Manual para Matrimonios Comprometidos y Victoriosos
Manual para Matrimonios Comprometidos y Victoriosos
Manual para Matrimonios Comprometidos y Victoriosos
1
iglesias; quiebra nuestra salud y roba nuestra paz y tranquilidad
emocional.
Juan 10,10: “El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir, yo he venido para
que tengan vida, y la tengan en abundancia”.
Mi oración es para que los ojos de los cónyuges sean abiertos y puedan
ver claramente, los efectos destructivos que la contienda y la disensión
pueden tener en sus vidas, y que no nos equivoquemos negando el
conflicto o no confrontándolo. Por el contario, debemos permitir que la
paz de Dios gobierne nuestros corazones.
De manera que cuando se presenta el conflicto, el reto es reconocerlo y
luego enfrentarlo. Además, identificar las raíces y síntomas de la
contienda y luego sanar las relaciones problemáticas, para finalmente
aprender a desatar el poder y la bendición de Dios en cada una de
nuestras vidas.
2
Precisamente, la sensibilidad es tener el suficiente sentido común para
reconocer que todos tenemos puntos débiles y fuertes.
Las personas somos distintas. Eso es lo que nos hace individuos. La
persona con la que estamos casados es una fascinante creación de Dios.
Parte de la mayor aventura de la vida es llegar a conocer a esta singular
persona.
Por otra parte, cualquier pareja que vivan juntos tendrán que aplicar el
perdón en dosis generosas, porque negar el perdón y el amor, disminuye
presión innecesaria y dolorosa. Hay que permitir que el Espíritu Santo
llene nuestro corazón con un nuevo amor, porque Dios nos suple un
amor adicional.
Hay matrimonios en constante tensión debido a una relación en la que
han guardado centenares de pequeñeces, cicatrices, insultos, promesas
rotas y abolladuras. Al ir recogiendo más y más de esas malas
experiencias, nos cargamos de lamentaciones y cuentas pendientes. Si
nunca hemos tirado esa carga de “basura”, nuestro matrimonio se
vuelve demasiado pesado para llevarlo.
Afortunadamente, el Espíritu Santo nos suple con suficiente amor para
limpiar la basura que se ha acumulado en nuestras relaciones. El amor
me permite echar la basura y no echarla nunca en falta.
3
Cada pareja puede ser fortalecida por ambos tipos de amor. La Biblia
está repleta de enseñanzas y de excelentes ejemplos de amor
relacional.
El punto central debe ser nuestro cónyuge. Pedimos conducción acerca
de cómo podemos mostrar armonía, amistad, utilidad, fidelidad, alegría
y otros atributos para con la persona con la que nos hemos casado.
Estar llenos con el Espíritu Santo es estar llenos con Jesucristo. Su
control significa que Él controla también nuestro amor. Incluso si una
pareja dice: “Ya no nos amamos”, la situación está muy lejos de ser
desesperada. Es posible levantarse de las cenizas y mostrar una enorme
energía y vitalidad.
Ocurre que en las relaciones matrimoniales es normal que se caiga en
puntos bajos en varias ocasiones. Si se tiene un fuerte control sobre el
amor, serán menos sensibles a sufrir bajones, y los bajones que sufran
tenderán a ser de menor duración. Encontramos que el amor es un
recurso renovable. Y si el amor es “pedido” a Dios, podemos sentirnos
confiados que el amor reinará de nuevo en su relación.
Siempre que el matrimonio sufre un bajón, sea simple o severo, el
mensaje es el mismo: el matrimonio puede volver a vivir. Nuestra
relación con Jesucristo suple los recursos tan vitales para una relación
duradera.
La tolerancia, el perdón, la empatía y la atención son todas ellas virtudes
energizadas por Jesucristo.
Transición y Adaptación
Comprende aproximadamente los tres primeros años de casados. Es una
etapa fundamental puesto que en ésta se establecen los fundamentos o
bases de la relación. Durante este tiempo la pareja se adapta a un
nuevo sistema de vida, por eso las claves de esta fase son la
comunicación. la negociación y los limites. Es importante que los
cónyuges realicen un proyecto familiar, en el cual se visualicen a futuro
y establezcan las metas que quieran lograr. Los aspectos más
importantes para resolver en este período de ajuste son:
4
- Independizarse de las familias de origen, con el fin de lograr la
autonomía que toda pareja necesita para llegar preparada a las
siguientes etapas.
- Puesto que es un aprendizaje en un rol hasta entonces desconocido, se
requiere paciencia, confianza, tolerancia y apoyo entre los cónyuges.
- Es una etapa para establecer las reglas de intimidad, sobre los gustos y
preferencias, y aquellos momentos o situaciones que a cada uno le es
desagradable.
- La pareja se prueba en el manejo y administración del dinero, del
tiempo, así como en la distribución de tareas del hogar, entre otros. Es
momento de decisiones y acuerdos.
Establecimiento e Hijos
Esta etapa ocurre entre los tres y los diez años de casados
aproximadamente. Ya ha finalizado la luna de miel y el proceso de
adaptación, ahora hay un mayor conocimiento del cónyuge y es
probable que las desavenencias sean más frecuentes; o lo contrario
sean menos, producto de la madurez adquirida en la primera etapa de
convivencia.
En esta fase los cónyuges aterrizan; el amor va acompañado más de la
razón que del sentimentalismo. La voluntad juega un papel importante
en el binomio compromiso entendimiento.
En esta época la mayoría de las parejas se convierten en padres; hecho
que implica retos diferentes y una nueva organización de roles. Los
cónyuges deben evitar que la dedicación que requieren los hijos, no
desplace la relación de pareja. También hay que velar para que los
compromisos del trabajo, y las demandas de la vida diaria, no inicien un
gradual distanciamiento.
Realización y Definición
Suele acontecer entre los diez y veinte años de casados, puede coincidir
con la pubertad de los hijos y la edad mediana de los cónyuges. Esta
última marca un período de reflexión y renovación en la vida del ser
humano; por lo que es importante que el matrimonio se encuentre en un
estado saludable y que individualmente se afronte de la mejor manera.
Así no se convertirá en una amenaza para la estabilidad matrimonial.
Del mismo modo, los esposos deben procurar que las dificultades que
surjan por la crianza de los hijos, no afecten la unión conyugal. La
unidad en la autoridad y el trabajo conjunto, deben ser la prioridad.
5
En esta etapa los cónyuges deben ser bastante creativos, no caer en la
rutina (fácil y silenciosa) redescubrirse otra vez como pareja y
conectarse nuevamente. Deben recuperar los detalles -si los han
perdido-, también compartir hobbies y actividades que ambos disfruten.
El tiempo a solas, sin los hijos, es determinante en esta etapa.
Estabilización y Nido Vacío
Se presenta entre los veinte y los treinta y cinco años de unión. “Cuando
las parejas han sido capaces de resolver conflictos y crisis en las etapas
anteriores, este es un período de estabilización y una oportunidad para
lograr un mayor desarrollo y realización personal, y como pareja.” afirma
el autor Francisco Castañera en su artículo "Ciclo de vida del
matrimonio".
En esta etapa por lo general se da lugar al síndrome del “nido vacío”, lo
que sitúa a la pareja en una nueva forma de vida; ahora están el uno
para el otro. Para algunas personas, esta puede ser una situación
penosa, pues conlleva al desprendimiento de los hijos, y consigo el
sentimiento de soledad. No obstante, es algo que los padres terminan
asumiendo y lo superan al cabo del tiempo.
Lo valioso de esta etapa es la solidez y el conocimiento pleno de la
pareja: la capacidad de dialogar, de tolerar mejor las diferencias, de
reírse de los mutuos errores, de hacer las críticas de un modo amable,
de iniciar juntos alguna actividad. Es la ocasión para reafirmar más la
creatividad y encontrar nuevos desafíos a la vida matrimonial.
Vejez y Perdida
Esta etapa es a partir de los treinta y cinco años de matrimonio. Algunas
personas optan por la jubilación, así surge algo muy positivo y es que se
dispone de más tiempo para disfrutar el uno del otro. Se realizan
actividades antes imposibles por las ocupaciones laborales, y surge una
gran motivación: los nietos. Estos pequeños le dan luz y felicidad al
matrimonio en esta etapa.
Los cónyuges en este tiempo, tienen mucha necesidad de apoyo y
cariño uno del otro. Los conflictos en esta fase son bastante menos
frecuentes; la mayoría de las parejas se han estabilizado en líneas de
poder e intimidad.
Por otro lado, también encontramos la perdida de salud, capacidades
físicas o mentales, el distanciamiento de familiares, la soledad o perdida
de seres queridos y amigos.
6
V. ¿Cómo crear hábitos de conducta que conduzcan a la
armonía matrimonial?
(Tomado de las enseñanzas del presente curso)
7
La toma de decisiones en acuerdo y unidad con el Señor trae al hogar
beneficios como: prosperidad, creación de solidaridad, alimenta el amor,
afirma la victoria, ratifica la presencia de Dios y asegura el camino.
8
Los arrebatos de ira son pecado. ¿Cómo se manifiestan?: responder con
palabas agresivas y en tono alto al otro; atacando física y
emocionalmente al otro; maltratándose física y mentalmente a sí
mismo; tirando objetos o destruyéndolos; con miradas, gestos o
actitudes; reprimiéndose.
¿Qué consecuencias trae?: Se rompe la comunicación con Dios; trae
dolor; maltrato físico y psicológico; pierdes las bendiciones de Dios para
tu matrimonio; se convierte en una adicción. ¿Cómo puedo dejar de
tener arrebatos de ira?: Reconociéndolos como un pecado,
arrepintiéndose, pidiendo perdón al Señor y restaurando la
comunicación con Él; perdonando y pidiendo perdón al cónyuge;
pasando por alto las ofensas; renunciando a su deseo de venganza;
ocupándote del enojo en el momento oportuno; controlando la lengua.
Perseguir el fruto del Espíritu Santo en el matrimonio.
El fruto del Espíritu Santo es la expectación divina en nuestras vidas; es
lo que Dios espera que mostremos en nuestro actuar diario con nuestros
semejantes. Es en medio de las dificultades y privaciones cuando más
necesitamos el fruto del Espíritu Santo manifiesto en nuestras vidas.
¿Cómo lograr desarrollar ese fruto en nuestras vidas?: En primer lugar,
se debe expulsar el pecado de nosotros, aceptando la mano victoriosa
de Cristo. En segundo lugar, se debe permitir que el Espíritu Santo llene
nuestra existencia, para producir su fruto. Podemos lograrlo al unirnos
con nuestro cónyuge en las disciplinas espirituales día a día.
9
mandamientos de las Escrituras, las cuales, nos ofrece una lista de
factores positivos, como los que se indican a continuación:
Ser pacientes (Santiago 1:2-4); buscar el bien de otros (1 Corintios 13,5),
dar (Lucas 6,38), Ser desinteresados (Filipenses 2: 3-8), Ser verdaderos
(Colosenses 3,9), humildes (Filipenses 2:3-8), bondadosos (1 Corintios
13,3) confiados (Prov. 27,4), con visión realistas de sí mismos (1
Corintios 4,6), responsables (Lucas 16:10-12), protector de los demás (1
Corintios 13: 5,6), perdonador (Colosenses 3,139, contento (Judas
15,18), auto controlado y ecuánime (Prov. 16,32), diligente (Santiago
4,17), amable (Gálatas 5,23), compasivo (Colosenses 3,12), sensible,
cortés, educado (1 Corintios 13,5), fiel (Gálatas 5,22).
Número 2: Decido amarte al amarme y aceptarme como la persona que
soy.
Jesucristo dijo que debemos amar a Dios con todo el ser y luego
“amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22, 39). Como ser
humano creado por Dios eres digno de amor debido a varias razones: 1.
Dios te creó con la capacidad de ser amado. 2. Dios te creó valioso. 3.
Dios te creó competente.
Mientras más claramente te veas a ti mismo como capaz de ser amado,
valioso y competente, estarás mejor equipado para amarte
desinteresadamente y aceptarte a ti mismo como la persona que eres.
Número 3: Decido amarte al ser un amante fantástico.
El Señor Jesús identificó el factor motivador cunado dijo: “…todo lo que
quieran que hagan los hombres por ustedes, así también hagan por
ellos” (Matero 7,12). El amor real siempre está enfocado en el otro. Para
ayudar a entender esto, consideremos con atención las palabras
sustenta y cuida en Efesios 5. Sustentar significa llevar hasta la
madurez. Significa atender a la persona de manera integral: en lo
racional, físico, espiritual y social. El amor es proveedor. Cuidar significa
proteger de las inclemencias.
De manera que cuando un esposo ama a su esposa como se ama a sí
mismo, eso significa que él hace todo lo que puede para proveer
(sustentar) la seguridad, la felicidad y el bienestar de su esposa en lo
racional, físico, espiritual y social, del mismo modo que lo haría por sí
mismo.
Número 4: Decido amarte al perfeccionar mi habilidad de escuchar.
La comunicación sana es el mejor vaticinador de una relación sana. Y la
piedra angular de la comunicación sana es la habilidad de escuchar bien.
10
Más allá del mero oír, está el escuchar. Un corazón que cuida busca el
contacto por medio del oído atento. Y eso debe incluir algo de
retroalimentación verbal o de lenguaje corporal.
Hay unas sugerencias útiles para mostrar que estás escuchando lo que
está diciendo tu ser amado: reacciona físicamente, solicita más
información, reflexiona sobre lo que te ha dicho, repite o parafrasea las
aseveraciones con sentimiento, quédate en silencio cuando te esté
relatando algo, refrena el concéntrate en tu respuesta, y expresa tu
apoyo y aprecio.
Número 5: Decido amarte al aprender el arte de la comunicación.
Hay diez principios de la comunicación ingeniosa: Trabaja en tu
comunicación, aprende a negociar, procura entender, afirma el valor y la
dignidad de tu cónyuge, sé una persona positiva y alentadora, practica
la confidencialidad, espera el momento adecuado, comparte tus
sentimientos de sensibilidad, evita leer la mente y sé una persona
honesta.
Número 6: Decido amarte al demostrarte un amor tolerante, leal y
permanente.
Las relaciones más inseguras ocurren entre parejas que siempre están
tratando de cumplir las expectativas del otro en su desempeño. En
cambio, imagina la seguridad que otorga saber que tú y tu cónyuge van
a seguir amándose mutuamente sin importar nada.
Cuando reservas tu amor y devoción exclusivamente para tu cónyuge, la
relación se profundiza.
Lealtad significa pureza. Mantener la relación conyugal pura significa
que el esposo y la esposa van a guardar sus relaciones emocionales y
físicas exclusivamente entre ellos. El matrimonio debe ser puro: sin
aventuras extramatrimoniales. Un amor leal también es fiel.
Tu cónyuge necesita tener la seguridad de que tu amor continuará toda
la vida. Dios es el modelo de esta clase de amor.
Número 7: Decido amarte al resolver rápidamente los conflictos.
La resolución de los conflictos relacionales debe ser con: un borrón y
cuenta nueva, reconociendo nuestra imperfección, haciéndose
responsable de tus relaciones emocionales negativas, poniéndome en el
lugar del otro y resolviendo así no esté de acuerdo.
Número 8: Decido amarte al perdonarte siempre.
11
Perdonar significa borrar, renunciar a lo que se debe, abandonar el
resentimiento, poner la cuenta en cero, liberar de una deuda, cancelar
un castigo, aceptar el precio de la reconciliación, renunciar a todo
derecho sobre la persona que te ha lastimado y desprenderse de las
consecuencias emocionales de esa herida. También significa renunciar o
soltar. Significa dar misericordia, no exigir justicia.
Nuestro modelo y estándar para perdonar a otros es la misericordia y la
gracia de Dios hacia nosotros expresadas en la muerte sacrificial y
amorosa de Jesucristo.
Sin embargo, surgen razones para no perdonar como: la inseguridad, el
guardar rencor, la auto conmiseración, trasladar la culpa, enojo, y
juzgamiento al ofensor.
Número 9: Decido amarte al darle al dinero su importancia debida.
La unión relacional no está completa a menos que los dos estén de
acuerdo sobre las posesiones materiales y las cuestiones de dinero.
La Biblia indica que Dios es el dueño de todo, y para ser seguidores de
Cristo debemos renunciar a nuestro derecho de posesión egoísta y ser
solo administradores fieles.
Se deben establecer prioridades financieras, saber administrar el
presupuesto, planear juntos y mantenerse centrados, planificar y
esquivar las deudas, y hacer un registro de cuentas
Número 10: Decido amarte al mantener mi vida amorosa, fresca y
renovada.
Una relación amorosa no es estática. Para que una relación se mantenga
viva, crezca y madure, debe cultivarse continuamente. Hay algunas
cosas que ayudan a mantener fresca y renovada la relación como p ej.:
dejar ir lo que queda sin resolverse, ser agradecido, disfrutar el humor y
tratar de ser espontáneo.
12