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Shaikh (Conceptos Fundamentales) PDF

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VALOR, ACUMULACION Y CRISIS

Ensayos de economia politica

por
ANWAR SHAIKH

IERCER
/MUNDO
£Df TORES
r a _____________________
INDICE

TERCER /MUNDO EDITORES


C«U* 09 No. 0-40 - T*l*. : 2176760 •2490024 •HoffnU •Colomb!*

PRESENTACION 13
INTRODUCCION 17
CAPITULO1.
CONCEPTOS BAS1COS DEL ANAL1S1S ECONOM1CO MARXISTA 27
INTRODUCCION 27
CLASE, TRABAJO EXCEDENTE Y EXPLOTACION 28
Capitalisme y explotaciôn 31
traducciôn del inglés: Clase, género y raza 34
Alvaro zerda EL CAPITAL COMO UNA RELACION SOCIAL 35
Capital y closes 36
El capital como relaciôn social individual vs.
el capital como la relaciôn social dominante 37
Las leyes generales del capital 39
Concepciôn del capital en la economfa ortodoxa 41
Limites histôricos del capital como relaciôn social 42
GANANCIA Y PLUSVALIA 43
Ganancia por transferencia de riqueza 44
Ganancia por producciôn de plusvalia 45
Consideraciones adicionales 48
LEYES GENERALES DE LA ACUMULACION CAPITALISTA 50
Las leyes generales como tendencias dominantes 50
Concentraciôn y centralizaciôn del capital 51
Ejéreito de réserva de trabajo 53
portada: fetipe Valencia Tasa decreciente de ganancia 54
TEORIAS MARXISTAS DE LAS CRISIS ECONOMICAS 57
primera ediciôn en espanol: noviembre de 1990
Teonas de la posibilidad 58
Teonas del subconsumo / estancamiento 58
© anwar shaikh Teorfas de la presiôn salarial 61
© tercer mundo edilores Teorias de la necesidad 63
CAPITULO 2.
ISBN 958-601-282-4
VALOR, DINERO Y PRECIO 65
ediciôn, armada electnônica, INTRODUCCION 65
impresiôn y encuademaciôn: ESTRUCTURA BASICA DE LA TEORIA DEL VALOR DE MARX 68
tercer iniindo editores El papel del trabajo en la reproducciôn de la sociedad 68
Trabajo concreto y trabajo abstracto 71
impreso y hecho en colombia Dinero y precio 74
printed and made in colombia 1665-90/ U 6
26
VALOR, ACUMULACION Y CRISIS

marxista de que la teoria de Marx excluye la nociôn de competencia perfec­


ts. Este mismo debate, que ya lo habiamos encontrado en los CapUuIos 2 y CAPITULO 1. CONCEPTOS BASICOS DEL ANALISIS
3, ahora se dirige especfficamente a sus implicaciones sobre los patrones de ECONOMICO MARXISTA
cambio técnico. La ultima parte del Capitulo 6 recuire a una exposiciôn de-
tallada de la lôgica, estructura y dindmica présentes en la teoria de la tasa
decreciente de ganancia, y termina con una investigaciôn empirica para los
Estados Unidos en el periodo de la posguerra. Esta teoria ofrece una estruc­
tura sâlida para el anâlisis de la acumulaciôn en el mismo centro del mun-
do capitalista.

INTRODUCCION

Toda ciencia posee ciertos conceptos bâsicos sobre los cuales se fundamenta
cualquier desarrollo cientîfico ulterior. La economla politica marxista no se
diferencia a este respecto. El concepto fundamental es el de clase, sumado a
los de trabajo excedente y explotaciôn, que examinaremos en esta introduc-
ciôn.
El concepto de capital lo entendemos, no como una entidad flsica o fi-
nanciera (herramientas y equipo, o dinero y activos financières), sino como
una estructura histôricamente especificada de relaciones sociales, que en­
trons diferentes elementos de reproducciôn social y los convierte en recur-
sos para la obtenciôn de sus propios fines. Esto nos permile explicar por
qué una herramienta utilizada en forma capitalista "produce" resultados
cualitativamente diferentes a los que arroja cuando es utilizada de manera
comunitaria. Lo cual también, forzosamente, nos recuerda que el capitalis­
me es tan sôlo una de las tantas formas de organizaciôn social que han exis-
tido y podrân existir y que, como todas, estâ destinada a ocupar tan sôlo un
periodo en la historia de la humanidad. Estos aspectos serân examinados
en la siguientc secciôn.
El concepto de capital nos lleva inevitablemente al tema de la ganancia
puesto que ella es el fin y la razôn de ser del capital. Marx identifica dos
diferentes fuentes de ganancia que son la transferencia libre o forzada de
riqueza (ganancia por enajenaciôn) y la producciôn de plusvalfa (ganancia
por plusvalfa). La primera fuente domina la larga y azarosa historia del ca­
pital comercial, mientras la segunda es, desde luego, la base principal del
capitalismo industrial. La distinciôn entre la ganancia basada en la enajena­
ciôn y la ganancia con base en la plusvalfa nos permite formular una critica
al concepto neoclâsico de ganancia, que generalmente reduce la segunda a
la primera. También nos provee de una clave importante para descifrar la
paradoja, por largo tiempo afirmada, de la aparente variabilidad de las ga-
28 29
VAIXIR, ACUMUl ACTION Y CRISIS ANAI.IS1S ECONOMICO MARXISTA

narvcias agregadas en presencia de cambios en los precios relativos, que de los muchos y variados objetos que la gente usa en sus actividades de la
tanto confunde la literatura de la transformaciôn de valores a precios de vida diaria; y segunda, la reproducciôn de los delineamientos sociales bôsi-
producciôn. La lercera secciôn explorarô oslos aspectos. cos bajo los cuales esta producciôn se realiza. La reproducciôn social es
El capital individual es invevtido con el propôsito de obtener una ganan- siempre la reproducciôn de individuos en tanto individuos sociales.
cia y expandir el capital disponible. Para poder continuar haciéndolo, este Las sociedades de clases son aquéllas en las que la imposiciôn de un gru-
valor capital ampliado debe ser lanzado a la pelea de nuevo, en mejores po de gente sobre otro se fundamenta en un tipo particular de divisiôn so­
cond ici ones. cial del trabajo. Esta particularidad proviene del hecho de que la clase do­
A un nivel agregado, este circuito recursive da origen a un proceso dind- minante se sostiene mediante el control de un proceso por medio del cual
mico de crecimiento cuyos pat rones estructurales subyacenles estôn ocul- se les exige a las clases subordinadas que dediquen una porciôn de su tiem-
tos bajo su aparente desorden. Marx denomina estos patrones econômicos po de trabajo a la producciôn de cosas que necesita la clase dominante. La
de largo plazo "leyes generales de la acumulaciôn capitalista". Comenzare- divisiôn social del trabajo en una sociedad de clases debe, por lo tanto, estar
mos su exposiciôn en la cuarta secciôn de este Capitule, al discutir el con- estructurada alrededor de la extracciôn de trabajo excedente, es decir, de
cepto de "ley" delineado por Marx, como una fuerza que domina sus ten- tiempo de trabajo mayor que el requerido para producir los bienes que sa-
dencias contrapuestas asociadas, de tal manera que el resultado es un pa- tisfagan las necesidades de las clases trabajadoras mismas. En efecto, las
trôn general dominante. clases subordinadas son las que hacen el trabajo para la reproducciôn de la
Existen très leyes generales que desempenan un papel fundamental en clase dominante y, por lo tanto, terminan trabajando para reproducir las
el anôlisis econômico de Marx. La primera de ellas contempla la concentra- condiciones de su propia subordinaciôn. Por eso Marx se refiere a la ex­
ciôn y centralizaciôn que acompanan a la acumulaciôn de capital. La segun- tracciôn de trabajo excedente en las sociedades de clases como la explota-
da se relaciona con la tendencia intrinseca del capital a crear y mantener un ciôn del trabajo L Digamos, de paso, que deberfa ser claro a partir de esto
fondo universal de desempleo y empleo parcial, un verdadero ejército in- que la sola ejecuciôn del trabajo môs allô de lo necesario para satisfacer ne­
temacional de réserva de trabajo. La tercera ley general tiene que ver con la cesidades inmediatas no constituye explotaciôn en si. Robinson Crusoe,
tendencia de la acumulaciôn a hacer decrecer la tasa de ganancia y, por lo
que trabajaba en su soledad con el fin de sembrar plantas para su consumo
tanto, a socavar la acumulaciôn en si misma. Las periôdicas crisis econômi- futuro o de crear fortificaeiones contra posibles ataques, reaJizaba solamen-
cas generales, es decir, depresiones, son la inevitable consecuencia de esta te un poco del trabajo necesario para satisfacer sus propias necesidades. El
tendencia general de la tasa de ganancia a caer.
no era ni explotado ni explotador. Pero todo cambiô una vez que logrô su-
La ley de Marx de la tasa decreciente de ganancia es una de las très teo-
bordinar al negro Viernes, educôndolo mediante la promesa de la religiôn
rias principales de las crisis econômicas en la tradiciôn marxista. El présen­
y la amenaza de la violencia para que alcanzara su nuevo lugar en la vida,
te Capitulo termina con un esbozo de la eslructura e implicaciones de las
y oblig.indolo a trabajar en la construcciôn de un microcosmos de la socie­
1res teorias marxistas de las crisis. Se réserva para el Capitulo 4 un trata-
dad inglesa. Enfonces, se convirtieron en Robinson cl explotador y Viernes
miento màs detallado de los aspectos teôricos y empiricos involucrados en
esta toinatica. el explotado, cuyo trabajo excedente sôlo sirve para atarlo aun mâs a sus
nuevas condiciones de explotado2.
En el sentido môs general, explotar algo significa hacer uso de ello con
algûn fin particular, como en la explotaciôn de recursos naturales para be-
CLASE, TRABAJO EXCEDENTE Y EXPLOTACION
neficio social o para ganancia privada, lo cual équivale a "sacar ventaja" en
tm sentido neutral o benigno. Pero en la medida en que una actividad im-
La sociedad esta compuesta por gente que vive dentro-y-por-medio de
complejas redes do relaciones sociales que configurai! su existencia. Marx
1 K. Marx, VAcapital, México, Siglo XXI F.ditorcs, 1975-1981, (on 8 vols.), T. I, Vol. 1, Si-cciAn Totvera
sostiene que las relaciones que estructuran la divisiôn social del trabajo es-
y Apéndice.
tin a la base de la reproducciôn social, porque la divisiôn del trabajo cum- 2
S. Hyntor, "Robinson Cmsoe and the Secret of Primitive Accumulation", Monthly Review, Vol. 73,
ple simultâneamente dos metas sociales diferentes: primera, la producciôn No. 4, soptiembre, 1971.
30 31
VAIjOR, ACUMULACION Y CRISIS ANAI.ISIS ECONOMICO MARXISTA

plica sacar ventaja de otras personas, es decir, sacar ventaja en sentido ma- al trabajo excedente; de manera similar, dado el nivel de consumo del cam-
ligno, la explotaciôn también significa algo inescrupuloso. Finalmente, si la pesino o trabajador medio, mi entras mâs duradero, mâs intenso o mâs pro­
situaciôn de otras personas es desmejorada de manera endémica, como en ductive sea su trabajo, mâs pequefta la porciôn de su jomada que tiene que
el caso de los pobres en relaciôn con los terratenientes, prestamistas y simi- dedicar a sus propias necesidades de consumo y, por tanto, mayor la por­
lares, el término "explotaciôn" toma la connotaciôn de opresiôn. Eso es sa­ ciôn correspondiente al trabajo excedente.
car ventaja sistemâticamente. Debido a que la magnitud del producto excedente puede ser elevada en
Marx utiliza la palabra explotaciôn en lodos los anteriorcs sentidos. Pê­ las formas descri tas, la clase dominante siempre estâ interesada en empujar
ro, como se indicé ya, también define un concepto nuevo, la explotaciôn la tasa de explotaciôn hacia sus limites histôricos y sociales. En el mismo
del trabajo, que se refiere especîficamente a la extracciôn del trabajo exce- sentido, el interés de las clases subordinadas es no solamente el de resistir
dente sobre la que se fimda la sociedad de clases. En este sentido, la explo­ taies esfuerzos, sino también pelear contra las condiciones sociales que ha-
taciôn viene a ser uno de los conceptos bâsicos de la teorla marxista de las cen esta lucha necesaria. El carâcter de explotaciôn de las sociedades de
formaciones sociales. clases las convierte en un modo de existencia humana fundamentalmente
Si bien la explotaciôn del trabajo es inherente a todas las sociedades de antagônico, signado por una candenle hostilidad entre dirigenles y dirigi-
clases, la forma que toma varia considerablemente de un modo de produc- dos y caracterizado por periodos de motines, rebeliones y revoluciones. Es
ciôn a otro. Bajo la esclavitud, por ejemplo, el esclavo pertenece a su dueno por eso que las sociedades de clases deben depender fundamentalmente de
de ta! forma que el total de su trabajo y el producto neto correspondante la ideologîa, para motivar y racionalizar la divisiôn social sobre la cual es-
(es decir, el producto adicional al remplazo de los medios de producciôn tân asentadas, y en la fuerza, para proveer la disciplina necesaria cuando
utilizados) es apropiado ostensiblemente por el esclavista. Pero, de hecho, todo lo demâs falla.
el esclavo también debe ser mantenido con parte de este mismo producto
neto. Por consiguiente, es el producto excedente (la porciôn del producto
neto por encima de la necesaria para mantener a los esclavos) y, por lo tan- Capitalismo y explotaciôn
to, el trabajo excedente de los esclavos, lo que sostiene a la clase esclavista.
De modo similar, bajo el feudalismo, los trabajos excedentes del siervo y el El capitalismo comparte los atributos generales mencionados. Es una socie­
arrendatario soportan el aparato de dominaciôn. Pero aqul las formas de su dad de clases en donde la dominaciôn de la clase capitalista se basa en su
extracciôn son muchas y variadas: algunas veces son directas, como en el propiedad y control del vasto volumen de medios de producciôn de la so­
caso de las cantidades de trabajo y/o producto anual que el siervo o arren­ ciedad. La clase trabajadora, por su parte, estâ constituida por aquellos que
datario estân obligados a entregar al seiior, a la Iglesia y al Estado; y algunas han sido "liberados" de esa misma carga de propiedad de los medios de
veces indirectas, como en el pago de arrendamientos en dinero, diezmos e producciôn y deben, por lo tanto, ganar su subsistencia trabajando para la
impuestos que requieren que el siervo o el arrendatario obtengan un pro­ clase capitalista. Como Marx en forma tan elegante lo demostrô, la condi-
ducto excedente y lo vend an para cumplir con las obligaciones impuestas. ciôn general social para la reproducciôn de estas relaciones, es que la clase
La riqueza material de la clase dom inante estâ directainente ligada al trabajadora en su conjunto sea inducida a producir trabajo excedente, ya
tamano del producto excedente; este, a su vez, serâ mâs grande cuanto mâs que éste sienta las bases de la ganancia y esta ganancia, a su vez, mantiene
bajo sca el nivel de vida de las clases subordinadas y mâs larga, mâs intensa a la clase capitalista dispuesta y capaz de volver a emplear trabajadores.
o mâs productiva su jom ada de trabajo. Ambas proposiciones se traducen Como la historia del capitalismo lo muestra claramente, la lucha entre las
en que la relaciôn entre el tiempo de trabajo excedente y el tiempo de tra­ clases en tomo a las condiciones, los términos y, aun ocasionalmente, el fu­
bajo necesario para la reproducciôn de los trabajadores mismos sea mâs ture de estas relaciones, pasan a través de este proceso global.
alta, es decir, en una tasa de explotaciôn del trabajo mâs alta: dada la pro- La especificidad histôrica del capitalismo radica en el hecho de que sus
ductividad del trabajo y la duraciôn e intensidad de la jornada de trabajo, relaciones de explotaciôn estân casi completamente ocultas detrâs de la su­
cuanto menor sea la porciôn del producto consumido por la clase produc­ perficie de sus relaciones de intercambio. A simple vista, la transacciôn en­
tiva (trabajadores), mâs grande serâ la parte de su jom ad a que es dedicada tre el trabajador y el capitalista es perfectamente equitativa. Aquél ofrece
»

T
33
32 ANAI.ISIS KCONOMICO MA EXISTA
VAIjOK, ACUMUI-ACION Y CRISIS

pagado de acuerdo con su contribuciôn incremental al producto total (es


fuerza de trabajo para la venta, éste ofrece un salario y el trueque es realiza-
decir, de acuerdo con el valor de su producto marginal). Si todo va bien, la
do cuando ambos lados ncuerdan los términos. R?ro, una vez terminada
suma de estos pagos se realiza hasta agotar exactamente los ingresos netos
esta fase, abandonamos la esfera de la libertad e igualdad aparentes y en- efectivamente recibidos por la firma, y el terreno queda listo para iniciar
tramos al "recinto oculto de la producciôn", en cuyo interior acecha el fami­
liar dominio del trabajo excedente3, Aqui encontramos un mundo de jerar- otra ronda.
Nôtese que este concepto coloca una cosa (capital) y una capacidad hu-
quîas y desigualdad, de ôrdcnes y obodiencia, de jefes y subordinados, en mana (fuerza de trabajo) en pie de igualdad, ambos son llamados "factores
el cual la clase trabajadora est.! destinada a laborar para producir una cierta de producciôn". Esto habilita a la teorfa para negar cualquier diferencia de
cantidad de productos para sus empleadores. Del producto total una por- clase entre capitalistas y trabajadores al tratarlos como esencialmenle igua-
ciôn, la que corresponde a los materiales y costos de depreciaciôn del pro­ les: todos son propietarios de, por lo menos, un factor de producciôn El
ducto total, es comprada por los mismos capitalistas para remplazar los hecho de que la "dotaciôn de factores" pueda variar considerablemente en­
medios de producciôn utilizados. Una segtuida porciôn es comprada por tre individuos es, pues, tan sôlo un detalle secundario cuya explicaciôn, se
los trabajadores con los salarios previamente pagados por sus empleado­ dice, reside fuera de la teoria econômica. Luego, al tratar la producciôn co­
res. R?ro si estas dos porciones llegan a agotar el producto total, los capita­ mo un proceso desarticulado el proceso de trabajo humano es reducido a
listas habr.ln logrado producir tan sôlo lo necesario para cubrir sus propios una simple relaciôn técnica, a una funciôn de producciôn que "proyecta"
costos de producciôn (materiales, depreciaciôn y salarios): no habrta ga- cosas llamadas "insumos" (incluida la fuerza de trabajo) a una cosa llama­
nancia agregada. Para el ôxito de la producciôn capitalista, es decir, para que da "producto". De esta manera desaparece de vista toda lucha durante el
ésta créé su propia ganancia, los trabajadores deben ser inducidos a trabajar proceso de trabajo. Finalmenle, puesto que el capital y el trabajo son sim­
nuis alla del tiempo requerido para producir sus propios medios de consu­ ples cosas, no se pucde decir que este ultimo s e a explotado. Sin embargo,
me, Deben, en otras palabras, trabajar tiempo de trabajo excedente para pro­ en la medida en que el pago de algunos factores cae un poco por debajo de
ducir el producto excedente sobre el que se fundamenta la ganancia. la igualdad con su producto marginal particular, puede decirse que el pro-
Las anteriores proposiciones pueden ser derivadas analiticamente4. Mds pietario de este factor es explotado. En este sentido, la explotaciôn se define
importante aûn, se evidencian en la prdctica cuando quiera que el tiempo como una discrepancia entre un "pago a factor" real y un pago ideal (una
de trabajo se pierde por huelgas o disminuciones de ritmo en el trabajo. construcciôn muy similar subyace a las nociones de intercambio desigual,
como las de Emmanuel)5. Lo que es nias importante, el concepto de explo­
Conio se erosiona el tiempo de trabajo excedente, la normalmente oculta
taciôn, tal como se definiô anleriormente, puede aplicarse en principio tan-
conexiôn entre trabajo excedente y ganancia se manifiesta en una corres-
to a las ganancias como a los salarios. El capitalismo surge asi como un
pondiente caida de la rentabilidad. Todo capitalista en funciones debe
sistema en donde los capitalistas est an tan expuestos a ser explotados por
aprender esta lecciôn tarde o lemprano,
los trabajadores como lo contrario6. Con este ultimo paso, la nociôn de ex­
La economia ortodoxa, enclaustrada en su mdgico reino de funciones de
plotaciôn se reduce a una absoluta trivialidad.
producciôn, competcncia perfecta y equilibrio general, por lo comun se las
arregla para evitar taies temas. En realidad, estâ ocupada principalmente
en la coiistrucciôn y refinamiento de una imagen idealizada del capitalismo
cuyas propiedades invesliga con una concentraciôn tan feroz que le es po-
sible ignorar por completo la realidad que la rodea. En esta construcciôn, la
producciôn es im proceso desarticulado llevado a cabo por una entidad in­
tangible llamada empresa, que contrata "factores de producciôn" llamados
capital y trabajo con el propôsito de elaborar un producto. Cada factor es 5 A. Emmanuel, I Ineipial Fn liante: A Slm/y o f the Imperialism o f Traite, Ntmva York, Monthly Krvirw
t’ ress, 1969.
6 G. 1 lotlgson, "A ITicory of Exploitation Without the I abor Theory of Value", en Science and Society,
3 K. Mint, op. c il, C. VI.
4 M. Moris hima, Marx's Economics, Cambridge UniversUy Press, Cambridge, 1973. Vol. XUV, 3, Otofto.
.VI VA I .OR, Al'UMUl j\U ( IN Y CRISIS ANAI.ISIS KCONOMICO MAKXISIA 35

Clase, giînero y raza EL CAPITAL COMO UNA RELACION SOCIAL

Nos homos contrado en la nociôn de explotaciôn como la extracciôn de tra- Tomada en si misma, una piedra tallada es simplemente una reliquia de
bajo excedente, debido a que esta relaciôn es el fundamento sobre el cual algun antiguo e inexorable proceso geolôgico. Pero acondicionada como
est.i constniida la sociodad de clases, en el sentido de que el resto de rela- un instrumento cortante es una herramienta, o en un sentido un poco
ciones legales, politicas y personales son estructuradas y delimitadas por criminal, un arma. Como piedra es un objeto natural, pero como herra­
mienta o arma es un objeto eminentemente social cuya morfologîa natu­
este elemento central. Eslo no quiere decir que las otras relaciones carezcan
ral es portadora de las relaciones sociales que, por asf decirlo, han torna­
de una historia y lôgica propias. Solamente signlfica que en cualquier modo
do forma en ella.
de producciôn dado, dichas relaciones estdn atadas al sistema por el campo
Aun cualquier objeto social particular, como una herramienta, puede
de fuerza de esta relaciôn central y configuradas en sus caracteristicas por entrar en muy diferenles conjuntos de relaciones sociales. Por ejemplo,
su siempre présente alracciôn gravitacional. dondequiera que un lelar sea utilizado para lejer tela es parte de los me-
La nociôn de que la sociedad de clases est A marcada por la opresiôn a lo ilios de producciôn de un proceso de trabajo orienlado a hacer tela. Sin
largo de las Kneas de clases obviamente no excluye otras formas de subyu- embargo, como cualquier activiclad laboral, es en si misma parte de la di-
gaciôn igualmente importantes. Es évidente, por ejemplo, que la opresiôn visiôn social del trabajo; su verdadero sentido solamente puede ser com-
de la mujer por el hombre es comûn a todas las sociedades conocidas y a prendido si se analiza como parte de una totalidad mayor. El proceso de
todas las clases dentro de ellas. Asi, cualquier explicaciôn apropiada de la hacer tela puede ser parte del trabajo colectivo de una familia o comuni-
opresiôn île trabajadores por capitalistas también debe contemplar la opre­ dad en la que la tela se destina al consumo directo; pero, también, la mis­
siôn de la clase de las mujeres trabajadoras por los hombres de todas las ma gente puede usarel mismo tipo de lelar, en una fdbrica capitalista en la
que el propôsito del proceso del trabajo es producir una ganancia para los
clases, asi como la opresiôn de las mujeres de la clase dominante por los
propietarios. En el caso de la tela producida para uso directo, son las pro-
hombres de su propia clase.
piedades de calidad y durabilidad las que interesan directamente a los
fbro aun asi no es bastante. No es suficiente decir que clase y patriarcado productores. Pero en el caso de tela producida en una fdbrica capitalista,
son formas de opresiôn coexistentes. Necesitamos, también, saber cômo se su propiedad sobresaliente es la ganancia que pueda generar. Todas las
relacionan estas formas entre si. Y es aqui donde generalmente los marxis- demds propiedades son reducidas a simples vehiculos para la ganancia y,
tas le dan preminencia a la relaciôn de chase, no porque la opresiôn de clase como sabemos demasiado bien, el empaque del producto puede fôcilmen-
sea mds gravosa, sino en el sentido de que la naturaleza de la relaciôn de te desplazar su utilidad real. Por lo tanto, dos procesos de trabajo que son
clase modula y define la forma de patriarcado correspondiente. Es decir, los idénticos técnicamente pueden, no obstante, tener dindmicas sustancial-
marxistas argumentan que el patriarcado capitalista es distinto al patriarca­ mente diferenles, precisamente porque existen dentro de estructuras so­
do feudal precisamente porque las relaciones capitalistas de producciôn ciales distintas.
son île caracteristicas diferenles a las feudales. El resultado anterior también es vâlido para las herramientas del proce­
so de trabajo. Por ejemplo, tanto en la producciôn comunitaria como en la
Sobra decir que hay todavia considerable controversia acerca de cu.il es
capitalista, el tolar sirve como medio de producciôn en un proceso de traba­
exactamente la relaciôn existente entre el patriarcado y las clases7, entre la
jo. Pero solo en el segundo caso también funciona como capital. Lo cual
raza y cualquiera de aquellos8. Estas son cuestiones de gran significaciôn
quiere decir que para sus propietarios capitalistas el significado del lelar
leôrica y, lo que es nuis importante, una lucha unitaria contra estas varias reside no en su carâcter de medio de producciôn, sino en su papel como
formas de opresiôn liene verdadero potencial revolucionario. veluculo hacia la ganancia; mientras que, para los trabajadores que lo ma­
nipulai!, el telar funciona no como su instrumento, sino como una herra­
7 M. B.irii'1, IVomra's Opressian M a y : Problems in Marxist rrminist Analysis, tem lrrs, Verso, 1980. mienta capitalista adccuada. En realidad, si se mira màs de cerca la fdbrica
8 A. Y. l'.ivls, Wamen, Kact an J Class, Nueva York, VinUige, 1983.
capitalista, se ve que no sôlo el lelar sino también el dinero, la hilaza y aun
.16 VAIjOK, a c u m u i a c i o n 17
y c r is is ANAUS1S UCONOM1CO MARXISTA

la capacidad de trabajo, sirven en diferentes instancias como encamaciones palabras, deben ser forzadas a trabajar por mds tiempo del que requieren
particulares del capital de los propietarios. Esto se debe a que el capital no para satisfacer sus propias necesidades, de modo que su trabajo excedente
es una cosa, sino un conjunto dcfinido de reladones sociales que pertene- y el correspondiente producto excedente puedan ser usados para el soste-
cen a un dcterminado periodo histôrico en el desarrollo de la huinanidad y nimiento de sus dominadores. La existencia de las clases dominantes estd
que confierait a las cosas inntersas en ellas su contenido especifico como fundamentada, entonces, sobre la explotacidn del trabajo y sobre la repro­
objetos sociales. Para cntender el capital se debe, por lo tanto, descifrar su ducciôn de las condiciones sociales y materiales de esta explotaciôn. Ade-
cardcter como relaciôn social9. ntds, puesto que cualquier proceso como este es f undamentalmente antagô-
nico, todas las sociedades de clases estdn marcadas por una hirviente hosti-
lidad entre dominantes y dominados, puntualizada por periodos de moti-
nes, rebeliones y revoluciones. Es por esto que las sociedades de clases
Capital y clases
siempre se basan en la ideologla para motivar y racionalizar la divisiôn so­
cial esencial sobre la que estdn fundadas, y en la fuerza para proveer la
La sociedad Humana eslA eslructurada por complejas redes de relaciones disciplina necesaria cuando todo lo demdsfalla.
sociales en las cuales las personas existent y se reproducen. La reproducciôn El capitalisme no difiere a este respecto. Es una sociedad de clases, en la
de cualquier sociedad requière no sôlo de la reproducciôn de su gente, sino que la clase capilalista existe en virtud de su propiedad y control de la gran
lambién de las cosas necesarias para existir como taies y de las relaciones cantidad de medios de producciôn de la sociedad. La clase trabajadora estd,
sociales que envuelven tanto a las personas como a las cosas. a su vez, conformada por todos aquellos que han sido "liberados" de la
Las cosas que las personas necesitan para su existcncia diaria formait la carga de propiedad de medios de producciôn y deben, por lo tanto, ganar
base material de la sociedad. Si bien el cardcter especifico de estas cosas, y su sustenlo gracias a la venta de su capacidad de trabajo (fuerza de trabajo)
a un las necesidades que ellas satisfacen, pueden variar de acuerdo con el a la clase capitalista. Como Marx lo demostrô tan elegantemente, la condi-
tiempo y las circunstancias, ninguna sociedad puede existir durante mucho cidn social general para la venta regular de la fuerza de trabajo es que la
tiempo sin ellas. Es mds, en todas, excepto en la mds primitiva de las socie- clase trabajadora en su conjunto sea inducida a ejecutar trabajo excedente,
dades, el grueso de los objetos socialmente necesarios debe ser producido por cuanto este trabajo excedente forma la base de la ganancia capitalista y
por medio del trabajo humano. La producciôn y la asignaciôn social de tra­ ésta, a su vez, mantiene a la clase capitalista dispuesta y capaz de reengan-
bajo sobre la cual descansa emergen, pues, como aspectos absolutamente char trabajadores. Y, como la misma historia del capitalismo lo déjà en claro
fundamentales de la reproducciôn social. Pero el trabajo social intplica ac­ frecuentemente, la lucha entre las clases acerca de las condiciones, términos
tual- sobre la naluraleza mi en Iras se interact tia con otras personas en y me- y futuro de sus relaciones ha sido siempre parte integra! de su desarrollo10.
diante relaciones sociales especificas. El proceso de trabajo termina siendo
esencial, no sôlo para la producciôn de nueva riqueza, sino también para la
reproducciôn de las relaciones sociales que circunscribcn esta producciôn,
El capital como relaciôn social individual vs. el capital como la relaciôn
asi como también para cualesquiera otras relaciones sociales directamente
contingentes con ellas. social dominante
El ultimo aspecto adquiere significado particular en el caso de las socie-
En la secciôn precedente hablamos de la sociedad capitalista ya constituida.
dades de clases. En efeclo, una sociedad de clases estd estructurada de tal Pero ninguna forma social brota de manera completamente acabada. En lu-
ntanera qtie le permite a un grupo de personas vivir del trabajo de las otras.
gar de ello, sus elementos constitutivos deben existir ya en otras socieda­
Para que esto sea posible, las clases subordinadas deben no solamente ser
des, de manera dispersa, o bien deben surgir y ser nutridos dentro de la
capaces de producir mds que lo que ellas mismas apropian sino también, de
estructura de su predecesor directo. Esta distinciôn entre los elementos y el
alguna ntanera, deben ser inducidas a hacerlo con regularidad. En otras
10 K. Marx, op. cit., T. I, Sccciôn srgitmia y Apôndicc. Vfase lambién la Secciôn "Ganancia y pl usva) la"
9 K. Marx, op. rit., T. III, Vol. 8, C. XLVIII; véase tambiÉn K. Marx, op. cil., T. I.
del présente Capltulo.
38 VAU1R, ACUMUI.ACION Y CRISIS ANAIJSIS K ONOMICO MARXISTA 39

todo es importante por cuanto nos permite diferenciar entre el capital como relaciones parasitas aun en el seno de una sociedad particular, o entre dos o
relaciôn social individual y el capitalismo como formaciôn social en donde nuis culturas. Aunque frecuentemente menospreciadas y ocasionalmente te-
el capital es la relaciôn social dominante. midas, estas actividades individuales eran, no obstante, generalmente tole-
El capital como relaciôn social individual se ocupa ante todo de la pro- radas, en la medida en que se ajustaban a la estructura de la formaciôn social
ducciôn de ganancia. En su forma môs general, esto significa avanzar una dentro de la que existian. Fue tan sôlo en la Europa feudal, particularmente
suma de dinero D con el fin de recupcrar una suma mayor de dinero D '. El en Inglaterra, donde estas formas de capital antediluvianas se fusionaron
circuito de capital general siempre estô, por lo tanlo, acompanado de los con el capital industrial para constituir la enteramente nueva formaciôn so­
dos polos D y D' y su magnitud es siempre la medida global de su éxito. cial que denominamos el modo de producciôn capitalista. Sôlo entonces, so­
Obsérvese que el dinero funciona en esto caso como un medio para hacer bre la base del trabajo excedente extrafdo directamente por y para él, encon-
dinero (es decir, como capilal-dinero) nuis que como simple medio para tramos al capital como la rclaciôn social dominante, y a sus formas indivi­
comprar mercancias para el consumo (esto es, como ingreso monetario). duales como simples momentos particulares del mismo proceso global".
Marx define muchas implicaciones significativas y poderosas a partir de
esta diferencia fimcional entre capilal-dinero e ingreso monetario.
Ann dentro del circuito de capital bay très posibles ru tas diferentes entre
sus dos polos. Primera, el capital dinero D puede ser avanzado como un
Las leyes generales del capital
préstamo a cambio de un repago subseeuenle D' que cubre tan to el antici-
po original como una suma adicional. Este es el circuito D - D' de capital
financiero, en el cual una suma inicial de dinero aparece creando directa- El predominio social del capital da origen a ciertos patrones caracteristicos
mente una suma mas grande por medio del aparentemente môgico meca- del modo de producciôn capitalista.
nismo del interés. Segunda, el capital dinero D puede ser utilizado para El primero de estos patrones, la relaciôn de clase entre capital y trabajo,
comprar mercancias M, y estas mismas mercancias pueden luego ser reven- es fundamentalmente antagônica, signada por una lucha intrfnseca alrede-
didas por môs dinero D' . Este es el circuito D - M - M - D' de capital dor de las condiciones y términos de la extracciôn de trabajo excedente.
comercial, en el cual la doble prescncia de M como lérmino intermedio sig­ Aunque siempre esté présente, este antagonismo puede brotar a veces con
nifica que es el mismo conjunto de mercancias que antes existia como el tal fuerza y ferocidad que llega a sacudir las bases del sistema mismo.
objeto de compra del capitalista y nuis tarde como su objeto de (re)venta. En Con el segundo patron, el capitalismo es una forma de organizaciôn
esta oportunidad parece que es el tino del capitalista para "comprar barato social que enfrenia a cada elemento contra algûn otro en un clima generali-
y vender caro" el que genera la ganancia del circuito. Finalmente, el capital zado de conflicto. Capitalista contra trabajador en el proceso de trabajo, tra-
dinero D puede ser gastado en la compra de mercancias M que compren- bajador contra trabajador en la compelencia por puestos de trabajo, capita­
dan medios de producciôn (materiales, planta y equipo) y fuerza de traba- lista contra capitalista en la batalla por la posiciôn del mercado y las ventas,
jo; eslos ûllimos elementos son puestos en movimiento como un proceso de y naciôn contra naciôn en el mercado mundial. Al igual que en la lucha de
producciôn P y el producto résultante M ' es vendido por capital dinero clases, estos conflictos emergen periôdicamente encombate agudo y abier-
(ampliado) D '. Este es el circuito de capital industrial D - M... P ... M ' - D’, to entre los participantes, en las batallas de huelguistas contra esquiroles,
en el cual el tcrmino intermedio caracteristico es el del proceso de produc­ de capitalistas contra sus rivales o, aun, en la guerra mundial de un conjun­
ciôn P. En estas circunstancias la habilidad del capitalista para mantener la to de naciones capitalistas contra otras. Precisamente este conflicto real es
productividad del trabajo por encima del salario real aparece como fuente encubierto por la nociôn burguesa de "competencia perfecta"12.
de toda ganancia.
Las nuis antiguas encarnaciones de capital, aun prevalecienles, son las 11 K. Marx, tirundriffe (l.lemenlosfutiJamenlales para la tri liai Je la economta politico, bonador 1857-1*58),
México, Siglo XXI f'ditores, 3 Vols., 1971 (Vol. 1), 1972 (Vol. 2), 1976 (Vol. 3).
del capital del usurero D - D' y el capital mercantil D - M - M - D '. Ambas 12 A. Shaikh, "Neo-Ricardian Uconoinics: A Wealth of Algebra, a Poverty of Theory", en The Review o f
son virtualmente tan viejas como el dinero mismo y ban existido por mile- Radical Political txonomicf, 14(2), verano, 1982. Varias partes del texto de este artlruln so enrnentrnn
nios en diferentes civilizaciones. Sin embargo, casi siempre aparecen como incorporadas a los Capltnlos 2 y 3 del présenté libro.
40 41
VALOR, ACUM UIACION Y CRISIS ANAUSIS HCONOMICO MARXISTA

En tercer Iugar, el hecho de que las rclaciones entre las personas estén en la reducciôn de actividades humanas a operaciones repetitivas y auto-
mediatizadas por relaciones entre cosas, proviene de la misma naturaleza mdticas, y en el posible remplazo de las lineas de trabajo-humano-mdquina
de la producciôn capitalista, en la que se emprenden trabajos individuales por mdquinas reales. Como Marx seriala, la llamada Revoluciôn Industrial
iinicamente con el ânimo de oblener una ganancia de sus productos. Los es tan sôlo la serial, no la causa, del advenimiento de las relaciones de pro­
diferentes trabajos individuales son articulados en una divisiôn social del ducciôn capitalistas. V si bien, antes la herramienta era un instrumente de
trabajo solamcnle bajo la "cubierta objetivada" de sus productos. Los pro­ trabajo, ahora es el trabajador un instrumento de la mdquina’3.
ductos aparecen, entonces, en primer lugar y los siguen los productores. De
aqui se dériva el famoso fetichismo de las relaciones mercantiles, que pare-
ce ser una propiedad natural de todos los objetos mds que una forma histô- Concepciôn del capital en la econonifa ortodoxa
rica especffica de evaluar el contenido social de los trabajos que los produ-
cen (véase la secciôn "Trabajo concreto y trabajo abstracto" del Capitulo 2). En la economia ortodoxa el término "capital" generalmente se refiere a los
El cuarto punto se dériva directamente del tercero. Como se indicé arri- medios de producciôn; en ella se afirma que el capital, conjuntamcnte con
ba, bajo las relaciones de producciôn cap italists los procesos individuales el trabajo, existe en toda sociedad. Desde este punto de vista, las formas
de trabajo se Uevan a cal>o con la esperanza de obtener una ganancia priva- sociales deben distinguirse por la manera como los factores de producciôn,
da sin ninguna consideraciôn previa de la divisiôn social del trabajo. Hero el capital y el trabajo, sean puestos conjuntamente a trabajar de acuerdo con
cualquier articulaciôn de tales trabajos puede sobrevivir solamente si, por sus respectivas disposiciones. El capitalismo es definido como un sistema
casualidad, reproducen colectivamente las bases materiales y sociales de su que utiliza el mercado para acometer esta tarea en el contexto de la propie­
existencia: la sociedad capitalista, como toda sociedad, requière un modelo dad privada de los medios de producciôn14.
particular de trabajo con el fin de reproducir su estructura general. Por lo Al tratar la actividad laboral humana como un factor de producciôn a la
tanto, bajo la producciôn capitalista los distintos tTabajos individuales ter- par con materias primas y herramientas, por ende como una cosa, la econo-
minan siendo forzosamente articulados en una divisiôn social del traba­ mfa ortodoxa logra reducir el proceso de trabajo a una relaciôn técnica entre
jo, en continuo movimiento, por medio de un proceso de ensayo y error, de los llamados insumos y productos (es decir, una funciôn de producciôn).
ampliaciôn y contracciôn, de discrepancia, discontinuidad y aim rupturas De ese modo se pierden de vista todas las luchas sobre los términos y con-
ocasionales en el proceso de reproducciôn. Este patrôn de aparente anar- diciones del trabajo.
quîa, regulado por leyes de movimiento internas, es la forma peculiar de la Ademôs, una vez el trabajo es definido como un factor de producciôn,
reproducciôn capitalista. Nôtese cuôn diferente es este concepto del de cada individuo (en uso de sus capacidades) es propietario por lo menos de
equilibrio general, donde el proceso en conjunto se reduce a una éstasis in- un factor. Desde luego, algunos pueden ser lo suficientemente afortunados
mediata y perfecta. para poseer también grandes cantidades de capital. Pero este es un simple
El quinto punto proviene del hecho de que la producciôn capitalista es detalle de la distribuciôn de "dotaciones iniciales", aspecto sobre el cual la
guiada por la ganancia. Cada capitalista es impulsado a buscar y agrandar economfa ortodoxa se mantiene cautelosamente neutral. En cambio sf im­
la brecha entre el avance inicial D y el retomo final D '; los que sean mds porta que, bajo el capitalismo, la idea segün la cual cada uno es propietario
exitosos prosperan y crecen, quienes queden rezagados pronto enfrentardn de un factor de producciôn sea indicio de una cualidad inhérente a los indi-
el espectro de la extinciôn. Dentro del proceso de trabajo, esto se evideneia viduos. Cualquier referenda al concepto de clase es por lo tanto bloqueada
en la tendencia a prolongar la duraciôn e intensidad de la jom ada de traba­ desde un comienzo.
jo hasta sus limites sociales, mientras, al mismo tiempo y constantemente se Se desprende de esto que, debido a que el trabajo es tan sôlo uno de los
persigue reformar el proceso de trabajo segün patrones que sean aun mds factores de la producciôn que los individuos son libres de utilizar en la for­
"racionales" desde el punto de vista del capital. Esta compulsiôn es respon­
sable directa del papel histôricamente revolucionario del capitalismo a ele- ts K. Marx, El capitol, ed. c il, T. I, Vols. 1 y 2, Secciones Terrera y Coarta.
var la productividad del trabajo a nuevos niveles. La racionalidad capitalis­ 14 A. A. Alchian y W: A. Allen, Exchange and Production: Compétition, Coordination and Control, Belmonl,
California, Wadsworth Publishing Co., 1983, C l y 8.
ta se expresa de manera mds perfecta en la rutinizaciôn de la producciôn.
■12 43
VALOR, A CUM UIA l'IO N Y CRISIS ANAt.isis i:cnNOMic:o m a k x is t a

ma como escojan, no se puede decir que este trabajo -siendo una cosa- sea profundas contradicciones que son inhérentes a la estructura de su exis-
explotado. La explotaciôn del trabajo queda fuera de escena, para ser rem- tencia. Precisamente, debido a que estas contradicciones est,in incorpora-
plazada por la nociôn de cooperaciôn entre capital y trabajo, cada uno de das, cualquier lucha exitosa contra sus efectos destructives debe ir m is allô
los cuales conlribuye con su componente al producto, y recibe, a su vez, su de las reformas, al rechazo de su misma estructura. En el siglo XX taies es-
retribuciôn proporcional (como consta en las teorias de la distribuciôn ba- fuerzos han tornado una gran variedad de formas, que van desde el llamado
sada en la productividad marginal). Con esto queda compléta la santifica- socialismo parlamentario hasta la revoluciôn socialista. Sea lo que sea lo que
ciân del capitalismo. podamos pensar de las fortalezas y debilidades de estos novedosos movi-
mientos sociales, la tendencia general es parte de un proceso humano de
vieja data. La hisloria nos ensenaque ninguna forma social dura por siem-
pre. Y el capital, en tanto relaciôn social, no es la excepciôn de esta régla.
Limites histôricos del capital como relacidn social

El ultimo aspecto general tiene que ver con la especificidad histôrica de la


producciôn capitalista. Por un lado, el capitalismo es una estructura social GANANCIA Y PLUSVALIA
poderosa y altamente flexible que ha desarrollado sus fuerzas productivas
hasla alturas exlraordinarias y ha probado que por si mismo es capaz de La renlabilidad régula la salud de la sociedad capitalista. A este respecto,
disolver o destruir todas las formas sociales anteriores. Su naluraleza inhe- Marx iilentifica dos fuentes distintas de ganancia. Ganancia por transferen-
renlemente expansiva lo ha llevado a la creaciôn de grandes cantidades de cia (o incluso apropiaciôn violenta) de riqueza, que domina el periodo mer-
riqueza y a un dominio que se extiendo por lodo el Globo. Pero por otro canliüsta. Y ganancia por la producciôn de plusvalia, que viene a tenerpro-
lado, este mismo aspecto prognesivo alienla un lado oscuro y enormemente minencia en la época del capital industrial. Puesto que las actividndcs co-
deslructivo cuya naturaleza se aclara île manera particular cuando es visto a merciales pueden estar ligadas a cualquier fuente de ganancia es ûtil co-
escala mundial. La relaciôn capital-trabajo es profundamenle desigu.ü y la menzar con las ganancias comerciales.
concentraciôn y centralizaciôn del capital que acompana el desarrollo capi­ L<i ganancia comercial individual se présenta dondequiera que una mer-
talista tan sôlo profundiza la desigualilad. La lucha compelitiva de todos canda sea revendida en busca de ganancia. Para el comerciante que adquie-
contra todos créa un carâcter social alienado y egoîsta, que aprisiona a cada re una mercancia por £100 y la revende por £200, lo que détermina su ga­
quien en una atmôsfera de sospecha y tension, y amontona sus miserias pre- nancia (que cubre costos comerciales y beneficios) es su habilidad empresa-
cisamente sobre quienes est.in en las posiciones mâs débiles. Finalmente, a rial para "comprar barato y vender caro". Pero desde la perspectiva del sis-
medida que el capitalismo se desarrolla, también lo hace su nivel de mecani- tema en su conjunto, la cadena de transacciones desde la venta inicial hasta
zaciôn, de tal manera que es progrcsivamente menos capaz de absorber tra- la final, simplemente sirve para dividir el precio de venta total entre los
bajo. En los pafses capilalislas desarrollados esto se manifiesta en una masa diferenles négociantes, incluido el comerciante. Esto es cierto aun, si las
crecienle de gente desempleada a cualquier tasa "natural" de desempieo da­ transacciones son justas o injustas, libres o forzadas.
lla. En el Tercer Muiulo, a medida que la penolraciôn de relaciones capitalis­ La ganancia del comerciante es su "balance del excellente comercial".
ms asuela las formas sociales anteriores, los procesos mecanizados que las Tero es esencial distinguir entre una situaciôn en la que el "balance de co-
remplazan tan solo son capaces de capturar una fracciôn del gran numéro mercio "global" es cero debido a que el excellente del comerciante es com-
"dejado libre" previamente. Lacreciente productividad de la producciôn ca­ pensado por un déficit correspondante en cualquier parte de la cadena; y
pitalista es acompaiïada de un foso crecienle de trabajo superfluo alrededor otra, en la que el balance total es positivo a causa de que la ganancia del
del Globo. La presencia de hambrientas masas en el Tercer Mundo, asi como comerciante es solamente su participaciôn particular en algun excedente
de poblaciones flotantes de desempleados en el mundo capitalista desarro­ global cuyo origen descansa, por lo tanto, fuera de las acrividades de co-
llado, son amargas advertencias de estas tendencias inhérentes. mercio mismas. El primer caso corresponde a la ganancia por la transferen-
La anterior perspectiva recuerda forzosamente que el capitalismo es cia de riqueza, y el ultimo a la ganancia por la producciôn de plusvalia. A
tan sôlo una forma histôrica particular de organizaciôn social, sujeta a conlinuaciôn consideraremos cada una por separado.
ANAUSIS l-CONOMICO MARXISTA 45
44 VA IX1R, ACUMUI ACTON Y CRISIS

Ganancia por transfcrcncia de riqueza andiisis del "intercambio puro" ocupa una posiciôn tan prominente en la
teorfa. Por ejemplo, una representaciôn cldsica describe un campo de prisio-
neros de guerra en el que todos los prisioneros reciben (de la Cruz Roja)
La existencia de un amplio sistema de ganancia debido a la transferencia de paquetes iguales de mercancias. Un empresario que se encuentra entre los
riqueza es misteriosa ya que el excedente del comerciante no parece ser prisioneros sirve de intermediario para realizar una distribuciôn mds con-
compensado por algun déficit correspondiente. Supongamos que comer- veniente de la masa total de mercancias, una parte de las cuales guarda
ciantes capitalistas inlercambian bienes que adquieren por £100 a los co- para si como su propia récompensa. Puesto que todos los otros prisioneros
merciantes de una comunidad no capitalista o tribu y luego los revenden ganan en términos de sus respectivas utilidades subjetivas (por lo tanto no
por £200. Este trueque déjà la riqueza conjunta de los participantes intacta. comparables), la porciôn de la dotaciôn colectiva que se gana el empresario
Sin embargo, da origen a una ganancia del lado capitalista s in ninguna pér- no es tratada como pérdida para ellos. Por otra parte, el empresario conta-
dida correspondiente del lado no capitalista, asi que aparece una ganancia biliza precisamente esta riqueza transferida como su ganancia. Con un polo
nota para el sistema como un lodo. ^Cômo es posible esto? de la transacciôn puesto en la utilidad subjetiva y el otro en el bene/icio
La participaciôn de la tribu en el comercio puede ser motivada por mie- material, la ganancia parece haber sido creada del aire. En vez de intentar
do, por consideraciones rituales o por la esperanza de conseguir objetos disolver esta falsa apariencia, la economia neocldsica se concentra en pre-
que sean socialmente mds deseables. En todos los casos subyace una va- sentar la ganancia como la justa recompensa de la clase capitalista16.
luaciôn social del comercio. Pero, para los comercianles, lo importante es
que los objetos tribales adquiridos puedan ser revendidos para lograr una
ganancia monetaria. En terminologia de Marx, la tribu opera dentro del
circuito simple de mercanetas M - M ', en el que un conjunto de valores de G anancia por producciôn de plusvalia
uso M es intercambiado por otro conjunto ütil M ', mientras que los co-
merciantes operan dentro del circuito del capital D - M - M ' - D' donde
Con el ascenso del capital industrial, se hizo cada vez mds claro que la ga­
una suma de dinero D - £100 es finalmente transformada en una suma nancia industrial era muy diferente de la ganancia por enajenaciôn. Esta
niés grande D' - £200 , por medio del intercambio de un conjunto de va­
dependia del comercio y del intercambio desigual, mientras que aquélla
lores de uso M por otro mds valioso M '.
estaba atada a la producciôn, el trabajo asalariado y el intercambio aparen-
Estos circuitos forman los dos polos de la transacciôn. Sin embargo, da­ temente igual 17. Precisamente con el fin de localizar la diferencia entre las
do que sôlo uno de los polos es estimado en términos monetarios, cualquier dos formas de ganancia, Marx insiste en la explicaciôn de la ganancia in­
ganancia monetaria que se registre no tiene contraparte en el otro polo. Una dustrial aun en la situaciôn en que todos los intercambios sean esencial-
ganancia monetaria neta puede aparecer solamente para el sistema como mente iguales 18.
un todo. Nôtese que ésta no séria la situaciôn si los dos polos fueran trata- Marx comienza sonalando que toda sociedad debe, de alguna manera,
dos en los mismos términos. Si los bienes de la tribu fueran valorados a su dedicar el tiempo de trabajo a su disposiciôn a la producciôn de los bienes
precio final de venta de £200, séria obvio que la tribu habrfa intercambiado y servicios necesarios para mantenerse y reproducirse. En las sociedades de
un conjunto de mercancfas con valor de £200 por otro con valor de £100 clase, la reproducciôn de la clase dirigente requiere que ésta sea capaz de
tan sôlo, perdiendo, por lo tanlo, exactamente lo mismo que ganan los co- extraer un producto excedente de las clases subordinadas. Esto significa
merciantes en términos monetarios. Al final, la desigualdad del intercam­ que toda clase dominante debe hacer, por cualquier medio, que las clases
bio esté a la base de la ganancia por transferencia de riqueza (ganancia de subordinadas trabajen mds allé del tiempo necesario para producir sus pro-
enajenaciôn)15.
pios medios de consumo, por cuanto con este tiempo de trabajo excedente
Es interesante observar de qué manera la economfa neocldsica tiende a
tratar la ganancia como simple ganancia de enajenaciôn, razôn por la que el 16 A. Alt hLin y VV. Allen, ojk cil., C. 1 -4.
17 R. L Week, Studies in the lab or Theory o f Value, Nueva York, Monthly Review, 1956, C.l.
18 K. Marx, El capita/, ed. cït. T. !.. Vol. î, C V.
15 K. Marx, Theories o f Surplus Value, Parte I, C. 1, Moscü, Progress Publishers.
ANAI.ISIS KCONOMICO MARXISTA 47
46 VAI.OK, ACUMUI_Al'10N Y CRISIS

se créa el plusproducto requerido (véase la secciôn sobre explotaciôn en nancias totales pueden apartarse de su proporcionalidad con la plusvalia
este Cap(tulo). total -aim cuando, en términos agregados, las ganancias y pérdidas debi-
El mismo proceso bAsico opera en la sociedad capitalista, pero estA das a transferencias de valor se cancelen exactamente. Esta aparente para-
oculto bajo la superficie de relaciones de intercambio y magnitudes mone- doja, que ha perturbado por largo tiempo la extensa literatura del llamado
tarias. Para demostrar tal cosa, Marx comienza suponiendo que el precio problema de la transformaciôn, es resuelta fAcilmente una vez se reconoce
monetario de cada mercancia es proporcional al tiempo de trabajo abstrac- que la ganancia es una medida que sôlo recoge una parte de las transferen­
lo total socialmenle necesario para su producciôn (su valor trabajo). En el cias totales de valor involucrado. Por definiciôn, la ganancia agregada es
caso del trabajo asalariado, eslo significa que los salarios monetarios son
simplemente la di/erencia entre el precio del producto total y el precio de
proporcionales al numéro île las boras (v) que los trabajadorcs deben la-
aquella porciôn de este producto que corresponde al flujo de mercancias
borar en un dia dado para producir sus medios de consumo colectivo dia-
ulilizadas como "insumos" en la producciôn, sea en forma direcla como
rios. Bajo taies circunslancias todas las mercancias, incluso la fuerza de tra­
bajo ( l.i capacidad de trabajo), se intercnmbian en proporciôn al tiempo de medios de producciôn o indirecta como bienes-salario. A medida que el
trabajo socialmenle necesario para su reproducciôn. Todos los intercam- valor es transferido entre el producto total y los insumos particulares, la
bios son, por lo tanto, iguales en un sentido social fundamental, de tal for­ ganancia que los productores capitalistas en su conjunto puedan obtener,
ma que (por el momento) la ganancia de enajenaciôn queda por fuera de gracias a precios de venta mAs altos, es, al mismo tiempo, lo que perderian
consideraciôn. con mayores costos de los insumos.
Durante el proceso de producciôn, una cantidad particular de medios de Las ganancias totales se mantienen inmodificadas debido a que la retro-
producciôn (malerias primas y mAquinas) es utilizada cada dia. El tiempo alimentaciôn que se establece entre el precio de los productos y los precios
de trabajo abslracto (c) que previamenle se necesitô para reproducirlos es, de los insumos particulares évita cualquier transferencia total de la plusva­
en consecuencia, transferido al producto. Si agregamos a esto el tiempo de lia. Pero no puede decirse lo mismo de aquelias transferencias que com-
trabajo laborado por los trabajadores en un dia dado (/), la siima résultante
prenden las porciones restantes de producto agregado, que entran respec-
(c*l) représenta el tiempo de trabajo abslracto total socialmenle necesario
para producir el producto diario. tivamente en el acervo de capital de la firma (como invenlarios, pbrnla y
Si el intercambio es proporcional a los liempos de trabajo, el precio del equipo) o en la posesiôn de los capitalistas mismos como bienes de consu­
producto social total es proporcional a c + 1. Pero el costo monetario corres­ mo. En el primer caso, cualquier transferencia se refleja en los balances con-
pondante a la producciôn de este producto es proporcional a c+r, puesto tables de las firmas y, a lo sumo, se trasmile sôlo parcialmente a los costos;
que c représenta el costo de trabajo abslracto de los medios de producciôn en el segundo caso, cualquier aumenlo en las ganancias debido a un precio
utilizados y v représenta los costos correspondienles a los trabajadores de venta mAs alto de los bienes de consumo capitalista se refleja en una
empleados. De aqui se dériva que las g.mancias ngregadas existirAn sôlo si pérdida correspondiente en la conlabilidad personal de los mismos capita­
c+/>e u>, lo que implica I > v. En otras palabras, cuando los precios son listas, mAs que en incrementos en los costos de sus negocios. Ya que la me-
proporcionales a los valores trabajo (intercambio igual), la ganancia es la
diciôn de la ganancia sôlo abarca un subconjunto de las transferencias de
expresiôn monetaria directa del tiempo de trabajo excedente p - l-v > 0.
valor, la ganancia total puede terminar desviAndose en alguna proporciôn
Este tiempo de trabajo excedente, ejecutado por los trabajadores que produ-
cen mercancias para los capitalistas (esto es, que producen capital-mercan- de la plusvalia -dentro de limites estrictos. Este es simplemente el mismo
cia), es lo que Marx llama plusvalia. principio que subyace a la ganancia mercanlilista, lo que era bien conoci-
Incluso cuando el intercambio ya no se considère proporcional al valor- do por el mismo Marx19.
trabajo, la conexiôn entre ganancia y plusvalia se mantiene, pero de una
manera mAs compleja. En efecto, cuando los precios se desvian de su pro- 19 A. Shaikh, "The Transformation from Marx lo Sraffa" en KifurJo, Marc, Sraffa, l,ondnrs, R M.indcl
editor, Verso, 1984. Varias partes de este artkrulo se encucntran incorporadas a los Capltulos 2 y 3
porcionalidad con los valores trabajo, pueden darse transferencias de valor
de! présente lîbro.
desde un grupo de négociantes hacia otro. En estas circunstancias las ga-
4H VAIjOK, ACUMUI.ACION Y CRISIS ANAI.ISIS I-CONOMICO MAKXISTA 49

Considcracioncs adicionalcs no-producciôn tiene profundas implicaciones para la manera como se mide
y analiza la riqueza de las naciones capitalistas20.
Primera que todo, es importante anolar que la ganancia monetaria (con o En cuarto lugar, dentro de la categorfa general de actividades de produc­
sin la rûvelaciôn de la tasa de ganancia) sôlo se puede considerar como la ciôn, surge una diferencia adicional entre las actividades que producen
ûnica expresiôn de la plusvalfa a un nivel de anAIisis abstracto. A un nivel plusvalfa (es decir, que producen trabajo excedente para un empleador ca­
nuis concreto, la plusvalfa aparece como ganancia de los productores, mAr- pitalista) y las que producen valor (pequenos productores de mercancfas) o
genes brutos de comercio, renias, intereses, impuestos y dividendos. De valores de uso para uso directo (hogares, comimidades que producen bie­
manera similar se puede desarrollar el anAIisis para explicar las ganancias nes que no son mercancfas). Aunque todos estos trabajos son productores
en las industrias, las firmas en el interior de las industrias, en las regiones y de riqueza social, tan sôlo los primeras son directamente productores de
en las naciones. Dentro de este movimiento de lo abstracto a lo concreto se plusvalfa. Es por esto que Marx distingue esta forma particular de trabajo
cncuentra comprendida una sutil y jx>derosa teorfa de la competencia y los como el trabajo que es productor-de-capilal, esto es, que es "trabajo produc­
precios sobre cuyas bases se puede adelantar este anAIisis. tive" desde el punto de vista del capital. Como corolario de lo anterior, se
En segundo lugar, nuestra anterior discusiôn sobre la ganancia por ena- hace necesario distinguir entre la tasa de explotaciôn (que se refiere a todos
jenaciôn deberfa llamar la atenciôn sobre el hecho de que la plusvalfa no es los trabajadores empleados por el capital) y la tasa de plusvalfa (que es la
la ünica fuente de ganancias. La comprensiôn de este aspecto es uno de los tasa de explotaciôn del "trabajo productivo" solamente, puesto que es el
puntos mAs fuerles del anAIisis de Marx sobre los déterminantes de las ga­ ûnico que produce plusvalfa)21.
nancias. Es también una cuestiôn histôrica y empfrica importante por sf Finalmente, es importante reconocer que las categorias precedentes inte-
misma. Aun considerando el mundo capitalista modemo, donde la plusva­ ractuan en complejas formas. Por ejemplo, la plusvalfa es simplemente la
lfa es claramenle la base principal de la ganancia, se debe sercuidadoso al diferencia entre la duraciôn de la jornada de trabajo (I) de los trabajadores
explicar las transferencias de riqueza y valor desde esferas no capitalistas productives, y la porciôn de la misma (v) requerida para producir las mer­
(pequena producciôn y producciôn de bienes que no son mercancfas) hacia cancfas que ellos y sus familias consumera Pero la cantidad de tiempo de
esferas capitalistas -particularmente cuando se efectuan anAIisis del llama- trabajo social representado por v no es, en absoluto, la misma cantidad de
do "Tercer Mundo”. tiempo de trabajo social requerido para reproducir a los trabajadores pro­
En tercer lugar, se debe anotar que el mismo concepto de transferencia de ductives, ya que este ultimo, generalmente, incluye el trabajo comunitario
riqueza y valor est Afundamentado sobre la distinciôn entre actividades que y familiar involucrado en la reproducciôn de la fuerza de trabajo. En la me-
producen los bienes y servicios (valores de uso) que con/orman la riqueza dida en que de estos trabajos no capitalistas son responsables del grueso de
annal, y actividades que sirven para transferir esta riqueza de unas manos a los valores de uso consumidos por los trabajadores productives, sôlo una
olras. Esta distinciôn es, a su vez, tan sôlo parte de otra mAs general existente pequena cantidad de mercancfas estarA contemplada en esa reproducciôn.
entre las actividades de producciôn y de no-producciôn. Entre estas ultimas Pero, puesto que los capitalistas sôlo necesitan pagar a los trabajadores lo
encontramos no sôlo la categorfa familiar de actividades de consumo perso­ suficiente para que adquieran la porciôn de mercancfas que corresponda a
nal, sino también la nociôn cIAsica de actividades de consumo social, taies su patrôn de vida, v scrà peque/ïo y s alto. Por consiguiente, a medida que
como aquéllas contempladas en el intereambio de bienes, servicios y dinero: la producciôn capitalista socave la producciôn campesina y/o familiar, las
las actividades de administraciôn general en los sectores pûblico y privado; mercancfas comenzarAn a constituir una mayor porciôn del nivel de vida
y olras actividades como la defensa nacional, etc. La producciôn utiliza va­ de los trabajadores, incluso si el nivel general mismo déclina. Para los capi­
lores de uso con el fin de producir mAs valores de uso. Los consumos perso­ talistas, los trabajadores se van haciendo progresivamente mAs "caros" a
nal y social utilizan valores de uso para alcanzar cualquier otro fin deseado.
En tal sentido, la distinciôn entre dichas actividades no tiene nada que ver,
20 A. Shaikh, "An Introduction lo Iho I lislory of Crisis Theories", on II.S. Capitalism in Crisis, Nuov.i
per se, con otras distinciones como las que existen entre las actividades nece- York, U.K.I’.I:, 1978, SixciAn IV. 1:1 lexto do osio artleulo corresponde a la SosviAn "I lisloria do las
sarias/ innecesarias, deseables/indeseables y bAsicas/no bAsicas. Pero lo tcorfas do la crisis", del Capltulo 6 del presents libra.
21 K. Marx, op. ril., T. I, Vols. 1 y 3, SccciAn segunda, Apéndice.
que es mAs importante, la distinciôn entre actividades de producciôn y de
50 VAIA1K, ACUMULACION Y CRISIS ANAI.ISIS l-CONOMICO MARXISTA 51

medida que sus necesidades de mercandas crecen. Aun Ios trabajadores ventajosa, las reformas estructurales, la intervenciôn estatal e, incluso, las
mismos pueden ser todavfa mds pobres si su nivel de vida general decae. luchas de clase que dejen intacta la naturaleza bdsica del sistema, tienen un
Durante dertos perfodos, un salario real creciente es perfectamente compa­ potencial limitado, justamente porque terminan subordinadas a la dindmi-
tible con un nivel de vida decreciente —tal como la historia de muchos pai- ca intrinseca del sistema. Una ley surge, precisamente, debido a que hay
ses capitalistas en desarrollo lo indica. Todo nos conduce a mostrar que nin- una tendencia dominante.
gun andlisis de una formaciôn social concreta puede ignorar las interrela-
cioncs existenles entre ganancia por transferencia de riqueza y ganancia
por producciôn de plusvalia, entre actividades de producciôn y de no-pro- Concentraciôn y centralizaciôn del capital
ducciôn, y entre trabajo capitalista y no capitalista.
El capital posee dos aspectos distintos: en relaciôn con el proceso de trabajo
LEYES GENERALES DE LA ACUMULACION CAPITALISTA existe como una masa concentrada de medios de producciôn al mando de
un ejército de trabajadores y, en relaciôn con un capitalista individual, re­
présenta la parte de la riqueza social que estd concentrada en sus manos
Las leyes generales como tendencias dominantes como capital. Sobre estos aspectos del capital operan, a su vez, de modo
diferente, dos procesos distintos: el proceso de concentraciôn creciente por
Al analizar el sislema capitalista, Marx se rcfiere constantemente a sus "le­ medio de la acumulaciôn, llamado por Marx la "concentraciôn del capi­
yes de movimiento". Por ejemplo, habla de la tendencia decreciente de la tal", y el proceso de concentraciôn creciente gracias a la competencia y el
tasa de ganancia como una ley general, mientras que, al mismo tiempo, pré­ crédito, al que llama "centralizaciôn del capital".
senta varias tendencias opuestas "que contrarrcst.m y anulan los efectos de La acumulaciôn es la reinversiôn de las ganancias en métodos de pro­
la ley general". Asi, pues, surge naturalmente la pregunla: ^cômo se origina ducciôn mds nuevos y potentes. Nuevos métodos conllevan una escala de
una "ley" a partir de la tendencia y la contratendencia? Hay dos formas inversiôn minima incrementada y un aumento de la tasa de capital inverti-
bdsicas de responder a esta pregunla. Una posibilidad estriba en concep- do por trabajador, y por tanto, una creciente concentraciôn del capital res­
lualizar las diversas tendencias como si operasen en piano de igualdad. El pect o al proceso de trabajo. Al mismo tiempo, auncuando la acumulaciôn
capitalismo da lugar a una sérié de tendencias antagônicas, y el equilibrio tiende a incrementar el monto de capital a disposiciôn de un capitalista in­
de fuerzas exislente en una "coyimtura" histôrica particular- es el que déter­ dividual, la divisiôn de la propiedad entre los miembros de una familia, la
mina la direcciôn final del sistema. Desde esta perspectiva, la reforma es- separaciôn de los capitales nuevos de los viejos y el nacimiento de nuevos
tructural y la intervenciôn del Estado parecen disponer de gran potencial capitales, todo ello, tiende a aumentar el numéro de los propios capitalistas
puesto que, en las circunstancias apropiadas, pueden inclinar la balanza y y, en consecuencia, a disminuir el capital social concentrado en unas pocas
regular el resultado. Esta perspectiva general subyace en la mayoria de los manos. Como la acumulaciôn es comparativamente lenta en relaciôn con
enfoques marxistas modernos. estos ultimos factores, el efecto neto sobre la propiedad tiende a ser una
Marx abordô el tema de una mariera bastante diferente. Para él lo crucial descentralizaciôn. Como resultado final, la acumulaciôn concentra el capi­
era distinguir entre la tendencia dominante y las diversas tendencias su- tal en el proceso de trabajo, pero tiende a descentralizar su propiedad.
bordinadas contrapuestas, ya que estas ultimas operan dentro de los limites La competencia y el crédito, por su parte, incrementan la concentraciôn
aportados por la primera. Como las tendencias dominantes surgen de la en ambos frentes. La competencia favorece las inversiones en gran escala
rnisma naturaleza del sistema, ddndole un poderoso impetu, las tendencias debido a sus menores costos de producciôn, mientras que el sistema credi-
subordinadas operan efectivamente dentro de limites môviles, y se canali- ticio permite a los capitalistas individuales reunir las grandes sumas nece-
zan, por asi decirlo, en tma direcciôn determinada22. Desde esta posiciôn sarias para estas inversiones. La concentraciôn del capital en el proceso de
trabajo avanza asi mucho mds velozmente que lo que permite la sola acu­
22 1)t'nlui île rMns limites las tciKlrinus st itKmlin.Ki.is pmxlrn fuiu'ionnr perfiHMamonte como lenden- mulaciôn del capital. Al mismo tiempo, debido a que la competencia des-
eias opuestas de la mlstna importancia.
truye a los capitalistas mds débiles y el sistema crediticio habilita al fuerte
52 VAI.OK, ACUMUl j\CION Y CRISIS ANALISIS ECONOMICO MARXISTA 53

para tragarse al débit, estos dos elementos conducen a una concentraciôn réserva de trabajo" o "ejército industrial de reserva". La acumulaciôn de
de la propiedad de capitales que compensa con creces las tendencias des- capital significa el incremento de éste, pero conlleva también nuevos méto-
centralizadoras propias de la simple acumulaciôn. dos de producciôn, a mayor escala y mâs mecanizados, que la competencia
En términos generales, el capilalismo es acompanado por la creciente obliga a los capitalistas a introducir. El crecimiento del capital aumenta la
capitalizaciôn de la producciôn, as! como una crecienle centralizaciôn de la demanda de trabajo, pero la mecanizaciôn sustituye a los obreros por mâqui-
propiedad del capital social21. En el anâlisis de Marx, ambos fenômenos nas y reduce, en consecuencia, la demanda de trabajo. Esta, en términos netos,
einanan de la batalla de la compelencia y, a su vez, sirvcn para intensificar- dépende, por lo tanto, de la fuerza relativa de estos dos efectos, y son precisa-
la. En la economta burguesa, sin embargo, el concepto mismo de competen- mente esas fuerzas relativas las que varian para mantener el ejército de reserva
cia "pura" o "perfecta" implica que loda concentraciôn o centralizaciôn es de trabajo. Cuando el efecto empleo es m is fuerte que el efecto desplazamien-
la antltesis de la compotencia. Una vez se identifica la concepciôn burgue­ to durante un tiempo suficientemente largo como para absorber el ejército de
sa con la rcalidad de la compelencia en el capilalismo primitive y/o con reserva, la escasez de trabajo y el aumento de salarios résultantes reforzarân
el anilisis que de él liizo el propio Marx, el hecho lustôrico de la concen­ automâticamente el desplazamiento relativo al empleo; el alza de salarios re­
traciôn y centralizaciôn crecientes représenta prima facie la prueba del duce el ritmo de crecimiento del capital y, por lo tanto, del empleo. Esto, junto
quebrantamiento de la compelencia, del ascenso de la compelencia "imper­ con la escasez de trabajo, acelera el proceso de mecanizadôn y, por consiguien-
fecta", del oligopolio y del monopolio. Denlro de la econonua marxista, la te, de desplazamiento. De esta forma, la acumulaciôn de capital repone auto­
tradiciôn dominante originada por Hillerding y desarrollada por Kalecki, mâticamente el ejército de reserva 26. A ello se suma la importaciôn de trabajo
Steindl, Baran y Sweezy, efectûa exactamente esta doble identificaciôn. Ello precedente de sectores de alto desempleo y la movilidad del capital hacia sec-
lleva a sus proponentes a soslener que el capilalismo moderno estâ, en ulti­ tores de salarios bajos, lo cual sirve conjuntamente para restablecer la relaciôn
ma instancia, regulado por los rosultados do las relnciones de poder entre "apropiada" entre el capital y una poblaciôn relativamente superflua.
los monopolistas, los trabajadores y el Estado. Del lado opuesto, Varga2324 y Independientemente de sus limites histôricos, el sistema capitalista ha
algunos otros autores nuis recientes han sostenido que la concentraciôn y la creado y conservado siempre un ejército de reserva. El capitalismo moder­
centralizaciôn han intensificado la compelencia, en vez de quebrarla, y que no abarca todo el globo terrestre y también lo abarca su ejército de reserva.
la ovidencia emplrica relativa a la rentabilidad contribuye, de hecho, a apo- Las masas hambrientas del Tercer Mundo, la importaciôn y subsecuente ex-
yar la leorfa de la compelencia enunciada por Marx25. Hay que senalar que pulsiôn de "obreros inmigrantes" por parte de los paises industrializados,
Lenin es reclamado por ambas partes. No es necesario decir que este debate y la fuga de capital a regiones de salarios bajos, son simplemente manifes-
entrana importantes reperctisiones con respeclo al anâlisis del capilalismo taciones de este hecho.
moderno y la actual crisis.

Tasa decreciente de ganancia


Ejército de réserva de (rabajo
La ley de la tasa decreciente de ganancia expresa el resultado del anâlisis de
Marx sobre las fuerzas bâsicas que dan lugar a los ritmos de largo plazo de
Una caracterfstica inhérente a la sociedad capitalista es el conjunto de trabajo la acumulaciôn capitalista: largos periodos de crecimiento acelerado que
desempleado y sub-empleado que se crea y reproduce directamente por la van seguidos necesariamente por periodos correspondientes de crecimien­
propia acumulaciôn de capital. Marx denomina a este conjunto "ejército de to desacelerado y probables convulsiones econômicas de gran alcance. La
Gran Depresiôn de los anos treintas fue uno de esos periodos; segun algu­
23 K. Marx, op. rit., T. I, Vol. 3, C. XXIII; T. Ill, Vol. 6, C. XV; Vitnries o/Surfilus Value. rd. cil.. Parle III. nos marxistas, el mundo capitalista estâ nuevamente fluctuando alrededor
24 li. Varga, "Oranges in tin- Erononry ol Capitalism Resulting liom i Ih-S ivoik I World War", miineo,
Washington, 194H.
25 J. A. Clifton, "Competition and llie Evolution of the Capitalist Mode of Production", CambriJgf Jour­ 26 K. Marx, op. rit., T. I, Vol. 3, C XXIII; E. Mandel, Introdncciôn a K. Marx, Capital, Volumen I, cd. cil.,
nal o f Economics, 1,2,1977. 1976, pp. 63-64.
54 ANAI.ISIS HCONOMICO MARXISTA 55
VA I.OK, ACUMULACTON Y CRISIS

de una situaciôn extrema. Debe observarse que este tipo de crisis econômi- tividad se manifiesta en costos Iaborales unitarios menores (capital variable
ca generaJizada es bien diferente de las fluctuaciones ciclicas de plazo mâs por unidad de producto, v ). Al final, el costo unitario de producciôn c+v
corto, como los ciclos econômicos o las crisis parciales causadas por sucesos debe descender de modo que el ultimo efecto lia de compensar con creces
especlficos, como malas cosechas, perturbaciones monetarias, etc. Los ci­ el primero.
clos econômicos y las crisis parciales se explican por factores mâs concretos Puede demostrarse que este modelo supone que los métodos mâs avanzados tienden
y sus ritmos se superponen, por as! decirlo, sobre el ritmo de largo plazo27*. a lograr un costo unitario de producciôn mâs bajo a expensas de una tasa de ganancia
El hecho de que puedan desencadenar una crisis general cuando las condi- inferior. La competencia, no obstante, obliga a los capitalistas a adoptar taies méto­
ciones bâsicas sean propicias no hace mâs que resaltar la necesidad de ana- dos, porque aquéllos, con costos unitarios mâs bajos, pueden bajar sus precios y ex-
lizar primero los movimientos bâsicos en sf mismos. pandirse a costa de sus competidores, compensando asl esta tasa de ganancias baja
por medio de una mayor participaciôn en el mercado. Como observa Marx, "cada
La ftierza que da impulso a la actividad capitalista es el deseo de ganan- capital individual se esfuerza por capturar la mayor participaciôn posible en el mer­
cias, lo que obliga a cada capitalista individual a dur la batalla en dos fren- cado y por suplantar en él a sus competidores [...]". En términos de categorias mar-
tes: en el proceso de trabajo, contra los trabajadores durante la producciôn xistas, se puede demostrar que el proceso mencionado supone que la composiciôn
de plusvalia, y en el proceso de circulaciôn, contra olros capitalistas, du­ orgânica del capital subirâ mâs râpido que la tasa de plusvalia, irvcluso cuando los
salarios reides, al igual que la amplitud e intensidad de la jornada de trabajo, sean
rante la realizaciôn de la plusvalia en forma de ganancias. En el enfrenta- constantes, de modo que la tasa general de ganancia decrecerâ independientemente
miento con el trabajo, la mccanizacitin aparece como la forma mâs eficaz de cualquier impulso introducido por parte del trabajo211.
para incrementar la producciôn de plusvalia, mientras en el enfrentamien-
to con otros capitalistas, la reduccidn de los coslos unitarios de produc- Marx indica que la actuaciôn de diversas influencias contrarias frena, e
cicin por unidad (precios do costo unitarios) surge como principal anna incluso invierte temporalmente, el descenso de la tasa de ganancia. Una
para la competencia. mayor intensidad de la explotaciôn, salarios mâs reducidos, capital cons­
Marx sosliene que los métodos de producciôn màs avanzados conllevaràn tante mâs barato, crecimiento de industrias de composiciôn orgânica relati-
instalaciones mayores y màs intensivas en capital, en las que, con una utiliza- vamente baja, importaciôn de bienes salario o medios de producciôn bara-
ciôn normal de capacidad, los costos unitarios de producciôn seràn menores. tos, y migraciôn del capital hacia regiones de mono de obra y recursos na-
La inversiôn de mayores cantidades de capital fijo por unidad de producto turales igualmente baratos, pueden actuar para elevar la tasa de ganancia al
es el medio fundamental para lograr economias de escala. Como las plan­ aumentar la tasa de explotaciôn, bajar la composiciôn orgânica del capital,
tas a gran escala permilen a un numéro dado de trabajadores procesar ma­ o ambas soluciones a la vez. Sin embargo, precisamente porque estas con-
yor cantidad de materias primas y transformarlas en una correspondiente tratendencias operan dentro de limites estrictos, la caida por largo periodo
mayor cantidad de producto, tanto las materias primas como el producto de la tasa de ganancia sobresale como tendencia dominante.
por unidad de trabajo tienden a aumentar a la vez. Al mismo tiempo, la La tasa decreciente de ganancia conduce a una crisis generalizada por
mayor cantidad de capital fijo por unidad de producto implica cargos de medio de su efecto sobre la masa de ganancias. Dado un capital ya invertido,
depreciaciôn màs elevados y mayores costos de materiales auxiliares (elec- cualquier decrecimiento en la tasa de ganancia reduce la masa de esta ülti-
tricidad, combustible, etc.) por unidad de producto. Asi, pues, para méto­
dos màs avanzados la capilalizaciôn mâs alla (capital adelantado por uni­ 2H A. Sh.iikh, "Political lù'oivuny .nul Capitalism: Nous <xi 1)ol>U's llttxiry of Crisis" y "Marxlin Com­
petition Versus Perfect Com|>clilion...," en Cambridge Journal o f Liviiomics, 1978,2, pp. 237-241 y 1980,
dad de producto) implica costos no Iaborales unitarios mâs elevados (capi­ 4, p. 75, respectivamenlo. Il.ijo condk kines téeniens dadas, a medida que se alcan/an los Ifmiles del
tal constante por unidad de producto, c ), mientras que la mayor produc- ccxtocimiento y la leenologta cxixtcntos, los incrementos m invoisiôn por unidad de producto <|uc se
realiccn oblcndrân cada vez merlon’s disminuciones de los costos unitarios de producciôn. Hsto, se
puede demostrar, implica m enons tasas de ganancia para los métodos de mâs bajos costos y por onde
27 H. Mandel, Laie Capitalism, IxMidn-s, New left Hooks, 1975, p. 128. HI mismo Mandel so hasa on un.i (de acuenlo con cl T eonm i de Okishio), una tasa general de ganancia en descenso. Tambïén en A.
tasa île ganancia que se eleva y cae, para explicar los movimleulos de largo plazo (eslo es, oixl.is Shaikh, "Notes on the Hailing Rate of IVofit," inédito, feba’rode 1982.1a cita de Marx estâ lomada de
largas). Como se indica mâs adelante, cl argumento de Marx para cxplicar la tasa de gananrii que Theories of Surplus Value, ed. cil., l'âne II, C. XVII, p. 484. la s Secciones "Kconomla polltica y capita-
decrece en largos périodes implica un movimicnlo de la masa de ganancias del lipo "onda larga" lismo: notas sobre la tcoria de l.t crisis de Dobb" y "Competencia marxism vereus competencia pcrfec-
con lo cual ofrece una base aliemaliva para la explicaciôn de los fenômenos observados. ta", del Capltulo 6 del présenté libro, corrcsponden a los lextos de estos articules.
56 57
VAIjOR, a c u m u l a c i o n y c r is is ANALIS1S F.CONOMICO MARXISTA

ma; por otro lado, la acumulaciôn acrecienta el acervo de capital avanzado mecanismos "naturales" del sistema para recuperarse. Cada recuperaciôn
y, por tanto, aumenta la masa de ganancia, en tanto que la tasa de ganancia sucesiva desemboca, a su vez, en una mayor concentraciôn y centralizaciôn
de los nuevos capitales sea positiva. El movimiento de la masa total de y, generalmente, en menores tasas de ganancia y crecimiento de largo pla-
ganancias depende, por lo tanto, de la fuerza relaliva de los dos efectos. zo. En consecuencia, aunque las contradicciones empeoran con el tiempo,
Pero una tasa de ganancia decreciente débilita progresivamente el incen­ no habrd crisis final hasta que los trabajadores adquieran suficiente con-
tive para la acuinulaciôn y, al descender ésta, el efecto negalivo empieza cicncia de clase y se organicen para derribar el sistema mismo30.
a dar alcance al efecto positive hasta que, en un momento determinado,
la masa total de ganancias empieza a estancarse. En esta fase comienza la
crisis, aunque naturalmente la forma especifica que adopta estâ condi-
TEORIAS MARXISTAS DE LAS CRISIS ECONOMICAS
cionada por factores institucionales e histôricos concretos. Hay que des-
tacar que el proceso mencionado supone una "onda larga" en la masa de
las ganancias, que al principio se acelera, luego se desacelera, se estanca Al analizar las teorias de la crisis debemos distinguir entre las crisis gene­
y, finalmente, se hunde en la crisis. Asf, pues, los fenômenos de "ondas rales, que implican un vasto colapso de las relaciones de reproducciôn eco-
largas" en la acumulaciôn capitalista pueden explicarse por una cafda nômicas y politicas, y las crisis partiales y los ciclos econômicos, que cons-
tituyen caracteristicas de frecuente apariciôn en la historia capitalista. En la
continuada de la tasa de ganancia.
producciôn capitalista el deseo individual de ganancia choca periôdica-
En general, los adversarios de esta teorfa argumentan que, en la nociôn
mente con la necesidad objetiva de la divisiôn social del trabajo. Las crisis
econômica burguesa de "competencia perfecta", tal proceso queda lôgica-
parciales y los ciclos econômicos no son mds que el método intrinseco del
mente excluido, y que, en todo caso, la evidencia empùica no lo respalda.
sistema para reintegrarlos. Cuando el sistema goza de buena salud, se récu­
En cualquiera de ambas situaciones es fâcil mostrar que ninguna de las con-
péra rdpidamente de sus inhérentes convulsiones internas. Sin embargo,
clusiones es vâlida una vez que examinamos criticamente la teoria econô-
cuanto peor sea su salud, mds largas serdn sus convalecencias, mds anémi-
mica neoclAsica y los datos en que se basan sus conclusiones29.
cas sus recuperaciones y mayor la probabilidad de que entre en una larga
Ceteris paribus, salarios mds altos y mejores condiciones de trabajo hacen
fase de depresiôn. En los Estados Unidos, por ejemplo, aunque han habido
descender directamente las ganancias y estimulan también el aumento de
35 ciclos econômicos y crisis en mds de 150 anos, que van desde 1834 hasta
la mecanizaciôn, con lo que se intensifica doblemente la tendencia inheren-
nuestros dîas, tan sôlo dos de ellos, las grandes depresiones de 1873-1893 y
te de la tasa de ganancia a caer. Sin embargo, como destaca Marx, éstas y
1929-1941, califican como crisis generales. El interrogante con que se en-
otras luchas enfocadas hacia la reforma del sistema operan necesariamente
frenta ahora el mundo capitalista es si la gran depresiôn de los ochentas se
dentro de limites estrictos que proceden de la rentabilidad, la movilidad anadird o no algun dfa a esta lista31.
del capital y la competencia (en todo el mundo) y, por tanto, continuan Podemos identificar dos tipos principales de teorias de la crisis, corres-
siendo conslreiudas por la dindmica bdsica de la acumulaciôn capitalista. pondientes a las dos aproximaciones metodolôgicas diferentes a la historia
Un argumente similar puede ofrecerse respecto a los limites de la interven- capitalista que fue analizada en la cuarta secciôn de este Capitulo: las teo-
ciôneslatal.
rfas de la posibilidad, basadas en la nociôn de ley como el resultado de
Cada crisis précipita la destrucciôn al por mayor de los capitales mds tendencias conflictivas, en donde las crisis generales se dan siempre y cuan­
débiles y los ataques intensificados contra los trabajadores. Esos son los do se produzca una cierta conjunciôn de factores histôricamente determi-
nados, y las teorfas de la necesidad, basadas en la nociôn de ley como la
29 Pain tnayores dctallrs crltlros de lu Icort.i, v&ise A. Shaikh, " l’olilk'al Economies and Capitalism...", expresiôn de una tendencia intrfnseca dominante que subordina a las ten-
op. cil., Secciôn III, pp. 5-7. Para crflicas de los datos, véase V. Perto, "Capital-output Ratios in Ma­
nufacturing", en Quarterly Ketriru' o f Economics and Business, S (.1), Otorto de 1966, pp. 29-12 y R.
Cordon, "A Rare Event", en Survey o f C u m u l Business, julio 1971, Vol. 51, No. 7, Parte 11, pp. 83-86. 30 G. A. Cohen, Marx's Theory o f History: A Defense, Princelon University Press, Princeton, 1978, jip. 201,
Perio es marxista y Cordon economista ortodoxo. Ambos encuentran que et método conventional 204.
de wuimacién del acervo de capital lo subestima seriamente. Esto, a su ver, implica una séria sobre- 31 E. Mande), lute Capitalism, ed. cit;, A. F. Bums, The Business Cycle in a Changing World, Nucv.i York,
estimaciôn de la tasa de ganancia. Columbia University Press, 1969.
58 59
VALOR, ACUMUI.ACION Y CRISIS ANAI.ISIS F.CONOM1CO MARX1STA

dencias contrapuestas y en donde es inevitable la existencia periôdica de final del sistema dépende de la acciôn reciproca de la tendencia al estanca­
crisis generales (aunque, por supuesto, la forma especlfica y el momento de miento, creada por los planes de ahorro de los capitalistas, y la tendencia
apariciôn vienen determinados dentro de ciertos limites por factores histô- opuesta, creada por sus planes de inversiôn. Los capitalistas ahorran por-
ricos e institucionales). Veamos ahora cômo ilustran estos dos enfoques las que, en cuanto capitalistas individuales, tienen que intentar crecer a fin de
modemas teorias marxistas de la crisis. sobrevivir. Pero sôlo pueden invertir cuando existen posibilidades objeti-
vas, y éstas dependen, a su vez, de dos factores. Especificamente, el funda-
mento del comercio y del intercambio a gran escala se da cuando la hege-
Teorfas de la posibilidad monfa de una determinada naciôn capitalista (Gran Bretana en el siglo XIX
y los Estados Unidos en el XX) permite orquestary reforzar la estabilidad
Podemos identificar dos grupos principales: las teorias del subconsu- politica y econômica internacional. Y el aliciente para la inversiôn a gran
mo/estancamiento y las teorias de la presiôn salarial. escala se da cuando coinciden, a un tiempo, una masa critica de productos,
mercados y tecnologias nuevos. Cuando coinciden base y aliciente, los fac­
tores expansionistas serdn ascendentes. Por otro lado, a medida que se
Teorias del subcousuitio/ estancamiento agota el aliciente y las rivalidades intercapitalistas socavan cada vez mds
el fundamento, se reafirman en algiin punto los factores contraccionistas y
En la sociedad capitalista el valor en dinero del producto neto es igual a la el estancamiento se pone al orden del dia, hasta que, por supuesto, un nue-
suma de los salarios pagados a los trabnjadores mds las ganancias acumu- vo orden hegemônico (forjado tal vez mediante una guerra mundial) y un
ladas por los capitalistas. Como a los trabajadores so les paga monos del nucvo estallido do descubrimionlos, inicien otra época de crecimiento.
valor total del producto nolo, su consumo nunca es suficiente para com- Nada de esto se ve allerado fundamenlalmente por la cuestiôn del po-
prarlo: el consumo de los trabajadores genera una "brecha de demanda", y der monopôlico. En el capitalisme moderno se dice que unas cuantas em-
cuanto mayor sea la participaciôn de las ganancias en relaciôn con los sala­ presas poderosas dominan cada industria, y que, al restringir el producto
rios en cl valor agregado, lanto mayor serii la brccha de demanda. Claro y elevar los precios, pueden redislribuir los ingresos a su favor a costa de
estii que los capitalistas consumen una porciôn de sus beneficios, lo que los trabajadores y de las pequenas empresas capitalistas. Como los gran­
contribuye a cubrir parte de la brecha. No obstante, el grueso de su ingreso
des capitalistas ahorran una mayor proporciôn de sus ingresos, aumenta
se ahorra, no se consume y, a la manera keynesiana, estos ahorros se consi-
el ahorro total. Por otro lado, a fin de sostener los nivelés de precios y ga­
deran como un "drenaje" de demanda, cuya base fundamental la siguen
nancias, las grandes empresas restringen la inversiôn en sus propias in-
constituyendo los limitados ingreso y consumo de las masas. Si no se cu-
dustrias, reduciendo asf los posibles mercados de inversiôn disponibles.
briera la porciôn de la brecha de demanda que corresponde a los ahorros de
Al aumentar la brecha de demanda y simultdneamente debilitar las opor-
los capitalistas, no se venderia parte del producto o, al menos, no se vende-
ria a precios normales, de suerte que todo el sistema se contraeria hasta que tunidades de inversiôn, los monopolios hacen el estancamiento, en teoria,
las ganancias fuesen tan escasas que los capitalistas se verian forzados a virtualmente inevitable. Claro que en la prdctica, el "capitalismo monopo-
consumir todos sus ingresos, en cuyo caso no habria ninguna inversiôn (ne- lista" de posguerra ha disfrutado hasta hace muy poco "de una prosperi-
ta) y, por consiguiente, tampoco crecimiento. Se dice, por lo tanto, que la dad prolongada (...) superior en muchos aspectos a cualquier otra de su
lôgica econômica interna de una economia capitalista estâ predispuesta al historia anterior"32. Y he aqui, una vez mds, que la ausencia de estanca­
estancamiento. miento real se explica por la presencia de factores contrapuestos extraordi-
La brecha de demanda, como es obvio, no sôlo puede cubrirse por el nariamente poderosos: hegemonia norteamericana de posguerra, nuevos
consumo, sino también mediante demanda de inversiôn (la demanda de productos y tecnologias, y gastos militares.
planta y equipo). Cuanto mayor sea esta demanda, mayor serd el nivel de
producciôn y empleo en el sistema en cualquier momento dado, y tanto 32 P. Swee/.y, artlculos variai en Mnnlhlv Rrvirw; las principales en los mimeras 31 (3, 6), 32 (5), 33
mds râpido sera su crecimiento. Por eso, en ultima instancia, el movimiento (5, 7), 34 (2).
61
60 VAI.OR, ACUMULACION Y CRISIS ANAUSIS liCONOMICO MARXISTA

Dervtro de semejanle marco, es évidente que cualquier intervenciôn den descubrir nuevas formas de manejar el sistema34. Pero otros autores
econômica que refuerce y dirija Ios faclores expansionistas puede supe- son mucho menos reticentes35.
rar, en principio, la amenaza de estancamiento. La economia keynesiana,
por ejemplo, proclama que el Estado, bien por cuenta de sus propios gas-
tos, bien estimulando el gasto privado, puede alcanzar los niveles social- Teortas de la presiôn salarial
mente deseados de producciôn y empleo y, de este modo, determinar, en
ultima instancia, las leyes de movimiento de la economia capitalista. Los Las teorfas sobre la presiôn de los salarios intentan vincular las crisis gene-
teôricos del subconsumo no niegan esta posibilidad. Tan sôlo afirman rales con el descenso sostenido de la tasa de ganancia. El punto de partida es
que actualmente no es prâctico, porque el capitalismo moderno se carac- el reconocimiento de que cuando aumentan los salarios reales y/o disminu-
teriza por el monopolio y no por la competencia: el monopolio aumenta ye la amplitud e intensidad de la jomada laboral, desciende la tasa potencial
la tendencia del capitalismo al estancamiento que, cuando comienza a de ganancia, permaneciendo iguales las otras condiciones. En términos mar-
xistas, un descenso en la tasa de plusvalia produce el descenso de la tasa
aparecer, es contrarrestada por el Estado por medio de estlmulos a la de­
general de ganancia, ceteris paribus. No obstante, esto équivale sencillamente
manda agregada. Pero los monopolios responden aumentando los pre-
a decir que un aumento de los salarios reales (ajustados por la duraciôn e
cios en vez de la producciôn y el empleo (como harian las empresas coni-
intensidad del trabajo) reduce la tasa de ganancia en relaciôn con su ten­
petitivas). El empâte résultante entre el poder del Estado y el de los mo­ dencia. Si la tasa de ganancia tiende a bajar independientemente del movi­
nopolios produce estancamiento con inflaciôn : "estanflaciôn" 33. Si el Es­ miento de los salarios, résulta que el aumento de los salarios reales (ajusta­
tado se retira de la lue ha y se atrincheru, tendremos entonces una rece- dos) no hace màs que reforzar la cafda preexistente de la tasa de ganancia.
siôn o tal vez una depresiôn. Desde este punto de vista, la apariciôn de Como veremos en la secciôn siguiente, esto es lo que argumenta Marx. Pero
una crisis es un acontecimiento esencialmente politico, debido a la nega- si la tasa de ganancia tiende, por otro lado, a aumentar, résulta que tan sôlo
tiva del Estado a hacer frente a los monopolios. La teoria keynesiana afir- un incremento suficientemente rdpido de los salarios reales puede ser el res­
ma que el Estado tiene capacidad econômica para dirigir el sistema capi­ ponsable del descenso real de la tasa de ganancia. Esta es la afirmaciôn tipica
talista y, una vez aceptada esta premisa, tanto la existencia de la crisis de los teôricos de la presiôn salarial, quienes dan por sentado que, ante la
como su recuperaciôn, son cuestiones de los fines politicos a los que se ausencia de cambios en el salario real, el cambio técnico tiende a incrementar
aplique esa capacidad. Asi, pues, esta teoria apunta a concluir que un la tasa de ganancia y la relaciôn entre ganancias y salarios.
En una versiôn de la teoria, esta tasa creciente de ganancia alimenta di-
programa politico para lim itar los monopolios mediante contrôles de
rectamente la expansiôn de la inversiôn; en otra versiôn, que no es en reali-
precios, regulaciôn y planificaciôn econômica forzosa, quebrarâ la co-
dad môs que una extensiôn de la teoria del subconsumo/estancamiento, la
lumna vertebral de la inflaciôn, mientras que el aumento de los gastos de
creciente relaciôn ganancia-salario y el ascendente poder de los monopo­
bienestar social, e incluso el alza de los salarios, no sôlo beneficiard a la
lios, em p eoran la brecha de demanda y, por eonsiguiente, la tendencia del
clase trabajadora, sino también al sistema capitalista en su conjunto (al sistema hacia el estancamiento, la cual, no obstante, el Estado es capaz de
reducir la brecha de demanda). Las contradicciones econômicas del sis­ contrarrestar, y mantener asi el auge. En cualquier caso, si el auge dura lo
tema pueden, por lo tanto, desplazarse hacia y resolverse dentro de la suficiente como para que el mercado de trabajo se haga tan estrecho y los
esfera politica, a condiciôn de que se ejerza presiôn suficiente sobre el obreros tan combativos que sus demandas salariales produzean un descen-
Estado.
El propio Sweezy évita con cuidado trazar las conclusiones politicas in­ 34 P. Sweezy, Monthly Review, No. 31(3), 1979, pp. 12-13.
hérentes a su argumento, aunque advierte que los propios capitalistas pue- 35 Vtnse, M. I larrington, Socialism, Nucva York, Saturday Review Press, 1972, C. XII y del mismo
amor, "Tlie Democratic Socialist Organizing Committee and the Left", Socialist Review, 1979, p. 29.
AdemAs pueden consultante al respecto varios mimeros espccLiles de Dollars and Senses, particular-
33 P. Sweezy, op. dt., C. Harman, “Theories of Crisis", en International Socialism, No. 2 (9), 1980, pp. menle octubre 1979 y julio-agosto 1981. Por ultimo, D. Gordon et al., "Four Ways to Change the
45-80. A. Shaikh, 'A n Introduction lo the History of Crisis Theories". Corporations", The Nation, mayo 15 1982, pp. 589-591.
62 63
VAUW, AC'UMUIACION Y CRISIS ANAI.IS1S PCONOMICO MARXISTA

so continuado de la tasa efecliva de ganancia, résulta que al final puede das. Como veremos a continuaciôn, esto es exactamente lo que implican las
estallar la crisis. Es muy propio de la teoria de la presiôn salarial buscar teorias de la necesidad de la crisis.
evidencia en salarios reales que aurnenten con mayor rapidez que la pro-
duclividad como prueba de que el trabajo se halla detrds de la crisis.
Por ejemplo, el tratamiento matemdtico conventional de la llamada selec- Teorias de la necesidad
ciôn de técnicas implica una tasa creciente de ganancia, a menos que los au-
mentos de salario real inviertan su curso. Esto es lo que citan la mayor parte de La principal teoria modema de la necesidad es la teoria marxista de la tasa de
los defensores modemos de la presiôn salarial, como Roemer, Bowles y Arms­ ganancia dec red ente. En el pasado incluso algunas versiones de la teoria del
trong y Glyn Otros, como Hodgson sencillamente se refieren a la estabili- subconsumo (como la de Rosa Luxemburgo), eranconcebidas como teorias de
dad empfrica de la composiciôn orgdnica como una caracteristica del capitalis- la necesidad, pero, en general, se admite que esto se debla primordialmente al
mo modemo3637. Por ultimo, se suele citar a Kalecki como fuente del argumento entendimiento errôneo de la lôgica de su propio argumento. La ley de la tasa
de que la inlervcnciôn estatal transforma la tendencia al subconsumo en pre­ decreciente de ganancia intenta explicar por qué el capitalismo atraviesa lar­
siôn salarial38. Deberia observarse que, incluso denlro de la literatura conven- gos periodos de crecimiento acelerado, que van seguidos, necesariamente, por
cional sobre la selecciôn de técnicas, un salario real que aumente en relaciôn otros periodos correspondientes de crecimiento desacelerado y crisis finales.
con la productividad no es necesario ni suficiente para generar una tasa decre- Lo que explican las teorias del subconsumo modi ante factores aparentemente
cientc de ganancia. As! lo demuestran fdeilmente los diagramas elaborados extemos, taies como oleadas de descubrimientos, lo explica Marx mediante
por Shaikh39, en un trabajo donde ilustra que la tasa maxima de salarios (la factores intemos basados en los movimientos de la tasa potencial de ganancia.
intersecciôn en el eje vertical) es el prod uct o nelo por trabajador. La fuerza motriz de toda actividad capitalista es la ganancia, y la plusva-
Ha su base oculta. A fin de extraer la mayor cantidad posible de plusvalla,
Es importante observar a este respecto que, como la crisis se da ûnica-
los capitalistas deben aumentar la duraciôn y/o intensidad de la jornada
ntente cuando los aumentos salariales de los trabajadores son "excesivos",
laboral y, sobre todo, incrementar la productividad del trabajo. Ademds,
esta teoria déjà amplio espacio para delinear una visiôn del capitalismo que
para competir eficazmente contra otros capitalistas deben lograr simultd-
puede propiciar lanto el aumento de los salarios reales de los trabajadores
neamente costos inferiores por unidad de producto. El aumento de capital
como una tasa creciente de ganancia para los capitalistas. Desde este punto
fijo es la soluciôn de ambos problemas. En pocas palabras, el crecimiento
de visla, el Estado puede disenar, en principio, la recuperaciôn, si obreros y
del capital fijo en relaciôn con el trabajo (la mecanizaciôn de la producciôn)
capitalistas hacen concesiones suficientes, y puede evitar crisis futuras si
es el principal medio de elevar la productividad del trabajo, y el crecimien­
ambas partes mtiestran cierta moderaciôn. Una caracteristica de las teorias to del capital fijo en relaciôn con el producto (la capitaiizaciôn de la produc­
de la posibilidad, en general, es terminar por otorgar al Estado el poder de
ciôn) es el principal medio de reducir los costos de producciôn unitarios.
determiner las leyes bdsicas del movimiento del capitalismo, con lo cual Puede demostrarse, sin embargo, que el aumento del capital fijo también
lanto las expectatives como las promesas de sus defensores, pasan a depen- tiende a hacer disminuir la tasa de ganancia sobre los métodos de produc­
der en gran medida de la nociôn, segûn la cual, bajo el capitalismo la politico ciôn nuis avanzados 4n. Los capitalistas individuals que adoplan primero
puede comandar el sistema. Si esta premise es falsa, résulta enfonces que, los métodos mâs amplios, mds intensivos en capital, obtienen menores cos­
como mfnimo, las tdeticas y la estrategia que la rodean plantean sérias du- tos unitarios que les permiten reducir los precios, y ampliarse a costa de sus
competidores, contrarrestando asl, la menor tasa de ganancia al abarcar
36 J. E Roemer, "Continuing Controversy on lire P.illinj; Rale of Profil: Pixrd Capital and Other Is­ una porciôn mayor del mercado. No obstante, para el sistema en su conjun-
sue»", en Cambridge Journal o f Economies, No. 3(4), 1979; S. Ilowle», "Technical Change and the Profil
Rate", en Cambridge Journal o f Economies, No. 5, 2, 1981; P. Armstrong y A. Glyn, "The la w of the to, esto hace que la tasa media de ganancia tienda a bajar. Aunque varios
Palling Rate of Profit and Oligopoly", en Cambridge Journal o f Economics, No. 3,1,1980. factores pueden contrarrestar temporalmente esta tendencia, operan den-
37 M. Katecki, Selected Essays on the Dynamics o f the Capitalist Economy, Cambridge University Press,
Cambrklgc-Nueva York, 1971.
38 A. Shaikh, "An Introduction..." op.cit., p. 236. 40 V6anso l.is reforencias hihliogr.lfiiiis cilad.is on l.i sm iAn " Tasa dccrcciente de ganancia" de este
39 A. SlvTikK "An Introduction..." op.cit., pp. 242-247. Capltnlo.
64 VALOR, ACUMUI.ACION Y CRISIS

tro de limites estrictos, de suerte que el deseenso prolongado de la tasa de CAPITULO 2. VALOR, DINERO Y PRECIOS
ganancia se présenta como tcndencia dominante.
Durante un perfodo largo de tiempo, los efectos de esta tendencia decre-
ciente de la tasa de ganancia sobre la inversiôn produccn una "onda larga"
en la masa de ganancia potencial global, que se acelera primero y luego
desacelera y se estanca. En la ultima fase se derrumba la demanda de inver­
siôn y se generaliza el exceso de capacidad, mientras que la falta de nueva
inversiôn reduce el crecimiento de la productividad de manera que los sa- INTRODUCCION
larios reales pueden aumentar durante cierto tiempo en relacidn con la
productividad. En otras palabras, fenômenos como el subconsumo y la pre- No hace mucho tiempo estaba de moda en la ciencia social ortodoxa procla-
mar que el Milenio habia comenzado. El fin de la pobreza. El fin de la alie-
siôn salarial aparecen como efeclos de la crisis de rentabilidad. Pero no cau-
san crisis generales, puesto que existen mecanismos incorporados en la naciôn. El fin de las ideologias.
Pero, desde luego, todo era en leoria. La realidad capitalista se ha segui-
acunuilaciôn capilalista que ajuslan la capacidad instalada a la demanda
do desarrollando a su manera brutal y proclive a la crisis, en flagrante des-
efectiva, y mantienen los aumentos salariales dentro de los limites de los acuerdo con la delicada sensibilidad de sus ideôlogos. En ninguna otra par­
aumentos de la productividad41. te ha tenido esto tan devastadores efectos como en la economfa ortodoxa,
Cada crisis general précipita la destrucciôn masiva de capitales mAs dé­ cuya reputaciôn se ha venido abajo como si hubiera sufrido de lo que Marx
biles e intensifica los ataques contra el trabajo, lo cual contribuye a restau- alguna vez llamô la "critica practica" de lo real. Al mismo tiempo esta de-
rar la acumulaciôn aumenlando la centralizaciôn y concentraciôn y cle- cadencia, justamente merecida, del eslatus de la economfa ortodoxa, ha es­
vando globalmente la rentabilidad. Taies son los mecanismos "naturales" tado acompanada por un rApido renacimiento del interés en Marx y en su
de recuperaciôn del sistema. Sin embargo, debido a la baja en periodos economfa. Todos somos marxistas ahora, mas o menos.
prolongados de la tasa de ganancia, cada ascenso largo sucesivo se carac- Pero en realidad existe bastante diferencia entre Marx y la economia mar-
teriza por tasas de ganancia y crecimento de largo plazo generalmente in- xisla. Marx desarrollô el grueso de trabajo de El capital durante m is de 25 ahos
feriores, de tal manera que, en el mundo dominado por el capitalismo, y nunca pudo terminar del todo este nucleo de su obra, planeada en mayor
los problemas de estancamiento y desemplco a escala mundial empeo- escala1. Ademâs, la conclusiôn sistemâtica de este plan, que Marx esperaba
ran con el tiempo. Como estos problemas emanan de la propia acumula­ fuera asumida por sus sucesores, jamds fue realmente abordada. En cambio,
ciôn capilalista y no de la competencia insuficiente ni de los salarios exce- durante los mâs de cien anos transcurridos desde su muerte, la economfa de
sivos, no pueden "solucionarse" sencillamente mediante la intervenciôn Marx se ha desarrollado de una manera errAticay desigual, con tan sôlo espo-
del Estado, por muy progresistas que scan sus intenciones. La politica no radicos vmculos con el propio trabajo de Marx2. Una ecuaciôn aquf, un esquo-
rna de reproducciôn alla y una dialeclica lucha de clases por doquier, con los
puede ni podrA ser la directriz del sistema, a menos que esté dispuesta a
reconocer que la soluciôn capitalista a la crisis requiere un ataque a la cla- 1 Sobre cllng.tr do U capital en cl trabajo glolial pl.inc.tdo |x>r Marx vkise R. Rosdolsky, Vie Making nf
se trabajadora, y que la soluciôn socialista exige, a su vez, un ataque ai Marx’s Capital, Londres, Pinto Press, 1977, C 2.
2 III libro de llitvid Melellun tilnliido Marxism after Marx, Nncvn York, I l.it|x'r and Row, 1979, aclara
propio sistema. Como observa Yaffe, la dependencia caracteristica de las suficicntcmcnte que muy escasa parte de la historia del pensantiento marxlsta dépende de los an.V
teorias de la posibilidad respecto del poder estatal pueden ser una peligro- l'isis especlficos des.irroll.idos en El capital. I a teorfa econômica desempefta sAlo un pequoflo pajtel
sa ilusiôn42. en todo esto c incluso buena parte de la historia de ese pensamienlo es tma sérié de Incitas [tara
justificar la nccesidad de ignorar el iui.illsis econAmico de Marx, o, al menos, de "modeniizarlo"
limpiAndolo de conceplos innivesurios y pasados de moda (como el de valor). 13 easayo de Collett
41 K. Marx, U capital, ed. cil., T. I, Vol. 3, C. XXV, Sccciôn SAptlma; P. Camgnani, "Noies on lhe Con- "On Bernstein and the Scope of llte Second International" anali/a brillanlemenle este proceso de
stiplion, Investment and Effective Demand: A Reply to Joan Robinson", en Cambridge Economie]our- rcvlsiAn y sus rnlces conccpttiales (L. Colleli, From Rousseau lo Unin, Nueva York, Monthly Review
nal, 1978,3, pp. 184-185. Press, 1972). Véase t.imbi6t el estimulante libro de Perry Anderson, Considerations on Western Mar­
42 D. Yaffe, "I lodgson and Aclivisl Reformism", en Revolutionary Communist, 1978. xism, Londres, New la'ft Books, 1976.

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