El arquetipo de “La Emperatriz” en Midsommar

Sin duda alguna, “Midsommar”, al igual que “Hereditary” el film previo con el debutara su
director Ari Aster, explora diferentes temáticas como: las prácticas ritualistas en los cultos, el
dolor de la pérdida familiar, la soledad de sus personajes y en una perspectiva más amplia, los
diferentes arquetipos que se manifiestan tanto en la creación de los personajes como en los
símbolos que representan a las deidades en estos cultos que el director ha descrito en éstas
dos películas que ya tiene en su haber.

El argumento se centra en la historia de Dani Ardor interpretada por Florence Pug quien
después de que su hermana menor asesinara a sus padres y se suicidara, decide ir con su
novio Christian Hughes interpretado por Jack Reynor a una campiña Suecia en un viaje
propuesto por Pelle (Vilhelm Blomgren) uno de los compañeros de antropología de Christian el
cual pertenece a una “Comunidad” que está a punto de celebrar un festival llamado
“Midsommar” o “La Mitad del Verano” en el viaje también les acompañan Mark y Josh
representados por Will Poulter y William Jackson Harper respectivamente.

Al llegar, los personajes son abordados por los miembros de la comunidad los cuales, antes de
poder entrar les proveen hongos alucinógenos para propiciar en ellos una especie de
“limpieza” lo que ya advierte el estado de conciencia alterada que será parte importante en el
desarrollo de la historia, así, podemos observar desde adentro las diferentes prácticas de esta
secta la cual denota una devoción profunda a la naturaleza y a la dualidad que da origen a
todo, conceptos como “El Padre y La Madre” , “positivo y Negativo” , “Masculino y Femenino” y
a la unión de estos dos “opuestos” que se entiende como el principio de todas las cosas.

De La Emperatriz como arquetipo

Aunque éste arcano tiene nombre y connotación femenina, su significado trasciende los
ideales e ideas del género, podría decirse que desde un punto de vista simbólico es un
hermafrodita. Al serle asignado el número III que es el producto del I como representación de
“Lo Masculino” la energía activa, el polo positivo, la abeja que fecunda la flor, “El Hombre”
sumado al número II relacionado con “Lo Femenino” la energía pasiva, receptora, el polo
negativo “La Mujer”; es entonces como La Emperatriz representa la fusión de estas dos
“energías” o “conceptos”.

Podría relacionarse con la teoría del Big Bang, una explosión de energía en eterna expansión,
sin un objetivo específico, sin orden aparente ni coherencia, solo una gran energía
expandiéndose. También se le atribuyen otros nombres y con éstos otras características, como
por ejemplo a “Gaia” o las diferentes representaciones de la madre tierra, la naturaleza, la
vegetación que crece sin rumbo fijo, esa misma que nace, se reproduce, muere y renace en sí
misma. Como un ser que copula con sigo mismo generando un estado de constante
reproducción.

Por otra parte, el autor Alejandro Jodorowsky en su libro “La Vía del Tarot” la describe
como una mujer la cual:
“Sostiene su cetro, elemento del poder, apoyado en la zona del sexo. Bajo la mano se ve
crecer una hojita verde: es la natura naturans, una primavera perpetua. La pequeña mancha
amarilla que remata el mango del cetro indica que su poder creativo se ejerce con gran
inteligencia. Con las piernas abiertas, muy a gusto en su carne, podría vérsela en posición de
parto, como si, tras un proceso de gestación, se diera a luz a sí misma.”

Otros estudiosos del tarot tales como Eliphas Levi, autor de varios estudios sobre magia y
ocultismo entre los que destacan “Dogma y Ritual de la alta magia,” o “Fábulas y símbolos”
describe este arquetipo como:

“Gimel: El verbo, el ternario, la plenitud, la fecundidad, la naturaleza, la generación en los tres

En el libro "Manual para el Tarot Thoth de Aleister Crowley" de Gerd Ziegler se habla más del
aspecto femenino de este arcano, destacando su relación con ideas como “la fertilidad de lo
femenino” y “la belleza”, así, se describe como:

“La belleza por la que se siente atracción por otra persona está dentro de uno mismo. Ya sea
hombre o mujer, el individuo que se encuentra con éste arcano está actualmente en un proceso
de desarrollo y realización de tus aspectos femeninos. Se le ofrece la posibilidad de atender y
resolver los conflictos no resueltos con figuras maternales.”

De ésta manera se puede ver como en Midsommar, diferentes símbolos que se encuentran
relacionados a las ideas de femineidad, fertilidad, y las diosas que representan en diferentes
culturas estos ideales, tales como Gaia, Afrodita, Perséfone, Tonantzin para los aztecas o bien
Jord para los Nórdicos, se hacen presentes en imágenes como los grandes espacios verdes,
inundados por la luz del sol, colores vivos y brillantes y, sobre todo, la presencia abundante de
flores que en un momento parecen respirar por sí solas, representando la vida y la belleza
intrínsecas en la naturaleza.

El arcano encarnado en Dani

En este film, la trama se centra en el “viaje” del personaje de Dani, y cómo ésta llega a
representar la sombra o la parte negativa de éste arcano, víctima de un duelo no resuelto,
decide realizar éste viaje hacia la comunidad/secta en cuestión en Suecia donde, luego de una
serie de eventos que describen la forma de vida que ha adoptado este grupo de personas bajo
su sistema de creencias, entre los cuales destaca una especie de ritual o que termina siendo
una competencia entre las jóvenes mujeres de la comuna es nombrada “La Reina de Mayo”.

De esta manera, Dani termina encarnando o mejor dicho, personificando una deidad,
representando así el arquetipo de “La Emperatriz” y todas las interpretaciones y el simbolismo
que éste encierra: mayo, la primavera, la adolescencia, la belleza y la fertilidad (que en este
caso se representa en una escena muy particular donde Christian, su novio copula con una de
las chicas de la comuna en una especie de ritual de fertilidad).

Ahora, si bien Dani, encarnando a “La Reina de Mayo” se interpreta como una representación
de La Emperatriz, la misma termina siendo un ejemplo de lo que podría llamarse “la sombra” de
este arcano, ya que también se encuentra relacionado a las emociones descontroladas, a la
ira y hasta la violencia desmedida, en sus diferentes interpretaciones. La Emperatriz
puede llegar a ser el ejemplo de la energía que no tiene un rumbo fijo, descontrol, y
aparente caos. Esto se ve ejemplificado en la escena final, donde Dani, ya en la realización
total de su personaje como Reina de Mayo, cubierta enteramente de flores, símbolo predilecto
del arcano en cuestión, decide quemar vivo a Christian en el gran ritual de “Midsommar” luego
de darse cuenta que éste la engañó con una de las chicas de la comunidad.

El personaje de Christian, es quemado vivo junto a otros personajes masculinos en una

“La Emperatriz, por su parte, arde internamente, pero por fuera se reviste de frialdad. Para
entrar en ella habrá que seducirla, lo cual no es fácil. Pero, una vez superadas las defensas, se
nos acoge en el fuego creativo.”

Así mismo, Florence Pug comenta sobre su interpretación en ésta última escena en una
entrevista para Indiewire:
"Pensé que sería muy interesante tener al amor de su vida en el edificio (refiriéndose a la
edificación triangular) y es una niña que mira los fuegos artificiales".
"Así es como lo imaginé, diciendo:" Esta es alguien que ha enloquecido por completo ahora.
Ella no se da cuenta de lo que está sucediendo, y está muy contenta de que el fuego esté
subiendo ". Entonces, cuando lo filmamos, eso es lo que estaba tratando de alcanzar".
Ésta obra de Ari Aster termina siendo, en cierto modo, una representación de lo que puede
llegar a pasar cuando eventos traumáticos no son debidamente tratados, a lo que puede llevar
una liberación de emociones sin una estructura, o sin ningún tipo de proceso guiado que
permita la sana “catarsis” de un individuo, pudiendo llegar a sentirnos sin rumbo, sin
herramientas para lidiar con lo que se siente y (en medio de nuestra inmadurez emocional)
afectar a las personas que nos rodean (en este caso se representa de forma extrema) sin
embargo la naturaleza del film lo justifica. He ahí el terror en esta cinta ¿A dónde nos lleva el
resentimiento? ¿A qué punto puede llevar la venganza? y el peligro de no sanar nuestras
emociones hasta llegar al punto del descontrol y el “caos”.