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Un Nombre para El Infinito PDF

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1

Un nombre para el
Infinito

Los niveles de la mente y los


procesos psico-espirituales
involucrados en la comprensión del
infinito

Dedicado a mis queridos maestros de


India y Chiapas

William Enckhausen

"A name to the nameless"


William Enckhausen
"Un nombre para el infinito"

2
2a edición en español, Guadalajara Jal. Ene. 2015
©Todos los derechos reservados -William Enckhausen
Traducción al castellano – Hugo Flores, René de la Garza,
Daniel Bernal, Iván Pérez
Diseño de portada - Servando López

Índice de contenidos

Prefacio................................................................................
..................5

Introducción: El Tantra como una comprensión práctica de


la Filosofía Perenne
……………………………………………………………………………
……………..10

Parte 1: La cosmología Tántrica – Involución y Evolución


de la
Conciencia……………………………………………………………
………………….………16

Parte 2: La psicología del Tantra: los procesos mentales en


la realización del infinito………………………….
………………………….…..………… 26
• El vórtice Muladhara
……………………………………………..……….... 32
• El vórtice Svadhistana
……………………………………………………….. 43
• El vórtice Manipura
………………………………………………..……...… 68
• El vórtice Anahata …………………………………………..
……..………... 90
• El vórtice Vishuddha ………………………………..
……………………… 115
• El vórtice Ajna
………………………………………………………………….
136
3
• El vórtice Sahasrara
…………………………………………………………. 144

Parte 3: La práctica espiritual


……………………………………………………... 150
• Los ocho pasos del
Yoga……………………………………………………151
• Las dinámicas psico-espirituales esenciales en la
meditación
Tántrica .................................................................
….……….. 159

Glosario…………………………………………………………………
…………………..... 172

4
Prefacio

Me inicié en el Tantra Yoga en 1993. Fui instruido en


la tradición de Rajadhiraja, una muy pura y secreta, por
un yogui indio muy hábil, Shambushivananda, discípulo
de Anandamurti. Unos meses después, el kundalini en mi
comenzó con lo que sería un despertar muy largo e
intenso. Como un estudiante de psicología y literatura
mundial, había oído hablar del kundalini y otras energías
místicas pero nunca había pensado que fueran fuerzas
reales y vivas. Pensé que era sólo simbolismo interesante
arcaico, y no una fuerza real en el cuerpo humano que se
eleva a través de la columna vertebral para despertar
estados superiores de conciencia. El símbolo universal de
esta fuerza es la serpiente. Se dice que es una fuerza
secreta, espiritual, bajo la superficie de la conciencia,
como una serpiente enroscada. Kundalini es la
inteligencia fundamental detrás de la vida y la evolución,
a la espera de ser despertada cuando la mente finalmente
desea liberarse de las ataduras mentales finitas. Como
este "poder de la serpiente" divino se eleva a través de la
columna vertebral, uno experimenta estados de
realización espiritual profunda. Para el yogui, kundalini es
la fuerza que une lo humano con lo divino.
Un día después de clases y una breve meditación,
en la que yo era simplemente un principiante, me acosté
en la espalda debido al agotamiento. Sentí una fuerza
suave comenzando a subir por mi columna vertebral.
Mientras este punto de energía blanca y suave se
levantaba en la región torácica de la columna vertebral,
comencé a escuchar el sonido sagrado OM. Sentí miedo
porque sólo había Om y nada más. Abrí los ojos, pero no
podía ver nada. Mi facultades de la vista y el oído se
unificaron y sólo existían Om. Yo me estaba disolviendo en
una fuerza que estaba vibrando dentro de cada partícula
del universo. Fue extático y estimulante pero aterrador.
Sentí toda mi identidad desapareciendo y sentí que no
regresaría jamás. El kundalini estaba entrando en la

5
médula. Empecé a repetir mi mantra para la meditación,
pero esto sólo hizo la experiencia más intensa. En lugar
de ello, empecé a repetir mi nombre, William Ernest
Enckhausen III repetidamente y trataba de recordar que
yo era un estudiante en Austin, Texas, en el plano físico
de la realidad. El kundalini comenzó a volver a bajar a la
vez que el Om disminuía. Yo no podía aguantar más.
Después de esa experiencia me sentí muy confiado,
pero al mismo tiempo experimenté un montón de
confusión mental. Fue una agitación muy productiva en
que los recuerdos negativos de todo mi pasado estaban
siendo purgados y purificados rápidamente. Empecé a
sentirme completamente pleno, que ya había vivido una
vida muy completa. La segunda vez que el Kundalini se
levantó fue unos meses más tarde. Yo vi la misma luz en
mi columna vertebral, aunque esta vez se trataba de un
punto infinitamente pequeño. La realidad física
desapareció y empecé a "ver" desde la corona de la
cabeza un pájaro turquesa volar cada vez más cerca,
mientras el punto subía más y más alto. El ave se posó
en la corona de mi cabeza al mismo tiempo que el punto
se levantó al mismo lugar. El cielo y la tierra se habían
reunido y yo estaba perdido en una red infinita de
vibración de sonido en el que ya no se podía ver incluso
esta visión hermosa. Mi último pensamiento antes de
perder la conciencia fue que no sólo el mundo exterior,
sino también el mundo interior de la visión, eran de
formas que parecían Mesoamericanas. Sólo años más
tarde aprendí del concepto maya de kundalini, lo que ellos
llaman Kulkukan, la Serpiente Emplumada.1
Fue hasta muchos años más tarde que me enteré
de unas formas de meditaciones mayas muy similares al
Tantra indio, de un maestro indígena de Chiapas, quien
recientemente murió a la edad de 110 años.
Después de esto me convertí en un excéntrico.
1Esta misma imagen era llamada Quetzalcóatl por los toltecas. Una
versión de la imagen de Quetzalcóatl está en la bandera nacional de
México hoy en día. El pájaro azul turquesa que vi fue en realidad un
quetzal, un pájaro colorido hermoso que habita en México y América
Central.
6
Perdí todo interés en una carrera, el matrimonio y en una
vida "normal". Apenas me gradué de la universidad y me
fui a la India en busca de más conocimiento. Allí conocí a
Chidghananda, un monje viejo, solitario, muy venerado en
su orden. Era considerado un santo, y me sentí muy
honrado de que me aceptara como amigo. A veces yo lo
acompañaba con sus meditaciones en las tardes. Él
siempre escuchaba el sonido sagrado OM y en ese tiempo
aumentó en su meditación. Era obvio que él
experimentaba ananda regularmente, la bienaventuranza
divina. Él era realmente uno de los seres humanos más
amorosos que yo había conocido. Mis experiencias se
habían intensificado cerca de él en Ananda Nagar y era la
voluntad divina que yo hubiera conocido a un maestro
como el para guiarme a través de esos procesos difíciles.
En ese momento yo quería ser un monje, pero
Chidghananda me dijo que yo era un poco raro y no
encajaría bien en la organización monástica. Él dijo que
mi trabajo espiritual se acercaba a su fin, y que en
realidad no tenía que hacer cualquier otra cosa con mi
vida más que meditar, vivir con sencillez, y ayudar a los
demás tanto como pudiera. Aunque fue criticado
fuertemente por su influencia sobre mí, él siguió a su
conciencia y sólo me hablaba con la verdad. Aunque
estuve muy confundido en qué hacer con mi vida una vez
que el ideal de ser un monje se hubo desvaneciendo, fui
ayudado por un sueño en el que Anandamurti me ordenó
que no me preocupara por ser un monje, sino sólo por
"ver el mundo como una foto sin marco y pasear por la
noche." Anandamurti siempre me ha hablado a través de
los sueños en una manera poética y elevada. Más tarde,
como una confirmación, él me dijo en otro sueño vívido
que "lo único que importa es hacer “dhyana dasha." Él
usó esas palabras en sánscrito, una de las cuales yo no
conocía hasta que un amigo la buscó en un diccionario
sánscrito. Lo que Anandamurti dijo era: "lo único que
importa es hacer servicio a través de la meditación." A
menudo estaba inseguro si en esos sueños en verdad me
comuniqué con el espíritu de Anandamurti, o si
Anandamurti se había convertido en un mero símbolo en
mi conciencia que había penetrado mis sueños. De
7
cualquier manera, estos sueños siempre tenían mucho
sentido para mí e iluminaron situaciones difíciles. Si
fueron mis propias proyecciones, entonces vinieron de las
partes más profundas, más intuitivas de mí que nunca me
han guiado mal.
Fue poco después que conocí a Chandranath y a su
esposa, Ram Pari Devii. Ellos fueron algunos de los
primeros iniciados y maestros espirituales, o acharyas,
instruidos personalmente por Anandamurti en la década
de 1950. Eran, sin duda, los seres espirituales más
elevados que jamás he conocido. Todo el entorno que les
rodeaba era una bendición. Incluso sus empleados como
el cocinero y el jardinero se habían convertido en yoguis
altamente desarrollados. Hablar con Chandranath eliminó
las dudas que yo tenía acerca de mi meditación y él me
dijo que la intensidad se calmaría con el tiempo. Me dio
consejos invaluables sobre las sutilezas místicas de la
práctica espiritual y me dejó con una sensación profunda
de paz divina que todavía siento cada vez que recuerdo
estar en su presencia. Tanto él como su esposa se
establecieron en la práctica de samadhi (unión
experiencial con la Conciencia Suprema) y podrían entrar
en él a voluntad. Eran almas libres y realizadas, cuya sólo
razón para todavía estar encarnadas físicamente era
ayudar a otros a avanzar en el camino. Después de
reunirme con ellos me di cuenta de que más importante
que ser un monje o cabeza de familia, era simplemente el
tratar de ser uno con la Conciencia Suprema, en todo
momento, como ellos. Todavía hay algunos grandes
discípulos de Anandamurti y maestros de Rajadhiraja Yoga
que son Acharyas: IIshvarakrsnananda, Japananda,
Shantatmananda, Krpananda, Anandadhotana, y
Anandamitra, por mencionar algunos.
Un Nombre Para el Infinito es una obra en la cual
explico mis experiencias personales en el formato de la
filosofía y la psicología. En lugar de seguir escribiendo
sobre las experiencias subjetivas muy místicas, decidí
explicar mis experiencias para ir más profundamente en
la ciencia espiritual tántrica. La experiencia demuestra la
teoría y he descubierto que el Tantra es una ciencia
8
espiritual universal que brota sobre todo el mundo, no
sólo en la India, el Tíbet y China, pero en Meso-América
también. Quién sabe en qué otro lugar en el mundo
existen vestigios de esta ciencia espiritual secreta. La
mayor parte de mi inspiración temprana se debió a la
influencia espiritual de Anandamurti y algunos de sus
discípulos, como Chidghananda y Chandranath. Quetzal
Manik, o "Pluma Blanca", fue el maestro de mi esposa,
cuyas prácticas de Tantra Maya profundizaron mi
comprensión del Tantra indio que yo había estado
practicando durante años.

Acharyas Chandranath and Ram Pari


Devii

9
10
Introducción: El Tantra como una
comprensión práctica de la Filosofía
Perenne

A lo largo de la historia, nunca ha habido ni


habrá un objeto de inspiración más grande que el poder
situar la esencia del alma humana en el Ser Infinito. Esta
idea ha sido una semilla de pensamiento que ha recurrido
dentro de la filosofía perenne y que seguirá brotando
donde quiera que haya corazones nobles y mentes vastas
que busquen amar y entender los aspectos más
profundos de nuestro ser y existencia. Los grandes sabios
de todas las épocas y culturas han proclamado esta gran
verdad: que la fuente más profunda de la existencia del
ser humano se encuentra en la unión con la Conciencia
Suprema. La universalidad de esta idea cardinal no se
halla en la transmisión cultural de algún gran profeta a su
descendencia, ni se debe a la influencia que hayan podido
ejercer algunas culturas sobre otras. Su universalidad
representa la aspiración innata del hombre a la
comprensión espiritual de su propia naturaleza.
El espíritu fundamental de este libro es intentar
entender los procesos psicológicos y espirituales
involucrados en la comprensión del Infinito. La explicación
de estos procesos se hará dentro del marco teórico y
práctico de la ciencia intuitiva del Tantra. En lugar de ser
un sistema religioso o filosófico de pensamiento, el Tantra
es una ciencia experimental e intuitiva que se basa en la
práctica espiritual o sadhana. La teoría explica el ¨¿cómo?
¨ y el ¨¿por qué?¨ y es verificada por la propia experiencia
a través de la introspección intuitiva de la sadhana. La
intuición y el empirismo no son ideas separadas en el
Tantra. Sólo porque algo es experimentado en los niveles
internos de la mente, no quiere decir que no es una
"experiencia práctica". Los mayores descubrimientos
humanos han sido siempre intuitivos, incluso las
realizaciones intelectuales y científicas. La práctica y la
perspectiva del Tantra abarcan no sólo los planos
espirituales e internos de la existencia, sino el intelectual,

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el emocional y fisiológico. La explicación de los procesos
mentales y espirituales que participan en la búsqueda de
nuestra auto-realización debe examinar todo el espectro
de la conciencia humana desde el "simiano” hasta el
“seráfico". Uno tiene que explorar y entender todos los
modos de pensamiento y las expresiones de sentimiento
que influyen en el alma. También es necesario entender
cómo uno cambia y evoluciona de una etapa de pensar y
de sentir hacia la siguiente. Lo más importante es que la
sadhana del Tantra es la búsqueda para liberar la mente
de los complejos y cadenas que la unen a las
identificaciones limitadas, que nublan nuestro
pensamiento y estrechan nuestro sentimiento. La
comprensión intuitiva da la libertad mental, la paz y la
pureza. Con la intuición, el resplandor de la consciencia
eterna interior se convierte en algo simple y evidente en
la vida práctica.
Hacer realidad una filosofía espiritual y una visión
del mundo que comprenda nuestra naturaleza en su
conjunto puede parecer especialmente difícil en una
época donde el conocimiento científico, empírico, está tan
especializado y compartimentado. Las disciplinas
científicas modernas están muy fragmentadas y aisladas
de las otras disciplinas dentro de su amplia familia. Y la
ciencia parece no ver otra alternativa que fragmentar y
aislar con el fin de llegar a la precisión y la exactitud.
Tantra significa literalmente expansión de la
crudeza, de la contracción. Es un proceso para
transformar el instinto en intelecto, y además transformar
el intelecto en intuición, donde la cabeza y el corazón
están perfectamente equilibrados. La singularidad del
enfoque tántrico es que la práctica espiritual y la
realización espiritual siguen ciertas leyes psíquicas y
espirituales que están ocultas en la naturaleza sutil de la
mente. Hay dinámicas mentales y leyes que funcionan
tan claramente como las funciones de la fuerza de
gravedad en el mundo físico, por ejemplo. Este
conocimiento sutil se descubre a través de las pruebas de
la práctica espiritual, de experimentación interna en el
laboratorio mental. Aurobindo denomina este proceso

12
"empirismo místico."
A menudo se piensa que un enfoque científico para
el conocimiento es la antítesis de un medio espiritual e
intuitivo para el conocimiento superior. Y sin duda hay
buena razón para esto. Uno tiene solamente que mirar a
la historia intelectual y cultural de todos los conflictos de
la fe contra la razón. Uno puede ver las disparidades
actuales entre el conocimiento del mundo físico en
oposición a los conocimientos de las esferas mentales y
espirituales. La ciencia puede explicar racionalmente
nuestro mundo físico en cierta medida. Sin embargo, es
muy raro encontrar a personas o instituciones que pueden
explicar las capas espirituales y psicológicas profundas de
nuestro ser de una manera racional, lúcida y metódica. La
mayor parte del tiempo la espiritualidad es vista como el
dogma religioso y los sistemas de creencias
convencionales, en vez de ser vista como una ciencia
práctica. Una de las más grandes luchas que la cultura
humana enfrenta hoy en día es la conciliación de la visión
científica del mundo con una visión del mundo espiritual
moderna y racional.
Esta síntesis del enfoque espiritual y científico es
posible sin debilitar una perspectiva espiritual integrada,
holística, con la tiranía del materialismo científico y el
reduccionismo. Lo que se necesita es una filosofía que
reconozca la unidad trascendental detrás del fenómeno
cambiante y efímero de la naturaleza y, al mismo tiempo,
que reconozca la creación desde una perspectiva del
intelecto espiritual más elevado, benevolente y refinado.
Se trata de un intelecto tan alto, que conciba la esencia
de las cosas mientras que al mismo tiempo demarque
"conceptos fuertemente delineados", como lo dice
Steiner. Por lo tanto, debemos darnos cuenta de que ni
siquiera la caída de un gorrión puede suceder sin la
voluntad cósmica, así como también saber la causa
esotérica oculta de este fenómeno. Debemos percibir y
concebir los mecanismos sutiles que dan lugar a la
manifestación de la voluntad cósmica.
Para una mente orientada espiritualmente no hay

13
fin a la capacidad de entender este universo. De acuerdo
con la teoría tántrica, podemos entender y conceptualizar
todo en esta creación, ya sea materia cruda o mente sutil.
La única limitación a nuestro conocimiento está en la
definición de nuestra conciencia más interna.
¨Conciencia¨ aquí no se refiere al uso común de la
palabra, a las perspectivas y la idiosincrasia de un
individuo en particular. La Conciencia es más bien el
testimonio fundamental, es el centro de la identidad, una
¨Subjetividad Suprema.¨ Todos las cualidades personales,
experiencias, sentimientos y el intelecto, no son sino
rayos derivados del centro de la Conciencia Suprema.
Todo lo que existe es visto por la Conciencia Suprema. No
hay ninguna existencia afuera de esto, sólo la ilusión de
nuestra separación. Nuestra subjetividad más profunda o
sentido de uno mismo es, en esencia, la presencia
inmediata, interna de la Conciencia Suprema. Los
Upanishads se preguntan, "¿Cómo conocer al
Conocedor?" El testigo de la Conciencia Suprema ve a
todas las mentes y los corazones desde su estado de
conciencia pura, subjetiva, y no puede convertirse en un
objeto, incluso para el intelecto más refinado. La única
manera de conocer a la Consciencia Suprema es unirse
con ella, fundirse en ella para discernir su realidad dentro
de la intuición interna del "Yo existo" y conocer y sentir
que eres ella. Esta visión consciente, intuitiva, refinada
es la esencia del misticismo. Este es el conocimiento y la
realización espiritual más alta en el Tantra: estar y vivir en
unión con la Conciencia Suprema.
Y ¿qué pasa con las etapas a lo largo del viaje?
¿Hay reinos del ser en-entre el mundo físico relativo y lo
Absoluto? ¿Hay simplemente el nombre y la forma aquí y
el anonimato y la no forma allá? ¿O es que la vida
espiritual y contemplativa se vuelve tan nebulosa y
abstrusa que abandonamos totalmente nuestro intelecto
y el lenguaje cuando las cosas se vuelven sutiles? ¿Y qué
hay de las pasiones y los sentimientos? ¿Cuál es su lugar
y propósito en la existencia? Un panorama
verdaderamente espiritual debe tener el alcance de la
comprensión de la gama de los sentimientos, desde la

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más vil de las pasiones hasta el más noble de los
sentimientos humanos.
En los tiempos en que vivimos, el equilibrio
psicológico y un significado profundo de la vida son
bastante raros. Más raro es encontrar una chispa de
conciencia cósmica presente en la vida de uno. Las masas
de la humanidad se están moviendo hacia la auto-
alienación como peones sin sentido en un sistema
materialista degenerado, con poca o ninguna
consideración por los esfuerzos humanistas y espirituales.
No es de extrañar que tantas vidas se rijan por el miedo,
el resentimiento, la inseguridad, la ambición y la vanidad,
cuando hay tan pocos canales saludables para la
expresión humana. Cuando una persona sincera intenta
abrir el corazón y la mente, encuentra tanto conflicto
interno y confusión, que la tentación de unirse a la
consciencia de la manada es casi irresistible. Uno no
encuentra la conciencia dichosa interior, sino más bien un
atolladero de dudas, miedos y complejos reprimidos.
Sin embargo, tenemos que encontrar una solución
como individuos y como sociedad humana unida. No hay
que dar paso al miedo y la apatía, ni a la represión de lo
que es verdadero y puro en nuestra naturaleza. La
filosofía y la práctica del Tantra nos pueden dar un
profundo entendimiento de la totalidad de las
necesidades existenciales y emocionales de la mente, de
manera que es posible entenderlas y sanarlas. Con la
integración de las limitaciones psicológicas uno puede
progresar hacia adelante, hacia las capas intuitivas más
profundas de la mente, hasta que uno finalmente
comprende el núcleo de la conciencia y el propósito de la
vida. Encontrar esta gran consciencia interna nos libera
del sufrimiento y nos muestra el camino a la libertad.
Esta mirada hacia adentro es un sentimiento de alegría
eterna, de saber más allá de toda duda que la consciencia
interna, simple, siempre ha sido libre. Nuestra verdadera
esencia es la bienaventuranza.
La Conciencia Suprema es el Ser, el sujeto y el
testigo de todas las cosas creadas - la mente, el cuerpo, y

15
el universo entero. Este ser puro, dichoso, se unifica tan
esencialmente y tan cerca de nosotros, que la mente
mundana ni siquiera puede captarlo. El misticismo es el
proceso de revelar lo que hay dentro y está oculto. Esta
unión mística es posible a través de la ciencia de la
práctica espiritual. Mediante el cultivo de nuestra unidad
interna con la Conciencia infinita, todo nuestro ser
veredero puede ser contemplado desde este lugar de
bienaventuranza.
A través de nuestra unión con la fuente del
conocimiento infinito, el ingenio y la creatividad, todo
puede ser entendido. Dentro de la mente universal está la
perspicacia intuitiva para penetrar en los secretos del
cielo, los mundos sutiles, o reinos divinos. Se pueden
entender todas las cosas, incluido uno mismo, hasta el
punto en que uno se pregunta "¿de dónde he venido?
¿cuál es mi fuente?" Los Vedas incluso mencionan que ni
siquiera Brahma, el Creador, sabe su origen. Sólo cuando
la mente intenta comprender lo insondable es que en
última instancia es derrotada, pero derrotada en la
bienaventuranza. Como una flecha en su objetivo, la
mente se pierde en Brahma. La mente se disuelve en su
esencia y origen con esta investigación final. "La única
manera de conocer a Brahma es llegando a ser Brahma."
Esta comprensión nos lleva a un equilibrio fino
entre el enfoque intuitivo del misticismo oriental y el
dinamismo de la inteligencia occidental. En un extremo
está la trascendencia completa de la mente, el mundo, y
el cuerpo: en el otro, la reducción de todas las cosas hacia
lo material. Así que el contemplador moderno debe poder
pisar el suelo insondable de la divinidad, de lo absoluto, o
Brahma. Al mismo tiempo, es necesario mantener la
intuición tan aguda que pueda comprender plenamente
todos los procesos espirituales y psicológicos a lo largo de
nuestro viaje a través de los mundos físicos, psíquicos y
espirituales. Con este equilibrio armonioso entre las
esferas interiores (subjetivas) y exteriores (objetivas), la
persona alcanza su propia emancipación a través la
realización del Ser Infinito dentro de su propia existencia.
Esta toma de conciencia cultiva la humanidad más

16
profunda y da la sabiduría y la compasión para cuidar y
promover el progreso de toda la creación.

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Parte I

La Cosmología Tántrica: Involución y


Evolución de la Conciencia

La metafísica y la psicología se unifican en el


Tantra. En última instancia, los estudios más profundos de
nuestra naturaleza interior se funden con la realidad
absoluta más allá de nuestras proyecciones psicológicas
relativas sobre la realidad. La mente quieta, tranquila e
introspectiva, se puede enfocar y sintonizar con el
universo mayor. Uno aprende a vivir en armonía con la
paz interior y la sabiduría que conecta el bienestar
personal microcósmico con un orden interior y oculto en
el universo. Las teorías tántricas sobre la creación y la
involución y evolución son muy profundas y complejas.
Remito al lector metafísico serio a Idea e Ideología de
Anandamurti, o a las obras de Sir John Woodruff para una
descripción más completa de la cosmología y la
metafísica tántricas. Este libro se centra más en la
psicología y la fenomenología que en la metafísica.
Centrales a la cosmología tántrica son los
conceptos de Shiva y Shakti. Shiva es la conciencia
infinita y Shakti es la energía creativa divina. Shiva es el
Primer Padre trascendente de nuestra Conciencia y Shakti
es la Gran Madre Creadora. Son inseparables en esencia,
como el fuego y su capacidad de quemar. Juntos son
Brahma, la Conciencia Suprema, o divinidad, para usar un
concepto de la mística occidental. Shiva y Shakti tienen
nombres diferentes para que podamos concebir la
distinción entre el ser esencial y la actividad que resulta
de este ser. Shiva es el ser infinito, un océano infinito de
conciencia. Shakti, la energía creativa, es la fuerza que
crea las olas en el océano. Shiva es la existencia absoluta,
la conciencia y la bienaventuranza, mientras que Shakti
es la energía detrás del cambio, la creación, y el
movimiento. Unificada en Shiva, Shakti está tranquila y
sin expresión, como un océano plácido. Esta es la
divinidad, o Brahma, donde no hay cambio o devenir,

18
ningún universo, planetas, vida, ni Big Bang. Todo es uno,
eterno e infinito. Cuando Shakti despierta su actividad
creadora, ella comienza a crear olas en este océano
infinito de Shiva. Ella sólo parece estar separada debido a
la multiplicidad de las olas aparentemente separadas que
ella crea. Las olas más finas son los aspectos más sutiles
de la creación, mientras que las ondas más gruesas son
los niveles materiales y más condensados de la creación.
Todo es Brahma, todo viene de la divinidad Shiva-Shakti,
ya sea que se manifieste o no en la expresión creativa. No
existe ninguna otra entidad que Brahma.
Cuando Shakti se convierte en creación activa se
genera la existencia relativa. Su actividad creativa brota
de la esencia de Shiva. Shiva es el "material" o cosa
básica de la creación y Shakti es el funcionamiento, la
fuerza creativa que se forma en la manifestación creada
de Shiva. Todo lo que existe es una ola en el océano de
Shiva, vibrada y sostenida por el potencial energético
infinito de Shakti. El universo entero es un espectro de
vibraciones, de las ondas más finas de la Mente
Macrocósmica, a los niveles más gruesos de la materia.
Carl Sagan se refirió a nuestro mundo material como
"materia de estrellas" y generó una nueva comprensión
de la forma en que vemos el mundo material. La
cosmología tántrica va aún más lejos y afirma que la
"materia de estrellas" no es más que la Conciencia atada
por Shakti en la materia. Es el ser infinito de Shiva lo que
está en la esencia de todo. El universo creado es
considerado maya o ilusión cósmica, porque lo percibimos
como algo separado de la gran conciencia que está
dentro.
La creación brota desde lo infinitamente sutil y se
mueve hacia la manifestación más cruda. Toda la creación
es una reducción gradual de la longitud de onda infinita
de la Conciencia. La creación es como un iceberg en el
océano infinito de Shiva-Conciencia. Shiva es el océano,
mientras que Shakti es como el aire frío que congela una
parte del océano y hace un iceberg. Tanto el iceberg y el
océano, como la creación y la conciencia, son lo mismo en
esencia. Los aspectos más sutiles de la creación son nada
más las vibraciones más sutiles de Shakti. La Mente
19
Macrocósmica es la primera y más sutil expresión que se
manifiesta desde el océano infinito de Shiva. A diferencia
de la conciencia pura, la mente tiene las cualidades de
ambos Shiva y Shakti. Es un ser tranquilo, inteligente
como Shiva, y también un ser activo como Shakti. Es a
través de esta Mente Macrocósmica que el universo
material se manifiesta. La acción de la mente es como el
efecto de enfriamiento en el iceberg. Las ondas sutiles de
Shiva-Conciencia se transforman en energía y materia.
Todo lo que existe está concebido dentro de esta gran
mente que sigue guiando a la involución de Shiva en las
expresiones materiales del universo. La mente de Brahma
es inspirada por Dios o "G.O.D", Generador-Operador-
Destructor. Brahma genera todas las criaturas en su
mente, que son operadas o sostenidas por esta mente y,
en última instancia, disueltas o "destruidas" por esta
mente; todas las cosas creadas son impermanentes.
Lo que llamamos "materia" es realmente un
espectro de energías muy finas que eventualmente se
manifiestan en forma aparentemente sólida. Hay 5 niveles
de expresión material: éter, aérea, luminosa, líquida y
sólida. Los elementos más sutiles como el "éter" o el
"aire" no son como el espacio y el oxígeno. Son campos
muy finos de energía detrás de la materia y la forma. Su
sutileza es como la del "éter" o la del "aire". La materia
está formada por capas muy sutiles e invisibles. Tal vez
esta energía es lo que denominan los físicos "materia
oscura" (las capas del éter y el aire). La materia también
se manifiesta como las expresiones más gruesas y
cuantificables empíricamente (luminosas, líquidas y
sólidas). Cuando la materia alcanza su estado más denso
en el núcleo de una estrella, Shiva ha alcanzado su
máximo estado de densidad. Shakti no puede condensar
la vibración de Shiva más, y esta fase de la involución de
la Conciencia queda completa. Shakti ha despertado a
Shiva para la danza cósmica de la creación y ha
transformado a Shiva, el infinito e inmóvil, en el jagat, el
universo viviente y en movimiento. Shiva es infinito y la
creación del universo es sólo una transformación
imaginaria dentro de la infinidad de Shiva. Aun así, Shiva
permanece solamente como testigo del jagat. El universo
20
creado es sólo olas en el océano infinito de la Conciencia
y siempre se mantiene dentro de Brahma.
La Mente proviene de la Conciencia. La mente
proyecta el universo físico con su poder creativo infinito,
tal y como Shakti crea todas las cosas a partir de Shiva-
Conciencia. La vida es el intento de expresar la Mente
Macrocósmica dentro de una estructura física, como una
pequeña burbuja dentro de su propio universo creado. La
vida se resiste a la entropía y se organiza a sí misma.
Necesita la materia y la energía de su entorno y las pone
a su propia disposición. La vida, incluso en su forma más
simple, es una inteligencia creada y guiada por la mente
Macrocósmica de Brahma que está sosteniendo el
universo físico. La mente es algo mucho más sutil que
cualquier energía física en el universo. Es la fuerza que
guía y sostiene la vida biológica. La mente actúa sobre la
materia y es un estado de organización que se mueve en
contra de la fuerza de la entropía que gobierna el mundo
material.
La inteligencia de Shiva y la energía de Shakti
están siempre detrás de la fase de involución, de
expresión creada. En esta fase Shakti lleva a Shiva lejos
de su estado de unidad infinita y de no-dualidad. En la
fase de la evolución, Shiva conduce la actividad creada de
Shakti, el universo, hacia su estado puro de Existencia,
Conciencia y Bienaventuranza. Teniendo en cuenta que
hay una fuerza tan inteligente como Brahma detrás del
mundo físico, debe ser un poco más fácil entender que el
mundo físico no es algo estático y fijo, y que la materia no
es un estado absoluto de existencia. La materia es la
Conciencia limitada en la creación. La Conciencia libera
estas ataduras materiales a través de la creación de la
vida. La segunda ley de la termodinámica, la ley de la
entropía, no es más que un juego que juega Shakti en el
sótano de su creación, este universo físico. Detrás de este
espectáculo efímero, pasajero, está toda la inteligencia de
los planos anteriores de existencia que precedieron y
diseñaron la involución del factor sólido, o mundo físico. El
mundo físico no es más que el anillo más externo de los
círculos concéntricos alrededor del núcleo de la
Conciencia de Shiva. La gravedad y la entropía de Shakti
21
son más fuertes en el mundo físico, donde todo el impulso
de la creación ha llegado a su punto más bajo. Siempre
tranquilo, Shiva sigue siendo la fuerza nuclear detrás de
toda la creación, y es en última instancia el creador
supremo y el dador de vida, que no es más que una
chispa de su Conciencia. Shiva es Hunab Ku, el centro y el
núcleo del universo. La conciencia es el núcleo de todos
los núcleos de las galaxias, planetas y células biológicas;
todos son la progenie de Brahma.
Cuando la Mente Macrocósmica se manifiesta como
vida en una estructura física, se conoce como una mente
microcósmica. El microcosmos no es más que una burbuja
dentro de la Mente Macrocósmica unificada. Hay una sola
mente que se manifiesta en muchas formas, como el
reflejo de una luna en muchos charcos de agua. La vida, o
la evolución de la conciencia, es un intento de volver
sobre los pasos de la creación generada en la fase de la
involución de la Conciencia, donde Shakti manifestó a
Shiva; y así volver a la unión original de Shiva-Shakti. La
mente es un vehículo para esta Conciencia limitada y
utiliza medios sucesivamente más finos, aunque físicos,
para volver al estado fundamental de la unidad en
Brahma. La evolución de la vida biológica es la
manifestación de la marcha evolutiva de la mente
microcósmica hacia la re-unión con Brahma.
La mayoría de las expresiones de la vida se
encuentran todavía en la etapa pre-consciente de la
evolución. Hay conciencia, sin duda, ya que Shiva está
detrás de todas las manifestaciones mentales y, por
tanto, detrás de todas las expresiones de la vida
biológica. Sin embargo, estas entidades no son
completamente conscientes de sí mismas. En ellas la
mente todavía está confinada al nivel instintivo sensorial.
En estos niveles sólo la Chitta, o Mente Sensorial se ha
manifestado. La Chitta es el aspecto de la mente que
toma la impresión del mundo exterior dentro del cerebro
físico. Es la parte exterior de la mente que organiza a las
fuerzas vitales sutiles del cuerpo. También regula los
instintos fisiológicos que nos relacionan con este mundo
sensorial. Los órganos sensoriales transmiten señales
externas y las imprimen en la Chitta. La Chitta es como
22
un "plasma" mental o pantalla LCD que nos da un cuadro
de la demostración de la realidad externa. Los instintos
inherentes de la Chitta responden a esta imagen y, a su
vez, actúan sobre las partes motoras en el cerebro para
responder al mundo externo. A medida que la vida
evoluciona, la Chitta se vuelve más compleja, ya que el
cerebro y el sistema nervioso desarrollan instintos más
refinados; mayores grados de inteligencia comienzan a
manifestarse a través de la Chitta refinada. La Chitta es el
medio en el que la mente responde al determinismo del
mundo externo, sensorial, y también la encargada de
guiar a la inteligencia de la Mente Macrocósmica. La
Chitta, aunque gruesamente unida a la entidad biológica,
es todavía un aspecto de la gran Mente Macrocósmica
omnisciente, y es quien en última instancia guía toda la
evolución de regreso hacia la unión con Brahma.
Sin lugar a dudas, la inteligencia más evolucionada
de conciencia microcósmica encarnada en este planeta es
la mente humana. Aquí, la conciencia de sí mismo está
claramente establecida. Hay un sentido de "Yo soy" con el
deseo de descubrir y crecer mental y espiritualmente.
Como los instintos de la Chitta se han vuelto más
refinados, la inteligencia de la mente, el Aham, se
manifiesta. El Aham es el ego o el intelecto. Es la
inteligencia que dice "Yo soy" y busca la manera de nutrir,
comprender y proteger su identidad. Las impresiones
creadas en la mente por la relación entre las células
nerviosas y la Chitta mental son presenciadas por el
Aham-intelecto o ego, y por eso se puede experimentar la
idea de que "estoy caminando por el río, hay un roble con
un olor agradable, creo que voy a sentarme aquí por un
tiempo". Aquí, la mente no está funcionando en el nivel
puramente instintivo de la mente sensorial. Hay
pensamientos sutiles, juicios, e impresiones que actúan
sobre la mente sensorial y la Chitta, más objetivas. La
Mente Sensorial y la Chitta están siempre en el presente,
mientras que el Aham puede experimentar procesos muy
complejos en el presente, recuerdos del pasado, o la
creación de realidades imaginarias y fantasías con la
ayuda de la memoria y la imaginación. Debido a que el
Aham es el "Yo soy", el ego tiene muchos deseos
23
existenciales y necesidades en el ámbito mental más allá
del mundo sensorial simple. La Conciencia es Shiva
infinito, pero ahora la Conciencia se está manifestando
dentro de un cuerpo humano, con una mente sensorial; y
todavía más complejo es la noción de "Yo soy" encima de
este vehículo animal. Sin embargo, es la inteligencia del
Aham y todas sus necesidades y experiencias potenciales
las que finalmente despertarán esta noción independiente
de "Yo soy" hacia la unión con la consciencia infinita de
Shiva.
A medida que los deseos humanos se vuelven más
refinados, y el significado y el propósito de la vida se
establecen, el auto concepto del Aham se cultiva y se
expande. Es sólo debido al flujo natural de la evolución
mental que este concepto del Aham-ego limitado desea
ampliarse hacia algo aún mayor. Cuando el ego separado
comienza a preguntarse con imaginación creativa en
cuanto a por qué algunas cosas son buenas y hermosas y
significativas, y busca aumentar estas necesidades
sutiles, mentales, es cuando nos encontramos con
realidades superiores. Nos encontramos con mayores
niveles de unión con la naturaleza y el mundo social, los
niveles más profundos de la amistad y la intimidad, y la
mayor maravilla hacia el gran universo y todo lo que
contiene. Estas experiencias existenciales superiores
rompen nuestra separación y, poco a poco, nos
convierten en ciudadanos más universales. El Mahat, o el
sentido de existencia pura, el “Yo existo”, se manifiesta
cuando la inteligencia del Aham es presenciada por algo
más fino y más interno que el Aham-intelecto, que está
tan ocupado con el complejo mundo social. El Mahat es la
intuición pura de "yo existo", la existencia pura,
diferenciada de la existencia cambiante del ego o “Yo
soy.” El Mahat ve al intelecto del ego desde su quietud
profunda dentro del “Yo existo,” más allá del tiempo. Es la
aproximación más cercana a lo que uno podría llamar el
"alma". Es la luz interior justo detrás de la primera
memoria en la infancia, tu interno, puro "Yo existo", antes
de que el mundo exterior te impresionara tan firmemente.
Las experiencias en el cerebro y la Chitta pueden afectar
al ego, pero el Mahat, el "Yo existo" puro, nunca es
24
afectado. Es la parte de ti que simplemente es, la mejor
parte de tu ser mental. Es tu intuición más querida,
profunda y personal; parece tan especial que te pertenece
a ti y a nadie más. Pero este sentimiento profundo de "Yo
existo" revela la inmortalidad supra-personal, ya que es
la clave para sentir el gran “Yo existo” que está dentro de
todas las almas. Parece estar en todas partes y en todas
las personas. Una consciencia microcósmica
verdaderamente inteligente que ha cultivado
adecuadamente la conciencia del Aham-ego, siempre
encontrará la razón de su existencia personal aquí, en el
reposo profundo del Mahat. Shiva y el Mahat están tan
cerca en proximidad y similitud que es práctico a decir
que son idénticos. La mejor parte de la mente, el Mahat,
es una réplica casi perfecta de Shiva-Conciencia. Pero
Shiva es el testigo incluso del Mahat, y es el señor de la
mente. A pesar de que la mente está atada a la creación y
ha tenido que pasar por una fase de la evolución para
volver a manifestarse, la consciencia fundamental de
Shiva nunca ha cambiado. Él ha sido testigo de todo el
drama universal desde su creación. El océano infinito de
la Conciencia sostiene todas las cosas, siempre. Es la
identidad fundamental y el Testigo más allá del Mahat.
La Sadhana tántrica sigue el flujo natural del
desarrollo mental de la Chitta instintiva hacia el Aham-
intelecto, y luego hacia el Mahat-intuición. Para los seres
humanos cuyas mentes están más dominadas por
propensiones animales, la práctica de sadhana está muy
centrada en la disciplina física y moral. Se necesita una
gran cantidad de fuerza o Shakti para superar estas
tendencias. A esta etapa se le llama la etapa Shakta, o
etapa del Guerrero. El aspirante Guerrero necesita una
imagen de un Moisés o Krishna para inspirarle rectitud
dhármica. Esta es la etapa de la sadhana del Guerrero.
Los Guerreros convierten los instintos animales de la
Chitta hacia el “Yo soy” más consciente y conceptual,
siguiendo un código estricto de disciplina social y
espiritual. Así, se cultivan la dignidad propia y la
reverencia por el camino de Dharma.
Para aquellas mentes más desarrolladas que tienen
discernimiento moral y un intelecto claro, y que no están
25
tan encadenadas por las limitaciones del Aham-intelecto,
la sadhana es un poco más interna. La sadhana no está
tan centrada en la adoración del héroe, como en la etapa
de Guerrero. En esta siguiente etapa los "enemigos" se
ven claramente como más internos y sutiles, como la
vanidad o el deseo de poder espiritual. Aquel que supera
estas limitaciones se convierte casi en un dios y siente
una profunda unión con Brahma siempre. Este estado se
llama la etapa Devocional. Los devotos convierten el
Aham-intelecto a la intuición del Mahat. Aquí el aspirante
espiritual, el sadhaka, está en proceso de unirse con Dios,
el Generador, Operador y Destructor del universo. El
Devoto ya ha pasado por las etapas de la disciplina y el
deber, de trabajo y estudio. Sólo queda el deseo de vivir
en unidad con Brahma. Sin embargo, el peligro aquí es
que la expansión del Aham es hacia algo tan grande que
el Aham siempre tratará de reclamar esta grandeza como
propia. Sin embargo, debido al movimiento rápido de la
mente hacia adentro, las reacciones de Shakti vendrán
más rápido para los que están más cerca de la unión con
su pureza. A ellos siempre se les enseña que el camello
gordo no puede ser forzado a pasar través del "ojo de la
aguja" más sutil y pura. El Mahat es como una punta de
una aguja, donde no puede surgir ninguna forma ni
imagen. La unión con Shiva es posible sólo a través de la
rendición del Aham, y el devoto entiende este secreto.
Todo el ser del devoto se rinde a Brahma en la
meditación. Un yogui siempre se esfuerza por lograr esta
concentración perfecta en un solo punto, o ekagrata.
Y para esas almas benditas que alcanzan esta
devoción, el conocimiento no-dual de la divinidad Shiva-
Shakti no está muy lejos. Al estar tan seguro en el hogar
que es este universo divino y temiendo nada, el devoto se
entrega por completo a Shiva y alcanza la unidad con el
estado puro, sin mezcla, de la Existencia, Conciencia y
Bienaventuranza de Shiva. Incluso dios, El Generador,
Operador, y Destructor se deshace cuando el
microcosmos se funde en las aguas silenciosas de la
divinidad Shiva-Shakti. Meister Eckhart nos dice que en la
renuncia espiritual más auténtica, ni siquiera dios puede
impedir la unión del alma con la divinidad. El iceberg se
26
ha derretido en el océano y sólo queda el océano infinito
de Shiva. Ésta es la etapa final de Shaeva. "Shaeva" se
refiere a los seguidores de las antiguas prácticas tántricas
dadas por Shiva, el yogui prehistórico que fue el primero
en sistematizar el Tantra en un estilo no-dualista. Los
Shaevas disuelven toda la mente- Chitta, Aham y Mahat
en Shiva. La mente ha alcanzado el yoga, la unión
absoluta.
Es a través de la sadhana que una conciencia
microcósmica se convierte en uno con la conciencia
Macrocósmica de Shiva. Shakti ha transformado a Shiva
en el universo creado en la fase de involución. En la fase
de la vida y la evolución, Shiva, a través de todos y cada
uno de nosotros, trata de regresar a su estado inmortal.
La Sadhana, en todas sus etapas, implica el despertar de
la kundalini. Kundalini es realmente la fuerza divina de
Shakti latente en la base de la columna vertebral como
una serpiente enroscada. Su "despertar" consiste en la
elevación gradual de esta fuerza creativa fundamental por
la columna vertebral y hacia el cerebro, donde Shiva
reside dentro del microcosmos. Kundalini Shakti es la
inteligencia fundamental detrás del microcosmos, detrás
de su evolución a partir de lo crudo a lo sutil. Ha habido
mucho choque físico en la evolución biológica. Ha habido
mucho que aprender y comprender en la evolución de la
Conciencia personal del Aham y el intelecto. Pero lo más
importante es nuestro deseo interno, espiritual por la
libertad y la liberación del sufrimiento. La Sadhana nos
muestra el camino para encontrar este flujo interno y
equilibrado del yoga.

27
BRAHMA CHAKRA- CICLO DE LA CREACIÓN

28
29
Parte II

La Psicología del Tantra: Los procesos


mentales en la realización del infinito

El impulso fundamental de todos los seres es el


esfuerzo de expandirse hacia el Infinito. Desde la ameba
rudimentaria hasta en complejo ser humano emocional e
intelectual, está este movimiento y expansión de su
estado evolutivo actual hacia un potencial mayor todavía
no realizado. La Conciencia infinita “ha asumido el disfraz
de la finitud" a través de tantas y diversas expresiones
que, consciente o inconscientemente, buscan la re-unión
con su naturaleza esencial. Esta marcha evolutiva es sólo
en parte, y en sus niveles más crudos, una lucha por el
instinto de conservación, con su constante lucha por la
existencia física. Detrás de todo el esfuerzo y la lucha,
está la obra eterna del Infinito en busca de recuperar su
estado puro de descanso perpetuo en la divinidad Shiva-
Shakti. La evolución biológica es el inicio de este esfuerzo
divino, mientras que la sadhana es el impulso definitivo
para completar este flujo cósmico.
No es el propósito de este trabajo tratar todo el
proceso Macrocósmico de la evolución. La atención se
centra más bien en las etapas finales de la evolución
Macrocósmica, que se encapsulan en el desarrollo de los
seres humanos. E incluso en el contexto del desarrollo
humano la atención se centrará más en los aspectos
psicológicos y psico-espirituales de este desarrollo, en
lugar de las etapas biológicas y del desarrollo psicológico
básico.
Según el Tantra hay 50 principales propensiones
incrustadas en la mente humana. El término sánscrito
para la propensión mental, vrtti, significa literalmente
“vórtice”. Podemos imaginar la mente microcósmica
coloreada y cualificada en el mundo fenomenal por varios
vórtices que distorsionan y mal-configuran la cámara
objetiva de la mente, haciendo que ésta vea sólo las

30
imágenes externas y distorsionadas en lugar de la
reflexión de Shiva dentro. Ellos son los tornados tántricos
que causan esta gran ilusión, o maya. Todas las etapas de
la conciencia microcósmica están condicionadas por estos
vrttis. Ellos son el velo a través del cual vemos muchos
espectros de la realidad.
Vrtti se traduce a menudo como instinto. Esto es
correcto siempre que el término instinto se eleve a partir
de su uso común en referencia a las actividades
biológicas e inconscientes. Las propensiones, o vrttis, son
modos cognitivos y emotivos de funcionamiento en las
distintas capas de la mente: sensorial instintiva,
conceptual, creativa, intuitiva, y causal. Van desde el más
bajo de los instintos y los mecanismos de defensa de la
mente sensorial primordial, a las más complejas
cualidades auto-conscientes, reflexivas e intuitivas, en los
niveles más altos intuitivos y causales. Por lo tanto, los 50
vórtices son modos de funcionamiento mental que
incluyen todos los instintos, propulsiones, emociones y
anhelos sutiles que componen la mente humana.
La esencia de los 50 vórtices son vibraciones
sonoras o "cuerdas" en la mente de Brahma. La mente
microcósmica con sus 50 vórtices imita el sonido de la
matriz causal de Brahma. El sonido es el material más
sutil, y por lo tanto la vibración causal para todos los
demás elementos más bajos. Estos 50 sonidos causales
son no sólo los sonidos de loa vrttis humanos, sino
también sonidos causales que generan, operan, y
disuelven el universo creado. Además de ser las fuerzas
causales en la conciencia humana fenomenal, los vórtices
de sonido causales no sólo dan forma a nuestro mundo
social y conceptual, sino que forman nuestra realidad
metafísica interior. Esta idea abstracta de cómo este
universo creado está conectado profundamente a la
conciencia humana quedará un poco más claro después
de discutir los siguientes capítulos.
Los vrttis no funcionan al azar y sin orden, sino que
tienen una función guiadora ordenada desde los niveles
burdos a los niveles más sutiles de la conciencia. Su
despliegue o manifestación es paralela el despertar de la
kundalini. Esta inteligencia innata del microcosmos utiliza
31
el despliegue de los vrttis en la evolución de la mente.
Cuando el ego necesita protección, los vrttis inferiores se
manifiestan para tratar de fortalecer la personalidad
frágil. Cuando el ego está listo para la expansión de los
vrttis mayores, entonces éstos comienzan a manifestarse
en formas sucesivamente más complejas. Este despliegue
se expande desde lo físico a lo psicológico, a los deseos
espirituales. Esta idea es muy similar a la de los
psicólogos trans-personales, aunque el nivel de desarrollo
sigue un poco más profundamente en el Tantra. El núcleo
de la filosofía tántrica y la práctica de la meditación es la
noción de que la persona que puede cultivar las
propensiones más altas para superar los vrttis inferiores e
instintivos, y realizar la naturaleza verdadera y eterna de
la Conciencia Suprema detrás de las limitaciones y la
separación de la mente.
Al examinar la evolución de la conciencia espiritual
a través del despliegue sucesivo de las propensiones
mentales, es importante considerar cómo estas
propensiones funcionan dentro de la mente misma.
Simplemente explicado, la mente se puede dividir en dos
esferas: la objetiva y la subjetiva. El ámbito objetivo
(Chitta) de la mente está conectado a las vibraciones del
universo a través de los sentidos. También genera estas
impresiones como una pantalla de plasma, así como las
respuestas a estas impresiones en forma de instintos,
sentimientos, pensamientos y recuerdos. Hay 5 capas
(kosas) en el ámbito objetivo de la mente: sensorial,
conceptual, creativa, intuitiva y Causal. Éstas serán
discutidas con mayor detalle en la siguiente parte del
libro. Las inferiores están, por supuesto, conectadas a las
vibraciones materiales más crudas, así como a las
propensiones más crudas. Las capas más sutiles y
espirituales de la mente están conectadas a los niveles
más refinados del mundo objetivo. Los vórtices vṛtti
vibran la Chitta e imponen un modelo de pensamiento,
acción o sentimiento en la mente. Nuestro pensamiento,
sentimiento y deseo están condicionados por estos finos,
hilos de vibración. Los vrttis son arquetipos mentales que
vibran la Chitta, el cerebro y el sistema nervioso. Por lo
tanto, los vrttis están relacionados con el control de las
32
actividades de las hormonas y neurotransmisores, que
son una parte muy importante del desarrollo mental y la
refinación del sistema nervioso hacia estados más finos
de conciencia. Equilibrar los vrttis es una parte central de
la práctica tántrica. Los vrttis inferiores deben ser
transmutados en los superiores, pero en última instancia,
el estado de la unión con Shiva está más allá de todo
vrtti. Por esta razón Patainjali declaró "Chitta yoga vrtti
nirodha," o "el yoga es la suspensión de los vrttis
mentales." Cuando no hay vórtices en la superficie del
estanque, es posible ver el e reflejo brillante de la luna.
Los vrttis de la mente se encuentran en ciertas
subestaciones mentales o chakras. Chakra significa
literalmente un círculo que gira o vórtice. Cualquier
vórtice es una masa de vrttis que giran. Un vórtice está
compuesto de los vrttis que contiene. Los vórtices
figurativamente se representan como flores de loto con
un número específico de pétalos. El número de "pétalos"
de la "flor de loto" del vórtice es el número de vrttis que
vibra en un vórtice particular. Cada pétalo es a su vez un
vórtice de escape de la energía sutil del centro del vórtice
principal o chakra.
Los vórtices no son centros físicos. Son parte de lo
que Chopra llama el "Cuerpo Mecánico Cuántico". Ellos
tienen una correspondencia física a lo largo de la médula
espinal y resuenan con las glándulas y los nervios. Estos
vórtices mayores están contenidos dentro de la Chitta, o
cámara de objetiva de la mente, que tiene una conexión
directa con el cerebro, las glándulas y los nervios. Los
vórtices inferiores están contenidos dentro de la parte
más cruda de la mente y son por lo tanto más
extrovertidos e instintivos, ya que se asocian con los
reinos más crudos del mundo objetivo material. Los
vórtices más sutiles, más altos, son más introvertidos ya
que están contenidos dentro de la parte más sutil de la
mente objetiva, y por lo tanto reflejan más conciencia
interna y subjetiva. En la cámara subjetiva la expresión es
más intelectual, creativa e intuitiva, al contrario de los
impulsos instintivos de la mente objetiva. Ver a través de
la parte más cruda de la cámara objetiva, es como tratar
de ver el reflejo de la luna sobre el agua turbia, mientras
33
que el aspecto sutil de la mente objetiva es el reflejo de la
luna sobre el agua plácida.
La sección sobre la práctica espiritual (sadhana)
explicará con más detalle la relación de la mente y el
cuerpo a través de los vrttis y vórtices. Por ahora es
suficiente saber que las propensiones se encuentran en
ciertas subestaciones mentales, o vórtices, que se
encuentran a lo largo de la columna vertebral. Los
tradicionales "pétalos de loto" en los vórtices son en
realidad la ubicación de los distintos vrttis, y el número de
pétalos en los distintos vórtices representa el número de
vrttis allí.

Localización de los siete chakras.


De abajo hacia arriba: Muladhara,
Svadhistana, Manipura, Anahata,
Vishuddha, Ajna, Sahasrara.

34
Estructura de la mente microcósmica

35
Mahat
“Yo Existo”

Parte más esencial de la


mente.
Su único atributo es el “yo
existo”.
Su función es la intuición.
Cámara
subjetiva de Aham
la mente
“Yo soy/hago”

Constituye el ego.
Tiene características.
Se identifica con cualidades
interiores o por el exterior.
Su función es el intelecto.

Chitta

Cámara
Parte que se relaciona con el
objetiva de la exterior a través de los
mente órganos sensoriales y
motores.
Su función es el instinto.

36
37
          El Vórtice Muladhara es la base de la mente. Está
conectado a las estructuras más básicas, reptiles, del
cerebro. Se encuentra en la base de la columna vertebral,
lo que en realidad es la base del cerebro. Todos los
llamados chakras realmente tienen su base en el cerebro,
con los centros correspondientes a lo largo de la columna
vertebral. Así como el cerebro reptil es la parte más
básica del cerebro humano, el nivel más básico de la
mente es la Mente Sensorial, o Kamamaya Kosa, la capa
del deseo físico. La Mente Sensorial es el nivel de la
mente que funciona con la ayuda del cuerpo físico y sus
órganos sensoriales y motores. La mente no es materia.
La mente es una entidad sutil. La mente proviene de la
Conciencia y la materia viene de la mente. Sin embargo,
en este nivel la mente está ligada en un organismo
microcósmico, la mente debe expresarse con un cuerpo
material. Está dentro del "factor sólido" o reino material
con las células, nervios, tejido nervioso, glándulas,
órganos, etc. El cuerpo físico con todos sus componentes
es el vehículo de la entidad sutil que es la mente. El
cuerpo pasa cambios a medida que la mente se expande,
al igual que la mente experimenta cambios a medida que
el cuerpo se adapta a su entorno. Dentro de la Mente
Sensorial están todos los instintos físicos necesarios para
que cualquier organismo se adapte a su medio ambiente
físico. Los instintos de la Mente Sensorial guían la mente
inconsciente hacia el comer, el dormir, la reproducción y
la autodefensa.
De aquí en adelante, voy a utilizar los términos
Mente Sensorial y el cuerpo físico casi de manera
intercambiable. Sin embargo, hay una gran diferencia.
Aunque las funciones de la mente sensorial a través de
los órganos sensoriales y motores del cuerpo tienen sus
centros de control en el cerebro, la raíz de las facultades
sensoriales está en la mente objetiva, el Chitta. Sin las
facultades sensoriales en la mente, el cuerpo no puede
funcionar y sin el cuerpo, las facultades sensoriales no
pueden funcionar. Es porque son interdependientes que,
por razones de simplicidad, se usan indistintamente.
La base para la kundalini o Shakti está en el vórtice
Muladhara. Shiva le atrae hacia arriba, hacia su posición
38
en la coronilla, o vórtice Sahasrara. Toda la inteligencia
que el microcosmos necesita en su evolución permanece
latente aquí en el Muladhara. Shakti, la fuerza
responsable de todas las olas en el océano vasto de Shiva
en este gran universo, ha tomado posición como la raíz de
la vitalidad fundamental de la vida. Ella es la energía
primordial que controla todas las formas de energía
creativa. Como Shakti del macrocosmos, ella está en
todas las cosas. Como kundalini, ella libera a todos los
microcosmos del macrocosmos en su debido momento de
evolución. Es la kundalini despertada quien devora todos
los vrttis en su camino hasta llegar a Shiva en la coronilla,
o vórtice Sahasrara. Cuando llega allí, ambos se unifican y
la mente se disuelve de nuevo en la divinidad Shiva-
Shakti. Todo este potencial evolutivo se encuentra latente
en la base del Muladhara, al igual que el sistema cerebro
reptil es la base para un mayor cerebro medio y el
desarrollo cortical.
La mayor parte de la evolución de la vida en este
planeta está en continua evolución en el ámbito de la
Mente Sensorial en el Muladhara. Los instintos poco a
poco se están perfeccionando ya que la mente tiene que
adaptarse a los cambios en su entorno, así como cambios
en su organismo. La mente y el cuerpo siempre funcionan
como un equipo coordinado. Una mente animal necesita
un cuerpo animal, mientras que una mente más
desarrollada necesita un cuerpo físico más refinado.
Recordemos que la Mente Macrocósmica debe
manifestarse en una forma biológica cruda en el comienzo
de la fase evolutiva de manera que pueda, con el tiempo,
liberarse de sus propias limitaciones creadas y finitas. Por
lo tanto, incluso la Mente Sensorial en forma latente, tiene
toda la inteligencia del macrocosmos a través de la
kundalini funcionando detrás de ella. El macrocosmos no
puede manifestarse en su totalidad en una forma cruda,
física. Sólo puede manifestar su cámara objetiva de la
mente, la Chitta, en una forma física. Sólo con la
evolución posterior puede la inteligencia del
macrocosmos, evolucionando a través de un
microcosmos, evolucionar la cámara subjetiva de la
mente hacia el Aham y el Mahat. La inteligencia de los
39
instintos es guiada y regulada por la Mente
Macrocósmica. Su propósito es impulsar la mente del
organismo hacia adelante en la cadena evolutiva de modo
que con el tiempo la auto-conciencia se pueda desarrollar.
Basta contemplar la perfección de la Mente
Sensorial en los seres pre-conscientes. Una semilla sabe
exactamente cuándo es el momento de brotar, y todos
sus procesos para convertirse en una plántula y luego en
una planta completa, están perfectamente manifiestos.
Una tortuga de mar sabe después de salir de su huevo
que debe ir directamente al océano. Más tarde en la vida,
sigue las vibraciones electromagnéticas del planeta para
volver año tras año y aparearse en el mismo lugar en el
océano. O un mamífero bebé; ya sabe que tiene que
alimentarse de su madre. Todos estos ejemplos, y
millones de otros, todos funcionan de manera armoniosa
y sin tener que pensar o aprender la actividad de manera
consciente y voluntaria. Es verdaderamente la
inteligencia latente de la Mente Macrocósmica, la que
está tratando de evolucionar en sí, de nuevo hacia su
origen por medio de la evolución microcósmica.

40
Los 4 vrttis del Muladhara - Kama, Artha, Dharma y
Moksha

El Vórtice Muladhara es la base y la estación de


relevos para todos los deseos y direcciones de la mente
humana. Los cuatro vrttis direccionales de este vórtice
son Kama-el deseo físico; Artha- o deseo mental; Dharma
deseo psico-espiritual; y Moksha- deseo espiritual puro.
Un ser humano sin desarrollo mental sólo tiene deseos
físicos. Un ser humano con un poco de inteligencia y
autorreflexión desarrolla muchas necesidades mentales y
emocionales. Una persona intuitiva está siempre
deseando estar más cerca del espíritu, mientras que los
seres humanos más desarrollados desean sólo la
liberación espiritual, el nirvana o Moksha. El Muladhara es
el "cuadrado" fundamental que forma las 4 grandes
41
direcciones de la mente. Este cuadrado fundamental tiene
las cualidades básicas de toda la existencia microcósmica.
Todos los estados posibles de existencia microcósmica se
expresan a través de esta base física. Kama es la
orientación de la mente sensorial hacia el mundo físico.
La Mente Sensorial obtiene placer y sustento de los
sentidos. Los deseos del Kama vrtti son simples instintos,
cableados que nos ayudan a relacionarnos con el mundo
físico. Tenemos hambre, miedo, deseo sexual, etc. Es
nuestra naturaleza animal que busca el bienestar físico.
Artha es la etapa en la que la mente conceptual se deriva
no sólo del placer, sino de su identidad psicológica y
significado personal, partiendo desde el reino de las ideas
sobre el mundo físico y el entorno social. Es más mental,
conceptual y con orientación psico-social. Uno tiene un
nombre, un trabajo y una identidad interna. Es la etapa en
la que se cultiva el intelecto o la conciencia auto
conceptual, a fin de comprender la naturaleza del mundo
y el ego personal, a través de conceptos más abstractos y
deseos sutiles incrustados en el intelecto creativo.
Dharma es el movimiento de la mente conceptual hacia el
desarrollo espiritual intuitivo. Este flujo psico-espiritual del
Dharma es el esfuerzo de la mente Aham-intelectual para
comprender la naturaleza espiritual y el significado de la
existencia. Uno cultiva una intuición de lo que no se
percibe físicamente; el propósito profundo, la belleza
moral y la intuición de un orden divino. Moksha es el
anhelo de emancipación absoluta de todo el mundo
relativo, la unión con la conciencia incondicionada y pura.
Aquí la mente ha recorrido todo el espectro de bienestar y
se ha manifestado en todos los potenciales necesarios
para interactuar y comprender los niveles de la realidad.
Después de haber atravesado el espectro de la existencia
humana, ahora se desea completar el ciclo de la
existencia, la muerte y el renacimiento, hacia un retorno a
la conciencia absoluta e incondicional más allá del
alcance de lo finito, más allá de la existencia relativa.
Puede parecer extraño que el vórtice Muladhara, la
estación más baja de la mente, que controla el cuerpo
físico y sensorial de la mente, es la raíz de todas las
propensiones humanas. Uno puede preguntarse: "¿Cómo
42
es posible que las propensiones más sutiles, tales como
los de Dharma y moksha estén enraizados en el
Muladhara?" Todo deseo es un deseo de expansión y
liberación de las limitaciones, ya sea que hablemos de los
deseos físicos, psíquicos o espirituales. Los deseos físicos
son un intento de ayudar a la mente a ampliar su ámbito
en el reino físico. Los deseos psíquicos dirigen la mente
hacia la expansión psíquica con el fin de liberarla de las
limitaciones mentales. Los deseos espirituales lo liberan a
uno de la ignorancia espiritual y el sufrimiento existencial.
Incluso los deseos en los niveles básicos de la existencia
son deseos para expandir nuestras limitaciones.
El deseo físico, o Kama vrtti, es la forma en que la
mente expresa su anhelo de expansión cuando se
encapsula en el mundo físico. La mente Macrocósmica es
la esencia de la mente microcósmica. Todo su potencial
inmenso está latente en el microcosmos, a la espera de
que el tiempo y la evolución manifiesten este potencial
dentro del receptáculo microcósmico. La Mente Sensorial
es la manera en que la inteligencia Macrocósmica se
expresa mientras está atada al factor sólido y al cuerpo
físico. La mente, en este nivel, depende de la estructura
física de un sistema nervioso con órganos sensoriales y
motores. Eso sí, debido a que está atado al ámbito físico,
debe utilizar órganos físicos con el fin de expresarse. Un
yogui que sólo busca el Dharma y moksha todavía tiene
un cuerpo físico, y estos vrttis acondicionan el cuerpo
físico de tal manera que el cuerpo y el sistema nervioso
pueden canalizar una tremenda fuerza espiritual. Si el
cuerpo no pudiera acomodar estos vrttis mayores con sus
modos cognitivos y emotivos avanzados, entonces no
tendríamos un cuerpo capaz de experimentar estados
superiores de conciencia. La mente humana es una
arquitectura diseñada desde lo alto para relacionarse
armónicamente con el aquí y ahora del cuerpo físico.
La raíz del deseo infinito está presente en la mente
sensorial, pero la mente en este momento sólo conoce el
mundo físico. Sin embargo, detrás de los deseos físicos
están los anhelos de algo más grande. La vida y la mente,
obligadas por la fuerza de Shakti hacia la involución,
deben pasar por esta etapa de evolución con el fin de
43
desplegar sus potenciales más altos.
La mente microcósmica, como se describe por
Anandamurti, es una "entidad relativa, funcional, y en
constante cambio." Es relativa en el sentido de que no es
absoluta; se expande y evoluciona. La mente es relativa y
siempre-cambiante ya que a lo largo de su viaje nunca
puede estabilizarse en un momento por un período
indeterminado de tiempo, ya que su tendencia innata es
la expansión. Y la mente es funcional y no sólo en el
sentido en que percibe, piensa, desea, etc., sino que su
función última es ser un vehículo para realizar a Brahma,
para reunirse con la Conciencia pura.
Cada una de las 4 etapas (Kama, artha, Dharma y
moksha) progresa y evoluciona una de la otra. A pesar de
que se pueden ejecutar en paralelo entre sí, una
tendencia más elevada no puede empezar a manifestarse
hasta que un grado requerido de desarrollo se logra en las
etapas precedentes. Por ejemplo, el Dharma no puede
empezar a manifestarse hasta que la mente ha
experimentado una expansión mental primaria. Es
impensable que una mente que funciona principalmente a
través de los sentidos podría hacer un salto a un modo
intuitivo, psico-espiritual, sin haber pasado antes una
gran cantidad de expansión cognitiva y emocional.
Kama es psico-físico en el sentido en que la mente
se ocupa exclusivamente con fenómenos objetivos,
sensoriales. Aquí, la mente se mueve hacia la materia. A
través de choque y cohesión, como resultado de la
interacción con el mundo sesorial, se desarrolla el
intelecto y la personalidad auto consciente (artha vrtti). El
intelecto y la personalidad manipulan y ordenan el mundo
sensorial a través del pensamiento y la voluntad. Artha es
un sistema de pensar y de sentir para un ego auto-
consciente y limitado que nos ayuda a encontrar nuestro
lugar en el mundo social.
A medida que el intelecto y la auto conciencia se
desarrollan, la mente comienza a darse cuenta de sus
propias fronteras y limitaciones, y busca los medios para
liberarse de estas limitaciones. Debido a esta tensión
interna de la mente con sus facultades y sistemas de auto
regulación innatos, ésta busca un orden superior de
44
funcionamiento intelectual y emocional. Esta mayor
conciencia de sí mismo puede hacer frente a las luchas y
desafíos más sutiles. La mente aquí se ve obligada a
buscar respuestas a confusiones y dilemas existenciales.
Los nuevos deseos han causado tensión en la
personalidad, y esta personalidad auto-reflexiva busca
significado o artha de una manera más interna. La
intuición, por lo tanto, comienza a manifestarse con el
Dharma vrtti. La intuición no es más que el refinamiento y
la intensificación de la inteligencia, que nos ayuda a ver
aún más en nosotros mismos y el mundo. A medida que la
capacidad intuitiva aumenta, la mente está cada vez
menos ligada a los deseos sensoriales y limitados del
Aham-ego-intelecto. Este Dharma vrtti intuitivo implica
estados auto-reflexivos y morales muy profundos de la
conciencia, en los que uno empieza a darse cuenta de su
lugar existencial y propósito en un universo ordenado.
Uno entiende que uno es un espíritu contenido en el
mundo físico
El intelecto representa el poder de la mente
subjetiva sobre la esfera objetiva de la mente y los
sentidos, con su capacidad de reflexionar y razonar sobre
fenómenos sensoriales. Del mismo modo, la intuición es la
capacidad del Mahat, profunda e intuitiva, para guiar al
Aham-intelecto. El Mahat puede ver con mucha claridad y
comprensión el funcionamiento de la Aham-intelecto. El
intelecto se ilumina con la intuición de tal manera que
comienza a funcionar a un nivel sutil más cerca del reino
del espíritu puro, y por lo tanto puede percibir fenómenos
con una orientación espiritual. En esta etapa, el nivel de
funcionamiento mental está más alejado de la orientación
más básica del Kamavrtti y ahora tiende hacia lo
espiritual como Dharma vrtti. La mente es "relativa y
cambiante" y siempre está en expansión hacia la
Conciencia Suprema. Su deseo final es pasar de la
orientación psico-espiritual del Dharma a la unión
puramente espiritual con la divinidad. Moksha es este
deseo de volver a la casa del Infinito. El concepto tántrico
de moksha es muy similar a la idea budista del nirvana.
Ahora las funciones básicas de la mente en sus
diferentes etapas han sido explicadas. Kama es sensorial-
45
instintiva; artha es intelectual o racional; Dharma es la
intuición; y moksha es puramente espiritual. Sin embargo,
dentro de estas 4 etapas generales de funcionamiento,
hay medios cognitivos y emotivos muy específicos para la
orientación de la mente a los niveles respectivos de
realidad en los que está funcionando. Los otros 46 vrttis
(50 menos karma, artha, Dharma y moksha) trabajan
dentro de estas 4 direcciones generales. Hay muchos
vrttis que se expresan y trabajan bajo la dirección del
Kama, mientras que hay otros vrttis que resuenan y
expresan el sentido del artha, por ejemplo. Uno puede
imaginar los otros 46 vrttis como una espiral que asciende
desde la base del Muladhara. Los 4 vrttis básicos crean su
propio vórtice particular que resuena y califica los otros
46 vrttis potenciales. Como tal, el vórtice Muladhara
siempre está resonando con los vórtices superiores, al
igual que la realidad física, material, siempre resuena con
los planos superiores de la materia sutil y la mente. Este
concepto fue llamado paralelismo psico-físico por
Anandamurti.
Dentro de estos 4 vrttis básicos se encapsulan
todas las otras tendencias que se desarrollan o se
manifiestan a medida que la mente se expande y se
desarrolla. El Kama, o deseo físico, activa las
propensiones del segundo y tercer vórtices. El Artha
activa del segundo hasta el cuarto vórtice. El Dharma, o
anhelo psico-espiritual tiene principalmente que ver con
el cuarto y quinto vórtices. El Moksha, o anhelo espiritual
puro, activa el quinto, sexto y séptimo vórtices.
El cuerpo físico y la mente sensorial en el vórtice
Muladhara permanecen en el reino físico del factor sólido
bajo la influencia de los 4 vrttis generales. La influencia
de los 4 vrttis simplemente modifica el cuerpo físico para
acomodar el nivel de funcionamiento mental. Kama fluye
sólo en la mente y el cuerpo sensorial, y los sentidos
simplemente sirven deseos físicos. Cuando el artha o
deseo psíquico está guiando a los sentidos, los sentidos
se vuelven vehículos para el intelecto. En este punto
podemos reflexionar y pensar sobre el mundo externo en
lugar de sólo reaccionar instintivamente. Por ejemplo, la
mano puede reaccionar instintivamente y retirarse de
46
algo afilado o caliente. También puede servir como una
expresión y vehículo del pensamiento cuando la mente
hace un plan para tallar una canoa a partir de un plan; la
mano sigue y funciona de acuerdo con las ideas mentales
que la dirigen. Cuando la intuición o Dharma está guiando
los sentidos, los sentidos se vuelven muy quietos, todavía
más vivos y conscientes. Por ejemplo, la parte física
puede expresar movimientos gráciles a partir de una
canción, música o danza elevadas, que se corresponden
con las ideas muy profundas en el alma de uno. Con el
Dharma, el mundo externo, tal y como se ve a través de
los sentidos, es algo muy fino. Uno puede ver a través de
la obra de teatro de los sentidos y ver que cualquier
forma de separación en el universo como un simple juego
de la mente sensorial. Vemos también que las ondas
particulares de la percepción sensorial intuyen que son
parte de un vasto océano. La naturaleza es algo hermoso
y misterioso. Algo sin imagen está moviendo y
proyectando todas las imágenes. Sólo cuando el moksha
vrtti dirige la mente la mente sensorial queda trascendida
por completo, ya que la totalidad de la mente se funde en
Shiva.
En la práctica de yoga, la mente sensorial y sus
órganos sensoriales y motores siguen desempeñando un
papel vital en el cultivo de los vrttis mayores de artha,
Dharma y moksha. El cuerpo es un vehículo para la
mente. El Tantra yoga es la ciencia de usar el cuerpo y la
mente como vehículos para la conciencia. La práctica de
asana posiciona el cuerpo, con sus órganos sensoriales y
motores, para redirigir las energías vitales, físicamente
orientadas, hacia adentro. Incluso para llegar a etapas
profundas de la meditación, es necesario acomodar el
cuerpo y los sentidos, para facilitar y crear estados físicos
de expresión hormonal que se correspondan con los
estados espirituales de la mente.
Una nota importante se debe hacer antes de
examinar aún más las características específicas de los
vórtices y vrttis. La explicación de las tendencias
asociadas con la mente en cada vórtice se simplifican en
gran medida, debido al hecho de que hay una dinámica
muy compleja de asociación entre todos los vrttis, tanto
47
dentro de sus respectivos vórtices y como con los demás.
No hay una línea absoluta y aislada para la manifestación
de los vrttis; En su lugar, todos ellos interactúan y se
califican entre sí. Aunque se trata de una regla general el
que nos movemos de vórtice en vórtice, hay interacciones
muy complejas entre ellos. Las siguientes descripciones
de estas propensiones son teóricas, en cuanto a que se
trata de un intento de explicar cada tendencia en sí
misma, sin la influencia de los otros. Al examinar las
tendencias de los vórtices mayores se hará referencia a
cómo se produce esta interacción compleja. Si sólo
hubiera 50 propensiones básicas que funcionaran en
todos los seres humanos sin un intrincado mosaico de
combinaciones entre ellos, las personalidades de los
humanos serían bastante simples y monótonas. Lo que
hace a cada carácter o personalidad tan única en su
complejidad, son las enormes variaciones de la
agrupación de las propensiones que conforman una
mente particular.

48
49
Dentro del genoma humano se encuentra un
registro de todas las formas previas de la vida; desde el
humano, a los homínidos, al monstruo de Gila. Toda la
vida ancestral está contenida dentro de nuestra pequeña
existencia microcósmica, grabada en nuestro ADN.
Después de pasar por tan diversas experiencias de vida
como microbio, planta, reptil y mamífero, la mente
microcósmica finalmente se hace consciente de sí misma.
Ahora que hay una corteza cerebral más compleja
desarrollada sobre el encéfalo reptiliano y el cerebro
medio, la inteligencia del Aham comienza a evolucionar y
a reemplazar los instintos ciegos de la Mente Sensorial y
de la Chitta. Ahora hay pensamientos, sentimientos y
otras cualidades de la consciencia mental subjetiva,
subjetiva que empiezan a influir en el organismo
biológico. La consciencia humana es clara y
sensiblemente consciente y auto-reflexiva, a medida que
la cámara subjetiva de la mente comienza a tener
influencia sobre la cámara objetiva.
El ser humano ocupa un lugar único, aunque
extraño, en el espectro de la evolución macrocósmica.
Plotino dijo que los humanos existen en algún lugar entre
el nivel de los dioses y el de las bestias. El humano no
existe más en un jardín del Edén, guiado únicamente por
el instinto, privado de auto conciencia, y completamente
fusionado con la naturaleza, con la creación de Shakti.
Tampoco nos encontramos completamente refugiados en
la conciencia trascendental de Shiva, utilizando toda
nuestra capacidad intelectual e intuitiva, y liberados del
instinto y los apegos ciegos. Más bien, constituimos una
mezcla particular, una aleación de animal y dios, de
instinto y razón. Nuestra evolución es incompleta, nuestro
resplandor espiritual está apenas comenzando a emerger
de la oscuridad del inconsciente.
El ego emergente, con su Mente Conceptual, está
ahora separado de su fusión inconsciente e instintiva con
la naturaleza. El Aham, con su autoconciencia y
necesidades existenciales, está más abstraído del simple
aquí y ahora de la vida animal. Sin embargo, la mayoría
carece de la intuición para ver más allá de los límites
intelectuales del Aham hacia una mayor unión consciente
50
con el Macrocosmos. La evolución y la sanación de
nuestra separación consisten en una progresión y
expansión del Aham separado hacia una mayor y más
armónica unión con el universo creado. Nuestra liberación
requiere que cultivemos adecuadamente el desarrollo del
amor universal, que penetra a toda la naturaleza y a la
sociedad humana, que nos une con otros en una manera
espiritual. Para un ser humano, ciertamente no puede
haber libertad real en la juerga sensorial ilimitada. El
propósito y plan de la evolución de la conciencia humana
no es el retroceder de nuevo a la impulsividad
inconsciente, ni el sostenerse a sí mismo a la defensiva
en su estado actual. La vida es un movimiento y flujo
evolutivo. La evolución espiritual y psicológica es el
proceso de desarrollar Auto-consciencia y confianza en
uno mismo, mientras se existe en armonía con los demás.
La palabra en Sánscrito para denominar al ser
humano es “manusa”, que significa “ser en el que
prepondera la mente”. Los seis vrttis del vórtice
Svadhistana son las tendencias más básicas y
fundamentales que puede tener un ser en el que
prepondera la mente, y su propósito es el de servir y
proteger la evolución continua de la consciencia humana.
Es fácil verlos como refinamientos de los mecanismos
auto-defensivos y de preservación encontrados en los
primates y otros animales. Una mente humana tiene una
noción más compleja del ser, y sus impulsos
fundamentales de auto defensa no son simplemente sexo,
miedo y agresión. Nuestras defensas distintivas llevan por
encima la estampa de la complejidad humanay la Auto-
consciencia, por encima de los instintos puramente
animales. Ellas protegen al recién emergido ego de los
peligros que amenazan su integridad psicológica,
evitando así, que la mente se hunda de regreso a la etapa
carente de auto conciencia, donde sólo hay instinto
confundido y desenfrenado. Svadhistana, de acuerdo a su
función, significa literalmente “auto establecimiento”. Se
trata del auto-establecimiento de la mente con una
noción de Auto-consciencia, o Mahat, el “Yo” subjetivo. Sin
embargo, el Aham está aún atado fuertemente a la Chitta,
orientada instintivamente, como para que haya un
51
entendimiento claro y profundo del “Yo” interno. El
estudio de las propensiones del vórtice Svadhistana
ayudan al sadhaka a entender los deseos esenciales del
Svadhistana. Un intelecto enfocado puede lograr
introspecciones sobre la naturaleza de las propensiones
ocultas, con un poco de ayuda de este estudio práctico y
psicológico de estas propensiones. Al saber lo que son y
para qué existen, podemos entender nuestros complejos
personales, a la luz de un entendimiento más amplio de la
naturaleza humana.
El vórtice Svadhistana expresa la Mente Conceptual
y es un vehículo para que esta mente exprese su
particular inteligencia dentro de la personalidad
emergente. La mente ya no se guía solamente por los
instintos psicológicos fijos de la Chitta. La mente auto
establecida del Svadhistana es arrojada fuera del Edén
instintivo y forzada a enfrentar la dualiad, y realizar
elecciones en un mundo humano conceptual más
consciente. En esta dualidad uno está muy agudamente
consciente de la separación, y hay mucha ignorancia e
inseguridad impidiendo el desarrollo armonioso de la
mente del Svadhistana en proceso de auto-
establecimiento. La Mente Macrocósmica debe guiar este
proceso de auto-establecimiento que es asediado por
tanto choque externo y confusión. La mente conceptual
ha recibido una chispa de la auto-conciencia, el intelecto
y el amor humano de Shiva, que nos ayudan en este
viaje. La mente conceptual puede pensar y planear, así
como sentir y amar; ya que es inteligente y consciente de
sí misma. Aún existe dualidad entre yo y el otro, entre el
exterior y el interior, pero también existen las
herramientas para resolver estas limitaciones naturales.
Esta separación del mundo de "allá afuera" permite que al
intelecto acumular conocimientos y experimentar
relaciones sociales e interpersonales más complejas. Si el
desarrollo humano es armonioso y equilibrado, nuestra
razón y sentimiento humano aumentan, y hay una mayor
sensación de unidad con el universo, la Mente
Macrocósmica de Brahma.
Esta habilidad de la mente para abstraerse de los

52
sentidos y el cuerpo mediante el pensamiento, planeación
y voluntad, también da origen a un concepto abstracto
del ser: la personalidad. La mente ahora tiene cualidades
personales conscientes. Ahora somos seres con las
necesidades propias de una persona: seguridad, amor,
sentido de pertenencia, y propósito. Dicho concepto del
ser apenas está surgiendo, y el vórtice Svadhistana
necesita asegurarle un sustento firme que le sirva de
base. Así como en la vida en el vórtice Muladhara, el
animal necesita seguridad de los peligros físicos para
continuar su existencia, la mente sensorial intelectual del
vórtice Svadhistana necesita seguridad psicológica y un
desarrollo social e intelectual apropiados. La función única
del Svadhistana es proveer esta base de seguridad
psicológica para el recién emergido ego. El tener esta
base racional, así como seguridad psicológica y
emocional, asegura que esta delicada consciencia
emergente sea capaz de experimentar más vías de
desarrollo intelectual, cultural interpersonal y emocional.
Toda la inteligencia de la mente sensorial
intelectual es utilizada con este propósito. Cuando se dan
las condiciones apropiadas para que esta mente pueda
funcionar de manera completa, sin obstáculos, puede
continuar el despliegue de potenciales superiores. Una
mente que tiene estas necesidades fundamentales de
seguridad satisfechas puede ciertamente desarrollar la
auto-confianza suficiente para que el ego continúe su
crecimiento. Los vrttis del tercer y cuarto vórtices se
incrustan en la personalidad del Svadhistana y la guían
hacia su plenitud. Una persona con un vórtice
Svadhistana balanceado se sentirá segura en el mundo, y
creerá que hay bondad en él y también en sí misma.
Habrán seguridad y habilidad, así como racionalidad. El
Svadhistana balanceado emocionalmente, práctico y
racional, nos mantiene mentalmente balanceados, sin
tener proyecciones irracionales y proyecciones
emocionales dañinas. Es solamente cuando la mente
carece de estas cualidades fundamentales, que el
Svadhistana usa sus mecanismos de defensa innatos,
para compensar una inseguridad emocional o confusión
mental en nuestro ser. Estos mecanismos son los seis
53
vrttis del vórtice Svadhistana.
Aun cuando la mente Conceptual involucra los
procesos de conciencia y razonamiento, la mayoría de su
actividad se encuentra todavía funcionando en una
manera inconsciente e instintiva. La mente en este estado
evolutivo está apenas comenzando a expresar auto
conciencia. Debido a esto, aunque los recursos de esta
mente se encuentran disponibles, existe poca capacidad
para utilizarlos. Una mente fuerte estará menos
influenciada por estas propensiones debido a su auto-
confianza y fuerza mental, mientras que una mete más
débil se verá afectada por ellas. Las propensiones del
Svadhistana pueden secuestrar a la Mente Conceptual y
forzarla a operar bajo el control de estos instintos.
Solamente cuando la mente ha trascendido la
manipulación de estos vrttis, las habilidades cognitivas de
este nivel pueden ser completamente utilizadas, en lugar
de ser controladas por los vrttis. Recordemos cómo los
vrttis son remolinos que generan distorsión en el campo
mental. Este modelo aplica para todos los vórtices y
niveles de mente. En cualquier nivel, la mente tiene la
capacidad de acceder con plenitud a sus recursos
cognitivos sólo en la medida en que exista menos
distorsión por parte de los vrttis. La expresión de un vrtti
es un instinto emocional que ayuda a la mente a
relacionarse con su respectivo nivel de realidad cuando
sus recursos cognitivos no son suficientes. Por tanto, la
activación de los vrttis en el vórtice Svadhistana, lugar del
asiento de de la mente racional y fundamento de la
personalidad, debilita las facultades de la mente haciendo
que se exprese de una manera irracional. Cada vrtti tiene
su “razón” de ser, en cuanto a que tiene un propósito
compensatorio muy definido de auto-protección. Debido a
que estos vrttis responden a situaciones de miedo e
inseguridad, que han amenazado nuestro armonioso auto-
establecimiento, ellos reaccionan ciegamente a estas
situaciones con una “irracionalidad” instintiva.

54
Las propensiones del Svadhistana

55
Indiferencia / Represión

El primer vrtti del segundo vórtice es la indiferencia


o represión. Una mente que se encuentra luchando para
desarrollar el fundamento de su personalidad, con certeza
encontrará situaciones en las que su estabilidad y
seguridad emocional se vean amenazadas. Cuando algún
acontecimiento amenaza su estabilidad y balance, la
mente puede simplemente actuar de manera indiferente
hacia el efecto que ha producido este estímulo. Una
persona indiferente puede sufrir grandemente o haber
sido extremadamente afectada por algún abuso físico o
psicológico, un insulto o por el ser ignorada, y expresar
ninguna preocupación aparentemente por el estrés que
esté experimentando. Cuando la indiferencia se expresa

56
hacia uno mismo puede tomar la forma de represión.
Cuando esto sucede, los pensamientos, sentimientos y
memorias que causan dolor o incomodidad son
simplemente censurados por el ego. En vez de que la
mente se vea sobrepasada por las impresiones negativas
de sufrimiento en el mundo, en la familia, o dentro de la
persona, ésta encuentra una forma de sentirse indiferente
hacia estas impresiones dañinas.
Tomemos el caso de una persona que ha sido
maltratada o abandonada y, como consecuencia, ha
perdido la confianza y la habilidad de formar relaciones
cercanas con otros. Quizá esta persona quiere amar y ser
amada pero, en cambio, siempre ha encontrado dolor. La
consecuencia es ciertamente un gran trauma para la
personalidad que necesita amor y confianza para
desarrollarse y expandirse, y para tener la confianza para
dar amor. Para compensar esta gran pérdida, la persona
puede desarrollar falta de preocupación por los demás. La
atención hacia otros no se da verdaderamente debido a
este complejo. Al estar fijado en las necesidades propias,
uno no ve las necesidades de los demás y quizá aún uno
puede imponerse a los demás con sus propias
necesidades ciegas.
Esta tendencia no es algo que se piense y decida
conscientemente, como cuando uno decide simplemente
no escuchar las molestas quejas de un vecino. Este vrtti
es un mecanismo que está incrustado en un nivel más
profundo en la mente para evitar que un estresor
distorsione, confunda, o incluso consuma al ego
emergente. Como el vórtice Svadhistana sostiene la
estructura básica y fundamental de la recién nacida
personalidad, uno puede entender la manera en que las
propensiones ayudan a la preservación de tan delicada y
tenue estructura. El vrtti de la indiferencia no es
simplemente la supresión consciente de una percepción o
pensamiento interno indeseado, sino una defensa muy
profunda e instintiva contra cualquier cosa que amenace
la solidaridad estructural de la personalidad.
Debe quedar claro que esta propensión no sólo
funciona en relación con las otras propensiones del
segundo vórtice. Uno puede ver claramente esta
57
tendencia funcionando en gente con personalidades más
complejas y desarrolladas. De hecho, entre más compleja
sea la personalidad, ésta se vuelve más susceptible a
perturbaciones psicológicas más sutiles. En este contexto
podemos ver la manera en que el vrtti es responsable del
fenómeno de represión psicológica. Ciertamente, una
forma de negar el efecto de una situación o pensamiento
interno perturbador, que no coincide con el auto
concepto, es simplemente reprimirlo. Con la represión hay
un sistema de compensaciones armado para dirigir la
mente hacia otra dirección, para reprimir el dolor, el
sufrimiento o los deseos e impulsos indeseables. El
complejo siempre tratará de proyectarse en otro lugar. El
rango de esta represión varía de acuerdo a la intensidad
del trauma. En un nivel menor de intensidad, uno puede
reprimir una experiencia dolorosa que afecta a cierta
parte de la personalidad, pero se es capaz de reprimir el
dolor y seguir funcionando, aunque sea de una manera un
poco neurótica. En el otro extremo se encontraría la
psicosis, donde el estresor es tan fuerte que la mente
Svadhistana en proceso de establecimiento comienza a
distorsionarse y fragmentarse.
El fenómeno de la indiferencia o represión se
comporta como una gran piedra debajo de la superficie de
una corriente. Uno no puede verla, pero sus efectos son
evidentes. La indiferencia, al igual que los demás vrttis
inferiores, “cobran” su cuota en la mente, ya que su
naturaleza reactiva implica forzar o distorsionar un cierto
estado mental. ¿Puede llegar un momento en que esta
energía reprimida quiera salir a la superficie? ¿Puede
acaso la corriente de conciencia moverse un poco más
profundamente y arrancar esta enorme y densa piedra?
Mantener escondida la realidad requeriría aún más
represión. Sin embargo, esta tensión también puede
manifestarse en una gran variedad de síntomas físicos o
mentales.
La única forma de transmutar y transformar este
vrtti es siendo capaces de verlo. Sin embargo, el ego
construye todo tipo de estructuras para no tener que ver
aquello que es tan doloroso. De hecho, una gran parte de
la personalidad se basa en una reacción a sufrimientos
58
pasados. Abrir esta caja negra requiere de la capacidad
de sustituir esas defensas y falsa seguridad del
mecanismo de represión, con una forma de seguridad y
un significado más profundo y consciente. Uno debe
encontrar las necesidades esenciales del Svadhistana en
el amor, el sentido de pertenencia y la auto-consciencia
racional. Entre más se encuentre un sentido de
establecimiento de su ser en estas cualidades, más
podrán estas represiones salir a la superficie para poder
ser asimiladas y procesadas por los niveles más elevados
de la mente que guían a la Mente Conceptual y al vórtice
Svadhistana. Establecer un verdadero significado y amor
es antitético a la indiferencia, y las paredes de defensa
egoísta gradualmente comienzan a romperse. La cura
para cualquier desbalance en el vórtice Svadhistana es
reemplazar los vrttis compensados por sus necesidades
esenciales. Cuando los vrttis del Svadhistana no están
creando un tornado en el campo mental, los vrttis más
elevados pueden imponerse sobre el Svadhistana. El
amor, la seguridad y la introspección racional pueden
guiar a la Mente Conceptual y al vórtice Svadhistana de
manera que el desarrollo psicológico no está
obstaculizado por los complejos de estos vrttis
defensivos.

Estupor psíquico / Inercia

La indiferencia o represión permite que la


personalidad mantenga su equilibrio, negando los efectos
de las situaciones amenazantes o de los estados internos
peligrosos de la mente. A pesar de que la mente puede
llegar a bifurcarse debido a la expresión de alguna
tendencia, todavía existe la capacidad de mantener un
concepto de sí mismo, aunque con cierta patología.
Cuando hay tanto sufrimiento, confusión y miedo, la
mente puede reprimir estas emociones debilitantes al
compartimentarlas en otra parte de la personalidad. La
mente puede simplemente negar las memorias dolorosas,
los pensamientos tabú o los impulsos oscuros. Sin
embargo, con la inercia, el ego se torna tan indiferente y
exclusivamente absorto en sus conflictos que
59
simplemente queda succionado en un vacío mental
negativo. La personalidad se encuentra tan abrumada que
simplemente deja de funcionar.
Este tipo de vacío no es igual a la melancolía, un
vrtti del 3er vórtice, en el cual el auto-concepto de la
persona se ve afectado y aturdido por un fuerte
sentimiento de depresión. La inercia es un tipo de
depresión más pesado. Con el vrtti de la inercia toda la
base del ego se ve afectada a tal grado que la
personalidad cambia al modo básico, donde no hay tanta
auto-reflexión con pensamientos y emociones dolorosas.
Es un tipo de depresión extremadamente pesada, casi
catatónica, en donde se embotan casi todas las funciones
cognitivas superiores de la mente conceptual quedando
ésta, incluso, casi totalmente inactiva. La persona puede
andar por la vida mecánicamente, comer, dormir, e
incluso trabajar, sin siquiera pensar o realmente desear
nada. La vida continúa, pero de una manera tan
deprimida y desanimada que la persona en crisis
inconscientemente prefiere caer en un estado de semi-
inconsciencia que tener que asumir la responsabilidad de
estar consciente y realizar elecciones. Aquí es donde las
compulsiones ciegas y la paranoia pueden entrar en la
mente. En ausencia de paranoia o compulsión, la mente
sólo continúa cayendo en un estado parecido a la
esquizofrenia catatónica en donde se abandona
completamente la propia realidad.
La inteligencia de la mente conceptual puede tratar
de distorsionar y evadir el estado doloroso de la mente
usando otras propensiones como mecanismos de defensa.
Cuando la paranoia y la compulsión tratan de despertarlo
a uno de este “sueño” existencial vemos que "una mente
ociosa es el taller del diablo". Como pronto veremos, el
vórtice Svadhistana tiene muchas otras defensas que
pueden funcionar simultáneamente. Estos complejos
continuarán expresándose por tanto tiempo como la
mente continúe viendo el mundo como algo muy
doloroso, hasta que aprenda a responder en otra manera.

Compulsión
60
En el proceso de auto-establecimiento de la
personalidad, el auto concepto se encuentra fuertemente
definido por su relación con su ambiente social. Esto es
verdad tanto si estamos hablando de la evolución de la
raza humana entera pasando por la etapa de
Svadhistana, como del desarrollo de un individuo desde la
infancia hacia la madurez. Ningún ser nace liberado, más
bien uno nace para experimentar la liberación. En el nivel
de desarrollo del Svadhistna, el sentido del “yo soy” no
está completo en sí mismo, sino que requiere de
referencias externas para calificarse. Cuando la
personalidad está bien ajustada, existe un sentimiento de
seguridad, de pertenencia a una familia o grupo social
que le otorga al individuo una referencia saludable a su
realidad. El ego en esta etapa es muy dependiente de su
entorno inmediato de socialización, ya sea el clan, familia,
nación, etc. Mantener este lazo fuerte y definido solidifica
la identidad en algo más grande que uno mismo. Cuando
dichas condiciones básicas de seguridad y pertenencia no
existen, la mente necesita encontrar una forma de
obtenerlas. La compulsión lleva a la personalidad a forzar
estas necesidades existenciales básicas en la forma que
sea necesaria. En estos casos, la mente puede apegarse
compulsivamente a una imagen social pre-fabricada, o
quizá a una imagen del ego rígida, aislada y auto-
defensiva. La compulsión también ataca los hábitos o
placeres sensoriales y los explota con su desesperación.
La compulsión reduce las posibilidades de elección
en una mente encarada con la desbordante e inescrutable
totalidad de la experiencia humana. En lugar de que la
persona insegura tenga que utilizar su propia racionalidad
y seguridad en sí misma para adaptarse y escoger un
modo de ser en particular, la compulsión reduce esas
inmensas posibilidades aferrándose desesperadamente a
una faceta del potencial completo del ser. La compulsión
es uno de los principales vrttis que sostienen la estructura
del ego inseguro en expansión. Visto desde una etapa
más elevada de madurez psicológica y espiritual, esta
tendencia confina y obstaculiza el florecimiento del
carácter al compartimentar la personalidad en una
61
imagen aislada y algunos impulsos de donde pueda
sostenerse. Pero, ¿en dónde encontrarían las masas de la
humanidad la seguridad, de no ser por las liturgias
repetitivas y aparentemente absolutas de las tradiciones,
la religión o la política? No obstante, hay un gran peligro
cuando hay una decadencia cultural y una pérdida del
sentido profundas en la sociedad, en donde ya no hay
sistemas efectivos para evitar que las masas ciegas e
impulsivas caigan en patrones mentales compulsivos
rígidos, conductas patológicas, o adicciones peligrosas. En
el nivel del Svadhistana, la caída de la cultura representa
la caída de la persona. Todavía no existe suficiente fuerza
y creatividad en el ego del Aham para encontrar canales
creativos de expresión y resistir una caída de la cultura.
De nueva cuenta, tenemos que esta tendencia no
está activa solamente en los niveles más básicos de la
mente en auto establecimiento. También puede estar muy
activa en personalidades más maduras. Este vrtti
frecuentemente compensa al ego frágil y débil que
apenas se mantiene integrado. Si la mente puede reunir
toda su fuerza y concentrarla en una imagen o hábito en
particular, queda calificada por ese hábito, símbolo, o
forma de ser, en proporción a la cantidad de energía que
haya canalizado hacia él. Aquí, en lugar de experimentar
el arrastre de la entropía y la degeneración, la mente
desarrolla un momento de extroversión. Se trata de un
intento desesperado de mantener junta la solidez
estructural del ser, desarrollando un apego compulsivo
hacia algo distinto de sí mismo. El objeto puede ser algo
físico como una sustancia, una acción o patrón de
comportamiento, o una idea fija, fanática y dogmática a la
que uno se aferra para tener algo en qué creer.
La compulsión puede dominar a todas las demás
fuerzas de represión cuando la mente necesita
desesperadamente una experiencia intensa para dominar
los efectos de la inercia y de la depresión. Lo que antes
era conciencia, una construcción que inhibe o canaliza los
impulsos ciegos, puede simplemente ser olvidada o
argumentada. En un crimen pasional, por ejemplo, la
conciencia es totalmente anulada. Si hablamos de los
hábitos compulsivos comunes, un nivel más sofisticado e
62
inteligente de la personalidad puede inventar excusas,
argumentos, proyecciones y distorsiones de manera que
la expresión desesperada, tabú, y compulsiva pueda
existir lado a lado con la imagen social del ego. La
duplicidad y la argumentación, por ejemplo, son
tendencias del vórtice Anahata que permiten un nivel de
argumentación, represión y distorsión muy sofisticados,
que mantienen al ego inconsciente de las tendencias que
realmente lo están motivando. En estos casos, las
tendencias inconscientes y oscuras continúan
expresándose, mientras que la parte más inteligente de la
personalidad en el vórtice Anahata y el nivel intuitivo de
la mente se utiliza para fabricar excusas y justificaciones.
Esta dualidad es común en casi todas las personas en
algún grado, siempre que hay una brecha entre lo que
uno es en el interior y que uno es en el exterior. Liberar a
la compulsión ciega y sus defensores es un gran salto en
la evolución personal de la conciencia. Esto es
frecuentemente un gran inconveniente, incuso terrorífico,
que presenta mucha resistencia. Esta liberación requiere
ver, aceptar y en última instancia entender los complejos
que llevaron a la mente hacia los hábitos o adicciones
compulsivas.
La compulsión puede incluso agudizarse en
tendencias puramente sensuales que yacen en el domino
del Kama vrtti (deseo físico). Y como todos los que están
familiarizados con los vórtices asocian a la sexualidad con
el segundo vórtice, ¿qué mejor ejemplo de compulsión
podemos dar que el comportamiento sexual? El deseo
sexual es una tendencia del primer vórtice dentro del
Kama vrtti. Esto no significa que la sexualidad pueda
expresarse exclusivamente en los niveles más básicos de
reproducción y gratificación sensorial. La sexualidad
básica e instintiva puede calificarse por vórtices más
elevados también. La compulsión se sublima en el deseo
de apreciar formas bellas y atractivas (tercer vórtice), y a
un nivel más elevado de intimación interpersonal (cuarto
vórtice). La compulsión sexual es una mezcla de la
complejidad mental del Svadhistana con lo que es
fundamentalmente un deseo sensual y animal del
Muladhara (primer vórtice). La compulsión sexual no es
63
un deseo de propagación animal, sino un desesperado
intento de la mente de establecer una base para sí, a
través de un contacto intenso con los propios instintos
naturales reprimidos. La compulsión nunca será amor, ni
siquiera romance. El peligro es que otros vrttis del
Svadhistana, como la represión o la falta de confianza,
pueden empezar a expresarse y a aliviarse
aparentemente a través de la sexualidad compulsiva.
Cuando no existen vías con un significado
verdadero de expansión emotiva y cognitiva, para que la
mente pueda fluir, ésta puede regresar a buscar su
fundamento psicológico en los sentidos. Y ¿qué medio de
gratificación existe que sea más próximo e inmediato que
el propio cuerpo? Indudablemente no se trata de la
ecuación más saludable que uno pueda realizar
inconscientemente, sin embargo, en nuestra sociedad es
muy frecuente y, en ocasiones, hasta glorificada. El
peligro de esta ecuación, o de cualquier otra que la mente
haga para compensar su inseguridad y falta de significado
a través de cualquiera forma de compulsión sensual, es
que el cuerpo está diseñado para acomodar los deseos de
la mente sensorial, no las compulsiones de la mente
sensorial intelectual. La sexualidad es natural, disfrutar la
comida también; pero compensar la falta de significado a
nivel psíquico mimando a la mente sensorial es una
sobrecarga para el cuerpo. Los deseos psíquicos, artha
vrtti, necesitan encontrar su compensación en el nivel
mental, existencial. Canalizar esta energía mental, más
elevada y potente, en los sentidos, siempre va a causar
que el cuerpo se extenúe y enferme. Comiendo
compulsivamente uno intoxica y daña los órganos
digestivos y uno se vuelve obeso. A través de la
sexualidad compulsiva uno puede también dañar y
debilitar el hígado, riñones y los órganos reproductivos, y
agotar la energía vital.
Nunca he tomado el llamado “Tantra sexual” en
serio. En primer lugar, porque las únicas personas que he
conocido que practican tales cosas nunca han sido muy
equilibradas. Claro que hablaban de la conciencia y el
amor y la transmutación y todas esas cosas buenas, pero
era demasiado obvio que no eran más que adictos al sexo
64
impulsados por las emociones inconscientes. Ellos
siempre dejaron en sus acciones un rastro de daño. Puede
ser que alguna vez hayan existido prácticas más
conscientes, que realmente no atraparan a la gente en
sus compulsiones, pero si en realidad eran veraces,
tendrían que haber tenido su base en yama y niyama, la
base ética para la práctica del yoga. La mayoría de las
relaciones sexuales en última instancia, conducen al
sufrimiento. Se trata de una transgresión de ahimsa o la
"no violencia", para proyectar los propios impulsos
egoístas en otro. No es de extrañar que en los 2 idiomas
que entiendo, la palabra cruda para el acto sexual puede
ser sinónimo de las palabras para engañar, decepcionar, o
en general de dañar a otro.
El único Tantra sexual funcional que he conocido es
ser en principio responsable y nunca tratar de hacerle
daño a nadie, al mismo tiempo que hacer el esfuerzo
incansable para tratar de comprender las tendencias del
segundo vórtice. Las distorsiones sexuales explotan estos
vrttis fundamentales. Cuanto más sufrimiento, separación
e inseguridad existan en el nivel del Svadhistana, más
probable será que la sexualidad intente compensar estas
emociones. Sin embargo, estas necesidades son válidas, y
son tan profundas y fundamentales para la personalidad
que realmente necesitamos entenderlas. Tal vez las
compulsiones ciegas se deban a una retirada prematura
del pecho de una madre que dejó a un bebé chupando en
la nada. O tal vez la sexualidad se ha alineado a un
resentimiento inconsciente y a la falta de confianza
interna que trata de seducir hacia el exterior y de dominar
a través de la dominación sexual, los juegos, o la
manipulación.
Las personas más puras y felices que he conocido
fueron yogis célibes. Ellos hablaban de cómo la retención
consciente del fluido seminal permitía que esta energía
fuera usada para la meditación y para fortalecer el
sistema nervioso. No muchas personas son lo
suficientemente maduras para practicar el celibato sin
una represión brutal y el contragolpe psicológico que la
acompañaría. Sin embargo, para aquellos pocos que han
entendido la vida profundamente, el celibato puede venir
65
de una manera muy natural. En realidad, uno tiene que
haber vivido y entendido el deseo antes de ser capaz de
“renunciar” a él.
Cuando no hay sufrimiento, no hay deseo, y en
donde no hay deseo, no hay sufrimiento. Esto es cierto
para todos los deseos, no sólo el sexo. Pocas personas
pueden realmente entender esto. Ramakrishna dijo una
vez que el placer mundano es como un perro que mastica
un hueso afilado y no se da cuenta de que la "saciedad"
de este deseo proviene probar su propia sangre. Son el
miedo y la inseguridad los que nos mantienen atados a la
limitación de un yo separado y, por lo tanto, obligados a
tener deseos egoístas. A veces, incluso las mentes
altamente desarrolladas no entienden estas
reverberaciones subyacentes en la sombra de las
emociones. Los piratas de nuestro presente estado de
felicidad son a menudo algo invisible de nuestro pasado.
He encontrado que el estudio de los vrttis, especialmente
los del Svadhistna, es de suma importancia para
encontrar el equilibrio psicológico que permite el
desarrollo intuitivo, espiritual.

Inseguridad / Falta de confianza

Cuando el ego carece de la capacidad para


encontrar un sentido básico de seguridad emocional y de
realizar un ajuste psicológico consigo mismo y su
ambiente, se expresa el vrtti de la falta de confianza. Esta
propensión no es mera ansiedad existencial, ya que la
inferioridad no es situacional ni se enfoca en una cierta
habilidad o aspecto de la personalidad. La preocupación
se fundamenta en el pensamiento excesivo y en
emociones caprichosas, mientras que la falta de confianza
es una contracción del ego más generalizada y una
carencia fundamental de fe en las habilidades de uno
mismo. La base psicológica para todos los pensamientos
es de derrota y mantiene a la mente confinada a
limitaciones muy firmes. Esta falta de confianza puede
originarse a raíz de fracasos sistemáticos, de un medio
ambiente supresor, impersonal y carente de amor, o por
66
alguna otra perturbación psicológica que inhiba el
desarrollo y la expansión del ser. En resumen, la
inferioridad surge como una falta de amor y atención, y
por lo tanto sólo se puede remediar con amor y atención
verdaderos.
Con la falta de confianza, una parte del ser
abandona la lucha por la expansión y el crecimiento
personal. La mente, en lugar de ser capaz de usar el
ingenio del intelecto para encontrar un modo más seguro
de auto-definición y significado personal en su mundo, se
contrae a un estado de baja autoestima y de una auto-
definición negativa. Uno puede ver como la falta de
confianza no sólo contrae al ego, sino que también,
paradójicamente, lo sostiene. Esta contracción del ego,
paradójicamente lo sostiene. Si esta inseguridad en los
poderes de uno mismo nos previene de actuar y tomar las
decisiones necesarias para el crecimiento, también nos
puede proteger del miedo al fracaso en estos intentos. El
ego se sostiene a sí mismo no realizando ningún nuevo
reto que pudiera llegar a fracasar. Tal vez esta falla
pudiera perjudicar más a la personalidad que el no
realizar actividad alguna. La persona entonces derrocha la
poca confianza que tiene y se aferra desesperadamente a
ella. Uno no está completamente vivo y se conforma a
vivir en el miedo y la duda en vez de confrontar las
demandas y desafíos del auto-establecimiento y la auto-
definición.
Este complejo de inferioridad continuará lisiando el
desarrollo del individuo hasta que éste entienda las
causas del complejo, que siempre son alguna forma de
autoestima debido a falta de amor y atención. El individuo
con complejo de inferioridad siempre se siente separado y
desconectado de los demás. No se siente aceptado ni
merecedor del respeto y reconocimiento de otros, aunque
lo buscan y necesitan desesperadamente. Uno pudo
ciertamente haber recibido poca seguridad emocional o
directiva social en el pasado. Tal vez esa persona sufrió
muchas privaciones, o quizá pudo haber cometido
muchos errores en la vida hasta que desarrolló el
complejo de vencido. Para superar esta tendencia, se
necesita romper las barreras del aislamiento y
67
desconexión con los demás.
Sociedades enteras sufren de un complejo de
inferioridad. Mientras los humanos sigan encerrados en
ideas de clase, raza, nacionalidad y religión, los poderosos
siempre impondrán complejos de inferioridad en aquellos
más vulnerables. Lo que se requiere es que uno supere
las paredes de la discriminación y la desunión con los
demás. Debemos aprender a confiar en los demás así
como a formar relaciones sociales, familiares e íntimas
positivas. Existen pocos humanos que no exhiban por lo
menos un poco de falta de confianza. Si no, ¿en qué te
convertirías? Parece que esta tendencia se disuelve sólo
en la medida en que el miedo y el narcisismo se
transforman en coexistencia pacífica y un respeto
profundo por los demás. Sólo mediante la transformación
gradual del ego pequeño y temeroso con el gran “Yo
Testigo”, o Shiva, será superado por fin el sentimiento de
inferioridad. Si las raíces de la persona son la felicidad
inmutable y la paz infinita ¿de qué manera puede el Uno
seguir negándose a Sí mismo? ¿Cómo puede el Ser no
estar en el Otro también?

Miedo de aniquilación / Paranoia

La inferioridad, la compulsión y la represión han


causado la distorsión de separación en el ego y
continuamente permean y sostienen al ser separado. La
paranoia, sintomáticamente revela las conspiraciones
impulsivas ocultas del ego separado y temeroso, que en
esta etapa construye castillos en la arena. Influenciado
por estos vrttis negativos, uno no está nunca
completamente seguro ni feliz. Parece que siempre hay
algo esperando para llevarse todo. Un gran terror
anónimo se activa cuando vemos que las olas de
destrucción se acercan un poco más, o cuando aparentan
hacerlo.
La paranoia es un terror generalizado que todo lo
abarca, que abruma la mente cuando una situación
específica amenaza con socavar o arrancar de raíz toda la
estructura de la mente del Aham. Es una sensación
68
generalizada de terror inducido no sólo por una amenaza
que despierta un miedo en alguna situación, sino una
amenaza y terror que pueden negar y consumir toda la
identidad. Cuanto más débil es la integridad y seguridad
del Aham, más se presenta este temor generalizado de
que todo el ser será devorado. La persona que
irracionalmente le teme a otras personas, accidentes,
animales salvajes, la CIA, seres reptiles que han invadido
las líneas de sangre real, o a cualquier otra amenaza, está
en sí proyectando su propia inseguridad interna y
paranoia en una fuente externa de "peligro". Tal vez esta
persona va por la vida con normalidad, pero proyectando
su propio terror interior e inseguridad en algún "otro". Una
persona muy débil será consumida por este miedo, sin
manera de remediarlo. Éstas llegan a ser completamente
dominadas por la idea de que algo las va a destruir y no
pueden pensar en otra cosa que en defenderse de ello.
Estas personas felizmente seguirán la bandera de
cualquiera que prometa calmar sus temores.
Como vamos a entender cuando describamos los
vórtices superiores, hay varias formas de miedo
diferentes en su grado de intensidad y en el nivel de
desarrollo mental que corresponden a cada vórtice en
particular. La paranoia o el miedo a la aniquilación, como
se dijo, evoca el más primordial de los temores. Es algo
tan abrumador que hace que las defensas más básicas
del Muladhara se expresen y recapitulen en el
Svadhistana. Mientras la mente se aferre a una identidad
del ego temerosa, que sufre, esta tendencia estará
siempre presente. Esta tendencia, realmente negativa y
causante de contracción, puede permear el desarrollo
social y personal de la personalidad, lo cual resulta en
más alienación, sufrimiento y miedo.
Cuando hablamos de la compulsión, se mencionó
que un apego ciego y compulsivo a un objeto, persona o
idea exterior, puede evitar la desintegración de la
personalidad en un momento de crisis psicológica. En
este caso, la compulsión puede crear alguna unión
forzada temporal con algo más fuerte, o por lo menos
estimulante, fuera del frágil ser. La auto-consciencia
emerge débil, tenue, y en una constante amenaza de
69
negación, mientras lucha para mantener la recién
encontrada personalidad y mente en auto-
establecimiento. Mientras la paranoia permea el
desarrollo de la personalidad alienada, desesperada y
compulsiva, el ego se construye a partir de capas de
miedo, inseguridad y tendencias defensivas, en vez de
seguridad y un sentido de pertenencia a una familia o
sociedad. Estas compensaciones nunca llegan hacer
sentir pleno a alguien, y el resultado es más separación y
más miedo, pero con mayor complejidad psicológica. La
paranoia parece muy excesiva e innecesaria. No es un
miedo situacional. No es sólo un momento o lugar
específico lo que provoca un miedo intenso, sino que uno
proyecta ese miedo hacia quizá todas las situaciones. Es
un mecanismo del Svadhistana de “pela o huye”. Este
básico mecanismo de defensa se habitúa en la
personalidad paranoica. La paranoia es siempre el infierno
subyacente para el ego ficticio, imaginario y basado en el
miedo, aunque las situaciones de miedo no siempre son
imaginarias. El mundo es un lugar terrible para muchos. A
veces hay situaciones que son verdaderamente temibles
y destructivas y uno debe tratar de encontrar una
solución sin caer en el miedo a la aniquilación. En lugar de
crear una sociedad humana basada en la unidad y la
cooperación, la sociedad moderna se ha convertido en un
sistema paranoico y renegado que está muy dispuesto a
liberar el terror y la destrucción. Experiencias terribles
pueden hacer que incluso una persona fuerte y sana se
vuelva al menos un poco paranoica.
Cuanto más separado está uno de la unión con un
sentido seguro de sí mismo, mayor es el miedo. Entre más
cerrados estemos hacia otros seres humanos, más
barreras habrán para la armonía y la coexistencia
pacífica. Sólo cuando somos capaces de trascender en
última instancia el apego y el aferramiento a nuestro ego
limitado y separado, este miedo primordial es
comprendido. Mientras intentemos mantener una noción
del ser separada y basada en el miedo, siempre habrán
esa inestabilidad subyacente y el miedo a la aniquilación
psicológica. Más miedo y paranoia nunca van a curar este
círculo vicioso. Las necesidades esenciales de la persona
70
deben ser encontradas al hallar las condiciones sociales e
interpersonales apropiadas que permitan a los vrttis
superiores compensar a éstos no saludables

Resentimiento

La necesidad emocional más básica para la mente


humana es el amor. La persona que recibe amor
incondicional desde temprana edad, recibe el marco
psicológico necesario tener confianza en sí mismo y en el
mundo. Entre más recuerdo mis primeras impresiones de
la infancia, más entiendo que una infancia así de amorosa
se puede evocar en este eterno presente a través de una
presencia eterna dentro de mí. Son recuerdos de un ser
sencillo lleno sólo de felicidad y amor donde la separación
y el sufrimiento aún no habían entrado. Ahora, es sólo en
este eterno Ahora que puedo encontrar algo que se
acerque a la profunda felicidad de esos recuerdos. En
cierto modo no he llegado a ninguna parte, porque se
trata del mismo Ahora eterno de la infancia. Al final, toda
nuestra mente tendrá que disolverse de nuevo en
ananda, la bienaventuranza eterna. Es el destino de todos
los microcosmos. Veo que la vida ahora sólo va hacia
ananda y a ningún otro lado. Siempre lo ha hecho y
siempre lo hará.
Las relaciones amorosas con otros seres humanos
son lo que nos da no solamente nuestra seguridad
emocional fundamental y un sentido seguro de nosotros
mismos en el mundo, sino que es realmente el
fundamento de toda la vida. En la medida en que no
tengamos amor en nuestras vidas, es el grado en que
estamos separados de los demás, de nosotros mismos, y
del gran Ser. Cristo dijo que no podemos amar a dios que
es invisible, si no podemos amar al humano que es
visible. La falta de amor es siempre una herida porque es
una negación de nuestro propósito humano verdadero.
Sin él somos peces fuera del agua, pájaros sin cielo.
Cuando la personalidad es profundamente herida por otra
persona o un aspecto del entorno (estructuras sociales
opresivas, como la pobreza, la violencia y el racismo), lo
71
más probable es que expresará una reacción a esta
hiriente transgresión emocionalmente perjudicial, en
forma de represiones emocionales, falta de confianza y
también resentimiento.
Con el resentimiento, la intensidad de esta
expresión está en proporción al grado de transgresión y
heridas causadas a las estructuras de seguridad
fundamentales de la personalidad. El resentimiento es
una respuesta en la misma manera que la transgresión. El
herido y transgredido quiere reaccionar en la misma
medida en que sufrió daño, a fin de equilibrar el intenso
dolor que se le ha infligido. Como los otros vrttis del
Svadhistna, éste es un mecanismo fundamental de
defensa y es un sentimiento muy generalizado y
omnipresente en la personalidad. El daño perturba todo el
equilibrio estructural de la seguridad y el bienestar de la
personalidad. Debido al nivel del daño, la personalidad
debilitada invoca los mecanismos de defensa más básicos
y primordiales de la mente. Esta reacción es muy
profunda e inconsciente, y lleva consigo una expresión
colérica de la auto-defensa y el instinto de protección
desde los niveles más primordiales del ser. Este vṛtti, al
igual que los otros en la Svadhistna, da color y califica
toda la perspectiva psicológica. Este sentimiento se
proyecta muy a menudo sobre otras personas o aspectos
de la sociedad, creando así una barrera muy marcada y
rígida entre uno mismo y el otro. Debido a esto hay un
nivel fundamental de desconfianza y recelo hacia los
demás. Por ejemplo, una expresión leve de lo anterior
puede ser el resentimiento hacia toda forma de autoridad
debido a un profundo rencor de un niño hacia un padre
que no mostraba amor. O quizá uno fue regañado o
abusado en la escuela y ha generado una desconfianza y
resentimiento generales hacia la sociedad. Una expresión
más extrema sería el sentir una rabia y un intenso odio
generalizado hacia cualquiera que pudiera recordarle,
consciente o inconscientemente, la experiencia
traumática original de ser abusado violentamente.
Cualquiera que sea el grado de resentimiento,
tendrá que dejarse de lado en algún momento. El
resentimiento es como las espinas de un cactus que
72
mantienen a los demás siempre a cierta distancia y les
pican cuando se acercan. La curación emocional en el
Svadhistna siempre requiere de una reorientación y re-
conexión con otros seres humanos en una manera más
armoniosa y amorosa. Siempre que no haya amor, ya sea
fraternal, romántico o espiritual, el resentimiento se
mantendrá en la defensa del ego dañado. Recuerdo a Jean
Valjean en "Les Miserables” de Víctor Hugo. Todo lo que
conocía era el resentimiento. Era el único poder que tenía
hacia un mundo hostil. Lo único que podía hacer era odiar.
Sólo a través de una transformación profundamente
espiritual de amor y aceptación completa por el obispo,
pudo empezar a dejar de lado su resentimiento y
convertirse en un hombre nuevo. Esta parte de la
narración es un diálogo muy sutil y una gran descripción
de la relación guru- discípulo. La compasión divina del
obispo logró imprimir su imagen en la mente criminal de
Jean Valjean. El poder del amor del obispo fue una gran
voluntad que dominó el ego defensivo y resentido del
criminal. Era tan abrumador este poder de amor que logró
nacer en su nueva alma recién encontrada; comenzó a
replicar esta misma imagen profundamente en la nueva
persona de Jean Valjean. Fue un patrón impuesto,
compasivo, que perduró, y Jean Valjean finalmente se
volvió tan puro y compasivo como el obispo.
Después de discutir los 6 vrttis del Svadhistana,
uno puede entender el grado en que el segundo vórtice es
calificado por el mundo social, externo. El ego en esta
etapa no está lo suficientemente desarrollado emocional y
cognitivamente, ni interiorizado lo suficiente como para
tener una personalidad segura y centrada que gobierne la
mente. En vez de esto, los factores externos como el
entorno familiar y social, las condiciones socio-históricas y
económicas construyen la mente del Svadhistana. Es por
esta razón que el Svadhistana necesita seguridad
ambiental para el equilibrio interior. En épocas como la
actual, con tantos cambios sociales rápidos y turbulencias
que debilitan la identidad social familiar y colectiva, no es
de extrañar que haya tantos desequilibrios en el segundo
vórtice. A pesar de que los seres humanos modernos no
están totalmente regidos por el segundo vórtice, en
73
efecto hay una clara falta de auto-establecimiento en la
mayoría de las personalidades de la gente, que sólo
obstaculiza el desenvolvimiento y la expresión de sus
vrttis superiores humanísticos y espirituales. El desarrollo
de un entorno social equilibrado, que fomente y nutra el
bienestar individual y colectivo, es fundamental para la
evolución presente y futura de la sociedad y de la raza
humana. Las soluciones a este trágico desequilibrio se
harán más claras cuando describamos los potenciales
más altos en la mente humana.

Yama y Niyama

La manera en que vemos el mundo físico está


determinada por el nivel de la mente que usamos para
verlo. Sólo en los niveles inferiores de la mente la
actividad cognitiva está calificado por los sentidos y la
actividad cerebral. Si purificamos el Svadhistana, o el
nivel conceptual de la mente y la liberamos del
pensamiento limitado, egoísta, entonces es posible ver el
mundo como una proyección del pensamiento. Saber esto
es cambiar nuestros pensamientos para cambiar nuestro
mundo. Aquí es donde nos damos cuenta de algo muy
profundo acerca de nuestra esencia y de su relación con
una orden superior, cósmico, que trabaja a través de
nuestra consciencia en evolución, si se lo permitimos. Con
los seis vórtices de la mente del Svadhistana en
equilibrio, uno puede liberarse del auto-exilio y aprender
a confiar en que uno tiene un lugar en el orden moral
cósmico.
El Svadhistana, la mente conceptual, es capaz de
generar pensamiento abstracto y, por tanto, la idea de un
“yo” aquí surge naturalmente. Es tan importante que esta
mente que busca el "auto- establecimiento" se base en el
amor, la seguridad y la racionalidad. Yama y Niyama son
guías simples pero profundas para la conducta humana,
74
que fomentan la conciencia espiritual y la unión en todos
los niveles de la conciencia de los seres humanos en
quienes prepondera la mente y el "auto-establecimiento".
El nivel de la mente en Svadhistna corresponde al " factor
líquido" o energía unificada. Esta energía “líquida” es un
campo unificado de ondas que colapsan y se cristalizan
en el mundo material, el factor sólido. El factor líquido es
más un mundo de “ondas” que un mundo de “partículas”.
La consciencia conceptual es mayor y podemos
comprender nuestra relación con el mundo natural y el
social. Esta consciencia moral sutil está comprendida
dentro de estos 10 principios universales. Ellos nos
ayudan a mantener nuestras proyecciones mentales
externas libres de reacciones, de rebotar contra el
universo consciente, vivo y real que es la Mente
Macrocósmica de Brahma. El ir en contra de este Tao, de
este orden cósmico, siempre causará reacciones o
deformaciones en el plasma cósmico del campo unificado
del factor de líquido. El universo siempre se reajusta de
sus deformaciones y por lo tanto siempre estamos
experimentando nuestras reacciones. "Uno se convierte
en lo que piensa".
Los yoguis tántricos se dieron cuenta de que, para
que un ser humano pueda desarrollarse apropiadamente,
personal y socialmente, al punto de ser capaces de
practicar sadhana, era necesario tener un código moral
de conducta como una guía amigable. Todas las
sociedades enseñan normas y costumbres que
idealmente deberían orientar a sus miembros hacia una
conducta apropiada, de manera que haya armonía en la
sociedad. En la sociedad contemporánea hay cada vez
menos sabiduría en lo que los padres enseñan a sus hijos.
Los valores que la gente aprende a través de los medios y
en la sociedad en general, enseñan superficialidad,
dominación, egoísmo y materialismo. Muy pocas personas
tienen la noción de que viven en un universo vivo, donde
realmente existen algunas leyes morales de armonía y
balance. Muy frecuentemente, aquéllos que hablan de
moralidad, la usan como una fuerza de miedo para
controlar el comportamiento de otros, en vez de usar
sabiduría moral para liberar a la mente de ideas
75
distorsionadas. Los sistemas religiosos y éticos con
frecuencia ofrecen una “lógica”, un patrón de cómo
comportarse. De lo que frecuentemente carecen es de
una manera de cómo crear las condiciones que le ayuden
a uno lograr el discernimiento moral. Yama y Niyama no
se tratan de cómo ser una buena oveja que sigue todas
las reglas como un engrane en el sistema.
Este mundo es relativo y no hay leyes rápidas,
duras ni inviolables que apliquen para cada persona en
cada situación. La universalidad de Yama y Niyama
consiste en la apertura de estos conceptos, de que el
espíritu de la idea permee todas las situaciones posibles.
Por ejemplo, ahimsa, el primer y más importante principio
ético de yama, no se refiere a la no-violencia absoluta,
donde la ley moral te diga que no puedas matar a un
mosquito o pisar accidentalmente a un bicho. En vez de
esto, ahimsa es el espíritu de no tener intenciones
violentas hacia ninguna entidad. Ahimsa es una actitud
que uno lleva a cualquier situación, recordando que Shiva
está detrás de toda vida. Quizá este principio no te dice la
manera exacta para responder a cada situación posible,
pero sí sugiere el espíritu de la interacción. Si te dijera
exactamente qué hacer, ¿cuál sería entonces el valor del
discernimiento? Lo que es importante es que uno
entienda la violencia en todos sus aspectos y que
sinceramente trate de nunca infringir esta destrucción
inconsciente a otros. La idea básica de Yama y Niyama es
que todos los seres son sintientes y tienen un propósito
existencial. Todos los seres necesitan una cultura
inteligente y una crianza compasiva. Todos los principios
de Yama y Niyama llevan al amor universal. Todos los
seres son finalmente Shiva, pero necesitan un poco de
cuidado y nutrición para darse cuenta de esto. Yama y
Niyama ayudan a inspirar este sentimiento universal.
Los diez principios de Yama y Niyama son valores
espirituales justos y muy universales que pueden ser
realmente aplicables a todas las sociedades, ya que son
valores prácticos basados en el Dharma, basados en
nuestra naturaleza esencial. Los principios de Yama y
Niyama serían la bondad simple y natural de un ser
realizado, un Bodhisattva. Nos dan un modelo funcional
76
de la moralidad, de cómo un sadhaka, o practicante de
sadhana, debería comportarse para proteger su espíritu.
Su entendimiento ayuda al individuo no solamente a
adaptarse a una sociedad, sino también a comprender la
naturaleza profunda y el propósito de la moralidad. Yama
y Niyama no son tanto unos mandamientos divinos, sino
guías prácticas de conducta.
Para que la mente Svadhistana se desarrolle
apropiadamente en un ambiente social seguro y con
confianza en sí misma, Yama y Niyama son
indispensables. Ellos mantienen a la mente libre de
complejos generados por los impulsos ignorantes y
egoístas que hacen imposible la práctica de sadhana. Lo
que refuerza e inspira a la moralidad no es el miedo al
castigo sino la compresión de la ley de acción y reacción.
La buena educación moral cultiva el intelecto discernidor,
de manera que los deseos físicos no son solamente
reprimidos, sino entendidos apropiadamente. Cuando uno
ve que el sufrimiento y la alienación son el resultado de
acciones egoístas inconscientes, uno quiere realmente
encontrar un camino de actividad que purifique y libere,
en vez de esclavizarse a deseos dañinos. Los 5 principios
de Yama enseñan balance en el comportamiento social,
mientras que los 5 principios de Niyama nos orientan
hacia la disciplina espiritual básica.

Son los siguientes:

Yama: Prácticas sociales

1) Ahimsa: No infringir dolor o daño a nadie con intención


a través del pensamiento, palabra o acción.

2) Satya: El uso benevolente de la mente y las palabras, a


través de la verdad compasiva.

3) Asteya: Renunciar al deseo de adquirir la riqueza o


cualidades de otros.

4) Aparigraha: Vivir de una manera simple y evitar los


77
excesos materiales.

5) Brahmacharya: Mantener a la mente siempre absorta


en Brahma y ver a todos los seres como una expresión de
Brahma.

Niyama: Prácticas personales

1) Shaocha: Pureza del cuerpo, la mente y el ambiente.

2) Santosha: Ecuanimidad y paz mental.

3) Tapah: Pasar dificultades por el bienestar de los demás


a través del servicio desinteresado.

4) Svadhyaya: El estudio y entendimiento apropiado de


escrituras espirituales y libros filosóficos.

5) Iishvara pranidhana: Tomar refugio o meditar en


Iishvara, la Consciencia Suprema.

Para un entendimiento más completo, lúcido, moderno y


socialmente aplicable de Yama y Niyama, invito al lector a
leer el libro de Anandamurti: “Una guía para la conducta
humana”.

78
79
La función principal del vórtice Svadhistna es
asegurar que el sentido emergente de la identidad no
retorne al vientre del instinto inconsciente y ciego que
caracteriza a la mente preconsciente y pre-humana en el
vórtice Muladhara: la Mente Sensorial. Una vez que se
establece una base segura y equilibrada en el vórtice
Svadhistna, la personalidad puede comenzar a expandirse
y encontrar nuevas cualidades y experiencias. Aquí se
puede observar como la acción continua de artha vrtti se
esfuerza por expandir la mente conceptual con el fin de
adquirir un mayor grado de desarrollo y significado
psicológico. Las expresiones más refinadas de artha son
incapaces de realizarse por completo en el Svadhistna
debido a que su función principal es la de mantener y
asegurar la base psicológica de la identidad. Una vez que
se establece una base emocional equilibrada, la
personalidad puede florecer y expandirse.
El significado literal de la palabra en sánscrito
“artha” es el alivio. Se refiere al alivio que se obtiene
después de la lucha por encontrar el nombre desconocido
de un objeto. Este desconocimiento crea en la mente una
tensión que la impulsa a emprender la búsqueda del
significado de algo con el fin de clasificar lo que no se
entiende. Cuando se encuentra el significado o definición
se restaura el equilibrio mental generando una sensación
de alivio. En otras palabras, artha es el esfuerzo
deliberado del intelecto para adquirir la forma y el
significado para el Aham y su percepción del mundo. Esta
es una actividad imposible de realizar en el segundo
vórtice debido a que se ocupa principalmente del auto-
establecimiento. El principal objetivo del Manipura es
satisfacer la necesidad de encontrar una autodefinición
creativa. Esta necesidad se dirige ahora hacia las
actividades sociales y creativas en lugar de estar ocupada
con la seguridad emocional y existencial básica.
El camino hacia la auto-definición comienza a
calificar el crecimiento y desarrollo de artha. La
inteligencia del Aham de la personalidad se enfrenta a
nuevos retos que obligan a la mente a buscar formas
creativas e ingeniosas para hacer frente a estos desafíos.
El desarrollo no es impulsado por los instintos
80
emocionales defensivas como sucede en Svadhistna. La
mente en Manipura desea cualidades y también posee
capacidades conceptuales situadas más allá del intelecto
y de la mente conceptual mundana. Mientras que en el
segundo chakra hay un impulso hacia la auto-
preservación psicológica básica, en el Manipura lo que se
manifiesta es una expansión vigorosa hacia el exterior,
conduciendo la personalidad hacia la auto-definición y la
expansión. En el Manipura se refina el poder conceptual
básico del segundo chakra con las cualidades de la
creatividad y la innovación. El Aham crece mediante la
expansión conceptual y (¿digerir?) se dirige cada vez más
sus deseos hacia el mundo objetivo, externo. Es en esta
etapa en que el Aham comienza a tener más control sobre
el Chitta en su intento de manipular y maniobrar el
mundo externo con su intelecto creativo. En este proceso
la personalidad obtiene una mayor claridad de la
experiencia y con este conocimiento es capaz de incluso
una mayor expansión.
Aquí es importante mencionar la estrecha relación
que existe entre los vrttis, inmersos en sus respectivos
vórtices mayores y las capas de la mente asociadas con
sus respectivos vrttis. Las expresiones de la vrttis
corresponden perfectamente con las funciones de la
mente de ese nivel. Los aspectos cognitivos de los
vórtices no pueden estar al margen de las cualidades
emotivas. Una mente que trata de establecerse en el
mundo de la mente conceptual, necesita tendencias
sólidas y emotivas para sustentar su base. Y es muy
necesario para una mente que llega a la capa creativa y
dinámica, tener fuertes atracciones que conduzcan hacia
ese reino. Esta relación entre las propensiones y las capas
mentales, o entre los factores emotivos y cognitivos, es
una relación constante en todos los niveles mentales.
La capa mental creativa, o Atimanasa Kosa, es el
nivel de la mente que percibe la emanación de la forma
desde el "factor luminoso." El factor luminoso es un
campo de forma invisible, o "campo morfogenético", que
impone un cierto orden y una forma sobre el mundo
material. La forma surge del campo mental y espiritual
que se manifiesta físicamente. Todas las cosas que
81
existen tienen un campo de forma sutil atrás de su forma
física. Así como hay un campo unificado de energía
"líquido" detrás de la materia, hay también un campo
"luminosa" de la propia forma, detrás tanto del factor
líquido como del sólido. En el nivel mental creativo del
Aham existe una forma ideal de la propia persona
incrustada profundamente en el interior. Ante la mente las
formas representan los arquetipos de creatividad que el
Aham reconoce y que la mente macrocósmica dirige.
Recordemos que la mente Macrocósmico siempre ha
guiado la evolución de la mente microcósmica, desde los
instintos físicos en el primer chakra hasta las formas de
pensamiento primitivos de la mente conceptual en el
segundo chakra. Cuando el intelecto creativo comienza a
percibir estos impulsos arquetípicos de creatividad, busca
de diversas maneras expresarlas en su persona. Estas
formas resuenan con la mente y la orientan en una
dirección cognitiva y emotiva particular. En esta etapa de
la evolución mental, el Aham lucha por surgir de la mente
conceptual mundana y trata de iluminarse a sí mismo con
una comprensión creativa y conceptual de la forma. "Sin
la visión el pueblo desaparece", dice la Biblia. El Manipura
necesita una visión profunda y una perspectiva de
plenitud y sin lo cual se comporta como un órgano
enfermo. Sólo las ideas amplias y universales mantienen
a la mente creativa fuera de los problemas. Cualquier
ideología o visión de la vida que no se basa en los
principios universales que promueven el amor universal
bloqueará la expansión vigorosa del Manipura. Por
naturaleza, el deseo de expansión será siempre
egocéntrico, pero es posible que el ego sea consciente de
ello e intente convertir el egoísmo en altruismo. Tal es el
camino de la felicidad humana. Poco a poco, los restos de
la unión impulsiva e inconsciente de la vida animal
comienzan a ser transmutada en conciencia auto-reflexiva
humana. La capa creativa de la mente nos guía a la
iluminación de las cosas que una vez fueron oscuras.
Cuando no se cumplen estas necesidades
fundamentales de la Mente Creativa, entonces los vrttis
emotivos intentan imponer una forma y significado
conceptual. El elemento luminoso y agresivo le concede al
82
Manipura esa capacidad de fuego apasionado que ilumina
psicológicamente las formas interiores: conceptuales. El
Manipura no solo posee un tremendo poder y creatividad,
sino también una enorme capacidad para el conflicto e
incluso para la destrucción, cuando la persona no ha
encontrado su propia visión y en su lugar busca una
gratificación sustituta a través de las formas mundanas.
Manipura se traduce literalmente como "la ciudad de las
joyas".
La cualidad creativa de Manipura es una
completamente nueva facultad para la mente conceptual
en estado evolutivo. Poco a poco, los conceptos básicos
del Svadhistna adquieren una forma y color más
elaborados en el Manipura. Un Manipura fuerte y
desarrollado ha aprendido y logrado muchas cosas y por
lo tanto ya posee un poco de conocimiento práctico de la
existencia y una mayor confianza en sí mismo. En un
Manipura menos desarrollado habrá frustración, temor y
ambición y se sentirá obligado a seguir las formas
superficiales de las convenciones sociales, en lugar de
guiarse por los propios deseos creativos e innovadores.
Las tendencias de ambición y consumo presentes en los
vórtices débiles de Manipura, se preocupan más por
adquirir lo externo que por comprender realmente el
significado verdadero de la libertad. Esta personalidad
emergente en el Manipura se obsesiona ciegamente con
apegos egoístas y ambiciones. Por lo tanto, el desarrollo
vigoroso y extrovertido del Manipura no sólo se expande
hacia algo más grande, sino que además compensa las
limitaciones y la inferioridad psicológica del Svadhistna.
Aquí vemos cómo las cualidades activas y apasionadas
del vórtice Manipura compensan la entropía, apatía y el
letargo del Svadhistna. Debido a la naturaleza de estas
cualidades, la mente es impulsada más hacia la forma
externa que hacia los símbolos espirituales internos.
Puede captar una insinuación del infinito con la
comprensión de ideas sutiles pero todavía proyecta sus
deseos infinitos en el mundo material. Las propensiones
que distorsionan la mente creativa deben ser purificadas
por sus propias capacidades cognitivas para que el Aham
se desarrolle. Un vórtice Manipura balanceado origina una
83
mente creativa vital y muy refinada que permite
percibirse a uno mismo de una manera mucho más
profunda, logrando así resolver creativamente las
limitaciones y desafíos. Esa persona tiene una pasión
saludable por la vida: es activa en la consecución de sus
deseos; necesita constantemente de nuevas y
significativas experiencias y se esfuerza incesantemente
en su propia transformación. Tal persona bien equilibrada
resonará naturalmente con las formas de pensamiento
positivo y expansivo y tendrá una visión más auténtica y
sincera de vida. La mente Manipura resplandece con sus
gemas brillantes. Si observamos sólo a unas pocas gemas
particulares, perdemos la visión de la totalidad. La
comprensión conceptual del gran propósito de la propia
existencia, así como la confianza y el corazón para
continuarla, es el regalo más grande de la mente creativa.
Esta no es la realización del Ser como Shiva, sino más
bien la realización del fin particular del Aham como un ser
humano en un mundo humano. Es una etapa en el viaje y
sólo un ego firme con un fuerte sentido de confianza
puede dejar de lado sus limitaciones y comenzar a mirar
en la ventana infinito interno.

84
Las propensiones del Manipura

85
Vergüenza

La vergüenza tiene un parecido al vrtti “falta de


confianza” del segundo chakra. La diferencia entre ellos
es que con la falta de confianza existe un penetrante
sentido de inferioridad generalizada con respecto al auto-
concepto fundamental. La vergüenza, por su parte, es una
contracción de la personalidad en el “expansivo”
Manipura debido a una interrupción en la propia imagen
de uno mismo. La sensación punitiva y opresiva de la
culpa y el correspondiente juicio social del ego como ser
86
inferior, indigno, fracasado, enfermo, pecaminoso, etc.,
son debido a las actividades e interacciones del ego que
se rebelaron contra normas sociales o límites o no han
cumplido con las expectativas del entorno social. La
vergüenza es una imagen fea compuesta de todos los
juicios y transgresiones negativas de los demás con que
uno ha identificado. Ellos comienzan a dominar y
convencer al ego. El Aham mismo sufre la imposición de
los otros, pero este Aham afectado continúa imponiendo
los mismos juicios negativos sobre sí mismo, lo que
genera todavía más pena. Por ejemplo, la mayoría de las
víctimas del racismo de alguna manera tiene que creer
que él / ella es inferior y así sentir realmente la
vergüenza. Una forma de pensamiento externo ha sido
internalizada y sentida dolorosamente, debido a la
incapacidad para desviarlo y no aceptarlo internamente.
El Aham comienza a vivir de una forma negativa como se
le impone la imagen débil. La vergüenza también se
genera internamente por no cumplir con las propias
expectativas. La mente Manipura vive de una imagen: ya
sea la propia imagen del ser o una imagen socialmente
impuesta. Si uno se queda corto o transgrede los propios
valores y creencias, entonces la mente ya no se nutre e
inspira en una imagen positiva. Hay una brecha entre el
yo real y la forma ideal del yo. La vergüenza entra y uno
se siente un vacío, la falta de sentido y una clara
sensación de que uno es ineficaz en la vida.
La vergüenza, si sea generada desde dentro o
desde fuera, es esencialmente el fracaso de las
actividades del ego para satisfacer las demandas de su
forma ideal o patrón de comportamiento, su conciencia.
Inicialmente la conciencia es un patrón rígido impuesto
que regula el comportamiento determinado por fuerzas
sociales externas, pero a medida que el ego se desarrolla,
la conciencia se convierte en una forma de pensamiento
que guía el ego hacia una mayor realización de sus
potencialidades de acuerdo con ciertos ideales
psicológicos y espirituales. La vergüenza también puede
ser inducida por una transgresión de la conciencia
subjetiva personal.
La vergüenza también se expresa en unas pocas
87
maneras positivas: puede ser un sistema de
compensación de cheques y balanceos para el
comportamiento o la conducta antisocial que va en contra
de los propios ideales. El sentimiento de culpa, la rebelión
y su efecto de inhibir las actividades negativas en
realidad puede evitar que uno siga reproduciendo un
comportamiento dañino.
Aunque la vergüenza puede servir a un propósito
positivo, manteniendo un comportamiento impulsivo en
cheque, más a menudo tiene un efecto paralizante sobre
los poderes de la motivación. Esto es especialmente
limitante cuando la conciencia social es muy rígida,
estricta y punitiva, lo que hace que sea muy difícil para el
individuo satisfacer esas expectativas imponentes. Es
también lo mismo con el auto-juicio dentro del individuo.
Con demasiada frecuencia, es la conciencia subjetiva
rígida de la persona la que perpetúa su propio sentido de
la vergüenza debido a la creación de expectativas tan
irreales para él / ella que no puede posiblemente ser
satisfechas. Ya sea inducido desde dentro o fuera, ambos
llevan a una entropía y la contracción de la personalidad.
La vergüenza es a menudo el gran demonio detrás de la
cara monstruosa de una personalidad muy negativa.
Cuando uno se siente indigno y bajo, entonces la mente
naturalmente gravitará hacia lo que es bajo. Nadie quiere
sentir la debilidad de la vergüenza y puede utilizar medios
de manipulación y agresivos que no son necesariamente
útiles. Uno puede resentir las cualidades positivas de los
demás a causa de su propio sentido de inferioridad y se
puede llegar a ser agresivo, competitivo, odioso y
detestable. O tal vez el narcisismo y la vanidad tratará de
encubrir el disgusto con uno mismo. Mirando detrás de
todas las máscaras de los aspectos negativos del ego, es
el demonio de la vergüenza el que proyecta y controla la
auto-imagen negativa.
El complejo de la vergüenza, como cualquier otro
complejo, se resuelve cuando uno encuentra una
verdadera forma y el significado de la personalidad. En
lugar de sentirse mal, bajo e indigno, hay que encontrar
una imagen propia vital, creativa y saludable para poner a
uno de nuevo en el camino de un crecimiento equilibrado.
88
Difamación/Calumnia

Ya se ha mencionado que el vórtice Manipura dirige


la expansión vigorosa de la mente hacia el exterior. Aquí
los esfuerzos se dirigen para adquirir un cierto poder y
dominio sobre el mundo objetivo. Cuando hay algún tipo
de frustración sobre este poder, la mente busca una
manera de superar la obstrucción con el fin de hacer que
la voluntad sea más fuerte que el impedimento. La
calumnia es el intento de negar el miedo, la duda y la
inseguridad causada dentro del sujeto por la fuerza (otra
persona o grupo de personas en la mayoría de los casos)
que obstruye la conexión de la voluntad subjetiva al
ambiente objetivo. Esta negación toma la forma de
represión y menosprecio hacia un auto-creado "enemigo"
en un intento de debilitar psicológicamente el impacto
que este enemigo tiene en realidad en el ego. En este
proceso, el miedo evocado por los demás se distorsiona y
se proyecta. Mientras que la voluntad está tratando de
dominar el efecto paralizante de las partes infractoras, el
ego calumnia y siente que por difamar a otro las está
realmente negando y debilitando.
Con esta tendencia la mente se encuentra todavía
arraigada profundamente al diálogo dualista del yo / otro
de una manera muy marcada. El calumniador deriva un
impulso mental y la potenciación de su calumnia
alimentándose de la negación del otro. Esta negación
funciona como un mecanismo de defensa para mantener
intacto el dinamismo, la autoconfianza y el poder de la
voluntad. Sin embargo, las posibilidades de expansión
positiva se ven obstaculizadas por las luchas y los
conflictos con los demás. El ego está basando en sí a una
negación de los demás. Este ciclo de conflicto continúa
hasta que la mente creativa busca refugio en un orden
superior de inteligencia y perspicacia. Esta perspectiva no
se alcanza hasta que este marcado dualismo se superado
con un discernimiento prudente al nivel del Anahata. No
es sólo este vrtti particular del Manipura lo que mantiene
a uno atado a un concepto muy reducido del mundo y
89
limitado a la forma externa. Más bien, todo los vrttis del
Manipura, con sus deseos de poder orientados al ego
externalizado, están asociados con una imagen débil del
ego. Es necesario un esfuerzo de voluntad guiada por una
idea muy positiva para superar estas debilidades y
temores que causan conflictos con otros egos.

Celos

Los celos siempre están relacionados con la


vergüenza. Detrás de los celos esta la creencia de que las
propias cualidades, capacidades, rendimiento, etc., son
inferiores a las de los demás. Si uno nota simplemente las
cualidades positivas de los demás sin pensar en ellos en
el contexto de los propios deseos, entonces sería
simplemente un reconocimiento de cualidades y
habilidades de los demás. Pero debido a que la mente en
este nivel de desarrollo esta tan preocupados con sus
propias tendencias ambiciosas, hace una comparación de
sí mismo. Verse a sí mismo careciendo de estas
cualidades ocasiona que uno las desee para sí mismo. En
lugar de crear una imagen propia auténtica, el vórtice
Manipura con celos adquiere importancia mediante la
emulación de la imagen del otro.
Este vrtti puede inducir tantas otras tendencias. En
muchos casos, la falta de confianza latente (segundo
vórtice) afecta de tal manera a los procesos de
pensamiento que todo lo que pensamos es siempre
acerca de lo que uno no tiene. Es esta falta de autoestima
lo que muchas veces hace susceptible a los celos. Los
celos también afectan y activan otras tendencias del
Manipura y son muy a menudo los responsables del odio,
el miedo y la calumnia. Una vez que el sentimiento de los
celos surge en la mente es muy fácil empezar a odiar
apasionadamente al adversario que ha construido
propiamente, y ¿quién más puede ser el mejor objeto de
calumnias que a aquel al que se odia? ¿Y no logra esta
negatividad y sentido de la comparación y competencia
90
con otro inducir aún más miedo? ¿Quizás no siempre se
puede dominar el otro? ¿Y si, tal vez, un sentimiento
subyacente de miedo era el responsable de los celos en
un primer lugar?
La mente celosa y envidiosa debe encontrar la
fuerza para valorar y respetar sus propias cualidades y
proceso de crecimiento. Con los celos uno está ignorando
por completo a sí mismo como un proceso creativo. La
persona es un microcosmos con un plan y un propósito
definido, evolucionando en el camino hacia la unión con el
macrocosmos. Dentro de la persona existen todas las
cualidades y formas de inteligencia latentes para ayudar
a encontrar un sentido de la dignidad y el respeto propio.

Inercia/Estaticidad y Melancolía

Cuando la proyección de la voluntad del ego en un


nivel de Manipura es incapaz de enlazarse a su entorno y
con ello sostener su economía psicológica, hay un efecto
desvitalizar en la mente. La energía acostumbrada a
moverse hacia afuera pierde sus objetos de deseo, su
cadena de objetos gratificantes. Dado que la identidad del
ego está tan exteriorizada en formas objetivas fuera de sí
misma, con la pérdida de ese objeto de deseo y
significado (artha), el ego experimenta una especie de
pérdida de sí mismo. Las causas de esto son numerosas:
el estrés excesivo, enfermedad, otros problemas
psicológicos que perturban el equilibrio y la armonía en la
mente, y la crisis existencial, por nombrar algunos. Todas
estas ocurrencias crean una grieta en la economía entre
el deseo interno y la gratificación externa que pueden
conducir uno a la sensación de la inercia y la estaticidad.
En este estado la mente carece de la vitalidad para
buscar su placer y felicidad a causa de esta división. Esto
es estaticidad.
Cuando esta condición se vuelve más intensa o se
prolonga sobreviene la melancolía. La melancolía se
puede comparar con el estupor psíquico en el segundo
vórtice, ya que ambos se originan en la incapacidad del
ego para realizar un enlace significativo con su entorno.
91
Mientras que el estupor psíquico es una reacción a un
factor estresante que puede arrancar de raíz todo el
fundamento psicológico, la melancolía es una expresión
más refinada de esta tendencia, en el que la
desvitalización de la mente es causada por la pérdida de
significado personal. La mente en el Manipura es más
refinada y compleja que en el Svadhistna y por lo tanto el
conflicto de la mente a ese nivel es causado por las
asociaciones mentales precisamente en ese nivel.
También uno responde con una reacción basada en ese
mismo nivel de funcionamiento cognitivo y emotivo.
La melancolía, según Kristeva, es asymbolia- la
pérdida de símbolos significativos y formas que la
personalidad se ha adjuntado a fin de definir y orientar la
propia imagen. La depresión surge debido al hecho de
que las ideas que han apoyado a la personalidad ya no
funcionan de la misma manera. Sólo queda un vacío. Esto
puede ser causado por una interrupción en el ambiente o
mundo social o por un cambio en la personalidad que
hace que sea difícil de ajustar a la manera acostumbrada.
En ambos casos es la personalidad la que pierde el
sentido del cómo y dónde reorientarse hacia una
identidad significativa.

Sadismo/Crueldad

Como se mencionó anteriormente, el paso psico-


evolutivo hacia el nivel Manipura mental representa un
grado muy elevado de conciencia de sí mismo por medio
de una mente creativa más refinado y un deseo de
expandirla hacia el mundo externo. Aquí la propia psique
en realidad comienza a ser un objeto parcialmente
consciente para el intelecto. Vimos que el fin de tener
vergüenza, calumnia, envidia, inercia, etc. era necesario
para pensar en el ego y sus cualidades como referencia
para la propia imagen del ego. Esta preocupación está
ciertamente presente pero oscurecida en gran medida por
las demás tendencias centradas en el ego impulsivo y
apasionado, por lo que la contemplación pura y lúcida de
la personalidad aún no es posible. Sin embargo, es un
92
gran logro para la mente estar haciendo un esfuerzo
infatigable, aunque impulsivo, para superar el letargo del
Svadhistna.
Con la tendencia del sadismo hay un reconocimiento muy
completo, pero sobre todo inconsciente, de las
limitaciones del ego junto con un sentimiento de auto-
odio y repugnancia. Uno ve inconscientemente todas las
tendencias limitantes de los vórtices segundo y tercero y
se ve a sí mismo como una nulidad lamentable. En lugar
de reconocer conscientemente estas autopercepciones,
se les desplaza y proyecta en otros que tienen estos
mismos complejos. Por lo tanto, el complejo que tan
inconscientemente se desprecia dentro de uno mismo, es
reconocido conscientemente en otro junto con todo el
correspondiente odio a sí mismo. Con este mecanismo de
defensa, la tensión que se deriva del auto-disgusto se
dirige hacia otro que termina convirtiéndose en el chivo
expiatorio de los propios defectos. De ahí proviene la vieja
máxima de que lo que más se odia realmente es lo que
uno ve en sí mismo.
El sadismo, esta tendencia a causar daño a otra
persona con el fin de protegerse a sí mismo, se expresa
de diversas maneras que van desde la agresión violenta,
física; a los comentarios despectivos y burlas; a la caza de
brujas y Auschwitz. Al igual que la calumnia, es un
mecanismo de defensa que se alimenta de otras
tendencias con el fin de intentar mantener un equilibrio
psicológico. Tiene un profundo parecido con el
resentimiento del Svadhistna, pero es un poco más
compleja psicológicamente en las ahora las ardientes
tendencias del Manipura, lo que añade aún más leña al
fuego del odio.

Apego ciego

La propensión de apego ciego cumple la misma


función de compulsión en el vórtice Svadhistna, pero a un
nivel superior de desarrollo mental. Una vez más vemos
cómo las propensiones recapitulan en una forma más
elevada y evolucionan de una manera más consciente. En
93
cada etapa sucesiva de desarrollo hay una variación y una
evolución en un tema psicológico: una variación en la
protección, el mantenimiento y la expansión de
tendencias mentales de acuerdo con las etapas cada vez
más refinadas y más conscientes del desarrollo. Esta
evolución de la estructura mental no surge sólo a través
del choque y la cohesión en la mente, sino también
debido a una facultad innata más profunda que guía a la
mente desde el interior. En última instancia, el poder de
atracción que ejerce la Conciencia conduce a todas las
mentes de nuevo a su subjetividad Suprema.
El apego ciego da un sentido de certeza, rígido e
incuestionable, al Aham. Aquí el ego se ha trasladado a
territorio recién adquirido que no está dominado y
controlado a fondo. El mundo social con todas sus ideas
complejas es un gran desafío para la mente que estaba
previamente inmersa en sus instintos primarios, más
originarios. Con el fin de asegurar un nicho en este mundo
más complejo de la imagen y la forma, sin confusión y
dudas en cuanto a que si uno tiene el vigor y la fortaleza
para enfrentar los desafíos de un orden superior, la mente
se aferra a cualquiera de sus logros anteriores o al modo
de ser ideal que ha establecido por sí mismo. El nombre y
la forma del ego o los ideales del superego son rígida, e
incluso, fanáticamente confirmados. Pero ¿por qué este
apego debe ser ciego en vez de ser un apego ligero?
Tiene que ser ciego para que sea incuestionable. El
impulso es como un fotón que, después de haber sido
lanzado a través de la fusión en el núcleo de una estrella,
rebota en el cuerpo estelar chocando con otras fuerzas,
hasta que, después de millones de años, encuentra su
camino hacia la superficie, donde es libre de seguir su
impulso en un espacio más vasto con menos obstáculos.
El nacimiento de la conciencia debe seguir adelante,
nunca hacia atrás, y esta ceguera asegura, al menos por
un tiempo, que este impulso siga hacia adelante. Una vez
más, observando desde una perspectiva más amplia y
serena, esta tendencia parece muy limitada, pero el
apego ciego, sin duda, cumple con una función para el
ego inseguro. Sin embargo, a medida que ampliamos
nuestra creatividad y conocimiento es necesario superar
94
toda nuestra insistencia irracional, demanda, fanatismo y
tendencias manipuladoras que el apego ciego fomenta.
Aunque uno puede unirse ciegamente a otra
persona o grupo social para obtener una sensación de
seguridad, al final uno siempre está unido a la propia
imagen. Nuestro propio sentido de la identidad y de la
propia valoración, todavía está determinado por el
reconocimiento y aprobación de los demás. El apego
ciego aún no es el amor, porque busca por desesperación
y exige más de lo que da. Sin embargo, todo el mundo lo
llama "amor". Un buen amigo mío una vez dijo: "¿Qué es
el amor, sino el odio reprimido?"
Cualquier imagen proyecta una sombra. La
vergüenza y el miedo y el sufrimiento están en esta
sombra. Y, en la mayoría de los casos, esta imagen es
sostenida por una vaga expectativa de cómo espera que
los otros deberían verle. ¡Tanto alboroto por lo que ni
siquiera es suyo! Si uno tiene que mantener una imagen,
entonces debe ser la más ligero posible. En verdad, uno
es libre de vivir o de crear cualquier imagen posiblemente
concebida por la mente. El problema es que cualquier
imagen creada en el tiempo y el espacio de esta
existencia microcósmica, es una imagen finita que
siempre rebota hacia arriba contra el flujo eterno de su
existencia inmortal. Es mucho mejor fluir con el Tao, el
orden moral cósmico, que en su contra. Uno no puede
esconderse de su Ser para siempre. En la base y esencia,
detrás del temor y el temblor, sabemos que es sólo un
cuento y que realmente no hemos comenzado esta nueva
vida interior. La vida de la imagen del ego separado se
determina con el fin de recibir reacciones de acuerdo con
la forma en la que la propia imagen ha cambiado,
transformado, o distorsiona el flujo natural de la
expansión de la conciencia humana. Realmente hay leyes
internas de la armonía que debemos aprender a no
transgredir, sino complementar y aún más. La imagen del
ego vano, debido a su propia naturaleza y lugar de
creación, siempre va a sufrir reacciones y esta vergüenza
siempre unirá a uno con el concepto de una identidad
limitada y mortal.
La ausencia de miedo es el único camino hacia la
95
plenitud. Los sabios que ven más allá de los límites de la
Aham y que ven hacia el Mahat, son los únicos que
podrían jugar el juego de la imagen correctamente. Sin
escapar de la vida, se mueven a través de ella. El ser
espiritual personal no es nada más que un nombre a lo
innombrable, una imagen dada a usted para ayudarle a
funcionar en este mundo con el objetivo de finalmente
liberarse. "El tiempo es una imagen móvil de la
eternidad", dijo Platón. Sólo dentro de esta relación con el
ser infinito, eterno, sin nombre, es qué encontramos
nuestro propio y verdadero nombre y la naturaleza del
tiempo. Espontánea, natural y libre, la reflexión mental e
interna del Yo (su verdadera imagen) fluye muy bien con
la vida porque uno nunca puede presumir o hacer alarde
de ello. El amor y la sinceridad son mucho más reales que
cualquier apariencia con la que se oculta el sufrimiento
exhibiendo cualidades limitadas montando un buen
espectáculo. Siendo sostenida y garantizada por el
Infinito, el alma realizada pone el miedo y la preocupación
a un lado y deja que la vida se viva sin preocupaciones,
como canal de gozo infinito.

Ambición

La ambición es la propulsión continua de la mente


hacia formas físicas y mentales con el fin de ampliar su
ámbito de actividad y comprensión. La palabra sánscrita
para este vrtti, trishna, significa literalmente “la sed”. Es
una sed insaciable que subyace en el deseo del ego de
ser algo mayor. La ambición es el foco de la voluntad en
los objetivos deseados y la dedicación inquebrantable de
realizarlas. Al igual que la vergüenza, es una de las pocas
tendencias en el Manipura que en realidad podría
promover el crecimiento, incluso cuando se ve desde un
mayor nivel de desarrollo psicológico. La ambición busca
obtener lo que está fuera: la realidad idealizada, porque
de esta manera el Aham adquiere un significado personal
y reconocimiento social por estos logros. Para que la
ambición no consuma el Aham, éste debe ser guiado con
un puro deseo de crecimiento y expansión que no tiene su
96
origen en la contundencia y la agresividad. La ambición
es el deseo fuera de lugar para la expansión y el
propósito. Uno quiere construir castillos en el mundo por
medios mundanos e ignora por completo el vasto
potencial de la inteligencia y el sentido que está dentro.
Muy a menudo la ambición lleva a uno de los contrarios a
este camino que es, finalmente, un camino a la liberación
del sufrimiento y la ignorancia. El deseo infinito sólo se
sacia con un objeto infinito de placer, lo que obviamente
no existe como posibilidad de la experiencia de la mente
humana en el Manipura. Nuestra idea fuera de lugar del
deseo infinito proyectado en el mundo externo es en
realidad una proyección de la infinidad interna. Sólo lo
que es sin mancha e impasible ante cualquier vibración es
infinito, todo lo demás es una onda finita con un principio
y un final. Es sólo en lo profundo del testigo subjetivo de
la mente que nos encontramos ante el siempre presente
Shiva. Esta Subjetividad Suprema siempre está presente
detrás de la mente y siempre dispuesta a llevar a la
mente de nuevo a su fuente de conocimiento y
bienaventuranza. La mente tiene que estar preparado
para esto siguiendo el camino del Dharma, o movimiento
interno, psico-espiritual. Esto es muy difícil de
comprender para la mente ambiciosa y externalizada del
Manipura. Es sólo hasta que encontramos un propósito
verdadero y significativo, que nos conduce hacia un
mayor nivel de Conciencia de sí mismo, cuando empieza a
ser posible contemplar el infinito en él interior y vivir
dentro de su alegría: su ananda. El crecimiento y la
comprensión que ayuda a sustituir el amor y la expansión
optimista en vez de la ambición egoísta y la
manipulación, es la manera en que la persona comienza a
tener una reverencia sagrada por su propia existencia y
un respeto por ese mismo carácter sagrado de todo.
Un amigo mío una vez estaba sentado en frente de
Anandamurti, quien estaba escaneando mentalmente su
vórtice Manipura llamando a las propensiones de uno en
uno y diciendo "muy bueno, no hay vergüenza, la
calumnia", y así sucesivamente hasta que mencionó
"¿Qué es esto, un poco de ambición?" Él dijo que estaba
bien y que podría quedarse porque estaba canalizando
97
este vrtti a una gran cantidad de actividades de servicio
social inspiradas en las propensiones más altas. Su
lección de esta experiencia fue que siempre que existen
deseos externos es posible canalizarlos hacia algo muy
positivo con el poder creador de un vórtice Manipura
guiado por nobles las intenciones de lo vrttis superiores.
De esta manera, uno cumple con las necesidades de la
propensión de ambición en el Manipura mientras que al
mismo tiempo transmuta el egoísmo del deseo en una
bondad más consciente que se comparte con todos.
Ciertamente, no es fácil, pero en realidad es la única
manera de salir del infierno del egoísmo y la codicia que
sufre siempre una ilusión de la felicidad confinada y
controlada. Como tal, la ambición se convierte en
verdadera expansión, una tendencia en el corazón
espiritual del Anahata, y lo lleva a uno hacia la ilimitada
felicidad tranquila en este mundo, así como en el
siguiente.

Odio

El odio parece muy cercano a las tendencias de la


calumnia y el sadismo. La principal diferencia entre ellos,
sin embargo, es que la calumnia y el sadismo son
expresiones agresivas activos mientras que el odio es
más de un sentimiento profundo y hostil hacia otro que no
necesariamente tiene que expresarse abiertamente, pero
esto puede estimular a también a otros vrttis. Es un
estado constante de tensión agresiva entre el yo y el otro.
Justifica todo tipo de expresiones negativas en la
personalidad hacia otro ser que está bajo una constante
evaluación negativa. Un poco de odio puede ser reprimido
o ignorado o puede incluso, escapar a través de
comentarios o gestos pasivo-agresivos. Un odio intenso
puede conducir a terribles altercados e incluso a la
agresión. Muy a menudo el odio es una actitud constante
y general hacia un mundo considerado hostil o injusto. Se
odia a cada situación o persona que amenaza al ego. El
odio es un asesino armado siempre listo para realizar el
trabajo sucio.
98
En un poema de Byron está escrito, “he knew not
what to say, so he swore.” "no sabía qué decir, así que
maldijo." Cuando la mente no puede asimilar un choque
para el ego, el efecto de la situación permanece sin
procesar y toda esta tensión mental en bruto, sin procesar
permanece royendo en el interior. Es interesante observar
que el vórtice del odio escapa hacia fuera desde el centro
del vórtice Manipura directamente hacia el hígado.
Cualquier forma de odio debe ser entendida de manera
creativa para atrapar a su ceguera. Muy pocas personas
son educadas acerca de la vida emocional. Normalmente,
uno aprende a manejar las emociones negativas sólo
después de que se han convertido en un problema grave
que requiere importantes cambios debido a la crisis.
El odio es una falta de la capacidad creativa de la
Manipura. Si las partes más altas, conscientes de la
personalidad no son vigilantes, a continuación el odio, así
como otras tendencias negativas, se introducen. El odio
es tan a menudo uno de los principales culpables en la
sombra de la personalidad. Permanece allí porque uno no
sabe en qué otro lugar ponerlo. Uno trata de ocultar y
suprimirlo, pero siempre encuentra una salida. Las
situaciones y las personas que provocan negatividad
siempre existirán, sólo podemos cambiar nuestra forma
de evaluar y reaccionar ante ello. Uno debe aprender a
ver la secuencia de eventos, tanto de manera externa
como interna y conocer lo que llevó hasta el sentimiento
de ira para reinterpretar y canalizar de una manera
diferente. Para empezar a superar el odio, es necesario
redefinir la visión del ser de una manera más armoniosa
que no se basa en la separación, el miedo, la
desesperación y el conflicto. El odio no puede existir bien
donde hay amor y comprensión y toda la otra alquimia
mental que entra en el acto trascendente de perdón. El
odio es a menudo una reacción a una interpretación
previa, inconsciente de una situación difícil. Esta energía
permanece incrustada en la mente quizás durante toda
una vida. Quizás uno todavía se enfurece al recordar los
insultos recibidos en la escuela primaria. O tal vez uno se
involucra con frecuencia en las discusiones imaginarias
con uno de los padres. Y sólo con imaginar lo que sucede,
99
una persona real se puede mover a este espacio
imaginario de la proyección. Esta persona recibirá el odio
de su pasado por medio de otra persona. Las emociones
enterradas que se han enconado en el interior pueden ser
violentamente vomitadas mientras que el ego busca
resolver este problema culpando a otro por su
descontento

Miedo

El miedo es sin duda el sentimiento más importante


que impregna la vida humana. Mucho de lo que se decía
del miedo a la aniquilación en el vórtice Svadhistna es
relevante para este vrtti en el 3er vórtice. Al igual que
muchas de las tendencias fundamentales del Svadhistna
se traducen y transmutan en las tendencias expansivas y
vigorosas del tercer vórtice, el miedo es una forma más
compleja, consciente y del temor a la aniquilación. El
miedo no es necesariamente el terror en un sentido tan
inconsciente y generalizado, sino más bien la reacción a
la duda. Uno duda de la fuerza y la capacidad de uno
mismo para defender las proyecciones psicológicas, las
actividades y anexos que constituyen la identidad.
En esta etapa del desarrollo de la mente existe un
grado evidente de separación con el mundo objetivo
(naturaleza y cultura), pero en lugar de estar motivado a
conducirse hacia la verdadera trascendencia y liberación
de las ataduras de lo relativo y lo finito, se sustituye la
comprensión potencialmente pura de la concepción y la
idea de la forma, con un versión limitada y egocéntrica
que sólo satisface los apetitos ambiciosos y apasionados
del sentido del Aham limitado y separado. Debido a que la
voluntad se impone a través del apego ciego, el deseo, la
calumnia, etc., hay poca disponibilidad (e incluso
incapacidad) para abandonar el egocentrismo. Detrás de
todos estos instintos que motivan la expansión del Aham
en el ámbito psíquico y conceptual, es el temor el que
rompe el vínculo entre la voluntad subjetiva interna y sus
conexiones externas definitivas. El miedo es esta
preocupación perpetua por la propia muerte, al menos por
100
la muerte del ser auto-definido a través de sus caprichos
y demandas.
El miedo tiene muchas formas y muchas caras. En
el nivel más superficial, existe el temor relativo a la
aceptación de la máscara social o de la personalidad. Una
vez que encontramos un poco más de confianza en la
autenticidad y la individualidad, todavía existirá el temor
de que la imagen adquirida pueda ser sostenida. Incluso
en los grados más altos de desarrollo, cuando uno
comienza a tener una noción del Dharma y del sacrificio
de la voluntad individual por el bienestar colectivo,
todavía habrá el temor de que las propensiones inferiores
puedan obstaculizar este proceso.
El nivel del Manipura es el reino del Aham y el
mundo que se define por medio de la voluntad impulsiva
y egocéntrica. Hasta que las propensiones del Anahata
logran compensar estas limitaciones, es cuando el ego
comienza a intuir que el mundo y el “yo” no se mantienen
unidos sólo por su propia voluntad, sino porque todo está
dirigido por un orden divino y moral. El Manipura puede
capturar esta idea. Este entendimiento es la única
manera de superar el miedo a perder el referente, el ansia
y al defensivo “yo” separado. La única manera de que el
Manipura sea fuerte y saludable es servir a un amo más
que el mismo. Sólo a través del conocimiento de Brahma
hay fin al miedo.
Por supuesto, el arquetipo del guerrero espiritual es
lo que se manifiesta en el nivel mental Manipura y
propone una orientación hacia la espiritualidad en el
vórtice Anahata. Bajo esta influencia, que es una mezcla
de propensiones del Manipura con Anahata y Vishuddha,
los deseos egoístas de la mente se transmutan en un
mayor esfuerzo para luchar por seguir a la propia
conciencia. Cualquier guerrero necesita un maestro y el
arquetipo del guerrero espiritual está tan estrechamente
conectado con el arquetipo del gurú. El vórtice Manipura
todavía no puede dejar de lado las imágenes de sí mismo,
por lo que no es de extrañar que la mente busque una
imagen o arquetipo de dios. En lugar de perderse en el
ego heroico tratando de liberarse de las ataduras
mundanas inferiores, la mente busca entender un
101
significado interno más amplio, basado en una idea más
noble que en el deseo egoísta, el apego ciego y la
ambición.
En la epopeya hindú, el Ramayana, Ravana, el
demonio con 10 cabezas, es un símbolo para las 10
propensiones del vórtice Manipura. El dios Rama es el
héroe que mata a este demonio. La mente creativa del
Manipura puede captar estos ideales y ponerlos en
práctica. Los arquetipos divinos descienden sobre la
mente de acuerdo al tiempo, lugar y persona. Aunque la
mayoría de la gente adora a estas ideas internas en el
sentido religioso extrovertido, la mente Manipura
desarrollado entiende el verdadero significado de estas
formas y que tienen una "función de guía" arquetípica
como Jung lo llamó. Es esta profunda comprensión de las
formas conceptuales lo que propicia la creatividad y el
genio de la mente Manipura.
Cuando era niño, yo era muy curioso en cuanto a si
realmente Cristo existió como un ser humano o fue un
arquetipo más profundo, universal y espiritual incrustado
en la conciencia humana. Esta curiosidad desapareció
cuando comencé a meditar y entender que la gracia
divina está siempre presente detrás de la mente
tranquila. Comprendí que lo divino estaba en el Testigo sin
forma de la mente. Esto es lo que los yoguis llaman
Atman. Las palabras y los conceptos e incluso la más alta
filosofía no puede captar el infinito dentro de sus límites.
Lo que yo deseaba era esta armonía y la unión en lugar
de una concepción uniforme de "dios" que siempre parece
estar de acuerdo con algún tipo de aceptación de la
religión, culto o la tradición. Aunque yo tenía muchos
sueños de mi maestro Anandamurtiji, en los que a
menudo me decía cosas muy importantes que incluso
llegaron a curarme, nunca podría permitir que mi mente
quedara atrapada en conceptos como el "gurú". Tal vez yo
podría aceptar esta autoridad en el interior, pero cuando
la gente habla de "gurú" en el contexto social, a menudo
se basa en concepciones de lo que es el gurú para otras
personas y no tanto por su propia experiencia y por una
realización a profundidad. Esto es cierto en cualquier
forma de espiritualidad: las masas siguen las normas y
102
conceptos establecidos y no ponen tanta energía en la
realización. Sin embargo, fue en la altura de mis
realizaciones sin forma de lo divino que tenía tantas
experiencias de formas divinas! Anandamurtiji, en sueños
o en la meditación, siempre me guio hacia la presencia
real del Atman y nunca dijo algo como: "Yo soy el único
camino." Estas experiencias siempre revelan lo que vi
como verdades universales profundas. Mi mente se había
conectado con esta forma particular que revela verdades
mucho más allá de la forma. Incluso una vez apareció a
mis ojos físicos la forma luminosa de Cristo después de
una meditación profunda. No tenía duda de que había una
presencia divina que se manifiesta como una forma. Su
forma era translúcida y la serpiente de jade que yo había
visto en mis primeras experiencias kundalini fue visto
justo detrás de los ojos en el nivel del cerebro medio.
Comprendí claramente que era un símbolo de la unión del
cielo y la tierra; de dios y de la humanidad. El "poder de la
serpiente" de la kundalini, la energía divina latente en la
base de la columna vertebral, despierta en el cerebro y
nos transforma en algo inconcebible para el Aham. Esta
serpiente en el cerebro medio estaba completamente
domesticada y dentro de toda la belleza de la hermosa
cabeza de la figura de Cristo. Pensé en cómo un cerebro
tan iluminada debe haber incorporado los denominados
cerebros reptiles y mamíferos en los místicos y aún no
entendidos potenciales de la neo-corteza humana que ha
evolucionado por encima y alrededor de ellos. Cristo es un
símbolo de esta perfección yóguica, al menos en mi
experiencia. La visión era más hermosa y significativa que
cualquier cosa que he visto en el Louvre o en cualquier
otro museo del mundo. Cuando lo recuerdo vuelvo a ese
estado de éxtasis en el presente. Conforme pasa el
tiempo entiendo esto, así como tantas otras visiones de la
verdadera forma, tan profundas verdades espirituales que
uno no puede captar normalmente sin la ayuda del medio
de la forma.

103
Anandamurti

104
105
106
Hasta antes del Vórtice Anahata, el ser humano no
es sino un “embravecido paquete de deseo dentro de un
animal moribundo”, en palabras de Yeats. Se mencionó
previamente que el Vórtice Manipura le da al individuo la
intimación del infinito a través de un deseo de expansión
infinita; esta se encuentra aún lejos de la concepción pura
del infinito, ya que su enfoque está dirigido al mundo
físico. El Manipura, situado a la altura del ombligo, aún
está gobernado por el hambre ontológica, acompañada de
ambiciones, demandas e imposiciones sobre el mundo
objetivo. Puede preguntarse el “cómo” y proceder luego a
manipular y maniobrar el mundo exterior de acuerdo a
sus deseos, pero carece de la conciencia auto-reflexiva
para preguntarse el “por qué” o “para qué” en un sentido
moral más profundo. El Vórtice Manipura se encuentra
balanceado solamente cuando está bajo la guía del
Anahata, más consciente y moral. Debe quedar muy claro
para el lector que muchas de las enfermedades en
nuestra pseudo-cultura materialista y capitalista son
ocasionadas por la sobre activación y explotación del
Vórtice Manipura.
Anahata significa “no hacer daño” y, es en este
plexo o nivel de la mente, donde las cualidades humanas
verdaderamente racionales, auto-reflexivas, compasivas y
críticas, comienzan a emerger. Este plexo situado en el
centro del pecho, comúnmente es conocido como el
“chakra del corazón”. Es un vórtice de energía donde el
flujo direccional de la mente humana se expresa. Por
debajo de este vórtice la mente se mueve hacia afuera,
es decir, hacia la materia. De Anahata para arriba la
mente se mueve hacia adentro, hacia el Espíritu puro,
hacia la divinidad Shiva – Shakti (la conciencia infinita).
El Vórtice Anahata está asociado con el
Vijinanamaya Kosa (mente intuitiva), estrato de la mente
sutil conectado con la intuición y el factor aéreo. En
Anahata, por medio de la mente intuitiva, no se encuentra
asociado a la vibración de la forma, como es el caso del
Manipura, sino que se asocia a la vibración del tacto o las
impresiones. Cuando el Anahata funciona en su nivel más
elevado y elemental, percibe las impresiones sutiles en la
forma de ideas abstractas y sentimientos intuitivos que
107
emanan de los objetos. Tiene la posibilidad de percibir
una idea más profunda sobre la esencia del objeto (haya
sido éste pensado o sentido), sea este un ser vivo o una
forma inerte de la naturaleza. Las estructuras mentales
o los arquetipos del plexo Manipura en el nivel creativo
son las manifestaciones de las ideas originales sin forma
que existen en el Vijinanamaya Kosa. De acuerdo a los
antiguos filósofos griegos, tales como Platón y Sócrates,
la mente intuitiva es el estado mental donde surgen las
ideas en su más pura expresión.
Aunque el Vórtice Manipura y el nivel mental
asociado a él están dotados de intelecto y creatividad, la
mente se encuentra aún muy preocupada por las intensas
e impulsivas propensiones que la mantienen dirigiéndose
hacia fuera, es decir hacia lo sensorial, por lo tanto, no
puede obtener un entendimiento profundo, racional e
intuitivo del ser y del mundo. El Manipura busca la
adquisición y gratificación personal, mientras que el
Anahata busca la auto-realización. Debido a la ligereza
relativa del factor aéreo asociado al Anahata, la mente es
capaz de reflexionar y mirar a la forma desde una
perspectiva más objetiva. Si asemejamos al Manipura al
fuego, que ilumina pero también consume el mundo de la
forma, el Anahata sería como una nube que flota
tranquilamente sobre las multitudinarias formas de la
naturaleza.
El Anahata es solamente el comienzo de un
desapego que nos lleva a la trascendencia del ser
fenoménico y separado. El ego individual y la voluntad se
encuentran aún presentes pero son mucho más auto
reflexivos y mucho menos impulsivos que en el Manipura.
Aquí, el ego y la voluntad se convierten en objetos de
reflexión para el entendimiento (o mente discernidora). Es
precisamente debido a que ahora hay un auto concepto
abstracto, enraizado profundamente en el estrato
psíquico intuitivo o Aham , donde este estado mental
puede ser no solamente consciente de los deseos e
impulsos de la mente subconsciente, sino que puede
redirigir estas tendencias hacia otras más conscientes e
inteligentes. Con esta capacidad de redirigir
conscientemente las propensiones que encadenan a la
108
mente a limitaciones psíquicas burdas, el ser se vuelve
capaz de reflexionar sobre su propia naturaleza. Por lo
tanto, en el Anahata existe una manifestación mucho
mayor del “yo existo” o Mahat. En lugar de que el ser se
encuentre atado y definido por la inquieta e incesante
actividad del ego o “yo hago”, el sentido del ser se
convierte más en un testigo de la actividad del ego
(aunque aún no completamente).
El Aham está todavía atado a objetos en alguna medida,
pero es lo suficientemente lúcido para darse cuenta que
es independiente de toda objetividad. Este sentimiento
profundo del “yo”, o conocimiento de la auto existencia,
puede discernir qué tendencias llevan al ser hacia un
estado interno de armonía y auto entendimiento, y cuáles
lo llevan aún más a un estado de limitación psíquica y
espiritual. En resumen, aquí nace un sentimiento
profundo de la moral y la conciencia; uno mucho más
profundo que el simple superego impuesto desde afuera
en el Manipura.
En el Anahata comenzamos a ver las primeras
manifestaciones del Dharma o movimiento psico-
espiritual: el movimiento de la mente hacia el espíritu. El
ser abstraído de los sentidos, junto con una voluntad más
independiente, hace que el individuo pueda perseguir
más libremente la vida interna y el significado de la
existencia. Puede comprender el funcionamiento del Tao,
u orden moral del universo, y de esta manera unificar la
voluntad individual con la del cosmos. La mente comienza
a entender que solamente a través de convertirse en una
persona responsable, consciente y completa, puede haber
un significado verdadero en la vida. Vivir la vida
únicamente a través de los sentidos y pasiones es llevar
una gran atadura la cual no te permite la satisfacción
completa.
Como se mencionó anteriormente, el Anahata es
solamente el comienzo de la auto-trascendencia. Aquí se
genera el sentimiento abstracto del “yo”, independiente
de toda objetividad; pero esta “identidad” se encuentra
aún mediada y adherida a conceptos psíquicos que
definen su naturaleza, aunque éstos son mucho más
sutiles. En esta etapa aún no hay una expresión pura e
109
indiferenciada del “yo” eterno o Mahat, que no necesita
de referencias ni mediaciones de ningún tipo, ni de
conceptos del ego, o Aham. Aunque hay un alto grado del
sentimiento del “yo” puro, la mente aún utiliza conceptos
(auto-conceptos) para referirse a objetos a los que aún
está apegada (memorias, historia personal, auto-
narrativa, características de su auto-definición, cualidades
intelectuales, emotivas, etc.).
Puede decirse que el Vórtice Anahata es el enfoque
de la mente en el “yo soy”. El Aham ya no
necesariamente trata de consentirse en su ser limitado,
sino que busca su origen en el sentimiento del “yo existo”
del Mahat. El problema viene cuando esta fascinación con
la naturaleza de la propia conciencia es proyectada en el
propio ego finito. Entonces, toda la energía de crecimiento
y auto descubrimiento se torna en una forma de egoísmo.
Como resultado, surgen la vanidad, el narcisismo, el
egoísmo y la hipocresía.
La mitad de los doce vrttis del Anahata son
positivos, promueven el crecimiento. La otra mitad son
negativos, o a lo mucho neutrales; son tendencias auto
defensivas que buscan justificar al ego y perpetuar sus
fronteras, en lugar de expandirlo y refinarlo. Aún existe un
sentimiento limitado del ser, con potencial para discernir
entre vicio y virtud. Aún queda la barrera del ser y no ser
por superar, aunque no está tan marcada como en el
Svadhistana y el Manipura. La armonía, el balance y la
proporción son elementos clave que constituye el
Anahata, para poder determinar aquello que es apropiado
e inapropiado para el crecimiento espiritual.

110
Las propensiones del Anahata

Esperanza

La función de la mente microcósmica es ser el


medio entre la identidad interna y la externa, sea esta
física, psíquica o espiritual. El Manipura, con sus apetitos
y apego ciego, intenta que los objetos deseados se
conviertan en realidad. Con las cualidades del Anahata,
previamente descritas, uno espera encontrar un vrtti que
ayude a convertir el deseo o impulso en una realidad más
discernida y menos impulsiva. La esperanza es la creencia
interna de que aquello que uno verdadera y
111
profundamente necesita, va a manifestarse en la realidad.
A través de la esperanza más pura no se da la
manipulación de la voluntad para hacer suceder algún
acontecimiento; más bien el ser confía en el poder de la
fe para materializar dicho anhelo. Por tanto, el medio de
actividad de este vrtti (así como de otros en el Anahata)
no son los órganos motores ni sensoriales, ni la imposición
de la voluntad, sino la eminencia del pensamiento
intuitivo.
Desde luego, los deseos de la gente
frecuentemente son triviales y egoístas, debido a la
reciente incorporación de los vrttis del Manipura al
Anahata. La propensión de la esperanza, potencialmente
tiene la sublime función de dar al ser un sentimiento
interior de “saber”, sin necesidad de ninguna evidencia
empírica o sensorial. Cuando el Anahata es purificado
tiene la capacidad de entender el significado e ideal de la
forma en su sentido más profundo. Cuando existe un
corazón puro, uno puede intuir el significado subyacente
de una situación determinada. Aquí, el propio
pensamiento elevado, puede apreciar las sutiles
intenciones cósmicas de la Mente Macrocosmica, sus
pensamientos que constantemente se convierten en
nuestra realidad. Un sentido interno de certidumbre se
genera a partir de este conocimiento, junto con la
creencia de que el bien prevalecerá de alguna manera,
aún cuando existan limitaciones de la voluntad personal
que traten de forzarlo.
El poder de la fe o esperanza es una de las
capacidades más profundas de la mente humana. La
razón por la cual la fe ha sido tan considerada como una
gran virtud por todas las así llamadas “religiones
principales”, es porque coloca al poder de la voluntad
dentro de una fuerza más grande que el ego individual y
su sensación de autoría de la acción. Con esto, ayuda a
llegar a la comprensión de que la voluntad cósmica es
suprema, e incrementa aún más la fe en la benevolencia
del orden moral cósmico. Esta certidumbre intuitiva
inspira al ser a trascender la confusión y la ansiedad
incesante de una entidad separada de la divinidad Shiva-
Shakti, el Ser Supremo.
112
Preocupación

La esperanza le permite a uno tener la convicción


de que el propio bienestar está a cargo de la Mente
Macrocósmica. Por lo tanto uno es aliviado de la carga
perpetua de un ser limitado, temeroso, siempre ansioso y
luchando por asegurar su identidad, coaccionando y
moldeando el mundo objetivo a su voluntad con el fin de
reafirmarla; la preocupación hace exactamente lo
contrario.
Cuando uno está preocupado o excesivamente
inquietado por algún acontecimiento o problema interno,
es porque hay una falta de fe o esperanza en que las
cosas saldrán bien. Uno cree que las presiones externas o
las deficiencias internas son los factores causales que
regulan la vida, en lugar de que sea un orden oculto e
inteligente. Es por esta preocupación sobre la
preponderancia de las circunstancias externas y la falta
de confianza y fuerza interior, que un ego tambaleante
puede recurrir a sus métodos habituales de reafirmación.
En lugar de confiar en el Dharma o Tao para resolver las
circunstancias, el ego separado y preocupado regresa a
utilizar su propia y aislada voluntad a través de los
mecanismos más burdos del intelecto y los órganos
motores. En lugar de que el ego confíe en la guía del “yo”
eterno, o su conciencia, utiliza su propia mente objetiva
(Chitta) para intentar cumplir su propósito.
Aquí, el fulcro se ha cambiado hacia el polo
negativo. Las presiones y tensiones externas de una
conciencia más compleja no están siendo dirigidas hacia
la propia inteligencia superior, por lo que los mecanismos
sutiles (esperanza, discernimiento o juicio racional) no
están siendo utilizados para lidiar con las situaciones
estresantes. En lugar de esto, el ego se apoya en sus
patrones anteriores de comportamiento para enfrentar las
luchas más complejas, propias de una conciencia superior.
Aquí tenemos una discordancia, ya que una mente, aun
cuando sea capaz de funcionar a través de un
pensamiento abstracto y profundo, utiliza estas
113
capacidades únicamente para pensar en las dificultades,
mientras que usa solamente sus habilidades inferiores
para pensar en las posibles soluciones.
Dicho paradigma representa exactamente el
conflicto de la etapa actual de evolución humana. La
conciencia de la masa se encuentra desarrollándose entre
los niveles del Manipura y el Anahata. Aunque existe un
alto grado de esta recién descubierta auto conciencia e
inteligencia racional, ésta aún no entiende su verdadero
significado (así como el de los otros), ni cómo aplicar este
conocimiento en el mundo. ¿De qué otra manera puede
explicarse cómo una humanidad inteligente y
relativamente civilizada utiliza su astucia y conocimiento
tecnológico para explotar despiadadamente la naturaleza,
la economía y para hacer guerras por petróleo? El salto a
la conciencia del Anahata constituye ciertamente una
gracia salvadora para la humanidad, sin embargo, si esta
nueva conciencia no incorpora e integra las estructuras
mentales previas (del Manipura y el Svadhistana),
surgirán problemas mentales como el egoísmo, la
represión y la duplicidad. Lo anterior será un tema común
en el Vórtice Anahata: si uno utiliza su inteligencia
superior para continuar desarrollándose psicológica y
espiritualmente, o si esa inteligencia simplemente se
convierte en una herramienta para exacerbar, explotar y
perpetuar los vrttis impulsivos del Manipura (ambición,
apego ciego, sadismo, etc.).

Esfuerzo

El presente vrtti se refiere al esfuerzo para


desplegar las cualidades dormidas de la personalidad.
Vemos que con el kosa (nivel mental) subliminal existe la
posibilidad de pensar en una manera profunda y
significativa. Mediante esta habilidad sublime, la mente
puede sondear los terrenos más profundos del potencial
del pensamiento para descubrir y crear nuevos modos de
ser para sí, que lleven más allá la expansión del potencial
humano y del conocimiento de la existencia. En el
Manipura aún estaba presente el hambre impulsiva de
114
expandir la mente en relación con su mundo externo-
conceptual. Con el vrtti del esfuerzo, la mente puede
expandirse no solamente mediante la asimilación mayor
de su entorno, sino encontrando un camino interior a
través cualidades intuitivas que amplían e iluminan el
concepto del ser. Es un esfuerzo para descubrir quiénes
somos realmente en el interior. Ahora que hay una mayor
presencia del Mahat y, por lo tanto de intuición, con su
correspondiente decremento en cuanto a intelecto
exteriorizado, la mente comienza a preguntarse qué es en
realidad el “yo”. En esta etapa, la personalidad está muy
conciente de las tendencias impulsadas por el ego
limitado, y busca conocer la realidad e identidad detrás
de dichas limitaciones. Solamente cuando el ego limitado
se ve frustrado con su expansión externa y claramente ve
sus propias ataduras, se despierta el deseo de desarrollar
su potencial completo. Aquí uno ve realmente que la vida
de preocupación incesante, ambición y apego no es el
verdadero Ser. A través de la manifestación del Mahat y la
intuición, uno puede ver más allá de todo este conflicto y
preguntarse: ¿quién es el que ve todo esto? Hay un ojo
tranquilo en medio de la tormenta del ser y uno comienza
a desear saber qué es y cómo llegar a él. Este esfuerzo es
simplemente el deseo de entender el Tao o Dharma.
Sin embargo, dicho movimiento es un esfuerzo para
llegar a la realización personal relativa, y no a la
realización absoluta. El ego aquí asume las cualidades e
identidad necesaria para vivir de acuerdo a una
comprensión y experiencia más profunda de la existencia.
No se trata todavía del establecimiento en la vida
intuitiva, pero sí del movimiento hacia ella. En lugar de
que el ego tenga una imagen de sí mismo de acuerdo a
sus deseos externos, despliega las cualidades que ayudan
a la orientación psico-espiritual. Estas cualidades son
necesarias para entender las propensiones inferiores,
aceptarlas, e integrarlas en un nuevo auto concepto más
refinado. Ejemplos de estas cualidades son una conciencia
agudizada, el dejar de juzgar a sí mismo y a los demás, la
aceptación, la compasión, la moral y una determinación
indestructible para llegar a expresar estas cualidades
completamente.
115
Mientras discutimos este crecimiento del ser es
necesario mencionar los tres procesos que regulan el
despliegue de propensiones superiores para incorporar y
compensar las inferiores. Éstos son recapitulación,
transmutación e integración. Se puede ver claramente
ahora cómo los niveles sucesivos de desarrollo crecen a
partir de niveles previos y que los vrttis de los vórtices
superiores son expresiones similares, aunque más
refinadas, de los vrttis inferiores; los vrttis se recapitulan
en un modus operandi sucesivamente más sutil. La mente
aún no está entrando en un territorio completamente
nuevo; las cosas solo están siendo replanteadas en una
forma distinta. Por ejemplo, este esfuerzo no es impulsivo
como su predecesor, la ambición (en el Manipura), pero
ambos tienen que ver con la expansión psíquica. Debido a
que se trata de tendencias más concientes y elevadas
que corresponden a niveles más sutiles de existencia, se
da necesariamente una transmutación de energía, ya que
ésta, que antes era utilizada en la expresión de lo más
bajo, se mueve ahora hacia lo más alto.
El esfuerzo requiere paciencia y una conciencia
profunda, no una actividad voluntariosa y forzada como
se da en la ambición. Los vrttis son tendencias arraigadas,
instintos psíquicos que han evolucionado para servir un
propósito en este proceso de crecimiento y, por
consiguiente, esta transición de lo viejo a lo nuevo no es
inmediata. Lo nuevo tiene que nacer y lo viejo tiene que
seguir reafirmándose. Este cambio en la evolución mental
requiere por tanto de una conversión tremenda de
energía. El proceso ocurre inconscientemente a través de
una facultad guía, innata y expansiva, así como de la
voluntad y la elección. Uno puede decidir continuar y
escuchar la voz interior que nos lleva a la transmutación;
o lo contrario, aunque esto último siempre traerá
problemas.
Un factor necesario para la transmutación exitosa
de la energía psíquica es la integración. Lo viejo tiene que
ser incorporado a lo nuevo. Toda expresión previa de
energía tiene que ser dirigida completamente a una
facultad nueva; del otro modo, la mente sufrirá un
rompimiento y generará expresiones opuestas. Este
116
quiebre puede llevar a la duplicidad, a una regresión hacia
las formas de comportamiento anteriores, o a una
represión de las tendencias inferiores por las superiores.
Para usar nuestro ejemplo anterior, la personalidad
espiritualmente orientada, propulsada por el vrtti del
esfuerzo, puede reprimir sus tendencias ambiciosas de su
estado conciente; sin embargo, éstas van a seguir
teniendo su momentum energético para reafirmarse
inconscientemente. Esta persona puede, como
consecuencia, expresar duplicidad o hipocresía, al hablar
de una manera e inconscientemente actuar de otra. Una
disociación psicológica similar entre lo inferior y lo
superior se mencionó en la discusión sobre la
preocupación, y continuará exponiéndose cuando
hablemos de los vrttis de vanidad, egoísmo, duplicidad y
argumentación, ya que todas estas tendencias denotan
una integración incompleta de los vrttis bajos, en los
intuitivos, auto-reflexivos y magnánimos potenciales del
Vórtice Anahata.
La disociación entre las recién emergidas
tendencias y los antiguos patrones de comportamiento
produce lo que la psicología clásica ha denominado “la
sombra”. La sombra no reside en un kosa en particular,
en otras palabras, no se trata de un estrato mental. Es un
mecanismo predeterminado de integración de un nivel
mental-emotivo en el siguiente. Todo aquello que no haya
sido aceptado e integrado, y por lo tanto ha sido
reprimido o suprimido, pasa a ser relegado a una sombría
categoría de “no-yo”. Por ejemplo, si la mente no tiene la
fuerza para realizar el salto del Svadhistana al Manipura,
los vrttis entrópicos del Svadhistana se convierten en la
sombra de una mente ambiciosa y vigorosa que está
tratando de funcionar en el Manipura. Atras de estas
tendencias vigorosas y autocraticos quedara toda la
estaticidad y entropia de los conflictos en el Svadhistana.
La personalidad, movida por el exterior, puede suprimir
sus tendencias asociadas con la inseguridad y falta de
confianza en si mismo. Del mismo modo, si el salto hacia
el Anahata no se completa, como en nuestro ejemplo
previo, los vrttis que constituían la personalidad anterior
en el Manipura se convierten en la sombra.
117
Afecto

El afecto de un ser sutil hacia otro, como se


expresa en esta tendencia, no es el deseo intenso de
consumir y poseer al otro con el fin de gratificar los
propios apetitos. El diálogo interpersonal a nivel del
Anahata tiene un afecto mutuo, inter-subjetivo, en el cual
existe un amor basado en las cualidades humanas
profundas del otro, sin embargo, no está completamente
privado de egoísmo. Aquí persiste el deseo de apoyarse
en las cualidades del otro debido a que se les asigna un
significado profundo (artha). Esta forma de apego no se
genera para saciar el hambre de expansión externa, sino
que se trata de un cariño hacia alguien, basado en la
forma conmovedora y profunda en que ésta persona nos
afecta. En el afecto, el corazón de uno es tocado por otro.
Las cualidades internas del amado son amadas por medio
de las cualidades internas de quien ama. En este diálogo,
el amado es considerado por quien realmente es, y el
amante ejercita y descubre más sus profundas cualidades
afectivas.
El amor humano, ya sea íntimo y romántico,
familiar, o fraternal, posee un efecto tremendo sobre
nosotros, ya que libera nuestros corazones del auto
encierro; pero, al mismo tiempo, nos sostiene solamente
de aquéllos a quienes amamos personalmente. El afecto
necesita estar perfectamente balanceado para poder
traer felicidad, de lo contrario, conlleva sufrimiento. Trae
alegría cuando la consideración que tenemos por otros
supera nuestros deseos egoístas, cuando nos propulsa
más allá del interés propio. Sin embargo, cuando es
explotado, siempre genera dificultades. Esto sucede
cuando el significado personal que recibimos del otro y la
continua demanda del mismo, se pone en lugar de las
verdaderas necesidades de esa persona.
Muchos aman solamente para recibir amor y
reconocimiento de los demás, sin dar ellos mismos mucho
de su parte. Solamente cuando el afecto alcanza una
sinergia funcional o simbiosis, donde ambos, amado y
118
amante, intercambian roles libre y armoniosamente,
dando y recibiendo, es que una persona puede
verdaderamente comenzar a darse cuenta de la función
más elevada del amor. El amor humano, en todas sus
formas, es una intimación, una expresión emergente del
amor divino. El amor es la única semilla de la
espiritualidad. Alguien que ama ve el poder que tienen
sus fuerzas emotivas sobre la transformación de otro.
Una vez que la persona se siente digna de ser
amada por otros, desarrolla una noble auto-confianza y un
auto-respeto, o auto-conciencia respetuosa, que le
permite amar libremente, sin miedo, egoísmo, demandas
egoístas, ni la imposición de sus necesidades personales.
¿No son acaso el miedo, egoísmo, y nuestras demandas
personales e insistencia, las tendencias que reflejan una
verdadera falta de confianza, auto conciencia y auto
respeto y, por lo tanto, una falta de amor? Sólo una
mente fuerte e integrada puede amar verdaderamente.
En este nivel de integración personal, uno entiende cómo
el amor es un elemento esencial, el elixir mágico para el
crecimiento del alma, capaz de aliviar todo el miedo,
egoísmo y sufrimiento en la vida. Uno ve cómo su ser ha
sido transformado por él y no puede sino querer
compartirlo con otros. Esta es la culminación del amor
personal: amar sin tener cadenas y sin esperar nada a
cambio. El amor deja de ser un mero sentimiento o
necesidad personal y se convierte en un principio
espiritual cargado del significado y poder más profundo.
Cuando esta etapa es alcanzada, una forma de amor aún
más profunda y universal puede comenzar a surgir. Esta
tendencia más exaltada se encuentra en el Vórtice
Vishuddha. El amor y el afecto comienzan en el Anahata,
pero alcanzan su expresión más completa en el
Vishuddha; aquí, el afecto como artha (significado
personal) se transforma por completo en Dharma
(significado esencial y universal).

Vanidad

119
Ahora queda claro que la mente y la personalidad
afectadas por las propensiones del Vórtice Anahata tienen
tendencias profundamente auto-conscientes e
ideacionales que llevan a la persona a un auto concepto
más abstracto. El auto concepto a este nivel ya no se
encuentra muy definido por el cuerpo físico, ni por sus
necesidades, ni por los burdos elementos de su ambiente.
La mente y la personalidad son abstraídas de estos planos
y su enfoque se convierte en más ideacional. La
personalidad toma información de pensamientos más
profundos y abstractos como el de ¿quién soy yo
esencialmente, incondicionado por mi ambiente?
La vanidad representa el triunfo vanaglorioso del
individuo sobre el arrastre externo del ambiente social. La
sociedad demanda conformismo y la sumisión del ser
hacia la colectividad. El proceso de individuación,
contrariamente, es el descubrimiento de la verdadera
identidad de la persona. Esto representa el esfuerzo del
individuo de superar el miedo a su propia alienación
social, así como a la censura que generará el moverse
fuera de los paradigmas colectivos predominantes que
han condicionado a este ser en desarrollo a vivir en
fronteras sociales y auto conceptos limitados y estrechos.
Este proceso es natural y saludable en la evolución de la
mente de regreso al Espíritu; busca el conocimiento y el
Ser liberados, la gracia de su esencia, incondicionada, no
creada. La vanidad, sin embargo, representa el proceso
de individuación parcial e incompleto. La vanidad mira su
crecimiento y sus logros, su salida de la atracción
entrópica de la conformidad, inseguridad, vergüenza y
debilidad, con un sentimiento de satisfacción, orgullo y
logro.
El Aham, en lugar de buscar su fundamento en el
puro Espíritu, o en su relación dinámica con él, se asegura
un nicho en sus propias cualidades, habilidades, logros,
palabras y símbolos que le sirven de referencia. Dicho de
otro modo, el ego se identifica orgullosamente sólo con
las cualidades objetivas, relativas y cambiantes que
colorean y califican el sentido del “yo”, en lugar de
identificarse con el “yo” puro y eterno. Sin embargo,
vanidad no significa exactamente identidad del ego atada
120
a sus propias cualidades. Cualificación y esclavitud del
“yo” no necesariamente significan orgullo y vanidad. Más
bien, la vanidad se refiere al agrandamiento y exclusiva
identificación del ego con sus propias cualidades. El
proceso en el que el todo evoluciona a partir de una
fracción de sí, es decir, del Macrocosmos a través del
microcosmos, es ignorado. El ego ve sus cualidades
objetivas y sus logros como su subjetividad, como su
identidad fundamental. Es más que una confusión del
sujeto con el objeto, ya que el sentido de autoría (ego o
Aham) es alienado, encapsulado y separado del resto del
ser mental.
Con la vanidad, el Aham no reconoce su
conformación psicológica y mental completa, y niega
importancia a las sutiles fuerzas evolutivas que están
tratando de expresarse y manifestarse a través del
individuo. En lugar de esto, el individuo ve a su propio ego
como el origen y fin de la existencia. El ser verdadero es
puro, incondicionado y libre. Las gunas de Shakti generan
todas las cualidades del Sujeto. Con la vanidad, se da una
confusión del sujeto con las cualidades objetivas. El Aham
cualificado y compenetrado con cualidades objetivas es
confundido como el núcleo de la identidad. No resulta
sorprendente que la vanidad y el orgullo son considerados
universalmente como el error y la falta más grande que
pueden cometer los humanos. El proceso Macrocósmico
de evolución y transformación a través del microcosmos
es usurpado por el ego limitado cuando éste reclama para
sí la autoría del proceso.
Un hecho del que la mayoría de la gente no se
da cuenta es que la vanidad es una debilidad. Resulta
fácil ver erróneamente a personas exitosas y vanidosas
como fuertes y valientes. Sin embargo, si uno mira más
profundamente las dinámicas y orígenes de la vanidad,
uno entenderá claramente que se trata de una
compensación para la incertidumbre y el miedo, y un
hogar para la ambición y la compulsión. En otras
palabras, la vanidad representa la calificación de una
mente más inteligente y consciente por complejos no
resueltos relacionados con vrttis del Svadhistana y
Manipura. El conflicto de la duda, vergüenza y miedo,
121
junto con la ambición, apego ciego y hambre de éxito en
el campo de batalla del Manipura, busca un refugio en
una forma de conciencia superior en el Anahata. La
vanidad ayuda en la compensación y sofocación de este
conflicto al poner la energía psíquica del individuo en sus
componentes y cualidades superiores. Una noción más
abstracta del auto reconocimiento surge cuando la gloria
del ego se embellece con las ideas auto-reflexivas que
tiene de sí mismo. La identificación de la propia psique se
convierte en el canal para la energía psíquica, o para el
movimiento e inspiración de la mente. El Aham puede
continuar calificándose con sus logros externos, sin
embargo, el regreso a la conciencia yace en la
interiorización de estos logros por una identidad
abstracta, separada de su ambiente.
La abstracción de la identidad de su propio cuerpo
y entorno es el fin máximo de la vida humana, si el
proceso llega a su terminación. La mayoría de nosotros
está en algún lugar en medio, dándonos cuenta que
tenemos una identidad trascendente, separada del
cuerpo y del mundo, pero continuando,
contradictoriamente, la asociación de esta noción
abstracta del “yo” con cualidades objetivas del cuerpo y
del mundo y, por consiguiente, seguimos esclavizados a
las nociones imaginarias del “yo” y el “mío”.
Discernimiento / Conciencia moral

Como se mencionó previamente, el nivel mental del


Anahata (sus vrttis y su kosa subliminal) es el fulcro
donde descansa el flujo directivo de la mente. Si las
propensiones del Svadhistana y Manipura cualifican a las
del Anahata, uno puede tener una mente
intelectualmente desarrollada, con un sentimiento de
separación abstracto y definido, pero a su vez carente de
calidez y conciencia moral. Esta frialdad y distanciamiento
se deben al hecho de que el auto concepto psíquico,
abstracto e intelectual, está aún muy ocupado con el auto
establecimiento de las propensiones del Svadhistana, o la
adquisición de las del Manipura. La habilidad de una
conciencia y personalidad más elevada, con potencial
para la vida interna, y la capacidad para pensar y sentir
122
profundamente se encuentra, en este estado, incapaz de
utilizar esta conciencia para relacionarse con otros en
maneras correspondientemente profundas. Los impulsos
de los vrttis inferiores usurpan la inteligencia de los
superiores.
La propensión del discernimiento o conciencia
moral, le da a la mente la habilidad de usar su razón para
determinar qué elecciones y modos de vida la llevan
hacia el crecimiento y expansión de la vida interna, en
relación con el mundo y el Espíritu. De la misma manera,
también puede discernir qué acciones llevan hacia el
confinamiento, al egocentrismo, y al estancamiento
psicológico. Con la conciencia, la mente puede entender
su potencial egocéntrico y, al mismo tiempo, estar en
contacto con las ideas intuitivas que la guían fuera de sus
limitaciones y hacia la realización espiritual.
La conciencia es la habilidad de saber qué es bueno
y justo, es una propensión enraizada en Mente Intuitiva. El
tener la capacidad profunda e intuitiva de observar y
entender la naturaleza del ser y del mundo le permite a
uno actuar de acuerdo con la verdad. La conciencia
intuitiva de la cual hablamos aquí es la conciencia
esencial, la conciencia en la Conciencia, es la
representación del Espíritu dentro de la mente. El
concepto de Viveka no se refiere al código externo de
“hacer” y “no hacer”, impuesto convencionalmente, sino
a la voz interna, la benevolente guía del Tao eterno.

Depresión psíquica / Hastío

Existen tres principales grados de depresión. La


propensión del estupor psíquico en el segundo vórtice es,
por supuesto, la más pesada; representa una paralización
de toda la base psicológica. Con la melancolía del tercer
vórtice se da un movimiento entrópico de las dinámicas y
extrovertidas propensiones que ligan al ser fenoménico
con el mundo. El vrtti de la depresión psíquica en el
cuarto vórtice es, como el nombre lo indica, un tipo de
depresión en el que el ego consciente experimenta hastío,
123
aburrimiento, falta de significado y pérdida del espíritu.
Se trata más de una enfermedad psíquica y existencial
que simplemente de la paralización de los impulsos e
instintos, característica de la melancolía y del estupor
psíquico.
El ego en este estado siente opresión, no sólo
porque el ambiente no se encuentra en armonía con la
psique, sino porque la psique no está en armonía consigo
misma. El interés del Vórtice Anahata es descubrir el
significado profundo de la identidad fenoménica, la
verdadera naturaleza de la personalidad. La depresión
psíquica resulta cuando estas necesidades existenciales
no son satisfechas. Hay una laguna en el significado que
liga la definición del ser consigo mismo y con la sociedad.
Esencialmente, este tipo de depresión aparece
cuando el ego no está en armonía con su conciencia, con
las ideas profundas e intuitivas que unifican todos los
elementos de la personalidad y que le dan inspiración y
dirección. La conciencia es el Espíritu guía dentro de la
mente. Nos muestra la virtud y cómo alinearnos con el
espíritu de benevolencia del Dharma en cualquier
momento y en cualquier situación.
El flujo y dinámica de la vida mental no es caótico,
sino que sigue un orden muy refinado. Solamente cuando
el ego opone resistencia a este orden intuitivo, surgen la
confusión, alienación, enervación, y finalmente la
depresión. La depresión, especialmente cuando se
experimenta en su forma existencial en el Anahata, tiene
su propio orden y significado. Es de hecho una llamada
para el despertar hacia una vida más consciente. En
muchos casos, la depresión se manifiesta en períodos de
gran transformación. “Antes de preparar a un hombre
para grandes cosas, el cielo lo llena de amargura y
desesperación”, dijo alguna vez un taoísta. Quizá la
depresión, al menos vista desde una perspectiva
espiritual, puede servir el propósito de hacernos más
reales, de alinearnos más con nuestro ser interno. A
partir de ella, la duplicidad y las incongruencias dentro de
la personalidad pueden ser socavadas y su perpetuación,
imposibilitada. Muy frecuentemente el ego se pierde en
imágenes plásticas, construidas socialmente, en la
124
conformidad superficial dentro de un sistema
convencional, y nunca escucha ni explora la voz interna
que siempre está llamándolo a la expansión y
transformación.
La depresión psíquica puede arrancar de raíz las
formas sutiles de egotismo y vanidad aún en la más
espiritual de las mentes. San Juan de la Cruz denominó a
este tipo de pérdida del espíritu la “Negra noche del
alma”. Aparece como una contracción y opacidad de las
facultades mentales; sin embargo, por debajo se
encuentra un proceso espiritual que ayuda al alma a ir
más allá de todas las limitaciones y fronteras que la
mantienen confinada a su sentido de separación y auto
encierro. Con la depresión psíquica existe la capacidad de
cavilar sobre el por qué uno se siente pesado y sin
significado, sobre el por qué las cosas no están saliendo
bien y, así, encontrar soluciones. Nuestras vidas psíquicas
nunca ocurren al azar, nunca carecen de significado. Cada
situación es una oportunidad para crecer y ejercitar
nuestro intelecto, nuestro discernimiento, nuestra
introspección y nuestra compasión. Dentro de nosotros
siempre está la conciencia, la voz del Espíritu, guiándonos
incesantemente y dirigiendo nuestras vidas hacia el bien
máximo; sólo necesitamos escucharnos y ser honestos
con nosotros mismos.

Ego o Auto-indentidad

El Aham-vrtti o ego no es lo mismo que el vrtti del


egoísmo o el de la vanidad. Esta propensión es el
sentimiento de la identidad verdadera. Es el concepto
existencial de la verdadera conformación psicológica,
independiente de los complejos de inferioridad o
superioridad; es la naturaleza esencial de la personalidad.
Nos proporciona la información sobre nuestras
inclinaciones innatas, estilos cognitivos, tonalidades
afectivas, el si uno es intro o extrovertido, más serio o
más relajado, si piensa más o siente más, lo que le gusta
y disgusta, etc.
Este auto concepto es una noción de la identidad
125
que organiza y estructura las diversas propensiones y
formas de pensamiento en un concepto ordenado de una
identidad general. El vrtti del ego le da una forma
pensada a la noción del “yo”. Aunque el “yo existo” o
Mahat se manifiesta claramente en el Vórtice Anahata,
aún se encuentra calificado por objetividades. Aquí, por
supuesto, los objetos calificativos son psíquicos o
psíquico-espirituales. El ego por consiguiente, es un
concepto de lo que es el “yo” en relación al mundo
relativo.
Este vrtti abre las puertas a un potencial profundo y
maravilloso. Por supuesto, la noción humana del “yo”, se
encuentra atada muy frecuentemente a nociones
sociológicas, nacionalistas, culturales, regionales así como
a las nociones limitadas de la personalidad inferior. Sin
embargo, en este vrtti reside un gran potencial, con el
cual la identidad eterna y espiritual, Shiva, puede
encontrar una morada para expresarse a través de la
personalidad humana.
Es cierto que la personalidad humana es algo
relativo, ya que se encuentra dentro del dominio de
Shakti; sin embargo en ella se halla el reflejo de la
conciencia fundamental, quien da la noción de identidad.
En esta etapa de desarrollo de la personalidad espiritual
las cualidades objetivas y conceptos que cualifican a la
identidad no son precisamente ataduras, sino más bien
medios a través de los cuales el inefable Ser Infinito se
expresa vía la personalidad finita. En este punto, las
cualidades objetivas son transparentes ya que la
personalidad no necesita más de nociones externas
condicionadas para su auto referencia. Aquí uno entiende
que el infinito Brahma mismo no es una personalidad y
que no tiene cualidades; que se expresa a través de
planos finos, sutiles, del mundo creado-relativo. La
personalidad o carácter no puede existir para el Infinito ya
que ésta requiere de las limitaciones inherentes a
definiciones finitas. Por otro lado, la personalidad tampoco
puede existir en el finito sin el reflejo del “yo” subjetivo,
existencial, que es a su vez Infinito. El carácter, por lo
tanto, es el área de cultivo donde el Infinito se expresa
conscientemente a través de un medio finito. Desde
126
luego, toda la creación es la progenie de Shiva, pero es
dentro del desarrollado ser humano que la auto
conciencia llega a conocerse a sí misma
fundamentalmente como Conciencia Suprema, aun
cuando ésta pueda tener todavía cualificaciones sutiles.
Lo cierto es que, sin estas cualificaciones, el Infinito no
tendría una personalidad.
Todos los seres humanos son dioses disfrazados.
Sólo aquél que pisa el campo más profundo de su ser e
identidad se da cuenta que su vida, su ser, su existencia
relativa, es en realidad un vehículo para que Shiva se
manifieste en las multitudinarias formas de la
personalidad ó, en otras palabras, para darle un nombre
al Infinito. Esta es quizá la verdad más dulce y melodiosa
de la vida humana: que la vida humana es
verdaderamente la Vida Divina.

Egoísmo

Todos los vrttis del Vórtice Anahata están


relacionados con el concepto del ser; la mitad de ellos
vinculan a la identidad con el ser limitado, mientras que la
otra mitad, las cualidades positivas, proveen un ímpetu
para la trascendencia del ser fenoménico. Vimos que con
la vanidad se genera un embellecimiento y un orgullo a
partir de las cualidades que uno identifica en sí, en un
intento de establecer la identidad psíquica. El vrtti del
egoísmo es similar en cuanto a su fijación en las
cualidades de la identidad limitada; sin embargo, en esta
tendencia hay un egocentrismo más agudo y cauteloso
que en la vanidad.
La vanidad es una limitación, pero al mismo tiempo
da una sensación de orgullo y confianza, junto con una
convicción de eficacia. Uno puede tener una personalidad
saludable, con buenas cualidades y aún mantener un
poco de orgullo. El egoísmo es más bien una patología en
la que la personalidad carece de cualidades verdaderas y
significativas y, en lugar de buscar la expansión en una
manera espiritual, fija la energía psíquica exclusivamente
en preservar la noción del ser. Una persona orgullosa
127
puede en ocasiones pisar fuera de sus fronteras y
conectarse con otros. Lo anterior resulta más difícil para
un egoísta ya que su interés no es solamente el de pulir y
refinar la personalidad; más bien se trata de un
mecanismo de defensa que le ayuda a mantener la
integridad a una estructura débil del ego.
Este vrtti se encuentra muy frecuentemente
trabajando junto con los vrttis del segundo vórtice. El
resentimiento, compulsión y represión son propensiones
que mantienen unida la integridad de la base del ego. Si
el ego no está bien integrado, y los vrttis del tercer y
cuarto vórtice no han logrado compensar los del segundo,
la personalidad del Anahata estará muy contraída. El
potencial para la expansión psíquica en el Vórtice Anahata
estará concentrada en asegurar un auto concepto frágil,
que ha estado perpetuamente inseguro. El carácter de
una persona así es muy frecuentemente frío, desconfiado,
que oscila entre un desapego emocional obligado, una
represión de tendencias infantiles y una compulsión para
actuar sobre ellas. Esta persona también mantiene un
límite muy demarcado entre el “yo” y el “otro”, que
conserva a los demás a una distancia segura.
Dicho sencillamente, el egoísmo es la alienación y
auto encierro de la personalidad, con su consecuente
inhabilidad para conectarse significativamente con otros
seres sutiles, así como con los propios potenciales
superiores. El egoísmo también puede evitar que una
persona pueda desarrollar estos potenciales.

Duplicidad / Hipocresía

Cada vez que la personalidad realiza un salto de un


vórtice al siguiente, existe la necesidad de que la energía
psíquica y sus objetivos realicen un cambio. Un
movimiento saludable de un vórtice hacia el posterior
incorpora gradualmente las tendencias inferiores en las
superiores. Como hemos visto, en cada vórtice se da una
recapitulación de las tendencias anteriores en formas
sucesivamente más sutiles. Si los patrones de expresión
anteriores no son transmutados e integrados en los
128
nuevos, se produce un quiebre en la personalidad.
Cuando esto sucede, las tendencias bajas y las elevadas
funcionan al mismo tiempo. Debido a que hay una gran
diferencia en la estructura temática de cada vórtice, se
generan incongruencias muy definidas en una
personalidad así. Lo que antes era el tema principal de un
vórtice, se convierte en la sombra inconsciente de su
sucesor. Por ejemplo, las propensiones del tercer vórtice
que no fueron incorporadas en el Anahata se convierten
en la sombra de esta personalidad.
La tendencia de duplicidad o hipocresía se
manifiesta cuando la inteligencia del Anahata no es capaz
de integrar completamente las tendencias bajas, ahora
inconscientes, de los vórtices predecesores. En lugar de
que el Anahata transmute la energía psíquica de las
propensiones inferiores en alguna de las suyas, la mente
trata de enmascararlas, negarlas, distorsionarlas o
suprimirlas, para que no parezcan incongruentes. Aquí
podemos imaginar el caso de una personalidad dotada de
algunas cualidades finas y una inteligencia consciente;
por ejemplo, alguien con un poco de conciencia moral,
afecto por los demás y una perspectiva espiritual en la
vida. Por otro lado, puede que esta misma persona tenga
aún remanentes de un patrón de funcionamiento mental
previo que vayan en contra de su sentido del ser actual.
En lugar de reconocer conscientemente estas tendencias
dispares y trabajar para integrarlas en una síntesis
armoniosa, la mente utiliza sus habilidades cognitivas
para distorsionar y enmascararlas, permitiendo así que
existan hombro con hombro con el ego o personalidad
consciente. Entornos diferentes sacarán a flote estas
tendencias opuestas. En una situación uno puede
comportarse en una manera desinhibida y expresar lo que
normalmente no expresa, mientras que en otra uno
puede actuar de acuerdo al protocolo social. Lo que se
menciona aquí no se refiere a la expresión de diferentes
facetas de la personalidad, de acuerdo a los distintos
contextos; la duplicidad es, más bien, el acto de encubrir,
de montar una apariencia para ocultar una realidad
interna indeseable.
Esta mezcla de posturas antitéticas dentro de la
129
misma mente causa que la cognición juegue ambos
bandos “que cace con los perros y también corra con las
liebres”. Un día uno puede ser compulsivo e iracundo, y el
otro amable y justo. La duplicidad se da cuando el lado
amable y justo se rehúsa a reconocer realmente a su
contraparte sombría. En otro caso quizá sea el lado
estable de la personalidad, con su aparentemente seguro
sentido de identidad, el que distorsiona o niega una parte
débil e insegura. La duplicidad puede manifestarse en
muchas maneras. La parte central de esta tendencia es
que se trata de un intento de evitar el choque entre dos
fuerzas antitéticas. Al mismo tiempo, constituye un
bloqueo para lograr la integración y plenitud posibles en
el Vórtice Anahata.
La duplicidad se manifiesta como hipocresía cuando
la parte más inteligente reconoce a la más inferior pero
intenta compensarla estableciendo para sí estándares
elevados, imposibles de alcanzar para una mente dual y
dividida. Por ejemplo, una persona así puede expresar un
comportamiento tosco y lascivo en compañía de sus
amigos y denunciar el mismo tipo de comportamiento en
el trabajo o en la iglesia, para mantener una apariencia
socialmente respetable.
Duplicity se encuentra con demasiada facilidad en grupos
religiosos donde las personas inseguras tienen la
necesidad de otros para guiar o influir en ellos
espiritualmente. Sin siquiera mencionar la desviación
sexual, todavía hay un montón de ejemplos peligrosos de
la duplicidad en la religión. Duplicidad permite tendencias
ocultas excavar profundamente en estas mentes mientras
que los "demonios" de la vanidad espiritual y el deseo de
manipular y controlar a otros se convierten en el objetivo
principal. Una vez buena intencionalidad ha degenerado,
que virtud queda para proteger a uno de las partes más
oscuras de la sombra? Es la misma situación si llevan
cuellos blancos o turbantes de color naranja o recitar
refranes bíblicos en latín o slokas sánscrito: las personas
que engañan y hacen daño a otros espiritualmente a
través de su hipocresía caen muy duro en la perversión.
Lo que fue reprimida y oculta se vuelve tan
dolorosamente evidente después de una caída. Personas
130
de mente espiritual con discernimiento, o viveka, no
pueden tolerar estas actividades y pertenecer a ningún
grupo que mienten y encubren estas verdades. Una
persona espiritualmente consciente tiene que salir de la
red de mentiras o convertirse en un agitador o
revolucionario, un "hereje". La intuicion espiritual debe
extenderse más allá de los nombres y las formas de la
religión. "Está bien para nacer en una secta, pero no morir
en uno", dijo Vivekananda.
Es natural tener la dualidad en la existencia
humana. A veces somos fuertes y otras que somos
débiles y no podemos resistirnos a las tendencias
negativas. Hay tanta incertidumbre en cuestiones y
valores profundamente existenciales. Duplicidad, sin
embargo, es cuando los censores de la mente cubre las
verdades inconvenientes mediante la mente sigue
fragmentando y compartimentando la personalidad en
una imagen falsa. Esta imagen es falsa, ya que es una
argumentación en contra de otro, una parte no deseada
de nuestro ser. Uno declara la guerra a uno mismo.
Dualidad natural y la indecisión se tornan en un sistema
de creencias distorsionada sobre sí mismo donde sólo un
lado de la ecuación es visto y no la verdadera dualidad.
Cuanto más se reprime y deforma la sombra, más de un
"verdadero creyente" uno se vuelve. Se necesita
fanatismo y mucha argumentación para sofocar la
sombra. Se necesita mucho trabajo psicológico interno y /
o práctica espiritual para integrar las distintas partes de la
personalidad y convertirse en su conjunto. Y esto sólo es
posible con una visión muy positiva de la existencia que
permite la sombra de disolver en esta luz poco a poco.
En lugar de convertirse en un ser completo y congruente,
la duplicidad ama de proyectar sus tensiones internas,
reprimidos sobre algún "otro". En lugar de ver lo que es vil
y baja dentro de uno mismo es mucho más fácil encontrar
un chivo expiatorio fuera de uno mismo. Tenga cuidado
entrando en la zona de sombra de otro, ya sea un
individuo o una sociedad colectiva. Las proyecciones de la
sombra son el medio perfecto para transferir su propio
lado oscuro a otro. El "otro", el "enemigo" puede llegar a
ser el revelador de la verdad, sin embargo. Puede ser tu
131
mejor amigo en que uno realmente puede empezar a
entender este juego inconsciente de proyección de la
sombra que tiene todo el mundo loco.
La purificación completa de este vrtti de duplicidad "abre"
el lado derecho, solar del Anahata Vortex y permite
contemplar el "yo" puro en su sede en el corazón
espiritual del ser humano. Sin esta vrtti de duplicidad
vibrante en el lado derecho del anahata, los sabios
vedánticos contemplaron el Ser puro en el lado derecho
del pecho, donde se irradia hacia el exterior en la
inocencia y la pureza.

Argumentación

Cuando una persona se topa con la duda, ya sea


sobre un aspecto de sí misma o del mundo, una forma
segura y certera de hacer prevalecer la propia opinión es
desafiar a la oposición con una postura argumentativa.
Esta propensión es una forma refinada de la difamación
del Manipura. Este vrtti no trata de preservar los impulsos
exteriores del ego en una manera maliciosa, sino que
intenta justificar las proyecciones intelectuales y
conceptos del individuo.
Desde luego hay ocasiones que justifican una
disputa, como cuando uno protesta ante acciones
incorrectas. Sin embargo, la mayoría de las veces esta
propensión cumple la función de mantener el status quo
de un ego inseguro, al oponer resistencia a pensamientos
exteriores que van en contra de su propio sistema. Uno
discute no tanto para convencer a otro de sus puntos de
vista, sino para convencerse a sí mismo. Si a través de la
argumentación una persona puede convencer a otra de
sus opiniones, entonces el hecho de que otro ha
sucumbido a su intelecto y voluntad constituye una
prueba de que su intelecto y voluntad son fuertes. Esta
sensación de destreza intelectual le da seguridad al ego
falto de confianza.
La mayoría de la gente va por la vida como
“crustáceos armados en alerta eterna”, en las palabras de
132
Blake. Debido a que el ego es aún una entidad
incompleta, necesita luchar contra su ambiente y también
consigo mismo. A medida que el sentido de apego a
formas e imágenes exteriores disminuye a través de la
cultivación del carácter, hay una necesidad cada vez
menor del ego, de tener que luchar para justificar y
preservar su ser en el dominio intelectual y psíquico.
Dentro de la conciencia yace la certeza y justificación
para todos los aspectos de la vida. Una vez que la
conciencia comienza a desplegarse, las acciones y
pensamientos se enraízan en el ser esencial, en lugar de
oscilar en un ego vacilante y sus apegos. Entre más esté
uno establecido en esta conciencia discernidora, menos
podrá ser perturbado por fuerzas de pensamiento
externas. Aquí, uno puede existir como un todo, completo
en sí mismo, sin estar definido ni condicionado por el
diálogo entre “yo” y el “otro”.
La conciencia, de acuerdo a la definición previa, es
la representación de la Conciencia en la mente y, por lo
tanto, tiene sus raíces en la trascendencia, más allá de la
dialéctica entre el ser y el otro. La Conciencia es el
delgado hilo que dirige a la mente fuera de la dualidad
hacia un estado de unidad de pensamiento, sentimiento y
actividad con la Mente Macrocósmica. Cuando el
pensamiento y sentimiento son vertidos desde este ser
esencial y la voluntad actúa de acuerdo a su verdad, las
acciones son fusionadas en la actividad de la voluntad
Macrocósmica. “Donde hay otro, hay miedo”, dice un
Upanishad. Si uno puede existir en esta unidad, con
conciencia, y actuar con este sentido de certeza, nunca
habrá la necesidad de argumentar, aun cuando se tenga
la razón. Entonces, la propia actividad microcósmica se ha
unificado con la del Macrocosmos y porta su estampa de
certidumbre, como si hubiera sido aprobada por el
Macrocosmos mismo.

Arrepentimiento

Cuando hablamos sobre la vergüenza en el


Manipura, se mencionó cómo ésta es el resultado de las
133
consecuencias negativas de una actividad realizada
dentro de una conciencia punitiva o superego. Esto
sucede cuando uno trasgrede las fronteras de la propia
conciencia exterior, construida socialmente. El
arrepentimiento es el sentimiento experimentado cuando
uno va en contra de la conciencia moral interior, o Viveka.
Se trata de un sentimiento de culpa inducido
internamente, en lugar de haber sido impuesto por el
exterior, como la vergüenza.
El sentimiento de arrepentimiento puede ayudar al
individuo a integrar las partes dispares de la
personalidad. La vanidad, egoísmo, duplicidad y
argumentación son las tendencias que pueden causar
estas incongruencias. Mediante el arrepentimiento existe
el reconocimiento de los sistemas incongruentes,
defensivos del ego, que evitan que la personalidad esté
completamente integrada con los vrttis positivos de a
esperanza, esfuerzo y discernimiento.
Todo el concepto de acción y reacción, de karma y
samskara, es comprendido cuando se consigue el balance
entre la acción juiciosa y discernida, y las reacciones en
forma de culpa o arrepentimiento. La ley de karma y
samskara es extremadamente sutil y sólo puede ser
entendida cuando estas dos tendencias (conciencia y
arrepentimiento) están completamente manifiestas. La
conciencia, en su sentido más profundo, aparece cuando
uno comienza a dilucidar el orden moral o dharmico del
universo. El arrepentimiento, por lo menos en su sentido
más profundo, ayuda a reconocer cuándo y cómo se ha
movido uno en contra del flujo de este orden. Desde
luego, la ley de acción y reacción aplica para todas las
acciones. Cada vrtti en la mente humana está
compensado y equilibrado por otro. Sin embargo, es
solamente en el Vórtice Anahata y su plano mental
subliminal que aparece el reconocimiento de que cada
quien está creando constantemente su realidad a través
de las elecciones que hace y las consecuencias naturales
de éstas. Una vez que esto ha sido profundamente
descubierto, uno puede poner fin al proceso de estar
continuamente construyendo límites para la personalidad
y sufriendo las reacciones y compensaciones que
134
acarrean dichas actividades.
El auto encierro del estado de conciencia donde
prevalece el ego, y la perpetuación de este estado por las
acciones y reacciones egocéntricas, son los que evitan
que el ser comprenda su naturaleza más elevada y que
experimente la realidad profundamente como un todo.
Son éstos quienes provocan que la mente se encuentre
vacilando constantemente entre sus pensamientos y
sentimientos siempre cambiantes, enraizados en el
sentido de separación de su Ser, Shiva. Aún la
personalidad bien integrada es una fragmentación de la
conciencia, ya que en ella prevalece el sentido de
separación del Ser eterno e infinito.
En su sentido más profundo, el arrepentimiento es
el sentimiento de culpa generado en la mente por el
hecho ser una entidad separada. No se trata de la
inseguridad del segundo vórtice, ni de la vergüenza del
tercero, sino de un reconocimiento existencial más
profundo de la transitoriedad y temporalidad del ser
fenoménico: un ser arraigado a una mente, que es una
entidad “funcional, siempre cambiante y relativa”. Sólo
cuando la mente comprende que existe un todo, más
grande, que abarca su existencia completa, puede ir en
búsqueda de la unión con este todo. El arrepentimiento,
por lo tanto, puede cumplir no sólo el propósito de
integrar congruentemente la personalidad, sino que tiene
también una función más trascendental.
Esta función trascendental del arrepentimiento
aparece cuando uno logra ver al ser fenoménico, o
personalidad, como un “sistema de compensaciones”. En
las palabras de Emerson “la vida humana no es sino un
sistema de compensaciones”. Mediante el
arrepentimiento existencial, uno entiende las dinámicas
de los deseos, apegos ciegos, vanidad, egoísmo y
duplicidad que han mantenido unida la personalidad. La
tela de la personalidad ha sido hilada por estos
mecanismos de defensa durante muchas vidas. Se trata
de mecanismos que han surgido debido al miedo a la
existencia y la correspondiente necesidad de auto
preservación. Aún las cualidades positivas del Vórtice
Anahata son compensaciones para las tendencias
135
negativas inferiores; por lo tanto, están ligadas a ellas en
cuanto a que todavía mantienen en el individuo la
sensación de estar separado de las partes más profundas
del Ser.
Una vez que uno se da cuenta que existe un
propósito en la vida más profundo que mantener la
estructura del ego relativo – fenoménico, y que quizá
haya realmente un dios dentro de nosotros esperando
nacer, puede comenzar a liberarse de sus ataduras. El
arrepentimiento, después de haber luchado tanto para
mantener una separación ilusoria, puede inspirarnos a la
auto-trascendencia. Es entonces cuando uno puede
liberarse de todas las formas de miedo: el miedo primario
de aniquilación del Svadhistana, el miedo a la
competencia del Manipura, y la ansiedad existencial del
Anahata. Y una vez más se abre otro sistema de
compensaciones, uno que puede transmutar toda esta
separación existencial en una vida unificada con el
Espíritu puro. Esto comienza en el Anahata, pero continúa
en una manera más profunda en el Vórtice Vishuddha.

136
137
En la etapa actual de evolución humana es muy
difícil encontrar individuos, mucho más sociedades, que
funcionen al nivel del vórtice Vishuddha. De hecho,
resulta raro encontrar individuos que hayan asimilado los
vrttis del Anahata. Sin embargo, aunque la humanidad
como un todo aún esté lejos de asimilar las propensiones
del Anahata, hay algunos individuos excepcionales que
han logrado dar este salto. Los conceptos para
denominar el estado mental de estos escasos individuos
existen, cuando hablamos de gente “equilibrada” o
“realizada” (aunque en el lenguaje cotidiano estos
términos se utilizan en gente menos extraordinaria).
Podemos imaginar que el caso de un individuo que
haya asimilado las tendencias del vórtice Vishuddha es
aún más raro. La traducción literal de Vishuddha es
“especialmente puro”. Ciertamente, muchas personas
tienen una noción de lo que es una persona espiritual y
santa, pero es muy raro encontrar a alguien así, salvo en
los relatos históricos. No obstante sí hay algunas
excepciones notables, un puñado de almas humildes y
nobles que viven en unión y armonía con su Ser más
elevado.
Los vrttis del Vishuddha son tendencias
completamente puras y desinteresadas. Representan una
mente que no se encuentra más limitada por la noción de
un ego aislado y separado, una mente que al fin deja de
estar involucrada en los procesos de sostener y mantener
sus construcciones mentales egoístas y sus apegos
emocionales. Por el contrario, las tendencias del
Vishuddha compensan las limitaciones de un concepto
abstracto del ser, al reemplazar la noción de una
identidad separada por la de una que se encuentra íntima
y profundamente conectada con Shiva por dentro, y con
toda la creación manifiesta por fuera.
El vórtice Vishuddha está conectado con el factor
etéreo y la Mente Causal (vijnanamaya kosa). La Mente
Causal, como recordarán, es la Matriz Causal de toda la
creación. La creación está enraizada y tiene sus primeras
expresiones sutiles en el nivel de la Mente Causal. La
138
creación, o proceso involutivo, es un proceso de análisis:
es cuando el Uno se convierte en muchos. La evolución,
por el contrario, es el camino de regreso, en el que las
multitudinarias expresiones de la Conciencia se vuelven
Uno otra vez. Así como todas las cosas proceden de la
unidad de la Mente Causal, todas regresan a ella al final.
Una de las diferencias principales entre la mente
unitaria o microcósmica y la mente colectiva o
Macrocósmica, es que la mente unitaria tiene muchos
propósitos, ya que es dirigida por muchos vrttis
diferentes. La Mente Macrocósmica, en cambio, tiene
solamente un propósito, y es el de guiar a todos los seres
creados (mentes unitarias) de regreso hacia la unidad
consigo. El nivel Causal de la mente unitaria en el vórtice
Vishuddha se encuentra íntimamente ligado a la Mente
Macrocósmica. Para entender esto, recordemos de la
primera parte, cómo los distintos niveles de la mente
unitaria (kosas) regresan durante su proceso de
evolución, participando sucesivamente en planos (lokas)
preexistentes dentro de la Mente Macrocósmica.
Debido a que el vórtice Vishuddha se encuentra
conectado a este nivel Causal, esperaríamos encontrar
aquí patrones cognitivos paralelos y correspondientes con
la función de la Mente Causal. Además, esperaríamos ver
tendencias emocionales que abarquen toda la creación y
así, reflejen esta sutil unidad.
Debido a la naturaleza oculta y esotérica de las
primeras ocho propensiones del Vishuddha, estas serán
mencionadas brevemente después de describir las
segundas ocho; ya que sería complicado tratar de
explicarlas sin antes tener una noción general de la
naturaleza de las demás propensiones del Vishuddha.
Las propensiones del Vishuddha constituyen una
extensión de la actividad de la Mente Causal o Cósmica.
Son el reflejo de la actividad macrocósmica dentro del
propio macrocosmos. Debido a que expresan esta
actividad macrocósmica, su función y propósito es guiar
no sólo al microcosmos individual, sino también al resto
de la creación, hacia su salvación.
Las primeras ocho propensiones del Vishuddha
reflejan el poder creativo de la Mente Macrocósmica para
139
imaginar un aspecto de la creación y convertirlo en una
realidad objetiva. Gracias a la naturaleza exaltada de una
mente que se encuentra funcionando a este nivel, ésta es
capaz de co-crear el universo como una extensión y
reflejo de la Mente Causal. Ésta es la razón de su
naturaleza esotérica. Las siguientes ocho propensiones
tienen que ver con la manera en que una mente así de
exaltada orienta su actividad hacia el Macrocosmos. No
son iguales a las ocho primeras, más bien reflejan las
tendencias personales propias de una mente noble.

140
Las Propensiones del Vishuddha

“Humm” El despertar de Kundalini

El noveno vrtti en el vórtice Vishuddha es la


propensión de despertar la kundalini, o divinidad dormida.
El concepto de despertar la kundalini es central en la
práctica de la meditación tántrica. Esencialmente,
kundalini es la fuerza de Shakti tal y como funciona
dentro del cuerpo humano. Kundalini no es Shakti en la
141
forma de sus energías manifiestas o “gunas” (fuerzas
estática, mutativa y sutil) que califican a Shiva para
generar la creación. Kundalini es más bien la Shakti pura,
no manifiesta, que descansa en el cuerpo humano.
En la mayor parte de la gente, la kundalini se
encuentra como una energía latente en el vórtice
Muladhara. Muchas personas que se encuentran
familiarizadas con la noción de kundalini a veces piensan,
equivocadamente, que esta fuerza se encuentra dormida
en todos los estados del ser, excepto cuando uno se
encuentra realizando una práctica espiritual para
despertarla. Kundalini no es una fuerza que solamente se
activa en los practicantes espirituales de Tantra, es más
bien la fuerza que se encuentra detrás del proceso de la
evolución humana. Se trata de la fuerza invisible, raíz de
todas las expresiones energéticas, que está guiando
constantemente la mente hacia la unión con la divinidad.
La fuerza de Shakti es la que causa la involución y la
fragmentación de Shiva; esta misma fuerza, en la forma
de kundalini, es la que guía a la mente de regreso a la
unión con Shiva. Es la energía fundamental que está
detrás de la evolución del primer al segundo vórtice, del
segundo al tercero, etc.
Si la mente del practicante espiritual está lo
suficientemente desarrollada, adquiere la habilidad de
despertar esta energía mediante técnicas de meditación.
Lo que sucede es que, a través de su “despertar”
mediante la práctica espiritual, su actividad se
incrementa y el proceso de evolución, por lo tanto, se
acelera. Por lo tanto, este despertar dentro del aspirante
espiritual lleva más allá su evolución psíquica, además de
que le brinda una sensación de exaltación en el momento
mismo del despertar. Cuando kundalini despierta, viaja
hacia arriba a través de un canal llamado shushumna. El
shushumna es una corriente de energía sutil que corre a
través de todos los vórtices, desde el Muladhara en la
base de la columna, hasta el Sahasrara en la coronilla.
Mientras cruza los diferentes vórtices, kundalini hace
resonar la mente con los niveles mentales
correspondientes a cada chakra. Debido a que este
despertar dirige al individuo hacia un estado de
142
funcionamiento mental superior, el momento se
experimenta como una forma de éxtasis o trance. Este
estado se denomina samadhi. Hay distintos tipos de
samadhi, que van desde los estados crudos asociados a
los chakras inferiores, hasta la realización espiritual más
elevada: el nirvikalpa samadhi, en el cual, kundalini se
levanta hasta el vórtice Sahasrara en unión absoluta con
Shiva.
Se mencionará más acerca de este importante y
sutil concepto en el último capítulo sobre la práctica
espiritual. Por ahora, es suficiente saber que es una
fuerza que puede ser despertada intencionalmente
mediante la disciplina espiritual o a través de las
ideaciones sutiles de una mente muy desarrollada.
Recordemos que kundalini es una fuerza que no se
encuentra activa exclusivamente en la práctica espiritual.
Después del momento de su despertar a causa de la
concentración de un individuo, kundalini continúa activa
como la fuerza primordial detrás del despliegue de todos
los vrttis y, por consiguiente, de toda la evolución de la
mente. Como resultado del despertar, la velocidad de
desarrollo mental del practicante se incrementa, ya que
esta fuerza se encuentra ahora más activa que en su
estado latente.
Cuando kundalini despierta, el sonido “humm” sale
rápida e involuntariamente de la boca. Esto sucede
debido a que en el despertar sobreviene un pulso
ascendente de energía que expulsa el aire violentamente
fuera de los pulmones.

Poner una idea en práctica

Vimos que en el vórtice Anahata y su respectivo


nivel de la mente subliminal, era posible para la mente
poder pensar muy profundamente sobre la naturaleza de
la existencia. Sin embargo, debido a que los vrttis de los
vórtices inferiores aún no se encontraban completamente
incorporados, no siempre era posible descubrir estas
ideas por completo para poder ponerlas en práctica.
También se explicó que la asimilación incompleta de las
tendencias inconscientes y ciegas de los vórtices
143
inferiores, con las más sutiles y auto-conscientes del
Anahata, conducen a la mente a expresarse en una
manera inquieta, vana, egoísta, argumentativa y dual. La
mente en el Anahata podía alcanzar el flujo del Dharma y
actuar de acuerdo con él, pero también podía actuar de
acuerdo a sus propios impulsos. Éste es el llamado “libre
albedrío” de la mente en el vórtice Anahata. El Dharma no
era aún la esencia de la mente aquí, era algo que podía
ser entendido y potencialmente asimilado como la propia
naturaleza fundamental; era sólo un potencial.
Sin embargo, en el vórtice Vishuddha y la Mente
Causal la esencia de la mente es un derramamiento de
Verdad, Belleza y Bondad proveniente de la Mente
Macrocósmica. Aquí, la noción de lo verdadero y lo bueno
deja de ser un concepto separado del ser y se convierte
en la propia naturaleza. La bondad deja de ser algo que
necesita ser cultivado y se convierte en algo que surge
espontánea y sincrónicamente desde la base del propio
ser. El vrtti de la práctica representa esta actividad
sublime, pues permite a las ideas nobles que la mente es
capaz de alcanzar a través de su habilidad
discriminadora, convertirse en patrones establecidos de
comportamiento. Las tendencias de duplicidad y
argumentación se integran por fin en esta habilidad de
poner una idea en práctica.
Con la duplicidad, la mente podía vacilar entre dos
opciones, entre dos aspectos del ser: el impulsivo o el
consciente. Con la argumentación, el Aham no estaba lo
suficientemente integrado para confirmar sus ideas sin la
necesidad de aseverarlas agresivamente a través del
debate. ¿Cuál es el poder o la fuente de poder que le da a
la Aham la habilidad de superar estas incongruencias?
Estas tendencias solamente se pueden trascender gracias
a que la mente en el vórtice Vishuddha está conectada
con el poder causal de la Mente Macrocósmica. Se dijo
anteriormente que aquello que el Macrocosmos piensa, se
convierte en una realidad objetiva y ontológica, mientras
que el pensamiento del microcosmos permanece dentro
de su propia mente. El Vishuddha es la integración del
microcosmos en el Macrocosmos; con esta mezcla, va de
la mano la profunda habilidad de pensar algo para
144
convertirlo en una realidad ontológica. El poder del
pensamiento se vuelve entonces tan
inquebrantablemente constante y robusto que cualquier
idea incongruente que surja se disuelve ante su
determinación. Este nivel de integridad personal indica
claramente el proceso por el cual Brahma tiene la
capacidad de transformar cualquier cosa de regreso en su
eminente y trascendente esencia.
Lo anterior representa también la manera en que el
humano puede manifestar lo divino; el cómo el
macrocosmos impersonal se vale de la personalidad del
microcosmos para manifestar su gloria resplandeciente.
La práctica, al igual que otras tendencias del Vishuddha,
hace manifiesta la expresión de las actividades divinas
que alimentan y guían el universo, dentro del ser
humano. Más aún, esta expresión divina le da una
expresión humanizada, un nombre a lo que es
esencialmente Infinito.

Cultivación de conocimiento mundano y supramundano


(vrttis 11-12)

El mayor obstáculo para la cultivación del


conocimiento, ya sea en los planos crudos o sutiles, es el
factor tiempo. Debido a su propia naturaleza, los seres
existen en el dominio del tiempo; todo se encuentra
constantemente fluyendo y cambiando. En el Anahata
tuvo lugar la comprensión de la forma arquetípica de los
seres creados, tal y como existen en el plano de las ideas,
más allá de su manifestación física. Sin embargo, este
conocimiento aún no estaba completamente más allá del
factor del tiempo y del cambio relativo. Todavía
permanecían las vacilaciones de pulsos de pensamiento
en el factor aéreo, que crean la sensación de cambio y
tiempo. El vórtice Vishuddha está más allá del factor
tiempo, ya que se asocia a la Mente Causal, la cual
genera todas las cosas para existir dentro del tiempo y la
relatividad. Debido a que la mente ya no se encuentra
asociada a las fluctuaciones del tiempo y, por el contrario,
está enraizada en el nivel causal, puede tener acceso a
conocer la esencia de las cosas más allá del tiempo. Esto
145
significa que puede conocer el pasado, el presente y el
futuro.
Muchas personas, en algún punto de sus vidas,
llegan a experimentar algún evento precognitivo. El
conocer algo antes de que suceda significa que hay un
conocimiento independiente del tiempo lineal. Tal
conocimiento viene frecuentemente a través de un sueño
que predice un evento futuro, o de una sensación
espontánea, fuerte y lúcida de que algo significativo va a
pasar; o bien, cuando la mente está concentrada en
actividades como la meditación. En algunos estados de
sueño, los niveles sensorial y sensorial-intelectual de la
mente pueden encontrarse dormidos, permitiendo que la
mente resuene con los estratos inconscientes: el
supramental, el subliminal y el causal. El conocimiento
profundo que viene desde estos estados puede filtrarse
después hacia la mente sensorial-intelectual en la forma
de un sueño profético.
Todas las cosas se originan en la Mente Causal. El
estrato de la mente causal se encuentra más cercano a
nuestra esencia que la consciencia dominada por el
Aham. Sin embargo, debido a nuestra preocupación con
respecto a nuestro ser y su existencia en la esfera
relativa, nos encontramos fuera del acceso a este
conocimiento. Por momentos, cuando algo realmente
importante está a punto de ocurrirnos, llegamos a tener
una intimación de este conocimiento antes de que el
hecho suceda. Dicha precognición aparece debido a que
este estrato superior de la mente realmente existe dentro
de nosotros y nunca estamos separados de él. Cuando
algo muy significativo está por ocurrir, un poco de este
conocimiento proveniente de la Mente Causal puede
escabullirse e informar a nuestro Aham de lo que se
viene. Es como si la intensidad y agitación del evento
pendiente en el firmamento etéreo superara nuestras
barreras de limitación cognitiva y forzara su entrada hacia
nuestra consciencia.
Para el practicante de Tantra, al igual que para
cualquier persona con una mente espiritualmente
disciplinada, eventos como los sueños proféticos o
precognitivos se vuelven mucho más regulares. Un
146
aspirante espiritual tiene un grado mucho mayor de
acceso a los kosas elevados debido a que su mente puede
ser aquietada más fácilmente. Entre menos
perturbaciones emocionales y distorsiones cognitivas, y
menos apego al ser y al mundo fenoménico haya en una
mente, más se va a manifestar este conocimiento. Por lo
tanto, aquellos que puedan regular sus vrttis y los niveles
mentales asociados a los vórtices inferiores van a estar
constantemente informados por los planos sutiles y van a
poder morar en ellos.
Los seres humanos siempre van a encontrar
fascinación en el conocimiento y las habilidades
psíquicas. Sin embargo, la mayoría de la gente quiere
saber el futuro para sostener y llenar sus deseos en el
mundo material y fenoménico. Esta es la razón de la
popularidad de la los psíquicos de televisión y líneas
telefónicas, los lectores de manos y otros ocultistas. No
obstante, el deseo de utilizar los planos superiores para
servir a los deseos y apegos del ego es precisamente lo
que evita el acceso a estos niveles de conocimiento.
¿Cómo sería posible para una mente preocupada por
cosas exteriores conocer aquello que es tan
profundamente interior? Solamente una mente pura y
espiritual puede realmente conocer los kosas superiores.
Ciertamente, hay algunas personas, como los psíquicos
previamente mencionados, que exhiben algún grado de
conocimiento sutil para obtener ganancias materiales; sin
embargo, el conocimiento de estas personas se encuentra
en un nivel muy superficial y frecuentemente está
distorsionado por las proyecciones de sus propios
pensamientos.
El conocimiento más allá del tiempo del Vishuddha
no es solamente para ver el futuro. En este nivel más allá
del tiempo, la mente puede conocer la verdadera esencia
de todas las cosas creadas, tal y como existen en la
mente de Brahma. Mediante este conocimiento, uno
puede comprender la secuencia divina de
acontecimientos que se dan en la creación del universo y
ser capaz de transmitir este conocimiento a la humanidad
buscando su bienestar.
Un conocimiento así de elevado puede darse en la
147
forma de una perspectiva superior de la esfera mundana,
o en el conocimiento mismo del mundo sutil. Un buen
ejemplo de cómo se puede utilizar el conocimiento sutil
para entender el mundo fenoménico es el trabajo de
Rudolf Steiner, especialmente su contribución sobre lo
que denominó Agricultura Biodinámica. La obra no
consiste en un abordaje materialista sobre la práctica
mundana de la agricultura. Steiner utilizó su conocimiento
intuitivo sobre los kosas superiores para comprender más
profundamente el proceso de la vida. Vio que el mundo
material, fenoménico, es el resultado de fuerzas
espirituales sutiles. Solamente una mente funcionando en
los niveles subliminal y causal puede tener acceso a saber
la manera en que estas fuerzas afectan la fenomenología
del mundo material.
El conocimiento del mundo sutil no se da por la
búsqueda del conocimiento por el conocimiento en sí; es
más bien una expresión de compasión infinita, el desear
el progreso de toda la creación. Un ejemplo sobre el
conocimiento de los mundos sutiles serían las enseñanzas
de los grandes preceptores Tántricos y sus obras. Su
conocimiento sobre los kosas sutiles enseña a otros seres
cómo experimentar esas mismas realizaciones. Dichos
maestros lo han hecho a través de promover la
cultivación de una perspectiva espiritual y de la práctica
de la misma, llevando un estilo de vida ejemplificado y
enseñado por ellos mismos.

Compasión universal

El amor y la compasión son el flujo de agua


cristalina que se vierte de los manantiales del Infinito.
Aquel cuya mente está muy cerca de Shiva no puede sino
sentir un inmenso amor por todo lo que existe, como si su
mente estuviera derramándose con la gracia del éxtasis
divino. Aquel que se siente tan profundamente amado y
protegido está libre de cualquier necesidad y deseo
personal y por lo tanto puede amar a los demás.
El amor es parcial y limitado solamente cuando se
encuentra bifurcado por la conciencia egoísta. En ese
caso, desarrolla sus propios objetos de atracción y
148
aversión, y el sentimiento de amor se dirige solamente
hacia los seres cercanos, queridos o hacia un grupo social
o cultural en particular. Si uno purifica este sentimiento de
amor, uno se da cuenta inevitablemente que el amor
tiene sus raíces en algo mucho más grande que la
personalidad individual. El amor siempre es una
intimación y una llamada del Infinito. Brahma enseña
amor universal, primero se expresa a través de amar a los
que están cerca de nosotros. A medida que este amor y
sentimiento de compasión hacia otros se expande
gradualmente, adquiere aspectos cada vez más
universales.
Entre más cerca esté uno de Brahma y más
comprenda que el único propósito de Él es liberar a todos
de sus ataduras, más comienza uno a compartir este
anhelo divino. “Conocer a Brahma es convertirse en
Brahma”. Esto es cierto no sólo en cuanto a su esencia
trascendental sino también en cuanto a su actividad
divina.
Es especialmente a través de este deseo de
bienestar universal que podemos entender cómo el
vórtice Vishuddha manifiesta en los seres humanos las
cualidades de la Mente Macrocósmica. De hecho, las
tendencias del vórtice Vishuddha son propensiones de la
Mente Cósmica. Gracias a que el microcosmos se ha
desarrollado a tal grado, se puede reunir por fin con la
mente que lo creó. Recordemos de los capítulos de
involución y evolución cómo el microcosmos es un reflejo
encarnado del macrocosmos. La única diferencia entre los
dos yace en la cámara objetiva de la mente. La esfera
objetiva del microcosmos está asociada con los sentidos y
el cuerpo físico, mientras que la cámara objetiva
macrocósmica proyecta la creación completa.
Considerando esto, podemos ver cómo la compasión
universal es no solamente un sentimiento, sino un
proceso metafísico. En lugar de que la mente esté
asociada a su propia objetividad en la forma de sus
pensamientos, sentimientos, experiencias apegos, su
objetivo se vuelve mucho más grande. Mediante el amor
universal e incondicional, uno trasciende el
ensimismamiento. Gracias a esto, el objeto de la mente
149
se vuelve el macrocosmos en su totalidad; este
sentimiento universal se extiende hacia todo lo que
existe. Ahora que el objeto de la mente unitaria es el
mismo que el de la mente cósmica, se da una verdadera
unidad entre ambas. La única cosa que las separaba era
la esfera objetiva de la mente, ahora ambas son idénticas.
Debido a que las cámaras subjetivas de la mente siempre
han sido iguales, la identidad subjetiva del microcosmos
se vuelve aquella del macrocosmos. Este proceso
continúa hasta que la unión es completa, como la gota
proverbial que regresa a unificarse con el océano.
Junto con este deseo de bienestar universal surge
un profundo sentimiento de justicia. La mente en unión
con la Mente Causal entiende la forma en que todas las
cosas se despliegan de acuerdo a la serie de
acontecimientos cósmicos. La percepción del Dharma se
establece aún más en la mente. Una persona así no sólo
actuará de acuerdo a la verdad, sino que inspirará a otros
a hacerlo; y no sólo esto, sino que tendrá el
entendimiento y la fuerza para hacerle frente a la
injusticia.

Devoción

Cuando una persona por fin se da cuenta que su


mente no es una entidad permanente, sino un vehículo
para el Infinito, comienza a entregar todos los
pensamientos, sentimientos y voluntad hacia el
entendimiento de la propia esencia inmutable.
Hablando en un sentido más amplio, hay dos
orientaciones diferentes en la mente unitaria en cuanto a
su relación con Shiva. La primera es la noción común y
dualista de que una mente y sus procesos están
separados de una deidad o gurú, que actúa desde
“arriba”. Dentro de este tipo de orientación espiritual se
dan conceptos definidos, disciplinas y sistemas de
pensamiento que ayudan a comprometer al intelecto
(Aham) en su marcha hacia la realización de la esencia.
La perspectiva psicológica aquí es la de una relación hacia
una divinidad amorosa que puede actuar con aprobación
o desaprobación hacia el aspirante dependiendo de sus
150
acciones. Cuando algo bueno sucede es la gracia de dios.
Cuando algo malo sucede es su castigo.
El abordaje devocional-sentimental está
relacionado a este tipo de aproximación. En esta relación,
aún existe una concepción dualista en el diálogo devoto –
deidad. Tiene su raíz en el intelecto del Aham pero utiliza
el sentimiento como la fuerza propulsora de la mente
hacia la divinidad. En estos casos, el devoto verdadero
desea solamente complacer a la deidad y actuar de
acuerdo a sus deseos. Toda la energía emocional del
individuo es transmutada y se dirige como amor hacia la
Divinidad Suprema. Aunque aún existe una relación dual
de la persona y Shiva, existe una capacidad tremenda
para transmutar todas las limitaciones en amor
incondicional hacia dios. Así como la compasión universal
transmuta el amor personal en amor universal, una
relación amorosa hacia una concepción de una deidad
también eleva el objetivo de la mente. Para que esta
aproximación pueda llevarse a cabo uno debe estar libre
de muchas de las tendencias del ego. De lo contrario, este
tipo de devoción se contamina de una manera en que las
propias proyecciones y deseos se proyectan en la deidad.
Un error común en todas las tradiciones espirituales y
religiones es el de proyectar un ideal matriarcal o
patriarcal en el concepto de dios. El Infinito, entonces,
termina siendo una especie de Padre o Madre divinos. En
esta confusión, el devoto no entiende que la forma e
imagen de una deidad también es un vehículo para la
Conciencia carente de forma. Por el contrario, el devoto
insiste en que su concepción particular es en esencia lo
que dios es en realidad. Tal concepción del absoluto
solamente es veraz si uno entiende que el concepto de
dios como Padre o Madre es una metáfora para nombrar
al Infinito. En el vórtice Vishuddha se vuelve posible
entender que la naturaleza de Shiva está libre de estas
proyecciones antropomórficas. Estas concepciones son
naturales en los kosas de la mente subliminal (Anahata) e
inferiores; pero en el Vishuddha causal la idea de
“Nuestro Padre” se percibe como fija, superficial y pesada.
En lugar de esto, uno tiene la capacidad de relacionarse
con la Conciencia sin la necesidad de esos medios,
151
independiente de toda proyección, tal y como existe en sí
misma. No obstante, aún los más grandes maestros han
utilizado concepciones populares para ayudar a las
personas a tener nociones preliminares del Infinito.
El segundo abordaje es un refinamiento del
primero. Se centra en la porción intuitiva (Mahat) de la
mente en vez de en las facultades intelectuales del Aham.
El espíritu aún se encuentra relacionado con la mente,
pero lo hace a través de su facultad intuitiva en lugar de
con el intelecto. En esta relación, la intuición genuina cae
como una lluvia profusa sobre el diálogo conceptual y
dualístico con el espíritu. Mediante el abordaje intuitivo no
existen los conceptos convencionales, pegajosos y
fácilmente accesibles como el del padre o gurú amoroso y
personal que instruye, guía, ama y castiga a su progenie.
Por el contrario, la mente y sus procesos son vistos en
perfecta coordinación y unidad con el espíritu. Los
procesos de la mente son exquisitamente gobernados por
leyes psíquicas con sus acciones y reacciones (karma y
samskara) y un completo sistema de compensaciones que
la guía hacia el espíritu. Los conceptos intelectuales de un
dios actuando desde arriba son ahora reemplazados por
la visión de que el propio ser está enteramente formado
por la ley de karma y samskara. De manera similar, los
impulsos emocionales se transmutan desde su
empalagosa singularidad hacia la devoción pura: una
inquebrantable y siempre gozosa ideación de que Shiva
es el único desiderátum. La devoción pura es la síntesis
perfecta entre el pensamiento y el sentimiento; la
comprensión de que la identidad mental en su totalidad
está enraizada en el “Yo” eterno y constituye su objeto.
Alguien preguntó una vez al sabio Ramana Maharshi si los
caminos de bhakti (devoción) y jnana (conocimiento) eran
contradictorios. Su respuesta fue “¿Cómo puede uno
conocer al Ser sin amarlo, y cómo puede uno amar al Ser
sin conocerlo?”.
El hecho de que la noción de un dios dual haya sido
superada no implica que el Absoluto no tome parte en
nuestra transformación en el campo de karma y
samskara. Recordemos que la existencia de todo depende
de Shiva y que ninguna acción Macrocósmica es posible
152
sin la base del Ser de la Conciencia de Shiva. El Mahat, la
parte más profunda de la cámara subjetiva de la mente,
es la creación primaria del Espíritu no manifiesto y, por lo
tanto, la más cercana a él. Cuando la mente está
funcionando desde aquí, el ego deja de ser el sujeto y se
vuelve un objeto. Uno logra ver el sistema armonioso y
perfectamente equilibrado del juego de los vrttis, cuya
furtiva función guiadora es la de dirigir la mente hacia su
unión con Shiva. Aquí la mente no se encuentra separada
del Espíritu en lo absoluto; al contrario, se transforma en
una vertiente esencial emanada de la maravillosa esencia
del Espíritu puro. Aun las cualidades personales e
idiosincráticas de la mente son el objeto y posesión del
Sujeto Supremo.
Aquel que se relacione con el Absoluto desde este
punto, nunca lo confundirá con las construcciones del
intelecto, ni se someterá a los dogmáticos debates del
tercer vórtice, sobre si una encarnación o gurú en
particular que se haya manifestado en la relatividad fue el
verdadero y único maestro o no. Los conceptos tienen
límites, y son distintos unos de los otros, al menos desde
la perspectiva del intelecto. Mediante la intuición, la
mente está integrada en el “Yo” y su simplicidad y
receptividad le permiten llenarse de un resplandor infinito
que nunca podrá ser alcanzado por los conceptos
intelectuales del Aham.

Repulsión

La naturaleza desinteresada de los vrttis del


Vishuddha es una compensación para los vrttis del
Anahata que se encontraban atados al ego. Sin embargo,
debido a que estas propensiones compensan a las que se
encontraban debajo, se encuentran relacionadas entre sí.
Así como los vrttis del Anahata recapitularon,
transmutaron en integraron a los del Manipura, el
Vishuddha tiene que hacer el mismo proceso con los vrttis
del Anahata. Aunque la mitad de los vrttis del Anahata
son positivos, la otra mitad son negativos. Debido a que
las tendencias del Vishuddha son muy nobles, la mente a
este nivel puede sentir repulsión hacia las tendencias
153
inferiores. Aunque la repulsión es una expresión negativa,
en cuanto a que constituye un movimiento para alejarse
de algo, es un movimiento para alejarse de lo que es
vinculante y limitante. Una mente con un entendimiento
profundamente espiritual sobre el Ser, no querrá ser
obstaculizada por una tendencia relacionada al ego.
La repulsión es la única tendencia en el vórtice
Vishuddha que necesita ser transmutada en algo superior,
ya que aún mantiene los remanentes de la dualidad. El
resto de las tendencias pueden ser expresadas por una
mente en unión con la Mente Macrocòsmica. No obstante,
la repulsión es una tendencia muy útil ya que le hace
experimentar al individuo una sensación amarga y
desagradable ante cualquier forma de egotismo. Sólo se
convierte en un obstáculo cuando adquiere la forma de
condenación. Recordemos como la difamación en el
Manipura le ayudaba a la mente a negar un obstáculo. La
argumentación tenía la misma función en el Anahata, sólo
que en una forma más sutil. La repulsión no es sino un
refinamiento de estas tendencias previas y cumple la
misma función, en un nivel superior.

Gracia

Las expresiones que emanan de una mente


purificada por la activación del vórtice Vishuddha están
llenas de gracia y benevolencia. Una persona así siempre
pensará, hablará y actuará por el bien de los demás.
Reflejará un resplandor divino aún en su comportamiento
externo. Esta gracia viene de la unidad con Brahma, y es
debido a esto que tal persona puede tener un efecto de
transformación sobre otros. Las ondas de pensamiento
emanadas de un ser así elevarán y espiritualizarán la
mente de los demás.
El Vishuddha es un conducto para la Mente Causal,
que es la matriz Causal de toda la creación. Todo está
dentro de la mente de Brahma. Por lo tanto, una mente
unificada con Brahma, ve el universo entero como una
expresión de su propia mente. Los pensamientos
benevolentes emanados de una mente tal no están
154
encerrados como en el caso de una mente
compartimentada y separada. El pensamiento aquí se
origina del nivel causal y por lo tanto lo que se piensa y se
siente se convierte en una realidad. Todas las
manifestaciones fenoménicas manifiestas, tienen su
origen en el pensamiento macrocósmico. Más aún, la
Mente Cósmica continúa guiando y nutriendo todas las
cosas como el “operador principal”. Aquel que piensa y
existe a este nivel se convierte en un co-creador, un
vehículo para la fuerza cognitiva de Brahma. Un corazón
así de grande sustenta y promueve el desarrollo de todos
los seres.
Meister Eckhart exclamó: “todas las criaturas
vienen a mi mente y son racionales en mí. Yo solo preparo
a todas las criaturas a volver a Dios. ¡Piensen en lo que
ustedes están haciendo!”. En palabras de la novena
elegía de Rilke: “¿Acaso estamos aquí para decir: casa,
puente, fuente, puerta, jarra, árbol frutal, ventana; a lo
más: columna, torre?... Sino para decir, compréndelo, oh
para decirlo así, como íntimamente las cosas mismas
nunca creyeron serlo… Aquí está el tiempo de lo decible,
aquí su patria. Habla confiesa… Muéstrale qué feliz puede
ser una cosa, qué libre de culpa y qué nuestra… Y estas
cosas, que viven en el camino de salida, entienden que
las alabas; pasajeras, nos creen algo que salva, a
nosotros, los más pasajeros. Quieren que las
transformemos por completo, dentro del corazón invisible,
¡en —oh, infinitamente— nosotros!, quienesquiera que
finalmente seamos.”1

Los ocho primeros vrttis

Ahora que ha quedado entendido cómo los vrttis


del Vishuddha poseen un carácter extra-personal que
tiene un efecto causal sobre toda la creación, podemos
explicar la naturaleza de las primeras ocho propensiones.
Los segundos ocho vrttis fueron principalmente
expresiones personales de una naturaleza universal.
Poseían también una cualidad especial que les permitía

1Rainer Maria Rilke, Las elegìas de Duino.
155
afectar a otros seres. Sin embargo, las primeras ocho
tendencias no son tanto expresiones personales, sino
poderes ocultos.
Hay distintos tipos de poderes ocultos. A los que
nos referimos aquí son de la clase más elevada. Los
poderes “inferiores” como la clarividencia, clariaudiencia,
telepatía, etc., están asociados más a los vórtices
Manipura y Anahata y sus kosas correspondientes. La
emanación de la forma en el nivel supramental puede
darle al individuo la sensación de la esencia de una cosa
en una manera sutil. Esta concepción se hace aún más
profunda en el estrato subliminal. Por último, en la mente
causal se da una unidad con el objeto sobre el cual se
piensa. Esta unidad es la que le da a la mente
funcionando en el nivel causal del Vishuddha la habilidad
de controlar la creación objetiva. No es que la mente que
ha alcanzado el Vishuddha se vuelva omnipotente y
comparta todo el poder causal de Brahma. Más bien,
sucede que una porción de ese poder infinito se
fragmenta en un microcosmos determinado de acuerdo a
las necesidades particulares que haya en un momento y
lugar de promover el progreso humano, en el ámbito
personal, social o espiritual.
Uno puede esforzarse y obtener los poderes ocultos
inferiores. Sin embargo, esto no es aconsejable ya que
crear apegos hacia estas habilidades “extraordinarias”
casi siempre conlleva una caída espiritual. Los poderes
asociados al vórtice Vishuddha no pueden ser adquiridos
a través del esfuerzo ambicioso. Solamente son
expresados por las almas más puras y nobles cuyas
mentes se han unificado con Brahma. Debido a que en
este punto no existe, si acaso un poco, un sentido de
separación de Brahma, la mente que expresa estas
cualidades se mantiene en equilibrio, sin peligro de
sucumbir hacia el egotismo o la ambición. Para que una
mente pueda expresar estas tendencias causales, debe
haber primero purificado su corazón en el Anahata. Solo
así puede darse esta unión con la Mente Causal y la
correspondiente expresión de sus poderes. Entonces,
tenemos que hay una gran barrera cósmica para la
manifestación de estos poderes, y debe haberlo, imaginen
156
solamente si fuera posible para un capitalista ambicioso
tener estas habilidades.
Como se mencionó anteriormente, estos poderes
no son expresiones personales, sino tendencias causales
del Macrocosmos, expresadas a través del microcosmos.
Uno podría decir que son vrttis Macrocósmicos. Ya que la
naturaleza de estos vrttis es esotérica y muy sutil, no
resulta apropiado para nadie que las comprenda
discutirlas a detalle. Este secreto es solamente accesible
al “Gran Mago” y su comitiva, tal y como expresó
Anandamurti.
Lo único que podemos decir sobre ellos es que son
poderes que ayudan a entender la naturaleza más
profunda de las mentes de todos los seres. Ellos afectan a
las mentes inyectándoles un entendimiento psíquico
elevado y una vibración espiritual especial para que
puedan guiar a todos de regreso a la unidad con Brahma.
Pueden ser expresados abiertamente, en el
comportamiento, pero la mayor parte de las veces actúan
como una fuerza furtiva e invisible que trabaja sobre el
individuo sin que se dé cuenta. Muchos de estos poderes
activan o desactivan las propensiones de las mentes de
otros. Unos cambios así de sutiles en los pensamientos y
sentimientos, sólo pueden ser notados por mentes
sensitivas y refinadas. Cuando afectan a la mente
colectiva, se genera en ella un cambio definitivo, aunque
desapercibido. Las personas, una vez que sus vrttis han
sido manipulados sutilmente, simplemente comienzan a
expresarse en una manera diferente.

Microvita

Muy cercanas a estos poderes ocultos se


encuentran las entidades que Anandamurti denominó
microvita. Hay muchos tipos diferentes de microvita, que
van desde entidades que afectan los planos atómicos más
crudos hasta las que afectan las propensiones dentro de
la mente. Lo que tienen todas estas microvita en común
es que todas son entidades no manifiestas físicamente,
que sirven de intermediarias en el proceso de
157
transformación de pensamientos a realidades objetivas.
Por ejemplo, un átomo, o cualquier otra partícula de
materia, es esencialmente la manifestación más cruda de
la proyección de un pensamiento de la Mente Cósmica. El
átomo en sí está manifestado como factor sólido. En la
mente causal, el átomo existe en la forma de una idea
causal que finalmente emprende una cascada de
transformación, a través de de elementos cada vez más
crudos, hasta convertirse en una entidad sólida. Por tanto,
existen otros tres niveles de mente intermediarios entre el
nivel causal más sutil y el nivel material más crudo. Las
microvita existen y funcionan dentro de la mente causal y
los niveles intermediarios.
El objetivo principal de este libro es tratar sobre los
procesos psicoespirituales dentro de la mente humana,
por lo que la explicación sobre las microvita se dará en el
contexto de la manera en que afectan a la mente
humana. De hecho las microvita son, al igual que las
mentes humanas, mentes microcósmicas. Son mentes
desencarnadas que en algún momento tuvieron forma
humana. Estas entidades, en lugar de tener un cuerpo
hecho de los cinco factores fundamentales, tienen uno
compuesto solamente de los tres más sutiles: luminoso,
aéreo y etéreo.
Cuando estas mentes existieron en forma física,
tuvieron un grado excepcional de desarrollo. De hecho,
estos seres alcanzaron el vórtice Vishuddha y
manifestaron distintos niveles de su potencial. Sin
embargo, en lugar de trascender la mente causal a través
de desarrollarse más espiritualmente, estas mentes
tenían ciertos apegos que continuaron vinculándolas ya
sea al nivel causal, o a los niveles inferiores a éste.
Gracias al elevado grado de desarrollo mental de estos
seres, cuando se desprendieron de su cuerpo físico, se
unificaron con la mente causal, la cual no fueron capaces
de trascender debido a sus apegos particulares. En estos
casos, los samskaras pendientes de estas mentes son
utilizados por la Mente Cósmica para servir a la creación.
Esta es la forma de agotar los samskaras pendientes para
una mente especialmente elevada.
La mayor parte de las veces, cuando las mentes se
158
desprenden de sus cuerpos físicos, permanecen dormidas
en los kosas superiores mientras aguardan su
reencarnación en un cuerpo físico y ambiente que sea
compatible con su carga samskárica. Sin embargo, las
mentes altamente evolucionadas que han alcanzado
hasta cierto punto el vórtice Vishuddha no permanecen
dormidas durante el intervalo entre la muerte y el
renacimiento. Gracias a que han manifestado en distintos
grados el potencial de la mente causal, este poder puede
ser utilizado para ayudarlas a agotar sus samksaras entre
una encarnación y otra. Recordemos que la mente causal
piensa cosas para convertirlas en realidad. Estas mentes
que se han convertido en microvita desencarnadas
trabajan en los planos intuitivos de pensamiento dentro
de los kosas superiores mediante su propio poder causal.
Como consecuencia, el poder causal que han obtenido a
través de su desarrollo espiritual se convierte en el medio
para terminar con los samskaras personales que aún
estén atándolos.
Se mencionó previamente que estas mentes
desencarnadas manifiestan el potencial de la mente
causal en distinto grado. Esta variación depende del nivel
de apego que tengan sobre niveles mentales previos o
sus propensiones (vrttis). Entre más fuerte sea el apego
hacia algo inferior al nivel causal del Vishuddha, menos
será la fuerza causal que se podrá expresar. Esta
variación es la que crea la clasificación jerárquica de las
mentes desencarnadas o microvita.
Una microvita es un ser que ha alcanzado en algún
grado lo que se conoce como siddhi, o perfección con
actividad causal. Sin embargo, su nivel de dominio sobre
cierta actividad particular ata sus mentes hacia esta
actividad misma, hasta el punto en que se apegan a ella.
Como consecuencia, se identifican con dicha actividad en
lugar de seguir desarrollándose y manifestar otros
potenciales. Este apego es la causa de que permanezcan
vinculadas al estado desencarnado en lugar de trascender
la mente causal también. En el momento de su muerte
física, toda la energía mental y los momenta samskárica
se fusionan con el proceso al que están apegados. Pierden
su libertad de movimiento lateral al concentrar todo su
159
potencial mental en el agotamiento de su samskara
vinculante. De esta manera, continúan funcionando hasta
que la actividad del samskara cesa. Es entonces cuando
se vuelven parte de la función causal. Debido a esto,
pueden utilizar su estrecha y elevada fuerza de
pensamiento para ayudar a manifestar estos potenciales
causales en las mentes encarnadas. Así es como ayudan
en el desarrollo de otras mentes, infundiendo en ellas sus
cualidades vibratorias particulares. En vez de que la
mente desencarnada utilice su potencial con el sentido de
apego personal que alguna vez tuvieron, la usan al
servicio de otros, purificando sus propias mentes al fin.
La categoría más sutil de microvita es el siddha.
Estas son las mentes unitarias más elevadas, cuya única
limitación fue la identificación con sus poderes ocultos y
el apego hacia ellos. Se trata de almas muy nobles y
grandes, llenas de tendencias desinteresadas que en
lugar de desear trascender sus limitaciones restantes,
buscaron adquirir más poderes ocultos. Como
consecuencia, deben existir en la forma de microvita por
un periodo de tiempo correspondiente a la intensidad de
su apego a este deseo y a su identificación con él. Debido
a que existen en los planos más sutiles de la mente,
pueden ayudar a aquellos que buscan entender la
verdadera espiritualidad. Por ejemplo, la mente de una
persona puede estar batallando para concentrarse en su
meditación cuando, de repente, una espontánea
sensación de paz y exaltación espiritual la desborda de
manera que su mente se aligera y puede entender
ideaciones espirituales muy profundas. Este es el trabajo
de los siddhas. Debido a que sus mentes se han unificado
con las ideas causales más profundas, aquellos cuyas
mentes intenten entender estas ideas, pueden ser
ayudados por ellos. Los siddhas le abren a otros seres las
puertas del plano al que han llegado para guiarlos a
través de él. Vemos que los siddhas, así como otros tipos
de mentes desencarnadas, no son ángeles flotantes con
forma antropomórfica. Más bien son mentes que
temporalmente se asocian a cierto programa causal o
función divina.
Podemos ver otro ejemplo de la función de una
160
mente desencarnada a través de la categoría de las
microvita conocidas como ghandarvas. Los gandharvas
fueron mentes espiritualmente desarrolladas que
mantuvieron un apego a la música u otras bellas artes.
Debido a este apego, tienen que agotar sus samskaras
proveyendo inspiración intuitiva a los artistas y músicos.
Los gandharvas son las musas que inspiran a una
reflexión y creación profunda y estética.
Una mente desarrollada puede convertirse en una
microvita desencarnada por muchas razones, debido a un
gran número de apegos persistentes. Lo que todas las
clases de microvita comparten en común es que existen
como intermediarios causales en el proceso de convertir
la creación macrocósmica en realidades ontológicas,
objetivas.
También existen especies de microvita negativas.
Estas son entidades que propulsan la mente
exteriormente, hacia el deseo material. Las ideas
negativas y los vrttis atraen a estas entidades parásitas
que solamente se pueden alimentar de esta negatividad.
Sólo una mente que se vuelve poderosa en una forma vil
se convierte en una forma negativa de mente
desencarnada. Estas mentes, debido a sus malas
acciones, tienen que ecualizarse inflingiendo esta
negatividad en otros.
Resumiendo, las microvita, ya sean positivas o
negativas, trabajan con nuestros pensamientos y son
atraídas por ellos. Una mente que es capaz de manifestar
las tendencias del vórtice Vishuddha, puede utilizar
microvita positivas para elevar la mente colectiva. El uso
de los poderes ocultos de la mente causal está muy ligado
a las actividades de las microvita.

161
162
El vórtice Ajina se encuentra más allá de los
efectos de la mente causal. Más allá de la eterna
actividad de generar, operar y disolver el universo, la
Mente de Brahma logra conocerse a sí misma como pura
Mente. Aunque aún hay presencia de la mente, ésta se
encuentra gobernada por la parte más profunda de la
cámara subjetiva de la mente, el Mahat. Cuando la mente
se encuentra libre de la actividad incesante de la mente
causal, puede ir más allá en su proceso de introversión y
concentrarse en su identidad fundamental. El vórtice Ajina
es la etapa en la que la mente se libera completamente
de los objetos relativos y puede entender su verdadera
naturaleza. Entre más presencia del Mahat, o sentimiento
de “yo”, haya en la mente, más cercano se está del Ser
puro y libre de condicionamientos, o Shiva.
El vórtice Ajina tiene solamente dos propensiones,
para y apara. Para es el conocimiento del Espíritu. Apara
es el conocimiento de la creación objetiva.

Las Propensiones del Ajina

163
Para - Conocimiento subjetivo

El Para vrtti constituye la culminación de la


dirección de la mente, cuando fluye completamente hacia
la divnidad Shiva-Shakti la conciencia no manifestada.
Mediante el Para vrtti la mente vira completamente,
alejándose de la creación de Brahma, que se encuentra
bajo la influencia creativa de las fuerzas de Shakti. En
este punto, la mente se concentra en el interior, se
subjetiviza al grado en que no solamente logra
comprender la naturaleza de la Conciencia, sino que se
disuelve en ella. El Para vrtti es, por lo tanto, la
propensión que guía a la mente a su disolución absoluta
en la Conciencia.
La evolución mental comenzó con el proceso de
convertir la cámara objetiva de la mente, la Chitta, en
subjetividad. Inicialmente, esta conversión de las
propensiones objetivas fue la transformación de energía
hacia la porción del Aham de la mente subjetiva. El Aham
es la cámara intelectual y activa de la mente, que le da al
individuo la sensación de autoría sobre las acciones y le
provee una identidad conectada a sus actividades
externas. Los capítulos hasta el vórtice Anahata
describieron las características de una mente dominada
por el Aham y cómo ésta se define por distintas
propensiones. Los vrttis en la cámara objetiva de la mente
164
no actúan independientemente de la cámara subjetiva,
como ocurre en la mente animal. Lo que sucede es que el
Aham humano, o sentido de “yo soy”, se califica por las
tendencias de la cámara objetiva. Aun cuando existe una
percepción del Aham en los vórtices segundo y tercero, la
personalidad en estos niveles se encuentra dirigida por
fuerzas impulsivas que actúan en el subconsciente. Uno
tiene un ego, un sentido del “yo soy”, pero uno no sabe
realmente por qué tiene esa intuición o por qué tiene la
libertad de definirse a sí mismo. La autodefinición se
construye y define por roles y condicionamientos sociales,
así como por los vrttis innatos de los vórtices segundo y
tercero. Sin embargo, debido a que la mente tiene
potencialmente un sentido de autoría y un intelecto,
puede en algún momento guiar y dirigir las propensiones
de la mente objetiva. Esto no se encuentra muy claro sino
hasta el vórtice Anahata. Aquí, uno puede ver a la mente
como un objeto en lugar de ser simplemente manejado
por sus necesidades y compulsiones. Representa una
etapa donde la mente objetiva puede hallarse bajo la
dirección del ego o Aham. La inteligencia del ego es lo
suficientemente vasta para redirigir y estructurar las
propensiones de la mente, por lo menos hasta cierto
grado. Cuando la mente alcanza el Vishuddha, la intuición
del Mahat se manifiesta al punto en que la sensación de
ego se vuelve casi transparente. El sentido del ser radica
en la sensación del “yo” como testigo en vez de como
actividad egóica. Es aquí donde comienzan los
cuestionamientos sobre la naturaleza de la Conciencia.
Lo que tienen en común todos los kosas (niveles de
la mente) es que siempre existe una noción del “yo”, ya
sea ligada a los sentidos, al intelecto o a la intuición. El
Para vrtti es la suma de esta evolución del sentido del
“yo”. En el Ajina uno comprende que el “yo” tiene una
existencia inmutable e independiente de los distintos
estados de la mente. Esta realización sólo puede
generarse cuando la mente no se encuentra ligada a
vrttis orientados objetivamente. Más allá de las
fluctuaciones de la entidad “funcional, relativa y siempre
cambiante” que constituye la mente, se encuentra el
conocimiento eterno de la existencia subjetiva. Nunca ha
165
habido límites para esta Subjetividad Suprema. Todo lo
que alguna vez se pensó, sintió, deseó o experimentó,
ocurrió dentro de la mente.
El vórtice Ajina, como todos los demás, compensa e
incorpora los vrttis del vórtice anterior. En el Vishuddha
existe aún una apariencia de dualidad que el para vrtti
elimina. En cualquier momento que la mente se sienta
vinculada a una identidad relativa, sólo tiene que inquirir
sobre la naturaleza del “yo”. “¿Quién es aquél que está
experimentando esto?” “¿Quién es aquél que está
sintiendo placer o dolor?” En el Ajina uno simplemente
tiene que responder esta pregunta: “¿Quién soy yo?”
Shiva está tan cerca de la mente dominada por el Mahat,
que esta pregunta dirige la cuestión de la identidad de
regreso al nicho de la misma, Shiva como la Subjetividad
Suprema. Uno comienza a entender que el Ser no puede
nunca someterse al tiempo, al cambio, al sufrimiento ni a
la muerte. Pueden ir y venir cuerpos, la mente puede
cambiar incesantemente, pero la Conciencia nunca
cambia. Es cierto que los estados de conciencia y los
objetos de la conciencia son impermanentes, pero la
Conciencia como esencia subjetiva nunca cambia. La
Conciencia atestigua las fluctuaciones perpetuas de la
mente, pero esto no quiere decir que cambie junto con
ella. Uno no debe confundir el proceso de conciencia con
el de la esencia de la Conciencia, como han hecho
muchos budistas. ¿Acaso cambia el espejo dependiendo
de lo que refleje? Sólo fue un sueño el que el “yo” haya
sido algo diferente a la esencia eterna e infinita del “Ser,
Conciencia, Gracia”: lo que los Upanishads llaman
Sachchidananda.
Pero, ¿es acaso Shiva un ser en el sentido de una
persona con atributos divinos? Por su naturaleza como
Conciencia pura e incondicionada, es singular y única,
“una unidad pura y límpida”. Cualquier cualidad adscrita
al Absoluto debe residir en la Mente. Las cualidades de
Brahma, por justas y buenas que sean, solamente pueden
existir en la mente. Éstas, junto con otras cualidades
macro y microcósmicas son un adorno para el Ser eterno,
una definición objetiva.
El Ser es un ser supra-personal. No se puede
166
denominar impersonal precisamente porque es la raíz de
toda personalidad. Pero no es personal porque en sí no
tiene cualidades. Solamente en conjunción con la
objetividad creada por Shakti el Infinito sin nombre puede
tener un nombre. Quizá en esta idea se encuentre el
secreto de la razón de la creación: para que el supra-
personal se convierta en una persona, para que el infinito
se manifieste en el finito. Sin nosotros, el Ser es nada,
solamente una esencia sin manifestación ni cualidades.
Únicamente a través de la Mente la personalidad puede
existir. Qué maravilloso y misterioso resulta el fenómeno
del Carácter, cuando consideramos que es un intento del
Infinito de manifestarse en el finito. Furtivas son las
formas e imágenes del carácter que sirven de mensajeras
al infinito misterio. Es a través de la evolución del
carácter que el Infinito se revela como Persona a otras
personas. Cuando uno se topa con una personalidad
verdaderamente grande, uno no puede evitar creer que
sus atributos están enraizados y sirven de vehículo para
el trascendente. Los atributos de una Persona así portan
la marca del humano lo suficiente para que otros los
puedan reconocer, a la vez que revelan algo de un
misterio sutil que encanta y genera una atracción para
explorar más a fondo el misterio de tal Persona. Su
comportamiento sereno y lleno de gracia refleja este
misterio infinito más allá, pero a través de lo sensible,
comprensible y humano. Estos seres iluminados son el
regalo más grande a la humanidad, ya que representan
aquello en lo que cada humano es capaz de convertirse.
El proceso de la transformación está
completamente manifiesto en el Ajina. Aquí, la
personalidad humana se unifica con la divina y por ende
se convierte en una personalidad divina. Este potencial
yace dentro de todos. Recordemos que la única diferencia
entre el microcosmos y el macrocosmos está dentro de la
cámara objetiva de la mente. La naturaleza está tan
perfectamente diseñada que todos los procesos dentro de
la mente finalmente llevan a la unificación del
microcosmos con el macrocosmos. Este proceso no ocurre
solamente en los seres humanos; todas las mentes, desde
los protozoarios, se encuentran dentro de este proceso
167
evolutivo. Quizá sea a través de millones de
reencarnaciones sucesivas y ciclos de conversión que la
mente finalmente se reúne con su esencia eterna.

Apara - Conocimiento objetivo

Debido a que aún hay existencia de la Mente,


permanece una relación con la objetividad. Esta relación
con la objetividad es el apara vrtti: el conocimiento de
que todas las expresiones objetivas son Brahma. La
esencia más profunda que hay dentro de uno es la misma
esencia de los mundos objetivos. “Todo viene de la gracia,
se sostiene por la gracia, y regresa a la gracia” como dice
un Upanishad. En las palabras de Novalis “El asiento del
alma está donde el mundo interno y el externo se
encuentran”.
Gracias a que la mente se encuentra ahora por
encima de la mente causal, puede mirar hacia abajo y
visualizar a toda la creación como su objeto interno. Nada
está fuera de la Mente; por lo tanto, puede saber todas
las cosas. En esta etapa, la mente se vuelve omnisciente.
Ya no hay ningún remanente de una identidad separada
de la Mente Cósmica. Debido a la trascendencia de esta
dualidad, las propensiones del microcosmos están
completamente integradas en el Macrocosmos. En otras
palabras, solamente existe la Mente Macrocósmica. En
este nivel, la mente ya no es siquiera un vehículo para la
Mente Macrocósmica, como en el Vishuddha. Aquí la
mente se ha convertido completamente en la Mente
Cósmica. En este estado de conciencia uno comprende
que es el Infinito quien se ha convertido en todas las
cosas, que nada existe más allá de él. La mente en el
Vishuddha sabía que Shiva era la cuna de la mente y del
universo entero. Todas sus propensiones fluían hacia el
núcleo del Macrocosmos en el proceso en que éste
reclama su creación microcósmica, objetiva. El proceso se
termina en el vórtice Ajina como el río que se funde en el
océano. Aquí ya no existe más la separación entre el río y
el océano.
La mente con aspiraciones espirituales que se
168
orienta hacia adentro, hacia la Subjetividad Suprema, un
día encontrará la unión o paralelismo con Shiva, la
Subjetividad Suprema. La mente Macrocósmica es
siempre una pulsación, una entidad creada dentro del
dominio de la creación objetiva de Shakti. Cuando la
mente, el objeto de la Consciencia o Shiva, trata de decir
“yo soy Esto”, todas sus facultades objetivas potenciales
se canalizan hacia el interior, y todas estas ondas
mentales se concentran en esta idea intuitiva
fundamental en el Ajina. La mente no tiene otro propósito
o actividad, está concentrada en un punto en su Sujeto y
perdida como una flecha en su objetivo. Uno siente y
escucha el líquido cefalorraquídeo entrando y
concentrándose en el cerebro. Uno puede sentir la
kundalini levantarse hasta el cerebro medio, como un pez
eléctrico nadando en esta corriente de líquido
cefalorraquídeo e iluminando el cerebro por donde entra.
Esto, desde luego, afecta las glándulas y
neurotransmisores en una manera tan fina que las
actividades conscientes, subconscientes e incluso
inconscientes del cererbo se aquietan. Es aquí donde la
mente microcósmica comienza a perderse en la Mente
Macrocósmca. El movimiento binario fundamental de la
interacción centrípeta – centrífuga, hacia el interior y el
exterior, se hace paralelo con la interacción centrípeto –
centrífugo fundamental de Shiva y Shakti.
La mente Macrocósmica es un mimetismo de esta
interacción centrípeta – centrífuga de Shiva y Shakti en
esta Divinidad primordial, inexpresado, de Shiva – Shakti.
La mente microcósmica es un mimetismo más de este
movimiento fundamental de la Mente Macrocósmica.
Cuando está libre aún de los vrttis divinos del vórtice
Vishuddha, y ya no está asistiendo en mantener el flujo
cósmico de la creación, la mente puede moverse aún más
hacia adentro para liberarse aún de la Mente Causal del
Vishuddha. Aquí, en el vórtice Ajina, hay movimiento
centrípeto y centrífugo. Uno está resguardado en Shiva,
pero si el Macrocosmos así lo decide, la mente puede
dirigirse hacia afuera mediante la fuerza centrífuga de
Shakti. Es aquí donde la influencia de Shiva y Shakti a
través de su mente Macrocósmica puede influir
169
directamente la actividad de la mente microcósmica. Se
dice que el microcosmos gradualmente se vuelve
omnisciente cuando el vórtice Ajina se desarrolla o “abre”
de manera más completa. Esto explica las habilidades
mentales extraordinarias de grandes yogis como
Anandamurti, Lahiri Mahasaya o Milarepa. Ellos se
acercaron a completar este infinito camino de Auto-
realización y simplemente expresaron más de la divina
mente Macrocósmica. “Ajina” quiere decir un poco de
Consciencia. Los seres en este estado han desarrollado el
Ajina chakra y por lo tanto pueden regular y perfeccionar
los vórtices del vórtice Vishuddha.
Entrar al flujo de la iluminación, o soltar las
ataduras del microcosmos separado, comienza en la
Mente Causal del Vishuddha. Es una escuela larga que
requiere muchas encarnaciones para perfeccionar. El
conocimiento del Ser se completa aquí, sin embargo hay
desarrollo continuo ya que la cantidad de fuerza cósmica
de la Mente Causal es infinita. Una mente continua con la
consciencia completa de la libertad esencial de Shiva, o el
ser interno, pero puede continuar desarrollando estas
cualidades “divinas” dependiendo de las necesidades del
planeta donde uno viva. Es un evento muy raro en estos
tiempos el que alguien se libere completamente sin
primero hacer algo grande y noble por el planeta.
Después que esto se ha hecho, uno toma refugio en el
Ajina, discerniendo el flujo vibratorio sutil de la mente
esencial hasta que la mente esté completamente quieta y
omnisciente, y posteriormente lista para la emancipación
completa en la corona del Sahasrara arriba.

170
171
En el Tantra maya solamente hay un vórtice. Es el
que corresponde al vórtice Sahasrara en los Tantras
indios. Se llama Hunab Ku y es considerado el centro de la
creación. Todos los otros vórtices localizados a lo largo de
la columna no son sino mundos de vibración, o círculos

172
concéntricos que orbitan alrededor del núcleo cósmico de
Hunab Ku. Todas las cosas vienen de este núcleo cósmico,
así como todo viene de la unión Shiva-Shakti en el Tantra.
Sahasrara significa “el loto de mil pétalos”. Hay 50 vrttis
en la mente microcósmica. Ellos se pueden expresar en 2
maneras, internamente y externamente. Estos dos
movimientos son los 2 pétalos del vórtice Ajina, que
realmente es parte del vórtice Sahasrara. Esta es otra
buena razón para recordar cómo todos los vórtices son
sub-vórtices de sus vórtices superiores. Estas 100
vibraciones distintas son los terrenos causales detrás de
los 5 órganos sensoriales y los 5 motores.
(100x10=1000). Por lo tanto hay 1000 pétalos o vórtices
que gobiernan la mente microcósmica. El loto Sahasrara
es la matriz de donde se originan todos estos vórtices. Es
donde el microcosmos se une con el Macrocosmos. Las 2
propensiones en el vórtice Ajina están relacionadas con el
microcosmos, pero son del Macrocosmos. Aquí en el
Sahasrara no hay propensiones del microcosmos, sólo la
matriz Macrocósmica mental que los controla. En el Tantra
Yoga, el vórtice Sahasrara es considerado la morada de
Shiva, donde Shakti, en la forma de kundalini, ha
apaciguado sus actividades de Generar, Operar y Destruir
el universo. El Sahasrara por tanto, es el centro divino que
es capaz de controlar la mente con sus 1000 “vrttis
cósmicos”. Ellos son “cósmicos” en el sentido en que
estas “cuerdas” muy finas tocadas sólo por los devas, o
“dioses” que regulan todo el orden cosmológico.
Entonces, el concepto de Hunab Ku del Tantra maya
parece corresponder a la noción Tántrica de que el vórtice
Sahasrara es un vehículo para que la Mente
Macrocósmica de Brahma gobierne la mente
microcósmica.
Como todos los vórtices, es una construcción en la
Chitta que tiene correspondencia con el cuerpo físico. El
vórtice Ajina está relacionado con la pituitaria, la
“glándula maestra”. Los 2 pétalos del Ajina controlan la
glándula pituitaria, que controla a todas las glándulas
debajo. El Sahasrara está relacionado con la glándula
pineal. Sólo la glándula pineal puede controlar a la
glándula pituitaria de manera directa. Una buena dosis de
173
melatonina secretada a través de la meditación iluminada
puede realmente aplacar todas las actividades de la
pituitaria. Y si la pituitaria puede ser controlada
directamente, todas las demás glándulas pueden ser
afectadas por la glándula pineal. Todos los deseos, por lo
tanto, se controlan al idear en Brahma a través de la
práctica de sadhana. Me gusta usar el modelo de un solo
vórtice porque representa en la forma el efecto cascada
de las glándulas superiores sobre las inferiores. Los
vórtices, al igual que las glándulas, se encuentran en una
red jerárquica que regula nuestros estados cognitivos y
emotivos. Pienso en ellos como un solo vórtice en la
coronilla con muchos círculos concéntricos dentro. Los
vórtices son la contraparte en el “cuerpo mecánico
cuántico”, o nivel mental energético sutil. Aunque los
yogis con la Chitta concentrada pueden localizar cualquier
célula nerviosa en el cerebro físico, los vórtices sutiles se
utilizan para regular el cerebro y la función endocrina.
Mientras el chamán trata de inducir estados místicos a
través de la ciencia de las plantas místicas, los Tántricos
aprenden a inducir estados aún más profundos de
consciencia al idear en Shiva como el Yo-Testigo dentro
del Sahasrara, y crean indirectamente un estado de
intoxicación divina. A través de la sadhana Tántrica uno
intuitivamente logra refinar un estado de balance neuro-
endocrino muy sutil. Además de estar borracho con
alegría infinita, este cerebro afinado, gracias a los efectos
prácticos de la sadhana, estará de manera natural más
alerta, será más inteligente, sensible y consciente.
Todos los niveles de la mente dependen de los que
se encuentran por encima y por debajo de ellos. Los vrttis
de un kosa en particular compensan e integran los vrttis
del kosa inferior. Al mismo tiempo, la mente se prepara
inconscientemente mediante el despliegue de nuevas
propensiones para el desarrollo de sistemas
compensatorios e integradores a través de vrttis
sucesivamente más elevados. Ningún estado mental es
permanente ni estacionario. Cada kosa es parte del gran
diseño de la Mente Cósmica. Es un sistema de círculos
concéntricos, chakras, ruedas o vórtices de energía cuya
sinfonía cósmica es conducida por el Yo-Testigo. Los
174
vórtices, los devas que controlan los vórtices, y las
glándulas endocrinas no existen por sí mismos, sino que
sirven de vínculos dentro de un todo más grande, que
sirve una función a su vez más grande. Esta función es la
realización del Infinito.
En el vórtice Ajina la mente comprende que su
esencia no está dentro de la mente misma, ni dentro de
ninguna de sus cogniciones. El libre albedrío puede
existir, pero cualquier noción de libertad dentro de la
mente estará condicionada por la Mente Macrocósmica
que la contiene. La verdadera libertad yace en lo
profundo, dentro del Sahasrara, en el Yo-Testigo de Shiva.
Recordemos que la mente es una entidad “relativa,
funcional y siempre cambiante”. En el Ajina, la mente es
entendida como una extensión funcionaria y creativa del
eterno e infinito Shiva. En el vórtice Sahasrara la mente
alcanza su destino final. Mientras que en todos los demás
kosas había una transmutación de vrttis en estados
sucesivamente más refinados de cognición y emoción, el
movimiento del Ajina al Sahasrara representa la
disolución completa de la mente misma. No se trata de
que la mente se refugie en un orden superior de
funcionamiento, como sucede en los vórtice inferiores.
Más bien ésta se unifica con su esencia y origen
fundamental, Shiva. Aquí es donde las fuerzas limitantes
de Shakti liberan a la mente de la creación objetiva, y
esta mente que es en sí la creación más sutil de Shakti,
puede disolverse de regreso en Shiva.
Esta liberación de las fuerzas limitantes de Shakti
se traduce, en términos humanos, como una liberación
del “yo” de cualquier tipo de atadura: dolor y placer,
pérdida y ganancia, nacimiento y muerte. El “Yo” se ha
convertido en el Yo-Testigo. El Mahat se convierte en
Shiva. Aquí, uno se da cuenta que el Ser es infinito,
inmutable y eterno; que nunca sufrió ningún cambio, y
que nunca tuvo ningún límite. De hecho, en este punto ni
siquiera es posible tener estos pensamientos. ¿Puede
acaso la gota de agua hablar sobre cómo se ha convertido
en una con el océano? En Tantra este estado se llama
Moksha: la emancipación completa de cualquier limitación
y la unificación absoluta con la unión Shiva-Shakti sin
175
cualidades. Se trata de un estado más allá de la
existencia, más allá del universo y aún más allá de
Brahma: el generador, operador y destructor del universo.
Es el estado eterno de descanso y refugio para aquellas
mentes que hayan finalizado el ciclo de nacimiento y
renacimiento.
Aunque acabamos de mencionar que el estado de
la unificación con Brahma es eterno e irreversible, es
posible suspender la mente en el Absoluto temporalmente
y luego regresar a la mente y al cuerpo. Esto no es
Moksha, porque no dura para siempre. La experiencia de
suspensión temporal en el Absoluto se llama nirvikalpa
samadhi. Se hablará más sobre esta experiencia y otras
formas de samadhi en la parte III, pero por ahora es
importante entender que el Brahma, incondicionado y no
creado puede ser experimentado sin necesidad de la
muerte del cuerpo y la disolución de la mente. Para la
mente, mientras se encuentre encarnada, es posible
experimentar nirvikalpa regularmente y a la vez regresar
a una identidad refinada en el Ajina, hasta que el tiempo
natural del cuerpo se agote. Cuando esto ocurre, uno
puede alcanzar el estado de Moksha y unificarse con
Brahma en la Divinidad Shiva-Shakti.
La prana, la energía sutil que funciona entre la
Chitta mental y las células nerviosas físicas, queda
suspendida durante el nirvikalpa samadhi. La respiración
se detiene, el corazón casi se detiene, y la mente cesa de
funcionar, carente de la pulsación de la prana que
siempre fluye con la respiración. Durante esta fase, antes
de perderse en el olvido de gracia, uno puede táctilmente
sentir un resplandor cálido alrededor del área de la
glándula pineal en el cerebro, vibrando con el Om en un
tono de Do sostenido. Esta sensación llena de gracia
también desciende hacia el Anahata como un bálsamo
refrescante. Todo es dulce, uno ve al Ser inmortal como
siempre ha sido. Las memorias de tu pasado se vuelven
las memorias que el Ser tuvo mientras navegaba dentro
de cada una de tus memorias inolvidables. El ser infinito
es quien siempre ha vivido tu vida y ve cada uno de tus
recuerdos desde el eterno ahora del Yo-Testigo. Él te ama,
acepta y absorbe completamente porque tú eres Él ahora.
176
Entonces uno olvida todo y se da cuenta de que no ha
respirado o estado consciente del cuerpo o el mundo
exterior quizá por varias horas. He conocido casos de
yogis que han suspendido su respiración en samadhi por
10 horas. Ésta es una prueba empírica del nirvikalpa
samadhi y de la inmortalidad del Ser, que es el Brahma
mismo. Durante esta experiencia primero hay el Om, la
gracias, la apertura del Hunab Ku, y luego el silencio y la
no respiración en unión con el misterio de misterios. En
perfecto equilibrio, la entidad entera de la mente y, por lo
tanto, la entidad fenomenológica entera quedan
suspendidas en la Divinidad Shiva-Shakti.
Una vez tuve el gran privilegio de conocer al sabio
Chandranath, que experimentaba nirvikalpa samadhi
cada vez que se sentaba a meditar. Le pregunté cómo era
posible permanecer en una forma física si uno está
constantemente unificándose con aquello que carece de
forma. Me dijo que antes de experimentar el samadhi,
generaba la determinación de regresar a su mente y su
cuerpo para continuar ayudando a otros mientras su
cuerpo físico duraba. Esta determinación grande y noble
es la que evitaba que alcanzara el estado de Moksha
antes que su ciclo de existencia se completara. El será
recordado como el sadhaka más grande de Anandamurti.
Algunos seres que se han liberado de sus
samskaras pueden elegir no disolverse completamente a
la hora de la muerte para obtener Moksha. En vez de
esto, eligen mantenerse en la determinación de servir y
ayudar a todos los seres a alcanzar esta liberación. Esta
determinación conlleva al renacimiento, pero sin la
pérdida de la liberación espiritual previamente lograda.
Dichas personas nacen libres y su único propósito es el de
ayudar a otros a liberarse de sus limitaciones.

177
178
Parte III

Sadhana: La práctica espiritual

La primera y segunda partes de este libro dieron


una descripción teórica del funcionamiento de la mente
humana y su status evolutivo en relación con el cosmos,
su estructura general, sus leyes y sus dinámicas. Esta
sección tratará sobre el abordaje práctico del
entendimiento de la evolución espiritual de la mente y la
personalidad. No vamos a explicar más a fondo la
estructura de la mente de manera teórica, sino que nos
enfocaremos en las disciplinas espirituales que facilitan el
desarrollo de la misma. De hecho, la meditación Tántrica,
como dijo Anandamurti, es 99% práctica y 1% teoría. El
estudio de la metafísica y la fenomenología desde el
punto de vista teórico es solamente una preparación para
la práctica intuitiva del Tantra. No obstante, cuando es
visto como una herramienta preparatoria para albergar la
práctica intuitiva, el estudio teórico se vuelve en sí un
ejercicio práctico para el desarrollo de la mente más que
una simple contemplación abstracta. El propósito de esta
búsqueda de conocimiento es la de experimentar
directamente realidades espirituales elevadas, no
solamente filosofar sobre ellas. El Tantra es por lo tanto
un “empirismo místico”.
El Rajadhiraja Yoga es un el sistema de yoga
tradicional de 8 brazos con técnicas tántricas. El Tantra
Maya es el sistema de Rajadhiraja con técnicas de Tantr
Maya. El Yoga clásico de 8 brazos, o Astaunga Yoga,
consta de 8 pasos a seguir en la práctica de sadhana, que
gradualmente dirigen la energía física del cuerpo hacia la
inteligencia de la mente. Este dinamismo mental se
transforma posteriormente en cognición espiritual, o
conciencia espiritual refinada. Los pasos más bajos del
sistema tienen que ver con los kosas bajos, mientras que
los pasos altos tienen que ver con los kosas altos.

179
Los 8 Pasos del Yoga

1 y 2 – Yama y Niyama. Anandmurti dijo que l moralidad


es la base de la práctica, mientras que la sadhana es el
camino y la Vida Divina es la meta. Yama y Niyama fueron
explicados en el capítulo del Svadhistana. La Mente
Sensorial debe ser purificada mediante el entendimiento
de Yama y Niyama. La moralidad es práctica y libera a la
mente de vicios y malos hábitos. Una mente así puede
reflexionar sobre la causa del sufrimiento en los vrttis
inferiores. Una mente que entiende su propia
irracionalidad con los vrttis inferiores obtiene un
razonamiento muy fuerte. Al respetar los valores morales
de los demás, uno aprende la compasión. El uso del
intelecto para comprender la filosofía moral también
fortalece el dinamismo de las mentes conceptual
(Svadhistana) y creativa (Manipura). El desarrollo de estos
dos niveles de la mente ayuda a desapegar la mente de
sus distracciones en la Mente Sensorial, y la prepara para
los niveles superiores de pensamiento y sentimiento en el
nivel intuitivo (Anahata).

3 – Asana. Las Asanas son “ejercicios internos” de yoga.


Son posturas físicas sincronizadas con respiraciones
profundas para crear caricias conscientes de prana sutil
en el cuerpo. Mantienen al cuerpo en forma y la mente
balanceada al refinar el sistema endocrino. Las
contorsiones generalmente masajean y estimulan los
músculos y nervios alrededor de las glándulas endocrinas
de manera que los impulsos nerviosos y el flujo sanguíneo
no se estanquen. La respiración es lenta y profunda, y la
mente estudia su relación con el cuerpo; entiende cómo
los vrttis mentales se expresan bio-psicológicamente. Uno
siente de dónde vienen los vrttis y tiene una sensibilidad
más aguda sobre la prana, la energía sutil que fluye
dentro del cuerpo y en el ambiente. La mente así de
calmada es más capaz de enfocarse en la meditación.
180
4 – Pranayama. Literalmente significa “control de la
prana”. Esto se logra al regular la respiración. El flujo de
prana sutil corresponde al flujo del aire físico en la
respiración. Cuando uno respira profundamente la prana
está en calma, y esto calma la mente también. La prana
es energía mental. Cuando no está ocupada con estados
activos del cuerpo y la mente puede concentrarse
profundamente como un láser enfocado. Toda la energía
que se escapa a través de los vrttis es prana, y el control
de la prana regula la expresión de los vrttis. Sin este
gasto de energía mental disipado en actividad mental
excesiva, esta energía refinada, potencializada, puede
ayudar a la mente a enfocarse. Normalmente es la prana
la que vibra a la Chitta. La prana es un intermediario en la
relación cerebro – mente. Normalmente nosotros sólo
vemos cómo nuestras mentes vibran con el mundo
sensorial, pero a través del pranayama podemos entender
como la prana dirigida puede colorear y cualificar el
panorama interior de la intuición. El pranayama nos da la
energía mental concentrada necesaria no sólo para
meditar más profundamente, sino para transformar el
cuerpo y la mente. La interiorización de la prana
comienza a cambiar el sistema nervioso y glandular
entero en formas que aún están lejos de ser entendidas
por nuestra ciencia física.

5 – Pratyahara. Es el retirar a la mente de los sentidos.


Una vez que la mente está balanceada con yama y
niyama, y comienza a desarrollarse más rápidamente con
asanas y pranayama, la abstracción sensorial se vuelve
muy natural. La prana suspendida, apaciguada con el
pranayama, permite que la mente esté muy calmada y
enfocada. Las facultades internas, sutiles e intuitivas
comienzan a despertar. Un yogi avanzado puede ver su
mente de una manera muy profunda y estudiar la relación
entre la mente y el cuerpo. Uno puede sentir cómo el
cuerpo sutil, junto con el sistema nervioso, crea
impresiones en la Chitta. Uno puede ver cómo éstas
aparecen y se disuelven. Todos los sentimientos,
pensamientos, memorias y deseos comienzan a ser
181
entendidos gradualmente. A través de simplemente ver
estos vórtices desde un Yo neutral, calmado, en el centro
de la experiencia, uno comienza a ver los procesos que
influencian el condicionamiento inconsciente, al igual que
los juicios y evaluaciones conceptuales que están en
nuestra noción mental, auto-creada, del Yo Soy. La
pregunta interesante es quién está viendo a la mente en
estos estados profundos. Ordinariamente, el ego no
procesa la realidad desde estos estados mentales tan
profundos. ¿Quién eres entre pensamiento y
pensamiento, o cuando estás tan calmado y seguro que ni
siquiera necesitas gastar energía en pensar? Estos
estados de desapego de la Mente Sensorial crean estados
profundos de alegría porque uno no está escapando del
mundo exterior, sino accediendo a los reinos interiores de
cognición cósmica. Aquí es cuando podemos ver como
una práctica de yoga muy balanceada naturalmente nos
dirige hacia niveles profundos de pensamiento intuitivo,
filosófico y místico.

6 – Dharana. Es la concentración en un objeto. Se trata


de la meditación en una forma u objeto que la mente
pueda captar. Meditar en la forma y color de los vórtices
es una forma de dharana. Meditar en mandalas y formas
geométricas le da a la mente cierto enfoque y
concentración, de manera que pueda comenzar a
entender ideas más profundas y sin forma. Muy
frecuentemente uno piensa que hay una gran diferencia
entre la experiencia empírica sensorial y el pensamiento.
Sin embargo, cuando el poder del pensamiento es
cultivado y logra su pináculo, adquiere un nivel más
profundo de experiencia intuitiva que está en conexión
directa con el objeto de pensamiento. Por ejemplo, en vez
de pensar en un árbol, la mente se siente uno con el
árbol; lo siente como una magnífica fuerza de vida
interactuando con su ambiente. Uno entiende que tiene
ciertas cualidades que pueden ser usadas para sanar, aún
sin tener conocimientos de medicina. Este nivel de
pensamiento cúspide está mucho más unificado con el
objeto de pensamiento que el simplemente ponderar de
manera abstracta, como lo hacían los filósofos medievales
182
que se cuestionaban sobre cuántos ángeles podrían
danzar en la punta de una aguja. A través de la dharana
uno comienza a penetrar en el mundo de las ideas, y a
saber cómo las ideas y los vrttis que las apoyan no son
sino creaciones de la mente. Al sostener una forma en el
pensamiento de una manera estable en la Chitta, el Aham
comienza a ver la esencia de una manera tan profunda
que el sentimiento del Yo Soy se vuelve superfluo. Uno
comienza a percibir el universo de manera espontánea e
intuitiva. He conocido a yogis que podían ver detalles
discretos de mi pasado, imposibles de saber para alguien
más que no sea yo, solamente por mirarme en la frente.

7 – Dhyana. Es la atención interna en el Yo-Testigo. Es


importante recordar que el objetivo final de la práctica de
Tantra no es lograr entendimiento objetivo, como en la
Dharana. Dharana es una herramienta para desarrollar
Dhyana. El objetivo final de la práctica tántrica es
entender el interior y tranquilo “Yo-Testigo”, y con ello
liberarnos de las vicisitudes de la ignorancia espiritual.
Dhyana es un flujo constante de la mente. Permanece
imperturbable por pensamientos externos o formaciones
en la Chitta. La mente está pasiva, “vacía”, como diría en
Budista. No se trata de no pensar en nada, sino de pensar
en “ninguna cosa”. En esta etapa de intuición, uno
comienza a sentir la dirección cognitiva o fuerza espiritual
que el Yo – Testigo ejerce sobre la mente. La Consciencia
es el núcleo de la mente, y al concebir la existencia de
Shiva, profundamente dentro del “Yo” interno, la mente
fluye naturalmente hacia la Subjetividad Suprema de
Brahma. Uno puede practicar dharana en la forma, pero
su refinamiento es reconocer al Testigo fundamental más
allá de los medios relativos de la mente, para la cual la
forma es una creación. Se necesita mucha purificación
para transmutar los obstáculos que surgen en la mente.
La meditación tántrica también debe cultivar la vida
emocional y afectiva, de manera que la dhyana no sea un
proceso seco y abstracto. Tanto el pensamiento como el
sentimiento, la cognición y el afecto, son cultivados y
elevados en una manera que guían a la mente hacia una
interiorización más profunda y la Auto-consciencia. Sólo
183
cuando todos los vórtices que se han activado por nuestro
flujo mental pasado son entendidos y procesados la
Dhyana es finalmente perfeccionada.

8 – Samadhi. Como se definió previamente, el samadhi


es la experiencia de unión con Shiva. El microcosmos que
se ha cultivado con los primeros 7 pasos prácticos
finalmente experimentará el samadhi. El Samadhi es la
meta pero también es práctica. Hay muchos niveles de
samadhi, cada uno corresponde a la elevación de la
kundalini a un vórtice en particular. La kundalini o
Kukulkan es la energía de Shakti que disuelve todos los
vórtices de la mente. Ella los creó y ahora ella los disuelve
como kundalini. La kundalini es la fuerza que finalmente
“limpia” los vórtices al vivificarlos con Shakti, de manera
que resuenen armoniosamente con el resto de la mente.
Ya sin los vrttis que distorsionan los kosas, creando
disipación del pensamiento y desintegración de todo el
sistema mente-vórtice, la mente se siente unificada,
alineada y congruente consigo misma y con la Mente
Macrocósmica. Los samadhis en los vórtices inferiores dan
acceso a los niveles o lokas correspondientes del
Macrocosmos. Los lokas son planos de existencia en el
Macrocosmos, al igual que los kosas son planos de
existencia dentro del microcosmos. Al purificar los kosas
mediante el samadhi, uno penetra en los lokas del
Macrocosmos y aprende sus secretos. La sucesión de
estos samadhis depende del grado en que Kukulkan se
haya levantado hacia la proximidad con Hunab Ku; de
cuántos círculos concéntricos y vórtices esta serpiente
emplumada ha devorado en su camino a casa. Kundalini
es la “negatividad fundamental”, como la nombró
Anandamurti. Es “negativa” en el sentido en que es una
fuerza de retorno. Shakti siempre retorna a Shiva. Todas
las cosas vienen del Infinito, son sostenidas por Él, y en
última instancia regresan a Él, aquí y ahora. El nirvikalpa
samadhi es cuando todos los vrttis se han purificado y la
serpiente emplumada Kukulkan se levanta hacia el núcleo
de Hunab Ku, o vórtice Sahasrara.

La práctica del Rajadhiraja Yoga y sus 8 pasos varía


184
en grados dependiendo de la capacidad del iniciado. Uno
debe comenzar con Yama y Niyama y Asanas. Una vez
que la mente y el cuero están mejor afinados a través de
estas prácticas, uno puede comenzar con las siguientes.
Juntas, ellas convierten energía física en energía mental y
después energía mental en cognición espiritual. La
práctica debe desarrollarse con la capacidad de hacer
estas conversiones. Una persona que no entiende Yama y
Niyama solamente se va a hacer daño con las Asanas, ya
que éstas le pueden dar a uno mucha energía mental
desenfrenada. Muchos instructores de Asanas que no
tienen entendimiento de Yama y Niyama se hacen daño y
guían erróneamente a otros. De manera similar, aún un
principiante con una mente balanceada y un sentido
natural de la ética debe avanzar en los pasos intermedios
antes de ser capaz de lograr la concentración profunda
que requieren el pratyahara, dharana y dhyana. Todos los
pasos interiorizan la mente de manera gradual. Con la
interiorización de la mente y los niveles acompañantes de
refinación del pensamiento y sentimiento, la mente pasa
progresivamente a través de kosas más sutiles, o círculos
concéntricos más cercanos.
Mientras que es cierto que el objetivo último de la
meditación es entender quién está finalmente más allá de
estas órbitas alrededor del núcleo, la mente tiene que
pasar a través de estos planos objetivos de creación
mental y, en la evolución, nuestro trabajo es encontrar un
camino a través de estás órbitas que rodean al Hunab Ku,
como microcosmos espiritualmente conscientes guiados
intuitivamente por Brahma. Cada uno de los kosas orienta
a la mente a niveles nuevos y trascendentes de ser; la
guían progresivamente hacia niveles más altos hasta que
uno finalmente trasciende todos los vórtices mentales
conectados con todos los niveles mentales. En este
proceso de trascendencia hay una transformación
continua y por lo tanto una re-modificación de la
definición del concepto de individualidad.
Uno no puede intuir la presencia de la Subjetividad
Suprema mientras la mente está ligada a los niveles
objetivos. Al contrario, uno tiende a sentir que los niveles
objetivos de la mente que se encuentran por encima del
185
actual, son la propia identidad subjetiva. Por ejemplo, una
mente en el Anahata (subliminal) puede no lograr
concebir su ser subjetivo más puro y, en lugar de esto,
localizar la raíz de su sentimiento subjetivo en el vórtice
inmediatamente superior, en este caso el nivel causal del
Vishuddha. La mente causal es todavía un plano mental
objetivo, sin embargo aparenta ser subjetivo para los
niveles inferiores a él.
Cuando uno alcanza el plano causal, queda claro
que aquello que antes parecía ser la última realidad
subjetiva es una realidad objetiva más. Es objetiva porque
ahora uno intuye que hay un nivel subjetivo más arriba
que puede ver a esta mente causal. La redefinición
progresiva de la sensación existencial del “yo” es
claramente apreciable. Al principio uno se identifica con
su cuerpo, luego con su entorno, su posición social,
después quizá con algunas cualidades sutiles, y continúa
hasta que uno llega al núcleo de la mente, Shiva. El
proceso de redefinir progresivamente la subjetividad de
acuerdo a los niveles progresivamente más sutiles en los
que la mente opera se llama manasphota, la “explosión”
de la mente en niveles progresivamente superiores.
Cuando la mente se refina al punto en que explota en su
sustancia original de Conciencia o Shiva, el proceso se
denomina cetanasphota. Manasphota y cetanasphota son
los procesos centrales involucrados en la práctica
espiritual. Ya sea que uno se encuentre luchando para
purificar el corazón o concentrándose en las propias
cualidades cognitivas superiores, estos procesos de
expansión mental y de conciencia están siempre
ocurriendo detrás.
La naturaleza ha diseñado la mente de manera tan
perfecta que a través del despliegue de los vrttis, la
mente es finalmente dirigida más allá de cualquier forma
de atadura, hacia la unión con el Ser no creado. En última
instancia, la Naturaleza y el Espíritu están coordinados en
armonía. Recordemos que la Naturaleza es el resultado de
la interacción entre Shiva y Shakti y que abarca toda la
creación, incluyendo la Mente. La Naturaleza lleva más
allá a todos los seres creados al guiarlos de regreso a
Shiva. Cuando discutíamos el vórtice Anahata, se
186
mencionó que los seres humanos habían adquirido el
nivel de auto conciencia que los dotaba de libre albedrío y
les permitía tomar decisiones independientes. Podemos
seguir la conciencia espiritual y moral que la Naturaleza
nos ha dado. También somos libres de seguir los impulsos
que nos llevan hacia la materia y el auto encierro.
Ya se ha mencionado que nuestras acciones
negativas crean samskaras o reacciones debido a que la
mente se ha movido en contra de su curso natural. Sin
embargo ¿existe alguna actividad o práctica específica
que uno pueda adoptar para sincronizar la vida y las
acciones con el Dharma, con la Conciencia? Ciertamente,
la Naturaleza está ahí para guiarnos a cada paso del
camino si es que estamos dispuestos a escuchar. Pero
¿qué hay de los momentos en que no podemos escuchar
o cuando no hemos aún aprendido a escuchar a nuestra
voz interior? El ser humano que ha alcanzado el vórtice
Anahata tiene una intuición del Infinito, pero no está
establecido aún ahí. Por lo tanto, su voluntad está
separada de la voluntad Cósmica. El mundo aún está ahí
afuera; no parece que haya factores fuera de uno mismo
que determinen la realidad; aún hay una brecha entre uno
y el otro. El mundo parece ser algo que uno debe temer y
con el que hay que contender, aun cuando en una parte
uno intuitivamente sienta que hay una armonía más
profunda trabajando para aliviar los conflictos entre uno y
el otro, entre el interior y el exterior.
Sadhana, la palabra sánscrita para denominar la
práctica espiritual y la meditación, comprende todos los
recursos humanos, emotivos, cognitivos y de acción, que
conforman la mente y la alinean con el orden moral
cósmico que finalmente la guía más allá de los límites y el
auto encierro. Sadhana debe ser por lo tanto la expresión
humana más refinada ya que sirve de vínculo entre el
infinito y el finito. Debe representar el ápice del intelecto
humano y la intuición, las emociones más nobles y la
actividad más compasiva. De hecho, sadhana es la vida
espiritual en sí. Es lo que completa al individuo y lo libra
del miedo, proveyéndolo de inspiración, sabiduría y valor
para lidiar con la transformación de la propia naturaleza
baja y para comprender el sentido más profundo del ser.
187
Sadhana no debe ser confundido o degenerado al
nivel de religión, dogma o convención social. Por el
contrario, sadhana debe reflejar las leyes mismas y la
esencia de la vida espiritual. El propósito de la sadhana
no es el de proveer una construcción inmediatamente
accesible de la definición de la vida espiritual. Al
contrario, la práctica espiritual ofrece herramientas
racionales para ayudar al aspirante a descubrir por sí
mismo el significado de su vida en relación con el Espíritu.
El aspirante Tántrico debe tener un abordaje similar al de
un científico o investigador de mente abierta que disfruta
su trabajo y adora la búsqueda del conocimiento.
Ésta es la esencia de la meditación Tántrica:
proveer una práctica experiencial que le permita a la
mente crecer y desarrollarse. Sin embargo, uno no debe
confundir la técnica con la plenitud de la sadhana. Las
técnicas Tántricas de repetición de mantras, ejercicios de
respiración, visualizaciones etc., son herramientas
funcionarias para la expansión de la mente. Se pueden
equiparar a las prácticas para una vida física saludable.
Trotar, caminar, comer apropiadamente etc., mejoran la
calidad de la salud, pero las prácticas en sí no constituyen
completamente la noción de una vida saludable. Son sus
beneficios prácticos los que mejoran la calidad de vida.
De manera similar, el acto de meditar y realizar posturas
de yoga, aunque son de gran ayuda, no constituyen la
totalidad de la vida espiritual. Las prácticas ofrecen un
medio para alcanzar el estado más elevado de conciencia,
donde uno puede experimentar su ser de manera más
completa y descubrir verdades espirituales de manera
directa. Cuando uno se acerca al Infinito, todos los
intermediarios se caen. El decir esto no es para negar la
importancia de las prácticas espirituales, sino para
reafirmar que son el medio para un fin. Una mente
virtuosa y humilde puede desarrollarse espiritualmente a
lo largo de varias vidas dentro del flujo de la evolución
Macrocósmica sin tener que sentarse a meditar, respirar
de cierta manera ni asumir ciertas posturas físicas. Sin
embargo, la meditación Tántrica acelera el proceso de
evolución espiritual exponencialmente y provee un
ímpetu dinámico y poderoso para promover el desarrollo
188
continuo.

Las dinámicas psico-espirituales esenciales de la


meditación Tántrica

La meditación es el proceso de convertir la


objetividad en subjetividad, o de convertir las limitaciones
y ataduras existenciales en Conciencia pura. Ésta es de
hecho la definición Tántrica de yoga: la unión de la
conciencia microcósmica con la Conciencia Macrocósmica.
Dentro de la mente humana, la objetividad son todos los
samskaras en forma de pensamientos, sentimientos,
acciones, experiencias, sensaciones, etc., que están en la
Chitta o esfera objetiva de la mente. Recordemos que la
esfera subjetiva de la mente está compuesta por el Aham
y el Mahat. El Aham es el sentimiento de autoría sobre la
acción o ego, la parte de la mente que tiene una
identificación subjetiva con los contenidos de la Chitta
objetiva. Por ejemplo, si la Chitta ha experimentado
constantemente las impresiones de la vida en los Estados
Unidos, sus normas sociales y ciudadanas, su sentido de
nacionalismo e identidad cultural, la pertenencia a alguna
clase socioeconómica, etc., el ego subjetivo se identifica
con estas impresiones y siente que él, un sujeto, está
asociado a estas experiencias externas. El ego es un
punto intermedio entre la objetividad y la subjetividad
pura, ya que por sí mismo no constituye la identidad
subjetiva. El Mahat es el componente de la mente donde
yace el sentimiento puro del “yo existo”. No está
calificado por objetos externos, sino que simplemente le
da al Aham su sentido de identidad subjetiva. Este
profundo sentimiento de identidad existencial es el que
inspira inicialmente a la mente a intentar descubrir su
verdadera esencia.
Cuando el Mahat se manifiesta, uno comprende que
el “Yo” no es el ego; que hay una paz y pureza interior
que no puede ser tocada por el pensamiento o la acción.
189
El Mahat es una sensación de existencia interna, inactiva
y tranquila, que no puede ser perturbada por ningún
fenómeno externo relacionado con el Aham. Cuando la
personalidad o Aham se alinea con el Mahat, uno se
encuentra en un flujo interno espiritual. Sin embargo, el
Mahat en sí no es la entidad subjetiva final. La mente es
una entidad “relativa, funcional y siempre cambiante”. La
mente es impermanente, una creación bajo la influencia
de Shakti, así como una entidad destinada a perder su
identidad separada y unificarse de regreso con Shiva.
Shiva en sí es el Yo fundamental, el Conocedor de la
mente. Recordemos que Shiva es una entidad singular y
es el Testigo tanto del microcosmos como del
Macrocosmos. El Mahat es la réplica casi perfecta que
sirve como el vínculo con Shiva. Por lo tanto, la identidad
fundamental no está solamente más allá de la mente
microcósmica, está más allá de la mente macrocósmica
también. La esencia de un ser humano, y la de cualquier
otro ser, es tan sublime que su sutileza yace más allá de
cualquier vibración que exista en este vasto universo.
Sadhana es el proceso de comprender al Infinito dentro
del propio ser finito. Es el proceso de descubrir que hay
grandeza y nobleza en el ser humano; que nuestro ser
creado, relativo, es la progenie del Infinito, y que nuestra
esencia trascendental es el Infinito mismo.
Shakti es un espectro de longitudes de onda
energéticas. Esta energía expresada se divide en 3
categorías. Las longitudes de onda más finas son
cualificaciones sutiles de Shiva. Ésta es la energía sutil. La
energía dinámica es activa y está en constante
transformación. La energía estática es más inerte,
estacionaria y densa. El Mahat, Aham y Chitta son un
continuum en este espectro de energía también. En otras
palabras, el Aham es el refinamiento de la Chitta, y el
Mahat es el refinamiento del Aham. Las formas
conceptuales en la Chitta están dominadas por la fuerza
estática de Shakti, la inteligencia del Aham por la fuerza
mutativa, y la intuición del Mahat por la fuerza sutil. La
práctica espiritual es la conversión de los conceptos
estáticos de la Chitta a la inteligencia dinámica del Aham,
y luego esta inteligencia a una forma de cognición más
190
pura e intuitiva en el Mahat. Al mismo tiempo, se da un
refinamiento de las cualidades afectivas. Las cualidades
egocéntricas de auto preservación, se iluminan por otras
expansivas, conmovedoras, que dirigen al corazón hacia
su liberación de cualquier sentimiento limitado. La
práctica de sadhana, por lo tanto, debe comenzar con un
cambio de enfoque en cuanto a lo cognitivo y afectivo,
que debe dirigirse hacia las facultades superiores latentes
de cada quien.
A través de la iniciación en la meditación tántrica,
el practicante es llevado de la mano por un proceso que le
permite canalizar su concentración mental en los centros
(vórtices) superiores de la mente. Junto con este enfoque
de la mente en un vórtice determinado, el iniciado recibe
un mantra con instrucciones de cómo repetirlo
interiormente y de cómo pensar o idear sobre este sonido.
El mantra es una composición de sonidos causales
emanados de la Mente Causal. Al repetir el mantra
durante la meditación, la mente es elevada por encima de
los niveles fenoménicos y personales de la consciencia
(los kosas inferiores) y comienza a resonar con los kosas
más cercanos a la Mente Macrocósmica. También contiene
una cualidad ideacional cuyo significado es que el
microcosmos está pensando en su esencia, por ejemplo
“yo soy Brahma” ó “yo soy Eso”. Ideacional se refiere a la
práctica consciente de mantener una idea espiritual de
manera constante en la mente. La repetición del mantra,
junto con su ideación transformadora y su vibración
causal, afecta la porción de la Chitta objetiva de la mente,
transformando y refinando su esencia. En vez de vibrar la
Chitta con el cuerpo, y los sentidos con el regocijo del
mundo exterior, la Chitta se concentra internamente en
un punto infinitesimal durante la meditación. Aquí uno
idea en Shiva con el mantra. Recordemos que la única
diferencia entre el micro y el macrocosmos radica en la
Chitta objetiva. Si la concentración de la mente se libera
de externalidades, uno se siente idéntico al Shiva interior.
Sadhana es cuando el microcosmos intenta que su objeto
de ideación personal vibre en armonía con el Yo-Testigo.
Uno trata de recordar al Yo-Testigo siempre en el
momento presente, el “eterno ahora”. La repetición del
191
mantra facilita este proceso al pulverizar los objetos
burdos de la Chitta (samskaras y vrttis más básicos) con
frecuencias vibratorias más altas. En vez de pensar “soy
inútil” o “estoy confundido” o “son genial”, como en la
actividad mundana, el sadhaka idea en Shiva con
optimismo y claridad mediante la ideación “Yo soy Eso”,
“Yo soy el Testigo”, y comienza a sentir que el Yo-Testigo
está siempre presente, guiando a su amado microcosmos
hacia ananda, la gracia eterna.
Un mantra no es una colección arbitraria de
sonidos, ni una idea esperanzadora desprovista de un
propósito espiritual científico. Se trata de un sonido causal
hecho a la medida de la vibración mental del iniciado. Por
lo tanto, hay diferentes mantras para diferentes
vibraciones mentales, acompañadas de diferentes
características personales, tendencias emocionales,
cognitivas, etc. El maestro debe, por lo mismo, ser capaz
de “ver” la mente del iniciado para determinar cuál
mantra es el apropiado para él. Existen muchos mantras
populares, comúnmente utilizados por la gente en cantos
o meditaciones. Quizá algunos de ellos puedan elevar la
mente en cierto grado, pero un mantra aprendido por un
maestro calificado posee una especificidad vibratoria
relacionada a las cualidades mentales del aspirante, por
lo que tiene un efecto más profundo en la transformación
de la mente.
Una antigua máxima India dice “Brahma es el único
Guru”. Un maestro calificado debe haber atravesado los
planos microcósmicos relativos del ser y haber unificado
su mente con la Mente Cósmica. Solamente en este
estado de unión se adquiere el conocimiento y la
habilidad para enseñar meditación apropiadamente.
La meditación tántrica es la conversión vigorosa de
energía física en energía psíquica, y de energía psíquica
en cognición espiritual. En este proceso, la Chitta objetiva
es pulverizada en expresiones progresivamente más
finas, permitiendo que se manifieste más Aham y Mahat,
o intelecto e intuición respectivamente. En este proceso,
los vrttis inferiores, junto con el funcionamiento mental en
sus respectivos planos (kosas), se convierten en formas
de expresión superiores. Recordemos los tres procesos del
192
desarrollo espiritual descritas en el capítulo sobre el
Anahata: recapitulación, transformación e integración.
Existen formas de expresión superiores que corresponden
a las formas inferiores precursoras. Antes del amor había
apego ciego, antes de la expansión consciente había
ambición. Antes de la preocupación existencial había
miedo primordial. Lo único que se necesita es la
transformación de energía para manifestarlas e
integrarlas a la personalidad. Al vibrar la Chitta
continuamente con ideaciones espirituales a través de la
sadhana, la energía psíquica se redirige conscientemente
hacia recapitulaciones superiores. La mente inferior se
transforma gradualmente en las expresiones
recapituladas de los vrttis superiores. Estas expresiones
sutiles pueden ser integradas al propio ser espiritual de
manera mucho más armoniosa que los vrttis inferiores.
Aquí podemos ver cómo un sadhaka debe tener la fuerza
ideacional y vibratoria para conseguir transformar estas
propensiones inferiores mediante la introspección
ideacional. La mente y todos sus vrttis deben ser
atravesados mediante la sadhana.
El proceso de infundir la Chitta con vibraciones
sutiles que transmuten los vrttis inferiores en superiores
se lleva a cabo por medio de técnicas de concentración
muy específicas. Como se mencionó previamente, el
iniciado es instruido en cómo retirar la mente de los
sentidos y del cuerpo físico para concentrarla en alguno
de los vórtices superiores. El concentrar la mente en un
vórtice superior causa que la prana, o energía psíquica,
fluya hacia arriba, ascendiendo así de sus guaridas
habituales en los vórtices inferiores. Este proceso por sí
solo produce que un cambio en el modo en que la energía
mental fluye y, por lo tanto, permite el despliegue de
nuevos vrttis, ya que la energía ahora se está moviendo a
lugares donde antes no fluía o fluía muy poco. Además, el
iniciado repite el ritmo pulsátil del sonido causal de un
mantra. Recordemos que la raíz de todos los vrttis es una
vibración acústica. Un mantra tiene la capacidad de
armonizar la mente y los vrttis, y transmutar su sonido
colectivo. El mantra es como el director de una orquesta
(mente), que entiende las cualidades de cada instrumento
193
(vrtti) y sabe cómo conducirlas hacia la armonía. Mantra
quiere decir literalmente: aquello que libera a la mente. El
mantra contiene una ideación espiritual que ayuda a la
mente a concentrarse en la esencia de su conciencia del
Yo. Un mantra ocupa la Chitta y ayuda a mantenerla en un
ponto, sostenida, como la flama de una vela. Cundo la
chita se vuelve un punto pequeño deja de tomar formas e
impresiones de la Mente Sensorial. La mente entonces es
libre de explorar el espacio interno de la Consciencia Pura.
En esta ligereza uno siente la consciencia del Infinito
atestiguando la mente que repite la ideación “Yo soy Eso”.
Esta es la perfección del mantra. Las vibraciones de la
mente objetiva son encarriladas con el pensamiento de la
Subjetividad Suprema. El significante, el mantra, se
corresponde ideacionalmente con el significado, la
Subjetividad Suprema. El nivel de ideación en el mantra
corresponde a las habilidades intuitivas esenciales de la
mente, en el vórtice donde se esté meditando. Por
ejemplo, para meditar verdaderamente en Shiva, la
mente debe estar concentrada por arriba del vórtice
Anahata.
El siguiente diagrama provee el ejemplo de un
iniciado cuya mente está atada por complejos en el
vórtice Manipura. Todas las flechas apuntan hacia afuera.
Sus tendencias predominantes en el Manipura son
vergüenza, difamación, sadismo, odio y miedo; y sus
tendencias predominantes en el Anahata son ansiedad,
vanidad, egoísmo y duplicidad. Estas tendencias están
marcadas por flechas. Las flechas muestran la manera en
que el flujo de energía psíquica se disipa en la expresión
de estos vrttis inferiores. El segundo diagrama muestra el
cambio en el flujo de la prana hacia otros vrttis mientras
la mente está meditando o después de haber sufrido una
transformación a través de la meditación. Desde luego, la
práctica consiste en realizar una transformación evolutiva
completa en la estructura de la mente y no sólo un
cambio temporal mientras se está meditando. Noten
como las flechas que fluyen hacia afuera en el primer
diagrama, fluyen hacia adentro en el segundo. La
concentración en el vórtice Ajina cambió la expresión de
los vrttis, de unos inferiores a unos superiores. De la
194
misma manera, esta energía elevada ha encontrado
nuevas salidas positivas, en las formas de esperanza,
expansión de la mente y conciencia en el Anahata, poner
una idea en práctica y devoción en el Vishuddha y la
cultivación del conocimiento espiritual en el Ajina.
Este proceso de crecimiento ocurre en las mentes
saludables sin necesidad de la meditación, ya que es en sí
el Dharma esencial de los seres humanos. Sin embargo, la
redirección de la energía de manera consciente, a través
de la práctica espiritual sincera y dedicada, acelera este
proceso evolutivo. Un practicante espiritual debe por lo
tanto ser fuerte, vigoroso y valiente, para poder digerir
mentalmente estos cambios.
El deseo de la liberación psíquica y espiritual puede
llegar siempre y cuando la mente haya alcanzado el nivel
de pensamiento, sentimiento y acción del Anahata. Aquí,
uno sabe de alguna manera que hay un orden espiritual
en el universo, aunque todavía se esté atado a los planos
inferiores y sus expresiones. En las etapas iniciales, el
aspirante debe tener una determinación tremenda para
superar las influencias limitantes de los vrttis inferiores.
Junto con esta determinación se deben cultivar la
fortaleza mental y la disciplina, para poder tener la
conciencia y vitalidad necesarias para convertir las
expresiones psíquicas bajas en otras más refinadas. En el
Tantra, esta etapa se denomina Shakta, que significa
“energía y la necesidad de cultivarla de manera
voluntaria”. En esta etapa es necesario meditar
regularmente, estudiar filosofía, enrolarse en actividades
positivas, realizar servicio y aprender de aquellos que
sean más avanzados espiritualmente. Toda la energía
debe ser canalizada en seguir la inspiración y guía de la
conciencia. Esto requiere de un esfuerzo tremendo
mientras uno no está completamente establecido en el
ideal espiritual. Para superar la duplicidad entre los
deseos y condicionamientos del ego inferior y las
intuiciones de la conciencia, todos los esfuerzos deben
dirigirse a alcanzar la congruencia entre el ideal subjetivo
y la realidad objetiva. En otras palabras, los
pensamientos, sentimientos y acciones deben estar
acordes a la conciencia del Dharma.
195
Antes de esta etapa, todas las batallas estaban
basadas en asegurar la identidad fenoménica del ego.
Uno buscaba establecer su ser de acuerdo, en contra, o
en reacción a algún tipo de realidad externa o social. La
mente estaba dividida en una dualidad entre el ser y el
otro, el ser y el mundo, impulso y conciencia, entre
condicionamiento y auto cultivación. Debido a que toda la
energía psíquica está en el ego, el “yo hago”, en esta
etapa es necesario que la práctica espiritual esté
enraizada en el ego. En lugar de que el ego sea un fin
encapsulado en sí mismo, se trata de alinearlo con el
Mahat, la conciencia interna. El ego es todavía el medio
de acción, pero se está moviendo hacia aquello que lo
puede guiar y controlar. En otras palabras, la etapa
Shakta de la sadhana es un intento del ego dominado por
la objetividad de transformar la crudeza de la Chitta para
alinearse con la conciencia subjetiva del Mahat. El
segundo diagrama muestra cómo la expresión de los
vrttis inferiores cambia con la sadhana.

196
197
198
Diagrama de la manifestación de los vrttis previa a
la meditación

199
Diagrama de la manifestación de los vrttis
posterior a la meditación

200
Existen muchas sub-etapas en el desarrollo
espiritual. La vida espiritual sigue una dialéctica tipo
Hegeliana en cuanto a que la mente en desarrollo siempre
está cambiando en respuesta a nuevas realidades y sus
correspondientes conflictos. Nada es permanente en este
mundo relativo. Quizá lo que hoy consideramos una gran
verdad, mañana sea un conocimiento popular o incluso un
error. Realizaciones más grandes nos llevan a conflictos
más sutiles que nos propulsan continuamente a encontrar
soluciones más sutiles. Un aspirante debe aceptar este
ciclo continuo de choque y cohesión hasta que se haya
establecido en su ideal. Lo que tomamos como verdadero
en una etapa puede resultar falso en otra. Una verdad
evoluciona y cambia, lo cual requiere que estemos
continuamente modificando nuestros conceptos.
Sin embargo, llega una etapa en la vida espiritual
donde uno se establece en la propia conciencia. Aquí, las
dualidades entre lo interior y lo exterior, entre impulso y
conciencia se resuelven. Uno ha adquirido la fuerza,
resistencia y sabiduría para seguir continuamente los
ideales interiores. Antes, en la etapa del Guerrero, el
concepto de la Conciencia Suprema era necesariamente
dual; dios era visto como una fuerza exterior que
controlaba y guiaba un universo del cual yo estaba
separado. Uno adora a héroes como Krishna o Moisés. En
la segunda etapa Devocional, uno se encuentra tan
establecido en el Mahat que la vida del ego dual se
incorpora en las fuerzas creativas del universo. Uno
gradualmente se hace muy cercano a la Mente
Macrocósmica de Brahma y el esfuerzo a través de la
voluntad se hace menos necesario. Uno empieza a fluir
con el Dharma, el orden moral del universo.
La vida humana alcanza su cúspide en esta etapa.
Todas las fuerzas evolutivas que nos han impulsado a lo
largo del camino han florecido en una vida unificada con
el Espíritu. Virtud, justicia, sabiduría y bondad fluyen
naturalmente del ser y sin esfuerzo. No es que la
identidad personal relativa se haya disuelto
completamente, sino que el ego microcósmico existe en
armonía con el macrocosmos. La personalidad es una
201
extensión, un vehículo y un mecanismo para Brahma. En
otras palabras, el Mahat es la facultad que guía la mente
mientras el Aham y la Chitta son recipientes pasivos de su
inspiración. ¿Qué tipo de esfuerzo se necesita en esta
etapa? ¿Acaso necesita uno continuar aferrado al bote
que lo llevó a través del turbulento mar de samskaras?
Brahma se convierte en la propia esencia y la vida del ego
en búsqueda es ahora una memoria distante. Todo lo que
se desea es estar en unión con Brahma. Como exclama
un Upanishad “uno debe encontrarse completamente
perdido en Brahma, como una flecha en el blanco”.
En la etapa Vaesnava aún permanece la existencia
del microcosmos. La Chitta, Aham y Mahat del
microcosmos resuenan y están en armonía con la Chitta,
Aham y Mahat del macrocosmos. Es la etapa de los
savikalpa samadhis, donde la mente microcósmica es
capaz de suspender su separación de la Mente Cósmica
por un periodo determinado de tiempo. La mente en esta
etapa aún puede tener samskaras personales, o estar
vinculado a samskaras macrocósmicos más sutiles (las
propensiones en los vórtices Vishuddha y Ajina). Estos
samskaras son los que determinan la duración de la unión
con Brahma en el estado de samadhi. La generación de
vibraciones en la Chitta debido a estos samskaras sutiles
perpetúa la existencia del microcosmos. Recordemos las
descripciones de los vórtices Vishuddha, Ajina y
Sahasrara. En estas etapas la evolución del microcosmos
está muy ligada al macrocosmos. Si un ser en esta etapa
así lo elige, puede continuar existiendo para ayudar a
otros seres a liberarse. Esta determinación crea un
samskara para que su mente pueda continuar teniendo
un momentum de existencia continua en armonía con la
Mente Cósmica.
Sin embargo, recordemos que en el Sahasrara
resulta posible para la mente disolverse completamente
en Shiva. En vez de que la Chitta, Aham y Mahat resuenen
con el macrocosmos, se disuelven en el ser esencial de
Shiva, en la etapa Shaeva. Esta es la etapa de nirvikalpa
samadhi, el samadhi de la absorción indeterminada en
Shiva. Cuando el nirvikalpa samadhi es de naturaleza
permanente, se denomina emancipación, o Moksha.
202
La disolución de la mente se corresponde
directamente al debilitamiento de la influencia limitante
de Shakti sobre Shiva. Los gunas de las fuerzas sutiles,
mutativas y estáticas sostienen la existencia del Mahat,
Aham y Chitta respectivamente. Ahora que la mente se
ha disuelto completamente en la Conciencia, la actividad
de Shakti no puede limitar a esa mente en particular,
puesto que dicha mente ya no existe. El universo y la
creación ya no existen para la mente emancipada;
solamente está la unidad con el infinito y eterno Brahma.
Para poder completar el ciclo de la creación, uno
debe ver la unidad absoluta de Brahma, que aún esta
creación física es una manifestación del Espíritu. Sin este
entendimiento, no hemos completado nuestro propósito
en la creación. ¿Acaso el Macrocosmos ha creado todo
esto solamente para mostrar su vacuidad esencial, sin
ningún propósito o razón? El ilusionista, el nihilista
espiritual, cierra sus ojos durante todo el día, esperando
solamente la noche para dormir. Sucede lo mismo con
todos los que se resisten a la Unidad. Buscan un escape
de la realidad de las cosas y niegan la espiritualidad
esencial de la creación; fracasan en ver que nuestro estar
en este mundo es para darle un nombre al que no tiene
nombre, una expresión para lo inexpresable. Mientras uno
se resista a la naturaleza espiritual de la creación, no hay
manera de liberarse de ella. Como Vivekananda dijo
alguna vez: debemos dejar nuestra marca en este mundo
antes de irnos. Es verdad, todo es transitorio, vaporoso, y
está incesantemente expirando frente a nosotros. Pero
dentro de esta brumosa niebla hay un tema definido y un
propósito para cada una de sus partículas.
Mukti, o la liberación de la mente, ocurre cuando
las memorias de nuestra existencia no están ya
exclusivamente relacionadas con las experiencias del
cuerpo actual. La noción de vida comienza a extenderse
hacia la vida del universo. La mente orientada
espiritualmente va más allá de las memorias personales,
y de las de nuestro linaje y cultura, y comienza a vivir
dentro de las memorias de la raza humana. Lentamente,
la humanidad es comprendida al mismo tiempo que la
vida personal es comprendida en una manera más
203
profunda. Todas las memorias de tu encarnación
comienzan a fusionarse con la presencia eterna. Lo que
pasó hace 30 años puede comenzar a parecer que pasó
ayer. Una memoria de mi hogar de la niñez puede hacer
que abra los ojos en la meditación para ver si de verdad
estoy ahí. No tener una definición absoluta de ti mismo
deja de ser un problema. ¿Quién está viviendo esta vida
de todos modos? Solamente hay una vida y es una buena
vida. Entre más fusionemos nuestra separación en
entendimiento y compasión, más felices y liberados
estamos.
Por esta razón los conocedores del Yo-Testigo viven
con un constante nuevo entendimiento de su lugar en el
universo y por lo tanto pueden ofrecer algo muy bueno a
la humanidad a través de sus ejemplos multicolor. La
liberación es un proceso largo que comienza aún antes
del despertar de la kundalini. El Infinito siempre ha estado
llamándonos de regreso al núcleo cósmico de Hunab Ku,
desde que éramos amebas. Un humano se vuelve
consciente de este proceso perpetuo de liberación de la
mente del mundo finito con el despertar de la kundalini.
Este despertar y vigorización de los centros bio-
psicológicos en la columna dorsal induce una
recapitulación de la evolución planetaria Macrocósmica
dentro de nuestro ser personal. Uno comienza a fusionar
las memorias o samskaras personales con la mente
Macrocósmica que sustenta a la Gaia, nuestra Madre
Tierra.
El esfuerzo para liberar la mente a través de la
kundalini sólo termina cuando una vida, una evolución
microcósmica, está completa y madura. Todas las cosas
se vuelven positivas dentro. Sólo cuando uno ha vivido
plenamente de acuerdo a su consciencia y ha expresado
una intención espiritual profunda, uno es capaz de lograr
Moksha aquí. Aún las memorias buenas de esta existencia
microcósmica se limpian para siempre ya que la mente se
ha desintegrado en el supremo Shiva. Si uno desea esta
unión absoluta con dios, uno debe vivir en la mejor
manera posible, una vida llena de verdad y unión con la
Consciencia Suprema y el universo expresado. El
propósito fundamental de la vid siempre nos lleva primero
204
a la liberación y después a la emancipación.
Los microcosmos se liberan uno a uno. Debido a
esto, el universo es eterno. El ciclo de la creación, el
Brahma Chakra, es continuo. La creación es una vertiente
del núcleo cósmico al mismo tiempo que es el regreso
hacia la unión consigo mismo. Mientras hay seres
evolucionando hacia la emancipación, continuamente se
da la generación de una creación enteramente nueva, con
la ayuda de la actividad eterna de transformación que
Shakti ejerce sobre el Shiva infinito. La creación es eterna,
no tiene fin. El Brahma Chakra sólo tiene un final en el
microcosmos, nunca en el macrocosmos. Fragmentos del
macrocosmos (microcosmos) son liberados, pero nunca se
libera el macrocosmos con un todo. La Mente
Macrocósmica tiene samskaras infinitos, y es eternamente
la Generadora, Operadora y Destructora.
En Brahma, la divinidad suprema, se encuentra la
emancipación eterna o Moksha. En esta etapa de la
kundalini, que es la manifestación de Shakti dentro del
microcosmos, se ha elevado al Sahasrara, la morada de
Shiva. Shakti de nuevo toma su lugar junto a Shiva, en el
estado de eterno e infinito equilibrio. Nacimiento, muerte,
creación y evolución son inexistentes, ilusorios.
Solamente existe la Conciencia pura, sin objeto. Shiva
está consciente únicamente de sí misma, absorta
eternamente en su dulce esencia.

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Glosario

Aham: Identidad subjetiva o “ego”, el “yo hago” activo.


Auto-concepto.
Ajina: Sexto vórtice, centro de “comando” de la mente.
Anahata: Cuarto vórtice, literalmente “sin apego o
ataduras”.
Anandamurti: Filósofo y líder espiritual que vivió en India
de 1921 a 1990.
Artha: Satisfacción del deseo mental, aquello que le da
alivio o significado a las dudas de la mente.
Significado Psicológico.
Bhakti: Camino devocional hacia la liberación.
Bodhisattva: Un ser liberado de las ataduras personales
de los samskaras. Renacen solamente para ayudar
a otros.
Brahma: La Conciencia Suprema. La unión absoluta de
Shiva y Shakti.
Cámara objetiva de la mente: Chitta o el plasma
mental que toma impresiones de los sentidos.
Cámara subjetiva de la mente: Formada por el Aham y
el Mahat, que dan las nociones de Yo-hago y Yo-
existo respectivamente.
Cetanasphota: Disolución de la mente en pura
conciencia.
Chakra: “Rueda o círculo.” Se refiere a los vórtices
mayores o centros mentales bio- psicológicos
localizados a lo largo de la columna vertebral.
Chitta: Cámara objetiva de la mente que transmite
percepciones sensoriales del cerebro a la mente.
Deva: Emanación de la Consciencia Suprema, un “dios”
que controla expresiones vibratorias.
Dharma: Anhelo psico-espiritual. Orden moral y propósito
subyacente en la vida.
Divinidad Shiva-Shakti: “Una unidad pura y
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transparente”, detrás de la actividad eterna de
dios, el Generador, Operador y Destructor. El
estado de unión donde Shakti no cualifica a Shiva.
Ekagrata: Concentración en Brahma en un punto.
Guna: Cada una de las energías operativas de Shakti.
Hunab Ku: El núcleo cosmológico maya. En el Tantra
Indio es Purusottama.
Ideación: La práctica ideacional de mantener una idea
espiritual en la mente de manera constante. Un
mantra, por ejemplo, está cargado de “ideación”
espiritual.
Jagat: Aquello que está en constante movimiento, el
universo.
Jnana: Conocimiento, el camino del Yoga a través del
conocimiento.
Kama: Deseo físico.
Karma: Acción, el camino de la actividad mental liberada.
Kosa: Nivel microcósmico de la mente.
Kukulkan: Concepto maya de Kundalini
Kundalini: “Serpiente enroscada”. La energía divina de
Shakti durmiente en el primer vórtice.
Loka: Plano macrocósmico de existencia.
Mahat: La parte más interna de la cámara subjetiva de la
mente que da la noción de “yo existo”, el
sentimiento esencial del “yo”.
Manasphota: Explosión de la mente hacia estructuras
más sutiles.
Manipura: Tercer vórtice, “el lugar de las joyas”.
Mantra: Sonido causal que ayuda a la mente a vibrar
hacia adentro.
Maya: Verdad o creación relativa, el truco cósmico que
nos hace ver a muchos en lugar de al Uno.
Microvitum/Microvita: Entidades mentales carentes de
cuerpos físicos que influyen en la mente y la
materia.

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Moksha: Emancipación completa de la mente. La mente
se funde en la Divinidad Shiva-Shakti.
Muladhara: Primer vórtice, “raíz” o “base”.
Nirguna Brahma: La Conciencia sin atributos donde
Shakti no influencia a Shiva.
Nirvikalpa samadhi: Samadhi de unión absoluta donde
kundalini se eleva al séptimo vórtice, la “corona”.
Prana: Energía vital que funciona entre la mente y el
cuerpo.
Rajaguna: Energía mutativa, dinámica.
Sadhana: Práctica espiritual.
Sadhaka: Practicante espiritual.
Saguna Brahma: Conciencia con atributos. Dios como
Generador, Operador y Destructor.
Sahasrara: Séptimo vórtice, el “loto de los mil pétalos”.
Samadhi: La suspensión de la mente microcósmica en la
Consciencia de Shiva. Trance espiritual de unión
divina.
Samskara: Reacciones a acciones originales que se
incrustan como semillas dentro de la mente, que
buscan crear nuevas acciones.
Sattvaguna: Energía sutil que vuelve a la mente
tranquila y calmada.
Savikalpa samadhi: “Trance de absorción determinada”.
Unión con Brahma a través de un trance espiritual
de naturaleza temporal.
Shakta: Etapa de la sadhana donde uno lucha contra las
tendencias bajas. Etapa del Guerrero.
Shakti: La energía de Brahma. La Gran Madre
Shiva: La Consciencia de Brahma. El Primer Padre.
Shushumna: Canal de energía sutil y la ruta de la
kundalini, localizado en el centro de la columna
vertebral.
Svadhistana: Segundo vórtice. Lugar del “auto
establecimiento” de la personalidad.

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Tamaguna: Energía estática, entrópica, que atrae la
mente hacia la materia.
Tantra: El camino de la expansión de la opacidad, o
ignorancia espiritual.
Upanishad: Tratados espirituales clásicos de la India que
tratan sobre los Vedas.
Vaesnava: Etapa de la sadhana donde uno comienza a
sentir unión con Brahma.
Vishuddha: Quinto vórtice, significa “especialmente
puro”.
Vrtti: Vórtice menor o propensión de la mente.
Yoga: Unión de la mente microcósmica con Brahma.

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