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Historia del Vino en Bolivia

La producción de vino en Bolivia tiene varios siglos de historia, todo comenzó con la


llegada de españoles y portugueses a América, a finales del siglo XV. Las primeras
plantaciones de vid en Bolivia se hicieron en Mizque departamento de Cochabamba, de ahí
se extiende a Camargo en el Departamento de Chuquisaca. El año 1584, el cultivo de la vid
llego a Tarija actualmente el mayor productor de uva de Bolivia.
 

 
 
Inicios de la producción de vino en Bolivia
 Los primeros vinos fueron elaborados en Mizque, lugar que era sede arzobispal durante
la colonia y la bebida era utilizada en las celebraciones católicas. La uva cultivada en esta
área, se utilizaba principalmente como parte de la dieta tradicional de los colonizadores
y para la elaboración de vino con fines litúrgicos.
Con la explotación de las minas de plata en Potosí, esta ciudad tuvo un crecimiento tal
que su población llego a ser en su auge mayor que la de Paris.
La primera industrialización de la vid en Bolivia se inició en Camargo con la fabricación
del Singani. El Singani, una bebida típica boliviana, muy usada en Potosi durante el auge
de la explotación de plata, para ayudar a sobre llevar el duro invierno a 4000 metros sobre
el nivel del mar. La elaboración del Singani se diferencia de la elaboración de vino, en el
hecho de que la vid se somete a un proceso de destilación, dando como producto un
destilado claro de vino, echo de uva Moscatel de Alejandría.
El primer registro de una viña tarijeña data de 1606 en la localidad de Entre Ríos. Según
los escritos del sacerdote católico Alejandro Corrado, en 1755 Tarija exportaba vinos a
Tucumán y Potosí, pero no llegó a ser un importante productor como lo era el valle de
Cinti en Chuquisaca, a causa de las plagas.

La producción vinícola en la modernidad


 Desde la época de la colonia y hasta mediados del siglo XX, la producción nacional de
vino se hizo de manera artesanal, con poca utilización de maquinaria industrial y métodos
industriales. Es a partir de los años 60 del siglo pasado que métodos y tecnología industrial
se introducen en la fabricación del vino boliviano, la mejora de suelos y se introducen
nuevas variedades que mejoran la calidad del vino.
 
Este momento marca el nacimiento de la moderna industria vinícola boliviana. Los vinos
bolivianos que hasta entonces eran solo vinos artesanales, de gusto y calidad variable,
ahora, gracias a las inversiones realizadas por las grandes bodegas, en la actualidad los
vinos bolivianos están listos para la exportación.

Los propietarios de estas bodegas son los más interesados en que los vinos bolivianos se
abran mercado en el exterior.
 
En la última década del siglo pasado, se realizaron importantes inversiones para traer al
país las mejores variedades de vid, produciéndose actualmente variedades de vino tinto
como Cabernet Sauvignon, Malbec, Barbera y Merlot; en vino blanco se tiene Riesling,
Franc Colombard y Chardonnay.
 
En 1998, la exportación de los vinos Campos de Solana dio inicio a la exportación de vinos
bolivianos al mundo, inicialmente con envíos a Alemania y Estados Unidos. Hoy en día los
vinos bolivianos llegan a Europa, Japón y Norte América.

HISTORIA DE VIÑEDOS, VINO Y SINGANI EN BOLIVIA


Reseña historial

En los siglos XVI y XVII el vino se consideraba un elemento indispensable en la


alimentación para los habitantes del viejo continente.
 Por lo tanto, para los españoles y portugueses que llegaban al nuevo continente el vino era
imprescindible. Así llevaron el cultivo de la vid a las nuevas tierras colonizadas,
asegurando una provisión de vino para sus usos sociales y, más importante, religiosos. No
era extraño ver desembarcar frailes acompañados de sarmientos que, al llegar a su destino,
plantaban en las misiones que fundaban y desde las cuales imponían religión y costumbres.
La vid vinífera, halló un territorio nuevo, de enorme riqueza climática en el que ya vivía
una especie próxima en estado silvestre, para desarrollar con pleno potencial su papel en la
nueva sociedad. Ciertamente, los frailes comprobaron pronto que con la buena calidad del
suelo y el excelente clima de aquella región las viñas prosperaban de forma más que
satisfactoria. Animados por sus éxitos, los frailes experimentaron con la cepa silvestre
americana y consiguieron crear vides híbridas que producían buena uva y consiguiente
buen vino. Se extendió así el cultivo de la vid por tierras americanas a partir de tres
núcleos: México, Perú y Brasil, este último con la decisiva intervención portuguesa. En
Argentina y Chile la vid se aclimató totalmente. En el polo opuesto, Colombia o Venezuela
no se ha visto la expansión de este cultivo hasta principios del siglo XX. Hoy en día se
observa ahí el cultivo de uva de mesa bajo condiciones tropicales-secos en un ritmo
continuo durante los 12 meses del año; 2 hasta 3 cosechas por año son normales.

BOLIVIA

En nuestro país se cultivan algunos de los viñedos más altos del mundo, de 1800 m (Valle
de Tarija y Cañón de los Cintis) hasta 2.850 m (Tojo, Dpto. de Tarija) de altitud. La vid
llega a Bolivia en el siglo XVI, procedente del actual Perú, primero a Mizque, luego a los
Cintis y Tarija, de cuyo virreinato formaba parte como Alto Perú. Durante siglos, su cultivo
ha sufrido vicisitudes políticas, económicas y sociales, sustentándose en una estructura de
viñedo familiar. A partir de los años sesenta del siglo pasado adquiere mayor impulso la
elaboración de vinos y del destilado autóctono tarijeño, el singani, gracias al esfuerzo de
empresarios y agricultores de Tarija, en la región situada en el valle del Guadalquivir y
conocida como la Andalucía boliviana. Estos emprendedores apostaron por la importación
de tecnología y cepas, que lamentablemente trajeron enfermedades a las vides cultivadas.
En el año 1982 el sector vitivinícola boliviano tocó fondo, pero en el año 1986, gracias a
los esfuerzos del Gobierno y de otros organismos, se creó el Centro Vitivinícola de Tarija.
Los pioneros en la elaboración de vinos y singanis fueron Don Julio Kohlberg (1960) y
Don Franz Kuhlmann (1930) respectivamente. Singani es un destilado en base de vino, que
en Chile y Perú es conocido como Pisco y en Europa como Coñac y Brandy.

Con asesoría alemana y española, los enólogos bolivianos reconstruyeron el sector


vitivinícola. Hoy en día, el valle central de Tarija es el principal productor de uva en
Bolivia. La variedad más utilizada es la Moscatel de Alejandría, que concentra casi el 80 %
del cultivo de uva blanca. La uva negra más abundante es la Negra Criolla. El cultivo de
variedades para elaboración de vinos está en expansión.

Consideran sus expertos que el potencial del sector vitivinícola en nuestro país es
sumamente interesante, ya que existe tierra apta para la expansión de los viñedos por lo
menos hasta unas 8000 hectáreas. En el momento se puede considerar que la superficie
cultivada en todo Bolivia es de 3.500 has, de las cuales 2.500 has se encuentran en el Valle
de Tarija. Además, se debe mencionar los Cintis en Chuquisaca, Valle de Cotagaita en
Potosí, Valle de Luribay en La Paz, Mizque en Cochabamba y Vallegrande en Santa Cruz.
En Cochabamba y Santa Cruz lugar se puede observar las primeras bodegas para
elaboración de vinos y singanis a partir de los viñedos locales. Desde hace algunos años se
vienen preparando viñedos con variedades de mesa en la Provincia Gran Chaco de Tarija,
con cosechas a partir de noviembre.
TARIJA
Todas las bodegas tarijeñas ofrecen el vino de mesa que se elabora en base de corte entre
Moscatel de Alejandría principalmente para vino blanco y Negra Criolla para vino tinto. En
el siguiente cuadro se puede observar que vinos varietales son elaborados en Tarija.

Hace unos 25 años se viene desarrollando la feria anual de la Vendimia Chapaca en


Uriondo, capital de 1ª sección de la Provincia Avilés, más conocido como el Valle de
Concepción.  En este año, el Gobierno Municipal, en conjunto con la Prefectura del Dpto.
de Tarija y otras instituciones, pretenden ampliar la tradicional feria de la Vendimia. La
XXIII. Versión iniciará sus actividades el 17 de febrero con el I. Encuentro del Arte y del
Vino, en el cual participarán renombrados pintores y escultores bolivianos, argentinos y
chilenos. El sábado 23 de febrero las Magnificas de Santa Cruz junto con las Divinas de
Tarija, mostrarán al público la tradicional pisada de uva. y luego del 24 de febrero la
culminación con una feria popular de productores de uva, vinos y singani.
El dicho popular “quien vino a Tarija y no tomó vino, ¿a qué vino?”, toma fuerza este año
e invita a Bolivia entera como también a los amigos de Argentina, Chile y Paraguaya a
participar de esta feria autóctona. 
Vinos varietales, bi-varietales(₁) y tri-varietales(₂) de bodegas tarijeñas
Bodega/Vino La Cabaña Campo Aranjuez Casa Magnus La Sausini
varietal (Kohlberg) de Grande Concepción
Solana
Vino Tinto              
Cabernet X     X x   X
Sauvignon
Malbec X            
Syrah X         X  
Merlot           X X
C.S.-   X          
Malbec-
Merlot ₂
C.S.-   X          
Malbec ₁
C.S.-Merlot   X          

Tannat-     X        
Merlot ₁
Merlot-     X        
Syrah ₁
Tempranill       X      
o-Garnacha

Vino              
Blanco
Chardonna       X      
y
Pinot Blanc       X      
Riesling              
Torrentes-   X          
Moscatel de
Alejandría

Para la elaboración de singanis se debe mencionar las bodegas Franz Kuhlmann (Los
Parrales), La Concepción (Rujero ) y SAIV (Casa Real).
 Pionero en la elaboración de vinos varietales fue la bodega COINCA, que en el 1982
comenzó con uva blanca: Moscatel de Alejandría, Torrontés, Pinot Blanc y uva negra:
Cabernet Sauvignon, Pinot Noir, Favorita de Díaz y Negra Criolla; algunos de estos
fueron embotellados exclusivamente para el Hotel Plaza y el Restaurante La Cacerola en La
Paz.
En variedades de uva de mesa predominan las siguientes variedades:
Blanca Negra Rosada
Moscatel Alejandría Moscatel de Hamburgo Cardenal
Italia Ribier  
Superb Red Globe  
Torrontés Cereza  
Es muy importante hablar de las bodegas pequeñas, familiares que producen el famoso vino
casero o bien vino patero, recordando que para la elaboración de vino en los anteaños la
uva fue pisada con los pies. También se encuentra la denominación de vino artesanal. Es
urgente legislar esta denominación, ya que bodegas transitorias de pequeña a grande
ofrecen vinos artesanales que en realidad ya provienen de un proceso industrial.
En vista de que los viñedos de Tarija y del cañón de los Cintis (Dpto. de Chuquisaca) son
los más altos del mundo, también el vino merece esta denominación. Falta que el Gobierno
Boliviano tramite el derecho de usar “Vinos y Singani de Altura” por un lado y por el otro
que el destilado Singani sea un producto autóctono boliviano.
LA ECONOMÍA DE VITICULTURA
El año pasado la uva fue comercializada de la siguiente forma.
Uva de mesa a razón de 18 $US el quintal; uva de vinificación de 22 $US y para fines de
singani (Moscatel de Alejandría) de 14-15 $US por quintal. Uva de mesa de variedades
tempranas y tardías obtienen precios de hasta 25 $US el quintal. Todos precios son valores
promedios que varían según año de producción y las medidas estatales de impedir la
importación descontrolada de uva de los países vecinos. Interrogando a los productores de
uva y de vino, ellos manifiestan que nadie se opone a la “importación” de uva y vinos, ya
que en realidad es el contrabando que invade con precios desleales y además el estado
pierde valores millonarios por no cobrar impuestos.  Se puede considerar que la industria de
vino y singani comparte con el 50% de viñedos y el saldo se destina a uva de mesa.
Las 2.500 has de la viticultura tarijeña en sus tres ramas comerciales, generan anualmente
un volumen de 14.500.000,00 $US a nivel agrícola con un incremento anual del 20%. La
industrialización de la uva en vino y singani genera un valor agregado de un 30% sobre el
precio de transacción. La producción por hectárea es de 350 hasta 500 qq uva de mesa
según métodos de conducción y la uva de vinificación produce 250 – 300 qq según
variedad.
RIESGOS DE LA VITICULTURA
La vid es una planta de los climas de invierno frío y veranos cálidos; sin embargo la planta
es muy susceptible a heladas tardías que destruyen la floración y pueden causar pérdidas
hasta el 90%. Una granizada no sólo destruye los racimos de uva, sino según intensidad
causa daños en los sarmientos e inclusive el tronco principal. La parra requiere años para
recuperarse; granizadas seguidas tienen por consecuencias un ataque del hongo
Phytophotora cactorum que causa la muerte del viñedo. En otros países productores de uva,
las compañías de seguro ofrecen un servicio, cuyo costo de prima se incrementa según
incidencia climatológico. Cuando las granizadas son anuales, las compañías inclusive
rechazan de asegurar este cultivo. Por eso, la Prefectura de Tarija comenzó el año pasado
un proyecto compartido con los productores de uva, a cubrir experimentalmente algunos
viñedos con malla antigranizo, que garantiza una protección del 100%. Los 3 sistemas de
protección son con un costo de fluctúa entre y $US por hectárea y es apoyado en un 50%
por la Prefectura de Tarija. La ejecución del proyecto está a cargo de la empresa VITIS.

BOLIVIA: UVA DE 'ALTURA' SERÁ COMERCIALIZADA EN COCHABAMBA


El 17 de marzo en la Feria de la Avenida América y al día siguiente en la plaza Colón de la
ciudad de Cochabamba se comercializarán diferentes variedades de uva de mesa bajo la
marca “Uva de Altura – Tarija – Bolivia”, una apuesta de un grupo de productores que  por
la calidad y diferenciación de su producto proveniente de los valles del sur de Bolivia.

El Proyecto de Uva de Mesa es apoyado por la Fundación FAUTAPO con el


acompañamiento en el proceso productivo y preparación de la imagen del producto a través
de la marca, y ahora  iniciaron un proceso de comercialización al interior del país. Primero
fue en la ciudad de La Paz, donde se comercializó en cajas de 4 y 8 kilos esta uva
seleccionada y ahora los productores apuestan por el mercado cochabambino para mostrar
el producto.

Las uvas de Tarija, son apreciadas por su sabor, dulzura, aroma y consistencia de su pulpa.
La marca “Uva de Altura” se respalda en la calidad de su producto y una forma adecuada
de empaque y comercialización hacia mercados locales y del interior del país,
principalmente La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.

Entre las acciones que se desarrollaron para este propósito se encuentran el estudio y diseño
de una estrategia de marketing encargada por el Programa de Fortalecimiento al Complejo
Uvas, Vinos y Singanis de la Fundación FAUTAPO y que permitió visualizar las fortalezas
y debilidades del producto y su mercado en las principales ciudades del país.

Además, desde el punto de vista productivo, se definió un apoyo a la aplicación de las


buenas prácticas agrícolas en el viñedo acompañando a los productores en su trabajo con
variedades seleccionadas de uva de mesa.

Entre tanto, en el campo de la comercialización se apoyó en la promoción de la marca y en


la elaboración de cajas de 8 y 4 kilos de producto que sustituyen a las antiguas de madera
de 18 ó 20 kilos, las cajas tienen estándares de presentación, material de calidad, empaque y
presentación en general del producto que marca la diferenciación.

Las  variedades Moscatel de Alejandría, Italia, Red Globe y Ribier serán las que se
comercialicen en esta oportunidad en Cochabamba bajo la lógica de un ofrecer a un
mercado exigente un producto de calidad y especializado generado en las campiñas
tarijeñas.

CADENA PRODUCTIVA DE UVA, VINOS Y SINGANIS

LOCALIZACION GEOGRÁFICA

Bolivia produce uva en aproximadamente 2.200 hectáreas de cultivos distribuidas


principalmente en Tarija -80%- y Chuquisaca -13%- y en menor cantidad, en La Paz, Santa
Cruz, Cochabamba y Potosí.

El valor total de la producción, al 2008, fue de US$ 5.014.236 para la uva de mesa, US$
14.441.708 para vinos, US$ 16.795.506 para singanis. El 2008, Bolivia exportó US$
120.000 en vino y singanis a mercados del extranjero.

No existen estudios acerca de la producción y consumo de vino y singani en el país. Hasta


el año 2002, Santa Cruz era el principal mercado para uva fresca.

La estrategia de la cadena productiva de uvas, vinos y singanis, proyecta un crecimiento del


cultivo y el consumo de uva vinos y singanis /per cápita en Bolivia. Para el año 2013, se
proyectan cultivos en 3.044 hectáreas, un crecimiento del 85% con impacto económico en
todos los eslabones.

Las estimaciones de crecimiento para el 2013 destacan la exportación de vinos y singanis


que pasará de US$ 120.000 el 2008 a US$ 5.000.000 el 2.013. La producción de uva de
mesa prevé un incremento de ingresos del 191% para el mismo año.

El complejo uva vinos y singanis crecerá un 61%, pasando de US$ 36 a 58 millones.

Desde 1994, Bolivia exporta vinos a Europa -principal productor mundial de vinos-
Canadá, Estados Unidos y Perú.
POBLACION INVOLUCRADA

Más de 220.000 personas involucradas: Provincia Cercado en el departamento de Tarija,


205.533 personas, Provincia NorCinti, Camargo, en el departamento de Chuquisaca 14.903
personas, población proyectada 2007 - 2009, INE.

CONSTITUCION CADENA

La cadena UVS reúne a productores privados -pequeños y grandes- transformadores


-artesanales e industriales- y comercializadores; instituciones del sector público regional y
nacional, a iniciativas privadas de soporte como el Fondo de Incentivo a la Inversión
Vitivinícola (FIIV) y el Programa de Apoyo al Complejo de uvas vinos y singanis de
FAUTAPO que, junto a instituciones de asistencia técnica y financiamiento como
IDEPRO, promueven inversiones y mejoras tecnológicas en el sector, con el apoyo de la
cooperación internacional Holandesa, Danesa y del BID.

Diferencia tres grandes campos de actividad, uvas frescas, vinos y singanis.

Respecto de uvas frescas, se plantea el crecimiento de la superficie de cultivos, la mejora


del producto, la logística de producción y el desarrollo de la imagen de marca, su propósito:
incrementar la competitividad del sector.
Los vinos y singanis quieren fundar una diferenciación basada en atributos específicos de
los productos, vinos de altura y una nueva denominación de origen para el singani.

TRANSFORMACIÓN PRIMARIA

Transformadores Artesanales:

Se autoabastecen de materia prima uva; enfrentan dificultades con el abastecimiento de


insumos; su alto costo los obliga a comprar en pequeñas cantidades.

Reciben apoyo de la Prefectura y otras instituciones, aunque confrontan problemas


administrativos con el sector industrial, que los excluye de beneficios y demora tiempos
oportunos de gestión.

En el mercado, su oferta no es homogénea y hace falta estandarizar la regularidad de


entregas, para asegurar retornos a tiempo.

TRANSFORMACIÓN INDUSTRIAL

Transformadores Industriales:

Con productos en constante mejora y ascenso, los productores industriales bolivianos han
provocado una magnífica ampliación de la demanda, basada en la calidad de vinos y
singanis que aspiran a mejor posición de negociación no sólo basada en oportunidad, sino
en calidad y volumen.

MERCADEO

Al presente Bolivia no es dueña de ninguna categoría significativa en el mercado de vinos.


Sí de singanis, que es una marca país.

Los vinos de altura son un denominativo nuevo decidido por los productores bolivianos que
aspiran a dominar una categoría en la que aparecen hoy, como únicos actores.
Los vinos de altura son una combinación única de radiación solar, presión atmosférica y
microclima que define un producto único e irrepetible.

INTERVENCIÓN IDEPRO

IDEPRO contribuye a incrementar la productividad, competitividad y diferenciación en el


mercado (ingresos – margen de contribución - aplicación tecnológica – posicionamiento),
de productores de uva, transformadores artesanales y pequeños industriales de vinos y
singanis en los Departamentos de Tarija y Chuquisaca, facilitando la complementariedad
con atractivos y circuitos turísticos de la región, a través de la prestación de servicios
empresariales especializados en el marco de un enfoque de responsabilidad social
empresarial.

IDEPRO apoya la base ancha de la cadena, pequeños productores de uva y transformadores


con pequeñas instalaciones artesanales. Su apoyo en todas las fases del trabajo, fortalece
sus potencialidades, obrando además en los tres campos de trabajo definidos por la cadena:
uva fresca, vinos y singanis, con productos de asistencia técnica y financiera diferentes.

Además, integra las bodegas y viñedos con el turismo. Proyecta entregar mejores y amplias
condiciones para el desarrollo de rutas, el acompañamiento especializado y la instalación de
facilidades especiales para los turistas.

RUTAS DEL VINO

Ruta Valle de Santa Ana

Visita a 3 diferentes bodegas (2 industriales y 1 bodega artesanal), degustación de vinos


artesanales, paseo por los viñedos.

Ruta Alto Verde

Recorrido por Tarija: museo paleontológico, Iglesia de San Juan, Iglesia de San Francisco,
La Catedral y distintos miradores del valle tarijeño.
Valle de la Concepción, centro de la vitivinicultura tarijeña. Visita a una bodega y fincas de
vinos artesanales, instalaciones, degustación de diferentes vinos y caminata por los viñedos.

Ruta de los varietales

Recorrido por toneles y plantas de vid, bodegas con detalles de vinos y singanis de Tarija,
degustación de varias cepas, paseo por los viñedos, conociendo variedades de uva como
Cabernet Sauvignon, Barbera, Merlot, Syrah, Moscatel de Alejandría, Riesling, etc.

Contacto con especialistas en la elaboración de vinos y singanis industriales y artesanales.


Degustación de quesos y jamones. Visita al pueblo de la Concepción.

El enfoque financiero distingue claramente a IDEPRO. Sus tareas nacen del conocimiento
de los actores de la cadena, el contexto en el que actúan y su integración. El propósito es
obtener mejores cuotas de mercado.

RESULTADOS AL PRESENTE

La estrategia nacional de la cadena de uvas, vinos y singanis, proyecta un alto crecimiento


de la capacidad de cultivo y el consumo/cápita en Bolivia.

Los diversos objetivos de impacto social, entre los que destaca la creación y mejora del
empleo existente, situarían a Bolivia en un contexto más firme y atractivo para el desarrollo
de inversiones posteriores que, quizá, en el futuro permitan al producto boliviano competir
en los grandes escenarios de calidad, tecnología e innovación.

Respecto del singani, la cadena reconoce una oportunidad de carácter especial, pues, se
trata de una bebida que sólo se produce en Bolivia, diferente al pisco peruano y chileno.
Las características especiales del producto boliviano: fragancia y tersura al paladar.

El mercado se renueva, es preciso irrumpir en él con una personalidad noble, entregando lo


que se ofrece y distintiva, para crear más razones que fundamenten la denominación de
origen.
IDEPRO acompaña creativamente este proceso, integrando su especialidad como oferente
de servicios de asistencia técnica y financiamiento, juntos, lo que caracteriza de especial
forma su papel y resultados en la cadena de uva, vinos y singanis.

RETOS FUTUROS

Inversiones, nuevas inversiones en investigación y desarrollo.

Inversiones de actores privados en tecnología y equipos de producción que mejoren


procesos artesanales y tradicionales

Dominar la naturaleza, controlando efectos perversos del clima que disminuye radicalmente
las proyecciones de producción (las pérdidas el año 2002, fueron de 1/3 de la cosecha) y
modificaciones en la utilización de agroquímicos

Ampliación de cultivos, Difundir la producción de nuevas uvas entre los productores.

Transitabilidad, calidad en los caminos y rutas interprovinciales

Aumento de la producción, Insuficiente volumen de oferta exportable. Acceso, a créditos y


financiamiento a los productores.

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