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FPD (6) - Convirtiendo El Corazón de La Familia

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Malaquías 4:5-6 (RVR1960)

5 He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y
terrible. 6 El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los
hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.

INTRODUCCION:
La paternidad es una de las misiones más nobles pero más difíciles. Varios grandes hombres
de Dios fueron brillantes en diferentes áreas de la vida, pero fracasaron como padres. Como
ejemplo tenemos a: Isaac, Eli, Samuel, David y Josafat.

Dios quiere construir hogares, familias fuertes. Por este motivo nos encomienda una de las
mas nobles y complejas misiones. Que llevemos a nuestros a Cristo y que sus corazones sean
convertidos.

La familia esta en ataque. Con armas destructivas para trastornar la familia, reformularla,
decostruirla…. De esta manera si la familia se destruye, la iglesia se destruye, la sociedad se
destruye progresivamente.

Un ejemplo de esto se registró en la cultura norteamericana:

En la década de 1960, con los hippies irrumpió una revolución que dio como resultado la
rebeldía contra toda autoridad establecida. La autoridad de los padres también fue afectada.
La familia quedo acéfala. La confusión se estableció y muchas familias perdieron la referencia
de autoridad y obediencia.

En aquel momento, los jóvenes rompieron con la cultura prevaleciente. Salieron de casa.
Vivieron en grupos nómadas, abandonaron los estudios y despreciaron el trabajo y la religión.
Muchos de esos jóvenes se perdieron en los laberintos de las drogas. Dirigida por la
locomotora de esa crisis, vino la liberación sexual, movida por la flexibilidad de la ética y el uso
del anticonceptivos. La juventud perdió su ideal y abandonó sus fundamentos
mayoritariamente cristianos. Empujada por el rock, esta juventud fue sumergida de cabeza en
las drogas, en el sexo libre y en el misticismo.

Sucedió que al mismo tiempo que “disfrutaba” los bienes de consumo, también se perdía,
confusa y sin parámetros que los rigieran.

Esa crisis aún es inmensa,

Padres corriendo detrás de cosas y sacrificando relaciones


Ellos ofrecen comodidades, educación y libertad incondicional a sus hijos, pero no tienen
tiempo para ellos. Sacrifican en el altar de lo urgente lo que es de verdad importante.

Hoy los padres remplazan presencia por regalos,


dan cosas a sus hijos, pero no se dan a sí mismos.

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Si queremos restaurar la familia, tenemos que volver a los principios de Dios. Él instituyó la
familia y estableció leyes y principios que deben regirla. La relación entre papás e hijos es
ampliamente enseñada y ejemplificada en las Escrituras.

Hoy veremos como el profeta Malaquías concluye su libro hablando de la conversión de


corazones de padres a hijos y la conversión de corazones de niños a padres. Esta es una
necesidad familiar vital.

Lo que hace feliz a un hogar no es tanto el lugar donde vivimos,


sino cómo vivimos adentro.
La relación es más importante que las cosas.
Ningún éxito profesional compensa la pérdida de niños. Pero, ¿cómo pueden los padres servir
en convertir sus corazones a sus hijos?.

En interesante que en este último libro del Antiguo Testamento, Malaquías, termina su profecía
hablando de la conversión de los padres a los hijos y de la conversión de los hijos a los padres.
Esto nos deja ver que la condición dada por Dios para la suspensión de la maldición sobre la
tierra era exactamente esa conversión reciproca de corazones dentro del hogar.

EL EVANGELIO EMPIEZA EN EL HOGAR. Si el evangelio no actúa en el hogar, no funcionará


en ningún lugar. La más bella expresión del evangelio es el hogar feliz, en el cual los papás
entienden y tienen tiempo para sus hijos y estos, cercados de amor, crecen en el conocimiento
de Cristo. La transformación del pueblo de Dios tiene que empezar en la familia. No hay
iglesias fuertes sin hogares fuertes. Volver a Dios implica la restauración de las relaciones
familiares.

Hoy será una enseñanza muy práctica, les recomiendo tomar nota de los dos enfoques
principales del texto:

I.- Corazón de padres vueltos a sus hijos.


II- Corazón de hijos vuelto a sus padres.

"El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos"

I.- Corazón de padres vueltos a sus hijos.


Inicialmente, tenemos que identificar algunas características de los padres convertidos a los
hijos para que sea nuestro modelo a seguir.

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¿Como son los padres que vuelven sus corazones a sus hijos?

1) Son papás que dan más valor a los hijos que a las cosas materiales.

Estamos viviendo una inversión de valores en nuestra sociedad.

Nos olvidamos de Dios,


amamos las cosas y usamos a las personas,
cuando deberíamos adorar a Dios,
amar a las personas y usar las cosas.
Hay papás que corren atrás de bienes materiales y se olvidan de los hijos. Remplazan la
relación familiar por logros financieros. Generalmente vemos una relación muy directa, que
cuanto más suben en su nivel financiero, menos tiempo tienen para sus hijos.

Muchos hombres llegan a la cima del éxito y fracasan dentro del hogar. Alcanzan triunfos
formidables en la vida profesional y pierden a sus hijos.

Los hijos no necesitan tanto de regalos, sino de presencia.


Nuestra herencia no es el dinero, ni la casa, ni autos o bienes, sino los son hijos (Sal 127:3).

Salmos 127:3 (RVR1960)


He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre.

Ningún éxito compensa el fracaso de la relación familiar, y esto claramente es en cuanto a la


relación de padres he hijos, y entre los conyugues.

Cuenta una historia sobre un niño que le pedía todas las noches al papá jugar juntos, y
ayudarlo a armar su rompecabezas. El papá siempre daba una disculpa y lo eludía para realizar
sus cosas de adulto. Un día, el niño sufrió un grave accidente y, en el lecho de muerte, antes
de fallecer por las heridas, susurró en el oido del padre: “Papá, no me ayudaste a armar el
rompecabezas”. Ese papá afligido y perturbado dijo que daría todo para volver al pasado y
empezar todo de nuevo en su relación con el niño. Pero era demasiado tarde.

¿Como son los padres que vuelven sus corazones a sus hijos?

2) Son padres que enseñan a sus hijos en el camino en que deben andar.

Hay una crisis de integridad terrible alcanzando la familia. Nuestro mundo está confuso,
perdido y entregado a las filosofías humanistas, que apuntan permanentemente en la dirección
contraria a Dios.

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- Los limites de los absolutos morales están siendo eliminados.
- Los padres están confundidos y los jóvenes perdidos en la telaraña de la cultura que
promueve los excesos, minimiza la virtud y empuja a la mediocridad.
- Los padres están perdiendo el control de los hijos. No saben más para dónde van, qué hacen,
con quién andan y a qué horas llegan a la casa.
- Muchos jóvenes duermen con sus novias dentro de la casa de los padres y con el
consentimiento de ellos.
- Muchos jóvenes pasan las noches en discotecas, bajo el efecto de música, alcohol y drogas
que son nocivas para la salud física, mental y espiritual.

Tenemos que hacer una gran cruzada a favor de la familia. Desesperadamente tenemos que
dar un golpe ético en nuestros países, que parta por las familia.

Él hombre fue constituido por Dios como cabeza de la familia. Él tiene que volver a ocupar su
puesto de honra. Debe ser el líder espiritual de la familia. El papá a su vez, es el sacerdote del
hogar. Su autoridad debe ser adquirida por el ejemplo y no impuesta por la fuerza.

Vuelvo y repito:

El papá no debe enseñar a los hijos


“el camino que quieren andar”,
sino “el camino en el que deben andar”

La Palabra del Señor nos deja clara la instrucción:

Proverbios 22:6 (RVR1960)


Instruye al niño en su camino,
Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.

Es claro que:
Los hijos necesitan modelos y no discursos,
ejemplos y no palabras, paradigmas y no imposiciones.
Es de sabiduría popular que un ejemplo vale más que mil palabras.

¿Como son los padres que vuelven sus corazones a sus hijos?

3) Son papás que aman a sus hijos incondicionalmente.

Muchos papás se aman mas a sí mismos que a sus hijos. ¿Cómo lo sabemos?, porque aman
el éxito de los hijos y no los aman a ellos. Hay quienes ven en los hijos solo como un trofeo
para su propia vanidad.

Es necesario amar los hijos de manera incondicional, amarlos aun cuando tropiezan y caen,
aun cuando fracasan, o no corresponden a las expectativas paternas.

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Sin embargo, debemos aclarar que amar sin condiciones, no es un amor irresponsable, sino
un amor sacrificial. El hijo prodigo había desperdiciado los bienes de su padre y vivido de
manera irresponsable. En lo hondo del foso, o mejor dicho, en un chiquero nauseabundo,
volvió en sí y decidió volver a la casa del papá. Sabía que no merecía el status de hijo. Quería
solo ser un jornalero. Sin embargo, su papá lo recibió con honores. Ni siquiera le permitió
terminar el discurso de disculpas. Lo abrazó, lo besó, lo vistió con la mejor ropa, le colocó
sandalias en los pies y un anillo en el dedo. Mató un animal y empezó a festejar. Ese es el
amor sin condición.

Así mismo es el amor de Dios por nosotros.


Dios nos amó cuando éramos pecadores, cuando éramos sus enemigos.
Nos buscó cuando no le buscábamos.
Nos amó al punto de darnos a Su hijo, Su único hijo, para que muriera en nuestro lugar.

¿Como son los padres que vuelven sus corazones a sus hijos?

4) Son papás que tienen un canal de comunicación abierto con sus hijos.

La comunicación es el oxígeno de la familia.


Sin comunicación, reina la muerte y no la vida en la familia
La Palabra del Señor dice:

Proverbios 18:21 (RVR1960)


La muerte y la vida están en poder de la lengua,
Y el que la ama comerá de sus frutos.

Este texto nos muestra como hay poder en un buen uso de las palabras, de la comunicación.

Generalmente un divorcio sucede porque sucedió primero la


muerte del dialogo.
Hay cónyuges divorciados y padres divorciados de sus hijos.
Lamentablemente con la tecnología el dialogo está muriendo dentro de la familia. En el siglo
de la comunicación virtual, estamos retrocediendo al tiempo de las cavernas en la
comunicación real. Hay personas que se quedan dos horas en una conversación virtual, pero
no consiguen pasar cinco minutos en una conversación real.

Estamos más abiertos a relacionarnos con extraños que con miembros de nuestra familia.
Muchos hijos tienen miedo de conversar con los padres o ya perdieron completamente el
estímulo. Muchos hijos no sienten placer en pasar tiempo junto a los padres, ni aun conversan
con ellos, ven a los papás solo como proveedores y no como orientadores.

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En la infancia, los papás no construyeron los puentes necesarios de comunicación, por eso
ahora viven aislados en una isla de soledad mientras los hijos viven en el continente, con
ventanas abiertas para el mundo y con el corazón cerrado para los papás.

¿Como son los padres que vuelven sus corazones a sus hijos?

5) Son papás que perdonan a sus hijos.

No existen papás ni hijos perfectos. No existen cónyuges ni matrimonios perfectos. Hay fallas
en la familia. Nosotros decepcionamos a las personas y ellas nos decepcionan. No hay
relaciones saludables sin el ejercicio del perdón.

Sin embargo,

- Hay papás, que son muy duros con los hijos, tratándolos con rigidez e insensibilidad.
- Siempre están exigiendo, pero nunca elogian
- Siempre están disciplinando, pero nunca dan cariño
- Siempre apuntando los errores, pero nunca destacando los logros.

Lo hijos que crecen en un clima de violencia verbal y crueldad en las actitudes serán inseguros
y rebeldes; obedecen a los padres no por respeto, sino por temor. Esos papás ejercen una
autoridad impuesta, no una autoridad adquirida.

Los hijos fallan, algunas veces deliberadamente; otras, inconscientemente. Pero en ambas
circunstancias, es necesario perdonar.

El perdón no es complacencia ni alcahuetería con el error. No es una carta abierta para la


desobediencia ni un cheque en blanco para la irresponsabilidad.

El perdón tiene como propósito restaurar al culpable y darle la oportunidad de empezar de


nuevo una nueva caminata y escribir nuevamente la historia.

El perdón restaura al culpable y cura las heridas provocadas por la amargura. Rompe las
cadenas de la esclavitud, hace una limpieza en la mente, una desinfección en el alma y una
sanidad en los recuerdos.

¡El perdón hace libre a la personas!


La relación de Absalón con su padre terminó en tragedia porque David falló en perdonarlo.
Donde el perdón es negado, la amargura reina; donde está ausente, la conspiración se hace
presente; donde no se ofrece vida, la muerte se instala.

Dios nos guíe a servir a Dios con el corazón puesto hacia nuestros hijos.

El versículo también nos plantea el anhelo de Dios de los hijos hagan los suyo….

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El texto también dice:

El hará volver el corazón ……... de los hijos hacia los padres.

II- Corazón de hijos vuelto a sus padres.


Los padres deben inclinarse hacia sus hijos y los hijos deben inclinarse hacia los padres;
ambos deben estar convertidos unos a otros.

Destacaremos algunos aspectos de esa conversión.

¿Como son los hijos que vuelven sus corazones a sus padres?

1) Son hijos que obedecen a los papás en el temor del Señor.

Los papás son la autoridad delegada por Dios. Por eso, desobedecer a los padres es rebelarse
contra el propio Dios. Los hijos deben obedecerlos como consecuencia de su propia
obediencia a Dios.

- La rebeldía era un pecado castigado con muerte en el antiguo pacto, era considerado como
pecado de hechicería.
- Hijos desobedientes eran la vergüenza del papá y la tristeza de la mamá.
- El quinto mandamiento del decálogo también es el primer mandamiento con promesa y en
este precepto Dios ordena:

Éxodo 20:12 (RVR1960)


Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu
Dios te da.

El apóstol Pablo, escribiendo a los efesios, interpreta ese mandamiento y añade:

Efesios 6:1-3 (RVR1960)


1 Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo.
2 Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa;
3 para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.

Que promesa mas bella!!!, Dios transforme los corazones de nuestras familias, y que la
bendición de Señor abunde. Dios quiere eso!, mas nuestra responsabilidad humana es
caminar en esa dirección, rogando al Señor que nos ayude.

¿Como son los hijos que vuelven sus corazones a sus padres?

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2) Son hijos que honran a sus padres.

Es necesario aclarar que:

Una cosa es obedecer, otra es honrar.


Honrar es enaltecer, exaltar, hablar bien.
Es posible obedecer sin honrar.
Un chofer puede obedecer al policía sin honrarlo.
Un empleado puede obedecer al jefe y, al mismo tiempo, burlarse de él en el corazón.
Un prisionero puede obedecer a las leyes de la prisión sin honrar las personas que hicieron o
fiscalizan esas leyes.

Honrar a los papás es hacer todo para la alegría de ellos. Es obedecer no solamente bajo
vigilancia, sino por principios; no solo obedecer, sino hacerlo con gusto y de todo corazón.

Una cosa es oír un “no” de los papás y entrar en el cuarto rabiando, otra cosa es oír un “no” y
acatarlo con humildad y sujeción.

Honrar a los papás es reconocer que ellos desean lo mejor para sus hijos. Es tener conciencia
de que, aunque su voluntad entre en conflicto con la orientación paterna, es mejor
obedecerlos.

Los hijos que honran a los papás se guardan a sí mismos de


muchos sufrimientos,
de muchas lágrimas y de muchas pérdidas.

¿Como son los hijos que vuelven sus corazones a sus padres?

3) Son hijos agradecidos con los papás.

La ingratitud es una actitud deshumana. Muchos papás se sacrifican por los hijos, dándoles su
vida, salud, sangre, sudor, lágrimas y después los hijos impiadosamente, se olvidan de los
papás, sin tener en cuenta toda la inversión que hicieron.

Los hijos tienen que ser agradecidos,


tienen que demostrar gratitud por medio de palabras, gestos y
actitudes.

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Nada hiere más que unos hijos ingratos, que no valoran el esfuerzo, inversión y sacrificio.
Hemos visto muchos hijos rechazando y despreciando a sus papás en la vejez. Hijos
agrediéndolos con palabras y tratándolos con mucha agresividad. Hay aquellos que llegan al
punto de abandonarlos en un asilo, considerándolos como exceso de equipaje que debe ser
dejado a la orilla del camino. Hijos que están más interesados en la herencia o peleando por
causa del dinero paterno, y no cuidándolos. Hijos con más interés en la muerte de los papás
que en la vida de ellos.

Hijos convertidos a los papás saben honrarlos y son


agradecidos con ellos.

¿Como son los hijos que vuelven sus corazones a sus padres?

4) Son hijos que cuidan a a los padres ó a sus papás.

La vejez es una realidad innegable, que no puede ser disimulada y es incontenible. La


población del mundo está envejeciendo rápidamente.

Dentro de una generación que le rinde culto al cuerpo, la belleza y el poder, vemos como
muchos de la población están camino a la tercera edad.

Cada hilo de cabello blanco que aparece en nuestras cabezas es la muerte que nos llama a
un duelo.
El tiempo va esculpiendo en nuestra cara arrugas profundas.
En la medida que el tiempo avanza, nuestras piernas van quedando débiles, nuestras rodillas
cansadas, nuestros músculos flácidos, nuestras manos acabadas y nuestros ojos nublados.

Muchos padres, cuando llegan a la vejez, son vistos por los hijos
como estorbos,
y son despreciados cuando más necesitan de ellos.
Muchos, en la vejez, quedan aislados de los hijos y nietos, viviendo en el más doloroso exilio.
Muchos de ellos pasan la vejez en la más amarga soledad.

Hijos vueltos a sus padres cuidan de ellos, sobretodo en la vejez.

CONCLUSIÓN:
Si pudiéramos entender y creer la prioridad que Dios da a esta relación de padres hacia hijos,
y de hijos hacia padres, volcaríamos nuestras fuerzas, nuestro tiempo, todo lo que somos a
hacer la voluntad de Dios es esta área.

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Si Dios ha tocado tu corazón, ruega a Él por sabiduría y prepárate a poner por obra estos
consejos de la Palabra De Dios. Y si hemos pecado, el arrepentimiento y la fe que lleva a una
vida diferente, es el camino para este día.

Dios sea glorificado en nuestras vidas, familias e iglesia.

Amen

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