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Las Placas Tectónicas
Las Placas Tectónicas
Las Placas Tectónicas
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PLACAS TECTONICAS
CLIMA
Mundo
Las placas tectónicas son fragmentos de litosfera que se mueven como
bloque rígido sobre el manto superior. Las placas tienen alrededor de 100 km de
espesor. Están compuestas por dos tipos principales de materiales: la corteza
oceánica, también denominada anteriormente sima (por
los elementos silicio y magnesio) y la corteza continental. La
composición litológica de los dos tipos de corteza difiere notablemente:
rocas basálticas, que dominan en la corteza oceánica, y rocas graníticas,
principalmente, de más baja densidad, en la corteza continental.
La idea de que la capa más externa de la Tierra está fragmentada en piezas
gigantes como un rompecabezas, o placas, que se deslizan encima de una
especie de banda transportadora de roca caliente y débil —elevándose en un lado
desde el manto subyacente y, en otro, hundiéndose de nuevo dentro de él—
explica gran parte de la estructura y el comportamiento de nuestro planeta: las
montañas y los cañones submarinos, los terremotos y los volcanes, la
composición misma del aire que respiramos.
Tipos de
Placas
Tectónicas
.- Placas oceánicas.
Aquellas cubiertas íntegramente
por la corteza oceánica, o sea,
el suelo de los océanos, de
modo que están sumergidas en
toda su extensión. Son delgadas, compuestas principalmente por hierro y
magnesio.
.- Placas continentales. Aquellas cubiertas parcialmente por la corteza
continental, o sea, por los continentes mismos, son el tipo más predominante de
placa tectónica y poseen generalmente una parte continental y otra sumergida en
el agua de los mares.
Placas mixtas. Aquellas que combinan corteza oceánica y continental, por lo
que son muy variadas en su composición.
Movimientos de Placas
Tectónicas
el movimiento de todas las placas tectónicas no es en la misma dirección, y
esto provoca que choquen y rocen unas contra otras, llegando el choque, a veces,
hasta la superficie de la tierra en forma de terremotos, formación de montañas e
incluso tsunamis si son choques entre placas oceánicas.
El Clima
El clima refiere a los patrones de variación en temperatura, humedad,
presión atmosférica, viento, precipitación y otras condiciones meteorológicas de
interés en una región geográfica determinada. Se suele distinguir al clima
del tiempo, pues por lo primero se entienden las condiciones a largo plazo en la
región, mientras que por lo segundo su estado en un período breve de tiempo.
Las diversas regiones geográficas del mundo poseen un clima asociado y
determinado por factores físicos y relaciones entre ellos, en lo que se conoce
como sistema climático, dado que operan de manera ordenada y recíproca,
incluso en los casos de climas extremos. Todo sistema climático se compone de
cinco estratos de interacción: atmósfera, hidrósfera, criosfera, litosfera y biósfera,
cada uno con características químicas y físicas particulares.
Al mismo tiempo, el clima puede ser estudiado desde perspectivas
históricas (paleoclima) para comprender los procesos de formación de nuestro
planeta, entre ellos el origen de la vida; o desde perspectivas proyectivas, para
elaborar predicciones y comprender los procesos puestos en marcha en materia
ambiental en la actualidad.
Tipos de Clima
Existen muchas
formas técnicas
de clasificación
de los climas, empleando escalas diversas y con aplicaciones puntuales en el
estudio de la materia. Sin embargo, la clasificación más simple de todas es la que
atiende al grado de calor del clima en cuestión, y distingue entre tres posibilidades:
Climas cálidos. Aquellos que presentan temperaturas elevadas más
constantemente, como el clima ecuatorial, el tropical, el subtropical árido, y los
climas desértico y semidesértico.
Climas templados. Instancia intermedia entre los cálidos y los fríos, con
variaciones importantes de acuerdo a la estación y mucha variabilidad
meteorológica. Tales como el clima subtropical húmedo, el mediterráneo, el
oceánico y el continental.
Climas fríos. Aquellos en los que predominan las temperaturas bajas a lo
largo del año, como son los climas polares, el clima de montaña o de tundra.
Factores
del
Clima
Latitud. La ubicación
geográfica de la región
cuyo clima se estudia influye enormemente en la temperatura del aire y la
incidencia de los rayos solares, lo cual explica la variación de las estaciones y
otros ciclos climáticos.
Altitud. Los metros sobre el nivel del mar a los que se halle una región, incidirá
sobre las variables de presión atmosférica y temperatura atmosférica que
presente, según la regla que afirma: a mayor altura, menor temperatura y menor
presión.
Distancia al mar. La cercanía o lejanía de la costa o de grandes masas de agua
como lagos importantes o grandes ríos.
Corrientes oceánicas. Los movimientos propios de las aguas oceánicas
redistribuyen las masas de agua del planeta y las mantienen en desplazamiento,
permitiendo que las aguas cálidas y las frías alternen su posición.
Relieve. La orientación de la forma geológica de la superficie terrestre puede
hacer una región más propensa hacia la sequía o la humedad, como ocurre con
las montañas, por ejemplo: al detener los vientos húmedos provenientes de la
costa, absorben la humedad y generan vientos secos del otro lado.
Dirección de los vientos. La masa de aire atmosférica se desplaza a menudo,
permitiendo que los aires fríos y calientes compensen su efecto de acuerdo a
factores como la presión, la geografía, etc.
Efecto Invernadero
Es un
fenómeno
natural que
ocurre en la
Tierra gracias
al cual la
temperatura del
planeta es
compatible con
la vida. El
proceso es
similar al que se da en un invernadero utilizado para el cultivo de plantas, pero a
nivel planetario.
Este proceso se inicia con la llegada de la radiación procedente del Sol a la
superficie terrestre. La mayor parte de la energía recibida es la denominada “de
onda corta”. De esta energía, parte es absorbida por la atmósfera -como en el
caso de la radiación ultravioleta-, otra parte es reflejada por las nubes, y otra llega
a la superficie del planeta -luz visible- calentándolo.
Una vez que esta radiación ha alcanzado y calentado la superficie terrestre, la
tierra devuelve la energía en forma de “onda larga” (radiación infrarroja) y es
reflejada y enviada de nuevo a la atmósfera. Determinados tipos de gases
atmosféricos, llamado “gases de efecto invernadero”, retienen parte de esta
energía (el 62.5%, aproximadamente) en el interior del planeta, y no dejan que
salga al espacio exterior.