Trabajo Final de Administración Agropecuaria
Trabajo Final de Administración Agropecuaria
Trabajo Final de Administración Agropecuaria
PRESENTADO POR:
ANA MARÍA RAMOS YARA
LUCÍA FAJARDO PINILLA
DOCENTE:
FRANCISCO JOSÉ MUÑOZ ORDÓÑEZ
ADMINISTRACIÓN AGROPECUARIA
UNIVERSIDAD SURCOLOMBIANA
FACULTAD DE ADMINISTRACIÓN Y ECONOMÍA
PROGRAMA DE ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS
NEIVA- HUILA
2019.
TABLA DE CONTENIDO
1.1. INTRODUCCIÓN:
La producción de tomate bajo invernadero o bajo condiciones protegidas es una práctica que se
viene adelantando en el país como una opción para la reconversión de cultivos, haciendo más
productivas áreas con severas limitaciones y condiciones adversas que son minimizadas,
obteniendo excelentes resultados, como el incremento en la productividad, la rentabilidad y la
calidad no solo en la apariencia física del producto sino en su inocuidad por la mínima aplicación
de plaguicidas. Los rendimientos bajo este sistema de producción han mejorado, si se comparan
los 1,5 y 2 kilogramos por planta obtenidos en campo abierto frente a los 5 y 8 kilogramos por
planta en invernadero, incrementándose así la productividad hasta en un 300 % por planta
(Corpoica, 2006-2013).
Por otra parte, los sistemas de producción bajo invernadero, se caracterizan por una mayor
inversión inicial para su establecimiento y mantenimiento, se emplea mayor mano de obra
contratada y representa el paso de la producción extensiva a una intensiva (Jaramillo, et al.,
2012), lo que ocasiona que no todos los productores cuenten con la capacidad económica para
hacer este tipo de sistema de producción. Sin embargo, los productores que han hecho el cambio
tecnológico de producción de tomate de campo abierto a producción de tomate bajo invernadero
en el municipio
del peñol, aceptan que, si bien la inversión para el establecimiento y mantenimiento de los
invernaderos es mayor, esto se compensa con beneficios económicos por el incremento del
rendimiento a más de un 50%. Por lo anterior, cobra sentida lo mencionado por Bartra (2009): el
campesino buscará mejorar la retribución de su trabajo, es decir la elevación del salario
autoatribuido, de modo que por encima del nivel de subsistencia todo esfuerzo adicional será
confrontado con el monto del ingreso generado y con la importancia de las necesidades no
básicas que tal ingreso adicional permitirá satisfacer.
1.3. JUSTIFICACIÓN:
Los sistemas de producción de tomate tienen gran importancia debido a que este producto
agrícola se considera valioso para la canasta familiar, según datos de la Organización de las
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, (FAO, 2012), la producción mundial en
2012 fue de 161.326.827t. En Colombia se encuentran sembradas aproximadamente 15.849 Ha
con una producción de 657.919 t (FAOSTAT, 2012). En el departamento Antioquia los reportes
más recientes fueron publicados en el año 2018, los cuales señalan una producción de 156.421
toneladas; donde el municipio con mayor producción es el peñol con 30.000 t y un área cosechada
de 250 ha.
1.4. OBJETIVOS:
2.2. CLIMA PROMEDIO DEL MUNICIPIO: En Algeciras, los veranos son cortos y caliente;
los inviernos son cortos, cómodos, opresivos y mojados y está nublado durante todo el
año. Durante el transcurso del año, la temperatura generalmente varía de 18 °C a 27
°C y rara vez baja a menos de 17 °C o sube a más de 30 °C.
En base a la puntuación de turismo, la mejor época del año para visitar Algeciras para actividades
de tiempo caluroso es desde principios de junio hasta finales de septiembre.
2.4. PRECIPITACIÓN:
Un día mojado es un día con por lo menos 1 milímetro de líquido o precipitación equivalente a
líquido. La probabilidad de días mojados en Algeciras varía considerablemente durante el año.
La temporada más mojada dura 7,9 meses, de 4 de octubre a 2 de junio, con una probabilidad de
más del 35 % de que cierto día será un día mojado. La probabilidad máxima de un día mojado es
del 55 % el 12 de noviembre. La temporada más seca dura 4,1 meses, del 2 de junio al 4 de
octubre. La probabilidad mínima de un día mojado es del 15 % el 9 de agosto.
Entre los días mojados, distinguimos entre los que tienen solamente lluvia, solamente nieve o
una combinación de las dos. En base a esta categorización, el tipo más común de precipitación
durante el año es solo lluvia, con una probabilidad máxima del 55 % el 12 de noviembre.
2.5. VIENTOS: Esta sección trata sobre el vector de viento promedio por hora del área
ancha (velocidad y dirección) a 10 metros sobre el suelo. El viento de cierta ubicación
depende en gran medida de la topografía local y de otros factores; y la velocidad
instantánea y dirección del viento varían más ampliamente que los promedios por hora.
La velocidad promedio del viento por hora en Algeciras tiene variaciones estacionales leves en el
transcurso del año.
La parte más ventosa del año dura 5,9 meses, del 11 de abril al 7 de octubre, con velocidades
promedio del viento de más de 7,6 kilómetros por hora. El día más ventoso del año en el 8 de
agosto, con una velocidad promedio del viento de 9,1 kilómetros por hora.
El tiempo más calmado del año dura 6,1 meses, del 7 de octubre al 11 de abril. El día más
calmado del año es el 29 de noviembre, con una velocidad promedio del viento de 6,1 kilómetros
por hora.
Toma
do de: Weather Spark.
La dirección predominante promedio por hora del viento en Algeciras varía durante el año. El
viento con más frecuencia viene del sur durante 6,3 meses, del 28 de marzo al 7 de octubre, con
un porcentaje máximo del 65 % en 29 de julio. El viento con más frecuencia viene
del este durante 5,7 meses, del 7 de octubre al 28 de marzo, con un porcentaje máximo
del 65 % en 1 de enero.
Tomado de: Weather Spark.
2.6. ENERGÍA SOLAR: Esta sección trata sobre la energía solar de onda corta incidente
diario total que llega a la superficie de la tierra en un área amplia, tomando en cuenta las
variaciones estacionales de la duración del día, la elevación del sol sobre el horizonte y
la absorción de las nubes y otros elementos atmosféricos. La radiación de onda corta
incluye luz visible y radiación ultravioleta.
La energía solar de onda corta incidente diario promedio por metro cuadrado no varía
considerablemente durante el año y permanece en un margen de más o menos 0,5 kilovatios-
hora de 5,4 kilovatios-hora.
Tomado de: Weather Spark.
3.1.1. ANTECEDENTES:
El tomate (Lycopersicon esculentum Mill.) es la hortaliza más importante en muchos países del
mundo. Su cultivo está difundido a todos los continentes y en muchos casos representa una de las
principales fuentes de vitaminas y minerales para las personas. Su fruto se destina principalmente
en su estado fresco para el consumo, pero también sirve como materia prima para elaborar
diversos derivados, como pastas, sopas y deshidratados, entre otros.
Si bien se cultiva tomate en más de cien países, tanto para consumo fresco como para industria,
los diez principales productores concentran más del 70 % del total mundial, Colombia ocupa el
puesto No. 34 en la producción mundial de Tomate.
La horticultura es una actividad que puede generar ingresos importantes, si se proyecta
adecuadamente la comercialización en el mercado nacional e internacional. El tomate es un rubro
que pueden ser sembrados en forma planificada, en una pequeña finca diversificada.
El tomate es una de la hortaliza más importante en el Paraguay. Sin embargo, bajo condiciones de
alta temperatura y humedad, el cultivo se ve afectado por diversas enfermedades que afectan la
producción que se realiza en campo abierto. Estas enfermedades causan el bajo rendimiento y
calidad e inclusive pérdida total. Debido a la agresividad de las mismas, solamente los
tratamientos en forma preventiva presentan cierto grado de eficacia, pero una vez que aparecen
los síntomas ya no tienen efecto.
El tomate puede cultivarse durante todo el año, pero hay que tener en cuenta que las heladas y el
calor excesivo pueden dificultar su buen desarrollo en esas épocas. Para subsanar estos
inconvenientes, es imprescindible la adopción de nuevas tecnologías, como ser el cultivo en
invernadero, el uso de mallas plásticas que intercepten más del 50 % la luz del sol, y mejorar el
sistema de riego. Para obtener buenos resultados, la elección de la variedad debe ir acompañada
por la adquisición de una semilla confiable, de buena calidad.
Por otro lado, para tener el agricultor éxito comercial, es conveniente que tenga buena información
del mercado para ajustar la época de cosecha con las de mejor precio.
El tomate es cultivado por su fruta comestible que se puede consumir fresco o cocinado. Se utiliza
para hacer tomate pelado, deshidratado, sopas, jugos, salsas, pastas, purés y en polvo. Los
tomates son muy utilizados como condimentos en la cocina y en la industria de enlatados. En su
estado verde, son usados para encurtidos y conservas. Las semillas de tomate contienen un 24%
de aceites, este se obtiene de las semillas presentes en los residuos de las industrias de
enlatados. El aceite se utiliza en ensaladas y en la fabricación de margarinas y jabones. Los
residuos son exprimidos para formar una torta usada como alimentos para animales o abonos. El
valor nutritivo de tomate no es muy alto, pero puede ser una fuente importante de minerales y
vitaminas si se estimula su consumo. Por estas y por muchas otras razones, el tomate es
considerado una de las hortalizas más importantes del mundo.
Así mismo, en Nicaragua, el tomate ocupa uno de los primeros lugares en consumo y
comercialización entre las hortalizas; los rendimientos varían en un rango de 12 a 18 t /ha.
Cultivándose anualmente de 2000 a 2500 ha. Según datos preliminares, en época de primera en
el periodo comprendido entre 1999-2005 se dedicaron en el país un promedio anual de 207 mz al
cultivo del tomate, con rendimientos de 768 cajas (de 25 libras) por mz; esto sin incluir la región.
Las principales áreas de producción de tomate en Nicaragua están ubicadas en los departamentos
de Matagalpa y Jinotega, particularmente en el valle de Sébaco y Tomatoya. También se produce
en las zonas de Estelí, Malacatoya, Tisma y Nandaime aunque en menor escala. Existen otras
zonas con potencial, como el valle de Jalapa, la meseta de Carazo y algunos valles de los
departamentos de Boaco y Chontales.
En el municipio de Tisma, Masaya uno de los rubros hortícola más importante es el tomate, ya que
este cultivo genera un gran porcentaje de los ingresos obtenidos en la zona. Dicho municipio,
presenta condiciones muy favorables para este cultivo, como es su clima y su topografía,
cultivándose anualmente un área aproximada de 50 mz de tomate, obteniéndose rendimientos
promedios de 750 cajas/mz, la época seca de noviembre a abril es cuando se siembran las
mayores áreas, debido a que se obtienen los mejores rendimientos del cultivo 2 y los precios son
mejores en el mercado; la producción de tomate de Tisma se comercializa principalmente en los
mercados de Managua y Masaya, por ser las plazas más cercanas al municipio, lo cual contribuye
a reducir los costos de comercialización.
El tomate es una planta nativa de América tropical, cuyo origen se localiza en la región de los
Andes (Chile, Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú) y donde se encuentra la mayor variabilidad
genética y abundancia de tipos silvestres.
Existe una evidencia histórica favorece a México como el centro más importante de domesticación
del tomate, lo cual es ampliamente aceptado por el mundo científico, ya que la utilización de
formas domesticadas en nuestro país, tiene ya mucha antigüedad y sus frutos eran bien conocidos
y empleados como alimento por nuestras culturas indígenas que habitaron la parte del centro y sur
de México, antes de ser conquistados por los españoles.
El tomate fue llevado a Europa junto con otras plantas y frutos de origen americano, en el siglo
XVIII, en donde se dio a conocer en España y Portugal con el nombre de tomate, posiblemente
por el nombre que le daban los indígenas en México, que, en náhuatl, era conocido como "tomatl".
El tomate que actualmente se cultiva, proviene de una de las especies pertenecientes al género
Lycopersicon, por lo que los científicos se inclinan hacia el tomate-cereza como ancestro
inmediato de este, que es la forma silvestre común en América tropical y subtropical.
USOS:
3.2.2. TAXONOMÍA:
El tomate es una especie dicotiledónea pertenecientes a las familias de las solanáceas. Esta
familia, es una de las más grandes e importantes entre las angiospermas, comprende unas 2,300
especies agrupadas en 96 géneros.
Clase: Dicotiledónea.
Orden: Solanales.
Familia: Solanáceas.
Subfamilia: Solanoideae.
Tribu: Solaneae.
Género: Solanum Variedad: Lycopersicum.
El tomate es una planta perenne anual de porte arbustivo; se desarrolla de forma rastrera
semirrecta o erecta. Según el hábito de crecimiento, las variedades se dividen en determinadas e
indeterminadas. En las variedades determinadas el crecimiento es limitado, de tipo arbustivo, bajo,
compacto y la producción de fruto se concentra en un periodo relativamente corto. Las
indeterminadas presentan inflorescencias laterales y su crecimiento vegetativo es continuo.
3.2.3.1. CARACTERÍSTICAS FÍSICO-QUÍMICAS:
El fruto es fuente de vitaminas A, B1, B2, B6, C y E, y de minerales como fósforo, potasio,
magnesio, manganeso, zinc, cobre, sodio, hierro y calcio. Tiene un importante valor nutricional ya
que incluye proteínas, hidratos de carbono, fibra, ácido fólico, ácido tartárico, ácido succínico y
ácido salicílico. El aporte de cada 100 g de nutrientes del tomate en agua es del 93,5%. En cuanto
a calorías es de 23 kcal, proporcionando al organismo la energía que necesita para realizar las
actividades diarias. La cantidad de aminoácidos del tomate se combinan para formar proteínas, las
cuales son usadas por el organismo para formar los músculos y también son necesarias para
mantener la masa muscular.
Forma: Aunque la mayoría de los frutos son redondeados, su forma puede diferir
según la variedad (esférica, alargada, periforme, etc.).
Tamaño y peso: Varía de los 3 centímetros (tomate cherry) hasta más de 10
centímetros (milano o larga vida); el peso varía entre 80 y 300 gramos.
FUENTE: CÁMARA DE
COMERCIO DE BOGOTÁ.
FUENTE: FAO.
PROPORCIÓN DE PRODUCCIÓN DE TOMATES, FRESCOS POR REGIÓN
(PROMEDIO 2007 – 2017).
FUENTE: FAO.
FUENTE: FAO.
PAÍSES EXPORTADORES:
FUENTE: OEC.
PAÍSES IMPORTADORES:
3.2.4.2. NACIONAL:
FUENTE: AGRONET.
En Colombia, la producción de tomate es común en casi todas las zonas. Sin embargo, el
departamento del Norte de Santander lidera la producción participando con el 29% del total de la
producción nacional, seguido de Antioquia con 11,4%, Boyacá con 11,3%, Santander con 10,4% y
Cundinamarca con el 6,5%.
FUENTE: CÁMARA DE COMERCIO DE BOGOTÁ.
Existen exportaciones de tomate desde Colombia por valor de 298.565 dólares (Partida
arancelaria 0702000000, 20029000000), siendo los principales países destino de las
importaciones Antillas Holandesas (228.174 dólares), Aruba (49.200 dólares), Ecuador (18.910
dólares) y España (2.281 dólares). Por su parte, los principales departamentos exportadores
fueron Cundinamarca con una participación del 52,8% del total exportado, Atlántico con 37,9%,
Bogotá con 6,3%, Santander con 2,3% y Risaralda con 0,8% (DANE, 2014. Cifras de Comercio
Exterior).
FUENTE: CÁMARA DE COMERCIO DE BOGOTÁ.
3.2.4.3. REGIONAL:
3.2.5.2. TEXTURA:
Suelo con cantidades aproximadamente iguales de arena, limo y arcilla, cuya textura ha de ser
franca.
Los denominados suelos medianos son ricos en nutrientes, no se encharcan y son fáciles de
cultivar. Son considerados los mejores suelos para la producción agrícola.
Determina la fertilidad y el grado de compactación del suelo. Puede variar entre 0,3 – 0,8 g/cm3 en
los suelos con alto contenido de materia orgánica o suelos arcillosos, y entre 1,3 – 1,8 g/cm3 en
suelos con textura arenosa o compactados (Suárez, 1986). Los suelos con densidad aparente
mayor a 1,8 g/cm3 limitan el desarrollo radical.
3.2.5.4. POROSIDAD:
Importante para el movimiento y retención del agua en el suelo. El tamaño para dar equilibrio entre
los macro poros y los meso poros está entre 1 y 3 mm, pues permite el suministro de aire
adecuado para el desarrollo de los cultivos. La capacidad de retención de agua es una de las
características más importantes del suelo para cultivos ya que determina la cantidad y frecuencia
de los riegos.
3.2.6. CONDICIONES CLIMÁTICAS:
La humedad relativa ideal para el desarrollo, crecimiento y fertilidad del cultivo de tomate oscila
entre el 60% y el 85%. Se requiere de 6 a 8 horas diarias de luz. El riego se debe suministrar
frecuentemente y de manera uniforme, ya que la insuficiencia de agua influye negativamente en el
desarrollo y en la producción.
El cultivo de tomate presenta varias etapas de desarrollo durante su crecimiento, las cuales
difieren en cuanto a las necesidades de agua y nutriente frente al desarrollo mismo de la planta.
Es importante resaltar que los tiempos son indicativos, ya que pueden ser diferentes dependiendo
de la variedad, del manejo del cultivo y de la zona en la cual se establece el cultivo.
Las BPA surgen a partir de las exigencias en cuanto a trazabilidad, higiene y demás información
relevante para la salud y bienestar de los compradores y que son traspasadas a los productores.
Implica una plusvalía para los productores que cumplan con ciertas normas y controles, pues
pueden comercializar su producto diferenciado (con mayores posibilidades de venta y con acceso
a mejores mercados). De la misma forma, las BPA favorecen al consumidor, al garantizarle el
acceso a alimentos que cumplen con sus estándares y las exigencias de seguridad
contemporáneas. Adicionalmente, la implementación de las BPA genera beneficios al medio
ambiente, ya que hacer uso adecuado y racional de los recursos naturales y de los productos
químicos reduce la contaminación, conserva la biodiversidad y valoriza los recursos del suelo y del
agua principalmente.
Dentro de los objetivos de la implementación de las BPA están: acrecentar la confianza del
consumidor en la calidad e inocuidad del producto, minimizar el impacto ambiental, racionalizar el
uso de productos fitosanitarios y de los recursos naturales (suelo y agua), promover técnicas de
bienestar animal, incentivar a los diferentes actores de la cadena productiva para tener una actitud
responsable frente a la salud y seguridad de los trabajadores y establecer la base de la acción
internacional y nacional concertada para elaborar sistemas de producción agrícola sostenibles.
En términos sencillos, la fisiología es la forma como la planta de tomate funciona como respuesta
a los factores ambientales y de manejo del cultivo. Por ejemplo, cuando se cultiva el tomate en
invernadero el funcionamiento (crecimiento, formación de racimos florales, desarrollo de frutos,
entre otros) es diferente al del cultivo a campo abierto, por efecto de las diferencias en la
temperatura.
Entender un poco la fisiología de la planta de tomate nos ayuda a comprender como las prácticas
del manejo del cultivo inciden en su productividad. La fisiología del cultivo depende de cada etapa
de desarrollo (Etapas fenológicas).
Su propagación se da por medio de las dos formas, tanto como sexual y asexual.
SEXUAL:
El tomate pertenece al grupo botánico de las angiospermas o plantas con flores y sus órganos
reproductivos, tanto masculinos como femeninos, se encuentran formando parte de las flores de
éste, con pétalos de un característico color amarillo, generalmente.
La flor del tomate es bisexual o perfecta, por contener tanto los órganos masculinos como
femeninos.
Cuando el polen liberado de las anteras de esta o de otra flor entra a través del estilo tiene
lugar la polinización y al llegar al ovario, se produce la fecundación de los óvulos y tanto el fruto
como las semillas que éste contiene comienzan a desarrollarse.
La reproducción sexual conlleva una cierta variabilidad genética y, por tanto, las plantas hijas
las que nacerán de las semillas son todas diferentes a la planta madre y padre, si el polen
procedía de otra planta. Además, las plantas "hijas" también serán diferentes entre ellas por lo
que éste es un buen método para lograr mediante selección nuevas variedades más resistentes
a plagas y enfermedades, mejor adaptadas a las condiciones de un lugar en concreto o con
mejor sabor, durabilidad, etc.
ASEXUAL:
Además de la reproducción sexual, a través de las flores, los frutos y las semillas, las tomateras
también puede multiplicarse de forma asexual, de manera que de una planta se obtienen otras
plantas "hijas" que en realidad son clones de la primera.
Es posible obtener clones a partir del esquejado de los brotes axilares chupones que se suelen
podar en las variedades de crecimiento indeterminado.
Además, al pié de las tomateras suelen aparecer brotes que proceden de una yema que se
desarrolló en la parte del tallo que se encontraba bajo tierra. En este caso, si el brote ha tenido
el tiempo suficiente, habrá emitido raíces y cuando lo arranquemos, será una nueva planta que
trasladada a una maceta o a otra zona del huerto prenderá fácilmente.
El injerto, también es posible en las tomateras para lo cual son necesarias al menos dos
plantas. Una de ellas será el patrón la que conservará las raíces y cuyo fruto no suele ser
interesante y la otra el injerto un fragmento de la planta o variedad que sí interesa reproducir.
Los tomates se agrupan en diferentes categorías según su uso y de acuerdo con la forma externa
de los frutos, generalmente se tienen cuatro tipos, que son lo más usados: Milano, Chonto, Cherry,
Industrial.
Los tomates tipo milano son de tamaño grande con peso promedio que va de 200 a
400 gramos, de forma achatada o semi-achatada, con cuatro o más lóculos. Se usan
en ensaladas y se consumen maduros o verdes. Los milanos cuentan con los
tomates arriñonados o acostillados, que fueron remplazados por los tomates
mejorados tipo larga vida de mayor rendimiento en la producción, tolerancia a
algunas enfermedades y larga vida útil en pos-cosecha.
Los tomates tipo chonto son de forma redonda u ovalada, levemente alongados u
oblongos, con dos a cuatro lóculos. Se consumen en fresco y son utilizados en la
preparación de guisos, pastas, ensaladas y encurtidos. Los frutos tienen un peso
promedio de 70 a 220 gramos.
El tipo cherry originalmente procede de la domesticación de la especie Lycopersicum
pinpinelifolium. Los hay en forma de pera, bombillo o redonda, así como de colores
amarillo, rojo, naranja o morado. Posee frutos de tamaño muy pequeño, entre 18 y
30 milímetros de diámetro y peso promedio de 10 gramos. Se agrupan en ramilletes
de 15 o más frutos y su consumo preferiblemente es en fresco, como pasa bocas, en
cocteles y para decorar platos.
Los tomates tipo industrial se caracterizan por tener gran cantidad de sólidos
solubles que los hacen atractivos para su procesamiento, principalmente en la
producción de salsas, pastas, zumos, purés, trocitos o cubitos, deshidratados, en
polvo o pelados. Se encuentran diferentes formas, desde redondos hasta piriformes,
y son de un color rojo intenso. Como se indicó anteriormente, los tomates tipo
industrial corresponden a las variedades de crecimiento determinado.
Las variedades de tomate son clasificadas según su hábito de crecimiento:
Tropic: Desarrollo abierto, tallos grandes, gruesos y erectos. Sus frutos son grandes y
redondos localizados en la parte superior y es buena productora. Su crecimiento es
indeterminado y tardío, con ciclo de 130 a 150 días en alturas mayores de 1300 msnm, los
frutos se rajan.
Río grande: Tomate de tipo industrial, buena para el mercado y procesamiento, plantas de
hábito determinado, grandes y compactas, produce frutos largo-ovalados, firmes resistentes
al transporte y a fusarium. Se cosecha a los 70 días después del trasplante.
VF-134-1-2: Planta de porte compacto pequeña, muy productora, los frutos son sólidos,
medianos, un poco cuadrados a redondos, muy resistentes al transporte. Son tomates de
industrial.
Floradade: Variedad de tomate tipo manzano, de excelente calidad y alto rendimiento. Sus
frutos son grandes de forma globular, color rojo intenso. Tiene resistencia a Verticilium,
Fusarium, y Alternaría. Se inicia la cosecha a los 80 días después del trasplante, es de
hábito semi- indeterminado.
UC-82: es de tipo industrial, aunque se destina más para el consumo fresco, es de hábito
determinado con follaje denso, produce frutos de forma redondo-ovalados, de tamaño
mediano con peso promedios de 80 a 90 gramos (g) por frutos, resistente al transporte,
Fusarium y Verticilium. Se cosecha a los 70 DDT no conviene sembrarla en la época
lluviosa debido al follaje denso que dificulta aireación y facilita la propagación de
enfermedades.
MTT-13: Es de crecimiento semi-indeterminado, con follaje denso y produce frutos grandes
(180g/fruto), de forma redonda acorazonada, se recomienda para zonas altas y frescas,
aunque en las zonas bajas como el valle de Sabaco, puede cultivarse en la época de
octubre a febrero.
Gem Pride: Es un híbrido de hábito determinado, vigoroso, la forma del fruto es redonda,
con un peso promedio de 90g, se recomienda con una densidad de 21,000 a 23,000
plantas por manzanas, para una producción de 1,500 cajas por manzanas.
Gem Star: Cultivar híbrido, de crecimiento semi- determinado, cuyo fruto es redondo y de
peso promedio de 80 a 100g, su potencial de rendimiento es superior a las 1,500 cajas/ms,
la densidad poblacional es similar a las de Gem Pride.
Yaqui: Híbrido de hábito determinado y fruto redondo con peso promedio de 80 a 100g, su
potencial de rendimiento y densidad poblacional es similar a la variedad anterior.
Bute: Es una variedad de porte semi- determinado, con rendimiento de 1,500 cajas/Ms, alta
resistencia al transporte, se usa mucho como variedad de exportación a El Salvador y
Honduras. Necesita bastante agua para su producción; el fruto maduro permanece mucho
tiempo sano, recomendada para sembrar en Estelí y Jinotega.
3.2.12. ESTABLECIMIENTO DEL CULTIVO:
La época de producción de tomate se realiza durante todo el año, con algunas restricciones o
limitaciones en invierno (Cultivos a campo abierto) sobre todo en zonas con altas probabilidades
de heladas.
En primavera- verano demuestra todo su potencial y donde se presenta las mayores ocurrencias
de plagas y enfermedades.
Dentro de las actividades de esta etapa se encuentran la selección, adecuación y distribución del
lote en donde se establecerá el cultivo de tomate, el mantenimiento del cultivo, la cosecha y la
adecuación del producto para el mercado.
Es importante tener en cuenta la interacción que pueda tener la variedad escogida con las
exigencias del mercado y con el ambiente al cual se enfrenta; es decir, a los factores
edafoclimáticos
mencionados anteriormente y que son vitales para la obtención de buenos rendimientos del
producto. Se han de planear correctamente las diferentes actividades de producción considerando
los posibles impactos ambientales que se causen y se puedan evitar, la tecnología, la mano de
obra, el transporte y la comercialización.
La preparación del terreno se debe de iniciar con una anticipación de 15 a 20 días antes del
trasplante para así garantizar que los rastrojos o malezas se descompongan antes de que se
trasplante y evitar que las plantas no sufran un recalentamiento producto del proceso de
descomposición. La preparación del terreno está acorde a las condiciones del productor.
Generalmente se inicia con un pase de disco unos 15 días antes, luego antes de que haya
germinado las malezas se realiza un pase de grada y otro más, un día antes de la plantación. El
día que se trasplante se deben de hacer los surcos de manera que queden de forma perpendicular
a la pendiente del suelo, para que a la hora del riego no se arrastren las plantas ni allá pérdidas de
nutrientes por escorrentías. Además, hay que considerar la dirección del viento y la orientación
solar con el propósito de garantizarle a la planta una mejor aeración y un mejor aprovechamiento
de las horas luz.
La preparación de campo se debe realizar con anticipación para poder trasplantar en el momento
oportuno.
Se recomienda realizar siembra de abono verde (avena negra, maíz, otros) antes de de iniciar el
cultivo para mejorar el suelo.
3.2.12.4.1. PROPAGACIÓN:
La siembra de las semillas se hace en bandejas plásticas de 128 celdas, lo que beneficia el
desarrollo radicular de las raíces (en calidad y cantidad). El sustrato a utilizar debe tener buenas
características físicas (porosidad, permeabilidad, aireación, retención de humedad), químicas
(aporte de nutrientes, alta capacidad de intercambio catiónico, pH entre 5.5 y 6.5) y biológicas
(libre de agentes patógenos y preferiblemente inoculados con microorganismos benéficos),
además de buen drenaje, alta capacidad de infiltración y una buena cohesión entre partículas. Al
realizar la siembra, las bandejas se deben colocar sobre un soporte o mesón que permita el
drenaje y no favorezca el encharcamiento. Los soportes se elaboran de alambre, guayas
tensadas, etc.
El tomate industrial en Centro América se siembra por trasplante casi en su totalidad y se utilizan
dos sistemas: en línea simple y en doble línea. El primero, la distancia entre surco es de 0.80-1.50
m. y entre plantas de 25-35cm, colocándose una sola planta por postura. En el de doble línea se
hace en eras de 90cm, sembrándose una cama en hileras dobles a 30cm entre plantas, y la otra
queda como surco muerto
3.2.12.4.3. EL TRASPLANTE:
Se deben establecer camas a una altura mínima de 20 cm, marcar los sitios donde van a ir las
plantas y abrir un hueco de mayor volumen al del recipiente que contiene la planta. El suelo debe
tener un nivel adecuado de humedad para facilitar la labor de trasplante. Las plántulas deben ser
sembradas sin deshacer el sustrato en el que vienen, dejando parte del tallo enterrado para
promover la emisión de raíces nuevas.
La época adecuada de trasplante de las mudas es cuando se abren totalmente 3 a 4 hojas (30
días de edad) y la densidad se realiza de acuerdo al sistema de plantación elegido:
En el sistema de plantación con dos tutores o doble hilera, la distancia entre plantas
es de 50 cm y entre hileras 100 cm, dejando un caminero de 80 cm.
Se debe realizar al atardecer, cuando el calor haya disminuido y el viento es
moderado.
Las plantas deben ser colocadas de tal forma que las hojas verdaderas queden
hacia al lado del caminero, esto con el propósito de que los racimos orales queden
del mismo lado y faciliten la cosecha.
Se debe tener en cuenta la profundidad del trasplante, lo ideal que sea la misma
que tenía en el semillero.
Regar 0,5 litros por planta.
Aplicar los productos fitosanitarios registrados para el cultivo, en forma preventiva
para controlar trips, mosca blanca. Esto se debe realizar durante las 4 primeras
semanas después del trasplante.
En cultivos a campo abierto se utiliza el trasplante en surcos individuales con distancias entre 0,8
y 1,2 m; las distancias a lo largo del surco varían entre 0,3 y 0,5 m de acuerdo con las
características de crecimiento de la variedad o hibrido utilizado. En cultivos bajo invernadero se
utilizan surcos individuales (dejando distancias entre estos de 1,0 a 1,4 m) y camas de doble surco
(con distancias entre surcos de 0,5 y 0,6m). La distancia entre camas oscila en 0,8 y 1,0m, y entre
plantas de 0,3 a 0,5m, alcanzando densidades de 2,2 a 2,5 plantas/m2.
Al tercer día del trasplante se procede a la colocación de los tutores, que son atados
a los plantines.
La colocación temprana evita que los plantinesse debiliten por el movimiento
causado por los vientos y se evita lesionar a las raíces en forma considerable si esto
se realiza más tarde, perjudicando el crecimiento de las plantas.
La altura de los tutores es muy importante y deben medir como mínimo 2,20 m para
las variedades de crecimiento indeterminado y 1,50 m para las variedades de
crecimiento determinado.
Se debe utilizar cintas de plástico con tratamiento UV a fin de no lastimar a las
plantas, el uso de hilo de algodón o tipo ferretería no es recomendado porque causa
lesiones a la planta.
Colocar un tutor o varilla de tacuara al lado de cada planta y sujetar con alambre,
que va tensado por los postes de ambos extremos de la hilera.
3.2.12.5.2. PRENDIMIENTO: Regar 0,5 litros de agua por planta 1 vez cada 1 o 2 días,
durante 3 a 5 días después del trasplante.
Inducción de la yema floral: Se realiza mediante el manejo de la disminución de la
cantidad y frecuencia de riego hasta que la planta demuestre síntomas de deficiencia
y luego se vuelve a regar.
Podar las yemas de las axilas en el momento adecuado, a los 3 hasta los 10 cm de
altura, no antes ni después, porque se genera un retraso vegetativo o estimula el
crecimiento vegetativo de tallos, hojas y raíces.
3.2.12.5.4. APORQUE: El aporque es una labor que no todos los productores la usan; ya
que, siempre y cuando el trasplante se haga correctamente no es necesario. Esta
práctica consiste en el levantamiento de un montículo de tierra a ambos lados de la
planta de tomate, formado una especie de camellón, lo que le permite a la planta un
mejor anclaje, mayor número de raíces adventicias y eliminación de malas hierbas.
3.2.12.5.5. LA PODA: Se realiza a la mañana con guantes desechables y se aplica un
antibiótico y un cúprico registrado para el cultivo de tomate, para prevenir el ingreso
de enfermedades por las heridas en la planta.
Las variedades de tomate con crecimiento indeterminado se manejan dejando uno o
dos tallos productivos los cuales se guían de manera vertical colgándolos del
tutorado; los brotes laterales se deben podar para evitar que se transformen en tallos
productivos aumentando la densidad, reduciendo el vigor de la planta para
finalmente generar un ambiente propicio para plagas y enfermedades. Se debe tener
precaución de no podar las estructuras florales. Que provienen del tallo principal.
Las podas balancean el crecimiento reproductivo y vegetativo y el manejo
fitosanitario al mejorar la aireación y luminosidad de la planta.
Se deja crecer la rama situada debajo del primer racimo oral y todas las que se encuentran sobre
ellas, no se realizan despuntes de ninguna rama superior.
El método por trasplante exige la preparación de áreas de terreno con condiciones óptimas para la
germinación y desarrollo de las plántulas. Por lo general, los semilleros se preparan con
dimensiones de 1 metro de ancho, 15 a 20 centímetros de alto con un largo de no más de 40
metros. La cantidad de semilla por metro cuadrado debe de ser de 1-2 g con el fin de garantizar un
buen desarrollo y disminuir enfermedades como el mal del talluelo, la distancia de siembra debe
de ser de 10 cm entre hilera y de 0.5 a 1cm. de profundidad, colocando la semilla a chorrillo ralo.
Antes de la siembra se recomienda desinfectar la tierra, lo cual se puede hacer por medio de
prácticas culturales como es la solarización, agua hirviendo 3 galones/m2, cal, etc. o bien hacer
usos de productos químicos no perjudiciales para la salud y el medio ambiente. Es recomendable
que el semillero se ubique en un terreno diferente o distante al de la plantación definitiva.
3.2.12.5.8. FERTILIZACIÓN Y RIEGO:
La fertilización es una práctica de manejo para aportar los nutrientes esenciales a los cultivos
cuando el suelo no los provee en una cantidad y un tiempo adecuados. El plan de fertilización para
tomate se basa en un análisis de fertilidad del suelo que permita identificar limitantes químicas
como acidez, exceso de sales, deficiencia o excesos de nutrientes o desbalance de estos. El
análisis debe tener en cuenta las extracciones de macronutrientes que están relacionados con las
condiciones de desarrollo del cultivo (suelo, clima y técnicas de cultivo), el destino de la
producción, la variedad sembrada y el rendimiento agrícola.
Las necesidades nutricionales del tomate son de unos 400-700 kg/ha de N2, de 100-200 kg/ha de
fósforo, de 1000-1200 kg/ha de potasio y de 100-200 kg/ha de magnesio; además, requiere de un
3-4% de sodio en el suelo, del 10 al 20% de manganeso y de un 40-70% de calcio. Cabe
mencionar, que las necesidades nutricionales del cultivo de tomate dependen por lo general del
estado de crecimiento de la planta, de la variedad y las condiciones del tiempo entre otros
factores. Así mismo, se puede decir que una fertilización eficiente es aquella que, en base a los
requerimientos nutricionales del cultivo y el estado nutricional del suelo, proporciona los nutrientes
en las cantidades y épocas críticas para la planta.
Las necesidades hídricas del tomate son muy variables y dependen en parte de la variedad
(crecimiento abierto o compacto), el estado de desarrollo del cultivo, el tipo de suelo o sustrato, la
topografía y las condiciones climáticas, el periodo más crítico para el riego ocurre desde antes y
después del trasplante, los cuatro primeros días del trasplante y desde el inicio de la floración
hasta el inicio de la maduración de los primeros frutos, es decir la época en que las plantas llega a
su máxima carga de frutos. El consumo de agua en esta etapa es de 1 litro por día por planta,
pudiendo regar de una vez 2 a 3 litros de agua por planta cada 2 o 3 días.
En las primeras semanas del desarrollo del cultivo tanto la masa vegetal como el sistema radicular
son pequeños, por lo que el aporte de agua debe ser bajo. Se recomienda aplicar riegos cortos y
frecuentes, para ayudar a mantener una humedad adecuada y un mejor desarrollo de raíces. A
medida que va creciendo la planta, el consumo de agua se va incrementando progresivamente
hasta que se forma el primer racimo floral.
Plantas recién trasplantadas: Aporte diario promedio entre 0,5 y 1,0 L de agua por
m2.
Plantas con 5 a 7 racimos en crecimiento: Aporte diario promedio entre 3,0 y 4,0
L/m2/día. Se debe evitar que el suelo se seque demasiado entre riegos.
Inicio hasta el final de la cosecha: Aporte diario promedio 4,0 y 5,0 L/m2/día.
Realizar monitoreos de la humedad profunda del suelo (entre 30 y 40 cm) para tomar decisiones y
ajustar el aporte de riego para cada etapa productiva.
Se recomienda realizar un aforo del sistema de riego determinando el número de emisores por
planta o por metro cuadrado y el caudal (litros por minuto). El riego localizado por goteo se
presenta como una opción adecuada para realizar el aporte de agua a las plantas.
Es importante realizar los riegos sabiendo cual es el momento en el que el cultivo y el suelo
realmente lo requieren; gran parte de las pérdidas en producción ocurren por una decisión de
riego mal tomada. Si no se cuenta con herramientas como tanque evaporímetro ni tensiómetros, la
decisión de cuándo y cuánto regar se toma realizando monitoreos en campo en diferentes puntos
del lote tomando muestras de suelo a 20 cm de profundidad y verificando con la mano la humedad
a dicha profundidad.
Debido al prolongado ciclo de cultivo y la baja capacidad de competencia durante las primeras
etapas de crecimiento (entre los 35 y 70 días después del trasplante), las malezas interfieren en el
cultivo, compitiendo por luz, agua y nutrientes del suelo o mediante la producción y secreción de
sustancias tóxicas para el cultivo que favorecen la presencia de plagas y enfermedades. Las
malezas deben ser eliminadas de forma periódica en forma manual o con azadones, teniendo
cuidado de no causar daño a las raíces.
Las plagas, las enfermedades y las fisiopatías en el cultivo del tomate deben ser identificadas a
tiempo para realizar un adecuando manejo, el técnico extensionista y el productor deben conocer
y detectar la aparición temprana de las plagas, enfermedades y fisiopatías con el -n de aplicar las
medidas de control establecidas en el presente material.
Situación 1: Los gusanos o larvas: Son insectos que sufren cambios fuertes a través
del tiempo: Pasan de huevo a larva (gusano), después a pupa (gusanos cubiertos
por capa dura y oscura donde se están transformando) y finalmente adultos (como
mariposas o cucarrones).
Situación 2: Insectos que no se trasforman a larvas: Existen otros insectos que
nunca se convierten en larvas. Estos pasan de huevo a un estadio ninfal (inmaduro
que en algunos casos se parecen a los adultos) y finalmente a adulto.
Estos estadios favorecen a las plagas, ya que les permite protegerse de condiciones adversas,
depredadores y hasta de las aplicaciones de agroquímicos que se realizan; es por ello que se
debe conocer el comportamiento de la plaga a controlar y atacar todos los estadios para poder
romper su ciclo de vida y reducir así su población.
Adicionalmente a las plagas que afectan los cultivos, se pueden presentan enfermedades, las
cuales son una alteración del funcionamiento de las plantas, causadas por un organismo y que se
manifiestan por síntomas como pudriciones, manchas y deformaciones.
3.2.13.1. PLAGAS:
3.3.13.2. ENFERMEDADES:
El objetivo principal del invernadero es mejorar las condiciones climáticas con respecto a la
intemperie, lo que permite bajar los riesgos en el cultivo. En la práctica la radiación solar es
impuesta por las condiciones meteorológicas. Para maximizar la entrada de radiación al
invernadero es necesaria una construcción liviana y una cubierta con buenas características.
Generalmente, la temperatura del aire en el interior es más alta por el balance energético positivo
generado por la cubierta del cultivo, la cual está elaborada con materiales que generan un cambio
en el ambiente, donde se concentran los vientos y se reduce la diferencia en la temperatura
nocturna con respecto a la diurna, conocido como “el efecto invernadero”. La temperatura y la
humedad se pueden modificar por medio de la ventilación del invernadero y otros accesorios como
calefacción, pantallas energéticas y humidificadores, todos éstos poco utilizados en Colombia por
su elevado costo.
Entre los tradicionales están los invernaderos de cercha, los invernaderos sin cercha (es decir,
aquellos que se construyen con un paral debajo de la cumbrera). La orientación del invernadero
en un terreno plano debe ser con las camas y naves en sentido oriente-occidente. De esta forma,
se logra que parte de la radiación directa del sol pueda penetrar hasta el fondo del cultivo. A la
vez, se deja la apertura de las cumbreras en el sentido contrario al de los vientos predominantes
para prevenir que una corriente fuerte levante el techo.
Cuando los terrenos son pendientes, se recomienda dejar el sentido de las camas y de las naves
perpendiculares a ella. Si ésta es muy fuerte se puede construir el invernadero con un techo en un
sólo sentido. Para las camas se pueden construir terrazas si la inclinación es fuerte, manteniendo
la altura de los diferentes parales igual y jugando con la forma de las cerchas para tener un buen
desagüe. Tanto en terrenos planos como en aquellos con pendiente, los canales deben tener una
inclinación suficiente que asegure un buen desagüe. Para lograrlo se construyen con una
pendiente aproximada del 10%, variando la altura de los párales. Las medidas estándar más
comunes son: 6.8 m. de ancho para las naves en invernaderos de cercha y 8 m. de ancho para
invernaderos sin cercha. En ambos casos se pueden dejar 5 m. para el ancho de los cuadros.
Los párales del invernadero pueden ser de madera inmunizada o de madera normal, sobre
mojones de concreto o enterrados directamente en el suelo, su longitud varía de acuerdo con el
diseño, la topografía del terreno y el clima, ya que en zonas cálidas deben construirse
invernaderos más altos. En los invernaderos de diseño tradicional con cercha, se utiliza madera
inmunizada. Para la unión de éstas se utilizan puntillas o tornillos, Por su parte, en el sistema
tradicional sin cercha, se utilizan varas de corredor y su longitud varía de acuerdo al ancho de
cada nave.
Dentro de las estructuras que soportan los invernaderos, existe una denominada "Carevaca", la
cual va fijada a los párales sirviendo de unión entre dos cerchas y a la vez soporta el canal que
recibe el desagüe de las cubiertas. Generalmente, las carevacas están hechas de un ángulo
metálico de 1.5 pulgadas o de repisas de madera inmunizada. El anclaje del invernadero y los
puntos de apoyo laterales están construidos en concreto, varillas y platinas. La estructura se fija a
los apoyos laterales mediante alambres o guayas metálicas. Cubiertas y características: Antes de
conseguir el material para construir la cubierta del invernadero es necesario tener en cuenta sus
propiedades:
o Propiedades ópticas: tienen que ver con el comportamiento del material frente a las
radiaciones, por lo tanto, es necesario evaluar la transmisión de luz sobre el material. Los
elementos para cubrir el invernadero son mejores cuanto más transparentes sean.
o Propiedades térmicas: a menor coeficiente de transmisión de la radiación mayor poder de
acumulación del material.
o Propiedades mecánicas: hacen referencia a la resistencia que soporta la cubierta a
esfuerzos como la tensión de la instalación, los vientos, las lluvias, el movimiento de la
estructura y las labores de mantenimiento del invernadero.
Uno de los materiales más utilizados como cubierta es el polietileno de baja densidad, estabilizado
contra la radiación ultravioleta. Los calibres más empleados son de 5 ó 6 milésimas de pulgada.
Para la instalación de la cubierta la tensión ideal se da por la elongación máxima del material con
respecto a la longitud inicial, ésta no debe sobrepasar el 2%. Es recomendable hacer la instalación
del plástico en las horas de la mañana o al finalizar la tarde, cuando la temperatura no sea muy
alta. La fijación del plástico debe hacerse de tal forma que sufra el mínimo de perforaciones.
Ubicación del invernadero: Al elegir el terreno donde se van a instalar uno o varios invernaderos,
es conveniente tener en cuenta los siguientes aspectos:
frío, que es más pesado, se mantiene en la parte baja lo que daña aún más las plantas. Para
evitar esta situación, el invernadero debe permanecer perfectamente cerrado durante las horas de
menor temperatura ambiental, de manera que se conserve la temperatura interior.
En las noches o durante las temporadas de invierno es recomendable usar estufas, eléctricas, a
gas, de aserrín, de leña o de parafina, con el fin de mantener la temperatura adecuada para el
desarrollo de los cultivos. Al instalarlas no deben quedar gases nocivos dentro del invernadero.
Cualquiera que sea el sistema de calefacción a emplearse, es muy importante inducir la
circulación del aire dentro del invernadero mediante ventiladores. Con esto se obtendrá una mejor
distribución del calor para favorecer todas las plantas. En zonas con corrientes de aire muy frías,
es conveniente instalar cortinas cortavientos alrededor del invernadero. Así, se evita que el aire
helado entre en contacto con las cubiertas laterales de los invernaderos, las enfríe y reduzca la
temperatura interior de éstos. Ventilación: La ventilación interior se controla teniendo en cuenta las
características y el estado de desarrollo de los cultivos y la temperatura interna. Al abrirse las
ventanas del invernadero, el aire tibio se vuelve liviano, lo que facilita su circulación. Es
recomendable hacer esta labor en las mañanas para eliminar el exceso de humedad que se
genera por la condensación de las cubiertas de polietileno.
Manejo del clima: El control clásico del clima es un proceso de entradas y salidas. Las entradas
se pueden clasificar en dos tipos: control y perturbaciones. Las entradas de control son las que se
pueden manejar y las perturbaciones son los factores que influyen en el proceso, pero no se
pueden modificar. En el invernadero, las entradas que se pueden controlar son: la posición de las
ventilaciones, la introducción del calor y el suministro de dióxido de carbono.
Por su parte, la luminosidad y la humedad de cada especie vegetal tienen un punto óptimo
diferente. El efecto de la fertilización cuando se combina con el dióxido de carbono (CO2) en los
cultivos hortícolas, aumenta la precocidad aproximadamente en un 20%, así mismo, genera
rendimientos del 25 al 30% y mejora la calidad del cultivo y de la cosecha. La temperatura del aire:
es el factor que más influye en el crecimiento y desarrollo de las plantas. Normalmente, la
temperatura óptima para las plantas se encuentra entre los 10 y los 20º C. La temperatura al
interior del invernadero depende de la radiación solar, por lo tanto, su función principal es reservar
calor para las épocas invernales.
Cada especie tiene una humedad ambiental idónea para vegetar en perfectas condiciones; el
tomate, el pimiento y la berenjena se desarrollan mejor cuando cuentan con una humedad relativa
entre el 50 y el 60%. La humedad relativa del aire es un factor climático que puede modificar el
rendimiento final de los cultivos. Cuando la humedad relativa es excesiva se reduce la
transpiración en las plantas. Por lo tanto, se disminuye su crecimiento, se producen abortos
florales, por la aglutinación del polen y existe mayor susceptibilidad a las enfermedades.
Por el contrario, si la humedad relativa es baja, las plantas transpiran en exceso provocando
deshidratación y presentar problemas durante el cuajamiento del fruto. El efecto de estas
variables, anteriormente mencionadas, modifica las plantas, provocando en ellas reacciones
complejas. Se pueden considerar dos tipos de reacciones: a corto y a largo plazo. A corto plazo se
refleja el balance hídrico de la planta (absorción y transpiración) y el balance de carbohidratos
Es posible cultivar durante todo el año, ya que se aísla el interior del exterior y la producción es
protegida de factores como la lluvia y de condiciones climáticas adversas. Además, se pueden
manejar y controlar las temperaturas extremas, de esta forma se generan sistemas de producción
que favorecen la oferta y la demanda continúa del producto. En el invernadero la producción es
más alta que a campo abierto, ya que el microclima generado permite un mejor crecimiento y
desarrollo de las plantas, influyendo directamente sobre la productividad y la calidad de los
productos y evitando la aparición de plagas y enfermedades. En este tipo de cultivo es posible la
implementación de programas de control biológico, ya que los factores ambientales se pueden
manejar en rangos óptimos para estos organismos. La inversión en sistemas de riego localizado
es recomendable y más rentable en este tipo de cultivo, lo que permite dosificar las cantidades de
agua y del fertilizante por cada planta, disminuyendo los costos y evitando pérdidas del producto
por lixiviación. Desde el punto de vista del manejo fitosanitario, el invernadero garantiza, por un
lado, una adecuada ventilación que evita condiciones favorables al desarrollo de enfermedades de
la parte aérea del cultivo, y por otro, mantiene a este último dentro del rango de condiciones
óptimas, evitando situaciones de estrés que incrementan la susceptibilidad al ataque de plagas y
enfermedades, permite la intervención biológica y la utilización de trampas para insectos.
o La inversión inicial aumenta notablemente los costos ya que se requieren diseños, planos y materiales menos
económicos.
o El proceso fotosintético se puede ver afectado cuando el polietileno está sucio, lo que impide la transmisión
de la luz.
o La mano de obra resulta más costosa, ya que el mantenimiento del invernadero debe ser constante.
o El tratamiento del agua para mantener la calidad del cultivo, aumenta los costos de producción.
o En el invernadero se utiliza sustrato preparado, el cual se modifica permanentemente; es así como los costos
aumentan y el uso de fertilizantes y abonos se incrementa.
4. ¿QUÉ CAPITAL REQUERIMOS?
4.1. INVERSIONES:
5. ¿QUÉ MANO DE OBRA SE NECESITA?
Teniendo en cuenta que el municipio del peñol cuenta con grandes atractivos turísticos e inclusive
se encuentra rodeado de los lugares más representativos de Antioquia los derivados que se
puedan realizar del tomate son significativos para el sector ya sea para los extranjeros, visitantes,
viajeros o para los habitantes del mismo municipio que pueden acceder al producto y
comercializarlo.