Manual de Zootecnica
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Manual de Zootecnica
- Grupo VI: Perros de tipo sabueso, de rastro y razas semejantes ……………………………………….. Pág. 56
- Grupo VIII: Perros levantadores de caza, perros cobradores de caza y perros de agua ……….. Pág. 72
Las razas caninas, como hoy las conocemos, son el fruto de dos procesos fundamentales en
los que la mano del hombre ha intervenido de manera esencial, modificando la evolución natural de la
especie, seleccionando en función de determinadas características o cualidades, y realizando
cruzamientos entre distintos animales que, de forma natural, nunca se hubieran producido.
Los primeros fósiles de los actuales carnívoros fueron los Miacoides, que se remontan a la
Era Terciaria, en las épocas del Paleoceno y Oceno Inferior, estos animales cuya talla variaba entre la
de una comadreja y la de un lobo, tenían una dentadura característica, que se encuentra en los
carnívoros actuales y que comprendían en el maxilar seis incisivos más o menos grandes, dos caninos
muy desarrollados, y seis molares. En la mandíbula tenían seis incisivos, dos caninos, ocho
premolares y seis molares. El primer molar, muy desarrollado, se convertiría en el carnicero.
Al Oligoceno, mediados de la era terciaria, hace unos treinta millones de años, se remonta el
origen de Hesperocyón, forma más evolucionada, que va a dar lugar a dos tipos de animales el
Hemición, considerado por muchos científicos, el origen de los Ursidos, y por otro lado, a el
Cynodictis, que vivió en todo el Eoceno, hace entre sesenta y cuarenta millones de años. Una forma
más evolucionada, perteneciente al Mioceno inferior, denominada Pseudocynodictis, ha aparecido en
América del Norte, quedando patente un estrecho emparentamiento con el Cynodictis europeo.
El producto evolutivo del pseudocynodictis que más nos interesa y siempre en America del
Norte, es el Mesocyon, sus zarpas ya no recuerdan a las de los felinos, aunque persisten los cinco
dedos prensiles, y su estructura anatómica parece bastante adaptada a la carrera.
El Canis propiamente dicho (término con el cual, además del perro doméstico, se designa al
lobo, al chacal y al zorro, es decir todas las especies pertenecientes al género canis), aparece en
Europa, Asia y África en el Plioceno, hace diez millones de años; y en América del Norte sólo en el
Pleistoceno, hace apenas un millón de años.
No debe parecer extraño este traslado de animales del viejo mundo al nuevo, a través de
Asia, por aquellas épocas, unida al continente Americano (imponentes migraciones que en lo que
respecta a los Cánidos, nunca llegaron al hemisferio Austral), en un tiempo en que los animales se
desplazaban continuamente por amplios territorios en busca de mejores condiciones de vida. Es así
como el perro nace en Europa, se desarrolla en América, regresa a Europa y reaparece en América en
épocas relativamente recientes.
El lobo, que Linneo denominó Canis Lupus, apareció hace alrededor de cinco millones de
años, siendo un carnívoro de tamaño similar al lobo de hoy; formas mayores, incluso gigantescas,
han sido halladas sólo en estratos más recientes, pertenecientes al último periodo glacial, hace
aproximadamente cuarenta mil años.
Suele citarse también que la domesticación del perro ocurrió hace 12.000 años, lo que
presupone la existencia de un perro silvestre que se domesticó, lo que es incierto. Además si ya
existen restos de perros en tumbas humanas de la época, es obvio deducir que se “crearon” antes.
Por la gran diferenciación de tamaños y formas, conocidos autores supusieron que varios
cánidos podrían formar parte de los ancestros, citándose el lobo, el chacal dorado, el coyote, etc.
Hoy día, por las actuales técnicas filogenéticas, está totalmente admitido que los únicos
ancestros de los perros son los lobos. Hay varias técnicas, desde relaciones morfológicas y etológicas,
hasta paleogenética y estudios del genoma.
“Puede admitirse, sin duda, que los perros son una subespecie dentro de los lobos, obtenidos por la
influencia humana que escogió e hizo reproducir a lobos que no se hubieran reproducido en su
estadio natural”.
El Paleolítico Superior, que va aproximadamente desde los 100.000 años a.C., hasta los
12.000 años a.C., se caracteriza por el inicio de la cuarta glaciación, que tuvo su punto
álgido aproximadamente en el 40.000 a.C., e hizo que de un período cálido y seco, se pasara a un
clima muy frío y húmedo, avanzando los hielos desde el sur de la actual Inglaterra (53ºN) en una
Esta glaciación, denominada Würm en Europa y Wisconsin en EE.UU, cambió no sólo el clima
sino el nivel de las aguas marinas que hizo que, en algunos mares, se acercase a los 100 metros por
debajo de la superficie actual, facilitando el paso entre islas y continentes.
Los cambios graduales, aún invirtiendo miles de generaciones, obligaban a los animales y
plantas a adaptarse a la nueva climatología, lo que facilitó la expansión de las especies. En cada
cambio glacial desaparecerían numerosísimas especies y aparecerían otras nuevas. Solían
desaparecer las más especializadas en los biotopos determinados. Sólo las menos especializadas, y
por tanto adaptables al medio cambiante, salvo excepciones, fueron las que medraron.
El lobo se consolida como tal hace 600.000 años, pero es de la época del Paleolítico Superior
de la que se han hallado numerosos testimonios, y debieron ocupar varios biotopos para sobrevivir.
Esta facilidad de adaptación ecológica se demuestra asimismo en la facilidad de transmisión
polimórfica.
Actualmente hay identificadas 32 subespecies, algunas parientes muy cercanos. Desde los de
pelaje claro y abundante, y de mayor tamaño de las regiones árticas, hasta los grises y los pardos,
más meridionales, de menor peso y espesor de la capa. Entre éstos últimos se halla el canis lupus
arabs, que parece ser el de la tipología más parecida al ancestro que ocupó el Paleolítico Superior, y
el canis lupus signatus que está distribuido en la península ibérica (actualmente en el Noroeste y
en áreas de Extremadura y Andalucía). El peso, frecuentemente exagerado, no sobrepasa los 50 kg.,
en los meridionales y 80 kg., en los nórdicos.
Conviene comentar su etología reproductora para compararla con la de los perros. Las lobas
tienen un solo celo anual, con duración de unos 20 días, que pueden iniciar entre el solsticio de
invierno y hasta unos 60 días después. Se aparean monogámicamente y exclusivamente el macho
dominante con la hembra dominante, si son grupos pequeños y épocas de predación difícil (Klaus
Thews, 1976), y en más parejas, dentro de cada manada, si el grupo es grande (Ramón Grande -
Felix Rodriguez de la Fuente).
El parto, con duración de sólo 2 horas (menos que las perras promedio), ocurre a los 58-65
días de gestación, dando lugar a camadas entre 3 y 10 cachorros, siendo 6 la cifra más frecuente. El
equilibrio ecológico lo alcanzan rápidamente ya que pueden adaptarse mejor y con mayor rapidez a
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las disponibilidades del censo de rumiantes, que tienen menos hijos por parto y gestación mucho más
larga.
Los primeros 20 días se nutren solo de la leche materna, y a partir de ese momento inician el
consumo de carne, y parte de contenido ruminal, de los animales predados, regurgitado tanto por la
madre como por el padre, e incluso por algún subadulto. Los cachorros incitan el regurgitamiento
dando fuertes lametones en el hocico de sus progenitores o hermanos del año anterior. Factor infantil
a recordar.
Antes del mes suelen erguírseles las orejas, que tenían dobladas, otro factor a recordar.
Durante los primeros 30 días, los lobeznos únicamente ladran como “llamada” a sus
congéneres, y en especial a la madre, y sólo después del mes inician aullidos, mezclados con gruñidos
y ladridos. Los lobos adultos tan solo emiten el 2'5% de sus vocalizaciones en forma de ladrido. Otro
dato a tener presente para las conclusiones.
A los 6 meses, los lobeznos pasan a lobatos, cambiando a un pelaje más áspero y de color
parecido al de los adultos, pero luciendo el vistoso diseño de “silla de montar” que ha prevalecido
en tantas razas de perros, como la del pastor Alemán, muchos Terriers, en perros cazadores, e
incluso es lugar frecuente de manchas.
Los cachorros que resultan, por genética, enfermedad, o traumatismo, distintos al lobuno
óptimo, no suelen sobrevivir y menos llegar a reproducirse. Existen pruebas, con idéntico tratamiento,
utilizando lobos recién nacidos y perros Alaskan Malamute, en contacto con personas 12 horas al día
(H. Frank - M. Grialdini, 1980) en los que pudo observarse que los cachorros de perro tenían más
aspecto fetal (relación cefalo-caudal) que los de lobo.
Curiosamente fueron los perros los que iniciaron antes la actitud de agresividad y los juegos
agonísticos, aunque la situación de dominancia era alterna y consentida. La agresividad en los lobos
apareció más tarde, 5-6 semanas, pero en grado más serio, y la dominancia quedó ya más fijada.
Otro dato resultante de la selección por menor agresividad en los perros.
Las diferencias genéticas entre las denominadas “razas” corresponden a caracteres “neutros”
(Luigi Cavalli-Sforza-1992) desde el punto de vista de la selección natural. Son los genes “variable” los
que pueden analizarse.
La selección de los lobos, llevada a cabo por los humanos, ha hecho aparecer características
ocultas que han dado paso a la gran variedad de perros.
“Confirmado está que perros y lobos son una misma especie, con gran variabilidad y
potencial genético para transformarse en cientos de “razas”, aunque la mayoría se hayan
formado en los últimos 150 años, por la mano del hombre, y es lógico pensar que el
cambio ocurrió durante el Paleolítico Superior, puesto que en el Neolítico ya existían
perros diferenciados”.
En 1650, el arzobispo Ussher, basándose en las edades de los personajes bíblicos, propuso
que la creación del hombre (Adan y Eva) fue exactamente el año 4.004 antes de Jesucristo...
La postura científica actual, aún sin la negación de un Dios creador, es la de una evolución
que ha durado millones de años hasta llegar a alcanzar el raciocinio. El homo sapiens se inició a
Hoy se conoce más a los Nes, datos que desmitifican la creencia del hombre-mono que
únicamente gruñía y utilizaba herramientas sólo un poco mejor que los chimpancés. Por las áreas del
cerebro es muy posible que tuvieran la capacidad de hablar, y disponían de una estructura
suficientemente desarrollada incluso para el trabajo en equipo, con lo que precisarían un lenguaje oral
que además transmitiera los conocimientos de generación en generación y de un lugar a otro del
mundo. Por supuesto, el conocimiento del lenguaje fue progresivo pero imprescindible para
desarrollar el raciocinio.
En Haifa, cerca del monte Carmelo, en Israel, existe la tumba de una mujer enterrada con sus
aderezos y utensilios de piedra. Según un tipo de investigación (Carbono 14) se estimó habría
ocurrido entre 60.000 y 75.000 años a.C. Con nuevos métodos, el arqueólogo Abraham Rouen,
(1991) por radiactividad estimó 120.000 a.C.
Si enterraban a los muertos con abalorios, armas y otros objetos, es fácil suponer que creían
en el más allá, y que intercambiaban opiniones.
No se trata de una sola tumba. Hay docenas, que van desde el Perigord (Francia), hasta
Israel, pasando por la actual Bélgica y por Crimea (Teshik Tash). Les colocaban adornos de bolas de
marfil, en cabeza y pecho. Otros acompañados de lanzas y cuerno, dientes de rumiantes y de oso.
Varios, teñidos en ocre rojo (sales de hierro) que ejerce un efecto conservante. Y todo ello 80.000
años, o más, antes de que se descubriera la escritura en Sumer, y de la momificación realizada a
personas, y también a perros y gatos, en el antiguo Egipto.
Parece claro que el desarrollo humano fue como un salto al pasar del Paleolítico Medio al
Superior (Michel Wood, 1985). Estos Nes y los HAM convivieron durante decenas de miles de años y
fue seguramente la supervivencia de los más aptos lo que hizo desaparecer a los Nes.
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Los HAM aparecieron en el Sur de la Europa actual, aproximadamente en el 35.000 a.C., por
los descubrimientos de Cromagnony otros en Centroeuropa, pero en Palestina (Qafzeh), se han
hallado muy recientemente (Bernard Vandersmeesch, 1991) fósiles de HAM con más de 90.000 años.
De aquí la suposición, mientras no se hallen restos anteriores en otro lugar, que los HAM tienen su
origen en el levante mediterráneo.
“Sean Nes o sean HAM, y ambos sapiens, fueron los responsables de los primeros
contactos con los lobos, y los que los criaron e hicieron reproducirse, y fue en el área
mediterránea donde primero ocurrió, al ser el lugar donde antes estuvieron los homo
sapiens”.
Curiosamente, o es lógico, en las áreas en las que primero se asentaron los HAM, fueron
aquellas donde se inició el cultivo de cereales (Trigo diploico, cebada y centeno), unos 9.000 años
a.C., en la costa mediterránea (Líbano-Jordania-Israel) y algo más tarde en Mesopotamia (7.500 años
a.C.), lo contrario de lo que se conocía hasta hace pocos años (Wood, 1985).
La ayuda alimenticia que deparaba el descubrimiento del cultivo de cereales, hizo que los HAM
se transformaran en sedentarios, lo que dio origen a una verdadera sociedad, con mayor cultura y
conocimientos, útiles, raciocinio, etc., y con ellos la adopción in extenso de los lobos (canis lupus
arabs o parecidos), como compañeros ya perros.
“Según todo lo anterior, el primer conato de convivencia con lobos fue en el área
mediterránea, formando los primeros perros en el mundo (canis familiaris metris optimae, canis
familiaris inostranzewi, canis familiaris leineri y canis familiaris intermedius), que son la
gran mayoría de las razas admitidas por la F.C.I. Posteriormente, y procedente de otros lobos, los
homo sapiens del suroeste asiático y pasando por el Huang Ho, Corea y Japón, formaron las razas
orientales chinas y japonesas (aún reconociendo los grandes intercambios dentro de la historia), a
través del canis lupus chanco, y aún más posteriormente se formó en el área glacial de América
(esquimales) el grupo de perros (canis familiaris palustris), de los que derivan los Spitz y perros
típicos de trineo, ya que eran su medio de transporte en zonas heladas”.
Hasta hace poco tiempo, los antropologístas y prehistoriadores, daban por supuesto que el
proceso de desarrollo humano estaba relacionado con la evolución de las armas. Del palo o rama al
garrote, de este a la clava, luego a la lanza, después la lanza con impulsor, de aquí al arco y las
flechas, etc... Esta idea, por supuesto machista del rol de la pareja, ha cambiado recientemente, y a
partir de 1981 Tanner y otros argumentaron que no fue el “hombre cazador” sino la “mujer
recolectora” quien tuvo mayor influencia en la evolución hacia el raciocinio.
El Doctor N. Tanner basó esta teoría observando a culturas actuales de pueblos “cazadores y
recolectores”, en las que se confirma la predominancia de la mujer, incluso con auténticos
matriarcados, y lo mismo ocurre en familias de grandes primates. Seguramente se utilizaron más y
mejor las herramientas por las mujeres que por los hombres. Es costumbre no consumir lo
recolectado in situ sino llevarlo a lugar seguro. Útiles y contenedores (bolsas o cestos) debieron ya
emplearse en el Paleolítico Superior.
Los lobeznos hallados serían atrapados, y consumidos la mayoría, algunos serían utilizados
para paliar el dolor de las mamas en las mujeres que habían perdido al hijo, cosa frecuente en la
época. Seguro que prefirieron el tetar de un cachorro de lobo al de cervatos o corderos, viendo como
lo hacen.
Por la extrema curiosidad humana, si un cachorro de lobo era distinto a los demás,
posiblemente sería más conservado, y si veían que les seguía y les llamaba, el instinto maternal de
toda mujer debía reflejarse en un sentimiento de protección hacia ellos. Difícil, aunque no imposible,
es que llegasen a cazar vivos y adoptar lobos adultos.
Lo que sí está comprobado, científicamente a partir de Konrad Lorenz, que los animales
toman como su progenitor a quien primero ven y oyen, en el caso de las aves al salir del cascarón, o
a quien cuida de ellos antes del momento denominado “imprinting”, que en el caso de los lobos-
perros, es alrededor de los 50 días.
Es muy frecuente hoy día, en medios zoológicos, el criar y adoptar cachorros de lobos,
siempre antes del “imprinting”, como los del conocido Dr. Félix Rodriguez de la Fuente, también el Dr.
Erik Zimmer del Instituto Max Planck, siendo considerados ambos como los jefes de sus manadas.
Los cachorros de lobo, encariñados con la persona que les dio de mamar o que les cuidó, se
sienten miembros de la manada humana, con toda probabilidad, en decenas de miles de años,
millones de ocasiones no faltaron, y fueron muchos los que se conservaron en el seno de las familias,
aunque otros fueran consumidos al hacerse mayores, y otros escaparan.
Al buscar el distingo, diferente del lobo, juguetones o infantiles, y menos agresivos, al estar
todo ello relacionado, dio como consecuencia que las mujeres prefirieran las características citadas
anteriormente: orejas colgantes, ladridos de llamada, lamido en solicitud de comida, salto hacia la
persona, aspecto juvenil (fetal), pérdida de agresividad, colores varios, etc...Y estos cachorros, una
vez mayores, se reprodujeron entre sí, y de los hijos se elegían de nuevo los diferentes. Con ello, la
presión genética de la naturaleza lobuna desaparecía y se manifestaban aspectos juveniles o
neotización, hasta ir formando los perros (J. Camps, 1991-92).
Así pues la mujer tuvo enorme influencia, tanto por su rol más importante en los clanes del
Paleolítico Superior, como por el condicionante maternal.
Es razonable admitir que los cachorros que conservaran más prolongadamente su actuación y
morfología juveniles sería a los que se les prestase más atención y a la larga se mantuvieran más
tiempo (Scott & Fuller, 1965). Algunos de los instintos agonísticos de los lobos han desaparecido en
los perros, lo que presupone que ha sido causado por la selección para reducir l agresividad, lo que
conlleva la neotización, manteniendo características infantiles. La agresividad de algunas razas
actuales ha sido buscada por selección dirigida.
Estimando que se iniciara la selección de cachorros de lobo, antes de imprinting, hace 80.000
años, a promedio de generación de un año tendríamos la posibilidad de que los perros actuales
contaran con 80.000 generaciones. Los hombres desde la misma época (verdaderos homo sapiens
sapiens) a 16 años promedio de generación representan sólo 5.000 generaciones. Deberíamos
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ponernos, con selección dirigida, hasta el año 1.200.000 para equipararlos a los perros actuales, y
estamos en el 2.004... esto sólo como confirmación de posibilidades.
Se han hallado restos de lobos en muchos yacimientos del área mediterránea (Altura J., 1971-
72) en algunos con señales de haber sido consumidos por el hombre, son docenas, repartidas entre
Gibraltar hasta Israel.
También son numerosos los restos de perros, como compañeros del hombre, no como animal
silvestre, ya que en numerosas ocasiones están junto a los cadáveres humanos como compañeros
más que como ofrenda, por la postura de ambos.
El más conocido es el de Ein Mallaha, cerca del Monte Carmelo (Israel), (Grandes, 1984),
(Davis y Valla, 1978), (Jordi Jordana, 1989), donde el cadaver de un perro, con características óseas
bien diferenciadas del lobo, y de esto hace 12.000 años. Tenían que pasar miles de años para llegar a
cambiar la forma esqueletal.
La selección, o elección de los cachorros, a buen seguro que en un principio no fue hacia la
diferenciación buscando formas concretas, sino que fue hacia los aspectos juveniles y para reducir la
agresividad.
Esta selección llevó al heterocronismo juvenil, y hay una enorme coincidencia, entre este
heterocronismo juvenil y los perros “europeos”, mucho más que con los perros chinos o nórdicos, de
orejas erguidas, menos rasgos infantiles y carácter más independiente.
En pleno Neolítico, en Sumer y en Egipto, con cultura reconocida, con escritura, con leyes
sociales, arte, medicina, etc., pero 3.000 años a.C., ya tenían diferenciadas “razas” con perros
molosoides, bracoides y graioides, algunas con orejas colgantes.
El área donde se formaron coincide con el área arábigo-mediterránea, cuna del hombre
caucásico o “blanco”. Con lo que, y para finalizar, aún reconociendo las grandes lagunas que deben
tenerse en cuenta al tratar de épocas prehistóricas, y admitiendo todas las opiniones, el “puzzle” de la
lectura de los nuevos hallazgos, nos hace concluir con la siguiente aseveración:
Las razas caninas que hoy conocemos presentan una diversidad muy acentuada de rasgos
distintivos, cuya explicación no sólo está en la tendencia natural del canis familiaris a la variación,
sino también en los efectos de una domesticación muy antigua, es decir, en la intervención del
hombre que a través de los siglos y milenios, ha trabajado para obtener la fijación de los distintos
rasgos físicos y psíquicos, apropiados para satisfacer distintos intereses utilitarios o deportivos, o para
desarrollar la inclinación a la fidelidad y al afecto, que el perro único entre los animales, no tardó en
manifestar. A partir del momento en que el perro entra en contacto con el hombre se abandona el
concepto e evolución natural para desarrollar uno nuevo, denominado Selección o evolución
controlada y dirigida por el hombre, que perdura hasta nuestros días.
Seis mil años antes de Jesucristo (Neolítico), en Mesopotamia, se encuentran los primeros
perros reconocidos históricamente. Los ejemplares eran lebreles, que se empleaban para la caza de
la gacela, como prueban los fragmentos de cerámica, encontrados en el Kurdistán Iraní.
Los “Iranianos” del Neolítico domesticaron los molosos que trajeron verosímilmente del Tibet
y les acompañaron en todas sus conquistas. Estos molosos, criados en jaurías, más o menos
adiestrados para la guerra, fueron muy utilizados por los babilonios, los asirios, los persas, y los
medas, que más tarde se los dieron a conocer a los griegos. Este temible perro era utilizado para el
combate, pero también para guardar templos, grandes propiedades, para la caza del jabalí y de toda
clase de fieras, especialmente del león. En ciertas épocas sirvieron incluso como verdugos: los
condenados a muerte eran devorados por estos perros hambrientos.
En el antiguo Egipto, divinizaron al perro, que prestó su perfil a Anubis, dios de los muertos y
conductor de las almas, que guardaba las sepulturas.
Mitología aparte, parece ser que Egipto es la patria de los lebreles europeos actuales, cuyos
antepasados llegaron probablemente de Mesopotamia o Etiopía. Dieciocho siglos más tarde de la
probable llegada de los lebreles, durante el periodo de Siria, se establecieron en Egipto acompañados
de sus perros, lebreles muy cercanos a los Salukis actuales y de molosos, que permanecieron en
Egipto después de la expulsión de sus amos. Estos perros se sabe que fueron empleados con fines
militares.
Desde sus orígenes, el perro está presente en la historia de Roma no sólo por la herencia
griega, sino también como fundador de la Ciudad Eterna, bajo forma primitiva de Cánido. La
clasificación de razas caninas comenzaba a extenderse, dividiéndose en tres grupos claros: los de
caza, pastores y de guarda.
El Moloso, perro de combate por excelencia, acompaña a los gladiadores que luchan en las
arenas de circo. En la guerra el perro está siempre cerca del hombre. Según el historiador griego
Polieno, que vivió en Roma durante el reinado de Marco Aurelio, expuso en sus obras
Estrategemas, las más celebres operaciones de guerra de su época, los perros militares tenían tres
funciones claramente definidas. Unos se empleaban en la ofensiva, otros defendían los
coampamentos y otros se empleaban en la ofensiva, trasladando mensajes en pequeñas bolsitas de
cuero, que se les hacía ingerir y que eran recuperados sacrificando al animal. Los dos primeros tipos
de perros militares descendía, sin duda, de Molosos sumerios que los griegos criaron tras haberselos
arrebatado a los persas.
En todas las guerras de Imperio, los acompañaron a las legiones romanas. Curiosamente, con
la nueva población Galorromana aparecerán las razas caninas cada vez más especializadas (se
comienza a distinguir claramente entre perros de pastor, perros de caza y perros de compañía), que
habremos de encontrar casi intactas en las oscuras horas del Medievo.
En Inglaterra, desde hacía bastante, la caza había dejado de ser una ocupación de reyes y
nobles distinguidos, de suerte que numerosos la practicaban con perros de pequeño tamaño. Había
casi un tipo de perro por condado y como las tierras eran poco boscosas, la población se dedicaba
preferentemente a la caza menor. El zorro era ideal para perros como los Foxhounds, Beagles,
Harriers y terriers.
En Francia, la Revolución abolió el derecho señorial sobre la caza y los delitos de furtiveo,
también suprimió las grandes jaurías señoriales y aristocráticas regalando o vendiendo los ejemplares
a los ciudadanos. Diferentes cruces entre perros reales y perros plebeyos, permitirían a los criadores
recrear, en el siglo XIX, una abundante población canina autóctona de caza.
Con posterioridad a la Revolución Francesa, se empleaban cada vez con más intensidad, las
armas de fuego, tornándose la caza mayor más escasa y rara; el relevo lo constituye la caza menor,
que es perseguida con perros de muestra, indispensable para hacerla salir de los pantanos y los
matorrales, y que van a desplazar rápidamente a los perros de caza a la carrera, ya que las piezas
eran abatidas de un disparo. Es el auge, en Inglaterra, de los Setters, los Cockers, y sobre todo del
Pointer, perro de muestra por excelencia.
Durante este tiempo aumentó el número de razas caninas reconocidas, puesto que en agosto
de 1987, el conde de Bryland, publica en Bruselas (sede oficial de la F.C.I., desde su fundación), el
libro Razas de Perros, dos voluminosos compendios en los que censaba y describía doscientas setenta
y cuatro razas caninas de todo el mundo. En 1889, Von stephanitz, fija definitivamente un tipo de
perro pastor que habría de convertirse en el perro por excelencia: el perro de Pastor Alemán.
En la misma época, Dobermann crea el perro que haría famoso su apellido. Entre los ingleses,
el Border Terrier data de 1850, el Sealyham Terrier de 1851 y el Welsh Terrier de 1854. En 1833 el
Basset de Arteis se hace Inglés y se convierte en el Basset Hound, mientras que simultáneamente el
Braco Germánico se nos presenta como el Braco Alemán. Los bracos franceses no cambian gran cosa
o se transforman en Bourbonnais o en Dupuy, o si son azules se convierten en Azules de Auvernia.
Entre los Spaniels, el Epagneul Bretón es reconocido en 1850. En Holanda, Korthals selecciona
y logra que se reconozca entre 1882 y 1886, sus Grifones de muestra de pelo duro. A los Ingleses
corresponde la creación del Golden Retriever, en 1858 y del Labrador en 1820.
Los perros de compañía experimentan también grandes mejoras, creándose nuevas razas. El
antiguo Spitz Chino se convierte en el actual Chow-Chow hacia 1880. En la segunda mitad del siglo
XIX, el nacionalismo se hace patente en la creación de razas autóctonas: los franceses crean su
Bulldog, y en America aparece el Boston Terrier, procedente del Bulldog y del Terrier Inglés.
El British Kennel Club, organización típicamente británica, se fundó en 1873 para poner a
punto los reglamentos y normas de las Exposiciones Caninas, cada vez más populares. Fue la primera
organización de este tipo que vio la luz del día.
El primer objetivo que se impuso el B.K.C., fue definir un reglamento en diez puntos sobre las
Exposiciones Caninas. Cada perro competidor debía estar bien definido por su nombre, edad y
orígenes. El comite organizador se reservaba el derecho a prohibir la inscripción de perros que no
respondieran a las normas o que fueran portadores de enfermedades. El B.K.C., instauró un libro de
orígenes (The Stud Book). En el primero, publicado en 1874, definía los objetivos del club: promover
la mejora de las razas, las exposiciones y los concursos. En 1880 puso a punto el sistema universal de
inscripción de ejemplares en los Libros de orígenes.
La primera Exposición del Club tuvo lugar del 17 al 20 de junio de 1873, en el Palacio de
Cristal de Londres, catorce años después de que se celebrara la primera exposición canina en
Inglaterra, unificando y corrigiendo los distintos criterios que a lo largo de esos años se habían
creado.
Los objetivos, estructuras y reglamentos del B.K.C., han servido de modelo a organizaciones
análogas en numerosos países. El B.K.C., no depende de la Federación Cinológica Internacional, pero
está asociada a la misma mediante un Estatuto especial.
En 1576 apareció la clasificación del inglés Jhon Keys, doctor en medicina que habría de ser
médico de la corte de la reina Isabel I. Este, por invitación del naturalista alemán Konrad Gesner,
compilaron una lista de perros conocidos en Inglaterra para incluirlas en su “Historia Animalium”.
Keys escribió su obra en latín. Fue concluida en 1570 y titulada “De Canibus Britannicis”, 6 años
después fue traducida y publicada.
Hunting Agaseus
Leporarius
GENTLE KIND
(para deportes)
Aucupatorii Conforter Lorarius
(Caza de aves) Vertigus
Canis furax
Foowling Index
Aquaticus
Es interesante observar que los perros de tipo “noble” (Gentle Kind) aparece como prioridad
exclusiva de los señores, como los Levararius, que constan de Harriers y sabuesos; los Sanguinarius,
bloodhounds; y los terrarius, Terriers; Agaseus, gazehounds y pointers; Leporarius, lebreles; Lorarius,
Iymner; Vertigus, tumbler; Canis furaz, stealer; Index, setters; Aquaticus, spaniels. Mientras los del
tipo “campesino” apropiados para la protección de moradas y propiedades y los del tipo “arisco” para
las clases más bajas de la sociedad como saltimbanquis, de hecho se les denominaba “toys”
(juguetes).
Dos siglos más tarde, Buffon, en su ordenación de la naturaleza, se basó para la clasificación
de las razas caninas en su variedad de forma, disposición y porte de las orejas. En el siglo XIX,
Cornevín adoptó como norma para la clasificación de las razas, la conformación y peculiaridades del
cráneo, el porte de las orejas y la índole del pelaje.
- BRACOIDES: Cabeza que se aproxima a la forma prismática, con el hocico igualmente ancho en el
extremo de la base y separado de la frente por una depresión, generalmente bien marcada, orejas
caídas, labios largos y colgantes, superando el superior el nivel del maxilar inferior (tipo Pointer).
- MOLOSOIDES: Cabeza voluminosa, redonda o cuboide, orejas pequeñas y caídas, hocico corto,
labios largos y gruesos, cuerpo macizo y normalmente de gran estatura, por lo común con cinco
dedos en las patas traseras como en las delanteras ( tipo Mastín).
- GRAIOIDES: Cabeza en forma de cono alargado, cráneo reducido, orejas pequeñas, vueltas hacia
dentro y erguidas, hocico largo y delgado en toda dirección y en línea recta con la frente, nariz
saliente y angulosa, asomada sobre la boca, labios pequeños y cortos o apretados, cuerpo alargado,
miembros gráciles, vientre muy retraído (tipo Galgo).
MANUAL DE ZOOTECNICA CANINA 19
Por aptitudes se dividen en:
- De caza.
- No de caza
- Compañía
Hasta 1.993, la clasificación de las razas caninas reconocidas por la F.C.I. (Federación
Cinológica Internacional) estaban distribuidas en cuatro (4) categorías con diez (10) grupos, según su
utilidad. Estos eran:
A partir de 1.993, la F.C.I., desarrolla una nueva clasificación por grupos de las razas caninas
reconocidas por dicha Federación y establecidas en cada grupo por nacionalidad. La clasificación se
divide en:
Introducción
Sin duda, el perro es de todas las especies animales la que ha estado ligada durante más
tiempo y más estrechamente al hombre. A causa de esta misma relación, tan estrecha, el perro es
también la especie animal que ha sido genéticamente más manipulada por el hombre para
adaptarla a sus diferentes necesidades.
Para casi cualquier función o actividad que deba realizar un perro, se ha desarrollado una
raza canina, por lo que actualmente, la Federation Cinologique Internationale ha reunido a las
diversas razas en diez grupos con el objeto de sistematizar su estudio y reglamentar de forma más
coherente la presentación en las exposiciones caninas, que constituye el método de evaluación de
la crianza de perros de raza.
La selección para formar parte de esta agrupación multirracial está basada en la función
que desempeña el perro y en este grupo se reúnen las razas caninas especializadas en conducir
y/o proteger los rebaños.
Dentro de este grupo se encuentran los perros de tipo Dogo o mastines, que constituye la
imagen más característica de los molosoides y los perros de montaña.
Incluidos dentro de esta división de razas está el subgrupo de los perros de tipo Pinscher y
Schnauzer, que lo componen animales de tamaño mediano, de conformación fuerte y atlética. Su
cuerpo puede encuadrarse dentro del interior de un cuadrado, vale decir que, su altura desde el
suelo hasta la cruz es igual a la longitud medida desde la punta del pecho hasta el término del
anca. Son de temperamento muy vivo y activos, constituyen muy buenos guardianes, ya que están
siempre alerta ante cualquier cambio en su entorno.
Los terriers constituyen un claro ejemplo, de que para cumplir funciones semejantes es
necesario tener también una conformación semejante , ya que con la sola excepción del Airedale
Terrier, el grupo está compuesto de razas de perros de tamaño relativamente pequeño, cabezas
alargadas, con mandíbulas poderosas y fuertemente armadas, y el cuerpo generalmente inscrito
dentro de un cuadrado.
Normalmente el pelo característico de este grupo es duro, rígido, aunque hay algunas
variedades, las menos, con pelo corto y liso. En relación al temperamento, los Terriers son de
carácter muy fuerte, muy activos y extremadamente valientes.
Este es el grupo menos numeroso, ya que solo reúne nueve razas, que en realidad tan solo
son variedades de un mismo tipo, el daschshund, popularmente conocido como “perro salchicha”,
con su típico perfil, en que la dimensión fundamental es la longitud de su cuerpo con patas muy
cortas. Las nueve razas se dividen atendiendo a su tamaño, y de mayor a menor en: standard,
miniatura y enano y al tipo de pelaje, que puede ser: pelo liso, pelo largo o pelo duro.
Los perros de este grupo presentan gran uniformidad y semejanza entre si, ya que todos
ellos pueden describirse como animales de tipo bastante lobuno; con orejas pequeñas y bien
erectas, cabeza de forma triangular con hocico agudo, cuerpo de forma cuadrada, con cola
normalmente enroscada sobre el dorso y provisto de pelaje abundante, de longitud mediana a
larga. Son los típicos perros de regiones nórdicas, aclimatados a fríos intensos y dedicados
fundamentalmente a tirar de trineos. Son de gran actividad física, lo que les puede hacer algo
inquietos y destructivos, ya que si no desarrollan regularmente alguna actividad física, pueden
canalizar de manera indeseada el exceso de energía.
No son muy buenos guardianes y no poseen un instinto territorial muy desarrollado, lo que
puede ocasionar que algunos tengan una cierta tendencia a vagabundear.
Este es el grupo que reúne el mayor número de razas, de las que la mayoría son sabuesos
de cacería en jauría, con muy poca difusión fuera de su ámbito propio, que son los clubes de
cazadores, ubicados en el continente europeo.
En general, son perros de tamaño mediano o pequeño, de pelo corto, cabeza alargada, con
forma paralelepípeda, orejas caídas y largas. Dada su condición de cazadores de espacios abiertos,
son propensos a los paseos largos, lo que puede ocasionar que se pierdan, razón por la cual es
conveniente tenerlos encerrados y no perderlos de vista cuando se sale de paseo.
En general son perros de tamaño mediano, cabezas largas y bastante cuadradas, con
orejas pendientes. Muy activos y de rápido desplazamiento, poseen un carácter dulce y amistoso,
pueden constituir un excelente compañero.
La pertenencia a este grupo está basada en el tipo de actividad que desarrollan esta clase
de cazadores. Debido a esto las razas integrantes del mismo, conforman un conjunto algo
heterogéneo, ya que fácilmente pueden distinguirse dos tipos. Uno de ellos, los levantadores, que
originalmente fueron criados para espantar y hacer volar las presas, de manera que el cazador
pueda derribarlas y que son exclusivamente del tipo Spaniel, es decir, peros de tamaño pequeño,
pelaje suave y largo, y cola normalmente cortada.
Los miembros de este grupo son de carácter muy dulce y de gran apego para con sus
dueños, muy sociables y con gran capacidad de aprender.
De todos los grupos cinófilos, éste es el que presenta una reunión más heterogénea de
razas, ya que entre ellas se encuentran ejemplares de los más diversos tamaños y distintos tipos
de pelaje. La razón de esta diversidad se debe a que la selección para pertenecer a este grupo se
basa exclusivamente en su función principal, ser animal de compañía, prescindiendo de cualquier
otra actividad.
Los perros de este grupo, son por lo general de carácter alegre y amantes de sus dueños,
pero desgraciadamente, en algunos muy contados casos, la selección en busca de destacar una
determinada característica física (por ejemplo: gran profusión de pelaje), se ha hecho descuidando
condiciones de temperamento. Así, es posible encontrar algunos ejemplares demasiado nerviosos
y ladradores, que a pesar de ser muy hermosos, no constituyen precisamente un agrado como
animales de compañía.
Grupo X: Lebreles.
Esta última agrupación reúne a los especialistas en velocidad de la especie canina. Son
perros de estructura delgada, miembros finos y largos, cabeza en forma de cuña y orejas
pequeñas, todo su cuerpo está destinado a producir el máximo empuje y reducir la resistencia al
viento.
El carácter de los lebreles, a pesar de ser fogosos amantes de las carreras en espacios
libres, pueden ser bastante tranquilos, cuando son tratados como animales de compañía, ya que
gustan de la comodidad y son capaces de demostrar mucho cariño a sus amos.
Partiendo del concepto de raza canina como: “una población animal escogida dentro del
ámbito de la especie, con un genotipo medio particular que conduce a la manifestación de un
fenotipo que concierne a la morfología (conformación), al pelaje y a una tendencia a ciertas
capacidades fisiológicas y psicológicas, que pueden variar dependiendo de las condiciones del
entorno vital en que se desarrollan los animales”, para que una nueva raza sea reconocida por la
Federation Cinologique Internationale, es necesario que esa raza haya sido publicada oficialmente
en la normativa vigente del país de origen de la raza.
Variedad: Laekenois
Variedad: Malinois
Schapendoes
Pais de origen: Holanda
Nombre original: Schapendoes
Perro de pastor Holandés
Pais de origen: Holanda
Nombre original: Hollandse Herdershond
Kuvasz Mudi
Pais de origen: Hungría Pais de origen: Hungría
Nombre original: Kuvasz Nombre original: Mudi
Pumi
Puli Pais de origen: Hungría
Pais de origen: Hungría Nombre original: Pumi
Nombre original: Puli
Collie Barbudo
Perro de pastor Portugués Pais de origen: Reino Unido
Pais de origen: Portugal Nombre original: Bearded Collie
Nombre original: Cao da Serra de Aires
Affenpisncher Dobermann
Pais de origen: Alemania Pais de origen: Alemania
Nombre original: Affenpinscher Nombre original: Dobermann
Dogo Aleman
Boxer Pais de origen: Alemania
Pais de origen: Alemania Nombre original: Deutsche Dogge
Nombre original: Deutsche Boxer
Fila Brasileiro
Pais de origen: Brasil
Nombre original: Fila Brasileiro
Shar Pei
Pais de origen: China
Nombre original: Shar Pei
Broholmer
Pais de origen: Dinamarca
Nombre original: Danish Broholmer
Dogo Mallorquín
Pais de origen: España
Nombre original: Ca de Bou
Mastin Napolitano
Pais de origen: Italia
Cane Corso
Nombre original: Mastino Napoletano
Pais de origen: Italia
Nombre original: Branchiero Siciliano
Mastiff
Pais de origen: Reino Unido
Tosa Inu
Nombre original: Mastiff
Pais de origen: Japón
Nombre original: Tosa Inu
Hovawart Leonberger
Pais de origen: Alemania Pais de origen: Alemania
Nombre original: Hovawart Nombre original: Leonberger
Terranova
Pais de origen: Canada
Landseer (Tipo continental europeo) Nombre original: Newfoundland
Pais de origen: Alemania/Suiza
Nombre original: Landseer
Bouvier de Berna
Pais de origen: Suiza Bouvier d’Appenzell
Nombre original: Berner Sennenhund Pais de origen: Suiza
Nombre original: Appenzeller Sennenhund
Airedale Terrier
Pais de origen: Reino Unido Bedlington Terrier
Nombre original: Airedale Terrier Pais de origen: Reino Unido
Nombre original: Bedlington Terrier
Welsh Terrier
Pais de origen: Reino Unido
Nombre original: Welsh Terrier
Parson Jack Russel Terrier
Pais de origen: Reino Unido
Nombre original: Parson Jack Russel Terrier
Norwich Terrier
Pais de origen: Reino Unido
Nombre original: Norwich Terrier
Norfolk Terrier
Pais de origen: Reino Unido
Nombre original: Norfolk Terrier
Cesky Terrier
Pais de origen: Republica Checa
Nombre original: Cesky Teriér
Bull Terrier
American Staffordshire Terrier Pais de origen: Reino Unido
Pais de origen: Estados Unidos Nombre original: Bull Terrier
Nombre original: American Staffordshire Terrier
Yorkshire Terrier
Pais de origen: Reino Unido
Nombre original: Yorkshire Terrier
Teckel
Pais de origen: Alemania
Nombre original: Dachshund
Variedades : pelo corto, pelo largo y pelo duro.
Tamaños : estandar, enano y miniatura
Lundehund Noruego
Pais de origen: Noruega Laika Ruso Europeo
Nombre original: Norks Lundehund Pais de origen: Rusia
Nombre original: Russko-Evropeïskaïa LaÏka
Buhund Noruego
Perro Pastor Islandés Pais de origen: Noruega
Pais de origen: Islandia Nombre original: Norks Buhund
Nombre original: Islandsk Farehond
Spitz Aleman
Pais de origen: Alemania
Nombre original: Deutscher Spitz
Variedades : Spitz Lobo, Gran Spitz, Spitz mediano, Spitz Pequeño y Spitz Enano.
Podenco Andaluz
Pais de origen:España Cirneco del Etna
Nombre original: Podenco Andaluz Pais de origen: Italia
Nombre original: Cirnec dell’Etna
Podenco Portugues
Pais de origen: Portugal
Nombre original: Podenco português
Taiwan Dog
Pais de origen:Taiwan
Nombre original: Taiwan Dog
Perro de Nutria
Pais de origen: Reino Unido
Nombre original: Otterhound
Foxhound Inglés
Pais de origen: Reino Unido
Nombre original: English Foxhound
Beagle Harrier
Pais de origen: Francia
Sabueso de Arieges
Nombre original: Beagle Harrier
Pais de origen: Francia
Nombre original: Ariegeois
Sabueso Helénico
Pais de origen: Grecia
Nombre original: Hellinikos Ichnilatis
Sabueso de Transilvania
Pais de origen: Hungria
Nombre original: Erdély Kopó
Braco de Weimar
Braco Belga
Pais de origen: Alemania
Pais de origen: Bélgica
Nombre original: Weimaraner
Nombre original: Braque Belge
Munsterlander Grande
Pais de origen: Alemania
Nombre original: Grosser Munsterlander Vorstehhund Munsterlander Pequeño
Pais de origen: Alemania
Nombre original : Kleiner Munsterlander Vorstehhund
Grifon de Muestra Korthals de pelo duro Perro de Muestra Italiano de Pelo duro
Pais de origen: Francia Pais de origen: Italia
Nombre original: Griffon d’Arret à poil dur (Korthals) Nombre original : Spinone Italiano
Setter Inglés
Pais de origen: Reino Unido
Nombre original: English Setter
Golden Retriever
Curly Coated Retriever Pais de origen: Reino Unido
Pais de origen: Reino Unido Nombre original : Golden Retriever
Nombre original: Curly Coated Retriever
Labrador Retriever
Flat Coated Retriever Pais de origen: Reino Unido
Pais de origen: Reino Unido Nombre original: Labrador Retriever
Nombre original: Flat Coated Retriever
Clumber Spaniel
Pequeño perro Holandés para la caza acuática Pais de origen: Reino Unido
Pais de origen: Holanda Nombre original : Clumber Spaniel
Nombre original: Kooikerhondje
Lagotto Romagnolo
Perro de Agua Irlandés Pais de origen: Italia
Pais de origen: Irlanda Nombre original : Lagotto Romagnolo
Nombre original: Irish Water Spaniel
Bichón Boloñés
Bichón Frisé Pais de origen: Italia
Pais de origen: Bélgica/Francia Nombre original: Bolognese
Nombre original: Bichón a poil frisé
Bichón Habanero
Bichón Maltés
Pais de origen: Mediterraneo Occidental
Pais de origen: Italia
Nombre original : Bichón Havanais
Nombre original: Maltese
Caniche
Pais de origen: Francia
Nombre original: Caniche
Variedades : Gigante, Mediano, Enano, Miniatura o Toy
Pequeño Brabanzón
Pais de origen: Bélgica
Nombre original: Petit Brabançón
Chihuahua
Pais de origen: Mejico
Nombre original: Chihuahua
Variedades : pelo corto, pelo largo
Kromfohrländer
Pais de origen: Alemania
Nombre original: Kromfohrländer
Carlino
Pais de origen: Reino Unido
Nombre original: Carlino, Mops o Pug
Galgo Afgano
Pais de origen: Afganistan
Nombre original: Afghan Hound
Azawakh
Pais de origen: Mali
Pequeño Lebrel Italiano Nombre original : Azawakh
Pais de origen: Italia
Nombre original: Piccolo Levriero Italiano