La Concepción Materialista de La Historia
La Concepción Materialista de La Historia
La Concepción Materialista de La Historia
La concepción materialista de la historia la resume Marx, con estas palabras, en un breve párrafo
de la "Contribución a la crítica de la economía política":
La superestructura[editar]
La tesis normal del materialismo histórico es que la superestructura (en alemán: Überbau)
depende de las condiciones económicas en las que vive cada sociedad, de los medios y
fuerzas productivas (infraestructura). La superestructura no tiene una historia propia,
independiente, sino que está en función de los intereses de clase de los grupos (clase/s
dominante/s) que la han creado. Los cambios en la superestructura son consecuencia de los
cambios en la infraestructura. Esta teoría tiene importantes consecuencias:
Por otra parte, la idea de que -en última instancia- no es posible la independencia de la
mente humana, del pensamiento, respecto de las condiciones materiales específicas en
las cuales se está inmersa la sociedad, afirma el determinismo advenido por factores de
índole externa.
En el caso de la filosofía, ello quiere decir que la historia de la misma no puede ser una
historia interna del pensamiento (algo así como la historia de cómo unos sistemas filosóficos
dan lugar a otros); es preciso apelar a algo externo a ella misma, como es la economía, para
comprender la propia filosofía. Las teorías filosóficas son consecuencia de las circunstancias
económicas y de la lucha de clases en la que está inmersa la sociedad en la que vive cada
filósofo.
La infraestructura[editar]
Las tesis marxistas de la infraestructura (en alemán: Basis) son las siguientes: