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Metodo y Metodologia
Metodo y Metodologia
Metodo y Metodologia
Resumen
El presente artículo explica la distinción entre los métodos y la metodología, ya que los
desafíos de la investigación científica exigen que éstos sean entendidos como
herramientas útiles para permitir la comprensión y argumentación de los distintos
problemas de estudio. La falta de distinción entre ambos conceptos como punto de
partida en la enseñanza de las ciencias sociales, ocasiona visiones equívocas que se
traducen en confusión o insuficiencia al momento de reflexionar sobre su contenido y
aplicación. También se explica que el conocimiento de las ciencias sociales no es
concluyente, sino que forma parte de desafíos para validar su vigencia.
Abstract
The article explains the distinction between methods and methodology, since the
challenges of scientific research require that they be understood as useful tools to
allow understanding and argumentation of the different problems of study. The lack of
distinction between the two concepts as a point of departure in the teaching of social
sciences, causes wrong visions that translates into confusion or failure at the time to
reflect on its content and application. It also explains that knowledge of social science
is not conclusive, but that is part of challenges that must be addressed to validate its
term, even more so in a time which, like the present, has no point of rest, but it is in
constant transformation.
Introducción
Si el conocimiento científico es un proceso inacabado y, por tanto, es objeto de
revisión y producción constante, la utilidad de los métodos y la metodología tienen que
revisarse de manera regular, con el propósito de validar su eficacia. Los desafíos de la
investigación científica exigen que tanto los métodos como la metodología sean
entendidos y asumidos como herramientas útiles que permiten el abordaje, la
comprensión y la argumentación de los problemas de estudio.
Una regla básica del trabajo de investigación científica es la nitidez que debe haber por
cada uno de los instrumentos que se utilizan para llevarla a cabo con base en su
importancia y complejidad. Desde esta perspectiva, la distinción oportuna de ambos
conceptos abona a favor de un aprendizaje más eficiente. Resolver este aspecto desde
la formación inicial de la enseñanza universitaria, contribuye a un desenvolvimiento
más creativo y ordenado sobre lo que son las premisas de la investigación científica.
Este hecho define el alcance del conocimiento científico para que no sea entendido de
manera enciclopédica, sino que se orienta a generar utilidad aplicada. Es la sociedad
industrial el punto de partida para ubicar el sentido moderno del conocimiento
científico. Las explicaciones sobrenaturales no tienen lugar en el mundo de la ciencia
moderna, tampoco las explicaciones de la patrística, menos los fundamentos
escolásticos.
La visión laica y secular del mundo influye en su concepción, con lo cual tiene que
comprenderse en razón de sus condiciones de vida. Esto implica que la categoría
realidad objetiva se construye para trabajar de manera explicativa los acontecimientos
y fenómenos que interesan a quienes utilizan la reflexión metódica para formular
preguntas, hipótesis y argumentos.
La naturaleza del conocimiento científico tiene como ángulo la explicación causal de los
problemas que se definen como objeto de estudio. Trabajar con problemas denota no
sólo el interés, sino la curiosidad fundada para esclarecer el significado de los factores
que concurren en el advenimiento de los problemas. Por tanto, no hay camino más
idóneo que pensar en términos científicos lo que se define como materia de estudio y
análisis.
Por tanto, hay elementos para considerar que el conocimiento científico es fruto de un
trabajo complejo que tiene como base el desarrollo de la investigación, así como la
pericia en el uso de la herramienta que permite su producción y reproducción. En este
caso, los atributos del conocimiento científico están dados por:
Es importante destacar que los hechos que se definen como problemas forman parte
de los marcos valorativos que trabajan quienes están interesados en el trabajo de
investigación. En este sentido, el conocimiento científico no es fruto del "espíritu
universal", como diría Federico Hegel (Luhmann, 2009: 12),2 sino de condiciones
objetivas de vida, en las cuales hay personas, comunidades y organizaciones
interesadas en trabajar con sentido metódico aspectos de la realidad objetiva.
Por eso, otra faceta del conocimiento científico es que exige trabajar con analogías,
inferencias, presuposiciones y conclusiones, a fin de estructurar de manera lógica tanto
la definición como la fundamentación de los problemas. No menos importante es
destacar que la definición y solución de los problemas implica tener una concepción
específica de la realidad. En este caso y desde la óptica del conocimiento científico, los
problemas que se estudian y analizan son elaboraciones humanas, son construcciones
sociales que fundamentan ciertas concepciones particulares de la realidad. Por eso el
conocimiento científico no encaja con aprioris, prenociones o imágenes visuales.
Implica también el uso de axiomas y teoremas para dar paso al razonamiento
elaborado con fines de prescripciones en alguna disciplina.
Esto implica que hay combinaciones múltiples para trabajar con el conocimiento
científico sobre la base de valoraciones que permiten su construcción social, entendida
como un recurso heurístico que producen los autores que tienen motivación e interés
para trabajar con algún segmento de la realidad. Esto significa que un problema es una
construcción artificial sobre ciertos acontecimientos o situaciones que despiertan
interés para darles tratamiento conceptual y metódico.
La aplicación del método no depende de sí mismo, sino del sujeto cognoscente, el cual
con su libertad valorativa elige el objeto de estudio a investigar, selecciona el sistema
de conceptos a trabajar y estructura el modo en que habrá de llevar a cabo la
investigación.
La aplicación del método implica una actitud reflexiva, que permita incursionar de un
modo o de otro por la senda del trabajo de investigación. La aplicación del método
responde a la necesidad de organizar segmentos de la realidad con sentido lógico y
explicativo para esclarecer dudas, preguntas e hipótesis.
En este sentido, la aplicación del método responde más a la visión de arte por cuanto
que implica pericia para dominar el sistema de procedimientos que los sustentan y que
se han de aplicar en el ámbito del conocimiento teórico y aplicado. Si el método es una
vía para la aprehensión de la realidad, implica por tanto trabajar de manera
sistematizada, a fin de que el problema estudiado sea comprendido en su contexto,
actores, procesos, tiempos y consecuencias.
Así, indagar, descubrir y argumentar, son actividades que se logra cumplir con el uso
del método, lo cual implica que la búsqueda y producción del conocimiento científico no
es una tarea de obviedades, sino que es fundamental la reflexión ordenada y
conceptual para lograr penetrar en el núcleo de problemas y proceder a su explicación.
Con la utilización del método es factible trabajar no sólo con categorías normativas,
sino mediante conceptos operacionales que permiten medir hechos, situaciones o
acontecimientos que se han definido como problemas de investigación. Conectar el
ámbito normativo con el ámbito de lo empírico, es posible conseguirlo con el uso del
método.
La conexión entre pensamiento y realidad se inscribe en la visión de cómo se aplica el
método para generar el conocimiento relevante. Con el uso del método es viable
asociar los elementos conceptuales y los factuales que aluden a necesidad de trabajar
con datos empíricos.
En este sentido, hay dos maneras de situar la utilidad del método en la generación del
conocimiento científico: uno se relaciona con las cuestiones teóricas que aluden a una
orientación más abstracta y lógica, relacionada con trabajar en el plano de los
cimientos y estructura disciplinaria de un campo de estudio, pero sin tener un
acercamiento empírico con la realidad. Es el caso de las teorías que se caracterizan por
la articulación ordenada de proposiciones universales que tienen valor explicativo y
predictivo.
Otra se relaciona con la producción del conocimiento empírico que se origina no sólo
en una parte de la realidad, sino también considerando la experiencia del sujeto
cognoscente para trabajar con hechos o situaciones factuales. En este caso, los datos
que se producen fortalecen la visión normativa de un problema de estudio y logran, a
la vez, producir evidencias a través de reglas y procedimientos que permiten la captura
de la información relevante que después da lugar a la construcción de los argumentos.
El nexo entre la visión normativa y la visión empírica es fundamental en el
conocimiento científico moderno, lo cual indica que la aplicación del conocimiento para
atender y solucionar problemas es parte de logros que se consiguen con la utilización
del método.
1. Definir problemas.4
3. Formular hipótesis.
Sin embargo, no existe un solo método para hacer trabajo de investigación, sino una
pluralidad de métodos que se localizan en cada campo del saber científico.
Las propiedades del método científico se destacan porque las tienen los demás
métodos, pero no implica que exista un solo método para hacer investigación teórica e
investigación aplicada.5 Algunas propiedades del método como herramienta orientada a
la investigación son:
1. Analizar y explicar las relaciones causales de los problemas definidos como objetos
de estudio.
La utilización del método tiene, además, dos implicaciones: una relacionada con el
valor de la investigación y otra con la calidad del producto obtenido. La parte de valor
se relaciona con las preferencias, elección y selección de los aspectos que a juicio del
sujeto cognoscente, tiene el objeto de estudio que es el motivo de la investigación. La
parte de calidad alude al grado de coherencia y sistematización que el sujeto
cognoscente logra con la articulación de los elementos normativos y empíricos.
La parte de valor, así como la parte de calidad, dan cuenta de que el uso del método
también responde a las pericias que el sujeto cognoscente tiene para incursionar en el
trabajo de investigación. De este modo, el método es una herramienta que aprueba
indagar, analizar y producir el conocimiento relevante que permite llenar vacíos
conceptuales, realizar aportaciones, refutar teorías, contrastar hipótesis, descubrir
falacias, superar límites determinados de conocimiento y avanzar por la senda de
nuevas líneas de investigación.
Conviene recordar que los métodos de investigación definen axiomas, teoremas, leyes
y reglas de cálculo para garantizar el rigor científico y la eficacia de sus
planteamientos. Tanto el rigor como el trabajo de fondo que deben garantizar los
métodos, son parte esencial de lo que evalúa la metodología. Ésta desarrolla
planteamientos filosóficos que tienen como objeto revisar la fortaleza de los
fundamentos de cada método, así como la estructuración de los elementos que los
definen como herramientas confiables y acreditadas para llevar a cabo el trabajo de
investigación.
En la medida que los métodos tienen mayor grado de aplicación, en esa medida es
factible conocer su fortaleza o debilidad, debido a que ingresan de manera constante a
los desafíos de la investigación, terreno en el cual no hay verdades absolutas,8 ni
relativas, sino hipótesis que se pueden formular y reformular de manera constante.
Son las comunidades académicas y profesionales las que hacen uso recurrente de los
métodos de investigación, motivo por el cual son las que destacan formas de
evaluación recurrente al analizar su eficacia y alcance.
La prueba más desafiante para los métodos de investigación consiste en el modo que
logran descubrir las propiedades de los problemas de investigación, aportar nuevos
elementos de análisis y en lograr sobrevivir a los retos que a cada momento enfrentan
en el trabajo de investigación. Por eso los métodos son el objeto de estudio de la
metodología, lo cual implica valoración filosófica por cuanto al rigor que deben tener y
la capacidad que tienen para llevar a cabo el abordaje de la realidad. El rigor de los
métodos depende del modo en que se estructura su contenido, es decir, si están
orientados a describir, analizar, interpretar, medir y argumentar. Cada una de estas
facetas que están integradas a los métodos, es la materia central del análisis que la
metodología lleva a cabo para corroborar o no su eficacia.
3. Pluralidad de métodos
1. El positivismo.
2. El racionalismo crítico.
3. Falsacionismo.
4. Comparativo.
5. Estructural.
6. Funcionalismo.
3.1 Positivismo
Se origina con el advenimiento de la sociedad industrial desde finales del siglo XVII y
postula que los hechos son el núcleo para llevar a cabo el trabajo de investigación. Su
alcance se orienta a la observación y análisis de los hechos, a su carácter mensurable
y a la explicación que tiene como base la demostración de las hipótesis. Se caracteriza
por superar las formas sustanciales —causas finales del universo— y metafísicas del
conocimiento y por optar por la aportación de elementos empíricos para disolver la
visión de que el mundo se puede explicar de una manera abstracta, así como
especulativa.
El positivismo invoca los hechos como elementos de la realidad factual y sobre esa
base se construye no sólo el conocimiento teórico, sino el empírico. Una regla básica
del positivismo es la separación entre juicios de hecho —comprensión de los hechos a
través de conceptos empíricos y operacionales— y juicios de valor —compresión del
mundo en razón de ideologías y posturas teóricas— para evitar que se pierda la
objetividad y neutralidad en el tratamiento de los hechos sociales con fundamento en
la unidad metodológica.
Ante la postura del positivismo que proclama la certeza del conocimiento científico, así
como la postura de que los filósofos se hablen a sí mismos, un exponente del
racionalismo crítico, como lo es Karl R. Popper, destaca que en el conocimiento
científico lo importante es la comprensión de la lógica del conocimiento, lo cual implica
destacar cómo se conoce y qué se conoce. Tiene como razonamiento que el mundo
existe con independencia de nuestras subjetividades, que los conocimientos son
medios para comprender el mundo, que el mundo no se puede comprender
subjetivamente, y que la realidad es el objeto de estudio que debe comprenderse a
través de conjeturas y refutaciones.
3.3 Falsacionismo
3.5 Estructuralismo
En este caso hay un proceso en el cual las comunidades lingüísticas son las que crean
el significado de los conceptos. Los puntos centrales del estructuralismo son:
2. Los significados no están dados, sino que son creación de lenguajes específicos; hay
significados flotantes —ausencia de significados determinados, según Levis Strauss—
hasta llegar a los significados de los cosas.
3. Los individuos están supeditados a la estructuras y sólo con el uso del lenguaje va
generando su propia subjetividad.
4. La totalidad de las estructuras es más importante que la suma de individuos y sus
partes.
6. La validez del estructuralismo trasciende las culturas y se aplica a todos los órdenes
simbólicos.
Por otra parte, un aporte del posestructuralismo aplicado a las ciencias sociales, es que
no parte de la dicotomía tradición-modernidad para estudiar la importancia del tiempo
en la sociedad, sino que investiga huellas, antecedentes, intercontextualidades, así
como inferencias históricas para llevar a cabo la comprensión de los fenómenos
sociales, políticos, culturales.
3.6 Funcionalismo
La idea de unidad funcional que Emile Durkheim acuña en Las reglas del método
sociológico de 1895, es retomado por el sociólogo norteamericano Talcott Parsons en
su obra de 1937, La estructura de la acción social, en la cual utiliza el concepto de
función sobre cuatro ejes:
2. Obtención de fines que están a cargo de la política y las instituciones que regulan el
orden establecido.
En este caso, una aportación más de Luhmann consiste en que utiliza el concepto
sistema cuando se refiere a entidades que tienen la capacidad entre lo que es su
identidad y lo que corresponde a su entorno. Su visión de función se refiere a que se
integra por relaciones variables intercambiables, lo cual implica que no hay funciones
lineales en los sistemas, sino funciones distintas que tienen como objetivo cumplir
tareas enlazadas, pero variables e intercambiables, es decir, un sistema social cumple
tareas equivalentes que convergen en su funcionamiento estructural.
En sus propias palabras, "un sistema social no está fijado rígidamente [...] un orden
social puede sufrir profundos cambios estructurales sin abandonar su identidad y su
existencia continua" (Luhmann, 1973: 29-30). Es fundamental en su visión que los
sistemas son medios para reducir la complejidad del mundo por cuanto a los
instrumentos y dispositivos que aplican para definir y solucionar los problemas
sociales, con lo cual diserta sobre el significado del método funcional en la teoría de los
sistemas.
1. La acción pública.
2. El constructivismo.
Lo medular en este caso es que los gobiernos tienen límites de atención y de los
recursos que disponen para cumplir con las tareas colectivas. Y por otra parte, los
grupos de la sociedad contemporánea no están dispuestos a ceder espacios de
libertad, acción y gestión a los Estados que otrora saturan la propia sociedad con
políticas de corte intervencionista. Con el enfoque de la acción pública es posible
identificar que la tarea de gobernar12 y administrar necesita la participación de los
grupos organizados de la sociedad, para evitar la formación de monopolios públicos a
cargo de la autoridad y que, por tanto, limitan los movimientos de la sociedad en la
consecución de las metas colectivas.
4.2 Constructivismo
Las estructuras del mundo de la vida juegan un papel básico en la nueva visión
metodológica de las ciencias sociales, desde el momento en que es posible elaborar
formulaciones que permitan llevar a cabo la interpretación de la realidad fenoménica.
La aportación de Schütz consiste en que destaca, para llevar a cabo la construcción del
conocimiento, analizar la importancia del sentido de la vida, así como en la forma de
construir el conocimiento, además de que abre la posibilidad de la interpretación
subjetiva que toma en cuenta el problema, el significado, las situaciones biográficas, el
acervo del conocimiento, los modos de razonamiento de la vida cotidiana, la diversidad
motivacional y el lugar del otros (Retamozo, 2012: 381).
La utilidad del construccionismo en el ámbito de lo social ha tenido contribuciones para
comprender el discurso en las políticas públicas. Éstas no tienen carácter no sólo
instrumental, sino que son parte del mundo de la vida desde el momento en que se
relacionan con actores, contextos, problemas y soluciones públicas en las cuales
concurren grupos, movimientos y organizaciones que han estructurado con la acción
conjunta, una visión intersubjetiva que se identifica con la definición y solución de los
problemas colectivos.
Por lo tanto, se enfatiza que la acción que denota comportamientos tiene su origen en
interacciones que se alimentan con la comprensión de cómo funciona la mente para
entender preferencias, valores, motivaciones, (Elster, 2010; 93), las creencias y los
deseos. Así, explica que la acción social no sólo es producto de la conducta racional de
los sujetos, sino que hay elementos subjetivos que influyen en las diversas
manifestaciones de las personas y grupos en la sociedad moderna, que explican
también puntos como el interés, la pasión y la razón (Elster, 2010: 96), que mueven
las conductas sociales con base en la acción colectiva (Elster, 2010: 425).
Las palabras y las acciones se explican no de manera abstracta, sino con fundamento
en su valor social y cultural. La importancia de la experiencia es fundamental para
situar la importancia del lenguaje, su interpretación y los significados que se derivan
con el concurso de los conceptos (Koselleck, 2006: 29). La aplicación de éstos para
llevar a cabo la integración de experiencias da otro sentido a las cuestiones del análisis
de la realidad social. Los conceptos se conectan con el estado de cosas que captan y
explican.
El modo de relacionar los conceptos con el estado de cosas es a través de la historia
conceptual. De ahí la importancia de la semántica para la comprensión de los
lenguajes que se forman para explicar el sentido de los fenómenos.
Conclusión