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Que Heredaran Tus Hijos
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Que Heredaran Tus Hijos
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“Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en
tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también. Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del
don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos…” v.5-6
Pensemos: ¿Que clase de memoria dejará usted a su hijo o hija si muriera hoy? Día a día vemos
como la juventud de hoy se pierde por la irresponsabilidad y egoísmo de sus padres. Y ella se pierde no
por falta de dinero, sino por la falta de Dios en la vida de sus padres. Sin Dios, poco a poco, el hombre
pierde su afecto natural por estar con sus hijos. Una vez pregunte a las familias de nuestra iglesia:
¿Cuántos de ustedes quieren ver a sus hijos ya crecidos siendo fieles al Señor, bien casados,
congregándose en la iglesia y enseñando con entusiasmo a sus nietos el Camino del Señor? Y todos a la
verdad respondieron levantando sus manos expresando tal anhelo. Pero lo que muchas veces ignoramos
es que toma más que un simple anhelo el crecer los hijos. Toma mucho mas que darles dinero, toma
mucho mas que darles lo que necesitan físicamente hablando. Toma realmente que les demos de nuestro
tiempo, de nuestra vida. Y para ello debe habitar en nosotros una fe genuina. Ella será la que los dirija a
ellos en el Camino correcto hacia Dios. ¿Habita esa clase de fe en nuestro hogar? Si nuestros hijos no
ven eso en nosotros mucho menos lo veremos en nuestros nietos. Lo que anhelen hoy nuestros hijos
será lo que anhelaran nuestros nietos en el futuro. ¿Qué clase de herencia le dejaremos a nuestra
generación? ¿Un legado espiritual o uno terrenal?
Timoteo nació en Listra de madre judía y padre griego (Hechos 16:1; 2 Ti 1:5). Su abuela Loida era
Cristiana y su madre Eunice también. No se nos menciona acerca de su padre. Pero a pesar de la
ausencia de este, su abuela Loida y su hija Eunice no se dieron por vencidas en dejarle un buen legado
espiritual a Timoteo. No importa si eres una madre o padre soltero Dios puede levantar en tu hijo o hija un
anhelo ferviente por las cosas de Arriba. Todo lo que debes de hacer es hacer de Dios presencia en tu
vida. Hay una herencia eterna que desde muy temprano estas dos mujeres sembraron como legado en la
vida de Timoteo. Veamos por medio de dos preguntas que podemos aprender de ellas:
1. El primer principio fue el Temor de Dios: Veamos como son las generaciones de hoy día: Proverbios
30:10-14: “Hay generación que maldice a su padre Y a su madre no bendice. Hay generación limpia en su
propia opinión, Si bien no se ha limpiado de su inmundicia. Hay generación cuyos ojos son altivos Y cuyos
párpados están levantados en alto. Hay generación cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos,
Para devorar a los pobres de la tierra, y a los menesterosos de entre los hombres.”
¿Porque hay muchos hijos que crecen así? Porque crecieron sin conocer el temor de Dios en la casa.
Así lo dice Romanos 3: 16-18 “Quebranto y desventura hay en sus caminos; Y no conocieron camino de
paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos.”
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¿Qué Heredaran Tus Hijos?
Pastor Carlos J. Téllez
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2. El segundo principio que se le enseño a Timoteo fue el Amor y la Instrucción de Dios: El cual
Involucra dos aspectos:
¿Con que le debemos de corregir la necedad? “La necedad está ligada en el corazón del muchacho;
Mas la vara de la corrección la alejará de él” Proverbios 22:15.
Dios dice si a la corrección y no al abuso físico: “Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza; Mas no
se apresure tu alma para destruirlo.” Proverbios 19:18
Y el segundo aspecto es La Instrucción Bíblica: La abuela Loida y su madre Eunice enseñaron desde
niño a Timoteo las Escrituras. Estas le dieron sabiduría para que él conociese por la fe en Jesucristo el
Camino de la salvación: “y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden
hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús” 2 Timoteo 3:15. Debemos de instruir al niño
desde temprano con la Palabra de Dios: “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se
apartará de él.” Proverbios 22:6
3. El tercer principio es el Servir a Dios: Debemos de enseñar a nuestros hijos lo que es el participar de
la obra de Dios. Timoteo era compañero y ayudante (Flp 2:19–22) del apóstol Pablo. Confirmaba a los
creyentes “y enviamos a Timoteo nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro en el evangelio
de Cristo, para confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe” 1 Ts 3:2. Y por ultimo fue llamado y
reconocido por el apóstol Pablo como pastor: “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios
que está en ti por la imposición de mis manos” v.6. La imposición de manos se practica para identificar y
confirmar a una persona con el llamado que Dios le esta haciendo (mirar Hechos 6:1-6). O estamos
criando sanguijuelas o jóvenes que sirven a Dios: “La sanguijuela tiene dos hijas que dicen:
¡Dame! ¡dame! Tres cosas hay que nunca se sacian; Aun la cuarta nunca dice: ¡Basta!” Proverbios
30:15. Debemos de hacer como dijo Josué: “…yo y mi casa serviremos a Jehová.” Josué 24:15
1. Una Prioridad Espiritual: Su compromiso y consagración era primero con Dios. “Espero en el Señor
Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo al saber de vuestro estado;
pues a ninguno tengo del mismo ánimo, y que tan sinceramente se interese por vosotros. Porque todos
buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús. Pero ya conocéis los méritos de él, que como hijo a
padre ha servido conmigo en el evangelio” Filipenses 2:19-22. Las cosas de Dios eran prioridad uno para
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Timoteo porque así lo aprendió de su abuela y de su propia madre. Si Dios no es prioridad uno para usted
como padre no espere que lo sea para su hijo.
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2. Una Fe Real: Timoteo heredo de su abuela y su madre una fe sin fingimiento “…trayendo a la
memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice”v.5.
La fe que tenían su madre y abuela era una fe real. Timoteo la vivió en casa. Cuando venían momentos
difíciles y de prueba veía como su madre y abuela dependían de Dios. Ellos no eran cristianos de
domingos solamente, sino que vivían por fe diariamente. Timoteo era testigo de ello. ¿Cómo se vive la fe
en su casa? ¿Son sus hijos testigos de que usted vive por fe en momentos difíciles? ¿Es ella real o
estamos jugando a la iglesiecita? Observe que a causa de la fe de Timoteo “... daban buen testimonio de
él los hermanos que estaban en Listra y en Iconio.” Hechos 16:2. El apóstol Pablo decía que cuando venia
la prueba todos buscaban lo suyo excepto Timoteo quien era fiel. ¿Es usted así como Timoteo?
3. El Don de Dios: Timoteo fue el Hijo espiritual (2 Ti 2.1) del apóstol Pablo. El se relacionaba con las
personas correctas. Aprendió bien a escoger sus amistades. Definitivamente su madre y abuela le
enseñaron no solamente las escrituras y la fe no fingida sino también a relacionarse con personas
creyentes. ¿Qué tipo de amistades quieres para tus hijos? ¿Qué tipo de amistades tienen hoy tus hijos?
¿Qué ejemplo son ellas para tus hijos? ¿Son tus amistades un buen ejemplo para tus hijos? Por ultimo,
miremos lo maravilloso que es dejar una buena herencia espiritual a nuestros hijos. La verdad es que ella
será la única motivación para que ellos continúen por el buen camino en este mundo de perdición.
Observe que Pablo trae a la memoria de Timoteo en momentos difíciles de su vida el testimonio de fe que
su madre y abuela le dejaron para que ellos sean la motivación de su presente:
“Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Por tanto, no
te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones
por el evangelio según el poder de Dios” v.7-8
Dios busca nuestra sinceridad y quiere en la gracia de Su Hijo Jesucristo ayudarnos a ser buenos
padres como lo fueron Loida y Eunice en la vida de Timoteo. Nunca es tarde para ser lo que Dios
quiere que seamos. ¿Has fallado como padre o madre? Habla con El ahí donde estas. Cristo te
escucha ahora mismo, te perdona y te dará otra oportunidad. Amen.
“Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En
vano vela la guardia.” Salmo 127:1