Cinco Segundos de Horizonte - Mario Montalbetti
Cinco Segundos de Horizonte - Mario Montalbetti
Cinco Segundos de Horizonte - Mario Montalbetti
Si no estuviera solo diría que esa línea, que esa tercera cosa
que se entromete entre el extraño cuerpo del cormorán
y el ascenso de la marea, el esplendor blanco de la luz,
ha cobrado una importancia desmedida. Una importancia
ideal, capaz de repetirse y divulgarse, pero una importancia
al fin. El esplendor blanco de la luz, esas fueron las palabras
que nacieron en memoria de lo que no podían nombrar: 10
miniaturas delicadas, brazos partidos, el golpe en vago.
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El cormorán grita. Es un grito extremo. Es un grito difícil.
Como esa escena en la que el pastor escocés en su lecho
de muerte le dice a alguien (no puedo decir a quién), le dice
«No lo entiendo, no lo entiendo» y luego cree escuchar
una voz que responde «Nadie entiende». El mar resuena
al fondo, pintando los sonares submarinos con los ecos
de crujidos e inmersiones y naufragios y errados animales.
Es un grito extremo. Es un grito difícil. Que lo hace retomar
las aladas y lo libera de la línea del horizonte. Y lo asciende
hacia el aire gris, del cielo gris, del que todos tenemos, «nadie
entiende», esa baja necesidad de hablar: el cielo gris de Lima.
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En el tercer cajón están las notas del caso. Ahora puedes leerlas:
una gran cantidad de limones o una gran cantidad de color amarillo
se acumula sobre una bandeja de vidrio. Tal vez se trata de un cuadro
de De la Jara en la Primera Bienal. El color amarillo no admite
discursos; como si una ruma de color fuera en verdad posible,
como si una mujer (puede ser ella, pero no puedo decirlo aún)
como si una mujer que está a punto de perder el olfato contemplara
una gran cantidad de limones sobre una bandeja de vidrio y extrajera
de ello la contundencia de un color, es decir, una visión. Escrito
a pie de página: en la bandeja solamente hay dos limones y la mujer
sujeta la bandeja delante suyo de tal forma que los dos limones ocupan
exactamente el lugar de sus senos, ahora visibles por el macizo amarillo
y los polos tuertos. Es una ofrenda. La mujer cruza la habitación vacía.
Yo | solo quiero entender aquellas palabras que, emitidas al amanecer,
[duelen al oído.
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Imágenes de separación
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quien nunca fue una sola vez sí mismo, vivirá para siempre.
Nada es. Tal vez el fuego que cambia es. He buscado leyes.
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Fondo del poema
Constanza Fuenzalida,
Tito Manfred, Matías
Fuentes y Álvaro Gaete.
Santiago, noviembre
del 2018.
De esta edición:
© Jámpster Libros
isbn: 978-956-6030-00-3
Primera edición
Santiago de Chile, 2018
Impreso en Gráfica lom
Jámpster Libros
Colección Poesía en Español:
Lejos de mí decirles
jampsterlibros@gmail.com
jampster.cl