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Cuentos para Pensar
Cuentos para Pensar
Cuentos para Pensar
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
La casa imperfecta
Las Piedras
Hacer Caf
Pedro y el Hilo Mgico
Las tres Rejas
La Puerta Negra
La Vaca
El Problema
9. El Paquete de Galletas
10. El coleccionista de
insultos
11. Arreglando el Mundo
12. El vaso de agua
13. El rbol de las
preocupaciones
14. El papel arrugado.
17. El Puente
18.
La casa imperfecta:
Reflexin:
qu os sugiere ste cuento? A veces construimos nuestras vidas de
manera distrada, sin poner lo mejor de nosotros. La rutina nos envuelve
Reflexin:
Me encanta ste cuento. Cules son las piedras grandes en nuestra vida?:
Son la rutina, lo que opinen los dems, el trabajo que no nos gusta,
preocupaciones cotidianas..? o son La familia, los amigos, nuestros valores
morales, la salud, las personas que queremos, las cosas que nos hacen
felices?.. Las piedras ms grandes han de referirse a nuestras bases, a lo
ms importante para nosotros y estn relacionadas con nuestros valores,
con nuestros afectos y nos enriquecen como personas.
A veces es difcil en la rutina diaria tomar las perspectiva necesaria para
asignar bien las prioridades, a veces priorizamos las cosas ms pequeas
frente a las que tienen ms valor para nosotros. Si llenamos nuestro tiempo y
Reflexin:
A veces las adversidades nos abaten y quitan las fuerzas y nos volvemos
"zanahorias", otras nos hacen levantar una barrera y aislarnos del exterior y
somos como los huevos. Pero lo ideal a la hora de afrontar las adversidades de
la vida es afrontarlas proactivamente y sacar lo bueno de lo malo: que de la
crisis salga un cambio positivo y aprendamos, evolucionemos, tomemos las
riendas y cambiemos nuestro entorno para superar la adversidad.. como el
caf. Qu pensis al respecto?
Pedro comprob que ahora tena 90 aos. Su mata de pelo negro se haba
vuelto blanca y su bella esposa, vieja tambin, haba muerto unos aos atrs.
Sus hijos se haban hecho mayores y haban iniciado sus propias vidas lejos de
casa. Por primera vez en su vida, Pedro comprendi que no haba sabido
disfrutar de las maravillas de la vida. Haba pasado por la vida a toda prisa, sin
pararse a ver todo lo bueno que haba en el camino.
Pedro se puso muy triste y decidi ir al bosque donde sola pasear de
muchacho para aclarar sus ideas y templar su espritu. Al adentrarse en el
bosque, advirti que los arbolitos de su niez se haban convertido en robles
imponentes. El bosque mismo era ahora un paraso natural. Se tumb en un
trecho de hierba y se durmi profundamente.
Al cabo de un minuto, oy una voz que le llamaba. Alz los ojos y vio que se
trataba nada menos que de la anciana qu muchos aos atrs le haba regalado
el hilo mgico. "Has disfrutado de mi regalo?", pregunt ella. Pedro no
vacil al responder: "Al principio fue divertido pero ahora odio esa
pelota. La vida me ha pasado sin que me enterase, sin poder
disfrutarla.Claro que habra habido momentos tristes y momentos
estupendos, pero no he tenido oportunidad de experimentar ninguno
de los dos. Me siento vaco por dentro. Me he perdido el don de la
vida. "Eres un desagradecido, pero igualmente te conceder un ltimo deseo",
dijo la anciana. Pedro pens unos instantes y luego respondi: "Quisiera
volver a ser un nio y vivir otra vez la vida". Dicho esto se qued otra vez
dormido.
Pedro volvi a or una voz que le llamaba y abri los ojos. Quien podr ser
ahora?, se pregunt. Cual no sera su sorpresa cuando vio a su madre de pie a
su lado. Tena un aspecto juvenil, saludable y radiante. Pedro comprendi que
la extraa mujer del bosque le haba concedido el deseo de volver a su niez.
Ni que decir tiene que Pedro salt de la cama al momento y empez a vivir la
vida tal como haba esperado. Conoci muchos momentos buenos, muchas
alegras y triunfos, pero todo empez cuando tom la decisin de no
sacrificar el presente por el futuro y empezar a vivir en el ahora.
Reflexin:
Muchas veces descuidamos el presente por focalizarnos en los anhelos futuros.
En el mundo real por desgracia nunca tenemos una segunda oportunidad de
vivir la vida, no podemos volver a atrs como en el cuento. Es importante
llenar nuestro presente de momentos de calidad para poder construir nuestro
futuro, no dejemos pasar la vida sondola y sin vivirla.
Nos convencemos de que la vida ser mejor despus de cumplir los 18 aos,
despus de casarnos, despus de conseguir un mejor empleo, despus de
tener un hijo, despus que los hijos sean grandes... A veces nos sentimos
frustrados porque pensamos que las circunstancias no son las ideales, que no
es el momento perfecto, y pensamos que nos sentiremos felices cuando lo
sea.
Recuerdo haber ledo un artculo en el que una enfermera comentaba los
arrepentimientos ms comunes que le transmitan los enfermos terminales
antes de morir, y stos eran:
1. Haber tenido el coraje de hacer lo que realmente deseaba (y no lo que
otros esperaban de mi)
2. Haber dedicado menos tiempo al trabajo y ms a la familia.
3. Haber dicho lo que realmente sentan.
4. Haber tenido ms contacto con mis amigos
5. Haberme dedicado a ser ms felz
En definitiva: la gente se lamentaba de no haber vivido en plenitud, no haber
priorizado lo realmente importante, no haber disfrutado de su tiempo con lo
que le haca feliz y con quienes amaba.
Esta perspectiva nos ayuda a ver que no hay camino a la felicidad: la
felicidad esel camino.
No actuar, no movilizarnos hacia nuestros sueos, no disfutar por esperar el
"momento oportuno"..hace que pase la vida sin ser vivida. Esperando hasta
terminar los estudios, hasta que las cosas mejoren, hasta bajar diez quilos,
hasta tener hijos, hasta que los hijos vayan a la escuela, hasta casarse, hasta
que separarse, hasta el viernes por la noche, hasta el domingo por la maana,
hasta la primavera, el verano, el otoo o el invierno... no hay mejor momento
que ste para ser feliz. La felicidad es un trayecto, No un destino.
y t?
Reflexin:
Creo que las rejas ejemplifican muy bien algunos de los aspectos clave que
han de considerarse para valorar si algo merece o no la pena que lo tomemos
en consideracin. A veces slo nos centramos en el mensaje, pero no
atendemos a su fiabilidad, a lo que implica para los dems o a su utilidad, a la
hora de valorarlo. Pasarlos por stos filtros puede ser muy til no creeis? se
os ocurren ejemplos? .. A mi me vienen unos cuantos a la cabeza.
La Puerta Negra:
rase una vez en un pas muy lejano un rey que era muy
polmico por sus acciones.
Tomaba a los prisioneros de guerra y los llevaba hacia una enorme sala. Los
prisioneros eran colocados en grandes hileras en el centro de la sala y el rey
gritaba dicindoles:
-Les voy a dar una oportunidad, miren el rincn del lado derecho de la sala.
Al hacer esto, los prisioneros vean a algunos soldados armados con arcos y
flechas, listos para cualquier accin.
-Ahora, continuaba el rey, miren hacia el rincn del lado izquierdo.
Al hacer esto, todos los prisioneros notaban que haba una horrible y grotesca
puerta negra, de aspecto dantesco, crneos humanos servan como decoracin
y el picaporte para abrirla era la mano de un cadver. En verdad, algo
verdaderamente horrible solo de imaginar, mucho ms para ver.
El rey se colocaba en el centro de la sala y gritaba:
Reflexin:
qu es para vosotros la puerta negra?
Yo la asocio con nuestros miedos, sobre todo nuestros miedos a salir de
nuestra "zona de confort". El miedo a lo desconocido, a no ser capaz, una
inseguridad que paraliza, o una frustracin. Miedo a asumir riesgos.. los
soldados prefieren morir pero sabiendo lo que les va a pasar..que traspasar la
puerta sin saber. Creo que en muchos momentos de nuestra vida tenemos
puertas negras en nuestro interios cules son las vuestras? qu pasara si
las abrierais?
La Vaca:
Un maestro samurai paseaba por un bosque con su fiel discpulo, cuando vio a
lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidi hacer una breve visita al lugar.
Durante la caminata le coment al aprendiz sobre la importancia de realizar
visitas, conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que obtenemos
de estas experiencias. Llegando al lugar constat la pobreza del sitio: los
habitantes, una pareja y tres hijos, vestidos con ropas sucias, rasgadas y sin
calzado; la casa, poco ms que un cobertizo de madera...
Se aproxim al seor, aparentemente el padre de familia y le pregunt: En
este lugar donde no existen posibilidades de trabajo ni puntos de comercio
tampoco, cmo hacen para sobrevivir? El seor respondi: amigo mo,
nosotros tenemos una vaca que da varios litros de leche todos los das. Una
parte del producto la vendemos o lo cambiamos por otros gneros alimenticios
en la ciudad vecina y con la otra parte producimos queso, cuajada, etc., para
nuestro consumo. As es como vamos sobreviviendo.
El sabio agradeci la informacin, contempl el lugar por un momento, se
despidi y se fue. A mitad de camino, se volvi hacia su discpulo y le orden:
Busca la vaca, llvala al precipicio que hay all enfrente y empjala por el
barranco.
El joven, espantado, mir al maestro y le respondi que la vaca era el nico
medio de subsistencia de aquella familia. El maestro permaneci en silencio y
el discpulo cabizbajo fue a cumplir la orden.
Empuj la vaca por el precipicio y la vio morir. Aquella escena qued grabada
en la memoria de aquel joven durante muchos aos.
Un bello da, el joven agobiado por la culpa decidi abandonar todo lo que
haba aprendido y regresar a aquel lugar. Quera confesar a la familia lo que
haba sucedido, pedirles perdn y ayudarlos.
As lo hizo. A medida que se aproximaba al lugar, vea todo muy bonito,
rboles floridos, una bonita casa con un coche en la puerta y algunos nios
jugando en el jardn. El joven se sinti triste y desesperado imaginando que
aquella humilde familia hubiese tenido que vender el terreno para sobrevivir.
Aceler el paso y fue recibido por un hombre muy simptico.
El joven pregunt por la familia que viva all hacia unos cuatro aos. El seor
le respondi que seguan viviendo all. Espantado, el joven entr corriendo en
la casa y confirm que era la misma familia que visit hacia algunos aos con
el maestro.
Elogi el lugar y le pregunt al seor (el dueo de la vaca): Cmo hizo para
mejorar este lugar y cambiar de vida? El seor entusiasmado le respondi:
Nosotros tenamos una vaca que cay por el precipicio y muri. De ah en
adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras
habilidades que no sabamos que tenamos. As alcanzamos el xito que
puedes ver ahora.
Reflexin:
Qu cosas son Vacas? Hay cosas que nos proporciona algn beneficio, pero
que a la larga nos hacen ser dependientes de ellas y no nos dejan avanzar.
Nuestro mundo se reduce a lo que la vaca nos brinda. Las vacas pueden ser
desde un trabajo que no nos motiva pero en el que seguimos porque "peor es
nada" o "es seguro" por ejemplo, son cosas que dependen de nosotros mismos
y que no cambiamos aunque nos gustara mejorarlas, nos conformamos
debido creencias que nos frenan, miedos que nos llevan a acomodarnos, a
estancarnos.. Tenis vacas en vuestra vida? cules son?
El Problema:
Un gran maestro y un guardin compartan la administracin de un monasterio
zen.
Cierto da el guardin muri, y haba que sustituirlo.
El gran maestro reuni a todos sus discpulos, para escoger a quien tendra ese
honor. "Voy a presentarles un problema dijo-. Aquel que lo resuelva primero
ser el nuevo guardin del templo".
Trajo al centro de la sala un banco, puso sobre este un enorme y hermoso
florero de porcelana con una hermosa rosa roja y seal: "Este es el
problema".
Reflexin:
Los problemas a veces tienen en nosotros un extrao efecto: nos gusta
contemplarlos, analizarlos, darles vuelta, comentarlos... Sucede con frecuencia
que comparamos nuestros problemas con los de los dems y decimos.- "Tu
problema no es nada... espera a que te cuente el mo!"
En la jerga psicolgica llamamos "parlisis por anlisis" a este proceso de
contemplacin e inaccin. Y la solucin?ests preparado para dejar de
contemplar los problemas y enfrentarlos?
tenis algn problema que sea como el Jarrn con flores del cuento?
El Paquete de Galletas:
Haba una vez una seora que deba viajar en tren.
Cuando la seora lleg a la estacin, le informaron de que su tren se retrasara
aproximadamente una hora. Un poco fastidiada, se compr una revista, un
paquete de galletas y una botella de agua. Busc un banco en el andn central
y se sent, preparada para la espera.
Mientras ojeaba la revista, un joven se sent a su lado y comenz a leer un
diario. De pronto, sin decir una sola palabra, estir la mano, tom el paquete
de galletas, lo abri y comenz a comer. La seora se molest un poco; no
quera ser grosera pero tampoco hacer de cuenta que nada haba pasado. As
que, con un gesto exagerado, tom el paquete, sac una galleta y se la comi
mirando fijamente al joven.
Como respuesta, el joven tom otra galleta y, mirando a la seora a los ojos y
sonriendo, se la llev a la boca. Ya enojada, ella cogi otra galleta y, con
ostensibles seales de fastidio, se la comi mirndolo fijamente.
El dilogo de miradas y sonrisas continu entre galleta y galleta. La seora
estaba cada vez ms irritada, y el muchacho cada vez ms sonriente.
Finalmente, ella se dio cuenta de que slo quedaba una galleta, y pens: "No
podr ser tan caradura" mientras miraba alternativamente al joven y al
paquete. Con mucha calma el joven alarg la mano, tom la galleta y la parti
en dos. Con un gesto amable, le ofreci la mitad a su compaera de banco.
-Gracias! -dijo ella tomando con rudeza el trozo de galleta.
Reflexin:
Cuntas veces nuestros prejuicios y decisiones apresuradas nos hacen valorar
errneamente a los dems y cometer equivocaciones! Cuntas veces la
desconfianza hace que juzguemos arbitrariamente a las personas y las
situaciones, encasillndolas en ideas preconcebidas alejadas de la realidad.
Os ha pasado alguna vez?
A veces debemos recordarnos el abandonar los prejuicios, limpiar nuestra
cabeza de ideas preconcebidas, y prestar atencin a lo que realmente
tenemos delante para ver las cosas como realmente son.
El Coleccionista de Insultos:
Cerca de Tokio viva un gran samurai, ya anciano, que se dedicaba a ensear el
budismo zen a los jvenes.
Reflexin:
Qu pasara si no cedemos a provocaciones, insultos e intentos de
humillacin? No podemos cambiar la actitud de los dems, pero podemos
elegir no entrar en el juego, y no caer en la provocacin. se os ocurre algn
ejemplo de vuestro da a da en donde podis aplicar las enseanzas del
maestro samurai? ...
Arreglando el Mundo:
Un cientfico, viva con preocupacin todos los problemas del mundo.
Estaba decidido a encontrar por todos los medios una solucin.Pasaba das en
su laboratorio, en busca de respuestas.
Cierto da, su hijo de 7 aos, invadi su lugar de trabajo, dispuesto a ayudarle
a encontrar esa ansiada solucin.
El cientfico, nervioso por la interrupcin, le pidi al nio que fuese a jugar a
otro lugar.
Viendo que era imposible sacarlo, el padre pens en algo que pudiera distraer
su atencin:
Encontr una revista, donde haba un mapa del mundo, justo lo que
precisaba!
Con una tijera, recort el mapa en varios pedazos y se los entreg al nio con
un rollo de cinta, diciendo: Hijo, como te gustan tanto los rompecabezas, te
voy a dar el mundo en pequeos pedazos, para que lo repares.
El cientfico pensaba, quizs se demorara meses en resolverlo, o quizs nunca
lo lograse, pero por lo menos, le dejara tranquilo por un tiempo; pero no fue
as.
Pasada algunas horas, escuch la voz del nio: "Pap, pap, ya hice todo,
consegu terminarlo".
Al principio el padre no dio crdito a las palabras del nio. No puede ser, es
imposible que a su edad, haya conseguido recomponer un mapa que jams
haba visto antes!
Levant la vista de sus anotaciones, con la certeza de que vera un trabajo
digno de un nio: Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los
pedazos haban sido colocados en sus debidos lugares. Cmo era posible?
Cmo haba sido capaz?
-"Hijito, t no sabas cmo es el mundo, cmo lograste armarlo?"
-"Pap, yo no saba cmo era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la
revista para recortarlo, vi del otro lado la figura de un hombre. As que le di la
vuelta a los recortes y comenc a recomponer al hombre, que s saba cmo
era.
Cuando consegu arreglar al hombre, di vuelta la hoja y me di cuenta que
haba arreglado al mundo."
PARA ARREGLAR EL MUNDO EMPIEZA POR TI
Reflexin:
Los grandes cambios se consiguen con cambios pequeos, en nosotros
mismos y nuestro entorno. Para "arreglar el mundo" hemos de empezar por
nosotros mismos.
El Vaso de Agua:
En una sesin grupal, la psicloga en un momento dado levant un vaso de
agua.
Cuando todos esperaban or la pregunta: "Est el vaso medio lleno o medio
vaco?" , ella en lugar de sto pregunt:
- Cunto pesa este vaso?
Las respuestas de los componentes del grupo variaron entre 200 y 250
gramos.
Pero la psicloga respondi:
- El peso absoluto no es importante, sino el percibido, porque depender de
cunto tiempo sostengo el vaso: Si lo sostengo durante 1 minuto, no es
problema. Si lo sostengo 1 hora, me doler el brazo. Si lo sostengo 1 da, mi
brazo se entumecer y paralizar.
El vaso no cambia, pero cuanto ms tiempo lo sujeto, ms pesado y
ms difcil de soportar se vuelve.
Reflexin:
A veces las preocupaciones se enquistan en nuestros pensamientos y no nos
dejan centrarnos en las soluciones, en lo que s podemos hacer. Preocuparnos
en exceso y anclarnos en pensar en los problemas nos agota, absorbe nuestras
energas y nos quita fuerzas para actuar, y para movilizarnos hacia soluciones.
Est muy bien ser consciente de los problemas y tener presente las
dificultades y los riesgos, pero llenar nuestra cabeza de preocupaciones
durante mucho tiempo nos agota emocionalmente. Sabis soltar el vaso a
tiempo?
El Papel Arrugado:
Contaba un predicador que, cuando era nio, su carcter impulsivo lo
haca estallar en clera a la menor provocacin.
El corazn de las personas es como ese papel. La huella que dejas con tu
ofensa ser tan difcil de borrar como esas arrugas y esos pliegues.
Reflexin:
Este cuento pone de manifestacin la importancia de controlar la ira, saber
gestionar nuestras emociones y expresar nuestro desacuerdo y enfado
conasertividad.
No se trata de no enfadarse: sino de saber gestionarlo, y de saber expresar
nuestro malestar, disconformidad o enfado sin atacar al otro, siempre
desde el respeto, no recurrir nunca a la violencia pues es daino tanto para
los dems como para nosotros mismos. Es importante saber gestionar las
frustaciones o nuestro enfado sin perder los papeles. Ser sincero o expresar
nuestras emociones no justifica hacerlo de cualquier modo, es importante
fomentar la paciencia, control de nuestras emociones y comunicacin asertiva
con los dems. El respeto ha de ser un valor fundamental en nuestra vida:
gracias al respeto nos evitaremos ir por la vida arrugando papeles ;)
Cuando abri la puerta y entr en la casa, la transformacin era
radical: pareca un hombre feliz. La cena transcurri entre risas y animada
conversacin. Al terminar la velada, el carpintero acompa al comerciante al
coche. Cuando pasaron por delante del rbol, este le pregunt:
- Qu tiene de especial ese rbol? Antes de entrar estabas enojado y
preocupado y despus de tocarlo eras otro hombre.
- Ese es el rbol de los problemas le respondi el carpintero. Soy
consciente de que no puedo evitar los contratiempos en el trabajo pero
no tengo por qu llevarme las preocupaciones a casa. Cuando toco sus
ramas, dejo ah las preocupaciones y las recojo a la maana siguiente, cuando
Reflexin:
Aprender a soltar las preocupaciones diarias puede parecer una habilidad
difcil, pero con prctica puede conseguirse y convertirse en un hbito que
nos permitir disfrutar mejor de nuestra vida.
Las preocupaciones son como montar en una bicicleta esttica: cansan pero
no llevan a ninguna parte. Cargar con la mochila de preocupaciones
durante todo el da genera estrs,angustia, ansiedad y gran malestar,
crendose una bola cada vez ms grande que fomenta la irritabilidad y la
negatividad... adems de impedirnos disfrutar del presente.
El Elefante y la Estaca:
Indefensin Aprendida:
Para ilustrar ste concepto, recuerdo que en la universidad un profesor nos
ley el siguiente cuento publicado por Jorge Bucay:
Cuando era pequeo me encantaban los circos, y lo que ms me gustaba de
ellos eran los animales, sobre todo, mi preferido era el elefante.
Durante la funcin, la enorme bestia impresionaba a todos por su peso,
tamao y sobre todo, por su descomunal fuerza... pero, despus de su
actuacin y hasta un rato antes de volver al escenario, uno poda encontrar al
elefante detrs de la carpa principal, atado, mediante una cadena que
aprisionaba una de sus patas a una pequea estaca clavada en el suelo.
La estaca era slo un minsculo pedazo de madera, apenas enterrado unos
centmetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me
pareca obvio que ese animal capaz de arrancar un "rbol de cuajo" podra,
con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: Porqu
el elefante no huye, arrancando la pequea estaca, con el mismo
esfuerzo que yo necesitara para romper una cerilla?, Qu fuerza
misteriosa lo mantiene atado, impidindole huir?
Tena unos siete u ocho aos, y todava confiaba en la sabidura de las
personas grandes. Pregunt entonces a mis padres, maestros y tos, buscando
respuestas a ese misterio. No obtuve una respuesta coherente, la edad no es
un impedimento para percibir la coherencia o la falta de ella en los que la
gente nos dice. Alguien me explic que el elefante no se escapaba porque
estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: si es cierto que est
El Puente
Haba una vez dos hermanos, Toms y Javier. Vivan uno al frente del otro en
dos casas de una hermosa campia.
Por problemas pequeos, que al acumularse sin resolverse se fueron haciendo
grandes con el tiempo, los hermanos dejaron de hablarse. Incluso evitaban
cruzarse en el camino.
Cierto da lleg a la casa de Toms un carpintero y le pregunt si tendra
trabajo para l. Toms le contest:
Ve usted esa madera que est cerca de aquel riachuelo? Pues la he cortado
ayer. Mi hermano Javier vive en frente y, a causa de nuestra enemistad, desvi
ese arroyo para separarnos definitivamente. As que yo no quiero ver ms su
casa. Le dejo el encargo de hacerme una cerca muy alta que me evite la vista
de la casa de mi hermao.
Toms se fue al pueblo y no regres sino hasta bien entrada la noche.
Cul no sera su sorpresa al llegar a su casa, cuando, en vez de una cerca,
encontr que el carpintero haba construdo un hermoso puente que una las
dos partes de la campia.
Sin poder hablar, de pronto vio en frente suyo a su hermano, que en ese
momento estaba atravesando el puente con una sonrisa:
Toms, hermano mo, no puedo creer que hayas construdo este puente,
habiendo sido yo el que te ofendi. Vengo a pedirte perdn. Los dos hermanos
se abrazaron.
Cuando Toms se dio cuenta de que el carpintero se alejaba, le dijo:
Buen hombre, cunto te debo? Por qu no te quedas?
No, gracias contest el carpintero. Tengo muchos puentes que construir!
Reflexin:
Ezra era un joven que viva anticipndose a las prdidas. Se haba pasado la
mitad de su infancia deseando que ese perodo no terminara, y el resto de
su vida, aorando esos instantes de belleza y libertad. Su hermano Amos
era absolutamente diferente, lo nico que le importaba era el presente y
viva cada instante como si fuera el ltimo.
Entre Amos y Ezra haba una extrema conexin; tal es as que cuando eran
pequeos solan incluso enfermar juntos. El primero en indisponerse
siempre era Ezra y a los pocos das su hermano apareca a con los exactos
sntomas y era diagnosticado y tratado de la misma manera que l. Amos
culpaba a Ezra por enfermarse y pasarle su mal; sin embargo, no haba das
que disfrutara ms que aqullos que transcurra encerrado junto a su
hermano.
El tiempo pas y las circunstancias provocaron que entre los hermanos se
abriera un abismo. La muerte de los padres fue un detonante importante de
aquella separacin ya que a Ezra le cost mucho aceptarla y cada vez que
se vean se echaba a llorar desconsoladamente como cuando era nio.
Amos decidi que no poda seguir vindolo porque tarde o temprano
conseguira que tambin l cayera en ese pozo oscuro del que Ezra no
mostraba indicios de querer salir. Adems, Amos pens que si dejaba de ver
a su hermano evitara morir de joven, cosa a la que le tena muchsimo
miedo. Estaba convencido de que por la forma de ser de Ezra pronto
enfermara de algo grave y si l lo saba, posiblemente desarrollara la
misma dolencia. Y si de algo estaba seguro era de no querer morir.
Amos no estaba tan equivocado; Ezra enferm gravemente a los treinta
aos y debi someterse a dos largos aos de tratamiento y sufrimiento, en
la ms absoluta soledad. Al regresar a su casa, el mismo da en el que le
haban dado el alta, encontr un mensaje en el contestador de su telfono:
su hermano, Amos acababa de fallecer de la misma enfermedad que l
haba vencido.
CUENTOS GRASIOSO
El espejo del cofre
En uno de sus mltiples viajes, un mercader compr a un buhonero un
pequeo espejo, un objeto que sus ojos jams haban contemplado y le
de la isla y cual no fue su sorpresa, cuando al mirar por ltima vez el lugar,
vieron como un gran volcn entraba en erupcin y haca desaparecer su
preciado botn.
Superado este trance, volvi a hacerse a la mar, en un da muy tormentoso.
Mientras paseaba por la cubierta oteando el horizonte, una ola gigante lo
arrastr fuera del barco. Aferrado al ancla, vio como un tiburn se acercaba
peligrosamente hasta su posicin, con muy malas intenciones. Aterrado
ante la idea de acabar siendo su merienda, salt con todas sus fuerzas al
barco y arranc la bandera del mstil.
Cansado de tantas malas pasadas, se retir de la vida pirata y cre en el
puerto, un pequeo negocio, con el que todo le fue de maravilla.
- A Garrik?
S, a Garrik La ms remisa y austera sociedad le busca ansiosa; todo
aqul que lo ve, muere de risa:
tiene una gracia artstica asombrosa.
Y a m, me har rer?
-Ah!, s, os lo juro, l s y nadie ms que l; mas qu os inquieta? As
dijo el enfermo no me curo;
Si se muere la fe, si huye la calma, si slo abrojos nuestra planta pisa, lanza
a la faz la tempestad del alma,
un relmpago triste: la sonrisa.
El carnaval del mundo engaa tanto, que las vidas son breves mascaradas;
aqu aprendemos a rer con llanto
y tambin a llorar con carcajadas.
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La mecha
Un hombre oy una noche que alguien andaba por su casa. Se levant y,
para tener luz, intent sacar chispas del pedernal para encender su
mechero. Pero el ladrn causante del ruido, vino a colocarse ante l y, cada
vez que una chispa tocaba la mecha, la apagaba discretamente con el dedo.
Y el hombre, creyendo que la mecha estaba mojada, no logr ver al ladrn.
Rumi
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La tristeza y la furia
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Durante dos aos completos esto fue as diariamente, desde luego la vasija
perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se saba perfecta para los
fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy
avergonzada de su propia imperfeccin, y se senta miserable porque solo
poda hacer la mitad de todo lo que se supona que era su obligacin.
-Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellsimas flores que
crecen a lo largo del camino. As lo hizo la tinaja. Y en efecto, vio
muchsimas flores a lo largo del trayecto. Sin embargo se sinti apenada
porque solo quedaba dentro suyo, la mitad del agua que deba llevar.
-Te diste cuenta de que las flores solo crecen en tu lado del camino?
Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello.
Sembr semillas de flores a lo largo camino por donde vas y todos los das
las has regado y por dos aos yo he podido recoger estas flores. Si no
fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido
posible crear esta belleza.
Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas
agrietadas, pero debemos saber que siempre existe la posibilidad de
aprovechar las grietas para obtener hermosos resultados.
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Cuando una persona dice que ha sufrido por amor, en realidad ha sufrido
por querer, no por amar. Se sufre por apegos. Si realmente se ama, no
puede sufrir, pues nada ha esperado del otro.
Cuando amamos nos entregamos sin pedir nada a cambio, por el simple y
puro placer de dar. Pero es cierto tambin que esta entrega, este darse,
desinteresado, solo se da en el conocimiento. Solo podemos amar lo que
conocemos, porque amar implica tirarse al vaco, confiar la vida y el alma. Y
el alma no se indemniza. Y conocerse es justamente saber de vos, de tus
alegras, de tu paz, pero tambin de tus enojos, de tus luchas, de tu error.
Porque el amor trasciende el enojo, la lucha, el error y no es solo para
momentos de alegra.
Amar es la confianza plena de que pase lo que pase vas a estar, no porque
me debas nada, no con posesin egosta, sino estar, en silenciosa
compaa. Amar es saber que no te cambia el tiempo, ni las tempestades,
ni mis inviernos.
~ Antoine de Saint-Exupry
Un camino embarrado
Tanzan Y Ekido iban un da por un camino embarrado. Caa una fuerte lluvia.
Al llegar a un recondo, se encontraron a una joven encantadora con kimono
y faja de seda, que no poda atravesar el cruce.
Vamos, muchacha, dijo Tanzan enseguida, y alzndola en brazos la pas.
Ekido no volvi a hablar hasta la noche, cuando llegaron a alojarse en un
templo. Entonces no pudo contenerse ms. Nosotros los monjes, no
debemos acercarnos a las mujeres, le dijo a Tanzan, especialmente a las
jvenes y bonitas. Es peligroso. Por que hizo usted eso?.
Yo dej a la chica all atrs, dijo Tanzan. Usted todava la est
cargando?.
Reflexin
Muchas veces resulta difcil distinguir entre un problema real y uno mental.
El problema real es aquel que a ojos de mil personas, todos ellos
coincidiran que efectivamente nos encontramos ante un problema, como es
el caso de una enfermedad terminal. En el otro caso probablemente,
muchas de esa mil personas no lo consideraran como tal, pero a ojos de
uno, puede llegar a ser un infierno difcil de superar.
Aprende a diferenciar lo que tus ojos ven, de lo que tu mente quiera que
veas y recuerda. No permitas que un dolor, no te deje ver las alegras que,
da a da, la vida te vuelve a regalar.
Vivir el presente
Un hombre se le acerc a un sabio anciano y le dijo: -Me han dicho que t
eres sabio. Por favor, dime qu cosas puede hacer un sabio que no est al
alcance de las dems de las personas. El anciano le contest: cuando como,
simplemente como; duermo cuando estoy durmiendo, y cuando hablo
contigo, slo hablo contigo. Pero eso tambin lo puedo hacer yo y no por
eso soy sabio, le contest el hombre, sorprendido.
1 El T
Un importante catedrtico universitario se encontraba ltimamente en
extraos estados de nimo: se senta ansioso, infeliz y si bien crea
ciegamente en la superioridad que su saber le proporcionaba, no estaba en
paz consigo mismo ni con los dems. Su infelicidad era tan profunda cuan
su vanidad. En un momento de humildad haba sido capaz de escuchar a
alguien que le sugera aprender a meditar como remedio a su angustia. Ya
haba odo decir que el zen era una buena medicina para el espritu.
2 El Fantasma
Esta es la historia de un joven que no poda dormir casi nunca puesto que un fantasma
espectral le apareca en sueos y le angustiaba revelndole todos los secretos ms
ntimos que l albergaba, demostrndole as que lo saba todo acerca de l.
El joven estaba desesperado, hasta el punto que lleg a detestar el momento de
acostarse pese al cansancio acumulado. Haba visitado doctores y psiclogos, haba
confesado su problema a amigos, lo haba intentado todo, pero sin resultados: el
espectro segua presentndose cada noche y le recordaba todos los rincones ms
ntimos y dolorosos.
Ya al borde de un colapso nervioso, decidi pedir auxilio de un clebre maestro zen que
practicaba en la misma provincia. Fue a ver al maestro que le recibi amistosamente.
Tras haberle explicado el dilema, el joven aadi: " Ese fantasma lo sabe todo,
absolutamente todo acerca de m, incluso conoce mis pensamientos ! No puedo
sustraerme a su dominio ". El maestro pens que la solucin no estaba fuera del alcance
del chico y le sugiri que hiciera un trato con el fantasma. " Esta noche, antes de
acostarte -le dijo- coge un puado de lentejas al azar y no las sueltes. Luego acustate
y espera. Cuando el espectro se presente proponle un trato. Dile que si adivina cuntas
lentejas tienes en la mano ser para siempre tu dueo y que si no lo adivina deber
desaparecer para siempre. Vamos a ver que pasa ".
El chico procedi del modo que le aconsejo el maestro. Poco despus de acostarse el
fantasma apareci y le dijo: " S que intentas librarte de m. Tambin s que te has ido
a ver aquel bobo del monje zen para que te ayude a echarme, pero tus esfuerzos no te
servirn para nada "." Bueno -respondi el joven- ya saba que me habras descubierto,
as como supongo que indudablemente sabrs cuantas lentejas tengo en el puo ". El
fantasma desapareci para no volver nunca jams. Lo que no saba el chico no lo poda
saber su fantasma.
3 La Chica Por: Marc E. Boillat de Corgemont Sartorio
monjes se estaban preparando para vadear, cuando se oyeron unos sollozos que
procedan de detrs de un arbusto. Al indagar comprobaron que se trataba de una chica
que lloraba desesperadamente. Uno de los monjes le pregunt cul era el motivo de su
dolor y ella respondi que, a causa de la riada, no poda vadear el torrente sin estropear
su vestido de boda y al da siguiente tena que estar en el pueblo para los preparativos.
Si no llegaba a tiempo, las familias, incluso su prometido, se enfadaran mucho con ella.
El monje no titube en ofrecerle su ayuda y, bajo la mirada atnita del otro religioso, la
cogi en brazos y la llev al otro lado de la orilla. La dej ah, la salud desendole
suerte y cada uno sigui su camino.
Al cabo de un rato el otro monje comenz a criticar a su compaero por esa actitud,
especialmente por el hecho de haber tocado a una mujer, infringiendo as uno de sus
votos. Pese a que el monje acusado no se enredaba en discusiones y ni siquiera
intentaba defenderse de las crticas, stas prosiguieron hasta que los dos llegaron al
monasterio. Nada ms ser llevados ante el Abad, el segundo monje se apresur a relatar
al superior lo que haba pasado en el ro y as acusar vehementemente a su compaero
de viaje.
Tras haber escuchado los hechos, el Abad sentenci: "l ha dejado a la chica en la otra
orilla, t, an la llevas contigo?"
El primero sola pedir al abad que le dejara salir del monasterio para ver el mundo y en
l poder poner en prctica su zen. El otro se contentaba con la vida monstica y, aunque
le hubiera gustado ver el mundo, esto no le creaba ningn afn en absoluto.
El abad, que nunca haba accedido a los pedidos del primer monje, pens un da que tal
vez los tiempos eran maduros para que los jvenes monjes fueran puestos a prueba. Les
convoc, anuncindoles que haba llegado el momento de que se fueran por el mundo
durante todo un ao. El primer monje exultaba. Dejaron el templo el da siguiente al
amanecer.
Cuenta una antigua leyenda que un anciano sabio viva en las afueras de una pequea
ciudad de provincia. El hombre era muy conocido no slo por su sabidura, sino tambin
por su buena suerte.
Aquel da el joven se levant muy pronto para evitar las colas interminables de personas
que iban a pedirle consejo al anciano. Se visti con sus mejores vestidos, se arregl y
lleg a la morada del sabio de buen hora. Llam al portal. El sabio le abri y,
amablemente, le recibi en su casa. Una vez terminadas las presentaciones formales, el
joven fue directamente al grano y dijo:
- La razn de mi visita es sencilla: querra saber tu secreto para vivir tan holgadamente.
Vers, he notado que no te falta nada, mientras a mi me falta todo, y esto es a pesar de
mis esfuerzos y buena voluntad. Tambin he notado que mucha gente posee bienes
materiales, pero son infelices. En cambio a ti no te falta tampoco la felicidad. Dime,
cul es tu secreto?
- Lo saba ! -exclam el joven- habra tenido que deducirlo yo mismo. Eso era el
secreto !.
Tras la visita al sabio, la vida del joven cambi radicalmente: empez a robar aqu y all,
a revender las cosas sustradas a los dems y a enriquecerse. Cometa toda clase de
hurtos: robaba animales, cosas, dinero e incluso entraba a robar a casas. La fortuna
pareca haber empezado a sonrerle, cuando fue capturado por las autoridades. Fue
procesado por numerosos delitos y condenado a cinco aos de dura crcel. Durante su
estancia en la prisin tuvo tiempo de meditar y llegar a una conclusin. Segn sus
deducciones, el anciano se haba befado de l, y ms idiota haba sido l mismo por
seguir tan necio consejo. Se prometi que una vez salido de ah, volvera a ver al
anciano para darle su merecido.
Los aos pasaron y el joven fue puesto en libertad tras pagar su deuda con la sociedad.
Nada ms estar libre otra vez, ni siquiera pas por su casa, sino que se fue directamente
a la residencia del sabio. Tras llamar impacientemente a la puerta, el sabio abri.
Cada vez que el perro se encontraba con otro can, empezaba a tirar de la correa con
todas sus fuerzas. Su amo, sin dejar de sujetarlo con determinacin, intentaba calmarlo
hablndole dulcemente: " no hagas as...djale al pobrecito tranquilo". Tambin se
agachaba y le rodeaba con el brazo como para protegerle mientras que el bravo animal
mostraba todo su repertorio de amenazas. Pareca de verdad un perro fiero e
implacable. Dado su tamao y su furor, todos le teman.
Un da, el brahmino encarg a un nuevo sirviente que paseara al perro, pero olvid
advertirle sobre el carcter del animal, quizs dando por hecho que todo el mundo tena
que saber que el perro del brahmino era algo especial. No obstante, para el sirviente,
ste era nicamente un perro como muchos, por lo cual ignoraba su excentricidad.
Como era previsible, nada ms encontrarse en contacto visual con otro can, el animal
del brahmino dio rienda suelta a su violento temperamento y, de repente tir
enrgicamente de la correa. El siervo, que no estaba preparado para tal situacin, no
supo reaccionar adecuadamente y solt la cinta. El perro perdi ligeramente el equilibrio
hacia delante, dndose as cuenta de que no estaba siendo sujetado. Ahora estaba libre
de sujecin y que la accin dependa exclusivamente de l, se encontr frente a un
dilema: o dar squito a sus amenazas iniciales empezando la batalla, o evitar la
confrontacin. El imperioso animal titube: al fin y al cabo el otro perro, an ms
pequeo, no haba dado signos de sumisin y estaba listo para la lucha. "Seguramente
-se dijo el noble perro- podra matarle fcilmente, pero si me mordiera, que sera de mi
noble aspecto?. No, no merece la pena. Por esta vez le dejar vivir". Emiti unos
gruidos y volvi donde el servidor.
El maestro entonces le dijo: "Bien. Aferra esa cuchara y tenla en tu mano. Ahora
sintate y medita". El discpulo obedeci. Al cabo de un rato el maestro le orden:"Deja
Akela era un perro sano y fuerte. Pero esto no es todo, ya que era un perro especial y
muy conocido por una rarsima particularidad: era superinteligente. Un da, viendo que
tanto Akela como su dueo haban desaparecido, los amigos de ste ltimo decidieron ir
a su casa para ver que haba pasado. Subieron todas las escaleras que llevaban al ltimo
piso donde vivan Akela y su amo. Con sorpresa, encontraron al dueo de Akela en un
estado depresivo piadoso. "Qu te pasa?" -preguntaron los amigos preocupados- "es
que... es que... Akela se ha muerto!". El dueo empez a llorar sin ni siquiera poder
hablar. Por mucho que los amigos le preguntaran cmo haba pasado, l no poda
articular frase a causa de su desesperacin. Slo poda reiterar y hacer hincapi en la
extraordinaria inteligencia de Akela, en el hecho que seguramente no encontrara otro
perro as y en que era mucho ms inteligente que muchos humanos y slo le faltaba el
habla. Alguien prepar una tila para que el consternado dueo se calmara. Al cabo de un
largo rato el pobre hombre estaba listo para resumir los hechos que haban llevado a
Akela a su fin. "Ya sabis -dijo- en esta casa acostumbramos a tener las ventanas
cerradas, Un da me olvid de cerrar una. En la calle haba un perro que ladraba y Akela
le oy. Salt por la ventana y ...Pobre Akela...era tan inteligente...!".
9 El picador de piedra Por: Marc E. Boillat de Corgemont Sartorio
Cuando logr su propsito, tuvo la mala suerte de que una nube se interpuso en su
camino entorpeciendo su visin y pens que la nube era realmente poderosa y as era
como realmente le gustara ser.
As, se convirti en nube, pero al ver cmo el viento le arrastraba con su fuerza, la
desilusin fue insoportable. Entonces decidi que quera ser viento. Cuando fue viento,
observ que aunque soplaba con gran fuerza a una roca, sta no se mova y pens:
ella s que es realmente fuerte: quiero ser una roca ! Al convertirse en roca se sinti
invencible porque crea que no exista nada ms fuerte que l en todo el universo.
Pero cul fue su sorpresa al ver que apareci un picador de piedra que tallaba la roca y
empezaba a darle la forma que quera pese a su contraria voluntad. Esto le hizo
reflexionar y le llev a pensar que, en definitiva, su condicin inicial no era tan mala y
que deseaba de nuevo volver a ser el picador de piedra que era en un principio.
10 Naturaleza
Un chiquillo, reiteradamente decepcionado y traicionado por alguien que l crea amigo,
se lo cont a su padre preguntndole por qu pasan estas cosas. El padre le respondi
contndole esta historia:
Un da un escorpin lleg a la orilla de un ro y, teniendo que pasar al otro lado, empez
a buscar un medio que le llevase sin riesgo de ahogarse. De repente, viendo a una rana
que estaba tomando el sol, una idea hizo mella en su mente. Decidi formularle su
propsito preguntndole:
- Oye rana, podras llevarme a la otra orilla nadando conmigo en la espalda ?
La rana le contest:
- De verdad me crees tan idiota ? S muy bien que una vez subido en mi espalda me
clavars tu aguijn matndome.
- No seas tonta -replic el escorpin- cmo podra hacerte eso ? Acaso no sabes que
nosotros no sabemos nadar y que si yo te matase morira contigo ?
La rana, reasegurada por este razonamiento lgico pens: " Es verdad. Si me matara, l
tambin se morira... y no creo que esa idea le guste...
- De acuerdo, sube. Te llevar -dijo el batracio.
El escorpin se acomod en la espalda de la rana y sta empez a cruzar el ro. Una vez
llegados a la mitad del torrente, en el punto ms profundo, el escorpin levant su
pincho y, de un rpido golpe, lo clav en la cabeza de la rana. Esta, agonizando atnita,
apostrof:
- Qu has hecho, imbcil ? Ahora te vas a morir t tambin, cretino !
- Lo s -contesto el alacrn- pero soy un escorpin y esta es mi naturaleza.
11 Que suerte ! Por: Marc E. Boillat de Corgemont Sartorio
Un hombre, morbosamente apasionado por el juego, haba pasado una vez ms, toda la
noche en un casino. Sali del lugar totalmente rendido... estaba a punto de amanecer.
Cuando el cielo se ti de rojo y el sol empez a salir, sinti un escozor en sus ojos
somnolientos. Vio un gran rbol en el jardn y decidi sentarse a sus pies para descansar
un rato antes de volver a casa. En un abrir y cerrar de ojos, el jugador cay en un sueo
profundo. Durmi todo el da y toda la noche.
Haba dormido exactamente 24 horas cuando se despert. Era el alba, y el sol estaba
empezando a subir al cielo.
- Que suerte ! -exclam contento- casi me duermo..