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Articulo de La Revista Cientifica PDF
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11.1. Introducción
2013). Esta visión dinámica en cuanto a títulos y editoriales nos podría hacer
pensar que no existen otras formas de descripción. Ciertamente, el open access
como movimiento y filosofía ha conllevado un cambio en las revistas científicas.
Ha sido tratado con mayor y mejor profusión en el capítulo 9 de este libro. Es
importante señalar el desencadenante de la rebelión de una parte de los cientí-
ficos y los profesionales de la información y las bibliotecas respecto al acceso
abierto. Fue la crisis de las revistas, la inflación en el precio de estas, lo que
acrecentó el descontento respecto a un modelo de negocio ciertamente mejo-
rable (Keefer, 2005).
Pero ¿existe otro tipo de visión respecto a las revistas científicas? ¿No han
cambiado en absoluto en estos años? Hay que tener en cuenta que, a menudo,
algunos de los cambios son profundos hasta que emergen y llegan a ser mayo-
ritarios. En este capítulo trataremos algunas de las principales innovaciones en
lo referente a las revistas científicas. ¿Asistimos al final de un formato histórico
de revista científica? ¿Es posible otro tipo de revista, parafraseando a los movi-
miento globales alternativos? De hecho, creemos que la pregunta adecuada se
podría plantear como: ¿puede otro formato de revista llegar a tener la legitimi-
dad por parte de la comunidad científica e instituciones de acreditación para
sustituir a la revista académica? En este capítulo intentaremos reflexionar sobre
estos temas y encontrar respuestas. La capacidad de incorporar múltiples for-
matos, las redes sociales, su relación con los datos son, como decíamos, un reto
para comprobar si el mismo traje de siempre continúa siendo válido. Es, de
hecho, en lo referente al formato de la propia revista y del propio artículo don-
de van apareciendo algunas de las principales propuestas e innovaciones. Em-
pezamos, pues, un repaso a algunas de las propuestas que más pueden incidir
en un cambio en las revistas científicas.
Antes de describir el núcleo de este capítulo, cabe recordar que, con la apari-
ción de Internet y la posibilidad de crear revistas, a los editores científicos se les
presenta todo un abanico de posibilidades que les exigen decisiones importan-
tes. Llewellyn et al. (2002) afirmaban que «una revista electrónica puede tener
o no una versión paralela en papel [...], puede ser diferente de la versión im-
presa [...] es el medio digital el que sí es diferente». Por otra parte, científicos
como Hildyard y Whitaker (1996) sostenían que «una versión electrónica idén-
tica a la versión en papel tanto en contenido como en presentación era una
oportunidad perdida». Eran años en los que se creaban revistas electrónicas
Cambios y tendencias en la publicación 223
11.2.1. M
egajournals, ¿una revista o un repositorio
con revisión por pares?
long term gains» (Atkins, 2015). Ello sucede después de dos años seguidos de
caída en el número de artículos publicados, en los que pasó de 31.500 artículos
en 2013 a 28.107 en 2015. Davis (2016a) apunta que, entre otras causas, este
descenso podría obedecer a la caída del factor de impacto, la mayor competen-
cia entre revistas de open access, o incluso la política de datos que han incorpo-
rado para que los datasets se publiquen juntamente con los artículos. A ello
cabe añadir una subida de los precios del APC en 2015, cuyo impacto en la
sumisión global de artículos habrá que evaluar.
Figura 2. Evolución del número de artículos publicados por las revistas de PLOS, con el
significativo descenso de PLOS ONE
Desde el punto de vista formal, en una clasificación estricta sobre las fuen-
tes de información, consideramos las megajournals una versión extendida de
las revistas científicas. Sin embargo, desde otro enfoque podríamos considerar
que se trata de un repositorio que añade una capa de revisión. Es dicha capa de
revisión la que concede la legitimidad en el sistema de comunicación científi-
ca, puesto que le permite calificarse como revista y conseguir a la vez factor de
impacto.
En los próximos años habrá que considerar los efectos de la creación de las
megarrevistas, muchas de las cuales por las mismas editoriales que publican
algunas de las principales revistas (según el factor de impacto). Así, se corre el
riesgo de que estos productos con una cantidad ingente de artículos publica-
dos puedan aniquilar algunas de sus propias revistas. Ello podría conducir, en
un extremo, a la creación de ciertos oligopolios documentales. Aunque la prin-
cipal propuesta de cambio sea el modelo de open access, es la rapidez en su pu-
blicación y la creación de una comunidad muy grande de científicos, tanto los
que publican como los que revisan, lo que lo convierte en un nodo que actúa
como verdadera red social científica.
Uno de los principales retos para las revistas científicas (así como para la sociedad
en general) son las estrategias que adoptan para relacionarse con los datos (Ollé
Cambios y tendencias en la publicación 229
et al., 2016). Pampel y Dallmaier (2014) describen las tres posibilidades de que
disponen los científicos para difundir sus datos de investigación, que detalla-
mos a continuación.
11.2.2.1. P
ublicación como objeto de información independiente
en un repositorio de datos de investigación
11.2.2.2. P
ublicación de datos de investigación junto al artículo
(enriched publication)
La tercera opción, las revistas de datos, suponen una sensible diferencia respec-
to a lo que conocemos, a la vez que crean un nuevo recurso de información.
Amplían la forma clásica de concebir los artículos de investigación y apuntan
a un posible acercamiento futuro entre los repositorios de datos y las revistas
científicas.
Chavan y Penev (2011) definen un data paper como «una publicación en
una revista cuyo propósito es describir datos en vez de informar de una inves-
tigación o sus conclusiones». Así, contendría los datos sin las hipótesis ni los
argumentos, sin los resultados ni la discusión que se haya llevado a cabo. Para
Whyte et al. (2013), un data article es «una colección de datos, con su método
de recogida, el software usado, los formatos de archivo y su procesamiento, pero
sin incluir un análisis novedoso o la extracción de conclusiones». Describiría
cuándo, cómo y por qué se compilaron los datos y qué es el dataset. Así pues,
un artículo de datos supondría un nuevo modelo de comunicación científica,
fácilmente subsumible en la estructura actual de la ciencia, por cuanto amplía
la visión clásica de artículos preliminares, completos o de revisión.
Por extensión, una data journal es una revista especializada en la publica-
ción de data papers.
García et al. (2015) estudiaron la creación de nuevas data journals y estable-
cieron que han surgido en los últimos años, algunas de ellas pensadas para data-
Cambios y tendencias en la publicación 231
sets con alta valor añadido. Son revistas mayoritariamente en open access (con
APC) y con una elevada heterogeneidad disciplinar, concebidas para áreas muy
intensivas en el uso de datasets, como física, biología o geociencias. Las editoriales
que las publican —algunas reconocidas, como Elsevier, Nature o ACS Publica-
tions— certifican el proceso de revisión del dataset para asegurar su descripción
adecuada y la posterior reutilización, a la vez que asignan un DOI. El apartado
de la revisión es clave para considerarlas revistas, por cuanto publicar un data
paper significa que se sigue un proceso de revisión explícito, descrito, centrado en
la coherencia de los datos y el método de recolección (Mayernick et al., 2015).
Sin embargo, existe un riesgo asociado a las malas prácticas (como, por otra
parte, ocurre en todo tipo de revista científica): engrosar la burbuja de publicacio-
nes académicas. En este sentido, algunas revistas se presentan abiertamente como
una forma de aumentar el currículum del investigador con un artículo más. Es,
por tanto, una capa más que, si se extrema, podría llevar a acrecentar la práctica
232 TENDENCIAS
Finalmente, García et al. (2015) apuntan que aún es pronto para compro-
bar si este nuevo tipo de revista va a encontrar su espacio en el ecosistema de
la ciencia, por cuanto cabrá ver en qué disciplinas se consolidan y cómo se rela-
cionan y solucionan aspectos como la interoperabilidad y la preservación.
11.2.4. Nanopublicaciones
ducida. Así, de hecho, se podría llegar a la relación real entre las redes sociales
y las revistas científicas, donde a menudo no se acaba de encontrar el foco ade-
cuado para crear y difundir conocimiento.
En esta nueva sociedad de la información, donde las cifras son ingentes, pode-
mos pasar de miles de revistas con pocos artículos a pocas revistas con miles de
artículos. Por el camino, como ha sucedido con las grandes redes sociales como
Facebook, caerán y desaparecerán muchísimas revistas y editoriales, a menudo
voluntaristas, tanto en las ciencias puras y aplicadas como en las ciencias socia-
les. Un principio va a seguir siendo básico: la revisión por pares y la evaluación
de las instituciones. Si ello se hace sobre un artículo tradicional o bien sobre
un artículo de datos con una infografía de información, el tiempo lo dirá.
Finalizamos el capítulo con la intención de evidenciar que un nuevo mode-
lo o sistema tendrá que satisfacer los requerimientos ahora existentes en las re-
vistas científicas. Para ello, y parafraseando a Winston Churchill, concluimos
con la siguiente afirmación: «La revista científica es el peor sistema de comunica-
ción científica diseñado por los humanos. Con excepción de todos los demás».