La Ciudad Industrial
La Ciudad Industrial
La Ciudad Industrial
La ciudad industrial.
El aumento de la población de las ciudades se produjo por dos causas. La primera fue que las
ciudades tenían mejores condiciones sanitarias, lo que disminuyó la mortalidad infantil y dio
una esperanza de vida más larga. La segunda causa fue el desplazamiento de las personas que
hasta entonces habían vivido en el campo y que se trasladaban a las ciudades en busca de
mejores condiciones de vida. Muchas habían perdido sus tierras y llegaban a la ciudad para
convertirse en los obreros que harían funcionar las nuevas fábricas. Las familias recién llegadas
a la ciudad se establecieron en la periferia, alrededor de las fábricas en las que trabajaban. Esos
barrios tomaron el nombre de barrios obreros: muchas casas pequeñas, muy parecidas entre sí,
agrupadas en torno a las altas chimeneas humeantes.
INFRAESTRUCTURA
La industria y los transportes pesados se apropiaron del espacio sin respetar las áreas naturales,
sin responder a ningún plan o estrategia. Al principio, los barrios o Slums alojaron de manera
desordenada las viviendas, las fábricas y las instalaciones del transporte pesado. Su principal
característica era el máximo aprovechamiento del espacio, traducido en pequeñas viviendas,
hacinadas, que carecían de luz y ventilación necesaria, además de que carecían de
infraestructura y equipamiento hidráulico y sanitario. Con estas condiciones, las ciudades
industriales tenían altos índices de mortandad infantil, pues su ambiente constituía un factor que
propiciaba la propagación masiva de enfermedades.
La urbe se extiende a través de las vías de comunicación. Las murallas son derribadas siendo
sustituidas por bulevares. La invención por Otis del ascensor permite el crecimiento en altura
(rascacielos).
La urbe se divide en zonas:
ASPECTO SOCIAL
La burguesía: Los burgueses eran los dueños de las fábricas, de la maquinaria, de las
materias primas y de de los productos manufacturados, del capital dinerario y de una
importante parte de tierras agrícolas e inmuebles urbanos. Gozaban de una posición
acomodada y su forma de vida contrastaba profundamente con la de los obreros,
especialmente, la de la alta burguesía que fue acaparando cada vez más poder
económico, político y social. La burguesía vivía en elegantes barrios que fueron
progresivamente mejorando sus servicios de alcantarillado, agua potable, iluminación y
pavimentado. Surgieron los grandes y amplios bulevares destinados al paseo. Hacía una
intensa vida social y acudía a los cafés, al teatro, la ópera, los casinos o los cabarets.
MATERIALES
Se dan nuevos materiales como el cemento, el hierro y el cristal determinaron el nuevo reto
constructivo propio de la revolución industrial.
Finalmente, durante el siglo XIX llegaron las propuestas urbanísticas de la nueva clase social
emergente: la burguesía, cuyo principal interés era hacer del espacio urbano un producto para
ganar dinero.
De esta manera, comenzó a verse al espacio urbano como simple mercancía, surgiendo así la
especulación del suelo urbano.
A finales del siglo XVI y durante todo el siglo XVII, continuó como un centro regional para el
hilado, así como para el tejido de lana y el lino. Cuando se integró el comercio del algodón, la
ciudad prosperó aún más, y entonces Manchester creció rápidamente hasta convertirse, en el
siglo XVIII, en la primera ciudad industrial.
En 1781-82 se construyó el primer molino de vapor para algodón en Shudehill, por lo que a
partir de entonces comenzó un auge en la construcción de plantas a lo largo de los valles Irk y
Medlock.
Un dato importante es que Manchester duplicó su población entre 1760 y 1800, alcanzando la
cantidad de 70,000 habitantes. Sin embargo, 20 años después de la llegada del ferrocarril
(1850), la ciudad censaba cerca de 400,000 habitantes (4).
El Canal de Bridgewater que desde 1765 unió a Manchester con Liverpool fue considerado
como la principal vía de comunicación para el comercio mundial. En 1800 el Bridgewater se
conectó a otros canales importantes, sobre el cual se construyó un acueducto comercial.
Los canales, que tienen la forma en cómo se distribuía la ciudad, fueron elementos que
propiciaron la construcción de muelles y almacenes, ya que funcionaban como vías de
transporte de carbón y materiales pesados, a través de máquinas de vapor.
De hecho, la traza urbana de Mánchester se expandió "a un nivel pasmoso" a principios del
siglo XIX como parte de un proceso de urbanismo no-planificado causado por el auge en el
procesado textil (5).
En 1830, se construyó, igualmente entre Liverpool y Manchester, la primera línea férrea del
mundo para el transporte de pasajeros.
En resumen, la revolución industrial hizo de Manchester un lugar próspero, aunque gran parte
de su riqueza se gastó en grandes proyectos que fueron realizados a expensas de su población.
Desarrollos de ingeniería, tales como el canal fluvial de Manchester, fue uno de los principales
símbolos de la era victoriana, que otorgaban un carácter de riqueza y orgullo para la ciudad.