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Justificacion
Justificacion
Justificacion
Strong define así la justificación: "Es el acto judicial de Dios, por el que, en
virtud de la obra de Cristo, al que el pecador está unido por fe, Dios declara
que el pecador ya no está expuesto a la pena que la Ley sanciona, sino que lo
restaura a su favor y amistad." Por tanto, la justificación consiste en declarar
justo al pecador, imputándole Dios la justicia de Cristo.´
Terminología bíblica
El Antiguo Testamento nos ofrece los vocablos "tsadeq" ser justo; "tsideq" =
hacer justo, declarar inocente; "hitsdiq" = declarar justo, absolver; "tsedeq" =
justicia; "tsadoq" = justo. La raíz "tsdq" implica siempre que existe una
declaración judicial de que la posición de una persona está en armonía con las
demandas de la Ley. Éxodo. 23: 7; Deuteronomio. 25:1; Isaías. 5:23;
Proverbios. 17:15). En el Nuevo Testamento encontramos los vocablos "dikaió"
= justificar; "dikáioma" y "dikáiosis" = justificación. Estos términos griegos
comportan el mismo sentido legal o judicial que los vocablos hebreos antes
citados.
Elementos de la justificación´
NATURALEZA DE LA JUSTIFICACIÓN
Pero, ¿cómo puede Dios declarar justo al impío? Volvamos a Proverbios. 17:
15: "El que justifica al impío, y el que condena al justo, ambos son abominación
a Jehová." Comparemos el comienzo de este versículo con romanos. 4: 5: "al
que no obra, sino cree en EL QUE JUSTIFICA AL IMPÍO su fe le es contada
por justicia". ¿Cómo puede ser un mismo acto "abominación" en Proverbios.
17: 15, y un acto del Dios infinitamente santo en romanos. 4:5? ¿Cómo puede
Dios en este acto "manifestar su justicia, a fin de que Él sea el justo, y el que
justifica al que es de la fe de Jesús" (Romanos 3: 26)
Pero, ¿cómo puede dar Dios libremente "el don de la justicia" faltando a la
justicia? Aquí entra de lleno el misterio de nuestra redención. La justicia de
Dios da un fallo justo, descargando su castigo sobre el pecador y su perdón
sobre el creyente, porque se ha realizado una sustitución: Jesucristo "fue
herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de
nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados... Jehová
cargó en él el pecado de todos nosotros" (Isaías. 53:5,6, comp. con 2.a
Corintios 5:21).
Por eso dice Pablo que "por la justicia de uno, vino a todos los hombres la
justificación de vida...; por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos
justos" (Romanos. 5:18,19). Por tanto, la justificación del impío es un acto
constitutivo, por el que la justicia de Cristo (que llenó todos los requisitos de la
Ley, al cumplirla exactamente, y al sufrir sobre Sí la maldición que la Ley
impone a los transgresores) nos es imputada en virtud de la sustitución
(pactada en el seno de la Trinidad) por la cual el Jesucristo justo (1.a Juan. 2:
1) tomó sobre sus espaldas nuestros pecados, para que nosotros fuésemos
gratuitamente revestidos de Su justicia (. Isaías. 45: 24,25; 56: 17; Romanos. 8:
33).