Estructura y Función Del Síntoma Fóbico en La Infancia. María Cristina Piro (Coordinadora)
Estructura y Función Del Síntoma Fóbico en La Infancia. María Cristina Piro (Coordinadora)
Estructura y Función Del Síntoma Fóbico en La Infancia. María Cristina Piro (Coordinadora)
FACULTAD DE
PSICOLOGA
SECCIN
PGINAS
AGRADECIMIENTOS.
PRESENTACIN.
4-8
CAPTULO 1: LA
9-17
Maira Querejeta.
CAPTULO 2: FOBIAS
CON LA ANGUSTIA.
18-30
FOBIA A LOS
CAPTULO 4: UN
FERENCZI.
31-49
SANDOR
50-70
CAPTULO 6: ANLISIS
71-104
DE DOS VERSIONES DE LA
LACAN.
105-120
DE LOS AUTORES.
121-127
AGRADECIMIENTOS
PRESENTACIN
Mara Cristina Piro
indispensables
para
sopesar
la
particularidad
de
sus
Referencias bibliogrficas
Piro, M.C. y Rom, M. (2013). Neurosis infantil neurosis en la infancia:
consideraciones sobre su tratamiento en la obra de Freud. En
Napolitano, G. (coord.). El campo de la neurosis en la obra de Freud (pp.
245-264). La Plata: EDULP.
CAPTULO 1
LA CONCEPCIN DE LAS FOBIAS EN LA PRIMERA CLNICA
DE FREUD
Maira Querejeta
Introduccin
La delimitacin terica y clnica de las fobias ha sido problemtica en la
historia de la Psiquiatra, del Psicoanlisis y de la Psicologa, persistiendo an
dificultades para definirlas.
Estas
dificultades
remiten
principalmente
la
multiplicidad
de
10
el
trabajo
anterior,
Freud
ha
presentado
conjuntamente
las
Conclusiones
El estatuto terico y clnico de las fobias ha sido modificado a la largo de la
obra
de
Freud,
reconocindose
tres
grandes
momentos
en
su
conceptualizacin.
En este captulo se han revisado los escritos que pertenecen a su primera
clnica, intentando mostrar las dificultades que le ha generado teorizar sobre las
fobias.
Esto queda evidenciado en su trabajo A propsito de las crticas a la
neurosis de angustia (1895). All menciona que las fobias tienen una
ensambladura ms compleja que los ataques de angustia simplemente
somticos y reconoce los problemas tericos que le presentan, destacando
que:
[] aunque el mecanismo de las fobias siga presentando tantos puntos
oscuros, mi doctrina solo se podr refutar si se me muestra la existencia de fobias
con una vida sexual normal o aun con una perturbacin de esta ltima no
determinada especficamente (Freud, [1895]1990: 133)
Referencias bibliogrficas
Freud, S. ([1894]1990). Las neuropsicosis de defensa (Ensayo de una
teora psicolgica de la histeria adquirida, de muchas fobias y representaciones
obsesivas y de ciertas psicosis alucinatorias). En Obras Completas, Vol. III.
Buenos Aires: Amorrortu.
--- ([1895a [1894]] 1990). Obsesiones y fobias. Su mecanismo psquico y su
etiologa. Sobre la justificacin de separar de la neurastenia un determinado
sndrome en calidad de neurosis de angustia. En Obras Completas, Vol. III.
Buenos Aires: Amorrortu.
--- ([1895b [1894]] 1990). Sobre la justificacin de separar de la neurastenia
un determinado sndrome en calidad de neurosis de angustia. En Obras
Completas, Vol. III (pp. 85-115). Buenos Aires: Amorrortu.
--- ([1895c] 1990). A propsito de las crticas a la neurosis de angustia. En
Obras Completas, Vol. III (pp. 118-138). Buenos Aires: Amorrortu.
--- ([1896] 1990). Nuevas puntualizaciones sobre las neuropsicosis de
defensa. En Obras Completas, Vol. III (pp. 157-184). Buenos Aires: Amorrortu.
--- ([1898] 1990). La sexualidad en la etiologa de las neurosis. En Obras
Completas, Vol. III (pp. 251-276). Buenos Aires: Amorrortu.
--- ([1909] 1990). Anlisis de la fobia de un nio de cinco aos (el pequeo
Hans). En Obras Completas, Vol. X (pp.1-118). Buenos Aires: Amorrortu.
16
--- ([1915] 1990). La represin. En Obras Completas, Vol. XIV (pp.135152). Buenos Aires: Amorrortu.
--- ([1915b] 1990). Lo inconsciente. En Obras Completas, Vol. XIV (pp.153214). Buenos Aires: Amorrortu.
--- ([1918 [1914]] 1990). De la historia de una neurosis infantil (Caso del
Hombre de los Lobos). En Obras Completas, Vol. XVII (pp.1-112). Buenos
Aires: Amorrortu.
--- ([1926] 1990). Inhibicin, sntoma y angustia. En Obras Completas, Vol.
XX (pp.71-164). Buenos Aires: Amorrortu.
Leserre, A. (2008). Recorrido sobre las fobias. En lnea en: <http://www.fortda.org/>.
Maffei, A. (2010). Fobia: su especificidad y abordaje teraputico (Trabajo
Final Integrador). Buenos Aires: Universidad Argentina John F. Kennedy.
Piazze, G. (2012). Trabajo Prctico N 2: La fobia como paradigma de la
neurosis en la infancia. Ficha de Ctedra. Facultad de Psicologa de la UNLP.
17
CAPTULO 2
FOBIAS EN LA INFANCIA: SUS VNCULOS CON LA
ANGUSTIA
Carbone, Nora Cecilia; Piazze, Gastn Pablo; Piro, Mara Cristina
Introduccin
El presente trabajo tiene por objeto abordar los vnculos de las fobias
infantiles con la angustia en la obra de Freud, en pos de esclarecer la
especificidad de la estructura y la funcin de estas tempranas manifestaciones
clnicas.
Sabemos que, en Inhibicin, sntoma y angustia, Freud otorga a la zoofobia
del pequeo Hans el valor de paradigma del sntoma neurtico como creacin
destinada a anticipar y evitar una situacin de peligro, la amenaza de
castracin, indicada mediante el desarrollo activo de angustia. La reproduccin
deliberada de un monto discreto de afecto en calidad de seal se extiende
tambin a las llamadas fobias tempranas, aquellas ligadas a la soledad, a la
oscuridad y a la circunstancia de quedarse a solas con extraos, que prevn el
peligro de perder el objeto amado.
Semejante manera de pensar las fobias infantiles es solidaria de la idea de
un progreso del desarrollo yoico; en tanto manifestaciones pasajeras, estos
temores son considerados episodios normales en la vida del nio, en donde
se suceden una tras otra distintas reacciones de angustia, conforme los
avances del yo van tornando caducas las diversas situaciones de peligro.
No obstante, nos interesa poner el acento en otra vertiente de las relaciones
entre las fobias infantiles y la angustia. En ese sentido, intentaremos delimitar
las sucesivas aproximaciones freudianas en torno a la angustia, no como seal,
sino como efectivo testimonio de una perturbacin econmica del aparato
psquico en sus nexos con la idea de la represin como respuesta al trauma. La
18
hiptesis que gua nuestro trabajo es la siguiente: lejos de ser la reaccin a una
situacin de peligro que motiva la represin secundaria, la angustia de las
fobias infantiles es expresin de un excedente pulsional que fuerza al aparato a
la puesta en accin de la represin primaria. Esta conjetura se aproxima,
creemos, a la perspectiva propuesta por Lacan de la funcin de la fobia como
estructurante del psiquismo.
nuevas
dificultades:
por
una
parte,
aquellas
relativas
al
labilidad que distinguen a este sntoma infantil, tal vez obedezcan a la falta de
anclaje de esa traza de la sexualidad infantil con la exigencia, siempre
renovada, de la sexualidad adulta, punto de convergencia en donde se imprime
el sello de inercia caracterstico de los sntomas histricos y obsesivos.
Lo dicho hasta aqu nos lleva al segundo problema que concita la
introduccin de la histeria de angustia en el campo de las psiconeurosis: el que
atae a los motivos de la represin y sus nexos con la angustia. Recordemos
que en la primera teora de la angustia, Freud postula que, en el caso de las
psiconeurosis, dicho afecto es el resultado de la libido trasmudada por efecto
de la represin. Esta perspectiva, vigente en el historial de Juanito, vertebra la
definicin misma de la histeria de angustia en un contrapunto con la histeria de
conversin. Como ya hemos sealado, la diferencia entre ambas radica en el
hecho de que, en la primera, la libido desprendida del material patgeno en
virtud de la represin no es convertida o aplicada en una inervacin corporal,
sino que se libera como angustia. De all se desprende el interrogante por los
motivos de la represin, que acuciar a Freud durante aos, hasta que, en
Inhibicin, sntoma y angustia logre dar con una respuesta, aparentemente
acabada, con la figura de la angustia de castracin. Pero en 1909, Freud se
muestra vacilante, no solo respecto del motor del mecanismo represivo, sino
tambin del hecho mismo de que la angustia sea efecto de la represin. As lo
atestiguan algunos prrafos en los que se pregunta si el esfuerzo de desalojo
que determina el vuelco en angustia obedece a una incapacidad somtica, una
intolerancia constitucional a la satisfaccin masturbatoria o, incluso, si dicho
vuelco no puede consumarse de manera espontnea.
Estos planteos, que problematizan el propio ncleo de la primera teora de la
angustia, sern objeto de una progresiva, aunque parcial, dilucidacin. Las
nociones intermedias de represin primaria y de represin secundaria, y el
concepto postrero de angustia de castracin, sern fundamentales para el
esclarecimiento
del
problema,
pero
cuestionamientos.
23
tambin
para
suscitar
nuevos
De
los
trabajos
metapsicolgicos
al
Esquema
del
24
trastornos
duraderos
para
la
economa
energtica.
Estas
25
previo al giro de los aos 20, Freud trabaj en trminos del par represin
originaria-represin propiamente dicha-, en 1925 es considerada ahora en
ntima relacin con eventuales episodios de angustia automtica que cobran
entonces un peso decisivo en la diferenciacin del aparato psquico de la mano
del segundo dualismo pulsional.
() los primeros -muy intensos- estallidos de angustia se producen antes de la
diferenciacin del supery. Es enteramente verosmil que factores cuantitativos
como la intensidad hipertrfica de la excitacin y la ruptura de la proteccin
antiestmulo constituyan las ocasiones inmediatas de las represiones primordiales
(Freud, [1925] 1979: 90).
Conclusin
A lo largo del recorrido de los textos seleccionados, advertimos una ntima
relacin entre las fobias infantiles y el problema de la naturaleza de la angustia.
Desde los tempranos escritos prepsicoanalticos a los postreros trabajos de
Freud, el tenor heterogneo de aquellos estados afectivos displacenteros no
deja de ser admitido y explorado, en un firme deseo por echar luz acerca de
sus complejas conexiones metapsicolgicas. Tal como hemos constatado,
insiste en las cavilaciones freudianas una especie de diplopa fecunda en su
abordaje de la angustia, que le permite obtener una precisin creciente acerca
de su estatuto, su causa y sus diversas consecuencias en el entramado
psquico. En tal derrotero, se advierte adems la paulatina aproximacin del
modo segn el cual el padre del psicoanlisis concibe las zoofobias infantiles,
las antiguas neurosis de angustia y las neurosis traumticas, bajo la gida del
ms all del principio del placer. Este movimiento conceptual parece
condensarse en una reformulacin del problemtico tenor actual de las
neurosis de la infancia, que adquiere entonces el valor de un intento de amarre
28
Referencias bibliogrficas
Freud, S. (1895a [1894]). Obsesiones y fobias. Su mecanismo y su etiologa.
En Obras Completas, Vol. III (pp. 69-84). Buenos Aires: Amorrortu
Editores.
29
30
CAPTULO 3
SIGMUND FREUD. LA FOBIA A LOS CABALLOS
Mnica Torres, Martn Sosa, Julia Martin, Maite Lardizbal
Introduccin
Qu hace de la fobia el paradigma de la neurosis de la infancia? A partir de
la lectura del caso Juanito (Freud, [1909] 2003) y de su primera revisin en los
textos metapsicolgicos, este apartado tiene por objeto abordar este
interrogante, situando la construccin del historial en el contexto epistmico de
la obra freudiana.
Intentaremos establecer las coordenadas de eclosin, evolucin y
restablecimiento de esta histeria de angustia, y precisar su articulacin con el
mecanismo de la represin y una etiologa sexual tal como se establece a partir
de su segunda conceptualizacin de la causa. Atendiendo a que la fobia no
requiere de una constitucin particular (Freud, [1909] 2003: 95) a diferencia
de lo que supona Freud para la histeria y la obsesin.
A continuacin, y a partir del inters freudiano por la marcha de la
enfermedad y por el trabajo psquico (Freud, [1909] 2003: 95) que esta
implicaba para ligar el desprendimiento de angustia, indagaremos la estructura
y funcin del sntoma fbico de acuerdo a lo que se puede situar como primera
teora de la angustia elaborada por el padre del psicoanlisis. Revisaremos
puntualmente las elaboraciones correspondientes al caso Juanito, tomando
como hilo conductor la delimitacin de la estructura y funcin que Freud logra
establecer para la fobia en estos diferentes perodos de su obra.
31
encontramos
con
un
historial
rico
en
descripciones
tanto
32
(Ibd.:92),
grvido
en
consecuencias
para
el
desarrollo
34
36
De este modo, aparece la angustia por una insatisfaccin que no puede ser
convertida nuevamente en satisfaccin. La presencia de la madre no revierte la
angustia en satisfaccin. Qu es lo que impide entonces esta reconversin?
La respuesta de Freud ser: el caballo. Este animal, objeto del miedo, parece
relacionarse con la instancia represora. En tanto objeto fbico, est
secundariamente ligado a la angustia como miedo. Cumple, evidentemente, un
papel en el mantenimiento de la represin.
La segunda cuestin de peso en el estado inicial hace referencia a que el
nio se encuentra enfrentado a conflictos sin solucin, que se circunscriben al
problema de su propio valor en relacin con su madre, su hermana, y los
atolladeros de la funcin y al rol del padre en la paternidad.
As
planteadas
las
cuestiones,
Freud
interpreta
el
estado
inicial
37
38
41
el nombre original y singular que Juanito utiliza. Lo que le sucede con los
miedos es una tontera (Freud, [1909] 2003: 83). Nombre singular del
desarreglo que Juanito vivencia. Un sntoma que adems, est en plena
consonancia con la definicin de sntoma de la poca: una satisfaccin sexual
sustitutiva, que presenta un costado pulsional y otro de sentido.
El nombre que Juanito da a su fobia expresa el carcter fundamental e
infundado de la fobia, en donde sabiendo lo irracional del miedo y de la
tontera que este representa no puede dejar de vivirlo con angustia. Cada vez
que Juanito se acerca a su objeto fobgeno el afecto angustioso se impone.
Ser a travs de la construccin de la muralla protectora (inhibiciones,
limitaciones, evitaciones) que convertir esta histeria de angustia en una fobia
propiamente dicha.
De las interpretaciones de Freud, podemos decir que si bien estn sesgadas
por sus conceptualizaciones sobre el Complejo de Edipo y la sexualidad
infantil, no dejan de tener valor por el hecho de ubicar muy tempranamente el
costado de arreglo que la fobia introduce. La produccin de la fobia result
benfica porque orient la atencin de los padres hacia las inevitables
dificultades que depara la superacin de los componentes pulsionales en la
educacin del nio para la cultura, y porque esta perturbacin suya le requiri
la asistencia del padre (Ibd.: 115). Entrevemos aqu lo que Lacan retomar
como funcin de la fobia en trminos de suplencia de la metfora paterna
desfalleciente. Asimismo, si bien no lo subraya como supo hacerlo Lacan, la
irrupcin del pene en lo real es tangencialmente aludida por el padre del
Psicoanlisis en su insistencia sobre el empuje pulsional del que Juanito se
encarga hasta que su madre sanciona la porquera.
nos
detendremos.
Realiza
44
una
crtica
los
desarrollos
Sern los tres registros Real, Simblico e Imaginario los que le permitirn a
Lacan ordenar el caso Juanito. Con estos operadores propone la hiptesis de
que el objeto tiene como correlato el falo y la castracin. En esa lnea, retoma
el caso para mostrar el valor del objeto de la fobia como una suplencia de la
funcin paterna fallida. Pero para llegar a esta afirmacin comienza el captulo
XIII de este seminario preguntndose: Qu es un Padre? (Ibd.: 207), y
ligada a ello, qu es la castracin?
Afirma que la castracin est en todas partes en la obra freudiana (al igual
que el Edipo) y de hecho es el signo del drama del Edipo. Lacan se ocupa de
distinguir tres formas de la falta de objeto: castracin, frustracin y privacin, en
relacin al registro del que se trate el objeto y a los agentes que la ocupan
(padre real, madre simblica y padre imaginario).
Resumiremos,
para
finalizar,
lo
que
consideramos
tres
aportes
Yo: O sea, te gustara ser tan grande como yo, estar casado con mami, y que
ella tuviera entonces hijos.
Juanito: S, eso me gustara, y la de Lainz (mi madre) es entonces la
abuela.
(Freud, [1909] 2003: 80)
47
Referencias bibliogrficas
Freud, S. ([1894] 2005). Obsesiones y fobias. En Obras completas, tomo
III. Bs. As.: Amorrortu.
--- ([1894] 2002). Las neuropsicosis de defensa. En Obras completas, tomo
III. Bs. As.: Amorrortu.
--- ([1909] 2003). Anlisis de la fobia de un nio de cinco aos. En Obras
completas, tomo X. Bs. As.: Amorrortu.
48
--- ([1915a] 2003). La represin. En Obras completas, tomo XIV. Bs. As.:
Amorrortu.
--- ([1915b] 2003). Lo inconsciente. En Obras completas, tomo XIV. Bs. As.:
Amorrortu.
--- ([1925] 2004). Inhibicin, Sntoma y angustia. En Obras completas, tomo
XX. Bs. As.: Amorrortu.
Lacan, J. ([1956-1957] 2012). El Seminario. Libro IV. La relacin de objeto.
Bs. As.: Paids.
--- ([1975] 2001). Conferencia en Ginebra sobre el sntoma. En
Intervenciones y textos 2. Buenos Aires: Manantial.
--- ([1978] 2011). Lacan por Vincennes!. En Revista Lacaniana nro. 11.
Buenos Aires: Grama.
49
CAPTULO 4
UN PEQUEO HOMBRE GALLO. SANDOR FERENCZI
Gastn Fazio, Martn Sosa, Mauricio Abal
Introduccin
Hemos elegido revisar los desarrollos tericos que consideramos centrales
en la obra de un autor, Sandor Ferenczi, y la elaboracin que realiza acerca de
las llamadas zoofobias infantiles a partir de la presentacin y comentario del
caso de un nio de 5 aos llamado Arpd.
Ledo desde la perspectiva freudiana, nos proponemos indagar la manera en
que el autor intenta establecer la envoltura formal del sntoma y sus
determinantes
causales,
herramientas
indispensables
para
sopesar
la
50
pronunciar
conferencias
en
la
Clark
University,
de
Worcester,
52
54
55
ellos se iba, el nio dej que su cabeza colgase hacia abajo y dijo: Ahora
soy un ave mendiga. Los judos viejos le interesaban, deca, porque vienen
de Dios (del templo).
Para concluir dar otra expresin de Arpd que demuestra que no haba
observado a las aves tanto tiempo en vano. Un da le dijo con toda seriedad
a la vecina: Me casar con usted, y con su hermana, con mis tres primas y
la cocinera; no, en lugar de la cocinera, prefiero a mi madre.
Evidentemente quera ser un verdadero gallo en el gallinero.
(Ferenczi, [1913] 1959)
de esta arrogancia que luego mover al hombre adulto deslindar con una
tajante frontera la naturaleza humana de la del animal (Freud, [1913] 2010:
129).
En esta notable concordancia entre el nio y el animal, no es raro que
sobrevenga una curiosa perturbacin. El nio empieza de pronto a tenerle
miedo a una determinada especie de animales y a guardarse de tocarlos. As
se establece el cuadro clnico de una zoofobia, una de las enfermedades
neurticas ms frecuentes en esta poca de la vida y quiz su forma ms
temprana.
La fobia recae por regla general sobre animales hacia los cuales el nio
haba mostrado hasta entonces un inters particularmente vivo y nada tiene
que ver con el animal individual. La opcin de donde el nio extrae los animales
que pudieran volverse objeto de la fobia no es grande en las condiciones de
vida urbana: caballos, gallinas, perros, gatos, etc. Muchas veces animales de
los que el nio ha tomado conocimiento por los libros e ilustraciones de cuentos
se vuelven objeto de angustia disparatada y desmedida que se muestra entre
estas fobias.
En la misma lnea, resulta interesante la apreciacin freudiana sobre las
fobias de los nios, como tema que hasta 1913 no habra resultado de una
indagacin atenta y profunda por el psicoanlisis. Freud mismo ubica el motivo
de dicha omisin en las dificultades que ofrece el anlisis con nios a tan tierna
edad (Freud, [1913] 2010: 130). Si bien es cierto, contina Freud, que no es
posible aseverar que conozcamos el sentido general de la contraccin de estas
enfermedades, pues no es un sentido unitario, en algunos casos de tales
fobias, dirigidas a animales de mayor tamao han demostrado ser accesibles al
anlisis y de este modo revelaron su secreto al indagador (analista).
En todos los casos era lo mismo: la angustia se refera en el fondo al padre
cuando los nios indagados eran varones y solo haba sido desplazada al
animal.
Respecto al caso Hans, el anlisis revela las vas de asociacin, tanto las de
contenido sustantivo como contingentes, por las cuales se consuma un
desplazamiento as. El odio al padre, proveniente de la rivalidad con la madre
60
no puede difundirse desinhibido en la vida anmica del nio: tiene que luchar
con la ternura y admiracin que desde siempre le suscit la misma persona,
descrita por Freud como ambivalencia hacia el padre: en este conflicto de
ambivalencia se procura un alivio, si desplaza sus sentimientos hostiles y
angustiosos sobre un subrogado del padre.
En tal sentido, no es nuestra intencin hacer aqu una lectura causalexplicativa, una reduccin binaria positivo-negativa, ni reducir a una lgica
simplona la presencia fsica del padre o la madre, a manera del cuento del
Edipo, pues no es a las personas reales a las que nos referimos, sino a los
efectos que dicha funcin representa.
Freud destaca el valor de la fobia de Juanito. La angustia ante el caballo y el
desarrollo de la fobia, no eran otra cosa que una manifestacin del complejo de
Edipo, complejo nuclear de las neurosis; por el cual Hans, en el excesivo amor
a su madre, senta a su padre como un competidor. El xito de la fobia en Hans
consiste en el desplazamiento del temor al padre al temor por un animal (el
caballo).
Veremos ahora respecto a los desarrollos freudianos sobre el ttem y el
tab, las consecuencias clnicas que arroja tanto en Hans como en Arpd.
62
64
coinciden con los dos crmenes del Edipo (matar a su padre, y tomar por mujer
a su madre). Interesante analoga para pensar la funcin que cumplen en el
desarrollo libidinal del sujeto la ambivalencia hacia el padre y la prohibicin del
incesto, cuestiones fundamentales para lograr una posicin sexuada y el
acceso a la cultura.
En Juanito, el temor a los caballos y la constitucin de la fobia propiamente
dicha, se vuelven una solucin en relacin al complejo nuclear de la neurosis.
El temor al caballo, despierta el complejo de Edipo, pero no sin angustia, y sin
un conjunto de prohibiciones y restricciones en el pequeo Hans (no querer
salir de su cuarto, no querer salir a la calle, etc.). En Arpd, sin embargo, el
ttem est vivo, no cumple una verdadera funcin de interdiccin (pensemos
aqu en un padre que prohbe pero que al mismo tiempo habilita). Por eso
decamos, que en este historial, la relacin con el animal es egosintnica y por
ende, se trata de una solucin ms exitosa. No despierta angustia, sino que
se fija como un rasgo de carcter.
En Juanito sucede todo lo contrario. En lugar del odio hacia el padre o del
ser castrado por el padre, el afecto se muda hacia su propia persona (lo cual se
expresa en su miedo a ser mordido por el caballo).
Arpd es l mismo un gallo. Ferenczi insiste en que el terror a los gallos
deba ser relacionado a la amenaza de castracin por su onanismo. Cuestin
que, junto con la escena en la que l es picado por el animal, constituyen
grandes datos para el autor. Adems la actitud ambivalente que el nio tiene
hacia el animal, de amor y odio a la vez, es consecuente con la relacin que los
primitivos tenan con el ttem, en el sentido que, a pesar de su muerte, segua
imprimiendo en sus miembros constantes restricciones y adoraciones.
Sobre el final del historial de Arpd observamos de qu manera Ferenczi
resalta este punto al decir que el psicoanalista debe suponer que la
ambivalencia probablemente se refiera al padre quien aunque honrado y
respetado, al mismo tiempo es tambin odiado a causa de las restricciones
sexuales que impone severamente. En una palabra, la interpretacin analtica
sera: el gallo representaba en el sndrome al padre.
66
Conclusin
A lo largo del captulo, hemos transmitido aquellos puntos de encuentro
entre ambos historiales clnicos. La apreciacin que sobre el totemismo
establece Freud en Ttem y tab ([1913] 2010) as como el contrapunto que
establece con el anlisis del caso Juanito, permite pensar a la fobia a los
caballos como un caso de totemismo negativo, en tanto seala el valor del
ttem, en este caso el animal, como el punto de sostn de ciertas prohibiciones
y de regulacin de la problemtica relacin del nio con el deseo materno.
Para Freud, el caso Arpd (Ferenczi, [1913] 1959) ejemplifica al totemismo
positivo, donde el ttem a diferencia de la fobia, no prohbe sino ms bien
empuja y lo lleva a enfrentarse, identificado con el animal temido.
67
68
Referencias bibliogrficas
Cosentino, J. C. (1999). El pequeo Arpd [en lnea]. Consultado el 5 de
diciembre
de
2013
en:
http://www.psi.uba.ar/academica/carrerasdegrado/psicologia/informacion_adicio
nal/electivas/659_clinpsicoa2/material/fichas/Arpd.rtf>
Freud S. ([1907] 1996). Tres ensayos de teora sexual. En Obras
Completas. Tomo VII. Buenos Aires: Amorrortu.
--- ([1907] 1992). Acciones obsesivas y prcticas religiosas. En Obras
Completas. Tomo IX. Buenos Aires: Amorrortu.
--- ([1908] 1992). El creador literario y el fantaseo. En Obras Completas.
Tomo IX. Buenos Aires: Amorrortu.
--- ([1909] 1992). Escritos breves. En Obras Completas. Tomo IX. Buenos
Aires: Amorrortu.
69
70
CAPTULO 5
MELANIE KLEIN: EL CASO FRITZ
Anala Basualdo, Mara Florencia Gmez
Introduccin
En este captulo se presenta y analiza el desarrollo de una fobia en Fritz,
caso observado por Melanie Klein. El anlisis se realiza rescatando los
conceptos fundamentales de la lectura kleiniana y otras lecturas actuales,
superadoras de las limitaciones de algunas de sus premisas.
Se elige este caso de Klein porque supone la inauguracin de un nuevo
campo de aplicacin del Psicoanlisis, signado por disputas tericas y de
poder. En este trabajo inaugural de la autora se evidencia su descubrimiento
fundamental, que es la posibilidad de anlisis temprano en el nio, y se
bosquejan las divergencias tericas con la lectura freudiana. Respecto del
anlisis temprano, sita el inicio del conflicto edpico a los seis meses de edad,
como resultado del abandono del pecho por tornarse este peligroso por el
sadismo expulsado sobre l, frustracin oral atribuida al destete. Ubica, de esta
manera, al sadismo como primario, pulsional y fuente del impulso
epistemoflico, que llevar a la bsqueda de saber.
Contrariamente al nio freudiano, que reprime este deseo elaborando teoras
sexuales infantiles que le permitan seguir sosteniendo el desconocimiento de la
diferencia de los sexos, el nio de Klein sostiene un deseo de saber y
satisfacer las preguntas sobre la existencia o no de Dios, sobre la diferencia de
los sexos y cmo nacen los nios. Esta autora basa sus ideas en la premisa de
que un nio informado no reprimir y, por lo tanto, no ser neurtico. No
obstante, su clnica le demuestra lo contrario: Fritz desarrolla una fobia.
Rechazo de saber que seala una nueva direccin en la cura al determinar el
71
la
ayuda
de
James
Strachey,
Klein
ingresa
en
la
British
titulada "Una neurosis obsesiva en una nia de 6 aos" -Caso Erna. En ese
encuentro, enfrenta directamente a Anna Freud, y se inicia el debate sobre qu
deba ser el psicoanlisis de nios: si supona una forma nueva y mejorada de
pedagoga -posicin defendida por Anna Freud-, o deba ser el espacio de la
exploracin psicoanaltica del funcionamiento psquico desde el nacimiento como lo sostena Klein. Ese mismo ao, von Hug-Hellmuth, la primera
terapeuta y eminente directora del Centro de Orientacin Infantil de Viena, es
asesinada por un sobrino de 18 aos, hijo de una hermanastra, que de nio
haba sido su paciente. Esto conllev una mala predisposicin en la opinin
pblica para con la Clnica Psicoanaltica con nios.
A principios de 1927, Anna Freud presenta su lectura de la tcnica del
anlisis infantil ante la Sociedad de Berln, en clara oposicin a Klein. En mayo,
Jones organiza un Simposio sobre Psicoanlisis Infantil entre los miembros de
la Sociedad Britnica, en el cual se exponen los principales temas de la
polmica entre el grupo britnico y el viens. El acontecimiento es considerado
como la piedra fundamental del psicoanlisis de nios, dando un vigoroso
impulso a la Sociedad Britnica de Psicoanlisis (Nio, 2010).
La obra de esta autora est compuesta por alrededor de cincuenta artculos
y un libro titulado El Psicoanlisis de nios, y ha sido traducida a unos quince
idiomas. Tambin se le suman su autobiografa indita y su correspondencia.
En Londres, Klein encontr su hogar intelectual entre los psicoanalistas
britnicos, que abrazaron sus nuevas ideas y estaban deseosos de aprender la
tcnica del juego y sus novedosas propuestas, organizndose en lo que
actualmente se conoce como la Escuela Inglesa.
En sntesis, Klein fue una pioneras en la defensa del psicoanlisis con nios
pequeos, considerndolo parte integral de la educacin y de la crianza, tal
como concluye en las observaciones psicoanalticas del desarrollo de Fritz. As,
no cree necesario recurrir al anlisis solo si el nio manifestaba una neurosis,
criticando una de las ideas bsicas de Anna Freud. Para Klein, el nio es
autnomo, tanto en su demanda como en la cura.
series freudianas del objeto, en una articulacin nica entre las etapas de la
organizacin libidinal y las que el autor distingue como etapas del amor
objetal, expresin esta que en Freud designa la eleccin de objeto. De
hecho, y Freud hace de eso un reconocimiento a su discpulo, cada una de las
etapas libidinales clsicas es separada en dos, y clasificadas de acuerdo a la
ambivalencia pulsional, con la confusin inherente entre pasivo-activo y amorodio. Distinguir, en el estadio oral, un estadio precoz de succin ambivalente y
un estadio sdico-oral, que se corresponde con la aparicin de la primera
denticin. La ambivalencia pulsional entre la libido y la agresividad se
manifiesta sobre el mismo objeto. Otras dos fases marcarn tambin dos
comportamientos opuestos en relacin al objeto en lo que llamar estadio anal.
El erotismo anal se vincula a la evacuacin, y la pulsin sdica a la destruccin
del objeto. La segunda fase marca el erotismo anal con la retencin y la pulsin
sdica al control posesivo. As, el inters para Abraham resulta del pasaje de
una fase a otra como un progreso en relacin al amor objetal, los movimientos
regresivos y de fijacin que la libido describe, lo que arroja para el autor una
nosotaxia peculiar de las patologas mentales. Es decir, los estadios de la
organizacin de la libido se corresponden con estadios evolutivos de las
fijaciones objetales, lo que desemboca en puntos de fijacin prevalentes en los
trastornos psicopticos. Esta interpretacin de las fases libidinales y de la
eleccin del objeto elimina el carcter intrnsecamente perverso polimorfo de
las pulsiones parciales freudianas. As, para Abraham, quedan reducidas a un
dficit madurativo, formas primitivas a las que el adulto accede al recuperar la
nocin de amor realista ([1924]1959).
Ms all de la filiacin de Klein con el enfoque abrahamiano del objeto bajo
la dupla parcial-total, la autora recupera el anlisis detallado sobre la
melancola, como un aporte clave para la nocin de depresin en su obra. Pero
los trabajos de Klein llegan mucho ms lejos que los planteos de Abraham, en
un punto porque tambin siguen a la lectura de Freud.
El concepto de objeto resulta inseparable del conjunto de la obra de M.
Klein, al observar su articulacin con otras vas conceptuales que le son
solidarias.
77
De este modo Freud instituye una condicin en la estructura misma del ser
humano en lo tocante a su relacin con el objeto de deseo.
La teora kleiniana del objeto se inscribe en la serie de la eleccin de objeto,
es decir, en el mbito del objeto narcisista; su desarrollo terico la lleva a
enfatizar el pasaje desde el objeto parcial al objeto total, sin descubrir la
78
diferencia entre las dos series detalladas por Freud, la serie pulsional con sus
estadios y la serie de la eleccin de objeto. La especificidad del concepto de
deseo en Freud as como la consideracin del objeto perdido es diluida en la
obra de Klein, dando paso a una fenomenologa de lo imaginario en torno a su
conceptualizacin del objeto.
En Klein, el caudal de sus descripciones al explorar las fantasas infantiles
obtuvo la lectura minuciosa y privilegiada de Jacques Lacan. El camino
recorrido por esta autora, su genial hallazgo y sus propios impases,
obtuvieron ganancias en Lacan al ofrecerle los insumos conceptuales en la
elaboracin de la dimensin imaginaria del objeto en los comienzos de su
enseanza. No obstante, retom la lectura del objeto perdido en Freud y se
distanci categricamente de Klein; ella, por su parte, se extravi centrndose
en la funcin del duelo a falta de poder inscribir la falta como condicin de
posibilidad del objeto mismo.
psicoanaltica
(Rabinovich,
1990)
nos
aporta
consideraciones
(1896),
al
ubicar
el
displacer
nuevo
que
pueden
producir
ciertas
cuestionar
conceptualizacin
los
antecedentes
del objeto,
Lacan
postfreudianos
en
introduce
serie
una
torno
de
la
aportes
los tres rdenes (Imaginario, Real, y Simblico) junto con otra triparticin, a
saber, la accin, el objeto y el agente.
83
del enigma frente al deseo de la madre tal como lo descubre Freud en Juanito,
gira en torno a ser o no ser el objeto que colme ese deseo, en relacin a un
punto de falta en aquella.
El recorte que se hace aqu del Caso Juanito intenta articular, siguiendo a
Lacan, dos lneas conceptuales que del historial se desprenden: el Complejo de
Castracin freudiano y la significacin flica. En tanto el Complejo de
Castracin es situado como nudo de la neurosis y como acceso del sujeto al
deseo, puesto que est profundamente ligado al concepto de padre (Freud,
[1925] 1996a). As, Lacan introduce la funcin del padre articulada a la posicin
inicial del nio sosteniendo que
El nio se encuentra enfrentado a esta oscilacin entre los dos polos de la
relacin imaginaria primitiva, de una forma que podemos llamar bruta, antes de la
instauracin de la relacin en su legalidad edpica por la introduccin del padre
como sujeto, centro del orden y de posesin legitima (Freud, [1956-57]1994: 162)
Vale decir, esta cita nos presenta en la vida precoz del sujeto la alternancia
de sus posiciones y sus significaciones respectivas, cuando es entregado el
nio a la relacin imaginaria, ya sea por la va de la identificacin con la mujer,
ya sea ocupando el lugar del falo imaginario, ambas consecuencia de una
simbolizacin insuficiente de la relacin tercera. Alrededor de este punto se
articular para Lacan toda la dialctica del progreso de la relacin madre-nio,
y sostendr la hiptesis de que el nio no est solo en su entorno, que no es
biolgico sino un orden simblico y legal. Sern estas particularidades las que
darn entonces predominio a ese elemento de lo imaginario, que es el falo.
Juanito se encuentra en un juego de engaos con su madre en torno al falo
imaginario, siendo el falo en el momento de la escritura del Seminario IV, el
objeto del deseo. Lacan muestra un desarrollo exhaustivo de la funcin de la
madre en la estructura, sin olvidar el peso de la funcin paterna, desarrollo
conceptual que gira en torno a la dialctica flica.
Lacan nos advierte que el sujeto nio se encuentra en plena perspectiva
falicista imaginaria en la etapa pre-fbica del desarrollo de Juanito. Juanito est
fantaseando sobre el falo constantemente, no solo alrededor de su propio
hace-pipi, sino tambin interpela a su madre sobre la presencia del falo en ella,
en su padre, en los animales. El falo es el eje que organiza el mundo del nio,
85
sobre sus relaciones con los nios que adopta como propios, mantiene una
gama de relaciones presentadas en el plano de la ficcin. La situacin de
Juanito en relacin a su madre es esta: para satisfacerla fantasea todo el
tiempo en ser el falo faltante, en una situacin de engao. El nio se encuentra
en el paraso del seuelo. Tal como lo sintetiza Lacan sobre el comportamiento
de la madre con Juan a quien se lleva desde el bao hasta la cama, indica que
el nio es para ella un apndice indispensable () se las arregla para colocar
al nio en un objeto de su placer (Lacan, ([1956-1957] 1994: 228). Es decir, el
nio es tomado como una metonimia del deseo del falo de la madre. Lo cual
introduce una cuestin que quedar fuera de nuestro alcance -la posicin del
nio en relacin a la sexualidad femenina-, pero sita el comienzo del drama
(Lacan, ([1956-1957] 1994: 244), donde la angustia es correlativa al momento
de suspensin del sujeto (Lacan, ([1956-1957] 1994: 228).
Esta madre tan liberal, que sigue junto a su marido los preceptos
psicoanalticos a rajatablas, el laxismo educativo que parece haberse
desprendido de una juntura poco feliz entre el psicoanlisis y la pedagoga,
contribua para brindarle a Juanito un clima de libertad. Pero, hay que situar
cmo pasa de esta situacin tan feliz al tropiezo de la fobia. Esta
transformacin se opera sobre un elemento esencial, el falo, otorgndole un
momento de aparicin bien localizado. En dos direcciones hace irrupcin ese
elemento pero en un estatuto novedoso, en tanto real, ya sea en el goce flico
del nio, ya sea en el nacimiento de su hermana, lo que prepara en alto grado
la posibilidad de quedar fuera de juego (Lacan, 1994: 246). No obstante, la
crisis se abre sobre un fondo ms profundo, produciendo una desestabilizacin
importante en la posicin del pequeo con relacin al falo. Estos elementos no
son unvocos, y le permiten a Lacan privilegiar la intervencin del pene real,
que ya estaba en juego desde haca un ao antes del desarrollo de la fobia,
cuando Juanito confiesa verbalmente a sus padres sus ejercicios de
masturbacin. Lo cierto es que esta madre tan liberal en materia de educacin,
se muestra horrorizada cuando interviene la cosita de hacer-pipi como real para
el nio, es decir, cuando es convertido en un objeto de satisfaccin sexual. Si el
movimiento progresivo de aquella relacin tramposa sostena una identificacin
87
perfecta del nio con el objeto del amor materno, un elemento aparece y
produce la confrontacin con el crecimiento: el fenmeno de la turgencia.
Algo se introduce, algo que se menea, que produce sensaciones
orgsmicas para el nio y juega un papel como elemento de difcil integracin.
Aqu dir Lacan en cuanto interviene su pulsin, su pene real, el nio cae
engaado por su propio juego, ver como una trampa, lo que antao fue el
paraso, confrontado a un dilema entre cumplir con una imagen y tener algo
real que ofrecer.
caballo para Juanito es el significante elegido para suplir ese elemento tercero
ausente y lo que importa en relacin al padre en todo el recorrido del
Seminario, es su funcin en el Complejo de Edipo. El caballo de Juanito es el
objeto imaginario de su miedo, es el significante de su sntoma, su tontera
como as lo enuncia (Freud, [1909]1990: 18). Es, sobre todo, un objeto que
sealiza los lmites del sujeto y da forma significante a la angustia, precaviendo
su relacin con esta. El caballo prohbe algo, en la medida en que la fobia es
una proteccin contra la angustia; el caballo marca un umbral, esta es su
funcin esencial. Ese elemento de umbral, de primera estructuracin simblica
de la realidad, es la fobia.
El objeto de la fobia es un objeto animado, cobra vida, y el carcter
significante del objeto, radica en que son objetos concedidos por el lenguaje,
por lo tanto estructurados por el lenguaje. El objeto fbico es desplegado en su
realidad imaginaria, pero es un significante entre otros, en tanto obedece a las
leyes combinatorias de la cadena significante.
Avancemos un paso ms para visualizar que la fobia es considerada en el
contexto del Seminario IV como una respuesta subjetiva, al ofrecer una
distancia al sujetamiento materno a travs de un objeto comodn (el caballo)
donde se coagula una forma metafrica del falo. Es as que Lacan arriba hacia
el final del Seminario al lugar del padre como significante, sealando que las
diversas formas de responder al enigma del deseo materno revelan la
insuficiente simbolizacin de esta relacin tercera.
Lacan diversifica al padre en su articulacin con los tres registros en Juanito.
Desplaza en importancia al padre imaginario, ligado a la dialctica de la
agresividad, y acenta la intervencin del padre real en la resolucin de la
fobia, teniendo por detrs a Freud como padre simblico. Nos dice
[] el padre real debe asumir el juego de ganar [] asumir la funcin de padre
[] en la medida en que cumpla su funcin imaginaria cuando se deja sentir su
incidencia castradora, solo en esta perspectiva se vive el complejo de castracin
(Lacan, ([1956-1957] 1994: 267)
89
familiar
in
statu
nascendi
en
el
Internationale
Zeitschriftfr
nio cuenta la fantasa de dos motores (Klein, s/f [1921]: 36), que Klein
interpreta reintroduciendo los impulsos dirigidos a la madre y al padre. El nio
comienza a jugar intensamente junto al relato de sus fantasas. A los dos
meses de esta charla, deja de jugar a sus juegos favoritos (indios y ladrones, y
a jugar con otros chicos), y reaparece la angustia. Fritz, quien present terrores
nocturnos entre los 2 y 3 aos, ahora muestra miedo al dormirse y sobresaltos
durante el sueo; tambin, en esa poca disminuye su inters en contar
cuentos y jugar, y muestra un empeo exagerado por aprender a leer.
Asimismo, en el cierre de su observacin incluye lo que Klein denomina una
fobia ligera a los nios callejeros y miedo a cruzar la calle solo. Durante este
perodo final de la observacin, Klein comenta que haba tenido pocas
oportunidades para abordar estas angustias y preocupaciones en su hijo.
sujeto al enredo edpico. En este punto la consideracin del misterio que para
el nio supone la sexualidad, queda articulada con un rasgo propio de lo
infantil, la curiosidad, puesto que toda curiosidad es sexual, al decir de Freud.
El nio ha configurado de manera univoca las respuestas a sus preguntas al
acudir a la significacin del falo como medida sobre la divisin de los sexos, y
nica poltica infantil acerca de un saber sobre el sexo.
El nio que nos presenta Klein en la figura de Fritz es un nio inmaduro y
que a sus 4 aos no habla como la media de su edad, argumento que la
justifica para realizar su observacin analtica, con el objeto de ampliar el
mundo del nio a travs de un dilogo al servicio de lo que Ferenczi denomina
principio de realidad. Pero haba en Klein -madre- un inters particular a la hora
de indagar el deseo de saber de Erich (Fritz) y era que no sufriera las malas
influencias que haban padecido sus hijos mayores, como consecuencia de la
religin que profesaba su padre.
Fritz pregunta sobre la cosas que desea saber y Klein responde a todo lo
que el nio interroga. El pequeo comienza con preguntas sobre la existencia o
no de Dios, la diferencia de los sexos, cmo nacen los nios, interroga al
mundo, se interesa por las heces y la orina. Interviene y asocia en ese espacio
de dilogo con su hijo, la curiosidad metafsica del nio relativa a la existencia
de Dios con la curiosidad sexual (pulsin de saber) que experimenta y al mismo
tiempo reprime. La analista resuelve la confusin del pequeo y, ahorrndoles
a los padres sus disputas ideolgicas, hace decaer la autoridad de ellos como
premisa para el desarrollo del libre pensamiento de su hijo-paciente. Una vez
que Fritz supera la creencia en la omnipotencia de su pensamiento infantil y
expresa cada vez mejor su deseo, Klein concluye con una visin optimista
acerca de la vida infantil, y sostiene que el nio ha llegado a una inteligencia
totalmente satisfactoria.
Ella vea, en esta estereotipia de las preguntas, nuevamente una detencin
en el desarrollo intelectual de su hijo, razn por la cual decide informarle sobre
el desarrollo del feto dentro del cuerpo de la madre y el proceso del nacimiento,
con todos los detalles que le interesaban (Klein, s/f [1921]: 28). Pero Fritz
reacciona mal a esta informacin, no quiere escuchar demasiado la
97
explicacin, dndole la razn a Freud, cuando dice que ante este tipo de
explicaciones el nio o no las acepta o no las entiende. Sin embargo, Klein,
persuadida de que la educacin reprime la sexualidad infantil y determina la
inhibicin del pensamiento, recomienda la participacin del psicoanlisis en la
educacin y extiende su militancia bajo el supuesto que un nio informado no
reprimir, y en consecuencia, no ser neurtico.
Pero mientras que para Freud, el nio reprime este deseo de saber, como
uno de los destinos de la pulsin, y construye las teoras sexuales infantiles
que le permitan prescindir de un saber sobre la diferencia de los sexos, Klein
va en un camino inverso. Su postulado educativo la conduce a poner en
tensin el saber inconsciente del nio frente a la ilustracin de los padres.
Alimentar ese impulso epistemoflico en el nio, implica olvidar que el saber
inconsciente se sostiene por un desconocimiento estructural como condicin
para la elaboracin infantil y que la represin que sufre Fritz como cono de lo
infantil, no se confunde con la represin secundaria impuesta por la educacin
moralizante. La desorientacin en Klein radica en no advertir que el resorte del
Complejo de Edipo, no est ligado a la educacin, sino ntegramente al
inconsciente; esto es a la represin que lo funda, y que se reprime porque se
habla, y no su inversa.
En efecto, el anlisis de Fritz interpela justamente el lugar que Klein le otorga
al deseo de saber del nio en la medida en que su clnica resulta
ejemplificadora de un rechazo a ese saber. Despus de presentar el caso en la
Sociedad Psicoanaltica de Budapest, observa que el nio empieza a tener
graves inhibiciones. Fritz desarrolla sntomas a pesar de haber liberado sus
fantasas y ello anticipa una nueva direccin en la posicin de Klein en la cura
al determinar el abandono de la posicin pedaggica y dirigir su escucha hacia
una posicin analtica.
Toda una sintomatologa tpica de la enfermedad natural de la infancia
descripta por Freud (1990) hace aparicin en el pequeo Fritz. Preguntas
estereotipadas que se repetan, junto con una creciente rumiacin denotaban
un cambio. Su tristeza, rechazo hacia su madre, y desinters generalizado la
desorientan a Klein. Se volvi taciturno, mostr un marcado desagrado por
98
jugar, por escuchar los cuentos que lo deleitaban y un temor por salir a la calle,
todo el inventario de lo que Klein llamaba fobias tempranas. Llegado este
momento, podemos interrogar acerca de cules son los criterios de salud y
enfermedad que la autora admite, cules sus propuestas teraputicas, en la
medida en que sugestivamente para esta autora los objetivos de un tratamiento
psicoanaltico se confunden con una mera aplicacin del psicoanlisis en el
rea pedaggico-educativa. De hecho atesoraba la ilusin de instaurar
escuelas para nios dirigida por psicoanalistas, quienes con los conocimientos
recin horneados, evitaran la predisposicin patolgica en la infancia.
La segunda parte de su trabajo La resistencia del nio al esclarecimiento
sexual fue presentada en 1921 a la Sociedad Psicoanaltica de Berln y se
observa a diferencia de la anterior una visin mucho menos optimista acerca de
la vida infantil. Este nio, al que sus padres ilustrados nunca haban reprimido o
amenazado por sus juegos sexuales, se resista sin embargo a todos los
esclarecimientos, se negaba sencillamente a recibirlos. Leemos en Klein me
convenc de que el poderoso impulso de investigacin del nio haba entrado
en conflicto con su igualmente poderosa tendencia a la represin. (Klein, s/f
[1921], p. 30). Pero acaso este detenimiento en pleno apogeo del Complejo de
Edipo, y de la curiosidad sexual no sufre un detenimiento frente a la
confrontacin del nio con la diferenciacin sexual?
Klein nos ofrece una hiptesis clsicamente freudiana convertida en certeza:
el inconsciente del nio nos confronta con otro saber, un saber enigmtico que
obedece a la fantasa y es rebelde al esclarecimiento, resistente al
conocimiento en el sentido adaptativo de la realidad. El innatismo de este saber
hace a su origen en la filogenia. Como madre era ella misma el objeto de deseo
inconsciente para su hijo, y como analista fue gestora de la inhibicin, al menos
de una negativizacin sublimatoria de ese deseo de saber, por el sesgo de la
interpretacin. La bsqueda de Klein por hallar lo que inaugura la relacin
transferencial y hace posible el trabajo ulterior, la hizo creer en que era posible
un contacto directo con la verdad inconsciente. Buscar entonces la ocasin
propicia para brindarle a Erich lo que llama la informacin faltante.
99
Conclusiones
En la revisin de trminos que hemos hecho en este captulo, los distintos
autores coinciden en definir a Klein no como una puericultora sino por elevar al
nio a la dignidad del discurso analtico al tomarlo por el sesgo del sujeto;
tambin, al identificar en este los puntos de goce, en una lectura peculiar de la
pulsin de muerte freudiana. Mediante los juegos con esta analista, los nios
hacan carne de las fantasas freudianas casi sin disfraz. Klein trabajaba sin
saber, para cernir lo irrepresentable en un intento siempre renovado de lo que
escapa a la articulacin simblica y su dialctica. Ser Lacan ([1954]1998)
101
quien la elogie por considerar que, con su prctica, esta autora se ubic ms
cerca del eje del descubrimiento freudiano.
Su lectura puede resultar latosa para quienes no penetren en su universo
terico, pero su valor y su insistencia en la clnica adquiere una dimensin
nueva al leerla desde el contexto histrico de su poca y advertir que el
sostener los hallazgos del psicoanlisis promoveran la creacin de una nueva
Psicologa del Nio.
Inicialmente esta autodidacta -dado que Klein no tena ttulos acadmicos-,
atesoraba la ilusin de instaurar escuelas dirigida por psicoanalistas, quienes
con el criterio y los conocimientos psicoanalticos recin horneados, pudiera
ayudar a que los nios tuvieran menos dificultades en su desarrollo intelectual y
una vida anmica sin sobresaltos. No obstante, es notorio ver como Klein vara
de la posicin pedaggica inicial a la analtica en el devenir mismo de su
escucha, lo que le permite superar la inquebrantable rigidez de Anna Freud en
torno a su modalidad de intervencin. En efecto, emancipa, dentro de su
cuerpo terico, los conceptos fundamentales que dan forma a ese mundo
interno en el nio, donde un Supery temprano, fantasas originarias y la
envidia primaria conforman un a priori cuasi embrionario. Su nocin de Edipo
temprano constituy la prueba mayor en la historia del psicoanlisis de la
eficacia en la operacin de estas fantasas universales.
El nio kleiniano no es inocente a la manera de Rousseau, ni perverso
polimorfo a la manera de Freud. La excitacin y la curiosidad sexuales
efectivamente perversas polimorfas que subtienden la neurosis segn Freud,
en Klein se abren hacia la grieta del inconciente de la represin primaria, tal
como se hace or en el nio, tal como fracasa en el psictico, tal como se pone
de manifiesto en los estados lmite (Kristeva, s/f [2008]: 38). El aporte que esta
autora desarrolla acerca del abordaje del nio en tanto objeto, resulta
inestimable en el punto en que la construccin de las fantasas y el inicio de la
neurosis infantil se configuran en el marco del Edipo temprano como
estructurantes. Esta modalidad de goce en el nio -cuyo inicio Klein la ubica en
relacin a las teoras sexuales- ingresa al sumario del Edipo temprano. En ese
102
punto podramos decir que cuando un anlisis termina para Klein, comienza
para otras lecturas psicoanalticas.
Notas
1. Cuento de Los tres deseos, donde a la mujer de un granjero le crece una
salchicha en la nariz por el deseo de su marido.
Referencias Bibliogrficas
Abraham, K. (1959). Un breve estudio de la evolucin de la libido,
considerado a la luz de los trastornos mentales. Psicoanlisis Clnico. Buenos
Aires: Horm.
Borgogno, F. (2006). El Pequeo Hans revisado: homenaje a un hombre
invisible. Rev. Psicoanlisis APdeBA, Vol. XXVIII, N 1.
Fleischer, D. (1994). Primeros estadios del conflicto de Edipo y de la
formacin
del
Supery.
Versin
Digital.
Recuperado
de:
http://23118.psi.uba.ar/academica/carrerasdegrado/psicologia/informacion_adi
cional/electivas/051_inglesa1/descargas/primeros_estadios.doc.
Freud, S. ([1896]1998a). Manuscrito K. Las Neuropsicosis de defensa. En
Obras Completas. Vol. 1. (pp. 260-273). Buenos Aires: Amorrortu.
--- ([1925]1997). La negacin. En Obras Completas. Vol. XIX. (pp. 249-257).
Buenos Aires: Amorrortu.
--- ([1925]1996a). Presentacin Autobiogrfica. En Obras Completas. Vol.
XX. (pp.1-70). Buenos Aires: Amorrortu.
--- ([1926]1996b). Inhibicin, Sntoma y Angustia. En Obras Completas. Vol.
XX. (pp. 71-164). Buenos Aires: Amorrortu.
--- ([1933]1992). Nuevas Conferencias de Introduccin al Psicoanlisis 34
Conferencia:
Esclarecimientos,
aplicaciones,
orientaciones.
En
Obras
2:
Melanie
Klein.
Versin
digitalizada.
Recuperado
de:
http://bit.ly/1iPtc5L.
Lacan, J. ([1956-57]1994). El Seminario de Jacques Lacan. Libro 4: La
Relacin de Objeto. Buenos Aires: Paids.
---
104
CAPTULO 6
ANLISIS DE DOS VERSIONES DE LA ZOOFOBIA INFANTIL
EN EL MARCO DEL SEMINARIO IV DE LACAN
Nora Cecilia Carbone, Gastn Pablo Piazze, Mara Cristina Piro
Introduccin
El objetivo de este captulo es examinar las coordenadas del surgimiento y la
funcin de la fobia infantil, as como las diferencias que encuentra esta
particular respuesta en la nia y en el varn.
Para ello tomaremos como referencia el Seminario IV de Lacan, en donde
este aborda, en el marco de su teora de la falta de objeto, dos casos clnicos:
Sandy y Juanito. Definida la fobia como una muralla contra el abismo de la
castracin materna, intentaremos precisar cmo se singulariza el crucial
encuentro del sujeto con esta dimensin de la falta en cada uno de ellos. As,
partiendo de una premisa comn, se pondrn en juego tanto algunas
consecuencias psquicas de la diferencia sexual anatmica como lo propio de
una respuesta cuya tipicidad o atipicidad habr que establecer.
106
Hasta aqu, la lectura del caso tal como la propone Lacan. Si se siguen los
ejes planteados por l respecto de la eclosin de la fobia, sorprende que no
haya tomado en cuenta un aspecto reportado por Schnurmann en la
observacin: das antes de la irrupcin de la fobia, mientras la nia era baada,
se meti un trozo de jabn en el sexo. Al respecto, la analista seala que el
dolor que le ocasion hizo que estuviese trastornada y asustada durante un
buen rato y (que) se necesitara un buen tiempo para calmarla.
Cabe interrogarse sobre el estatuto de este dolor que la analista supone
que est a la base del susto. Acaso podra acercarse a la experiencia a la que
Lacan llama, en Juanito, la irrupcin del pene en lo real? En trminos del Freud
de los aos 20, no se tratara de volmenes hipertrficos de excitacin que
provocan la ruptura de la barrera de proteccin antiestmulo y dan lugar a un
esfuerzo del aparato por ligar el excedente pulsional? Si as fuera, la fobia
podra considerarse como una respuesta en la nia, no solo a la encrucijada
simblica-imaginaria relativa a las vicisitudes del vnculo con su madre, sino
tambin a un goce que se presenta en su propio cuerpo como disruptivo.
Volveremos sobre ello ms adelante.
En cuanto al interrogante concerniente a la eleccin del perro como objeto
de la fobia, Lacan parece destacar la figura del animal en su valor totmico.
Como dijimos anteriormente, la imagen del perro castrador posee una potencia
que permite justificar la ausencia de lo que est ausente, por el hecho de haber
sido mordido, quitado. En el caso Juanito ir ms lejos, situando el origen de la
eleccin del significante caballo en relacin con las leyes del lenguaje.
Por otra parte, cabe agregar que el perro se afirma como objeto fbico a
partir de una identificacin viril: camino a la escuela, algunos nios juegan con
un perro callejero. Annelisse Schnurmann les advierte que si lo asustan puede
morderlos. Luego, Sandy dice perrito, morder, nio, Bobby, mam, incluyendo
a su madre en la serie de los castrados, para finalmente enunciar la frase ms
larga pronunciada hasta entonces: perrito morder pierna nio malo. A
continuacin, muestra varias veces su dedo intacto diciendo todo bien y se
lanza a una serie de actividades varoniles y agresivas, como manipular
martillos, clavos y sierras, utilizadas exclusivamente por dos nios bravucones.
110
Por otro lado, Sandy se presta a toda una serie de juegos a la vez de
adoracin y de violencia por parte de su nuevo hermano, un muchachito cinco
aos mayor que ella, hijo de su padrastro, para quien la nia se convierte en un
centro de estima. Al mismo tiempo, la madre no esconde su preferencia por
Sandy respecto del hermano. De este modo, adorada por su hermanastro y
111
marcha
donde
la
intervencin
del
padre,
aunque
siempre
amorosa.
Ms
adelante,
este
punto
de
enigma
ser
Esta situacin, de la que solo podra sacarlo la intervencin del padre del
Edipo, se convierte en un atolladero dada la insuficiencia paterna para aportar
una dimensin nueva a la relacin del nio con la madre y hacer entrar en el
114
juego de los instintos del sujeto y en la asuncin que este hace de sus
funciones, una significacin esencial. Es esa carencia del padre a la hora de
cumplir con su funcin, la que hace necesaria la fobia. Volveremos luego sobre
este punto.
Al igual que en el caso Sandy, Lacan se pregunta por la eleccin del
significante caballo. Pero a diferencia del punto de vista respecto de aquel, en
donde privilegiaba el carcter totmico del animal mordedor, aqu nos brinda
una leccin magistral sobre el funcionamiento del inconsciente segn las leyes
del lenguaje. Leyendo atentamente el historial, nos recuerda que el propio nio
se ocup de mostrarnos el origen del agente fbico al indicar en qu momento
crea haber pescado la tontera: en una conversacin con su padre, Juanito
se ocupa de detallar las relaciones del caballo con los carros [wagen]. Destaca
entonces que el caballo es algo que se puede enganchar y que puede arrastrar
un carro. En el mismo momento que articula esto a propsito del caballo, el
jovencito recuerda que cuando jugaba al caballito con su amigo Fritz, este se
cay y se lastim un pie. Segn Juanito, en ese momento todos decan que se
haba daado por causa [wegen] del caballo. Y agrega: entonces fue cuando
pesqu la tontera. Freud advierte que la conexin entre carro [wagen] y por
causa de [wegen] obedece a la homofona, esto es, si lo tomamos con Lacan,
a la operacin de la metonimia:
En otras palabras, en el nacimiento de la fobia [] nos hallamos ante el
proceso tpico de la metonimia, es decir, ante el paso del peso del sentido []
desde un punto de la lnea textual hasta el punto siguiente. Esta es la definicin
misma de la metonimia en su estructura. Si el trmino dem Pferd (del caballo)
adquiere su valor articulatorio y asume todas las esperanzas de solucin, es
porque ste es el trmino siguiente al que wegen transfiere todo su peso, el cual
queda as velado. (Lacan, [1956-1957]1994: 317)
116
Por otra parte, el progenitor agrega que lo que ha quedado como un resto
no solucionado al final de la observacin es que Juanito se devana los sesos
para averiguar qu tiene que ver el padre con el hijo, puesto que es la madre
quien lo trae al mundo (el nio pregunta incesantemente: no es verdad que
tambin soy tuyo?).
Estos datos clnicos muestran la posicin a la que ha arribado Juanito luego
de su pasaje por la fobia: si la castracin ha operado es solo en la medida en
que se ha articulado simblicamente la separacin del nio de su madre,
posibilitando el dominio imaginario del falo materno. Podra decirse entonces
que Juanito ha sido castrado de su madre y que esto lo convierte en un nuevo
sujeto. Ahora bien, las fantasas antes mencionadas demuestran en cambio
que la castracin no ha afectado la relacin de Juanito con su miembro: el
fontanero solo le pide que le muestre la cosita; no hay all prdida ni posterior
recuperacin del pene; en otras palabras, no hay simbolizacin alguna del
tener. Como dice Lacan, el pene se ha quedado al margen, desgranado, cmo
algo que solo ha sido vilipendiado, reprobado por la madre, situacin que
expresa lo inacabado del proceso en lo concerniente a la asuncin de la
posicin relativa de los sexos y la integracin de sus relaciones. De all la figura
de este padre mtico capaz de parir y su correlato, las incesantes preguntas del
nio respecto de la funcin de su progenitor en la reproduccin.
As como hemos cernido en Sandy el saldo del pasaje por su fobia en
trminos de la plasmacin de un fantasma flico que deja abierta la posibilidad
de una salida hacia la histeria o hacia la femineidad, cabe preguntarse cul es
el desenlace que la construccin sintomtica depara a Juanito. La presuncin
de Lacan al respecto es contundente:
117
A modo de conclusin
En sntesis, en el Seminario IV la angustia de Juanito est ligada a la
presencia del objeto flico -en su doble dimensin real e imaginaria- a partir de
la cual se perfila la dimensin del deseo del Otro; la aparicin de la fobia
constituye entonces un intento malogrado de simbolizar dicha presencia,
habida cuenta de la insuficiencia paterna para cumplir su funcin en el Edipo.
118
Referencias bibliogrficas
119
120
DE LOS AUTORES
Maira Querejeta
Doctora en Psicologa (FaPsi-UNLP). Especialista en Psicologa Educacional
con orientacin en trastornos del Aprendizaje del Lenguaje Escrito (FaPsiUNLP). Licenciada y Profesora en Psicologa (FaHCE-UNLP). Investigadora del
Centro de Estudios en Nutricin y Desarrollo Infantil (CEREN) de la Comisin
de Investigaciones Cientficas (CIC) de la provincia de Buenos Aires. Ha sido
becaria Doctoral y Posdoctoral del Consejo Nacional de Investigaciones
121
presentaciones
en
eventos
cientficos.
Docente
de
Piazze, Gastn
Mdico y Especialista en Psiquiatra y Psicologa Peditrica por el Colegio de
Mdicos de la Provincia de Buenos Aires. Actualmente ejerce como Jefe de
Trabajos Prcticos de las asignaturas Psicopatologa I y Psicopatologa II en la
Facultad de Psicologa (UNLP). Es docente investigador Categora IV del
Programa de Incentivos de la UNLP y Co-Director del Proyecto Promocional de
Investigacin en Psicologa La histeria masculina. Hacia un estudio diferencial
de la histeria en el varn, acreditado por la Facultad de Psicologa (UNLP). Se
desempea como Consejero por el Claustro de Graduados ante el Honorable
Consejo Directivo de dicha Facultad. Fue coordinador y co-director de los
Proyectos de extensin Curso de capacitacin: Intersecciones entre
Psiquiatra y Psicoanlisis I y II respectivamente y co-director de Demanda y
urgencia subjetiva, acreditados por la Secretara de Extensin de la Facultad
mencionada. Es Profesional Mdico Psiquiatra en la Secretara de Niez y
Adolescencia de la Provincia de Buenos Aires y Ex Residente y Jefe de
Residentes del Hospital de Nios de La Plata.
Carbone, Nora
Licenciada en Psicologa, Especialista en Psicologa Clnica de Adultos y en
Docencia e Investigacin (Colegio de Psiclogos de la Provincia de Buenos
Aires). Actualmente ejerce como Profesora Adjunta de la asignatura
Psicopatologa I y del Seminario optativo de grado Clnica diferencial del
122
Torres, Mnica
Licenciada y Profesora en Psicologa (UNLP). Ayudante Diplomada
Ordinaria de la Ctedra de Psicopatologa II y Ayudante Diplomada Ordinaria
de la Ctedra de Psicopatologa I; Categora 5 en el Programa de Incentivos a
Docentes Investigadores de la UNLP. Anteriormente, ha participado en
investigaciones de ambas Ctedras, como as tambin coordinado y
participado en diferentes Proyectos de Extensin, tanto subvencionados como
acreditados por la UNLP. Registra publicaciones de artculos en revistas y
captulos de libros y en congresos, y produccin de material didctico
sistematizado. Es adems integrante del Listado de Supervisores en Clnica
con Nios del Colegio de Psiclogos de la Provincia de Buenos Aires. Ex
Residente de Psicologa del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos
Aires; se encuentra realizando en la actualidad la Carrera de Especializacin
en Docencia Universitaria (UNLP).
Sosa, Martn
Licenciado en Psicologa (2009), Profesor en Psicologa (2010) (UNLP).
Ayudante Diplomado Interino de la Ctedra Psicopatologa II (UNLP). En la
123
Abal, Mauricio
Licenciado en Psicologa, egresado de la Facultad de Humanidades y
Ciencias de la Educacin (UNLP). Ayudante diplomado interino de la
asignatura Psicopatologa II de la Facultad de Psicologa (UNLP). Ex ayudante
diplomado ordinario de la materia Psicologa II de la Facultad de Psicologa
(UNLP). Ex becario en la Residencia Bsica de Psicologa Clnica en el
Servicio de Salud Mental del Hospital Interzonal de Agudos Especializado en
Pediatra Sor Mara Ludovica, de la ciudad de La Plata (Pcia. de Buenos
Aires). Ex becario del proyecto de investigacin Vinculacin entre las historias
de vida especficas y el Sndrome Coronario Agudo, en el Servicio de
Cardiologa del Hospital El Cruce Nstor Carlos Kirchner, bajo la direccin del
Dr. Carlos Tajer. Psiclogo en la Direccin de Medicina Ocupacional de la
Secretara General de la Gobernacin de la Pcia. de Buenos Aires. Autor de
diversos artculos publicados en revistas peridicas y Actas de Congresos.
Martin, Julia
Licenciada y Profesora en Psicologa, U.N.L.P. Especialista en Psicologa
Clnica con Adultos, Colegio de Psiclogos de la Prov. de Bs. As. Maestrando
en Psicoanlisis, UBA. Ayudante Diplomado Ordinario de la ctedra
Psicopatologa I, U.N.L.P. Ayudante Diplomado Interino de la ctedra
124
Lardizabal, Maite
Licenciada y Profesora en Psicologa (Facultad de Psicologa de la
Universidad Nacional de La Plata). Ex-residente del Programa de residencias
integradas multidisciplinario (PRIM) de Lans, del 2009 al 2013. Ex-Jefa de
Residentes del PRIM Lans del 2013 al 2014 y actual Residente de la
Residencia Postbsica en Adicciones. Autora de diversos trabajos en el rea
de la Psicologa Clnica Psicoanaltica.
Fazio, Gastn
Licenciado en Psicologa (UNLP). Diploma Superior en Ciencias Sociales
con mencin en Psicoanlisis y Prcticas Socio-Educativas (FLACSO
Argentina). Docente ctedra Psicopatologa II, Facultad de Psicologa (UNLP).
Ex integrante del Programa de Ingreso, Inclusin y Permanencia de la Facultad
de Psicologa (UNLP). Ex concurrente psiclogo del Hospital Neuropsiquitrico
Dr. Braulio Moyano. Psiclogo de planta del Servicio Penitenciario Bonaerense.
Basualdo, Anala
125
126
Libros de Ctedra
,6%1HQWUiPLWH
FACULTAD DE
PSICOLOGA