Gerineldo Nº 21 2019-2020
Gerineldo Nº 21 2019-2020
Gerineldo Nº 21 2019-2020
EDITORIAL
Nos proponemos de nuevo hacernos eco de la memoria de nuestras tierras, del legado
de nuestros mayores, de la historia y de nuestras raíces, con un "nuestro" generoso,
abierto a quienes vivan entre nosotros y a quienes viven en otros lugares pero sienten
aquí ancladas sus raíces.
Por ello en estas páginas se mezclan literatura, fotografía, historia, artes, palabras,
tradiciones y costumbres. Destacamos en particular la labor investigadora de nuestros
jóvenes de 4º de la ESO y agradecemos tantas y tantas colaboraciones públ8icas y
privadas sin las que estas humildes hojas no habrían visto la luz.
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MAPA DE LA RUTA
Nº Leyenda
1 S. Agustín
2 Corral de Roldán
3 Nac. Cañería
4 Altillo de la Vereda
5 Cerro Botija
6 S. Jorge
7 Cabeza de los Hilos
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De aquí partimos por la calle Larga en dirección al cementerio. Al llegar allí nos fijamos
en la altura que hay enfrente.
-la antigüedad, pues el cerro llamado San Agustín está catalogado como lugar
arqueológico, con restos de cerámica ibérica. La acción humana hace que sea imposible
hoy día ver algo, pero claramente se trata de una morra o motilla. Es muy posible que
esta altura estuviese poblada hasta la edad media, pues el nombre de San Agustín podría
verosímilmente evocar la existencia de una ermita con esa advocación. Curiosamente
cuando se construyó el cementerio, a finales del siglo XIX, la capilla fue puesta bajo la
advocación de ese santo.
-la guerra civil: diversos testimonios confirman que las laderas del cerro de san Agustín
fueron usadas para prácticas de tiro de los brigadistas internacionales durante los años
de la guerra civil española.
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Bajamos del cerro, cruzamos la variante y seguimos por el camino hacia el campo. En la
primera bifurcación tomamos el camino de la izquierda, hasta legar a la carretera. Desde
allí vemos, a mano derecha de la carretera de Tarazona de la Mancha, unos pinos y una
pequeña loma.
CORRAL DE ROLDÁN
En este paraje hay una pared de tierra que fue usada como lugar de prácticas de tiro de
los brigadistas internacionales durante los años de la guerra civil española.
Cruzamos la carretera y pasamos junto a un cerrete donde hay dos depósitos de agua.
Estamos en un importante paraje de la historia de Madrigueras
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NACIMIENTO DE LA CAÑERÍA
Durante siglos el agua potable bajaba a Madrigueras por una conducción de arcaduces
de barro, visible aún hoy en la plaza, que partía de un nacimiento situado junto a un
cerrete. Cañería del cerro, traducido al árabe, será Magrid-ar-ras, lo cual nos puede dar
una interesante pista sobre el topónimo de Madrigueras, muy ligada al problema del
abastecimiento de aguas, hecho que cuenta con paralelos como Madrid, Madridejos y
Corral de Almaguer.
Pinar de la cañería
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Recorremos el trazado de esta cañería, visible aún hoy por las bocas de los pozos y por
los pinos. A la altura de la variante giramos a mano derecha para subir hasta una altura
plana que se extiende entre la hondonada en la que está Madrigueras y el paraje de las
huertas: el Altillo.
ALTILLO DE LA VEREDA
Esta altura se extiende hasta casi el cerro de san Jorge. Un camino lo atraviesa, la verde
que va desde Madrigueras hasta la Gineta, cruzando el río Júcar por un vado que se
pasaba en barca, cerca del paraje de La Marmota.
Vista de El Altillo
CERRO BOTIJA
Por detrás del Altillo se ve el cerro Botija. En sus laderas hacían prácticas de tiro los
brigadistas internacionales durante la guerra civil española.
Desde el cerro se tiene una buena vista del pueblo, hoy obstaculizada por los pinos.
Si giramos la vista hacia Mahora, nos encontramos el cerro llamado Cabeza de los Hilos,
de los Silos o de los Hitos, sitio arqueológico interesante en el que se unen los términos
municipales de Mahora, Motilleja y Madrigueras.
A los pies del cerro pasa el camino del Molino, camino que recorre una antigua vereda
que, procedente de Villanueva de la Jara, entra en Madrigueras por la C/ Larga, sigue
por la C/ de la Virgen, pasa junto a San Jorge, cruza por un puente el río Valdemembra y
continúa en dirección al antiguo el antiguo molino y presa romana de Cuasiermas, paraje
en el que se distinguen las carriladas. Desde allí seguía por el actual Campo de Golf hacia
Chinchilla, lugar en el que conectaba con la importante vía Cartago Nova-Complutum.
Nosotros bajaremos por este mismo camino, pero en dirección al pueblo. Desde allí
regresamos.
Fin de la ruta.
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NOTICIAS HISTÓRICAS
I.
EL NACIMIENTO DE UNA ALDEA DE VILLANUEVA DE LA JARA: MADRIGUERAS
El primer núcleo de los Garrido en Madrigueras, pronto atrajo a otros foráneos. Benito
Gómez, hijo de Alonso Sánchez de Mondéjar, nacido y criado en El Peral, se había
establecido en Madrigueras hacia 1490, pero su presencia en la zona era anterior
conocía muy bien lo sucedido a partir de 1480. Unos pocos años antes se había
establecido en Madriguera Andrés de Aroca, procedente de Carcelén; su destino era
Villanueva de la Jara, pero en el camino se habían topado con esta aldea, que no
conocían, lo que era descanso obligado del viaje, se convirtió en residencia definitiva de
la familia. Los Aroca, tal como recordaba el hijo Pedro treinta años después, habían
llegado con lo puesto y habían ejercido el oficio de pastores de cabras al servicio del
jareño Juan de Ruy López el viejo para asentarse en la segunda generación como
labradores en Madrigueras, pero aún recordaban cómo las Madrigueras era un coto
cerrado de los Garrido de Iniesta, que controlaban el único pozo de agua existente en el
lugar:
"que puede aver treynta años poco más o menos tienpo que su padre deste testigo que
se llamaua Andrés de Aroca viniendo con su mujer e con sus hijos e este testigo con
ellos que se venían a beuir a Villanueva de la Xara de camino llegaron a rreposar en
medio del día en el aldea de Madrigueras que la dicha aldea conosçe que está poblada
en el suelo e término de la villa de Alarcón entonçes vido este testigo que sacauan agua
de un pozo que estaua al canto de las casas de la dicha aldea y lo echauan la dicha agua
que sacauan en unos dos dornajos y el uno dellos tenía una tapa con un candado e vio
que el dicho su padre presentó a los que sacauan la dicha agua que el uno dellos se
nonbraua allí por su nonbre Juan Garrido el viejo que por qué tiene él un dornajo de
aquellos la dicha çerradura y el otro no e les rrespondieron porque avía en el verano en
aquella tierra gran falta de agua e que aquella agua que echauan en el dornajo que tenía
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çerradura hera porque beuiesen las yeguas de Juan Garrido el moço, veçino de Yniesta,
que andava paçiendo por los términos de la dicha villa de Alarcón y entonçes las
esperauan que avían allí de venir a beuer e ansymismo dixo que vido este testigo que los
onbres que allí estauan dixeron al dicho su padre deste testigo que ansy como acabauan
de dar agua a las yeguas del dicho veçino de Yniesta en el dicho dornajo sy alguna en él
quedaua que el dicho veçino de la villa de Yniesta echaua su tapa e le çerraua con su
candado porque que quedase guardada el agua para otra vez que volviesen a beuer las
dichas yeguas"
II.
A lo largo del s. XV se van produciendo cambios en el paisaje de las tierras comprendida
entre el Júcar y el Cabriel. Alarcón y Jorquera van entrando en decadencia, frente a la
pujanza de Villanueva de la Jara y las antiguas aldeas de Tarazona, Mahora, Villamalea y
otras, que van pasando de ser caseríos aislados a aldeas, lugares y, finalmente, villas, en
un proceso que se extiende hasta el siglo XVIII.
Las aldeas de Villanueva de la Jara habían experimentado un fuerte auge económico y
demográfico. La victoria jurídica sobre Alarcón en la fijación de términos, plasmada en la
sentencia de 14 de febrero de 1481, había puesto las bases para tal expansión: Alarcón
conservaba gran parte de la ribera del Júcar y, sobre todo, las dehesas que se extendían
por el sur del obispado conquense, pero Villanueva de la Jara mantuvo su jurisdicción
sobre los moradores de las alquerías.
Eel cultivo de viñas comenzó a extenderse. Veamos un documento de aquellos años que
ilustran un conflicto:
e en el término que antes de entonçes tenya limitado e amojonado avía en él algunas
alcarías que diçen Taraçona e la Casa de Gil Garçía e las Madrigueras e Villargordo las
quales entonçes quedavan fuera del dicho término porque los veçinos de las dichas
aldeas e alcarías estavan anexas e sojuzgadas a la jurediçión de la dicha villa de
Villanueva mandava que porque más fuese guardada la preminençia de la dicha villa que
los veçinos que entonçes heran o fuesen dende en adelante en las dichas aldeas e
alcarías fuesen e quedasen sojuzgadas en la jurediçión como antes estava a la dicha villa
de Villanueva de la Xara e los veçinos que en ellas e en cada una dellas entonçes bivían e
biviesen dende en adelante fuesen tenidos e obligados de venir a librar sus pleytos
çeviles e criminales ante los alcaldes que a la sazón heran e fuesen en la dicha villa de
Villanueva e que el alguazil de la dicha villa de Villanueva o quien su poder oviese
pudiese entrar e entrase en cada uno de los dichos lugares a hazer execuciones por
derecho e haçer todo aquello que les fuese mandado por los dichos alcaldes de la dicha
villa de Villanueva e porque más paresçiese que los veçinos de los dichos lugares estavan
en la juresdiçión rreal mandaron que fuese término de cada una de las dichas alcarías
lugares suyo propio por donde (de)zía en cada uno dellos los exidos e las madrigueras
por las viñas que heran entonçes en el dicho término dieron liçençia e poder para que lo
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"dixeron que hes villa, y que no ay memoria desde quanto lo hes, y por Quenca habla
por esta villa en Corte, porque allí responde esta villa con el servicio a su magestad, y
que tiene por aldeas a Mahora, Navas, Çenizate, Villamalea, Casas Ivañez, Hontalvilla,
Abengibre, Alvorea, Puente Torres, Valdeganga y otras de poca vezindad, que todas
estan subjetas a esta villa y su juridicon.
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DOCUMENTACIÓN FOTOGRÁFICA
Eleuterio (uno de los mudos) y Ubalda con sus tres hijos: Moisés (abuelo de Amelia e Isabel), Marceliano
que es el pequeñín (padre de Pepe Coloretes, Resurección y Sofia) y mi abuela Candelaria. La foto es de
1898, más o menos.
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Lejío/ lejía: ambas formas son igualmente empleadas para designar un producto de
desinfección y limpieza de uso común que en castellano normativo se llama lejía. El
origen de este vocablo está en el latín, donde este producto era denominado de dos
maneras: en femenino lixiva y en neutro lixivium, es decir, que el latín conocía ya al
menos desde hace dos mil años una duplicidad de formas en este vocablo. En latín
vulgar estas voces evolucionaron respectivamente a lixia y lexía, una, y otra a lixiu y lexío
otra, y de aquí, en castellano moderno, a lejía y lejío. Es interesante observar cómo en
nuestro dialecto a veces se conservan palabras más cercanas a la etimología original que
lo que a primera vista parece. Esto nos debe hacer pensar en la riqueza del gran tesoro
lingüístico que son nuestras hablas locales, y en el conocimiento y buen uso que
debemos hacer de éste. “Voy a la tienda a comprar una botella de lejío”.
Lentes: es una forma de decir gafas. Deriva, obviamente, de lente, vocablo que se
remonta al latín lens “lenteja”, por la semejanza de forma. “Si no me pongo las lentes,
no veo na, que veo ya menos que una chorra liá en un trapo”.
Leyenda: lo que se lee, lo que se puede o se debe leer porque está disponible. Procede
este término del participio de futuro pasivo o gerundivo plural neutro latina legenda, que
en origen significa "lo que ha de ser leído":
Un ejemplo sería “¡Vaya cantidá de
carteles que han puesto! ¡Esta mañana hay
mucha leyenda!”.
Pintura al fresco
Autor desconocido
Siglo XVIII
Motilleja