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CBCL (Uca)

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Samaniego, Virginia Corina

El Child Behavior Checklist: su estandarización


en población urbana argentina

The Child Behavior Checklist (CBCL):


Its standardization in the Argentine
urban population

Revista de Psicología Vol. 4, Nº 8, 2008

Este documento está disponible en la Biblioteca Digital de la Universidad Católica Argentina, repositorio institucional
desarrollado por la Biblioteca Central “San Benito Abad”. Su objetivo es difundir y preservar la producción intelectual
de la Institución.
La Biblioteca posee la autorización del autor para su divulgación en línea.

Cómo citar el documento:

Samaniego, V.C. (2008). El Child Behavior Checklist : su estandarización en población urbana argentina [en línea].
Revista de Psicología, 4(8). Disponible en:
http://bibliotecadigital.uca.edu.ar/repositorio/revistas/child-behavior-cheklist-estandarizacion-samaniego.pdf [Fecha de
consulta:....]
Revista de Psicología UCA 2008 Vol 4 N 8

El Child Behavior Checklist:


su estandarización en población urbana argentina

The Child Behavior Checklist (CBCL):


Its standardization in the Argentine urban population

Virginia Corina Samaniego


Pontificia Universidad Católica Argentina

Resumen

Efectuar investigaciones válidas requiere contar con instrumentos culturalmente adecuados.


Este estudio tuvo como objetivo evaluar el Child Behavior Checklist (CBCL) de Thomas
Achenbach (1991), versión para padres, para población urbana argentina de niños entre 6-11
años evaluando su validez y confiabilidad. El CBCL discrimina adecuadamente entre niños
pertenecientes a población normal y niños derivados a servicios de salud mental. El valor
promedio de la muestra argentina de población normal es de 34.5 y el de población clínica
58.2, valores más altos que en otros países. Respecto de la confiabilidad, los valores test-
retest y estabilidad a largo plazo son elevados así como los de consistencia interna. El CBCL
resulta ser un instrumento valioso para la investigación epidemiológica y la práctica clínica.

Abstract

Culturally adequate instruments are necessary to carry out a valid research. The target of this
study was to validate Thomas Achenbach’s Child Behavior Checklist (CBCL) (1991), in its
version for parents, meant for Argentine urban children population between 6 to 11 years of
age, by the evaluation of its validity and reliability. The CBCL adequately differentiates between
children belonging to a normal population and those coming from mental health centers. The
mean value for normal population in the Argentine sample is of 34.5 and for clinical population
of 58.2, higher values than for other countries. With regard to reliability, test-retest and long-
term stability values are high, as well as those for internal consistency. The CBCL becomes a
valuable instrument in epidemiologic research and clinical practice.

Correspondencia: Virginia Corina Samaniego


Facultad de Psicología – UCA
e-mail: corina_samaniego@uca.edu.ar
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Palabras clave: Validación, confiabilidad, estandarización, CBCL, Integra-


ción escolar, Problemas de comportamiento, Programas De evaluación en Sa-
lud Mental
Key words: Test valisity, Test reliability, Standandardization, Child Behavior
Checklist, school integrations, behavior problems, Mental Health Program
Evaluation

Introducción

Las prácticas tanto clínicas como de investigación requieren de instrumentos


que permitan evaluar la presencia de síntomas conductuales, emocionales y
sociales en los distintos momentos del ciclo vital. Como señalan Reynolds y
Sattler (2003) tales medidas son útiles por variadas razones entre las que se
encuentran el ayudar a identificar fortalezas y deficiencias de la persona eva-
luada, el proporcionar una base objetiva para valorar los cambios o los resul-
tados de programas de intervención así como el hecho de permitir comparar la
información proveniente de diferentes informantes. Respecto en particular a
estudios epidemiológicos, trabajar con instrumentos validados resulta ser un
requisito indispensable (Gordis, 2005).
En la Argentina existe una carencia casi absoluta de estudios de prevalen-
cia, incidencia o comorbilidad respecto a trastornos psíquicos en la infancia
que permitan orientar las acciones en salud. Para poder encarar ese tipo de
estudios era necesario efectuar la validación de un intrumento adecuado.
Al revisar la literatura se observa que hasta el momento se han identificado
tres modelos de clasificación en Psicopatología Infantil: el categórico, el ideo-
gráfico y el dimensional (Volkmar, 1991). En la discusión sobre la correspon-
dencia entre los síndromes estadísticamente derivados correspondientess al
modelo dimensional y los modelos categóricos, Quay (1986) comparó las prin-
cipales características conductuales de las dimensiones con los criterios diag-
nósticos de los sistemas clínicamente derivados. Achenbach (1980) y Edelbrock
y Costello (1988) han provisto nuevas pruebas de convergencia. Por esto Quay
(1986) concluyó que mientras resulta fácil pensar por categorías y podemos
crear arbitrariamente categorías a partir de dimensiones, parece muy verosí-
mil que la perspectiva cuantitativa de la psicopatología infantil es la correcta.

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Del enfoque categórico derivan las entrevistas estructuradas y semi-


estructuradas mientras que las escalas y listas de confrontación de comporta-
mientos provienen del enfoque dimensional. Si bien las primeras pueden su-
ministrar una aproximación mas sistemática y objetiva a la evaluación de la
psicopatología infantil, su aplicación a la investigación epidemiológica es res-
tringida debido a su extensión y a la necesidad de entrenamiento clínico y
específico. Por el contrario las escalas y listas de confrontación eluden estas
limitaciones aumentando el poder analítico y la confiabilidad, permiten reco-
ger información de personas que conviven con el niño y que son significativas
en su entorno. El Child Behavior Checklist (CBCL), desarrollado por Achenbach
y Edelbrock (1983), resulta ser uno de los instrumentos más estandarizado y
empleado transculturalmente (Pedreira, Sanchez, Sardinero, Martín & Mar-
tín, 1993; Medina et al., 2007); es el que permite valorar una amplia gama
psicopatológica y tomar en cuenta los aspectos evolutivos como sexo y edad y
además posibilita tanto aplicaciones clínicas como de investigación. El CBCL
es muy apropiado para el uso en investigaciones epidemiológicas ya que re-
sulta factible estudiar grandes poblaciones de manera simple, confiable y efi-
ciente. Así el objetivo del presente estudio ha sido evaluar la validez y
confiabilidad del Child Behavior Checklist en su versión para padres (CBCL-
P) para población urbana de niños entre 6-11 años de edad en la Argentina.
Esto tuvo como interés último obtener un instrumento estandarizado para su
utilización en estudios epidemiológicos y brindar información preliminar para
su futuro uso en la práctica clínica.

Método

Instrumento

El CBCL es un instrumento estandarizado para registrar los problemas


comportamentales y competencias sociales de niños entre 4 y 18 años. El in-
ventario diseñado para padres incluye 20 ítems referidos a competencias so-
ciales, relativos al desempeño escolar, relaciones sociales y participación en
actividades, y 118 ítems de problemas comportamentales, que pueden ser
categorizados de la siguiente forma: 0= no es cierto, 1= es cierto algunas ve-
ces o de cierta manera, 2= muy cierto o a menudo cierto. El puntaje total se

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obtiene a partir de la suma de los parciales. Al existir numerosas versiones en


idioma castellano se optó por trabajar en base a la versión genérica provenien-
te del autor del instrumento en la Universidad de Vermont. Se efectuaron cam-
bios en giros idiomáticos y en distintas expresiones para hacerlo afín a la cul-
tura argentina, manteniendo siempre el sentido original de los ítems.
En este estudio se adaptó sólo la parte que corresponde a problemas
comportamentales. La sección de competencias sociales fue inicialmente in-
cluida para su validación. Luego de un testeo del instrumento completo en una
fase piloto, se llegó a la conclusión que los ítems correspondientes no eran
adecuados culturalmente para evaluar competencias sociales en la población
argentina, al responder a pautas culturales de la sociedad estadounidense.
El criterio externo utilizado a fin de establecer la validez del instrumento
resultó de medir su poder discriminante a través de la comparación de los
puntajes obtenidos por sujetos de población general y sujetos derivados a ser-
vicios de salud mental, tomando como base los estudios de Achenbach &
Edelbrock (1983); Zilber, Auerbach y Lerner (1994) y Montenegro, Bralic,
Edwards, Izquierdo y Maltes (1983).

Participantes y procedimientos de la muestra normal

El Universo de este estudio estuvo constituido por los niños de 6-11 años de
edad residentes en la Ciudad de Buenos Aires. Para ser incluidos en la muestra
de sujetos normales, los niños no debían haber recibido atención en salud mental
durante el último año previo a la entrevista. El tamaño de la muestra se fijó en
240 casos, tomando como base a la población infantil de 6-11 años de edad
residente en la Capital Federal que es de 225.377 niños (114.218 varones,
111.159 mujeres; fuente: Censo Nacional de Población y Vivienda, INDEC,
1991 ) y a las necesidades de contar para los análisis estadísticos previstos con
un mínimo de 20 casos por edad y sexo. En función de ello se procedió a
estimar el número necesario de conglomerados, habiendo entrado en la ecua-
ción los valores del efecto de diseño, número de casos por conglomerado(b) y
el coeficiente de correlación intraclase (Roh), y se tomó un alfa de 20%.
Se empleó un muestreo aleatorio de áreas con selección sistemática y arran-
que aleatorio. Se consideraron los radios censales utilizados en el relevamiento
del Censo Nacional de Población y Vivienda de 1991 (INDEC). Los radios

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fueron ordenados según su nivel medio de hacinamiento2. Se seleccionaron 40


radios. En los radios elegidos, utilizando cartografía censal, se determinó la
manzana de inicio mediante la selección aleatoria de coordenadas. En la Capi-
tal Federal cada radio censal tiene un promedio de 300 hogares.
Se establecieron ciertos criterios para la selección del hogar, en cuanto al
recorrido a realizar en los distintos puntos muestra. Asimismo se produjeron
dos tablas de números aleatorios para la selección probabilística por un lado
de las familias, en el caso de hogares multifamiliares, y por otro para la selec-
ción de los niños en caso de la existencia en el hogar de más de un niño dentro
de la franja etárea de 6 a 11 años.
En la recolección de datos de la población general se trabajó con estudian-
tes debidamente entrenados de las carreras de Psicología, Sociología y Comu-
nicación quienes administraron el CBCL a los padres en el hogar entre no-
viembre de 1996 y abril de 1997.
Para obtener el nivel de confiabilidad del CBCL a través de pruebas test-
retest un mismo entrevistador administró la entrevista a una submuestra de
madres luego de un período que osciló entre una semana y diez días de la toma
inicial. Para obtener el nivel de acuerdo entre padres en una submuestra se
entrevistó separadamente al padre y a la madre. Para el cálculo de la estabili-
dad a largo plazo, se aplicó nuevamente el instrumento a una submuestra de
madres transcurrido un intervalo de 7 meses.

Participantes y procedimientos de la muestra clínica

La muestra de sujetos quedó constituida por 241 casos, 156 niños (64,7%) y
85 niñas (35,3%) derivados a servicios de salud mental. La misma provino de
distintos servicios de Psicopatología y Psiquiatría Infanto Juvenil de institu-
ciones públicas y privadas de la ciudad de Buenos Aires3, administrando el
CBCL a padres de niños durante el procedimiento de admisión.
Se intentó controlar la distribución de la muestra en términos del sexo de
los niños y su nivel socioeconómico. Sin embargo, con respecto al sexo, se
encontró que los niños varones entre 6 y 11 años de edad consultan con más
frecuencia que las niñas, principalmente por problemas de conducta, siendo
derivados de los gabinetes escolares, mientras que las niñas consultan con

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más frecuencia en edades próximas a la pubertad. La misma dificultad, o sea


menor proporción de niñas en la consulta, fue encontrada en el estudio realiza-
do en Chile por Montenegro (Montenegro et al., 1983).
En relación con el Nivel Socioeconómico (NSE) se hizo dificultosa la cap-
tación de casos correspondientes al nivel socioeconómico alto (8,7% en la
muestra clínica vs un 18% existente en la ciudad de Buenos Aires). Se trata de
personas que no concurren a los servicios públicos sino a los privados y es
aquí en donde se han encontrado obstáculos con los profesionales a nivel pri-
vado. En efecto, esos profesionales en su mayoría no accedieron a administrar
el cuestionario a sus pacientes que concurren de empresas de medicina prepaga
por temor a alguna queja por parte del paciente o institución.
Si bien la distribución no pudo respetarse en su totalidad, los valores obte-
nidos permitieron llevar a cabo análisis satisfactorios y adecuados.
Con el fin de obtener el grado de acuerdo entre padres, en una submuestra
se administró el instrumento separadamente al padre y a la madre del niño.
Siguiendo a Achenbach (comunicación personal, año 1997) y Montenegro
et al., se excluyeron de la muestra clínica “a los casos de retardo mental, pato-
logía neurológica pura y trastornos específicos del aprendizaje. No se exclu-
yeron, en cambio, los niños que, presentando trastornos neurológicos o del
aprendizaje, estaban actualmente en consulta por patología propiamente psi-
quiátrica” ( p. 22).
La recolección de datos se efectuó entre los meses de diciembre de 1996 y
setiembre de 1998. La modalidad de administración fue autoadministrada o a
través de entrevistador.

Resultados

Al ser consultado el Dr. Achenbach (comunicación personal, año 1998) opinó


que no era necesario efectuar un nuevo Análisis de Componentes Principales
(ACP) y así obtener escalas para la Argentina. Esto era debido a que su estruc-
tura factorial ha sido apoyada fuertemente por el Análisis Factorial Confirma-
torio (AFC) de miles de protocolos holandeses de CBCL y de los protocolos a
maestros (TRFs) y adolescentes (YSRs). El Dr. Achenbach sugirió utilizar sus
escalas.

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Validez de Criterio del CBCL

La validez de criterio fue evaluada en términos de diferencias significativas


(p<.01) entre grupos de población normal y clínica para todas las edades y
sexos, tomando el hecho de ser derivados a servicios de salud mental como
criterio (Achenbach, 1983).
Los puntajes promedio para las escalas y el puntaje total fueron calculados
separadamente para cada sexo, en la muestra clínica y en la muestra normal
(Tabla 1). El puntaje de problemas comportamentales fue mucho más alto en
la muestra clínica que en la muestra normal (58.28 vs. 34.96 en niños; 57.67
vs 34.11 en niñas). En la muestra normal las medias fueron más altas en varo-
nes que en mujeres en casi todas las escalas, salvo en Quejas Somáticas, An-
sioso-Depresivo e Internalizante. En la muestra clínica fueron más altas en
mujeres las mismas escalas, agregándosele Problemas de Pensamiento.
En la Tabla 1 se observa que el CBCL discriminó entre la muestra clínica y
la muestra normal de población urbana argentina. Para comprobar si las dife-
rencias eran significativas se calcularon ANOVAS de un factor separadamen-
te para cada sexo, obteniéndose valores de significación <.000 en casi todos
los casos, observándose tres excepciones: a) para la escala Problemas Sexua-
les en niños (p =.043); b) para la escala de Problemas Sexuales en niñas (no
significativa); c) para la escala Conducta Antisocial en niñas (p =.007).

Tabla 1
Puntajes promedio del Child Behavior Checklist, escalas y total por sexo y situación de
derivación, en niños de 6 a 11 años de Capital Federal

Niños Niñas
Normal (n=120) Clínica(n=85) Normal (n=120) Clínica (n=156)
Media DE Media DE p Media DE Media DE p
Total 34.96 18.04 58.28 24.05 .000 34.11 19.04 57.67 19.61 .000

Escalas
Prob.pensamiento 0.24 0.66 1.35 1.64 .000 0.18 0.52 1.48 1.92 .000
Quejas somaticas 0.85 1.45 1.91 2.32 .000 1.22 2.00 2.75 2.69 .000
Prob.sociales 2.58 2.38 4.92 3.06 .000 2.33 2.34 4.82 3.10 .000
Cond.antisocial 2.67 2.42 4.54 2.95 .000 2.06 2.28 2.98 2.57 .007
Retraimiento 3.25 2.68 5.68 3.86 .000 3.22 2.65 5.61 3.76 .000
Prob. sexuales 0.39 1.00 0.67 1.20 .043 0.38 0.75 0.54 1.21 NS

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Niños Niñas
Normal (n=120) Clínica(n=85) Normal (n=120) Clínica (n=156)
Media DE Media DE p Media DE Media DE p

Prob. de atención 4.75 3.49 8.71 4.05 .000 4.12 3.35 8.25 4.19 .000
Ansioso-depresivo 5.03 3.61 8.83 5.17 .000 5.40 4.28 9.99 5.36 .000
Agresividad 11.08 6.67 17.11 8.58 .000 10.83 6.42 15.05 7.02 .000
Internalizante* 9.13 6.11 16.42 9.23 .000 9.83 7.06 18.35 8.86 .000
Externalizante** 13.75 8.36 21.65 10.84 .000 12.89 8.05 18.02 8.87 .000

Nota:
* Internalizante: surge de la suma de las escalas de Retraimiento, Quejas somáticas, Ansioso-Depresivo
** Externalizante: surge de la suma de las escalas de Agresividad y Conducta Antisocial.

Las Tablas 2 y 3 presentan los valores del puntaje total de problemas


comportamentales para cada una de las muestras clínica y normal según sexo,
edad y NSE de la familia. En ambas muestras, tomados ambos sexos y todas
las edades en su conjunto, el nivel socioeconómico bajo presentó los valores
superiores.

Tabla 2
Muestra de Población Normal Distribución de las medias de los puntajes totales del CBCL
según sexo y edad del niño y nivel socioeconómico de la familia.

Nivel Socioeconómico
Edad Sexo Alto Medio Bajo Total sexo Total
6 años Masculino 26.7 32.1 50.9 38.8 34.5
Femenino 24.2 24.2 39.2 30.2
7 años Masculino 29.3 38.6 22.9 30.3 33.6
Femenino 11.0 27.9 47.6 36.9
8 años Masculino 31.3 34.7 39.6 36.9 38.1
Femenino 28.3 41.0 47.0 39.3
9 años Masculino 12.00 30.4 45.6 35.4 34.9
Femenino 28.0 32.0 44.0 34.4
10 años Masculino 30.4 35.7 33.5 33.7 30.9
Femenino 23.3 27.9 30.5 28.0
11 años Masculino 17.5 31.8 44.0 34.7 35.3
Femenino 17.3 31.4 46.0 35.9

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El Child Behavior Checklist: su estandarización en población urbana argentina 121

Nivel Socioeconómico
Edad Sexo Alto Medio Bajo Total sexo Total
Tot./Sex. Masculino 26.7 33.6 40.0 35.0 34.5
Femenino 24.6 30.7 42.5 34.1
Total 25.5 32.2 41.3 34.5

Tabla 3
Muestra de Población Clínica. Distribución de las medias de los puntajes totales del CBCL
según sexo y edad del niño, y nivel socioeconómico de la familia.

Nivel Socioeconómico
Edad Sexo Alto Medio Bajo Total sexo Total
6 años Masculino 54.3 58.6 69.3 61.3 58.9
Femenino 50.0 45.3 69.8 54.4
7 años Masculino 52.8 54.8 71.1 59.1 58.4
Femenino 53.5 55.3 59.1 57.4
8 años Masculino 51.0 47.8 65.6 56.5 56.7
Femenino - 52.1 66.6 56.9
9 años Masculino 59.0 55.2 57.8 56.6 57.4
Femenino - 61.0 56.6 59.2
10 años Masculino 35.5 58.2 81.8 61.8 59.8
Femenino - 49.8 60.9 57.2
11 años Masculino 77.0 55.0 46.8 55.0 57.5
Femenino - 72.5 45.3 63.4
Tot./Sex. Masculino 55.4 55.0 64.2 58.3 58.1
Femenino 52.3 55.4 60.5 57.7
Total 55.0 55.1 62.7 58.1

El alto poder discriminativo del instrumento fue confirmado también con un


ANOVA factorial, en el que se observó que tanto para el puntaje total como
para cada una de las escalas el mayor porcentaje de variancia se explicó por el
hecho de pertenecer a la muestra clínica o normal. El NSE de los sujetos expli-
có también cierto porcentaje pero siempre < 5% (Tabla 4). En el ANOVA
Factorial todos los promedios de escalas y puntaje total del CBCL fueron
menores para la muestra normal y mayores para la muestra clínica. En el úni-
co caso en que otra variable, en este caso la edad, explicó un porcentaje mayor
de la variancia que la situación de derivación fue en Problemas Sexuales.

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122 El Child Behavior Checklist: su estandarización en población urbana argentina

Tabla 4
Escalas y Puntaje Total de Problemas Comportamentales del CBCL:
Porcentaje de variancia explicada por efectos significativos (p<.01) de situación de derivación
y variables sociodemográficas

Derivación* NSE Sexo Edad Multiple R2

Escalas
Agresividad 10.24 1.69 <1 — 14.5
Problemas Sociales 16.0 4.4 <1** — 21.6
Retraimiento 12.3 2.6 — — 15.6
Quejas somáticas 7.8 <1** 1.7** — 10.3
Problemas sexuales 1.2** — — 2.9 4.5
Probl. de pensamiento 17.6 — — — 18.2
Conducta Antisocial 6.8 1.2 3.6 — 13.5
Problemas de Atención 21.2 4.0 <1 — 28.0
Ansioso Depresivo 16.0 3.6 — — 20.1
Externalizante 10.24 1.7 1.4 — 15.6
Internalizante 19.4 3.6 — — 23.2
Indice Total 23.0 4.4 <1** — 29.0

Nota: Los Análisis efectuados fueron ANOVAS Factoriales de las distintas escalas del CBCL (estrechas
y amplias) tomando situación de derivación, nivel socioeconómico (NSE), sexo y edad como variables
independientes.
* Todos los promedios de Escalas y Puntaje Total CBCL fueron menores para la muestra normal y
mayores para la muestra clínica.
Los números en la tabla indican el porcentaje de variancia explicada por cada variable independiente,
donde el efecto fue significativo a p<.01.
** p<.05

Puntos de Corte para el CBCL

Siguiendo los lineamientos del autor del instrumento (Achenbach & Edelbrock,
1981), fue elegido como punto de corte el percentil 90 de la distribución de
frecuencia acumulativa obtenido por los niños de la población normal. Para
los niños tal valor fue de 59 y para las niñas de 61, para ambos sexos tomados
en su conjunto el valor fue de 60.

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El Child Behavior Checklist: su estandarización en población urbana argentina 123

Como se presenta en la Tabla 5, usando ese punto de corte como el límite


superior del rango normal y aplicando tal valor a la distribución de puntajes
para los niños de población normal, 9.2% de niños y niñas se encontraron por
fuera del rango de normalidad. Al aplicar esos puntos de corte a la distribu-
ción de niños derivados a servicios, se encontró que un 42.3% de niños y un
40.0% de niñas se ubicaron dentro del rango de normalidad dentro de la po-
blación clínica. Se presenta entonces en la Tabla 5 el índice de Clasificación
Errónea calculado para un nivel de especificidad del 90%. De acuerdo al sexo,
los puntos de corte variaron de 59 a 61. El índice de Clasificación Errónea
General, o sea, el total de falsos positivos y falsos negativos para las muestras
clínica y normal combinadas y ambos sexos en conjunto, fue de 24.9.

Tabla 5:
Indice de clasificación errónea a puntos de corte correpondientes al percentil 90 de la
distribución de frecuencia acumulada del puntaje total de problemas comportamentales
obtenidos por niños de población normal. niños, niñas y ambos sexos en conjunto.

Niños Niñas
Indice de Clasificación Errónea Indice de Clasificación Errónea
Punto Falsos Falsos General Punto Falsos Falsos General
de Corte Positivos * % Negativos**% % de Corte Positivos* % Negativos**% %

59 9.2 42.3 25.8 61 9.2 40.0 24.6

Ambos sexos
Punto de Corte Falsos Positivos* % Falsos Negativos** % General %
60 10.0 39.8 24.9

Notas:
* falsos positivos: niños no derivados clasificados como derivados
** falsos negativos: niños derivados clasificados como no derivados

Confiabilidad

1. Test-retest: Se administró retest a un 15.4% de la muestra de población


normal entre una semana y diez días posteriores a la primera aplicación.
Los resultados se analizaron utilizando el coeficiente de correlación de
Pearson obteniéndose un valor de .91 ( n= 37; p< .000).

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124 El Child Behavior Checklist: su estandarización en población urbana argentina

2. Acuerdo entre padres: En un 18% de la muestra total se administró el


instrumento a ambos padres separadamente, con el fin de analizar el
acuerdo entre las respuestas de ambos. Se utilizó el coeficiente de corre-
lación de Pearson obteniéndose para la muestra normal un valor de .60
(n = 46; p <.000) y para la muestra clínica un valor de .44 (n=40; p
<.005).
3. Estabilidad a largo plazo: Se administró nuevamente el instrumento a
un 29% de la muestra de población normal, luego de un intervalo de 7
meses, lo cual permitió el cálculo del valor de estabilidad a largo plazo.
Se utilizó para ello el coeficiente de correlación de Pearson , obteniéndose
un valor de .75 (n= 69; p<.000).
4. Consistencia interna de las escalas del CBCL: La consistencia interna
de cada una de las escalas amplias y estrechas y puntaje total fueron
evaluadas a través del cálculo de coeficiente Alpha de Cronbach. Los
valores obtenidos se presentan en la Tabla 6. Fueron encontrados altos
valores de consistencia interna para las escalas amplias externalizante e
internalizante del CBCL, para ambos sexos tomados separadamente y
en conjunto. Los valores estuvieron en un rango que va de .85 a .90. Con
respecto a las escalas estrechas la mayor parte obtuvo valores superiores
a .65 considerado como adecuado. La escala Agresividad presentó el
valor más elevado para ambos sexos separadamente (.89 vs .86) y en
conjunto (.88). Achenbach (1983) ha señalado este factor como el de
mayores eigenvalues. La escala Problemas Sexuales resultó ser la que
presentó los valores más débiles de consistencia interna para ambos sexos.
Los ítems que corresponden a esta escala constituyen problemas que
sólo algunas veces son informados por los padres.

Tabla 6.
Alphas para escalas y puntajes totales del CBCL .

Niños Niñas Ambos sexos


Escalas
Retraimiento 0.75 0.73 0.74
Quejas somáticas 0.67 0.67 0.67
Ansioso-depresivo 0.77 0.80 0.78
Problemas sociales 0.67 0.67 0.67

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El Child Behavior Checklist: su estandarización en población urbana argentina 125

Niños Niñas Ambos sexos


Escalas
Problemas de pensamiento 0.51 0.61 0.55
Problemas de Atención 0.76 0.77 0.77
Conducta Antisocial 0.60 0.57 0.61
Agresividad 0.89 0.86 0.88

Discusión

El Child Behavior Checklist (CBCL) resulta ser una escala que discrimina
adecuadamente entre niños pertenecientes a población normal y niños deriva-
dos a servicios de salud mental en población urbana de 6 a 11 años de edad
para la Argentina.
Comparando con valores de otros países, la muestra argentina de población
normal obtiene los valores más altos de los promedios de puntajes totales de
problemas conductuales: Argentina, 34.5; Australia, 31.6; E.E.U.U., 20.8; Is-
rael, 20.8; Holanda, 20.5; Canadá, 29.2; Chile, 28.7 ( Achenbach & Edelbrock,
1983; Achenbach, Hensley, Phares & Grayson, 1990; Montenegro et al., 1983;
Offord et al., 1987; Verhulst, Akkerhuis & Althaus, 1985; Zilber, Auerbach &
Lerner, 1994). El nivel socioeconómico (NSE) bajo tiene un peso relativo
importante en los valores promedio obtenidos en la Argentina. El punto de
corte que indicaría el límite del rango de normalidad (Percentil 90), también
obtiene valores más altos en Argentina: 59-61; Chile: 51 puntos; Estados Uni-
dos: 37-40 (Achenbach & Edelbrock, 1983; Montenegro et.al., 1983). Estos
dos últimos hallazgos indicarían que los padres perciben un mayor nivel de
problemas comportamentales y emocionales en sus hijos en esta población, lo
cual sería necesario evaluar a la luz de la cultura Psi tan particular del contex-
to argentino. También sería importante evaluarlo en función de variaciones
temporales y su asociación con variables macrosociales, por las situaciones de
crisis y ajustes sucesivos que vive el país, y que convierten el contexto en uno
de continua inseguridad para las familias.
Los valores promedio en población clínica sí se asemejan a los de Estados
Unidos pero son menores que los chilenos: Argentina, 58.2; Estados Unidos,
58.7; Chile, 65.4. La subrepresentación del NSE alto para esta muestra no
parece haber influido en los valores definitivos: la amplitud entre NSE alto y

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126 El Child Behavior Checklist: su estandarización en población urbana argentina

bajo en la Argentina fue de 7.7, mientras que en Chile fue de 16.1. Estos valo-
res encontrados en la Argentina estarían indicando una más temprana deriva-
ción de los niños para su atención clínica, debido quizás a una menor toleran-
cia por parte de sus padres y/o maestros hacia las conductas que presentan ya
sea en el ámbito familiar y/o escolar.
Los análisis multivariados arrojaron que el instrumento discrimina adecua-
damente entre niños referidos a servicios de salud mental y sus pares de pobla-
ción normal. En el único caso en que tal discriminación no resultó adecuada
fue en lo que respecta a la escala Problemas Sexuales. Esta escala no obtuvo
un nivel de significación estadística satisfactorio al comparar las muestras en
cada sexo por separado. Tampoco lo obtuvo al efectuar el análisis multivariado
incluyendo otras variables independientes, donde finalmente la variable edad
dio cuenta de un porcentaje de variancia mayor que la situación de derivación,
aunque no alto (2.9%). A partir de esto puede decirse que no resulta ser una
escala de validez comprobada para esta población. Esto quizás tiene que ver
con la dificultad de mencionar estos temas que los padres presentan muchas
veces. En los estudios de Achenbach tal escala también muestra efectos pe-
queños, por lo que no se presenta en el perfil final que permite obtener el
protocolo. Según Achenbach (1993) esta categoría debería ser vista como pro-
veyendo información adicional acerca de un tipo de problemas más que como
un indicador importante de necesidad de atención clínica.
En relación a las medias obtenidas para cada escala, la categoría Agresivi-
dad es la que obtuvo los valores más elevados en ambos sexos, presentando
valores mayores que las de sus pares estadounidenses en población normal
(10.83 vs 7.2 para niñas; 11.8 vs 7.3 para niños) pero menores en población
clínica (17.11 vs 19.1 para niños; 15.05 vs 20.2 para niñas) (Achenbach &
Edelbrock, 1983).
En términos de confiabilidad, los valores test-retest y estabilidad a largo
plazo obtenidos por el CBCL fueron elevados. En comparación se hallaron
valores bajos para las pruebas de acuerdo entre padres en ambas muestras. Sin
embargo esto no estaría indicando una limitación del instrumento, sino más
bien el reflejo de los roles que en la cultura argentina cumplen todavía hoy los
padres en relación a la salud de sus hijos, quizás prestando menos atención,
registrando menos o evaluando de manera diferente las conductas de sus hijos
en comparación con las madres. Es este un punto que necesita mayor
profundización. Otra medida de la confiabilidad del instrumento ha sido seña-

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El Child Behavior Checklist: su estandarización en población urbana argentina 127

lada por los altos niveles de consistencia interna encontrados, tanto en las
escalas estrechas como amplias, así como en lo que respecta al puntaje total.
Esto estaría indicando que el instrumento está evaluando campos compara-
bles de problemas psicopatológicos en poblaciones de niños en la Argentina.
El CBCL puede ser considerado entonces como un instrumento valioso
para su uso en la investigación epidemiológica en Argentina, como instrumen-
to de screening y de utilidad también para el clínico en su actividad cotidiana,
así como para otros profesionales de la salud no especialistas en salud mental,
como por ejemplo los pediatras.
Esta versión de la escala ha sido empleada con muy buenos resultados en
estudios posteriores en Argentina encontrando nuevamente niveles altos de
confiabilidad (.94) medida por el coeficiente alpha de Cronbach (Samaniego,
2004a) habiéndose efectuado comparaciones con otras poblaciones ya sea clí-
nicas (Cervone, Luzzi, Slapak & Samaniego, 1999; Cervone et al., 2007; Slapak,
Cervone, Luzzi & Samaniego, 2002; Slapak et al., 2002; Taborda & Díaz,
2004; Taborda, 2006; Taborda, Berti & Del Río, 2006; Taborda & Díaz, 2007;
Taborda, Díaz, Abraham & Toranzo de Sosa, 2008; Samaniego, 2007) como
con población general (Samaniego, 2004a, 2004b).

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Notas
1
Trabajo original presentado ante el XXVII Congreso Interamericano de Psicología. Caracas,
Venezuela, 27 de Junio al 2 de Julio de 1999.
2
Se entenderá por Hacinamiento = el cociente resultante de dividir el número de “Personas en
el hogar” por el “Número de cuartos en el hogar” , o sea hacinamiento expresado en términos
de personas por cuarto.
3
La mayor proporción de casos provino de los Hospitales Públicos Argerich, Penna, Elizalde,
Centro de Salud Mental Arturo Ameghino, del Hospital Francés y del Instituto Municipal de
Obra Social.

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