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Peste Bubónica

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ENSAYO

LA PESTE BUBÓNICA
JHAN CARLOS MANUEL FERNÁNDEZ DELGADO

Hacia mediados del siglo catorce se dio uno de los eventos más catastróficos de la
historia, hablo de la peste negra una enfermedad que se propagó por toda Europa
sembrando muerte y destrucción, en parte por la falta de conocimiento científico y las
condiciones de vida de la población. En su momento se pensó que la peste era
producto de un castigo divino y no se conoció el verdadero origen del mal sino hasta
fines del siglo XIX (1).
Con la enfermedad aparecen fiebres, escalofríos, delirios y bubones que son
inflamaciones en las ingles, axilas y cuello de allí es donde proviene el nombre de peste
bubónica, esta daña la piel y tejidos causando necrosis y hemorragias dando una
apariencia de manchas negras por todo el cuerpo de allí su segundo nombre de peste
negra. La transmisión de la enfermedad se produjo a través de los barcos que
trasladaban a las ratas que contenían a las pulgas infectadas en una Europa
comercialmente conectada (1).
Esta enfermedad habría surgido en Asia central luego pasó a ciudades italianas
mediante la actividad marítima y luego se expandió a toda Europa. Según las fuentes
acabo más de un tercio de la población europea, y con más de 50 millones de personas
alrededor del mundo (2) convirtiéndose en uno de los episodios más oscuros de la
historia llegando a su máximo punto entre 1346 y 1347. Aunque esa no fue la única vez
en que este brote llegó a Europa (1).
Esta terrible epidemia no discriminaba a nadie y si bien algunas personas de acuerdo a
oficio estaban más expuestas a padecer esta peste, simplemente cualquiera sea su
condición social podían contagiarse (1) y terminar sus últimos días de la forma más
terrorífica, como por ejemplo Alfonso X rey de Castilla fue una de las víctimas (3), así
que nadie exactamente estaba seguro. Cuando algún pueblo o ciudad tenía
demasiadas victimas por supuesto muy pocos querrían estar cerca, para esto estaban
los médicos, especialistas que buscaban atender aquellos que padecían esta peste,
estos deambulaban por dichos pueblos cuidando a los ciudadanos tanto ricos y pobres,
ya que era la ciudad la que pagaba sus salarios (4).
Estos no eran como otros médicos de la época; es decir muchos no eran profesionales
y no habían recibido una formación formal, por lo cual era algo así como médicos de
segunda categoría o simplemente no se establecieron satisfactoriamente en dicha
profesión, algunos también eran jóvenes que buscaban abrirse paso en esta carrera.
Esto doctores se diferenciaban de los médicos generales completamente y eran
conocidos como médicos municipales o comunitarios de la pestes (4). Aun así era
posible que en un mismo pueblo o ciudad ambos médicos podían desempeñarse en
lugares como Francia y Países bajos, estos podían no tener ningún tipo de formación
como médicos y simplemente eran empíricos que pasaban prácticamente de un oficio
completamente diferente a dedicarse a la medicina.
Estos llegaron a considerarse muy importantes y recibían privilegios especiales por su
trabajo como por ejemplo les permitía realizar autopsias (4). Pues viendo esta
situación pienso que es algo insensato, ya que en la época medieval no eran vistos con
buenos ojos puesto a que la iglesia lo consideraba impuro. Se dice que se les
consideraban tan valiosos que incluso se cuenta que algunos eran secuestrados para
pedir luego un rescate por ellos (4).
En resumen por lo visto su labor era bien valorado. En un día cualquiera estos doctores
tenían antes que nada alistarse para realizar su rutina respectiva y para esto debían
usar un atuendo especial, ese que para muchos es el aspecto más recordado de estos
personajes y que seguro las personas que conocen y les gusta la historia en algún
momento lo hayan visto. Sin embargo según las fuentes graficas los médicos de la
peste utilizaban a lo largo de los años una gran variedad de vestimentas. Pero veamos
de que se trata este en particular, este atuendo habría sido utilizado en primer lugar
en París y su invención se atribuye al médico francés Charles de L’Orme en 1619 y
luego su uso se expandió a toda Europa (4). Este consistía en una túnica de tela gruesa
encerada, una máscara con agujeros con lentes de vidrio y una especie de nariz cónica
que tenía la forma de pico de ave. Este tenía la forma para ser llenada de sustancias
aromáticas, hojas de menta, mirra, pétalos de rosa, clavos de olor entre otras, ya que
se creía que las emanaciones fétidas eran la causa de la enfermedad, es por eso que
también se le rellenaba de paja que servía como un filtro para el mal aire.
Además el medico llevaba siempre un bastón que le servía para examinar a los
pacientes sin tocarlos. Ese también solía ser usado como una herramienta en casos de
arrepentimiento por pecados, ya que al creer que dicha peste era debido a un castigo
divino muchos pedían ser castigados a modo de penitencia y claro también podía
servir para alejarlos de su presencia (4). Por su puesto este tipo de vestimenta también
para mucha gente solía generar pánico, ya que solida ser visto como un signo de
muerte y enfermedad; así pues el doctor con aquella vestimenta se embarcaría en la
tarea de ayudar a quien lo necesite aunque muchos de ellos no tenían idea de cómo
curar la enfermedad.
Bien, si eras una persona que le gustaba caminar en medio de una ciudad diezmada
por una peste, pues posiblemente te podías topar con un médico, que de encontrar
que no te ves tan bien te podía dar la noticia de que estas infectado. Los síntomas a
menudo podían incluir la presencia de bubones que son lesiones cutáneas que
adoptan una coloración negra azulada, además de fiebre entre otros síntomas ya
mencionados. Por supuesto algunos doctores sacaban provecho de su cargo, ya que
algunas familias estaban dispuestas a pagar lo que sea por la salud de algún ser
querido. Algunos venderían supuestas curas a precios muy elevados. Estos doctores
por ejemplo para sus fines podrían usar la sangría o remedios extraños como poner
sapos o sanguijuelas en los en los búhos para según ellos rebalancear los humores y
seguro algún otro brebaje hechos con extraños ingredientes (4).
Algunos de los doctores más conocidos fueron por ejemplo Michael de Notre Dame o
también conocidos como Nostradamus y mundialmente recordado por su profecías.
Este daba consejos sobre medicina preventiva contra la plaga. Algunas de sus
recomendaciones eran eliminar los cuerpos de los infectados, tomar aire fresco, tomar
agua limpia y beber jugo con rosa mosqueta. Otro médico conocido de la época fue
Giovanni De Ventura quien se desempeñó como médico de la peste en la ciudad de
Pavía en Italia en 1479 (4). Mientras que en España, Francia e Italia el doctor irlandés
Niall O’Glácain se ganó el respeto por su valencia al cuidar de los pacientes enfermos.
Por su puesto en cuanto al número de doctores y la ayuda en general no parecía nada
vasto tal como lo señala algunas de las descripciones de Giovanni Boccaccio quien fue
testigo de la peste Bubónica la cual lo describía así: “Ni el consejo de los médicos ni la
virtud de la medicina ninguna parecía ayudar o beneficiar a la curación de esas
enfermedades” (4). De hecho no solo muy pocos se recuperaban sino que casi todos
morían a los 3 días de la aparición de los signos, algunos más pronto y otros más tarde.
Algunos piensan que esta enfermedad no fue la que causo la peste negra sino otra
enfermedad pero de todos modos este es la más razonable para decir que esta fue y
muchos historiadores, comentaristas y científicos piensan que sí verdaderamente esta
fue la plaga.
Como ven la peste negra fue una de las calamidades naturales más terroríficas de esta
parte de la historia y que sin duda se convirtió en una de esas pruebas difíciles en las
que la humanidad tuvo que reponerse de un escenario terrorífico que vio en sus calles
aparecer a uno de los personajes más inquietantes de la historia hasta el día de hoy.
Aún hay mucho que conocer sobre esta etapa de la historia, pero si se siente en claro
que la peste negra fue una plaga que no distinguió entre ricos y pobres, despobló
ciudades enteras en Europa Medieval y el pavor que causó se ve reflejado hasta el día
de hoy en la pintura y literatura de la época como bien es el caso Pieter Brueghel quien
refleja en su arte dicho acontecimiento revelador titulado El triunfo de la muerte (1).
Cabe mencionar que durante la edad media, se atribuyó el mal, al aire contaminado
por los cuerpos en descomposición y explicaciones sobrenaturales como la posición de
los astros, más común aun fue la creencia de un castigo divino por los pecados de la
humanidad como bien se ha señalado (1). Fue en el siglo XIX que se superó esta visión
providencialista del mal, a partir de una epidemia que asolaba Asia, dos bacteriólogos
de forma paralela e independiente, demostraron en 1894 que el origen de la peste
estaba asociada a una bacteria. Ellos fueron el suizo Alexandre Yersin, científico del
Instituto Pasteur, y el japonés Kitasato Shibasaburo. La bacteria lleva ahora el nombre
de Yersinia Pestis en honor de uno de sus descubridores. Yersin aisló el bacilo en un
laboratorio y demostró la relación entre la enfermedad humana y la rata. A partir de
sus trabajos se sabe que la bacteria afecta a roedores y la peste se transmite a través
de los parásitos que viven en estos animales, en especial las pulgas (1). Las cuales
inoculaban el bacilo a los humanos cuando los picaban, la peste era pues un mal que
se pasaba de los animales a los seres humanos, algo particularmente dramático en una
época donde la convivencia entre animales y seres humanos en la misma vivienda era
común.
La Yersinia Pestis es una bacteria como bien se hizo mención pero fue la que causó la
plaga de Justiniano (5), la cual ocurrió una pandemia en el reino de Justiniano I
causada por la peste Bubónica que afecto al mundo mediterráneo con mayor
incidencia en el imperio Bizantino entre los años 541 y a 544 después de Cristo (1). Fue
una de las mayores pandemias de la historia con impactos similares a los de la peste
negra que ocurrirá mucho más tarde en el continente europeo como ya se hizo
mención. Esta se trataría de la segunda pandemia de esta enfermedad, sin embargo en
el año 1855 a 1918 se dio una tercera pandemia de peste negra o peste bubónica (1).
La bacteria yersinia pestis afecta tanto a animales como a humanos. Cuando la persona
es infectada por la bacteria, a la enfermedad se le llama peste (6). La peste es una de
las enfermedades bacterianas más agresivas provocando frecuentemente la muerte de
la persona infectada si no recibe el tratamiento antibiótico adecuado.
La peste es una enfermedad natural de los roedores, siendo las ratas el principal
reservorio de la enfermedad (5). Tras ser infectadas las mayorías de las ratas mueren,
pero un pequeño porcentaje sobrevive. La pulga de la rata oriental o pulga tropical de
las ratas, Xenopsylla cheopis, es la responsable de contagiar a más ratas, mejor dicho
es el vector para el contagio de la enfermedad (1). Cuando las ratas son contagiadas la
enfermedad se extenderá de forma que la mortalidad entre las ratas se hace tan
elevada que la pulga busca hospedadores, llegando hasta el hombre.
Existen tres manifestaciones clínicas, en primer lugar, estaríamos hablando de la peste
bubónica, que es tipo de infección más común, después que una persona es mordida
por una pulga infectada, el torrente sanguíneo lleva a las bacterias a los nódulos
linfáticos generando bubones en las ingles y axilas (5). Los bubones son como capsulas
llenas de bacterias multiplicándose. La viscosidad que rodea a los bubones evita que
las defensas del cuerpo actúen contra las bacterias. Pronto aparecen más bubones
hasta que se rompen invadiendo todo el sistema circulatorio. En este estado se
producen múltiples hemorragias y dan lugar a manchas negras sobre la piel. La
infección causa gangrena, dolores, shock y delirio. Si la peste no es tratada antes del
estado septicémico, la muerte sobreviene al cabo de 3 a 5 días (6).
En segundo lugar, la peste neumónica es un tipo de infección que se produce cuando
las células de la yersinia pestis son inhaladas directamente, o bien llegan a los
pulmones durante la peste bubónica (6). La infección suele transcurrir sin síntomas
hasta los dos últimos días del proceso infectivo, en los cuales se emiten gran cantidad
de esputo con sangre (1). En ausencia de tratamiento la muerte sobreviene en 2 a 3
días (5).
Por último, la peste septicémica es un tipo de infección que implica una rápida
dispersión de yersinia pestis por todo el cuerpo a través del torrente circulatorio, sin
tiempo para que se forme los bubones (6). La muerte suele sobrevenir en un día a tres
días, por lo que habitualmente no da tiempo a ser diagnosticada hasta la autopsia (5).
Si el tratamiento se inicia rápidamente la probabilidad de que una persona muere es
de un 1 a 5 %. La peste neumónica y septicémica también puede tratarse, pero suelen
progresar tan rápidamente que los antibióticos siempre llegan tarde. Por esta razón las
personas con peste necesitan ser tratadas de inmediato. Si el tratamiento no se recibe
dentro de las 24 horas siguientes a la aparición de los síntomas iniciales, aumenta el
riesgo de muerte (2).
Para tratar la peste, se utilizan antibióticos como estreptomicina, gentamicina,
doxiciclina o ciprofloxacina (2). Generalmente, también se necesita oxígeno, líquidos
intravenosos y asistencia respiratoria. Asimismo las personas con peste neumónica
deben mantenerse apartadas de cuidadores y otros pacientes. Las personas que hayan
tenido contacto con alguien infectado con este tipo de peste deben ser vigiladas
cuidadosamente y recibir antibióticos como medida preventiva.
En el pasado, las vacunas contra la peste fueron ampliamente utilizadas pero
actualmente, debido la aparición de antibióticos eficaces, el interés por la vacunación
se ha reducido (5). Las vacunas no son recomendadas como protección inmediata
ante un brote. La vacunación sólo es recomendada como medida profiláctica para los
grupos de alto riesgo (3), por ejemplo, personales de laboratorio que están
constantemente expuestos al riesgo de contaminación.
Las pruebas y exámenes para diagnosticar dicha enfermedad son hechas por el
proveedor de atención médica, el cual realizará un examen físico y hará preguntas
sobre sus síntomas (5). Los exámenes que se pueden hacer incluyen: hemocultivo,
cultivo de aspirado de ganglios linfáticos (líquido tomado de un ganglio linfático
afectado o de un bubón), cultivo de esputo y radiografía del tórax (2).
Para la prevenir la peste bubónica Las principales medidas empleadas para controlar el
riesgo de epidemias son el control de ratas y la vigilancia de la enfermedad en la
población de roedores salvajes (7). El objetivo de las medidas preventivas es garantizar
que las personas sean conscientes de las áreas donde hay peste zoonótica activa y que
tomen precauciones contra las picaduras de las pulgas y el manejo de los cadáveres en
las zonas endémicas de peste (2). Las personas deben evitar el contacto directo con
tejidos infectados o la exposición a pacientes con peste neumónica (5).
Si bien es cierto la peste bubónica mató a muchísima gente por no conocer al agente
causal, el medicamento eficaz y por la falta de prevención; todo ello debido al
menoscabo de conocimiento científico, puesto a que resplandecía el clero por lo cual
siempre se daba una explicación desde el ámbito religioso, pues esto generó cambios
en la fe de la iglesia sumándose peor aún las muertes de muchísimos monjes
religiosos, quienes se creía que iban a sobrevivir por ser seres de pulcritud, porque se
pensaba que la peste bubónica era dada por obra de Dios por los pecados cometidos
por la gente; pues estos acontecimientos redujo con mayor fuerza la fe de la gente en
el clero(8). El poder de la iglesia quedó totalmente menoscabado. La peste negra
representó en el momento en que la autoridad de la iglesia comenzaba a debilitarse de
verdad, pues la gente empezó a pensar que no era necesario tener a los sacerdotes
para hablar con Dios, esto supuso un cambio en la vida intelectual de los europeos.
Las epidemias fueron entonces el recordatorio del gran fracaso de la iglesia (8). Creo
que no es coincidencia que en pleno siglo XIV cuando hay una epidemia devastadora
como la peste Bubónica que no puede ser explicado por las razones ya mencionadas y
no defendida por la iglesia, esto produjo a que algo después se comience a cuestionar
a la autoridad universal de dicha institución.
Ante todo esto se podría decir que si queremos poner fecha a la reforma, todo
comenzó con este acontecimiento catastrófico en el siglo XIV. Puesto a que el en el
siglo XV se produjo una gran crisis en la Iglesia católica en Europa Occidental debido a
numerosas acusaciones de corrupción eclesiástica (1). Estos acontecimientos
permitieron la apertura de una nueva etapa la cual se conoce como la Edad Moderna
comprendida entre el siglo XV y el XVIII donde se dieron grandes avances tecnológicos
y científicos. Y más aún en la Edad Contemporánea comprendida entre el siglo XIX
hasta la actualidad donde se dio y se sigue dando el auge de la ciencia científica y
médica la cual tiene tratamientos más sofisticados y potentes para curar
enfermedades de gran intensidad como la peste bubónica

BIBLIOGRAFÍA
1. GEOGRAPHIC N. La peste negra, la epidemia más mortífera. Temas/
Enfermedades. 12 de julio del 2017.
2. Salud OMdl. Peste. Salud en las Américas. 2017 31 de octubre; I (12).
3. AMASUNO MV. CRONOLOGÍA DE LA PESTE EN LA CORONA DE CASTILLA DURANTE
LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIV. Monografía. Montreal: Universidad de McGill;
1994. Report No.: ISSN: 0213-2060.
4. Wikipedia Cd. Médico de la peste negra. [Internet].; 25 de noviembre del 2019
[Citado: 30 11 2019]. Disponible en: https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=M
%C3%A9dico_de_la_peste_negra&oldid=121560459.
5. Szyfres PNA y B. Zoonosis y enfermedades transmisibles comunes al hombre y a
los animales. In Salud OPdl, editor. Bacterioris y Micosis. Washington: Tercera
edición; 2001. p. 224-234.
6. Humanos DdSyS. Protéjase de la peste. [Internet].; 2017 [Citado: 30 11 2019].
Disponible en:
https://www.cdc.gov/plague/resources/235098_Plaguefactsheet_Spanish_508.pdf
.
7. Directivo C. ELIMINACIÓN DE LAS ENFERMEDADES DESATENDIDAS Y OTRAS
INFECCIONES RELACIONADAS CON LA POBREZA. Sesión del comité regional.
Washington, D.C: Organización Mundial de la Salud, Salud; 2009.
8. U. ALH. La Peste Negra. Tesis Doctoral. Navarra: Universidad de Navarra , Historia;
2005.

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