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Analisis de Yawar Fiesta

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FICHA DE ANALISIS

I DATOS ESTERNOS DE LA OBRA

1. TITULO

“YAWAR FIESTA”

2. AUTOR:

JOSE MARIA ARGUEDAS

3. NACIONALIDAD

Peruano

4. LUGAR DE NACIMIENTO

Andahuaylas

5. GENERO LITERARIO:

Memorias

6. ESPECIE LITERARIA:

Narrativo

7. CORRIENTE LITERARIA:

Periodo republicano - realismo

8. EPOCA LITERARIA

Hispánica

9. ESCENARIO

c.1. MICROCOSMO. Las comunidad de Pichk’achuri, K’ayau y


K’ollana, Chaupi.

c.2. MACROCOSMO. Puquio – Ayacucho – Perú.


10.- HECHOS DE LA OBRA

10.1 HECHOS PRINCIPALES

 Reunión del Varayok´s y el subprefecto para organizar


Yawar Fiesta para el 28 de Julio. 
 Mandato del Gobierno para cancelar Yawar Fiesta. 
 Llega Don Julián y cuatro varayok´s. 
 Se reúnen Don Julián, el subprefecto y el alcalde Antenor,
para hablar sobre la cancelación de Yawar Fiesta. 
 Se reúnen el subprefecto, el Sargento y Pancho Jiménez. 
 Don Julián va a buscar a su gran toro Misitu a los montes,
para el Yawar Fiesta. 
 Debido a que los ayudantes de Julián eran muy cobardes y
tenían miedo a la bestia, decide regalarlo al toro a un ayllu. 
 En la reunión que hubo entre el alcalde, el subprefecto,
Don Julián, Don Jesús y Pancho Jiménez, el subprefecto
regaña a Julián por regalar al toro. 
 Los que quedan de la reunión acuerdan reunir dinero para
lograr concluir la planificación de Yawar Fiesta. 
 Otra carta del gobierno para cancelar Yawar Fiesta debido
a los muertos y a la cantidad de sangre. 
 Julián va a buscar a su toro al ayllu al que lo vendió. 
 El Vicario manda a construir el estrado y las graderías
para Yawar Fiesta. 
 Contratan a un torero profesional llamado Iberito II. 
 Sufren para domar, capturar y llevar Misitu al estrado
donde se iba a realizar Yawar Fiesta. 
 Entra el toro e Iberito al gran estrado. 
 Misitu hiere al torero, luego una explosión se siente en el
pecho del toro y muere en medio del público. 

10.2 HECHOS SECUNDARIOS: 

 El destierro de mucha gente de Puquio a la costa. 


 Desinterés del alcalde por la carta de cancelación del
Gobierno y continúa con la planificación de Yawar Fiesta. 
 Hay una reunión de dieciséis varayok´s. 
 En la reunión del subprefecto, Don Pancho y el Sargento,
el subprefecto ordena al Sargento que mate a Pancho
Jiménez pero este se niega. 
 Por la cobardía de los ayudantes de Jiménez cunado
fueron por Misitu, Don Julián furioso mata al caballo de Don
Fermín, su mayordomo, y descarga su ira contra él. 
 Don Jesús luego de acordar dar dinero en la reunión, se
niega y no da nada de dinero. 
 En Lucana, se hacían la elecciones para la presidencia y
regidores del “Centro Lucana”, saliendo elegido Escobar. 
 Escobar ayuda a realizar Yawar Fiesta. 
 Al final el alcalde le dice en el oído al subprefecto- este es
un verdadero Yawar Pachay. 

11. PERSONAJES DE LA OBRA

A) Principales:
El alcalde Antenor,
Don Julián Arangüena,
el subprefecto y el gran toro Misitu. 

B) Secundarios:
Don Jesús, Escobar,
Don Pancho Jiménez,
los varayok´s,,
El Vicario,
El chofer Martínez,
Don Fermín,
Ibarito II,
El Sargento,
Don Félix. 

12. FIGURAS LITERARIAS

A) La paja está dura y pegada como las garrapatas. (SIMIL) 


B) Los comuneros, ya no tenían animales, ni chukllas, ni
cueva, bajaron al pueblo. (ASÍNDETON) 
C) En el Ayllu había miles y miles de comuneros, todos juntos,
todos iguales. (REDUPLICACIÓN) 
D) Todos iguales, allí; ni Don Santos, ni Don Fermín, ni Don
Pedro, podían. (REDUPLICACIÓN) 
E) Atronaban los wakawak´ras, como voces de toros. (SIMIL) 
F) La plaza del mercado la levantaron los ayllus en dos meses.
Trabajaron como hormigas. (SIMIL) 
G) Bailará en la plaza como saltamontes. (SIMIL) 
H) Me enredaré en las tripas de ese adulete. (HIPÉRBOLE) 
I) El Misitu correteará en el corral como pescado en sopera.
(SIMIL) 
J) El sol brillaba en su vestido. (METÁFORA) 

13. ESTRUCTURA

La novela está dividida en 11 capítulos, titulados y numerados


con dígitos romanos; cada capítulo trata temas aislados pero
secuenciales, aunque algunos capítulos refieren hechos sucedidos
tiempo atrás con respecto al relato central, como el capítulo II
donde se relata del despojo que cometieron los invasores mistis, y
el capítulo VII, donde se narra la construcción de la carretera de
Puquio a Nazca y la migración de los lucaninos a Lima.

14.- LENGUAJE

El lenguaje utilizado por el autor es característico, un castellano


creado tratando de alcanzar el quechua y el castellano para
reflejar lo más autentico las costumbres de la realidad andina, un
estilo sobrio que describe los hechos con agilidad.

15. TEMA CENTRAL

a. 1 TEMA PRINCIPAL. Es la fuerza con que se cultivan las


costumbres en el Pueblo de Puquio en las festividades patrios en
la primera mitad del siglo XX. Representa el sufrimiento de los
habitantes autóctonos que sobrevivieron a la invasión española y
la opresión de los favorecidos económica y socialmente,
provenientes de la Costa. Es la Corrida de Toros al estilo del
pueblo de Puquio.

a.2. TEMAS SECUNDARIOS - El intento de imponer nuevas


costumbres a los pueblos de Puquio por parte de las autoridades
gubernamentales. - Injusticia y abuso cometido por las
autoridades y personas provenientes de la costa contra los
indios de Puqio.. - La leyenda del origen del Misitu y la forma
cómo lograron atraparlo. - Las pugna de los habitantes de esos
pueblos por demostrar la superioridad de valor.

16. MENSAJE DE LA OBRA

Si se va a preparar una actividad donde intervienen muchas


personas, debe hacerse con justicia, tomando en cuenta la
seguridad de los participantes y sobre todo un buen espectáculo
para los espectadores. . 
17. OPINION PERSONAL

La obra es un poco difícil de comprender, debido a la multitud de


palabras en quechua y constante variación de tema y escenario.
También que en el aspecto político (autoridades), quiere dar a
conocer los abusos que hay como en la obra Todas las Sangre,
leída anteriormente. . 

18. APRECIACION CRÍTICA

El egoísmo, la despreocupación y el abuso de las autoridades


refleja la actualidad de la política en algunos pueblos, debido a
esto la gente no tiene confianza en sus autoridades y puede causar
algunas rebeliones y huelgas, que puede hacer arrepentirse a
algunas autoridades. . 

19. Vocabulario:. 

A)Ayllu: Barrio, comunidad indígena. 


B)Saywas: Montículo mágico. 
C)Huayco: Canción indígena. 
D)Varayok´s: Envarado alcalde indio. 
E)Lok´o: Sombrero. 
F)Yaku: Agua. 
G)Chalos: Mestizos. 
H)Chukllas: Chozas. 
I)Chaschas: Perros pequeños. 
J)Ischu: Paja. 
K)Werak´ocha: Nombre del Supremo dios Inca. 
L)Wakawak´ras: Corneta hecha de cuernos de toro. 
M)Turupukllay: Corrida de toros. 
N)K´alakuna: Nombre despectivo que se le da a los señores. 
O)Sallk´a: Salvaje. 
P)Allk´o: Perro. 
Q)Huayna: Joven. 
R)Enjalma: Especie de aparejo de animal de carga. 
S)Coso: Plaza de toros, calle principal. 
T)Crepúsculo: Claridad que hay en el amanecer, decadencia. 
20. ARGUMENTO DE LA OBRA

Primer Capítulo:

“Pueblo Indio”, Relata el orgullo de sus habitantes de vivir y


pertenecer a cada uno de esos pueblos, así mismo relata las
llegadas de los mistis de la Costa hacia estas tierras con fines de
establecer autoridad principalmente.

Segundo Capítulo,

“El Despojo”, Es acerca de la injusticia, abuso y robo que


ocasionaban los principales (gente de ciudad) y llegados de la costa
a los indios de las zonas de producción agrícola y ganadera de
Puquio. Despojaban a los indios de sus terrenos, de sus sembríos,
de sus ganados y luego proveían de alimento a la costa,
especialmente a Lima. De manera que, a través de gestiones con
las corruptas autoridades (subprefecto, juez, teniente gobernador,
el cura, los militares, etc.), los principales lograron legalizar su
posición sobre las pertenencias de los indios. Los indios ante la
impotencia de defenderse masticaban su amargura en las cárceles
y lamentaban su desgracia.

Tercer Capítulo:

“Wakawak’ras, trompetas de la tierra” se refiere los alborotos y


preparativos que inician los indios para las fiestas patrias como
venían haciéndolo cada año, pero con la diferencia que este año,
los indios han sido despojados de sus pertenencias. Sin embargo,
la costumbre no ha sido erradicada.

Cuarto Capítulo:

“K’ayau”, En este capítulo los preparativos de los indios de esa


localidad para las fiestas Patrias del 28 de julio, se comenta en
todos los alrededores acerca de la competencia entre los toreros
indios de K’ayau y Pichk’achuri, ya que cada año ganaba los indios
de Chaupi. Se comenta también acerca de la exposición del Misitu,
un toro muy feroz. Ante la expectativa, el Alcalde promete mucha
diversión al subprefecto, pero que éste ante los relatos de la
costumbre de los años anteriores, se siente intranquilo.
Quinto Capítulo:

“El Circular”, se habla de cómo es la llegada de un circular, que era


un oficio advirtiendo sobre la prohibición de corridas de todo de la
manera tradicional de Puquio, a fin de evitar hechos de muerte y
heridos. El Subprefecto, reúne a las autoridades y da a conocer
sobre la prohibición y como alternativa aducía la contratación de
torero profesional de la ciudad de Lima. Ante la noticia los indios
se consternaron y vieron frustrados sus expectativas para el festejo
de las Fiestas Patrias de aquel entonces. Las autoridades netos de
la localidad que ya vivieron las tradicionales costumbres, también
se sintieron inconformes por el mandato. En fin las autoridades
sólo pudieron apaciguar a los indios, que tanto sintieron la
humillación.

Sexto Capitulo,
“La Autoridad”, describe la actitud déspota y tirana del
Subprefecto, quien al ver que de todas formas, la gente creaba
expectativa por los festejos de las Fiestas Patrias, tenía en mente
incluso en hacer desaparecer al pueblo, trataba a la gente como a
salvajes y no humanos. Conversaba con don Pancho, a quien le
manifestaba todo su rechazo y odio.

Séptimo capitulo:

Denominado “Los Serranos”, Se describe acerca de los habitantes


de Lucanas, y en general de la Provincia de Puquio, describe la
migración de muchos lucaninos hacia la capital y el regreso de los
mismo por Fiestas Patrias, en las calles de aquella localidad, los
comuneros daban vivas de su pueblo, de las fiestas, de sus
costumbres, etc. El obispo celebraba las ceremonias en quechua.

Octavo Capítulo:

El Misitu, Se relata acerca de Misitu que en aquel entonces se


había convertido en una leyenda viviente, porque decían que ese
toro no tenía padre ni madre sino que había surgido de un
remolino de las aguas de Torkok’ocha, el cual era difundido a nivel
de esa región (Puquio, Coracora, Querobamba, Pampa Cangallo,
Andahuaylas hasta Chalhuanca). Después de varios intentos y
decisiones, uno de los Mayordomos, don Julían hizo el pago al
Auki (Espíritu de los cerros, semidios), persiguió al toro, sin poder
lograrlo en el primer intento. Don Julián terminó por regalarles el
Misitu a los K’ayau y K’oñañi.
Noveno Capítulo:

“La Víspera” se describe la acción del Subprefecto junto con sus


allegados, algunas autoridades de la localidad para hacer cumplir
el circular. Pero don Julián desafió la decisión del Subprefecto, de
modo que los preparativos para la corrida continuaron. Ya los
habitantes de K’ayau y Pichk’achuri alistaban las últimas cosas e
incrementaban su rivalidad para el día de la corrida. Los muros se
hicieron solo bajo a fin de que todos tengan la oportunidad de
observar.

Decimo Capítulo:

“Auki”, relata acerca de la relación y la veneración que tienen los


hombres de la localidad de Puquio hacia los espíritus de los cerros,
en este caso habla de Auki K’arhuarasu. Las ofrendas que realizan
los K’ayau por medio del brujo del pueblo. Después de varios
procesos y por mandato del brujo, a quien dice que el Auki, le
había dicho en el corazón que llevaran al Misitu a la Plaza de la
Corrida para la fiesta, lograron agarrar al Misitu y llevaron hacia el
lugar de la fiesta en Puquio.

Onceavo Capitulo:

“Yawar Fiesta”, el autor relata acerca del evento que se lleva acabo
en la Plaza K’ayau, donde las autoridades trataron de cambiar la
tradición, contratando a un torero de Lima para la fiesta. El día de
la corrida, aparecieron una multitud inmensa, de todos los
alrededores del Capital de la Provincia de Puquio, para ver el nuevo
auque rechazado evento organizado por los principales y el
Subprefecto con rasgos de toreo costeño. Al ingresar el Misitu en la
Plaza, ingresó el torero Ibarito, quien ante la música de los indios
con el Wakawak’ra y la canción de las mujeres, sintió inseguridad.
Los primeros momentos, capeó bien, luego el toro buscó el cuerpo
del torero y trató de arrollarlo, pero pudo escapar y esconderse en
los escondederos. En vista que el torero no se atrevía retornar a la
Plaza, ingresaron los toreros indios, emborrachados Wallpa,
Tobías, “Honrao” y K’encho y capearon una y otra vez. El torero
principal fue Wallpa, quien luego de una y otra capeada, es
arrollado por el toro, que incrustó uno de sus cuerno en el ingle de
Wallpa. El Varayo’k, Alcalde de K’ayau, alcanza un cartucho de
dinamitas al Raura. Al final el toro fue mortalmente herido por la
dinamita y Wallpa sangraba en borbotones por la pierna que se
veía regado por todo el suelo. El alcalde dijo al Subprefecto: Esta es
nuestra fiesta y así es.

21. RESUMEN DE LA OBRA

Comienza unos meses antes de la gran Yawar Fiesta (fiesta


sangrienta), en la ciudad de Puquio, donde el subprefecto y el
alcalde Antenor comienzan a preparar esta gran actividad que
mayormente incluye a casi toda la población, donde muchas
personas mueren y salen heridas debido a los feroces toros que se
presentan; a medida que se va planeando, aparecen una gran
cantidad de personajes, tales como Don Julián, Demetrio, el
Sargento, Pancho Jiménez, etc., a unos cuantos días antes de
Yawar Fiesta llega un comunicado del gobierno donde pide que se
cancele la actividad debido a la cantidad de muerte y sangre que
habría en las calles, intentando rechazar esto, se reúne el
subprefecto, el Sargento y Pancho Jiménez, para conversar del
tema y ver que se puede hacer al respecto, quedan en seguir con la
planificación, aunque Pancho estaba en desacuerdo, Pancho era
servidor de Don Julián, por eso el subprefecto le pide al Sargento
que lo mate, pero este se niega. 

A medida que pasa el tiempo se sigue planificando, Don Julián fue


a buscar a Misitu, su gran toro, este era muy feroz, sangriento y
despiadado pero estaba un poco viejo, sin embargo todo el pueblo
le tenía miedo debido a las antiguas corridas y mitos que decían
sobre él, Julián va acompañado de sus sirvientes y de Fermín su
mayordomo, por el miedo que se sentían los indios Julián se
enfadado mucho y sacaba su revólver constantemente para
asustarlos. Un día al llegar a los montes encuentran a Misitu,
todos se asustaron y huyeron por tan grande bestia, excepto Julián
que intento atacarlo en vano con su lazo, enfadado Julián por la
cobardía de sus súbditos descarga su ira con Fermín al matar a su
caballo y haciéndolo caer de él. Con tantos esfuerzos en vano
Julián decide regalar su toro a otro Ayllu que querían a la bestia
para asustar a los indígenas. Mientras tanto en Lucanas se estaba
eligiendo al presidente y a los regidores del “Centro Lucanas”,
saliendo elegido Escobar, un estudiante. 

Furioso el subprefecto con Julián al vender al toro, reúne a Julián,


el alcalde Antenor, al sargento, a Don Jesús y a Don Pancho;
Julián cansado de las reclamaciones que le hacía el subprefecto de
va. Los que quedaron acordaron reunir dinero para contratar a un
torero experto de Lima para Yawar Fiesta, y otras cosas mas, luego
de salir, Jesús se limita de dar dinero y se va. 
Hay una junta de dieciséis varayok´s, debido a otra carta del
gobierno para cancelar Yawar Fiesta, logran hacer aceptar al
gobierno para continuar con la actividad programada para el 28 de
Julio. 
Julián va a pedir a su toro al ayllu al que lo vendió para Yawar
Fiesta y lo consigue, también llega el torero Ibarito II, el Vicario
manda a construir el estrado y las gradería para la gente, ya todo
listo para Yawar Fiesta solo faltaba domar al gran toro para
llevarlo, lo ataron con varios lazos y lo comenzaron a arrastrar
hasta el estrado que estaba muy lejos. 
Comenzó la fiesta en Puquio y estaban reunidos, Don Jesús,
Escobar, Don Julián, el subprefecto, el alcalde Antenor, el sargento
y Pancho Jiménez, toda la gente estaba alborotada por entrar a ver
el gran espectáculo, de lejos se comenzaba a ver al gran toro que lo
acercaban arrastrándolo por el camino, luego de un resbalón del
Vicario el chofer Martínez decidió jalar al toro ya que los indios que
lo jalaban estaban débiles y les dolían las manos por todo el
forcejeo del animal, ya en el estrado el gran toro entra ante el
torero Ibarito, comenzó el gran Yawar Fiesta, el toro se arremete
contra el torero y por la fuerza y la astucia de la bestia clava sus
grandes astas en la ingle del torero, los demás intentaron calmar al
toro, y en un momento un gran estallido en el pecho del animal lo
deja moribundo y muerto en medio de todo el público que lo
observaba, el alcalde le dice en el oído al subprefecto-¿Ya ve
subprefecto?, esto si es un Yawar Punchay. 

22.- BIOGRAFIA DEL AUTOR

José María Arguedas Altamirano, nació el 18 de


enero de 1911 en la ciudad de Andahuaylas, provincia de
Andahuaylas, departamento de Apurímac, en la sierra sur del Perú
Era hijo de Víctor Manuel Arguedas Arellano, un abogado cuzqueño
que ejercía de Juez en diversos pueblos, y de Victoria Altamirano
Navarro, perteneciente a una acaudalada familia de Andahuaylas.
Cuando tenía dos años y medio de edad, falleció su madre, víctima
de "cólicos hepáticos"; pasó entonces a vivir a la casa de su abuela
paterna, Teresa Arellano, en la ciudad de Andahuaylas.
En 1915, su padre al ser nombrado Juez de primera instancia de
la provincia de Lucanas (departamento de Ayacucho), se trasladó
a dicha sede, donde poco después se casó con una rica hacendada
de San Juan de Lucanas, Grimanesa Arangoitia Iturbe viuda de
Pacheco (1917). El pequeño José María viajó entonces a Lucanas,
para reunirse con su madrastra; el viaje fue todo un acontecimiento
para él, como lo recordaría siempre. La familia se instaló en Puquio,
la capital de la provincia. José María y su hermano Arístides, dos
años mayor que él, fueron matriculados en una escuela particular.
Al año siguiente, 1918, los dos hermanos continuaron sus estudios
en San Juan de Lucanas, viviendo en la casa de la madrastra.
En 1919, Arístides fue enviado a estudiar a Lima y José María
continuó viviendo con la madrastra.
En 1920, tras la ascensión al poder de Augusto B. Leguía, el padre
de José María, que era del partido contrario (pardista), fue removido
de su cargo de Juez y tuvo que retornar a su profesión
de abogado litigante y viajero, trajinar que solo le permitía hacer
visitas esporádicas a su familia. Esta etapa de la vida del niño José
María estuvo marcada por la difícil relación que sostuvo con su
madrastra y con su hermanastro Pablo Pacheco. Aquella sentía por
su hijastro un evidente desprecio, y constantemente lo mandaba a
convivir con los criados indígenas de la hacienda, de la cual solo lo
recogía a la llegada de su padre, tal como lo ha relatado Arguedas
en el primer encuentro de narradores realizado en Arequipa en
1965. Por su parte el hermanastro lo maltrataba física y
psicológicamente e incluso en una ocasión le obligó a presenciar la
violación de una de sus tías, que era a la vez la mamá de uno de
sus compañeritos de escuela (los escoleros mencionados en varios
de sus cuentos). Al parecer, esa fue solo una de las tantas escenas
sexuales que fue obligado a presenciar, ya que el hermanastro tenía
muchas amantes en el pueblo. La figura de este hermanastro habría
de perdurar en su obra literaria personificando al gamonal abusivo,
cruel y lujurioso. Sobre aquel personaje diría Arguedas
posteriormente:
Cuando llegó mi hermanastro de vacaciones, ocurrió algo
verdaderamente terrible (...) Desde el primer momento yo le caí muy
mal porque este sujeto era de facciones indígenas y yo de muchacho
tenía el pelo un poco castaño y era blanco en comparación con él.
(...) Yo fui relegado a la cocina (...) quedaba obligado a hacer
algunas labores domésticas; a cuidar los becerros, a traerle el
caballo, como mozo. (...) Era un criminal, de esos clásicos. Trataba
muy mal a los indios, y esto sí me dolía mucho y lo llegué a odiar
como lo odiaban todos los indios. Era un gamonal.
Algunos, sin embargo, consideran que el supuesto maltrato de la
madrastra fue una ficción; entre ellos el mismo Arístides.
A mediados de julio de 1921 José María se escapó de la casa de
la madrastra junto con su hermano Arístides, que había retornado
de Lima; ambos fueron a la hacienda Biseca, propiedad de su tío
Manuel Perea Arellano, situada a 8 km de San Juan de Lucanas.
Allí vivió durante dos años, en ausencia del padre, conviviendo con
los campesinos indios a quienes ayudaban en las faenas agrícolas.
De dos campesinos guardaría un especial recuerdo: don Felipe
Maywa y don Víctor Pusa. Para José María fueron los años más
felices de su vida.
En 1923 abandonó su retiro al ser recogido por su padre, a quien
acompañó en sus frecuentes viajes laborales, conociendo más de
200 pueblos. Pasaron por Huamanga, Cuzco y Abancay. En esta
última ciudad ingresó como interno en el Colegio Miguel Grau de
los Padres Mercedarios, cursando el quinto y sexto grado de
primaria, entre 1924 y 1925, mientras su padre continuaba su
vida itinerante y su hermano Arístides seguía su educación en Lima.
Esta etapa de su vida quedó conmovedoramente plasmada en su
obra maestra, Los ríos profundos:
Mi padre no pudo encontrar nunca dónde fijar su residencia; fue un
abogado de provincias, inestable y errante. Con él conocí más de
doscientos pueblos. (...) Pero mi padre decidía irse de un pueblo a
otro cuando las montañas, los caminos, los campos de juego, el
lugar donde duermen los pájaros, cuando los detalles del pueblo
empezaban a formar parte de la memoria. (...) Hasta un día en que
mi padre me confesó, con ademán aparentemente más enérgico que
otras veces, que nuestro peregrinaje terminaría en Abancay. (...)
Cruzábamos el Apurímac, y en los ojos azules e inocentes de mi
padre vi la expresión característica que tenían cuando el desaliento
le hacía concebir la decisión de nuevos viajes. (...) Yo estaba
matriculado en el Colegio y dormía en el internado. Comprendí que
mi padre se marcharía. Después de varios años de haber viajado
juntos, yo debía quedarme; y él se iría solo.
En el verano de 1925, cuando se hallaba de visita en la hacienda
Karkequi, en los valles del Apurímac sufrió un accidente con la
rueda de un trapiche, de resultas del cual perdió dos dedos de la
mano derecha y se le atrofiaron los dedos restantes. Se dice que
atribuyó el hecho a un castigo sobrenatural por practicar
la masturbación.
En 1926, junto con su hermano Arístides empezó sus estudios
secundarios en el colegio San Luis Gonzaga de Ica, en la desértica
costa peruana, hecho que marcó su alejamiento del ambiente
serrano que había moldeado hasta entonces su infancia, pues hasta
entonces había visitado la costa solo de manera esporádica. Cursó
allí hasta el segundo año de secundaria y sufrió en carne propia el
desprecio de los costeños hacia los serranos, tanto de parte de sus
profesores como de los mismos alumnos. Se enamoró intensamente
de una muchacha iqueña llamada Pompeya, a quien le dedicó
unos acrósticos, pero ella lo rechazó diciéndole que no quería tener
amores con serranos. Él se vengó llegando a ser el primero de la
clase en todos los cursos, derrumbando así la creencia de la
incapacidad intelectual del hombre andino.
En 1928 reanudó su vida trashumante otra vez en la sierra,
siempre junto a su padre. Vivió entre Pampas y Huancayo; en
esta última ciudad cursó el tercero de secundaria, en el colegio
Santa Isabel. Fue allí donde se inició formalmente como escritor al
colaborar en la revista estudiantil Antorcha; se dice también que
por entonces escribió una novela de 600 páginas, que tiempo
después le arrebataría la policía, pero de la que no ha quedado
huella alguna.
Cursó sus dos últimos años de secundaria (1929-1930) en el Colegio
Nuestra Señora de La Merced, de Lima, casi sin asistir a clases
pues viajaba con frecuencia a Yauyos para estar al lado de su
padre, que se hallaba agobiado por la estrechez económica. Aprobó
los exámenes finales, terminando así sus estudios escolares
prácticamente estudiando sin maestro.
En 1931, ya con 20 años de edad, se estableció permanentemente
en Lima e ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos. Allí, contra lo que esperaba, fue
recibido con cordialidad y respeto por sus condiscípulos, entre los
que se contaban los futuros filósofos Luis Felipe Al arco y Carlos
Cueto Fernandino, y los poetas Emilio Adolfo Westphalen y Luis
Fabio Xammar. A raíz del fallecimiento de su padre, ocurrido el año
siguiente, se vio forzado a ganarse la vida entrando a trabajar como
auxiliar en la Administración de Correos. Era apenas un puesto de
portapliegos, pero los 180 soles mensuales de sueldo aliviaron sus
necesidades económicas a lo largo de cinco años.
En 1933 publicó su primer cuento, «Warma kuyay», publicado en la
revista Signo. En 1935publicó Agua, su primer libro de cuentos,
que obtuvo el segundo premio de la Revista Americana de Buenos
Aires y que inauguró una nueva época en la historia
del indigenismoliterario.9 En 1936 fundó con Augusto Tamayo
Vargas, Alberto Tauro del Pino y otros, la revista Palabra, en
cuyas páginas se ve reflejada la ideología propugnada por José
Carlos Mariátegui.
En 1937 fue apresado por participar en las protestas estudiantiles
contra la visita del general italiano Camarotta, jefe de una misión
policial de la Italia fascista. Eran los días de la dictadura
de Óscar R. Benavides. Fue trasladado al penal «El Sexto»
de Lima, donde permaneció 8 meses en prisión, episodio que
tiempo después evocó en la novela del mismo nombre. Pero a pesar
de simpatizar con el ideario comunista, nunca participó activamente
en la política militante. Estando en prisión, se dio tiempo para
traducir muchas canciones quechuas que aparecieron en su
segundo libro publicado: Canto quecha (1938).
Perdido su trabajo en el Correo y lograda su Licenciatura de
Literatura en San Marcos, Arguedas inició su carrera docente en el
Colegio Nacional «Mateo Pumacahua» de Sicuani, en
el departamento de Cuzco, como profesor de Castellano y Geografía
y con el sueldo de 200 soles mensuales (1939-1941). Allí, junto con
sus alumnos, llevó a cabo un trabajo de recopilación del folclor local.
Descubrió entonces su vocación de etnólogo. Paralelamente contrajo
matrimonio con Celia Bustamante Vernal, el 30 de junio de 1939,
quien junto con su hermana Alicia era promotora de la Peña Cultural
«Pancho Fierro», un legendario centro de reunión de artistas e
intelectuales en Lima.
En 1941 publicó Yawar Fiesta, su tercer libro y
primera novela a la vez. Entre octubre de 1941 y noviembre
de 1942 fue agregado al Ministerio de Educación para colaborar
en la reforma de los planes de estudios secundarios. Tras
representar al profesorado peruano en el Congreso Indigenista
Interamericano de Pátzcuaro (1942), reasumió su labor de profesor
de castellano en los colegios nacionales «Alfonso Ugarte»,«Nuestra
Señora de Guadalupe» y «Mariano Melgar» de Lima. En esos años
publicó también en la prensa muchos artículos de divulgación
folclórica y etnográfica sobre el mundo andino.
En 1944 presentó un episodio depresivo caracterizado por
decaimiento, fatiga, insomnio, ansiedad y probablemente crisis de
angustia, por lo cual pidió licencia repetidas veces en su centro de
labor docente, hasta 1945. Este episodio lo describió en sus cartas a
su hermano Arístides y brevemente en sus diarios insertados en su
novela póstuma El zorro de arriba y el zorro de abajo; en una de
esas cartas (con fecha 23 de julio de 1945) dijo:
Yo sigo mal. Van tres años que mi vida es una alternativa de
relativo alivio y de días y noches en que parece que ya voy a
terminar. No leo, apenas escribo; cualquier preocupación intensa me
abate totalmente. Sólo con un descanso prolongado, en condiciones
especiales, podría quizá, según los médicos, curar hasta recuperar
mucho mi salud. Pero eso es imposible.
Se recuperó, pero eventualmente tendría otras recaídas posteriores.
Según atestigua César Lévano, en esta época Arguedas estuvo muy
cerca de los comunistas, a quienes apoyó en diversas labores, como
en la de capacitación a círculos obreros. 11 Los apristas lo acusaron
de ser un “conocido militante comunista”, acusación que sin duda
tuvo mucho eco pues a fines de 1948 la recién instalada dictadura
de Manuel A. Odría declaró a Arguedas “excedente”, cesándolo de
su puesto de profesor en el colegio Mariano Melgar. Al año siguiente
se inscribió en el Instituto de Etnología de San Marcos y reanudó su
labor intelectual. Ese mismo año publicó Canciones y cuentos del
pueblo quechua. En los años siguientes continuó ejerciendo diversos
cargos en instituciones oficiales encargadas de conservar y
promover la cultura.
En marzo de 1947 fue nombrado Conservador General de Folklore
del Ministerio de Educación, para luego ser promovido a Jefe de la
Sección Folklore, Bellas Artes y Despacho del mismo Ministerio
(1950-1952). Llevó a cabo importantes iniciativas orientadas a
estudiar la cultura popular en todo el país. Por su gestión directa,
Jacinto Palacios, el gran trovador andino, grabó el primer disco de
música andina en1948. Los teatros Municipal y Segura abrieron
sus puertas al arte andino.
Entre 1950 y 1953 dictó cursos de Etnología y quechua en el
Instituto Pedagógico Nacional de Varones. En 1951 viajó a La Paz,
Bolivia, para participar en una reunión de la OIT (Organización
Internacional del Trabajo). En 1952 hizo un largo viaje con su
esposa Celia por la región central andina, recopilando material
folclórico, que publicó con el título de Cuentos mágico-realistas y
canciones de fiestas tradicionales del valle de Mantaro, provincias
de Jauja y Concepción. En 1953 fue nombrado Director del
Instituto de Estudios Etnológicos del hoy Museo Nacional de la
Cultura Peruana, cargo en el que permaneció durante diez años;
simultáneamente dirigió la revista Folklore Americano (órgano del
Comité Interamericano de Folklore, del que era secretario).
En 1954 publicó la novela corta Diamantes y pedernales,
conjuntamente con una reedición de los cuentos de Agua, a las que
sumó el cuento Oro vilca. Habían pasado unos 13 años desde que
no publicaba un libro de creación literaria; a partir de entonces
retomó de manera sostenida tal labor creativa, hasta su muerte.
Pero su retorno a la literatura no lo apartó de la etnología.
En 1955 su cuento «La muerte de los Arango» obtuvo el primer
premio del Concurso Latinoamericano de Cuento organizado en
México.
A fin de complementar su formación profesional, se especializó en
la Universidad de San Marcos en Etnología, de la que optó el
grado de Bachiller el (20 de diciembre de 1957) con su tesis «La
evolución de las comunidades indígenas», trabajo que obtuvo el
Premio Nacional Fomento a la Cultura Javier Prado 1958. Por
entonces realizó su primer viaje por Europa, becado por
la UNESCO, para efectuar estudios diversos, tanto
en España como en Francia. Durante el tiempo que permaneció
en España, Arguedas hizo investigaciones entre las comunidades
de la provincia de Zamora, buscando las raíces hispanas de la
cultura andina, que le dieron material para su tesis doctoral: «Las
Comunidades de España y del Perú», con la que se graduó el 5 de
julio de 1963.
En 1958 publicó Los ríos profundos, novela autobiográfica, por la
cual recibió en 1959 el Premio Nacional de Fomento a la Cultura
«Ricardo Palma». Esta novela ha sido considerada como su obra
maestra. Por entonces empezó a ejercer como catedrático de
Etnología en la Universidad (de 1958 a 1968). De la misma
disciplina fue también profesor en la Universidad Nacional Agraria
La Molina (de1962 a 1969).
En 1961 publicó su novela El Sexto, por la cual se le concedió,
por segunda vez, el Premio Nacional de Fomento a la Cultura
«Ricardo Palma» (1962). Dicha obra es un relato novelado de su
experiencia carcelaria en el famoso penal situado en el centro de
Lima, que sería clausurado en 1986.
En 1962 editó su cuento La agonía de Rasu Ñiti. Viajó en ese
mismo año a Berlín Occidental (Alemania), donde se llevó a cabo el
primer coloquio de escritores iberoamericanos, organizado por la
revista Humboldt.
En 1963 fue nombrado Director de la Casa de la Cultura del Perú,
donde llevó a cabo una importante labor profesional; sin embargo,
renunció al año siguiente, como gesto de solidaridad para con el
presidente de la Comisión Nacional de Cultura.
En 1964 publicó su obra más ambiciosa: Todas las sangres,
novela de gran consistencia narrativa, en la que el escritor quiso
mostrar toda la variedad de tipos humanos que conforman el Perú y
a la vez los conflictos determinados por los cambios que origina en
las poblaciones andinas el progreso contemporáneo. Sin embargo,
esta novela fue criticada severamente durante una mesa redonda
organizada por el Instituto de Estudios peruanos el día 23 de
junio de 1965, aduciéndose que era una versión distorsionada de
la sociedad peruana. Estas críticas fueron devastadoras para
Arguedas, quien aquella misma noche escribió estas líneas
desgarradoras:
Uno de los críticos desaforados de la obra arguediana era el
escritor Sebastián Salazar Bondi. Según la interpretación de
algunos, esas críticas fueron uno de los tantos eslabones que se
sumaron a alimentar la depresión de Arguedas, que lo llevaría a su
primer intento de suicidio al año siguiente
No obstante, su labor intelectual siguió recibiendo reconocimientos
oficiales. En ese mismo año de 1964 su labor de docente mereció el
otorgamiento de las «Palmas Magisteriales» en grado de
Comendador y una Resolución Suprema firmada por el
presidente Fernando Belaúnde Terry dándole las «gracias por los
servicios prestados a favor de la cultura nacional». Fue nombrado
también Director del Museo Nacional de Historia, cargo que ejerció
hasta 1966.
En 1965 Arguedas inició su divorcio de Celia a la vez que
entablaba una nueva relación con una dama chilena, Sibila
Arredondo, con quien se casó en 1967, una vez fallada la sentencia
de divorcio. Sibila lo acompañó hasta el final de su vida; décadas
después, estuvo presa en el Perú acusada de tener vínculos con el
grupo terrorista Sendero Luminoso y tras ser liberada volvió a su
país en el 2002.
Ese mismo año de 1965 Arguedas hizo numerosos viajes al
extranjero y al interior del Perú. En enero estuvo en Génova, en un
congreso de escritores, y en abril y mayo pasó dos meses, invitado
por el Departamento de Estado, recurriendo universidades
norteamericanas (en Washington, California e Indiana). De
regresó a Perú, visitó Panamá. En junio asistió al primer Encuentro
de Narradores Peruanos, realizado en Arequipa, donde sostuvo una
polémica con Sebastián Salazar Bondi quien días después falleció
víctima de una cirrosis hepática congénita. En septiembre y octubre
estuvo en Francia. Pero se dio tiempo para publicar, en edición
bilingüe, su cuento El sueño del pongo.
En 1966 hizo tres viajes a Chile (en enero, por diez días, en julio,
por cuatro y en septiembre por dos) y asistió, en Argentina, a un
congreso de interamericanitas, luego del cual visitó Uruguay por
dos semanas. Ese mismo año publicó su traducción al español de la
crónica Dioses y Hombres de Huarochirí del doctrinero hispano
peruano Francisco de Ávila.
La depresión de Arguedas hizo crisis en 1966, llevándolo a un
primer intento de suicidio por sobredosis de barbitúricos el 11 de
abril de aquel año. Desde algunos años atrás, el escritor venía
recibiendo múltiples tratamientos psiquiátricos, describiendo sus
padecimientos en sus escritos:
Yo estoy sumamente preocupado con mi pobre salud. (...) He vuelto
fatigosísimo, sin poder dormir y angustiado. Tengo que ir a donde el
médico nuevamente; aunque estos caballeros nunca llegan a
entender bien lo que uno sufre ni las causas. Lo malo es que esto me
viene desde mi infancia (carta a John Murra, 28 de
abril de 1961).
Un poco por miedo otro poco porque se me necesitaba o creo que se
me necesitaba he sobrevivido hasta hoy y será hasta el lunes o
martes. Temo que el Seconal no me haga el efecto deseado. Pero
creo que ya nada puedo hacer. Hoy me siento más aniquilado y
quienes viven junto a mí no lo creen o acaso sea más psíquico que
orgánico. Da lo mismo. (...) Tengo 55 años. He vivido bastante más
de lo que creí (carta a Arístides Arguedas, 10 de abril de 1966).
A partir del intento de suicidio, su vida ya no volvió a ser la misma.
Se aisló de sus amigos y renunció a todos los cargos públicos que
ejercía en el Ministerio de Educación, con el propósito de dedicarse
solamente a sus cátedras en la Universidad Agraria y en la de San
Marcos. Para tratar su mal se puso en contacto con la psiquiatra
chilena Lola Hoffman, quien le recomendó, a manera de
tratamiento, que continuara escribiendo. De este modo publicó otro
libro de cuentos: Amor mundo (en ediciones simultáneas en
Montevideo y en Lima, en1967), y trabajó en la que sería su obra
póstuma: El zorro de arriba y el zorro de abajo.
En 1967 dejó su magisterio en la Universidad de San Marcos, y,
casi simultáneamente, fue elegido jefe del departamento de
Sociología de la Universidad, a la cual se consagró a tiempo
completo. Continuó su afiebrado ritmo de viajes. En febrero estuvo
en Puno, presidiendo un concurso folclórico con motivo de la fiesta
de la Candelaria. En marzo pasó 15 días en México, con motivo del
Segundo Congreso Latinoamericano de Escritores, en Guadalajara,
y ocho días en Chile, en otro certamen literario. A fines de julio viajó
a Austria, para una reunión de antropología, y en noviembre estaba
de nuevo en Santiago de Chile, trabajando en su novela de
los zorros.
En 1968 le fue otorgado el premio «Inca Garcilaso de la Vega», por
haber sido considerada su obra como una contribución al arte y a
las letras del Perú. En esa ocasión pronunció su famoso discurso:
«No soy un adulterado». Del 14 de enero al 22 de febrero de ese
año estuvo en Cuba, con Sibila, como jurado del Premio Casa de
las Américas. Ese mismo año y el siguiente tuvo su amarga
polémica con el escritor argentino Julio Cortázar, y viajó varias
veces a Chimbote, a fin de documentar su última novela.
A principios de 1969 hizo su último viaje a Chimbote. Ese mismo
año hizo tres viajes a Chile, el último de los ellos por cerca de cinco
meses, de abril a octubre. Por entonces se agudizaron nuevamente
sus dolencias psíquicas y renació la idea del suicidio, tal como lo
atestiguan sus diarios insertos en su novela póstuma:
Yo no voy a sobrevivir al libro. Como estoy seguro que mis
facultades y armas de creador, profesor, estudioso e incitador, se
han debilitado hasta quedar casi nulas y sólo me quedan las que
me relegarían a la condición de espectador pasivo e impotente de la
formidable lucha que la humanidad está librando en el Perú y en
todas partes, no me sería posible tolerar ese destino. O actor, como
he sido desde que ingresé a la escuela secundaria, hace
cuarentitrés años, o nada. (Epílogo, 29 de agosto de1969).
Finalmente renunció a su cargo en la Universidad Agraria y el 28
de noviembre de 1969 se encerró en el baño de dicha universidad
y se disparó un tiro en la cabeza, a causa del cual murió, después
de pasar cinco días de penosa agonía (2 de diciembre de 1969). El
mismo día del disparo fatal, le había escrito lo siguiente a su esposa
Sibila:
¡Perdóname! Desde 1943 me han visto muchos médicos peruanos, y
desde el 62, Lola, de Santiago. Y antes también padecí mucho con
los insomnios y decaimientos. Pero ahora, en estos meses últimos,
tú lo sabes, ya casi no puedo leer; no me es posible escribir sino a
saltos, con temor. No puedo dictar clases porque me fatigo. No puedo
subir a la Sierra porque me causa trastornos. Y sabes que luchar y
contribuir es para mí la vida. No hacer nada es peor que la muerte, y
tú has de comprender y, finalmente, aprobar lo que hago.
El día de su entierro, tal como el escritor había pedido en su diario,
el músico andino Máximo Damián tocó el violín ante su féretro,
acompañado por el arpista Luciano Chiera y los danzantes de tijera
Gerardo y Zacarías Chiera, y luego pronunció un breve discurso, en
palabras que transmitieron el sentimiento del pueblo indígena, que
lamentó profundamente su partida.
Sus restos fueron enterrados en el Cementerio El Ángel. En junio del
2004 fue exhumado y trasladado a Andahuaylas, el lugar donde
nació.
El mismo año en que suicidó, Arguedas dijo en una entrevista
concedida a Ariel Dorfman para la revista Trilce: "Entiendo y he
asimilado la cultura llamada occidental hasta un grado
relativamente alto; admiro a Bach y a Prokofiev, a Shakespeare,
Sófocles y Rimbaud, a Camus y Eliot, pero más plenamente gozo con
las canciones tradicionales de mi pueblo; puedo cantar, con la
pureza auténtica de un indio chanca, un harawi de cosecha. ¿Qué
soy? Un hombre civilizado que no ha dejado de ser, en la médula
un Indígena del Perú; indígena, no indio. Y así, he caminado por
las calles de París y de Roma, de Berlín y de Buenos Aires. Y
quienes me oyeron cantar, han escuchado melodías absolutamente
desconocidas, de gran belleza y con un mensaje original. La
barbarie es una palabra que inventaron los europeos cuando
estaban muy seguros de que ellos eran superiores a los hombres de
otras Razas y de otros continentes 'recién descubiertos'."
La producción intelectual de Arguedas es bastante amplia y
comprende unos 400 escritos, entre creaciones literarias (novelas y
cuentos), traducciones de poesías y cuentos quechuas al español,
trabajos monográficos, ensayos y artículos sobre el idioma quechua,
la mitología prehispánica, el folclore y la educación popular, entre
otros aspectos de la cultura peruana. La circunstancia especial de
haberse educado dentro de dos tradiciones culturales, la occidental
y la indígena, unido a una delicada sensibilidad, le permitieron
comprender y describir como ningún otro intelectual peruano la
compleja realidad del indio nativo, con la que se identificó de una
manera intensa. En Arguedas, la labor del literato y del etnólogo no
está nunca totalmente disociada; incluso, en sus estudios más
académicos encontramos el mismo lenguaje lírico que en sus
narraciones.
La importancia fundamental de este escritor ha sido reconocida por
críticos y colegas peruanos suyos como Mario Vargas Llosa, quien
llegó a dedicarle a su obra el libro de ensayos titulado "La utopía
arcaica". También Alfredo Bryce Echenique ha colocado las obras
de Arguedas entre los libros de su vida. Con el paso de los años, la
obra de Arguedas ha venido cobrando mayor relieve, pese a que
todavía es poco conocido fuera del Perú.
Aunque no fue diestro en el manejo de las técnicas narrativas
modernas, su literatura (basada especialmente en las descripciones)
supo comunicar con gran intensidad la esencia de la cultura y el
paisaje andinos.
A continuación, una lista de sus creaciones literarias en prosa:
 1935 - Agua. Colección de cuentos integrada por: Agua, Los
escoleros y Warma kuyay. Segundo premio en el concurso
internacional promovido por la Revista Americana de Buenos Aires.
Traducida al ruso, alemán, francés e inglés por La Literatura
Internacional, de Moscú.
 1941 - Yawar Fiesta. Novela. Revisada en 1958.
 1954 - Diamantes y pedernales. Novela, conjuntamente con una
reedición del libro Agua y el cuento «Oro vilca».
 1955 - «La muerte de los Arango». Cuento. Primer premio del
Concurso Latinoamericano de Cuento en México.
 1958 - Los ríos profundos. Novela. Premio Nacional de Fomento a
la Cultura Ricardo Palma en 1959. Fue reeditada en 1978 por la
Biblioteca Ayacucho de Caracas con prólogo de Mario Vargas Llosa.
 1961 - El Sexto. Novela. Premio Nacional de Fomento a la Cultura
Ricardo Palma en 1962.
 1962 - La agonía de Rasu Ñiti. Cuento.
 1964 - Todas las sangres. Novela.
 1965 - El sueño del pongo. Cuento, en edición bilingüe (castellano-
quechua).
 1967 - Amor mundo. Colección de cuatro cuentos de tema erótico:
«El horno viejo», «La huerta», «El ayla» y «Don Antonio». 18
 1971 - El zorro de arriba y el zorro de abajo. Novela que dejó
inconclusa y que fue publicada póstumamente.
 Recopilaciones póstumas:
 1972 - El forastero y otros cuentos (Montevideo, Sandino).
Contiene «El barranco», «Oro vilca», «Hijo solo» y «El forastero».
 1972 - Páginas escogidas (Lima, Editorial Universo S.A.).
Selección de la obra de Arguedas, editada por Emilio Adolfo
Westphalen.
 1973 - Cuentos olvidados (Lima, Ediciones Imágenes y Letras).
Compilación de cuentos perdidos en periódicos y revistas de los
años 1934 y 1935.
 1974 - Relatos completos (Buenos Aires, Editorial Losada).
Contiene los siguientes importantes relatos: «Agua», «Los escoleros»,
«Warma kuyay», «El barranco», Diamantes y pedernales, «Oro vilca»,
«La muerte de los Arango», «Hijo solo», La agonía de Rasu Ñiti, El
sueño del pongo, «El horno viejo», «La huerta», «El ayla» y «Don
Antonio».
Escritos primero en quechua, y luego traducidos al español por el
mismo autor, los poemas de Arguedas asumen conscientemente la
tradición de la poesía quechua, antigua y moderna, convalidan la
visión del mundo que la anima, revitalizando sus mitos esenciales y
condensan en un solo movimiento la protesta social y la
reivindicación cultural.
 1962 - Túpac Amaru Kamaq taytanchisman. Haylli-taki. A nuestro
padre creador Túpac Amaru. Himno-canción.
 1966 - Oda al jet.
 1969 - Qollana Vietnam Llaqtaman / Al pueblo excelso de
Vietnam.
 1972 – Katatay y otros poemas. Huc jayllikunapas. Poemas en
versiones quechua y española. Publicado póstumamente por Sibila
Arredondo de Arguedas.
 Estos conforman la mayor parte de su producción escrita (solo un
12 % de esta corresponde a su narrativa).
 1938 - Canto quecha. Con un ensayo sobre la capacidad de
creación artística del pueblo indio y mestizo. Edición bilingüe
preparada en la prisión.
 1947 - Mitos, leyendas y cuentos peruanos. Recogidos por los
maestros del país y editados en colaboración con Francisco
Izquierdo Ríos.
 1949 - Canciones y cuentos del pueblo quechua.
 1953 - Cuentos mágico-realistas y canciones de fiestas
tradicionales - Folclor del valle del Mantaro.
 1956 - Puquio, una cultura en proceso de cambio.
 1957 - Estudio etnográfico de la feria de Huancayo.
 1957 - Evolución de las comunidades indígenas. Premio Nacional
Fomento a la Cultura Javier Prado en 1958.
 1958 - El arte popular religioso y la cultura mestiza.
 1961 - Cuentos mágico-religiosos quechuas de Lucana marca.
 1966 - Poesía quechua.
 1966 - Dioses y Hombres de Huarochirí. Hermosa traducción
directa al castellano, de los mitos de la creación del mundo de la
recopilación hecha por el sacerdote cuzqueño Francisco de Ávila a
fines del siglo XVI, en la provincia de Huarochirí.
 1968 - Las comunidades de España y del Perú.
 1975 - Señores e indios - Acerca de la cultura quechua.
Compilación de Ángel Rama.
 1976 - Formación de una cultura nacional
indoamericana. Compilación debida a Ángel Rama y cuyo título
«busca interpretar... una preocupación central de Arguedas».

23.- ILUSTRACIONES DEL AUTOR


ILUSTRACIONES DE LA OBRA

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