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Violencia Contra Mujeres y Disidencias en Política A Través de Redes Sociales
Violencia Contra Mujeres y Disidencias en Política A Través de Redes Sociales
Violencia Contra Mujeres y Disidencias en Política A Través de Redes Sociales
Este documento fue elaborado por Agustina Gradin y Karina Iummato (consultoras) y contiene los
resultados finales de la investigación realizada por el Observatorio Julieta Lanteri de FUNDECO, el
Observatorio Electoral de COPPPAL y el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA).
Integraron los equipos de investigación: por ELA Lucía Martelotte, Ximena Cardoso Ramírez, Paula Rey,
Macarena Kunkel Fioramonti; por el Observatorio Electoral de COPPPAL Dolores Gandulfo, Irene Ascoli,
Elisa Ichaso, Florencia Scasso, Sofía Santamarina y Manuel Zapico; y por el Observatorio Julieta Lanteri
FUNDECO Lorena González, Agustina Gradin y Karina Iummato.
Este documento fue elaborado en el marco del proyecto Cerrando Brechas II: Desnaturalizando violencias
ocultas para erradicar la violencia de género promoviendo la igualdad. Su contenido es responsabilidad
exclusiva de ELA, CAREF, FEIM, MEI y la Fundación Siglo 21 y en ningún caso debe considerarse que
refleja los puntos de vista de la Unión Europea.
____
Referencias bibliográficas
Listado de tablas
Listado de gráficos
Listado de imágenes
4-
― Prólogo
En los últimos años se hizo evidente una demanda contundente e intergeneracional por la
igualdad para las mujeres y para las disidencias sexuales y de género en la vida social, política
y económica. A partir de los masivos reclamos para poner fin a la forma más extrema de la
violencia, se comenzaron a hacer visibles los vínculos profundos entre la violencia femicida y
aquellas otras que permanecen apenas ocultas detrás de las relaciones cotidianas.
Para 2020, a 5 años del primer reclamo masivo que unió a la sociedad detrás de la consigna
“Ni Una Menos”, muchos son los avances conquistados. Sin embargo, es claro que todavía hay
formas de violencia solapadas que, aun cuando están menos presentes en el debate público,
contribuyen a sostener la estructura de discriminación de género que reproduce la violencia
más extrema. Las expresiones de violencia sexista en la vía pública, en los ámbitos laborales,
en los espacios de participación social y política, socavan la autonomía de las mujeres en sus
distintas dimensiones. Las violencias en los procesos reproductivos impactan en la autonomía
física de las niñas, adolescentes y mujeres; las violencias mediáticas y simbólicas reproducidas
en el discurso público restringen su autonomía en la toma de decisiones; y las violencias en
ámbitos sociales, educativos y laborales, limitan el ejercicio de la autonomía económica de las
mujeres y de las personas LGBTI promoviendo las condiciones estructurales para su dependencia
emocional y obstaculizando la posibilidad de abandonar relaciones marcadas por la violencia.
Las restricciones a la autonomía económica empuja a muchas a la marginalidad y la pobreza.
Con poca información empírica sobre estas otras formas de violencia, las respuestas legales y
de políticas públicas todavía incipientes, no parecen llegar a responder a estas problemáticas
en toda su dimensión. Las leyes de protección integral contra las distintas formas de violencia
aprobadas en muchos países de la región, Argentina entre ellos, describen las distintas
manifestaciones de las violencias pero no han logrado todavía traducirse en la implementación
de políticas públicas efectivas e integrales.
En años recientes, la violencia contra las mujeres en la política fue cobrando cada vez más
relevancia en la agenda llamando la atención de actores diversos en distintos lugares del
mundo. De un modo paulatino pero creciente, manifestaciones como la violencia institucional,
o la violencia y el acoso político, que impactan no solo en las mujeres sino también de manera
muy marcada en las personas LGBTI que participan en política, reciben mayor atención.
A partir de este reconocimiento los países de América Latina lograron avances significativos en la
participación política de las mujeres -principalmente en el ámbito legislativo-como consecuencia
de la sanción de leyes de cuota y paridad. De acuerdo con los datos de la Unión InterParlamentaria,
en 2019 un 29,5% de los parlamentos de la región fueron integrados por mujeres, por encima
del promedio mundial del 24%. Sin embargo, el proceso de incorporación de mujeres al espacio
público no siempre ha sido lineal sino que ha estado marcado por obstáculos de diversa índole.
Los estudios documentan diversas barreras de acceso de las mujeres a puestos de toma de
5-
decisión, entre los que se encuentran los estereotipos y pautas culturales que refuerzan las
desigualdades de género y la falta de acceso a recursos materiales y simbólicos. Una barrera
menos explorada, tanto para el acceso como para la permanencia, ascenso y efectivo ejercicio
de los derechos es la violencia y el acoso político contra las mujeres.
Para las personas LGBTI las barreras de acceso y permanencia en espacios de poder todavía no
se han superado; apenas si se están haciendo visibles. La discriminación y la violencia contra las
disidencias sexuales y de género llevaron a su exclusión y marginación, con extremadamente
pocas personas con participación en la arena pública, menos aún en espacios de decisión.
Es preciso conocer las formas que asumen las violencias para pensar estrategias que permitan
desarmar algunos aspectos estructurales de su manifestación y así construir herramientas para
la prevención, abordaje y erradicación de la violencia política contra las mujeres y disidencias, en
beneficio de nuestra democracia.
Esperamos contribuir en ese camino a partir de los resultados de esta investigación, desarrollada
por ELA en el marco de las actividades que llevamos adelante con nuestras colegas del proyecto
Cerrando Brechas (MEI, CAREF, FEIM y la Fundación Siglo 21), junto al Observatorio Electoral de
COPPPAL y el Observatorio Julieta Lanteri FUNDECO, con quienes compartimos el interés por la
igualdad de género y en el ejercicio de la política.
Natalia Gherardi
Directora Ejecutiva de ELA
Directora del Proyecto Cerrando Brechas
6-
Estas violencias forman parte de lo que Rita Segato (2013) denomina violencia patriarcal, que
se expresa a través de un dispositivo universal de funcionamiento que diferencia y establece
vínculos de poder y sometimiento entre lo que denominamos socialmente como “masculino” y
“femenino”, diseminada en hechos y prácticas sociales capilares en nuestras sociedades.
Diferentes investigaciones (IPU, 2016; ELA, 2018; FUNDECO, 2019) dan cuenta de lo masivo
y persistente de este fenómeno que alcanza a más del 80% de las encuestadas (según la
investigación de ELA en el ámbito legislativo) y a 9 de cada 10 mujeres (según el estudio del
Observatorio Julieta Lanteri realizado con mujeres que participan de diferentes ámbitos políticos).
Prevenir, atender y erradicar la violencia contra las mujeres en política es fundamental ya que no
sólo constituye un obstáculo para el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres e identidades
feminizadas - dificultando el acceso, la permanencia, ascenso y efectivo ejercicio de puestos de
representación y toma de decisión - y refuerza roles tradicionales de género, sino que además
atenta contra la pluralidad de voces y la calidad de la democracia.
Entre los espacios donde se desarrollan las actividades políticas las redes sociales son actualmente
una de las principales arenas de debate donde tanto candidatas/os como el electorado expresan
sus ideas, fundamentan y argumentan sus propuestas y reciben de la ciudadanía comentarios de
apoyo o de rechazo. Como señalan diferentes estudios (Amnistía Internacional, 2019; FUNDECO,
2019; ELA, 2018; Luchadoras, 2018; IPU, 2016), el despliegue de las redes sociales a partir de la
masificación de las nuevas tecnologías como los teléfonos celulares y otros dispositivos móviles,
así como la ampliación del acceso a internet han aumentado las posibilidades de expresión
y organización de diferentes espacios sociales y grupos. Al mismo tiempo, las redes sociales
y la masificación de la tecnología genera nuevos riesgos y desafíos asociados a su uso.
Uno de los principales hallazgos de las investigaciones realizadas en nuestro país es que más
del 60% de los episodios de violencia política ocurren por medio de internet (FUNDECO, 2019;
ELA, 2018), mostrando la relevancia de la interacción social y de obtención de información por
1 Ley Modelo Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en la Vida Política.
7-
los medios de comunicación masiva. Según la encuesta realizada por Amnistía Internacional
Argentina una de cada tres mujeres ha sufrido violencia en las redes sociales en el país.
De estas, un 26% recibió amenazas directas y/o indirectas de violencia psicológica o sexual;
un 59% manifestó que fue objeto de mensajes sexuales y misóginos, mientras que un 34% recibió
mensajes con lenguaje o comentarios abusivos en general (Amnistía Internacional Argentina,
2019).
¿Cuál es la dimensión de la violencia machista hacia las políticas a través de las redes sociales?
¿Cuáles son las principales manifestaciones y dimensiones que adopta este problema en nuestro
país? ¿Presenta patrones comunes o adquiere particularidades en función de cada candidata?
¿Qué factores permitirían entender el tipo de agresiones recibidas por las candidatas? A partir
de estos interrogantes, se diseñó una investigación cuyo objetivo principal consistió en medir,
describir, comprender e interpretar las manifestaciones y principales características que adopta
este problema hacia mujeres y candidatxs2 con identidades feminizadas durante la campaña
electoral 2019, coincidiendo de este modo con la primera implementación de la Ley de Paridad
en elecciones nacionales3.
A continuación, presentamos las principales dimensiones del marco teórico y metodológico para
luego presentar los principales hallazgos del estudio y sus conclusiones.
Según diversos estudios (Thompson, 2011; Morley, 2008; Debord, 1995; Becerra y Lacunza, 2012;
Jenkins, 2008; y Verón, 2012) las sociedades están inmersas en nuevas tensiones que asume el
proceso de mediatización a partir de la intervención de las lógicas que permiten y promueven
las redes sociales en Internet. Por sus propios formatos, establecen una nueva forma de relación
entre lo público y lo privado, existiendo ciertamente una movilidad entre ambas fronteras
ya que lo privado se vuelve del ámbito público, y lo público, en el marco del discurso político,
se construye tomando aditamentos del mundo privado.
Esta nueva delimitación (vinculación) de ambas esferas, facilitadas por las plataformas de las
distintas redes, en el terreno de la campaña y accionar político puede suponer una participación
de la ciudadanía de otra índole. Las plataformas de las redes sociales como Facebook o Instagram
están diseñadas para que comenten e interactúen amigas/os/seguidores (según el caso), que en
la política son simpatizantes/militantes. Según diversos estudios, la mayoría de los comentarios
corresponden a adherentes/militantes bajo la forma de comentarios individuales expresando su
opinión sobre el posteo. Las personas que realizan dichos posteos generalmente no interactúan
con quienes comentan (Ross, Fountaine y Comrie, 2015).
2 En este documento nos referimos a “candidatas” cuando se trata de mujeres y a “candidatxs” cuando quedan comprendidas
personas con identidad de género no hegemónica.
3 La paridad para los cargos legislativos a nivel nacional fue aprobada en 2017 a través de la reforma del Código Nacional Electoral.
Las elecciones de 2019 fue la primera oportunidad en que se puso en práctica esta legislación.
8-
En un plano paralelo, Jenkins (2008) asegura un cambio en el papel del público en el proceso
político, puesto que se produce el “tránsito de la concepción individualizada del ciudadano
informado hacia el concepto cooperativo del ciudadano vigilante” (Jenkins (2008:211). Se
dispone a través de las redes sociales de verdaderos medios de comunicación y por consiguiente
de espacios propios de intervención en la vida social que no son neutros, en la cual se realizan
como sujetos activos múltiples operaciones: opinan, comparten y se apropian de contenidos que
les interesan (provenientes de los medios masivos, de la historia del arte y la fotografía, entre
otros) (Carlón, 2016).
A medida que se ampliaron los enunciadores y los discursos políticos en las redes sociales
se produjo un ensanchamiento del espacio público. El público replicante en Internet no solo
está constituido por militantes o pertenecientes a partidos políticos, sino también por otros
sujetos. Como señala Slimovich: “Se han incorporado a la esfera pública ciudadanos que no
habían tenido un rol activo en las campañas políticas que se desarrollaba únicamente en
medios de comunicación masiva” (Slimovich, 2014:15) y se han sumado trolls y bots en el
entramado discursivo político contemporáneo (Slimovich, 2018). La campaña presidencial del
2011 fue la primera en Argentina en desarrollarse en las redes sociales, marcando el camino
de la digitalización de la política (Slimovich, 2016) y fundando la nueva centralidad de estas
plataformas en la difusión y promoción de las ideas políticas.
Sumado a esta nueva forma de concebir la relación de las redes sociales con la esfera pública y la
campaña política caracterizamos a los sujetos que intervienen y sus interacciones, analizando la
violencia machista que se registra en esas plataformas bajo el formato de mensajes/comentarios.
Para esto debemos partir de concebir el lenguaje como productor de realidades y significados en
función de su carácter performativo, es decir
Se destaca con estos elementos el poder performativo que tiene la reiteración de la norma a
través del discurso en la producción de los fenómenos que regula, haciéndolo extensivo a los
discursos (comentarios/mensajes) que circulan en las redes sociales. Esto sucede, en general, a
favor de las concepciones conservadoras y hegemónicas sobre las mujeres, sus cuerpos y sus
acciones, a través de determinados medios discursivos que emplea el imperativo heterosexual
(el patriarcado en sí mismo) para permitir ciertas tipificaciones y excluir y repudiar otras.
De esta manera se constituye una matriz excluyente con la cual se forman los sujetos: todo lo que
escapa/no se corresponde a la norma es abyecto. La violencia machista adopta así su función
disciplinadora y normativizante, propiciada por algunas características de estas plataformas
como las posibilidades del anonimato, las cuentas falsas, entre otras.
Según Foucault el poder regulador produce a los sujetos que controla, es decir, el poder no
solo se impone externamente sino que funciona como un medio normativo y regulador que
permite la formación de los sujetos. Sumamos entonces al carácter performativo del discurso,
la perspectiva de pensarlo como un dispositivo de poder, permitiéndonos a través de este uso dar
9-
cuenta de los elementos heterogéneos y variables que en función de los contextos operan para
producir y regular las identidades sexo- genéricas y la subordinación de las mujeres, situando
esta operatividad fundamental del poder en los espacios cotidianos, habitualmente excluidos de
lo político. De esta forma las relaciones de poder que producen y regulan las prácticas cotidianas
tienen un alcance capilar dentro del campo social, siendo, por ejemplo las luchas que cuestionan
las formas de amar, la represión a la sexualidad o la prohibición del aborto decididamente
políticas.
Los comentarios de violencia machista en las redes sociales emitidos por usuarios o usuarias son
manifestaciones de los dispositivos de poder vinculados al género. Estos dispositivos regulan y
producen la subordinación a mujeres y disidencias, a favor de la normatividad heterosexista
y cis género4. Estos expresan una relación de poder que históricamente se ha constituido a
partir de una jerarquización de “lo masculino” por sobre “lo femenino” en el marco de un sistema
patriarcal que, en el plano de lo simbólico, se vale de los estereotipos de género para reproducir
esquemas de subordinación y dominación que estructuran otro tipo de violencias. La violencia
simbólica, según Bourdieu, contenida en esos tipos de mensajes a partir de los comentarios
de “internautas” en las redes sociales, opera en tanto dispositivo de poder como una suerte de
intimidación permitida que busca instalar un grupo determinado de significaciones, haciendo
posible el consenso sobre el sentido del mundo social llevado al campo de la dominación
patriarcal (Bourdieu, 2000).
4 Siguiendo a Diana Maffia (2018) un cuerpo cis género refiere a un cuerpo cuyo género autopercibido coincide con el género
asignado según su genitalidad. “Yo soy una mujer cis, fui leída como niña, como mujer, en el momento de nacer, porque tengo vulva
y tengo vagina. Tengo una subjetividad de género coincidente. Un varón cuya genitalidad haya hecho que se le asigne el sexo
masculino y que tenga una subjetividad de varón, también va a ser un varón cis. Ahora, yo puedo amar a cualquier persona, y si
amo a una mujer, no dejo de ser una mujer cis por amar a otra mujer”, definió. “Y un varón gay no deja de ser cis varón por amar
a otro varón. La categoría cis género, la que marca este alineamiento del cuerpo y la subjetividad de género, no se altera por la
heterosexualidad o la homosexualidad. Lo que altera la categoría de género es la condición trans. Es tener una identidad de género
que no se condice con la corporalidad en los términos en que esa corporalidad es leída socialmente y, sobre todo, médicamente”.
10 -
Para analizar nuestro objeto de estudio se seleccionó una muestra de candidatas y candidates
a cargos ejecutivos y legislativos nacionales, a gobernaciones y a legislativos provinciales.
El criterio muestral utilizado fue intencional ya que se eligieron las principales candidatas
y candidates durante el periodo seleccionado, respetando el criterio de pluralidad partidaria y
relevancia política de la candidatura. Se buscó seleccionar candidatas mujeres y candidates
trans y travestis. Sin embargo, en esta última categoría únicamente encontramos una sola
candidata a cargo legislativo nacional, y que tuviera actividad en las redes sociales.
Por otra parte, se construyó una muestra amplia para el estudio cuantitativo y dentro de ella una
submuestra que se utilizó para el estudio cualitativo. Esto respondió a criterios de posibilidad de
realizar un seguimiento cualitativo de las redes de las candidatas y candidates seleccionados.
Finalmente, se acordó que la red social monitoreada para el estudio cuantitativo sería Twitter
ya que permite analizar su contenido a través de diferentes programas de recolección y análisis
11 -
de datos. Para el estudio cualitativo se trabajó con Facebook e Instagram. Una vez establecida
la muestra y las redes sociales monitoreadas, se estableció que la unidad de análisis serían los
comentarios realizados por usuarias y usuarios a publicaciones de las candidatas y candidates.
La investigación abarca el período comprendido entre el cierre de listas (26 de junio de 2019)
hasta la elección general (27 de octubre de 2019). Debido a la dificultad de realizar un análisis
exhaustivo que cubriera todos los días del período monitoreado -principalmente por la estructura
disponible del equipo de investigación-, se optó por identificar una semana por mes, en base a
su importancia dentro del calendario electoral, bajo la presunción de que son las semanas donde
mayor interacción política hay en las redes sociales.
Semanas monitoreadas
El primer desafío metodológico para poder medir y comprender el fenómeno fue definir
analíticamente y operacionalizar la violencia machista en política para poder establecer
indicadores y términos observables en el análisis.
5 Ley 26.485. Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que
desarrollen sus relaciones interpersonales, sancionada en 2009.
6 Ley 26.364. Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas, sancionada en 2008.
12 -
De acuerdo con la Convención de Belém do Para, la violencia contra las mujeres trasciende
el ámbito privado y está presente en todos los espacios donde se desenvuelven y participan.
Por eso la Convención extiendo su protección también al ámbito público consagrando el derecho
a una vida libre de violencia “basada en su género”. El concepto abarca así toda manifestación
de violencia en el ámbito político dirigida contra las mujeres por el hecho de serlo, o que las afecta
desproporcionadamente, cuyo objetivo o resultado es impedirles total o parcialmente gozar de
sus derechos políticos. Así, esta violencia se produce por el hecho de ser mujer y participar en
el espacio público y político, teniendo presente que no es el espacio físico donde se realiza la
violencia el que la define, sino las relaciones de poder que se producen en él. Un espacio que
cobró relevancia en los últimos tiempo en la dinámica política, son las redes sociales.
En esta investigación definimos por violencia contra las mujeres en las redes sociales a
“los actos de violencia de género cometidos instigados o agravados, en parte o totalmente,
por el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), plataformas de redes
sociales y correo electrónico; que causen daño psicológico y emocional, refuerzan los prejuicios,
dañan la reputación, causan pérdidas económicas y plantean barreras a la participación en la
vida pública y pueden conducir a formas de violencia sexual y otras formas de violencia física”
(Colectivo Luchadoras, 2018:21).
• Comentarios sobre roles y mandatos de géneros. Son aquellos que hacen alusiones
al supuesto cumplimiento o incumplimiento de los mandatos o roles de género hetero
normados o discriminatorios. Por ejemplo, comentarios sobre lo que “debería ser o
hacer” una mujer por el hecho de serlo. En este apartado incluimos comentarios sobre
acciones/ideas cuestionables por no corresponder al “ideal tradicional/conservador”
sobre cómo tienen que ser las mujeres.
d) Amenazas: son aquellas expresiones y contenido (verbal, escrito, en imagen, etc.) en tono
violento, lascivo o agresivo que manifiestan una intención de daño a una persona, sus seres
queridos, o bienes. Esta manifestación puede expresarse en cuatro dimensiones: psicológica,
física, economía y/o sexual.
Manifestaciones Dimensiones
Menosprecio de capacidades
Expresiones discriminatorias Roles y mandatos de género
Alusiones al cuerpo y a la sexualidad
Acoso Acoso
Desprestigio Desprestigio
Amenaza física
Amenaza psicológica
Amenaza
Amenaza económica
Amenaza sexual
Fuente: Elaboración propia
Para la identificación y medición de los comentarios con contenido de violencia machista hacia
las candidatas y candidates seleccionadas se trabajó para el monitoreo de la red social Twitter
a partir del programa RStudio que permitió la recolección y el análisis de los datos.
• Cierre de listas: menciones realizadas los 6 días anteriores y el día del cierre de listas
(22/06).
• Menciones realizadas los 6 días anteriores y el día de las PASO (11/08).
• Menciones realizadas los 6 días anteriores y el día de las elecciones generales de
octubre (27/10).
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En cada momento se realizaron tres descargas por candidata/e para asegurarse mayor cantidad
de interacciones.
En la segunda etapa, dedicada al armado y limpieza de la base de datos una vez recolectados los
tweets, se armó una base de datos unificada donde se distinguió a qué candidatura correspondía
cada tweet. A través de la técnica de “Textmining” se trabajó con la base de datos obtenida.
En primer lugar, se procedió a “tokenizar” el texto de los tweets (esto significa separar palabra
por palabra del tweet), lo que resulta en una base de datos aún más grande. Luego, a través
de una base de “stopwords”, se hizo una limpieza de palabras que se repetían y que no eran
significativas para el análisis de violencia (artículos, signos de puntuación, etc.).
Esta base de comentarios machistas fue cruzada con las palabras claves establecidas a partir
de la operacionalización de nuestras dimensiones de análisis para identificar y medir a que
dimensión y a qué tipo de manifestación de violencia machista pertenece.
Expresiones discriminatorias
Son la manifestación de la violencia simbólica contra las mujeres, un discurso basado en
ideas preconcebidas tradicionales de género, como pueden ser comentarios abusivos o insultos
Amenazas
Expresiones y contenido en tono violento, lascivo o agresivo que manifiestan
una intención de daño a una persona, sus seres querido/s, o bienes
Dimensiones
Indicadores / Palabras clave:
Desaparecer, desaparecida, zanja, secuestrar, secuestrada, callate,
Psicológicas
deja de hablar, callar, silenciar, silencio, vigilar, vigilamos, vigilada,
vigilando, viendo, decis boludeces
Acoso
Conductas de carácter reiterado y no solicitado hacia una persona,
que resultan molestas, perturbadoras o intimidantes
Campaña de desprestigio
Expresiones de descalificación, daño o perjuicio de la trayectoria o credibilidad de las candidatas
En la estrategia cuantitativa se midió la cantidad de veces que estos indicadores aparecen en los
comentarios de Twitter extraídos a partir del programa.
La recolección de los datos se realizó de forma manual a partir de la lectura y selección de los
comentarios y su posterior sistematización en una matriz de análisis por candidata.
A partir de esto, se realizó un análisis de contenido sobre aquellos comentarios más expresivos
de cada manifestación machista en relación a las definiciones conceptuales anteriormente
desarrolladas. Se realizó un análisis por candidata y por muestra agregada con el objetivo de
describir de forma acababa las diferentes formas que asume cada una de estas manifestaciones.
Dentro del análisis cualitativo, se prestó especial atención a comentarios vinculados a los
siguientes temas:
Con todo el relevamiento, se trabajó en una lectura integral de la información obtenida comparando
y contrastando los hallazgos del análisis estadístico y del cualitativo con el objetivo de construir
un diagnóstico sobre los niveles y las principales características que asume la violencia machista
en las redes hacia las candidatas.
18 -
Desde la semana del cierre de listas a la elección general, se descargaron y analizaron 343.845
tweets vinculadas a las cuentas oficiales de las candidaturas monitoreadas. De esa muestra,
como se ilustra en el Gráfico 1, se identificaron 16.748 que contenían agresiones o referencias a
mensajes con contenido de violencia machista en la política.
TOTAL DE TWEETS
5%
tweets con
manifestaciones
95%
tweets sin
manifestaciones
Manifestaciones n % Dimensiones n %
Menosprecio de capacidades 3426 33,74
Expresiones
10155 54,27 Roles y mandatos de género 4005 39,44
discriminatorias
Alusiones al cuerpo y a la sexualidad 2724 26,82
Acoso 4622 24,70 Acoso 4622 100,00
Desprestigio 903 4,83 Desprestigio 903 100,00
Amenaza física 389 12,83
Amenaza psicológica 270 8,91
Amenaza 3032 16,20
Amenaza económica 2245 74,04
Amenaza sexual 128 4,22
Fuente: Elaboración propia
5%
son campañas
de desprestigio
16%
son amenazas
54%
se refiere a
expresiones
discriminatorias
25%
son acosos
Fuente: Elaboración propia
7 Para el cálculo del porcentaje ponderado por manifestación se midió el peso de cada una de las manifestaciones por candidata sobre
el total de tweets. Luego se realizó un promedio de esos porcentajes para llegar al peso que tiene cada una de las manifestaciones
sobre el total. Para el porcentaje ponderado de las dimensiones se trabajó de la misma manera: se calculó el porcentaje de cada
dimensión sobre el total en esa manifestación por candidata y luego se hizo un promedio total de todos esos porcentajes para poder
saber el peso de la dimensión sobre la manifestación
20 -
Los resultados del cierre de listas fueron similares al de las PASO: expresiones discriminatorias
46%, acoso 35%, amenazas 16% y campañas de desprestigio 3%. En las elecciones generales
las manifestaciones de violencia machista en Twitter se distribuyeron de la siguiente manera: el
55% tiene que ver con expresiones discriminatorias, el 33% acosos, 7% campañas de desprestigio
y el 5% amenazas. En la manifestación de amenazas vemos variaciones más significativas: 16%
(en el momento de cierre de listas), 13% (en las PASO) y en las elecciones generales el número
se reduce al 5%. Como veremos más adelante, esta reducción del porcentaje se debe a que en
las PASO y en el cierre de listas consideramos algunas palabras clave como amenazas y en
las generales las evaluamos dentro de la categoría de desprestigio. En este sentido, vemos que
ha ido aumentando el porcentaje en esta última categoría: del 3% en el cierre de listas y en las
PASO al 7% en las generales.
Gráfico 3. Distribución de las agresiones por tipo de manifestación y por periodo monitoreado
60
54% 54%
50 46%
40
35%
30%
30
25%
20
16% 16%
13%
10
5%
3% 3%
0
Cada una de estas manifestaciones se compone de diferentes palabras que indican algún
tipo de agresión verbal. Estas agresiones cobran significancia en su contexto, es decir en el
enunciado en que se inscriben y por supuesto en su interacción con sus enunciadores. Para esto
es necesario combinar el análisis cuantitativo con una mirada cualitativa de las manifestaciones.
En ese sentido, un primer acercamiento interesante fue identificar cuáles fueron los enunciados
más utilizados en los comentarios hacia las candidatas del monitoreo.
La nube de palabras permite observar los términos más utilizados en los tweets con contenido
violento, siendo ilustrativo de las diferentes dimensiones que se expresan de esta forma
sintéticamente:
21 -
Otra forma de dimensionar las diferentes formas de expresión que adquiere la violencia machista
en las redes sociales es identificar la cantidad de veces que se repiten ciertas palabras que,
presumimos, cargan un mensaje agresivo basado en el género. Las siguientes tablas muestran
dos momentos del monitoreo: el cierre de listas y las PASO y luego las elecciones generales.
Gráfico 4. Palabras más repetidas por manifestación de violencia en el cierre de listas y PASO
acoso
amenaza
desprestigio
expresiones
discriminatorias
quiero
buena
vida
hermosa
acompañar
guita
robar
plata
chorra
lacra acoso
nada
puta
trabajar amenaza
hija
laburar
vieja desprestigio
saber
concha
mina expresiones
ignorante discriminatorias
culo
marido
pelotuda Fuente: Elaboración propia
gato
cuidar
boluda
Dentro de las agresiones que fueron consideradas expresiones discriminatorias (54%), para
cada candidata, en promedio, el 39% se vincula con roles y mandatos de género, el 34% con el
menosprecio de capacidades y el 27% son alusiones al cuerpo y a la sexualidad.
27%
Alusiones al cuerpo
y a la sexualidad 39%
Roles y mandatos
de género
34%
Menosprecio de
capacidades Fuente: Elaboración propia
23 -
Dentro de las expresiones discriminatorias el análisis cualitativo nos permite ilustrar cuáles
son las características que adopta. Una de las dimensiones que adquiere las expresiones
discriminatorias son los comentarios sobre los roles y mandatos de género. Aquí están incluidos
comentarios referidos a la distancia que las candidatas presenten respecto de los estereotipos
de género de quien agrede, como por ejemplo señalar que ellas deben volver al “espacio privado”
como se puede identificar en el siguiente comentario8:
“Feminazi de mierda”
8 En adelante, los comentarios se transcriben textualmente pero las palabras destacadas son nuestras.
24 -
Por otro lado, también aparecen comentarios donde se destaca como atributo de las candidatas
justamente su adecuación a los roles tradicionales de género como por ejemplo destacando su
rol de madre, de cuidadora, de esposa, entre otros.
Estos comentarios también expresan formas de violencia machista ya que reproduce las
relaciones desiguales de poder, sujetando a las mujeres en lo que el patriarcado espera de ellas
aún si se animan a entrar en política.
Una segunda dimensión de las expresiones discriminatorias son los comentarios de menosprecio
a las capacidades, con comentarios alusivos a las habilidades para hacer política. La falta de
saber o conocimiento (o un “conocimiento considerado no adecuado”) y el hecho de no actuar
de la manera “correcta” (ser mentirosa, cínica, hipócrita,) o ser “joven” (como algo negativo/
peyorativo, ya que supone ignorancia y/o falta de conocimiento/saber), es predominante en este
tipo de manifestación de violencia machista. En los siguientes ejemplos son ilustrativos de estas
violencias:
“Burra”
A través de este tipo de mensajes apuntan a normativizar a las candidatas ubicándose del lado
“abyecto” y “excluyente” de la política; se la menosprecia en su capacidad de hacer política, de
gestionar, de conducir, aduciendo “falta de honradez o conocimiento/saber” insuficiente o nulo:
El menosprecio a las capacidades de las mujeres cis, trans y travestis para hacer política es una
de las manifestaciones más comunes en el análisis cuantitativo con un 34% de los comentarios
referidos a este tema. En el análisis cualitativo esto presenta un nivel de violencia muy alto que
muestra los pisos pegajosos, las paredes y el techo de cristal9 que deben superar las mujeres
cis, trans y travestis en política, ya que éstas deben demostrar constantemente sus habilidades
y capacidades.
Un reciente estudio que analiza esta brecha de género sostiene que “los requerimientos
educativos para que las mujeres ocupen puestos de decisión son aún mayores que para los
varones. En los mismos puestos (altos cargos), pareciera demandar mayores capacidades a las
mujeres. Sin embargo, los puestos jerárquicos son ocupados en su mayoría por varones, aun
cuando en los mismos equipos hay mujeres con igual o más formación y experiencia” (PNUD,
2018). Como podemos suponer, las mujeres y disidencias que llegan a la política, siguiendo esta
exigencia que estructura el mercado de trabajo (y el ámbito público en sí) están en términos
generales calificadas (y en comparación con sus contrapartes varones aún más) ya que a
diferencia de ellos deben vencer el prejuicio de género que nos ubica como aptas por naturaleza
para el cuidado y la familia y siempre sospecha de todo lo que hagamos por fuera del ámbito
doméstico: manejar, trabajar y por supuesto ocupar un cargo político. Los comentarios de
violencia que menosprecian nuestras capacidades buscan desde la práctica performativa del
discurso reforzar el estereotipo que nos ubica subordinadas y recluidas en el ámbito privado.
9 Los conceptos de pisos pegajosos, paredes y techos de cristal refieren a las barreras invisibles que sufren las mujeres para acceder
al mercado laboral y una vez en él poder acceder a ciertos espacios o desempeñarse en ciertas áreas/disciplinas que suelen ser
espacios masculinizados así como ascender dentro de las jerarquías y acceder a puestos de toma de decisión.
27 -
“la carita más hermosa que vi en mis 29 años, esa chica es perfecta”
“Esa cirugia mal echa esta pagada con toda nuestra plata”
“ ”
(como por ejemplo “es una belleza” o que “linda sonrisa”). Este tipo de comentarios vuelven a
sujetar a la mujer a sus características físicas, objetivando su presencia en el ámbito público
a partir de su acercamiento o distancia respecto de los ideales hegemónicos de belleza, y
destacando únicamente sus aspectos físicos y sexuales, invisibilizando o desvalorizando sus
habilidades políticas. Estas expresiones representan un dispositivo disciplinante y normativizante
que las evalúa diferencialmente respecto a los varones, tomando en consideración cuestiones
que no sustentan la práctica política, reproduciendo (y produciendo) un ideal cosificante de la
mujer en la política.
― 3.1.2 Acoso
Las manifestaciones que contienen acosos son, según el análisis cuantitativo de Twitter, el 25%
del total de las agresiones. Aquí aparecen comentarios de carácter reiterado y/o no solicitado
hacia las candidatas con contenido perturbador o intimidante, de índole sexual/romántica
generalmente. Dos nubes de palabras ilustran los principales contenidos que presentó esta
manifestación en la red social Twitter:
“preciosa yo te voto ”
Ahora bien, sobre ciertas candidatas, los comentarios más reiterados son aquellos con contenido
ofensivo:
“Vale, DePUTAda”
El acoso ya sea en su formato positivo o negativo, implica una forma de expresión de la violencia
machista en las redes sociales. La posibilidad de construir perfiles falsos y/o de esconder la
propia identidad, potencia este tipo de expresiones que, a su vez, comparten una delgada línea
divisoria entre el acoso y la amenaza, como veremos en la próxima dimensión. Estos tipos de
mensajes operan en tanto dispositivos de poder como una suerte de intimidación permitida que
busca instalar determinadas significaciones consensuadas en torno a las mujeres/disidencias
que hacen política llevado al campo de la dominación patriarcal.
― 3.1.3 Amenazas
Dentro de las agresiones que representan amenazas (16%), cada candidata recibe, en promedio,
un 74% de amenazas económicas, el 13% amenazas físicas, el 9% amenazas psicológicas y el
4% representan amenazas sexuales.
Gráfico 7. Distribución de las agresiones dentro de la manifestación amenazas, según sus dimensiones.
4%
9% Amenaza
Amenaza sexual
psicológica
13%
Amenaza
física
74%
Amenaza
económica
Las amenazas en el área económica está relacionada con las palabras “dañar”, “romper”,
“denunciar”, “devolvé”, “plata”, “guita”, “robar”, “robaste”, “malgastar” y fue la que proporcional-
mente más recibieron las candidatas incluidas en el monitoreo. Muchas veces haciendo alusión
a supuestas corrupciones o a que no saben manejar el dinero, recayendo en un estereotipo muy
común en cuanto a cuál es el rol de las mujeres.
“Más vale que hagan las cosas bien, yo los vote, porque si no
te saco el bigote gato y a vos también flaca”
Son llamativas las variadas alusiones a la dictadura militar, reforzando el objetivo de desalentar
la participación política de las mujeres. Como ilustran las siguientes expresiones, este tipo de
comentarios fueron hechos frecuentemente a candidatas jóvenes y de izquierda:
Si bien estas expresiones de violencia no son las más extendidas tienen una contundencia
mayor tanto para quien las recibe como para todas las mujeres y disidencias que presencian
esas amenazas. Generar miedo es un efecto directo y un objetivo claro. Por consiguiente, su rol
disciplinador para el colectivo de mujeres e identidades feminizadas es un aspecto importante
para tener en cuenta.
― 3.1.4 Desprestigio
La campaña contra Ofelia Fernández surge partir de una intervención pública de la candidata
el 29 de octubre de 2018 en el marco de la Contra Cumbre del G20 en Buenos Aires, que luego
es recuperada en el marco de la campaña electoral y es utilizada como hashtag violento para
construir la campaña de desprestigio. Se tomaron sus propias palabras cambiando su sentido y
significado. Estos son sólo algunos de los comentarios que recibió la candidata durante el mes
de agosto en la red social Instagram:
La campaña contra Victoria Donda surge de una noticia falsa que se viralizó a partir de una
imagen trucada que la mostraba consumiendo cocaína. Esto disparó comentarios como los
siguientes:
10 Durante la campaña a la gobernación de Mendoza Anabel Fernández Sagasti, senadora y candidata por el Frente “Elegí Mendoza”
asistió a distintos debates. Allí dijo que el ladrillo es un “mineral” desatando una controversia. Su frase fue “Mendoza tiene muchos
minerales: azufres, piedras semipreciosas, ladrillos, mármol, etcétera. Pero sin duda, nuestro recurso más importante es el agua”,
expresó al referirse a “la matriz productiva”. Más información aquí.
35 -
Esta violencia machista de tipo simbólica se combina muchas veces con los dispositivos
mediáticos, que la retroalimentan de la mano de algunos periodistas. Ese es el caso de los
comentarios de Eduardo Feinmann sobre Ofelia Fernández, Victoria Donda y Anabel Fernández
Sagasti según podemos observar en los siguientes titulares y que muchas veces están
directamente vinculados a las campañas de desprestigio11.
11 La Ley 26485 define en su artículo 5 a la violencia simbólica como “La que, a través de patrones estereotipados, mensajes,
valores, íconos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando
la subordinación de la mujer en la sociedad”. Ver Ley 26485.
36 -
Las manifestaciones de violencia machista en las redes asumen una intensidad particular
cuando se trata de candidatas jóvenes o asociadas con el movimiento de la juventud.
Efectivamente aquellos perfiles de candidatas que además de ser mujeres cis, trans o travestis
haciendo política, incluyen otros rasgos, como ser jóvenes (Ofelia Fernández) o estar asociadas
a movimientos de juventudes (Victoria Donda, y Anabel Fernández Sagasti) reciben mayor
cantidad de comentarios violentos, en un tono más intenso y brutal, reforzando una idea que
circula históricamente en las sociedades patriarcales de ubicar a las mujeres en una situación de
inferioridad respecto a los varones. A esto se le suma otorgarle más jerarquía a una persona de
mayor edad frente a una joven, desacreditando el conocimiento que ésta última puede poseer.
La voz de la juventud en política sigue siendo criticada por no haber alcanzado un supuesto nivel
de conocimiento o trayectoria que otorga la edad. La mirada interseccional nos permite ver que
si además de ser joven sos mujer la violencia será aún mayor.
Algunos ejemplos surgidos del monitoreo cualitativo muestran cómo se refuerza negativamente
la condición de juventud, identificada como falta de experiencia, entendimiento, conocimiento,
preparación:
Gráfico 9. Palabras más repetidas por manifestación de violencia a Ofelia Fernández en Twitter
acoso
amenaza
desprestigio
expresiones
discriminatorias
Gráfico 10. Palabras más repetidas por manifestación de violencia a Victoria Donda en Twiter
acoso
amenaza
desprestigio
expresiones
discriminatorias
Por el contrario, en el caso de Anabel Fernández Sagasti las palabras que más aparecieron
enel monitoreo de Twitter estuvieron vinculadas a la manifestación de acoso, como “quiero” o
“buena”, que como señalamos forman parte de este tipo de manifestación. El siguiente gráfico
ilustra el monitoreo de las principales expresiones identificadas en el monitoreo a esta candidata.
38 -
Gráfico 11. Palabras más repetidas por manifestación de violencia a Anabel Fernández Sagasti en Twitter
acoso
amenaza
desprestigio
expresiones
discriminatorias
Estos datos enmarcan algunos hallazgos relevantes del monitoreo cualitativo sobre ciertas
posturas políticas identificadas como a favor de la Ley de IVE o el declararse feministas, ya
que implican correrse de los roles y mandatos de género aceptados y tradicionales y por lo
tanto se convierten en insultos utilizados en el discurso machista para deslegitimar y desalentar
la participación política de las mujeres. Algunos comentarios dan cuenta del impacto de las
narrativas antiderechos, peligrosas no solo por la virulencia sino por promover mitos y falsedades:
quienes estamos a favor de la legalización del aborto no somos asesinas ni estamos en contra
de la vida.
En los casos de Ofelia Fernández y Manuela Castañeira, y en menor medida Victoria Donda,
su perfil feminista y disruptivo en relación a la política tradicional hace que sean mayormente
repudiadas en los comentarios; escapan al perfil tolerado de mujeres políticas y por lo tanto
deben ser disciplinadas. Esto se puede evidenciar claramente en los siguientes comentarios:
39 -
Los hallazgos del monitoreo fueron incluidos en el análisis general del estudio de forma integrada
con el análisis de las otras candidatas monitoreadas ya que el interés estuvo puesto en las
formas que adquiere la violencia machista en las redes hacia candidatas, sin distinción de sus
trayectorias políticas, y/o personales. Entendemos que las candidatas del colectivo travesti-
trans, así como las candidatas mujeres cis, comparten en tanto identidades feminizadas, un
lugar de opresión en nuestro sistema político, aún patriarcal y heteronormado.
Sin embargo, es fundamental señalar que el colectivo travesti – trans se encuentra invisibilizado
en la política argentina y esto también se puede ver en este estudio: del total de cargos ejecutivos
y legislativos a nivel nacional, solo hubo una candidata travesti a Diputada Nacional por la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Según un informe de la Agencia Presentes, en las elecciones de 2019 luego de las PASO solo
se registraron 21 candidaturas de personas LGBTI+ visibles. Dentro de este espacio, 12 fueron
candidatas trans, de las cuales ninguna finalmente fue electa, y solo Paula Arraigada fue
candidata a Diputada Nacional. El resto de las candidatas fueron mayoritariamente al nivel de
representación municipal registrando candidaturas a concejalas en los siguientes distritos: dos
en Rio Gallegos y una en Caleta Olivia, Bahía Blanca, Comodoro Rivadavia, Neuquén, Santa
Lucia (San Juan), Resistencia, Morón y Pilar (Provincia de Buenos Aires). Por otra parte, en la
ciudad de Charadai de la Provincia de Chaco, se presentó por primera vez una candidata trans
al cargo de Intendenta.
40 -
Ahora bien, la invisibilización de las candidatas del colectivo travesti – trans también se puede
evidenciar en el lugar que ocuparon principalmente en las redes sociales ya que la actividad y el
impacto de sus posteos si bien registraba actividad cotidiana durante el periodo de campaña, sus
publicaciones no recibían la misma cantidad de interacciones que otras candidatas mujeres con
mayor visibilidad pública. Esto claramente fue una limitación de nuestro estudio cualitativo ya
que se reflejó en la cantidad (no así en el contenido) de comentarios con contenidos de violencia
machista que la candidata trans monitoreada recibió durante el periodo analizados.
En el estudio cuantitativo de la red social Twitter, del total de comentarios recibidos durante las
semanas que se realizó el monitoreo, Paula Arraigada recibió mayoritariamente comentarios
violentos manifestados en expresiones de discriminación, representando el 47,3% del total. Esto
coincide con las principales palabras que aparecieron en el monitoreo fueron “trava”, “travesti”,
“mentirosa”, “culo”, entre otras. Sin embargo, cabe aclarar que la cantidad de interacciones
descargadas durante el estudio fue relativamente bajo (en comparación con las demás
candidatas) representando 497 comentarios, de los cuales sólo el 5 % aproximadamente incluía
contenido violento. Esto, suponemos, no se explica porque no sea víctima de violencia machista
en las redes, sino porque su actividad en las redes tiene bajo impacto general, y su principal
público es su propio espacio político, resguardando su exposición a dicha violencia.
Una limitación que nos encontramos a lo largo de nuestra investigación fue que, una vez
lanzada formalmente la campaña electoral, resultó notorio cómo las candidatas gestionaban
sus redes sociales, eliminando aquellos comentarios violentos de sus cuentas oficiales. Para
poder abordar esta situación se hicieron algunas entrevistas a los equipos de comunicación
de las candidatas monitoreadas para conocer en profundidad su forma de gestionar las redes
sociales y sus percepciones en torno a la violencia machista que reciben13.
En estas entrevistas se pudo reflexionar sobre algunas particularidades de este tipo de violencia,
por ejemplo, el nexo entre los medios de comunicación y las redes sociales en la propagación
de la violencia machista.
A partir de una nota periodística en donde se sexualizaba a una de las candidatas monitoreadas,
un integrante de su equipo de comunicación manifestó que
Las redes sociales son una caja de resonancia de lo que sucede en el espacio público y
especialmente, en la reproducción y circulación de información producida por los medios
de comunicación. Aquí se revela la íntima relación entre las noticias falsas como forma de
desprestigiar a quienes hacen política y la violencia machista en las redes. En otra entrevista,
una asesora nos relata:
Otra cuestión que aparece con fuerza en la percepción de los equipos de comunicación son
las amenazas. En el siguiente relato de un referente del equipo de campaña de una candidata
se puede apreciar el funcionamiento de esta manifestación de violencia:
“Algo más raro que ya vi varias veces y que se hace viral y todo es ‘vamos
a seguirte cada gasto, cada movimiento que hagas, cada fiesta a la
que vayas’. Algo obsesivo como que ella cumpla con una diplomacia que
no le piden a nadie y que no tiene ni correlación con el trabajo que pueda
llegar a hacer ahí. Más un acoso político justamente … regentearle la vida.
Qué libertades puede tener … Que el precio de todo esto es su libertad
y que lo vaya sabiendo”.
Otras experiencias de amenaza se plantean hacia familiares, con acciones que van de la
amenaza directa a la amenaza en redes sociales:
“... Sobre todo cuando se meten con la hija. Ahí es cuando más le afecta.
Pasó con un taxista. Ella nos contó después, estaba muy mal porque se
había tomado un taxi y la hija había puesto los pies sobre el asiento y
el taxista le dijo ’Nena saca los pies de ahí’ y ella le dijo ’Háblame a mí,
no le hables a la nena’ y él ‘Callate si vos no podes cuidar a tu hija no
podes no sé qué’ y salió con todas las cosas, era un troll en vivo. Sabía
perfectamente quién era ... el chabón filmó todo, ella se bajó. El estacionó
en un lugar que era re difícil bajar del auto y la siguió y la filmó diciéndole
barbaridades y después lo subió a su Facebook. ... Por eso tratamos de
que no le llegue todo. Muchas veces cosas que hace ella que están buenas
le invierten el sentido y termina pareciendo que ella hizo algo que estaba
mal.”
Las amenazas funcionan como disciplinadores que intentan traspasar la frontera de las redes
sociales e irrumpir en el mundo de la vida cotidiana de las candidatas y candidates. En este
sentido, cobran un significado especial en relación con los efectos que producen sobre la
subjetividad de las mujeres y disidencias que “hacen política”.
Este sentimiento de vulnerabilidad a la que se enfrentan en las redes sociales llevó a que, la
mayoría de las candidatas gestionan sus redes sociales “borrando” aquellos comentarios
percibidos como agresivos o violentos. En este sentido, casi todos los equipos de comunicación
coinciden en que hacen uso de esta estrategia como forma de preservar a la candidata y a
su perfil público. El equipo de comunicación de una de las candidatas comparte el criterio que
siguen para filtrar comentarios en Instagram:
42 -
Una estrategia poco utilizada para filtrar comentarios con contenido violento podría ser el bloqueo
de usuario que permiten las redes. Sin embargo, no suele ser una práctica muy habitual. Otro
de los equipo de campaña propone un equilibrio en la gestión de los comentarios con violencia
machista:
En cualquier caso, la gestión de las redes por parte de los equipos de campaña evidencia la
prevalencia y persistencia de violencia machista en las redes hacia las candidatas.
Por otro lado, los equipos de comunicación coinciden en percibir que el debate en torno a la
legalización del aborto fue un periodo de alto nivel de violencia machista en las redes sociales
hacia sus referentes. Un dato interesante que emerge del monitoreo cualitativo es que las
candidatas cuya postura pública fue a favor del proyecto de IVE recibieron comentarios con
contenido violento respecto a esto durante la campaña electoral, aunque no se manifestaran
sobre el tema durante la campaña. No fue así el caso para aquellas candidatas que públicamente
se encontraban en contra del proyecto de ley. No se detectaron agresiones generalizadas o
sistemáticas por ser “pro vida” o “pañuelo celeste” dirigidas a Cinthya Hotton o María Eugenia
Vidal, por ejemplo. Aquí podríamos aventurar una hipótesis respecto de que este tipo de violencia
machista tiene, claramente, un espíritu conservador y cumple una función disciplinadora. La
mayor intensidad de violencia machista se descarga sobre quienes confrontan con los mandatos
de la “maternidad” y la “familia”.
Por último, en la mayoría de las entrevistas con los equipos de comunicación coincidieron que la
violencia machista en las redes tiene un efecto sobre las candidatas, aun cuando los mensajes
lleguen mediados. Esto también se materializa en la forma en que los equipos procesan la
violencia y las estrategias que despliegan para evitar que las candidatas queden expuestas.
En este sentido, una integrante de los equipos nos relataba:
Este es un aspecto insoslayable y que merece mayor atención en futuros trabajos ya que, si bien
en estudios cuantitativos se dimensiona esta problemática, no dan cuenta de este efecto en la
vida de las personas y cómo menoscaban la posibilidad de ejercer sus derechos políticos de
representar y tomar decisiones.
43 -
Por otro lado, estas manifestaciones de violencia machista en las redes hacia candidatas asumen
una intensidad particular si son analizadas desde una mirada interseccional. Efectivamente
aquellos perfiles de candidatas que además de ser mujeres o disidencias haciendo política,
tienen otras características como ser jóvenes, de izquierda, feministas o con alguna característica
disruptiva de los estereotipos, roles y mandatos de género, reciben mayor cantidad de comentarios
violentos, y su contenido es más intenso y brutal.
... el 39% de las mujeres que sufrieron este tipo de violencia sintió que su
seguridad física estaba amenazada. Algunas también manifestaron el
impacto que tuvo sobre su salud física y psicológica. Un 36% tuvo ataques
de pánico, estrés o ansiedad y un 35% pérdida de autoestima o confianza.
Un 34% manifestó haber sentido miedo a salir y un 33% identificó haber
atravesado un período de aislamiento psicológico. Uno de los aspectos
más importantes del abuso y la violencia es su efecto aleccionador.
A raíz de las agresiones recibidas, las mujeres adoptan nuevas estrategias
de cuidado personal, reducen su participación en los debates, incrementan
los niveles de seguridad y privacidad en la configuración de sus perfiles
en las plataformas de redes sociales, se autocensuran y hasta llegan a
abandonar las redes por completo (Amnistía Internacional Argentina, 2019)
Al igual que sucede con la violencia contra las mujeres en política en general, las manifestaciones
de violencia machista en redes adquieren una doble intencionalidad, ya que por un lado buscan
desgastar y desalentar a las candidatas en su afán de participar de las elecciones; pero al
mismo tiempo tienen el objetivo de disciplinar al colectivo más amplio de mujeres y disidencias,
mostrando que la política sigue siendo un espacio de varones, y por lo tanto patriarcal.
44 -
Además de visibilizar la violencia contra las mujeres en política a través de las redes sociales,
el estudio se propuso identificar la magnitud y características del problema. Sin embargo, un
análisis de las redes sociales no permite acercarse a la magnitud de la violencia machista en
ese espacio ya que en la mayoría de los casos, ya sea a través de los equipos de comunicación
y de gestión de redes o en forma directa, se eliminan los comentarios violentos de Facebook e
Instagram, lo cual impide estimar la dimensión del problema. Ya sea como mecanismo de auto
preservación frente a las agresiones o como forma de gestionar sus perfiles políticos, la gestión
de las redes se ha ido profesionalizando durante la campaña.
Otra limitación del estudio se presenta en relación a la utilización del programa RStudio. Por un
lado, en lo que respecta a candidatas como Cristina Fernández de Kirchner, con un gran volumen
de menciones, el programa no ha logrado arrojar resultados; y es por este motivo que no se pudo
incluir en este análisis, aunque sí se tomó en cuenta a la hora de realizar el estudio cualitativo.
Por otro lado, es necesario aclarar y tener en cuenta que, si bien dimos un margen de bajada de
tweets por candidatas lo suficientemente amplio, RStudio selecciona en su bajada una muestra
al azar.
Por último, si bien el estudio cuantitativo nos permitió medir a partir de palabras claves las
diferentes manifestaciones de violencia hacia las candidatas, también hay que señalar que las
mismas pueden tener un sesgo en cuanto no discriminan el contexto en el cual se insertan. Por
eso la relevancia de la combinación con el estudio cualitativo que permite incorporar al análisis
los elementos contextuales así como los interlocutores.
Sin duda, una de las principales fortalezas de este estudio radicó en el abordaje metodológico
triangular que, al complementar el análisis cuantitativo con uno de tipo cualitativo, permitió
recuperar esas particularidades que en un estudio exclusivamente cuantitativo se pierden.
El estudio cuantitativo ayudó a acercarse a la magnitud del fenómeno y el cualitativo permitió
enfocar la mirada sobre las diferentes manifestaciones de esa violencia.
Por otro lado los resultados de la investigación cualitativa contribuyeron a enriquecer las
categorías y dimensiones de cada una de las manifestaciones para los próximos monitoreos,
al identificar nuevos indicadores (palabras) que no habían sido tenidas en cuenta originalmente.
Por ejemplo, cuando el análisis cualitativo se enfoca en campañas de desprestigio, surgen palabras
como “puestito”, “venderse”, “acomodaste” que pueden ser relevantes para incorporar al análisis
cuantitativo. Lo mismo sucede con la palabra “abortistas” como expresión discriminatoria.
A su vez, el estudio cualitativo permite observar cómo operan las interseccionalidades en la
violencia machista en la política y a su vez, permite a través de las campañas de desprestigio
iluminar cómo opera la violencia machista en las redes sociales y su vínculo íntimo con los medios
de comunicación,que la magnifican y multiplican.
Los resultados generales del estudio contribuyen a conocer cómo funciona la violencia machista
dentro de las redes. Sin embargo, la forma que adoptan las manifestaciones depende de las
características propias de cada candidata y de su nivel de su exposición. Esta será una línea
45 -
Finalmente, otro de los aprendizajes consiste en la necesidad de seguir trabajando para mejorar
el sistema de medición a través de alianzas estratégicas con las candidatas y sus equipos de
comunicación para poder obtener datos a pesar de los filtros aplicados públicamente. El trabajo
articulado con quienes llevan adelante la comunicación de las candidatas y gestionan sus redes
puede también a futuro ayudar a articular estrategias para abordar estas violencias.
La violencia machista en la política es uno de los principales y menos visibles obstáculos que las
mujeres cis, trans y travestis encuentran en los espacios de representación y toma de decisiones.
Socava el derechos a representar y ser representada, a participar y hacer política, a gozar de
la ciudadanía de forma plena y libre de violencias. Para lograr el pleno ejercicio de los derechos
políticos es fundamental visibilizar este fenómeno masivo y persistente y construir estrategias
para prevenir, sancionar y erradicar estas violencias de todos los ámbitos de representación y de
toma de decisiones, incluyendo en las redes sociales donde hoy se expresa una parte del debate
público.
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Listado de Tablas
Tabla 1. Semanas comprendidas en el monitoreo
Tabla 2. Manifestaciones y dimensiones de la violencia machista en redes sociales
Tabla 3. Operacionalización de las dimensiones e indicadores según manifestación de violencia
Tabla 4. Candidatas monitoreadas para al análisis cuantitativo
Tabla 5. Candidatas monitoreadas para el análisis cualitativo
Tabla 6. Distribución de tweets con contenido violento según manifestación y dimensiones
Listado de Gráficos
Gráfico 1. Porcentaje de tweets que contienen agresiones machistas
Gráfico 2. Distribución de las agresiones según tipo de manifestación
Gráfico 3. Distribución de las agresiones por tipo de manifestación y por periodo monitoreado
Gráfico 4. Palabras más repetidas por manifestación de violencia en el cierre de listas y PASO
Gráfico 5. Palabras más repetidas por manifestación de violencia en elección general
Gráfico 6. Distribución de las agresiones al interior de las manifestaciones de las expresiones
discriminatorias, según sus dimensiones
Gráfico 7. Distribución de las agresiones dentro de la manifestación amenazas, según sus dimensiones.
Gráfico 8. Palabras de desprestigio más frecuentes en Twitter
Gráfico 9. Palabras más repetidas por manifestación de violencia a Ofelia Fernández en Twitter
Gráfico 10. Palabras más repetidas por manifestación de violencia a Victoria Donda en Twiter
Gráfico 11. Palabras más repetidas por manifestación de violencia a Anabel Fernández Sagasti en Twitter
Listado de imágenes
Imagen 1. Palabras más utilizadas en las agresiones expresadas en Twitter
Imagen 2. Palabras más utilizadas en la manifestación “Acoso” en Twiter (elecciones PASO)
Imagen 3. Palabras más utilizadas en la manifestación “Acoso” en Twitter (elecciones generales)
MAYO 2020
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