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Los Siete Fantasmas y Sintomas Del Miedo

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LOS SIETE FANTASTAMAS DEL TEMOR

Napoleón Hill
Todos estamos sometidos a estos fantasmas y es muy importante reconocerlos ya que
en ocasiones, esos temores nos limitan a crecer y a trascender en nuestras vidas.

Hablaremos de los siete temores más comunes en las personas:

1. EL TEMOR A LA POBREZA

Es un estado mental. Pero es suficiente para destruir las posibilidades de alcanzar


los logros deseados en cualquier empresa.

Este temor paraliza la facultad de razonamiento, destruye la facultad de la


imaginación, elimina la confianza en sí mismo, socava el entusiasmo, desanima la
iniciativa, conduce a la incertidumbre de propósito, estimula la dilación, elimina el
entusiasmo y convierte el autocontrol en una imposibilidad.

Este temor es el más destructivo de los seis temores básicos; porque es el más difícil
de dominar.

1.1 Síntomas del temor a la pobreza:

 Indiferencia: Suele expresarse a través de la falta de ambición; de una


predisposición a tolerar la pobreza; de una aceptación, sin protestar, de aquella
compensación que la vida pueda ofrecer; de una pereza mental y física; de una
falta de iniciativa, imaginación entusiasmo y autocontrol.

 Indecisión: El hábito de permitir que los demás piensen por uno. El de


mantenerse al margen.

 Duda: Expresada generalmente por medio de justificaciones y excusas


diseñadas para encubrirse, rechazar con explicaciones, o disculpar los propios
errores, lo que a veces se expresa en forma de envidia hacia aquellos que han
alcanzado el éxito, o bien se los critica.

 Preocupación: Suele expresarse por el descubrimiento de faltas en los otros,


una tendencia a gastar más de los ingresos propios, un descuido del aspecto
personal, la burla y el fruncimiento de cejas; la intemperancia en el uso de las
bebidas alcohólicas y a veces en el uso de narcóticos; nerviosismo, falta de
severidad y de autoconciencia.

 Preocupación excesiva: La costumbre de mirar el lado negativo de todas las


circunstancias, de pensar y hablar de posibles fracasos, en lugar de
concentrarse en los medios para alcanzar el éxito. Se conocen todos los
caminos que conducen al desastre, pero nunca buscan los planes precisos
para evitarlos. Se espera el momento adecuado para empezar a poner en
acción ideas y planes, hasta que la espera se transforma en un hábito
permanente. Se recuerda aquellos que han fracasado y se olvida a los que han
tenido éxito. Es el pesimismo, que conduce a la indigestión, al estreñimiento, a
la autointoxicación, a la mala respiración y a una mala disposición.

 Dilación: La costumbre de dejar para mañana aquello que debería haberse


hecho el año anterior. Pasarse mucho tiempo buscando justificaciones y
excusas para no realizar el trabajo. Este síntoma se halla estrechamente
relacionado con el de la preocupación excesiva, la duda y la preocupación. La
negativa a aceptar la responsabilidad siempre que esta pueda evitarse. La
voluntad de encontrar un compromiso en lugar de levantarse y luchar con
firmeza. Comprometerse con las dificultades en lugar de dominarlas y
utilizarlas como peldaño para seguir subiendo.

2. EL TEMOR A LA CRÍTICA

Nadie puede afirmar con exactitud cómo llegó el hombre a experimentar este temor,
pero lo cierto es que lo experimenta y de una forma muy desarrollada.

Este temor priva al hombre de su iniciativa, destruye su poder de la imaginación,


limita su individualidad, le quita la confianza en sí mismo.

La crítica implanta el temor en el corazón humano, o el resentimiento, pero no


construye el amor ni el afecto.

Este temor es casi tan universal como el temor a la pobreza y sus efectos son igual
de fatales para el logro personal, implanta el temor en el corazón humano, o el
resentimiento pero no construye el amor ni el afecto.

2.1 Síntomas del temor a la crítica:

 Timidez: Suele ser expresada por medio del nerviosismo, timidez a la hora de
la conversación y en el encuentro con personas desconocidas, el movimiento
extraño de las manos y de los pies y el desplazamiento de la mirada.

 Falta de serenidad: Ausencia de control en la voz, nervio0sismo en presencia


de otros, postura deficiente del cuerpo y memoria podre.

 Personalidad: Escasa firmeza en las decisiones, falta de encanto personal y


de habilidad para expresar sus opiniones definidas. Costumbre de soslayar los
temas en lugar de afrontarlas de manera directa. Estar de acuerdo con otros
sin haber examinado sus opiniones con cuidado.

 Complejo de inferioridad: Costumbre de expresar auto-aprobación por medio


de la palabra y las acciones; como un medio de ocultar una sensación de
inferioridad. Utilizar palabras grandilocuentes para impresionar a los demás.
Imitar a otros en la ropa, el discurso y las actitudes. Fanfarronear de logros
imaginarios. Esto produce a veces una imagen superficial de sentimientos de
superioridad.

 Extravagancia: Costumbre de intentar mantenerse a la altura de los demás


gastando mucho más de lo que se ingresa.

 Falta de iniciativa: Fracaso para aprovechar las oportunidades para el


progreso propio, temor a expresar opiniones, falta de confianza en las propias
ideas, responder de forma evasiva a los superiores, vacilar en la actitud y en el
discurso, engañar en las palabras y en los hechos.

 Falta de ambición: Pereza mental y física, falta de autoafirmación, lentitud


para tomar decisiones, dejarse influir con excesiva facilidad, criticar a los
demás a sus espaldas y halagarlos cuando están delante; aceptar la derrota
sin protesta, sospechar de otras personas sin causa alguna, falta de tacto en la
actitud y el discurso, no estar dispuesto a aceptar las responsabilidad de los
propios errores.

3. EL TEMOR A LA ENFERMEDAD

Sus orígenes están estrechamente asociados con las causas del temor a la vejez y a
la muerte, porque le conduce a uno al borde de mundos terribles de lo que el hombre
no sabe nada, pero acerca de los cuales se le han contado historias inquietantes.
También existe la opinión generalizada de que ciertas personas poco éticas se han
embarcado en el negocio de vender salud por el método de crear temor hacia la
enfermedad.

La mente humana es muy poderosa, te construye o destruye. Los laboratorios


farmacéuticos han hechos enormes fortunas jugando con esa debilidad del temor a la
enfermedad.

La enfermedad comienza a veces en la forma de un impulso o pensamiento negativo.


Este impulso puede pasar de una mente a otra, por sugestión, o ser creado por un
individuo en su propia mente.

Las desilusiones en los negocios y en el amor se encuentran a la cabeza de la lista


de las causas del temor a la enfermedad.

3.1 Síntomas del temor a la enfermedad:

 Autosugestión: El hábito del uso negativo de la autosugestión que se dedica a


buscar y espera encontrar los síntomas de toda clase de enfermedades.
“Disfrutar” de la enfermedad imaginaria y hablar de ella como si fueran reales.
El hábito de probar todas las manías y modas recomendadas por los demás,
considerándolas como algo que tiene valor terapéutico. Hablar a otros de
operaciones, accidentes y otras formas de enfermedad. Experimentar con
dietas y ejercicios físicos como sistemas de reducción de peso sin guía
profesional. Probar remedios caseros, medicamentos patentados y remedio de
charlatanes.
 Hipocondría: El hábito de hablar de la enfermedad, concentrando la mente en
ella y esperando su aparición hasta que se produce un colapso nervioso. Nada
que se venda en botellas puede curar este estado. Se produce como
consecuencia de un pensamiento negativo y la curación se logra solo mediante
un pensamiento positivo.

Se dice que la hipocondría es una enfermedad imaginaria, produce tanto daño


como la enfermedad que se teme tener. La mayoría de los casos
denominados nerviosos no son sino enfermedades imaginarias.

 Ejercicio: El temor a la enfermedad interfiere a menudo con un ejercicio físico


adecuado y tiene como resultado el exceso de peso. Haciendo que uno evite la
vida al aire libre.

 Susceptibilidad: El temor a la enfermedad quiebra la resistencia natural del


cuerpo y crea en él un estado favorable para cualquier enfermedad con la que
uno puede ponerse en contacto.

 Auto-consentimiento: Hábito de buscar un poco de simpatía utilizando como


señuelo enfermedades imaginarias. La gente recurre a menudo a este truco
para evitar acudir al trabajo. Hábito de fingir una enfermedad para justificar lo
que no es más que pereza, o la de hacerla servir como una justificación de lo
que solo es falta de ambición.

 Falta de moderación: Hábito de usar alcohol o narcóticos para eliminar los


dolores como los de la cabeza, las neuralgias; en lugar de buscar y eliminar la
causa.

4. EL TEMOR A LA PÉRDIDA DEL AMOR

La fuente original de este temor inherente surgió, evidentemente, del hábito del
hombre polígamo de robarle la compañera a su semejante o de tomarse libertades
con ella cada vez que podía.

Este temor es el más doloroso de todos los seis temores básicos. Talvez causa más
daño al cuerpo y a la mente que cualquiera de los otros temores básicos

Un cuidadoso análisis ha demostrado que las mujeres son más susceptibles a ese
temor que los hombres. La experiencia ha enseñado a las mujeres que los hombres
son polígamos por naturaleza y que no debe confiar en ellos cuando se encuentran
en manos de rivales.

4.1 Síntomas del temor a la pérdida del amor:

 Celos: El hábito de sospechar de los amigos y de las personas queridas sin


ninguna evidencia razonable de motivos suficientes. El hábito de acusar de
infidelidad a la pareja sin motivo alguno. La sospecha de todo el mundo en
general, sin tener fe en nadie.

 Descubrir imperfecciones: El hábito de descubrir imperfecciones en amigos,


parientes, asociados en los negocios y personas amadas, a la menor
provocación o sin causa que lo justifique.

 Juego: El hábito de jugar, robar, engañar y aceptar cualquier otra oportunidad


de riesgo con el propósito de conseguir dinero para la persona amada, el
hábito de gastar mucho más de lo que se ingresa o de incurrir en deudas para
proporcionar regalos a la persona amada, con el objeto de brindarles una
imagen favorable. Insomnio, nerviosismo, falta de perseverancia, debilidad de
voluntad, falta de autocontrol, falta de confianza en sí mismo y mal carácter.

5. EL TEMOR A LA VEJEZ

La posibilidad de mala salud contribuye a este temor al igual que la posibilidad de


perder la libertad.

Existen dos fuentes de este temor:

 El pensamiento de que la vejez puede traer consigo la pobreza.


 El temor a las enseñanzas falsas y crueles del pasado. Las imágenes terribles
del mundo más allá. Sembradas a través de la herencia social.

El hombre tiene dos razones muy sanas para su aprensión, una surge de la
desconfianza hacia sus semejantes que puedan arrebatarle toda sus posesiones
mundanas y la otra surge de las terribles imágenes que hay en su mente acerca del
más allá.

5.1 Síntomas del temor a la vejez:

 Complejo de inferioridad en la edad de la madurez mental: Hacia los


cuarenta años, con la falsa creencias que uno se descuida a causa de la edad.
La verdad es que los años más útiles del hombre tanto mental como
físicamente, son los comprendidos entre los cuarenta y los sesenta años.

 El hábito de hablar de uno mismo: Como pidiendo disculpas por ser “viejo”,
solo porque han alcanzado a los cuarenta o cincuenta años; en lugar de darle
la vuelva a esa regla y expresar gratitud por haber alcanzado la edad de la
sabiduría y la comprensión.

 El hábito de matar la iniciativa: La imaginación y la confianza en sí mismo al


creer falsamente que es demasiado viejo para ejercer esas cualidades.

La costumbre de la persona de cuarenta años que se viste con el propósito de


intentar parecer más joven y que actúa con las formas afectadas de los
jóvenes. Inspirado con ello el ridículo tanto en los amigos como en los
extraños.

6. EL TEMOR A LA MUERTE

Este temor es el más cruel de todos los temores básicos. La razón resulta evidente.
En la mayoría de los casos es posible achacar al fanatismo religioso los terribles
temores asociados con el pensamiento de la muerte. Los llamados paganos temen
menos a la muerte que los más civilizados. El hombre se ha planteado durante miles
de años las mismas preguntas que aún no ha podido contestar acerca ¿de dónde? y
¿hacia dónde? ¿de dónde procedo y hacia dónde voy?

Todo lo referente al infierno, el diablo, etc. Este temor es inútil porque la muerte
llegará no importa lo que hagamos. Todos somos energía y materia; estos dos
elementos no se pueden crear ni destruir sólo se transforma.

6.1 Síntomas del temor a la muerte:

 Pensar en la muerte: Pensar en la muerte antes que obtener lo máximo de la


vida. Ello se debe en general a la falta de propósito o falta de una ocupación
adecuada. Este temor predomina más entre las personas de edad avanzada;
pero a veces las personas más jóvenes son las víctimas del mismo. El mayor
de todos los remedios contra el temor a la muerte es el ardiente deseo de
alcanzar logros, apoyado por la realización de un servicio útil a los demás. Una
persona ocupada en muy raras ocasiones dispone de tiempo para pensar en la
muerte.

 Causas comunes del temor a la muerte: Son la enfermedad, pobreza, falta


de una ocupación apropiada, desilusión amorosa, demencia y el fanatismo
religioso.

7. EL TEMOR A LA PERDIDA DE LIBERTAD

No importa dónde viva, en cualquier país, el miedo a la pérdida de la libertad está


presente.
Es el opuesto al deseo de la libertad de cuerpo y mente, uno de los motivos
básicos. Y ese temor prevalece en el mundo hoy en día, y sabemos que algunas
tendencias están constante y deliberadamente trabajando para destruir la
duramente ganada libertad tan querida para la humanidad.

7.1 Síntomas a la perdida de libertad:

 Temor a expresarse lo que piensas y crees, si se va expresar sea muy


cauteloso con sus palabras de respeto más no a la imposición.
 Si te conviertes en un tirano en la búsqueda de tu propósito principal definido,
buscando dominar a tu familia, a tu alianza intelectual y a tus empleados,
retrocederás en la causa de libertad tan ciertamente como lo hace cualquier
extremista revolucionario.
 Pero muchas otras fuerzas pueden trabajar para limitar su libertad, las
ambiciones políticas de sus vecinos, las demandas de su vida diaria, y este
miedo puede paralizarlo y distraerlo de su propósito principal definido.
 No puedes liberarte de este miedo si no estás en armonía con las fuerzas de
la libertad que hacen posible tu propio éxito.

Los derechos que disfrutamos en este país se obtuvieron a través de amargos


años de lucha, y solo pueden mantenerse mediante una vigilancia constante.
Debe ser consciente de las luchas que están teniendo lugar, debe desempeñar
un papel activo en ellas y también debe estar seguro de que no está haciendo
nada que invada las libertades de los demás.

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