La Adoración y La Alabanza Según La Biblia
La Adoración y La Alabanza Según La Biblia
La Adoración y La Alabanza Según La Biblia
Las palabras adoracin y alabanza estn en boca de millones de personas, seguramente ms que nunca
antes en la historia. Eso es algo muy bueno, cuando se trata de una adoracin y de una alabanza bblicas del
nico Dios verdadero.
Pero me atrevera a sugerir que aun los que adoramos y alabamos al Seor de todo corazn no siempre hemos
dedicado tiempo a estudiar qu es lo que ensea la Biblia sobre la adoracin y la alabanza. Alguna vez has
buscado las palabras adorar y alabar en la Biblia, para ver cmo se usan?
El objetivo (bastante ambicioso!) de este artculo es intentar resumir en diez principios lo que ensea la Biblia
sobre la adoracin y la alabanza.
5. Segn la Biblia, cantar a Dios y alabarle son dos cosas relacionadas entre s,
pero distintas.
La letra de muchos de los himnos y canciones que cantamos es alabanza al Seor: Santo, santo, santo, Seor
omnipotente!; Cun grande es l!; Grande eres t!; grandes son tus obras!; Tu fidelidad es grande!;
etc.
Pero: (1) No todas las canciones o himnos son de alabanza: Avvanos, Seor!; Firmes y adelante!;
Grata certeza!; Acptame como ofrenda de amor; Como el ciervo busca por las aguas; Hoy te rindo mi
ser; etc. (2) Cantar al Seor no es la nica forma de alabarle; tambin le alabamos orando, hablando entre
nosotros acerca de l, y con nuestras vidas.
Si seguimos usando la palabra alabanza como lo estamos haciendo, nuestros nietos no van a saber lo que es
la alabanza! Al igual que se ha desvirtuado la palabra amor, estamos en peligro de desvirtuar la palabra
alabanza.
6. Segn la Biblia, el canto espiritual sirve para expresar todo tipo de emociones
en todo tipo de situaciones.
Como ya hemos visto, hay himnos y canciones de alabanza, pero tambin los hay de gratitud, de confianza en el
Seor, de consagracin, de peticin, etc.
Ahora, tiene eso alguna base bblica? Pues, s, la tiene: el libro de Salmos! Hay salmos de alabanza al Seor,
salmos de accin de gracias, salmos de confianza en el Seor, salmos mesinicos, salmos pidiendo ayuda al
Seor, salmos que son lamentos, etc. Una de las cosas que ms nos gustan de los Salmos es precisamente el
hecho de que en ellos se habla de todo tipo de situaciones, buenas y malas, y se expresan todo tipo de
emociones, desde la angustia hasta el xtasis.
No estamos en peligro de perder la riqueza de contenido de las canciones que cantaba el pueblo de Dios antes
de Cristo?
7. Segn la Biblia, hay dos cosas que son ms importantes que el canto: (1) la
Palabra de Dios; y: (2) la oracin.
S lo importantes que son para muchsimas personas los tiempos de alabanza que tenemos en nuestras
reuniones. Pero, aunque cantar al Seor es muy importante, ms importantes an son la Palabra de Dios y la
oracin.
En el Antiguo Testamento la msica tiene un lugar importante, pero no tan importante como la Palabra de Dios
y la oracin. Hay libros enteros que no contienen ninguna referencia a la msica.
En los cuatro Evangelios hay muy pocas referencias a la msica y solo una referencia al Seor mismo cantando,
pero cuntas referencias hay a la Palabra de Dios y a la oracin?: un montn!, verdad?
El libro de Hechos describe los primeros treinta aos de la Iglesia, pero cuntas referencias hay al canto de los
primeros cristianos?: solo una (explcita), y no se trata de una reunin cristiana normal, sino de Pablo y Silas
cantando en una crcel! Pero y las referencias en Hechos a la Palabra de Dios y a la oracin? Muchas,
verdad?
Refleja nuestra realidad hoy los mismos nfasis que la Palabra de Dios?
El Seor dijo a la mujer samaritana: La hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusaln adoraris al
Padre La hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarn al Padre en espritu y en verdad;
porque tambin el Padre tales adoradores busca que le adoren (Jn. 4:21-24). Parece que el Seor estaba
apuntando a un cambio en la adoracin como consecuencia de su venida, verdad? Est reflejado ese cambio
en nuestra adoracin?
10.
Segn la Biblia, la adoracin en la iglesia no vale para nada sin la
adoracin de nuestras vidas.
Todos sabemos lo fcil que es pasarlo bien en la iglesia y lo difcil que es vivir nuestra fe en el da a da. A
veces parecemos esquizofrnicos: una persona en la iglesia y otra muy distinta fuera de la iglesia. Pero si no
adoramos al Seor con nuestras vidas, lo que hacemos en la iglesia no es adoracin verdadera!
El Seor tuvo que reprender a su pueblo Israel una y otra vez por la incoherencia entre su (supuesta) adoracin
y sus vidas (Is. 1:11-17; Is. 29:13a; Os. 6:6; Mi. 6:6-8; etc.). Y el apstol Pablo habla de nuestro culto
racional en trminos de nuestras vidas, no de lo que hacemos en la iglesia (Ro. 12:1-2).
Lo que hacemos en la iglesia no es ms que la punta del iceberg de la verdadera adoracin, la pequea parte que
ms se ve; pero si no hay nada debajo de eso, si no somos adoradores 24/7, lo que hacemos en la iglesia no
vale para nada!
Conclusin
Como dijo el Seor Jesucristo a aquella mujer samaritana, el Padre busca verdaderos adoradores que le adoren.
A fin de cuentas, l nos cre, nos dio la vida, para eso: para que le adorsemos; y nos salv para que lo
hiciramos en espritu y en verdad. Que el Seor encuentre en nosotros los adoradores que l anda buscando!
enseanzas de las Escrituras acerca de Dios y del hombre. Dios no nos necesita, ni se derrite por nosotros. Esta
falta de entendimiento bblico acerca de Dios y del hombre ha llevado a la iglesia Latinoamericana a la idolatra
en la adoracin. Hemos terminado adorndonos a nosotros mismos y entreteniendo a un dios de nuestra
imaginacin, que a su vez nos adora a nosotros.
Segn el Evangelio de Juan, el Dios Trino de la Biblia siempre ha existido en plena felicidad, comunin y
satisfaccin en si mismo. En otras palabras, desde antes de crear el universo, Dios eternamente ha adorado a
Dios. En Juan 17, Jess nos abre una pequea ventana a esta maravillosa realidad de la adoracin que ha
tomado lugar dentro de la Trinidad eternamente. All Jess or al Padre diciendo, Y ahora, glorifcame t,
Padre, junto a ti, con la gloria que tena contigo antes que el mundo existiera (Jn. 17:5). Jess nos dice que
haba una gloria de la cual l disfrutaba con el Padre antes de que el universo fuese creado. Unos versculos
ms adelante nos explican en qu consista esta gloria. Jess dice, Padre, quiero que los que me has dado,
estn tambin conmigo donde yo estoy, para que vean mi gloria, la gloria que me has dado; porque me has
amado desde antes de la fundacin del mundo. . . Yo les he dado a conocer tu nombre, y lo dar a conocer, para
que el amor con que me amaste est en ellos y yo en ellos (Jn. 17:24, 26). Antes de la fundacin del mundo, la
actividad de la adoracin exista perfectamente entre el Padre y el Hijo en el Espritu Santo. El Padre amando y
deleitndose en su Hijo, y el Hijo amando y deleitndose en el Padre. Y Jess or para que este amor perfecto
estuviese en nosotros tambin, de manera que pudiramos ser partcipes de esta gloria divina. Esta es la esencia
de la adoracin: amor y deleite en Dios como la fuente de nuestra mayor satisfaccin y felicidad.
Entonces, si Dios no necesita de nada ni de nadie, para qu vino Cristo al mundo buscando adoradores para el
Padre? (Jn. 4:23) Cristo vino para vivir en perfecta rectitud y obediencia al Padre; rectitud que sera nuestra por
medio de la fe. Jess vino a morir en nuestro lugar y pagar la sentencia de nuestro pecado en la cruz, y a vencer
el poder de la muerte, asegurando nuestra vida eterna por medio de Su resurreccin.
Estas son las buenas noticias del Evangelio. Otra pregunta es an necesaria: para qu hizo Jess todo esto?
Cul es el propsito del evangelio? Creo que Juan 17 nos responde esta pregunta. Jess hizo todo esto para la
gloria de su Padre, y para hacernos a nosotros, pecadores redimidos, partcipes de esta gloria para siempre. Por
esto l comienza su oracin diciendo, Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que el Hijo te
glorifique a ti. La gloria de Dios es la meta del evangelio. Pero tambin, cuando estamos en Cristo, somos uno
con Aqul que es uno con el Padre, y entramos a participar en la maravillosa gloria de Dios a travs del Espritu
de Cristo habitando en nosotros. Esta es nuestra felicidad. Por esto Jess dice, Mas no ruego slo por stos,
sino tambin por los que han de creer en m por la palabra de ellos, para que todos sean uno. Como t, oh
Padre, ests en m y yo en ti, que tambin ellos estn en nosotros, para que el mundo crea que t me enviaste.
La gloria que me diste les he dado, para que sean uno, as como nosotros somos uno: yo en ellos, y t en m,
para que sean perfeccionados en unidad, para que el mundo sepa que t me enviaste, y que los amaste tal como
me has amado a m (Jn. 17:20-23). Como bien seala Jonathan Edwards, un excelente telogo del siglo
dieciocho, la unidad de sus discpulos -por la que Jess ora en este pasaje de Juan 17- se trata ms bien de
nuestra participacin en la unidad y comunin perfecta que existe entre el Hijo y el Padre en el Espritu, que de
que simplemente nos llevemos bien unos con otros.
As que para esto vino Jess al mundo: para hacernos partcipes de la gloria de Dios. En esto consiste el
evangelio de Jesucristo. Esto es lo que debemos celebrar en la adoracin. Por tanto, es necesario que tengamos
claro que nuestra adoracin a Dios es en esencia una respuesta de fe, asombro, temor, gozo, amor, comunin y
satisfaccin en l. Pero esta respuesta es posible por su revelacin y Su gracia en Cristo a favor de pecadores
que no merecen absolutamente nada ms que el castigo eterno de la furia de la ira de Dios.
Adoramos porque Dios primero se ha revelado a nosotros por medio de su creacin, su Palabra, y ltimamente
en la persona de Jess. Si queremos hablar acerca de adoracin bblica, debemos primero colocar a Dios en el
lugar que le corresponde en todas las cosasen el primer lugar.
La rivalidad y la desunin contradice lo que Jess vino a hacer: hacernos uno (Jn.
17:11, 21-22; Fil. 2:1-2).
Dios valora nuestras vidas ms que nuestros dones. l puede usarnos, pero no nos
necesita.
Los pastores utilizan palabras, mientras que los lderes de adoracin utilizan
palabras y msica.
4. Ningn lder ser efectivo separado del Espritu Santo obrando a travs de la
Palabra de Dios y el evangelio (1 Tes. 1:4-5; 1 Tes. 2:13; Rom. 1:16-17).
Oro para que sea cual sea el rol en el que sirvas, como pastor o lder de alabanza
congregacional, encuentres gran gozo al saber que Jess mismo est construyendo su
iglesia y las puertas del infierno o las relaciones difciles con los que sirven a tu lado
no prevalecern contra ella.