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Amistad y El at (Libro Acompañamiento Terapéutico) U2

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[GUSTAVO ROSSI. GABRIEL PULICE 4, La cuesti6n de la amistad en el acompafiamiento terapéutico ‘Trabajo grupal sobre el texto de Pierre Aubenque: “Sobre la amistad en Aristételes” * Introduccién Esta clase consistié en un principio en un debate grupal a partir de Ja Lectura previa del texto de Aubenque, dehate queen parte vamos a reproducir a continuacin, Para este trabajo grupal, las consignas que se dieron estaban referidas a poder pensar la tematica dela amistad en relaci6n al acompaftamiento terapéutico. La inclusion de este tema se hace necesaria debido a que en el tra- bajo de los acompanantes, por cuestiones que hacen a la modalidad misma de esta practica clinica, es frecuente que la problematica de la amistad aparezca, abriéndose interrogantes acerca de como intervenit © responder desde el lugar del acompanante terapéutico, y qué orien- tacién darle a esas intervencionesen funci6n dela estrategia de un tra- tamtento. Eltexto de Aubenque, que es una presentacién ante el VIII Congre- so de Filosofia de la Lengua Francesa (1956), pone de relieve ciertas pa- radojas sobre la amistad, reconocidas como tales por Aristételes mis- ‘mo, paradojas que resulta interesante pensar en relaci6n al trabajo cli- nico del acompaftante terapénticn, cuando alga del arden de la amis: tad se pone en juego con un paciente. Remitimos, entonces, para el seguimiento de esta clise, ala lectura del articulo de Aubenque. También es recomendable, para profundi- zar en el tema, el extenso desarrollo que hace Aristoteles en la *Etica Nicomaquea’ donde dos desus libros (VII y IX) estan dedicados inte- gramente ala amistad. En Arist6teles van a aparecer conflictos y con- tradicciones que pueden pensarse como inherentes a la "esencia® mis- ‘ma de la amistad, como senala Aubenque, Este es el punto de partida para introducir nuestro debate en relacién a la practica del acompa- ante terapeutico. Debate: ¢Cémo puede pensarse la tematica de la amistad en el acompanamiento terapéutico? ‘Vamos a presentar en primer téemina los fragmentos que nas restl taron més interesantes del trabajo grupal promavido acerca de este te- * Texto aparecido en la revista “El murcélago", N® 2 (dirigida por G. Garcia). ‘Agradecemos al respecto el aporte de Guillermo Gross 6 Médulo T ‘ma en nuestro Seminario a lo largo de estos afios. Hemos extraido las puntuaciones, comentarios e interrogantes que nos fueron permitie do ampliar y enriquecer nuestra perspectiva, valorando cada vez mi la importencia de la problemética de la amistad en el trabajo clinico del acompafiante terapéutico. ‘Alumro: Una primera dificultad que se nos presenté fue el hecho de que, obviamente, ni Aubenque ni Arist6teles hablan de la amistad en el acompafamiento terapéutico... y de lo que dice el texto también hay cuestiones respecto de la amistad que son diferentes a cémo en- tendemos la amistad actualmente, con las que no coincidimos. ¥ bue- no, subrayamos algunas partes. “ELtema dela ley de proporcidn por ejemplo. Diceen el texto: "En to- das las amistades donde interviene un elemento de superioridad, es segtn la ley de proporcién que se hace necesario amar; por ejemplo: el mejor debe ser ‘més amado de lo que ama”. Pero, dice Aubenque, sila superioridad de ‘uno de los términos es tal que no hay medida comin entre ellos, ya que no habré amistad posible... Con esto no coincidimos. D:, eusl seria la opinién de ustedes? A: La relaci6n que se podria llegar a generar en el acompafiamiento terapéutico es como de una ilusoria amistad del paciente hacia el acompafante terapéutico, pero no retribulda. ¥ lo que nosotros pen- samos es que, éticamente, no podria ser retribuida desde el acompa- ante, que no podria por lo tanto ser tomada como amistad, porque no puede ser retribuida. No podemos, supuestamente, tener una rela- cién de amistad con un paciente. No es ético, entonces, plantear una amistad al paciente que no va ser tal, porque vamos a estar trabajan- do en dos planos, planteando una amistad que no es cierta. En eso coincidimos con otra cosa que dice Aubenque, cuando habla de prio- rizarla verdad ala amistad, ‘Dz {C6mo_o piensan en ese sentido, cudl seria la verdad a priorizar? A: Que nosotros no podemos plantearnos como amigos... Es deci simos piden que seamos amigos, éticamente esto no es posible. Diga- ‘mos, si nos pide el coordinador terapéutico, no sabemos, habré que considerar esto de que no es posible, desde nosotros como acomp: fantes terapéuticos, al menos. D: Pero ustedes hablaban de una “ilusoria” amistad desde el pacien- te, ilusoria vamos a tomarlo entre comillas.. De todas formas, habri {que diferenciar dos cosas, una demanda o efecto de amistad que po- dria originarse en el paciente, y una demanda de amistad o supuesta amistad en el caso en que lo plantee el coordinadar terapéutico. Esto To vamos a ir viendo. A: Amime parece que no puede haber una amistad entre elayudan- tey el paciente, en eso estoy de acuerdo, pero también creo que tiene ue haber un acercamiento un poco més estrecho entre el acompa- ante terapéutico y el paciente que el que tienen terapeuta y paciente. 37 [GUSTAVO ROSSI - GABRIEL PULICE Que haya otro tipo de acercamiento, distinto que con el terapeuta, no hablo de amistad tampocé D:Vos hablabas de “ayudante’, zpor qu : Quise decir “acompanante D:... Porqueno es la primera vez que aparece, esto del “ayudante te- rapéutico", por eso preguntaba, quizas habia sido algo que fue plantea- doen tu grupo, Yo Creo que lo of, de un curso de acompaftante, que alguien me lo comenté como ayudante, y me quedé, ‘D: Bueno, fue lo que surgié en la primera clase, este tema de ayudar. iAyudar a quién? ;Al paciente? ;Al terapeuta? En todo caso: jes de eso {eo que se trata en el acompafiamiento terapéutico, de ayudar? Pensamos, més bien, que este es un trabajo clinico sujeto a determi rnadas pautas, u orientaciones que se dan en funcién de un tratamien- to. Porque silo planteamos en estos términos, uno también diria que €l psicélogo “ayuda” al paciente, como si se tratara de una accion al- ‘tuista y no de una prctica profesional, que implica otras responsabl- lidades... Por eso también la pregunta que haciamos recién, porque a veces aparece este término de ayudante en lugar de acompafante Bueno, no sé si tienen alguna otra puntuacién. ‘A: Nosotros en el grupo propusimos ponernos de acuerdo para ha- cer el debate, tratar de poner algunos puntos en comin, a partir de cri- tetlos comunes, 0 sea, basarnos en el concepto de amistad de Aristote- les, porque cada uno tiene distintos conceptos de amistad y asi nunca vamos a llegar a nada, la base es poneros de acuerdo en el concepto de amistad... ‘Digamios "amigarse” en relacion a ese concepto... : Bueno, en el acompariamiento terapéutico dice Aristételes, per~

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