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Conflictos Quellaveco Tia Maria

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Identificación, justificación y aplicación

de algunas estrategias para enfrentar


conflictos sociales en industrias extractivas

Item Type info:eu-repo/semantics/bachelorThesis

Authors Cabrera Cigaran, Alejandro Leopoldo Jesús; Ortíz Parra, Cynthia


Aracelli; Urrutia Rojo, César Alberto

Citation Profesional, T. D. E. S., Cigaran, C., Jesús, A. L., Parra,


O., Aracelli, C., Rojo, U., … Stella, T. (2016). Identificación,
justificación y aplicación de algunas estrategias para enfrentar
conflictos sociales en industrias extractivas. Universidad
Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC). Retrieved from http://
hdl.handle.net/10757/621535

Publisher Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC)

Rights info:eu-repo/semantics/openAccess

Download date 17/11/2020 03:28:07

Item License http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/

Link to Item http://hdl.handle.net/10757/621535


UNIVERSIDAD PERUANA DE CIENCIAS APLICADAS

Facultad de Negocios

Área Académica de Administración

IDENTIFICACIÓN, JUSTIFICACIÓN Y APLICACIÓN


DE ALGUNAS ESTRATEGIAS PARA ENFRENTAR
CONFLICTOS SOCIALES EN INDUSTRIAS
EXTRACTIVAS

TRABAJO DE SUFICIENCIA PROFESIONAL

para optar al Título de Licenciado en Administración


Presentado por los Bachilleres
Cabrera Cigaran, Alejandro Leopoldo Jesús
Ortiz Parra, Cynthia Aracelli
Urrutia Rojo, César Alberto
Asesora:
Prof. Mera Gómez, Teresa Stella

Lima, Noviembre de 2016.


Resumen

En el presente trabajo se analiza la importancia de una estrategia comunicacional como parte de la


resolución de conflictos sociales en la industria minera, para esto se emplean dos casos de
conflictos mineros en el Perú, el caso de la minera AngloAmerican con el proyecto Quellaveco
ubicado en el departamento de Moquegua, el cual es un caso de éxito y el caso de la minera
Southern Copper Perú con proyecto Tía María ubicado en el departamento de Arequipa, el cual
aún no ha sido resuelto. Para esto nos enfocamos en la importancia de la preparación previa e
investigación de los involucrados, así como el rol del Estado como nexo entre la empresa extractiva
y la comunidad. También identificamos cuales son los participantes externos, evaluando su
impacto en el manejo del desarrollo de estas negociaciones. Abordamos temas de negociación y
comunicación, donde un factor clave es el enfoque que se le da al diálogo entre las partes
involucradas.

En el desarrollo evidenciamos como en el caso Quellaveco el gobierno regional encabezado por el


gobernador Martin Vizcarra, asumió una posición muy abierta y se involucró de lleno en la
solución del conflicto implantando una mesa de diálogo con un enfoque participativo, pudiendo
entablar negociaciones colaborativas con la comunidad logrando establecer múltiples acuerdos de
beneficio mutuo. Caso contrario en Tía María, donde aún a la fecha solo se utilizan mesas
informativas para apaciguar el conflicto sin llegar a concretar acuerdos con los pobladores quienes
siguen oponiéndose a la realización del proyecto y acrecentando la intensidad del conflicto y sus
consecuencias.

Palabras claves: Minería, conflictos sociales, comunicación, negociación, mesa de diálogo, Estado,
industria extractiva.
Abstract

This present work analyzes the importance of a communication strategy as part of the resolution
of social conflicts in the mining industry. We used two cases of mining conflicts in Peru, the first
one is the case of the AngloAmerican mining company with the Quellaveco project located in the
department of Moquegua, which is a case of success and the second one is the case of Southern
Copper Peru with the mining project Tía Maria, located in the department of Arequipa, which has
not been resolved yet. For this, we focus on the importance of previous preparation and
investigation of the negotiators, as well as the role of the state as a link between the extractive
industry and the community. We also identify the external participants, evaluating the impact they
have in the development of these negotiations. We bring under discussion, negotiation and
communication where a key factor is the approach that is given to dialogue between the parties
involved.

In the development, we show how in the case of Quellaveco, the regional government headed by
Governor Martin Vizcarra, assumed a very open position and became fully involved in the solution
of the conflict by establishing a dialogue table with a participatory approach, being able to engage
in collaborative negotiations with the community in order to get multiple beneficial agreements.
Otherwise, Tía Maria is only using for the moment information tables in order to decrease the
conflict without reaching agreement with the people who continue to oppose the project and
increase the intensity of the conflict and its consequences.

Keywords: Mining, social conflicts, communication, negotiation, dialogue table, state, extractive
industry.
Tabla de contenido

Resumen.......................................................................................................................................... 2
Abstract ........................................................................................................................................... 3
Introducción .................................................................................................................................... 5
Capítulo I. Marco Teórico............................................................................................................... 6
1.1. El conflicto ........................................................................................................................... 6
1.2. La negociación ..................................................................................................................... 9
1.3. La comunicación ................................................................................................................ 13
Capítulo II. Plan de Investigación ................................................................................................. 18
2.1. El problema ........................................................................................................................ 18
2.2. Hipótesis ............................................................................................................................ 19
2.3. Objetivos ............................................................................................................................ 20
2.3.1. Objetivo General ......................................................................................................... 20
2.3.2. Objetivos Específicos.................................................................................................. 21
Capítulo III. Metodología ............................................................................................................. 22
Capítulo IV. Desarrollo................................................................................................................. 24
4.1 Caso Quellaveco ................................................................................................................. 24
4.2 Caso Tía María .................................................................................................................... 29
Capítulo V. Análisis ..................................................................................................................... 33
Capítulo VI. Conclusiones y recomendaciones ............................................................................ 39
6.1 Conclusiones ....................................................................................................................... 39
6.2 Recomendaciones ............................................................................................................... 40
Referencias.................................................................................................................................... 41
Introducción

El Perú es un país en donde la industria minera mueve millones de dólares anuales y es una de las
principales variables para lograr un año con crecimiento sostenido económicamente hablando. El
crecimiento constante de nuestra economía durante la década del 2000 se debió en gran parte al
buen momento que se vivía mundialmente con los precios de los metales y a las grandes
inversiones que se habían dado en esta industria en nuestro país. Sin embargo, debido a la
diversidad que tiene nuestro país, iniciar una operación minera en el Perú no es lo mismo que
iniciar operaciones en cualquier otra parte del mundo. El Perú es un país diverso en múltiples
aspectos, lo que puede influir de diferentes maneras en una industria como la minería.

Durante los últimos años se ha comentado mucho como es que diversos proyectos mineros se han
visto paralizados y/o incluso otros no han llegado a ver la luz ni a desarrollarse en nuestro país.
Sin duda, estos últimos casos se deben a conflictos que han ocurrido entre las empresas extractivas
y las comunidades donde se desarrollarían estos proyectos.

De esta manera, el presente trabajo busca evaluar el manejo de conflictos sociales en la industria
extractiva minera a través de una negociación alturada y acorde a lo que demanda cada postura.
Para ello, se analizarán 2 casos: El de Quellaveco en Moquegua como caso de éxito y el de Tía
María en Arequipa como caso de fracaso.

La finalidad del presente trabajo es demostrar como un correcto plan comunicacional que involucre
a la empresa, el Estado, la comunidad y a su vez llegue adecuadamente a los participantes externos
puede marcar la diferencia en este tipo de conflictos y llevar satisfactoriamente una negociación
en la que ambas partes se vean beneficiadas y finalmente, sea nuestro país el único ganador.
Capítulo I. Marco Teórico

1.1. El conflicto
El Perú es uno de los 17 países considerados como megadiversos a nivel global (“Proexpansión”,
2015), entre los motivos que nos otorgan este reconocimiento encontramos nuestra diversidad
cultural y nuestra riqueza en recursos naturales, esto nos hace un país atractivo para las inversiones
de capital extranjero. Sin embargo, al combinar el interés de las empresas en explotar nuestros
recursos naturales para generar un crecimiento económico mutuo y las ideologías culturales de las
comunidades que habitan en el interior de nuestro país nacen los conflictos.

Para poder ahondar en su clasificación, niveles, elementos y características, primero debemos de


tener claro qué es un conflicto.

Los conflictos se pueden definir como un marcado desacuerdo u oposición de


intereses, ideas y demás e incluyen la divergencia de interés percibida, o la noción
de que las aspiraciones actuales de las partes no se pueden lograr al mismo tiempo.
Los conflictos son el resultado de la interacción de personas interdependientes que
perciben metas incompatibles o interfieren entre sí en la consecución de estas metas
(Lewicky, Barry y Saunder, 2008, p.17).

En otras palabras, los conflictos son situaciones en las cuales las personas buscan satisfacer
necesidades u objetivos dependiendo de la conducta que adopten mutuamente.

Los conflictos se pueden clasificar en funcionales o disfuncionales, funcionales son aquellos en


los cuales la confrontación de ambas partes se basa en obtener beneficios mutuos, mientras que los
disfuncionales son la confrontación de individuos que obstaculiza el desempeño del grupo. Para
casos de conflictos sociales en industrias extractivas podemos encontrar ambas clasificaciones en
su mayoría disfuncionales, esto debido a la falta de entendimiento de las empresas inversoras sobre
la realidad peruana y al sentido proteccionista de las comunidades, las cuales están desconectadas
del mundo globalizado y se enfocan en realizar actividades económicas de subsistencia. La
ausencia del Estado en las zonas donde se operan los proyectos mineros y la falta de un marco que
regularice el proyecto aumenta el reto de la empresa al entablar relación con las comunidades
(Mory, 2007). Sin embargo, existen casos de éxito en los cuales se han podido evidenciar conflictos
funcionales gracias a una estrategia previa bien definida por parte de las empresas con bases en la
comunicación, el crecimiento mutuo y a la perspectiva de las comunidades de aceptar un cambio
en su status-quo.

Una forma de poder entender los conflictos es reconociendo sus niveles, los cuales se identifican
en cuatro categorías. El conflicto intrapersonal o intrapsiquico es aquel donde los conflictos
ocurren en el interior de una persona, ya sea por sus ideas, pensamientos, valores o emociones. El
conflicto interpersonal es aquel que se da entre las personas en un ámbito laboral, familiar o amical.
El tercer nivel de conflicto es el intragrupo, el cual ocurre entre los individuos que conforman un
grupo, puede ser de trabajo, familias, vecinales, entre otros. Por último, el cuarto nivel de conflicto
es el intergrupo, es el conflicto que ocurre entre grupos u organizaciones, siendo el más complicado
por la cantidad de participantes y formas de interacción (Lewicky et al., 2008).

Los conflictos que ocurren entre las empresas del sector minero y las comunidades son claramente
del nivel intergrupo debido a su complejidad por el número de intereses a negociar y a que abordan
temas como la demanda de recursos naturales, desarrollo socioeconómico y creación de políticas
reguladoras para su implementación. Tal es el caso de Las Bambas, donde las comunidades
formaron rondas campesinas para demandar más beneficios y mejores oportunidades laborales a
través de la organización de paros y movilizaciones contra la empresa Xstrata. Luego de varios
días de movilización el gobierno intervino estableciendo una mesa de diálogo con la cual la
empresa accedió a varias demandas, cesando las movilizaciones (Damonte y Glave, 2016).

Según Lewicky, et al. (2008) hay ciertos elementos que contribuyen a la imagen destructiva de un
conflicto provocando que no se llegue a un acuerdo exitoso. La percepción errónea de los
participantes es uno de ellos, cuando no se llega a un acuerdo entre la comunidad y la empresa
privada o no se tiene una estrategia de inversión y extracción minera clara, el conflicto se
intensifica haciendo que los pobladores perciban el proyecto como algo que va en contra de su
comunidad y que en lugar de mejorarla solo representa un medio para la generación de riqueza de
la contraparte, un ejemplo es el caso de La Oroya donde el dueño de la fundición ha construido
una mansión, mientras que niños y adultos mueren prematuramente en las comunidades afectadas
por el proyecto (Bebbington, Hinojosa, Bebbington, Burneo y Warnaars, 2009) . Otro elemento es
la disminución de la comunicación, este resalta cuando una empresa inversora no tiene una
estrategia comunicacional clara y objetiva; es decir, no da el tiempo y espacio suficiente para hacer
entender el proyecto a la población local. Existen muchas variables que deben conocerse antes de
iniciar operaciones, entre las más importantes están el monto y la cantidad de programas de
inversión, el cómo van a realizarse y de qué manera beneficiarán a sus stakeholders, la política de
responsabilidad social de la empresa y estándares que cumple a nivel nacional e internacional, el
tiempo que llevará a cabo la explotación minera y su nivel de productividad, la visión y misión de
la empresa para conocer el grado de compromiso que esta tiene con la población. Todo esto
enmarcado en un contexto de acceso pleno y transparente a la información para todos los
participantes mediante herramientas masivas y personales, para lograr metas evaluables,
cuantificables y altamente beneficiosas para todos los actores involucrados. La emocionalidad se
da cuando los actores se sienten frustrados, enojados y/o ansiosos; en el caso de conflictos mineros,
el que la empresa atente contra la salud de los pobladores, impacte en el desarrollo de sus
actividades productivas o realice el uso inadecuado de sus recursos puede causar emociones
destructivas que levanten de manera violenta a la población con protestas y paros. Un ejemplo es
el caso de la paralización de 24 horas en contra de las mineras Aruntani SAC y Ciemsa Águilas,
donde los pobladores de Ocuviri y Llalli en Puno acataron un paro preventivo de 24 horas debido
a la inoperancia de las autoridades competentes en relación a los temas de contaminación que
afectaban la ganadería y el sector hídrico del lugar (La República, 2016).

Muchas veces los conflictos se complican por la actitud que toman los involucrados frente a este,
ocasionando que sus intereses u objetivos sean alcanzados o no. Según el modelo de Blake y
Morton, las actitudes frente a un conflicto, bajo el grado de preocupación sobre los resultados
personales y de la contraparte se sintetizan en cinco categorías: competir, colaborar, evitar, ceder
y comprometerse (Flint, 2001). Podemos encontrar un ejemplo en el caso de la minera Las Bambas
realizada por la empresa MMG, donde se observa la actitud de colaborar, ambas partes trabajan
conjuntamente para maximizar las ganancias de la comunidad y la empresa. Para la empresa es
muy importante la participación activa de las comunidades, lo cual les permite un desarrollo
sostenible del proyecto; para esto aplican diversos proyectos sociales enfocados a la salud,
educación, infraestructura vial y comunicaciones, cuidado medioambiental y proyectos de
reasentamiento. Otro caso es la acción de la minera Yanacocha en promover la creación de
organismos locales de promoción social para que actúen como contraparte, esto aporta a mejorar
las relaciones entre la empresa y la comunidad (Mory, 2007). Un ejemplo de otra categoría es el
caso de Tía María con la minera Southern Copper Perú donde se presentó una actitud de evitar, ya
que se anunció por radio la cancelación de las actividades como consecuencia del rechazo de la
comunidad, señalando que existía un nuevo tipo de terrorismo, el terrorismo anti minero y de la
ineficacia del Estado por promover la inversión minera y dar las garantías necesarias; sin embargo,
horas después se comunicó que el mensaje fue una falsa alarma y que se quedarían en el país
(Rppc, 2015).

1.2. La negociación
Para poder resolver un conflicto se realiza una negociación, la cual es un proceso donde intervienen
dos o más partes enfrentadas en busca de conseguir una situación aceptable para ambas que permita
crear, mantener y desarrollar una relación (Llamazares, 2011). Sin embargo, una negociación
puede ser exitosa o no, dependiendo de su planificación, desarrollo y actitudes de las partes, las
cuales pueden llegar a un acuerdo satisfactorio o pueden optar por retirarse y no alcanzar ningún
beneficio. Para poder alcanzar un resultado óptimo se considera que la negociación debe de
desarrollarse a través de un proceso de etapas, según Llamazares (2011), se consideran seis etapas,
la primera de ellas es la toma de contacto donde se identifica los involucrados claves y se busca
concretar algún acercamiento, la segunda es la preparación donde se realiza todo el trabajo
informativo, selección de estrategias y posiciones, la planificación y los objetivos. La tercera etapa
es el encuentro donde las partes se conocen y buscan un clima de confianza antes de empezar a
negociar, la cuarta etapa es la propuesta donde una de las partes inicia la negociación, la quinta
etapa es la discusión donde se utilizan las tácticas de negociación para alcanzar objetivos, por
último la sexta etapa es el cierre donde se busca llegar a un acuerdo o abandonar la negociación e
indicar las conclusiones, si fuera el caso. Todas estas etapas deben de ser identificadas por el
negociador adaptándolas a cada situación para poder tener un mayor orden y control de la
negociación, de tal manera que se puedan evaluar los temas importantes y realizar un seguimiento
a los acuerdos.

Existen dos tipos de negociación, la distributiva y la integrativa; la primera de ellas también


conocida como suma cero es aquella donde el beneficio de una de las partes significa una pérdida
inmediata para la otra; ya que cada involucrado busca maximizar su beneficio propio (Flint, 2001).
Un ejemplo puede ser una negociación para cerrar un acuerdo de compra– venta de un producto
entre dos empresas, donde ambas partes negocian un tema único bajo un rango negociable de
manera agresiva buscando maximizar su beneficio individual, utilizando tácticas y habilidades
negociadoras, es un proceso competitivo en el cual se ceden algunos intereses para conseguir otros
pudiendo llegar a coincidir en un equilibrio en la brecha de lo negociado o alcanzar un menor o
mayor beneficio frente a la contraparte. Por otro lado, el segundo tipo de negociación se caracteriza
por la construcción de intereses comunes, generando valor para ambas partes; similar a una
negociación colaborativa o ganar – ganar. Un ejemplo son las negociaciones con concesiones
mutuas, por ejemplo la venta de un producto donde se tienen temas múltiples como el precio y la
cantidad, donde ambos van de la mano, a mayor cantidad solicitada menor precio por volumen.

Por otro lado, a fin de alcanzar los objetivos trazados un negociador puede hacer uso de diversas
tácticas dependiendo de la situación y perfil de la contraparte; dichas tácticas pueden ser en algunos
casos de presión con la finalidad de disminuir el aspecto de las opciones disponibles para la
contraparte. Las ofertas altas o bajas son una de ellas, la finalidad de esta táctica se trata de lograr
que la contraparte replantee su oferta inicial, por ejemplo, si una empresa opta por brindar puestos
de trabajo puede indicar inicialmente una cantidad muy baja, provocando que la comunidad
disminuya su solicitud al no reconocer la táctica en su momento. Para poder contrarrestar dicha
situación, las partes deben de estar preparadas, conocer el rango dentro del cual pueden ceder y
alcanzar su equilibrio. Otra táctica puede ser la del tanteo, donde se solicitan concesiones pequeñas
no antes mencionadas justo en el momento donde pareciera que ya se está llegando a un acuerdo,
en busca de obtener un beneficio adicional sabiendo que esta cantidad es muy pequeña como para
echar a perder el acuerdo. Esto puede provocar que la contraparte se sienta engañada al no ser un
tema que se iba a tomar dentro del proceso de negociación, una respuesta inmediata puede ser el
preguntar si existe algún punto adicional. Dentro de una negociación también se puede aplicar la
intimidación, a fin de que la contraparte ceda en base a las emociones, los negociadores pueden
colocarse en una posición de enojo para obligar a la contraparte a aceptar una postura haciéndola
ver muy seria y sensible a negociar, provocando el efecto en la contraparte de caer en una discusión
agresiva si se trata de buscar concesiones. Esta situación se puede contrarrestar con otra táctica
conocida como el receso, con lo cual se busca que ambas partes revisen los acuerdos alcanzados
hasta dicho momento o disipar la tención generada a fin de que cuando se reinicie la negociación
se pueda empezar de otro punto (Lewicky et al., 2008).
La base del éxito en una negociación es la preparación, en esta etapa se obtiene toda la información
importante sobre la contraparte y los temas a tratar, lo que ayuda a fijar objetivos claros y plantear
estrategias de negociación y argumentos que serán utilizados para llegar a ellos (De Manuel, F,
Martinez-Vilanova, R, 2015).

El negociador debe de realizar primero la búsqueda de información para conocer a su contraparte,


identificando y analizando sus intereses y motivaciones; también debe de conocer su
posicionamiento de mercado, oferta, debilidades y autoridad para aceptar propuestas. El perfil de
la parte contraria es fundamental a la hora de negociar, se debe conocer qué forma tienen de
negociar de acuerdo a la situación a la que se van a enfrentar, pudiendo ser cooperativo o
confrontativo. Asimismo, el negociador debe de reconocer los límites máximos y mínimos de
negociación de la parte contraria, de tal manera que pueda anticiparse a las posibles ofertas (De
Manuel, F, Martinez-Vilanova, R, 2015).

Una vez que se obtenga toda la información se deben de establecer los objetivos a negociar,
catalogándolos como prioritarios, secundarios y deseables de conseguir; es importante mantener
aspiraciones altas, ya que durante el proceso de negociación estas se autoregularán. Cabe
mencionar que los objetivos son a corto plazo, cuantificables y están provistos de elementos que
permiten evidenciar en todo momento en que grado de realización se encuentran. Es necesario
cumplir con objetivos parciales para conseguir metas a mediano o largo plazo; en otras palabras,
la meta es a donde queremos llegar y los objetivos son las acciones a realizar para lograrlo (De
Manuel, F, Martinez-Vilanova, R, 2015). Pongamos como ejemplo la industria minera en Chile,
donde tienen como meta la cero fatalidad, esto consiste en reducir la cantidad de accidentes de los
trabajadores dentro de proyectos mineros; los objetivos para alcanzar dicha meta por parte de la
empresa son generar una cultura de seguridad y establecer sistemas de gestión de seguridad con
barreras duras, por parte de Sernageomin es el establecer mayor fiscalización en la aprobación y
regularización de los proyectos mineros y capacitación en seguridad de los colaboradores que se
desempeñan en la industria (Minería Chilena,2014).

Basado en las metas y objetivos, el negociador debe de escoger el tipo de planificación que utilizará
a fin de poder preparar y enfocar su negociación. Existen tres tipos de planificación, siendo la
primera, la planificación estratégica basada en alcanzar metas a largo plazo enfocadas en el plan
de negocios de la empresa; por ejemplo, el caso de la empresa Los Portales quienes ven la
adquisición de un terreno como una inversión estratégica a largo plazo para obtener beneficios
económicos. El segundo tipo es la planificación táctica, donde se establecen las tácticas de corto
alcance para conseguir los objetivos estratégicos, un claro ejemplo son las clausulas dentro de los
contratos de intermediación laboral. El tercero es la planificación administrativa, donde se
establece la operatividad de las estrategias y tácticas seleccionadas a través de procesos específicos
y la formación del equipo negociador (Flint, 2001).

Una vez que el grupo negociador tenga claro a dónde quiere llegar y cuente con la información
necesaria, debe de elaborar los argumentos que respaldaran la posición planteada; es necesario que
el interlocutor resalte las ventajas y beneficios de la opción propuesta a la contraparte. A fin de
que el equipo negociador tenga una guía con dicha información, se puede elaborar un cuadro
resumen, en el cual se indique los puntos importantes que se analizaron y la información recopilada
(De Manuel, F, Martinez-Vilanova, R, 2015).

La negociación se puede ver afectada por factores internos y externos, dentro de los factores
internos podemos encontrar la capacidad de liderazgo en el equipo negociador, algún cambio de
los integrantes del equipo y el impacto positivo o negativo del clima laboral; estos impactarán en
el desarrollo y desenvolvimiento del equipo negociador. También existen factores externos con
acciones diversas en algunos casos importantes y determinante en el desenvolvimiento de la
negociación y su desenlace. Estos cumplen roles en el desarrollo y transformación de los
conflictos, con funciones de mediación múltiple y de expresión de opiniones con estrategias y
agendas propias, por lo que difícilmente son neutrales. Un ejemplo de estos se puede encontrar en
los conflictos mineros donde aparecen agentes externos como la iglesia católica, la cual se coloca
con más claridad en una posición de apoyo y soporte de las comunidades locales en sus reclamos
por la defensa del medio ambiente. Otros actores importantes son los colectivos y/o ONG’s quienes
además de dar soporte a las acciones locales, inciden claramente en la transformación de políticas
ambientales para proponer alternativas en cada caso en particular. Finalmente, un conjunto de
actores que influye significativamente en la polarización de opiniones sobre el conflicto son los
medios de comunicación, quienes declaran tener una posición neutral, pero en realidad muestran
editoriales parcializados según los intereses de sus propietarios, las cuales intencionadamente o no
contribuyen a la polarización entre los principales agentes involucrados (De Echave, Diez, Huber,
Revesz, Lanata y Tanaka, 2009).

1.3. La comunicación
Como tercer punto debemos mencionar que para lograr superar un conflicto, como hemos venido
señalando en el capítulo anterior, se debe de llevar a cabo una negociación. La pregunta que surge
entonces es: ¿Cómo se lleva a cabo una negociación?

La respuesta a esta interrogante es muy sencilla, una negociación y su consecuente resolución del
conflicto se realizan mediante la comunicación, la cual es esencial para poder dar a conocer los
intereses, objetivos, metas y posiciones de cada una de las partes. Si los involucrados no llegan a
comunicarse y a transmitir información correcta entre ambos, es muy probable que no se llegue a
un acuerdo, por el contrario, se pueda acrecentar el conflicto, haciendo que superarlo sea
sumamente complicado.

De acuerdo a un estudio realizado donde se grabó a grupos de ejecutivos por sesenta minutos, se
encontró que más del 70% de las tácticas verbales que emplearon los participantes en el estudio,
fueron integradoras. Y que a su vez, cuando una de las partes actuaba de esta forma, por lo general
la contraparte respondía de la misma manera (Lewicky et al., 2008). Esto nos quiere decir, que las
personas nos encontramos bastante abiertas a negociar cuando escuchamos de la otra parte
situaciones que nos favorecen de alguna manera, o en su defecto situaciones que nos gusta
escuchar. Caso contrario podría ocurrir, cuando una de las partes no brinde información necesaria
y transparente, utilizando tácticas desleales en busca de sacar ventaja sobre la contraparte, esto
afectará directamente en la perspectiva, actitud, posición y respuesta del segundo participante. En
términos simples, en una negociación y su consecuente proceso comunicativo se aplica a la
perfección la Ley del Talión “Ojo por ojo, diente por diente”.

Según Lewicky et al. (2008) existen cinco categorías de comunicación que se desarrollan durante
una negociación, la primera categoría son las ofertas, contraofertas y motivos, donde salen a la luz
las preferencias de cada postor dejando en evidencia intereses y motivaciones personales que se
comunicarán de manera implícita en la negociación. Una contraparte preparada, definitivamente
capitalizará este hecho a fin de poder girar a su favor la negociación y el resultado de la misma,
logrando de esta manera superar el conflicto inicial. Para que este tipo de comunicación se
desarrolle en una negociación es importante que se den ciertos supuestos, como el proceso
dinámico e interactivo entre las partes y la influencia de los factores externos, las cuales impactaran
en la negociación generando cambios constantes a fin de llegar a un acuerdo. Pongamos como
ejemplo la negociación de una venta al exterior, el vendedor en algunos casos debe de ceder al tipo
de pago para poder lograr el ingreso a un nuevo país de destino, es decir si su preferencia inicial
era una carta de crédito podrán optar por una cobranza documentaria o transferencia interbancaria.
Por lo general, este tipo de comunicación lleva a la negociación a una conciliación segura y
beneficiosa para ambas partes.

La segunda categoría es la información acerca de las alternativas, la cual habla de la mejor


alternativa de un acuerdo negociado que puede tener cada participante, cuando una de las partes
se hace consciente de la mejor alternativa de la contraparte logra alcanzar mejores resultados. De
esta manera si una de las partes logra inducir a la contraparte mostrando que tiene una mejor opción
que generará beneficios, puede llegar a un mejor acuerdo. Esto va de la mano con la manera en la
cual se comunica, donde el negociador deberá de guiar con sutileza convenciendo a la contraparte
de que la alternativa que se le presenta le es beneficiosa, sin mostrarse de manera impositiva. El
impacto de este hecho podría lograr superar el conflicto rápidamente. Un ejemplo es la escena de
la película “Up in the Air”, donde Ryan Bringhman, eje principal en una empresa que se encarga
de despedir empleados, despide a Bob. Identificando que el motivo principal de su trabajo eran sus
hijos, Ryan influencia en su perspectiva haciéndole saber que la razón principal por la cual los
niños admiran a los atletas es debido a que ellos persiguen sus sueños. Ahí también podemos ver
como hace uso de la información recaudada en la etapa de preparación, utilizando el conocimiento
previo sobre el interés de Bob en desarrollarse como chef previo a trabajar en dicha compañía.
Preguntándole cuanto le habían pagado por abandonar sus sueños, induciéndolo a despertar
nuevamente ese interés para recuperar su alma y ver que ese despido era una gran oportunidad
para comenzar de nuevo, renacer, perseguir sus sueños y alcanzar la tan deseada admiración de
sus hijos.

La tercera categoría es la información acerca de los resultados, donde se miden las consecuencias
de comunicar los resultados que las partes consideran haber obtenido después de una ronda de
negociación, sin haber llegado a un acuerdo final. Se considera que lo mejor es ser cauteloso y
aguardar que las negociaciones lleguen a su fin antes de comunicar resultados parciales, que no
aseguran aún un desenlace para el conflicto y puedan evidenciar la dimensión de sus expectativas
para próximas negociaciones.

La cuarta categoría son las razones sociales, la cual hace referencia a la explicación de malas
noticias por una de las partes, es decir; a explicaciones que justifiquen alguna mala decisión. Dicha
comunicación puede estar orientada a las explicaciones de circunstancias atenuantes que hacen
referencia a que solo se tenía esa alternativa y no se tenía más que hacer. También a las
circunstancias de exoneración, que hacen referencia a que aunque parezca negativa la posición, en
el fondo es positiva. La última está orientada a las explicaciones de redelimitación, en donde una
molestia a corto plazo, puede ser una ganancia a largo plazo, el utilizar estas explicaciones ayuda
a poder aliviar efectos negativos dentro de la negociación (Lewicky et al., 2008).

La quinta categoría es la comunicación acerca de un proceso, este tipo de comunicación, consiste


básicamente en informar sobre el propio proceso de negociación. Realizar una especie de
introspección a los hechos que se han dado entre las partes a fin de confirmar lo que se ha hecho
bien y lo que no, con el fin de darle un giro positivo a la negociación (Lewicky et al., 2008). Las
categorías antes mencionadas se desarrollan dentro de un proceso negociador, como parte de las
diferentes etapas para poder comunicar los objetivos, la forma de llevar la negociación y alcanzar
beneficios para cada uno.

La comunicación es un factor clave en el desarrollo y solución de los conflictos, ya que es el medio


por el cual las personas se expresan de manera verbal y no verbal, según De Manuel y Martinez-
Vilanova (2015), el negociador debe de adquirir habilidades con la finalidad de poder argumentar,
persuadir, escuchar, expresar ideas con claridad y utilizar un lenguaje corporal adecuado.
Asimismo, indican que la psicología toma un lugar importante en la comunicación, por lo que
explican el proceso comunicador visto desde la perspectiva de la programación neurolingüística.
Partiendo de la premisa de que la comunicación es una representación simplificada de los
pensamientos de nuestro cerebro, existen argumentos que pueden no ser validos para nuestra
contraparte como consecuencia de los recursos que empleamos, catalogados en tres grupos. El
primero de ellos son las omisiones donde al expresar alguna idea omitimos información, lo cual
provoca que la imaginación del receptor complete la información quizás de manera errónea. Por
ejemplo, cuando las empresas mineras indican que se generaran puestos de trabajo con la ejecución
del proyecto, provocan interrogantes en la población al no especificar para quienes son los puestos
de trabajo, ya que normalmente son para personas capacitadas en el uso de maquinaria o con
conocimiento de extracción, pero no dan a entender que se están creando los puestos de trabajo
para la comunidad, quienes son los receptores del mensaje. El segundo grupo son las
generalizaciones, donde expresamos ideas sobre un grupo de manera general. Por ejemplo, cuando
las comunidades dicen que la actividad extractiva es una amenaza, basados en casos desfavorables
en diversas regiones o de otras empresas mineras las cuales no están vinculadas al proyecto
propuesto. Por último, el tercer grupo son las distorsiones las cuales generan sustitución de datos,
un ejemplo es cuando se dice que la minería no contamina, siendo ambiguo ya que las empresas
mineras cumplen con la normativa de encontrarse por debajo de los niveles de emisión regulados
por las entidades pertinentes.

Otro aspecto importante de la comunicación es el lenguaje no verbal, el cual representa el 93 por


ciento del lenguaje, si se llega a descifrar el lenguaje no verbal de las personas se podrá alcanzar
una comunicación efectiva que permita alcanzar el beneficio mutuo (Vitela, 2013). Para ello se
debe de evaluar el tono de voz, las expresiones y la postura del cuerpo, por ejemplo, el realizar un
adecuado contacto visual dependiendo de la cultura de la contraparte, permitirá transmitir
confianza, respeto e interés del negociador hacia los temas que se están tratando. También se
considera que el negociador debe de mantenerse siempre erguido, ya que el cruzar las piernas o
los brazos puede transmitirse una actitud de barrera impactando negativamente. Según Ileana
Delgado (2012) la comunicación no verbal es el punto de origen de conductas violentas y puede
ocasionar problemas, para ello se debe de prestar atención a la entonación y el volumen de voz
que se utiliza con la finalidad de no provocar una barrera en el receptor.

Por otro lado, para poder comunicar asertivamente en una negociación es importante el uso
adecuado del lenguaje, donde impactará no solo la manera en que se comuniquen los argumentos,
sino también las palabras que se utilicen, por ejemplo, hablar de manera muy técnica con las
comunidades andinas podría ser contraproducente en la intención de llegar a entendimientos.
Asimismo, debe de mantenerse el respeto y dejar de lado las frases con sarcasmo, para evitar la
emocionalidad en los involucrados.
La elección de un canal adecuado de comunicación es otro aspecto importante, la evolución
tecnológica y la mayor accesibilidad a medios de comunicación no presenciales como el teléfono,
correo electrónico, video llamadas, entre otros, ha permitido que se cree un tipo de negociación
conocida como negociación virtual, la cual nos permite convertir metafóricamente el mundo en
una plataforma plana e interconectada logrando concretar acuerdos con empresas o instituciones
establecidas en diferentes países sin necesidad de trasladarse físicamente. Una diferencia
importante que distingue una negociación frente a frente de una virtual es la capacidad de llevar y
comunicar señales sutiles al receptor. Por ello es importante la elección adecuada del canal de
negociación, dependiendo del grado de conflicto, conocimiento entre las partes y limitaciones
sociales que existan (Lewicky et al., 2008). El canal de comunicación dependerá del contexto en
el que se encuentre la negociación o conflicto, del nivel y cantidad de personas a las que se quiere
alcanzar, de la importancia del tema para la comunidad o región y del impacto que puede tener lo
que se está comunicando. De esta manera se puede comunicar a través de las páginas web, redes
sociales, noticieros, prensa escrita, mesas informativas, capacitaciones, charlas informativas,
brochures, publicaciones anuales, entre otros. En el caso de los conflictos sociales en industrias
extractivas, las empresas deben de comunicarse presencialmente con la comunidad, realizando un
trabajo previo donde se analicen las preocupaciones e intereses de ellos, además se puede hacer
uso de mesas informativas y brochures. Sin embargo, el canal más importante es una mesa de
negociación donde se traten los temas delicados y se resuelvan dudas y consultas, ante un receptor
que tiene como prioridad velar por sus bienes e intereses. La ejecución e utilización adecuada de
los canales de comunicación puede llevar a tener una resolución favorable para ambas partes,
evitando que se desate el conflicto al actuar de manera correcta y anticipada.
Capítulo II. Plan de Investigación

2.1. El problema
Las causas de un conflicto socio ambiental entre las empresas mineras y las comunidades radican
en muchos aspectos, la mayoría de ellos podrían ser controlados con anticipación si se tiene una
estrategia comunicacional dentro del plan de explotación minera. La falta de esta estrategia, hace
que la población manifieste una respuesta desfavorable desde un inicio debido a la percepción
negativa adquirida por otros casos de referencia. Lo que ocasiona el incremento del temor e
incertidumbre en los pobladores, aversión al diálogo y en el peor de los casos violencia,
agudizando el conflicto y volviéndolo inmanejable.

Entre los aspectos principales por los cuales incrementa el temor de la población encontramos el
impacto de la contaminación en la región y la afectación a la salud de sus pobladores como
consecuencia de los desechos sólidos industriales y domésticos, el consumo de energía y recursos
naturales, ruido y vibraciones, cambios directos en el hábitat natural y altos niveles de gases
tóxicos en el aire y minerales en el agua.

Las comunidades en donde se realizan las actividades extractivas se caracterizan por un


sentimiento de exclusión y discriminación, debido a que perciben la actividad minera como una
situación de enriquecimiento de terceros. Las comunidades guardan resentimiento ante empresas
extranjeras, a quienes no logran ver como un aliado en inversión y crecimiento económico para su
región. Esto se debe a que históricamente esta actividad no ha sido adecuadamente tratada por las
empresas, quienes no logran comunicar de manera oportuna, específica y transparente factores
como el ingreso del canon minero; recibiendo como respuesta protestas y paralizaciones peligrosas
y violentas.

La capacidad del Estado como gestor, regulador y velador de la actividad minera y su impacto
sobre la calidad y estándares de salud para el cuidado de los pobladores ha sido inadecuada y poco
inclusiva, generando desconfianza por parte de las comunidades, quienes cuestionan su capacidad
para defender su cultura, respetar sus derechos de propiedad, redistribuir los ingresos, promover
la inversión en salud, educación e infraestructura y respetar los estándares de política ambiental
suficientes y adecuados en cada procedimiento industrial. Cuestionando así su participación y
evitando que sea un actor constructor de confianza para su región.

No solo es cuestión de desconfianza y cuidado de la salud, sino también, protección de sus propios
intereses económicos; ya que, la minería mal regulada y controlada genera impactos negativos
sobre las actividades económicas de la región, los cuales se traducen en daños colaterales en los
sectores de agricultura, ganadería y turismo. La degradación de los recursos naturales y la pérdida
de oportunidades en generación de empleo ocasionan conflictos internos que chocan con su
capacidad productiva, generando costos económicos y mellando en la identidad social de la
comunidad.

Por los motivos expuestos, consideramos que el problema radica en la falta de una estrategia
comunicacional y trabajo previo con las comunidades y gobiernos regionales por parte de las
empresas mineras y el Estado para alcanzar una negociación exitosa con el objetivo de cambiar la
percepción de los proyectos mineros y conseguir beneficios para ambas partes.

2.2. Hipótesis
Consideramos que para poder alcanzar una negociación exitosa donde las empresas mineras y las
comunidades alcancen beneficios mutuos y se permita desarrollar la actividad extractiva sin caer
en problemas como desacuerdos, huelgas, manifestaciones, penalidades y otros puntos de
retroceso, es necesario que los involucrados hagan uso de las herramientas de negociación tales
como el investigar a fondo a la contraparte, definir metas y objetivos, establecer máximos y
mínimos de negociación, plantear estrategias de negociación, utilizar argumentos y pruebas
solidas, analizar propuestas, usar tácticas de negociación, realizar resúmenes llevando una bitácora
de pactos, considerar la inclusión de temas colaterales, buscar mantener relaciones a largo plazo y
establecer un plan de seguimiento para los acuerdos.

Asimismo, haciendo uso de las herramientas previamente mencionadas, la empresa con ayuda del
Estado deberá establecer una estrategia basada en la integración de un proyecto minero dentro del
plan de desarrollo de la región, en conjunto con una mesa de diálogo con la comunidad; pudiendo
hacer viable la ejecución de actividades extractivas y solucionar conflictos en cuanto a licencias
sociales de manera exitosa.

La empresa privada deberá desarrollar un plan de comunicación bien estructurado con información
clara, transparente y anticipada, que muestre los beneficios y alcances del proyecto a corto y largo
plazo, en coordinación con el Estado como nexo y soporte con la comunidad y cumpliendo las
normativas de la ciudad y legislaciones ambientales pertinentes en pro del crecimiento económico
y social del país y las regiones involucradas. Comunicándose de manera participativa y utilizando
el lenguaje adecuado logrará impactar de manera positiva en la calidad de vida de los pobladores,
estrechando lazos de negocios y limpiando la mala imagen de los proyectos mineros en las
comunidades regionales.

2.3. Objetivos

2.3.1. Objetivo General


El objetivo central de nuestro trabajo está basado en identificar las estrategias comunicacionales
de una negociación efectiva y productiva por parte de una empresa minera con la comunidad,
utilizando el caso de éxito del proyecto Quellaveco en Moquegua, justificando el por qué el
planteamiento de este proyecto dentro de un plan integral regional y el uso de una mesa de diálogo
con el apoyo del gobierno regional, impulsó la resolución de conflictos sociales y la generación
de beneficios mutuos; comparándolas con acciones tomadas en otros casos similares de la industria
como el del proyecto Tía María en Arequipa, el cual no ha tenido éxito hasta el momento.
Identificado diferencias para sustentar la importancia de una buena negociación y comunicación
entre las partes involucradas y especificando que puede ser replicado para lograr el éxito en la
resolución de un conflicto.
2.3.2. Objetivos Específicos

2.3.2.1 Identificar la importancia de la comunicación participativa para la solución de


conflictos socios-ambientales

2.3.2.2 Evidenciar la importancia de una política comunicacional de Estado en cuanto a


industrias extractivas para prevenir conflictos

2.3.2.3 Evaluar la importancia de la investigación previa por parte de la empresa privada


para el buen manejo de la negociación.

2.3.2.4 Identificar el impacto de los factores externos e internos que inciden en el proceso de
negociación
Capítulo III. Metodología

La metodología empleada durante el desarrollo del presente trabajado es básicamente teórica –


descriptiva. Se utiliza esta metodología puesto que se debe primero recabar mucha información
sobre la teoría de las negociaciones, como se evidencia en el capítulo del marco teórico, en donde
a través de la consulta de múltiples autores y fuentes de información se tiene una perspectiva
bastante amplia de lo que son las negociaciones y a su vez, de las principales variables que la
componen para poder llegar a negociaciones exitosas.

Sin embargo, no solo hemos utilizado diferentes autores y libros para poder desarrollar el presente
trabajo. Al ser un tema medianamente actual en el país, las fuentes de información que enriquecen
considerablemente el presente trabajo son también los medios de comunicación tales como revistas
profesionales, informes de las empresas, brochures, catálogos diversos y principales diarios del
país. Estos medios sirven para dar una perspectiva más a fondo de los casos puntuales analizados,
y así ir dejando la teoría de los autores y libros, para pasar a una etapa descriptiva en la metodología
que nos permita desarrollar a profundidad los casos que se comparan en el presente trabajo.

En efecto, al ser casos relativamente actuales, no existen muchos autores que publiquen libros a
detalle sobre dichos casos. Sin embargo, sí existen múltiples informes y revistas especializadas en
las que se publican columnas de opinión y/o detalle descriptivo de la realidad que se está viviendo
en cada caso expuesto.

Esta experiencia de primera mano aportará, como se mencionó anteriormente, a aterrizar los
contenidos teóricos del primer capítulo en las explicaciones y el desarrollo como tal del capítulo
de análisis.

Por otro lado, con el fin de dar un mayor énfasis y soporte a lo expuesto durante el desarrollo del
trabajo, es que se realizó una reunión con una persona ligada al tema en cuestión, a fin de que nos
transmita sus conocimientos sobre el tema y confirmar si es que lo expuesto en los medios y en
los informes diversos, es efectivamente cierto.
De esta manera, nos hemos reunido con el Sr. Luis Ore, Coordinador Académico de Negociaciones
en la Universidad de Lima, quien participó de manera activa en la mesa de diálogo de Quellaveco.
Este encuentro fue muy importante pues teníamos información de primera mano y fidedigna de
una persona que participó directamente como soporte mediador en la negociación. Esta experiencia
enriquece nuestro trabajo, pues no solo se cuenta con información teórica extraída de fuentes de
información, sino también con información otorgada por una persona que fue parte de este proceso.

Asimismo, el Sr. Luis ha seguido muy de cerca el caso de Tía María, por lo que podemos decir
que es una voz autorizada para hablar sobre el tema. El hecho de que una sola persona conozca las
dos realidades, es algo que aportó y nos permitió realizar el comparativo de ambas situaciones de
una manera mucho más práctica y eficaz.

De esta forma, podemos concluir que la metodología de la investigación utilizada en el presente


trabajo tiene una parte inicial teórica – descriptiva, en la cual obtenemos información de medios
especializados e informativos y una segunda exploratoria con una entrevista no estructurada, la
cual nos permitió conocer más a detalle ambos casos presentados. La unión de ambas partes nos
permitió tener una perspectiva amplia para abordar el tema y poder explicar los objetivos de
nuestro trabajo y desarrollar un análisis en bases sólidas y adoptando una postura crítica.
Capítulo IV. Desarrollo

4.1 Caso Quellaveco


Quellaveco es un yacimiento minero de cobre y molibdeno ubicado en la región sur del Perú a
3500 metros de altura y a 34 kilómetros de la ciudad de Moquegua, es una operación a tajo abierto
con una capacidad de producción de 127,500 toneladas diarias de mineral (AngloAmerican, s.f).
Este proyecto yace desde el año 1968 donde el gobierno militar recuperó el yacimiento bajo la
empresa Minero Perú S.A. (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Gobierno
Regional Moquegua, 2014), en el año 1992, de acuerdo al acta del comité especial de la empresa
Minera del Perú S.A se cedió la Buena Pro del proyecto a la empresa minera Mantos Blancos S.A.
Actualmente, el proyecto se encuentra a cargo de la empresa AngloAmerican, compañía con
operaciones mineras en distintas partes del mundo con altos estándares de seguridad. Para caso de
estudio, evaluaremos el caso Quellaveco con la presencia de esta última empresa.

De acuerdo a la información brindada por la empresa en su página web, el proyecto contempla la


construcción de un túnel de casi 8 metros que rodearía el tajo de la mina reconduciendo las aguas
del río Asana para evitar que entren en contacto con los minerales. Con la finalidad de proteger el
medio ambiente y utilizar los recursos de manera eficiente, la empresa instalaría controles y
realizaría monitoreos ambientales constantes; en el caso del proceso de producción, el material
extraído que no contenga mineral será almacenado en el depósito de roca estéril para servir como
relleno del tajo al final de la vida útil de la mina y en la planta de procesamiento se colocaría un
domo sobre el depósito de mineral o stockpipe, impidiendo de esta manera que las partículas de
polvo tengan contacto con el aire. Asimismo, los residuos que se encuentren mezclados con el
agua serán dirigidos al depósito de relaves ubicado en la Quebrada de Cortaderas, donde se
separará el agua la cual recirculará a la planta concentradora para maximizar los recursos.

El conflicto de la extracción minera en este proyecto, empieza desde los años noventa, donde la
empresa tras 10 años de investigación tuvo dos observaciones por parte del Ministerio de Energía
y Minas en el Estudio del Impacto Ambiental con respecto al uso de las aguas. Dichas
observaciones provocaron que no obtuvieran la licencia, sumado al rechazo de la población, ya
que en Moquegua se considera como actividad económica importante la agricultura, la cual podía
ser afectada por la minería (PNUD y GRM, 2014). Durante el año 2008, tras la inconformidad de
la población por la repartición del canon minero se dio el llamado Moqueguazo, el cual provoco
la paralización de la ciudad por diez días consecutivos (La Republica, 2008). Hubo otros conflictos
sociales mineros como el Baguazo en Amazonas y el conflicto del proyecto minero Conga en
Cajamarca que dejaron personas heridas y vidas perdidas. Estos sucesos demostraban que era
necesario establecer una solución democrática basada en un diálogo abierto para poder llegar a un
consenso con respecto a los intereses de la población (PNUD y GRM, 2014).

Inicialmente, se realizó un proceso de comunicación no estructurada basada en el intercambio de


opiniones entre la empresa y la comunidad sin llegar a acuerdos y consensos formales. Debido a
ello y a los diversos conflictos en la industria minera, el entonces Presidente Regional de
Moquegua, Martin Vizcarra, consideraba que el principal problema radicaba en las diversas
percepciones que tenían los involucrados del proyecto, la población asumía que la empresa
AngloAmerican deseaba explotar los recursos sin preocuparse en el impacto que se podía generar
al medio ambiente y su salud; mientras que la empresa y los gobiernos regionales tenían una
percepción de intransigencia por lo que les resultaba difícil acercarse a dialogar. Se consideraba
que la solución era un diálogo democrático a través de un espacio donde se permitiera exponer los
puntos de vista, ideas, preocupaciones y temores de ambas partes; asimismo, se podía dar un lugar
donde los involucrados intercambien ideas y lleguen a soluciones pacificas que sean sostenibles
en el largo plazo (PNUD y GRM, 2014).

Para poder llegar a un diálogo democrático se creó una mesa de diálogo, con la finalidad de
resolver las tensas relaciones entre la empresa AngloAmerican y la comunidad para la ejecución
del proyecto Quellaveco. Se establecieron tres objetivos basados en los temores y demandas de la
población los cuales buscaban i) identificar y consensuar mecanismos para garantizar el uso
óptimo de los recursos hídricos, ii) el cumplimiento y vigilancia de los compromisos ambientales
y iii) el desarrollo sostenible de los proyectos en el departamento de Moquegua (PNUD y
GRM,2014). Para el desarrollo adecuado de la mesa de diálogo se establecieron no solo los
objetivos, sino las principales características que debían de tener los involucrados basados en la
participación, buena fe, transparencia, corresponsabilidad, equidad, tolerancia y respeto,
solidaridad y respeto a los acuerdos según el artículo 7 del Reglamento Mesa de diálogo para
analizar la problemática minera del departamento de Moquegua (Gobierno Regional Moquegua,
2011).

Para establecer la mesa de diálogo se convocaron a los participantes, los cuales se escogieron de
acuerdo al grado de representatividad en el ámbito estatal y sociedad civil, siendo inicialmente 26
personas para posterior mente sumarse ocho miembros más, entre miembros de municipalidades,
juntas, comunidades, ministerios, cámara de comercio, colegios y la empresa. La dinámica de la
mesa consistía en llevar una agenda y dar respuesta a todos los documentos de diversa índole que
llegaban de acuerdo a consensos previamente establecidos o poniéndolos a discusión en la reunión
vigente (PNUD y GRM, 2014).

A lo largo del desarrollo la percepción de los actores se transformó, evidenciando una mejora, ya
que los involucrados tomaron confianza y lograron una interacción colaborativa en busca de las
soluciones al conflicto del proyecto Quellaveco. Según Hugo Espinoza, representante del
Gobierno Regional de Moquegua, la confianza se produjo por el intercambio de información de
primera mano entre la comunidad, el Estado y la empresa (PNUD y GRM, 2014).

Entre los aportes que dio la mesa de diálogo, se pudo reconocer las diversas posiciones de los
involucrados y sirvió como medio para la creación de una visión en común a largo plazo en
búsqueda de la sostenibilidad ambiental y socioeconómica, también permitió promover el
desarrollo del sur del país y demostrar que los involucrados pueden dialogar para llegar a acuerdos
consensuados, logrando el acercamiento de la empresa con la población, así como la anticipación
de futuros conflictos (PNUD y GRM,2014).

Se lograron 26 acuerdos, los cuales favorecieron a todos los actores del proceso, se empoderó el
rol del gobierno regional y nacional, la comunidad identificó la importancia de contar con una
representatividad institucional para su inclusión y participación en toma de decisiones y la empresa
aprendió que el diálogo abierto, transparente y sincero es el principal instrumento para obtener la
licencia social en la implementación de proyectos que beneficien a todos los participantes.

Como parte del proceso de investigación, se sostuvo una entrevista con el Sr. Luis Ore, quien
participó en la mesa de diálogo de Quellaveco como mediador, él nos narro como se dieron los
hechos y nos dio su opinión respecto a la negociación y la importancia de una buena comunicación.
Durante las primeras sesiones de la mesa de diálogo, nos indicó que aparentemente todos estaban
conformes y querían llegar a acuerdos, sin embargo, esto se debía a que los grupos antimineros no
participaban de la negociación. Juan Rodríguez presidente de la junta de agricultores continuaba
con los levantamientos y reclamos fuera de la mesa por lo que se sugirió incluirlo dentro de la
negociación con la finalidad de que sea escuchado y llegar a acuerdos que no repercutan en
represalias posteriores. En un principio cuando se le contactó no accedía a formar parte del diálogo,
luego de varias comunicaciones se integro a la mesa de diálogo con un enfoque muy posicional
basados en temas de agricultura y uso de agua, sin embargo, luego tuvo una actitud más
colaborativa.

En el caso de Quellaveco, nos comenta que la empresa AngloAmerican no tuvo un rol muy fuerte
dentro de la implementación del sistema comunicacional colaborativo, el principal actor fue el
Estado, representado por Martin Vizcarra, quien se mostró como autoridad y a su vez era una
persona que creaba en los pobladores un sentimiento de valoración por parte del Estado. Además
de contar con una gran flexibilidad a la hora de entablar conversaciones con ellos.

Luis Ore nos comenta que el desempeño de una empresa dentro del conflicto social depende de
los lideres que tenga, dándonos como ejemplo el caso de Antamina y Gold Fields, las cuales tienen
lideres con visión de beneficios compartidos y son abiertos a entablar relaciones con las
comunidades.

En el caso de la comunicación, nos comenta que lo habitual es que las empresas soliciten el apoyo
del Estado cuando identifican que sus relaciones comunicacionales con la comunidad no están
funcionando, pero en los últimos años el Estado ha intentado ser más proactivo. Una de las
primeras iniciativas que se ha dado, viene por parte del Ministerio de Energía y Minas, quienes se
encuentran en la realización de un plan de relacionamiento temprano para abordar temas de
conflictos sociales en industrias extractivas, en su opinión aún falta mucho por desarrollar.

Por último, un punto a reforzar en las mesas de diálogo según Luis Ore es el mejorar la regulación,
se debe de contar con reglas definidas, utilizar un lenguaje adecuado para todos los participantes
en donde cada concepto signifique lo mismo para todos los miembros. También dentro de estos
parámetros se deben de establecer voceros que compartan un mismo discurso frente a los
participantes externos, evitando caer en distorsiones que puedan fomentar especulaciones y crear
una imagen errada de cómo se está llevando el conflicto. En sus palabras la clave del éxito del
proyecto Quellaveco es “La empresa AngloAmerican tiene mayor apertura al diálogo y
relacionamiento con las comunidades y a su vez el gobierno regional jugó un rol muy importante
para la solución del conflicto”.

De lo expuesto en los párrafos precedentes, podemos identificar que en el conflicto de Quellaveco


inicialmente se realizó un diálogo no estructurado, el cual no permitió que se lleguen a acuerdos
entre la empresa minera y la comunidad, sin embrago, después de establecer la mesa de diálogo se
dio inicio a la comunicación participativa, esto permitió que ambas partes se integren buscando
beneficios mutuos y absolviendo dudas, transformando el conflicto disfuncional en funcional. Este
caso es un ejemplo de la negociación integrativa o colaborativa, ya que la mesa de diálogo se
caracterizó por generar beneficios, enfocándose en el desarrollo de los intereses de ambas partes.
Asimismo, podemos identificar los elementos que incrementan la imagen destructiva en los
conflictos, en este caso los involucrados tenían perspectivas erradas, las cuales no les permitían
negociar. Sin embargo, la iniciativa del Presidente Regional, Martín Vizcarra de establecer la mesa
de diálogo para que exista un lugar donde se pueda negociar de manera transparente y segura
permitió que se incremente la comunicación y disminuya el factor de emocionalidad en las
personas, dando fin a los paros y huelgas, lo cual evidencia la importancia del Estado como nexo
y soporte entre la empresa minera y la comunidad para poder resolver el conflicto y contrarrestar
el acrecentamiento de la imagen destructiva con respecto a la actividad extractiva, permitiendo que
los involucrados se sientan seguros y los acuerdos sean validados por autoridades superiores.

De acuerdo al desarrollo del conflicto, en un principio la empresa AngloAmerican se enfocó en


realizar estudios de impacto ambiental o de costos centrándose solo en los objetivos de la empresa,
sin evaluar el impacto que podía tener en la población. Es decir, la empresa realizó una
investigación previa de los factores vinculados a la implementación del proyecto mas no del perfil
de la comunidad para poder comunicar y realizar una negociación transparente. Sumado a esto la
decisión de la empresa de realizar acuerdos unilaterales con los gobiernos nacionales o regionales
sin tomar en consideración a la comunidad, obviando una comunicación participativa, acrecentó
el conflicto (PNUD y GRM, 2014). Esto demuestra la importancia de la investigación previa de
los involucrados, ya que una vez establecida la mesa de diálogo la empresa empezó a realizar la
negociación directa con la comunidad, dándose cuenta que es más eficiente la comunicación
cuando se realiza a todos los grupos de interés y no solo en coordinación con los ejes reguladores.

Otro punto clave en la negociación son los factores externos, los cuales impactan al proceso o el
seguimiento de los acuerdos, en el caso de Quellaveco podemos identificar como factor externo el
cambio de gobierno, donde el nuevo gobernador regional de Moquegua, Jaime Rodríguez, indicó
el año pasado que el proyecto no cuenta con licencia social y se impediría la instalación en la
región debido al incumplimiento de los acuerdos (El Comercio, 2015). Esto demuestra, que un
cambio de gobierno impacta directamente en el seguimiento de la negociación, ya que pueden
optar por no continuar con los acuerdos pactados. Esto va de la mano con la estrategia
comunicacional, ya que si bien se indica que la empresa no cumple con los acuerdos esta se
contradice con la comunicación de AngloAmerican, quien indica que se han contratado 328
personas por mano de obra no calificada y 658 personas calificadas como parte del cumplimiento
de los 26 acuerdos pactados en la mesa de diálogo (El Comercio, 2015).

4.2 Caso Tía María


Tía María es un proyecto minero de la empresa Southern Copper Perú, el cual consta de dos
yacimientos: La Tapada y Tía María para el procesamiento de cobre con una capacidad de 10,000
toneladas diarias de mineral y una vida útil de 18 años. Se encuentra ubicado en el desierto La
Joya, en la provincia de Islay en el departamento de Arequipa. Ambas minas serán a tajo abierto
ubicadas a 2.5 y 6.5 kilómetros del Valle de Tambo, donde se extraeré únicamente cobre el cual
se venderá en planchas llamadas cátodos de cobre (Centro de información Southern Perú, 2015).

Según la información brindada por la empresa en su página web, el material extraído pasará por
tres procesos de chancado y será trasladado por fajas desde la mina La Tapada hasta la pampa
Cachendo ubicada a 1.050 metros sobre el nivel del mar y a 11 kilómetros del valle. Con la
finalidad de evitar el polvo, se humedecerá el material y se ingresará a un domo para evitar el
contacto con el aire. Este proyecto no contará con relaves, por lo que se implementará un proceso
de lixiviación, el cual consiste en la impermeabilización del suelo con la protección de
geomembranas, para esto se colocará el material chancado encima y será regado con una solución
de agua y acido sulfúrico. El acido sulfúrico no llegará a la atmosfera, ya que para evaporarse
necesita una temperatura de 200 grados centígrados. Asimismo, el proyecto no utilizará el agua
proveniente del río Tambo, sino, implementará una planta desalinizadora para agua proveniente
del mar, donde se utilizará el 40% de lo recolectado y el 60% de agua restante, denominada
salmuera, reingresará al mar a través de una tubería de un kilometro de largo (Centro de
información Southern Perú, 2015).

El proyecto inició en el año 2003, donde se anunció el monto de la inversión ascendente a 1,400
millones de dólares, en los siguientes años se realizaron las actividades de exploración y en los
años 2008 y 2009 se elaboró el primer estudio de impacto ambiental. En el año 2011 comienza el
conflicto ya que como consecuencia de las protestas mueren tres personas, esto provocó la
paralización del proyecto. Años después, se presenta el segundo estudio de impacto ambiental
aprobado por el Ministerio de energía y minas, lo que ocasiona que se intensifique el clima de
tensión en los pobladores retomando las protestas contra el proyecto (Sociedad Peruana de
Derecho Ambiental, 2015).

El conflicto radica en la percepción de la comunidad sobre la empresa, ya que basado en sus


antecedentes existen diversos casos de contaminación e incumplimiento de normas ambientales.
Entre ellos podemos encontrar la contaminación generada durante 36 años en la bahía de Ite en
Tacna donde se vertieron 785 millones de toneladas de relaves mineros, la emisión de dióxido de
azufre cuatro veces y medio más que el límite permitido en Ilo, la contaminación en la pampa
Sitana y mina Toquepala en Tacna, el uso de licencias con más de 50 años de antigüedad para el
tratamiento de aguas y ser una de las empresas mineras con mayor número de multas por la OEFA.
A todos estos antecedentes se le suma que el primer estudio de impacto ambiental presentado para
el proyecto Tía María tuvo 138 observaciones (Moreno, 2015).

Para contrarrestar la percepción negativa de la población e intentar calmar la tensión generada por
grupos anti mineros la empresa junto con el Estado peruano han establecido mesas de desarrollo
con diversos temas enfocados en las principales preocupaciones de la población como la
agricultura, el medio ambiente, el desarrollo social y la producción y transporte, promoviendo la
comunicación constructiva con el gobierno regional de Arequipa a fin de despejar dudas. Sin
embargo, los hechos no respaldan estas actividades, continúa la fuerte oposición hacia el proyecto
y los paros y levantamientos cada vez se vuelven más delicados.
Para el caso de Tía María también contamos con la colaboración de Luis Ore, quien nos comento
que existe una percepción parcializada por parte de la empresa, para ellos el conflicto con la
comunidad se encuentra controlado, ya que los pobladores van a sus oficinas y se informan
mediante charlas, lo que propicia su involucramiento en el proyecto.

Según la perspectiva de Luis, las mesas informativas no funcionan debido a tres motivos, el
primero se debe a que guardan un enfoque muy legalista, las conversaciones se convierten en
debates posicionales en donde no se habla en base a los intereses en forma colaborativa, sino que
se opta por ser confrontativos. En segundo lugar, las soluciones a los problemas son muy
transaccionales, se intenta lograr una licencia social mediante construcciones de colegios,
hospitales, entre otros. Al final la comunidad termina reclamando por un trato más humanitario,
atención sincera y a largo plazo, en lo que en sus palabras se puede definir como “En el Perú faltan
conversaciones abiertas y honestas para llegar a acuerdos”. En tercer lugar, existe una falta de
lineamiento interno por parte del Estado, no se cuenta con preparación previa antes de ingresar a
las mesas, por lo que en muchos casos las personas de un mismo grupo no comparten el mismo
enfoque para abordar los conflictos. Esto trae consigo desacuerdos entre el mismo equipo de
Estado, lo cual quita credibilidad frente a la comunidad, quienes los ven como algo improvisado
con el único fin de calmar los levantamientos.

Luis también nos dio su opinión sobre el rol de la prensa y las ONG’s en este tipo de conflictos, a
su parecer la prensa solo vende el escándalo generalizando el parecer de un individuo hacia toda
la comunidad, lo cual entorpece fácilmente las labores del Estado para encaminar los diálogos.
También nos dice que hay todo tipo de ONG’s, algunas con consignas muy positivas, que buscan
educar a la gente para que conozcan sus derechos y puedan llegar a mejores términos en cuanto a
negociación y otras que se presentan muy parcializadas, oponiéndose al tema minero.

En el caso Tía María podemos observar que se trata de un conflicto disfuncional, ya que las partes
no se enfocan en alcanzar beneficios mutuos. La imagen que Southern Copper Perú proyecta a la
comunidad es la de informar el proyecto para poder iniciar la ejecución de este. Esto demuestra
que es un conflicto que cuenta con elementos destructores como la percepción de la población
sobre la empresa, teniendo como referente las malas prácticas realizadas en otras regiones;
asimismo, la falta de comunicación con los pobladores evita que las partes puedan negociar y
afecta la emocionalidad de la comunidad al buscar como solución el realizar protestas y paros.

Es evidente la falta de preparación previa de la empresa, ya que las acciones tomadas se deben a
una reacción de causa y efecto, es necesario que al momento de realizar el análisis del proyecto
minero se tome en consideración a los stakeholders, de tal manera que se pueda comunicar
oportunamente y eficazmente la propuesta del proyecto. Además, la intervención del Estado es
baja, su rol recién está al establecer mesas de desarrollo para comunicar las medidas a tomar en
cuanto a las principales interrogantes de la población mas no de buscar un diálogo bilateral.

Asimismo, se pueden reconocer los problemas de comunicación en los cuales cae la empresa.
Existen comunicados por parte del alcalde de Islay, Richard Ale Cruz, en los cuales solicita que la
empresa brinde información más precisa a la población (El Comercio, 2015), esto evidencia un
problema de omisión por parte de Southern Copper Perú ya que la información brindada
incrementa las perspectivas erróneas en la población provocando rechazo y mayor confusión.
También, existe un problema de distorsión por parte de la empresa, debido a que por un medio de
comunicación indican que se van a retomar los diálogos para la resolución del conflicto pero la
gobernadora regional Yamila Osorio indica que no ha recibido ninguna comunicación (El
Comercio, 2015).

El factor externo que afecta al proyecto Tía María es la prensa, la cual con las frases que emplea
puede impactar negativamente en la percepción de las personas, un ejemplo se da en la entrevista
que se realiza al Gobernador Martin Vizcarra, donde se indica que el gobierno de Humala ya tiró
la toalla con respecto al proyecto Tía María (Zanabria, 2015), esto afecta la imagen del gobierno
como del proyecto y levanta interrogantes sobre ¿por qué no se llevo a cabo la gestión del
gobierno?, ¿quizás es mala la inversión?, entre otras. El lenguaje que emplea la prensa es
sumamente importante, ya que afecta no solo la ejecución de la negociación sino la precepción de
los involucrados, grupos de interés y activistas ambientales.
Capítulo V. Análisis

Conociendo ambos casos, sus precedentes, acciones y reacciones, podernos realizar un análisis del
porqué uno responde de manera positiva ante las herramientas utilizadas para su viabilidad y el
otro no logra este objetivo.

Dentro de las similitudes que tienen ambos proyectos, podemos encontrar que presentan conflictos
sociales con la comunidad de la región en la cual desean desarrollarse. Ambas empresas, tanto
AngloAmerican como Southern Copper Perú en un inicio no cumplieron con las normativas
ambientales mínimas para la implementación de sus proyectos con lo cual se acrecentó la
oposición de los pobladores hacia la actividad extractiva. Asimismo, en ambos casos se ha tenido
que enfrentar fuertes paros y levantamientos por parte de los pobladores, los cuales dejaron saldos
de heridos y muertos.

Entonces, la gran interrogante a resolver es ¿Qué hizo diferente AngloAmerican de Southern


Copper Perú que propició la aceptación del proyecto minero por parte de la población?, mediante
un análisis basado en nuestros constructores definiremos lo que a nuestro parecer es el factor clave
para el éxito de estos proyectos y según la complejidad de cada caso, este se pueda replicar en
otros a futuro.

Así como identificamos las similitudes de ambos casos para alcanzar nuestra principal
interrogante, para llegar a la respuesta identificaremos las diferencias, estas se evidencian en el
cómo se propone la resolución del conflicto. El enfoque y acciones tomadas definirán el lograr o
no obtener la licencia social, la cual encontrándose inmerso en un conflicto con la comunidad de
grandes magnitudes no es fácil de obtener.

Según la base de esta investigación explicaremos mediante la comparación de los casos


presentados previamente, la forma de lograr este objetivo mediante el factor clave de la
comunicación, pero no un tipo de comunicación a nivel informativo sino a nivel participativo, de
manera estructurada, objetiva y transparente, utilizando dentro de este contexto las herramientas
de negociación adecuadas para reconocer las necesidades de la contraparte, prepararse, anticiparse
y desarrollar un plan de acción adecuado utilizando las estrategias y tácticas correctas.

Paralizaciones como el Moqueguazo y el paro indefinido en el Valle del Tambo, las cuales trajeron
como consecuencia heridos y muertes tanto de pobladores como efectivos policiales, marcaron un
punto de quiebre en el planteamiento de las estrategias a tomar en relación a los conflictos sociales
en las industrias extractivas. Evidenciándose que el obtener la licencia ambiental para operar,
puede ser suficiente en términos legales y administrativos para que un proyecto sea viable, pero
en la práctica no lo es.

Aunque el gobierno regional, gobiernos locales, agricultores y pobladores de una comunidad no


tengan las atribuciones para vetar la realización de un proyecto minero, según Isabel Calle,
directora del programa de Política y Gestión Ambiental de la SPDA, “uno de los puntos de partida
del conflicto se encuentra en el denominado “derecho al desarrollo” el cual exige el
establecimiento de una estrategia en la cual los Estados deberían crear las condiciones internas
para su realización y deberían establecer políticas y programas orientados a garantizar un equilibrio
entre el crecimiento económico y el mejoramiento de las condiciones sociales” (SPDA, 2015).
Dicho esto, las empresas privadas deben integrar en su plan de acción, un plan estratégico de
responsabilidad social que les permita promover el desarrollo social de sus comunidades
vinculadas.

El llegar a comunidades que viven de actividades agrícolas e intentar cambiar su principal motor
de desarrollo por la actividad minera, no es tarea fácil, peor aún con la percepción que guardan los
pobladores sobre la industria. Es ahí donde entra a tallar un tercer actor, el Estado; el rol del Estado
es crucial para poder abordar los proyectos mineros con anticipación. Una política de Estado
comunicacional para el desarrollo de la actividad extractiva en el Perú es la base para un buen
comienzo, en donde la empresa privada y la comunidad se encuentren en un terreno ya planificado
con políticas establecidas para temas de desarrollo, infraestructura, salud, uso de recursos
naturales, educación, entre otros y puedan establecer un diálogo estructurado, trabajando en
conjunto para obtener beneficios mutuos.

En la actualidad no contamos con un Estado organizado de manera suficiente y adecuada en pro


del desarrollo de las comunidades en conjunto con la inversión privada, por ello tanto en el caso
de Quellaveco como en Tía María el esperar la toma de acción intervencionista del Estado los ha
llevado a serios problemas en conflictos socio-ambientales, los cuales ni siquiera después de ser
abordados, han logrado ser resueltos, ya que a nuestro parecer, no se maneja un sistema de
comunicación adecuado para la identificación del problema, ni su posterior solución.

Al no contar con las herramientas para anticiparnos al conflicto, debemos tener un planteamiento
estratégico comunicacional muy bien estructurado para poder identificar el principal problema que
genera el conflicto y según su complejidad, poder atenderlo y sacar adelante el proyecto. Esto nos
lleva nuevamente a nuestros casos, luego de llegar a su punto de quiebre ya previamente
mencionado, ¿Qué se hizo en cada caso para abordar el tema comunicacional?

Comenzando por Tía María, podemos evidenciar como desde un inicio la postura de la empresa
privada no se sostuvo en base a la comunicación con la comunidad y la búsqueda de una licencia
social para operar, por el contrario solo buscó la aprobación de la licencia ambiental, esto ocasionó
que el sentir y la opinión de los pobladores se vean menospreciados desde su percepción, lo cual
empeoró al implementar mesas informativas.

Lo que pareciera ser una buena estrategia comunicacional para atender las principales inquietudes
de los pobladores resulta en un fracaso, ya que el tener una estrategia genérica de gran ayuda para
abordar muchos tipos de conflictos, no quiere decir que vaya a funcionar con todos, menos aun
cuando son de gran complejidad. Las mesas informativas utilizadas en las cuales se cree responder
a las inquietudes de sus principales grupos de interés, no son bien recibidas, por el contrario son
vistas solo como una pantalla para mostrar los beneficios que traerá bajo el brazo este proyecto y
poder convencer a los más incautos.

Pero, ¿Por qué la comunidad piensa así de las mesas informativas?, la respuesta a esta interrogante
se encuentra en los serios problemas de comunicación en los que ha caído la empresa con la
comunidad, no solo debido a que no promueve una comunicación participativa, sino
principalmente a que comunica unilateralmente de una manera inadecuada. Como se mencionó en
el desarrollo del caso, la comunidad reclama información más precisa por parte de la empresa
sobre el proyecto, al no contar con esta información de manera completa y clara, crece la
incertidumbre en los pobladores, los cuales ante el desconocimiento se aferran a sus ideas.
Asimismo, no solo la omisión de información es un agravante de la situación, sino también la
distorsión de lo que se comunica, al informar que se restablecerán nuevos diálogos con la
comunidad ante los medios de comunicación, pero no comunicarlo al gobierno regional, la
empresa da a entender que está más preocupada por la imagen que proyecta hacia el exterior, que
la que realmente propone a la comunidad. Todo esto no solo hace que crezca el rechazo de la
población para la realización del proyecto, sino también hace imposible pensar en establecer en un
futuro una negociación basada en el diálogo participativo, la razón de esto es que la comunidad ya
no cree realmente que las acciones de la empresa sean en búsqueda de establecer relaciones
transparentes con ellos a largo plazo, por el contrario tomarían todas sus próximas acciones como
un medio para conseguir un fin, el cual está basado en realizar el proyecto para enriquecerse ellos
mismos.

La empresa con toma de acciones tan poco estudiadas, evidencia el bajo interés por entender
realmente cuales son las preocupaciones de los grupos que se encuentran en contra del proyecto,
e intentando crear un ambiente comunicacional que muestre que tienen en cuenta y abordan todos
los temas principales pertinentes a la actividad extractiva, solo confirman su escasa preparación
previa al analizar a la contra parte, poca empatía, mala gestión comunicativa y poco estructurado
plan para la solución del conflicto.

Caen en una comunicación informativa cerrada, la cual no tiene retroalimentación y no se asemeja


ni un poco a un verdadero diálogo, no logran atender las exigencias de sus principales opositores
y no generan ningún cambio en cuanto a los paros y enfrentamientos, los cuales continúan
generando más inestabilidad social y descontento por las partes que se sienten ignoradas, llegando
así a reclamos no solo en contra de la empresa privada sino también del Estado, el cual
lamentablemente al no contar con una política comunicacional estructurada, como ya lo hemos
mencionado anteriormente, se muestra como un interviniente inútil para la población, quienes al
ver que éste no toma ningún otro tipo de acción, no se siente respaldada y ve como única solución
tomar acción con sus propias manos.

Al empeorar la situación y acrecentarse el conflicto, las cosas se ponen más tensas, logrando llegar
a actores externos como ONG´s quienes muestran su preocupación por estos mal llevados
conflictos mineros, los cuales destacan al país por su informalidad y altos niveles de violencia,
otro actor externo clave es la prensa, la cual se encarga con titulares crudos y alarmantes de mostrar
los principales sucesos del conflicto, generando así diversas opiniones por parte del público en
general, quienes con diferentes puntos de vista se parcializan en cuanto al tema de los proyectos
mineros pero incrementan su descontento en cuanto a la gestión del gobierno en curso.

Por otro lado, tenemos el caso de Quellaveco, el cual al igual que Tía María, en un inicio enfocó
todos sus esfuerzos en realizar estudios de impacto ambiental y factores involucrados a la
realización del proyecto, logrando conseguir una licencia para operar y a su vez firmando acuerdos
unilaterales con los gobiernos nacionales y regionales, pero lo que diferencia este caso con el de
Tía María a nuestra forma de verlo, es que ellos pudieron con apoyo del Estado y el gobierno
regional, darse cuenta que toda la investigación realizada y los acuerdos pactados no atendían las
demandas de la población descontenta, por lo que replantearon su estrategia comunicacional, este
cambio inició desaprendiendo todo lo que conocían como información previa de la contraparte,
adquiriendo nueva información relevante de sus grupos de interés.

Una nueva y correcta información sobre la contraparte que los pudiera llevar a entender que las
demandas de la población iban más allá de promesas de desarrollo, beneficios a corto plazo y
papeles que confirmaban que el proyecto no iba en contra de la salud ni la agricultura.

Entendieron que estas demandas solicitaban compromisos firmes de apoyo y crecimiento para su
región a largo plazo, pactados de manera clara y transparente con representantes de cada grupo de
interés en búsqueda de un seguimiento constante y sostenible, en donde se aclare cada interrogante
en su momento y se evidencie el respeto de sus puntos de vista, su rol como participantes del
proyecto, la adecuada redistribución de la riqueza, el cuidado y protección de la salud y las otras
actividades importantes para la comunidad.

Pero no solo un cambio en su perspectiva de ver a la contraparte fue la clave del éxito para el
proyecto, está bastante claro que los problemas de comunicación no fueron ajenos para la empresa
AngloAmerican quien al igual que Southern Copper Perú tuvo muchas omisiones de información
en un inicio al intentar llevar a cabo su proyecto, o para ser más exactos, se centró únicamente en
un punto para llegar a su objetivo, esto es, el cuidado ambiental. Al darse los hechos que ya se
explicaron anteriormente, es que no solo se redefine la información previa de la contraparte sino
principalmente, se redefine la manera de comunicar. De esta manera, se deja de omitir información
clave según los intereses de la población, para poder brindar la mayor cantidad de información
posible y a su vez, hacerla pública de manera objetiva, logrando de esta manera comunicar de
manera adecuada lo que la población necesitaba y quería entender para poder entablar una
negociación.

Por ello, se crearon mesas de diálogo en las cuales se muestra la importancia de la intervención
del Estado, el cual representado por el gobierno regional de Moquegua encabezado por el
Gobernador Martín Vizcarra, lograron poner en acción una bien estructurada política
comunicacional en donde cada factor era importante y determinante para la toma de decisiones y
cada nueva interrogante era materia de investigación y eje para llegar a un nuevo acuerdo. Es así
que se pasó de la investigación ambiental y acuerdos unilaterales a un plan de desarrollo integral
para la comunidad enmarcado dentro del proyecto minero, en el cual, la empresa AngloAmerican
y el Estado se mostraban más sensibles a los requerimientos de la comunidad y reconocían su
importancia para la toma de decisiones.

Así también, con comunicación clara y transparente, se logró no solo obtener la licencia social
para la ejecución del proyecto, sino a su vez captar la atención de la prensa quienes reconocían
como un logro el cambio de parecer de la población, la cual pasó de estar en total desacuerdo,
generando paros y manifestaciones, a preguntar el por qué no se iniciaba aún con el proyecto.
Pudiendo mediante los medios de comunicación cambiar en cierta medida la manera de pensar de
los observadores externos, aumentando la aprobación del gobierno y retomando la confianza de
las demás comunidades a creer que mientras todo se encuentre formalmente aprobado bajo las
leyes, estos conflictos se pueden resolver mediante políticas comunicacionales sin tener que llegar
a puntos de quiebre de extrema violencia.

A modo de una breve conclusión sobre el análisis hecho, comparando ambos casos de conflictos
mineros en industrias extractivas, podemos decir que una buena preparación previa conociendo a
fondo los verdaderos intereses de la contraparte, sumado a un bien estructurado plan
comunicacional, el cual este basado en el diálogo participativo y la generación de beneficios
mutuos a largo plazo, más la intervención pertinente del Estado como eje mediador y conciliador
es la mejor manera de confrontar y superar conflictos, llegando a buenos términos y evitando
distorsiones comunicacionales que terceros puedan generar en la población.
Capítulo VI. Conclusiones y recomendaciones

6.1 Conclusiones
La comunicación participativa es el mejor medio de solución de conflictos en las industrias
extractivas, esta debe de estar acompañada de una buena estrategia comunicacional por parte de la
empresa y del Estado, utilizando el lenguaje adecuado, con información clara y transparente y una
adecuada preparación previa sobre la comunidad.

En la actualidad, el Perú no cuenta con una adecuada y homogénea política comunicacional por
parte del Estado para tratar temas relacionados a industrias extractivas, por ello cada proyecto
minero y cada región representan un universo independiente, en donde las características culturales
e ideologías tanto de la empresa privada que entra a tallar como del gobierno regional son
determinantes para la gestión y resolución de este tipo de conflictos.

La gestión del conflicto en Quellaveco fue exitosa debido a dos principales factores, uno de ellos
fue la apertura comunicacional que presentó la empresa frente a la comunidad y la segunda, muy
importante, fue el rol de involucramiento por parte del gobierno regional para generar un diálogo
colaborativo; a diferencia de Tía María en donde la empresa minera no logra reconocer la magnitud
del conflicto debido a que sienten que con un diálogo unilateral e informativo mantienen la
situación controlada y el gobierno regional en lugar de crear un ambiente de conciliación es uno
de los principales opositores al proyecto.

Factores externos ocasionados por terceros involucrados como por ejemplo los medios de
comunicación, son de suma importancia y hasta determinantes, impactando de manera positiva o
negativa en la transición del conflicto al diálogo; ya que pueden transformar la perspectiva de
participantes internos y la opinión de pública, obstaculizando el trámite de negociación con puntos
de vista parcializados y poco representativos.
6.2 Recomendaciones
El Estado como ente mediador y conciliador entre la empresa privada y las comunidades debe
implementar un plan de participación anticipada para ayudar a las comunidades a conocer más
sobre los beneficios que traerá la actividad minera a su región y también conocer cuáles son sus
derechos para entablar negociaciones con la empresa minera a su llegada. Facilitando de esta
manera el proceso de negociación y logrando evitar conflictos ocasionados debido a percepciones
erradas y falta de comunicación en el momento preciso.

Para asegurar el funcionamiento de la mesa de diálogo no solo se debe tener bien estructurados los
puntos a tratar, conocer los derechos que se deben de respetar y tener la información necesaria
sobre la contraparte, sino que también, debe existir una preparación previa por parte de los equipos
negociadores, en los cuales se establezcan los máximos y mínimos a negociar y se logre tener un
mismo enfoque, habiendo cohesión entre los integrantes para no caer en contradicciones durante
la negociación que puedan quitarle credibilidad y crear una imagen de improvisación frente a la
comunidad.

Para evitar que actores externos como la prensa y/o ONG’s antimineras entorpezcan el buen
funcionamiento de las negociaciones con editoriales e ideas alarmistas que no representan el sentir
de la mayoría de los pobladores, se deben de establecer voceros dentro de las mesas de negociación
tanto en la empresa, el Estado y la comunidad, los cuales deben de compartir un mismo enfoque y
discurso, manteniendo siempre cautela con el lenguaje empleado.

En pro del buen desempeño de los proyectos mineros y posteriores negociaciones, dentro de las
empresas mineras se debe fomentar una cultura humanista, en la cual se priorice conocer el sentir
de sus stakeholders, para luego tomar decisiones y no se asuma que el otorgar beneficios o regalos
es el medio para llegar a cubrir los intereses de poblaciones de bajos recursos.
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