente su valor
nominal en el mercado. Si el autoavalúo de los resi-
15
Para la elaboración del reglamento de copropiedad, la dentes se sitúa mayormente por debajo del precio
ley exige la anuencia de todos los vecinos. Teniendo en nominal de la vivienda, se debe entender que las
cuenta que los conjuntos de vivienda social acumulados lógicas de mercado en el stock de viviendas sociales
desde los años ‘80 tienen un promedio de 400 unidades son bastante más complejas que una simple suma de
(en un rango de 50 a 1500 casas), se puede entender el subsidios ocultos, subsidios otorgados y precio del
desafío de poner de acuerdo a todos los propietarios, entre suelo. En este sentido, los encuestados tienen una
los cuales hay grandes diferencias socio-económicas y tra-
percepción muy realista del verdadero valor de sus
yectorias residenciales diversas entre los más pobres –que
consideran la vivienda como una meta de vida-, los menos viviendas, cuando señalan que la imagen del barrio
pobres -que ven en estas viviendas sólo una etapa transito- (35%), la delincuencia e inseguridad (33%), el ta-
ria-, los muertos, los que se fueron y los que arriendan. maño de la vivienda (12%) y la calidad de la cons-
16
Los principales actores institucionales que apoyaron trucción (12%) le quitan valor a sus viviendas.
este largo proceso de ampliación de viviendas en Los Quillayes
fueron la ONG Cordillera, que fomenta la organización
comunitaria, desde finales de los años ‘80; el Instituto de la
4. Percepción de los actores sobre la
Vivienda de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la política de financiamiento
Universidad de Chile (INVI), que realizó el proyecto de habitacional
arquitectura con la participación de los beneficiarios; la
Municipalidad de La Florida, que realizó obras de mejora-
miento del entorno, pero que por razones políticas no se Las encuestas y las entrevistas nos señalan que
involucró ectamente en la ampliación de las viviendas; la usuarios, funcionarios del MINVU y empresas de la
Corporación Habitacional de la Cámara Chilena de la Cons- CChC tienen percepciones diferentes: los usuarios
trucción, que respondiendo una solicitud de un diputado quieren irse, el MINVU quiere focalizar, las empre-
de La Florida, realizó el acompañamiento técnico-jurídico- sas constructoras quieren un mercado secundario de
financiero y la selección y supervisión de la empresa cons- viviendas sociales. Nada de eso ocurre.
tructora; y la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Admi-
nistrativo (SUBDERE) del Ministerio del Interior, que fi- 17
Ver en Almarza (2000), CIEDESS (1995) y PROFIV
nanció toda la obra con un "grant" de unos 50 millones de
(2000 y 2002).
pesos. Ver Tapia (1999).

60 eure
El problema de la vivienda de los “con techo”
Alfredo Rodríguez y Ana Sugranyes
 
4.1. Los usuarios vencia y de espacio físico. Esta apreciación distribui-
da por el tipo de vivienda enseña que hay mayor
De la encuesta aplicada a residentes del stock de intención de salir de las viviendas en copropiedad
viviendas sociales surge un dato determinante: el que en lotes individuales (70% y 55% respectiva-
64,5% de los usuarios quiere "irse de la vivienda"18. mente). Es una tendencia que crece desde los
indigentes a los no pobres (de 55 a 65%), con ma-
yor fuerza entre quienes accedieron a su vivienda en
Los motivos que inciden en esta intención son el período 1986 y 1990 (70%) si se compara con
de índole social. Prevalecen las razones de conviven- los más recientes (de 1998 a 2000), donde "sólo" el
cia entre los vecinos, percepción de seguridad, de- 50% quiere irse19. Varios estudios realizados sobre el
lincuencia y drogas; así lo opina el 52,6% de los nivel de satisfacción de los residentes en el stock de
residentes. Incide también la imagen que tiene el viviendas sociales20 han insistido en el sentido de
poblador de su propio conjunto habitacional, la vi- que el aprecio decrece con el pasar de los años de
lla o población; esto entre el 21,6%. De ahí que los residencia: el desencanto de los usuarios, que soña-
aspectos físicos de la estrechez de la vivienda ron en la casa propia, aparece entre los seis meses y
(13,4%), del aislamiento de la trama urbana y de la los dos años de instalación en el conjunto. La inten-
falta de servicios y parques (12,4%) no son tan im- ción de irse de la casa y la percepción de afecto o no
portantes como los relacionados a la convivencia afecto al conjunto demuestran la importancia de los
entre los vecinos. sentimientos de la gente hacia el lugar y el entorno
urbano.
Cruzando datos de la encuesta sobre la inten-
ción de movilidad y la satisfacción por el conjunto, En términos comparativos con otras ciudades
se desprende que entre los residentes con ganas de de América Latina, Santiago tiene un contexto de
irse de la vivienda, el 90% siente miedo y vergüenza violencia delictual no muy grave, pero la percepción
de su barrio, mientras que los satisfechos sienten ca- de violencia es proporcionalmente muy elevada21.
riño por el barrio. Estas apreciaciones son el reflejo Como lo explica Tudela (2003), en términos de se-
de la estrecha relación entre los problemas de convi- guridad ciudadana no hay relación ecta entre vio-
18
lencia efectiva y su percepción. Para la convivencia
Una gran mayoría de los propietarios de vivienda
en la ciudad, el hecho de que la población perciba
social (68%) estaría dispuesto a vender su vivienda para
buscar casas de mayor tamaño. En cuanto a las preferencias
inseguridad es tan grave como los delitos en sí. Con-
por otra opción, casi la mitad de los residentes (46%) la versando con pobladores en la gran mayoría de los
buscaría en otra comuna del Gran Santiago; el 30% centra- conjuntos de vivienda social, en especial los situados
ría su búsqueda dentro de la misma comuna; otros (18%) en grandes concentraciones homogéneas de este tipo
manifiestan querer abandonar la Región Metropolitana; y de solución habitacional, el primer tema reiterado
tan sólo el 5% optaría por otra vivienda en el mismo barrio
o buscaría mejorar y ampliar su vivienda actual. Las alterna-
tivas entre viviendas nuevas y usadas son de similar aprecio. 19
Esta apreciación en función de los períodos coincide
Pero hay una preferencia casi absoluta por una casa por con los estudios de satisfacción convocados por el MINVU,
encima de un departamento. Más allá de la preferencia tra-
teniendo en cuenta que la selección de la muestra en las
dicional popular por una vivienda en un lote propio, esta
evaluaciones de éste priorizan conjuntos nuevos (de no más
gran diferencia se explica más por las deficiencias arquitectó- de 5 años de antigüedad), por lo que se distorsiona la per-
nicas de los conjuntos en propiedad horizontal que por el
cepción de la calidad de vida en los conjuntos mayoritarios,
tipo de solución habitacional en sí. La formulación de estas
construidos entre 1986 y 1997.
preferencias refleja una vez más las diferencias 20
Ver en Arriagada y Sepúlveda (2001 y 2002), así
socioeconómicas entre los residentes del stock: un 10%,
como INVI (2002).
correspondiente a los más pobres, optaría por una solución 21
sin deuda, apostando a nuevos subsidios y a un ahorro Como lo explican Acero et al. (2000) y Carrión
mínimo. Analizando este dato con otros (el tipo de vivien- (2002) comparando temas de violencia entre las principales
da, los distintos periodos de producción de los conjuntos y ciudades de América Latina, los índices de delitos con vio-
el tamaño de los proyectos, en función de la edad y del sexo lencia en Santiago se mantienen entre los más bajos de la
del entrevistado), los porcentajes de intención de irse de la región, mientras que los trastornos debidos a la percepción
vivienda y del conjunto se mantienen prácticamente en los de violencia son mucho más elevados que en las demás
mismos rangos de entre 58 y 70%, siempre con mayor ciudades.
fuerza desde las viviendas en departamentos en copropie-
dad.

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El problema de la vivienda de los “con techo”
Alfredo Rodríguez y Ana Sugranyes
 
de preocupación diaria es la violencia: "Vivir aquí es este stock pueda servir de respuesta a la demanda de
como estar en la cárcel", "a los niños los tenemos los más pobres, aplicando ampliamente el concepto
encerrados en la casa", "aquí somos humildes, pero y la práctica de movilidad residencial; movilidad que
buenos; los malos son los de allá", apuntando hacia le permitiría al gremio dedicarse a la construcción de
cualquier conjunto vecino. Otro indicador preocu- viviendas de mayor precio, y por lo tanto, de no
pante es que la gran mayoría de hechos de violencia seguir "sacrificando" suelo para inversiones tan bajas
reportados por la televisión se localiza entre los para- como las permitidas por la vivienda social23.
jes de vivienda social.
4.3. El mercado
Para comprobar estas situaciones, la investiga-
ción cruzó la información geo-referenciada de los
A pesar de que la mayoría de los residentes mani-
conjuntos de vivienda social con otra sobre la local-
fiesta querer irse de su vivienda y del conjunto don-
zación de las denuncias de violencia en la ciudad22.
de viven, a pesar de que exista un pequeño mercado -
El resultado es que los lugares en que existen mayo-
con arriendos superiores a los valores contraídos en
res denuncias de violencia intrafamiliar en Santiago
las hipotecas, y a pesar de que el autoavalúo de las
coinciden exactamente con la geografía del stock ana-
casas no esté disparado y que existan claras preferen-
lizado, mientras que los hechos de robo con violen-
cias por otras soluciones, no están dadas las condi-
cia e intimidación muestran menores coincidencias.
ciones suficientes para que haya una movilidad en el
Esto confirma que el problema principal del stock de
stock de vivienda social. La intención de irse de la
vivienda social es un asunto de convivencia. Como
vivienda y del conjunto no se puede entender como
lo explica Jara (2002), la convivencia en los conjun-
una señal efectiva de movilidad residencial. Como
tos de vivienda social, con mayor evidencia en los
se explica en adelante, las posibilidades de movili-
edificios de viviendas en copropiedad, es una prácti-
dad son muy complejas; cruzan valores culturales y
ca diaria de exclusión e inseguridad.
situaciones socio-económicas que no corresponden
a una interpretación de mercado. Las diferencias de
4.2. Los actores institucionales interpretación sobre el valor de autoavalúo demues-
tran que no hay homogeneidad de problemas ni de
En las distintas ocasiones en que los resultados opciones entre el casi millón de residentes del stock
de la encuesta han sido expuestos desde 2002, han de viviendas sociales. El diseño de cualquier respuesta a
surgido diversas reacciones, vinculadas a percepcio- estos problemas y de cualquier incentivo a estas
nes distintas de la política habitacional y su impacto. opciones exige un análisis pormenorizado de la es-
La dimensión territorial –esto es, el lugar donde se pecificidad de la demanda.
sitúan los conjuntos, la relación que tienen entre sí y
con la ciudad- no es una preocupación primordial Por cierto que la consolidación de un mercado
del MINVU, que busca ante todo la mejor secundario de viviendas sociales sería una buena al-
focalización de los recursos estatales hacia los sectores ternativa para la demanda de los sectores pobres que
más pobres, descuidando la importancia del lugar y aún no han tenido acceso a una vivienda propia;
del entorno donde tienen que vivir las familias po- habría entonces una oferta habitacional para los más
bres. Y ello aunque funcionarios del Serviu están pobres dentro de los límites actuales del Gran San-
muy conscientes de la envergadura del conflicto que
puede ir generándose a partir de las malas condijo- 23
Las instancias inmobiliarias que atienden sectores
nes de convivencia entre los beneficiarios de la vi- medio-bajos consideran desde el año 2000 que el precio-
vienda social. valor del suelo en Santiago no resiste inversiones inferiores
a 600 UF para la construcción de viviendas. Por la estrecha
dependencia entre el MINVU y el sector privado, esta situa-
Desde la Cámara Chilena de la Construcción, ción explica también que las viviendas sociales con valores
hay mucho interés en entender los niveles de satis- nominales inferiores a 400 UF se estén construyendo desde
facción entre los pobladores de la vivienda social. el año 2000 fuera del límite tradicional del Gran Santiago;
Este interés se relaciona con las posibilidades de que éstas se instalan en comunas al sur, poniente y norte de la
ciudad, en un radio de más de 50 kilómetros del centro
22
Ver Tudela (2003). (Buin, al sur; Padre Hurtado y Talagante al poniente; Lampa
y Colina, al norte).

62 eure
El problema de la vivienda de los “con techo”
Alfredo Rodríguez y Ana Sugranyes
 
tiago, sin tener que optar por las nuevas viviendas bio. De igual manera, estos problemas limitan la oferta
lejos fuera de la trama urbana. Un mercado ágil de para quienes tienen en la mano el subsidio aplicable
viviendas sociales usadas también le interesa a los a una vivienda usada y que, al final, optan más bien
empresarios de la construcción, para poder sacar por algo nuevo, aunque lejos, con la esperanza de
mayor rentabilidad en conjuntos habitacionales de que en este nuevo barrio no llegará ni la violencia ni
mayor valor que la vivienda social. la droga.

Con un mercado inmobiliario estable, en un El stock de vivienda social está lleno de aparentes
contexto de crecimiento económico, están dadas las contradicciones. La satisfacción por la casa propia
condiciones teóricas de movilidad habitacional. Sin tan anhelada se desvanece rápidamente en el trans-
embargo, después de más de seis años que el curso de los dos o tres primeros años de morar en la
MINVU creara un mecanismo de apoyo a esta mo- vivienda. La manifestación de querer irse de esta vi-
vilidad, que permite la aplicación del aporte estatal vienda propia se cruza con poca capacidad de movi-
tanto a viviendas nuevas como usadas, el mercado lidad social y, por lo tanto, residencial; se cruza a la
secundario de viviendas sociales no se ha consolida- vez con un atavismo a la vivienda propia, "la casa
do. En 2002, había en Santiago una sola instancia para los hijos". El valor de uso, o el capital social de
privada24 dedicada a promover este mercado secun- esta vivienda pasa por encima del comercial, y a este
dario, y tan sólo lograba apoyar la compra/venta de valor no se le pueden aplicar raciocinios de mercado.
unas 300 viviendas al año en el mercado formal. Es A pesar de la garantía de la tenencia de la vivienda en
posible que este número tan limitado de transaccio- propiedad y a pesar de los niveles de urbanización
nes de unidades sea superior en el mercado infor- exigidos por la normativa, el entorno corresponde a
mal, pero éste no está monitoreado y no se conoce su una zona marginada de la ciudad, como a una nue-
impacto. Las posibilidades de movilidad también va expresión de marginalidad o informalidad a la
están limitadas por la complejidad y el alto costo de chilena, ya que los asentamientos informales ya casi
los trámites de transacción; el sistema de inscripción desaparecieron de la trama urbana.
de bienes raíces no ha sido modernizado en Chile; se
sigue llevando a mano en libros y las tarifas notaria- Las posibilidades de movilidad habitacional en
les son elevadas, especialmente en el caso de la vi- el stock de vivienda social están determinadas tam-
vienda social, por ser éstas fijas, independientemen- bién por el proceso de producción. Estas posibilida-
te del valor de la vivienda. des están limitadas porque el stock es el resultado de
una base de entendimiento productivo entre una
Las posibilidades de movilidad habitacional en instancia sectorial y empresas, que da techo a los
el stock de vivienda social están determinadas por pobres –sin participación de éstos-, porque esta po-
muchos y complejos factores sociales, culturales, eco- lítica localiza los conjuntos en función de la renta del
nómicos y urbanos, que no se pueden comparar con suelo –sin tener en cuenta el territorio de la deman-
otros sectores del mercado inmobiliario. Por un lado, da y menos la repercusión de la oferta en la ciudad-
son los problemas de convivencia y seguridad en el y porque define productos terminados –sin posibi-
conjunto los que determinan la voluntad de cam- lidad de desarrollo progresivo en función de las ne-
cesidades y de los recursos de los usuarios-. La reali-
24
La creación del Programa de Movilidad Habitacional dad física del stock de vivienda social exige procesos
por el MINVU en 1997 ha creado muchas expectativas. La de intervención, para rehabilitar las condiciones de
Cámara Chilena de la Construcción encargó a su filial, la convivencia, para facilitar la apropiación de los espa-
Corporación Habitacional, la realización de un estudio para
cios públicos, para incentivar la conservación y me-
sondear las posibilidades de crear instancias de compra y
venta de viviendas sociales. Los resultados del estudio (que joramiento de este patrimonio popular y para per-
no han sido publicados, pero a los cuales tuvimos acceso) mitir las ampliaciones de las viviendas.
coinciden con los datos de la encuesta aplicada en la presente
investigación. En 1999, la cooperativa Conavicoop ha crea-
do una filial (Convivienda) para la compra/venta de vivien-
5. Los "con techo"
das sociales. Ésta ha debido ser subsidiada durante tres años
para poder autofinanciarse. En 2002, Convivienda ha lo- La conclusión inevitable del resultado de veinte
grado gestionar la transacción de 300 viviendas. años de una política exitosa de financiamiento de

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El problema de la vivienda de los “con techo”
Alfredo Rodríguez y Ana Sugranyes
 
vivienda social es que la cantidad por sí sola no basta, Arriagada, C., A.M. Icaza y A. Rodríguez (1999).
porque los efectos urbanos –segregación, fragmen- "Allegamiento, pobreza y políticas públicas". Te-
tación- y los efectos sobre las familias o las personas mas Sociales, 25.
–inseguridad, difícil convivencia, hacinamiento- Arriagada, C. y D. Sepúlveda (2001). Satisfacción
crean nuevos, caros y serios problemas a la gente, a la residencial en viviendas básicas Serviu: la perspec-
sociedad y al Estado. Los temas de la calidad del tiva del ciclo familiar. Santiago: División de Es-
entorno de los conjuntos habitacionales, de la flexi- tudios Técnicos y Fomento Habitacional,
bilidad de las unidades de vivienda, de la conviven- MINVU.
cia entre los residentes, de la localización, el diseño – ________________________________(2002). Satisfac-
entre otros- siguen ausentes en los predicados de la ción residencial en viviendas básicas Serviu: la
política habitacional. La "nueva política" no los men- perspectiva de capital social. Santiago: División
ciona25. El discurso oficial dice que la ciudad crece de Estudios Técnicos y Fomento Habitacional,
hacia adentro; pero los hechos demuestran que lo MINVU.
hace hacia afuera, porque así lo define el mercado26. Banco Central de Chile (2002). Indicadores econó-
Esta tendencia es modificable cuando el Estado in- micos y sociales 1980-2000. Santiago: Banco
terviene, como lo demostraron los proyectos de Central.
repoblamiento de la Corporación de Santiago en los Baudouin, R. (2000). "Building the Third
años ‘90. Un discurso que ofrece equidad en el acce- Millenium". En www . sppsr . ucla . edu / critplan /
so a la vivienda y los servicios es inútil si no cuenta past/documents/vol7/
con instrumentos de intervención y regulación del
Carrión, F. (ed.) (2002). Seguridad ciudadana, ¿espe-
mercado de suelo y termina, paradójicamente, por
jismo o realidad? Quito: FLACSO Ecuador-OPS/
crear nuevos problemas.
OMS.
CIEDESS Corporación de Investigación, Estudio y
¿Qué hacer? El stock de vivienda social construi- Desarrollo de la Seguridad Social (1995). Políti-
do en estos años está ahí, en la ciudad; las políticas de cas de financiamiento habitacional en Chile. San-
financiamiento y de construcción pueden ignorarlo tiago: CIEDESS.
y seguir buscando terrenos para construir cada vez Ducci, M.E. (2000). "Chile: The dark side of a
más lejos. Una política de vivienda social sensata successful housing policy". Social Development
reconocería haber dado el primer paso, el de la can- in Latin America. The Politics of Reform. Lon-
tidad, y se propondría el de la calidad: recuperar y dres: Woodrow Wilson Center, Lynne Rienner
mejorar el stock existente. Publishers: 149-174.
INE Instituto Nacional de Estadísticas (2002). Censo
6. Referencias bibliográficas de población y vivienda. Santiago: INE.
Ingallina, P. (2001). Le projet urbain. Que sais-je.
Acero, H. et al. (2000). Conversaciones públicas para París: Presses Universitaires de France.
ciudades + seguras. Santiago: Ediciones SUR. INVI Instituto de la Vivienda, Facultad de Arqui-
Almarza, S. (2000). "Evaluación de los recursos en tectura y Urbanismo, Universidad de Chile
la política habitacional". Consulta sobre la políti- (2002). "Sistema de medición de la satisfacción
ca habitacional en Chile. Santiago: Usaid-Rudo/ entre los beneficiarios de vivienda básica: sínte-
LAC-Uniapravi: 237-258. sis del informe de consultoría". División Técnica
de Estudio y Fomento Habitacional, Minvu.
25
Como dice el arquitecto Luis Fernando Galeano en Jara, A.M. de la (2002). El desafío de recuperar la
entrevista en el diario El Mercurio (domingo 30 de noviem- vida social en condominios de vivienda social. San-
bre de 2003), el concurso internacional Elemental para el tiago: Cordillera Centro de Estudios Municipa-
diseño de la "vivienda social dinámica sin deuda" no tiene les.
aún en cuenta su localización en o fuera de la ciudad. En PROFIV Corporación para la Promoción del
América Latina, desde los tiempos de Turner en adelante,
Financiamiento para la Vivienda (2000). Estra-
todos los estudios señalan la importancia que tiene el lugar
para la vida de los sectores populares. tegia para el desarrollo del mercado de viviendas
26
Tendencia que los resultados del Censo del 2002 o sociales. Santiago: PROFIV.
las series de permisos de construcción comprueban.

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El problema de la vivienda de los “con techo”
Alfredo Rodríguez y Ana Sugranyes
 
___________________________________(2002). Ele- Internacional MejorHab, Habyted, Cyted, Uni-
mentos a considerar en un plan de negocios para el versidad de Valparaíso: 78-104.
financiamiento de la vivienda nueva básica. San- Tudela, P. (2003). Espacio urbano e implementación
tiago: PROFIV. de programas de prevención del crimen, la violen-
Rodríguez, A. (2000). "La vivienda privada de ciu- cia y la inseguridad en el Gran Santiago a través
dad". Temas Sociales, 39. de Sistemas de Información Geográfico-Delictual.
Tapia, R. et al. (1999). "Ampliación de viviendas Santiago: Departamento de Información y Es-
básicas en conjuntos habitados". II Seminario tudios, División de Seguridad Ciudadana, Mi-
nisterio del Interior.

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