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Partograma
Partograma
Partograma
Cada segundo ocurren cientos de partos en el mundo, de los cuales el 80% serán vaginales y
el 20% cesáreas, y en cada grupo habrá un número no despreciable de madres y bebés con riesgo de
enfermar o de morir como consecuencia de complicaciones durante el trabajo de parto y parto. El
trabajo de parto prolongado es una de las causas principales de muerte entre las madres y los recién
nacidos en países en desarrollo. Es más probable que ocurra si la pelvis de una mujer no es lo
suficientemente grande para que la cabeza de su bebé pase a través o si el útero de la mujer no se
contrae lo suficiente. Si el parto no progresa normalmente, la mujer puede sufrir graves complicaciones
tales como, deshidratación, agotamiento o ruptura del útero. El trabajo de parto prolongado también
puede contribuir a infección o hemorragia en la madre y a la infección neonatal.
La vigilancia permanente y adecuada del trabajo de parto es una estrategia necesaria para
garantizar la disminución de los riesgos, y es una oportunidad para brindar el acompañamiento y la
atención humanizada que la mujer gestante requiere. La buena gestión del trabajo utilizando un
partograma, una simple tabla para el registro de información sobre el progreso del trabajo y la
condición de la mujer y su bebé durante el parto, es clave para la prevención apropiada y el
tratamiento de parto prolongado y sus complicaciones. Además, el registro objetivo y sistematizado del
trabajo de parto es una fuente invaluable de información para el análisis y la toma de decisiones, así
como un instrumento para la evaluación de la calidad de la atención brindada por los servicios
obstétricos.
2. ANTECEDENTES HISTÓRICOS:
Calkins7 relacionó la intensidad de las contracciones con ciertos cambios que sufría el cuello
uterino. Wolf8 relaciona la dilatación cervical con el número de horas que antecedieron al parto.
Koller y col, citados por Friedman9, relacionan el efecto de la ruptura de las membranas
ovulares con el curso del trabajo de parto, de acuerdo a una gráfica donde se representa el
"número de dedos" de dilatación al momento de la ruptura.
En 1954, Friedman estableció el concepto de análisis gráfico del trabajo de parto, para lo cual
planteó una curva normal de dilatación sigmoidea y de descenso hiperbólico. Friedman9,10,
mediante un método gráfico logró relacionar la dilatación cervical con el tiempo que transcurría.
Dividió el período de dilatación en 2 fases: la latente y la activa del trabajo de parto. La primera
puede prolongarse hasta 20 horas en nulíparas y 14 en multíparas; aquí las contracciones
siguen un patrón regular, aunque de baja intensidad y duración, con dilatación cervical muy
lenta, por lo que su trazo y la curva son casi planos.
Hendricks11 estudió los patrones de dilatación cervical durante las fases avanzadas del
embarazo y en el trabajo de parto de 303 pacientes. Calculó así los cambios cervicales que se
dan al final del embarazo y en el parto.
Philpott en 1972, creó un registro integral del parto en una sola hoja, estableciendo una línea de
alerta y posteriormente una línea de acción, con el propósito de ayudar a las parteras a vigilar
el parto en regiones apartadas y decidir cuando trasladar a sus pacientes13.
En los años 1960 y 1970, se establecen los primeros partogramas los cuales forman la base
para el modelo de la OMS
En 1990-1991, para evaluar el impacto del nuev partograma, la OMS llevó a cabo un ensayo
multicéntrico que involucrò a más de 35.000. El estudio mostró que cuando el partograma fue
introducido en la práctica clínica junto con una gestión protocolar, los resultados del trabajo
mejoraba en gran medida.
Recientemente, el Centro Latinoamericano de Perinalogía (CLAP)22 aporta el Partograma con
Curvas de Alerta para el trabajo de parto de nulíparas y multíparas, en donde se incluye
valores de progresión pre-establecidos para diferentes condiciones maternas y obstétricas,
garantizando así un sistema de trabajo más fácil y seguro para la obtención de buenos
resultados en la morbi-mortalidad maternoperinatal
CURVA DE FRIEDMAN: Curva sigmoidea que describe la progresión del trabajo de parto en cuanto a
dilatación cervical y descenso de la presentación fetal. Estas curvas son las de un trabajo de parto
ideal
I. Primer estadio: PERIODO DE DILATACIÓN: Se retrae o desvanece toda la longitud del cérvix
para formar parte del segmento uterino inferior (Borramiento) y se dilata el cérvix.
1. Fase latente: Es la fracción de tiempo que va desde el comienzo del trabajo de parto hasta
alcanzar una dilatación de 4 cm o un comienzo de actividad uterina más dinámica que incida
a su vez en una dilatación más rápida. Según fue definida por Friedman va desde el momento
en el que las contracciones uterinas se vuelven regulares, hasta el comienzo de la fase activa
del trabajo de parto en 2,5-3 cm de dilatación. No debe confundirse esta, con los pródromos del
parto, en el cual las contracciones son irregulares y ocasionales. Durante esta fase se produce
el borramiento del cérvix, que es el fenómeno de acortamiento del conducto cervical hasta
alcanzar las condiciones del inicio del parto (2-3 cm, centrado y blando).
En esta fase, es importante establecer el diagnóstico de falso trabajo de parto (concepto no
aceptado por algunos obstetras). Este se establece ante la aparición de contracciones más o
menos regulares, dolorosas que no van a causar modificación cervical y que ceden de forma
espontánea tras una sedación o aplicación de medicación con betamiméticos.
2. Fase Activa: El comienzo del parto clínico coincide con el inicio de la fase activa. Que
comienza cuando la dilatación cervical ha alcanzado 4 cm, hasta dilatación completa, momento
donde se inicia el segundo periodo (Expulsivo). Su comienzo es muy evidente en los graficos
porque el progreso de la dilatación cervical cambia agudamente y la curva se vuelve mas
inclinada. Dentro de este periodo se distinguen varias fases:
Fase de Aceleración: (de 4 a 6 cm) es corta y variable, pero es importante para determinar
el resultado final del trabajo de parto.
Fase de Pendiente Máxima: 6 - 8 cm. Es una buena medida de la eficiencia uterina para
producir la dilatación. La mayor parte de la dilatación ocurre en esta fase.
Fase de Desaceleración: 9 - 10 cm. Refleja la fase final del primer periodo del parto, refleja
la relación feto-pélvica; se presenta a partir de los 8 cm, de dilatación, cuando vuelve a ser
mas lenta.
La conducta ante una evolución normal en el periodo de fase activa se basa en dos pilares
fundamentales: Uno en el control del estado materno y fetal así como de la dinámica uterina, y otro en
la valoración de la progresión del parto teniendo en cuenta el estudio clínico de la pelvis materna,
dilatación cervical, posición de la cabeza fetal y altura de la presentación en relación a los planos de
Hodge, anotando de forma periódica estos datos en el partograma.
Se recomienda intervenir en el curso espontáneo del parto sólo si se diagnostica una progresión
inadecuada del descenso y/o la dilatación o si existe una sospecha de compromiso de la unidad feto-
placentaria. Este se realizará fundamentalmente mediante:
1. Aceleración oxitócica.
2. Rotura artificial de membranas (RAM) si estaban intactas.
II. Segundo estadio: PERIODO EXPULSIVO: Desde la dilatación completa del cérvix hasta el
nacimiento del bebé. La duración clínica aproximada de ese periodo es de 60 minutos en nulíparas y
de 30 minutos en multíparas. Este concepto ha cambiado desde la introducción de la analgesia en el
parto, se consideran normales los tiempos de 2 horas de expulsivo en primigestas y de 1 hora en
multíparas.
Primípara: 30 minutos – 3 horas
Multípara: 5 – 30 minutos
Para evaluar la progresión del trabajo de parto se evalúa el descenso, la flexión y la rotación de la
pieza de presentación
La cabeza del feto al descender y chocar con el periné, aumenta la presión intracraneal
pudiéndose causar lesiones y puede romperse el periné.
Hasta en un 10% de los partos puede existir patología funicular (vueltas de cordón, bandoleras…)
que en ocasiones puede comprometer el intercambio materno-fetal.
En esta etapa del parto pueden presentarse episodios agudos de hipoxia fetal, por lo que la
recomendación es monitoreo electrónico continuo hasta el paso de la paciente a la sala de partos. Si
una vez que la paciente esté en la sala de partos, no se ha producido el parto luego de 10 minutos, se
considerará como “expulsivo detenido” y deberá llamarse al médico para su evaluación y manejo.
III. Tercer estadio: PERÍODO DE ALUMBRAMIENTO: Desde el nacimiento del bebé hasta el
alumbramiento de la placenta y membranas fetales.
Primípara: 0 – 30 minutos
Multípara: 0 – 30 minutos
La separación de la placenta del útero ocurre en los 2-10 primeros minutos generalmente.
7.1. USO DEL PARTOGRAMA: Aunque los trabajos que existen son ensayos clínicos no bien
controlados que pretenden medir si el partograma aumenta la calidad del cuidado obstétrico, es
importante que el progreso normal o la ausencia del progreso del trabajo de parto sean rápidamente
detectados. El uso del partograma permite que el progreso del trabajo de parto sea valorado con una
sola mirada, permitiendo decisiones clínicas más rápidas. El diseño del partograma puede variar, pero
siempre incluye:
– Gráfica de dilatación vs. Tiempo,
– Gráfica de descenso vs. Tiempo,
– Frecuencia cardiaca fetal,
– Signos vitales maternos,
– Medicamentos utilizados.
Independientemente del cual se elija, se debe utilizar un partograma que sirva de ayuda para tomar
decisiones relacionadas con el manejo del trabajo de parto. El partograma utilizado por la OMS, se ha
modificado para hacerlo mas sencillo y mas fácil de usar. Se ha eliminado la fase latente y el registro
grafico en el mismo comienza a hacerse en la fase activa, cuando el cuello uterino tiene 4 cm de
dilatación. El CLAP, aplico el sistema de curvas de alerta el 1188 partos de bajo riesgo, con trabajo de
parto espontaneo, sin utilización de medicamentos y con recién ncaidos normales y vigorosos. La
intervención tempran de los casos de progreso anormal del parto reducen la incidencia de partos
prolongados y cesáreas. Ademas, el manejo activo del parto disminuye la tasa de mortalidad perinatal.
- Frecuencia cardiaca fetal: la auscultación de los ruidos fetales es el método clínico tradicional. Se
acepta como normal una FCF entre 120 y 160 lpm. El control se debe realizar de forma metódica y
ordenada, valiéndose de la corneta de Pinard, de un estetoscopio fetal (De Lee), o del efecto
Doppler y un reloj de contador de segundos y con la colaboración de otra persona, es posible
efectuar un controlmas adecuado de los ruidos fetales. En la actualidad es mas fácil y seguro
utilizar el Doppler. Es necesario iniciar la auscultación un poco antes del comienzo de la
contraccion, se debe continuar durante la fase contráctil y aun, después de la contraccion. El
control de la FCF se debe realizar cada hora o antes si se presenta algún problema fetal. En los
cuadros que se encuentran en la historia del parto correspondientes a la fetocardia se anota la
FCF de base y también si existen o no desaceleraciones. Hay otros sonidos que pueden ser
auscultados y que es preciso conocer para no confundirlos con los ruidos fetales. El soplo funicular
es producido por el paso de la sangre a través de las arterias umbilicales; es un ruido agudo,
soplante y sincrónico con el pulso del feto. El soplo uterino es suave, se escucha en la parte
inferior del útero, se produce por el paso de la sangre por los vasos uterinos dilatados y es
sincrónico con el pulso materno.
- Dilatación: es el punto central del grafico del trabajo de parto y a la vez un buen indicador del
progreso del mismo. El examen vaginal inicial debe ser completo e incluir la valoración clínica de la
pelvis. Es difícil definir cuantos tactos se necesitan para controlar un trabajo de parto. De
preferencia se debe realizar uno al ingreso y otro al final cuando se presenten los signos y
síntomas de expulsivo. En ocasiones el progreso es muy lento o por el contrario, muy rápido, en
cuyo caso se cambia el esquema de control y un intervalo entre 3 y 4 horas podría ser un tiempo
prudencial. Los controles vaginales se deben realizar con estrictas medidas de asepsia y en forma
suave para no provocar molestias a la parturienta. En cada examen se debe averiguar por la
dilatación, el grado de encajamiento, la variedad de posición, el estado de las membranas, y si
estan rotas, por el aspecto del LA.
- Contractibilidad uterina: la actividad uterina es un factor importante en el control del trabajo de
parto. En los recuadros correspondientes a la contractibilidad se debe marcar la frecuencia, la
intensidad, el tono y el grado de coordinación uterina. El número de contracciones durante 10
minutos indica la frecuencia. Si el periodo de observación es mayor, se anota la cifra promedio. El
grado de depresión que permita el útero durante el acmé de la contracción indica la intensidad.
- Encajamiento: el nivel de la cabeza muestra el progreso del parto, y además es de gran ayuda
para determinar la vía para la extracción del feto. El grado de encajamiento se mide por la estación
de la cabeza y no por el moldeamiento de la misma.
- Membranas-Líquido amniótico-Variedad de posición: el análisis conjunto de estos datos
permite saber si el parto progresa satisfactoriamente, porque la dilatación del cuello aumenta un
centímetro por hora o más, gracias a una actividad uterina normal y a una cabeza que cada vez
desciende más en el canal de parto, por accion de las contracciones. Se puede sospechar que el
primer periodo ha finalizado, cuando las membranas se rompen espontáneamente, el moco
sanguinolento aumenta y la madre manifiesta la sensación de peso vaginal con deseos de pujar.
- Ruptura Prematura de Membranas: sigue siendo un tema de controversia a nivel mundial.
Existen enemigos de la amniotomia y solo la recomiendan cuando se debe decidir una conducta
obstétrica o cuando se requiere el estudio bioquímico de la sangre fetal. También hay defensores
de ella si el parto no progresa normalmente.
Se puede resumir en los siguientes puntos la diferencia entre la ruptura antes de la dilatación completa
y la tardía:
Aumenta el número de desaceleraciones tempranas o Dip tipo I
Aumenta el número de recién nacidos con caput succedaneum.
Aumenta el desplazamiento óseo y por tanto, el moldeamiento es mayor.
No hay diferencia en el índice de Apgar
Disminuye el tiempo de trabajo de parto
No se encuentran cambios en el estudio del pH tomado del cordón umbilical
No se presentan cambios en el estado neurológico del RN.
Otro punto importante relacionado con la ruptura artificial o espontanea de las membranas se refiere a
la mortalidad perinatal. Si el parto se termina antes de las 12 h no existe diferencia significativa en los
dos grupos.
PARTOGRAMA CLAP/OPS/OMS:
1. Identificacion de la historia clínica del trabajo de parto “partograma”: Identificar la historia clínica del
trabajo de parto con nombres y apellidos, fecha y número de historia
2. Vigilancia clínica del trabajo de parto: Utilizar la tabla ubicada en la parte inferior derecha del
Partograma, para registrar las evaluaciones clínicas desde el ingreso de la paciente al hospital,
tanto durante el período previo a la fase activa del trabajo de parto como durante este. Debe
escribirse la hora de evaluación en cada columna, y de manera consecutiva siguiendo las letras
desde la “a” hasta la “p”. Las horas de cada columna de esta tabla no tienen concordancia estricta
con las horas consignadas en la tabla del partograma, pues por cada vez que se evalúa la paciente
no debe realizarse un tacto vaginal. Esta parte del partograma debe ser diligenciada cada vez que
se evalué la paciente por cualquier miembro del equipo de sala de parto (Interno, Residente,
Especialista, Licenciada en enfermería).
3. Convenciones para diligenciar el partograma: En la parte inferior izquierda del partograma, se
encuentran las convenciones propuestas para el diligenciamiento del partograma. Incluye los
planos pélvicos y la variedad de posición, la dilatación, el estado de las membranas, la intensidad
de la contracción y su localización, la frecuencia cardiaca fetal, y la posición materna durante el
trabajo de parto. Estas convenciones se emplean para diligenciar las tablas de evaluación clínica y
de dilatación y descenso.
4. Tabla para graficar la dilatación cervical y el descenso de la presentación: En la parte superior
derecha se gráfica la curva de dilatación cervical, las de alerta y de descenso de la cabeza fetal. La
gráfica de la dilatación cervical solamente se debe iniciar cuando la paciente este en la fase activa
del trabajo de parto, es decir, cuando la dilatación cervical alcance los 3-4 cm y exista
simultáneamente buena actividad uterina, tanto en frecuencia como en intensidad. Los dos
aspectos anteriores son fundamentales para no cometer el error de graficar la fase latente del
trabajo de parto, lo que puede llevar a tomar decisiones inadecuadas.
5. Horas de evaluación clínica y del registro grafico del partograma: En el borde inferior de la tabla
están las “horas de registro” del trabajo de parto activo desde las cero horas hasta las catorce.
Cada segmento corresponde a una hora, dividida en cuatro porciones de quince minutos.
Inmediatamente debajo de la línea de “horas de registro” están las casillas para registrar la “hora
real”, es decir la hora en que se inicia la curva de dilatación cervical, y las siguientes horas hasta el
parto. Las “horas reales” de evaluación de la dilatación cervical usualmente no coinciden con las
de evaluación clínica. Si se considera necesario relacionar la evaluación clínica con la de
dilatación, se escribe la letra que aparece en la tabla de evaluación clínica correspondiente en el
cajón respectivo de la “hora real”.
6. El partograma tiene una línea de base, señalada con una flecha, a partir de la cual se inicia la
construcción de las curvas de alerta.
7. Tiempos y características de las pacientes para construir las curvas de alerta: Para construir la
“curva de alerta” se determina el punto de partida sobre la línea de base”, luego se buscan los
tiempos en la parte superior izquierda para construir la curva de alerta. Los tiempos a emplear se
eligen de acuerdo a la paridad, la posición de la paciente durante el trabajo de parto y el estado de
las membranas. Si la paciente es multípara, tiene las membranas íntegras, y esta acostada, los
tiempos a utilizar para construir la curva de alarma son los que corresponden a estas
características. Las flechas indican el tiempo que se demora una paciente determinada en pasar
de un centímetro a otro.
8. Para construir la curva de alerta se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
a. Si la paciente ingresa en 5 cm de dilatación: iniciar la curva de alerta en la línea de base.
b. Si la paciente ingresa en 6 cm, de dilatación o más iniciar la curva de alerta en el punto que
indica la dilatación correspondiente.
c. Sí se inicia el registro gráfico por debajo de la línea de base (antes de 4,5 cm de dilatación) se
debe trazar una línea recta que una los puntos de la dilatación por debajo de la línea de base y la
siguiente que esté por encima de la misma y construir la curva de alerta desde el punto donde la
línea recta intercepta la línea de base. La línea continua muestra la curva de dilatación cervical de
la paciente y la curva discontinua muestra la curva de alerta. Se trata de una paciente nulípara con
membranas integras.
9. Para construir la curva de descenso de la presentación (estación) se deben tener en cuenta los
siguientes aspectos:
a. Recordar que durante el trabajo de parto, la estimación del descenso de la presentación se
evalúa bien pos los planos de DeLee, o bien, por los planos de Hodge.
DeLee: cuando el punto más declive de la presentación está a nivel del plano de las espinas
ciáticas se considera que el descenso o la estación está encajada, o en el plano (0) cero; si
está por encima de las espinas se considera que está en estación negativa (-) y si está por
debajo está en estación positiva (+), calificando con número del 1 al 5 el grado del descenso,
como a tantos centímetros se encuentre la presentación por encima o bien por debajo del plano
interespinoso.
Hodge: El primer plano de Hodge se encuentra a nivel del plano de la línea suprapúbica, el
segundo plano a nivel de la línea del borde inferior de la sínfisis, el tercer plano a nivel de la
línea interespinosa y el cuarto grado o profundante encajar a nivel del plano de la porción
inferior del coxis.
b. Emplear la línea del extremo derecho del partograma identificada como “planos”. Se pueden
emplear los planos de Hodge o los de DeLee. Si se usa la clasificación por tercios de pelvis, divida
en tres partes iguales la porción de la línea por encima y por debajo del cero, así quedaran los
planos de -1, -2 y -3 por encima del cero y de +1, +2 y +3 por debajo del cero.
c. Emplear el icono denominado “planos de Hodge o por los planos de DeLee, y, la variedad de
posición”, para graficar el descenso de la presentación fetal. La interpretación de la curva de
descenso se debe hacer teniendo en cuenta que la mayor parte del progreso de esta se da en la
fase pelviana de la dilatación; es decir después de 7 – 8 centímetros de dilatación. Por tanto si
después de llegar a dicha dilatación no hay descenso adecuado de la presentación se deben
reevaluar todos los parámetros para tomar decisiones oportunas y pertinentes tales como ruptura
de membranas, verificación y rotación de la presentación o cesárea.
10. Condiciones cambiantes durante el trabajo de parto: Si varían las condiciones de ingreso durante
el transcurso del trabajo de parto, se deberá actualizar la curva de alerta inicialmente trazada.
La figura muestra el caso de una multípara, en posición horizontal y con las membranas
ovulares íntegra. Ingresó al registro del partograma a las 9:00 horas. con 4 cm de dilatación
cervical y 2 horas más tarde alcanzó 6 cm. La gráfica de la dilatación cortó la línea de base a
los 30 minutos del comienzo del partograma. Desde este punto, se construyó la curva de alerta
apropiada para el caso.
Debido que a los 7 cm las membranas se rompieron espontáneamente, fue necesario construir
una nueva curva de alerta sustituyendo los valores previos por los de una multípara, en
posición horizontal, pero con las membranas rotas.
El dibujo de la nueva curva de alerta se inició desde la curva previa a nivel de los 7cm, en que
se constató la rotura de las membranas. Esta última curva de alerta fue la que mejor se
correspondió con la nueva situación
Cuando el punto guía está por encima del plano 0, en especial si va asociado a la detención del
descenso, la existencia de una desproporción es una posibilidad importante y lo indicado es la
cesárea. En estos casos la paridad no influye. Por lo tanto, ante la sospecha de una alteración de la
fase activa es importante vigilar la actividad contráctil uterina, si esta es ineficaz (2 o menos
contracciones cada 10 minutos y de menos de 40 segundos) hay que sospechar actividad uterina
inadecuada, siendo entonces la conducta fácil, administrar oxitocina. Si las contracciones son
adecuadas habría que descartar otras causas como la desproporción pélvico-cefálica, anomalías de
posición, sedación o analgesia excesiva.
2. Descenso prolongado: Cuando la velocidad en el avance del punto guía a lo largo del
canal del parto es inferior o igual 1 cm/h en nulíparas o 2 cm/h en multíparas. Se
diagnostica tras la exploración vaginal a lo largo de dos horas, objetivando la prolongación
del descenso de la presentación. Su frecuencia es del 4.7% de los partos. Las causas son
las mismas que en las alteraciones de las otras fases del parto, sobretodo ante una
macrosomía fetal. Si la gestante tiene analgesia epidural este descenso puede ser más
prolongado por la interferencia en los reflejos de prensa abdominal.
- Tratamiento consiste en hacer un diagnóstico correcto de las causas tratables
(analgesia, mala posición fetal, hipotonía, sedación excesiva) y realizar una cesárea si se
trata de una desproporción cefalo-pélvica, o si se trata de una macrosomía asociada a
una malposición fetal.
- Pronóstico: Si el descenso continúa la posibilidad de parto vaginal eutócico es del 65% y
el 25% mediante parto instrumental.Si se detiene el descenso el 43% de los casos
acabarán con cesárea. Si el punto guía se encuentra a nivel de espinas ciáticas (estación
0) podremos realizar un parto instrumental para acortar este descenso.
3. Detención del descenso: Se define cuando existe una falta de progresión del punto guía
a través del canal del parto durante una hora en dos exploraciones. Su diagnóstico se
puede complicar por el moldeamiento cefálico y por el caput succedaneum. Se produce en
el 5-6% de los partos. Su etiología es la misma que se ha referido con anterioridad, siendo
la causa más frecuente en nulíparas la desproporción céfalo-pélvica, aunque se suelen
asociar varios problemas a la vez.
- Tratamiento: Casi todas las pacientes responden con la suspensión de la analgesia y/o
estímulo con oxitocina en el plazo de 1-2 horas. Si no hay respuesta en 3 horas el
riesgo de desproporción céfalo-pélvica es elevado por lo que es conveniente la
terminación mediante cesárea.
- Pronóstico: Los índices pronósticos más importantes en estos pacientes dependen
fundamentalmente del plano del punto guía cuando se detuvo su descenso y las
características de la progresión tras su recuperación, de tal forma que si la evolución del
descenso es igual o superior a la que tenía previamente el pronóstico para el parto
vaginal a traumático es favorable.
Una situación especial que abarca a todo el proceso del parto en su fase activa y de expulsivo es el
parto precipitado.
IV.Parto precipitado: Este tipo de parto se caracteriza por una velocidad de dilatación y
descenso superiores a los 5 cm/h en nulíparas y 10 cm/h en multíparas con un descenso del
punto guía de unos 6 cm/h en nulípara y 14 cm/h en multíparas. Estos dos hechos se suelen dar
conjuntamente. En general la duración total del periodo activo es de menos de 3 horas.
- Tratamiento: El diagnóstico suele ser retrospectivo, y si se diagnóstica antes de
producirse, se debe de inhibir la dinámica uterina con betamiméticos sobre todo si se
acompaña de riesgo de pérdida de bienestar fetal.
- El pronóstico materno es bueno aunque hay que descartar desgarros del canal del
parto. Para el feto el pronóstico es más reservado ya que puede asociarse a depresión
neonatal e hipoxia intraparto.