Dibbuk Voces Que Hablan
Dibbuk Voces Que Hablan
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2nd ed., 1994). Cf. id., “Ha-dibbuq ba- and Exorcism in France and England in valentes respecto al rol de la mujer se n. 3), pp. 258-260.
mistiqah ha-yehudit” [The Dybbuk in the Late Sixteenth and Early Sevente- asustan ellas y a la sociedad, tanto, que
Jewish Mysticism], Da`at 4 (1980), pp. enth Centuries (Philadelphia: Scholars probablemente su ostracismo y auto- 12
Fine Bilu, “Dibuk and Maggid” (arriba
75-101. La traducción en inglés está en Press, 1981); H. C. E. Midelfort, “The De- destrucción comienzan muy pronto” n. 4). Sobre esta cosmología y el sistema
Cf. Chajes, Between Worlds (arriba, n.4) vil and the German People: Reflections (Women and Madness, p. 56) y “las jóve- de normas cf. Rachel Elior, ‘The Doc-
apéndice sobre historias de posesión. on the Popularity of Demon Possession nes son enviadas a morir al matrimonio, trine of Transmigration in Galya Raza’,
Sobre el lugar que ocupa en la religión in Sixteenth-Century Germany,” en Reli- la maternidad y la locura” (p.297) - muy en Essential Papers on Kabbalah, (ed.)
popular y sobre la tensión que generó gion and Culture in the Renaissance and bien ilustrado en el relato de Bracha Se- Lawrence la, (New York: New York Uni-
entre representaciones históricas y re- Reformation: Sixteenth-Century Essays rri “Qeri`ah,” que habla sobre una chica versity Press 1995), pp. 243-269.
presentaciones ficticias ver Yassif, Bet- and Studies, 11 (1989), pp. 99-119; J. H. muy joven, ignorante de cualquier co-
ween Worlds (arriba n. 4), 181-184. Los Chajes, “Judgment Sweetened: Pos- nocimiento en materia sexual, cuya fa- 13
Para ejemplos sobre la realidad de
eruditos aceptan que la literatura basa- session and Exorcism in Early Modern milia la entrega contra su voluntad para este mito colectivo, como lo reflejan
da en tradiciones transmitidas oralmen- Jewish Culture,” Journal of Early Mo- casarse con un viejo viudo. Durante el los relatos populares, ver Eli Yassif, The
te contienen elementos auténticos. El dern History, 1,2 (1997), pp. 124-162; id., obligado intercambio ritual, él la viola Hebrew Folktale: History, Genre, Me-
gran número de estas tradiciones las “Spirit Possession and the Construction en la noche de bodas y ella enloquece. aning, trad. del hebreo por Jacqueline
avala como semilla de verdad y como of Early Modern Jewish Religiosity (tesis Se presenta la locura como la única es- S. Teitelbaum (Bloomington: Indiana
contexto auténtico; aparte de esto, las doctoral, Yale Univ., 1993), publicado capatoria de la joven, y el único modo Univ. Press, 1999), pp. 351-370, 529-531;
dimensiones médicas de los registros como Between Worlds: Dybbuks, Exor- de alzar la voz-la voz de alguien coac- Gedalyah Nigal, Magic, Mysticism and
de exorcismos y de curas siempre con cists, and Early Modern Judaism (Phi- cionado, oprimido cruelmente y violado Hassidism: The Supernatural in Jewish
la misma interpretación, las dota de un ladelphia: Univ. of Penna. Press, 2003). brutalmente, todo ello dentro del habi- Thought, trad.del hebreo por Edward
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Levin, (Northvale: J. Aronson 1994). Para
ejemplos del lenguaje místico que gene-
ln, trad. Y anotado del yiddish por Marvin
Lowenthal; nueva introd. de Robert S.
Desafíos en la toma de decisiones durante la admi-
ró este mito colectivo, ver Elior, Misticismo Rosen, (New York: Schocken Books, 1977) sión en salud mental con poblaciones multiculturales.
Judio, Los múltiples rostros de la libertad, (orig. publicado en Nueva York y Londres:
Harper & Bros. 1932), p. 99. Un traductor
Ora Naksah*
(Traduccion de Perla Sneh), Buenos Aires:
Lilmod 2008. del hebreo de las Memorias comenta que
“la danza de la muerte la practicaban los
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Sobre la preparación de sudarios mor- cristianos en las iglesias desde el s. XIV en
tuorios para novias y de sudarios nupciales, adelante, como alegoría del poder de la
ver Koren Ze’evi-Weill, ‘A set of shrouds muerte sobre la vida. Especialmente popu-
from Alsace’, en The Jews of Alsace: a rural lar era la pintura de la danza de la muerte
community between tradition and eman- en la Marienkirche de Lübeck, y los judíos,
cipation, exhibition catalog ed. por Ester llevados por las costumbres de sus vecinos,
Muchawsky-Schnapper, (Jerusalem: Israel adoptaron también este uso. (Zikhronot
Museum, 1991), pp. 34-54 (también en gliqel [Glückel’s memoirs], trad. del hebreo
francés como Les Juifs d’Alsace : village, de Alexander Ziskind Rabinowitz [Tel-Aviv:
tradition, émancipation). Ze’evi-Weill es- Dvir, 1929], p. 63.) Cf. Nueva traducción
cribe: “Era habitual llevar distintos compo- del hebreo por Hava Turniansky (nota 3)
nentes del equipo de sudarios en diversos p. 272-273. Sobre la danza de la muerte
acontecimientos del ciclo de la vida… los en la cultura europea medieval, ver James
elementos decorados se llevaban en los M. Clark, Dance of Death by Hans Holbein Pep Carrió
Diario Visualm 2008,
eventos festivos, el principal de los cuales (London: Phaidon Press, 1947). Sobre la 25 de abril
era la boda, en la que se llevaban bajo el danza de los mendigos en las bodas, ver
traje de fiesta… En los círculos religiosos Avidav Lipsker, “Ha-kallah ve-shive`at ha-
originarios de Europa del Este todavía es qabzanim – li-she’eilat meqorotav shel si-
costumbre vestir al novio con un kittel (tra-
je blanco, también sudario para el entierro)
ppur ha-misgeret shel ma`aseh mei-ha-7
betlers” [The bride and the seven beggars L a cuestión de cómo la identidad
personal se construye y se comu-
nica a otros ha ocupado por igual a
familia, amigos y ruta. Conocerlas es
conocer las historias, el contexto to-
tal. Pero un relato nunca se completa.
*New School of Psycho-
logy, Interdisciplinary
Center Herzliya, Israel.
que se pone sobre la camisa o bajo el abri- – basado en la historia de los siete mendi-
go. Hay otras comunidades que también gos], Jerusalem Studies in Jewish Folklore, científicos, filósofos y escritores des- Cuando Telémaco pregunta a Nestor:
tienen la costumbre de conectar de algún 13-14 (1992), pp. 229-248; Cf. A lo largo de de el comienzo de los tiempos. En la “Cuéntame eso tal como fue” (III109)
modo los sudarios con la ropa de boda.” la obra de An-sky, The Dybbuk Between Odisea, Homero sugiere que nuestras está pidiendo algo imposible. Contar
(p. 44). Sobre la costumbre Ashkenazi Two Worlds, La danza de la muerte se mon- identidades están hechas no única- historias conlleva seleccionar, elegir
de vincular las bodas con los duelos. ver tó en una producción de Varsovia sobre el mente de las historias que nos con- entre los hechos y decidir qué “decir
Samuel Glick, Or nagah aleihem: ha-ziqah dibuk como una interpretación dramática tamos a nosotros, también de los re- primero” y qué “guardar hasta el fi-
she-bein minhagei nisu’in le-minhagei no incluida en el texto, para una película latos que compartimos con otros. La nal” (IX 14-15). La respuesta de Nestor
aveilut be-masoret yisra’el [Light Has Daw- sobre la producción, ver Hebrew Universi- respuesta a la pregunta ¿Quién eres? a tal demanda se ajusta a esta idea:
ned: la conexión entre los usos nupciales ty Spielberg Film Archive. Sobre el relato nunca es breve en la Odisea. Es casi “¿Podría algún hombre mortal contar
y los usos de duelo en la tradición judía] de la novia de R. Reuben y el ángel de la siempre una invitación para contar la historia completa?”. Contar la his-
(Efrat: Keren Ori, 1997); sobre la tradición muerte ver la entrada en el índice para ello una historia. ¿Quién eres? ¿De dónde toria de la propia vida exige un gran
concreta de vincular sudarios y bodas ver en Yassif, The Hebrew Folktale (arriba, n. vienes? ¿Dónde está tu hogar y tu fa- esfuerzo. Ser capaz de escuchar la his-
id., pp. 127-143. 13). milia? ¿Qué tipo de viaje es el tuyo y toria de una vida es todo un reto. Una
qué ruta te trajo aquí? ¿Quiénes son interpretación de una interpretación,
Sobre la danza de la muerte en las bo-
15 tus marineros? (I 209). Cada identidad reunir todos los detalles y reconstruir
das, ver The Memoirs of Glückel of Hame- individual está hecha de una multipli- la historia de alguien requiere tanto
cidad de otras cosas, la procedencia, de arte como de ciencia. Puede que
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