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Jura de Santa Gadea Powerpoint Modificado

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Título, comienzo y éxplicit

Según la ordenación dispuesta por Menéndez Pidal, podemos incluir este Romance dentro
de los de temas épico y según el estilo es erudito ya que se basa en textos históricos porque
se exalta la figura del héroe nacional.
El título del Romance refiere al momento previo a que Alfonso VI se convierta en rey de
castilla.
Hay una marcación espacial precisa: Burgos, reforzada por la especificación de la Iglesia de
Santa Gadea, lugar con existencia real.
El romance inicia in media res. Se centra directamente en la acción. Interesa contar cómo el
rey Alfonso a raíz de la jura, tiene un conflicto con el Cid que termina en el destierro del héroe.
Este romance viene a marcar una necesidad de completar la historia faltante del poema. Por
otra parte, en el éxplicit se encuentra el otro tema del romance: el destierro del cid. Pero se
incluye la información que se desconoce en el Poema: el motivo del destierro. Cierra
abruptamente porque lo que interesa contar es el tema del destierro. Los romances finalizan
una vez explicado el tema central.
Proponemos TRES SECUENCIAS
La Jura
Imprecaciones y Amenazas del Cid
El Destierro
La jura, retoma el final del cantar de Sancho de Zamora. Se le obliga a Alfonso VI, antes de ser
aceptado como rey de castilla que jure que no tuvo participación en la muerte de su hermano,
Sancho, también se le interroga acerca de la traición y si no hizo nada por impedirla. Este
suceso da lugar a los improperios y amenazas que el Cid le hace a su señor, el rey Alfonso.
Imprecaciones y Amenazas del Cid: atendiendo al estilo podemos mencionar las siguientes
fórmulas. Por ejemplo la 1) Locución Formular Demarcativa de Elocución que introduce
discurso directo. En el verso 5 habla el Cid pero no se señala su intervención con ninguna
marca. Si el rey jura en falso el Cid le enumera las desgracias que le esperan. Esta elocución del
Cid contiene la primera advertencia/amenaza: “— Villanos te maten, Alonso, villanos que no
hidalgos”. En el verso 20 el narrador dirigiéndose al auditorio introduce la voz del rey en
discurso directo: “Allí respondió el buen rey, bien oiréis lo que ha hablado: — Mucho me
aprietas, Rodrigo; Rodrigo, mal me has tratado”
Sobre las amenazas y advertencias que el Cid hace al rey podemos encontrar el 2)Motivo de
Elaboración, con un papel descriptivo o retórico. Además cada hecho que menciona el Cid
responde a situaciones deshonrosas para un rey: por ejemplo ser asesinado por sus propios
vasallos, que estos usen yeguas y no caballos. La utilización de monturas propias de gente de
bajos recursos. Que los agresores lleven las piernas desnudas es también un claro ejemplo de
inferioridad de clases, como así también la descripción de la vestimenta. Por ejemplo “capas
aguaderas” propias de quien tiene que andar a la intemperie, como un campesino o un pastor.
Si el rey muriese en manos de los agresores representaría una grave ofensa, ya que no son
dignos de luchar contra él. Las armas que utilizarían también se muestran indignas para matar
a un rey “cuchillos cachicuernos”, y “aguijadas que elementos propios de los pastores. Los
agresores y los elementos que utilizan refuerzan el campo semántico de lo “bajo”, lo
“deshonroso” para un rey, enmarcado por la presencia de lo que debería corresponder. Estas
descripciones pueden incluirse dentro de las fórmulas geminadas, por ejemplo en los versos 9
y 10: “las riendas traigan de cuerda y no con frenos dorados; abarcas traigan calzadas y no
zapatos con lazo”; también en el tópico de los pares de opuestos donde a un elemento de baja
condición le corresponde uno acorde a la posición del rey.
También se encuentran presentes 3) Fórmulas de Acción cuando se menciona el besar las
manos al rey.
En cuanto a las anáforas encontramos 4) Fórmulas de Repetición: Verso 5 “Villanos te maten,
Alonso, villanos que no hidalgos”; verso 8 “caballeros vayan en yeguas, en yeguas que no en
caballos”; verso 21 “Mucho me aprietas, Rodrigo; Rodrigo, mal me has tratado” Versos 39/40
“Por una ribera arriba al Cid van acompañando; acompañándolo iban mientras él iba cazando.”
Siguiendo a Aurelio González podemos mencionar el 5) Tópico del Buen rey, que en realidad
carece de significado ya que no indica necesariamente una cualidad real del rey.
Si bien la métrica del romance es regular, el verso 8 es hipermétrico “caballeros vayan en
yeguas, en yeguas que no en caballos”
El Destierro: esta secuencia se une directamente a la jura como su consecuencia. El Cid ha
ofendido al rey, lo ha maltratado. El romance presenta al Cid como un vasallo soberbio y
prepotente, capaz de afrentar gravemente a su señor. Desafía al rey de tal modo que al año de
destierro que le impone, el Cid se destierra por cuatro años. El Cid se va pero acompañado de
caballeros que pertenecen a la nobleza. Lo vemos por los caballos que llevan, sus ropas y
monturas. Di Stefano señala que el Cid del romance, al contrario de lo que sucede en el
Poema, se marcha con todas sus riquezas, acompañado de espléndido cortejo y no sin antes
dejar bien cerrada la puerta de su casa. El romance reafirma la soberbia y la seguridad del Cid
frente al rey, además de detenerse a cazar antes de cumplir su destierro.
En síntesis podemos decir siguiendo a Menéndez Pidal que en el poema original no se tiene el
antecedente de lo que sucede entre el rey y el Cid para que aquel decida echarlo. Este hecho
de la jura es una prueba de que los romances heroicos son derivación inmediata de las gestas,
cuya finalidad es servir para completar y rematar la historia de la poesía épica.

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