La Procaina
La Procaina
La Procaina
La procaína fue descubierta por Einhorn y patentada por los laboratorios Hoechst.
En un estudio clínico publicado, el Dr. Paul Luth del Hospital Municipal Offenbach Main,
Alemania, continúa el examen del medicamento conocido como procaína (la cual fue creada en
1905) y su conexión con el metabolismo cerebral.
Ha sido usada durante casi 50 años como un anestésico local por sus propiedades no tóxicas y
su compatibilidad tisular. La procaína fue originalmente investigada como un fármaco que tiene
un amplio espectro por el Dr. R. Leriche en 1930. Cuando comenzó sus estudios de la
procaína, rápidamente se dio cuenta que podría tener un efecto positivo más allá de su uso
inicial en la cirugía. El Dr. Leriche reportó que la inyección de la procaína podría ser de mucho
beneficio para las personas ancianas. Creyendo que la vejez y las enfermedades que conlleva,
son causadas por un sistema nervioso que ha sido alterado por causas dañinas ambientales, el
Dr. Leriche vio algo en la procaína que podría, en ocasiones, invertir el daño.
Cuando entra en el cuerpo humano, de acuerdo a una publicación del Biochemical Journal la
procaína, por medio de las colinesterasas plasmáticas, se descompone hidrolíticamente en
pocos minutos en PABA (ácido paraaminobenzoico) y DEAE (dietilaminoetanol), el cual es
químicamente similar al DMAE (dimetilaminoetanol) y se convierte en las células en colina.
El DEAE y el DMEA mejoran la circulación del tejido y estimulan la producción de
fosfatidilcolina, uno de los bloques que forman la membrana celular. Algunos científicos dicen
que la desintegración de la membrana celular es una de las causas primarias del
envejecimiento.
El PABA es una vitamina B que ayuda al cuerpo a formar células sanguíneas, y a formar las
proteínas metabolizantes. También trabaja como una ayuda para conservar la piel, el pelo, las
glándulas y los intestinos en condiciones óptimas. El PABA estimula al sistema bacteriano
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intestinal para producir las vitaminas B, el ácido fólico, ácido pantoténico, la biotina y la
vitamina K. El PABA es rápidamente metabolizado por el hígado. Así que si se consume solo,
nos desilusionaremos de los resultados. En cambio cuando se combina con la molécula de
procaína, el PABA es más efectivo.
El DEAE tiene un efecto antidepresivo. Estudios realizados demostraron que el DEAE produce
estimulación mental y euforia ligera. El DEAE comprende la colina y la acetilcolina, las cuales
forman importantes neurotransmisores que facilitan el funcionamiento cerebral.
Las membranas celulares son unas capas delgadas de grasa y proteínas que rodean al cuerpo
celular. La procaína puede pasar a través de las membranas dañadas de las células enfermas.
Aumenta el consumo celular de oxígeno, y provee nutrientes que ayudan a la célula dañada a
reparar o renovar sus membranas. Esta regeneración ayuda a normalizar el balance químico
en la célula y acelera las reacciones químicas dentro de la célula. El nivel del ADN en las
células se eleva y las proteínas se hacen más rápidamente. Como resultado de todo esto, las
funciones celulares mejoran y los síntomas de la enfermedad empiezan a aliviarse.
Cada célula se comporta también como una pequeñísima batería de potasio con un potencial
de 40 - 90 milivoltios. Cada estímulo hace caer el potencial: despolarización. Normalmente la
célula lo recupera de inmediato:
repolarización
. Le energía necesaria para ello sale del metabolismo del oxígeno. Si los estímulos irritativos
son muy fuertes o son muchos y se suman (químicos, físicos, traumáticos, etc.) no logra
responder por sus propias fuerzas. La célula entra en despolarización permanente, se
encuentra debilitada, enferma, su conexión con la información de la totalidad ya no es completa
y eso repercute en sus funciones. Luego empieza a irradiar o a transmitir con descargas
rítmicas
impulsos interferentes
. Surge un
campo interferente
.
El anestésico local colocado en microdosis en el campo interferente posee un potencial propio
alto, con ello repolariza y estabiliza el potencial de la membrana celular afectada por el impulso
irritativo. Con ello surge la posibilidad de recuperación de la función interferida en todos los
circuitos del sistema neurovegetativo (neural, humoral, celular, hormonal, etc.), por lo menos
transitoriamente.
Esta teoría fue objetivada varias veces por el equipo vienés Bergsmann, Fleischhacker, Hop
fer ,
Kellner
,
Pischinger
,
Stacher
y otros.
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Según Pischinger todas las funciones vitales como el metabolismo, la circulación sanguínea, la
respiración celular, el presupuesto energético, la temperatura, el equilibrio ácido - base, etc., se
regulan en el Sistema Básico. Se comprobaron desviaciones en la composición de la sangre,
en la temperatura, en el metabolismo del oxígeno, en la resistencia dérmica y en el potencial
bioeléctrico. Se lograron normalizaciones de todos los valores después de inyecciones
neuralterapéuticas.
El sistema madre de regulación constituye un sistema bioeléctrico energético en el que lo
principal es el potencial oxido-reductor. De éste depende el presupuesto del oxigeno y de los
ácidos y bases. Cualquier medida que introduzca energía en el sistema madre está en
condiciones de poner en movimiento las funciones vegetativas que, valiéndose de sus
comunicaciones abarcan todo el organismo de un modo ubiquitario, con proyección hacia el ser
total.
Efecto anestésico
Efecto neuralterapéutico
La procaína debe utilizarse siempre en forma de clorhidrato, sin mezclarse con ninguna otra
sustancia y en diluciones al 1% o inferiores. Con estas características, las reacciones alérgicas
son excepcionales.
Como prueba de alergia se aconseja colocar una gota de procaína en la conjuntiva o bien
hacer una pápula en el antebrazo y esperar la reacción. Una ligera hiperemia y un soportable
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escozor son normales. Los estudios de Travel y Simons concluyeron que, aunque en raras
ocasiones la procaína puede producir reacciones alérgicas por aplicaciones especialmente
cutáneas, subcutáneas o submucosas, nunca produce estas complicaciones en las
infiltraciones musculares profundas. 2
Por sus propiedades farmacológicas, se dice que la procaína tiene una acción simpaticolítica,
disminuyendo la percepción de stress y de dolor, acompañado de un síndrome vegetativo de
reacción y adaptación, ejerciendo un efecto:
- antiadrenérgico
- antihistamínico
- antiinflamatorio
- vasodilatador
- analgésico
- capilarizante
Y también se dice que son normales una sensación de borrachera, ligera euforia o relajación,
sudoración, mareo, según la individualidad de la persona, de la cantidad de procaína inyectada,
de la zona donde se ha aplicado, de la intensidad de irritación previa, etc. En todos los casos,
estos efectos directos e inmediatos de la propia procaína deben normalizarse en breve.
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E. Coli
, en pruebas con animales desencadenan una reacción anafiláctica con un desenlace mortal,
este proceso no llega a producirse cuando se inyecta un anestésico local en la zona de la
inyección. El efecto antihiperérgico quedaba también demostrado en su aplicación en el
tratamiento de las mordidas de serpientes venenosas, cuando por falta de suero específico se
inyectaba un anestésico local en la región de la mordida, eliminándose las consecuencias
letales.
La procaína favorece la desagregación de las sustancias residuales (complejos polisacáridos
proteínicos) abandonadas en el sistema básico o en los tejidos en las inflamaciones o
irritaciones, y facilita el transporte de material de regeneración.
Otra de la característica de los anestésicos locales es su interacción con el sistema de
transporte del sodio (Hodgkin, Huxley y cols.), concurriendo, como consecuencia, con iones
calcio y actuando así en la ionocinesis.
Las despolarizaciones de los estímulos mediante la centrifugación de los potenciales agudos
se evitan mediante los anestésicos locales y, en cambio, el potencial de reposo permanece
inalterable (efecto anestésico) o bien se corrige (¿temporalmente?), si estaba alterado (efecto
neuralterapéutico
), como ocurre en las células enfermas.
Los mecanismos involucrados en la nocicepción y en el desarrollo del dolor quedan bloqueados
por el efecto electrobiológico de los anestésicos locales, y los ciclos reguladores segmentados,
desorganizados y superpuestos por la continua invasión de estímulos, experimentan un alivio o
distensión. Según la interpretación cibernética, con ello se crean las condiciones necesarias
para la recuperación de valores previstos, a lo que va ligada una normalización de la función.
A partir de esto se abren unos aspectos interesantes más allá de los resultados de las
investigaciones hacia la bioactivación de fotones por medio de la anestesia local. El sistema
humano sigue la regularidad de un sistema abierto desde su totalidad hasta el sistema parcial
más ínfimo, es decir, la situación de orden coherente relacionada se encuentra en un equilibrio
en cadena y se adapta constantemente a los acontecimientos y al ambiente interno y externo.
El guía o conductor necesario discurre, posiblemente entre otros, por señales
electromagnéticas. La luz actúa como portador principal de estas señales.
Por la biología y la botánica conocemos la fotosíntesis, la influencia de la luz en el crecimiento,
la germinación, la división celular y otros aspectos. Se conocen distintas partes espectrales de
la luz que provocan efectos específicos, alteradores dela función, e incluso efectos energéticos
y morfogenéticos. Del mismo modo, los finos impulsos luminosos, los biofotones, rigen los
procesos biológicos en el mecanismo humano. Por ejemplo, la emisión de fotones de los
fagocitos representa los procesos de defensa. La luz emitida posee una longitud de onda de
630 nm, por lo que pertenece a la parte de espectro rojo.
Las investigaciones (Klima) llevadas a cabo en el Österreichischen Atominstitut (Instituto
Atómico Austríaco) señalan que los anestésicos locales, en la activación de citocromooxidasas
(fermento del aliento o respiración) y las oxidasas de las membranas de los fagocitos, provocan
la formación de oxígeno monovalente, el cual, en su fase de regresión hacia una forma
trivalente, emite igualmente fotones, concretamente con una longitud de onda de 630 nm. Cabe
suponer que estos fotones provocan una cinética de reacción que actúa como regulador para
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La procaína
Bibliografía
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