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Capítulo 11 Neuro

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CAPÍTULO 11

NEUROPSICOLOGÍA DEL DESARROLLO

INTRODUCCIÓN:
La neuropsicología del desarrollo infantil aborda la relación existente entre el proceso
madurativo del sistema nervioso central y la conducta durante la infancia; considera las
variables de maduración, plasticidad cerebral y desarrollo durante las primeras etapas
del ciclo vital, así como los trastornos que en ellos se presenta, para diseñar o adaptar
modelos y estrategias de evaluación e intervención, adecuados a la población infantil.
La neuropsicología del desarrollo se ha consolidado en las últimas décadas por los
aportes teóricos y aplicados en la evaluación, prevención, detección e intervención
temprana de los trastornos neuropsicológicos y del desarrollo en la infancia. En el
panorama de la salud mental infantil, los aportes de la neuropsicología infantil y de la
neuropsicología del desarrollo han sido determinantes para el abordaje integral de
trastornos complejos, como el autismo, el síndrome de asperger o el síndrome de Rett,
y sus instrumentos de evaluación han sido ampliamente utilizados en la 60 Ángela
Cuervo Martínez, Ana María Ávila Matamoros evaluación y diagnóstico de alteraciones
psicomotoras, del lenguaje, de las funciones ejecutivas y discapacidad cognitiva, entre
otros. Sin embargo, es importante anotar que el énfasis en la infancia, especialmente
en la identificación temprana de alteraciones en el desarrollo, obedece entre otros
factores al descubrimiento del científico Kennard. En 1942, Kennard al estudiar la
reorganización neuronal del sistema nervioso en monos, desde la infancia hasta la
madurez, descubrió que había mayor posibilidad de recobrar la funcionalidad neuronal
(reorganización) cuando la lesión se daba a menor edad. Este principio de mayor
recuperación a menor edad, fue confirmado luego de numerosos estudios con niños; se
le llamó “Principio de Kennard” y constituye el aliciente para el trabajo serio en
prevención e intervención de trastornos del desarrollo y el aprendizaje en niños y
adolescentes. El presente artículo propone una revisión teórica y metodológica que da
cuenta de la necesidad e importancia de la valoración del neurodesarrollo y las lesiones
cerebrales en la infancia temprana (neuropsicología del desarrollo), para finalizar con
algunos lineamientos, propuestos por diferentes autores, para la evaluación e
intervención desde la neuropsicología infantil.
ASPECTOS DIFERENCIALES DE LA NEUROPSICOLOGIA DEL DESARROLLO

El elemento diferencial más específico de la Neuropsicología infantil es el estudio del


cerebro en desarrollo y sus repercusiones sobre el comportamiento tanto en los casos
de lesión o disfunción cerebral como en los niños sanos, teniendo en cuenta de un
modo específico los cambios evolutivos que se producen dentro del sistema nervioso
infantil, así como sus correlatos conductuales, y cómo dichos cambios interactúan de
un modo más complejo con las alteraciones bioquímicas o ambientales. Un segundo
factor diferencial es su perspectiva neurobiológica, es decir, el estudio de la conducta
del niño desde el cerebro, teniendo en consideración que junto a otros aspectos
Neuropsicología del desarrollo 293 de tipo exógeno (psicológicos, educativos o
sociales), siempre subyace una representación cerebral en la base de toda conducta.
Por esta razón ignorar la importancia del sistema nervioso es negar la esencia misma
de la Neuropsicología del Desarrollo. La perspectiva neurobiológica en el estudio de la
conducta infantil tiene importancia excepcional pues no hay que olvidar que las
modificaciones cerebrales que se producen en el contexto del cambio evolutivo y la
maduración durante la infancia son las más intensas que van a producir a lo largo de
todo el ciclo vital. A título de ejemplo basta recordar que el cerebro triplica su peso
durante los primeros doce meses de vida. La Neuropsicología del adulto se desarrolló a
partir del estudio de las lesiones cerebrales de mayor gravedad, siguiendo una
concepción de signo más localizacionista propia del contexto científico-histórico del
siglo XIX imperante. Por el contrario, las raíces de la Neuropsicología infantil se
encuentran más en el estudio de las consecuencias derivadas de lesiones de menor
gravedad, es decir, de la disfunción cerebral y los cuadros relacionados. La
Neuropsicología del Desarrollo se preocupa por cualquier patología que pueda afectar
al normal funcionamiento del cerebro en evolución, estudiando los trastornos primarios
y las disfunciones del sistema nervioso central. Los trastornos primarios son cuadros de
mayor gravedad, como meningoencefalitis, malformaciones del sistema nervioso,
hidrocefalia congénita, tumores cerebrales, traumatismos craneoencefálicos o
enfermedades neurodegenerativas. Por el contrario, las disfunciones del sistema
nervioso central son alteraciones que causan un menor nivel de alteración en las
funciones cognitivas y en la conducta infantil. Se incluyen aquí diversas patologías
como bajo peso al nacer, diabetes, déficit de atención, dificultades de aprendizaje,
trastornos psicomotores o trastornos del lenguaje. Para entender mejor las diferencias
específicas que existen entre la Neuropsicología el desarrollo y la del adulto también
hay que tener en cuenta otros aspectos:
a. Durante la infancia el cerebro se encuentra en fase de desarrollo, lo que
no sucede en el cerebro adulto, que ya tiene su estructura y conexiones
más consolidadas.
b. La evolución del cerebro infantil es más rápida, mientras que en el adulto
es más lenta y se realiza en sentido inverso al desarrollo del cerebro del
niño.
c. El pronóstico del daño cerebral en la infancia en general es mejor que el
del adulto y ofrece una mayor variabilidad, dado su mayor grado de
plasticidad. El nivel premórbido del adulto con daño cerebral nos puede
informar mejor de cuál será su evolución, mientras que –por el contrario–
en un niño es mucho más difícil establecer un pronóstico sobre las
consecuencias que tendrá el daño cerebral.
d. Las lesiones cerebrales en la infancia suelen tener efectos de tipo más
difuso porque el propio funcionamiento del cerebro del niño es de signo
más global; por el contrario en los adultos, las consecuencias de sus
lesiones cerebrales suelen tener un efecto más local porque su cerebro
está más configurado y sus circuitos neurales más consolidados.
En general el daño o la disfunción cerebral en la etapa infantil impiden la adquisición
de nuevas habilidades cognitivas y comportamentales ya que la funcionalidad cerebral
no está suficientemente consolidada, mientras que en el adulto es más frecuente que
junto a la mayor dificultad para adquirir nuevos aprendizajes se produzca un deterioro
en las capacidades previamente adquiridas
DISFUNCION CEREBRAL INFANTIL
NEUROPLASTICIDAD DEL SISTEMA NERVIOSO EN LA INFANCIA

El metabolismo cerebral del niño es mucho más activo que el del adulto ya que el
cerebro del recién nacido utiliza el 60% del aporte total de oxígeno para atender sus
necesidades metabólicas, mientras que un adulto sólo emplea el 18-20% de la energía
total. El consumo de glucosa por parte del cerebro es muy elevado a lo largo de todo el
ciclo vital. Aunque no es el órgano más voluminoso del cuerpo, el cerebro es el que
mayores demandas tiene de abastecimiento energético. Sin embargo, a diferencia de
otros órganos como el hígado, el cerebro carece de suficiente capacidad para el
almacenamiento de energía en sus células, por lo que exige un aporte continuado de
glucosa a través de la sangre.
Mediante neuroimagen funcional se ha demostrado que en el recién nacido el
metabolismo cerebral es más activo en ciertas áreas como la corteza primaria, el tálamo,
el tronco cerebral y el vermis cerebeloso (Posner & Raichle, 1994). Por el contrario,
durante los primeros meses de vida el metabolismo frontal es muy bajo y sólo se
incrementa a partir de los 12 meses, igualando al del adulto en el segundo año de vida y
superándolo entre los 3 y los 9 años. A partir de esta edad, tanto el metabolismo frontal
como el del cerebro en su conjunto se estabilizan hasta la adolescencia, momento en el
que definitivamente se mantiene en niveles similares a los de la edad adulta.
La excepcional importancia del metabolismo cerebral durante la infancia guarda estrecha
relación con la plasticidad cerebral o neuroplasticidad, que puede ser definida como el
conjunto de modificaciones producidas en el sistema nervioso como resultado del
aprendizaje y la experiencia, las lesiones o los procesos degenerativos. En un sentido
más amplio podemos considerar la plasticidad cerebral como la capacidad de
recuperación funcional que tiene el cerebro después de que se haya producido alguna
lesión. El esculpido del sistema nervioso se inicia desde el mismo momento de la
fecundación, como resultado de los procesos de proliferación, migración, diferenciación
y mielinización de las células nerviosas. La alteración de cualquiera de estos procesos
trae como consecuencia diferente patologías del sistema nervioso infantil que provocan
alteraciones neurológicas y neuropsicológicas de gravedad variable (Tabla 11.4). El
peso del cerebro de un recién nacido es de 330 gramos, llegando a alcanzar los 1000
gramos al final del primer año de vida gracias a la actuación conjunta de los procesos de
gliogénesis, sinaptogénesis y mielogénesis

ETILOGIA:
Durante el período gestacional existen diversas causas que pueden afectar al embrión
produciendo defectos en las fases del proceso de desarrollo cerebral y/o medular.

Las malformaciones en el desarrollo embrionario pueden ser de etiología desconocida,


genética y ambiental. Algunas de las causas derivadas del ambiente conocidas son: la
exposición al plomo, a insecticidas y pesticidas, a medicamento o drogas de abuso; la
malnutrición, ya sea por insuficiencia o exceso vitamínico; diabetes gestacional y/o
infecciones víricas y/o bacterianas [1].

Desarrollo del Sistema Nervioso Central


A continuación se detallan los procesos más importantes en la formación y el desarrollo
del Sistema Nervioso Central.

Formación del tubo neural

La gestación humana llevada a término tiene una duración de entre 37 y 41 semanas.


Durante la primera semana, mientras el óvulo fecundado recorre las trompas de falopio
hacia el útero sufre la división celular y las células resultantes se van diferenciando
funcionalmente [1].

En la segunda semana de embarazo el embrión está compuesto por tres láminas


germinales. El ectodermo, la lámina más externa y dorsal, empezará a transformarse
para dar lugar a la estructura precursora del SNC: el tubo neural [1,2]. Dicha
transformación (neurulación) comienza en la tercera semana, concretamente en el día
18 de gestación, cuando la producción de células nerviosas se agrupa a lo largo de la
línea media ectodérmica creando la placa neural (un hundimiento) que acabará
formando un surco acanalado (surco neural).

Las zonas a cada lado del surco empiezan a plegarse y a dirigirse una en dirección a la
otra. Cuando logran alcanzarse se inicia el cierre del tubo neural, que se produce
desde la parte central a los extremos (neuroporos) [2,3].

El fin del cierre del tubo neural se produce en la cuarta semana. Hacia el día 25 de
embarazo se cierra el neuroporo anterior, que dará lugar al encéfalo y dos días
después el neuroporo posterior, donde se originará la médula espinal.

A ambos lados del cierre aparecen las crestas neurales que crearán el SN Periférico y
dentro del tubo neural se formará el sistema ventricular

Desarrollo de las vesículas primarias

Una vez que el tubo se ha completado, en su área anterior las agrupaciones de células
producen dos estrechamientos que diferenciarán tres áreas abultadas denominadas
prosencéfalo, mesencéfalo y rombencéfalo
Estas tres vesículas primarias seguirán desarrollándose hasta formar las distintas
estructuras cerebrales y los nervios craneales.

El prosencéfalo se diferenciará en telencéfalo (hemisferios cerebrales, ventrículos


laterales, ganglios basales y sistemas límbico y olfatorio) y en diencéfalo (tálamo, hipo
y epitálamo, cuerpos mamilares y tercer ventrículo).

El mesencéfalo mantiene su denominación y contendrá los colículos, el núcleo rojo, la


sustancia negra y el acueducto del sistema ventricular.

Por último, el rombencéfalo se dividirá en metencéfalo (protuberancia y cerebelo) y en


mielencéfalo (bulbo raquídeo)

En la parte posterior del tubo neural se producirá un alargamiento en el que se irán


formando los 31 pares de la médula espinal, creando la neuronas sensitivas y motoras
y las conexiones entre el SNC y el SNP

Formación de las células nerviosas


La formación celular del SN se lleva a cabo mediante varios mecanismos: proliferación,
migración, diferenciación y apoptosis .

Desde el inicio del primer mes de embarazo y hasta el 5º se lleva a cabo una
producción (proliferación) muy numerosa de células nerviosas.

Dicha producción la realizan las células madre desde el interior del tubo neural,
concretamente en la capa ependimaria que generará los ventrículos.

Las células de nueva creación o neuroblastos, están determinadas genéticamente para


emplazarse en áreas determinadas del SNC y convertirse en un tipo concreto de
neurona o glía.

Así, desde el interior del tubo inician la migración hacia las zonas asignadas y, por
diferenciación, van a transformarse en la célula nerviosa especificada.

Una vez conformado el proceso, las células que no han sido necesarias mueren y se
eliminan(apoptosis)

Trastornos prenatales relacionados con la formacion del Sistema Nervioso.

A continuación se detallan un conjunto de trastornos prenatales clasificados en función


del momento en el que tiene lugar el daño.

Alteraciones en el cierre del tubo neural


Disrafias craneales: cierre defectuoso del neuroporo anterior del tubo neural.
Anencefalia

El fallo en el cierre del tubo impide el desarrollo del encéfalo y del cráneo que conlleva
a la muerte postnatal en los primeros días de vida.

Encefalocele

Se describe como la ausencia de tejido óseo craneal en el área frontal u occipital por la
cual el tejido neural rodeado de las meninges y el cuero cabelludo sale al exterior
formando un saco. Está asociado con hidrocefalia y retraso mental

Disrafias medulares:cierre defectuoso del neuroporo posterior del tubo neural.


Espina bífida

Existencia de un fallo en la formación de los arcos vertebrales de la médula espinal que


provoca que se queden abiertos.

La espina bífida puede considerarse:

Oculta: si sólo existen los arcos abierto y no hay daño neurológico;

Meningocele: si a través de los arcos sale un saco formado por tejido meníngeo que
causará más o menos alteraciones menores en función de su localización medular;

Mielomeningocele: si el saco exterior contiene tejidos nerviosos frecuentemente


existen malformaciones en las distintas estructuras que componen la médula espinal
que conllevarán la no supervivencia
Hidrocefalia congénita
Es una condición que suele darse asociada al resto de disrafias medulares. Está
producida por un exceso de líquido cefalorraquídeo, que no se reabsorbe o que no
circula con normalidad (obstruido).

Este exceso de líquido dilata los ventrículos y aumenta la presión intracraneal


comprometiendo, en función de su gravedad, el desarrollo cortical

Trastornos en el desarrollo de las vesículas primarias


Holoprosencefalia

implica una alteración en el desarrollo del prosencéfalo por la cual los hemisferios
cerebrales no llegan a diferenciarse y se encuentran fusionados.

Existen alteraciones morfológicas en la línea media facial y agenesia del cuerpo calloso

Dandy-Walker y Arnold-Chiari

son dos síndromes que derivan del desarrollo anormal del rombencéfalo. Ambos
presentan alteraciones de la fosa posterior, en el vermis cerebelar y 4º ventrículo que
cursan con hidrocefalia

Trastornos de la proliferación
Microcefalia

La cabeza y el encéfalo son significativamente más pequeños de lo esperado debido a


un déficit en la cantidad de células nerviosas producidas durante la proliferación.

Macrocefalia

Se produce por exceso en la cantidad de células producidas, o en el tamaño de las


mismas, que provoca un crecimiento significativamente superior al esperado de la
estructura cráneo-cortical

Trastornos de la migración
Lisencefalia

A causa de una migración insuficiente de neuronas la corteza puede presentar una


superficie sin giros (agiria), una cantidad de giros menor (paquigiria) o las
circunvoluciones pueden no llegar a desarrollarse suficientemente (microgiria).

Heterotopia

Esta alteración conlleva que las neuronas migren hacia emplazamientos erróneos
provocando la formación de agrupaciones neuronales ubicadas en áreas para las que
no se ha especializado.

Dichas agrupaciones se relacionan con focos de epilepsias fármaco-resistentes


Registro de los hitos del desarrollo

       
Los hitos del desarrollo son comportamientos o destrezas físicas observadas
en lactantes y niños a medida que crecen y se desarrollan. Voltearse, gatear,
caminar y hablar se consideran todos hitos o acontecimientos fundamentales.
Estos hitos son diferentes para cada rango de edades.

Hay un rango normal dentro del cual un niño puede alcanzar un hito. Por
ejemplo, algunos niños pueden comenzar a caminar tan temprano como a los 8
meses. Otros pueden tardar hasta 18 meses y aún se considera normal.

Una de las razones para las frecuentes consultas del niño sano en los primeros
años con el proveedor de atención médica es hacerle un seguimiento al
desarrollo del niño. La mayoría de los padres igualmente busca hitos
diferentes. Si está preocupado por el desarrollo de su hijo, hable con al
proveedor de su hijo.

Vigilar cuidadosamente una "lista de comprobación" o un calendario de hitos o


acontecimientos fundamentales del desarrollo puede angustiar a los padres
cuyo hijo no se está desarrollando normalmente. Al mismo tiempo, hacerle un
seguimiento a estos hitos puede ayudar a identificar a un niño que necesite una
evaluación más detallada. Las investigaciones han mostrado que cuanto antes
comience la atención del desarrollo, mejor será el resultado. Ejemplos de
servicios de atención al desarrollo incluyen: terapia del habla, fisioterapia y
desarrollo del preescolar.  

A continuación, se presenta una lista general de algunas de las cosas que


usted podría observar que los niños hacen en diferentes edades. Estas NO son
pautas precisas. Existen muchos ritmos y patrones de desarrollo normales.

Desde el nacimiento del bebé hasta 1 año de edad

 Es capaz de tomar de una taza

 Puede sentarse solo sin ayuda

 Balbucea

 Exhibe una sonrisa social

 Tiene el primer diente

 Juega a esconderse y a aparecer luego

 Consigue ponerse de pie por sí mismo


 Gira sobre sí mismo

 Dice mamá y papá, empleando los términos adecuadamente

 Entiende "NO" y deja de realizar la actividad en respuesta

 Camina sosteniéndose de los muebles u otro elemento de apoyo

Niño que comienza a caminar (niño pequeño): 1 a 3 años de edad

 Puede comer por sí mismo en forma pulcra derramando muy poco

 Es capaz de dibujar una línea (cuando se le muestra una)

 Puede correr, dar vueltas sobre sí mismo y caminar hacia atrás

 Puede decir el nombre y el apellido

 Es capaz de subir y bajar escaleras

 Comienza a pedalear en el triciclo

 Puede mencionar figuras de objetos comunes y señalar las partes del


cuerpo

 Se viste solo con muy poca ayuda

 Imita el lenguaje de otros, repitiendo palabras

 Aprende a compartir juguetes (sin la dirección del adulto)

 Aprende a esperar el turno (si se lo guía) mientras juega con otros niños

 Domina el proceso de caminar

 Reconoce y clasifica los colores adecuadamente

 Reconoce diferencias entre mujeres y hombres

 Emplea más palabras y entiende órdenes sencillas

 Emplea la cuchara para comer solo

Preescolar: 3 a 6 años de edad

 Es capaz de dibujar un círculo y un cuadrado

 Puede dibujar figuras lineales con dos a tres rasgos de personas

 Es capaz de brincar

 Tiene mejor equilibrio y puede comenzar a montar en bicicleta


 Comienza a reconocer palabras escritas y a tener habilidad en la lectura

 Atrapa un balón que rebota

 Le gusta hacer la mayoría de las cosas en forma independiente y sin


ayuda

 Le gustan las rimas y el juego de palabras

 Salta en un pie

 Monta bien en triciclo

 Comienza a ir a la escuela

 Entiende conceptos de tamaño

 Entiende conceptos de tiempo

Niño en edad escolar: 6 a 12 años

 Empieza a adquirir destrezas para los deportes en equipo tales como


fútbol, béisbol para niños y otros deportes en equipo

 Comienza a perder los dientes de "leche" y le salen los permanentes

 Las niñas comienzan a mostrar crecimiento del vello púbico y axilar, y


desarrollo de las mamas

 Se puede presentar la menarquia en las niñas (primer periodo


menstrual)

 El reconocimiento de los compañeros comienza a volverse importante

 Se presenta mejoramiento en las destrezas para la lectura

 Desarrolla rutinas importantes en las actividades diarias

 Entiende y es capaz de seguir instrucciones secuenciales

Adolescente: 12 a 18 años edad

 Alcanza la estatura, el peso y la madurez sexual adulta

 Los chicos muestran crecimiento del vello púbico, axilar y pectoral;


cambios en la voz y agrandamiento del pene y de los testículos

 Las chicas muestran crecimiento del vello púbico y axilar, se desarrollan


las mamas, comienzan los periodos menstruales

 El reconocimiento y aceptación de los compañeros es de vital


importancia
 Entienden conceptos abstractos

CONCLUSION:

En conclusión, en sociedades como la actual, en las que las condiciones de pobreza


generalizada, la desigualdad de oportunidades para niños y jóvenes, el incremento del
número de embarazos en adolescentes, la dinámica familiar disfuncional y cantidad de
factores que afectan el desarrollo infantil, resulta urgente e imprescindible emprender
acciones de intervención en la detección, estimulación y rehabilitación de funciones
cognoscitivas, emocionales y sociales que favorezcan la madurez neuropsicológica y
propendan por un desarrollo armónico y funcional en la infancia. Está suficientemente
demostrado el beneficio que para niños, padres, maestros y, en general, para la
sociedad, reporta el trabajo en prevención y promoción de la salud integral en el mayor
capital humano: los niños.

REFERENCIAS:
file:///C:/Users/USER/Downloads/Dialnet-NeuropsicologiaInfantilDelDesarrollo-4905141.pdf
file:///C:/Users/USER/Desktop/Neuropsicologia_Intro.%20(2)%20(1).pdf
Batlle, S., Tomàs, J & Bielsa, A. (2000). Evaluación Neuropsicológica en la Infancia. Trabajo presentado en
el I Congreso Virtual de Psiquiatría. 1 de Febrero - 15 de Marzo 2000 [citado:2007]; Conferencia 46-CI-B:
Recuperado de http://www.psiquiatria.com/congreso/ mesas/mesa46/conferencias/46_ci_b.htm.
Bishop, D. V. M. (1997). Cognitive neuropsychology and developmental disorders: Uncomfortable
bedfellows. The Quarterly Journal of Experimental Psychology, 50A, 899-923.

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