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Asociación Mexicana de Tanatología A. C.

CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO
ANTE EL DUELO POR
ABUSO SEXUAL

TESINA

QUE PARA OBTENER EL DIPLOMADO EN

TANATOLOGÍA

PRESENTA:

LIC. PSIC. ELITANIA MARÍN ACOSTA

GENERACIÓN:

2013 - 2014

Asociación Mexicana de Educación Continua y a Distancia A. C.


CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

AGRADECIMIENTOS

A Dios, por ser mi guía, mi escudo y mi fortaleza de cada día.

A la AMTAC, por la oportunidad de poder participar en un diplomado que no sólo forma


tanatólogos o proporciona un aprendizaje sobre la muerte, va más allá con un aprendizaje de
vida.

A cada uno de los profesores de la AMTAC por compartir sus conocimientos.

Al Psic. Ricardo Domínguez Camargo por ser una excelente guía en la realización de la
presente tesina, la cual va acompañada de mucho esfuerzo y orgullo.

A mis padres, gracias a ustedes he llegado aquí y me han dado impulso para seguir adelante
e ir por más.

A mis hermanos: Alejandro y Loreley por mostrarme que con esfuerzo y perseverancia se
logra lo que uno quiere.

A excelentes compañías, amigos y maestros de vida: Anabis, Ángeles, Daniel, Heidi,


Melisa, Rosa, (Lula y Wasa).

A todos, gracias por permitirme formar parte de sus vidas, así como poder aprender y crecer
de manera personal y profesionalmente a su lado.

III
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

DEDICATORIAS

Al ángel que me ha acompañado en cada uno de


mis pasos, que ha disfrutado conmigo cada uno de
mis logros, que ha ayudado a salir de tristezas y que
día a día me muestra su gran fortaleza… más con
cada uno de sus actos me demuestra su gran amor

Mi ángel – Mi mami.

IV
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

INDICE

Justificación 6
Objetivos 7
Introducción 8

Capítulo I. Conociendo el Abuso Sexual 10


- Sexualidad y abuso. 11
- ¿Qué es la Abuso Sexual? 13
- Tipos de Abuso Sexual y Agresores. 15
- Población de riesgo. 18
- Ciclo del abuso sexual. 21

Capítulo II. Después del Abuso Sexual: El duelo. 24


- Síntomas del abuso sexual. 25
- Proceso de victimización psicosocial 27
- Efectos psicosociales de la victimización. 28
- Mecanismos de afrontamiento. 33
- Trastorno Por Estrés Postraumático y abuso sexual. 36
- Duelo por abuso sexual. 39

Capítulo III. Trabajo de duelo por Abuso Sexual a través del Crecimiento 41
Postraumático.
- Crecimiento postraumático. 42
- Factores que favorecen el crecimiento postraumático. 43
- Crecimiento postraumático a través del proceso de lucha. 44
- Los beneficios del crecimiento postraumático. 47

Capítulo IV. Conclusiones 48

Bibliografía 52

V
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

JUSTIFICACIÓN

La Tanatología ofrece un amplio abanico de posibilidades para elaborar y trabajar el proceso de


los diferentes tipos de duelo a personas que se encuentran en fase terminal o con
enfermedades crónico degenerativas, de igual modo lleva a cabo este acompañamiento con las
familias de estos, durante la enfermedad y/o posterior al deceso. No obstante; no se ve limitado
su campo de trabajo a cuestiones alrededor de la muerte. Como lo muestra la Tanatología,
toda perdida implica un duelo.

El abuso sexual que puede presentar un niño o niña, un o una adolescente, mujeres,
hombres, adultos mayores, implica una serie de pérdidas, con las cuales a simple vista el
panorama del dolor puede ser devastador; sin embargo, existen personas que no se quedan
con dicho panorama, existen características de la personalidad, que facilitan o impiden un
desarrollo en el proceso de duelo, más aún, estas características pueden llevar a la persona
hacia un desarrollo o cambio positivo a raíz de esa experiencia traumática que es el abuso
sexual.

Por tal motivo, es que se lleva a cabo la presente tesina, donde los objetivos se
describen a continuación a seguir.

6
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

OBJETIVOS

Objetivo General:

 Mostrar al lector, que el duelo por abuso sexual, no sólo se queda en el aspecto de
dolor y tragedia incontenible, sino que, el ser humano posee una fuerza que le permite ir
más allá, hacia un crecimiento y/o aprendizaje.

Objetivos específicos

 Proporcionar información teórica que permita tener mayor conocimiento y comprensión


del abuso sexual, así como de sus consecuencias.
 Mostrar el abuso sexual desde la perspectiva del duelo.
 Exponer la aportación que ofrece el Crecimiento Postraumático ante el duelo por abuso
sexual.

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CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

INTRODUCCIÓN

El abuso sexual, lleva implícito dos factores, el abuso y la sexualidad, donde la


sexualidad es un rasgo fundamental que posee el ser humano, con el cual cuenta desde el
nacimiento hasta su deceso. De igual modo la sexualidad le permite a las personas el poder
llevar a cabo el pleno desarrollo de hombres y mujeres, la expresión de necesidades humanas,
como el deseo, el contacto con otros, la intimidad, el placer, la expresión emocional, el afecto, y
el amor que en conjunto forman la sexualidad de las personas. La sexualidad es un proceso de
construcción que se conforma a partir de la interacción entre las personas y las estructuras
sociales, donde se involucran distintos condicionamientos, como el género, la edad, la cultura.

Todo este constructo de la sexualidad, se ve mermado por el abuso físico, psicológico


y/o verbal que ejerce otra persona, con la finalidad de obtener un beneficio propio, quedando
de lado las repercusiones que pueda presentar la persona agredida. Siendo el abuso sexual,
los contactos e interacciones entre dos personas, donde uno es el agresor y la otra la víctima,
donde el agresor usa a la otra persona para estimularse sexualmente él mismo, al niño o a
otras personas. El abuso sexual abarca distintos tipos de comportamiento como caricias,
introducción de objetos en vagina o ano, sexo oral, masturbación frente al niño, promover la
prostitución infantil, obligar al niño a presenciar escenas sexuales y penetración vaginal o anal
con el pene. De igual modo el agresor puede satisfacerse, masturbándose en su presencia,
acariciándolo, mostrándole videos pornográficos obligándole a ver relaciones sexuales entre
adultos o efectuar felaciones, penetración anal, bucal, vaginal, de objetos o penetración con los
dedos en ano o vagina.

De este modo se tiene por principio una persona que funge como agresor sexual, del
que se presentan diferentes tipos tales como, los que agreden a niños o niñas, a adolescentes
hombres o mujeres y a mujeres adultas; no obstante al hecho de que cualquier persona es
susceptible de ser abusada sexualmente, los mencionados son los más susceptibles de dicha
agresión. Estos agresores pueden ser desde personas conocidas, como familiares o amigos,
hasta personas totalmente desconocidas.

La persona que es abusada sexualmente presenta una serie de síntomas como vergüenza,
culpa, depresión, irá, entre otros, que pueden llegar a afectar su vida diaria. Así mismo,
presentan un proceso de victimización psicosocial, la cual comprende tres fases de acuerdo al
modelo descriptivo de la fase de crisis (fase de shock emocional, fase de reorganización y fase

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CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

de readaptación). Y este proceso a sus vez genera efectos, como la negación de lo sucedido,
cambios en las creencias, comparación social, procesos de atribución, futuro negativo,
sentimientos negativos, ruptura en la vida cotidiana, perdida de la autoestima, deseos de
autodestrucción y efectos en las funciones psicofisiológicas.

Puesto que el abuso sexual es una experiencia traumática, se puede desarrollar también un
Trastorno por estrés postraumático, donde toda experiencia traumática implica un duelo y como
tal, todo duelo no sólo se refiere a las pérdidas que se viven con respecto a la muerte, toda
experiencia en la cual exista la perdida de algo apreciado, también lleva consigo un duelo.

Siendo así que en el abuso sexual como experiencia traumática de igual modo presenta
un proceso de duelo, y en la cual pueden presentar sus efectos de manera inmediata o a largo
plazo. Dependiendo en la manera en que hagan uso de sus mecanismos o estrategias de
afrontamiento.

Si bien el panorama que se pudiese platear hasta aquí para el abuso sexual, no resulta
alentador, si no por el contario, la psicología positiva va más allá, al estudiar la forma en que las
personas tienen la capacidad para afrontar experiencias traumáticas e incluso extraer un
beneficio de las mismas, es decir el crecimiento postraumático.

Este crecimiento postraumático presenta ciertos factores que favorecen al aprendizaje


tras la experiencia del abuso sexual, así como para cualquier otra situación traumática, un reto
significativo, la espiritualidad, el apoyo social, la apertura a la experiencia, la convivencia con
personas optimistas, la capacidad de llorar y aceptar gradualmente lo sucedido, narrar lo
sucedió, etc.

Con la persona que ha sido abusada sexualmente, como herramienta para el trabajo de
duelo, se le puede proporcionar de manera alternativa el crecimiento postraumático a través de
la lucha con cambios en uno mismo, cambios en las relaciones personales y cambios en la
espiritualidad y en la filosofía de vida. Ofreciendo como beneficios para el trabajo de duelo en el
abuso, el que las personas puedan dirigir su atención hacia nuevas oportunidades, el
fortalecimiento de buenas relaciones, un sentido reforzado de resiliencia, una mayor y más
completa apreciación de la vida y el desarrollo trascendental.

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CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

CAPÍTULO I.

CONOCIENDO EL ABUSO SEXUAL


CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

El abuso sexual sin duda es un tema difícil de abordar, pues el solo hecho de imaginarlo,
genera una sensación desagradable, aún si el mismo lector no lo ha vivido de manera personal;
no obstante el contar con información sobre conceptos básicos, su tipología, el detectar
quienes pueden ser agresores, que población se encuentra en riesgo, así como el ciclo de
abuso que se puede o no presentar, es el inicio para llevar a cabo una adecuada intervención
tanatológica dentro de este ámbito.

Sexualidad y abuso.

Dentro del abuso sexual como forma de comportamiento humano y como su nombre lo dice,
presenta un doble elemento, de abuso y de sexualidad en una misma conducta. Por lo cual
para comprender a lo que se refiere el abuso sexual, se comenzara por definir cada uno de
dichos componentes.

Por principio Se define a la sexualidad (OPS/ OMS, 2013), como un aspecto


fundamental de la vida de las personas. Es un proceso vital que se inicia desde el nacimiento y
se desarrolla durante toda la vida. Esta se encuentra condicionada tanto por factores biológicos
y psicológicos como sociales y culturales. El pleno desarrollo de hombres y mujeres depende
entre otras cosas, de necesidades humanas, como el deseo, el contacto con otros, la intimidad,
el placer, la expresión emocional, el afecto, y el amor que en conjunto forman la sexualidad de
las personas. Dichas necesidades se expresan en sensaciones y emociones integrales, no
siempre fáciles de ser expresadas o descritas.

Así mismo la sexualidad es un proceso de construcción que se conforma a partir de la


interacción entre las personas y las estructuras sociales, donde se involucran distintos
condicionamientos, como el género, la edad, la cultura.

Todo este complejo, denota que la sexualidad es más que un simple coito, la sexualidad
es un proceso integral que influye en la subjetividad de las personas. Este proceso se muestra
a través de los componentes relacionados con la sexualidad (OPS & OMS, 2000):

1. Género: El género es la suma de valores, actitudes, papeles, prácticas o características


culturales basadas en el sexo. El género, tal como ha existido de manera histórica,
transculturalmente y en las sociedades contemporáneas, refleja y perpetua las
relaciones particulares de poder entre el hombre y la mujer.

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CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

2. Identidad de género: Define el grado en que cada persona se define como masculina o
femenina o alguna combinación de ambos. Es el marco de referencia interno construido
a través del tiempo, que permite a los individuos organizar un autoconcepto y a
comportarse socialmente en relación a la percepción de su propio sexo y genero. La
identidad de género determina la forma en que las personas experimentan su género y
contribuye al sentido de identidad, singularidad y pertenencia.
3. Orientación sexual: Es la organización especifica del erotismo y/o el vinculo emocional
de un individuo en relación al género de la pareja involucrada en la actividad sexual, la
orientación sexual puede manifestarse en forma de comportamientos, pensamientos,
fantasías o deseos sexuales o en una combinación de estos elementos.
4. Identidad sexual. Incluye la manera como la persona se identifica como hombre o
mujer o como una combinación de ambos y la orientación sexual de la persona. Es el
marco de referencia interno que se forma con el correr de los años, que permite a un
individuo formular un concepto de si mismo sobre la base de su sexo, género y
orientación sexual y desenvolverse socialmente con forme a la percepción que se tiene
de sus capacidades sexuales.
5. Erotismo: Es la capacidad humana que se tiene de experimentar las respuestas
subjetivas que evocan los fenómenos físicos percibidos como deseo sexual, excitación
sexual y orgasmo, y que por lo general se identifican con placer sexual. El erotismo se
construye tanto a nivel individual como social con significados simbólicos y concretos
que lo vinculan a otros aspectos del ser humano.
6. Vinculo afectivo: Se define como la capacidad de establecer lazos con otros seres
humanos que se construyen y mantienen mediante las emociones. Este vinculo se
establece tanto e el plano personal como en el de la sociedad mediante significados
simbólicos y concretos que lo ligan a otros aspectos del ser humano. El amor
representa una clase particularmente deseable en el vínculo afectivo.

El sexo, de igual modo es parte de la sexualidad;; sin embargo, este se refiere al


conjunto de características biológicas que definen el espectro de humanos como masculino o
femenino, marca la diferencia física y de conducta que distingue a los organismos individuales,
según las funciones que realizan en los procesos de reproducción (OMS; 2009).

El abuso de acuerdo con la Real Academia Española de la Lengua (2001), refiere este
como usar mal, excesiva, injusta, impropia o indebidamente de algo o de alguien.

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CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

Este también se puede clasificar en tres tipos (Walker, 1999):

 Físico. Es cualquier contacto intencional no deseado con el cuerpo de otra


persona, causado por el abusador o usando algún objeto bajo su control. El
abuso físico no necesariamente debe dejar alguna marca o cicatriz, en
ocasiones no llega a existir dolor. Puede manifestarse a través de rasguños,
pellizcos, manotadas, mordiscos, patadas, etcétera.

 Verbal: El abuso verbal es una forma de agresión que aparentemente no deja


huellas visibles, pero es igual o más dolorosa que la agresión física, ya que
además tiene como característica que es más frecuente y se intensifica con el
tiempo haciendo que las personas de alguna manera se acostumbren y se
adapten a este tipo de maltrato. El abuso verbal se manifiesta por medio de
gritos constantes o mal humor, ofensas por medio de maldiciones, burlas acerca
de la apariencia física o de errores cometidos, hostigamiento, exigencias
desmedidas en el orden de la casa, las cosas o la comida, descalificaciones a la
persona por su eficiencia, apariencia, o nivel cultural o social.

 Psicológico: El abuso psicológico ha sido definido como el que incluye


aislamiento, amenazas, degradación y administración de drogas o alcohol. La
agresión psicológica se refiere también a conductas verbales como insultos y
conductas no verbales que no van dirigidas al cuerpo de la persona, por ejemplo
golpear puertas, destrozar objetos. Cabe aclarar que los términos físico y
psíquico tienen sentido para determinar la forma de conducta expresada más
que las consecuencias producidas, puesto que los actos físicamente agresivos
producen daño tanto psicológico como físico.

¿Qué es el Abuso Sexual?

La National Center of Child Abuse and Neglect (2014). Establece como abuso sexual: “los
contactos e interacciones entre un niño y un adulto, cuando el adulto usa al niño para
estimularse sexualmente él mismo, al niño o a otras personas. Puede ser cometido también por

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CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

una persona menor a 18 años cuan es significativamente mayor al niño o cuando está en
posición de poder o control sobre otro menor”.

Quezada y colaboradores (2006), mencionan que el abuso sexual es aquel que ocurre
cuando un adulto utiliza la seducción, el chantaje, las amenazas o la manipulación psicológica
para involucrar a un niño o niña en actividades sexuales de cualquier índole

Existen diferentes definiciones sobre el abuso sexual, siendo las que se refieren al
abuso infantil las que como se ha visto, son las que con mayor frecuencia se encuentran. No
obstante este abuso puede presentarse de igual modo en adolescentes y adultos también.

Por tal motivo dado que no solo se presenta en niños, se considerara como abuso
sexual, la configuración de elementos de poder – sumisión, fuerza o manipulación que ejerce
una persona hacia otra, para realizar una actividad sexual no deseada sin su consentimiento
(Soria y Hernández, 1994; National Sexual Violence, Resource Center, 2012).

Marshall (2001) considera que el abuso sexual abarca distintos tipos de comportamiento
como caricias, introducción de objetos en vagina o ano, sexo oral, masturbación frente al niño,
promover la prostitución infantil, obligar al niño a presenciar escenas sexuales y penetración
vaginal o anal con el pene. De igual modo el agresor puede contentarse, masturbándose en su
presencia, acariciándolo, mostrándole videos pornográficos obligándole a ver relaciones
sexuales entre adultos o efectuar felaciones, penetración anal, bucal, vaginal, de objetos o
penetración con los dedos en ano o vagina.

Sobre esto mismo el Ministerio de Salud de Chile (2011) describe las actividades sexuales
involucradas en el abuso sexual infantil pueden consistir en:

 Contacto físico sexual en forma de penetración vaginal, oral o anal, utilizando para ello
cualquier parte del cuerpo del abusador, algún objeto o animal.
 El tocamiento intencionado de los genitales o partes íntimas, incluyendo los pechos,
área genital, parte interna de los mismos o nalgas, o las ropas que cubren estas partes,
por parte del perpetrador hacia el niño, niña o adolescente.
 Alentar, forzar o permitir al niño, niña o adolescente que toque de manera inapropiada
las mismas partes del perpetrador.
 Exponer los órganos sexuales a un niño, niña o adolescente con el propósito de obtener
excitación/gratificación sexual, agresión, degradación o propósitos similares.

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CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

 Realizar el acto sexual intencionadamente en la presencia de un menor de edad con el


objeto de buscar la excitación o la gratificación sexual, agresión, degradación u otros
propósitos semejantes.
 Automasturbación en la presencia de un niño, niña o adolescente.
 Forzar a la pornografía.

De igual forma, se incluyen los diversos tipos de explotación sexual comercial infantil,
entendida esta como “todo tipo de actividad en que una persona usa el cuerpo de un niño/a o
adolescente para sacar ventaja o provecho de carácter sexual y/o económico basándose en
una relación de poder, considerándose explotador, tanto aquel que intermedia u ofrece la
posibilidad de la relación a un tercero, como al que mantiene la misma con el niño, niña o
adolescente, no importando si la relación es frecuente, ocasional o permanente”. (Óp. Cit.
2011). En este tipo de abuso se distinguen la utilización de niños, niñas o adolescentes en
pornografía infantil, el tráfico sexual infantil y el turismo sexual infantil.

En las diferentes definiciones, incluyen, como uno de los criterios definitorios del abuso
sexual, la diferencia de edad entre víctima y agresor no obstante, además de los adultos,
muchos de los abusos son cometidos por adolescentes a niños, así como niños a otros niños
habiendo o no una diferencia significativa entre sus edades (American Academy of Pediatrics,
1997; DIF , 2008).

Entre otros de los criterios del abuso cabe señalar la ausencia del consentimiento. La
NSVRC (2012) menciona que las razones por las cuales no hay consentimiento pueden ser
miedo, la edad, una enfermedad, una discapacidad y/o la influencia del alcohol u otras drogas.

Tipos de abuso sexual y agresores.

Los tipos de abuso sexual se pueden clasificar bajo distintos criterios, siendo tres tipologías las
tomadas para el presente como aquellas que pueden dar un mejor enfoque de los tipos de
abuso. Tales como la proximidad con la víctima, tipos de agresores de niños y tipos de
agresores de adultos.

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CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

a) Tipología de acuerdo a la proximidad con la victima

Aquellas personas que abusan sexualmente de otras, pueden ser personas conocidas,
miembros de la familia o desconocidas (Echeburúa y Guerricaechevarría 2000;
Echeburúa y Corral, 2006):

 Abuso sexual por personas de la familia o conocidos: En la mayor parte de los


casos el abuso sexual infantil suele ser cometido por familiares (padres, hermanos
mayores, etc.), es el incesto propiamente dicho, o por personas relacionadas con la
víctima (profesores, entrenadores, monitores, etc.). En cualquiera de estos casos,
abarcan del 65% al 85% del total y tienden las situaciones más duraderas de abuso, no
suelen darse conductas violentas asociadas.
 Abuso sexual por familiares o conocidos - oportunista: Los abusadores sexuales,
que frecuentemente muestran un problema de insatisfacción sexual, se ven tentados a
buscar esporádicas satisfacciones sexuales en los menores que tienen más a mano y
que menos se pueden resistir. En estos casos los agresores pueden mostrar
distorsiones cognitivas para justificarse ante ellos mismos por su conducta: "mi niña
está entera", "la falta de resistencia supone un deseo del contacto", "en realidad, es una
forma de cariño", etc.
La situación habitual incestuosa suele ser la siguiente: un comienzo con caricias; un
paso posterior a la masturbación y al contacto buco genital; y, solo en algunos casos,
una evolución al coito vaginal, que puede ser más tardío (cuando la niña alcanza la
pubertad).
 Abuso sexual por agresores desconocidos: Este tipo de abuso se limita a ocasiones
aisladas, pero, sin embargo, puede estar ligado a conductas violentas o a amenazas de
ellas. No obstante, la violencia es menos frecuente que en el caso de las relaciones no
consentidas entre adultos porque los niños no ofrecen resistencia habitualmente.

b) Tipología de agresores a niños:

En el libro Agresiones Sexuales de Noguerd (2005), se señala la tipología de abuso


sexual de la siguiente manera:
 Contacto físico sexual:

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CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

 Penetración: vaginal, anal, oral del menor mediante órgano sexual o bien anal o vaginal
mediante dedo u objeto.
 Tocamientos intencionados con o sin agresión, de mamas, genitales, zona anal del
menos, en los distintos casos, con o sin ropa.
 Estimulación del área perineal del agresor por parte del menor.
 Inducción al menor a penetrar al adulto u agresor.
 Fotografías o películas con el fin de satisfacer al agresor.
 Promover la participación u observación del menor en actos sexuales del agresor, con
el motivo de la excitación, gratificación, agresión o degradación.
 Masturbación en presencia del menor.
 Exposición de los órganos sexuales al menor con la intención con la intención de
obtener excitación o gratificación.
 Solicitud indecente o seducción verbal explicita.

c) Tipología de agresiones sexuales en adultos:

Otra de las tipologías más clásicas es la definida por Cohen (1971 en Noguerd 2005),
habla de cuatro tipos de agresión a adultos, donde las cuatro categorías describen
cuatro motivaciones para el abuso, la oportunidad, la cólera generalizada, gratificación
sexual y venganza.

 En el primero de ellos no presenta una excitación sexual inicial, el sentido de su


agresión es humillar, con sadismo y violencia a la victima que suele ser desconocida.
 Otro tipo es el que está motivado por demostrar a su víctima su habilidad sexual como
un intento de compensación de sus desajustes como baja autoestima, introversión o
pasividad. Ante la imagen de un posible rechazo de una mujer, quiere demostrar su
valía, pero si la víctima se resiste suele huir.
 El abusador sexual agresivo, tiene asociada su actividad sexual con la violencia y
provocación del miedo, por tanto se excita cuando infringe daño, aquí la conducta
sexual y violenta se confunden, y pueden en casos extremos llegar a matar a su víctima
de forma muy sádica. Suelen tener los agresores conductas antisociales, parejas
inestables y fuertes distorsiones cognitivas como que la mujer que se resiste es porque
lo desea.

17
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

 El cuarto tipo es el impulsivo, puede acompañar el abuso con otros actos delictivos
como robos o atracos. Suele tener antecedentes penales referidos a otros delitos de
tipo no sexual.

Esta ultima tipología basada en abusos a adultos, comprende el hecho de que su


agresor es un desconocido; sin embargo, la agresión puede ser producida por parte de un
amigo, compañero o pareja, siendo estos en población universitaria la más frecuente, puesto
que se tiende a mal interpretar el abuso con el factor cariño (Gabinete Psicopedagógico, 2001).

De igual forma prepondera el varón como agresor sexual de niños y mujeres, más
también se encuentran mujeres como agresor sexual, siendo en general los niños su objetivo
de abuso. Y en el caso del agresor menor de edad su objetivo suelen ser otros niños.

Por tanto los agresores sexuales, aquellas personas que sienten atracción hacia la
conducta sexual en forma de abuso hacia otra persona, por la descarga que en ese momento
les alivia, teniendo así mismo poco sentido del riesgo que implica su conducta. Donde sus
formas de llevar a cabo esta conducta se manifestara en los diversos tipos de abuso sexual
mencionados ya sea en una sola manera o haciendo uso de varios de ellos.

Población de riesgo.

De acuerdo a la tipología tanto de abusos como de agresores, se obtiene que las agresiones
sexuales cometidas por adultos suelen tener como víctimas más frecuentes a la esposa o
compañera, a los hijos, a los niños conocidos, a mujeres conocidas y en menor medida a
mujeres desconocidas, teniendo una importancia el prestar atención a los abusos sexuales
ejercidos en el seno de la familia tanto a los hijos como a la pareja.

Los abusos que comenten los menores, sean niños o adolescentes, sus objetivos más
frecuentes son niños conocidos del ambiente escolar o familiar.

Para el caso de las mujeres que cometen abusos sexuales los suelen realizar en el
hogar familiar a sus propios hijos, buscan compañeros sexuales preadolescentes o
adolescentes. Noguerd (2005) menciona que en el caso de mujeres realizan abusos en grupos,
instigadas por su compañero emocional o las practican en centros escolares.

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CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

Lo anterior muestra un panorama en el cual tanto los niños como las mujeres son las
personas más propensas de sufrir abuso sexual.

Se ha calculado que la tasa de abuso sexual es de 2.1 a 6.3 por 1,000 habitantes en los
Estados Unidos (Finkelhor D. & Dziuba-Leatherman J., 1994). Otros estudios mencionan que
entre 17 y 38% de las mujeres (Finkelhor D. & Dziuba-Leatherman J., 1994; Kelly, L.,1988;
Pedersen, W. & Skrondal, A.,1996) y entre 1% y 30% de los varones (Óp. Cit, 1996; Finkelhor
D.,1986) reportan haber sufrido alguna forma de abuso sexual en la infancia. En su gran
mayoría este abuso es perpetrado por sus familiares y, en general, las niñas corren alrededor
del doble de riesgo que los niños de que abusen sexualmente de ellas en la infancia, y a menor
edad (Holmes, W. C. & Slap, G. B., 1998).

Las estadísticas disponibles en México son escasas y no necesariamente reflejan la


realidad. Esto se debe al deficiente sistema de registro, y a que muchos actos de abuso sexual
no son denunciados ni por la víctima ni por los testigos por desconocimiento, culpa, vergüenza
o por estigmas sociales, morales o religiosos. Peor aún, parecen temer que los impartidores de
servicios asistenciales o de justicia también abusen de ellas (Estrada & Cols.,1995).

Al respecto, Soto (1996) señala que en México sólo se denuncia entre 5% y 50% de los
delitos sexuales, y que si se calcula que en la Ciudad de México el promedio por día es de 8
delitos sexuales, puede estimarse que se cometen entre 16 y 160 diariamente.

Por su parte, Santana-Tavira, Sánchez-Ahedo y Herrera-Basto (1998), refieren que en


1993, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal reportó que el abuso sexual
ocupaba el segundo lugar de los delitos notificados; su incidencia era del 24.1% y casi en su
totalidad eran agresiones sexuales a menores de 13 años.

Ramos-Lira, Saldívar - Hernández, Medina-Mora, Rojas - Guiot y Villatoro - Velázquez


(1998) encontraron una prevalencia nacional de abuso sexual en población adolescente
estudiantil de secundaria y preparatoria de 4.3%.

Aunado a lo anterior, The Save Children (2001) a través de Previnfad, propone un


modelo integral de evaluación de factores de protección y de riesgo que vienen dados antes del
abuso.

Entre los factores de riesgo existen unos especialmente relevantes que esta misma
institución señala como presentes en los padres de familia, los cuales son:

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CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

 Consumo de alcohol o drogas tanto por la posible víctima (En el caso de un


adulto u adolescente), como por padres o madres.
 Historia de maltrato en uno o ambos padres.
 Falta de establecimiento del vínculo o deficientes relaciones afectivas entre los
padres y el niño.
 Falta de red de apoyo psicosocial, aislamiento social de la familia.
 Problemas de disarmonía y ruptura familiar.
 Desempleo o pobreza.
 Falta de reconocimiento de los derechos del niño como persona.
 Aceptación social de pautas como el castigo físico.

FACTORES DE RIESGO FACTORES DE PROTECCIÓN

PREDISPONENTES PRECIPITANTES PREDISPONENTES PRECIPITANTES

 Introversión
 Discapacidad física
o psíquica.  Habilidades
 Historia previa de interpersonales
abuso. de comunicación
 Baja autoestima. y resolución de
 Reconocimiento
 Pobres habilidades problemas.
 Trastorno de de la
de comunicación y  Alta autoestima.
conducta. experiencia del
resolución de  Asertividad.
 Enfermedades o maltrato infantil.
problemas.  Desarrollo
lesiones del niño.  Adquisición de
 Falta de asertividad normalizado.
habilidades de
y sumisión.  Educación
defensa.
 Ser mujer. afectivo – sexual
 Ser menor de edad. adecuada.
 Desconocimiento  Apega materno –
sobre la sexualidad. paterno.
 Ser hijo no deseado.
 Falta de habilidades
de autodefensa

Cuadro 1. Factores de protección y de riesgo en menores ante el abuso sexual.

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CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

Por lo tanto a través de las diferentes investigaciones mencionadas, muestran que ni la


edad ni el género impiden el hecho de que una persona llegue a ser abusada sexualmente; no
obstante, se manifiesta una mayor prevalencia en mujeres ya sea niñas, adolescentes o
adultas, de igual modo en niños y adolescentes varones. A los cuales la presencia de factores
de riesgo aumenta su vulnerabilidad.

Ciclo del abuso sexual.

Un ciclo es una serie repetida de acontecimientos, cada suceso es el desencadenante del


siguiente, hasta que la serie se completa y el último suceso de la serie dispara, de nuevo, el
primer acontecimiento, reiniciándose el proceso. Un ciclo se autoperpetua, se repite sin fin, ya
que cada paso impulsa el siguiente.

El abuso sexual no ocurre sin contexto, siempre hay uno y se define como ciclo del
abuso, se utiliza este concepto para dar explicación a como suceden los abusos. Estos dos
primeros ciclos se han estudiado en base al ciclo que se presenta en los abusos a mujeres
adultas y por otro lado el ciclo de abuso sexual en niños y adolescentes como agresores.

En el primer caso, como ejemplo de un abuso hacia una mujer, se comienza con los
prejuicios que son los estereotipos culturales que se tienen sobre las mujeres en la sociedad,
después es necesario tener la motivación para cometer el abuso, no es posible realizar un
abuso sexual si no se está interesado en ello. Esta motivación puede venir de experiencias de
la niñez, o experiencias anteriores con las mujeres, mas esto no basta, se requiere de la
presencia de un detonante y este puede ser por ejemplo, el enojo con una mujer, con las
mujeres en general, con una amiga o quizá el uso excesivo de pornografía. Después se
presentan las fantasías generalizadas (fantasías de violación de forma general no
específicamente a una mujer en especial). Más tarde es posible que vea a una potencial
víctima y ya que sea identificada como tal, a continuación puede elaborar una fantasía en
específico y con ello comienza con la planeación o preparación del abuso. Es posible que se
pueda sentir culpable, puede ser que tenga miedo de que pueda ser detenido por la policía,
pero también puede suceder por el contrario que se sienta muy bien lo que lo puede llevar a
elaborar más sus fantasías y estas mismas fantasías lo puede invitar a repetir el abuso y a su
vez que ese ciclo sea cada vez más corto.

21
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

Prejuicios
Estereotipos culturales
sobre las mujeres en la
sociedad.
Motivación
Para abusar esta pueden ser
Preparación. experiencias en la niñez o
experiencias anteriores con
mujeres.

Detonante
Elaborar más fantasías que
le invitan a repetir el abuso. Un disgusto, una discusión,
pornografía.

Temeroso (sentimientos de
culpa o miedo a ser Fantasías generalizadas
detenidopor la policia )
(No remite a una persona en
o sSatisfecho. concreto).

Ver Víctima potencial


ABUSO
Se genera fantasía
específica.

Planificación / Preparación
Busca acercamiento con
víctima.

Figura 1. Ciclo del abuso.

En el segundo caso que explica Lane (1991, en Noguerd, 2005), el ciclo del abuso
sexual en niños y adolescentes agresores, se menciona que este ciclo incluye pensamientos,
emociones y conductas antecedentes que culminan en comportamientos de abuso sexual por
sentimientos que el niño percibe como amenazantes. Estas pueden ser:

1. Un evento que resulta amenazante o es percibido como tal por el niño o joven.
2. Una respuesta emocional compuesta por un conjunto de sentimientos
insoportables por el niño o joven.

22
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

3. Un intento de compensar la situación actual de sentimientos de odio o venganza


y que le permiten ir tras la ofensa sexual con cierto control y dominio de la
situación. El joven agresor toma una decisión, consciente o no, de obtener el
control mediante actos que incluyen el abuso o la violación. Después intenta
racionalizar el motivo para cometer estos actos.

En la mayoría de los menores estudiados para este ciclo, aparecen síntomas de baja
autoestima y sensación de vulnerabilidad y victimización, que tratan de compensar realizando
conductas sexualizadas o físicamente agresivas.

23
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

CAPÍTULO II.

DESPUÉS DE LA AGRESIÓN
SEXUAL:

EL DUELO.
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

Síntomas del abuso sexual.

No existe una única forma de experimentar una agresión sexual, puesto que depende de
innumerables factores. Algunos de ellos son la relación que se mantenía con el agresor, la
duración y la frecuencia de los abusos, la edad en la que se produjeron, si hubo o no violencia,
el apoyo social para la víctima, con quién se pudo hablar de lo sucedido y qué respuesta se
obtuvo, si los hechos fueron denunciados y cuál fue el resultado, etc.

En el caso de agresión sexual a un menor el problema puede ser fácilmente encubierto


debido a la influencia que ejerce el agresor, ya que puede coaccionar, engañar y convencer al
niño para que lleve a cabo la acción sexual, pese a la experiencia desagradable que suponga
para él. Esto teniendo en cuenta que un gran porcentaje de agresiones sexuales a menores
son realizadas por adultos o personas mayores, conocidos y relacionados con las víctimas.

Se describen a continuación algunos de los principales síntomas presentes en menores,


mujeres adultas y familias de víctimas de abuso sexual (Sánchez, 2000):

Menores:

 Síntomas conductuales:
- Comentarios y actividad sexual no adecuada para la edad.
- Juegos donde se manifiestan abusos.
- Miedo repentino que obliga a estar continuamente pegado a los padres.
- Conducta regresiva (chuparse el dedo, tomar un muñeco como medio de seguridad,
etc.).
- Dificultad para confiar en los otros.
- Disminución del rendimiento escolar.
- Respuesta inapropiada a las personas del sexo agresor.
- Agresividad o sumisión.
- Conducta seudomadura (el agresor puede obligarle a aprender un rol adulto que
manifiesta en otras conductas).
- Cambios en la participación y en las relaciones escolares.
- Limitaciones relacionadas (el agresor puede restringírselas).
 Síntomas físicos:
- En la zona réctalo genital en caso de penetración, podemos encontrar posibles
lesiones y/o dilatación anormal para la edad.

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CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

- Presencia de cuerpos extraños en los genitales.


- Lesiones en diferentes partes corporales, pechos, glúteos, etc.
- Adquisición de alguna enfermedad de transmisión sexual.
- En el caso de niñas o mujeres adolescentes en etapa reproductiva, posibilidad de
embarazo.
 Síntomas psicológicos:
- Bloqueo, no recordando nada de lo sucedido, con vacios en la memoria que pueden
emerger en cualquier momento.
- Trastornos del sueño, pesadillas, insomnio.
- Depresión, acompañada de ideas de suicidio.

Mujer adulta: los efectos de la agresión sexual, se han ordenado como un listado
general, que se puede posteriormente clasificar dentro de la psicopatología clínica
específica.
 Efectos generales:
- Shock postraumático.
- Pérdida de control.
- Trastornos del sueño: pesadillas, insomnio.
- Miedo y temor generalizado, no focalizado ante estimulo un concreto, como puede
ser un animal, individuo o cosa.
- Vergüenza.
- Culpabilidad. Entendida como poco cuidado o excesiva confianza (“Si no hubiera
aceptado la invitación”, “si no hubiera salido sola”).
- Impotencia: tanto para la realización de cualquier actividad física, como en la toma
de decisiones.
- Repulsión: manifestada después del acto, hacia el sexo de la persona por la que fue
agredida.
- Depresión: la cual muchas veces no es reconocida como tal, sino como una
reacción normal después de la agresión.
- Cólera: furia, enojo e indignación.

Familia y amigos de la víctima, puede dar lugar a diferentes reacciones:

- Vergüenza por lo sucedido.

26
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

- Culpabilidad: el núcleo familiar puede sentirse culpable de la falta de protección y de


la prevención de tal acción.
- Ignorarlo: dar por entendido que no pasó nada y todo estará bien.
- Ayuda, apoyo y soporte a la víctima.

Además de los aspectos descriptivos anunciados anteriormente, el factor psicosocial


juega un papel muy importante para llevar a cabo un proceso eficaz o ineficaz ante la agresión
sexual.

Proceso de victimización psicosocial.

Existen diferentes modelos para dar explicación a este proceso de victimización que presentan
las personas abusadas sexualmente, las cuales se muestran a continuación (Soria & Cols,
1994):

1) Modelo descriptivo de las fases de crisis: se concibe en forma de fases consecutivas


tras el abuso a lo largo de un lapso de tiempo. Estructurada a partir de los criterios de la
crisis, el abuso actuaría como un evento desencadenante, generando tres fases:
a) Fase de shock emocional: es la primera etapa o reacción inmediata de shock/
desorganización. Su composición y duración varía desde minutos a horas. La
afectividad se ve dominada por los sentimientos de vulnerabilidad, impotencia,
aislamiento y bloqueo afectivo. A nivel cognitivo la persona es incapaz de hablar con
claridad la conmoción y la imposibilidad de aceptar lo sucedido dominan sus
pensamientos. Los efectos sobre la conducta son variables, estas pueden ser desde
leves (conductas errantes) a severas (desorientación temporoespacial, incluso
puede aparecer “la petrificación por el terror”.
b) Fase de reorganización: la segunda fase o de reacción a corto plazo, se
caracteriza por la reevaluación cognitiva del suceso. La duración aproximada va
entre semanas a meses. Durante este periodo, la victima trata de integrar el suceso
dentro de sus esquemas personales, escala de valores, expectativas previas de
comportamiento, percepción de sí misma y del entorno, etc. Sin embargo, esta se
mueve entre la repetición continuada del suceso y los intentos comprensivos de la
causalidad del abuso. De ello se resiente especialmente la relación interpersonal.
Incapaces de afrontar lo sucedido, la variación emocional entre la tristeza y la
euforia, del miedo a la ira, etc. Los temores a posteriores agresiones o represalias

27
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

del agresor afectan negativamente en el proceso. La conducta se ve modificada en


grado variable, pero especialmente en la vida cotidiana. A mediano plazo pueden
aparecer conductas de evitación o compensatorias.
Horowitz (1979, 1982 y 1986, en Soria & cols, 1994).menciona que algunas víctimas
actúan “como si no hubiese pasado nada” pero esconden una latencia en los
procesos cognitivos y afectivos esencialmente de negación del suceso que
posteriormente provocan una reacción postraumática retardada. El mismo autor
subdivide esta fase en dos, el estado intrusivo, caracterizado por ideas inesperadas,
compulsivas, acciones y sentimientos sobresaltados, y el estado de negación
durante el cual la persona ignora las implicaciones de las amenazas o pérdidas.
c) Fase de readaptación: cuando la intensidad del miedo y la ira se reducen, la
victima entra en la fase de reorganización o reacción a largo plazo. El impacto del
abuso se resuelve mediante el establecimiento de unas defensas más efectivas,
conductas más vigilantes y mediante una revisión de los valores y actitudes que
permiten un reajuste en la vida cotidiana.
Para un 30% de las victimas por abuso, los efectos traumáticos se prolongan por un
periodo de tiempo elevado, reportando también que un año después del abuso, se
presentan mayores sensaciones depresivas y de insatisfacción en su vida habitual,
inclusive algunas personas destacan el hecho de que nunca recuperan el nivel
previo de funcionamiento en su vida sexual y el contacto interpersonal (Ellis,
Atkeson y Calhoun, 1981, en Óp. Cit, 1994).

Efectos psicosociales de la victimización

Soria y colaboradores (1994), hacen referencia de que los efectos de la agresión sexual se
encuentran en gran medida contenidos en el Trastorno por Estrés Postraumático (DSM- IV-
TR). Al igual guarda una cierta similitud con los efectos psicológicos a otros delitos, sobre todo
en la percepción que se llega a tener de la sociedad. Estos efectos se pueden agrupar en diez
cambios, los cuales pueden presentarse en la víctima entre el segundo día y los primeros tres
meses:

1) La negación de lo sucedido: la negación es una estrategia de afrontamiento, que se


utiliza principalmente para defenderse de los sentimientos contradictorios hacia el
abuso y la atribución de causalidad aunque pueda interferir con otra estrategia de
afrontamiento. Siendo su utilización eficaz en los primeros quince días, para el reajuste.

28
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

2) Cambios en los síntomas de creencias: todo proceso de victimización implica un


cambio en el sistema de creencias de la víctima. Janoff-Bulman (en Soria y Cols., 1994)
indica que las personas tienden a estructurar en función de diversos sistemas
conceptuales como “asunciones sobre el mundo”, “teoría de la realidad”, “modelos del
mundo” y “estructuras de significado”, posibilitando el entendimiento del mundo bajo un
significado, con una forma ordenada y predecible. Sin embargo el abuso sexual, acaba
con todo ello, alterando tres creencias básicas, la creencia de invulnerabilidad, la
percepción del mundo bajo control o significado y la percepción de uno mismo como
positivo. Todo delito o en este caso abuso sexual, afecta de forma variable la
concepción de vulnerabilidad y control del entorno de la víctima, así la persona se
vuelve vulnerable (posibilidad de repetición del suceso) y observa el entorno fuera de
todo orden o control personal (efectos de su conducta) y social (efectos de la conducta
de los demás).
a) Cambios en las creencias de invulnerabilidad: toda persona opera día a día con
la ilusión de invulnerabilidad, lo cual generalmente favorece la adaptabilidad, pero
en cientos casos, puede dificultarla, al impedir reconocer el abuso como tal. El grado
de vulnerabilidad después del abuso, está relacionado con otros factores impotencia
ante la vida y de manera negativa con el locus de control interno y el grado de
optimismo hacia el futuro (Peterson y Franzese, 1988, en Óp., cit., 1994).
La vulnerabilidad se manifiesta en el temor a la recurrencia del abuso, como
consecuencia del cambio de creencia se desarrolla la visión del mundo como “un
lugar hostil”. Las dificultades de la víctima sexual para integrar una nueva
concepción del mundo a mediano plazo permanecen , pues tienen que afrontar el
suceso de forma orientada a la “evitación”, restringiéndose los contactos
interpersonales , alterando la conducta cotidiana y no deseando comentar sus
sentimientos con nadie (Aparicio & Muñoz, 2006).
b) Cambios en las creencias de control: las victimas no pueden aceptar la
ocurrencia de los hechos al azar y se esfuerzan por mantener la idea de control, al
perder la creencia de control sobre el entorno se produce una doble reacción en la
victima:
o Reactancia: la victima consideraba que tenía o podía tener el control sobre
el entorno y por ello, se muestra enojada tras el abuso.
o Refuerza la indefensión aprendida: esto sucede a mediano plazo al
sentirse indefensa y vulnerable ante el entorno.

29
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

La pérdida del control refuerza los efectos de la vulnerabilidad y se percibe como


peligroso e impredecible, lo que lleva a la víctima en su grado de autonomía y al
desarrollo de conductas o actividades no realizadas habitualmente, como conductas
de protección personal, cambios de rutina, etc. La atribución de culpabilidad le
permite a la victima restablecer la creencia de control y reducir el sentimiento de
indefensión (Soria & Cols, 1994).

c) Cambios en la creencia del mundo justo: tras el abuso la victima modifica su


concepción previa del mundo como un lugar esencialmente justo, donde las
personas obtienen lo que se merecen y a las personas buenas no les puede pasar
nada malo. Al ponerse en crisis dicha creencia domo consecuencia del abuso, la
victima utiliza dos medios para restablecerla:
o Tácticas, para eliminar la amenaza al mundo justo.
o Estrategias, actúan protegiendo la creencia del mundo justo de evidencias
contradictorias.
3) La comparación social: tras el suceso, inicia un proceso de comparación social como
medio para explicarse lo sucedido, dichos efectos perduran en el tiempo y pueden
prolongarse por toda la vida, aunque progresivamente pierden su contenido emocional.
Su finalidad esencial en este período posterior al abuso es favorecer la readaptación
personal.
Cuando la comparación se produce respecto al “mundo justo”, las victimas tienden a
pensar que podían haber muerto o haber sido maltratados seriamente por el agresor y
como consecuencia, el suceso resulta ventajoso, permitiéndoles el mantenimiento del
nivel de autoestima (Soria & Cols, 1994). Los procesos de comparación social, pueden
resultar ineficaz en la adaptación cuando el estrés deriva en sentimientos futuros de
vulnerabilidad ante el riesgo de victimización.
4) Los procesos de atribución: se podría decir que es el tronco central del proceso de
adaptación al facilitar una respuesta a la pregunta clave de la victimización “¿Por qué
me ha sucedido esto? A partir de esto la victima aprende a vivir con lo sucedido y a
interiorizar otras formas de funcionamiento. Aproximadamente s hasta el primer mes en
que se adopta una forma inicial de pensamiento obsesivo sobre lo sucedido, respecto a
lo que hizo, lo que no, lo que debió hacer, que sucedería si no lo hubiera hecho, que
haría si volviera a suceder. Si la evolución es positiva, progresivamente la victima
comprende que pensar en el pasado no le aporta nada beneficioso y poco a poco se va

30
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

centrando de nuevo en el presente – futuro de su vida, aunque en determinados


momentos y en presencia de estímulos muy diversos, pueda reiniciar parcialmente el
proceso de búsqueda atributiva. El resultado de todo este proceso son dos grandes
grupos de atribución de culpa interna o externa:
o La atribución de culpa interna: se divide en caracterial y comportamental, la
primera atribuida a la pertenencia a un grupo social- tipo predeterminado para la
victimización, y la segunda la comportamental, atribuida a un erro en la propia
conducta, solo la segunda resulta ser adaptativa al estar asociada con niveles
elevados de autoestima y una percepción de ser capaz de evitar la siguiente
victimización si así se produjera.
o La segunda forma atributiva es la externa: en ella la victima dirige la culpa hacia
el agresor o al azar. La utilidad para la victima conlleva a que sabe que la culpa
es del agresor y que sucede en nuestra sociedad. A nivel cognitivo no le aporta
nada nuevo y le produce sentimientos negativos como ira, venganza,
impotencia, etc. No obstante Rosenbaum (1980, en Soria & Cols, 1994),
demuestra como la atribución al azar posee sentimientos más positivos sobre el
afrontamiento que la autoinculpación.

Los niños con mayor riesgo de victimización son aquellos con una capacidad
reducida para resistirse o revelarlo, como son los que todavía no hablan y los que
muestran retrasos del desarrollo y discapacidades físicas y psíquicas. Asimismo son
también sujetos de alto riesgo los niños que se encuentran carentes de afecto en la
familia, que pueden inicialmente sentirse halagados por la atención de la que son
objeto, al margen de que este placer con el tiempo acabe produciendo en ellos un
profundo sentimiento de culpa

5) Futuro negativo: es característico en periodos posteriores, aunque puede aparecer


desde el inicio de la agresión, por lo cual si tiende a incrementarse con el paso del
tiempo puede considerarse un indicador de mala evolución. Inmediatamente después
del abuso la victima piensa que ya no tiene sentido la vida para ella, conduciéndola en
muchos casos a pensamientos distorsionados de tipo depresivos enfocados a la pérdida
del futuro. Dichos sentimientos se potencian cuando aparecen secuelas físicas,
especialmente si deforman su imagen personal. Los cambios posteriores vienen de la

31
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

recuperación de su actividad habitual, la vuelta al trabajo, a sus amistades, etc., lo cual


posibilita una visión más realista y presente de la situación.
6) Los sentimientos negativos: pueden ser de muchos tipos, pero destacan el miedo, la
vergüenza y la culpa. El miedo puede aparecer de forma profunda los primeros días,
imposibilitando las conductas habituales de la víctima, posteriormente se une a
estímulos específicos del suceso (lugar de los hechos, apariencia física del agresor,
etc.) a otros generalizados (la noche, la soledad, etc.). la reacción de la víctima es
doble, aislarse como medio de seguridad y tomar una actitud hipervigilante fuera de su
medio de seguridad. La vergüenza, es un sentimiento que refuerza la percepción de
autoestigmatización. La ira por otra parte es una consecuencia directa del sentimiento
de humillación, indefensión e injusta vivido por la victima durante el suceso. Tiende a
decrecer rápidamente durante los primeros días. Socialmente no suele aceptarse su
expresión pública, por ello se le exige en el caso de víctima femenina un autocontrol,
cosa que no sucede cuando el hombre es afectado. En víctimas de abuso sexual, la ira
incrementa la conducta vigilante cuando el agresor no ha obtenido alguna consecuencia
a sus actos, como el estar detenido, lo que resulta perjudicial para la readaptación a
mediano plazo.
7) Ruptura de la vida cotidiana: la agresión sexual afecta tanto a la víctima como a su
familia en su vida. Diversos factores pueden atribuirse a ello, especialmente, la
incapacidad para saber cómo pedir ayuda a su familia y en segundo lugar los familiares
el no saber qué hacer, a lo cual resulta una revictimización, en la expresión de los
sentimientos de la víctima y la narración de los hechos. Un segundo factor importante
es que la agresión provoca una reordenación más o menos amplia de la vida cotidiana
de la víctima, hora de irse a dormir, lugares que transita, etc., dificultándole la
recuperación. En tercer lugar se presenta un factor relacionado con los cambios es una
pérdida parcial o total, temporal o prolongada, de su capacidad personal para tomar
decisiones tanto en las más importantes como en las mas mínimas.
8) Pérdida de la autoestima: en toda victima sexual, se observa una pérdida variable en
su nivel de autoestima en función de múltiples factores: nivel previo de autovaloración,
forma agresiva del delito, grado de humillación percibido, afectación física, reacción
social posterior, etc. Sin duda es uno de los grandes elementos pronosticadores de la
capacidad de adaptación de la víctima.
9) Deseos de autodestrucción: derivado de los aspectos anteriores como la vergüenza,
la visión negativa del futuro, entre otros, la victima puede iniciar con conductas de

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CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

autodestrucción a mediano y largo plazo. Las formas que pueden adoptar son muy
diversas desde el suicidio, automutilaciones, cortes, etc., a otras de tipo destructivo –
tranquilizador, como consumo de drogas tanto legales como ilegales, alcohol, etc.,
destructivas excitadoras, esencialmente centradas en la búsqueda de sensaciones:
conducción temeraria, exposición de situaciones de alto riesgo personal, etc.
10) Efectos psicofisiológicos: la agresión altera todas las funciones autónomas hasta los
primeros 21 días, esto de acuerdo con Sorial & Cols., (1994). Un primer grupo de
síntomas muy intensos y visibles desaparecen espontáneamente a los pocos días,
como dificultades para tragar, respirar, desmayos, temblores, sudores y vómitos. Un
segundo grupo perduran más tiempo, son las alteraciones en la alimentación como
pérdida de apetito, alteraciones de los procesos del sueño, insomnio, pesadillas, etc. A
lo cual el desarrollo global del proceso de adaptación, los síntomas psicofisiológicos
pueden mantener más o menos un tiempo, pero en la mayoría de los casos, tan solo los
temores nocturnos a mediano- largo plazo.

Mecanismos de afrontamiento.

El afrontamiento es cualquier actividad que una persona puede poner en marcha, tanto de tipo
cognitivo, como de tipo conductual, con el fin de enfrentarse a una determinada situación. Por
lo tanto los recursos de afrontamiento están formados por todos aquellos pensamientos,
reinterpretaciones, conductas, etc., que el individuo puede desarrollar para tratar de conseguir
los mejores resultados posibles en una determinada situación (RAE, 2001).

El afrontamiento en victimas implica la necesidad de realizar una integración de


significados, pero también obliga a una reevaluación global personal a partir de aspectos
previos, contextuales y posteriores al abuso. Dicha integración le permite a la victima
reconstruir un nuevo significado de su propia persona y su entorno.

Las estrategias de afrontamiento son similares para el conjunto de victimas y su objetivo


es reducir la sensación de estrés.

Entre las estrategias de afrontamiento cognitivas, destacan las siguientes (Soria & cols,
1994; Aparicio & Muñoz, 2006):

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CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

 Atribución: tiene como objetivo básico explicarse el porqué de lo sucedido para ello la
persona puede realizar procesos de comparación social o interpersonal, buscar
información sobre el tema, etc. En función de todo ello llega a atribuir una culpabilidad
externa del suceso (hacia el entorno) o interna (sobre ella misma).
 Reevaluación de resultados: es un análisis individual y muy influido emocionalmente
de las consecuencias de la interacción, la victima puede verse como afortunada (“pudo
haber sido peor) o desafortunada (nunca me repondré). Su visión de los resultados los
proyecta hacia el futuro y por lo tanto, en gran medida configura el proceso de
readaptación.
 Negación: consiste en reprimir los recuerdos y sentimientos asociados a la agresión o
minimizarlos. La victima niega todo aquello que le haya sucedido, quizás no a nivel
verbal pero si emocional, las cogniciones por lo tanto se mueven de uno a otro extremo,
mostrándose un distanciamiento social significativo, siendo este un mecanismo ineficaz
en el afrontamiento. El grado de negación puede ser tan intenso que una persona
pueda llegar a dudar de si la agresión ocurrió realmente. La negación es útil en los
momentos iniciales debido a que le da tiempo a la victima para rehacerse, para
dedicarse a otras cosas y recuperar serenidad, tomar una cierta distancia que le haga
sentirse más segura, etc. Pero luego se requiere el dejar de usar esa estrategia y utilizar
otras que le permitan conectarse con sus emociones (Freyd, 2003).
 Disociación: consiste en separar los sentimientos dolorosos, por ejemplo, es una forma
en la que la persona se puede proteger, sintiendo que el agresor puede tener su cuerpo
pero no a la persona en sí, porque su mente la lleva a otro lugar. Cuando se llegan a
sufrir abusos repetidos es posible que se tenga dificultad para disociarse en situaciones
de estrés, llegando a interferir con la vida diaria, creándole problemas para aprender,
concentrarse, fijar la atención y mantener relaciones sexuales satisfactorias.
- La despersonalización: es un fenómeno disociativo que se vive como una situación
persistente de distanciamiento de sí mismo y del propio cuerpo. Es como si la
persona supiera en todo momento donde se encuentra y lo que está ocurriendo a su
alrededor pero al mismo tiempo todo fuera extraño y se experimentara como lejano.
Es una forma de hacer más tolerables las experiencias que no lo son y poder
continuar con la vida propia.
- La amnesia: es en la que resulta posible bloquear ciertos acontecimientos e incluso
periodos de tiempo más o menos largos y las emociones asociadas con ellos. Es
posible que no se recuerden algunos momentos del abuso, por ejemplo, cómo y/o

34
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

cuando empezó y como acabó, o que se recuerde como si hubiese sido un sueño,
inclusive se puede llegar a borrarse durante periodos largos de tiempo. En un nivel
más extremo, hay personas que no tienen recuerdos de su infancia o que han
borrado varios años de su vida. A veces los recuerdos se llegan a fragmentar, de
forma que se pueda tener una imagen pero no tener sentimientos asociados a dicha
imagen o recordar un olor o un color que le produzcan malestar, pero no recordar
por qué. Volviéndose la mente la mejor defensa para aquello que no se pueda
tolerar.
- Personalidad múltiple: es una de las formas más extremas de la disociación, donde
para algunas personas es la única forma de alejar sus recuerdos y emociones para
no llegar a sentirse desbordados. Se tratan de personas que desarrollan
personalidades separadas en las que guardan diferentes recuerdo o emociones.
muchas veces la persona adopta otra identidad temporalmente olvidando la propia,
las diferentes identidades pueden no percatarse de la existencia de las otras. Freyd
(2003) y Aparicio y Muñoz (2006), refieren que esto se suele producir cuando ocurre
el abuso, en casos de personas que han sido sometidas desde muy pequeñas a
abusos muy severos, como una forma de olvidar el dolor.

El segundo grupo de estrategias de afrontamiento son los comportamentales:

 La denuncia: las victimas sexuales suelen interpretar la denuncia como la única forma
de justicia, por ello tanto las posibles consecuencias posteriores (segunda
victimización), sobre todo si la interpusieron por presión familiar o social, pueden alterar
los efectos positivos de dicha estrategia.
 El apoyo social: se entiende como la ayuda emocional facilitada por el entorno
normalizado de la victima tras el suceso. Las víctimas de abuso sexual no solo padecen
las graves consecuencias del mismo, sino que también sufren la desconsideración del
sistema que se supone debería ampararlas y protegerlas o en determinado momento es
así como lo llega a ver la víctima.
 El apoyo profesional: actúa de forma similar al social, pero no se encuentra dentro del
entorno habitual de la víctima, sus efectos son más efectivos pero también pueden ser
negativos. Esto ocurre especialmente con victimas sexuales, pues estos acuden a pedir
ayuda y fácilmente reciben un trato frio y alejado de sus necesidades, incluso por

35
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

profesionales del campo de la salud mental al tratarlas como pacientes y no como


víctimas.

Los mecanismos de afrontamiento, resultan ser esos recursos que las personas, y en este caso
las víctimas por abuso sexual, hacen uso de una manera creativa para sobrevivir, muchas
veces estos recursos o capacidades ni la misma persona se percata que de que las posee.
Como se mostró, no todas las estrategias resultan eficaces para el proceso, en ocasiones estas
suelen producir efectos contraproducentes. Así mismo, de estos mecanismos se puede
disponer desde el inicio, o pueden surgir acontecimientos que llegan a fungir como detonantes
de recuerdos y con ello hacer uso de las diferentes estrategias o mecanismos, todos ellos con
la finalidad de minimizar o si es posible eliminar el dolor.

Trastorno Por Estrés Postraumático (TPEP) y abuso sexual.

El abuso sexual por las características que presenta implica el ser un suceso traumático, el cual
a su vez incrementa la posibilidad de desarrollar Trastorno Por Estrés Postraumático.

El Trastorno Por Estrés Postraumático (TPEP), se le llama a un grupo de síntomas que


presentan aquellas personas que han vivido una experiencia traumática en la que su integridad
física o emocional estaba en peligro (Soria & Muñoz, 2006).

El TPEP es una reacción natural del cuerpo y de la mente ante un acontecimiento que
no es normal. Por ello se ha descubierto que prácticamente cualquier persona sometida a un
nivel de estrés extremo puede desarrollar este trastorno. Así mismo, es la forma de adaptación
que se posee ante situaciones extremas de daño emocional o físico. Se presenta en
situaciones de guerra, accidentes automovilísticos, una violación, un incendio, abusos sexuales
en la infancia, etc (Bobes & Cols, 2003; Pérez, 2006).

36
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

Criterios para el diagnostico del Trastorno por estrés postraumático, según el Manual
Diagnostico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-IV-TR, 2003) de la Asociación
Psiquiátrica Americana.

A. La persona ha estado expuesta a un acontecimiento traumático en el que han existido 1 y 2:

1. La persona ha experimentado, presenciado o le han explicado uno (o más)


acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la
de los demás.
2. La persona ha respondido con un temor, una desesperanza o un horror intensos. Nota:
En los niños estas respuestas pueden expresarse en comportamientos
desestructurados o agitados

B. El acontecimiento traumático es reexperimentado persistentemente a través de una (o más)


de las siguientes formas:

1. Recuerdos del acontecimiento recurrentes e intrusos que provocan malestar y en los


que se incluyen imágenes, pensamientos o percepciones. Nota: En los niños pequeños
esto puede expresarse en juegos repetitivos donde aparecen temas o aspectos
característicos del trauma.
2. Sueños de carácter recurrente sobre el acontecimiento, que producen malestar. Nota:
En los niños puede haber sueños terroríficos de contenido irreconocible.
3. El individuo actúa o tiene la sensación de que el acontecimiento traumático está
ocurriendo (se incluye la sensación de estar reviviendo la experiencia, ilusiones,
alucinaciones y episodios disociativos de flashback, incluso los que aparecen al
despertarse o al intoxicarse). Nota: Los niños pequeños pueden reescenificar el
acontecimiento traumático específico.
4. Malestar psicológico intenso al exponerse a estímulos internos o externos que
simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático.
5. Respuestas fisiológicas al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan o
recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático

C. Evitación persistente de estímulos asociados al trauma y embotamiento de la reactividad


general del individuo (ausente antes del trauma), tal y como indican tres (o más) de los
siguientes síntomas:

37
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

1. Esfuerzos para evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones sobre el suceso


traumático.
2. Esfuerzos para evitar actividades, lugares o personas que motivan recuerdos del
trauma.
3. Incapacidad para recordar un aspecto importante del trauma.
4. Reducción acusada del interés o la participación en actividades significativas.
5. Sensación de desapego o enajenación frente a los demás.
6. Restricción de la vida afectiva (p. ej., incapacidad para tener sentimientos de amor).
7. Sensación de un futuro desolador (p. ej., no espera obtener un empleo, casarse, formar
una familia o, en definitiva, llevar una vida normal).

D. Síntomas persistentes de aumento de la activación (arousal) (ausente antes del trauma), tal
y como indican dos (o más) de los siguientes síntomas:

1. Dificultades para conciliar o mantener el sueño.


2. Irritabilidad o ataques de ira.
3. Dificultades para concentrarse.
4. Hipervigilancia.
5. Respuestas exageradas de sobresalto

E. Estas alteraciones (síntomas de los Criterios B, C y D) se prolongan más de 1 mes.

F. Estas alteraciones provocan malestar clínico significativo o deterioro social, laboral o de


otras áreas importantes de la actividad del individuo.

Especificar si:

Agudo: si los síntomas duran menos de 3 meses.


Crónico: si los síntomas duran 3 meses o más.

Especificar si:

De inicio demorado: entre el acontecimiento traumático y el inicio de los síntomas han


pasado como mínimo 6 meses.

38
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

Como se muestra, existen dos tipos de TPEP, el agudo y el crónico. En el primer caso,
la reacción se reproduce inmediatamente después de que ocurre el acontecimiento traumático.
En el caso del crónico o retardado, el trastorno se presenta meses o años después de la
experiencia traumática. Esto ocurre muchas veces en personas que tuvieron que esconder sus
sentimientos respecto al abuso cuando estaba ocurriendo y vivir como si no ocurriera nada y no
han tenido oportunidad a lo largo de su vida de hablar de lo ocurrido, ni de mostrar sus
emociones (Wanrib & Bloch, 2003; Aparicio & Muñoz, 2006).

La mayoría de los incidentes traumáticos, traen consigo un dolor muy grande. Lo mismo
sucede con los síntomas y las consecuencias que se manifiestan en el abuso sexual, los cuales
denotan al igual, un fuerte dolor ante las diversas pérdidas que el mismo abuso implica.

Duelo por abuso sexual.

Según el DSM-IV-TR (APA, 2003) el duelo es una reacción a la muerte de una persona
querida, acompañada por síntomas característicos de un episodio de depresión mayor (tristeza,
insomnio, pérdida del apetito), pero el estado de ánimo depresivo es considerado como normal

Bowlby (1980) define al duelo como “una serie bastante amplia de procesos
psicológicos que se ponen en marcha debido a la pérdida de una persona amada, cualquiera
que sea su resultado”.

Montoya, J. (2003) indica que “el duelo se define como una reacción adaptativa normal
ante la pérdida de un ser querido”.

Por otra parte para Bucay (2006), el duelo es el proceso normal de elaboración de una
pérdida, tendiente a la adaptación y armonización de nuestra situación interna y externa frente
a una nueva realidad.

De igual modo que Bucay, Newman y Cols (1983) y Worden (2002) señalan que las
fases del proceso del duelo pueden ser experimentadas no solo en situaciones de muerte de
un ser querido, en enfermedades terminales, sino ante cualquier tipo de pérdida significativa.

De tal modo y como se mostro anteriormente, el abuso sexual lleva consigo una serie
de pérdidas por las cuales la victima enfrenta un duelo o una serie de duelos, tales como,

39
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

pérdida del control, pérdida de autoestima, pérdida de la confianza en una sociedad protectora,
pérdida de la esperanza en el futuro, etc.

Aunado a este hecho el duelo por abuso sexual, puede pasar de un duelo no
complicado, a un duelo patológico, como lo refiere Worden (2002), al mencionar que en un
abuso sexual, pueden presentarse diversas situaciones que pueden resultar detonantes de la
persona en duelo y con ello volver a abrir sentimientos residuales de esta situación, puesto que
diversas investigaciones han mostrado que las víctimas sufren de baja autoestima y estilos
atribucionales autoculpadores. Esta sensación de culpa puede reaparecer durante y después
de la situación detonante y lleva a la persona a formas de duelo más complicadas.

El haber elaborado el tema del abuso antes del factor detonante, es menos probable
que este genere afección en la victima, esto puede ser a través de las tareas de Worden
(op.cit):

 Tarea 1: aceptar la realidad de la pérdida.


 Tarea 2: trabajar las emociones y el dolor de la pérdida.
 Tarea 3: adaptarse a un medio en el que el fallecido está ausente (para el caso
de abuso seria adaptarse a la ausencia de lo que antes tenía y en un ahora ya
no posee, es decir las diferentes pérdidas ya mencionadas).
 Tarea 4: recolocar emocionalmente al fallecido y continuar viviendo (en el abuso,
sería el resignificar las emociones involucradas de tal modo que le permitan
continuar).

Sin embargo, incluso en los casos en los que se ha tratado, el abuso antes, el detonante puede
sacar a relucir pensamientos y sentimientos asociados a este tipo de situación complicada y
conflictiva, no solo con la misma víctima en sí, sino también, con el agresor.

40
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

CAPÍTULO III.

TRABAJO DE DUELO POR ABUSO


SEXUAL A TRAVÉS DEL
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO.
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

Crecimiento postraumático.

El término “crecimiento postraumático” se acuña por primera vez a mediados de los noventa
por dos investigadores clínicos pioneros, Richard Tedeschi y Calhoun Lawrence de la
Universidad de Carolina del Norte (quienes desarrollarían el Inventario de Crecimiento
Postraumático, el PTGI). Comienza una nueva etapa en el estudio del trauma a partir de un
enfoque revolucionario hasta entonces, el estudio científico de las posibles consecuencias
positivas de las crisis en el ser humano (Vera, Carabelo y Vecina, 2006).

Tras el nacimiento de la psicología positiva en 1998, se multiplican los estudios sobre el


potencial de cambio positivo que puede existir tras una crisis o situación traumática. Se
investigan los efectos de diversos eventos traumáticos incluyendo enfermedad críticas, guerras,
abusos sexuales, inmigración y la muerte de seres queridos. Los resultados son concluyentes,
los individuos que se enfrentan a una gran variedad de circunstancias muy difíciles
experimentan cambios significativos en sus vidas que muchas veces son vistos como
altamente positivos (Gillham & Seligman, 1999). Además estos estudios enfatizan un hecho
muy significativo para entender este nuevo enfoque, los informes de experiencias de
crecimiento a raíz de acontecimientos traumáticos son siempre mucho más numerosos que los
informes sobre trastornos psicológicos tras el trauma.

El crecimiento post-traumático es un concepto referido a la capacidad del ser humano


para afrontar experiencias traumáticas e incluso extraer un beneficio de las mismas. Es un
cambio vital en donde la persona (una vez pasado el proceso de duelo necesario) no retorna a
la línea base previa al acontecimiento traumático, sino que se experimenta una mejora personal
que para algunas personas es profundamente significativa (Óp. Cit, 2003).

La aproximación convencional de la psicología del trauma se ha enfocado


principalmente en los efectos negativos del suceso de la persona que lo experimenta, en el
desarrollo del estrés postraumático (TPEP) o sintomatología asociada, donde las reacciones
patológicas son consideradas como la forma normal de responder ante sucesos traumáticos
(Banano, 2004). Estudios demuestran que si bien, algunas personas experimentan situaciones
traumáticas, llegan a desarrollar trastornos, en la mayoría de los casos esto no es así, algunas
incluso son capaces de aprender y beneficiarse de tales experiencias.

Además el crecimiento post-traumático se refiere a un cambio en las personas que va


más allá de la capacidad de resistir y no ser dañado por circunstancias muy estresantes (una

42
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

diferencia fundamental con la resiliencia) sino que implica una mejoría de los niveles de pre-
trauma de la adaptación.

Factores que favorecen al crecimiento postraumático por abuso sexual.


Existen una serie de elementos que ayudan y predicen un futuro crecimiento postraumático tras
una situación crítica, factores que nos ayudan a comprender mejor como trabajar e incluso
predisponer situaciones favorables tras una situación traumática, veamos a continuación
algunos de ellos (Vera, Carabelo y Vecina, 2006):

1. Para que haya un crecimiento postraumático es fundamental que la persona interprete


el suceso como un reto significativo (a nivel adaptativo) y que se plantee importantes
desafíos en su visión del mundo y su lugar en él.
2. También se ha demostrado que la espiritualidad correlaciona altamente con el
crecimiento post-traumático y de hecho, muchas de las creencias más profundamente
espirituales experimentadas son el resultado de la exposición al trauma.
3. El apoyo social ya estaba bien documentado como amortiguador a la enfermedad
mental y la respuesta al estrés. En cuanto al crecimiento postraumático, un alto nivel de
apoyo social previa a la exposición está asociada con un mayor crecimiento.
4. Dos características de la personalidad que puedan afectar a la probabilidad de que las
personas puedan hacer un uso positivo de los acontecimientos traumáticos incluyen la
extraversión y la apertura a la experiencia.
5. Además, las personas optimistas son más capaces de centrar la atención y recursos
en los asuntos más importantes dejando de lado aquellos problemas incontrolables o
imposibles de resolver.
6. La capacidad de llorar y aceptar gradualmente el trauma también aumenta la
probabilidad de crecimiento.
7. También son más proclives al crecimiento aquellas personas con apoyos que les
ayuden a elaborar narraciones acerca de los cambios que se han producido y les
ofrezcan nuevas perspectivas. Un elemento importante porque obliga a los
supervivientes a enfrentarse a cuestiones de significado y cómo pueden reelaborar las
respuestas a estas preguntas.
8. En este sentido, un cierto éxito al comienzo del proceso de aceptación de lo ocurrido
puede ser un precursor de crecimiento postraumático.

42
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

9. Finalmente, la decisión de buscar activamente el crecimiento postraumático (y


confiar en el cambio) puede ayudar a superar la adversidad y seguir adelante.

Crecimiento postraumático a través del proceso de lucha

El concepto de crecimiento postraumático, hace referencia al cambio positivo que un individuo


experimenta como resultado del proceso de lucha que emprende a partir de la vivencia de un
seceso traumático (Calhoun & Tedeschi, 1999). Al hablar de crecimiento postraumático,
también se habla de que el individuo que ha enfrentado una situación traumática consigue
sobrevivir y resistir sin sufrir trastorno alguno, pero también, la experiencia genera en él un
cambio positivo que le genera una situación mejor que aquella en la que se encontraba antes
de ocurrir el suceso (Calhoun & Tedeschi, 2000).

Ejemplo de la idea del cambio positivo lo ofrece Víctor Frankl, en “El hombre en busca
de sentido” proporcionando elementos de resistencia y caminos para una psicoterapia. Esto lo
muestra Pérez (2006) en el siguiente cuadro.

44
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

Elementos que
Elementos de Caminos para una
componen el hecho Consecuencias
resistencia. psicoterapia.
traumático.
Lo inenarrable del Aislamiento: contar Silencio: Optimismo como Vencer el silencio. El
trauma: culpa por genera rechazo, sensación herramienta clave para deber contar.
sobrevivir. radical de incomprensión y sobrevivir.
Incredulidad- Shock: alienación. Flexibilidad: Capacidad Optimismo inteligente –
ruptura de las creencias Ruptura de la confianza para aceptar y adaptarse a Pesimismo defensivo
básicas, sobre la bondad en el mundo. la nueva realidad. como valores de
del mundo. Anestesia: afectiva y Humor defensivo: Uso supervivencia.
Pensamientos emocional. Cosificación. del humor negro o el
rumiativos: sobre el Problemas derivados de: humor sobre uno mismo Flexibilidad – rigidez.
pasado. buscar sentido al azar. como elemento
Enfrentarse al azar y al Incapacidad para sentir desdramatizador. Desarrollo de la capacidad
absurdo. emociones. Curiosidad: como de reírse de uno mismo y
Presión: en las decisiones elemento de de la adversidad. Sentido
y culpa retrospectiva supervivencia. del humor.
posterior. Cosificación de uno
Nadie puede entender: lo mismo: Apatía. Dejarse Curiosidad y deseo de
traumático es llevar en lugar de vivir.
incomprensible. enfrentar la adversidad de
modo directo. Dotar de sentido a la vida.
Autodisciplina. Como
modo de mantener la Buscar una meta.
sensación de control sobre
la propia vida. Dotar de significado al
Refugiarse en imágenes sufrimiento.
positivas: rescatar los
afectos. Poder incluso en
el horror, rescatar la
belleza de las pequeñas
cosas.
Búsqueda de una meta.
Dar significado al
sufrimiento: este es visto
como el estado natural de
las cosas como reto y
como fin.

45
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

Es importante recordar que cuando se habla de crecimiento postraumático se hace


referencia al cambio positivo que experimenta una persona como resultado del proceso de
lucha que emprende a partir de un suceso traumático, que no es universal y que no todas las
personas que pasan por una experiencia traumática encuentran beneficio y crecimiento
personal en ella (Park, 1998; Calhoun & Tedeschi, 1999). Diversas investigaciones se han
centrado en delimitar las características de personalidad que facilitan o impiden un desarrollo o
un cambio positivo a raíz de experiencias traumáticas. Optimismo, esperanza, creencias
religiosas y extraversión, entre otras, son algunas de las características que de forma más
frecuente aparecen en los estudios como forma de resistencia y crecimiento.

Calhoun & Tedeschi (1999, 2000), dividen en tres categorías el crecimiento


postraumático que pueden experimentar las personas:

 Cambios en uno mismo: es un sentimiento común en muchas de las personas


que afrontan una situación traumática, el aumento de la confianza en las propias
capacidades para afrontar cualquier adversidad que se pueda presentar en el
futuro. Al lograr hacer frente a un suceso traumático el individuo se siente capaz
de enfrentarse a cualquier cosa. Este tipo de cambio puede encontrarse en
aquellas personas que por sus circunstancias se han visto sometidas a roles
muy estrictos u opresivos en el pasado y que a raíz de la lucha que han
emprendido contra la experiencia traumática han encontrado experiencias
únicas de redireccionar su vida.
 Cambios en las relaciones interpersonales: muchas personas ven
fortalecidas sus relaciones con otras a raíz de la vivencia de una experiencia
traumática. Donde suele ser común la aparición de pensamientos de tipo “ahora
se quienes son mis verdaderos amigos y me siento mucho más cerca de ellos
que antes”. Muchas familias y parejas enfrentadas a situaciones adversas dicen
sentirse más unidas que antes del suceso. Por otro lado el haber hecho frente a
una experiencia traumática despierta en las personas sentimientos de
compasión y empatía hacia el sufrimiento de otras personas y promueve
conductas de ayuda (Óp. Cit, 2003).
 Cambios en la espiritualidad y en la filosofía de vida: las experiencias
traumáticas tienden a sacudir de forma radical las concepciones e ideas sobre
las que se construye la forma de ver el mundo. Es el tipo de cambio más
frecuente. Cuando un individuo pasa por una experiencia traumática cambia su

46
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

escala de valores y suele apreciar el valor de las cosas que antes daba por
supuestas.

Los beneficios del crecimiento postraumático


El crecimiento postraumático no es un concepto intangible, los resultados observados en las
personas que lo han experimentado incluyen una serie de cambios psicológicos positivos que
podrían integrarse en 5 categorías (Pérez & Vázquez, 2003):

 Se genera un nuevo enfoque vital que dirige la atención a las nuevas oportunidades
que aparecen en sus vidas tras el evento traumático.
 Además muchos sujetos descubren un vínculo especial con determinadas personas
provocando que las buenas relaciones se fortalezcan, algo que se refleja en cómo
las personas hablan de "averiguar quiénes son sus verdaderos amigos" después de
haber experimentado un trauma,
 En tercer lugar se encuentra un sentido reforzado de resiliencia ("lo que no mata me
hace más fuerte"). Estas personas se sienten más fuertes al descubrir habilidades y
fortalezas ocultas, lo que cambia el concepto de sí mismo y de las personas les da
confianza para afrontar nuevos retos (“si puedo sobrevivir a esto puedo sobrevivir a
cualquier cosa”)
 A nivel cognitivo se construye una mayor y más completa apreciación de la vida en
general. Las prioridades vitales y filosofías se transforman y se centran, por ejemplo, en
vivir el momento o dar prioridad a lo realmente importante en la vida.
 Finalmente la quinta categoría es el desarrollo trascendental de la persona, que siente
un compromiso espiritual más profundo de su vida, incluso si este compromiso implica
un cambio significativo en su conjunto de creencias y valores.

Las personas que experimentan crecimiento postraumático. También suelen experimentar


emociones negativas y estrés (Park, 1998). Pues a esto Calhoun y Tedeschi (1999),
mencionan que en muchos casos sin la presencia de emociones negativas el crecimiento
postraumático no se podría producir.

47
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

CAPITULO IV.

CONCLUSIONES
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

Vivir una experiencia traumática como el abuso sexual, es sin duda una situación que modifica
la vida de una persona, no olvidando que en estas situaciones extremas, el ser humano tiene la
oportunidad de volver a construir su forma de entender al mundo y su sistema de valores. Por
esta razón al incluyo en el trabajo de duelo modelos que incorporan la coexistencia de la
experiencia traumática y lo aparentemente opuesto, es decir, el crecimiento postraumático.

El crecimiento postraumático recuerda que el ser humano tiene una gran capacidad
para adaptarse y encontrar sentido a las experiencias traumáticas más difíciles como lo es el
abuso sexual y su proceso de duelo.

No obstante al focalizar la atención en los potenciales efectos patológicos de la vivencia


traumática, se ha contribuido a desarrollar una visión preponderante de “victimología” y una
“cultura pesimista” de la naturaleza humana en su respuesta ante el abuso sexual.

Referente a lo antes mencionado Gillham y Seligman (1999), refieren que esto se debe
a dos peligrosas asunciones:

1) La primera que el trauma conlleva siempre daño.


2) Y el segundo, que el daño siempre refleja la presencia de trauma.

A esto se añade que en el campo de la salud mental, es habitual la presencia de ideas


esquemáticas sobre la respuesta del ser humano ante la adversidad, dichas ideas
preconcebidas acerca de cómo reaccionan las personas ante determinadas situaciones,
basadas generalmente en prejuicios y estereotipos y no hechos comprobados (Avia &Vázquez,
1999).

Estad ideas han llevado a asumir que existe una sola respuesta del ser humano y de
escasa variedad en las personas que sufren pérdidas o experimentan sucesos traumáticos, y a
ignorar las diferencias individuales en la respuesta a situaciones estresantes. Cuando es
pertinente tomar en cuenta que las personas presentan características de personalidad que les
pueden facilitar o complicar un desarrollo o un cambio positivo a consecuencia de las
experiencias traumáticas.

Ahora bien el crecimiento postraumático en el abuso sexual, el objetivo no es sustituir el


trabajo del proceso de duelo, sino ser un aliado que permita no encasillarse en la victimología.

49
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

Ejemplo de ello es un estudio, realizado con 154 mujeres que en su infancia habían sido
abusadas sexualmente, el 46.8% informaron haber encontrado algún beneficio en la
experiencia vivida, beneficios que pudieron agruparse en cuatro categorías: capacidad de
protección de los niños frente al abuso, capacidad de autoprotección, incremento en el
conocimiento del abuso sexual, y desarrollo de una personalidad más resistente y
autosuficiente. Este estudio contradice de que la mayoría de las personas que sufren abuso
sexual en la infancia desarrollan un sentimiento de indefensión que les hace vulnerables y
sugiere que muchas de las mujeres abusadas parecen salir fortalecidas de su experiencia y
con mayores herramientas para protegerse a sus familias e hijos (McMillen, Zurvain & Rideout,
1995; en Vera, Carabelo y Vecina, 2006).

Sin embargo como se menciono en el contenido de la presente, las personas que


experimentan crecimiento postraumático, no se encuentran exentas de experimentar estrés y
emociones negativas, de igual modo no elimina el dolor ni el sufrimiento. Es importante resaltar
que el crecimiento postraumático es un constructo multidimensional, donde el individuo puede
experimentar cambios positivos en determinados momentos o circunstancias de su vida y no
experimentarlos, o experimentar cambios negativos, de tal modo que para llegar a este
crecimiento postraumático es necesaria la coexistencia con estos elementos negativos.

Siendo el objetivo del crecimiento que las personas pongan en marcha una serie de
estrategias o mecanismos de afrontamiento que le permitan encontrar el beneficio de su
experiencia o que el mismo crecimiento sea una estrategia por sí, donde la persona utilice esta
búsqueda de beneficio para afrontar su experiencia, generando más que un resultado un
proceso.

Por lo tanto la labor tanatológica, en este tema de abuso sexual, debe servir para
reorientar a las personas a encontrar la manera de aprender de la experiencia traumática que
ello implica y progresar a partir de ella, teniendo en cuenta, las habilidades, la fuerza y la
capacidad de crecimiento de las personas.

50
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

“… a un hombre le pueden robar


todo, menos una cosa, la última de
las libertades del ser humano, la
elección de su propia actitud ante
cualquier tipo de circunstancia, la
elección de su propio camino.”

(Victor Frankl)
CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO ANTE EL DUELO POR ABUSO SEXUAL

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