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Freyermuth 2015 La Partería en México Desde El Punto de Vista de Las Usuarias
Freyermuth 2015 La Partería en México Desde El Punto de Vista de Las Usuarias
Freyermuth 2015 La Partería en México Desde El Punto de Vista de Las Usuarias
22 agosto, 2017
Introducción
El proyecto La partería en México desde el punto de vista de las usuarias es dirigido por
Graciela Freyermuth Enciso, investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios
Superiores en Antropología social (CIESAS) Unidad Sureste, en coordinación con la
organización civil: Asesoría, Capacitación y Asistencia en Salud, A.C. (ACAS. A.C.). El
objetivo general del estudio es describir y analizar las representaciones y las necesidades de
las usuarias de los servicios de atención prenatal, parto y posparto a la luz de la última
trayectoria de atención de su parto y según modelo o modelos de atención en partería. Los
objetivos específicos son: mejorar el acercamiento de satisfacción de necesidades de las
usuarias en relación con el desempeño de los distintos modelos de atención y lograr
acuerdos y consensos con el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva
(Dirección materno infantil) y con gobiernos estatales de las entidades federativas
participantes de acuerdo a los resultados de la investigación. Un propósito importante es
elaborar recomendaciones para la instrumentación de políticas públicas y contribuir a
mejorar la calidad de los servicios de salud materna de acuerdo con las necesidades de las
mujeres y sus recién nacidos.
Antecedentes
En México se ha promovido la atención hospitalaria del parto y esto ha traído como
consecuencia un incremento importante en el parto por cesárea. En estados de la República
Mexicana como la Ciudad de México, Colima, Nuevo León, Sinaloa y Yucatán más del 50
por ciento de los partos ocurren a través de esta práctica quirúrgica. La gran demanda de
partería en los hospitales públicos ha determinado una sobresaturación de los servicios. Y
uno de los efectos secundarios de la llegada del Seguro Popular (SP) ha sido el decremento
de prácticas como la partería tradicional.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL)
se encarga de contratar evaluadores externos, tales como la academia y las organizaciones
no gubernamentales, para realizar procesos de evaluación en las instituciones de salud.
Desde 2009 los observatorios ciudadanos, financiados por la Secretaría de la Función
Pública, han desarrollado diversas evaluaciones del funcionamiento del sistema de salud y
la satisfacción de las usuarias.
Estudios como la Encuesta Nacional en Salud y Nutrición (ENSANUT) han
documentado las prácticas de atención del parto en el país y han permitido reconocer que
en general, las mujeres califican de manera satisfactoria su experiencia en los servicios
públicos de salud. Sin embargo, una de las particularidades de este tipo de evaluaciones es
que la mayoría de las veces se realizan a través de un cuestionario de corte cuantitativo. En
este sentido, los estudios cualitativos que indaguen en la percepción y en la satisfacción de
las necesidades de las usuarias durante los procesos de atención del parto en los distintos
modelos de atención son inexistentes. Una investigación de esta naturaleza es pertinente en
el actual contexto mexicano porque se está impulsando una atención centrada en la mujer,
libre de violencia obstétrica y con perspectiva de derechos.
1
Descripción del proyecto
En la actualidad, el concepto de calidad en salud es objeto de interesantes debates pero
permanece la influencia de Donabedian (1984) que la define como “el grado en que se
utilizan los medios más deseables para alcanzar las mayores mejoras posibles en salud” 1 y
la entiende como una propiedad de y un juicio sobre alguna unidad definible de la atención.
En este estudio las entidades específicas de la atención son los diferentes modelos de
partería. Siguiendo la propuesta de Donabedian, existen tres dimensiones para la medición
de la calidad: la estructura, los procesos y los resultados. La presente investigación
profundiza en el aspecto de los resultados, es decir en los efectos de los servicios otorgados
sobre la población potencial o usuaria y por tanto en la identificación de las intervenciones
sustanciales de cada modelo estudiado.
Determinamos seis modelos de atención del parto: el institucional público, el
institucional privado, por parteras profesionales o enfermeras obstétricas, por parteras
tradicionales y/o familiares, el parto en casa por familiares o por la propia mujer y el parto
en otra modalidad (que podría ser una combinación de varios modelos en distintos lugares).
Todos estos modelos de la partería otorgan atención al mismo tiempo y traslapan sus
clientelas.
Metodología
Con el fin de evitar la asociación de la aplicación del instrumento (cuestionario) con los
servicios de salud, las mujeres entrevistadas fueron contactadas a través de organizaciones
de mujeres, en escuelas, relaciones sociales o bien como usuarias de otros servicios.
Los criterios para la selección de las mujeres por entrevistar fueron los siguientes:
que de preferencia hubieran tenido dos partos o dos embarazos
que hubieran tenido al menos dos experiencias de parto,3 con el mismo o con
distintos prestadores de servicios
1
Donabedian, A., 1984.
2
Malinowski [1944] (1976), estudió dos tipos de necesidades: las primarias y las secundarias. Las que aquí
nos competen son las secundarias y son aquéllas que se generan a partir de la articulación de las estructuras
organizativas, es decir de los mecanismos para el funcionamiento de un determinado grupo social.
3
Igualmente, se consideró a las mujeres que tuvieron un aborto porque se trata de una experiencia obstétrica
que les proporciona elementos para guiar su actuación en un segundo embarazo, ya que, implica un embarazo,
2
que hubieran estado embarazadas en los últimos 12 meses
que, de ser primigestas, fueran menores de 17 y mayores de 35 años
Nos interesó rescatar las experiencias obstétricas para identificar los cambios y/o las
persistencias entre las atenciones. En todos los modelos de atención del parto, se empleó un
cuestionario general dividido en cinco partes:
1. Descripción del lugar y datos de la entrevista
2. Datos generales de la entrevistada
3. Exploración de la última experiencia de embarazo, parto y posparto
4. Comparación de la penúltima y la última experiencia de embarazo, parto y posparto
5. Registro de observaciones, que incluyen los datos más relevantes de la entrevista.
Algunos resultados
Las entidades que participaron en el estudio y el número de las entrevistas en cada uno se
presentan a continuación: Chiapas (60), Chihuahua (11), Ciudad de México (31), Estado de
México (5), Guanajuato (4), Guerrero (62), Jalisco (42), Oaxaca (21), Puebla (44),
Querétaro (1), Sonora (28), Veracruz (62) y Yucatán (42). En total se realizaron 413
entrevistas.
Bibliografía
Donabedian, A., 1984, La calidad de la atención médica. Definición y métodos de
evaluación, México: La Prensa Médica Mexicana.
Malinowski, B. [1944] (1976), Una teoría científica de la cultura y otros ensayos,
Argentina: Sudamericana, 5ª edición.
un aborto y un posaborto. Esta vivencia es muy importante sobre todo en los abortos no deseados, es decir, en
aquellos casos de pérdida de un bebé que se deseaba.
3
La elección de una atención humanizada
en tiempos de violencia durante el parto
en la Ciudad de México
Claudia Carrera
01
La Partería en México desde el
punto de vista de las usuarias
Introducción
Este estudio forma parte del proyecto “La Partería en México desde el punto de vista de las usuarias”
llevado a cabo en diferentes estados de la república mexicana. La investigación de campo para este
trabajo se desarrolló entre los meses de diciembre de 2015 a mayo de 2016. Durante estos meses
se realizaron 34 entrevistas en la Ciudad de México, siete de las cuales fueron a usuarias del mo-
delo médico público, ocho del privado, dieciséis de partería profesional, dos a través de parteras
tradicionales y uno autoatendido. El objetivo específico de este documento es describir y analizar
los motivos a partir de los cuales las mujeres entrevistadas eligieron una atención humanizada para
el parto después de haber vivido una experiencia de atención previa, la cual fue percibida como
insatisfactoria o, incluso, violenta.1 Para este trabajo, se seleccionaron sólo diez casos.
Antecedentes
En el 2015, la Ciudad de México registró que el 48.69% del total de los nacimientos fueron aten-
didos vía cesárea, cifra que lo colocó como el séptimo estado con mayor porcentaje de cesáreas
de todo el país. La práctica de cesáreas innecesarias ha sido definida como una violación a los
derechos humanos y se ha documentado que tiene consecuencias sobre la dimensión emocional
de las mujeres. Cualquier intervención innecesaria durante la atención del parto se considera una
forma de maltrato a las mujeres. La denominada violencia obstétrica puede manifestarse de manera
física cuando: se realizan prácticas invasivas, se suministran medicamentos injustificadamente, se
niega la atención, se maltrata físicamente o se realizan esterilizaciones forzadas. También puede
expresarse psicológicamente, por medio de maltratos, burlas, humillaciones, discriminación o
comentarios alusivos a la sexualidad de las mujeres.2 Como alternativa ante estas prácticas, se ha
propuesto un modelo humanizado de atención al parto cuya protagonista es la mujer, la bebé y
su familia. En este modelo se toman en cuenta las necesidades sentidas por las mujeres para su
atención durante el parto y se promueve la participación de los familiares y de la pareja durante
el trabajo de parto. En este modelo las intervenciones de rutina son mínimas y los prestadores de
servicios adoptan una observación activa durante el parto.
1. A pesar de ello, ninguna de las participantes puso al-
guna denuncia o queja al respecto, no obstante después Las mujeres participantes
de sus procesos de cesárea y maltrato durante el parto
todas las entrevistadas tuvieron apoyo y contención en Las mujeres fueron seleccionadas a través de la técnica de bola de nieve y se les realizaron entrevistas
grupos de madres. cualitativas que duraron hasta 2 horas. Las edades de las participantes oscilan entre los 26 y los
2. Almaguer, Alejandro, Hernán García y Vite, Vicente, 38 años, en promedio 32 años. La mayoría de las entrevistadas cuentan con educación superior,
2010, “La violencia obstétrica. Una forma de patriarcado en salvo una que sólo terminó la preparatoria. Han decidido dedicarse al cuidado de sus hijos/as y
las instituciones de salud”, en Género y salud en cifras, vol. 8,
No. 3, pp. 3-12. Y Grupo de Información en Reproducción
de la casa, pero desarrollaron estrategias para obtener ingresos económicos. La mitad de estas
Elegida (GIRE), 2013, Omisión e indiferencia. Derechos mujeres planearon sus embarazos con sus parejas. En la actualidad, todas participan en algún
reproductivos en México, Ciudad de México, México, GIRE. grupo relacionado con la partería, el acompañamiento del parto y/o la crianza de los hijos/as. Las
3. En general, las mujeres se informaron y buscaron refe- entrevistadas eligieron un parto humanizado ya fuera con médicos privados o parteras profesionales.3
rencias sobre el/la proveedor/a que las atendió.
La elección de una atención humanizada en tiempos de violencia durante el parto en la Ciudad de México
“
Que los prestadores de servicios de salud reciban cursos de
capacitación y sensibilización en torno a una atención humanizada
y respetuosa de los derechos de las usuarias.”
02
La Partería en México desde el
punto de vista de las usuarias
Resultados
Las mujeres eligieron a estos proveedores ya que les brindaron una atención adecuada a sus ex-
pectativas, es decir, respetuosa de sus decisiones, sus tiempos y con información precisa, veraz y
accesible a sus posibilidades económicas.4 Durante su embarazo tomaron decisiones con el fin de
evitar una cesárea y lograr un parto respetado y humanizado. En general, las mujeres prefirieron
recibir atención con una partera por considerarla humanizada, respetuosa de sus procesos y apo-
yada en recursos terapéuticos no farmacológicos como los masajes.5 Igualmente, fue importante el
soporte emocional que recibieron por parte de sus acompañantes, parejas y/o doulas6 y las parteras
durante el parto. Sin embargo, la atención humanizada del parto no es un servicio que se oferte
ampliamente en clínicas y hospitales privados.
Las mujeres señalaron que, con el fin de lograr el consentimiento para una cesárea, las
argumentaciones médicas encubren su autoritarismo con comportamientos paternalistas que
“buscan el bienestar de las mujeres y de sus bebés”. Asimismo, es evidente el control que tienen
sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres, pues se toman decisiones que nada
tiene que ver con lo clínico sino con los tiempos y comodidad de los médicos. No obstante, es claro
que cada vez es mayor el número de mujeres, especialmente aquellas que se encuentran cursando
un embarazo, que conocen sus derechos, se informan sobre los procedimientos innecesarios du-
rante la atención de un parto y buscan alternativas que satisfagan sus necesidades y expectativas.
Recomendaciones de política pública
• E laboración de un plan de parto y respeto de la posición elegida por las mujeres durante
el trabajo de parto y para parir.
4. En el caso de los médicos humanizados que trabajan en
• Que el control y seguimiento del embarazo, parto y puerperio sea llevado cabo con el
clínicas privadas, los costos pueden oscilar entre los 30 mil menor número de proveedores/as, se brinde una atención personalizada con información
a los 100 mil pesos, mientras que el trabajo de las parteras actualizada, veraz y clara.
oscila entre los 15 mil a los 25 mil pesos, llegando incluso
a costar menor. Dos mujeres señalaron problemático que
• Que durante el parto y el puerperio se les permita a las mujeres contar con acompañantes
en las clínicas privadas sólo rentaran las instalaciones a de su confianza y se implementen recursos terapéuticos alternativos, como los masajes.
médicos, pero no a parteras. • Que durante el parto se les permita el movimiento continuo y que, en su fase activa, los
5. Sin embargo, tres de ellas finalmente optaron por una médicos/as y enfermeras/os las apoyen de manera emocional positiva con frases de ánimo
atención de médicos/as parteros/as y humanizados/as
y motivación y no con regaños, burlas y humillaciones.
debido a factores de alto riesgo en sus embarazos.
• Que se promueva el corte tardío del cordón umbilical, el apego inmediato de la madre
6. Doula es una proveedora complementaria en la atención
del embarazo, parto y puerperio. Sus funciones están en-
con el bebé y la lactancia materna exclusiva.
caminadas a brindar apoyo físico, emocional e informativo • Que los establecimientos de salud cuenten con cunas de colecho en las salas de recupe-
durante el proceso reproductivo. ración, y los bebés permanezcan con sus madres durante la estancia hospitalaria.
• Que se instalen salas de recuperación diferenciadas para las mujeres que tuvieron abortos
Responsables de la publicación: Aracelly Pereira Patrón y
y nacimientos.
Graciela Freyermuth Enciso.
Contacto: gracielaferyermuth54@hotmail.com • Que los prestadores de servicios de salud reciban cursos de capacitación y sensibilización
Julio, 2017
en torno a una atención humanizada y respetuosa de los derechos de las usuarias.
Atención materna en Chiapas:
reflexiones en torno al modelo
de atención institucionalizado
Ollinca I. Villanueva Hernández
01
La Partería en México desde el
punto de vista de las usuarias
Introducción
Este estudio forma parte del proyecto “La Partería en México desde el punto de vista de las usua-
rias” llevado a cabo en diferentes estados de la república mexicana. En Chiapas la investigación
de campo se realizó durante el primer trimestre de 2016. En total se efectuaron 20 entrevistas,
pero se seleccionaron seis casos de mujeres que parieron en los servicios de salud pública de Las
Margaritas, Tuxtla Gutiérrez, Comitán y San Cristóbal de las Casas. El objetivo de este trabajo es
examinar los testimonios y los discursos de las mujeres para identificar las problemáticas condiciones
en las que se brinda la atención en los servicios públicos de salud en el estado.
Antecedentes
En México, para reducir la Mortalidad Materna1 (MM) se han planteado una serie de estrategias
centradas en la atención calificada del parto. La partería tradicional se relega a una posición de
marginalidad dentro del marco normativo de salud, promoviéndose con ello la institucionalización
de los partos. Sin embargo, estos mecanismos no garantizan una atención pertinente y respetuosa,
ya que, se han denunciado deficiencias en los servicios que han cuestionado la concepción de un
modelo generalizante que per se garantice la salud de la población mexicana de manera funcional,
reduzca la muerte materna y tome en cuenta las particularidades culturales de las usuarias. En
consecuencia, el tema de la violencia obstétrica y su denuncia en distintos contextos del país2 han
sido tópicos de discusión que pusieron sobre la mesa la necesidad de evaluar y mejorar el sistema
de salud mexicano en los dos sectores que comprende: el público y el privado.
Antecedentes
En las comunidades indígenas del estado de Chiapas, donde las barreras geográficas y culturales
dificultan el acceso a servicios de salud de calidad y donde la atención durante el embarazo, parto,
puerperio y los cuidados del recién nacido suelen brindarla agentes locales de salud (parteras, mé-
dicos tradicionales y promotores/as), los servicios estatales de salud no se encuentran dentro de las
opciones de atención. Esto puede deberse a que las mujeres indígenas desconfían del servicio por
experiencias negativas relacionadas con actitudes de discriminación por parte de los trabajadores
de la salud o porque, cuando han requerido atención de urgencia, no la han recibido debido a la
falta de insumos y/o personal.
Si bien en los últimos años la infraestructura en los servicios de salud ha ganado terreno en
aquellos municipios de más alta marginalidad, aún no han obtenido la confianza de la población
en general ni de las mujeres en la etapa reproductiva. La preferencia de las mujeres por atenderse
con la partera con más experiencia y sin antecedentes de muerte materna siguen siendo prácticas
muy arraigadas, aun cuando existen unidades de salud cercanas a su domicilio o localidad. Éstas
no suelen verse como una opción segura, viable y confiable donde las mujeres puedan atender
su parto aunque sí durante el embarazo, sobre todo si son parte de algún programa social y cuya
permanencia se condiciona a llevar el control prenatal con los servicios de salud, atención que se
lleva a la par con la recibida por parte de la partera comunitaria o familiar.2
“de salud,
Inclusión de las parteras como personal local por el sistema
así como el reconocimiento monetario de su labor y el
fortalecimiento de sus capacidades técnicas y empíricas.”
02
La Partería en México desde el
punto de vista de las usuarias
Resultados
Las mujeres atendidas tanto con partera tradicional como con partera familiar acuden de manera
esporádica a los servicios institucionales de salud para el control prenatal. Todas las entrevistadas
fueron atendidas por la misma partera durante su control prenatal, el parto y el puerperio. La
atención con el mismo prestador se basa en vivencias exitosas previas o en la experiencia positiva
de algún familiar cercano.3
Las entrevistadas consideran que la atención de las parteras, aún para el parto, es más confiable
que la brindada en los servicios institucionales de salud. Cuando las parteras tradicionales detectan
en la mujer embarazada un signo de alarma hacen uso de sus conocimientos e insumos para con-
trarrestar el problema sin extender una vinculación con los servicios de salud. El papel de la partera
familiar se basa en brindar acompañamiento y procurar cuidados durante todo el embarazo, el parto
y el posparto; además, acompaña a la mujer a los servicios de salud durante el control prenatal. Al
igual que la partera tradicional las prácticas que realiza son acomodar al bebé para el nacimiento y
decidir junto con la madre dónde y cómo será el parto. La partera familiar suele mudarse a vivir a
la casa de la mujer y la apoya en los quehaceres domésticos y en el cuidado de los demás hijos/as.
La partera tradicional debe estar disponible en cualquier momento para brindar atención a la mujer
embarazada. El partero realiza su labor acompañado por su esposa, quien funge como ayudante
y su presencia es fundamental cuando el padre del bebé no permite que un hombre revise a su
esposa. Cinco de los expertos locales en partería consideran al parto como un proceso natural y
entienden que su labor es guiar al bebé, recibirlo, romper el vínculo que tenía con la madre dentro
del vientre y calmar a la mujer diciéndole que todo saldrá bien. En ambos modelos de atención
(partería tradicional y familiar) se asume la responsabilidad de que las mujeres tengan un parto
exitoso sin mayores complicaciones, lo cual representa una ventaja importante en la comunidad
ya que se cuenta con agentes locales de salud capacitados.
• I nclusión de las parteras como personal local por el sistema de salud, así como el reconoci-
miento monetario de su labor y el fortalecimiento de sus capacidades técnicas y empíricas.
• Aprovechar la respuesta de las parteras tradicionales en la región de Sitalá y otras regiones
3. En los casos donde el embarazo terminó en aborto, las a la convocatoria de las organizaciones de la sociedad civil para fortalecer sus capacidades
mujeres admitieron que este hecho fue responsabilidad
de ellas mismas (por descuidarse y no seguir las recomen-
y establecer una vinculación estrecha con los servicios de salud y fungir como puente entre
daciones de la partera). las parteras tradicionales y los establecimientos de salud.
• Capacitar a las parteras en el tema de emergencias obstétricas y acompañarlas en el diseño
Responsables de la publicación: Aracelly Pereira Patrón y de un plan de emergencia (con la familia y la comunidad) que involucre la participación
Graciela Freyermuth Enciso. de autoridades comunitarias, municipales y a los servicios institucionales de salud.
Contacto: gracielaferyermuth54@hotmail.com
Julio, 2017
Resultados de Guerrero: la partería
en México desde el punto de vista
de las usuarias
Vianey Saldaña Herrera / Liliana Salas Franco /
Nadia Maciel Paulino / Sergio Paredes Solís
01
La Partería en México desde el
punto de vista de las usuarias
Introducción
Este estudio se desarrolló como parte de la investigación “La Partería en México desde el punto de
vista de las usuarias” llevada a cabo en diferentes estados del país, durante el primer semestre
de 2016. El presente informe se enfoca en los resultados obtenidos en el estado de Guerrero. Se
realizaron 62 entrevistas a mujeres, 45 residentes del área rural y 17 del ámbito urbano. El objetivo
específico es describir y analizar la atención que se brindó a las mujeres residentes en áreas rurales
y urbanas tomando en cuenta cuatro aspectos importantes: frecuencia del control prenatal, tipo
de atención del parto, violencia obstétrica y complicaciones del parto.
Antecedentes
En Guerrero existen 7 289 localidades (7 143 con menos de 2 500 habitantes) y 1 131 unidades de
salud, por consiguiente, muchas no cuentan con un establecimiento de salud.1 En este contexto
de baja cobertura efectiva de los servicios de salud pública y la deficiente calidad de atención en
el estado, las parteras tradicionales tienen un papel importante para la atención de la salud ma-
terna.2 Aproximadamente una tercera parte de los nacimientos en las zonas rurales son atendidos
por parteras, principalmente tradicionales. En el medio urbano predomina la atención de partos
por el servicio público y, en segundo lugar, por el privado.3 En este sentido, existe una proporción
alta de partos atendidos por cesárea y de práctica de episiotomías o procedimientos innecesarios
en la atención del parto; a la medicalización excesiva se le ha denominado violencia obstétrica.4
Las mujeres participantes
Todas las mujeres tuvieron antecedentes de, al menos, dos eventos obstétricos. Las localidades
rurales de residencia de las participantes fueron Atlixtac, Chilpancingo y Xochistlahuaca. La mayoría
de las entrevistadas del área urbana habitaban en Acapulco y en Iguala en menor medida. Casi todas
las mujeres de los municipios urbanos reportaron hablar español y sólo una refirió hablar amuzgo;
en el área rural son bilingües, además del español hablan una lengua indígena como el Náhuatl, el
Nancue Ñomndaa (amuzgo), el Me´phaa (tlapaneco) y el Tu´un Savi (mixteco).
1. Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI),
2011, “Perspectiva estadística Guerrero 2011”, consultado Resultados
el 21 de julio de 2016, disponible en <http://www.inegi.
org.mx/est/contenidos/espanol/sistemas/perspectivas/ La mayoría de las mujeres reportó que la atención recibida durante el control prenatal en los servicios
perspectiva-gro.pdf>. públicos y privados de salud y por las parteras tradicionales fue buena, y sus críticas se centraron
2. Goldman Noreen y Glei, Dana Ann, 2003, “Evaluation en la atención del parto. Los resultados muestran que la edad promedio de las entrevistadas en la
of midwifery care: results from a survey in rural Guatemala”, zona rural fue de 27.4 años y en la urbana de 26.7 años. Asimismo, es frecuente que las mujeres en
Social Science & Medicine, 56(4), pp. 685-700. el área rural tengan su control prenatal con médico y con partera tradicional; de hecho, el promedio
3. Chávez Chura, Ninfa Amanda, 2006, Factores culturales de consultas prenatales fue el mismo que en el servicio público y mayor que en el privado. En la
que impiden la asistencia al parto institucional en mujeres zona urbana el servicio particular tuvo, en promedio, mayor número de consultas que la atención
gestantes con control prenatal en el centro de salud Puca- pública o con partera. El 58% (26/45) de las participantes del medio rural reportó alguna compli-
rani durante el primer semestre gestión, tesis para obtener
especialidad interculturalidad y salud, Universidad Mayor
cación durante el embarazo. En el área urbana casi todas reportaron complicaciones durante esta
de San Andrés, La Paz, Bolivia. fase del evento (16/17). La alta frecuencia de reportes de infección urinaria en ambos medios llama
la atención, así como la presencia reiterada de sangrado y amenaza de aborto o parto prematuro.
4. Faneite, Josmery, Feo, Alejandra y Toro, Judith, 2012,
“Grado de conocimiento de violencia obstétrica por el per-
El 87% de las mujeres en el ámbito rural tuvieron un parto vaginal, lo cual es casi el doble de
sonal de salud”, Rev Obstet Ginecol Venez, 72(1), pp. 4-12. lo reportado por las urbanas (47%). En contraste, el promedio de cesáreas en las mujeres rurales
Resultados de Guerrero: la partería en México desde el punto de vista de las usuarias
“ Se propone un trabajo coordinado en las comunidades indígenas,
que vincule el servicio institucional público con los diferentes modelos de
partería para optimizar los recursos hospitalarios en la atención de los
partos potencialmente complicados.”
02
La Partería en México desde el
punto de vista de las usuarias fue de 0.38 (EE 0.11, rango 0 a 3) comparado con el 0.7 (EE 0.22, rango 0 a 3) de las urbanas. En
consecuencia, la frecuencia de parto vaginal fue mayor en el área rural y el porcentaje de mujeres
que se atendió con partera (tradicional 20% y profesional 9%) permite estimar la importancia de
estos agentes de salud en comunidades indígenas. El modelo de partería utilizado por las partici-
pantes del ámbito rural fue variado, pero los porcentajes coinciden casi en la misma proporción:
servicio institucional público (24%), servicio institucional particular (22%) y partera tradicional
(20%). El 22% de los partos en esta área fue asistido por un familiar o, bien, la mujer lo tuvo sola.
En los municipios urbanos predominó la atención del parto en el servicio institucional público.
Se encontró que en los hospitales existe la restricción para elegir la posición durante el parto
y tampoco se permite la presencia de familiares o parteras. Asimismo, las entrevistadas consideran
que el trato recibido por parte de los prestadores de servicios de salud (PSS) es frío, discriminatorio,
con claras situaciones de maltrato, de violencia obstétrica y de violaciones a sus derechos sexuales
y reproductivos, lo cual lleva implícito relaciones de poder y subordinación. La atención con la
partera tradicional incluye una serie de elementos culturales importantes para las entrevistadas, sin
embargo, los resultados sugieren que han empezado con un proceso de medicalización del parto;
el uso de venoclisis y sustancias para apresurarlo son ejemplo de ello. Por otro lado, la presión del
abdomen para expulsión del bebé, se encontró en todos los modelos de partería.
Recomendaciones de política pública
• S e propone un trabajo coordinado en las comunidades indígenas, que vincule el servicio
institucional público con los diferentes modelos de partería para optimizar los recursos
hospitalarios en la atención de los partos potencialmente complicados.
• Capacitar al personal de salud en aspectos de interculturalidad, enfatizando que las dife-
rencias en la atención del parto son complementarias para la adecuada salud materna de
las mujeres en zonas indígenas.
• Formar parteras técnicas y tradicionales para mantener e incrementar la cobertura a la
salud materna en comunidades remotas del estado de Guerrero.
• Que a las usuarias se les brinde: una atención rápida en las consultas de control prenatal
y de posparto, y que sea por una mujer; información comprensible, en un lenguaje sencillo y
sin tecnicismos así como una buena disposición para aclarar dudas; más información sobre
los cuidados del embarazo y el posparto, siendo más explícitos en sus recomendaciones;
la colaboración de un traductor o intérprete en las zonas indígenas.
• Que el personal de salud fomente la atención de las mujeres embarazadas por parte de
las parteras tradicionales y que sea reconocida su labor.
• Que durante el parto se les brinde respeto a su cultura y a sus tradiciones; un trato amable
y respetuoso; privacidad; la atención de una doctora (porque les da pena que las vea un
hombre) y la posibilidad de que algún familiar las acompañe.
• Evitar la práctica de episiotomías y cesáreas innecesarias.
• Que en los servicios de salud no se insista a las mujeres a usar algún método anticoncep-
tivo de planificación familiar, ni que se les imponga y, mucho menos, que se les obligue a
Responsables de la publicación: Aracelly Pereira Patrón y someterse a una operación para no tener más hijos.
Graciela Freyermuth Enciso.
Contacto: gracielaferyermuth54@hotmail.com
• Que los servicios de salud cuenten con personal disponible las veinticuatro horas del día,
los trescientos sesenta y cinco días del año.
Julio, 2017
Modelos de partería
en Jalisco
Gabriela Gil Veloz
01
La Partería en México desde el
punto de vista de las usuarias
Introducción
Esta investigación se desarrolló como parte del proyecto “La Partería en México desde el punto de vista de
las usuarias” llevado a cabo en diferentes estados del país. En Jalisco el trabajo de campo se realizó de febrero
a julio de 2016. Se aplicaron 42 entrevistas a mujeres, de las cuales diez atendieron su parto en hospitales
públicos, diez en privados, once con parteras profesionales, diez más en modalidad mixta (en casa con
partera y en hospital con partera y/o doula) y, una por ella misma. Se entrevistó a un médico del servicio
privado, a una médica/partera y a una partera profesional. El objetivo específico es describir las virtudes y
las deficiencias de cada modelo de partería desde la perspectiva de las usuarias.
Antecedentes
Se han realizado estudios sobre los tipos de violencia ejercida hacia las mujeres que reciben atención obsté-
trica dentro de las instituciones públicas de salud. Rostangol y Viera (2006) describen los tipos de violencia
como “mecanismos inhabilitantes para el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres”1
y los clasifican retomando conceptos como: violencia institucional (que causa daños físicos y psicológicos
a las personas, como resultado de condiciones inadecuadas, largas esperas, intimidación, maltrato verbal,
amenazas, falta de medicamentos, costos excesivos por los servicios);2 violencia de la espacialidad (estructura
de los espacios);3 la violencia de la no intimidad; la violencia del manejo del tiempo (limitar la autonomía de
la persona imponiéndole los ritmos institucionales);4 la violencia de la palabra (agresiones verbales, infanti-
lización, gritos o retos) y la violencia del castigo.5
“ Que el parto sea lo más natural posible, sensible y humanizado;
que dejen a la mujer decidir de qué manera quiere parir y que se le
brinde apoyo emocional y físico.”
02
La Partería en México desde el
punto de vista de las usuarias
Las mujeres que atendieron su parto en hospitales privados confían en el médico/a, no cuestionan su
trabajo y respetan su autoridad; prefieren el uso de la epidural y no discuten prácticas como la venoclisis, el
suero, los enemas, las cesáreas o las episiotomías. Lo que les disgustó de este servicio fue que no les entre-
garon inmediatamente a sus bebés y les dieron fórmula sin su consentimiento con el argumento de que “son
políticas del hospital”. Algunas de estas entrevistadas asistieron a su control del embarazo en los hospitales
del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y del Instituto Mexi-
cano del Seguro Social (IMSS) “sólo por cumplir con el trámite” y obtener su incapacidad; todas reportan
demasiado tiempo de espera y malos tratos por parte de los doctores/as, enfermeras/os y recepcionistas.
En el servicio público y en el privado los trabajadores de la salud promueven una política de esterilización a
las mujeres, con la cual las usuarias están en desacuerdo. La ZMG cuenta con tres hospitales privados que
rentan un espacio con jacuzzi para que las mujeres tengan su parto en agua y con partera, y al mismo tiempo
estén seguras por si se les presenta alguna emergencia obstétrica.
La postura de consentir una cesárea, anestesia extra y aceptar como verdadero todo lo que dice el
médico, se contrapone a la opinión y a la práctica de las mujeres que prefieren atenderse con parteras. El
discurso de las entrevistadas que atendieron su parto con parteras profesionales apela a la información y a
la seguridad de que la argumentación médica siempre invoca al miedo como medio para convencerlas de
dejarse realizar una cesárea o episiotomía innecesaria.
Las mujeres que tuvieron la atención en modalidad mixta expresan su satisfacción de haber tenido
un parto poco intervenido, con la compañía ya sea de sus doulas o parteras, aprecian el acompañamiento
emocional, la presencia y el apoyo de sus parejas y familiares. Buscan una manera alternativa de parir, pero
con la precaución de estar en un hospital privado en caso de que se presentara cualquier complicación.
Alba Ramírez
01
La Partería en México desde el
punto de vista de las usuarias
Introducción
Este estudio forma parte del proyecto “La Partería en México desde el punto de vista de las
usuarias”, llevado a cabo en diferentes estados de la república mexicana. En la zona del Istmo de
Tehuantepec (Oaxaca), el trabajo de campo se realizó de febrero a mayo de 2016. Se entrevistó a
21 mujeres usuarias de los diferentes modelos de partería y se recolectaron los testimonios de cinco
parteras. Este documento se centra en los resultados de quince participantes (diez atendidas en el
modelo público institucional y cinco con parteras tradicionales). El objetivo específico es describir
y analizar las motivaciones y las opiniones de las mujeres que se atendieron en el modelo público
institucional y con partera tradicional.
Antecedentes
1. Berrio Palomo, Lina Rosa, 2015, “Partería, estrategia para
En México una de las metas de la política pública en salud ha sido alcanzar la cobertura total del
atender salud sexual y reproductiva”, Express Zacatecas,
consultado el 15 de agosto de 2016, disponible en: <http:// parto institucional, lo que de acuerdo con Lina Berrio (2015) significa una apuesta por la desaparición
www.expresszacatecas.com/sociedad/22515-parteria-es- de recursos locales de atención y, en consecuencia, limitar la labor de las parteras tradicionales a la
trategia-para-atender-salud->.
de promotoras o detectoras de riesgos porque ya no atienden partos.1 Además, el Seguro Popular2
2. “El Sistema de Protección Social en Salud, mejor cono- y programas gubernamentales como PROSPERA (que involucran una transferencia monetaria del
cido como Seguro Popular, es el mecanismo por el cual el
Estado garantizará el acceso efectivo, oportuno, de calidad,
gobierno para madres de familia) inciden en cómo las mujeres, tanto rurales como urbanas, atien-
sin desembolso al momento de su utilización [...] El Seguro den sus partos.3 Según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID), en México
Popular fue creado para brindar protección financiera a la el 94.6% de partos ocurridos de enero de 2009 a septiembre de 2014 fueron atendidos por un
población no derechohabiente” <http://www.seguro-po-
pular.gob.mx/index.php/conocenos/seguro-popular-1>.
médico, el 2.7% por una partera o comadrona y el 2.7% restante se distribuyó entre enfermeras
y otras personas. En este documento se señala que Chiapas, Guerrero y Oaxaca concentran el
3. Smith Oka, Vania, 2013, “Es mejor tener pocos. Las
decisiones de las mujeres nahuas respecto a la planifi- mayor porcentaje de nacimientos atendidos por parteras: 26.9%, 9.3%, y 7.1%, respectivamente.
cación familiar”, en Jesús Ruvalcaba (editor), La Tercera Asimismo, son los estados con menor porcentaje de partos atendidos por médicos: 69.7, 83.8
Realidad: La Huasteca Como Espejo Cultural, México,
Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en An-
y 88%. Guerrero y Oaxaca son las entidades con los porcentajes más altos de partos atendidos
tropología Social, pp. 67-86 y; Murray López de, Jenna, por otra persona: 3.5 y 3.0%.4 Si bien se ubica a Oaxaca entre los tres primeros lugares donde la
2015, “El conflicto y salud reproductiva en ciudades de atención por parteras es recurrente, los resultados obtenidos en esta investigación apuntan que
Chiapas: la desaparición de las parteras empíricas”, en
Georgina Sánchez Ramírez (editora), Imagen instantánea
en la región del Istmo esta práctica va decreciendo y se realiza principalmente en áreas rurales.
de la partería, México, ECOSUR-Asociación Mexicana de
Las mujeres participantes
Partería, pp. 199-222.
4. Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) Las entrevistadas que se atendieron con una partera pertenecen a municipios con población de las
y Consejo Nacional de Población (CONAPO), 2014, etnias mixe, zapoteca e ikoots. Todas las mujeres llevaron su control prenatal con médicos; durante
“Encuesta nacional de la dinámica demográfica 2014”,
Boletín de prensa núm. 271/15, consultado el 27 de
esta etapa combinaron la atención del servicio público y el privado, este último se requirió para los
agosto de 2016, disponible en: análisis sanguíneos, de orina y ultrasonidos. Gran parte de las participantes acudieron con parteras
<http://www.inegi.org.mx/saladeprensa/boleti- para que las sobaran5 durante el embarazo.
nes/2015/especiales/especiales2015_07_1.pdf>.
“ Que el estado reconozca y legitime a las parteras tradicionales, ya
que se encuentran en un estado de indefensión.”
02
La Partería en México desde el
punto de vista de las usuarias cano del Seguro Social (IMSS) y a los hospitales de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).
La percepción de la gratuidad de estos servicios es uno de los motivos primordiales por los que
las mujeres recurren a ellos, incluso cuando la atención no es del todo satisfactoria. Uno de los
principales problemas a los que se enfrentan las usuarias es la ausencia constante del personal, que
en muchas ocasiones determina que los nacimientos ocurran con el apoyo de las comadronas. La
cuestión económica es el segundo factor que influye en la atención domiciliaria del parto y un tercer
aspecto es el temor a la cesárea. Las mujeres que tuvieron a sus bebés con una partera apreciaron
que esta prestadora permita el acompañamiento de familiares cercanos durante el parto.
Los datos obtenidos revelan el impacto que el Seguro Popular ha tenido en la manera en cómo
las mujeres (tanto urbanas como rurales) atienden sus partos ya que la partería tradicional ha dejado
de ser una posibilidad de atención para el nacimiento. Por ejemplo, tres de las cinco mujeres que
tuvieron su experiencia de atención con parteras tradicionales hubieran querido atenderse en un
establecimiento institucional de salud, pero su decisión se vio limitada debido a la ausencia del
médico de su localidad así como a la falta de recursos económicos para trasladarse al hospital más
cercano. En consecuencia, las parteras son desplazadas hacia la práctica de la sobada propiciando
así la paulatina desaparición de su función; sin embargo, se reflejó también el destacado papel que
aún desempeñan en las áreas rurales. Se evidencia la normalización de la violencia obstétrica de la
que son objeto las mujeres en el modelo institucional, y han internalizado el maltrato que reciben
en estos servicios; prueba de ello es que ninguna tomó cartas en el asunto o se quejó cuando fue
víctima de este tipo de situaciones.
6. Debido por ejemplo, a las vacaciones asignadas o a los
paros labores del Sector Salud.
Recomendaciones de política pública
7 . “Espacio físico ubicado cerca de un hospital con capa-
cidad resolutiva que cuenta con camas, cocina, baño [...]
• T rato amable, humano y con calidez, tanto en el control prenatal como en el parto, por parte
para que las mujeres que residen en localidades dispersas de los prestadores de servicios de salud; explicaciones claras y en palabras comprensibles
o se ubican a más de dos horas de un servicio de salud y para las usuarias. Asegurar que las mujeres tengan acceso oportuno a exámenes sanguíneos,
que requieren atención especializada durante el embarazo,
el parto o el puerperio, puedan recibir hospedaje y alimen-
de orina y ultrasonidos.
tación junto con sus hijos y/o familiares durante el tiempo • Impartición de talleres de sensibilización e interculturalidad dirigidos al personal de salud
necesario” <http://www.promocion.salud.gob.mx/red/ que tiene contacto directo con las usuarias.
descargables/memorias/Disco_jalisco/descargas/Dia%209/
Asia/Salud%20materna%20y%20embarazo%20en%20
• Para el caso específico de la región del Istmo se sugiere el establecimiento de Posadas de
adolescentes/3%20POSADAS%20AME.pdf>.. Apoyo a Mujeres Embarazadas (AME)7, cerca de los hospitales que atienden a las mujeres
8. Álvarez Milflores, Jacqueline, 2015, “Los riesgos de no embarazadas.
reconocer la partería tradicional”, consultado el 3 de octu- • Que el estado reconozca y legitime a las parteras tradicionales, ya que se encuentran en
bre de 2016, disponible <http://www.animalpolitico.com/
blogueros-punto-gire/2015/07/20/los-riesgos-de-no-re-
un estado de indefensión.8
conocer-la-parteria-tradicional/>.
Julio, 2017
La partería en Puebla durante el
periodo 2009-2016. Percepción
de las usuarias
Arelia Gómez Barojas / Mónica Carrasco Gómez
01
La Partería en México desde el
punto de vista de las usuarias
Introducción
Este estudio se desarrolló como parte del proyecto “La Partería en México desde el punto de vista de
las usuarias” llevado a cabo en diferentes estados del país. En Puebla el trabajo de campo se realizó de
enero a mayo de 2016. Se efectuaron 41 entrevistas a mujeres: diez recibieron atención en instituciones
públicas que dan servicio a los afiliados al Seguro Popular, diez en el Instituto Mexicano del Seguro Social
(IMSS), una en el Instituto de Seguridad Social y Servicios de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Diez tuvieron su parto en instituciones privadas y diez con partera tradicional. El objetivo específico
es identificar las necesidades de las usuarias de los distintos modelos de partería.
Antecedentes
En México se reproducen prácticas que socavan la dignidad de las mujeres en el proceso de embarazo,
parto y puerperio; una de estas situaciones es la violencia obstétrica y puede definirse como: “la apro-
piación del cuerpo y procesos reproductivos de las mujeres por personal de salud, que se expresa en
un trato deshumanizador, en un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales,
trayendo consigo pérdida de autonomía y de capacidad de decidir libremente sobre sus cuerpos y
sexualidad, impactando negativamente en la calidad de vida de las mujeres”.1 Puebla ocupa el cuarto
lugar nacional de quejas de violencia obstétrica y el quinto en muerte materna, debido a la negligencia
y deficiencias en el servicio que proporcionan los hospitales adscritos a los Servicios Estatales de Salud
(SESA) y a las instituciones de seguridad social. La cesárea injustificada forma parte de los procesos
que se consideran violencia obstétrica; en México cuatro de cada 10 nacimientos se da por esa vía (el
doble de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud). Sin embargo, las cesáreas han
ayudado a disminuir la mortalidad materna.2 Por otro lado, la salud sexual y reproductiva es una parte
inalienable, integral e indivisible de los derechos humanos y universales.3
“tradicionales
Es indispensable revalorar la importante labor de las parteras
ante todos los actores involucrados en la atención
materna para revertir el fenómeno de su desaparición.”
02
La Partería en México desde el
punto de vista de las usuarias es decir, les hablaban de modo irrespetuoso, en consecuencia, aprendieron a callar. Adicionalmente,
identificaron las siguientes problemáticas: saturación de los hospitales debido a la demanda excesiva
del servicio, personal de salud insuficiente para la carga de trabajo y en condiciones precarias, trato
deshumanizado y degradante del personal médico de pregrado hacia las usuarias, con deficiencias en
su preparación y que utilizan el cuerpo de la mujer embarazada como objeto de práctica.
Respecto al servicio en instituciones privadas la mayoría de las entrevistadas manifestó que les
agradó la atención, así como el trato humano que les brindaron. Sin embargo, casi todas las mujeres
posteriormente llevaron a sus bebés a instituciones públicas de salud para su valoración, tamizaje,
vacunas y vitaminas. Los costos registrados en estos hospitales van de lo accesible hasta lo inaccesible.5
Las ventajas en la atención con partera son que le dan a su bebé inmediatamente después de que
nace, tienen acompañamiento familiar, están pocas horas en el sitio de atención y además, sus costos
son accesibles. Asimismo, los prestadores de servicios de salud padecen condiciones de trabajo que
violentan su contrato colectivo.
Antecedentes
De acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015, el 85.60% de los habitantes de Sonora se encontraban afiliados a
alguna institución de salud pública o privada y el 30.12% de la población total, contaba con seguro popular a través
de los Servicios de Salud de Sonora (SSS).1 En cuanto a la proporción de partos con asistencia de personal
sanitario capacitado en el año 2014, los datos muestran que el 99.5% de los partos en el estado contaron con
esa característica, en contraste con el indicador de 96.3% a nivel nacional. El promedio de consultas prenatales
por embarazadas atendidas en las Instituciones del Sistema Nacional de Salud en Sonora, durante 2014, fue
de 5.5 y a nivel nacional de 5.4. En este estudio, los cuidados durante el embarazo incluyen los otorgados
por varios grupos de prestadores de servicios de salud. En el control prenatal se encontraron descripciones
de situaciones de maltrato, entendiendo por ello todas las formas de actuar que suponen alguna agresión o
violencia hacia las usuarias, desde prácticas que impliquen hacerlas esperar sin justificación hasta diversas
formas de humillación o regaño, este último como reprimenda, muestras de enfado o disgusto ya sea con
palabras, gestos y acciones por parte de quien presta el servicio.
Resultados
Cuando existe la posibilidad económica para acceder a hospitales privados, las mujeres prefieren esta opción.
En el estudio, cuatro mujeres que tuvieron su penúltimo parto en algún servicio público decidieron tener a
su último bebé en un hospital privado. Las entrevistadas que cambiaron el tipo de establecimiento señalaron
que en los nosocomios públicos: las atiende personal desconocido que permuta de turno, la programación
1. Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de ultrasonidos ocurre a destiempo, falta de privacidad en la atención del parto, saturación de los servicios
2015, Encuesta Intercensal 2015, consultado el 27 de junio y largos tiempos de espera para recibir la atención. Quienes utilizaron el servicio privado en sus dos últimos
de 2017, disponible en <http://www.beta.inegi.org.mx/ eventos obstétricos consideran que la atención ahí es mejor que en el público. Lo anterior se debe a que a)
proyectos/enchogares/especiales/intercensal/>.
Razones de la elección del tipo de atención del embarazo, el parto y el puerperio: estudio en Sonora
• E ntregar a cada mujer embarazada, que transite en cualquiera de las instituciones de salud,
una guía de las implicaciones del embarazo. Este manual será redactado en un lenguaje
accesible y entendible para cualquier mujer y deberá contener imágenes o dibujos que
ilustren las explicaciones. El documento contendrá la siguiente información: molestias
que no necesiten atención médica inmediata; signos de alarma que requieren atención
médica inmediata; lista de medicamentos que una mujer embarazada no debe ingerir por
ningún motivo; consejos para una alimentación saludable; cambios físicos y psicológicos
provocados por el embarazo y; lista de asociaciones civiles y gubernamentales que den
apoyo (de cualquier tipo) a las mujeres embarazadas.
• Es indispensable que tanto en las instituciones públicas como en las privadas exista una
asesora de lactancia materna que ayude a las mujeres en la etapa del puerperio con la
alimentación de sus recién nacidos.
• Que los médicos/as y enfermeros/as, trabajadores en establecimientos públicos y privados,
consideren a las mujeres como personas que sienten, piensan y poseen autonomía.
• Que los médicos/as miren a las mujeres a los ojos durante las consultas prenatales y que
les ofrezcan un trato empático y amable.
• Provisión de insumos y calidad en los servicios.
8. Además piensan que en estos establecimientos sus bebés
recién nacidos están inseguros, ya sea porque no reciben los
cuidados necesarios o porque pueden cambiarlos por otros.
Julio, 2017
Factores que determinan que las mujeres
embarazadas de bajos recursos seleccionen
el modelo de partería tradicional para la
atención de su parto en zonas rurales del
estado de Yucatán
Antecedentes
Yucatán se encuentra entre los tres primeros estados de la república mexicana cuyos servicios de
salud, dirigidos a la población rural, están basados principalmente en la atención de pasantes
de medicina y enfermería. Reciben como recursos humanos a estudiantes para tratar a la población
vulnerable,1 (mujeres indígenas embarazadas de las zonas rurales).2 El sistema de salud funciona de
manera centralizada y por eso los establecimientos del tercer nivel de atención se encuentran en
Mérida, capital del estado. Como el número de unidades médicas disminuye al pasar del primer
nivel de atención a otro más complejo, la saturación de los servicios provoca que la mujer emba-
razada compita con otro tipo de pacientes para ser atendida.
Las mujeres participantes
Las localidades de residencia de las entrevistadas son: Planchac (Maní), Sabacché (Tixméhuac),
Tixcacaltuyub (Yaxcabá) y Tadzibichén (Yaxcabá). Las edades de las entrevistadas oscilan entre
los 20 y los 31 años; han tenido dos o más embarazos; cuatro de ellas están casadas y tres viven en
unión libre y seis son bilingües en maya/español. Cuatro completaron la secundaria, una la primaria
y dos son analfabetas. Viven en municipios clasificados como de alta marginación.
Resultados
Los médicos y médicas que atienden a las entrevistadas, y a la población en general, son estudiantes
que realizan su servicio social. Se documentó que su desconocimiento en el campo de la competen-
cia cultural y de la lengua maya agrava la relación de discriminación que se establece con la mujer
embarazada, afectando así la calidad de la atención proporcionada. La falta de medicamentos y
complementos vitamínicos durante el control prenatal, los horarios de atención (incompatibles
1. Generalmente, a los estudiantes con promedios bajos
con las necesidades de las usuarias), la carencia de recursos humanos y de personal calificado,
se les asignan plazas en los centros de salud ubicados en
poblaciones en condiciones de marginación.
tanto en el primero como en el segundo nivel de atención, y el sistema de referencia ineficiente (así
como el de transporte) se presentan como una serie de barreras que, combinadas con una mala
2. Nigenda, Gustavo, 2013, “Servicio social en medicina
en México: una reforma urgente y posible”, Salud pública
atención, influyen para que una mujer embarazada de bajos recursos desista de tener el parto en
de México, vol. 55, no. 5, pp. 519-527. los servicios de salud, aunque tenga derecho a hacerlo.
Factores que determinan que las mujeres embarazadas de bajos recursos seleccionen el modelo
de partería tradicional para la atención de su parto en zonas rurales del estado de Yucatán
Julio, 2017