Psychology">
Reporte Integrativo de Evaluación Psicologica
Reporte Integrativo de Evaluación Psicologica
Reporte Integrativo de Evaluación Psicologica
Introducción
La personalidad es el conjunto de habilidades cognoscitivas, intereses, actitudes,
temperamento y otros rasgos como los pensamientos, sentimientos, emociones y
conductas, para evaluar la personalidad se usan métodos que estudian las variables
cognoscitivas y afectivas, la cual es necesaria para realizar la evaluación básica para una
intervención psicológica derivada de algún trastorno psicológico o en la conducta de un
individuo. Las pruebas de la personalidad están enfocadas en identificar trastornos
mentales y conductas desadaptativas más que en rasgos de desadaptación y salud mental.
Son temas sensibles que deben manejar se con responsabilidad, confiabilidad y cuidado al
momento de aplicar e interpretar los resultados de cualquier instrumento de evaluación de
la personalidad (Aiken, 2008).
Los objetivos generales de la evaluación clínica son el proporcionar una descripción objetiva
y precisa de los conflictos del paciente, así como determinar los factores interpersonales y
de contexto que generaron y mantienen dicha problemática, y poder realizar las
predicciones acerca de los resultados de intervención. Dicha recolección se obtiene a partir
de la integración de información y datos plasmados en un reporte integrativo de evaluación,
el cual se ejemplificará a continuación.
Caso clínico
Caso clínico presentado en el Ateneo de la Revista de Psiquiatría del Uruguay
Hospital Vilardebó - abril 2008
Sandra Romano: Médico Psiquiatra. Facultad de Medicina, Universidad de la República,
Uruguay
Ficha de Identificación:
Nombre completo: JJ
Edad 31
Fecha de nacimiento: Enero – 1977
Sexo Masculino
Estado civil: Soltero
Escolaridad: Secundaria
Ocupación: Sin trabajo estable, ocasionales clases de
contabilidad.
Fuentes informantes o quién remite: NA
Objetivos del reporte psicológico: Descripción del motivo por el cual el paciente está
solicitando una evaluación psicológica. Se indica el conflicto que provoca malestar y que
está alterando la calidad de vida, conducta y personalidad del paciente;
Episodio de agresión hacia su madre y el entorno, denunciado por su madre en el juzgado
de familia especializado. Enviado por juez para valorar la pertinencia de internación o de
continuar en un tratamiento ambulatorio.
Técnicas empleadas: Batería de test aplicados: Machover (test gráfico), Rorschach (test
proyectivo mayor) y Desiderativo, con el objetivo de delimitar un diagnóstico situacional,
dinámico y estructural.
Dinámica familiar: El núcleo familiar, compuesto en ese momento por madre, abuela y
bisabuela, “tenían una cinta de casete en sus espaldas” que lo situaban ante “el peligro de
enredo”. A igual edad ubica su primera sensación de asco ocasionada en los besos de una
madre a la cual rechaza y considera una hermana.
La función materna fue ejercida en alternancia con la abuela, con quien estableció una
relación marcada por el exceso de dependencia de un niño que toma la mamadera hasta
los siete años, recibe el alimento en la boca hasta los once años y practica el colecho hasta
similar edad.
A los excesos de cuidado, sucede el relato de los malos tratos de esta abuela, que se
extienden en la diacronía de su vida. El paciente describe la posición activamente pasiva
que asume en las relaciones sociales, desde su temprana escolaridad hasta la situación
actual de internación, en donde es objeto de humillación-flagelación por parte de los
pacientes del hospital.
Se enlaza la relación a un padre desconocido (“No me quiso reconocer”), hito sobre el cual
construye una historia de lo paterno en donde la ausencia de padre biológico se ve
imaginariamente compensada por la presencia y el mandato de un bisabuelo materno que
impone el legado de la transmisión generacional, puesto que el paciente era el único varón
del linaje materno para llevar adelante la descendencia. “Misión imposible” según dice el
paciente, debido a la “impotencia psicológica”, dando cuenta de sus dificultades con
respecto al otro sexo.
En aquel tiempo del empuje de la pubertad, el paciente va en búsqueda de una referencia
paterna, sin éxito alguno, encontrando en su bisabuelo senil la orientación confusa de una
referencia que en el anecdotario le relataba cómicamente las aventuras sexuales con las
hermanas de su mujer, tías abuelas del paciente. El despliegue discursivo que el paciente
relata de su actividad sexual es del orden de la polimorfa perversa propia de un estadio
infantil. Fantasías sado-masoquistas, homosexuales y pedofilia son tratadas con puerilidad
e infantilismo, siendo la masturbación el único acto exitoso del sujeto, puesto que los
intentos de relación sexual propiamente dichos fracasaron.
La historia del padecimiento obsesivo encuentra su primer mojón en un acontecimiento que
lo “ensucia” cuando va a la casa de unas hermanas- sucias por las cuales él siente atracción
sexual, además de estar enamorado de una de ellas. Es aquella impresión que siente
cuando pisa materia fecal de animales que vivían en esa casa, lo que imprime en él una
suciedad que en el retorno a su hogar intentará quitarse mediante la colaboración de su
abuela y sus rituales de limpieza.
Los mismos adquieren características desmedidas y serán integrados a la vida del paciente,
quien opta por realizar sus actividades en el baño en las horas de la noche, evitando la
presencia de las personas de la casa: “Los ruidos me perturban en mis actividades, por eso
espero a la noche cuando los grillos no hacen ruido…”
La presencia en su casa de una madre de dos hijas a las que el paciente cuidaba años
atrás y por las cuales sentía atracción en la forma (“Me excita la idea de que las niñas me
peguen”), sumada a la atracción que ha sentido por esta visitante, interfiere con su actividad
y compromete sus ceremoniales. Este hecho se contextúa, además, en un giro progresivo
que ha ocurrido en la dinámica del hogar, puesto que la abuela luego del infarto ya no apoya
al paciente en sus rituales. En este contexto se produce el desencadenante de la
internación: “Le pegué a mamá”.
Antecedentes: Médicos personales; intoxicación accidental con atropina a los ocho años,
con internación. Control durante un año.
Familiares psiquiátricos; el paciente y su madre niegan la existencia de tratamientos previos
en personas de la familia. Ambos refieren los comportamientos antes descritos en la abuela
materna de JJ.
En cuanto al Rorschach (test proyectivo mayor), es importante decir, en primer término, que
el haber dado cuatro respuestas secundarias simultáneas en un total de diez respuestas da
cuenta de un pensamiento creador, de una buena capacidad de análisis y síntesis. Logra
las respuestas populares, usa el movimiento y el color y las respuestas son de buena
calidad formal. Así, cobra significación el intento en el gráfico (a través de lo reforzado y
largo del cuello) de mantener separado lo impulsivo de lo intelectual, en una necesidad de
preservar en algún punto lo que se evidencia como un potencial del sujeto.
Al igual que en los gráficos la proyección de los impulsos hostiles es una constante en las
láminas, que va desde su presentación como “un perro con cara agresiva” en la lámina I a
la proyección de la imagen materna como un “pedazo de carne” en la lámina VII. La
conflictiva remite nuevamente al vínculo primario, e incluso se ponen en juego defensas
más primitivas como ser la disociación, la idealización y el control mágico omnipotente, lo
cual evidencia la necesidad del paciente de disociar sus aspectos hostiles, y proyectarlos
al mundo exterior en la medida en que no pueden ser controlados he “invaden” el mundo
interno del sujeto.
Ante el miedo a ser destruido por el objeto “malo” emerge la ansiedad persecutoria. Es de
destacar que será esta ansiedad la que, al igual que en los gráficos, predomine en el
protocolo.
Diagnostico:
Se plantea el diagnóstico de trastorno obsesivo compulsivo (Cod. F42 de la CIE-10*) en un
paciente con un trastorno de personalidad del Grupo C con marcados rasgos de
dependencia y evitativos (F60), en cuya biografía destacan hechos negativos en la infancia,
como la ausencia paterna (Z61.0), alteración en el patrón de relación familiar, con
sobreprotección y presiones inapropiadas (Z61.2, Z62.1, Z62.6), el antecedente familiar de
una abuela con un probable trastorno mental no tratado (Z81.8). Se agrega un nuevo
estresor hace dos años con la enfermedad cardíaca de la abuela y la consecuente limitación
de autonomía de esta (Z63.6).
Conclusión:
Como profesionistas debemos conocer profundamente la implementación de las técnicas
psicológicas que utilizaremos en las evaluaciones de la personalidad así mismo tener un
buen manejo teórico de los instrumentos psicológicos , de lo contrario podemos realizar
interpretaciones distorsionadas y equivocar el tratamiento sugerido, así mismo es necesario
que aseguremos nuestro alcance, en este caso en específico el grado de trastorno severo
en el paciente atentaba con su propia vida y la vida de su madre, son comportamientos
fuera de control, en este caso clínico la atención inmediata fue hospitalizarlos y
posteriormente al ser estabilizado, con la relación a otras disciplinas ya que el paciente
tenía problemas estresores y hábitos negativos que requerían apoyo de psiquiatras que lo
medicarán para contrarrestar los síntomas de hiper actividad de estructuras neuronales así
como impulsos con actividad excesiva en la corteza frontal.
El psicólogo debe tratar de ser objetivo, lo más que pueda, en el momento de evaluar la
personalidad y de realizar el reporte. No nos debemos olvidar de que también tenemos una
estructura dinámica de nuestras características psicológicas y no es tan literal que nuestra
personalidad queda totalmente de lado al interpretar las pruebas y al redactar el informe.
Nosotros como especialistas probablemente observemos muchos casos de problemas
emocionales, educativos, de conducta anormal, de hábitos insanos, y siempre tendremos
que evaluar la posibilidad de que exista algún trastorno mental o una anomalía biológica,
todas las problemáticas que podamos observar podrían derivar en una evaluación
multidisciplinaria. Nuestra responsabilidad será asegurar nuestro alcance, mantener
nuestra ética profesional, para encausar las problemáticas a tratamientos que beneficien al
paciente en corto plazo.